Periódico De La Urbe

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AÑO 8 • No. 40 • MEDELLÍN, JUNIO DE 2008• ISSN 1657-2556 • FACULTAD DE COMUNICACIONES • UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Tras cinco años del incendio en Mano de Dios, la urbanización prometida a los damnificados presenta anomalías.

P. 4 y 5

La homofobia es uno de los más preocupantes casos de intolerancia y violencia física en la ciudad. P. 6

Foto: Julián Roldan

Un cardenal ultraconservador y polémico, detractor a ultranza del aborto y la anticoncepción. Perfil de Alfonso López Trujillo.

P. 16

Libertad condicional La criminalización de la política y la grave crisis institucional del país bajo la mirada y el análisis de Claudia López.

P. 18 y 19

Salir de la cárcel no significa el fin de la condena. Miles de pospenados se enfrentan a señalamientos, censuras y prejuicios que truncan su normal desarrollo como seres sociales.


EDITORIAL

Junio de 2008

El naufragio Por estos días, y gracias al invierno, los colombianos que se pueden dar el lujo de vivir en terrenos secos y planos, bajo un techo seguro, que pueden contemplar la lluvia cómodamente desde sus ventanas, han sido testigos una vez más del interminable desfile de personas desamparadas, víctimas de las nubes negras que se ciernen sobre el país. Esta es una oportunidad que ofrece la naturaleza de ver de cerca la otra Colombia, la que es víctima del terrorismo ejercido por la naturaleza contra sus existencias inermes. Contra la aleve agresión del clima no hay consejo comunitario que valga, ni seguridad democrática que los cobije. Desde siempre, las corrientes alimentadas por semanas de lluvias incesantes han desbordado los cauces de los rios, invadido terrenos, destruido cultivos, ahogado reces. Esto es tan inevitable como los inviernos, los vendavales y los cielos oscuros sobre el territorio de Colombia. Siempre habrá damnificados, gentes muy pobres cuyas vidas transcurren en riveras, en frágiles barrancos, expuestas a ríos embravecidos, torrentes y derrumbes desbocados que terminan llevándose las pocas pertenencias que han logrado reunir entre una y otra inundación, sus precarios ranchos de madera y tejas, cuando no la vida. “Lo perdimos todo” es la frase más común que se oye cuando piden ayuda, ante los micrófonos y las cámara —en tales circunstancias ese “todo” se convierte en un eufemismo demasiado grande para abarcar unas cuantas gallinas, chécheres de madera, ollas, colchones, ropas raídas—, a periodistas que hacen su trabajo en botas pantaneras y con el agua a la cintura. Las nubes negras del invierno no son las únicas que se posan sobre la nación colombiana. Ni siquiera el invierno puede ocultar el diluvio político que cada vez más hunde al país en un naufragio moral. Y así como siempre ha habido lluvias, ríos e inundaciones, los colombianos se han acostumbrado a ver desfilar a través de las páginas de los periódicos, los aparatos de radio y las pantallas de televisión, a los políticos profesionales que han usufructuado el poder que les han dado los ciudadanos que votan, muchos de ellos intimidados por las armas. Ellos no dicen: “Lo perdimos todo”, sino: “Somos inocentes”, mientras que sus colegas-cómpli-

ces se lavan las manos y se las arreglan para “hundir” —la metáfora no es gratuita— la tímida y vergonzante reforma política con la que pretendían resarcir sus errores. Así como la naturaleza se han ensañado sobre los más débiles, quienes no tienen otra alternativa que invadir terrenos anegables y deleznables barrancos para levantar sus ranchos; los políticos profesionales han “agraciado” al país con sus virtudes y cualidades. Siempre lo han hecho y lo seguirán haciendo, por lo menos mientras los colombianos ignorantes de su propia historia y acostumbrados a ver desfilar la corrupción y la desidia vestidas de corbata bajo el alias de “Doctor”, sigan creyendo que es preferible seguir por donde vamos con tal de derrotar a los fantasmas de unos trogloditas políticos acorralados en la jungla, que ha sido utilizado por los genios del poder para justificar su propia descomposición. En ese sentido, pocas veces unos guerrilleros idiotas habían sido tan útiles. Colombia es un país cautivo, y no sólo del invierno. La sensación de impotencia se extiende, desde los dueños de las burbujas que no pueden transitar por las carreteras —ya no debido a los retenes ilegales sino a los inefables derrumbes— hasta los ciudadanos del común que contemplan atónitos el espectáculo grotesco de una clase política que se elige y reelige cada vez que puede, que tiene todas las cartas en su poder, incluyendo las armas, y no permite, ni permitirá, así sea a sangre y fuego, que evolucionemos hacia una sociedad justa, auténticamente segura y democrática. Es como el uruburo, la serpiente que se devora a sí misma. Porque combatir la pobreza hace mucho tiempo desapareció de la agenda oficial. Ya se acostumbró al país a creer que el subdesarrollo es su estado natural, así como es inevitable que se desborden los ríos y se derrumben los barrancos. Y poco a poco, si las cosas siguen como van, la gente terminará acostumbrándose a creer que la disidencia es peligrosa, que detrás de la protesta y la rebeldía contra la injusticia, se esconde el coco del terrorismo. Mientras tanto, quienes han saboreado las mieles del poder, seguirán haciendo de las suyas para que cada vez haya menos ricos más ricos y más pobres más pobres.

Ridículas palabras

Juan Pablo Muñoz P. rafaelusman@hotmail.com

Casi quinientos años antes de Jesucristo, el poeta griego Sófocles ponía en los labios de Antígona las palabras que sentenciaban la necesidad más urgente del hombre: compartir amor y no odio. Ya hace mucho de eso y nada que lo conseguimos. Podemos alunizar pero todavía no ponemos los pies en la tierra; clonamos seres vivos pero de nada nos sirve entender el milagro de la reproducción en serie del genoma humano si pensamos la vida siendo consecuentes solo con la muerte; podemos ver con cámaras microscópicas lo que hay dentro de los cuerpos, o ver más allá en otras galaxias pero no podemos mirarnos hacia adentro para comprender que vamos en camino de la autodestrucción. Sófocles, Eurípides y Esquilo inmortalizaron con su literatura la tragedia del hombre para que no se repitieran sus historias. Luego vino Shakespeare y nadie desconfió de la semejanza de sus argumentos con la realidad. Hoy, basta con encender la tele y comparar las novelas con los noticieros. Más de veinte siglos de historias repetidas y no hemos evolucionado nada, somos hombres del Neanderthal escuchando en un Ipod argumentos repetidos desde hace siglos, musicalizados ahora pegajosamente para que nos restreguemos en la cara y por el resto del cuerpo, nuestras vulgares y lastimeras historias de vida. Sócrates y toda su cohorte de pensadores estarían avergonzados, se preguntarían: ¿Y dónde quedaron las promesas del Ágora? Allá mismo, les responderían nuestros representantes en el congreso de sabios. La paz de Colombia sigue siendo una utopía y el tan anhelado amor que propuso Antígona, para nuestro país no es más que un amor platónico. A los que no leyeron esta tragedia, he aquí un resumen amañado, pero más fiel a la realidad que el del noticiero de las siete: Colombia, nuestra Antígona, tiene en frente el cuerpo de dos hermanos muertos que se enfrentaron cada uno luchando por sus ideales y creencias dirigidas al bien común. Colombia ve cómo a uno, el soldado héroe Carlos Hernández León, nuestro Eteocles, se le da sepultura entre cantos de victoria, libaciones y honores militares; el otro, el guerrillero Raúl Reyes, Polínices, es despreciado por irse contra su país, según dijo el Rey Creonte del poeta, y el nuestro también: Uribe. Antígona, temerosa,

no se acerca a reclamar el cuerpo. Sabe que Creonte vigila atento. A Polínices se le niega el honor de una tumba y es arrojado en una fosa. ¿Cuánto tenemos que esperar para que un estallido de dignidad de nuestra Antígona dé a sus muertos como mínimo una sepultura decente? La Antígona de Sófocles, muy lejana a la nuestra, “se decide por la única opción que le parece correcta. Con valentía, se escabulle y burla la ley absurda que promulgó Creonte. Ella no es como el resto de gente de Tebas, que no se atreve a cuestionar los mandatos del tirano y se queda callada. Antígona toma las riendas del caso y sigue a sus impulsos de amor y de respeto a las leyes divinas; ella sabe que está haciendo lo correcto y que luego será Creonte quien se arrepentirá” dice Leandrohth en www.ciao.es. No hemos evolucionado, al contrario, nos comportamos como Ismene, la hermana indiferente, viendo un reguero de sangre de cadáveres familiares y nada, miramos al horizonte y seguimos siendo víctimas abnegadas del funesto sino. En las tragedias griegas por lo menos vemos asomos de dignidad, de la cual nuestro país carece. Carecemos de memoria y sufrimos una amnesia anestésica que nos hace permanecer en la barbarie y en un estado catatónico y mudo, o si hablamos es para escupir sandeces, porque, como dice un amigo, llevamos “cinco mil años de ridículas palabras, tanto pasado y tanto futuro juntos en el noticiero de las siete, tanta baba milenaria, ¡te alabamos baba!”, ¡ay, cómo es que nos toca ser testigos de esta hecatombe!, ¡y otros todavía esperándola! ¿Qué será lo que todavía no ven? Hoy en pleno siglo XXI, donde la tecnología y sus avances nos desbordan con tanto descreste, asistimos al más bochornoso de los espectáculos: en pantalla gigante vemos cómo nos despedazamos los cuerpos por una bolsa de dinero, o por el derecho a la libertad muy al estilo de los clásicos gladiadores romanos. Vámonos un poco más atrás que no está lejos de la realidad, falta poco para que dejemos los cuerpos de nuestros detractores a merced de la intemperie para que los animales dispongan como en las tragedias griegas.

FACULTAD DE COMUNICACIONES

Número 40 Junio de 2008 Comité Editorial Sistema De La Urbe Carlos Agudelo, Heiner Castañeda, Luis Carlos Hincapié, Patricia Nieto, Elvia Acevedo, Gonzalo Medina Coordinadora Sistema De La Urbe Patricia Nieto Dirección Comité Editorial Sistema De La Urbe Coordinación Editorial Javier Ignacio Tabares Anamaría Bedoya Diagramación Javier Ignacio Tabares Carolina Londoño Reporteros Víctor Casas, Andrea Aldana, Víctor Vargas, Maritza Ruiz, Mónica Ospina, Maria Camila Vera, Julián Henao, Juan Diego Restrepo T., Edna Liliana Guerrero, Andrés Felipe Maldonado,Yira Paola Plaza, Helena Cortéz Fotografía Julián Roldán, Víctor Vargas Ilustradores Pablo Pérez, Javier Ignacio Tabares, Esteban Arenas, Sergio González, Víctor Vargas Imagen Portada Julián Roldán Correctores Margarita Isaza Mario Aguiar Catalina Vásquez Colaboradores Juan Diego Restrepo, Gonzalo Medina, Guillermo Zuluaga Ceballos, Catalina Vásquez, Paula Camila Osorio Impresión La Patria - Manizales UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Rector Alberto Uribe Correa Facultad de Comunicaciones Decano Edison Darío Neira Palacio Jefa Departamento de Comunicación Social Deisy Katherine García Franco Ciudad Universitaria Calle 67 Nº 53·108 Bloque 12, oficina 122 Teléfono 219 59 12 Fax 233 47 24 Medellín, Colombia Las opiniones expresadas por los autores no comprometen a la Universidad de Antioquia CIRCULACIÓN 10.000 EJEMPLARES


OPINIÓN

Ingrid y los demás

Víctor Vargas vivaxudea@yahoo.es

En los televisores la noticia interrumpirá las novelas de la tarde. Las revistas y los periódicos imprimirán ediciones extras. Las amas de casa, las madres, y sin duda muchos hombres llorarán de alegría. Organizaciones, presidentes y personalidades se pronunciarán, y la felicidad por la liberación de Ingrid Betancurt nos contagiará a todos. Con el corazón esperamos ese día y con el corazón se le recibirá, pero sinceramente espero que ese día, además de la ciudadana colombo francesa, lleguen también los militares y policías que hoy permanecen en cautiverio. Porque lo que más ha dificultado su liberación es la retención de personas de alta connotación como Ingrid Betancurt. Desde ese momento pasaron a un segundo plano, dejaron de llamarse por sus nombres propios y empezaron a ser mencionados por los medios, en el país y fuera de él, con la muletilla, -por cierto indefinida- de los otros, los demás secuestrados. Personas de origen humilde, hijos de campesinos, gentes sencillas que fueron retenidas en cruentas tomas. Hombres que vieron morir a muchos de sus compañeros y para colmo fueron condenados a la lenta tortura del cautiverio. Prisioneros de guerra que ven cómo se acrecientan cada día la soledad y la ausencia. Mientras Ingrid se convierte en símbolo del secuestro por sus seis años de cautiverio, Pablo Emilio Moncayo cumplió el 15 de junio, día del padre, tres mil 828 días de cautiverio, casi el doble de tiempo que la ex parlamentaria. Graves enfermedades los carcomen. La locura de algunos de ellos ya se rumora y la madre del capitán Julián Guevara aún espera que le sean entregados sus restos. Policías y militares que estaban cumpliendo un deber. Ese es el riesgo de su trabajo, pero resulta más que doloroso el vaivén militar y político, y no tener la misma capacidad de convocatoria y movilización internacional que ha logrado la familia de Ingrid Betancurt, los ha sometido a un nefasto destino. La liberación de Rodrigo Granda, importante miembro de las Farc, gestionada por el presidente francés Nicolás Sarkozy a punta de teléfono, es solo una muestra de la influencia y movilización lograda en pos de la liberación de Ingrid Betancurt.

La última muestra de esta categorización de dramas la hizo el gobierno francés y su misión humanitaria, con envío de avión y grupo de médicos para atender a Ingrid Betancurt y “a los demás secuestrados”. Es muy loable que la vida de un ser humano se valore tanto como para hacer los esfuerzos que sean necesarios para salvarla, y más cuando se especula con su crítico estado de salud. Pero se olvida que las Farc no reúne desde hace mucho tiempo a grupos grandes de secuestrados. Su estrategia de seguridad y movilidad implica que los grupos sean de cuatro o cinco secuestrados. En estas condiciones, ¿cómo iban a atenderlos a todos? Es claro que esta misión tenía el objetivo “exclusivo” de atender a la ciudadana colombo francesa. “Todo por Ingrid”, tituló Semana.com el primero de abril, y en líneas ampliaba: “Sarkozy anunció que enviaría una misión humanitaria para que se encuentre con las Farc y pueda darle atención médica a los secuestrados”. Para lograr atender a los secuestrados “canjeables” se requería que estos estuviesen en un mismo lugar, situación a todas luces improbable. Personajes como la ex ministra Martha Lucía Ramírez lo han reconocido: “Ha habido más atención con los políticos que con los militares y los policías”, (Programa del Congreso, abril 1). El mismo día de la anterior referencia el presidente Sarkozy declaraba que si las Farc liberaban a Ingrid era una muestra de humanidad. Parece que dejar a casi cuarenta personas en cautiverio no importa si liberan a su ciudadana. Extraña forma de valorar el término humanidad. Bienvenida la libertad de Ingrid, espero que el día de su liberación lleguen también los policías y militares. De lo contrario, es muy posible que luego de este anhelado momento, Sarkozy no nos vuelva a mandar aviones con médicos, ni haya liberaciones de delincuentes para hacer gestos de buena voluntad. Es posible que liberar estos valientes ya no le importe tanto a las Farc, ni al Gobierno, como le importa la de la ex candidata presidencial. Es posible que con la memoria de este país, las ofensivas militares y las muertes de Reyes y Tirofijos, los olvidemos. Total son los otros, los demás.

Soliloquio a la violencia Santiago Higuita mcsagoh@hotmail.com

Todos quieren ver el muerto. Se apilan frente a las ventanillas de la buseta como a una vitrina de centro comercial que exhibe el último aparato tecnológico. Se acercan hasta empañar el vidrio con su respiración voyerista, sacan su cabeza por las ventanas como pollos en una caja. Mientras avanzan miran hacia atrás y ven el cuerpo yacer sobre la sangre inmarcesible que mancha el asfalto. Al otro día comprarán el diario sensacionalista a ver si la fotografía del occiso sale en portada. Alguien ha de tomar la foto o ha de pasar un periodista incauto que se encuentra con la chiva del día. La violencia está en las mentes, no se borra. Se trata de suprimir pero siempre queda en la papelera de reciclaje del disco frágil cerebral. Se llevan en los celulares videos de sicarios y sus epopeyas se pasan por bluetooth, tonos amenazantes timbran. En la televisión local, en un magazín de vanidades, el tema del día es qué hacer y cómo defenderse de una intimidación. En el barrio suena el “tastaseo”. El trueno de los disparos ensordece pero nadie corre. Los pájaros de plomo vuelan. Los niños siguen jugando fútbol; los enamorados, absorbiéndose el amor de sus labios con besos de costumbre en la acera. Las señoras continúan trapeando el zaguán. “¿A quien habrán matado?”, una pregunta sin respuesta. Todo el mundo se la hace pero a nadie le importa. A doña Margarita ya tampoco le interesa, es uno más que ha caído. A su hijo lo mataron por ser un muchacho sano, “sólo fumaba marihuana y jugaba Play Station”. La violencia es una habitante fantasma que está en todas partes, siempre está ahí porque así crecimos y nos educamos. Unos siempre queremos cascarle al que nos quitó la novia. Otros siempre quieren pasearse como los chicos más espectaculares en sus motos furiosas, con la niña de falda y piernas desnudas, atrás abrazándolos.

Hay que estar tranquilos porque los muchachos son los que cuidan el barrio… ¡Shhh!, y no la Policía. En las bodegas discotequeras del sur de la ciudad, la gente baila sonámbula. Nadie sabe quién es quien, por eso hay que andar con cautela, por eso nadie mira a nadie. “Aquí ni module”, dicen. Mirar a la mujer voluptuosa de al lado puede ser un irrespeto para estos hombres que creen que el respeto se gana con un arma en el cinto. La violencia, aunque ahora dicen no es tanta, nos sigue respirando en el cuello con esos mandamases y esbirros que, cuando no tienen nada que hacer, hacen tiros al aire para matar el tiempo. Muchos son hienas de comuna, en El Poblado y los mal llamados populares (qué más popular que El Lleras, donde el séquito de la ciudad del orgasmo va vestido igual, como clones, y bailan como borregos en las discotecas) y así andan. Unos son lobos disfrazados de ovejas, otros, en cambio, los que “no han estado en la salsa”, son ovejas que pasan por ser lobos para sobrevivir. Al menos con esto evitan que alguien quiera correrles la silla. La pasada administración municipal se esforzó por implantar el discurso de “hemos pasado del miedo a la esperanza”. No es para tanto. La violencia aún está ahí, solo que la gente es más circunspecta. Hasta los mismos bravucones se azaran, pues ahora cualquiera puede tener un revólver; en Medellín se consigue uno en cien mil pesos con alguna “flecha”. Así pues, el trabajo de Sergio Fajardo no quedó completo. Las obras y políticas de “Medellín la más educada”, que promueven la inclusión social y las alternativas de vida para la gente del extrarradio, no deben morir con el tiempo. Alonso Salazar debe fortalecer ahora los programas de educación y probar que, en verdad, en Medellín los jóvenes sí nacieron pa’ semilla. Quizás así la violencia huya de nuestras mentes.

