La Tierra. Teoria

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LA TIERRA ESPACIOS NATURALES DE NUESTRO PLANETA Y PRIMEROS POBLADORES INTRODUCCIÓN La zona de nuestro planeta en la que se desarrolla la vida humana es relativamente pequeña pero extraordinariamente compleja. Las condiciones atmosféricas ejercen una poderosa influencia sobre ella. La variación de algunas de estas condiciones de un lugar a otro, debido a la dinámica interrelacionada de los distintos factores geográficos, da lugar a determinadas combinaciones o sistemas llamados paisajes naturales. La Tierra se formó hace unos 4.600 millones de años. Es el tercer planeta más cercano al Sol y el único del Sistema Solar donde existe vida. Ésta apareció hace más de 2.000 millones de años gracias a las siguientes condiciones favorables: 1. La temperatura es moderada debido a su distancia del Sol, unos 150 millones de kilómetros. 2. Está rodeada de una capa gaseosa, la atmósfera, que la protege de las radiaciones dañinas procedentes del Sol, ayuda a regular la temperatura y contiene gases imprescindibles para la vida como el oxígeno. 3. Dispone de agua líquida en la superficie. Fue en este medio donde apareció la vida en forma de bacterias y algas, de las que derivan los seres vivos. El espacio natural es un conjunto dinámico e interrelacionado de elementos inertes (sistemas físicos) y de seres vivos (sistemas biológicos). La superficie de nuestro planeta está repartida entre grandes masas de agua, que cubren más del 70% de la superficie terráquea, y las tierras emergidas, que ocupan el resto. En el hemisferio norte predominan los continentes y en el sur, los océanos. – Continentes: son grandes extensiones de tierras emergidas rodeadas por océanos y mares. Las islas son porciones de tierras emergidas de menor tamaño que los continentes. Los seis continentes de la Tierra, ordenados de mayor a menor extensión son: Asia, América, África, Antártica, Europa, Oceanía. – Océanos: son grandes masas de aguas saladas que cubren las depresiones de la corteza terrestre. Los mares son porciones de océanos, cercanas a las costas y con profundidades menores, que por razones históricas o culturales tiene nombre propio. Los cinco océanos de la tierra ordenados por extensión son: Pacífico, Atlántico, Índico, Glacial Ártico y Glacial Antártico.


Los factores físicos que constituyen los espacios naturales del planeta . La estructura externa de la Tierra se compone de varias partes: – La litosfera: es la capa sólida más externa. Sus diversas formas constituyen el relieve terrestre. – La hidrosfera es la capa que comprende todas las aguas del planeta, dulces y saladas. – La atmósfera es la capa gaseosa que envuelve la Tierra. En ella ocurren los fenómenos meteorológicos que dan lugar a los climas. – La biosfera es la capa que comprende la superficie terrestre, litosfera e hidrosfera, y la porción de atmósfera más próxima a ella. En ella es donde desarrollan su actividad los seres vivos. La litosfera. El relieve de la Tierra. Es el conjunto de formas que presenta la superficie terrestre. Se puede dividir en dos grandes conjuntos: a) Relieve continental o de las tierras emergidas: Según la altitud, la forma y las dimensiones se establecen cuatro formas básicas: – Las llanuras: Son extensas áreas planas que están situadas a menos de 200 metros de altitud sobre el nivel del mar. Suelen estar recorridas por ríos que excavan depresiones alargadas, denominadas valles. – Las mesetas: Son llanuras elevadas a más de 200 metros de altitud sobre el nivel del mar. Las que están situadas a gran altitud se denominan altiplanos. – Las montañas: Son elevaciones del terreno con fuerte pendiente y con una altitud superior a 600 metros. Suelen presentarse agrupadas en grandes conjuntos, denominados sierras o cordilleras según su altitud y longitud. – Las depresiones: Son áreas hundidas. – Las costas son la línea de contacto entre la superficie de los continentes y los océanos y mares. Se diferencian por su altura y por su forma. Los accidentes costeros más frecuentes son los cabos, los golfos, las penínsulas, las rías y los fiordos. b) Relieve oceánico o de las tierras sumergidas: Es mucho menos irregular que el continental y se distinguen las formas siguientes: plataforma continental, talud continental y llanuras abisales, éstas últimas accidentadas por dorsales y fosas oceánicas. La Hidrosfera. Las aguas de la Tierra.


