Maumiau 8

Page 1

Virtual Bread bunko magazine: Tu librerĂ­a de novelas ligeras en espaĂąol.

Historia y arte:

Laughtman

#8




CC 2017 Virtual Bread Mau Miau Historia y arte de Laughtman Ilustración de portada: Diseño de portada: Corrección de estilo: Editor: Diseño editorial:

Laughtman Virtual Bread Tourner Tourner Virtual Bread

Agradecimientos especiales: Hideo Shirow Fulanito de tal Y a nuestros queridos lectores de prueba (ojalá regresen)

Hecho en México. Licencia: Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional


Virtual Bread Presenta:

8 Historia y arte:

Laughtman


6


Apenas

hace unos años que veía a diario a mis amigas, Lili y Bety, eran un

gran apoyo y ellas solían decir lo mismo de mí. Hoy estoy muy lejos de ser lo que fui en ese tiempo, todas me reconocían por mi esfuerzo y ahora les mentí, las olvidé y puse en riesgo su vida. Mientras recorro este camino, aunque me encuentro decidida a terminar con esto, no puedo dejar de sentir miedo, de perder a mis amigas, a mi familia, y todo lo que me queda después de que el gato destruyera mi vida. Atzin, mi pequeña hermana intentó ayudarme, hizo lo más que pudo y aun así salió herida. Recuerdo cuando eran tiempos felices, preparatoria, yo las conocí ahí, a mis amigas y Atzin siempre estaba pegada a nosotras, ella era menos loca y no estaba obsesionada con los gatos. Todo era azul. Íbamos en una preparatoria pública, hace casi 8 años, yo era una matada que sólo deseaba pasar por encima de todos sin mirar a quién pisaba, pero pronto las conocí, estábamos en las canchas de

7


básquetbol, yo leía un libro acostada en el césped justo cuando una pequeña niña tímida llegó detrás de mí y me dijo: -

Tú eres de mi salón ¡Escóndeme!

-

¿Qué? – Dije, sin reconocer a la persona que

se escondía detrás de mí y mis cosas. -

Silencio, si me dejas quedar aquí te daré un

premio. -

Oye espera…

-

No seas así, son sólo unos pocos minutos ¡Si-

lencio, ahí vienen! - ¿Quién? Entonces vi que unos tipos muy populares se acercaban despacio viendo hacia todos lados. -

¿Dónde se fue, la ves por algún lado?

Decía uno a otro mientras peinaban el área -

Es diminuta, de seguro la pisaste – contestó el

otro. -

¡Malditos, no soy tan pequeña! – Murmuró ella

mientras se asomaba un poco. -

Oye, qué hiciste para tener que esconderte de

esa forma.

8



-

Uno de ellos se me va a declarar.

-

¿Y no quieres nada con ellos?

-

¡No! Sí quiero, pero no quiero que las cosas

cambien. -

Entonces recházalo.

-

Si lo rechazo me va a odiar y …

-

OH, ya veo, eres una pequeña cobarde.

Me levanté, dejé mi libro y la observé con mi mirada de bruja infeliz. -

Muy bien, fuera, enfrenta tus problemas.

Vi de frente la cara de la miniatura, la reconocí, en efecto iba en mi grupo, y es bastante popular, siempre va rodeada de tipos populares y guapos. -

No seas así, prometí darte algo a cambio.

-

Pero yo nunca acepté.

De pronto tuve a los dos tipos detrás mío y sentí sus presencias voraces pidiendo carne, la carne de esa pequeña. -

Hey, te encontramos, estabas con tu amiga,

creímos que habías huido. -

No, para nada, de hecho iba a verlos pero oye

creo que ya es hora de clase.

10


-

No importa sáltate la clase, anda, hay algo que

te quiero decir. Dijo uno de los grandulones. -

Es que es importante que vaya, he faltado a

todas desde que comenzó el año y los maestros ya ni me reconocen. -

Luego que te pasen los apuntes, tu amiga es

buena en los estudios ¿O no amiga? Al parecer se refería a mi. -

¿Eh? Yo eh…

La verdad me intimidaron, eran bastante guapos y altos, me puse roja. Ella notó mi cara y creo que fue más inteligente que yo. -

Está bien, iré si mi amiga va conmigo.

