SEVILLA 26082016
LA entrañable
boda de AGUSTÍN y MARÍA JOSÉ Cerca de 140 invitados acudieron a la ceremonia celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el sevillano barrio del Cerro del Águila. La Hacienda Atalaya Alta fue el lugar escogido para la cena y la fiesta nupcial.
UN ENTORNO DE ENSUEÑO,
Testigo de una boda “con mil detalles”.
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LA EXCLUSIVA DE LA BODA es una marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados. Prohibida su venta y distribución.
SUMARIO
EXCLUSIVA
Especial MARÍA JOSÉ y AGUSTÍN 26 agosto 2016
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4 EL NOVIO SE VISTIÓ
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en el quinto piso de la calle Navas.
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MUY PENDIENTE
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MARÍA JOSÉ
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CEREMONIA EN LOS DOLORES,
de la novia la mascota de María José. absolutamente radiante en la entrada.
del Cerro del Águila.
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MUCHO ARROZ
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EL BANQUETE
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EXQUISITO.
a la salida, símbolo de la prosperidad de la pareja. en la Hacienda Atalaya Alta.
El menú hizo las delicias de los paladares más exigentes.
67 LOVE IS IN THE AIR.
Con la suelta de globos se cumplía la ilusión de María José y Agustín.
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DOS PRÍNCIPES
El matrimonio posó para nuestras cámaras como auténticas celebrities.
LOS INVITADOS
en una instantánea única para el recuerdo.
LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2015. Prohibida su venta y distribución.
POR FIN LLEGÓ EL GRAN DÍA
El 26 de agosto de 2016 es una fecha marcada ya a fuego en el calendario de la historia de amor de María José y Agustín. Estos novios sevillanos llevan juntos desde el año 2009. Siete años que se les han pasado casi en un suspiro. Hoy es su gran día. Hoy unirán su vida para siempre. Ambos tienen claro que son el uno para el otro, por eso, han preparado al detalle el que será, sin lugar a dudas, un día inolvidable. La pareja ha pasado la noche separada. Ella, en casa de sus padres. Agustín, con su familia. Su entorno está más que emocionado con el enlace. Son una pareja muy querida. Todos dicen de ellos “que tienen algo especial”, casi tanto como su amor. Un sentimiento tan fuerte que hoy formalizarán delante de sus familiares y amigos. Al fin legó el gran día.
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SU NUEVO HOGAR: UN PROYECTO A FUTURO
Agustín, nuestro protagonista, recibe al equipo de La Exclusiva de la Boda a las seis de la tarde. Lo hace en la casa de ambos, en el quinto piso de la Calle Las Navas, que ya está acondicionada para su nueva andadura juntos. Agustín ha preferido arreglarse junto a sus padres en su nuevo piso, más amplio y cómodo que la casa familiar. Lleva todo el día nervioso y ya tiene ganas de salir hacia la Iglesia. Todo está a punto para vivir uno de los momentos más especiales de su vida junto a María José: el “sí, quiero”.
SERENO EN LA CUENTA ATRÁS
Quedan dos horas para ver a María José, y Agustín respira calmado, seguro y satisfecho de su decisión. Nos atiende tranquilo y sonriente, mientras posa con sus padres.
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Su madre, María Luisa, no cabe en sí de alegría. Su hijo, su único hijo, se casa con la mujer de su vida. Conteniendo a duras penas la lágrimas, María Luisa ayuda a Agustín a colocarse los gemelos. El resto del traje, corre a cuenta del novio que, tímido, va completando poco a poco, su look nupcial. Eso sí, bajo la atenta mirada de sus padres. Su padre, Ildefonso lo observa orgulloso mientras se abrocha los zapatos. Es, sin lugar a dudas, un día muy especial para todos.
LOS COMPLEMENTOS
Elegancia y sobriedad describen el fabuloso estilo del traje de bodas que eligió el novio para su gran día. Todo un clásico, diseño de Álvaro Moreno. Un traje color negro con camisa blanca. Un conjunto que nunca pasa de moda y que a Agustín le favorece especialmente. Los zapatos son de la misma firma, de Álvaro Moreno -como se aprecia en la fotografía inferior-, y los gemelos -detalle de los mismos en la foto anexa-, de El Corte Inglés, le daban el toque de distinción que completan su estilismo. Una elección muy acertada. María Luisa, la madre de Agustín, no puede parar de pensar en “lo guapo que va mi hijo”. Y desde la Exclusiva le damos totalmente la razón a la matriarca.