Crónica roja

Están peleando. Una disputa. ¿Por territorio? Un forcejo. ¿Por los expendios de droga? Disparos. Una llamada. Era una niña. Había un tiroteo. 123, línea de emergencia Muere un policía. Barrio Trinidad. O Barrio Antioquia, al sur de Medellín. “El héroe –dijeron los medios- evitó una masacre”. Conrado Ospina Calderón, el policía asesinado. Su compañero, desde la moto, respondió los tiros. Mató a un menor. Fue en mayo 17. Noche de sábado. Junio 5. Más tiros. Patrullas de policía. “Un ambiente muy tenso”, dicen los taxistas. Pocos van, por estos días, al “Barrio”. Con mayúscula. Con B de don Berna. El que ya no está. El que mandaba. Tráfico de coca. Venta de marihuana. Expendio de heroína. ¿En manos de quién?

Canal U: pronóstico reservado

Después de dos años y medio al mando del Canal Universitario de Antioquia, Canal U, renunció su directora Lucrecia Piedrahita, en un momento crítico para el canal; preocupa la calidad y variedad de la programación y más aún la situación laboral de sus empleados, que han pasado hasta tres quincenas sin recibir pago. Ocho años después de su fundación, el Canal U parece agonizar. El presupuesto destinado por parte de las universidades socias es cada vez menor, de ahí la limitación para crear espacios nuevos. El equipo de trabajo tiene que dedicar esfuerzos para producir a terceros, razón por la cual Canal U, en sus inicios rico en programación, se perfiló como productora y dejó abandonados a sus televidentes, su razón de ser.

El Comandante en Jefe

Preocupante es la situación que se presenta luego de la querella formulada por el desmovilizado, John Fáber Bravo Ibarra, contra el alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, aduciendo concierto para delinquir, secuestro simple, constreñimiento ilegal y abuso de autoridad. El mandatario aceptó a los medios de comunicación que efectivamente llevó al denunciante a la estación de la SIJÍN del Barrio Caribe, aunque negó haberlo agredido físicamente como asegura Bravo en su denuncia. Según Salazar, lo ocurrido está dentro de sus facultades, diciendo además que como alcalde “se pasa patrullando”. Lo que algunos ciudadanos nos preguntamos es si votamos por un estadista o por un policía de tiempo completo.

Rabo de paja

Al dolor de las familias damnificadas por la tragedia del sector El Socorro, en San Javier, se suma la preocupación de no pocos conciudadanos por identificar a los responsables civiles y políticos de los hechos. Desde el lugar de la catástrofe el alcalde de Medellín, Alonso Salazar Jaramillo, anunció que hubo falta de previsión por parte de algunas autoridades que ahora deben responder por los daños ocasionados a las víctimas. Sin embargo, hablar de autoridades implica nombrar a las personas e instituciones, entre ellas el alcalde, que sabían con anterioridad del riesgo representado por estas escombreras en medio del invierno. Así que, el que tiene rabo de paja…

Fe de Erratas En la edición número 39 que circuló en abril cometimos varios errores, por los cuales presentamos disculpas, estos fueron: 1. La columna de opinión ubicada en la página 3 titulada Quién responde, fue escrita por el periodista Juan Diego Restrepo, pero se publicó firmada por el periodista Santiago Higuita. 2. En el infográfico Explosivos en el vecindario, de la página 12, la foto del doctor José Herrán Vargas, personero de Medellín, apareció con el nombre de Manuel Elí Molina López, rector de la Institución Educativa Merceditas Gómez Martínez. 3. El comic de la página 24 salió sin crédito, es de la autoría de Camello Grupo Audiovisual, su blog es: http://camellogrupoaudivisual.blogspot.com/

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Junio de 2008

denuncia

“Escampaderos” de interés social

Víctor Casas Mendoza victorcasasmendoza@gmail.com Miryam quisiera vender su casa e irse a vivir a otro lugar. Está sentada en la sala. Hay un tubo suspendido en la pared, que debió ser empleado para transportar gas. Mientras lo observa, recuerda lo que sintió la noche que su rancho se quemó. La tarde del seis de marzo de 2003 estaba en una finca en el municipio de Yalí, en el Nordeste antioqueño, donde trabajaba. Cuando se enteró por las noticias que el asentamiento Mano de Dios, ubicado en el centro oriente de Medellín, se había reducido a cenizas y vio a su hermana salir casi muerta por la televisión, dejó su trabajo y regresó a la ciudad. Varias horas duró la conflagración que fue atendida por quince máquinas de bomberos. Los ojos de Miryam no disimulan la tristeza al recordar lo que se llevó el incendio. Como la de ella, 650 familias perdieron lo poco que tenían en el hecho, atribuido a la explosión de un cilindro de gas en uno de los ranchos. Al día siguiente los dos mil 190 alumnos del colegio Sol de Oriente fueron trasladados a otros centros educativos, y el colegio, cercano al lugar del incendio, fue adecuado como albergue. Hasta allí llegó Miryam. Hacinada junto con sus cuatro hijos, su marido y los demás damnificados, quienes hicieron un censo para repartir las ayudas que empezaban a llegar. Tres días después el presidente Álvaro Uribe Vélez sobrevoló el lugar y se dispuso a hablar en el Palacio de Exposiciones de Medellín, con doscientos de los tres mil 250 afectados por el incendio. “Vamos a hacer las viviendas, pero hagámoslo rapidito y bien hechecito. Vamos a batir un récord de atención, pero transparente y con cuentas claras”, decía Uribe Vélez mientras los damnificados, aún ahogados por el humo de aquella noche, inte-

rrumpían con cadenas de aplausos aquel hombre que les tendía la mano. “En el gobierno nacional somos capaces de proceder simplificando trámites, sin mucha carreta, ni burocratismo, para que ustedes puedan empezar a construir las casitas”, concluyó el mandatario. Para los afectados la solución parecía estar a la vuelta de la esquina. Pero los trámites no fueron tan sencillos. Miryam recuerda cómo pasó su segundo mes de embarazo en el colegio, comiendo lentejas tres veces al día. Después se otorgó un subsidio de cien mil pesos a cada familia para que pagara el arriendo. Con esa cantidad ella rentó una pieza en el barrio 13 de Noviembre, en la comuna ocho, y después se trasladó a Villa Hermosa, lugar donde nació el quinto de sus hijos. El 24 de junio de 2004, un año y tres meses después del incendio y de la promesa de solución rápida, un camión recogió las cosas de Miryam y su familia, y los llevó a su nueva casa. El hijo, que estaba de dos meses de gestación cuando ocurrió el incendio, ya gateaba. Le entregaron las escrituras y le dijeron que se acomodara como pudiera. Aún hoy recuerda la nostalgia que sintió al ver cómo la casa digna, prometida por el Gobierno, estaba a medias. En el primer aguacero, a falta de una puerta, tuvo que tapar la parte trasera de la habitación ubicada en el segundo piso, con un plástico. Eso mientras conseguía los recursos para terminar la construcción con adobes. El sistema de gas no fue instalado. En la sala de la casa de Miryam Posso, el tubo sirve de adorno. Los problemas llegaron con el invierno; cada lluvia era sinónimo de un operativo de ollas para coger el agua que se filtraba por la loza superior: “Aquí toca dormir con la olla encima de

la barriga para que no se le moje el ombligo a uno”, comenta Miryam. Los problemas se presentan en casi todas las viviendas de la urbanización en la que viven, en su mayoría, desplazados de Urabá y Chocó, que fueron afectados por el desastre en Mano de Dios. Miryam hace parte de ese grupo. Ella nació en Peque, un municipio antioqueño en la puerta del Urabá. Llegó a Medellín en 1998 huyendo de la violencia. Cuenta Miryam que un día el ejército las aporreó a ella y a su hermana porque no le decían para dónde se había ido la guerrilla, asegurando que ellas lo sabían. Se fueron a vivir a Chigorodó, donde la situación estaba igual de tensa. Si no pagaban “vacunas” a los grupos delincuenciales les tocaba irse. Huyeron a la ciudad. “Le hemos estado corriendo a la muerte. Ya si nos alcanza aquí, no corremos más. ¡Pa’ dónde pues!”, comenta entre risas. Su hermano murió en Peque dos meses después de salir del ejército, y desde entonces su papá se instaló definitivamente en Medellín y su mamá se consumió en la tristeza. Miryam quisiera vender su casa, pues en el barrio ha tenido muchos problemas. Dice que es una comunidad donde se presentan conflictos a diario y donde la única seguridad son dos policías que pasean en una moto por toda la zona. No quiere que la vean como una malagradecida, solo cree que no le cumplieron lo prometido. Desde su llegada tuvo que refugiarse junto a seis personas más en una casa que, como sus habitantes expresan, solo sirve de “escampadero”.

Te voy a hacer una casa en el aire En los primeros días de marzo de 2006, la prensa local elogiaba la rápida intervención del gobierno. Luego de los aplausos vino lo que Adriana Castaño, de la Corporación Juvenil de Medellín y asesora de la comunidad, denominó “una improvisación de un proyecto de interés social”. La auditoría al proyecto presentado por la Contraloría General de la Nación muestra cómo para la escogencia y avalúo del lote, no hubo concepto técnico de los aportantes al proyecto, es decir, la Alcaldía de Medellín, la Gobernación de Antioquia y el gobierno nacional. Ni tampoco hubo solicitudes de evaluación de Catastro o Planeación Municipal, sino que fue la comunidad de Mano de Dios la que, sin mayores conocimientos sobre el tema, aprobó la adquisición del mismo. El lote, ubicado junto a una ladrillera, ha provocado problemas respiratorios a muchos de sus habitantes. La selección de la empresa constructora fue realizada a través de la Junta de Vivienda Comunitaria (Junvicodes). Mientras las autoridades dicen que Junvicodes tenía el poder de escoger el proyecto que quería para sus casas, habitantes de la urbanización aclaran que para el único evento que dieron sus firmas fue Esta es la urbanización Nuevo Amanecer. Aquí se construyeron 470 viviendas de interés social para los damnificados del incendio en Mano de Dios. Foto: Julián Roldán para la aceptación y aprobación


de un documento que autorizaba el desemloría evidenció que en los reembolsos que inbolso a la Fiduciaria Central, de los subsidios volucran cajas menores, justificados por MIV otorgados a los beneficiarios. Dicha entidad, S.A., se relacionan gastos ajenos al proyecto: encargada de la administración, manejo y represtamos de dineros a trabajadores e incluso gistro de los recursos, no realizó rendición de la consulta, los rayos X y la eutanasia de un cuentas del proyecto y manejó los dineros en perro por valor de cien mil pesos. También se una cuenta corriente en la que simultánearefiere este informe a la gestión por parte del mente se movían otros negocios. Municipio de Medellín, a la que califica de deLa curadora segunda, Elinay Francis Llaficiente, pues ante la no rendición de cuentas nos, fue quien otorgó la licencia de construcdel fiduciario, debió solicitarla, ya que en ese ción que luego fue aprobada por Planeación proyecto intervinieron recursos públicos del Municipal. El 7 de junio de 2007 la concejala orden municipal, departamental y nacional. Aura Marleny Arcila Giraldo presentó ante Aunque Geovanny Celis Rangel, secretario de el Concejo de Medellín una serie de presunDesarrollo Social, dijo en reunión con los hatas irregularidades cometidas por la curadobitantes de Mano de Dios, el 22 de mayo del ra, entre ellas la licencia de marras. Según presente año, que “el Municipio no fue quien información dada en la Curaduría Segunda, contrato para que le construyeran unas vivienFrancis Llanos trabajó en está oficina hasta das al Municipio, sino que fue un negocio disjunio del 2007. tinto. En una relación entre dos particulares, Otra irregularidad presentada es que las las familias agrupadas y el constructor, se geobras para la nueva urbanización debían inineran unas dificultades que tienen que ver con ciar el 1 de enero de 2004 pero comenzaron el Municipio en muchos aspectos, pero que en el 18 de marzo de ese año. Marcelo González otros casos no”. Ossa, representante de la constructora, indiNi el Fondo Nacional de Vivienda (Fonvicó que los recursos no fueron puestos a su vienda) ni el Departamento de Antioquia pardisposición oportunamente, lo que ocasionó ticiparon en la toma de decisiones trascendenmayores costos en los insumos. Sin embargo, tales para el proyecto como el incremento del según el contrato, la constructora estaba oblicosto de vivienda, afirma la Contraloría. La gada a adelantar las obras con sus recursos, y constructora, en el proyecto que presentó, solo no lo hizo. González Ossa enfatizó que para sostenía los precios por un mes, lo que provoempezar la obra debía antes darse el desemcó sobrecostos en la obra. Aunque el goberbolso. nador de entonces, Eugenio Prieto Soto, dijo Tampoco se presentó un informe por parte que los materiales tendrían precios especiales de las entidades estatales contribuyentes ni a través del Banco Virtual, y empresas privadel comité técnico asesor, sobre los criterios das hicieron donaciones de cemento, según la legales que permitieran establecer la conveconstructora, estos le fueron descontados del niencia de adjudicar el proyecto a la Conspresupuesto planteado para cada vivienda. tructora MIV S.A. que para Adriana Castaño, Además, explica cómo en ese momento los asesora de la comunidad, fue una constructocostales de cemento de diez mil pesos se desra que salió de la nada. contaron con valor de dieciocho mil pesos. Se pudo concluir, a partir del informe de A pesar de que Álvaro Uribe Vélez en su Contraloría, que las áreas de construcción pronunciamiento dijo que “a los pobres de de las viviendas ejecutadas en la obra no coColombia no los podemos seguir metiendo en rresponden a lo presentado en la propuesta. hornos crematorios, en cajas de fósforos o luInformes de supervisión del Fondo Financiegares de hacinamiento”, en eso se convirtió la ro de Proyectos de Desarrollo (Fonade) del urbanización. En el último censo no se tuvo en 11 de agosto de 2005, muestran que el área cuenta el separar los núcleos familiares. Ahoconstruida de la vivienda resultó inferior a la Miryam llegó a Medellín desplazada de Urabá. La vivienda que otorgó el Gobierno presenta fallas ra hay hogares en los que viven más de nueve planteada en la propuesta. Era de 37,8 me- de infraestructura. Aún no termina de pagar una casa que creía era gratis. Foto: Julián Roldán personas. algunas viviendas presentaron fisuras en sus estructutros cuadrados, dato que aparece también en Luego que el informe de auditoría de la Conlas promesas de compraventa, pero finalmente se cons- ras, hecho poco relevante para Jorge Estupiñán, abogado traloría General de la Nación de diciembre de 2006 fue truyeron 33,2 metros cuadrados. Eran más grandes sus del Fondo de Vivienda de Interés social del Municipio remitida a las entidades competentes, no hubo ningún anteriores ranchos en el asentamiento subnormal, dice de Medellín, quien dijo en la reunión del 22 de mayo de tipo de resultado. El representante de MIV S.A. aseguMyriam. González Ossa explicó que la modificación en 2008, a la que asistieron los habitantes afectados y au- ra que se está trabajando para concluir las obras lo más toridades del Municipio, que son “fisuras naturales por pronto posible. los planos se debió al cambió presentado en los costos. Según la Contraloría, existe contradicción entre el pre- asentamiento en el terreno, y se rompen por el ladrillo. Mientras ese momento llega, Miryam, damnificada supuesto del constructor en su propuesta inicial, en rela- Esa fisurita termina siendo solamente estética porque no por el incendio en Mano de Dios, continúa contemplanción con el presentado ante la Financiera de Desarrollo va a afectar la parte estructural. Se resuelve con algún do el tubo que le dejaron de adorno y que debió pintar de Territorial (Findeter) donde se presentó una diferencia cubrimiento”. blanco para disimular su existencia. Daniel Mosquera, Según el informe de Contraloría, las viviendas al pie líder comunitario de la zona, trata de gestionar recursos de 98,9 millones. Y el avalúo del terreno presentado por el constructor fue realizado por una entidad externa no de monte pueden verse afectadas por procesos erosivos para que algún día les entreguen el barrio, ese que están adscrita a la Lonja de Propiedad Raíz, entidad encargada y movimientos de masa como flujos de lodo por la fal- esperando hace cinco años. Además, estudia la posibilita de medidas preventivas. Los habitantes coinciden en dad de efectuar una protesta contra la constructora. de esta labor. que la construcción debió hacerse tomando distancia del Les prometieron un proyecto de vivienda de intemonte. La constructora se escuda diciendo que así fue rés social, pero terminaron pagando a cuotas de diez En el aire no hay casa que se sostenga Cinco años después del incendio y de las promesas aprobado el plan y ninguno de los organismos de control años, los sobrecostos por unas “casitas” que, se sude vivienda rápida y bien hecha, la urbanización Nuevo del Municipio se opuso. ponía, serían totalmente gratis. Los entes implicados Luego de revisar los dieciséis informes de la interven- en esta construcción se lavan las manos y dicen no Amanecer Mano de Dios no ha sido entregada oficialmente al Municipio de Medellín, porque la firma cons- toría al proyecto, hechos por la firma Constructora MR ser responsables. Y como en el comercial: el tubo tructora no ha cumplido a cabalidad con las obligaciones ltda., entre abril de 2004 y octubre de 2005, la Contra- tuvo la culpa. aprobadas en las licencias de urbanismo y construcción. Hasta que no sean cumplidos estos requisitos no será recibida por el ente territorial. Entre otras cosas, faltan por construir las redes de gas externas, la sede social, además de la adecuación de zonas verdes. Esto contradice el Resumen de Estado de Proyectos de Fonade, en el cual la obra supuestamente está lista en un cien por ciento desde 2007. El representante de la constructora expresó que las demoras para la entrega de la obra se deben a las trabas presentadas para la aprobación de las redes de gas y a un cobro de un impuesto predial que no corresponde al real. Es desconcertante la filtración de agua en las losas que, según el constructor, son de entrepiso y no de cubierta; es decir, las casas fueron pensadas para que el beneficiario siguiera con la construcción de un tercer piso, por eso las losas no soportan la fuerza del agua. La constructora enfatiza en que así se acordó en el proyecto, lo que lleva a plantear que no se hizo, por parte de los entes estatales, un estudio socioeconómico que permitiera concluir si los beneficiados con las viviendas de interés social estaban en capacidad de seguir construyendo, o si era más prudente poner losas de cubierta o en su defecto, un techo. La interventoría no registró la composición de la mezcla de concreto utilizada. En una inspección que realizó la Universidad Nacional se detectó un concreto con alta porosidad y permeabilidad en las losas y pisos. Incluso Muchas de las losas tienen que ser cubiertas con tejas para proteger las casas de la humedad Foto: Julián Roldán

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Junio de 2008

informe

Crímenes por homofobia A pesar de las iniciativas de equidad, inclusión y respeto a la diversidad sexual, promovidas por las dos últimas administraciones municipales, la discriminación y las agresiones por homofibia persisten en Medellín. El día a día es un infierno para muchos ciudadanos por sus preferencias sexuales y la imposibilidad de denunciar, debido a que el delito no está tipificado, agrava la situación.

