30 ABRIL 2019
BODAS DE PLATA
LUCÍA & RAFA
las celebraron en la bodega del brillante. a escasos metros de donde se unieron en matrimonio hace 25 años, llegaron en un elegante coche de caballos junto a sus hijas y padrino en un guiño a la afición de la familia ávila gómez por la hípica. A pesar de ser martes, la pareja no dudó en renovar su compromiso eL MISMO DÍA Y A LA MISMA HORA: 30 de abril, 21.00h. Fue una ceremonia llena de romanticismo e íntima en la que se hizo balance de su vida y que dio paso a una velada mágica y divertida con sus amigos como invitados de honor. CRÓNICA: MARIAN SACO Fotografía: www.laexclusivadelaboda.es
Te lo contamos todo.
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Sumario
La boda de
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CÓRDOBA
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La ciudad de la que tan orgullosa se siente la pareja acogió el 25 aniversario de matrimonio.
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TRADICIONAL
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LAS ALIANZAS
Rafa lució sombrero cordobés durante su paseo en coche de caballos por la ciudad.
con las que se casaron en el 86 fueron las empleadas en la renovación de los votos. En ellas grabaron el año de su aniversario.
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LUCÍA & RAFA
LA FIESTA
posterior se celebró en uno de los salones de La Bodega del Brillante.
MIRADAS LLENAS DE FELICIDAD,
La pareja se desplazó hasta la plaza de Capuchinos para su sesión oficial de fotos con el propósito de repetir la instantánea que le hicieron en su primera boda. Ahora le acompañaban sus hijas y padrino, uno más en la familia. Todos estaban guapísimos y exultantes de alegría.
LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Francisco Antonio Gómez Jiménez. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2019. Prohibida su venta y distribución.
LUCÍA Y RAFA: UNA HISTORIA DE AMOR
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la exclusiva de la boda
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arece mentira pero habían pasado exactamente 25 años tras ese primer enlace que les ha mantenido unidos hasta hoy. El 30 de abril volvió a ser para Rafa y Lucía uno de los días más especiales de su vida. Junto a sus preciosas hijas y sus mejores amigos, celebraron por todo lo alto sus Bodas de Plata. Fueron días previos de preparativos, nervios y mucha ilusión por parte de los contrayentes, y con la estrecha complicidad de Lucía y María, que culminó en un enlace muy emotivo y divertido, telonero del esperado mayo cordobés.
una aplastante mayoría para gobernar por segunda vez el país en una nueva legislatura. En este año de bonanza económica y de regeneración democrática, la más especial de las casualidades quiso que un día cualquiera de hace 33 años, Lucía entrara al Neptuno, un club cordobés del que ambos eran socios. Allí ocurrió su primer encuentro. Les presentó un amigo común, José Luis. Según el relato del novio, fue amor a primera vista, un flechazo. Aunque al principio Lucía se hizo la dura, finalmente sucumbió al encanto e insistencia de Rafa.
En un día como el de hoy era más que obligado remontarse al pasado, acudir a los orígenes, al inicio de su relación, en 1986, año en el que España entraba a formar parte de la Unión Europea y en el que Felipe González conseguía
Desde entonces y hasta ahora, comparten una vida llena de cariño, respeto y admiración mutua que no ha hecho más que crecer y afianzarse con el paso del tiempo forjando una de las más bellas historias de amor de cuantas conocemos. la exclusiva de la boda
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50 CUMPLEAÑOS Y PEDIDA DE MANO
A
dos semanas de la boda, el pasado 13 de abril, Lucía iba a vivir un día imborrable en su vida. Era su 50 cumpleaños y su marido y sus hijas le prepararon una fiesta sorpresa que no podía imaginar. Fue en la sala Ayode Eventos de Córdoba. Allí les esperaban sus mejores amigos, algunos de los cuales no veía desde hacía mucho tiempo. Cuando aún no se había recompuesto por la sorpresa, apareció una Tuna que, al ritmo de “Clavelito”, cumplió con su presencia y música con uno de los sueños de la homenajeada. “Era una ilusión que tenía desde jovencita”, nos decía perpleja ante ellos. A continuación sopló las velas de una tarta muy especial que llevaba una foto de ella con su padre, su mayor debilidad. Su hija María le cantó una canción “anclaje” para ambas, “Perfect”, de Ed Sheeran, cuyas notas musicales le acompañarán a madre e hija a lo largo de sus vidas. Cuando la noche parecía que no podía albergar más sorpresas, sonó el bolero “Si tú me dices ven”, el tema del matrimonio. Rafa se acercó a ella para hacerle entrega de un anillo de pedida, el segundo, por las bodas de plata que se avecinaban. Era la cuenta atrás y el prólogo no pudo ser más romántico.