EMOCIONES A FLOR DE PIEL
Agustín es hijo único y es imposible que sus padres contengan la emoción en un día como éste. “Agustín es lo único que tengo. Es un niño muy bueno, mucho, que siempre ha estado conmigo, con su madre. Ahora me deja y lo voy a echar mucho de menos, pero quiero que él sea feliz”. Estas son las palabras de María Luisa. Ildefonso, por su parte, recuerda cuando Agustín era un niño “lo veo y me acuerdo cuando le llevaba en mi moto al colegio. Él era muy pequeño... y ahora, me emociono al ver que se va a casar”. Esta es una jornada en la que los sentimientos se disparan. Muchas emociones contenidas, y a flor de piel, para esta pequeña familia de tres.
LISTO PARA ENCONTRARSE CON MARÍA JOSÉ
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Agustín no tiene dudas de que María José es la mujer de su vida. Por eso, relajadamente, termina de vestirse ayudado por sus padres, que aunque tímidos, se atreven a posar para la Exclusiva y dejan instantáneas tan entrañables como las que podemos ver en estas páginas. De lo que tampoco tiene dudas Agustín es de que la novia va a ir guapísima: “Estoy deseando verla entrar por la Iglesia. Estoy seguro de que va a estar preciosa, ella lo es por dentro y por fuera”. Su madre, María Luisa contiene las lágrimas. Por motivos de enfermedad, finalmente no será ella la madrina. Aunque eso sí, aprovecha los momentos previos para coger del brazo a su hijo y desearle lo mejor en su nueva vida.
“NO ESTOY NERVIOSO, ESTOY DESEANDO QUE LLEGUE EL MOM
Sus padres, arroparon a Agustín en los momentos previos al enlace. Están orgullos
MENTO”
sos, y más que felices, por el paso que está a punto de dar junto a María José.
PREPARADO
Agustín estaba radiante. Siempre soñó con este día y supo, desde que conoció a María José, que acabarían juntos en el altar para unirse para siempre y sellar su amor para toda la vida. Dice que no está nervioso. Aunque se emociona con facilidad “no me creo que esté viviendo todo esto, estoy muy feliz”. Así de relajado posa antes de salir hacía la iglesia.
EN LA CASA DE SUS PADRES
La casa de la Calle Puerto de Oró, 65, en el barrio sevillano de Rochelambert, era un hervidero de gente, de idas y venidas de familiares que querían desearle “lo mejor” a María José en el día de su boda. María José es “la chica” de una enorme familia muy unida. Todos la adoran y están viviendo su gran día como una auténtica fiesta familiar. “Estamos inmensamente felices de que María José dé este paso tan importante con un hombre tan bueno como Agustín, ella se merece lo mejor”, nos contaban sus padres. En el interior de la casa nos encontramos a nuestra protagonista acompañada de ellos, familiares y peluquera y maquilladora, que acogen a nuestro equipo de muy buena gana. Toda la familia está expectante, especialmente su madre, María, que ha ayudado a su hija con todos los preparativos de la boda y hoy no cabe en sí de gozo.
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Ultimando
María José se deja hacer por la maquilladora, Inma, una profesional, amiga de la familia, a la que le avala su magnífico trabajo en Canal Sur. El peinado y maquillaje que lucirá María José es obra suya. La novia confía plenamente en ella, María José se ha puesto en sus manos e intenta dejarse llevar y relajarse a sólo una hora de su enlace. En casa se siente arropada por toda su familia. Es “alguien muy especial” para todos.
ESPECTACULAR
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María José lucía bellísima enfundada en su maravilloso vestido de novia. El vestido es obra de la diseñadora Rosa Clará, modelo Delphos de la colección 2016. Destaca el cinturón de pedrería que le da un toque de glamour y distinción al conjunto, que no sólo le queda como un guante a la novia sino que tiene un significado muy especial para nuestra protagonista, es un regalo de sus padres. Un detalle precioso que nuestra novia recordará toda la vida.
COMPLEMENTOS
María José, fiel a la tradición nupcial, lleva, como algo nuevo, su vestido de novia; como algo viejo, los pendientes de oro blanco que le regaló el novio en su 30 cumpleaños; como algo prestado, el cancán (que va bajo el vestido) de la boda de su hermana; y como prenda azul, una liga. El ramo es de la floristería de El Corte Inglés. La novia lo vio en una web y pensó que quedaba a juego con las damas de honor, que llevan una pulsera de flores, estilo baile de fin de curso americano. Es del mismo estilo que el ramo: flores blancas, braunia y con un pequeño toque de color amarillo.
El detalle estrella de María José, sin lugar a dudas, es la espectacular espalda de filigrana de su precioso vestido de novia. El modelo Delphos es un vestido realizado en mikado de seda color blanco natural y del que llama la atención, sobre todo, su indescriptible espalda bordada con pedrería. Un sueño para cualquier novia que quiera parecer una auténtica princesa el día de su boda. María José lo ha conseguido.