Maria Camila Vera A. camyvera8@gmail.com A uno lo asesinaron de varias puñaladas en el ano, le cortaron el pene y se lo metieron en la boca; otro fue violado por su padre cuando le confesó su homosexualidad con el pretexto de enseñarle a ser hombre; en Barbosa encontraron a un joven –que días antes había sido violado en una estación de policía de Medellín– muerto y con un palo en el ano; cuando una joven de 16 años le expresó a su familia que era lesbiana, su papá la cogió del pelo y la arrastró por el corredor de la casa donde vivían. Estos son algunos de los casos rastreados por El Otro y El Solar, corporaciones que trabajan en la defensa de los derechos de la comunidad lesbiana, gay, bisexual y transexual –LGBT–, pero que solo aparecen en sus registros. Hoy en la Unidad Permanente para la Justicia, no hay denuncias de crímenes de odio por homofobia. Elkin Naranjo, joven activista homosexual, dice que “las violaciones por homofobia no están tipificadas, entonces se registran como otro tipo de agresiones”; con él concuerda Medardo Patiño, defensor de derechos humanos y director de El Solar, al decir que la mayoría de veces muestran a los crímenes por homofobia como asuntos pasionales o inconvenientes aislados. Un crimen de odio por homofobia es una violación a los derechos humanos, civiles y políticos de la población homosexual por su identidad sexual, comportamiento o ideología. Homicidios, amenazas, torturas físicas y sicológicas, se encuentran dentro del repertorio. “A un negro en la casa no lo discriminan, en cambio la homofobia está en todos los ámbitos de interacción humana, porque está ligada a la cultura” dice Medardo Patiño al explicar la situación en Medellín, “vivimos bajo una ideología de la exclusión, es lo primero que a uno le enseñan, ahí está enmarcada la homofobia, nos enseñan a odiar cosas”. En Medellín no hay un registro oficial de víctimas por crímenes de homofobia. En la Unidad Permanente para la Justicia, aunque hay una persona encargada de estos casos, no existen denuncias formales. Dicha institución sabe, por rumores de la comunidad LGBT, de cuatro casos de homicidios cometidos posiblemente por homofobia. Ninguno ha sido denunciado formalmente y por tanto no se puede llevar a cabo ningún proceso judicial. Jorge Ceballos, personero delegado para los Derechos Humanos de Medellín, dice que sin denuncias no pueden hablar propiamente de crímenes por homofobia. La falta de éstas se debe, entre otras cosas, a que muchas personas de esta comunidad, creen merecer las agresiones en su contra. En 2007, El Solar caracterizó los crímenes por homofobia en ocho: apología pública, impunidad, bajos índices de denuncia, legitimación por parte de la comunidad, sevicia, invisibilidad, falta de afirmación de derechos y ausencia de autorreconocimiento. Entre los responsables de estos crímenes identifican autoridades estatales, civiles, políticas, religiosas, armadas legales e ilegales, educativas y familiares. También se incluyen a organizaciones sociales, colectivos LGBT y Ong, por sus fallas en hacer visible el problema y generar conciencia de sujeto

Ilustración: Esteban Arenas

de derechos de dicha comunidad. Para Patiño, hablar de homosexualidad y homofobia en Medellín es muy difícil debido a los arraigos culturales y el constante rechazo. Sin embargo, a través de diferentes talleres de sensibilización y otras actividades –como el día de no a la homofobia– han avanzado en el tema. Hoy, los colectivos gay de la ciudad han logrado ponerse en el mapa. Entre las actividades para promover las denuncias, El Solar hace “La colcha de la Pasión”; en retazos de todos los colores, víctimas y victimarios, exorcizan ofensas, maltratos y agresiones. Así pues se escriben frases como “Jeison, ¿qué rabia ciega cerró tus ojos?” que muestran el dolor de la pérdida, y otras como “humano primero sea cual sea tu decisión” que hacen un llamado a la tolerancia. El día de “no a la homofobia” que invita a la comunidad a entender y enfrentar el problema se celebra cada 23 de agosto en memoria del asesinado León Zuleta, quien es el primer referente del movimiento de liberación homosexual en Colombia. Expulsado del Partido Comunista por su condición sexual, Zuleta inició la lucha por el respeto hacia la diversidad. La continuación de esa defensa le ha otorgado a las parejas del mismo sexo, a través de diferentes sentencias de la Corte Constitucional, derechos patrimoniales, derecho a pensión y seguridad social. Adicionalmente, El Solar cada año realiza un informe sobre derechos humanos, donde recopila casos y denuncias, para presentarlos ante el Concejo de Medellín. José Manuel Bermúdez, periodista autodenominado ciudadano gay, dice que la ciudad lleva a cabo un proceso contra la homofobia que lentamente ha obtenido resultados. Él, que fue víctima de amenazas paramilitares por su condición homosexual, dice que hoy las cosas son más

fáciles: “Estamos trabajando en una política pública para la población LGTB, en conjunto con la administración municipal, pero es un proceso que se debe llevar a cabo como construcción cultural y no solo como política”. Existen varios programas para la protección y la inclusión de esta población vulnerable, entre ellos la Policía Enlace, un ciclo de cine rosa, campañas de sensibilización a la comunidad, una mesa de trabajo que reúne a la Alcaldía y las diferentes organizaciones LGBT, y la Secretaría de Cultura Ciudadana incluyó al movimiento en su presupuesto. A esto Medardo Patiño le ve un problema: la administración municipal trata el tema de manera superficial; “nos metieron en el Plan de Desarrollo solo por mostrar a Medellín como una ciudad sin exclusión y en la realidad esto no es así”. Patiño considera contradictoria la figura de Policía Enlace; dice que “no se puede poner como vínculo, entre los LGBT y el Estado, un policía”. Para él es inviable denunciar violaciones ante un ente que se ha caracterizado por vulnerar constantemente los derechos de la población homosexual. Tania Rodríguez es la teniente encargada del proyecto Policía Enlace, figura que se creó a inicio de 2008 por las numerosas denuncias de personas maltratadas por la policía. El proyecto Centro de Atención Inmediata Rosa –CAI Rosa– está en una fase pedagógica. Semana a semana, Tania Rodríguez visita las diferentes estaciones de policía de la ciudad para educar a los agentes sobre la población LGBT. También, en compañía de José Manuel Bermúdez, emite un programa semanal en la emisora de la Policía sobre el tema. Víctima de insultos, discriminación y testigo de agresiones físicas, Elkin Naranjo vio como un grupo de policías bachilleres tiraron a un joven gay a la fuente del Parque Bolívar por ser muy femenino. Él, al igual que Medardo Patiño, ve débiles las iniciativas de la administración municipal; “nadie va a denunciar ante un policía, además como no existen los crímenes por homofobia en la constitución, todo queda registrado como otras agresiones”. Naranjo considera como único avance el aparte de la Unidad Permanente para la Justicia dedicado a la población LGBT, pero ésta es invalidada ante la ausencia de denuncias. Mientras tanto las amenazas paramilitares a los “maricas” en Caldas, el asesinato de León Zuleta en 1993, la muerte del peluquero José Gómez el 31 de enero de 2004, los insultos de un párroco a Cristina* porque quería cambiar de sexo, las patadas que le quitaron la vida a Cristian en el barrio Santa Cruz de Medellín, el impedimento que tuvo Margarita de permanecer con su hijo por sostener una relación amorosa con una mujer y la discriminación de la que fue víctima Catalina en su colegio por salir del clóset, figuran como otras agresiones, no tienen seguimiento judicial o simplemente nadie dice nada. *Nombres ficticios para proteger la identidad de la fuente.


actualidad

Sicariato aún vigente Julián Henao Lopera julianhenaol@hotmail.com

Un problema que se creía erradicado en Medellín toma fuerza. Los nuevos brotes de sicariato ya dejan en la ciudad 170 víctimas tan solo en el primer trimestre de lo que va corrido de 2008.

Luego de un período de varios años con tendencia a la disminución de la actividad delictiva en el área metropolitana -incluida la tasa de homicidios- se ha generado en Medellín un ambiente de preocupación entre las distintas autoridades, debido al incremento de casos por muertes violentas presentado en la ciudad entre finales de 2007 e inicios de 2008. Varios han sido los elementos determinantes en el resurgimiento de formas de violencia relacionadas con el aumento en el número de homicidios en Medellín, lo que se ha traducido, según datos oficiales de la Alcaldía, en un incremento de 16 muertes violentas, comparando el primer trimestre del 2008 con respecto al mismo período del 2007, cifra final que ascendió a un número de 653 muertes el año inmediatamente anterior. Lo anterior obedece a factores de riesgo vigentes que se encuentran ligados entre sí, tales como: narcotráfico, intentos de rearme de guerrillas a través de milicias y conformación de nuevos grupos de autodefensas integradas en su mayoría por reinsertados, según lo señala el politólogo de la Universidad Nacional de Colombia, David Henao Toro.

Ilustraciónes: Pablo Pérez

Medellín, cifras de una transformación La Medellín de finales de los 80 y comienzos de los 90 estuvo expuesta a una mezcla de elementos determinantes que la convirtieron en un bastión de violencia; agrega Henao Toro: “factores como la exclusión social, la pobreza, los dineros provenientes del narcotráfico, la corrupción y el abandono estatal, jugaron un papel esencial en la formación de políticas urbanas de ciudad que dieron origen a manifestaciones nefastas de control social de grupos al margen de la ley, tales como el sicariato.” Un recuento de las cifras de la Secretaría de Gobierno de Medellín muestra que en el año 91 se registraron en la ciudad 6.349 homicidios, es decir, 381 por cada 100.000 habitantes. Una cifra tan alta que la situó como la más violenta del mundo. Entre enero de 1991 y abril de 2002, 48.742 perdieron la vida como consecuencia del conflicto armado que se vivió al interior de la ciudad. En el año 2000 se produjeron en la ciudad 3.158 homicidios, en el 2001 fueron 3.480 y en el 2002 la cifra fue de 3.721 víctimas. Aumento que estuvo influenciado en gran parte por el conflicto desarrollado en la comuna 13. Ya en el año 2003, el número de muertes descendió a 2.012. En dicho año, por iniciativa de la alcaldía y del gobierno nacional, los actores armados partícipes del conflicto armado de Medellín –especialmente integrantes de las AUC- iniciaron un proceso de reincorporación a la civilidad, lo que explica la disminución en la tasa de homicidios en la ciudad.

De allí que los 170 nuevos hechos registrados por las estadísticas oficiales en los tres primeros meses del año, tengan en alerta a la Policía Metropolitana, la cual ha llamado la atención sobre una serie de casos específicos, en cuanto algunos de éstos presentan rasgos similares frente a su “modus operandii“: una moto, dos sicarios y una o varias víctimas. Hechos como los del pasado 11 de enero ocurridos en la Autopista Sur donde fueron asesinados Alejandro Ramírez Osorio y Diana Beatriz Arango Ramírez, o como el ocurrido el 23 del mismo mes cuando fue asesinado el empresario del transporte, José Rodrigo Giraldo; poseen las características antes descritas. De igual forma, el 26 de enero, perdieron la vida en el sector de El Poblado dos funcionarios de la empresa Etesa, identificados como Julio Antonio Varela Soto y Alonso Bosa Flores. Ambos, según lo informó posteriormente la misma entidad se encontraban realizando una tarea de vigilancia y control a establecimientos como casinos y locales dedicados a juegos de azar en la ciudad. Entre otros tantos, aún no se esclarecen los asesinatos de Olimpo de Jesús Palacio Henao, Alexander Soto y Alexander Taborda, cuyos cuerpos fueron hallados en zona rural de Barbosa; ellos habrían desaparecido del barrio Manrique, de Medellín. Hipótesis encontradas Aunque el aumento en la tasa de muertes violentas en Medellín es por sí solo un hecho que ocupa la atención de las autoridades municipales, la polémica frente al tema de dicho incremento ha tomado importancia, en cuanto unos y otros sectores atribuyen a distintas causas la problemática social que parece no acabar con el paso del tiempo. Javier Martínez, médico adscrito al Instituto de Medicina Legal y docente de la Universidad de Antioquia, expresa que si bien la situación en materia de seguridad enunciada en términos de incremento en la tasa de homicidios por la que atraviesa la ciudad es delicada y merece especial atención, ”el contexto de transformación social, política y económica que enmarca la imagen de Medellín crea un ambiente de escepticismo frente a la conocida modalidad del sicariato, el cual no se puede generalizar aduciendo el resurgimiento inmediato y sostenido del fenómeno”. Agrega además que “los homicidios en Medellín indican cifras apenas fluctuantes en cuanto a incremento en número, que se traduce en nueve muertes más -por ejemplo- comparando el mes de enero del 2008 con el mismo mes del 2007”. A este respecto coincide el secretario de gobierno de Medellín, Jesús María Ramírez, quien afirma que “lo que leemos hoy es un mayor interés tanto de la ciudadanía como de los medios de comunicación derivado de una preocupación por los niveles de seguridad que se han ganado, es decir, que hace 10 años mataran a una persona era casi normal, pero los niveles que hemos alcanzado hoy por hoy han llevado a que esta modalidad delictiva tenga una mayor atención”. Sin embargo la tesis defendida por funcionarios como Jorge Gaviria Vélez, director del Programa de Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín, según la cual, los constantes homicidios forman parte de “hechos aislados”, ha encontrado voces contrarias, tales como la del personero de la ciudad, Jairo Herrán Vargas, quien enfatiza que lo que vive Medellín es “el inicio de una etapa de posconflicto, en la cual las fuerzas criminales presentes se reacomodaron”. Manifiesta Herrán que aunque hay de por medio un proceso de desmovilización y reinserción a la civilidad de combatientes, no puede decirse que en Medellín los grupos armados ilegales ya no existen. “Eso retrata lo que pasa actualmente, antes eran paras y ahora son los muchachos reintegrados (no todos, algunos le apuestan a la civilidad), muchos de ellos articulados a otros grupos, entonces para la gente es igual, son los mismos y por eso los llaman paramilitares”, explica el Personero.

Juan Ospina*, desmovilizado del bloque Héroes de Granada y quien actualmente trabaja en una cooperativa de vigilancia privada, dice que “aunque la mayoría de excombatientes nos encontramos en el proceso de reinserción, otro número de compañeros desmovilizados en realidad nunca dejó las armas y lo que hicieron fue entregar una parte de ellas, -en el acto de desmovilización- para matar dos pájaros de un solo tiro, por un lado seguir en actividades delictivas, y por el otro aprovechar los incentivos jurídicos y económicos prometidos por el gobierno a los sectores desmovilizados”. Varias causas, un factor determinante Según lo expresado en las últimos semanas por el General Marco Antonio Pedreros, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, desde el año 2007, han surgido nuevos grupos de bandas delincuenciales lideradas en su mayoría por Mario Rendón, alias “Don Mario” quien se ha dado a la tarea de copar los mercados del narcotráfico y el control armado de los espacios que antes ocupaban los bloques “Cacique Nutibara”, “Héroes de Granada” y “Héroes de Tolová” los cuales fueran comandados en el pasado por Diego Fernando Murillo Bejarano alias “Don Berna”. En una entrevista reciente al Instituto Popular de Capacitación –IPC-, el Director de la Policía, Óscar Naranjo señala que “el reclutamiento de ex combatientes se está dando por motivación económica en áreas de alta confrontación por el aseguramiento de los centros de producción, los corredores de movilidad y el envío de droga al exterior”. Agrega además, refiriéndose al tema del resurgimiento de la modalidad sicarial que “lo que sucede en ciudades como Medellín, Cali y Bogotá es que la confrontación entre las bandas de grupos delincuenciales, cuando utiliza la modalidad del sicariato, produce víctimas, pero cuando se estudia quiénes son las víctimas de esa modalidad, casi que llega a la conclusión de que no son residentes ni oriundos de la ciudad donde murieron”. Declaraciones como la anterior corroboran opiniones de expertos, como la del politólogo David Henao Toro, quien resalta el papel que juegan las externalidades relacionadas con el narcotráfico, al manifestar que dicho factor es en últimas el que influencia temas relacionados con aumento en índices delictivos en regiones estratégicas como Medellín y su área metropolitana. La Procuraduría General de la Nación indica además que la situación de Antioquia es grave, si se tiene en cuenta que el departamento cuenta con el mayor número de desmovilizados y reinsertados de las autodefensas -cifra que se acerca a los 4.100 ex combatientes- quienes según la entidad, afrontan serios problemas en su proceso de reinserción a la vida civil, generados en su mayoría por razones de orden económico ligadas a las dificultades con las que cuentan en la actualidad los proyectos productivos que se adelantan en las distintas zonas del país. Tal y como lo manifestó el Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón, dichos proyectos ostentan un porcentaje del “90% de inviabilidad”, generado por la falta de planeación, recursos e infraestructura. En declaraciones recientes el alcalde Alonso Salazar ha dicho que unos pocos desmovilizados están haciendo trampa al proceso y se han visto tentados por las grandes sumas de dinero que ofrecen los nuevos capos. Según datos de la Policía Metropolitana de Medellín, “Don Mario”, por ejemplo, estaría pagando millón y medio de pesos de sueldo a desmovilizados que trabajen para su organización. Sin embargo y con el fin de contrarrestar estos factores de riesgo, la Secretaría de Gobierno de Medellín, de la mano de la inversión en materia de seguridad -la cual se aproximó a los $161 mil millones de pesos en el periodo 2.004-2.007- busca con iniciativas como el Programa de Paz y Reconciliación y el Programa Jóvenes con Futuro, afianzar un acercamiento entre autoridades civiles y municipales que permitan reducir las ascendentes cifras relacionadas con el sicariato. *Nombre ficticio para proteger la identidad de la fuente.

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pORTADA

Junio de 2008

Libertad condicional

Libertad condicional

Helena Cortés ellen.cortes@gmail.com Yira Paola Plaza yiraplaza@gmail.com

En Colombia no existen datos consolidados sobre el número de personas que anualmente recuperan su libertad después de pagar una condena. Sin embargo, la Corporación Sueños de Libertad habla de un aproximado de ocho mil pospenados por año que deben reincorporarse a la sociedad con el estigma de ser exconvictos.