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DOBLE
celebraciรณn
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30 DE ABRIL DE 2019. CÓRDOBA
tres culturas LA CIUDAD DE LAS
Las paredes de esta casa habían sido testigos de un sinfín de instantes, pasajes y experiencias, fruto de una vida feliz, fiel reflejo de lo que había soñado la pareja en su noviazgo. Rafa ejerció de anfitrión y nos la enseñó con orgullo y mucho cariño, haciendo hincapié en la zona que atesoraba los recuerdos de los viajes que habían realizado juntos, siempre con sus niñas. “Las hemos llevado con nosotros a todas partes. Somos una piña”, confesaba emocionado. Entre los recuerdos de sus viajes no podía faltar el de los pocos que hicieron solos, el más especial, el de su boda. Lucía nos abrió ilusionada el álbum de su primer enlace, aquel que celebraron a escasos metros del que tendría lugar hoy, en Las Palmeras del Caballo Rojo, “Nos casamos un 30 de abril a las 21.00 horas, tal y como sucederá esta noche”, subrayaban los novios con entusiasmo. Para ellos era muy importante este hecho, que la historia se repitiera de manera exacta. Creen en la magia de los momentos y quizás, gracias a ello, han conseguido que la luz de su amor permanezca intacta. Lucía no pudo evitar emocionarse al ver algunas de las fotografías, especialmente con aquellas en las que aparecían seres queridos que ya no les acompañan, aunque como ellos mismos nos subrayaban, siempre estarán más que presentes en su corazón.
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Aunque la climatología estuvo bastante revuelta en los días previos a la boda, finalmente el tiempo respetó y el 30 de abril de 2019 amaneció con el cielo despejado y una temperatura de lo más agradable que alcanzó los 29 grados, tal y como se preveía desde días antes. De este modo, el primero de los regalos para Lucía y Rafa llegó en forma de sol. El reloj marcaba las 17.30 horas cuando tocamos el timbre de la calle Victoria Kent, 6, 1º 3 de Córdoba. En el El Tablero, uno de los barrios mejor valorados de la capital cordobesa, reside el matrimonio. Por comodidad, ambos decidieron prepararse en el domicilio familiar junto a sus hijas. Rafa y Lucía habían acondicionado para la ocasión la casa en la que han compartido casi toda una vida juntos. Aquí se vestirían acompañados por los que más quieren: sus hijas Lucía y María, dos amigas de la pareja, Luz y Olga, y el padrino, Fernando, que irrumpiría en el hogar cargado de ilusión para amenizar con su característico humor esta cuenta atrás. “Él es uno más de la familia”, nos adelantaban. Predominaba un ambiente festivo.
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LA PUESTA DE LARGO DEL NOVIO
e inquieto EMOCIONADO
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Junto a ellos, sin perderlos de vista y con cierta timidez, Lucía y María, la consecuencia más bella de su fusión y grandes defensoras de la idea de que sus padres se casaran de nuevo. Su involucración ha sido tal que serían ellas las testigos en la boda y las encargadas de dar lectura a la renovación de los votos matrimoniales. A sus 20 y 16 años, trabajaron juntas codo a codo en la organización de la boda. Han cuidado cada detalle con mimo y cuidado, con el propósito de que sus padres saboreen al máximo su gran día. La redacción de los votos estaría guardada con auténtico celo hasta la ceremonia. Querían que resultara una sorpresa y, aunque no les resultó fácil, consiguieron mantenerla al margen de sus padres. Con una gran sonrisa y con el encanto que las define, se encontraban prácticamente preparadas para el evento. Ya estaban maquilladas y peinadas a falta de ponerse los vestidos diseñados especialmente para ellas. Eran elecciones inspiradas en una famosa cuenta de influencers de Instagram, “Invitada Ideal” y confeccionadas por Olga, modista y amiga de confianza de Lucía, que quiso estar presente en la puesta de largo para darles el último retoque. Los novios quisieron vivir esta experiencia tranquilos y unidos en familia. Por este motivo, desde bien temprano, tuvieron todos los detalles preparados en la habitación asignada. La novia quiso ser fiel a la tradición y no permitió que los novios se vieran hasta casi la hora de marchar. Mientras se enfundaba el traje y con la voz entrecortada, Rafa admitía ser el hombre más feliz de mundo. Sobre su mujer, hablaba maravillas. “Ella lo es todo para mi. Vamos juntos a todas partes. Es mi vida. No puedo imaginarme un solo día sin su apoyo y cariño”, confesaba.
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LA PUESTA DE LARGO DEL NOVIO
MUY CORDOBÉS El novio contaría solo y exclusivamente
con dos complementos, eso sí, muy especiales. Por un lado pudimos ver sobre la mesa, un reloj Guess, regalo de Lucía, años atrás, en una mágica noche de Reyes. El segundo era más original, a pesar de lo tradicional: un sombrero cordobés de ala ancha y plana, de fieltro y copa cilíndrica en negro clásico, símbolo inequívoco de la provincia a la que pertenece, de la cultura cordobesa y andaluza muy arraigada en la familia Ávila - Gómez y seña de identidad de la tierra que ellos tanto aman, con su folclore popular: feria, caballos y toros. Un guiño a sus raíces que Rafa incorporaba con orgullo. Fernando estuvo presente y muy sonriente en la puesta de largo del novio, muy pendiente de que Rafa luciera impecable y no se dejara atrás ningún detalle. 12
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Elegancia R
afa estaba exultante, feliz y emocionado. Su elegante traje, un “dos piezas” en marino de Hugo Boss que compró en Médula, colgaba de un galán en la habitación de su hija Lucía. Junto a él, la corbata en tono azul claro y rayas rosas, también de Hugo Boss, así como un pañuelo blanco delicadamente cosido al bolsillo de la chaqueta. El traje era una elección del novio que, fuera de convencionalismos, contó con el asesoramiento de su mujer. “Ella me tenía que dar el visto bueno”, reía. Aun así, Lucía, una vez estuvo en casa el traje, no ha querido volver a verlo hasta hoy. Se trataba de un conjunto versátil y muy primaveral. Rafa quería un traje con vida, que no se quedara olvidado en el armario, como su “traje pingüino” de su primera boda. Un conjunto que pueda usar en un futuro. Es la voz de la experiencia.