-

¿¡EH!? Yo no…

-

Anda, me lo debes por delatarme.

Súbitamente perdí la consciencia y cuando reaccioné estaba junto a una escena muy extraña. (Hay que recordar que Mina es extremadamente débil a la presión social) – Nota del editor. Estaba entre uno de aquellos galanes y la miniatura, al parecer ella lo rechazó pero él se resistió.

11


-

Bety, no seas así, la pasamos increíble aquel

día en el concierto, no puedes dejarme así, yo sé que te gusto, tus amigas me dijeron. -

Es que yo… No eres tú, lo que pasa es que….

Intenté huir pero Bety es fuerte cuando se lo propone y mi brazo no respondía, al parecer lo apretó lo suficiente para asegurarse de que no saliera corriendo. -

Oye, amiga ¿Podrías… darnos un poco de es-

pacio? Es que esto es difícil -

Lo intento pero…

-

¡Es que ella me acompaña a todos lados, ja-

más se iría sin mi, es mi apoyo! ¿Verdad? Pronto me sentí asqueada por la situación, no pude con esta carga social creo que ese era mi límite en aquella época, vi la cara de él, moqueaba intensamente y parecía que iba a llorar, vi la cara de Bety, ella estaba muy nerviosa, volteé a ver al tipo y de hecho era bastante guapo, de pronto me sentí muy apenada y el calor que sentía me marcó tanto que casi me desmayo.

12


Pero me mantuve consciente, cuando recuperé el hilo de todo, estaba frente a una chica muy alta, de hecho estaba jugando vencidas con ella. -

¿¡Pero qué mierda hago aquí!? – ¡Perdí un lap-

so de tiempo en mi vida por la presión! -

De qué estás hablando Mina, gánale ¡mi futuro

depende de ello! Bety seguía pegada a mí y mi brazo estaba morado y la otra chica alta se veía bastante determinada a ganarme y romper mi muñeca, tenía ojos de psicópata. -

Mina, tienes que ganar, prometo que si ganas

desapareceré de tu vida y jamás te volveré a molestar, pero si pierdes me quedaré pegada a ti como sanguijuela hasta que se te caiga el brazo. La presión era demasiada, me imaginé sin un brazo y con Bety parasitando mi cuerpo, me asusté bastante y la adrenalina fluyó desde dentro de mi cuerpo, entonces vi a aquella deportista que sostenía mi mano, sus ojos estaban llenos de ansias de competencia, pero los míos estaban llenos de miedo y confusión. De pronto alguien gritó:

13


-

¡1, 2, 3 YA!

Ella comenzó a empujar mi mano, yo resistí, las imágenes en mi cabeza eran asquerosas, Bety incorporándose a mi organismo, flaqueé estuve a punto de perder, pero de pronto algo vino a mi mente: -

Oye Bety, mis cosas, mi mochila y mis libros

¿Los recogiste? -

¿Qué, no sé de qué hablas?

-

¿Los dejaste tirados?

-

Yo qué sé, creo que sí, ¡concéntrate!

-

Tú, dejaste todas mis cosas regadas por tu

propio egoísmo, ¡alguien podría robarlas! -

Quién va a querer robarse unos libros y una

mochila tan horrible. Mi rabia ardió, mis músculos dolieron, miré hacia la otra chica, al parecer ella se intimidó al verme, no sé qué vio pero su expresión fue grosera. (Insertar ilustración de mina con cara de azteca fortachón y Lili con cara de espanto). De un sólo golpe mandé a volar a la deportista, agité fuertemente mi brazo izquierdo para que Bety me soltara y salí corriendo tras de mis cosas que es-

14


15


taban detrás del gimnasio, en el césped junto a las canchas. Vi a un tipo que se acercaba hacia ellas y grité: -

¡LARGOOOOOOO, SON MIS COSAS!

-

Ay wey, tranquila.

Aquel tipo salió corriendo y conté cada uno de mis libros, vi mi mochila y revisé que los separadores no estuvieran fuera de lugar. -

A decir verdad, mi mochila si es fea.

