Diego y José Miguel Revista Exclusiva de la boda by laexclusiva

DIEGO & JOSÉ MIGUEL

tras 14 años de amor SE UNIERON EN MATRIMONIO La boda de Diego y José Miguel fue “emotiva, divertida y preciosa” tal y como nos la describieron tanto invitados como novios que vivieron un día único cargado de emociones y momentos inolvidables. El enlace entre Diego y José Miguel tuvo lugar el sábado 6 de julio de 2019 en el Hotel Fontecruz Ávila Golf que se convirtió en testigo mudo de preparativos, ceremonia, banquete y fiesta posterior que se alargó hasta altas horas de la madrugada. Por su cercanía al centro de Ávila y sus grandes espacios al aire libre se convirtió desde un principio en la sede idónea para la celebración. A los protagonistas les acompañaron 127 invitados entre familiares y amigos procedentes de diversos rincones de la geografía española e internacional.

ÁVILA, 6 JULIO 2019

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SUMARIO

EXCLUSIVA

Especial BODA DIEGO & JOSÉ MIGUEL 6 julio 2019

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FONTECRUZ

se convirtió en sede de preparartivos, enlace y celebración.

JUNTOS

Diego y Jose se vistieron juntos en la misma suite.

VINTAGE

DISCURSOS

La decoración del enlace, con encanto y buen gusto.

Hermanas y amigos dedicaron bonitas palabras a los novios.

ARROZ, POMPAS

y confeti aguardaban a la salida.

UN KIOSCO

BANQUETE

a modo de sitting.

El menú hizo las delicias de los paladares más exigentes.

SORPRESAS

Fue una noche repleta de sorpresas de novios a invitados y viceversa.

LA IMAGEN DE LA FELICIDAD

La pareja nos demostró durante la sesión de fotos que su amor es sólido y sin fisuras.

UNA FIESTA

INOLVIDABLE

LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2018. Prohibida su venta y distribución.

Los novios se vistieron juntos en la habitación 119, suite presidencial del Hotel Fontecruz Ávila Golf situado en el kilómetro 3 de la antigua carretera de Cebreros, localidad abulense de Tornadizos. El complejo se encuentra a escasos 6 kilómetros de las Murallas de Ávila, patrimonio de la humanidad y, por ende, el lugar más visitado de la capital. Decidieron vestirse aquí por sus bonitas instalaciones y por pura comodidad para ellos y para todos aquellos que les acompañarían en su puesta de largo. La fecha elegida para esta celebración tan especial fue el sábado 6 de julio de 2019. Lo novios no pensaron en un día concreto para su enlace, solo se decidieron por el mes de julio que de algún modo les garantizara una excelente climatología. Les gusta el sol y julio es el mes en el que brilla con más esplendor, como sus corazones. El tiempo previsto en Ávila era soleado, rozando los 30 grados de máxima. La predicción se cumplió y quedó una tarde soleada que hubiera sido calurosa si no fuese por el viento. Los invitados agradecieron la presencia del aire que evitó el calor habitual estival, especialmente los hombres que vestían trajes con chaqueta.

FONTECRUZ ÁVILA GOLF

Cuando el equipo de Exclusiva llegó a la suite donde se prepararían los novios, a las 16.00 horas, ambos vestían ropa sport. Aún no habían arrancado con su puesta de largo, pero tenían todo bajo control. A las 16.25 horas aparecieron los primeros familiares para colaborar y apoyar a los novios en todo lo que necesitasen. La primera fue Sonsoles, hermana de Diego y maestra de Ceremonias, acompañada por su hijo Ángel. El más pequeño de la familia, el rey de la casa y de sus corazones, tendría gran protagonismo estelar en la celebración civil. Poco después se sumó el marido de Sonsoles con sus otros dos hijos, Clara y Pablo, que solo tenían palabras de afecto y cariño para su tío. Los protagonistas estaban tranquilos. Ninguno de los dos se sentía especialmente nervioso. Estaban muy seguros de querer dar el paso que iban a dar puesto que la suya es una relación más que afianzada tras 14 años de noviazgo. Para ellos no significaba emprender un nuevo camino sino una manera de sellar el amor que sienten y que describen como puro y verdadero. Aunque los vimos bastante calmados, Diego estaba algo más inquieto que Jose que se definió a sí mismo como una persona relajada en su día a día, por lo que hoy no iba a ser menos. Tradicionalmente siempre se ha dicho que los novios deben dormir separados la noche anterior a la boda. Del mismo modo suele decirse que no se debe conocer la vestimenta de tu pareja antes del esperado encuentro en la ceremonia. Sin embargo, Jose y Diego no hicieron caso de supersticiones y procedieron a su manera. No sólo se vistieron juntos sino, tal y como afirmaron sin tapujos, habían pasado la última noche de “solteros” juntos. Para ellos, casarse era un símbolo, una forma de manifestar su amor, no un motivo de nervios ni para seguir patrones ni reglas establecidas. Tanto uno como otro derrochaban seguridad en cada uno de los pasos que daban por la inmensa suite. Desde la ventana se divisaba la alfombra roja que, en tan solo unos minutos, les conduciría hasta su unión matrimonial.

revuelo

de felicidad

CON LOS NERVIOS BAJO CONTROL

LA ELECCIÓN DEL TRAJE

Una vez dispuestos a romper cualquier norma ceremonial, no tuvieron inconveniente en comprar su traje de novios juntos. Es más, lo tuvieron claro desde un principio. Meses atrás, ambos se desplazaron hasta Móstoles, en compañía de sus hermanas, a un conocido establecimiento de moda nupcial, Vértize Gala, donde compraron piezas claves de su outfit. Querían ir iguales pero distintos. Se decantaron por un traje compuesto por pantalones azules, camisa blanca, chaleco brocado y corbatón a juego con el chaleco. El elemento diferenciador fue la chaqueta.

La chaqueta de José era igual que el chaleco, con estampados azules formando un elegante dibujo perfecto para la ocasión. Diego optó por una más sencilla y, quizás, más clásica pero cuidando el detalle al máximo. Era en la solapa donde pudimos encontrar de nuevo el brocado en chaleco y corbatón en sintonía con los de su futuro marido. Cada traje, pendía en una percha personalizada con los nombres de los inminentes esposos. Sobre ella, un lazo a modo de pajarita que nos dio pie a pensar que la llevarían como complemento estelar, pero no ocurriría así, al menos durante la ceremonia.