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SUS PADRES y abuela
María José es la “niña bonita” para sus padres: María y Rafael. Es la “chica”. Son una familia que permanece muy unida a pesar de que Anabel, su hermana, viva fuera de Sevilla. Siempre están en contacto. Precisamente el poder reunirse gracias a un acontecimiento tan especial como la boda de María José con Agustín hace más ilusionante este día para todos. Además están los tíos, las primas... ¡son una enorme familia! La abuela de la novia, Josefa, se muestra muy entusiasta al ver a su nieta “tan guapa”. “Sólo espero que sea muy feliz... ¡y que vengan nietos pronto”, nos cuenta. Y así, María José se deja querer. Nuestra protagonista no perdió la sonrisa en ningún momento. Se rodeó muy bien de todos aquellos que la aman y que sólo le desean lo mejor en su nueva vida.
MUY BIEN ACOMPAÑADA ELLOS
La hora de salida se iba acer-
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Para María José sus primas son como sus hermanas. no podían faltar, acompañándola candoPor y losello familiares del piso vecino, ya vestidos para e laizquierda de la página en el día más mágico de su vida. Podemos ver en la imagen derecha enSu casa de a nuestra protagonista posando con sus primasocasión, Cristinaposaban y Maite. hermana, Anabel - en la María. En la imagen vemos imagen central, vestida de color malva con un elegante diseño de Rosa Clará junto a María María posando junto a los José-, hacía las veces de orgullosa madrina. “Esahombres un sueño acompañar a de poder su familia. mi hermana y a mi cuñado al altar”.
LA PORTADORA DE LAS ALIANZAS
La pequeña sobrina de tres años de nuestra guapísima novia es la encargada de portar los anillos durante la ceremonia. Forma parte de un cortejo nupcial en el que todos los pequeños visten iguales de mano de la firma de El Corte Inglés. Las alianzas son de oro blanco y es un regalo de Anabel, madrina en el enlace y la hermana de la novia.
Ellas
Así de sonrientes posan las mujeres de la familia junto a nuestra protagonista. Su madre, su tía y sus primas no pueden disimular la felicidad que sienten ante el gran paso que va a dar la sevillana. Vestidas de largo, con el pelo recogido y en distintos colores y cortes, rivalizan en belleza.
San Juan de los PANETES,
LOS DOLORES TESTIGO MUDO DEL ENLACE
La ceremonia religiosa se celebró en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, en el barrio del Cerro del Águila de Sevilla. Una Iglesia muy especial para la familia de María José, que pertenece a la conocida hermandad del Cerro, que procesiona, cada martes Santo, por las calles de Sevilla y cuenta con un gran número de fieles.
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La iglesia elegida por la pareja para la ceremonia es, sin duda, un lugar emblemático de la capital aragonesa situado muy cerca de la plaza del Pilar. En la imagen de la derecha, la torre octogonal queda reflejada sobre uno de los ventanales de cristal que se pueden encontrar en la calle Salduba.
JUSTO A TIEMPO
El novio llegó puntual y en la entrada de la Iglesia posó sonriente del brazo de su cuñada y madrina Anabel. Allí, también, ya le esperaban amigos y familiares, que no dudaron en abrazarlo y besarlo minutos antes de la llegada de la novia.
LLEGADA
La novia llegó, como manda la tradición, unos minutos tarde a la parroquia. Lo hizo acompañada de su padre, Rafael. Serena y muy reposada, María José se bajó del coche nupcial. Conducía su primo hermano, Javier, en el coche familiar. Ya en la puerta de la Iglesia le esperaban, todas vestidas de color azul turquesa, sus damas de honor, sus primas pequeñas, Rocío, Cristina y Susana. Una vez dentro del templo salían a su encuentro sus pequeños pajes y damitas. Un cortejo muy completo que abría el camino hacía el altar a la novia.
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LA ENTRADA
María José, muy tranquila, y del brazo de su padre, disfrutó unos minutos de recogimiento en la entrada del templo. Parecía que se hacía de rogar para entrar. Pero no, medía con su mirada serena cada paso que le restaba por andar hasta llegar al altar y ver, por fin, a Agustín. Mientras, sus damas le ayudaban a colocar el velo para que quedara perfecto. Sonriente, y al escuchar los acordes de guitarra dentro de la Iglesia, hizo su entrada en la Parroquia.
LAS DAMAS DE HONOR
Rocío, Cristina y Susana no pudieron negarse cuando su prima mayor, María José, les dijo que quería que fuesen sus damas de honor. Para las tres primas fue el inicio de unos meses de preparativos y confidencias maravillosos. Su aliada en todo momento fue María, la madre de la novia, encargada de elegir, con muy buen criterio, el bonito color de los vestidos de las damas.
