Un paseo por las cercanías de la Hoz y San Frutos

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P ascábase un dia de verano por las ribera~ -del Dttraton cierto padre de familias á qnien Í11.1 una vana curiosidad babia conducido atli, sino el designio aias ántes formado de que sus dos h ijos que lle~aba en su compat\ia registrasen con él ciertos monumentos l!ntiguos que :des:.. .p ues. de mu(\hos 'siglos··snbsistcrl aun sobre el tortuoso y ésca rpado camino·· quc' r cónduce !á icllos. En su•trá-nsito tuvieron ocasion' de·obser·var las altas é informes rocas que ..siguen para:. lclamente el curso del rio á córta distancia de él formando un continuado valle , en cuyo fond~, por ciertos trechos mas señalados de él jamás pá•do penetrar el rayo del sol, sí solo su·. radiaót~ luz reflejada por los riscos, que presebtaodo stt ·faz al mcdiodia ttn alumbrado por' el astro be.. ooéfico que anima toda la nato.•·a.lc:~.a>~ Etnnedio -de ·aquella- soledad ·que solo ofrccia á slv~vlsta loo portentos de la creacion, 6 bien las ob~as irregulares que sobre aquellos ha podido ·transfoÍ'<.mar, segun ciertas·leyes , el transcur-So -de·· los siglos, 110 era lo que menos Llamaba s~ atc.n l.

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éiomla dternati:va. série de dos climas 1 por de~ cirlo.asi, qué sucesivamente esperimeotaba si~ •guiendo el • contor.n o ·de los diferentes ángnlo's :q ue.iba forróando. el terreno\ En·:Cf~cto, mar.chan'do en.tal direccion 1 les ·llenáoa de admira·cion la dive•·sa co'nfiguracion de .aqueilas informes :niasas de peñascos, que sin gua•·dar ninguna -forma cons ta~te y regul·a r, 'Sirio la .de sil pr.opia deformidad: y - dircccion <horiwn~ol, se •lcl.. · vantaban amenazando' á , las nub~s,, y _haciendb ·sOmbrá á los t ranseu'ntes, que sóbrecojidos dé! •availcc que algunas ·veces hace~t en -el aire, an',dan_ <presurosos para salir de' aquel ~ ~u parecer inminente peligro : ¿mas qué digo á:Sti' pa~ece'r -inrhincn te peligro ?J;apcnas habían ' ·vencido u n paso semejante·son ilétcnidos r.epetinaniente·por masas·enormes• de peñascos que :en· i iempos se -han~desprend ido del alto de lás rocas·, los coa·les - les obligaban á busc!lr el pa~o' i>Or seo~a's ·estrechas y tortuosas que- ha y fonnadas ;por en·tre estas peñ~s- dcsgaj·adas. De cuando é'n cuando obser van ciertos risoos qne· á manera•· de -pi•·:ímides se le-vantan á con's idúallle altura sob•·e :el nivel co;ilun de los denlas ', y otros todavía ·que imitando una. forma mas cuadrada rcpre·scnta n las ahncl)as ;;¡ castiHetés de una:>formidablc muralla. •En.•l6s cóncavos• 6 bien ba·ncds . inac~esiblcs., fdrrnados aqui y alii por toda la supc_¡·ficie pcrpcndi<;ulaí- de -1~ - peña .veían. at p ui t,re y otras a ves · carníboras qnc' habian es.,cogido aquella. m¡¡nsion para hacer--la ,cria de