MUY DETALLISTAS 10 Sobre la cama hallamos unos gemelos en plata con las iniciales de sus nombres. Una para la mano derecha y otra para la izquierda que los dos lucieron por igual. Los gemelos eran un obsequio de Almudena, compaĂąera de trabajo de Diego. Los dos portaron una pulsera, pero esta vez diferentes. La de Diego fue un regalo de su familia

Los complementos que lucieron también iban a juego. Parecía una metáfora de su vida y de su historia de amor, siempre compartiendo, siempre en paralelo y de la mano. Así ocurrió con los relojes de plata con la esfera azul de la firma Viceroy que lucirían en sus muñecas. Es importante matizar que estos relojes, como suele ocurrir, no son presentes de pedida. Para ese instante, Diego le regaló a José otro distinto al que sumó un colgante con una cruz que sí que llevaría en su gran día. Los dos se confiesan creyentes. Tanto es así que pertenecen a la Cofradía de San José Obrero donde Diego ejerce de presidente. Sus compañeros les regalaron sus nuevos relojes para la boda, ese que marcaría cada segundo en esta nueva etapa en sus vidas. Los zapatos que lucieron los novios también eran iguales. Lo único que era diferente era el número que calzaban.

y la de Jose, un regalo del propio Diego. Por último, pero no menos importante, los novios utilizarían un accesorio más, un bolígrafo para firmar su compromiso matrimonial. Se trataba de un presente de su amiga Bea, testigo del enlace, y de Carlos, su marido.

En la suite apareció Felipe, hermano de Diego, su mujer y sus hijos, Felipe y Cristina, junto a Manuela y Felipe, padres de Diego y Agustina, hermana mayor de Diego. Tras ellos comenzaron a llegar familiares de José, como una de sus primas, acompañada por dos de los sobrinos de Jose, hijos de Nelson y Flor, sus hermanos. Jose, emocionando y feliz, le hacía fotos a su prima en la habitación, a petición de ella misma. El mundo al revés…

Flor llegรณ muy emocionada a la suite y no pudo evitar soltar alguna que otra lรกgrima al ver a Jose.

vestido y complementos

SIEMPRE JUNTOS

Pasados unos minutos de las cinco de la tarde, los novios comenzaron a hacerse fotos en el salón de la suite con la familia de Diego. Más tarde visitaron a los novios en su puesta de largo, José y Bea, testigos. Simplemente querían saludarlos. Se marcharon rápido para que pudieran vestirse y estar tranquilos. Les siguió la familia de Diego que dejaron detrás de sí, por despiste y por las prisas, a Ángel. Jose y Diego salieron a buscar a Sonsoles, la madre del pequeño para que pudieran llevárselo.

Nelson colaboró con la puesta de largo de su hermano. “Jose se merece todo lo bueno. Es una persona increíble. Soy muy afortunado de tenerlo como hermano”, nos decía durante la puesta de largo.

CON LOS SUYOS En el tramo final apareció en la

suite Flor, hermana de Jose y madrina de la boda. Llegó muy emocionada, prácticamente entre lágrimas. Al entrar saludó a Diego: “¡Hola Dieguín!”, a lo que este contestó: “¡Pero si ya estás llorando!”. Y ambos empezaron a reír. Flor fue a la suite con Valentina, hija de Nelson. El hermano de Jose fue el último en sumarse a la puesta de largo. A las 17.40 horas los novios terminaron de vestirse. Hasta este momento solo estaban en camisa y pantalón para no pasar mucho calor. La prima y hermana de Jose, Flor, así como el propio Diego, le ayudaban a ponerse bien la camisa y el chaleco que le quedó impecable.

LA CUENTA ATRÁS A las 17.45 horas decidimos dejarlos en la habitación ultimando los detalles de los outfits de los protagonistas, no sin antes hablar con algunos de ellos. “Me hace mucha ilusión ser la Maestra de Ceremonias. Estoy más nerviosa que ellos. Diego y Jose se complementan a la perfección. Va a ser un día súper especial para ellos y todos nosotros”, nos confesaba Sonsoles. Por su parte, Clara y Pablo decían albergar nervios y felicidad a partes iguales. “Nos hace mucha ilusión estar aquí”. Todos parecían estar más nerviosos que los propios protagonistas, como aseguraba Manuela o Flor que declaraba estar “atacada”. “Veo a Jose muy tranquilo, a ver si me tranquilizo yo. Diego es la mejor persona que puede haber para compartir la vida con mi hermano”, afirmaba tajante. Por último, Nelson, nos hacía partícipes de su alegría. “Estar aquí es un subidón enorme porque era lo que mi hermano quería. Lastimosamente mis padres no han podido venir, pero estamos nosotros en representación de ellos”, sentenciaba. Ahora sí, dejamos a José Miguel y Diego en la mejor de las compañías, la de los suyos que les apoyaron desde un principio en su relación y ahora, cómo no, en su puesta de largo. Cada uno de ellos quiso inmortalizarse con los protagonistas antes de su salida al set ceremonial.

A la llegada, un panel de madera indicando el lugar de la ceremonia para los más despistados. Los novios, ellos mismos, habilitaron junto con un amigo, tanto la decoración como un sinfín de detalles para sus invitados. Pensando en ellas, dispusieron unos “protege tacones”. Justo a la entrada del set, bolsitas con arroz que los invitados más tarde lanzarían sobre el matrimonio y un cartel que proponía a los presentes sentarse en cualquier lugar que desearan, sin protocolos, porque “todos eran ya una sola familia. “Hoy dos familias se convierten en una. Te invitamos a coger un asiento, no un lado”, rezaba. Otro gran cartel decorado con cestos de esparto y helechos daba la bienvenida a cada uno de ellos con una declaración de intenciones. “Bienvenidos a nuestra boda. Ríe, baila y canta con nosotros ¡Gracias por acompañarnos!”.