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LA PUESTA DE LARGO DE LA NOVIA
el gran paso A PUNTO DE DAR
Lucía ya peinada y maquillada, nos invitó a pasar a la habitación de matrimonio. Nos recibió muy contenta e ilusionada. La acompañaban Olga y Beatriz, modista y maquilladora. Mucho más serena que Rafa, la novia admitió estar viviendo una jornada de ensueño. Nos contó que estos años de matrimonio les había hecho más fuertes como pareja. “Ha sido una etapa repleta de felicidad pero también de pérdidas”, nos explicaba. Lucía tuvo un recuerdo especial para su padre y su suegro, así como para su cuñado. No pudo evitar emocionarse. Eran tres personas que habían sido claves en su vidas. En su honor, la novia llevaría algunos complementos vinculados a ellos. Tragó saliva y sonrió para, con suma delicadeza, mostrarnos el secreto mejor guardado. Un impresionante vestido hecho a medida tal y como la novia había imaginado.
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El maquillaje, muy fino y elegante en tonos naturales, corrió a cargo de Beatriz, de “Beatriz MakeUp”, quien eligió para la protagonista la tendencia actual, difuminando y potenciando los ojos de la novia que se dejaba hacer y retocar con confianza mientras llegaba la hora de ponerse el vestido. Desde el principio sabía y tenía claro que era lo que quería. “Fue muy fácil trabajar con Olga porque supo perfectamente hacer realidad la idea que había en mi cabeza”, declaraba. la exclusiva de la boda
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LA PUESTA DE LARGO DE LA NOVIA
Vestido
Y COMPLEMENTOS
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ucía, preciosa con un recogido clásico, bohemio y muy romántico a cargo de MAN, centro especialista de L’Oreal en Córdoba, se dejó seducir por las manos de Olga Fernández, modista y amiga, a quien confió tanto su vestido como el de María y Lucía. El suyo, azul cielo y brillando para la ocasión, lo acompañaría con unos preciosos zapatos de la nueva colección de Caléndula, también azules, de pico y tacón fino que descansaban bajo el maniquí del que colgaba impecable
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el vestido. Los complementos fueron, sin duda, los que le dieron el toque nostálgico y romántico a un vestido digno de la pasarela de los Oscar. Los pendientes, en perla y brillantes, representaban a su suegro. Él los diseñó para ella. Se los regaló para su primera boda y, según nos contó la novia, ni existen ni existirán otros iguales pues tras hacerlos, “Pepe rompió el molde”. Por su parte, las alianzas representaban a Ramón, su cuñado. El hermano de Rafa se las regaló en su momento.
CRISTO DE ÁNIMAS
La novia llevó, adherida al vestido, la cruz del Cristo de Ánimas, reproducción de la que, en su día, Lucía había colocado a su padre en su último adiós. Recuerdos que endulzaron, más si cabe, este día y el rostro de la novia a la que vimos impresionante durante su puesta de largo y con el outfit al completo.
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La habitación de la novia era un constante ir y venir de personas. Sus familiares y amigas esperaban su salida. Inquietos y emocionados ofrecían su ayuda en todo lo que Lucía necesitaba. Cuando al fin Lucía estuvo preparada, salió de la habitación de matrimonio para encontrarse con Rafa que la esperaba ansioso. En su encuentro, sus caras se iluminaron buscando la aprobación con miradas de complicidad que no tardaron en llegar. Tras darse un cariñoso beso, se cogieron del brazo camino al salón donde tendría lugar su primera sesión de fotos conjunta, en pareja, con sus hijas, padrino y amigas.
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os cuatro hacían balance en la cuenta atrás. El día previo a la boda transcurrió de forma tranquila. Los protagonistas esperaban ilusionados que llegara el día y querían estar relajados y descansados para disfrutar al máximo de lo que sería una noche llena de sorpresas. Por este motivo la noche anterior, los novios junto a sus hijas compartieron en casa una cena íntima, llena de complicidad, en la que terminaron de preparar los últimos detalles para la boda. A pesar de que la emoción era evidente, Rafa reconoció haber vivido la organización de la boda de
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forma tranquila ya que, desde que surgió la idea de casarse, la trasladaron de manera inmediata y natural a los suyos. Desde entonces y con el objetivo de no poner a nadie en un compromiso, cada uno de los invitados colaboraron y participaron libremente de los preparativos de la ceremonia. Para los novios era fundamental que los asistentes, todos ellos de máxima confianza, se sintieran cómodos y vivieran el evento como una fiesta sin protocolo, sin artificios, en plena sintonía, en la que reinara la alegría.