Me sentí más tranquila pues estaban todas mis cosas, las levanté y vi la hora, era demasiado tarde, faltaban 5 minutos para que terminara la clase, me fui a la siguiente con dos sensaciones extrañas, una era de culpa por pasarme la clase por primera vez en la prepa y otra era de pena por llevar una mochila tan fea, pero estaba tan satisfecha de haberme librado de Bety, que entonces llamé pulga, por su gran habilidad de sostenerse y su pequeño cuerpo. También le quedaba piojo. Horas más tarde, al salir de la última clase, el sol se ponía, era un lindo atardecer, me preguntaba qué habría pasado en ese tiempo en que perdí la con-

16


ciencia, pero no le tomé importancia y me dispuse a caminar a casa, justo cuando vi a un grupo de gente que se reunía junto a la salida de la prepa. -

¿Qué hace tanta gente ahí? – Incauta caminé a

mi ritmo justo cuando alguien gritó. -

¡Ahí viene!

La turba se abrió, dando paso a aquella niña deportista a la que mandé a volar en vencidas. - ¡Tú! -

Eh… ¿Si?

-

Quiero la revancha

En lo personal no me interesaba tal cosa, sólo deseaba irme tranquila además de que aquello era imposible de repetir, a decir verdad yo desconocía esa fuerza en mi interior. -

Bueno, la verdad es que no sé cómo te gané,

pero creo que fue suerte, para ser sincera no sé cómo no me rompiste la muñeca. -

¡De qué hablas, te debe afectar tanta agua oxi-

genada en el cabello! Tú fuiste quien dislocó mi muñeca. Había un vendaje en su mano derecha.

17


18


-

¡¿Qué?! Hay perdón, lo siento, de verdad fue

un accidente. ¡Mi cabello es natural! -

¿Te burlas de mi? Yo entreno todos los días,

hago pesas, mi cuerpo está diseñado especialmente para competir. -

¿Eres un robot? – No sé por qué diablos dije

eso. -

Ah, con que es eso, crees que es un chiste,

todo este entrenamiento, mi esfuerzo, mientras tú estudias y vives tranquila todos los días. -

¿Oye, espera cómo sabes de mi?

-

Vamos en el mismo grupo, todos saben de ti,

matada, come libros, creída. -

Pero nunca te he visto en clase.

-

Porque siempre entreno.

-

Eso es sólo una excusa para saltarte las cla-

ses. – No sé por qué echaba leña a ese fuego. - … Ella guardó silencio, creo que encendí otra llama. -

Oye, tranquila, si estás lastimada te conviene

descansar hasta que te recuperes, de otro modo se pondrá peor.

19


-

Usaremos el brazo izquierdo.

Mala idea, todavía estaba adormecido por la presión de la pulga. -

Mira, creo estas equivocada, yo no sé cómo

terminamos haciendo vencidas, pero fue un favor para la chica que estaba conmigo, no tiene nada que ver contigo o conmigo. -

¿Hablas de la novia de mi hermano?

-

¿La qué?

-

Si, se acaban de hacer novios, Bety y mi her-

mano. -

¿Tu hermano es el tipo que estaba declarándo-

se hoy? -

Sí, es él, alto, con cara de tonto, también de-

portista. -

¿O sea que hice todo eso para nada?

-

¿A qué te refieres?

De pronto sentí una presencia melosa y desagradable, era Bety tomada de la mano con el hermano de la deportista, muy acaramelados, grité lo único que me vino a la mente: - ¡Pedófilo!

20


Bety me vio, soltó a su nuevo novio, caminó unos pasos al lado y salió corriendo. Perseguí a Bety por el auditorio, el estacionamiento y hasta llegar de nuevo a las canchas, me di cuenta de que la deportista estaba detrás de mi y corría como desquiciada. -

¡No escaparás!

Volteé de nuevo, Bety ya no estaba, pero conocía sus trucos, ya no había nadie en las canchas por lo que se ocultaba detrás de alguna piedra o algo así. -

Ayúdame a encontrarla, si me ayudas compe-

tiré contigo. Ella hizo una señal con su cabeza de que estaba de acuerdo. -

Es muy pequeña, se esconde detrás de cual-

quier cosa pero su cabello la delata es muy esponjado. De pronto vi la eficacia de deportista (¿eso existe?), en menos de lo que yo pude revisar dos lugares ella ya había cubierto la mitad de las canchas. -

¡Aquí está!