A lo largo del recorrido, otros mensajes cargados de significado escritos sobre pizarra, iniciales de la pareja en madera junto a la palabra “Amor”, cestos con pañuelos para las lágrimas de felicidad y pai pais blancos para hacer más llevadera la ceremonia, aunque finalmente, con la brisa que corría, no fueron necesarios. Algunas mujeres, con un outfit más apropiado, se sujetaban el pelo con temor a que el viento estropease sus peinados pero, incluso las más coquetas, preferían pasar por esta molestia que a la del calor. Los pomperos con el nombre de los novios y fecha de la boda ya andaban de mano en mano. Las burbujas acompañarían cada paso de la pareja hasta el altar. Cerca de 150 invitados aguardaban la llegada de los protagonistas. Era cuestión de segundos.

TESTIGO MUDO DEL ENLACE Toda la boda se celebró en el Hotel Fontecruz Ávila Golf. La ceremonia aconteció en los jardines del mismo, concretamente en un espacio habilitado en forma de pérgola compuesta por unas lonas a modo de toldo sostenidas entre unas vigas de madera sustentadas por unas columnas de piedra de inspiración románica y muy bohemia. Una larga alfombra roja, como si de los Oscars de Hollywood se tratase, recorría los jardines del hotel desde el aparcamiento hasta el set ceremonial. A lo largo de ella pudimos apreciar varios elementos decorativos como ramilletes de flores en tonos rosa, blanco y verde, colores corporativos de la celebración también presentes en el arroz. Nos llamó la atención una bicicleta vintage con latas atadas y una pizarra con una de las frases más empleadas en la celebración: “Vivan los novios”.

Y LLEGARON...

Sonsoles, hermana de Diego y maestra de Ceremonias, anunció la entrada de los novios que aparecieron juntos. El reloj marcaba las 18.18 horas cuando les vimos aproximarse al set ceremonial. En primer lugar, Jose, acompañado por su hermana Flor, su madrina que vestía un precioso vestido largo rosa palo confeccionado por Pingos con un adorno floral colocado en su cintura a modo de cinturón. Llevaba un recogido bajo con un pequeño tocado y colgante con una cruz de oro. No podía faltar ningún detalle en el outfit de la madrina, ni la manicura con esmalte a juego con el vestido que ponían la guinda a un look perfecto, con zapatos también en un tono rosáceo más agudo. En segundo lugar, escasamente a un metro de distancia de Jose y su hermana, veíamos a Diego, del que iba bien sujeta a su brazo, Manuela, su madre y también madrina del enlace con un outfit acorde a su edad: un dos piezas en tonos grises y plateados combinado con ligeros puntos en blanco diseñado por Confecciones Dedal que acompañó con un tocado a juego.

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“TE QUIERO” Las dos madrinas fueron las que más se emocionaron durante la ceremonia, especialmente Flor que tuvo que recurrir en más de una ocasión a los pañuelos para secarse las lágrimas de felicidad. Las notas que sonaban a su entrada correspondían a “Te quiero”, el mítico tema del talent show OT. Los encargados de la música ambiente, otras fueron interpretadas en directo, fue el “Dúo Dos Soles”, músicos y amigos íntimos de la familia desde siempre. Ellos también pondrían música a la fiesta. Los flashes de los móviles de los asistentes no cesaban con el propósito de capturar la mejor instantánea. El amor que le profesan los suyos era palpable. Aplausos, piropos, burbujas y palabras de cariño, no cesaron durante su recorrido.

PALABRAS DESDE EL CORAZÓN

A las 18.22 horas Sonsoles comenzó a leer su discurso, abriendo de este modo la ceremonia en la que hubo tres lecturas personalizadas dirigidas con esmero y cariño a los contrayentes. La primera en intervenir fue Beatriz, amiga de la pareja y testigo de la boda. Su discurso estaba basado en el “Himno sobre el amor de San Pablo”, del texto bíblico de los Corintios. Con su intervención Bea aportó el toque cristiano que los novios querían darle a su enlace. A continuación, Sonsoles dio paso a Álvaro, también amigo de la pareja que quiso hacer una reflexión personal abogando por un “mundo sin etiquetas”. Durante la lectura de Álvaro, Ángel se subió en las rodillas de su tío. Así, desde esta posición privilegiada, vivió parte de la boda. El pequeño de la familia, a pesar de tener solo 3 añitos, estuvo muy obediente y pendiente del ritual. Además tendría un gran protagonismo en el enlace ya que era el portador de las alianzas.

UNA CEREMONIA EMOTIVA Y CERCANA

onsoles describió, a grandes rasgos, la personalidad de los novios y lo bien que se complementan como pareja, algo con los que los invitados coincidían. Subrayaban sus palabras asentando con la cabeza. El clima era óptimo. Los invitados agradecieron el aire que ejerció como regulador, permaneciendo muy atentos al desarrollo de la ceremonia que apenas duró 40 minutos, el tiempo perfecto, ni demasiado corta ni demasiado larga por lo que nadie quiso perder detalle. Todo pasaba muy rápido y había que vivir con intensidad cada pasaje. La última en intervenir en escena fue Flor, hermana de José Miguel y madrina. Muy sensible por lo que estaba viviendo, apenas podía leer. Fue entonces cuando Jose comenzó a emocionarse de manera notable. En su discurso, Flor, que se refería a José Miguel como Miguel, -así lo llamaban de pequeño en Colombia-, le dio las gracias a Diego por ser “el complemento perfecto” para su hermano, y también la enhorabuena por encontrar a alguien tan estupendo y especial como José Miguel. Durante sus narraciones, la banda sonora elegida por los novios fue “Nella fantasia”, de Il Divo, a cargo del Dúo Dos Soles.