Lucía y María optaron para la ocasión por un vestido largo de noche, ambos de colores que resaltaban su juventud y belleza. Lucía, la mayor de las hermanas, de color nude y María, la pequeña, de verde. la exclusiva de la boda
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obre las 19:30 horas, los novios, que no se soltaban de la mano, descendieron desde el primer piso hacía el acceso exterior. Los esperaban en la puerta principal un impresionante coche de caballos que les llevaría hasta La Bodega del Brillante, no sin antes hacer una parada en el centro de la ciudad llena de significado. El matrimonio hizo su salida ante la
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atenta mirada de vecinos y algunos curiosos que se acercaron para ver a los novios. Los piropos y vítores no cesaban. No era para menos. Estaban siendo testigos de una imagen de ensueño. Cuando novios, sus hijas y padrino subieron al carruaje, el cochero, Francisco Ríos, tomó rumbo hasta la plaza de Capuchinos.
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Enamorados COMO EL PRIMER DĂ?A
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COMO UNOS RECIÉN CASADOS...
Las calles de Córdoba fueron testigos del hermoso paseo en coche de caballos, preludio de lo que sería una maravillosa noche rodeados de su familia y amigos más íntimos que a esta hora ya los esperaban en el restaurante. Antes de ser trasladados definitivamente a La Bodega del brillante, los cocheros tenían instrucciones de llevar tanto a los novios, como a sus hijas, y padrino hasta el Cristo de los Faroles. ¿El motivo? La tan deseada instantánea por parte de Lucía y Rafa en la plaza de Capuchinos que remplazaría la realizada hacía 25 años en el mismo lugar y que, según los novios, “era una espinita clavada” que habían tenido desde entonces ya que la foto de su primera boda estaba desenfocada. Hoy, el equipo de Exclusiva se la sacaría. Durante la sesión de fotos nos demostraron que siguen tan enamorados como el primer día ¡Parecían unos recién casados! la exclusiva de la boda
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“Rafa es mi amigo y compañero inseparable. Estoy tan enamorada de él como el primer día. Hemos creado uua familia maravillosa de la que nos sentimos enormemente orgullosos”.
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MISMA FOTO, 25 AÑOS MÁS TARDE
Una de las fotos de la boda que más ilusión les hacía a la pareja tener era esta, junto al Cristo de los Faroles. Querían repetir la del 94 pero ahora con una nitidez perfecta.
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“Lucía lo es todo para mí, mis pies y mis manos, la persona con la que he compartido toda mi vida, mis sueños y mis anhelos, la madre de mis hijas, la mejor esposa, la compañera ideal y mi amante. Es una mujer muy sencilla, amiga de sus amigos, apasionada de su familia, con buen carácter y muy cariñosa”.
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Lucía y Rafa Ellos son Rafael Ávila Urbano, de 52 años, y Lucía María Gómez Rodríguez, de 50. Él, más de 30 años dedicado a la industria hospitalaria, ejemplo de constancia y disciplina en su carrera comercial. Ella, Diplomada en Educación, Coach Ejecutivo, Personal y Educativo. Como tal se ha encargado de aportar la motivación, positividad e ilusión que necesita una pareja para permanecer juntos con el paso del tiempo. Han pasado 33 años desde que se conocieron en aquel club Neptuno. Más de media vida juntos en los que habían tenido que hacer frente a experiencias maravillosas, con el nacimiento de sus hijas Lucía y María como pasajes cumbres en su relación. Del mismo modo han tenido que atravesar y hacer frente a situaciones difíciles que los han hecho más fuertes. Hoy solo había espacio para la alegría y la celebración que estaba a punto de comenzar.
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LA CEREMONIA
UN LUGAR LLENO
de encanto
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El espacio escogido para la ceremonia y celebración fue La bodega del Brillante, lugar tradicional de Córdoba y muy cercano al que, 25 años antes, Lucía y Rafa celebraron su primera boda. Ambos eligieron este enclave ya que, por el reducido número de invitados, 40, no podían celebrarlo, tal como habría sido su ilusión, en el restaurante donde en su día se unieron en matrimonio: Las Palmeras de El Caballo Rojo. La Bodega del Brillante es el centro de celebraciones del reconocido restaurante cordobés Casa Antonio. Sus instalaciones, en plena avenida del Brillante, configuran un espacio excelente con un entorno único e idílico. Se trata de un antiguo palacete de estilo neorrenacentista, reconstruido y remodelado en 1987. La rehabilitación del edificio se realizó conservando su estilo decorativo y un ambiente de exquisita distinción. La finca cuenta además con más de 7000 m2 de jardines cuidados y diseñados con gran esmero y gusto. Entre las instalaciones interiores también alberga una bodega, la que le da nombre, así como una sala de estilo rústico decorada con toneles típicos de Córdoba donde tendría lugar la fiesta posterior.