POR FIN JUNTOS FRENTE AL ALTAR
El encuentro de los novios fue de película. Los invitados miraban a la pareja emocionados, mientras la música elegida por los novios llenaba de magia la asamblea. La ceremonia fue muy cercana y familiar y tan dinámica que se hizo muy corta. Don Alberto supo dirigir la ceremonia de manera que creó un clima de recogimiento casi mágico. El templo de los Dolores también hizo lo propio. Un entorno espectacular, de altísimos muros que terminaban en enormes bóvedas de piedra, y que ese día brillaba con luz propia gracias, en parte, a la decoración floral encargada por los novios. En cada banco, pequeños ramilletes, además de flores encargadas especialmente que adornaban tanto el altar como el pasillo de la Iglesia. Presidiéndolo todo: La Virgen de los Dolores, testigo fiel del enlace. La feliz pareja tan sólo tenían ojos el uno para el otro.
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UNA CEREMONIA MUY CERCANA Y EMOTIVA
Caras sonrientes. Alegría contagiosa entre los invitados. “Que esa alegría
permanezca siempre”, les dijo Don Alberto a los novios. Y es que Agustín Y María José irradiaban complicidad y una serena paz contagiosa. “Mirad como se miran”, decían los invitados sentados en los bancos del fondo de la Iglesia. Y es que el amor que transmitía la pareja no pasaba desapercibido para nadie. Así lo recalcó la prima de la novia en la Ambiental de la ceremonia en la que daba las gracias a su prima “por ser tan buena”. Una pareja de cuento, que por fin vivía su gran día. “Durante el noviazgo habéis tenido consciencia de que la vida del uno no tiene sentido sin el otro”, les decía Don Alberto durante la homilía, “ahora, que el Señor transforme vuestro cariño en sacramento”. Unas palabras de las que los novios tomaban buena nota.
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La familia, muy presente
Si por algo destacó la ceremonia fue por ser personal y emocionante, ya que todos los que participaron en ella conocían muy bien a la pareja. La familia tuvo un peso muy especial. La ceremonia comenzó con la intervención de Cristina, prima de la novia, a la que se siente muy unida. La primera lectura a cargo de Susana, también prima y dama de honor, y el salmo a cargo de la prima mayor, Maite, emocionada y nerviosa a partes iguales. En los primeros bancos, como no podía de ser de otra manera, la abuela y los familiares más cercanos.
LAS ALIANZAS Y LAS ARRAS.
Los nombres de Agustín y María José no están sólo grabados en el corazón de la pareja, sino ahora, también, en los bonitos anillos que los nuevos cónyuges intercambiaron durante la ceremonia eclesiástica. Uno de los momentos más bonitos de la ceremonia católica es el intercambio de las alianzas, y el intercambio de las arras entre los novios. La tradición de la entrega de arras es signo de los bienes que los contrayentes van a compartir en su matrimonio. La entrega de alianzas es señal de su amor y fidelidad. En el caso de nuestros novios, sus alianzas eran de oro blanco y fueron un regalo de Anabel, madrina en el enlace y la hermana de la novia, a la nueva pareja. La pequeña sobrina de tres años de nuestra guapísima novia, fue la encargada de portar los anillos durante la ceremonia. Las arras las llevó Daniela, sobrina de la novia también.
BSO
El rasgueo de una guitarra precede un derroche de miradas entre Agustín y María José. Los contrayentes no han podido elegir mejor banda sonora de mano del grupo Kdencia, música con tintes flamencos que eleva su unión a la categoría de arte. Arte sublime y palpable en los acordes de la guitarra y en la voz de la cantante. Suena “No puedo quitar mis ojos de ti”, de Alba Molina, y “Ya lo sabes”, de Antonio Orozco y Luís Fonsi. Agustín y María José se aprietan fuerte la mano. Están a punto de convertirse en marido 26 y mujer. Un nuevo estado eterno, indisoluble, para todo la vida. Con el amor como banda sonora para siempre.
MARÍA JOSÉ Y AGUSTÍN
UNIDO S PA R A SIEM PR E Agustín y María José vivieron el momento más
especial del día cuando Don Alberto pregunto: “Agustín, ¿quieres a María José como esposa?”, y “María José, ¿quieres a Agustín como esposo?”. Ambos contestaron con un rotundo “Si, quiero”. Una respuesta que les ha marcado para siempre y que estuvo acompañada por el intercambio de anillos. “El Señor bendiga estos anillos qué vais a entregaros uno al otro en señal de amor y de fidelidad”, decía Don Alberto. Seguidamente, María José y Agustín
se colocaron mutuamente los anillos, mirándose a los ojos y sonriendo, mientras decían: “recibe esta alianza, en señal de mi amor y fidelidad a ti”. Y es que cada alianza es símbolo de la entrega recíproca, de la decisión de amarse, en lo bueno y en lo malo. La vidas de María José y Agustín, dice Don Alberto, ya están unidas y “en manos del otro”, cada uno tiene en la propia mano la señal de la entrega del otro. María José y Agustín ya son marido y mujer. La alegría de los presentes era palpable.