ALIANZAS Y VOTOS

A continuación los novios procedieron a la lectura de votos e intercambio de alianzas. La pedida de mano de Diego a José Miguel tuvo lugar en el musical de “El Guardaespaldas” que se representa en Madrid. Por este motivo los novios eligieron la mítica canción “I will always love you”, de Whitney Houston para este pasaje clave. La canción fue interpretada por María, amiga de la pareja, que deleitó a los allí presentes con su preciosa voz. Cristina le acompañaba al piano. El portador de las alianzas fue Ángel, hijo de Sonsoles. El pequeño llevaba un traje negro, como los de los mayores, con corbata negra con rayas blancas y camisa blanca. A la hora de llevar las alianzas, le pusieron unas gafas negras convirtiéndolo en un “mini guardaespaldas”. Las alianzas, iban en maletín, acorde a la estatura de Ángel. Pero, ¡no tenían las llaves! Entonces, Sonsoles preguntó a su hijo dónde estaban, a lo que el pequeño respondió que estaban debajo de una de las sillas de los invitados, y que tenían que buscarla. La llave la encontró Eva, amiga de la pareja, que se acercó al “altar” y ayudó al pequeño guardaespaldas a abrir el maletín que contenía las alianzas de los novios. Una vez solucionado el misterio, Diego y José Miguel procedieron a la lectura de sus respectivos votos, y se pusieron la alianza el uno al otro, de oro blanco y oro rosa, de Joyas Hada y bendecidas por Jose Carlos Labrador, párroco de su parroquial. Ambos destacaron las cualidades del otro. Apenas podían contener la emoción en su discurso y declaración de amor. Primero fue Diego. “Prometo ser tu amigo, tu confidente, pero sobre todo el mejor esposo del mundo. Prometo respetar, amar y nunca perder la magia que nos unió. Nunca permitiré que tu mirada vaya a otro lugar y que siempre sientas mi corazón. Prometo respetar a tu familia, amigos y las personas que te quieren y rodean haciéndoles sentir parte de nosotros. Prometo ser divertido y hacer que tus días sean únicos. Prometo ser tu guía día a día. Tu primera imagen y pensamiento al despertar. Te amo. Y como símbolo de nuestro amor te entrego este anillo”, pronunció. Jose, muy emocionado anillo en mano, procedió a su discurso. “Eres la persona que ha cambiado mi vida. Me has enseñado a ser quien soy y de lo que soy capaz. Eres mi motor y has estado conmigo en cada paso durante estos catorce años. Por esta razón, hoy, no con un diamante ni con un gran anillo, hoy como símbolo de mi compromiso contigo te regalo lo más valioso que tengo, a Dios, nuestra familia y nuestros amigos. Yo Jose, prometo compartir mi tiempo, bendiciones, alegrías y tristezas y sé que cada una de ellas nos harán crecer…Prometo inventar mundos mágicos y momentos únicos. Prometo alimentar siempre tus sueños y hacer que tus alas sean siempre fuertes y únicas. Ser el aire que te impulse…Aunque la vida pase rápido y envejezcamos juntos nunca alcanzará la vida para amarte lo suficiente”.

Tras entregarle su anillo, Diego tenía preparada una sorpresa para Jose. Su amiga María le dedicó la canción “Alguien” de Siempre así con una letra conmovedora. A las 18.50 horas declaró a Diego y Jose unidos en matrimonio. Los ya recién casados se fundieron de inmediato en un tierno beso.

DIEGO Y JOSE

UNI DOS PARA S I EMPRE A las 18.33 horas se escuchaban los primeros acordes de “All of me”, de John Legend, esta vez en directo, con Cristina al piano. Sobrinos por parte de Diego y de José Miguel se acercaron a los novios con un pequeño árbol y tierra procedente de Ávila y de Colombia. Era el ritual del árbol que se iniciaba a las 18.36 horas. Diego y José lo plantaron en una gran maceta de aspecto moderno mientras Sonsoles explicaba dicho rito. Se trataba de una simbología de lo que será su relación desde ese momento. Sembraron las raíces de su unión para crecer juntos con el cariño y los cuidados que el matrimonio requiere. Jose estaba visiblemente emocionado y a Diego comenzaba a notársele la emoción en la cara y en los gestos. Una vez sembrado este árbol que crecerá en su nidito de amor, ambos le echaron agua con una regadera verde que también habían llevado hasta ellos sus sobrinos. Al hacerlo, tiraron agua fuera del tiesto,

y ambos rieron provocando las carcajadas entre sus invitados. El enlace fue emocionante a la par que alegre. Felipe, Nicolás, Valentina, Susana, Clara y Pablo colgaron del árbol unas pequeñas notas con deseos para los futuros cónyuges que leyeron ante todos previamente. Tras el ritual del árbol, llegaría Ángel con las alianzas. A las 18.39 horas, la maestra de ceremonias daba paso a Rocío del Monte San Pedro, concejala del Ayuntamiento de Ávila, encargada de leer los artículos del código civil para unirnos legal y oficialmente en matrimonio. Además Rocío se declaraba amiga de la familia. Antes de proceder a la lectura de los artículos preestablecidos, recordó algunas anécdotas compartidas junto a la familia de Diego, especialmente con su madre, Manuela. Más como amiga que como concejala, Rocío dio un gran consejo a los futuros cónyuges: “No os acostéis nunca sin daros un beso de buenas noches”.

El enlace fue emocionante a la par que alegre.Felipe, Nicolás, Valentina, Susana, Clara, Pablo, Nelson, Agustina, Manuela, Eva y Nati, compañera de Diego, colgaron del árbol unas pequeñas notas con deseos para los futuros cónyuges que leyeron antes todos previamente. La ceremonia se selló con un beso de película.

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LA FIRMA DE NOVIOS Y TESTIGOS

Los testigos del enlace fueron Beatriz Palomo Hernando, amiga de la pareja, a quien vimos hacer la lectura de los Corintios. Junto a ella, José María García Berzal, también amigo. Los dos son dos personas muy especiales para los recién casados así que no tuvieron duda en proponérselo. Ambos aceptaron encantados y orgullosos la proposición. “Ha sido un detalle maravilloso. Esto significa que somos muy importantes en sus vidas, algo que nos hace sentir muy felices porque ellos también los son para nosotros”, declaraban. Bea y su marido Carlos fueron quienes regalaron a Jose y Diego el bolígrafo para firmar las actas matrimoniales aunque finalmente tuvieron que hacerlo con un bolígrafo clásico que llevaba la concejala. A los novios se les olvidó el oficial pero la validez era la misma. A continuación los novios se marcharon para realizar su primera sesión de fotos ya como maridos en un photocall natural a las Murallas de Ávila. Este era su deseo, inmortalizarse en el principal icono de la ciudad. Sus firmas se convertirán en un recuerdo que los novios mantendrán para siempre. Pronto llegaron los posados en el altar con sus amigos y familiares más cercanos que quisieron inmortalizarse junto a los recién casados. Los novios se unieron con los invitados para hacerse las fotos que no podían faltar en su álbum y

LLUVIA DE ARROZ MULTICOLOR, CONFETI Y POMPAS DE JABÓN. Una vez hubo terminado la ceremonia, los novios salieron de la pérgola a ritmo de “Happy”, de Pharrel Williams, mientras los invitados les lanzaban arroz multicolor, confeti y pompas de jabón entre vítores y aplausos. Se formó una lluvia de color tan intensa que, en ocasiones, a penas se veían las caras de los contrayentes que por mucho que intentaban protegerse del manto de color, les fue imposible. Era, en realidad, su salida deseada.