Su reparto es desigual. El agua salada de los océanos y mares supone el 97,5% del total, mientras que el agua dulce sólo representa el 2,5% restante. Las aguas marinas se encuentran en permanente movimiento. Este movimiento es de tres tipos: olas, mareas, corrientes marinas. Las aguas continentales son dulces e incluyen glaciares, ríos, lagos y acuíferos. Los ríos son cursos de agua dulce que corren a desembocar en el mar o en otros de mayor caudal, del que son sus afluentes. La Atmósfera. Tiempo y clima. Es la capa gaseosa que envuelve la tierra. Está formada por diversos gases, entre otros, oxígeno, y por vapor de agua. De todas las capas que la constituyen la más importante es la troposfera, que se extiende desde la superficie terrestre hasta los 12 kms. de altitud. En ella se producen los fenómenos metereológicos, responsables de la diversidad de los tipos de tiempo y de climas existentes en la Tierra. El tiempo atmosférico es el estado de la atmósfera sobre un lugar y momento determinado. La ciencia que lo estudia es la meteorología. Los meteorólogos realizan las predicciones basándose en los datos diarios de temperatura, humedad, viento, presión atmosférica y precipitaciones. El clima se establece a partir de la repetición de los tipos de tiempo a lo largo de los años sobre un lugar determinado. La ciencia que lo estudia es la climatología. En la Tierra existen cinco zonas térmicas basadas en la diferencia de latitud (distancia de un punto de la Tierra al ecuador medida en grados): ­Una zona cálida o intertropical, situada entre los trópicos de Cáncer y de Capricornio. Se caracteriza por su elevada temperatura media. Los climas cálidos son el ecuatorial, el tropical y el desértico cálido, diferenciados por la mayor o menor cantidad de precipitaciones. ­Dos zonas templadas, localizadas entre los trópicos y los círculos polares de cada hemisferio. Se caracterizan por los fuertes contrastes térmicos a lo largo del año que permiten diferenciar una estación cálida, otra fría y dos de transición. Los climas templados son: oceánico, mediterráneo, continental y desértico frío. ­ Dos zonas frías, entre los círculos polares y los polos. También se localizan en las altas montañas de la Tierra. Frío intenso, ausencia de verano. Los climas fríos son: polar y de alta montaña.


Los factores biológicos de los espacios naturales. La vegetación es el conjunto de especies vegetales o plantas existentes en un territorio. En la Tierra se distinguen tres tipos de formaciones vegetales: el bosque (árboles), matorral (plantas sin tronco, las ramas parten del suelo) y pradera (hierbas). Estas formaciones vegetales se componen de diversas variedades de especies, adaptadas al medio físico en el que se desarrollan. En su distribución sobre la Tierra influyen el relieve, el suelo y, sobre todo, las condiciones climáticas. La fauna es el conjunto de animales que habita un lugar. El tipo de fauna depende de las características del medio físico al que se encuentran adaptados los animales y del que dependen para su supervivencia. Rasgos básicos de los biomas y las formaciones vegetales. Los biomas o medios naturales (o grandes regiones biogeográficas) son grandes ecosistemas que abarcan áreas extensas en las que predomina cierto tipo de vegetación. En ellas se forman comunidades de animales y vegetales más o menos estables que se ven influenciadas por factores similares en toda su extensión. A) Los medios naturales o biomas de la zona cálida se localizan en el área intertropical. En esta zona existe una elevada insolación a lo largo de todo el año, pero las precipitaciones anuales son muy variadas, lo que permite diferenciar tres medios asociados con las tres variedades climáticas: – El medio ecuatorial: se localiza en una estrecha franja en torno al ecuador. En el clima ecuatorial no existe más que una estación cálida y ningún mes es seco. La humedad ambiental es muy elevada. La vegetación típica es la selva, en la que la cantidad y la variedad vegetal es inmensa. La vegetación se encuentra distribuida de forma que los árboles más altos forman un techo, bajo en cual viven otras especies en forma desordenada y enmarañada (lianas, enredaderas, helechos...). Esta variedad vegetal permite la existencia de una gran cantidad y variedad de animales: monos, reptiles, aves, insectos y mamíferos depredadores. Las cuencas de los ríos Amazonas y Congo o el golfo de Guinea son zonas representativas del medio ecuatorial. – El medio tropical: las temperaturas son también elevadas, pero existe una estación lluviosa (verano) y otra seca (invierno). Como consecuencia los ríos tropicales (el Nilo y el Níger en África, el Orinoco en América del Sur o el