Victor Vargas vivaxudea@yahoo.es Dos meses después de salir de la cárcel, Patricia Cardona decidió quemar todas las cartas y fotografías que la ligaban a sus días de presidio. Le pidió a su familia que la dejara sola para emprender lo que sería un acto simbólico de ruptura con su pasado, después de cuatro años en prisión. Había caído presa por narcotráfico, luego de que su novio la convenciera de irse con él como “mula” para Estados Unidos. Ni siquiera alcanzaron a subirse al avión. Su novio, supuestamente el experimentado, fue traicionado por el nerviosismo y despertó la sospecha de la Policía. Patricia, que ya había pasado todos los controles, se devolvió para no dejar solo a su novio, aún sabiendo que el pago de su lealtad la llevaría a la cárcel; “estábamos juntos y yo no lo iba a dejar”, confiesa. Fueron condenados, y ella, recluida en el Buen Pastor durante tres años. Luego de obtener la libertad, Patricia encontró que esta nueva etapa, lejos de estar exenta de dificultades, se convertía en un reto personal, familiar y social. Reiniciar su carrera como música, compositora y cantante, que fue interrumpida por su condena, era su mayor deseo, pero el miedo al rechazo y el señalamiento de sus colegas y de su círculo social no dejaba de complicarle la vida. Ahora, Patricia ha recuperado con esfuerzo su carrera musical, tratando de evadir sus temores. Trabaja como profesora de música para niños. Pero el fantasma de la cárcel la ronda en su labor: “Con los niños me da un susto. Porque no sé si lo van a entender, cómo me van a mirar, si perderé autoridad como profesora delante de ellos. Ellos simplemente te quieren o no te quieren y si yo encuentro un rechazo mi trabajo pierde sentido. Porque yo necesito autoridad, manejar disciplina, respeto. No sé qué pasaría un día que yo llegue a una clase y ellos me digan: profe, ¡usted estuvo en la cárcel!”, expresa. En Colombia no existen datos consolidados sobre el número de personas que anualmente recuperan su libertad después de pagar una condena. Sin embargo, la Corporación Sueños de Libertad, entidad que trabaja con la población pospenada y posliberada de Medellín, habla de un aproximado de ocho mil pospenados por año que, como Patricia, deben reincorporarse a la sociedad con el estigma de ser un exconvicto. Mauricio Martínez Sánchez, doctor en Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, autor y tratadista, ha expuesto en sus libros el panorama que le espera al pospenado, la huella impresa por la condena: “El concepto de culpa penal es estigmatizante y no se extingue ni con el cumplimiento de la pena impuesta; no hay nada que la neutralice. La declaración de culpabilidad la lleva el condenado hasta el fin de su vida”. Las dificultades que enfrenta un pospenado además del reproche social, de la culpa por haber fallado, del temor permanente de ser señalado, de que se le trate como un ciudadano digno de toda desconfianza, tiene otras dimensiones como el deterioro de los espacios familiares, las dificultades económicas, el restablecimiento de las redes sociales y el rechazo laboral. De esta manera el regreso a la libertad pasa de ser el momento feliz, el momento más esperado, a un amargo choque con la culpa, la ausencia, las deudas, los vacíos y el temor. Cada caso es diferente, cada pospenado, cada familia tiene su propia historia. Volver a casa Según Jairo Tamayo, director de la Corporación Sueños de Libertad, “el mayor problema es la desconfianza y la falta de oportunidades que la misma sociedad les ofrece a estas personas”. Pero es en la familia, el núcleo de la sociedad, donde se empiezan a dimensionar las dificultades: “Un padre de familia que dejó un niño de dos años y estuvo quince en la carcel, sale cuando él tiene diecisiete. Ese joven ya no lo reconoce como autoridad. No le respeta como papá. Ya el recién llegado tiene que entrar casi a pedirle permi-

Luego de pagar cuatro años de prisión, Herson Arango conoció lo difícil que es para un pospenado obtener un empleo. Foto: Julián Roldán

so al hijo para muchas cosas. Hay un choque inmenso”. cuero. Lo requisaron. Nada. Llevaron el carro para los El director de la Corporación insiste: “¿Qué autoridad cuarteles en Belén, desbarataron varias partes y nada. moral puede tener un padre si este joven se le rebela y le Herson pensó que se iba a salvar. Pero de un momento a reprocha que al venir de la cárcel no le puede decir qué otro un agente llegó directamente hasta la bolsa con los es bueno o malo?”. zapatos y descubrió la droga. Herson Arango supo que Los cambios que se generan en el hogar están ligados había sido utilizado como carnada; lo habían entregado. al género y papel que tenga el recluso, situación que con- “Me dijo: nosotros sabemos que usted es bien pero ¡qué lleva a rompimientos y que produce que el ideal socio- falla!, se enredó con la gente que no debía. Al pesar la cultural de la familia se vea trastornado. No es lo mis- droga resultaron mil 260 gramos de heroína”. mo una familia que ha tenido que vivir con la presencia Pagó cuatro años de condena en los cuales su esposa permanente del delito a otra que se ve, sorpresivamente, fue su principal apoyo, “a pesar de estar recién casados, involucrada en el caso de un miembro condenado o en- de que mi esposa no dependía económicamente de mí, y carcelado. de que nuestra relación se vio amenazada en varias ocaEn las cárceles de Medellín permanecían recluidas, a siones, nunca me dejó”. Luego de salir de la cárcel, para marzo de 2008, 6 mil 917 personas. Con familias prome- Herson no fue fácil rehacer su vida en pareja, pues considio de cinco miembros, mulderaba que su casa ya no era su tiplicadas por el número de espacio, que éste le pertenecía “Cuando una persona sale de la cárcel no se ven las internos en la ciudad, la posólo a su esposa. “Incluso, ocuoportunidades que el Estado le debería garantizar, como blación familiar que padece la par la misma cama nos resultaprisionalización de alguno de educación y un trabajo. Sencillamente, nadie les da oportu- ba extraño, yo había dormido nidad de empleo”. sus miembros, que sufre camsolo por 48 meses, nos costó bios en sus hábitos de vida, adaptarnos”, concluye Herson. que debe acoger a un pospenado, puede llegar a treinta y cinco mil personas. Esto Misión imposible quiere decir que sus hijos, esposas, hermanos, padres y Para Herson y para los pospenados en general, el en general sus familias, son afectados por la situación proceso de reincorporación laboral es uno de los puntos desde la cárcel y luego por el proceso de reinserción en críticos de la inserción en la sociedad. No tienen cómo la sociedad. justificar el tiempo por fuera del sistema laboral. La desCon tan solo seis meses de casado, Herson Arango actualización de los conocimientos de su respectiva proaceptó la propuesta de unos amigos para participar en un fesión u oficio les hace poco competitivos en un mercado negocio de drogas. El primer trabajo resultó bien. Herson cada vez más exigente, que solicita personas jóvenes y quedó satisfecho y no quiso participar más. Un día le pi- con experiencia, sin mencionar aquellos que nunca tudieron el favor de entregar una droga en el occidente de vieron una formación que les permitiera competir por un la ciudad. Por agradecimiento con sus amigos, aceptó. puesto de trabajo. A los pocos minutos de haber iniciado el recorrido fue Con estudios en programación y reparación de cominterceptado por agentes del F-2, quienes en el primer putadores, y luego de haber presentado varias hojas de momento no descubrieron la droga que estaba sobre la vida, Herson Arango no logró acceder a un empleo forsilla, pero oculta en unos zapatos y otros productos de mal. “Yo estoy sin nada, afortunadamente no pagamos


arriendo. Todo el dinero que había se fue y me quedó un camioncito que vendimos. Con ese dinero intentamos terminar el segundo piso de la casa pero no alcanzó. En las empresas nunca te dicen no te vamos a dar trabajo, pero nunca te lo dan”, expresa Herson y agrega que “el estigma de la cárcel se carga toda la vida, todas las puertas se cierran. Uno consigue empleo pero si es con un familiar que crea en uno. De resto no se encuentran oportunidades. ¡Si es difícil para un bachiller, cómo será para alguien que no tiene estudio! Tuve expectativas de trabajar en Sofasa, ser empleado. Pero tener de 30 años para arriba significa que una persona no es apta. Yo consigo trabajo es porque tengo rosca; uno tiene que ser realista”. Ingrid Alba, abogada penalista, complementa: “Cuando una persona sale de la cárcel no se ven las oportunidades que el Estado le debería garantizar, como educación y un trabajo. Sencillamente, nadie le da oportunidad de empleo”. A pesar de que la Ley 65 de 1993, encargada de regular el sistema penitenciario, establece que una de las finalidades de éste es entregarle al interno herramientas que le permitan alcanzar con éxito la resocialización, como las actividades laborales, estos objetivos no se cumplen. La realidad que se vive dentro de los penales es muy distinta: sólo el 35 por ciento tiene un acceso al trabajo y el 14 por ciento acceso a las bibliotecas. Señalar, condenar, no perdonar Marina Guisao, madre de un pospenado, habla de las dificultades que tiene un interno para acceder a un puesto de trabajo, incluso dentro de la cárcel. “Mi hijo aprendió más que todo a hacer artesanías, porque para acceder a un oficio hay que tener dinero para comprar ese puesto y yo no tenía la posibilidad. Antes se desempeñaba como guarnecedor y ahora está ahí como estancado”. En esta inestabilidad navega la angustia de Marina, “él sí dice que qué miedo volver a caer, que ni por nada vuelve allá, pero a mí me da miedo que sin un trabajo estable él pueda recaer. Él en ocasiones me ha dicho que se siente recriminado, que lo aíslan, que lo hacen a un lado”. Pero el señalamiento no hace diferencias y menos con personas que han tenido la oportunidad de una carrera formal; éste no perdona. El caso es el del ingeniero civil Ricardo Arenas Forestieri, quien, luego de una reconocida trayectoria profesional y de docencia, se vio involucrado en un caso de estafa que derrumbó la reputación construida durante más de treinta años. Ser sindicado de este delito y haber purgado seis meses de prisión domiciliaria fueron suficientes para que aun después de haber sido declarado inocente y salir absuelto de todos los cargos, perdiera toda la credibilidad en su círculo profesional y social. “A nivel profesional se me cerraron todas las puertas porque nadie creyó en mi inocencia, entonces me tocó prácticamente buscar dónde regalar mi trabajo, regalar todos esos conocimientos. En el momento del problema estaba preparando la publicación de un libro para la cementera más importante del país. Luego del enredo, no quisieron saber más de mí”, comenta el ingeniero. El director ejecutivo de Sueños de Libertad, en su búsqueda de oportunidades para los pospenados, ha tenido que enfrentar el permanente rechazo y la desconfianza del sector empresarial hacia las personas que han estado en prisión. “Una persona que sale de la cárcel va a buscar empleo y la empresa se da cuenta de que estuvo allí retenido, le cierra todas las oportunidades y no existe un seguimiento por parte del Estado, un acompañamiento por parte de éste o unas campañas de sensibilización a los empresarios”, afirma. El cambio en libertad: una decisión personal Según el artículo 10 de la Ley 65 de 1993, el tratamiento penitenciario tiene la finalidad de resociali-

zar, preparar al condenado para su vida en libertad y ofrecer el apoyo necesario luego de la obtención de ésta. Pero algunos expertos coinciden en que dicha resocialización no es el resultado del tratamiento penitenciario, sino de la decisión personal de cada individuo. El ex director regional del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, John Jairo González, afirma que “es difícil que la sociedad piense que va a recibir a una persona rehabilitada. Es una situación individual de cada interno desear seguir delinquiendo o desear cambiar de actitud, desear responderle a una sociedad que lo espera ver como un ser útil. Se hacen grandes esfuerzos por parte del Inpec con los pocos recursos que tiene, pero es una decisión ante todo individual. No podemos hablar de un resultado positivo por el tratamiento penitenciario y carcelario ni tampoco esperar índices bajos de reincidencia, que las personas vayan a cambiar de decisión”. Voluntad de cambio. Esa es la que tiene Dúver Quintero. Cuando apenas era un niño, fue testigo de un hecho que hizo que su vida tomara un rumbo totalmente distinto: “Tuve la desgracia de ver cuando mataron a mi hermano, tenía trece años y en ese momento yo no pude perdonar eso, no pude perdonar”. A partir de ese instante su vida se vio motivada por el deseo de venganza, lo que lo llevó a la cárcel a la edad de quince años, con una condena de 58 años por homicidio. “¡Creí que el mundo se me venía encima!”, dice. Pero no hay fecha que no se cumpla. Luego de diez años en prisión, ahora disfruta de su libertad condicional y ha decidido estructurar un nuevo proyecto de vida basado en sus estudios de derecho. Actualmente, Dúver está vinculado a proyectos municipales para la prevención del delito donde comparte su experiencia con la población juvenil.

Libertad en entredicho En la actualidad existen en Medellín dos alternativas de apoyo para los pospenados: una vinculada a la Alcaldía a través de la Secretaría de Gobierno y al Instituto Tecnológico Metropolitano, ITM. Por allí han pasado más de 1.300 pospenados que en cuatro años han recibido apoyo psicosocial a través de psicólogos que trabajan con ellos y sus familias. En cuanto a los apoyos académicos se han hecho esfuerzos con el Sena, el ITM y otras instituciones, pero la necesidad de generar recursos económicos pronto saca a los pospenados de las aulas. La falta de dinero para los pasajes, para útiles y principalmente para el sostenimiento de sus familias, es el motivo por el que terminan desertando de los programas. La segunda alternativa es la Corporación Sueños de Libertad, que intenta abrir opciones laborales y alternativas productivas con el fin de atacar los índices de reincidencia en el delito, generado por la falta de apoyo y oportunidades. Mientras la ley dice que esta responsabilidad recae sobre el Inpec, la persona que sale de la cárcel tiene que comenzar un proyecto sin apoyo, pues estas dos opciones no son suficientes para satisfacer las demandas de toda la población carcelaria que recupera su libertad. Por otra parte, a una sociedad que no está libre de prejuicios hacia quienes cumplieron su condena en un establecimiento penitenciario, le resulta más fácil discriminar que comprender. *Este artículo hace parte de una investigación para el documental Condenados en libertad realizado por estudiantes de Periodismo en el año 2007. Realización Juan Pablo Muñoz Yira Paola Plaza Víctor Vargas Helena Cortéz

Después de ser absuelto, Ricardo Arenas, ingeniero con más de treinta años de experiencia, nunca pudo recuperar su prestigio profesional. Foto: Julián Roldán

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medio ambiente

Medellín se ahoga en la basura

El manejo inadecuado de los residuos muestra la falta de cultura ciudadana: mil 900 toneladas diarias de desechos llegan al Relleno Sanitario La Pradera. Falta conciencia y compromiso para mitigar el impacto de las basuras en la ciudad y en el medio ambiente. Yhobán Camilo Hernández camilo.0830@hotmail.com La mano de un niño lanza una envoltura de papas, que serpentea en el viento y llega al poste donde todos arrojan sus desechos. Un aporte mínimo que acrecienta las cantidades de basura en diferentes espacios de la ciudad. Allí, en el barrio La Iguaná, este niño arrojó su empaque en uno de los tres lugares donde los camiones de Empresas Varias de Medellín, recogen aproximadamente tres toneladas diarias de residuos. Otro abono de basura que se sumará a las mil 900 toneladas diarias. Solo en abril se juntaron 55.204,18 toneladas, para engordar las arcas del Relleno Sanitario La Pradera, que desde su creación, el seis de junio de 2006, hasta abril de 2008, acumuló tres millones 308.198,72 toneladas de desechos. El relleno posee grandes vasos excavados en la tierra, cubiertos con geo-membranas, plásticos especiales para impermeabilizar el suelo. Estos vasos esperan los desechos que le hereda la ciudad a la tierra y a las tripas de los gallinazos. En la rama de un árbol trina un ave mientras los camiones ascienden hasta una montaña de basura. Es el Vaso de la Música, donde se disponen los residuos sólidos en la actualidad. Le restan tres años de vida útil y puede recibir tres millones 500 mil toneladas más de basura. Ya existió otro vaso, el de La Carrilera, que duró un año y recibió 597 mil toneladas, y se proyecta el Vaso Altaír con una duración de diez años. La vida útil de los vasos va en aumento, lentamente se construye una ciudad antagónica. Una urbe de desechos se expande en la montaña. Sus chimeneas salen de la tierra y queman los gases producidos por la descomposición de la basura. Las únicas casas son pequeñas y sirven para controlar la plaga de la mosca. El suelo está impermeabilizado para protegerlo de los lixiviados, un jugo oscuro producido por los residuos sólidos, altamente contaminante. Para esto, se diseña un entramado de tuberías que forman un arroyo, de donde emana un vapor caliente y fétido que desemboca en una piscina negra, donde se trata de remover la mayor cantidad posible de carga contaminante. La nueva villa se transforma con los desechos de la otra ciudad, de la bella, civilizada y primaveral Medellín. Donde estorba la basura y cuando el pote de la casa está lleno o huele mal, basta con sacarlo a la calle cualquier día; de ahí en adelante lo que suceda no importa. La falta de cultura es el inicio de las dificultades con el manejo de los desechos, según comenta Liliana Montoya, ingeniera de

Empresas Varias de Medellín encargada de la disposición final de residuos: “En materia de residuos sólidos hay un problema grande: la gente saca la basura a deshoras, incluso días antes de la recolección y los animales callejeros o aves de rapiña empiezan a regar estos residuos”. Medellín tiene más de 170 puntos negros, como La Iguaná, donde la empresa de aseo limpia diariamente. Hernando Gil, presidente de la junta de acción comunal del barrio La Iguaná, ha trabajado en la comunidad para solucionar el problema. Los resultados han sido lentos, pero “ahora ha mejorado la condición con las basuras. Antes había basuras regadas por todo el barrio, por lo menos ya las depositan en tres puntos: frente a la Universidad Nacional, en la carrera 65 y en la carrera 70”, dice. Para mejorar el panorama Hernando Gil realizó campañas de aseo y jornadas de sensibilización, y reunió la ayuda de diferentes actores de la comunidad como la parroquia, la escuela, la junta de acción comunal, los hogares de bienestar, las mujeres activas, el grupo juvenil y las madres cabeza de familia. Hay que transformar la conciencia de los ciudadanos para que aprendan a depositar y manipular las basuras. Según Liliana Montoya, “se requiere de la cooperación de las personas, porque entre más residuos lleguen, la vida útil de los rellenos sanitarios será menor”. Si bien el relleno sanitario de La Pradera posee 370 hectáreas utilizables, hay que controlar las cantidades de basura que se envían para no agotarlo rápidamente, pues conseguir el terreno para un relleno es una tarea difícil. Nadie quiere en su municipio el arca de los desechos, aunque tenga estrictas medidas de manejo, control de plagas y una adecuada labor social. La nueva ciudad se moldea a 57 kilómetros de Medellín y esa distancia agrega una dificultad: el largo recorrido de las basuras hace que la descomposición sea mayor, por lo que no son rentables los procesos de compostaje para la materia orgánica, y muchos materiales reciclables no se pueden recuperar porque llegan infectados. Basta con ver los camiones descargando la basura, el arrojo de los gallinazos sobre ésta y el chorro de lixiviado derramándose como el jugo de una licuadora. Este lixiviado tiene un tratamiento con bacterias donde se logra remover hasta el 85 por ciento de carga contaminante, pero el otro 15 por ciento es descargado al río.

El terreno de un relleno sanitario queda prácticamente inutilizable. No se puede construir porque la basura que se depositó continúa en descomposición y en un proceso de compactación, y la tierra es propensa a hundimientos y deslizamientos. Por lo mismo no se deben sembrar árboles grandes, ni pueden haber frutales, ni ganado. “Una posible solución sería el cultivo de plantas ornamentales”, propone el ingeniero Giovanni Rodríguez, residente de interventoría en el Parque Ambiental La Pradera. Giovanni Rodríguez también plantea un manejo adecuado, a nivel del hogar, de los residuos sólidos, para que al relleno solo lleguen desechos que no puedan tener otro uso. “Las personas deberían separar lo que es reciclable para entregárselo al reciclador de la zona. Con la materia orgánica, en una maceta, pueden hacer un compostaje y utilizar ese abono en sus propios jardines”, dice Rodríguez, y agrega que en la ciudad las empresas de reciclaje no tienen suficiente cobertura. Estas propuestas pueden dar buenos resultados en comunidades comprometidas y con la colaboración de diferentes instituciones como colegios, juntas de acción comunal, grupos juveniles, iglesias, bajo el interés de hacer un manejo de los residuos sólidos para conservar el medio ambiente. La idea no es imposible. El biólogo Alberto Suárez desarrolla programas de compostaje en ocho urbanizaciones de Medellín y cree que lo mismo se puede hacer en barrios y escuelas, siempre y cuando la comunidad se comprometa. Vaya a una legumbrería y mire las cantidades de frutas, semillas, cáscaras; toneladas que se botan diariamente, material orgánico adecuado para mejorar el suelo que está siendo botado al relleno sanitario de Pradera”, comenta Suárez. La basura del Valle de Aburrá, según Liliana Montoya, está compuesta en un 53 por ciento de materia orgánica, sumándole el papel y el cartón sería un 65 por ciento, y el 35 por ciento restante lo componen otros materiales. Más de la mitad de basura que se envía al relleno sanitario, podría tener otros usos. La Universidad de Antioquia se dio a la tarea de hacer un buen uso de los residuos sólidos. Alberto Suárez está encargado del proceso de compostaje. Al terreno de la ciudad universitaria, cerca de la cancha de fútbol, llegan los desechos orgánicos de las cafeterías: cáscaras de frutas, de verduras, sobras de la comida, también ramas y hojas secas de los jardines. Éste material se apila, se


11 hidrata y se le agregan bacterias para acelerar su descomposición. El compost obtenido se utiliza para abonar los jardines de la universidad. La ciudadela universitaria genera a diario tres mil kilos de basura. Martha Cecilia Lopera, gestora ambiental de la universidad y encargada del manejo de estos residuos, dice: “tratamos lo orgánico y recuperamos los materiales inorgánicos que son reciclables, para evitar que lleguen a ocupar más espacio al relleno sanitario. Son entre seiscientos y novecientos kilos diarios de material reciclable que estamos recuperando y alrededor de una tonelada diaria de material orgánico”. La conciencia y el compromiso de la comunidad son imprescindibles para esta labor. Mediante campañas, Martha Lopera logró la colaboración de las cafeterías para que hicieran una separación, en la fuente, de los

materiales orgánicos e inorgánicos. Además, la universidad contrató dos recicladores permanentes. “Primero hay beneficios económicos para la universidad, bajó el costo de la tasa de aseo hasta en dos millones de pesos y ya no hay que comprar abonos para los jardines, con lo cual se ahorra entre un millón y medio, y dos millones de pesos. El otro beneficio es un compromiso social, porque producimos residuos como una pequeña ciudad, pero evitamos que todos vayan al Parque Ambiental La Pradera”. El papel, el pet, el cartón, los palos de escoba, las latas, los vidrios, los metales y todo lo que se puede comercializar es recuperado en la universidad. Omar Saldarriaga es uno de los recicladores beneficiados por este proyecto: pasó de ganarse un salario mínimo en una cooperativa de recicladores a recibir hasta 800 mil

Hay más de 170 puntos negros en la ciudad, como éste en el sector de Moravia donde la empresa de aseo debe limpiar diariamente. Foto: Sergio González Álvarez

pesos quincenales. Él hace un llamado: “más compromiso, más cultura con las basuras, separar los materiales para mejorar nuestro trabajo. Nosotros los recicladores, en este momento, ocupamos un lugar grande en las ciudades porque ayudamos a que la tierra siga respirando. Si toda esta basura va a los rellenos la tierra deja de respirar.” El tratamiento de las basuras no le corresponde únicamente a las empresas de aseo. Cada ciudadano debe comprender que somos parte del medio ambiente y estamos depositando en la naturaleza residuos que no le pertenecen, alterando los ciclos vitales. Un anhelo tiene Liliana Montoya, “un futuro sin relleno sanitario o solo depositando en éste lo que definitivamente no sirve para nada. Pero para ello se requiere todo el compromiso ciudadano”.