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PRIMEROS PASOS COMO ESPOSOS

A las 19.00 horas, Diego y José Miguel salían ya convertidos en matrimonio por la alfombra roja por la que habían entrado como solteros. Al ritmo de la conocida canción “Happy”, de Pharrell Williams, a los novios se les veía con un semblante diferente. Si bien a su entrada se les veía más formales y emocionados, a la salida estaban como la exultantes. Se les veía muy felices, alegres, contentos y, sobre todo, radiantes. Todos querían darles la enhorabuena y abrazarlos tras haber sellado su amor. Sonia fue la amiga que ejerció de chófer de la pareja. Conduciendo su Wolkswagen Passat negro, con ramilletes de flores adornando los cierres de las puertas, dejó a Diego y José Miguel en “Los Cuatro Postes”, un lugar de Ávila desde el que se ven sus famosas murallas. Una vez allí, Diego y Jose se hicieron sus primeras fotos como recién casados, unas instantáneas preciosas con una vista inmejorable a la ciudad patrimonial, la que vio crecer a Diego y verá avanzar el amor de ambos.

Como en la conocidísima canción de Joaquín Sabina, “Y nos dieron las diez”, Diego y Jose se conocieron en la barra de un bar, pero ellos no tomaban copas, sino café, y todos los días hacían por verse. De eso hace ya 14 años. Un romance de película que les has traído hasta aquí por inercia, por naturaleza, porque estaban destinados a encontrarse, porque se complementa a la perfección; así lo dicen ellos mismos y también los más allegados que son quienes mejor los conocen. Diego define a José como una persona constructiva y tradicional, muy seguro de sí mismo y amigo de sus amigos. “Jose es tranquilo pero muy activo en su trabajo y en las actividades de su día a día, aunque a veces, como todos, saca su mal genio”. Según Jose, Diego es muy cariñoso, súper creativo y espontáneo. Le encanta estar en familia y pasarlo bien con los amigos. Tiene un gran sentido del humor, salvo que no pase por un buen día. Es una persona en la que poder confiar, tanto como amigo como compañero porque tiene un corazón que no le cabe en el pecho. Es un “cachito de pan”, abierto, sencillo, amable y con unos sentimientos hermosos y muy puros. A Jose le encanta la espontaneidad de Diego y, en especial, su forma sincera de demostrar su amor.

AMOR

SÃ&#x201C;LIDO

“Todo lo que soy se lo debo a Jose. Ser más feliz de lo que creía que se podía ser.

La sesión de fotos se llevó a cabo en “Los Cuatro Postes”, un lugar muy visitado de Ávila por la belleza de sus vistas. Situado en una parte alta de la ciudad, desde aquí se puede divisar el centro histórico de Ávila, rodeado por sus hermosas y célebres Murallas. La panorámica era preciosa; no podría haber un lugar mejor para inmortalizar un enlace entre dos personas que se han conocido y viven en esta ciudad.

Ellos son José Miguel Ramírez Jiménez y Diego González Álvarez.

Diego tiene 35 años y es auxiliar de farmacia. Jose tiene 42 y es autónomo. Ambos tienen un kiosco llamado “La Pantera Rosa”, en el centro de Ávila. Aquí nació Diego, y esta es la ciudad en la que se conocieron. José Miguel es natural de BucarAmanga, Colombia, y aunque se vino a España hace 18 años, se siente muy unido a sus raíces y a su gente a la que adora. Tras la boda vivirán en el ático que tiene Diego en la carretera de Sonsoles. Todos los que los conocen dicen que se complementan a la perfección. Ellos están de acuerdo. Su unión sigue intacta y con la misma fuerza con respecto al día que se conocieron, hace 14 años. Son amigos, amantes pero sobre todo, compañeros de vida que se entienden a la perfección sin apenas mediar palabra. Sus miradas lo dicen todo. Están hechos el uno para el otro. Ahora miran al futuro con optimismo. Es infinito, como lo que sienten el uno por el otro.

La pedida de mano fue hace casi dos años, el 21 de octubre de 2017, en Madrid. Fue idea de Diego y una gran sorpresa para Jose; como Diego dice, “prácticamente una encerrona, pero para bien”. Diego le dijo que tenía que

acudir a un congreso de trabajo en Madrid. Para que fuese creíble, cuidó hasta el más mínimo detalle, incluso creando unas entradas falsas para un Congreso que no existía. La pareja fue a Madrid en tren, con un José Miguel notablemente desganado; ¿A quién le apetece pasar la tarde de un sábado en un congreso de trabajo? Una vez en la Gran Vía madrileña, se dirigieron al Teatro Coliseum, donde supuestamente tendría lugar el evento de trabajo. En realidad, le llevaba a ver el musical “El Guardaespaldas”. Diego sabía que a Jose le encantaría y así fue. Cuando terminó la representación, fueron a la terraza mirador de El Corte Inglés de Callao. Allí, Diego le puso a Jose unos cascos con la canción “Cásate conmigo” y, a la vez, le dio una cadena con un crucifijo en el que ponía “¿quieres casarte conmigo?”. Esta cadena es la que llevaba Jose el día de su boda. Diego no necesitó ninguna respuesta de Jose para saber que era un sí rotundo. Pero no acabó ahí; cuando llegaron a casa, José encontró otra sorpresa. Se trataba de un reloj con una inscripción: “El tiempo se para cuando estoy contigo. Quiero vivir cada segundo contigo”. Si su respuesta estaba clara, ahora mucho más.