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.sas -hiju~los fuera del alcance ·.de ]a polvora:' i\ .su lado) a inocente paloma--arr ullaba tambien ,á sus pichones libremente; como ·si aquél asil~J .fuese respetado de comun acuerdo por tantas .aves de ra pii:ia que han escogido con lás de mas .de. otra clase aquel solitario sitio para su repro;.duccion. ·Aquí ven una disforme grieta ó aber:tura que sin .conocer la causa como ha desunid..o .una de otra la masa peñascal: mas allá advierten los canales ,que en la vivá peña ha socavado p~rpendicularmente un chorro de,agua llovedi,... za, ,que epvuelta en .arenillas .se ha deslizado .por alli .desde lo •alto ( 1) , aeaso desde la. época de su creacion. " · En medio de tantos objetos de la naturaleza -como se ofrecían á su vista, que llenaban :su !imagin'acion. de un silencioso respeto hácia el autor de _aquellas maravillas, es fijada la aten.cion del padre sobre los sél·es·puramente vejetales en que la vista de sus hijos se iba recrean. do rato babia, atraída por el verdor y dive•·si~ .dad de flores de que estaba· sembrada á trechos aquella prolongada fachada. En efecto, uno de ,sus hijos, llamado ls1dro, preguntó á su. padre: .¿por qué, padre mio, tantas f],,res, tantas plan.tas por esta fa~hada que po podemos alcanzar ·Y el otro lado que tenemos al frente apenas ( f) Debe atlvorLirsc (JUO 1a ttíspide de los referidos peforma comunmcute un rnisn'lo pl:iuo COl\ · la inmensa

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llanw-a <¡ue se .estiende ¡a ~esde allí J.lOf toda la ~astilla, _ •.,

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ofrece á ontiesh·os ojos una S!>la¡ yerba. ---Esto, hijos mios, respondió el padre , no me pa sma .t anto , am1qnc on;u·avilloso y digno de toda n uestra ateoc ioo, como tantos otros objetos que h emos ido recorriendo con la vista, el sol con su influjo, y la di,•ers a posici qn de estos ángo los que figu ran las peñas .son las causa s que producen esa diferencia, ¡qué contr aste, hijos mios! Alli el calor del mism o sol que en otros punto s hace. vejct.a r lozanamente l,as planta s, reflejado y aumé ntado por tantas difere ntes sqpcrlicic&eomn ofrece la escarpada roca ha disipado todo el jugo y hume dad 'á cuyo lavor crecen y se susten tan las planta s que por esta causa , ó no bao nacid o, ; ó se han tostado al nacer con los rayos a brasadm-es del sol, al paso que en es~a superficie donde acaso jaruás pegan los rayos ele! sol y donde por consig uiente reina sicmpr•c una perpé tua somb ra veis á pesar de la aridez de las pci'ias, una asombrosa vcgetacion que adorn ando abund antem ente de flores y ramo s este ángulo á beneficio del moderado c:>lor que refleja hácia él la parte opues ta, embellece y buscan vuestr•os ojos con usura , y como espec táculo que ofrece el ángul o de enfre nte tan es, p uesto á los ardor·es del sol. muy e templ un rto advie ,.yo · En efecto papá distin to aqui del que hemos sufrid o en el ángulo que acabamos de pasar. Allí un calor cscesivo me sacaba el sudor hacién dome insop ortable la march a, y aquí esped m.ent o con .pla.cer

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,una' frescura· qué rccféa todos mis 'miembros. Así .es hijosn1ios,aquipodeis nota•· ~omo dos climas ·diferentes qÚe en un corto espacio se suceden alte.-naiivamente:. En el ángulo de a tras que daba· frente al ; sol, apenas nos dejaba -'r espirar el sumo calo;· que jxlr la c.1usa que .os acabo de -esplicar, rccohccótra: <'!! reflejo de los 'rayos so· lares ·sobre las) pt!"ñas, ·y aqui por ·el contrario dón<le el influjo de ellos es menor por sú misina distancia Y.reflexioh, reina un· ambiente templado muy á propósi to para el crecimiento de • las 'plant<\S que 'veis ·esparcidas por todas esas · ahúras. Esta di,•crsidad de temple que puede apreóarse por· medio <le instrumentos físicos i nventados para •esto, proporcionarla: un g•·an · recurso para la consc••var.ion de muchas planta$" y· arbustos que traidos · de paises .cálidos, solo se logra llatúlos vegeta.- á favor de las cs. tufas, y otros me<lios dispendiosos; pero. hijos mios, todo no se -puerle lograr en ·toaas partes: P ero papa, le interrumpió, por..qué llamais án" ..gu los 'á estos recodos que hacen la·s peñas'? por · valcr:me, le contestó el padre., del ¡)•·opio término que usan general mente tlos naturalistas · para · esplicaJ' una' localidad semejante á esta; mas como esto hacé ·parte de la cien<!ia . natura~ ~i\e ,.¿sl!fvo daros una esp,licacioq sobre la formacion de estos 'ángulos, y leyes con·s tantes á ·que están sujetos \' en otra ocasion , por. ser una -pár~e, 'cur·iosa é -hilél'bsantc de la Gcologia que n~'ilelieis ignorai·.· _ · . .