Reciclar es la mejor forma de recuperar materiales e incorporarlos nuevamente a la industria, evitando así su llegada al relleno sanitario. Foto: Sergio González Álvarez

testimonio

¡Socorro! Esta es la imagen que representa con más fidelidad la tragedia que literalmente, les movió el piso a los habitantes de El Socorro, donde el sábado 31 de mayo, veintiocho personas perdieron la vida. Un drama de no acabar que nos presenta el mismo capítulo, pero con protagonistas diferentes, cada que la parrilla de programación está atestada de comedias, o mejor dicho, de promesas políticas, que de cumplirse, evitarían estas tragedias.

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crónica

Amores Aun en plena era digital y de la permanente pregunta por la desaparición del libro o del periódico, productos de papel como los álbumes de caramelos siguen cautivando a chicos y grandes.

Víctor Vargas vivaxudea@yahoo.es Destapar un sobre de caramelos es una sensación parecida a la del amor. Unas cosquillitas en el estómago, una ansiedad constante. Se toma el sobre, se palpa su contenido y la expectativa crece. Un sonido rasga el silencio. El mundo alrededor desaparece y los ojos se posan en cada una de las hojitas que salen de la bolsa: lo tengo, lo tengo, ¡no lo tengo! Es la alegría en un trozo de papel impreso. La emoción de una nueva figurita que no se tiene o con la cual se llena una nueva hoja del álbum. Coleccionar álbumes de caramelos, cromos, láminas, figuritas, pegatinas, estampas, barajitas o monas, como dicen los mayores, es la tradición de muchas generaciones. Pedirle dinero a la tía alcahueta o gastarse unos pesos del salario para comprar caramelos, pegarlos en un álbum, intercambiarlos o jugarlos, sigue atrayendo a personas de todas las edades y motivando la pasión coleccionista que hay en muchos de nosotros: para los niños son atractivos, fantasiosos, despiertan su curiosidad, son la ventana a un nuevo mundo. Para el adulto son el placer de poseer, de contemplar. Qué figura de negocio La afición por el álbum y el caramelo lleva varias décadas seduciendo a millones de personas en el mundo; no por nada la editorial Panini, gigante mundial del caramelo, está presente en más de un centenar de países y en tiempos del mundial de fútbol sus ventas pueden ascender a 160 millones de euros anuales. No por nada miles de sitios web se especializan en el mercado de los coleccionistas de álbumes y en Colombia se pueden hallar ofertas de dos mil 300 euros (unos cinco millones de pesos) por el álbum lleno y en buen estado del Mundial México 70. “En España los coleccionistas se reúnen en las plazas municipales. En mi ciudad, Barcelona, nos reunimos en Las Ramblas. El día tradicional es el domingo y chicos y adultos se dan al intercambio. Yo comprendo que por la situación económica en Colombia no se alcancen precios demasiado altos; pero allí van gentes de toda Europa y se manejan cifras que ni te imaginas”, dice José Manuel Gallego, fotógrafo español que vive en Medellín cerca de seis meses al año, está casado con una colombiana y dice atesorar una colección de más de 140 álbumes de todos los tipos. “Yo pongo anuncios en los periódicos locales para comprar lo que resulte. Algunos llenos o los compro medio llenos y los completo, en fin. Aquí hay personas que ni saben lo que tienen, yo trato de ser justo pero si puedo ganar más lo hago. Por ejemplo un álbum de México 86 puede valer 200 mil pesos y a mí me los han ofrecido en 40 mil. Ese álbum yo lo puedo vender en 200 euros en España”. La versión paisa de la bolsa del caramelo y el álbum, está ubicada en una acera de poco menos de un metro de ancho de la calle Colombia en cruce con Junín, en el centro de la ciudad. Allí, en tres puestos armados con cajas de cartón y una chaza, cuatro vendedores especializados en la materia soportan los estruendos de los buses urbanos, la contaminación, el inclemente sol y el trasegar multicolor de peatones para ganarse la vida a punta de negociar con las monas: dos repetidas por una nueva es la moneda corriente en esta calle.

“Me dedico a vender caramelos desde hace 27 años” dice Fabio de Jesús Vásquez, un hombre de cabello y bigote blanco, que habla con un cigarrillo apretado en su boca. Mientras acomoda los álbumes por toda la superficie de su puesto, saca un estuche con los caramelos de los que devenga su sustento. Es una caja de madera que de tanto manipularla se ha vuelto negra, se organizan cuatro o cinco filas con miles de figuritas de papel. Jugadores de fútbol con amables sonrisas, modelos con diminutos vestidos de baño, patitos feos con enormes gafas, peces y aves con olor a chocolatina, poderosos guerreros con espadas de energía cósmica y personajes de película, se enfilan una tras otro en estricto orden de numeración. Imágenes a la espera de un ávido coleccionista o espontáneo aficionado que las compre por 200 o 500 pesos, o las intercambie por cromos repetidos. “El álbum que está dando palo ahora es el de la Eurocopa 2008; ese está a 700 el paquete de cinco. Es un álbum de 535 laminitas y lleno se lo vendo en 120 mil pesos”, comenta el veterano vendedor. Gerardo Parra, con 19 años de experiencia en el mundo del caramelo, está sentado en una pequeña butaca que parece de jardín infantil. Lo rodean cuatro clientes que, con lista en mano, hacen distintos pedidos: “del álbum viejo de chocolatinas Jet”, dice una señora, Nancy Osorio de unos 40 años. Una pareja joven le pide los de chocolati-

nas pero del álbum nuevo y Elkin Osorio, un jubilado de 65 años, tiene en su mano un fajo de cromos de la Eurocopa para intercambiar por los que le hacen falta. Entre ellos destaca un caramelo plateado, metalizado: es el trofeo de la Copa de Europa, “la orejona” como le llaman los coleccionistas futboleros. Este caramelo puede valer tres mil pesos, lo que dicho a secas no es mucho pero si se tiene en cuenta que su valor comercial es de 160 pesos, pues este se ha valorizado casi un 200 por ciento. “He tenido la afición desde niño, soy coleccionista por vocación: estampillas, billetes y álbumes. He coleccionado los álbumes de los mundiales y se los heredé a los hijos. Hoy en día los lleno es por los nietos, es la alegría de verlos corriendo a esperar los caramelos que uno les lleve y luego pegarlos con ellos”. Tesoros de papel: un legado de amor “A mí me trajo mi papá al centro hace unos quince años, desde eso hace que vengo yo solo”, dice Edwin, un comprador de unos 30 años. Mientras habla no quita la mirada de los caramelos del álbum de modelos editado por la revista Soho, hipnotizado por las imágenes, mientras su memoria recuerda con precisión cuáles tiene y cuáles le faltan. “El primer álbum que llenamos fue el de chocolatinas. Es que es algo que le dejan a uno los padres. Mi padre los llenaba, era agradable compartir esos momentos buenos, pegar las monas”, sonríe y vuelve a ser un niño entusiasmado. Aunque esta afición sea parte de un lucrativo negocio, para los aficionados de los álbumes y las figuritas el dinero invertido es lo de menos: los momentos compartidos con emoción por padres, hijos, sobrinos, amigos, al llenar una hoja; los juegos de los chicos en los colegios para ganarse unos caramelitos, un niño que en medio del respectivo

José Julio Soto enseña orgulloso uno de sus álbumes completo. También atesora las figuaras de los mundiales de Alemania y Argentina. Foto: Víctor Vargas


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de papel berrinche le pide dinero a su padre para correr a la tienda del barrio y comprar algunos sobres, la concentración de un chiquillo que piensa que cambia mágicamente la imagen del cromo para hacerle coincidir con el que le falta. Eso es un álbum y eso no tiene precio. Para los mayores, es volver a su infancia y recordar que los premios por llenar un álbum eran balones de fútbol de mala calidad o patines, incluso bicicletas que nunca se entregaban porque siempre había un caramelo que nunca salía. Es la nostalgia, la remembranza de tiempos felices. Julio Soto esgrime su tesoro con emoción y orgullo: Mundial de Alemania 74, lleno. Argentina 78, le faltan siete. Italia 90, lleno. USA 94, lleno. Un patrimonio que le podría representar unos buenos pesos en cualquier momento pero que ni en épocas de recesión económica ha pensado vender. En el álbum de Alemania 74 señala a la máxima figura del momento: el “Káiser” Franz Beckenbahuer. En el de Argentina 78 señala las páginas de la selección argentina, campeona del mundo en plena dictadura militar: “Fue el mundial al que no llevaron a Maradona por joven. Pero vea a este crack, Johan Cruyff de la naranja mecánica, Holanda. Es que este equipo fue el que debió quedar campeón”. Esta afición no es solo cosa de hombres y fútbol. Para las niñas también existó un álbum. El clásico femenino es uno con los dibujitos de dos personajes desnudos que se tomaron las tiendas y los corrillos de colegio con sus caramelos: “Amor es…” Cientos de cartas de amor se escribieron inspirados en estos muñecos de ojos grandes que pueden parecer cursis, pero que inspiraban a las chicas ilusión y ternura. “Amor es… Un abrazo tierno”. “Amor es… Ser un caballero con ella”. Ni siquiera los hombres se resistieron a los caramelos de esta serie que fueron creados con frases sencillas y escenas de la vida cotidiana de la pareja, inspiradas por una secretaria norteamericana que expresaba su amor con estos inocentes dibujos a su novio italiano. “Yo lo llené porque venía de un noviazgo con poca ternura. Me ennovié de nuevo y lo llené con mi esposo; eso fue como en el año 70 y me parecía maravilloso”, dice Edila Garzón. Sus ojos se llenan con el brillo del amor de juventud. Muestra su álbum, manchado por el amarillento color del paso de los años y al que solo le faltan cinco caramelos. En la portada los personajes están marcados: Fabio y Edila. Tragar y pegar La historia natural, los inventos, autos, aviones, trenes, trajes, los deportes, los personajes de fantasía, de la televisión y el cine han sido los temas favoritos. Cada generación ha tenido sus clásicos aunque los temas no parezcan muy emocionantes hoy. La periodista Patricia Nieto voltea la memoria y recuerda: “¡Mi hermana se ganó en el colegio un álbum de los papas!”Basta imaginar el cambio de dos Benedictos por un Gregorio o un Juan XXIII. Para la generación de finales de los cuarenta las monas de los jugadores de la época del Dorado fueron el tema: la “saeta rubia” Alfredo D`Stéfano, Adolfo Pedernera y Nestor Raúl Rozzi, jugadores del mítico Millonarios eran los más codiciados. Pronto llegó uno de los eventos que ha marcado de manera más profunda la historia del país: La Vuelta a Colombia, y con ella, cómo no, el respectivo álbum con sus estrellas. El “Zipa” Efraín Forero, Ramón Hoyos, Javier el “Ñato” Suárez, Jorge Luque “El águila negra” y muchos otros que se hicieron ídolos en las carreteras y el papel. Y así entre álbum y álbum, entre acontecimiento y sucesos mundiales y nacionales nació el más clásico de los colombianos: el de chocolatinas Jet. Surgió en 1968 como una estrategia de mercadeo que había iniciado la Compañía Nacional de Chocolates en 1961

con colecciones como La conquista del espacio y Autos Jet, entre otras. Historia Natural era un álbum de 508 láminas entregadas una por una en cada chocolatina: “tragar y pegar” era la consigna como dice Daniel Samper Pizano, en un artículo de su blog personal, al recordar con nostalgia sus épocas de coleccionista; tiempos en que los caramelos se pegaban con engrudo hecho de almidón y el paquete de caramelos valía cinco centavos. Este álbum abordaba cuatro temáticas: zoología, geología, astronomía y botánica y además de contribuir con diversión, aportó conocimiento para muchos. Pero también puso a sufrir a más de uno por el mito del caramelo escaso, pues aunque se pueda pensar lo contrario no fue una sola la lámina escasa sino muchas cada quien tuvo su propio tormento: para algunos fue el número 1, la era arqueozoica, para otros la rana marsupial, el dodó o el pitecántropo. Durante estas cuatro décadas se han distribuido 3.092 millones de láminas en igual número de chocolatinas y 6´367.000 álbumes, vigencia récord en el mundo de los álbumes según lo citan sus creadores en el sitio web de la chocolatina. Al llegar la década del 70 dos álbumes impulsaron la diversión: a los niños y padres les llegó el del mundial de México 70 con las fotos del maravilloso equipo brasilero con Jairzinho, Félix, “Tostao” y por supuesto la leyenda viviente: Pelé. Todos anhelaban el caramelo del morocho número 10. Argentina 78, España 82 y México 86 se unieron a La guerra de las galaxias, El extraterrestre (E.T.), Los pitufos, Superman contra Lex Luthor y Menudo para aumentar la fiebre por los álbumes en los ochenta. Pero el hito futbolero llegó para Colombia con la clasificación al mundial de Italia 90. La multinacional del caramelo en el mundo, Panini, puso en portada a nadie más que a René Higuita, convirtiendo esta edición en todo un clásico de los álbumes en el país. “Pero nada en los 90 como Los caballeros del Zodiaco”, expresa con emoción Gerardo Parra: “Fue en el 98. Eso fue impresionante, vendió más que el mundial. Es

más, aún se vende”. Caballero mata futbolista, hazaña movilizada por la televisión y la moda. Santiago L., un joven de 23 años, pinta de rockero y piercing en el labio, compra caramelos del álbum de la Eurocopa 2008: “También llené el de Caballeros del Zodiaco y el de Súper campeones. Porque esto no es lo mismo que un computador, es sentir el papel, tenerlos en la mano. Recuerdo mucho un caramelo que era de un caballero de la Armadura Dorada, ese fue el más difícil, el último para llenar el álbum”. Elegantes y modernos Ahora elegantes cromos con adhesivo, papeles metalizados y efectos tridimensionales se venden en el centro y en las tiendas de barrio. Los álbumes de equipos como el Manchester o el Barcelona, de los mundiales o del campeonato local, son los que al lado de Sherk, El hombre araña, Patito Feo, la Barbie y la nueva versión del “Mundo de los animales” de las chocolatinas, continúan despertando la expectativa de llenar la próxima página. Ya no hay patines ni balones como premio. Pero las listas de los caramelos que faltan se siguen haciendo en una hoja de cuaderno. Papás, hijos, tíos, nietos, amigos y amigas siguen compartiendo pequeños e inolvidables instantes. En la nevera de mi casa encontraré tres o cuatro chocolatinas destapadas, mi sobrino las dejó desnudas, les sacó los caramelos y se fue. En una caja, una biblioteca casera, tal vez debajo de un colchón, los álbumes llenos o incompletos se guardarán como tesoros. Como se guardan los recuerdos de un caramelo escaso, como se guardan los amores: en el corazón.

Un multicolor collage de imágenes y temas están a la espera de un aficionado que los coleccione con lista en mano. Foto: Víctor Vargas

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informe

Los desaparecidos no cuentan

De 71 personas desaparecidas en Medellín en el primer trimestre de 2008, no hay rastro. Las autoridades locales no informan de la situación. A diferencia de las cifras, que aumentan año tras año, decrece la voluntad política por resolver el problema.

Andrea Aldana andreaaldanap@hotmail.com Existe una evidente incapacidad de los organismos gubernamentales y no gubernamentales para consolidar el número de desaparecidos en Medellín. Algunas organizaciones como la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (Asfaddes) no manejan cifras porque según ellas les quitan la individualidad a las personas. Órganos oficiales como Policía Metropolitana dicen no tener competencia en el asunto. La Secretaría de Gobierno de Medellín y Justicia y Paz de la Fiscalía indican no estar autorizados para dar declaraciones sobre el tema. Lo cierto es que el acceso a la información de desaparecidos parece estar blindado en una ciudad donde, según la administración Fajardo, interesada en proyectar una imagen positiva, “pasamos del miedo a la esperanza”. Pese a que no se cuenta con un ente que unifique las cifras de personas desaparecidas, la Personería de Medellín elaboró un informe el 10 de abril de 2008 —a cargo de Marcela María Palacio García, personera delegada de la Unidad Penal— cimentado en la revisión de las bases de datos del CTI, Medicina Legal, Policía Metropolitana y Policía de Antioquia, el cual registra 85 desapariciones entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año. De estos 85 desaparecidos, 13 aparecieron vivos, entre ellos el docente del Colegio San Ignacio, Jhon Alexander Jiménez Rendón, quien fue drogado con escopolamina para robarle; una persona se encontró muerta, y según el informe, 21 desaparecieron con perfil violento, o por presunta desaparición forzada, es decir, la cuarta parte de los desaparecidos, una cifra oficial a todas luces alarmante. La personera delegada, Palacio García finaliza el informe con las siguientes palabras: “Preocupa el hecho de encontrar casos que no vienen siendo tratados aparentemente por las autoridades como presunta desaparición forzada, y que evidentemente lo son, ya que surge la inquietud de cuántos casos más se tienen así. Se sugiere poner especial atención a esta situación”. En cifras publicadas en el periódico El Mundo, el 19 de abril de 2008, basadas en fuentes de la Fiscalía, se encontró que durante la administración anterior el número de desaparecidos aumentó cada año: en el 2004 se registraron 235 desaparecidos; en el 2005, 300 casos; en el 2006 se conocieron 416; y en el 2007 se reportaron 462 personas desaparecidas. El artículo 8 de la Ley 589 de 2000, que tipificó el delito de desaparición forzada, crea la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas “como mecanismo para apoyar y promover la investigación de este delito”, y el artículo 9 estipula que le corresponde al gobierno

diseñar y poner en marcha el Registro Nacional de Desaparecidos. Sin embargo, esta enorme base de datos sólo se reglamentó en el Decreto 4218 de 2005. Cinco años después de reconocer que había desaparecidos, se decidió buscarlos y registrarlos. Dicho Registro Nacional de Desaparecidos, según el Decreto, tiene por fin “dotar a las autoridades judiciales, administrativas y de control, de un instrumento técnico de información eficaz, sostenible y de fácil acceso que permiten el intercambio, contraste y constatación de datos que orienten la localización de personas desaparecidas. Dotar a la ciudadanía y a las organizaciones de víctimas de desaparición forzada de la información que sea de utilidad para impulsar ante las autoridades competentes el diseño de políticas de prevención y control de las conductas de desaparición forzada”. Si el panorama nacional está igual que en Medellín, entonces ese decreto se perdió. Diferentes medios de comunicación han registrado este problema mediante la ilustración de varios casos de extrañas desapariciones en Medellín, entre ellas las de los esposos y comerciantes Liliana Estella Díaz Arbeláez y José Fernando Echeverri Hernández, desaparecidos junto al también comerciante José María Villa Mejía, el 19 de febrero de 2008 en el centro comercial Los Molinos; el docente de la Universidad de Antioquia Juan Pablo Rojas Raigosa, desaparecido el 26 de marzo de 2008, y de quien únicamente se ha ubicado el vehículo donde se movilizaba; y los desplazados del Chocó, integrantes de una misma familia, Ángel David Mena Buenaños, Jesús Daniel Robledo Zea y Jhon Emilio Robledo Zea, desaparecidos el 27 de enero de 2008 en el barrio Ocho de Marzo, centro oriente de la ciudad. A estos últimos, obreros de la construcción, diez hombres vestidos de negro y encapuchados les “montaron todo un operativo para cogerlos, los trataron de guerrilleros, […] se los llevaron en la mañana, les quitaron las billeteras y se las entregaron a los familiares argumentando que ‘para donde ellos iban no necesitaban documentos de identificación’”, según los familiares de las víctimas en el informe de Palacio García. La personera delegada manifiesta también que según la información encontrada en la Oficina de Derechos Humanos de la Personería de Medellín, sobre este caso “el comandante de la estación de policía de Villatina argumenta que los desmovilizados están pendientes de la gente que llega nueva al barrio, y que estaban muy ‘tocados’ porque estos muchachos a pesar de ser tan nuevos en el barrio, se ‘movían’ con mucha propiedad”.