La deportista levantó a Bety como conejo de caza (de las patas) y se acercó a mi.

21


-

Estaba debajo de una piedra.

No le vi el sentido pero agradecí que la encontrara. -

Escucha bien pulga, me hiciste pasar por mu-

chas cosas en la mañana y terminaste aceptando al mastodonte llorón ¿Quién te crees? -

¡Espera! Primero compite conmigo y luego te

doy a la pulga. -

Soy novia de tu hermano, respétame.

-

Pero te odio así que cállate.

Fuimos a las bancas que están frente al gimnasio, justo donde estuvimos unas horas antes, al lado de la biblioteca. -

Bien la cosa es esta, yo soy débil, por alguna

razón extraña pude vencerte ya que esta pulga me obligó a competir, competiré una vez más pero no sé qué tanto pueda hacer. -

Las reglas son estas, tú tienes que hacer lo

mismo que hace un rato, de otra manera pensaré que me dejaste ganar y te hostigaré por el resto del año escolar, además de que me llevaré a la pulga. -

Puedes quedarte con la pulga, ya me desaho-

gué, pero de verdad no te garantizo que pueda ren-

22


dir de la misma manera que hace un rato. -

Oye, tengo una idea – Dijo Bety mientras susu-

rraba algo al oído de la deportista. -

Ya veo, libros.

Fue lo último que escuché de su boca antes de que tomara mi mochila. -

Qué haces, devuelve mis cosas.

Ellas tomaron mi mochila de donde la dejé. -

La pulga me acaba de decir que si rompo uno

de tus libros competirás en serio. -

No te atrevas.

-

Oh si, todo sea por la competencia.

Ella abrió mi mochila y sacó uno de mis libros. -

¡NO! No le hagas nada a ese libro, es edición

de colección. -

Entonces dame lo que quiero.

-

Está bien, lo intentaré, lo haré, lo juro, sólo deja

mi libro. Puso mi libro entre sus piernas y me miró fijamente. Nos tomamos de la mano y la pulga, es decir, Bety, contó: -

1, 2, 3 ¡Ahora!

23


Comencé a esforzarme, pero ver mis cosas en manos de esas salvajes me hacía perder la concentración. -

Sólo estoy usando una pequeña parte de mis

fuerzas y estoy segura de que puedo ganar, estas dejándote perder. -

Te dije que no soy fuerte, lo de hace rato fue

suerte. -

No es suficiente con quitarle las cosas, rómpe-

le una hoja al libro – Dijo la odiosa pulga. -

De qué hablas pulga, ¡deja de dar ideas!

Los ojos de la deportista se encendieron, tomó mi libro con su mano lastimada y comenzó a romper una hoja. -

¡No, no lo hagas, por favor ese libro es inocen-

te! No cambió en nada su mirada, se mantenía callada, la pulga estaba viendo hacia otra parte, el hermano gorila se escabulló al lado y los dos seguían acaramelados. Regresé la mirada y la página estaba rota hasta la mitad, era mi edición especial, que conseguí a un muy bajo precio en una feria, pasta dura y dise-

24


ño con guardapolvo, jamás la volvería a encontrar, la completa se arruinaría. Sentí mi cabeza arder, la sangre fluía y de nuevo pasó lo de hace rato, mi brazo izquierdo comenzó a ganar terreno, era yo contra una atleta, ella comenzó a hacer caras extrañas, pero volvió a concentrarse y estuvimos a la par por varios segundos justo cuando -

Ya vamos a cerrar, váyanse a jugar a otro lado.

La escuela estaba por cerrar, los tipos de vigilancia nos corrieron, yo me sorprendí y mi mano cayó. -

¡Lo hice!

- ¿EH? Ella me venció, tal vez fue un accidente, pero creo que ella consiguió lo que quería y yo sólo quería mi libro de vuelta. Tomé mis cosas, me puse de pie y salí corriendo. Crucé la puerta de acceso a la prepa y me detuve en una banca del parque que está al frente. Hojeé mi libro y la portadilla estaba casi desprendida, me sentí muy triste, una lágrima salió de mi ojo izquierdo. - Oye

25


Una voz conocida vino de detrás. -

¿Estás bien?