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El maestro de ceremonias, Miguel Ángel, amigo íntimo de la pareja, los esperaba en la entrada para acompañarlos de principio a fin durante la ceremonia. Con todo ya preparado, se dirigió a los asistentes invitándoles a situarse en sus asientos para aguardar la entrada de los protagonistas. Mientras tanto, Rafa posaba así de feliz junto a sus hijas. 34
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Llegó el momento L
a entrada de los novios, ante la expectante y cómplice mirada de los asistentes, fue para ellos uno de los instantes más emocionantes de la jornada. Conforme bajaban del coche, ataviados de gala y simulando la escena del más elegante concurso de atalajes, Lucía y sus hijas eran cuidadosamente ayudadas a descender de la mano del novio y padrino. Tanto el matrimonio como sus hijas están más que familiarizados con el entorno equestre, una de sus grandes pasiones, algo que se hacía palpable en cada uno de sus movimientos en el carruaje. . la exclusiva de la boda
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Y se hizo la magia...
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n el set ceremonial destacaban las sillas blancas coloniales. Las flores, también blancas, decoraban el altar sobre el que hablarían novios, maestro de ceremonias y algunos de los asistentes más allegados. Un majestuoso jardín repleto de flores y lámparas de velas fue testigo de la original entrada de los novios, junto a sus hijas y el padrino. Tanto Rafa como Lucía querían romper con el ambiente formal de las bodas clásicas y, para ello, prepararon una coreografía de lo más rompedora con la que sorprendieron a los invitados bailando al ritmo de “Madre tierra”, de Chayanne, canción muy significativa para Rafa y con la que horas más tarde abrirían el baile. Miguel Ángel les dio la bienvenida e hizo la presentación de una ceremonia que, como él mismo calificó, se presentaba amena y divertida.
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MUCHA
emoción
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ras Miguel Ángel, el primero en hablar fue el novio. Para ello el maestro de ceremonias tuvo que bajar el micro. “Tiene muchas cualidades, pero la altura no es una de ellas”, decía refiriéndose a Rafa al que vitoreaban al son de “¡Torero! ¡Torero!”. Rafa comenzó su discurso dando las gracias a Miguel Ángel, compañero de uno de los hobbies de los que disfruta toda la familia, la hípica. Aludió a la curiosidad de que el sacerdote que los casó en su primera boda también se llamaba Miguel Ángel. Visiblemente emocionado, Rafa hizo un repaso por su historia de amor donde contó cómo iniciaron su relación. Durante su noviazgo solo se podían ver los fines de semana debido a su trabajo. Por ello escribía una carta cada día a Lucía. “Fueron años muy intensos y bonitos”. Hizo también referencia a aquellas personas que no aceptaron que Lucía y él permanecieran juntos. A pesar de ellos, “aquí seguimos”, aseguraba.
Siguió dando las gracias a la novia por el cariño, el amor y la comprensión hacia él durante su relación. Del mismo modo realizó un tierno y sincero discurso hacia sus hijas, a las que cariñosamente llamó sus “rubias”. De Lucía, la mayor, destacó su gran belleza interior. “Me das la vida y eres mi vida ¡Cómo no voy a ser celoso!”, manifestaba con desparpajo. A continuación se dirigió a María, su “pequeña flor”, para expresarle con enorme felicidad que la vida se la había regalado por segunda vez, recordando para sí el duro golpe que tuvieron que vivir años atrás cuando su salud estuvo en riesgo. Con ella es con quien comparte más de cerca la afición al caballo. Le alentó a ser quien quiera ser y le hizo prometer que creyera en ella misma por encima de todo. Consejos y valores como humildad, empatía, saber tomar decisiones propias y vivir intensamente la vida con aciertos y con sus errores fueron algunos de que Rafa Ávila lanzó a sus dos hijas. “¿Qué regalo quiero por mi cumpleaños? Vuestros besos, abrazos, cariñitos, mimos, porque… ¡eso no tiene precio!”, exclamaba. La pareja, a través de Rafa, tuvo una mención especial para el padrino, Fernando, hijo de un íntimo amigo de ambos. “Ha merecido la pena esta celebración tan sólo por ver la ilusión que te hace ser nuestro padrino”. Finalizó su intervención leyendo un fandango que Lucía le cantaba de joven y que empezó así: “Quererte, yo tengo a ti que quererte hasta después de la muerte”.
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Pilar hizo referencia a los nervios pasados al preparar el discurso durante la noche anterior, y a que había tenido que beberse una copa con ron para poder salir a hablar frente a los invitados. “Sois nuestros hermanos, con mayúsculas. No nos parecemos físicamente, no hemos pasado la infancia juntos, ni tenemos los mismos genes, pero somos hermanos”. Tanto Rafa como Lucía habían estado ahí desde que Pilar comenzó su relación con Fernando. Ellos fueron los primeros amigos de él que conoció. Fue en una caseta de feria. Lucía, de flamenca; Rafa, con sombrero cordobés, y las niñas, muy pequeñas, vestidas de faralaes. Desde ahí, una amistad con confianza infinita que permanece intacta. Tras ella, Mati se dirigió a Rafa con un afectuoso discurso. “Érase un hombre a un corazón pegado. El amor ha triunfado. Prueba sólida es la vuestra, una historia que inspira”. Más adelante le tocó el turno a la persona “más bailona de la fiesta”, tal como le había definido Rafa. Radiante de felicidad, el padrino de la boda, Fernando, puso, sin duda, la nota más cómica y dicharachera de la ceremonia. Con mucho humor, dio las gracias a Lucía y a Rafa por haberlo elegido padrino: “Es algo muy especial para mí. Os deseo que seáis muy felices. El futuro va a ser aún mejor”, pronunciaba mientras se fundía en un gran abrazo con los novios. Entró en escena Fernando, padre del padrino y fiel amigo de la familia, que preparó un cariñoso alegato en honor a la familia. “Me siento una persona muy privilegiada por pertenecer a vuestra familia. Más que amigos, sois hermanos, personas maravillosas que nos ha regalado la vida. No hay cosa más poderosa que la verdadera y leal amistad”. Una amistad que, según Fernando, se había ido revalorizado con el paso del tiempo. “Familia ejemplar de la que tenemos que aprender.” Se dirigió a los jóvenes para pedirles que aprendan de los padres: “Sed siempre agradecidos y soñar en grande. Cada uno tiene la capacidad de hacer su vida maravillosa, como lo han hecho ellos”. Novio y amigo se fundieron en un gran abrazo, mientras el resto de los invitados permanecían sentados, aplaudiendo emocionados. Fernando padre entregó el testigo a Mati y Pilar que fueron presentadas como las “Las chicas Yeyé”.