Mekong en Asia) presentan grandes variaciones de caudal. La sabana es una formación típica de los climas tropicales. Los pocos árboles que se encuentran, como el baobab o la acacia, están rodeados por altas hierbas que crecen en las épocas de lluvia y que desaparecen casi totalmente al llegar la estación seca. Los animales herbívoros viven en rebaños y realizan migraciones para procurar su alimento en las épocas secas. Los carnívoros son leones, tigres y leopardos. El medio desértico cálido: el rasgo más característico en cuanto a las temperaturas es su enorme oscilación entre el día y la noche. Las precipitaciones son muy escasas o inexistentes. La vegetación es muy escasa. En las zonas de transición aparece la estepa, de pastos duros y plantas espinosas, como cactus o matorrales. Donde hay agua aparecen oasis de vegetación abundante entre la que destaca la palmera. La fauna es escasa y poco variada: reptiles, escorpiones o mamíferos como los camellos o dromedarios.

B) Los medios naturales o biomas de la zona templada se localizan entre los trópicos y los círculos polares de cada hemisferio. Las diferencias climáticas dependen de la latitud y de la distancia al mar. –

El medio oceánico. Se localiza en las fachadas occidentales de los continentes. Las temperaturas son suaves y las precipitaciones abundantes. La vegetación típica es la del bosque caducifolio (robles, hayas, castaños...) y las hierbas de los prados naturales, en los que pasta el ganado. El medio mediterráneo. Se localiza en torno al mar Mediterráneo. Sus temperaturas son más variadas y las precipitaciones escasas e irregulares. La vegetación característica es el bosque perennifolio (encinas, pinos, alcornoques...) y el matorral de hojas aromáticas (romero, tomillo, jara, espliego...). La fauna es muy variada. El medio continental. Se localiza en el interior de los continentes, en zonas alejadas de la influencia del mar. Las temperaturas son bastante extremas tanto en verano como en invierno (los ríos se hielan en invierno). Las precipitaciones se concentran en el verano. Su formación vegetal más característica es la taiga (pino, abeto, alerce, abedul) que termina dando paso a la pradera. La fauna es también muy variada (renos, osos...).

C) Los medios naturales de la zona fría. ­ Los medios polares, se localizan en los círculos polares Ártico y Antártico. El clima polar es muy frío y seco. La vegetación característica en las zonas en las que la temperatura sube en algún mes por encima de los 0º C. es la tundra, que está formada por musgos y líquenes. Además de otras especies, abundan los pingüinos y los osos polares. ­ El medio de montaña se localiza en cualquier altitud, en los diversos sistemas


montañosos de la Tierra. Los espacios naturales de Europa, España y Andalucía. En Europa los medios naturales son los propios de la zona templada, aunque de manera puntual también están representados los de la zona fría. La península Ibérica, España, se localiza en la zona templada de la Tierra. Sus medios naturales son el oceánico, el mediterráneo y, en el caso de las islas Canarias, el subtropical. Todos han sufrido una transformación muy intensa debido a la acción humana. El rasgo más destacable de España es la diversidad de paisajes, climas y formas culturales. En parte, esto es debido a que la península se encuentra entre dos continentes muy diferentes, Europa y África En la zona oceánica, en el norte de la península, aparecen las características señaladas para este medio natural. Es la zona que conocemos como la España húmeda. Su paisaje más característico es el de prados verdes, bosques de hoja caduca con grandes árboles, días nublados... El poblamiento es disperso y son tradicionales el minifundio y la explotación ganadera. Las principales ciudades como Vigo, La Coruña, Oviedo, Gijón, Santander o Bilbao concentran las actividades industriales y del sector servicios. El medio mediterráneo se extiende al sur del anterior. Se trata de la España árida en la que los ríos tienen un caudal irregular. La población está más concentrada que en el caso anterior y el índice de densidad es más alto en zonas como Madrid, la costa del litoral mediterráneo o las islas Baleares. La agricultura más característica es la de secano. La mayoría de la población trabaja en el sector terciario. Sirvan de ejemplo ciudades como Zaragoza, Valladolid, Sevilla o Barcelona. Las islas Canarias son de origen volcánico y tienen una latitud más meridional que la península. Estas características son determinantes para que su variedad climática sea distinta y su medio natural el subtropical. Las temperaturas son suaves todo el año y las precipitaciones son escasas. La vegetación está adaptada a estas peculiaridades y, por lo tanto, es distinta a la peninsular. Su bosque más característico es la laurisilva. Son muy representativos los dragos, las sabinas y los pinos canarios. La población se concentra en el norte de las islas, especialmente en Gran Canaria y en Tenerife, donde vive el 80% del total. A parte de otras actividades, el turismo es fundamental para el desarrollo económico del archipiélago. Andalucía se sitúa en el sur de la península ibérica entre el borde meridional de la