“

“La complicidad, el cariño con alguien, la sensación de que el tiempo desaparece me lo da Jose. Nosotros ya llevamos tiempo juntos, y esa alegría en el corazón de verle no se termina. Que me vea el alma. Que me haga mejor persona. En fin, una vida plena. Un compañero de viaje”

“Diego me aporta mucha serenidad, tranquilidad, ganas de seguir adelante en muchos aspectos porque me da la seguridad, el cariño, la tenacidad y en especial el amor que siento por su parte que me llena y me hace feliz y sé que por medio de ese amor puedo confiar ciegamente en él y juntos seguir este viaje que hemos emprendido hace mucho tiempo”

“

LOS INVITADOS DISFRUTARON DE UN CÓCTEL ÚNICO EN

HOTEL FONTECRUZ

EL ESPACIO ERA UN LUGAR RÚSTICO, CON ENCANTO, muy acogedor, REPLETO DE NATURALEZA, HISTORIA Y VEGETACIÓN La temperatura había bajado poco, pero la sensación térmica era óptima. La zona de los jardines en la que tuvo lugar el cóctel se encontraba a la sombra del edificio del hotel, y a la sombra de los propios árboles de los jardines. Una leve brisa creaba una atmósfera perfecta para disfrutar del cóctel y de la música. Antes de la llegada de los novios, los invitados ya estaban muy animados ¡bailaban hasta la conga! A las 20.30 horas se sumaron los recién casados que no dudaron en unirse a la conga creada por los invitados al ritmo de la charanga. La felicidad se percibía en cada

rincón. En el cóctel se sirvió jamón ibérico, un binomio de gazpachos formado por un gazpacho tradicional y otro de cereza negra, dos canapés servidos en cucharitas: el primero, pulpo con cremoso de patata y aceite rojo; y, el siguiente, de patatas revolconas. También hubo langostinos crujientes con semillas de amapola y salsa de mostaza y regaliz y, por último, hogaza de chistorra al cava que estaba exquisita. Aunque, sin duda, el producto estrella del cóctel fue el jamón. Todo ello, a cargo del catering del propio hotel.

El cóctel, al igual que la ceremonia, tuvo lugar en los jardines del Hotel Fontecruz Ávila Golf. Comenzó alrededor de las 19.30 horas, una vez finalizó la ceremonia civil y los invitados pudieron dar la enhorabuena a la pareja por su unión matrimonial. Mientras los novios se hacían la sesión de fotos oficial como recién casados, la Charanga “La nota de Cebreros” amenizaba la tarde y a los invitados con sus divertidas canciones.

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No había nadie que no tuviera una sonrisa de oreja a oreja. Todos los invitados cantaban, reían y bailaban a excepción de los más mayores que permanecieron sentados pero sin perder detalle de lo que sucedía a su alrededor y, por supuesto, con la misma alegría. El ambiente era claramente festivo y de celebración. Todos los allí presentes adoraban a Diego y a Jose y se mostraban visiblemente felices por su unión. Los más pequeños, corrían por el jardín y jugaban con los mayores y con la mascota canina que amenizaba la velada a los enanos. Del mismo modo contaron con un castillo hinchable donde no dejaron de saltar. Los novios quisieron inmortalizarse con todos sus invitados. Eran fotos para el recuerdo y para algunas de ellas contaron con unas enormes letras tamaño XL, siglas de sus nombres.

FAMILIARES Y AMIGOS DISFRUTARON DE UNA celebración INOLVIDABLE los novios aprovecharon para hacerse fotos con los invitados En el cóctel pudimos diferenciar dos corners temáticos. Por un lado, una mesita con rotuladores para que los invitados firmasen en un árbol de madera hecho a mano. Una manera original y artística de plantear el tradicional libro de firmas, que también lo vimos más tarde durante la fiesta. También encontramos unas cajitas de corazones de madera donde los invitados podrían expresar sus deseos a los novios. En otro corner, más elementos decorativos como una escalera de madera pintada de blanco con la palabra “LOVE” con sus letras apoyada en cada uno de los escalones con adornos florales. Cerca, unas cajas de madera pintada en blanco, también con decoración floral.

EL PEQUEÑO ÁNGEL se divirtió de lo lingo con las siglas XL de sus tíos. La “D” fue su favorita.

un menú DELICIOSO Diego y Jose se decantaron

por una comida riquísima basada en la cocina tradicional con toques innovadores que hizo las delicias de los paladares más exigentes. Todos disfrutaron de lo lindo de un banquete pensado para cada uno de ellos. En una elegante minuta se descubrió el festín gastronómico. El banquete se celebró en uno de los salones del Hotel Fontecruz Ávila Golf. Las mesas eran redondas, incluida la presidencial, vestidas con manteles blancos. Las sillas estaban cubiertas con fundas, también blancas. Los centros de mesa, siguiendo los colores temáticos elegidos, se componían de flores blancas, rosas y verdes. Estos arreglos florales corrieron a cargo de la Floristería Aralia. En cada mesa había un globo con forma de oso de peluche vestido de novio y otros dos iguales, pero mucho más grandes, detrás de la mesa presidencial que les acompañaron hasta el final de la celebración.

50 44 DE ENTRANTE: PASTEL DE CABRATXO Y GAMBAS CON ESCAROLA.

PESCADO: LUBINA EN HOJALDRE CON ESPINACAS, SETAS, Y MUSELINA DE PIMIENTOS DEL PIQUILLO.

KIOSCO SITTING

En uno de los corners temáticos del cóctel pudimos encontrar el sitting plan del banquete. Los novios tienen un kiosco en el centro de Ávila y, por ello, crearon un mini kiosco para plasmar la ubicación de los asistentes durante el convite. Del panel pendían unas revistas pockets como si de un kiosco en miniatura se tratase. En realidad, eran portadas de revistas como Men’s Health o Fotogramas con fotos de la pareja. El nivel de detalle fue tal, que en la mesa en la que sentaron al equipo de Exclusiva, pudimos encontrar la portada con nuestro logo ¡Sois geniales!

CARNE: MEDALLONES DE SOLOMILLO DE IBERICO CON SALSA DE UVAS Y VERDURAS SALTEADAS.

POSTRE: TARTA DE Queso con mango con helado de manzana.

UN BANQUETE DE LO MÁS ANIMADO Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

Mientras los invitados de la boda pasaban al salón donde tendría lugar el banquete, Diego y José Miguel aprovecharon para hacerse más fotos juntos. Para su entrada tenían preparadas bengalas de humo de colores que creó un efecto visual precioso.