Ana, “hija adoptiva de la familia” como la denominaba Rafa, también tuvo palabras de cariño para la pareja. Admitió que le costaba mucho expresar sus sentimientos, pero “con vosotros no me hace falta ni hablar. No sé qué fue, quizás la fuerza destino pero sí sé que me acogisteis como hija adoptiva cuando más lo necesitaba. Quienes os conocemos, nos quedamos a vuestro lado. En el sofá de vuestro salón siempre hay un hueco para mí. Hay personas que sin ser familia pueden serlo todo”. La madrina de María, Marcela, comadre de Lucía y amiga de muchos años, comenzó afirmando que los novios habían sido una de las mejores casualidades de sus vidas. “Sois ejemplo de amor, lealtad, firmeza y valentía”.
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LAS ALIANZAS
de sus bodas de plata eran las mismas que las de su primer enlace: de oro, completamente lisas y con la fecha grabada en su interior. Las actualizaron incorporando el aĂąo de su 25 aniversario: 2019. Fueron, en su momento, un presente de RamĂłn, hermano del novio, una de las ausencias notables del dĂa.
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espués de los discursos, María y Lucía se levantaron para hacer lectura de la renovación de los votos. Ellas habían asumido el papel de unir de nuevo en matrimonio a sus propios padres que se levantaron orgullosos para escuchar el discurso que les habían preparado de manera conjunta. “Quiero comenzar dando las gracias a los amigos y familiares que nos acompañan esta noche tan especial para nosotras para celebrar la boda de plata de nuestros amados padres. Debemos confesar que estos dos personajes que tenemos en frente nos son unos padres cualquiera. Solo queremos que en día como hoy sepáis lo mucho que os queremos y daros las gracias por todo, por vuestra constancia, esfuerzo y trabajo que nos habéis dedicado en nuestro día a día. Esperamos de todo corazón que lo que sentís el uno por el otro perdure en el tiempo tal, como nuestro amor por vosotros lo hará”, aseguraba María para dar paso a la parte oficial, la renovación de los votos. “Ahora viene la parte divertida”, alertaba Lucía o “La chica Bond”, como la llaman cariñosamente. “Papá, ¿prometes seguir haciéndote dueño del mando de la tele a la hora de la siesta?”. Todos reían. “Mamá, ¿prometes seguir diciendo A que voy yo y lo encuentro?”. Se trataban de cuestiones previas para relajar el ambiente que dieron paso a las preguntas de rigor donde tanto Rafa como Lucía respondieron afirmativamente y con mucho humor: “Ya que estamos aquí…”, dijo Rafa. Lucía y María cogieron los anillos para entregárselo a sus padres que se lo intercambiaron de inmediato al ritmo de los vítores de los suyos. “¡Vivan los novios!”, exclamaban mientras los protagonistas sellaban este instante con un bonito beso.
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El discurso DE UNA MADRE
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iguel Ángel invitó a la novia a clausurar la celebración. Lucía tuvo palabras de cariño, tanto para los que están como para los que no están y les cuidan desde otro lugar como su padre Emilio, su suegro y su cuñado Ramón, su tía Julia, su amigo Adolfo y su abuela Carmen. Dijo estar muy agradecida a su padrino, Fernando, y dedicó unas tiernas palabras para su marido Rafael, uno de sus tres pilares: “A tu lado he recorrido lo que soy. Has logrado sanar las cicatrices del pasado con la promesa de un futuro juntos y la realidad que hoy vivimos. Gracias por comprender mis sueños, por quererme todos estos años”. Lucía se giró para hablar a sus hijas. “Gracias por dejarme ser vuestra madre y hacerme partícipe de vuestras vidas. No puedo estar más orgullosa de vosotras. Lucía, si eres bonita por fuera, más lo eres por dentro. Eres sincera, honesta, humilde, cariñosa, amiga de tus amigas. Has superado muchos obstáculos pero te han fortalecido. Siempre nos tendrás a tu lado”. Luego se dirigió a María. “¡Mi pollo! La vida en movimiento, alegre, cariñosa, servicial, trabajadora y luchadora. Sigue luchando por lo que te hace feliz. Aquí estaremos para acompañarte siempre”.