meseta y el continente africano, entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Su relieve es muy variado y en él se distinguen tres unidades: Sierra Morena, la depresión del Guadalquivir y los Sistemas Béticos. Los rasgos del medio natural de Andalucía están determinados por ser ésta una zona de clima mediterráneo, aunque presenta todas sus variedades: desde la atlántica de la costa de Cádiz, a la desértica de Almería. Los ríos, en general, son cortos e irregulares, y se dividen en dos vertientes: la atlántica y la mediterránea. El Guadalquivir, que desemboca en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), es el más importante. Las zonas más pobladas de la comunidad están en el litoral donde la actividad económica está centrada en el sector servicios y especialmente, desde los últimos años, en el turismo. La agricultura de secano convive con la de regadío. La forma tradicional del paisaje está determinada por la población concentrada, la gran propiedad(latifundio) y un modelo de arquitectura adaptado a las muchas horas de sol y a la irregularidad y escasez de de precipitaciones. Los problemas medioambientales de nuestro país son comunes a Europa y a Andalucía. Los más importantes son la contaminación atmosférica, la sobreexplotación y contaminación de las aguas, la deforestación y los incendios forestales, la especulación inmobiliaria y la producción de residuos. En el caso de la comunidad autónoma andaluza es importante mencionar además la desertificación y erosión del suelo y el deterioro de las zonas costeras. La defensa del medio ambiente es una obligación de las instituciones públicas y de todos los ciudadanos. El movimiento ecologista surgió en los años sesenta planteando una visión crítica del progreso a costa del patrimonio común que es la naturaleza.

LA OCUPACIÓN DE LOS ESPACIOS NATURALES DEL PLANETA POR LOS PRIMEROS SERES HUMANOS. El ser humano es producto de una larga evolución llamada hominización. Los fósiles, que son huesos que se han petrificado después de quedar enterrados, enseñan cuándo aparecieron y se extinguieron las diferentes especies. El proceso de hominización es la progresiva adquisición por los homínidos de rasgos propios que los diferencian de los primates. Comenzó en África, hace unos cinco millones de años y la causa pudo ser un cambio climático, que motivó el paso de un medio tropical húmedo con bosques a otro de sabana más seco y desarbolado. Esto obligaría a ciertos primates cuya alimentación era básicamente vegetariana a descender de los árboles, adoptar una marcha bípeda y buscar nuevos alimentos.


Durante cuatro millones de años sólo había seres humanos en África. Vivían en un clima cálido, en un medio natural similar al de la sabana, con grandes praderas de hierbas salpicadas con árboles aislados. Convivían con animales como leones, hipopótamos, elefantes y cocodrilos. Somos una especie emigrante. Los primeros habitantes del planeta se trasladaban de unos lugares a otros en busca de comida. Estas expediciones les fueron llevando a lugares cada vez más lejanos: primero se extendieron por África, después por Asia y Europa, de Asia pasaron a Oceanía y, finalmente llegaron a América a través del Estrecho de Bering. En Europa vivieron tres especies humanas: –

Los restos más antiguos se han encontrado en Atapuerca (España, Burgos). Tienen 800.000 años de antigüedad y pertenecen al Homo antecesor. Hace unos 150.000 años en Europa vivió el Hombre de Neandertal. Bastante parecido al sapiens, aunque más robusto y de menor estatura. Fue el primero en enterrar a sus muertos. El Homo sapiens es la especie a la cual pertenecemos. Tenía mayor capacidad intelectual que el neanderthal por lo que pudo inventar herramientas y desarrollar el lenguaje. Todo esto fue fundamental para su supervivencia. También inventó el arte.