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CUMPLEAÑOS

Nada podía hacer sospechar a Alzhara que su prima Lorena tendría el detalle de preparar una tarta temática especial por coincidir su 30 cumpleaños con el día de la boda. La novia, siempre detallista, encargó una tarta de fondant que recreaba una montaña que estaba siendo escalada por una simpática rubia con cierto parecido a Alzhara. Este bonito detalle emocionó a la cumpleañera quien no pudo evitar lanzarse a los brazos de los novios.

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

El ambiente al inicio del banquete, y durante el mismo, era inmejorable. Diego y José Miguel entraban al salón a las 21.18 horas al ritmo de “Madre Tierra”, de Chayanne. Su evidente alegría era contagiosa y todos los invitados se levantaron de sus asientos, bailando y agitando sus servilletas. A su entrada, mientras comenzaba la canción, los recién casados hicieron un brindis con Cava Rigol Artesano Brut Nature, y con unas copas personalizadas con las iniciales de ambos. Diego y Jose recorrieron el salón bailando y saltando junto a sus invitados hasta que llegaron a la mesa presidencial, situada en el lado opuesto a la entrada. La mesa presidencial era redonda, al igual que el resto de las mesas del banquete. En ella se sentaron los familiares más cercanos a los novios: las dos madrinas de la boda, Manuela, la madre de Diego, acompañada también por Felipe, su padre; y los hermanos de Jose, Flor, madrina, y Nelson. No hubo música ambiente durante el banquete, pero nadie la echó en falta pues no tuvieron tiempo. Los novios habían preparado numerosas sorpresas musicales durante la velada.

Una imagen vale mĂĄs que mil palabras. Marina y Alejandro, bailando como dos tortolitos o...Âżcomo dos patitos?

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UNA NOCHE LLENA

DE SOR P RESAS DE NOVIOS A INVITADOS Y VICEVERSA Los recién casados no querían que sus invitados se aburriesen con la espera entre platos, así que tuvieron una original idea. Cada mesa, además de una portada de revista, tenía asignada una canción. Cuando sonaba, los comensales se levantaban a bailar y recibían la visita de los novios quienes, además, les llevaban un bonito regalo de recuerdo. Se trató de una pulsera de tela en la que se podía leer una frase de lo más motivadora: “Piensa, cree, sueña y atrévete” con las iniciales de los novios y la fecha del enlace en un fondo azul con nubes blancas.Algunas de los temas elegidos fueron Sarandonga, La chica Ye-yé, la Bilirrubina, Aserejé, La Bomba, Paquito chocolatero, La Macarena, Agüita Amarilla, Mayonesa, Chuchuwa y La conga. Por si fuera poco baile, ¡también hubo un Flashmob! La precursora fue Flor, hermana de Jose, que más tarde nos confesó que se había unido mucha más gente de la que esperaba, incluyendo

personas que no habían preparado la coreografía ni sabían que se haría una puesta en escena de esta magnitud. Ésta fue la primera sorpresas a los novios ¡Ellos no iban a ser los únicos en dar la nota! La ahijada de Jose, Jennifer, regaló a los novios unas figuras decorativas: dos monos, unos blanco y otro negro pensada para instalarse en su nidito de amor. Indari, quien se define como “prácticamente una hermana” para él, hizo el regalo más curioso y sorprendente a la pareja: ¡Unos gallos! Para ella, simbolizaban la responsabilidad que tendrían que asumir a partir de ese momento. Los novios, entre risas, no daban crédito. Noelia, amiga desde la infancia de Diego, sorprendió a la pareja con mucha pasta. Su presente constaba de dos recipientes de cristal llenos de macarrones. ¿Habrá otro tipo de pasta dentro? Si no nos equivocamos cada macarrón contenía un billete. Tocaba la labor de extraerlos uno a uno.

LOS NIÑOS, FELICES CON SUS REGALOS nos dejaron imágenes tan divertidas como estas.

Durante el banquete, el equipo de La Exclusiva paseó por el salón, mesa por mesa, para captar las mejores instantáneas de los comensales en el transcurso de las sorpresas. En este nuevo apartado de emociones nadie puso obstáculo alguno a dejarse inmortalizar por nuestras cámaras, más bien todo lo contrario. Los padres de Diego, los hermanos de los novios y los dos testigos recibieron también un regalo por parte del matrimonio, como Flor que recibió un colgante. Todos, -los 127 invitados llegados desde diferentes punto de la geografía española e internacional como Marbella, Málaga, Valladolid, Madrid, A Coruña, Canadá, Londres y cómo no, Colombia-, celebraron el detalle.

RECUERDOS de este día Y llegó la hora de los recordatorios. La

pulsera con la inscripción “Piensa, cree, sueña y atrévete”, no era suficiente para los novios que decidieron obsequiar a los invitados con otro regalo, también con una bonita frase. Se trataba de un neceser con unos calcetines en el que se podía leer “La vida es un viaje maravilloso. Sigue acompañándonos en cada paso de nuestro camino. Gracias por estar cerca de nosotros”. Con este presente, repartido por las madrinas entre los asistentes, los novios no solo agradecieron que sus amigos y familiares estuvieran en su boda, sino en su vida. Todo ello mientras sonaba la canción “El regalo más grande”, de Tiziano Ferro. No hubo diferenciación por géneros en los recordatorios ya que Diego y José Miguel querían entregar el mismo regalo tanto a hombres como mujeres. Quienes sí se llevaron algo diferente fueron los niños, a quienes entregaron una hucha con dulces y caramelos en su interior. También para ellos, una “pintacaras” que los puso aún más guapos. Ángel no se lo pensó dos veces y se decantó por Spiderman, su súper héroe preferido. Estaba monísimo. Los amigos y familiares más cercanos al matrimonio quisieron dedicarles un emotivo vídeo que empezó con fotos de la infancia de Diego. Pudimos ver imágenes de José en su infancia y, a continuación, fotografías de los dos como pareja. Para cerrar se proyectaron vídeos de familiares y amigos lanzándoles sus mejores deseos y algún que otro baile. Sin duda, lo mejor del vídeo fue la presencia de los padres de Jose, los grandes ausentes de la ceremonia, ya que no pudieron viajar desde Colombia, pero aportaron su granito de arena participando en el montaje familiar.