Para terminar, Lucía cumplió con la tradición propia de todas las bodas con la entrega del ramo de la novia pero, esta vez, durante la ceremonia. Partió el hermoso ramo de rosas blancas confeccionado en la floristería de Los Santos Mártires, en dos manojos iguales que acabó en manos de sus hijas. “Os lo entrego a vosotras como símbolo del amor que vuestro padre y yo os tenemos. Cada rosa significa cada uno de los momentos vividos en estos años. Dejad que florezcan en vosotras, para nosotros sois únicas. Disfrutad y trabajad para que los sueños se cumplan. Sed vosotras mismas. Os amaré siempre”. Los cuatro se fundieron en un abrazo.“Por el poder otorgado por un certificado online”, el maestro de ceremonias declaró renovados los votos matrimoniales por muchos años más: “¡Cien como mínimo!”, les decía. “Sois muy afortunados de tener ese amor que sentís. Sin más preámbulos ¡que comience la fiesta!”. El aplauso de los presentes puso el broche de oro a una ceremonia cargada de naturalidad, humor y emociones a flor de piel. la exclusiva de la boda
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El cรณctel
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Una vez acabada la ceremonia, el personal del restaurante habilitó la preciosa terraza donde había estado ubicado el altar para que se disfrutara con espacio y comodidad del exquisito catering para la cena tipo cóctel. Los novios optaron por una cena abierta y nada encorsetada en un ambiente distendido y desenfadado, como son ellos. Paco, el responsable del restaurante, estuvo en todo momento atento a las necesidades de los invitados que degustaron los entrantes típicos de la tierra, así como el surtido de ibéricos, hamburguesitas de buey, pescadito frito cuidadosamente seleccionado, adobitos de mar y muchos otros aperitivos de diseño exclusivo y preparados especialmente para la ocasión por el chef de la casa.
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ran cerca de 40 los invitados, amigos íntimos de la pareja, y todos ellos cordobeses. Mientras los comensales se dejaban seducir por los exquisitos aperitivos en la amplia y bonita terraza de La Bodega, algunos amigos de la pareja quisieron dejar su testimonio en los micrófonos de Exclusiva, dedicando unas palabras a los novios. Ana, amiga del matrimonio, compartía con nosotros algunos recuerdos como el de Lucía hija, agarrada a su pierna en el colegio. Una relación con la familia que se agudizó cuando ejerció de profesora de apoyo de María. “Acabamos siendo más que amigos, como una familia”. Sobre ellos destacó que siempre tienen un buen consejo cuando más lo necesitas.
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urante el tiempo que duró el coctel, los invitados siguieron acercándose a nosotros para expresar sus mejores deseos a la familia Ávila Gómez en una velada mágica. Juan Carlos y Mati, amigos íntimos de la pareja desde hace cuatros años, nos contaban que habían creado una relación muy estrecha. “Somos familia de acogida. Las chicas, “Las Wisi”, quedamos todas las semanas. Es una cita que no podemos saltar. Nuestras niñas son “Las Wisi Junior”. El maestro de ceremonias y organizador de la misma nos contaba que trabajar con ellos en su boda le había resultado fácil y una auténtica satisfacción. “Siempre recordaré que acompañé a Rafa en su primer recorrido por la feria a caballo. Él cumplía un sueño y yo estaba ahí junto a él”, declaraba.Clara, su mujer, nos desvelaba que su amor por el caballo les ha unido para siempre. Hemos visto como ha crecido la afición de la familia por la hípica y en especial la de su hija María. Pilar, Olga y Nuria, compañeras de trabajo de Rafa en un inicio, ahora grandes amigas, nos hablaron de él como colega, jefe y amigo. “Rafa es una persona entrañable. Siempre dispuesto a ayudarte, atento y cariñoso. Nos ha hecho mucha ilusión compartir este día con él. Hace casi 20 años que nos conocemos. Lucía nos parece una mujer increíble. Cuando la conoces entiendes por qué Rafa es tan feliz”. Juan Carlos, amigo de la infancia de Rafa, nos contaba que han sido inseparables desde pequeños, con la motoreta siempre presente en su adolescencia. Junto con su mujer, Marcela, han vivido su noviazgo y matrimonio codo con codo. “Hemos formado la familia casi a la par. Los niños tienen más o menos la misma edad. Los cuatro son la bondad personificada”. Juan Carlos, hijo de Mati, representante de la zona más joven de la boda, nos hablaba que los Ayuso - Aguado - Ávila son una piña, algo que corroboraban categóricamente Julia, Carlos y Tomás.
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LIBRO DE FIRMAS
Sobre una mesa, un libro personalizado para que los invitados dedicaran unas palabras a los protagonistas. Una propuesta de los novios que tuvo mucho éxito ya que todos quisieron dejarles unos mensajes muy cariñosos a ellos que seguro leerán en más de una ocasión
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UNOS NOVIOS MUY QUERIDOS Los amigos de la pareja, Paz y Mario, comparten con los novios los 33 años de relación además de su pasión por el fino Montilla Moriles, el perol cordobés y, por supuesto, sus hijas Paz y Pilar, compañeras en su momento de Lucía y María en el Calasancio. Regina, amiga de ambos, nos contaba que conoció al matrimonio en una excursión junto a Fernando y Pilar. “Desde entonces somos una familia. Rafa es muy de su casa. Todo su tiempo libre lo emplea para estar con los suyos y eso le hace una gran persona. Lucía está ahí cada vez que la necesitas”, aseguraba.