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En esto divisó un pequeño bósque·:í lo lárgo del rio, coyos árboles eran áe los que suelen anunciar la próxima habitacion de racionales; y ciertamente no habian andado largo trecho, cuando él mismo replicó con vive1.a. Vea aquí un religioso que vie ne h:ícia nosotros. Este encuentro qtte verdaderamente no era casual por hallarse muy pr·óximo un convento :1 que pcrtenecia el dicho r·eligioso, les proporcionó el medio de reconocer mejor aqu-el raro si tio en que se hallaba fundado el único convento que se encuentra en la jurisdiccion de la vi lb de Se-: púh•cda. Divertiasc el padre en pescar con una cauacnel rio Duraton que baila el convento, cuya sahrosa pesca es famosa en muchas leguas, y hahiéndole saludado cortesmente¡ :í lo que él cnntes16 con afalJilidad, le elijo el padre de 1:-milia: = l>areccrne este un sitio que por·· su singular estraor·dinaria situacion debe inspirar:\ sus moradores un cier·to respetuoso recogimiento que elevará sus almas hácia el T odo Poderoso, que ha fundado este valle estrecho circundado de esas altas murallas.= El religioso le contestó; la vida contemplativa ;í que nos dedicamos los moradores de ese etlificio que tcneis al frente, cuantlo nuestro ministc•·io no nos , llama fuera,. solo es distraitl'a á ' 'cces por el fragoso ruiclo de la r:ípida corr-iente de este rio, por· ·el ¡;r~znitlo el!! las águilas y buitr·cs, ·ó por el trueno redu[iliplicado por el eco y viento de estas pciias. =Siendo mi objeto examinar.e-ste pcqueiro monasteria

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(3oo ) seria muy gustoso en tener que agradecer á su bondad t.tOa sucinta rebcion de su localidad y cualquiera otra circuns tancia.= Darémos una vuelta por esta arl>olcda sisu ieodo la márgen del rio , y ad ve•·tircis con ,·ucstros ojos la verdad de cua ¡llo acerca de su local voy á deciros . .. . . . .·" \ .Ya damos (ren te al•convento: bien veis ese le.:'.: ·,.·:::: . ~. ~ cho de peiia, cuya altura· podrá ser la tercc•·a :¡ ·. .. : ~ . ~ parte de la de las demas sobre cuya planicie descansa perpendicularmente todo el edifi• ··* cio sisu.iendo el del pciiasco. Esta meseta cuya mayor longitud podrá ser de sesenta á setenta pasos y alsunos menos su latitud, es una p rolongacion que fot·ma h~cia el rio la base ó cimiento de ese enorme peiiascal que formando ángulo, está alnen~1.:1ndo a l convento. Acabais de ver la fachada ·Hne dá al mcdiod.ia, y aquí te neis la del porte,. que como la otra reposa soLr·e el mismo cimiento; mas concluida esta t enemos precision de vol ver atrás, porque por este punto no es accesible para. nosotros el edificio. Volvi~ron en efecto en sentido opuesto, y habiendo soLido al convento por una pendiente que sin pcli¡;c·o conduce á él por la parte •lel m cdio,lia, aclmiraron cli versos ton·cones ó pidmicles naturales ,que fimna la misma roca á la parte occidental del conven to quc.cn parte :1(>0ya en ellos m crlia11dv por otra un pcqueiio patio: al llegar á ellos¡ dijo el Loen religioso, este largo peñasco que veis inclinado descansando Sll cabeza sobre este otro de nuestra. derecha, no \ '•