En Europa, Asia y América nuestros antepasados tuvieron que adaptarse al medio frío: utilizaron cuevas, pieles y el fuego como medio de supervivencia. Los animales con los que convivían entonces eran osos, mamuts, renos, ciervos, bisontes... Llamamos prehistoria al periodo de tiempo transcurrido entre la aparición del ser humano, hace 2,4 millones de años aproximadamente, capaz de fabricar instrumentos, y la invención de la escritura hacia el 3.000 antes de Cristo. Por lo tanto, lo que caracteriza a la prehistoria es la ausencia de textos escritos. Durante la Prehistoria el hombre aprendió a pulir piedras y a fundir metales para confeccionar sus herramientas; descubrió el fuego; inventó la cerámica, el bote a vela, la rueda, el telar, el huso y el arado, y quizás lo más importante, pasó de la vida nómada basada en al pastoreo, la caza y la recolección de frutos, a la vida sedentaria, tras el descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Las etapas en las que se divide este largo periodo de tiempo se basan, entre otros aspectos, en el material con el que los seres humanos fabrican instrumentos: la piedra o el metal.


Paleolítico. El primer periodo de la prehistoria y el más largo es el Paleolítico (5 millones de años ­ 10.000 años). Es el periodo de la piedra tallada. La vida humana en el paleolítico se caracterizó por los siguientes rasgos: –

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Clima adverso. Alternaron periodos glaciales, en los que el hielo cubrió extensos territorios, y periodos interglaciares, de temperaturas más moderadas. Economía depredadora. El ser humano no reponía lo que consumía y dependía de ella totalmente para su alimentación. La caza era la actividad más complicada. Obligó a los hombres a trabajar en grupo, adesarrollar habilidades como el lenguaje y a mejorar las técnicas de la fabricación de armas. Las herramientas que utilizaban eran de piedra: puntas de flecha, cuchillos y bifaces (hachas de mano que cortaban por las dos caras). También usaban el hueso y la madera para fabricar agujas, arpones y anzuelos. Preferentemente las presas eran los grandes herbívoros con los que compartían el medio. El uso del fuego está atestiguado, al menos, desde hace 400.000 años. La forma básica de organización era la tribu donde se desarrollaban relaciones de solidaridad y de organización para la supervivencia. La alimentación estaba basada en la caza y en la recolección, de la que principalmente se encargarían las mujeres. Vestían las pieles de animales que cazaban para protegerse del frío. Asociadas a la caza, a los nacimientos y las muertes, también debieron desarrollarse creencias en espíritus que favoreciesen a los hombres. En el paleolítico se enterraba a los muertos rodeados de objetos de valor como armas, amuletos, collares, alimentos...

Las primeras representaciones artísticas. Hace unos 35.000 años los seres humanos realizaron las primeras obras de arte. Es decir, nuestros antepasados amaban la belleza y tenían sensibilidad artística. Se expresaban de una manera simbólica. La pintura rupestre paleolítica (realizada sobre la roca) se caracteriza por ser muy realista en las imágenes de animales, utilizar diferentes colores (rojo y negro) y representar figuras aisladas. Es muy probable que estas pinturas estuvieran asociadas a ritos o prácticas religiosos relacionados con la caza. La cueva de Altamira en España (Santander) es uno de los yacimientos más importantes. Otras manifestaciones artísticas son los grabados sobre rocas y huesos de figuras de


animales. Las esculturas son casi siempre de mujeres, venus, a las que se les exagera los órganos sexuales en relación con las creencias que propiciaban los ritos relacionados con la fertilidad. Las huellas de las culturas paleolíticas en Andalucía. En la cuenca de Guadix­Baza (Granada) se encuentran los restos más antiguos de la presencia del ser humano en Andalucía. Se han encontrado útiles de piedra que rondan el millón de años. El arte paleolítico andaluz tiene como exponente la cueva de la Pileta en Benaoján (Málaga). Con representaciones de caballos y otros animales.


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