Era Erick, el tipo que se sentaba a mi lado en casi todas las clases. -

… Sí.

-

Tu libro, ¿Era muy importante?

- Sí. -

Pero vaya, es bastante viejo, compra uno nue-

vo. -

¿Siempre has sido así de malo para consolar a

las mujeres? -

… Si, y más cuando estoy borracho

Su aliento olía a alcohol. Giré la cabeza y lo vi de frente, mi maquillaje se corrió un poco y estaba segura de que iba a decir algo estúpido sobre mi aspecto. -

Yo… lo siento, sabes, creo que pronto saldrá

una buena colección en fascículos, podríamos coleccionarla entre los dos si quieres. - Regálamela. -

¿De qué hablas? Apenas si me alcanza para el

alcohol, mira tomamos mezcal.

26


Del otro lado del parque estaban varios compañeros de clase tomando, al parecer Erick estaba con ellos. -

Hehehe – reí un poco.

La luna nos alumbró y nuestras caras se veían de tonos azul brillante, me sentí un poco mareada, era la primera vez que vi a Erick de esa forma, la verdad es que me pareció bastante lindo. -

¡Aquí estas!

La deportista estaba frente a nosotros. -

Perdón, pagaré tu libro.

-

Eh… no gracias – hacía berrinche.

-

Es en serio, yo lo rompí a propósito, fue por

egoísmo puro, tengo que pagarlo de alguna manera. -

¿Lili? ¿Es en serio? Rompiste el libro de Mina

-

Si, fue un arranque de competencia. - Lili se

sonrojó, detrás de ella estaba la pulga y su novio, hermano de Lili. -

Tú, Lili, sólo pido dos cosas: tendrás que con-

seguirme un libro igual, no importa que tan difícil sea, tendrás que pagar esto. Y la segunda es… mantén a la pulga alejada de mi, sólo trae problemas.

27


-

Bien, no te preocupes, mi hermano es tan po-

sesivo que jamás la dejará sola La pulga, es decir, Bety se puso pálida y miró atenta al hermano de Lili. -

Y el libro, pues no sé cuánto me tarde, pero lo

conseguiré para ti. Y así, Lili, Bety y yo nos hicimos amigas, esa noche con esa hermosa luna, en la que Erick volvió a arruinar las cosas con otra estupidez: -

¿No les estorbo verdad? ¿Quieren que les con-

siga un cuarto o algo? Nació el apodo de Bastardo, en otras palabras, malnacido. En cuanto a nosotras, poco después fuimos conocidas como el trío asesino, Bety creció varios centímetros, pero nunca me rebasó, sin embargo, se puso más bonita y los hombres la acosaban demasiado, era la más bonita de la escuela y es bastante inteligente pero sus calificaciones eran bajas porque prefería saltarse las clases.

28


Lili se convirtió en la deportista estrella, una de las más altas de la escuela, ganadora de medallas y representante del sur en las olimpiadas preparatorianas, además es muy bonita, por lo que todos los deportistas babeaban cuando la veían en los entrenamientos o competencias. Por mi parte, no fui notada en lo absoluto hasta que se difundió el chisme de que le quité un novio a Bety, pero fue un malentendido por aquella vez en que estuve entre el gorila y ella. Más tarde, cuando Bety cortó con el hermano de Lili (dos días después de que comenzaron a salir), él corrió a desahogarse conmigo pues su hermana le pegaba por llorón. Además de eso otro rumor hizo que mi reputación cambiara. Decían que yo era mejor atleta que Lili, según ellos la vencí varias veces, pero “no me gustaba presumirlo”, cuando menos eso decían, los chismes se volvieron más grandes cada vez y resulté ser una zorra, machorra y matada, pero mis verdaderos fans creen que soy atlética, bonita e inteligente. Lili no ha conseguido el libro, así que pegué el mío, perdió su valor económico pero el sentimental crece con el tiempo.

29


No sé cómo las cosas tomaron este rumbo, pero finalmente es hora de poner todo en orden, arreglaré todo, Lili, Bety, mi familia y amigos, lo lograré, ¡me desharé de ese maldito gato! ¡Lo juro!

30


LILI

www.virtualbread.org

CC 2017 Virtual Bread Mau Miau Hecho en México. Licencia: Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.