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FOTO DE GRUPO PARA EL RECUERDO Conseguimos reunir a todos los invitados para realizar una instantรกnea conjunta.
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SUS HIJAS y LOS FERNANDOS
María, su hija, nos confesaba que sus padres han sido su mayor apoyo. “Aunque no se lo digo tanto como debería tengo que darle las gracias por toda su entrega. Les deseo que sigan juntos apoyándose los dos, que se enamoren cada día más como lo están haciendo y que siempre nos van a tener a mi hermana y a mí a su disposición”. Lucía por su parte estaba feliz porque se estaban cumpliendo todas las expectativas sobre la boda. “Me siento muy orgullosa de mis padres. Se merecen esto y más. Son los mejores”. Fernando, el padrino, confesó estar muy orgullo de los novios. “Los quiero y los querré siempre”. Sus padres, Fernando y Pilar aseguraron que tanto Rafa como Pilar son un referente en su relación. Son dos personas muy especiales, son como hermanos y tienen el espacio que se merecen en nuestro corazón. Hemos vivido esta boda como si fuera nuestra. Estábamos casi más nerviosos que ellos”, nos contaban. Ellos, junto con el resto de los amigos, le han regalado una estancia para su noche de bodas en el hotel Abetos del Maestre Escuela. Por la mañana estuvieron preparándole la habitación con juegos y bromas para que pasen una velada romántica y divertida. la exclusiva de la boda 55
FIN DE CÓCTEL
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l catering de la cena finalizó con una maravillosa y gran tarta de Piononos, homenaje a un recuerdo muy especial de los años en los que Rafa, debido a su trabajo, visitaba asiduamente la ciudad de Granada. Desde entonces, conservan un cariño entrañable a una confitería granadina llamada “La Isla” donde venden, nos aseguran, los mejores Piononos del mundo. Tuvimos la oportunidad de comprobarlo. Realmente estaba deliciosa. Lucia, la hija mayor de la pareja también disfrutó de cada bocado. Para ello no dudó en sentarse en compañía de sus amigos para saborearla cómodamente. Ella, al igual que sus padres, es una fanática de los piononos, especialmente de la tarta granadina.
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EL CORTE DE LA nupcial
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EL MÁS BAILÓN Tras la cena, llegó el baile amenizado
por un DJ con la música más actual y en el que intervinieron todos y cada uno de los invitados. La nota más cómica la volvió a poner Fernando, el padrino, que nos dejó sin palabras con sus pasos de baile. Ya nos había avisado Rafa que era “el mejor y más bailón de los invitados”. Novios, hijas y amigos se hicieron con la pista hasta bien entrada la madrugada. Cerca de las 02.00 horas y, tras brindar por los novios y sus hijas, los asistentes pidieron a Rafa y a Lucía que se acercarán hasta el centro del salón donde les tenían preparadas algunas sorpresas en forma de regalo. la exclusiva de la boda
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odos los regalos estaban expuestos en una mesa ubicada a un lado del salón de baile. Cada invitado quiso entregar a los novios su regalo especial: escapadas, una visita a los Baños Árabes, productos típicos de Huelva, dos tazas de desayuno con sus nombres y un precioso cuadro con frases para el recuerdo que resumían sus veinticinco años de amor. Pero, sin duda, el presente que más ilusión hizo a los novios fue el de sus hijas que se pusieron de acuerdo con un grupo de amigos para regalarles una estancia en Madrid y las entradas al musical de “El Rey León”. Lucía tenía muchísimas ganas de ir desde que se estrenó pero nunca encontraba el momento. Ahora, por fin, había llegado el día.
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sorpresas UNA VELADA LLENA DE
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o una, ni dos, si no hasta tres lunas de miel son con las que Rafa y Lucía contarían para festejar tan bonito acontecimiento. La primera salida había llegado en enero, cuando disfrutaron de un crucero por los Países Nórdicos; la siguiente, el maravilloso viaje por las costas gaditanas que los novios tenían muchísima ilusión de hacer y del que todo el mundo les había hablado muy bien. No querían dejar pasar la ocasión de conocer las hermosas playas de la “tacita de plata”. Por último, y para sellar una celebración tan especial, los novios se trasladarían a Madrid para visitar la capital y acudir al musical que sus amigos y sus hijas les habían regalado ¡Casi nada!
El equipo de Exclusiva se marchó de La Bodega dejando en plena fiesta y celebración a los novios e invitados. Los enamorados disfrutaron del fin de fiesta felices junto a sus hijas y amigos. Fue una boda preciosa en la que se respiró romanticismo y magia de principio a fin. Sobre las 03.00 horas se trasladaron al Mercado de la Victoria. Aunque los más prudentes se retiraron, los más valientes nos contaron que fueron testigos del primer amanecer del mayo cordobés. Una noche muy especial que Rafa y Lucía siempre recordarán y que Exclusiva tuvo la gran fortuna de vivir junto a ellos. Os deseamos una nueva etapa llena de felicidad, como la que habéis tenido hasta ahora. ¡Felicidades!
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