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MUY

DULCE

A las once y media de la noche sonaba “Magia”, de Andrés Cepeda. Exponían la tarta nupcial de tres alturas. La llevaba el maitre del Hotel Fontecruz en un carrito con ruedas. La estructura era lo suficientemente alta para que cualquiera pudiera divisarla. Entre risas, y después de que Diego preguntase a la gente si querían “cachitos pequeños o grandes”, los novios procedieron al corte del pastel con una espada. Los primeros en probarla fueron José y Ángel. La tarta estaba riquísima. El sabor elegido por los novios fue queso con mango y helado de manzana. En la parte superior, en la cúspide como suele ser habitual, unos muñequitos de recién casados que la coronaban. Eran bastante grandes y muy graciosos. Una bonita y simpática replica de ellos. El de Diego incluso tenía barba ¡igual que él! Jose y Diego bromearon con la espada y, después, todos se sentaron a degustar el manjar.

BAILE NUPCIAL A la 01.00 horas de la madrugada, los novios entraban a la fiesta. Llegaba el momento del esperado primer baile tradicional como matrimonio. Diego y Jose bailaron “Perfect”, de Ed Sheeran, ¡qué romántico! Pero conociendo a la pareja, no podía terminar ahí. El tema principal dio paso a un remix compuesto por “El Bombero”, “Carnaval” y “A quién le importa”. Los novios se cambiaron para la ocasión delante de todos. Se despojaron de sus chaquetas, corbatas y el chalecos para, de inmediato, colocarse una bonita, original y simpática pajarita luminosa, unos tirantes rojos y, para la parte de “El bombero”, un casco rojo de bomberos. Una vez más, Diego y José Miguel dejaron sin palabras a sus invitados. Mientras ejecutaban su estudiada coreografía, los invitados los rodearon en círculo y, poco a poco, se sumaron al baile.

SECUENCIA COMPLETA:

Un poco antes de las doce y media, a los invitados les aguardaba otra sorpresa. Todos los asistentes tuvieron que salir a la puerta del hotel a petición de los novios. Ya fuera se notaba la bajada de temperatura. Era noche cerrada y el viento no cesaba. Algunas de las invitadas se cubrían los hombros con chaquetas de los hombres o con sus propias manos. ¿Qué iba a suceder? ¡Fuegos artificiales para rematar una velada inolvidable!. A Bea les encantó pero sufrió porque su hija estaba dormida en el carrito y, con el ruido de los fuegos, se despertó. Merecía la pena abrir los ojos porque el espectáculo era mayúsculo. Los asistentes no daban crédito.

UNA FIESTA INOLVIDABLE

La última sorpresa estaba por llegar, aunque los novios ya imaginaban que alguien estaba preparando algo. Raquel, amiga íntima de ambos, cogió el micrófono y la anunció: iba a actuar el Grupo de Baile Español Inma González. La actuación del grupo fue un regalo de su amiga Edu, quien no pudo asistir a la boda. El Grupo de Inma González bailó varias canciones como “Despacito”, de Luis Fonsi, “Amores”, de Ecos del Rocío o “La isla del amor”, de Demarco. Los novios y los asistentes observaban perplejos a los artista. “Sospechábamos algo pero no nos esperábamos esto para nada”, nos confesaban los receptores de la sorpresa que no paraban de aplaudir en cada nota.

Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

A las 00.30 horas los invitados pasaron a la fiesta que se celebraría en una gran sala contigua al salón. Nada más entrar, a la izquierda, encontramos un Candy Bar preparado por los novios y pensado para los peques de la familia, aunque nadie, mayores incluidos, se fue sin probar algo. En él, desde chucherías hasta Miguelitos pasando por yemas de Santa Teresa y Donuts artesanales, ¿quién podría resistirse? A la derecha, un fotomatón en el que los novios y los invitados podrían hacerse fotos con todo tipo de accesorios como sombreros, gafas o collares de flores de estilo hawaiano. El photocall lo preparó Felipe, el hermano de Diego, a quien vimos haciendo fotografías a lo largo

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CUMPLEAÑOS

de la tarde. Pasado el Candy Bar, la barra en la que dos camareros del hotel no cesaban de preparar copas. Y no podemos dejar de mencionar la zona colombiana, presidida por la bandera del país, justo en frente de la barra. Se trataba de una mesa con productos colombianos, “pasabocas”, formatos pequeños de arepas, yuca, ají colombiano, empanadas o bocadillos (queso pinchado en la piña), típicos en las fiestas. No podía faltar en la mesa la India Catalina de Cartagena de Indias. Las primeras canciones en sonar en la fiesta fueron salsas colombianas, nuevamente de la mano del Dúo Dos Soles, íntimos amigos de la familia.

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

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CUMPLEAÑOS

Los novios y convidados disfrutaron cada momento con mucho ritmo en una jornada que jamás olvidarán. El fotomatón se convirtió en el epicentro de la fiesta y nos dejó instantáneas tan divertidadas como estas. El fondo croma losTARTA trasladabaPARA a la Muralla UNA LOSde Ávila, la misma elegida para la tarjeta de las invitaciones.

MÁS GOLOSOS

La noche prosiguió hasta que aguantaron los pies. Fue una boda perfecta en un ambiente mágico, lleno de vivencias especiales. Destacó el amor que se respiraba en el aire y la atención recibida por parte de los novios. Terminó así un día único celebrado con muchas ganas e ilusión.

Al día siguiente, para rematar la celebración familar, se organizó una jornada de barbacoa y piscina en el mismo hotel. El lunes 8 de julio, Diego y José Miguel se escaparían juntos a visitar varios lugares de Cantabria. Pero como una luna de miel tiene que ser a lo grande, ellos tienen pensado celebrarla más adelante. Su idea es viajar a Canadá y Estados Unidos durante el mes de octubre, pero aún no lo tienen planificado. De nuevo, como han hecho desde que se conocieron, se dejarán fluir. Cualquier destino es bueno para celebrar su amor, “infinito”. Desde el equipo de Exclusiva os deseamos todo lo mejor. Os lo merecéis.

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¡Sed muy felices!