En el artículo 165 del Código Penal se plantea la desaparición forzada como delito contra la libertad individual; el artículo 25 establece que una conducta punible puede ser realizada por acción o por omisión, y especifica: “Quien tuviere el deber jurídico de impedir un resultado perteneciente a una descripción típica y no lo llevare a cabo, estando en posibilidad de hacerlo, quedará sujeto a la pena contemplada en la respectiva norma penal. A tal efecto, se requiere que el agente tenga a su cargo la protección en concreto del bien jurídico protegido. De estas normas se deduce que la autoridad que tenga conocimiento de alguna irregularidad que atente, en el caso de la desaparición forzada, contra la libertad individual, y de una u otra forma no actúe como ente protector, incurre en una conducta punible por omisión. ¿Y cuántos son los desaparecidos? La Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas está integrada por el Fiscal General de la Nación, el procurador general de la Nación, el defensor del pueblo, el Ministerio de Defensa o un delegado de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, el consejero presidencial para los Derechos Humanos, el director del programa presidencial para la Defensa de la Libertad, el director del Instituto de Medicina Legal, un representante de Asfaddes, y un representante de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos escogidas por ellas mismas. En el 2002 se trataron de consolidar las cifras de desaparecidos a través de esta comisión y se habló de más o menos 14 mil desaparecidos en Colombia. No obstante, José René Jaramillo, asesor jurídico de Asfaddes, sede Medellín, dice que hasta el 2007 y desde la década de los años 80 ya existe un consolidado de 30 mil casos registrados y documentados de detenidos-desaparecidos en Colombia, y que el número de subregistros, es decir, casos en los que fue imposible hacer un seguimiento, es incalculable. En Argentina, durante el proceso de reorganización nacional (1976-1983), se documentaron 22 mil casos de desaparición forzada por las dictaduras militares; en la época del mandato de Augusto Pinochet, en Chile, se registraron 3.197 casos del mismo delito; en el conflicto armado de El Salvador se calcularon 8 mil desapariciones; y en Perú la cifra fue de 12 mil personas detenidas desaparecidas entre 1980-2000. En Colombia, pese a superar todas estas cifras, aún se sigue cometiendo el delito de desaparición forzada, y lo que es peor, indica Jaramillo, asesor jurídico de Asfaddes, en Medellín los “detenidos-desaparecidos ya no


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CÓMO BUSCAR UN DESAPARECIDO Acuda primero a Medicina Legal con por lo menos 15 fotografías de la cara de la víctima y anexe los siguientes documentos: 1. Documento de identidad del desaparecido o fotocopia legible si es posible. 2. Fotocopia del documento de identidad del denunciante. 3. Relación escrita de nombres, direcciones y/o teléfonos de amigos, parientes, compañeros de estudio o trabajo del desaparecido. 4. Relación de cuentas bancarias. También informe la descripción de señales particulares y prendas de vestir, detalles sobre como desapareció, datos de celular, avantel o beeper y sobre la historia clínica, odontológica y nombre de EPS. Para mayor información sobre búsqueda de personas reportadas como desaparecidas, acuda al siguiente vínculo: http://www.medicinalegal.gov.co/index. php?id=272&option=com_content&task=view En la Universidad de Antioquia aún esperan la llegada del docente desaparecido

sólo tienen móviles políticos, ahora se hace desaparecer a lo que algunos sectores consideran ‘basura social’, en otras palabras las prostitutas, los indigentes, los drogadictos, los homosexuales”. Según Jaramillo, algunas bandas emergentes quieren hacer ‘limpieza social’ haciendo a esta población que no entra a sumar en las cifras y registros oficiales porque es, como dice él, “un sector sin dolientes”. El asesor afirma que hay indigentes que abordan en las calles a miembros de Asfaddes a reportar o a preguntar por algún compañero o amigo desaparecidos. Rosa María Serna, coordinadora de Asfaddes en la seccional Medellín, manifiesta preocupación por estas nuevas víctimas de desaparición forzada y argumenta que también se conocen nuevas modalidades de desaparición que ella llama “falsos positivos”, es decir, detenidos-desaparecidos ya sea por móviles políticos o ‘limpieza social’, que luego aparecen como dados de baja en combate. Según Serna, este modus operandi se viene dando desde hace cuatro años. “Lo más grave de este delito es que la gente, los familiares de las víctimas, no están denunciando sus desapariciones porque tienen miedo de las represalias que se podrían tomar en su contra. Y en algunos casos que existe la denuncia, después no volvemos a saber de sus familiares porque fueron obligados a desplazarse”, dice Serna. La conmemoración del detenido-desaparecido Como símbolo internacional para conmemorar la memoria de las víctimas de la desaparición forzada, el movimiento latinoamericano de familiares creó la Semana Internacional por los Detenidos-Desaparecidos. Fue instituida por la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM) en su primer congreso en 1981, en San José

Foto: Julián Roldán

de Costa Rica, y se celebra la última semana de mayo de cada año, cuando simultáneamente 11 países de América Latina realizan actividades ante las autoridades nacionales y ante la opinión pública. En Colombia se empezó a participar en 1983. En la última semana de mayo de 2008 se leyó un veredicto emitido por el Tribunal Internacional de Opinión sobre “La Desaparición Forzada, un Crimen de Estado” que sesionó los días 24, 25 y 26 de abril del año 2008 en el recinto del Senado de la República de Colombia, convocado por Asfaddes, el Proyecto Justicia y Vida y el senador Alexander López, de la Comisión de Derechos Humanos del Senado. En el veredicto el Tribunal condena al Estado colombiano por incumplimiento del mandato judicial de garantizar los derechos y libertades, y por utilizar el delito de desaparición forzada para eliminar contradictores, también condena a los grupos paramilitares y a terratenientes y grupos empresariales por financiarlos. Otro extraño caso de desaparición Según el Informe Revisión Registro de Personas Desaparecidas, realizado por la Personería de Medellín, a cargo de Marcela Palacio, se encontró otro caso de desaparición forzada que está reportado en la Policía Nacional sin perfil violento, y del cual no existe registro ni en el CTI ni en Medicina Legal; sobre el particular la Oficina de Derechos Humanos de la Personería de Medellín sostiene que es un caso evidente de desaparición forzada. Como relata el informe, las hermanas Jazmín Caro Avedaño y Nubia Avedaño fueron desaparecidas el 29 de enero de 2008 al parecer en el centro de la ciudad. Las dos jóvenes nacidas en Sopetrán fueron desplazadas de sus tierras por problemas con paramilitares. Nubia se negó a pagarle 500 mil pesos al mando paramilitar de la

zona, de apellido Tuberquia, alias ‘Memín’, por lo que se vino a vivir a Medellín; sin embargo, en la ciudad recibió llamadas ”raras”. El día de su desaparición anunció que iría al centro y su hermana Jazmín la acompañó; nunca más volvieron a casa. Desde entonces la familia ha recibido tres llamadas. El padre de las jóvenes atendió la primera el 11 de febrero, hecha por alias ‘Tangas’, quien se identificó como trabajador de alias ‘Memín’ y le dijo que no las buscara más, “lo que estuvo, estuvo, si no quiere que le pase algo, usted sabe cómo es el jefe”; la segunda la recibió la madre el 23 de febrero, le preguntaron por sus hijas y le dijeron que las buscara por los lados de Caldas que allá estaban enterradas; y la tercera fue el 24 de febrero, les dijeron que las mataron, las descuartizaron y las metieron en una bolsa negra y que luego les decían dónde estaban, que se cuidaran, que los responsables fueron “Los Paisas”, y que ellos eran capaces de acabar con toda la familia. Como declara el informe de la Personería, sobre este caso no se conoce ninguna diligencia realizada por el CTI. En el informe, Palacio argumenta que “todas las personas que son reportadas como desaparecidas no necesariamente son desaparecidos con perfil violento o presunta desaparición forzada, pues muchos de los reportados son personas con problemas de drogadicción, adolescentes que abandonan sus casas […]”. Rosa María Serna, coordinadora de Asfaddes, seccional Medellín, dice que estas personas pueden ser víctimas de la ‘limpieza social’ en la ciudad. Por lo tanto, el número real de detenidos-desaparecidos es una incógnita, como lo son quienes no han sido registrados y quienes los hicieron desaparecer. Y si la pregunta es ¿dónde están los desaparecidos?, respondería Rubén Blades en su canción, “busca en el agua y en los matorrales”.

¿Y QUIÉNES SON LOS DESAPARECIDOS? Esta es la lista de las personas, cuyos casos, en el cruce de la base de datos entre el CTI, Personería de Medellín, Medicina Legal y la Policía Metropolitana y de Antioquia, realizado por La Personería, se encuentran registrados como presunta desaparición forzada o de perfil violento: Álvaro Restrepo Osorio, desaparecido el 12 de enero de 2008. Ángel David Mena Buenaños, 22 años, desaparecido el 27 de enero de 2008. Jesús Daniel Robledo Zea, 35 años, desaparecido el 27 de enero de 2008. Jhon Emilio Robledo Zea, 33 años, desaparecido el 27 de enero de 2008. Jazmín Caro Avendaño, 20 años, desaparecida el 29 de enero de 2008. Nubia Avendaño, 30 años, desaparecida el 29 de enero de 2008. José Adrián Arboleda Rendón, 30 años, desaparecido el 4 de febrero de 2008. Yimmy Alberto Mejía Correa, 40 años, desaparecido el 9 de febrero de 2008.

Wilmer Eliécer Bedoya Galvis, 28 años, desaparecido el 13 de febrero de 2008. Gildardo Antonio Moreno T., 41 años, desaparecido el 13 de febrero de 2008. Robinson Hernández Gallego, 29 años, desaparecido el 13 de febrero de 2008. José María Villa Mejía, 52 años, desaparecido el 19 de febrero de 2008. Liliana Estella Díaz Arbeláez, 47 años, desaparecida el 19 de febrero de 2008. José Hernando Echeverry H., 43 años, desaparecido el 19 de febrero de 2008. Juan Felipe Martínez, 28 años, desaparecido el 25 de febrero de 2008. Johan Estiven Cardona R., 19 años, desaparecido el 10 de marzo de 2008. Byron Murillo Valencia, 38 años, desaparecido el 18 de marzo de 2008. Carlos Mario Jaramillo Restrepo, 51 años, desaparecido el 25 de marzo de 2008. Juan Pablo Rojas Raigosa, 35 años, desaparecido el 26 de marzo de 2008. Edwin Alexander Muños Herrera, 26 años, desaparecido el 29 de marzo de 2008. FACULTAD DE COMUNICACIONES UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA


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PERFIL

¿Quién era usted cardenal? “La religión está en el corazón, no en las rodillas” Douglas Jerrold

Gonzalo Medina Pérez gmedina@comunicaciones.udea.edu.co

Amado y odiado por muchos. De origen humilde y compañero de academia del cura Camilo Torres. Perfil de un cardenal polémico cuya muerte se conoció el 4 de abril de 2008

Tengo presentes dos imágenes que ayudan a responder el interrogante que pretende adentrarse en el espíritu con todo y materia de usted, Cardenal Alfonso López Trujillo, quien por décadas se enfundó la sotana para luchar contra la Teología de la Liberación, el comunismo, el aborto, la anticoncepción y el homosexualismo: la primera es la del jerarca que se da aires de ejecutivo, y la segunda corresponde al pastor cuyo inusual aspecto exterior parecía anunciar su inminente viaje a la eternidad. En la primera instantánea lo recuerdo todavía a mi lado, en un vuelo a Bogotá, cuando usted era Arzobispo de Medellín: traje negro impecable de calle, maletín oscuro de cuero fino, mancornas y anillo de oro que brillaban cada vez que usted movía sus brazos y extraía algún documento, y un crucifijo, también dorado, que contrastaba con el tono oscuro de su saco. Mientras el silencio hablaba por usted, en mi interior resurgía la enseñanza que aprendí en el hogar: la iglesia es sinónimo de austeridad y su opción es por los pobres, por los indefensos. La segunda imagen es más reciente y pertenece a la televisión, cuando usted, Cardenal López Trujillo, apareció con una sorpresiva barba de tres días y una mirada cansada, pero la misma palabra con sabor a poder, ésa en la que siempre cabalgó agitando sus banderas moralizadoras. Una vez más, y fiel a sus principios conservadores, arreció contra la Corte Constitucional de Colombia por aprobar el aborto para casos excepcionales y contra el reconocimiento de derechos a homosexuales. Todavía pienso en esa barba sombría y me pregunto si usted tuvo tiempo y ánimos para afeitarse o debieron de hacerlo quienes prepararon su cuerpo próximo a completar 73 años. Hasta más allá de su postrera respiración, Cardenal López Trujillo, el poder le hizo calle de honor: de su nacimiento modesto en el municipio tolimense de Villahermosa, el 8 de noviembre de 1935, pueblo cordillerano, frío y conservador, llegó a ser obispo, arzobispo, cardenal y jefe máximo, desde 1991, del Consejo Pontificio para la Familia. No era de extrañar, pues, que sus despojos fueran sepultados en la Ciudad del Vaticano, corazón de la iglesia católica, en ceremonia que presidió el Papa Benedicto XVI, quien le tenía a usted como uno de sus pocos confidentes, dada su estrecha afinidad y fidelidad ideológicas. Pero detrás de tan importantes posiciones alcanzadas por usted en la estructura de la iglesia católica, descubro que hay un recorrido histórico pleno de sacrificios, sorpresas y malabarismos políticos. Cuando decidió ser sacerdote, se propuso superar el desempeño de su hermano Aníbal, quien fue ministro de dos gobiernos en los años sesenta, y de su antepasado Fermín López, un colonizador en poblaciones como Santa Rosa de Cabal, Pereira, Manizales y Salamina. Y para alcanzar sus metas, usted no dudó un minuto y se trasladó a Bogotá. Allí ingresó al Seminario Mayor, en donde comenzó a sobresalir en la práctica de la oratoria. En medio de esas preocupaciones sociales y políticas, usted vivió la experiencia de conocer y compartir, incluso ideas, con el seminarista Camilo Torres Restrepo, hijo de noble cuna bogotana, a diferencia del humilde y recién llegado hijo de Villahermosa. Usted y Camilo formaron parte de grupos de estudio de Sociología, Filosofía y Teología, surgidos al calor de las nuevas corrientes de pensamiento venidas de Europa. Mientras Camilo Torres Restrepo viajó a estudiar a la Universidad de Lovaina, en Bélgica, usted se trasladó a Roma y adelantó un master en filosofía en la Universidad de Santo Tomás. Fue notoria la preocupación de los dos sacerdotes por estudiar el marxismo, debido a la marcada desigualdad social y política existente en Colombia. Mientras Camilo entró en contradicciones con las instancias de poder de la iglesia, y resolvió tales diferencias ingresando a la guerrilla del ELN en 1965, usted se vinculó como profesor al Seminario Mayor de Bogotá, pero sintiendo el señalamiento de ser marxista. Las jerarquías eclesiásticas emprendieron la cacería de brujas y procedieron a expulsar a varios sacerdotes, entre ellos a usted, cardenal López Trujillo.

buscando, usted, cardenal López Trujillo, hizo buena parte de su carrera en Medellín, luego de haberse ordenado de sacerdote a los 25 años y de ser nombrado obispo auxiliar de Bogotá a los 36: cuando tenía 42 años de edad, fue designado arzobispo coadjutor de Medellín, y con 43 ya era arzobispo residencial de esta ciudad y presidente del Celam, en tanto que a los 47 ascendía a cardenal.