TRAS SIETE AÑOS DE RELACIÓN, POR FIN AGUSTÍN Y MARÍA JOSÉ, SON YA MARIDO Y MUJER
La pareja, muy concentrada durante toda la ceremonia, y ya con los anillos en sus dedos, se intercambian las arras, mientras leen las palabras que marca el ritual religioso.
LA FIRMA DE LOS TESTIGOS Tras la ceremonia tocaba rubricar la unión de los cónyuges. Este era un momento muy importante, casi tanto como el “sí, quiero”. Los testigos de los novios son las personas que verifican la autenticidad del amor de la pareja. Y de eso saben mucho los padrinos elegidos por Agustín y María José para tal efecto: su hermana y su padre. Los conocían a ambos, y sabían, y muy bien, el cariño infinito y el respeto mutuo que se profesa la pareja. Anabel, hermana y madrina aseguraba que “es un orgullo que me hayan elegido, es algo que me hace enormemente feliz”. Una vez firmados novios y padrinos, la alegría de los ya marido y mujer se contagiaba entre los invitados.
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FOTOS PARA EL RECUERDO EN EL ALTAR MAYOR
Tras la ceremonia religiosa la familia directa de los novios quiso posar, como es tradición, ante el retablo del altar de la Iglesia. En el margen superior izquierdo podemos observar a la feliz pareja junto con las damas de honor. En el margen derecho vemos a los novios con los padrinos. Y en el resto de la página instantáneas con la familia más allegada. La risa abierta de María José lo dice todo: es feliz. No podía ser de otra manera, es su día.
Los novios fueron recibidos por sus invitados bajo una lluvia de pĂŠtalos y arroz. Los aplausos y las felicitaciones de sus seres queridos hicieron de banda sonora para este instante Ăşnico. El coche les aguardaba.
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NO TENÍAN PRISA EN SALIR. LA PAREJA PERMANECIÓ UNOS MINUTOS COMPARTIENDO CONFIDENCIAS DENTRO DEL TEMPLO ANTES DE SALIR DEL BRAZO YA COMO MARIDO Y MUJER
Los invitados de arremolinaban en la puerta de la Iglesia. Las damas de honor de la novia habían repartido entre los asistentes unos saquitos con arroz y pétalos de rosas y flores frescas. La costumbre popular afirma que rociar a los novios con arroz otorga felicidad y buenos augurios a los recién casados. Los novios, por su parte, se hacían los remolones, dentro del templo, hablando con los invitados rezagados que aún quedaban dentro y que querían felicitar a la pareja. Agustín y María José se sonreían con complicidad. Agustín recordó en estos momentos a sus abuelos María y Agustín, Rosario y Antonio, que ya no están entre nosotros, y la novia, por otro lado, recordó a Perico su querido abuelo, al que quería muchísimo y con el que le hubiera encantado compartir estos instantes de felicidad completa.
TAL PARA CUAL
La casualidad quiso que Agustín y María José se conocieran hace siete años. Era el año 2009 y los dos acudieron a la Feria de Abril. A través de un amigo de una amiga común, coincidieron ambos, con sus respectivos grupos de amigos en una caseta. Los novios hablaron un poco e intercambiaron los teléfonos. A María José no le gustó la sudadera que llevaba Agustín... y aún así quedó con él otro día para tomar un helado. Al novio le gustó ella desde el primer momento. Eso sí, se sintió un poco enfadado al ver que ella bailaba sevillanas con un extranjero y no con él. Siete años después, Agustín y María José han comenzado su baile en la vida como esposos.
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Momento en el que explicamos su historia de amor. Momento en el
“María José me hace ser mejor persona. Me apoya en mis decisiones y me sigue en mis locuras. Me aporta tranquilidad, estabilidad, ilusión y ganas de seguir adelante “
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Una historia de amor a fuego lento
No todo en la relación de Agustín y María José ha sido fácil. Han tenido que superar tiempos buenos y malos. Pero una cosa es segura: siempre han contado con el apoyo del otro para avanzar en cada etapa de su vida. Tenían claro que querían llegar a este punto, al matrimonio, y han avanzado en la dirección correcta hasta conseguirlo. No hubo pedida a la vieja usanza, pero si hubo mucho dialogo, mucho consenso sobre el importante paso que iban a dar. Ah, y un precioso anillo de oro blanco con circonitas a la Novia. Todo un detalle de Agustín que quería dejar sin palabras al amor de su vida. Tras el convencimiento de querer compartir su vida, y tras diez meses de preparativos frenéticos, la llama del amor de esta pareja que comenzó a arder en el 2009, se incrementa ahora con su nuevo estado civil.