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( 3ot) hace m uchos aiíos que se recost6 sobre él, arruinamlo con su movimiento una casa contigua al convento que servia de hospedería , de que a·un veis seiiales alli arriba. Otro torrcon qÚe en tiempos mas remotos hahia pró~ irno á este se arruinó por sí mismo demoliendo esta parte del convento, cuya f.1brica veis ser· mas moderna que la iglesia y resto dcLedifioio. El Seiior' Felipe V fue el generoso bienhechor que proporcio nó á esta comunitlacl la recdificacion tlcl convento que en un local tan estrecho aun pi'Opor!ciona habitacion para cuarenta personas, aunque solo lo sea hoy por ocho 6 diez. E ste santuario, cuyo origen se ignora , en el que se h a dado culto á nuestra Sciíora de losAngeles, krjo el título de la Ilot, fue donacion q ue los hijos de Sto. Domin¡;o tic Silos hicieron á los de nuest r·o padre san F r·ancisco, qui¡:nes desde aquella época han formado ;~qui una comunidad r egular· :10nque compuest3 de pocos indi,·iduos. r~te sitio por su pobreza y por lo raro de su situacion ha servido en tiempos cabmitosos de guer'r3s é invasiones estr;~njeras de un asilo seguro :í los habitantes de estas cercanías. --Segun iba diciendo cs!o se acercar·on á un pcqueiio prír·tico qnc daba cn tracla á la i¡;lcsia, la cual sicndn estrecha y de una f:íhl'i,ca ~ntigu a no nfrcció á Stl vista ningu na cosa nol~ hlc mas que su misma situacion á la parle boreal ele\ :ingulu, sohc-c la misma mesct:r para errlrar :i l;~ c¡uc si¡;uc pcrp~ndicularmeotc. Salieron de ella por

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ló inl1'!rior d~l convento donde solo tuvieron que atlmirar las diversas oficinas que son. indispensables á un establecim iento de esta especie practicadas en un local tan estrecho. Trataron en esto de salir del convento por una corraliza que apoyaba en aqncl alto ángulo cuya vista, que cles,le all i regi~traban de frente, les llenó tic aso•nbro por Sil grande altura perpendicula r y di,•ersa configu racion que ofrecía, tanto que en . todo su tr~nsito no observaro n otro igua l. Se despidiero n del religioso que hasta aqui les habia acompai'iado d~mlole repetidas gracias por su atencioo , y prosiguie ron su camino sigu icíHlo el corso del rio. Las mismas cscena.s con co•·ta difc•·encia volvie•·on á p•·esentarse á sus ojos en los diverso.~ ángulos que recorrían ; cuevas n:ltut·almcnte abiertas en la fachada de las pci'ias, riscos de configuracion caprichos a, pirámides que sou•·esalian de la altura de las mismas rocas, banc.1les que formaban estas horizonta lmente á ciertas al·lnras y trecho~, y arbustos desconocidos en la parte que miraba al norte, no es1>uesta á los rayos dit·cctos, uno singularm ente les llevó mas la atcncion, t~nto que hubieron de tomar un rodeo considera ble por una qocl!l'ada para subil' á rcgistra t·lc á su gusto. Era este ·una especie de sima ( qne asi le llaman alsunos solitarios habitante s del con torno) abierta al tra••és (le la peña de arriba á bajo, ;í ntancra de un pozo , en la parte superior. (Se contirtUarú.)

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:Pe .Ja temperatura de Enropa .....-In.f!uendq de los mares; .Y;:(:Ontipf llle•'.-:-.Qt< (q~f'PÍenLOS¡ r eínantf},S.--De lQ< superfiCie ,rlt;l.<tqrr'1no1- -:l)e lus ·vJJge.. tales.--De ./a elevacíon tlel suelo. : ,

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L a latitu<l ó la <list<~;ncia •al ecua<lor ha sido por mucho tierrlpo y es tolla,-(~ en algunas. localidades la· única indicacjon para conocer la 1ern¡>c ratura J·ein.ante: Pero.·,e$J.;I' cstirnacion es demasiado ¡;•·osera, porqu_c, la temperatura no depende üoicamcnte <le la cantidad de rayos solares que caen sobre la tier•·a, sino que es modific;~da po•· otras muchas causas. Así se ha prol>a<lo que la Europa goza de -un clima mas templado que las coma rcas de Asia y Amúiaa situadas a igual distancia de la zona tórrida ' y somctid~s á la misma inll qcncia solar. , Este resultado provi.cl)e·gn gran .parlc. <le la

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