Ilustración: FANTØCHE ®

Y se convirtió… En medio de la incertidumbre sobre su presente y futuro, se operó una suerte de milagro que lo llevó a entregarse en brazos del poder eclesiástico y olvidarse de sus inquietudes e ideales revolucionarios: el protagonista fue el entonces administrador apostólico de Bogotá, monseñor Aníbal Muñoz Duque, originario de la fría, conservadora y cordillerana Santa Rosa de Osos, en el norte antioqueño. Cuando se realizó en Medellín, en 1968, la Conferencia Episcopal Latinoamericana, se hizo evidente el distanciamiento entre usted y sus compañeros de seminario. Uno de ellos, vinculado al nacimiento del grupo Golconda, dijo de usted lo siguiente: “En Medellín nos dimos cuenta de que López Trujillo se había pasado para el otro lado. Él había entendido que su papel estaba al lado de la jerarquía y que lo demás era peligroso”. Comparando las historias del sacerdote Camilo Torres Restrepo y la de usted, cardenal López Trujillo, la primera de origen burgués y de sacrificio por la causa de los pobres, y la suya, de origen popular pero de dedicación incondicional a los intereses de los poderosos, llego a una inevitable conclusión: Camilo y usted traicionaron a sus respectivas clases sociales. En ese punto coinciden también la religión y la política, porque una y otra enfrentan a diario la figura del converso, con todo y la cuota de perversidad de que es capaz aquel que quiere congraciarse con sus antiguos enemigos. Desde la Conferencia Episcopal Latinoamericana, Celam, Medellín 1968, usted, cardenal López Trujillo, se convirtió en la punta de lanza de monseñor Aníbal Muñoz Duque, quien lo vinculó al Departamento de Pastoral de la Arquidiócesis de Bogotá, con el fin de enfrentar y neutralizar al grupo de sacerdotes que, con monseñor Gerardo Valencia Cano a la cabeza, se proponía continuar con el pensamiento del padre Camilo Torres Restrepo, su antiguo compañero de estudio y de ideas. La nueva recompensa le llegaría poco después, en noviembre de 1972, cuando en la asamblea que se adelantó en Sucre, Bolivia, fue elegido secretario general del Celam. Sus primeras medidas, cardenal López Trujillo, fueron en contra de los sectores progresistas. Alegando motivos económicos usted suprimió el Departamento de Pastoral, lo propio pasó con otro de Pastoral, pero de Quito, como también con el de Liturgia, con sede en Medellín, y el de Catequesis, de Manizales. Tan eficaz fue usted en sus acciones persecutorias, que la asamblea lo ratificó en la secretaría general. Con su voz paciente y suave, difícilmente alterable y con la certeza de saber lo que estaba

Usted, principio y fin Supo usted combinar la astucia y la retaliación cuando se trataba de enfrentar a los sacerdotes que se mantenían firmes en sus convicciones de luchar por una iglesia de los pobres y para los pobres. Un nombre que recoge el de numerosos prelados de pensamiento autónomo, es el del padre Eliseo Tobón, a cuya parroquia de San Andrés, en el Barrio La Unión Castilla, llegó usted el sábado 28 de junio de 1986, a las siete de la noche. De inmediato se dispuso a celebrar la misa en esa parroquia, pero prohibiéndole al padre Eliseo que participara del oficio. Mientras tanto, un grupo de civiles ingresó a la casa cural buscando armas y explosivos, según palabras de ellos. Sin embargo, los individuos tenían su instrucción de localizar una carta firmada por el padre Eliseo y otros 80 prelados. En ella, se le pedía al Papa Juan Pablo II que designara un visitador apostólico para que investigara los conflictos surgidos entre usted y distintos sacerdotes, religiosos y laicos. Sobre el procedimiento, quedaron constancias firmadas por varios testigos, además de certificarse que el allanamiento fue a todas luces ilegal porque no había orden judicial. Su poder, cardenal López Trujillo, no llegaba hasta allá. Pero ese mismo poder del que usted hacía gala, fue el que llevó a Federico Carrasquilla, otro de los clérigos por usted perseguidos, a declarar públicamente: “Monseñor López detesta todo lo que le haga sombra, porque el mundo comienza y termina con él”. También le declaró usted la guerra a los sacerdotes, obispos y arzobispos que le dieron vida a la Teología de la Liberación, uno de cuyos promotores fue el padre peruano Gustavo Gutiérrez, con la participación de los brasileños Leonardo Boff y Frei Betto, lo mismo que del jesuita español Jon Sobrino. Con la obsesión de luchar y derrotar al comunismo infiltrado en la iglesia, y con el apoyo incondicional del entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, para ese momento Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, obligó a Boff a renunciar a sus hábitos, al padre Gutiérrez lo forzó a refugiarse en la orden dominica y al español Sobrino le prohibió enseñar en centros católicos. El movimiento de protesta y de resistencia desatado en su contra, cardenal López Trujillo, hizo que el Papa Juan Pablo II ordenara trasladarlo en 1991 al Vaticano, en donde le entregó la dirección del Consejo Pontificio para la Familia. Esta vez usted enarboló sus banderas inspirado en una teología del cuerpo que negaba al mismo cuerpo, y que expresaba condenando el uso de preservativos, entre otras razones porque no eran seguros para prevenir el VIH/SIDA. Como alternativa, recomendaba usted la abstinencia sexual. Sostuvo también, cardenal López Trujillo, que los magistrados de la Corte Constitucional de Colombia que despenalizaron el aborto en tres casos específicos, deberían ser excomulgados de inmediato; también reclamó igual sanción para los médicos y enfermeras que trabajaran en experimentos con embriones de humanos. Incluso llegó a sentenciar que los divorciados católicos que hubieran vuelto a casarse, podrían recibir la comunión pero solo convivirían como hermanos y no tendrían relaciones sexuales. Así como no tengo ninguna duda de la contundencia de su ideología, cardenal López Trujillo, me queda en cambio el interrogante de si la suprema jerarquía del Vaticano, liderada por Benedicto XVI, cumplió con su última voluntad. Ésa a la que usted aludió, en 1979, en su carta al arzobispo de Arcajú, Brasil, presidente del Departamento de Acción Social del Celam, monseñor Luciano José Cabral Duarte, vocero del sector conservador de la iglesia de ese país: “…En todo caso, si me fusilan, mientras escuchas discos de Agustín Lara, y lees poemas de Pablo Neruda, no dejarás de hacerme un epitafio. Te sugeriría simplemente estas líneas: Luchó y cayó ”.


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personaje

¡Cayó Sangrenegra! Malhechor y extorsionista. Asesino a sueldo y salteador de caminos. Un delincuente nato. Ese fue Sangrenegra, forajido abatido en 1964.

Juan Diego Restrepo Toro juandi111@yahoo.es “Se derrumba el tenebroso imperio del bandolerismo” fue el titular de La Patria el 27 de abril, un día después de su asesinato. Desde ese momento su cadáver fue transportado por el Ejército en helicóptero y expuesto en varias ciudades del país. Cerca de cincuenta mil personas hicieron filas que duraron horas para ver al bandolero en Cartago, Cali, Ibagué, Armero y Líbano. De esta manera, las gentes comprobaron su muerte, según la intención de las autoridades. Sangrenegra había muerto cien veces antes: envenenado en Venadillo, de un tiro de gracia en Caicedonia, fusilado en una vereda de Santa Isabel. Su mito se había extendido por todo el país y los campesinos de esas zonas lo creían invulnerable. Decían que estaba ayudado por el diablo por medio de un pacto sellado entre ambos. Las Fuerzas Militares lo asesinaron en El Cairo, Valle, después de una emboscada en la que participó uno de sus hermanos, Felipe Cruz, quien lo delató. Este era un endeudado campesino lleno de hijos a quien Sangrenegra buscó para refugiarse, y que se alió con el alcalde para tenderle una trampa: la víctima saldría de su casa, retomaría su camino a la clandestinidad, y en cierto lugar, ya acordado, hombres de la Policía y el Ejército le dispararían. Y así fue. Al morir, solo lo seguían tres de sus hombres: Aguilanegra, Malasuerte y Cantinero. Del combate resultó herido. Huyó pero no llegó muy lejos. Su cuerpo fue hallado por unos perros entrenados. En sus bolsillos, los oficiales encontraron una brújula, un mapa de la zona, varios sellos y unos binoculares. Era el fin de 16 años dedicados al crimen. Ejército: “Es el Atila criollo” Al principio de su carrera delictiva, Jacinto Cruz Usma, alias Sangrenegra, gozó del favor de los campesinos que lo tuvieron como una especie de Robin Hood: solía repartir botines entre ellos y ajusticiar a algunos poderosos que los abusaban. El Ejército hizo todo lo posible por derrumbar ese mito, calificándolo de “Atila criollo”. De esta manera le recordaban a la gente que había cometido barbaridades tales como la masacre de Totarito, hecho que impactó a todo el Tolima por la crueldad con la que se cometió: mutilaciones, decapitaciones, mujeres violadas, hombres quemados y niños descuartizados. Sin embargo, él no se amedrentó y por el contrario provocó a sus adversarios, como lo hizo con esta nota: “Carabineros de Murillo: los saluda su amigo Sangrenegra quien los solicita el 21 al 25 de octubre en la cuchilla de Requintaderos para un ensayo; llebense unos 150 compañeros a ver si charlamos; los espero para probar su balor aber que tan guapos son, porque parece que ustedes pueden es en el pueblo; los espero; no bayan a mostrar el miedo ni la cobardía. Adiós chulos pájaros, se despide su servidor y amigo Sangrenegra”. La experiencia criminal de Sangrenegra se inició a los 16 años en el municipio de El Cairo, Valle. Era 1948, Gaitán acababa de ser asesinado en Bogotá y en todas las regiones del país se había agudizado la violencia. Después de prestar su servicio militar, Sangrenegra asesinó a Gerardo Hoyos, hijo de uno de los más poderosos líderes conservadores de la región. Después de esto, Sangrenegra se integró a la banda de Pedro Brincos, otro famoso bandolero de pensamiento comunista. Sin embargo, Sangrenegra no tenía orientación política. Aunque era de una familia conservadora asesinada en el municipio de Santa Isabel, Tolima, después de cometer el crimen de Hoyos, se declaró liberal. El Ejército trató de desmitificarlo por todos los medios. Una de las estrategias que usó fue la propaganda negra. La idea era quitarle el apoyo popular al enemigo en poco tiempo y evitar más burlas del esquivo malhechor. Los niños tenían a Sangrenegra como a un héroe. Fue tal el impacto de sus acciones, que en 1963 se convocó a un seminario en Ibagué con el fin de desmitificarlo entre la población campesina. Los temas de discusión fueron “problemas sociológicos y psíquicos del estudiante” y “los maestros en las zonas de violencia”. En ese año las condiciones comenzaron a serle adversas. Guillermo León Valencia, presidente conservador que tuvo Colombia en ese entonces, incrementó la autonomía del ejército

y le dio carta blanca para emprender una campaña de represión en la región. Esta se hizo famosa puesto que diezmó a toda clase de bandoleros, pero atropelló a la población civil de manera tal que se reprodujo en otra ola de violencia pocos años más tarde. Con el acoso del Ejército en aumento, Sangrenegra se empobreció. Cada vez las extorsiones y los asaltos se fueron mermando. El Batallón Colombia, bajo las órdenes del coronel José Joaquín Matallana, aniquiló a su cuadrilla en poco tiempo. Para los primeros meses de 1964 ya había perdido el favor de la gente, pues para subsistir se dedicó desesperadamente a asaltar a campesinos pobres y a violar a sus mujeres e hijas. Su cuadrilla Machetes, escopetas, revólveres, subametralladoras, granadas y carabinas eran el equipamento de la cuadrilla de Sangrenegra, que estaba integrada, en 1962, por 72 hombres, según la Sexta Brigada de Ibagué. Sangrenegra y sus bandoleros operaron en la montañosa región del norte del Tolima, una zona de difícil acceso, vecina del Nevado del Ruíz. Sus montañas fueron escondite perfecto para las cuadrillas después de alguna operación vandálica. Después de asolar zonas cafeteras muy pobladas que comenzaban a enriquecerse, huían del Ejército hacia escondites previamente establecidos. Argumentaban que el robo era la manera de financiar su lucha contra el Estado, para lograr imponer su ley, que consideraban mucho más justa. La venganza fue una de las justificaciones de sus actos delictivos. Una de sus amantes, interrogada por la Sexta Brigada de Ibagué, declaró: “A los que él va a matar le piden por favor que no los mate, y Sangre dice que cómo con su familia no tuvieron compasión”.

Sangrenegra y otros reconocidos hombres jefes de cuadrillas, Chispas, Desquite o Venganza, hicieron parte de un fenómeno llamado bandolerismo: una manifestación ante el descontento social, muy similar a las guerrillas liberales o comunistas de ese período, pero imposible de caracterizar todo dentro de la misma bolsa. Algunos fueron parte de lo uno y lo otro. Su período de acción fue el de la Violencia, con mayúscula, que va sin límites precisos desde el Bogotazo, de 1948, hasta mediados de la década de los sesenta con la “pacificación” del Frente Nacional. Sangrenegra fue un bandolero semejante a los que se dieron en regiones pobres y aisladas como Cerdeña y Sicilia en Italia, o en provincias del Brasil, o parecido al bandolero andaluz. Sus luchas delictivas estaban orientadas a atacar el orden establecido con el fin de enriquecerse y convertirse él mismo en un poder regional. Finalmente, sus “muchachos del monte”, como solían ser llamados los integrantes de su cuadrilla por los campesinos, fueron cayendo uno a uno. Sus alias, que aludían a su peligrosidad, fueron apareciendo poco a poco en los diarios: ¡Cayó Gavilán!, ¡Cayó Aguilanegra!, ¡Cayó Metralla!, ¡Cayó Zorro!, ¡Cayó Cartucho!, ¡Cayó Almanegra!, ¡Cayó Cianuro!, ¡Cayó Despiste!, ¡Cayó Pantera!, ¡Cayó Zarpazo!

Oración que invoca a la protección divina, rezada por Sangrenegra y sus secuaces. Oración para hacerse invisible o del Justo Juez

“Con tres te veo con cinco te ato la sangre te riego y el corazón te parto. Cristo mírame y líbrame de todo mal. Ahí viene el enemigo oh, Justo Juez: si trae ojos, que no me vea

si trae manos, que no me toquen si trae armas, que no me hagan daño. Santa Cruz de Mayo A mi casa vas, Líbrame de males Y de Satanás. Amén…”

Bibliografía: Guzmán Campos, Germán, y otros. “Creación de la tensión popular y primera ola de violencia”. En: La violencia en Colombia. Tomo I. Bogotá. Círculo de Lectores. 1988: 23-37. Sánchez, Gonzalo y Meertens, Donny. Bandoleros, gamonales y campesinos: el caso de la violencia en Colombia. Bogotá. El Ancora. Editores, 1983. Sánchez, Gonzalo. “El gaitanismo y la insurrección del 9 de abril en provincia”. En: Anuario de Historia Social y de la Cultura. No. 10. Departamento de Historia. Universidad Nacional de Colombia. 1982.

El cadaver de Sangrenegra fue transportado por varias regiones del tolima en plan de exhibición.

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Junio de 2008

entrevista

“La política está criminalizada” Edna Liliana Guerrero Caicedo yo.lili@hotmail.com

Claudia López opina que la mejor forma de reconfigurar la política de nuestro país es presionar la configuración de toda clase de partidos, que para acceder al poder, renuncien al uso de la violencia, de ejércitos privados y de narcotraficantes. Abordó temas como la parapolítica en Antioquia, la extradición de los 14 ex jefes paramilitares, el gobierno del presidente Álvaro Uribe, además habló un poco sobre sí misma.

Andrés Felipe Maldonado Escobar andres.felipe.maldonado@gmail.com Claudia López es una colombiana que se siente feliz, le ofusca el engaño y la injusticia. Se graduó de Finanzas y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia, obtuvo dos becas que le dieron una maestría en Administración Pública en la Universidad de Columbia y un grado en Administración y Políticas de Suelo Urbano en Holanda. Hoy es consultora asociada del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina. Es investigadora, analista política y escribe una columna en el diario El Tiempo.

Investigación, frutos y censura

Los resultados de sus investigaciones sobre paramilitarismo se han convertido en un punto neurálgico dentro de nuestra agenda política tanto a nivel nacional como internacional, ¿de dónde surge la idea de investigar al respecto de la parapolítica? La idea surgió de la indignación que me produjo el show de la visita de los paramilitares al Congreso. Pero más me sorprendió el abierto discurso pro paramilitar de muchos congresistas que hablaron en esa sesión. Me surgió la curiosidad de saber quiénes eran esos congresistas, cómo y dónde obtenían sus votos. Junto al equipo de Semana.com, donde era columnista en esa época, empezamos a hacer los mapas y estadísticas, y encontramos que la ruta de las masacres y homicidios paramilitares coincidía con la de las votaciones atípicas de esos congresistas. Publicamos la investigación en septiembre de 2005 en Semana.com porque ningún otro medio quiso publicarla. Acerca de los cuestionamientos que le han hecho el periódico El Colombiano en Antioquia, y personajes influyentes en relación con la metodología utilizada en la investigación sobre parapolítica, ¿qué opina usted? Una cosa son las discusiones metodológicas, muy válidas, y otra cosa muy distinta es la censura y el manejo político que ha hecho El Colombiano de mis investigaciones. El Colombiano no tiene ninguna base conceptual ni metodológica para hacer sus críticas, lo que tiene es un comportamiento de vocero de ciertos políticos de Antioquia, como el gobernador Ramos. El Colombiano primero me solicitó un artículo exclusivo sobre la investigación en Antioquia, luego lo censuró, y luego publicó un discurso político en mi contra en su editorial, sin darme ningún derecho de réplica. Incluso se negó a publicar la carta que les envié a propósito del editorial. Lo de El Colombiano es censura política, no crítica metodológica.

Justo antes de la extradición de los 14 ex jefes paramilitares, ¿cómo considera que evolucionaba el tema de la parapolítica y los procesos adelantados en el marco de la Ley de Justicia y Paz? La parapolítica ha sido el efecto no deseado del proceso de negociación con los paramilitares. Se produjo por los frutos de la investigación académica, periodística y judicial, a pesar de las confesiones de los paramilitares en Justicia y Paz, que poco y nada aportaban. Una vez se abrió el proceso por iniciativa de la Corte Suprema de Justicia, poco a poco los jefes paramilitares algo colaboraron para dilucidar los casos. Con su extradición se desplazaron en el tiempo esos testimonios que serán

muy difíciles de recuperar. Pero hay otras fuentes probatorias que siguen en Colombia y se podrán usar. El efecto sobre la parapolítica es más dilatorio que de entierro. En cambio, en Justicia y Paz, sí me parece que el efecto es mucho más grave. Se desplazó el juzgamiento de delitos de lesa humanidad, que son prevalentes, para dar paso al juzgamiento de narcotráfico. Se desplazó la justicia colombiana, para dar paso a la norteamericana. Eso no sólo es injusto con las víctimas, sino incluso ilegal y violatorio de tratados internacionales.

Parapolítica en Antioquia

Centrándonos en Antioquia, ¿qué opinión le merece la actualidad política del departamento vista a través del lente de la parapolítica? Se demoró mucho el inicio de las investigaciones de parapolítica en Antioquia. Apenas este año se produjeron algunas detenciones, pero faltan muchas. La alianza de partidos y políticos antioqueños involucrados en la parapolítica apoyaron unánimemente la candidatura del gobernador Ramos. La Gobernación era la última instancia de poder político que esa alianza no se había tomado arrolladoramente. Lo lograron en las últimas elecciones. Una cosa son las investigaciones y detenciones, y otra, las dinámicas de poder reales. En la práctica, en Antioquia, como en el resto del país, unos están en la cárcel y otros siguen gobernando.

La investigadora y analista política considera que la Justicia es una piedra en el zapato para el Gobierno. Foto: Juan Diego Restrepo.

Tras haber sido recientemente demandada por el Gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, a raíz de las acusaciones hechas por usted en su contra, ¿en qué se fundan estas acusaciones y cuales son los argumentos del Gobernador para descalificar su investigación?, ¿en qué va el proceso de demanda? Mi principal argumento con el Gobernador es la manera cómo consolidó electoralmente a Equipo Colombia y que fue apoyado unánimemente por los políticos, fuerzas y partidos de la parapolítica antioqueña. Ese es un hecho cierto e innegable. Tan innegable que a pesar de sus declaraciones iniciales, el Gobernador no se atrevió a denunciarme por calumnia, sino por injuria. O sea que no puede demostrar que lo que afirmo sea mentira, pero se siente ofendido de que lo diga. Creo que los ofendidos debemos ser los ciudadanos, en particular, muchos antioqueños que han puesto la mayor cuota de víctimas y desplazados del país a manos de los paramilitares, y ven cómo sus gober-


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“La Gobernación era la última instancia de poder político que esa alianza no se había tomado arrolladoramente.” Foto: Juan Diego Restrepo

nantes en lugar de condenar eso, se dedican a hacer alianzas y coaliciones con los beneficiarios políticos del paramilitarismo.

tico. Desafortunadamente, el Gobierno se opone tanto a las reformas políticas como a los pactos con las demás fuerzas. Esa obstinación tiene trancadas las opciones. Al Gobierno sólo le importa sacar la segunda reelección, sin acordar ni reformar nada más, o más bien sólo haciendo una reforma que limite la Justicia, a la que ven como una piedra en el zapato.

y autonomía de los órganos que se supone deben hacer control. Pero más allá de esos pecados, me parece que periodos cortos de cuatro o cinco años con un sistema adecuado de contrapesos y una reelección inmediata es el mejor sistema. Por eso mismo considero inconveniente tres periodos sucesivos, que en la práctica terminan muy fácil en reelección indefinida. Esa concentración de poder es indeseable.