“Agustín es alegre, generoso y amigo de sus amigos. Es todo para mí”
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“
“María José es nerviosa, amable y buena persona. Siempre ha estado a mi lado. He pasado por momentos duros y siempre me ha mostrado su apoyo incondicional” “Agustín hace que quiera marcarme objetivos en la vida. Él me llena de ilusión y ganas de seguir superándome. Mi único objetivo es hacerlo feliz, sabe que estoy aquí para lo que quiera”
“
San Juan de los PANETES,
celebración: hacienda TESTIGO MUDO DEL ENLACE
ATALAYA Lo tuvieron claro desde el principio, y tras confirmar fecha con la Hacienda, reservaron de inmediato. A Agustín y María José les enamoró la Hacienda Atalaya Alta desde el primer momento. El enclave ofrece la posibilidad de sumergirse en el encanto de sus salones que muestran la esencia del buen gusto, la exclusividad del diseño y la más exquisita preparación, para que todo este perfecto en un día tan especial.
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La iglesia elegida por la pareja para la ceremonia es, sin duda, un lugar emblemático de la capital aragonesa situado muy cerca de la plaza del Pilar. En la imagen de la derecha, la torre octogonal queda reflejada sobre uno de los ventanales de cristal que se pueden encontrar en la calle Salduba.
La organización de la Hacienda Atalaya y el Catering Dávila resultaron ser todo un éxito. Todo estaba listo para recibir a los invitados.
MARÍA JOSÉ Y AGUSTÍN, EMOCIONADOS CON
SORPRESAS A SU LLEGADA AL CÓCTEL LA PAREJA HIZO SU ENTRADA TRIUNFAL ANTE LA EXPECTACIÓN DE SUS INVITADOS QUE QUERÍAN SER TESTIGOS DIRECTOS DE UNA NOCHE CARGADA DE SORPRESAS
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Agustín y María José entraron, de la mano, cómplicemente, en el cóctel de bienvenida. Sonreían a todos sus familiares y amigos, casi sin creerse aún, que sí, que ya eran marido y mujer. En los espectaculares jardines de la Hacienda Atalaya, junto a la piscina, se formaban hileras de camareros con diferentes tipos de canapés y entremeses. Imposible elegir cuál era el mejor bocado. El entorno era inigualable. Un ambiente muy personal, cargado de historia y de encanto, que hacían
que la celebración de Agustín y María José una experiencia única e irrepetible. Luces tenues de velas colgando de los árboles, suave hilo musical, y una brisa refrescante que levantaba levemente los vestidos de las señoras, dando un respiro a los enchaquetados caballeros, que aguantaban estoicamente la temperatura de la agradable velada en pleno final de agosto en Sevilla. Aún así, el ambiente que se respiró durante el cóctel no pudo ser más agradable.
CORTADOR DE JAMÓN Y QUESO y PESCAÍTO FRITO
Si hay algo que no falla nunca es el puesto de jamón y pescaíto frito hecho al momento y de cara a los asistentes. Agustín y María José lo sabían, por eso no quisieron dejar de contar con este servicío en su boda, que hizo las delicias de los invitados.
CASTILLO INFANTIL
Los más pequeños también disfrutaron al máximo del enlace. Y es que el castillo infantil, donde jugar a ser príncipes y princesas, era demasiado atractivo como para no aprovecharlo. Los más menudos de la boda se lo pasaron en grande.
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NNJMBBM
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ara los novios era muy importante compartir, y celebrar, su gran día junto a sus seres queridos. “Queríamos que nos acompañaran nuestros amigos de siempre, nuestra familia, la gente que de verdad nos importa y las personas que nos acompañan en nuestro día y han vivido de cerca nuestra relación”. María, la madre de la novia, no cabía en sí de orgullo mirando a su hija “estoy inmensamente feliz por ella, se merece lo mejor”. Por su parte, Anabel, hermana de la protagonista, repetía sonriente “¡la quiero tanto...!”. Los invitados aprovechaban para comer, beber y sobre todo para disfrutar.
FAMILIARES Y AMIGOS DISFRUTARON DE UNA FIESTA INOLVIDABLE NADIE QUISO QUEDARSE SIN SU FOTO CON LOS NOVIOS
A
gustín y María José tuvieron difícil resistirse a las peticiones de sus invitados. Por turnos, y por grupos, la pareja se dejó fotografiar, muy sonriente, con todos sus amigos. Se respiraba un ambiente festivo indescriptible. Las familias de los novios charlaban entre sí, felicitándose mutuamente por el enlace. Los amigos comentaban en corrillos la buena pareja que hacían Agustín y María José, y entre risas, copas y aperitivos deliciosos, recordaban anécdotas conjuntas. La alegría llevaba a brindar a intervalos al grito de “¡Vivan los novios!”. Los buenos deseos comenzaban a sucederse: “Qué siempre sigan así de enamorados”. Agustín y María José charlaban sonrientes, con unos y con otros, derrochando simpatía. Prueba de ello son algunas de las divertidas fotos que podemos ver en esta misma página.
el banquete
Los novios se dejaron asesorar por los profesionales del Catering Dávila, y de la perfecta sincronía entre Agustín y María José y la organización surgió la elección de un magnífico menú que dejó con la boca abierta y los estómagos satisfechos a todos sus invitados.
ELEGANTE
No sólo la elección del menú fue de diez, también el diseño de las mesas y la mantelería fueron un rotundo sobresaliente. Líneas clásicas, blanco y plateado. Acierto seguro.
50 de primero: Mariscada de GAMBAS BLANCAS.
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para bajar: SorbeteS de limón.
SEATING
El detalle de los nombres con el orden de cada mesa marcó un gol entre los invitados. Inspirado en un campo de fútbol el seating de la boda dio mucho que hablar.
DE SEGUNDO: Pluma ibérica acompañada de patatas y cebollita.
postre: Roca de chocolate con sopa de chocolate blanco.
UN BANQUETE Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.
DE LO MÁS ANIMADO
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CUMPLEAÑOS
Nada podía hacer sospechar a Alzhara que su prima Lorena tendría el detalle de preparar una tarta temática especial por coincidir su 30 cumpleaños con el día de la boda. La novia, siempre detallista, encargó una tarta de fondant que recreaba una montaña que estaba siendo escalada por una simpática rubia con cierto parecido a Alzhara. Este bonito detalle emocionó a la cumpleañera quien no pudo evitar lanzarse a los brazos de los novios.
UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS
La celebración transcurría a pedir de boca y después de un día tan intenso
con tantas emociones era hora ya de reponer fuerzas, o lo que es lo mismo, sentarse a degustar la cena en ese enclave maravilloso. Al ritmo de la música los novios hicieron entrada en la zona habilitada para la comida. Los invitados, muy animados, levantaron sus servilletas, arropando a los novios en su paseo hasta la mesa nupcial. Todos las camareros de la boda hicieron un paseo creando un cortejo para los novios que sorprendieron a todos con esta espectacular puesta en escena. Y una vez ya sentados, y con el marisco en la mesa, lo que les dejó a todos de piedra fueron los románticos e inesperados fuegos artificiales que pusieron la nota de color a la celebración. Indescriptible la atmosfera que se vivía entre las mesas. Todos miraban al cielo y disfrutaban de la fiesta pirotécnica de luces y colores en medio de la maravillosa noche de bodas.
UNA CENA DE ENSUEÑO No faltaba ni un detalle en la noche mágica de Agustín y María José. En las mesas los comensales comentaban lo bonita que estaba siendo la boda.
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¡VIVAN LOS NOVIOS!
Los brindis por los nuevos esposos se sucedían en cada mesa. Todos querían desear a Agustín y María José lo mejor en su nueva vida juntos.
María y Victor Una imagenmuchísimo vale más que disfrutaron milun palabras. Marina y de momento Alejandro, bailando como entrañable. Los pequeñines hicieron dos tortolitos o...¿como entrega de multitud de dos patitos? regalos personalizados para la pareja.
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UNA NOCHE LLENA
DE S O R P R E S A S El regalo EN FORMA DE FLOR PARA LAS MUJERES MÁS IMPORTANTE DE SUS VIDAS
Los momentos emotivos no paraban de sucederse. Y ahora era el turno de homenajear a las grandes mujeres en la vida de los novios: sus madres. En mitad de la cena, hicieron un alto entre plato y plato, para regalarles a María y María Luisa un precioso ramo de flores. Un detalle para agradecerles toda una vida de atenciones, amor y cariño incondicional. El gesto arrancó alguna que otra lagrimilla entre los asistentes y todos respondieron con un sentido aplauso a la iniciativa de los novios.
Y...¡más regalos!
También hubo ramo para las tías: Cele, Carmen, Soledad.
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Que la familia es muy importante para esta pareja es algo que quedó más que demostrado con el gesto que Agustín quiso tener también con “las otras mujeres de su vida”, algo que nadie esperaba y que hizo que las mujeres rieran y lloraran a partes iguales.
LÁGRIMAS DE ALEGRÍA
Y es que el joven Agustín se hace querer. Para Cele, tía de Agustín, recibir el ramo fue “la alegría más grande”. Su tía política vive en Granada y le costó mucho poder llegar a la boda. Esa noche, sintió que todos sus esfuerzos habían tenido recompensa. “mi Agustín es lo más bueno del mundo”, decía entre lágrimas de alegría.
“SÓLO LES DESEO QUE SEAN MUY FELICES”
Ese era el deseo unánime de Carmen, Soledad y Cele. Las tres “titas” sorprendidas por el ramo de Agustín. “Hacen una pareja maravillosa, sólo deseamos que estén juntos toda la vida y sigan queriéndose como vemos que se quieren hoy”.
Adriana había pensado en todo y, junto con los muñecos representativos de la pareja, la tarta venía acompañada por una moto en miniatura en honor a Bryan, amante de las dos ruedas. Basta con observar las figuras para ver que su posición no es la habitual, sino que simulaban viajar en en este vehículo. Adriana estaba encantada con el resultado “¿Te gusta?”, preguntaba a su marido.
MIENTRAS TANTO LOS NIÑOS...
Los más pequeños se lo pasaron bomba disfrutando de diferentes actividades: pintacaras, juegos con globos y animación en directo.
La novia, María josé, había pensado en todo. Quería que los pequeños de la familia disfrutaran igual que los mayores. Y no faltó ni un detalle. Las chuches y pequeñas bolsas de regalo, pusieron el broche de oro a la experiencia infantil. ¡Quién volviera a ser niño...!
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BONITOS RECUERDOS
PARA TODOS
Los novios habían pensado en todo. Querían que sus invitados disfrutaran del enlace, ¡y vaya si lo consiguieron! Como recuerdo y regalo, María José y Agustín prepararon para las mujeres unos broches de muñecas surtidas con tocados diferentes, además, de espejos con frases personalizadas. Para los hombres se repartieron abridores con forma de chapas y frases personalizadas. ¡Todo un acierto! Y por supuesto, para repartir los presentes contaron con la inestimable ayuda de las damas de honor, muy contentas en su papel de “colaboradoras” oficiales de los cónyuges.
LOVE IS IN THE AIR
El momento del brindis se convirtió en uno de los más mágicos de la velada. Globos blancos llenaron el jardín, cada invitado tenía uno. La madre de la novia, María, lanzó un deseo al viento para desearles lo mejor a la nueva pareja, y pronto, el cielo, se cubrió con el vuelo de decenas de globos, globos que son deseos, deseos de amor que viajan ya en el aire para atraer buena suerte a la feliz pareja.
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Mirar al cielo y ver la lluvia ascendente de globos fue un momento que, sin duda, ninguno de los presentes podrá olvidar en su vida. Magia directa al cielo. El amor está en el aire.
¡Objetivo cumplido! Otro momento inolvidable más que sumar a la lista de los mil detalles que los novios, Agustín y María José, regalaron a sus invitados. La magia existe y rodea a parejas felices como nuestros protagonistas. Brillo en los ojos de cada uno de ellos.
BAILE
NUPCIAL
Todos los invitados entran en el salón de baile. Las luces comienzan a bajarse, y comienza sonar una romántica melodía. Pronto la sala se ilumina con la luz de unas béngalas. Vuelve la magia a la boda de esta pareja. Es el momento de su baile nupcial. Los ya marido y mujer han hecho los deberes y sorprenden a todos sus familiares y amigos moviéndose a ritmo de una coreografía muy bien ensayada. Su ejecución es perfecta. Pero lo que llama la atención son sus miradas de auténtico y verdadero amor: único e irrepetible. Un baile que quedará en sus retinas y su memoria para siempre. El equipo de la Exclusiva no se perdió ni un detalle de cada paso: todo un derroche de sentimiento.
SECUENCIA COMPLETA:
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Agustín y María José captaron las miradas de todos con su romántico baile de bodas. Los invitados tenían ganas de fiesta, pero quedaron embobados al ver a la guapísima pareja moverse en la pista de baile.
¡QUE COMIENCE LA FIESTA!
Marchosos, desenfados y con ganas de pasárselo muy, pero que muy bien. Así vivieron los amigos de la pareja la fiesta de la boda. Animación en directo. Y marcha mucha marcha. La música sonaba a todo volumen y nadie podía resistirse a mover las caderas con ritmo desenfadado. ¡Qué vivan los novios! ¡Qué siga la fiesta!
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La fiesta no había hecho nada más que empezar y nadie se marchó antes de tiempo. Parece que la alegría se contagiaba en el aire y todos mostraban muchas ganas de pasárselo bien. Los invitados confesaron a la Exclusiva de la Boda, entre baile y baile, que estaban disfrutando de lo lindo. Y es que los novios habían pensado en todo, un candy bar puso el toque goloso a los amantes del dulce en las fiestas. Por su parte, el Photocall, y un montón de divertidos disfraces se convirtieron en la atracción estrella de los invitados, que con unas copas de más, exprimieron de la manera más divertida la velada. 62 ¡Qué el ritmo no pare!
26 agosto 2016