Sus investigaciones revelan, por un lado, un mapa político que ya no es bipartidista, y por el otro, un país en el que el multipartidismo no es un atenuante de la violencia. En el caso de Antioquia, ¿cómo interpreta usted A propósito de Uribe esta situación? ¿Cómo interpreta las acciones del presidente Álvaro La investigación en Antioquia evidencia que un siLa consentida glo de bipartidismo fue sustituido por el surgimiento de Uribe en medio de los escándalos desatados por las inPasando a un plano personal, ¿quién es Claudia Lónuevos partidos. Eso no tiene nada de raro, fue un fe- vestigaciones en contra de su primo Mario Uribe, y lo pez?, ¿qué hace? nómeno nacional y hasta positivo en su momento. Lo que los medios llaman la «Yidis-política»? Soy una colombiana feliz, amante de mi país, de mi El Presidente tiene un talante autoritario e intole- trabajo y de mi familia. Dedicada a los asuntos públicos cuestionable no es el surgimiento, sino la consolidación electoral de las fuerzas políticas emergentes de rante. Se ha enfrentado directamente a la Corte Supre- porque me apasionan y en un cuarto de hora de visibiliAntioquia, que se da, en buena medida, sobre la base ma y a la Justicia para frenar las investigaciones, no dad que sabe que es coyuntural y casual, pero que trata de atipicidades electorales muy altas que usualmen- sólo contra su primo, sino en general contra sus alia- de usar en pro de una democracia legítima, que censure te coinciden con zonas de dominio paramilitar. Que dos, que son los más involucrados en parapolítica. Ha y destierre la combinación de violencia y política. Equipo Colombia sea atípico electoral en el Norte y usado su popularidad y credibilidad para poner en tela Oriente se puede explicar por la tradición conservado- de juicio la acción de la Justicia, esa ha sido su contri¿Con qué hecho o en qué momento ha sentido dolor ra histórica de esas zonas, pero no así su consolidación bución a sus aliados involucrados en parapolítica. Con de patria? en Urabá, Nordeste y Bajo Cauca, donde la consolida- respecto a la Yidis-política, me parece grave, pero es Detrás de cada dato en una investigación está el rosción electoral de Equipo Colombia coincide temporal importante que la Justicia investigue y determine si la tro de un colombiano o colombiana, de una joven, de un y geográficamente con la expansión narco-paramilitar reelección del Presidente fue producto de una compra- niño desplazado, asesinado, violentado. No conocí a esos en esas zonas. Ese mismo patrón lo usó Equipo Co- venta o de una votación libre. Por lo que se sabe hasta colombianos, no eran mis amigos, pero eran mis conciulombia para expandirse nacionalmente. Como es bien ahora parece que fue una operación de corrupción de dadanos y me duele su tragedia. Desde mi muy privilesabido, lo hizo aliándose con el Movimiento Alas del grueso calibre. giada posición de no víctima y de citadina investigadora senador Álvaro Araujo, preso por parapolítica. siempre tengo presente el dolor de las víctimas del En zonas de Antioquia y otras del país, Equipo narcotráfico, de la guerrilla, del paramilitarismo. Colombia, bajo el liderazgo y directo beneficio Lo que les ocurre no es su tragedia, es nuestra traGracias en gran parte a las investigaciones desarrolladas por Claudia López, hoy en de Alfredo Ramos, creció sobre la alianza y ati- Colombia se saben muchas verdades sobre los nexos del poder político y económico gedia. picidad con fuerzas políticas en zonas de domi- con el paramilitarismo, y por cuenta de ello, se han abierto investigaciones a congrenio paramilitar. ¿Cuáles han sido sus mayores aciertos y sus masistas, ex funcionarios oficiales y civiles por esos mismos hechos. yores desaciertos a lo largo de su trayectoria pro-

Crisis y alternativas

Se habla de una «crisis política» en Colombia, ¿para usted existe tal crisis?, ¿en qué consiste? La crisis es evidente. La política está criminalizada, cooptada fuertemente por intereses ya no sólo particulares, sino ilegales. El 22% de los congresistas electos en 2006 están presos por vínculos con paramilitares, narcotraficantes o guerrilleros. Menos del 10% de los colombianos confiamos en el Congreso y los partidos. El Presidente desafía la Justicia porque hace justicia con sus aliados políticos. Hay una pugna por la recomposición del poder político en Colombia en la que pujan narcotraficantes, criminales, estructuras políticas tradicionales, estructuras políticas emergentes, mientras que la justicia está en medio y parece ser un estorbo para todos en esa puja. ¿Cuál cree que es la salida más acertada a la crisis política que atraviesa el país? Para que la reconfiguración política genere un saldo positivo requiere presionar la configuración de partidos civilistas, de izquierda, derecha y centro, que se depuren, que renuncien al uso de la violencia, ejércitos privados y narcotraficantes para acceder al poder. Requiere de reglas que sancionen políticamente a los partidos que avalen candidatos que no cumplan ese pacto básico de la democracia. Requiere respetar la acción de la Justicia, la independencia de las Cortes. Nada de eso se logra sólo con reformas legales, se necesita también un pacto polí-

Las parrillas informativas de todos los medios nacionales y un poco las de los internacionales están alarmando a la opinión pública sobre la llamada «Farc-política», ¿qué opina al respecto? No creo que sea un tema de alarma en los medios, sino un tema con forma y fondo muy serio. Lo importante es siempre respaldar la acción de la Justicia. Nunca habíamos tenido acceso a información del corazón de las Farc como la que tenemos ahora con los computadores e informantes desertores. Creo que era de esperarse que se derivaran investigaciones. No se justifica la presión armada para hacer política por parte de nadie. Si alguien se beneficia electoralmente o económicamente de un ilegal, debe ser duramente sancionado. Se oye hablar de una segunda reelección, ¿qué opinión tiene de esto? Creo que un buen sistema es tener periodos cortos y una reelección inmediata. Permite consolidación de políticas, evaluación por parte de los electores y continuidad o cambio según se decida. Ese sistema que se adoptó en Colombia, siempre tendrá el pecado de haber sido hecho para beneficiar al mandatario de turno y de no haber adaptado la estructura institucional para que el Presidente no acumulara poder, violando la independencia

fesional? Eso lo podrán juzgar mejor los lectores de mis investigaciones y columnas. Tengo mi propio balance, pero me parece arrogante autocalificarme. Ni tengo ni busco la perfección, más bien trato de aprender de los errores. He aprendido mucho de los lectores, periodistas, politólogos y académicos que me han enseñado y corregido en este tiempo. A todos les agradezco enormemente sus críticas, enseñanzas, regaños y consejos. ¿Qué es lo que más le ofusca?, ¿qué no perdona? Siempre perdono, porque el que no perdona no olvida y el que no olvida está condenado al resentimiento. Lo que más me ofusca es el engaño y la injusticia.

¿Cómo se siente representada en los medios de comunicación? Me considero una privilegiada y consentida en los medios de comunicación. Hace apenas tres años no existía en los medios. A lo largo de estos tres años, Semana, El Tiempo, Caracol y, en general, todos los medios me han abierto sus puertas muy generosamente para expresar mis opiniones y dar a conocer las investigaciones. He aprendido a conocer y admirar el trabajo de los periodistas. Develar lo oculto, más allá de informar lo obvio, es un desafío de enormes proporciones en Colombia. Eso hacen los periodistas día a día, y merecen nuestro apoyo y reconocimiento por eso.

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INFORME

Escenarios bioclimáticos Más de tres mil deportistas de 15 países de Suramérica visitarán la ciudad en 2010. En escenarios adaptables a los cambios climáticos y en armonía con el ambiente se realizarán los IX Juegos Suramericanos

Mónica Ospina Gómez moniospina5@gmail.com Algunos escenarios deportivos con los que la ciudad cuenta actualmente no cumplen las normas técnicas exigidas para el calentamiento, la práctica y el entrenamiento de diferentes disciplinas deportivas. Otros no tienen la iluminación adecuada, no son espacios aireados ni confortables, por tanto, hoy las unidades deportivas no se configuran como lugares placenteros donde las personas planeen pasar momentos en compañía de familiares o amigos, tampoco donde los aficionados puedan ver cómodamente las competencias de su deporte favorito. Pero esta situación, con miras a los IX Juegos Suramericanos, sufrirá cambios importantes. Desde una óptica bioclimática se construirán y reformaran diferentes escenarios deportivos de la ciudad de Medellín, como la Unidad Deportiva Atanasio Girardot ubicada en el sector Estadio y la Unidad Deportiva Andrés Escobar en el Barrio Belén. Los espacios serán utilizados para las competencias de los Juegos Suramericanos, evento que pertenece al ciclo olímpico que en 2010 albergará más de tres mil deportistas provenientes de Antillas Holandesas, Argentina, Aruba, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay, Venezuela y Colombia. El término bioclimático aplicado a la construcción se refiere a una línea de la arquitectura que plantea la ambientación de espacios interiores y exteriores partiendo del uso de ciertos materiales con el fin de optimizar recursos energéticos e hidráulicos. En el caso de los escenarios deportivos, para descartar la necesidad de ventilación mecánica, se puede utilizar el concreto, material que se caracteriza por absorber calor; idea que contribuye a la noción de espacios verdes, aireados y naturales. Según la directora de Infraestructura de las justas, Ana María Mejía, desde la organización se quiere transformar culturalmente a la ciudad a través del deporte, “se quiere hacer de estos lugares un espacio de convocatoria, es decir, pensarlo como un parque deportivo, partiendo de la idea que tenemos de una ciudad verde, con muchas bondades que es necesario explotar desde el punto de vista ambiental”. Desarrollar los IX Juegos Suramericanos requiere de una inversión de 154.506 millones de pesos, de los cuales el Municipio de Medellín aportará el 58.6 por ciento, el departamento de Antioquia el 6.9 por ciento y la nación el 34.5 por ciento. Del presupuesto que tiene designado el Municipio, el 86,3 por ciento será invertido en urbanismo, escenarios deportivos y equipamiento. Según la cuantía de inversión por escenario, estas intervenciones se clasifican en macro y micro. Entre las macro se cuentan todas las obras que

involucran la construcción de nuevos escenarios, “que se dejaran a la ciudad con todas las especificaciones técnicas requeridas” apuntó Mejía. Es el caso de los Coliseos de Combate, de Voleibol Yesid Santos, de Baloncesto Iván de Bedout, de Gimnasia y el Complejo Acuático. Estas construcciones tendrán un valor aproximado de 32.850 millones de pesos. Las intervenciones micro se refieren a las adecuaciones de menor escala con un valor aproximado de 7.774 millones de pesos se destacan las obras que tendrán lugar en el Estadio de Atletismo Alfonso Galvis y la Cancha de Tiro con Arco. En el Alfonso Galvis, se harán mejoras locativas en cuanto a la distribución administrativa que se encuentra bajo graderías y se cambiará el material de la pista “que ya no funciona de forma óptima, pues presenta filtros y estancamientos importantes de agua en algunos sectores”, según el estudio que el Instituto de Deporte y Recreación de Medellín (Inder) adelantó previamente. De otro lado, la Cancha de Tiro con Arco radicada en la Unidad Deportiva Andrés Escobar se reformará, “pues el escenario actual no cuenta con las medidas requeridas a nivel suramericano para el entrenamiento y la práctica de esta disciplina”, dijo Mejía. El Coliseo de Combate se construirá donde actualmente funciona la piscina-escuela del Estadio Atanasio Girardot, que fue la primera en ser construida en la ciudad. Allí se reunirán las ligas de Lucha, Karate, Taekwondo, Judo y Esgrima. El coliseo contará con los requerimientos técnicos exigidos para el entrenamiento, calentamiento y competencia, además funcionará en este espacio toda la parte administrativa concerniente a las ligas. De otro lado, el Coliseo de Voleibol Yesid Santos será demolido y reconstruido en su totalidad, pues no cumple con las especificaciones técnicas exigidas y tiene, principalmente, problemas con la altura. Sobre la interven-

ción, Jorge Correa, director ejecutivo de la liga afirma que “a partir de este segundo semestre se va a tener que empezar a buscar algunas alianzas en cuanto a escenarios, porque para el año entrante necesitamos empezar a entrenar las selecciones que participarán en torneos nacionales. La intervención es necesaria porque el coliseo no cumple con algunas normas técnicas y por eso se hace preciso la adecuación”. En el Iván de Bedout se hará una intervención casi total, se mantendrán las graderías y la estructura portal que fue intervenida hace algunos meses y a ésta se anexarán las placas auxiliares Jorge Valderrama, que serán trasladas de su lugar actual. También se remodelarán los espacios donde opera la parte administrativa de algunas ligas, tal es el caso de la Liga de Tejo, que opera allí desde hace quince años. Alba Echavarría funcionaria del lugar, opina que las intervenciones en la parte administrativa son muy interesantes, porque “la oficina de nosotros hace tiempo que no le hacen el más mínimo mantenimiento, sería una excelente oportunidad para mejorar el quehacer de la labor administrativa”. Otro espacio nuevo que se entregará a la ciudad es el Coliseo de Gimnasia; éste se va a edificar donde quedan las canchas auxiliares Jorge Valderrama, porque actualmente funciona en un costado de la liga Antioqueña de Voleibol. Para Diego Medina, entrenador de la Liga, esta intervención es “lo ideal porque el gimnasio que hay actualmente, para el nivel que se está mostrando es muy pequeño y no ha permitido desarrollar mejores técnicas de entrenamiento. Sin duda, este cambio en la infraestructura se verá en el rendimiento, aunque no deja uno de sentir nostalgia, son veinticinco años de entrenamiento acá sin falta, pero es un cambio necesario”. El complejo acuático va a ser ensamblado en el espacio que hoy ocupa el Kartodrómo, y se va a integrar con la Piscina Olímpica César Zapata. “Para la liga es muy importante mejorar los espacios de práctica con los que actualmente cuenta. Esta será una oportunidad de tener el espacio adecuado para el nado sincronizado, disciplina que viene en ascenso. Aunque es un cambio necesario, se convierte en una dificultad mientras se ejecutan las obras, por lo cual la liga ahora está mirando varias posibilidades en piscinas cercanas o de algunos colegios, con el fin de causar el menor traumatismo posible”, afirmó Jorge Ignacio Gutiérrez, director ejecutivo de la liga. Sobre el tema de la participación de otros municipios del Valle de Aburrá y del Oriente cercano en las justas suramericanas, la directora de infraestructura, advierte que “sobre este tema hay expectativa. Todos se quieren unir, pero actualmente se está haciendo un diagnostico de las condiciones reales y la factibilidad de inversión en cada municipio. Aunque la aspiración de la organización es la desarticulación hacia diferentes municipios antioqueños”.

Espacios como éste serán modificados para los juegos. Foto: Cortesía oficina de comunicaciones, Juegos Suramericanos


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letras urbanas

Llaves para abrir nostalgias Guillermo Zuluaga Ceballos guillermozuluagac@gmail.com

En la década del 80 los narcotraficantes declararon una guerra a muerte con el periódico El Espectador. Carlos Mario Correa, corresponsal del diario en esa época, recopila en el libro Las llaves del periódico los momentos más impactantes de esa dura etapa.

El martes 18 de septiembre de 2001 el Periodista entregó la oficina que había sido la última sede de El Espectador en Medellín. Ya tenía cuatro llaves guardadas de las anteriores y la de ésta también se las llevaría. Guardar unas oxidadas llaves fue un acto involuntario, empujado por la nostalgia y la impotencia al dejar un diario donde desarrolló su oficio, y con la esperanza, claro, de que volvieran a abrirse. En eso pensó el Periodista. Tiempo después reconocería: “Esas llaves no podrían abrir nada real, abrirían de pronto puertas imaginarias”. Las llaves que guardó el Periodista fueron la disculpa para que él, con la complicidad de un amigo, empezara a tascar momentos idos, los mismos que quedaron plasmados en el libro Las llaves del periódico, testimonio de sus años en El Espectador, en una de las épocas más convulsas en la vida de la ciudad y del país. La obra está compuesta por seis capítulos, en los que, como resume el coautor y amigo, el filósofo Marco Mejía, “se narra la invisible presencia de un periodista que soportó entre candilejas el largo epílogo de El Espectador en Medellín”. El relato comienza en una agencia distribuidora de prensa en Caldas, Antioquia, cuando dos sicarios llegaron a matar al Periodista. Paradójicamente ese sitio donde casi muere fue el mismo donde inició su amor por el periodismo. Valga también decir que allí mismo pudo haber desistido de su sueño ante un consejo de una de las dueñas, de dedicarse a la carnicería. “No hay carniceros pobres”, le dijo. Aunque el futuro Periodista se despeñaba en aquel trabajo para pagarse sus estudios, hizo caso omiso y la carnicería perdió a un destajador de carnes, mientras el periodismo se ganó a un gran cronista y a un excelente maestro. La obra cuenta enseguida la llegada del Periodista a El Espectador, en una época en que Pablo Escobar estaba ensañado en su contra, y era inminente el riesgo de una bomba. El texto narra su experiencia en una Casa Tomada, en clara analogía a Cortázar, donde los fantasmas los iban acorralando. El temor los llevó a tomar precauciones, al punto que la redacción del insigne periódico funcionara hasta en una cocina. Ese arrinconamiento lo narra el Periodista y con cierta ironía recuerda que se valían de bromas para exorcizar esos demonios: “El último que salga apaga la bomba”, se despedían. Su perseguidor, sin embargo, no se andaba con chanzas como lo entendieron unos días después, en 1989, cuando mataron a dos compañeros. Pudo más el temor y la sede fue clausurada. De allí, el Periodista se quedó con dos copias de las llaves. Ahí comenzó la diáspora por algunas sedes de la ciudad. El libro es un homenaje a la entereza, la dignidad de El Espectador y en especial, a su director Guillermo Cano, en los aciagos años 80, cuando el narcotráfico y sus secuelas, paramilitarismo, muerte de candidatos presidenciales, corrupción y guerrillas eran noticia a cada día, y donde el periodismo pagó su cuota con sangre o con silencios muchas veces cómplices. Luego Periodista y periódico se tornaron clandestinos. En esos años El Espectador no tenía sede, casi no circulaban sus ejemplares y el Periodista, para poder cumplir su misión, tuvo que arrendar una oficina y hacerse pasar por contador. (Bueno: aunque puede decirse que los buenos periodistas siempre han sido contadores… de historias). Lo más paradójico de este relato de huidas y escondites entre El Espectador y el cartel de Medellín, su perseguidor, ocurrió el 19 de marzo del 93, cuando el Periodista se encontró en el propio edificio con la noticia de la muerte de El Chopo. Ahí, el contador, descubriría algo que lo dejó perplejo: “el jefe de sicarios del cartel de Medellín y yo, el Periodista de El Espectador al que ordenó buscar para matarme, éramos vecinos y vivíamos clandestinos en el mismo edificio”.

De 1990 a 1993, el Periodista no existió. Sin embargo la muerte de Pablo Escobar en diciembre de ese año renovó las energías, apareció oficialmente de nuevo el periódico en Medellín y entonces el contador dejó su disfraz: -Me voy -le dijo al celador con cierta jactancia-; eso de cobrar cuentas es muy molesto. Conseguí trabajo en El Espectador, pero no voy como contador, ahora sí voy como periodista-. Le entregó la oficina y de nuevo se quedó con otra llave. A partir de aquel año, puede decirse que el Periodista gozó de cierta tranquilidad. Eso en cuanto se redujeron las amenazas de muerte. Pero surgieron nuevos fantasmas: desaciertos económicos y administrativos que condujeron a que el decano del periodismo colombiano desapareciera como diario en septiembre de 2001. Ese día de cierre, como en ritual que poco a poco lo iba acostumbrando, de nuevo el Periodista, fue el último en salir de la sede. Y de nuevo se quedó con las llaves. “¿Por qué me he quedado con las llaves que cerraron todas las puertas de periódico?”, se pregunta al final de la obra. En ese entonces no tenía la respuesta, pero el Periodista, empujado por la nostalgia y la impotencia, en compañía de su amigo y confidente decidió emprender el camino de este libro. Yo no fui espectador El Periodista es Carlos Mario Correa Soto. Y cualquier título sería apropiado para hablar de él, menos decir fui espectador. (Bueno, tampoco hace justicia el título El Espectador para el periódico combativo nacido en Medellín en aquel oscurantismo de finales del siglo XIX colombiano) Alguna vez apostando sobre asuntos imposibles con un grupo de compañeros en la Universidad de Antioquia, después de pensar en políticos rebajándose sus salarios, en los títulos del Medellín y en las más absolutas quimeras, alguien se imaginó al profesor Carlos Mario dirigiendo una masacre paramilitar. ¡Imposible! Todos aceptamos la derrota. Lo decíamos por su nobleza a flor de piel, su disponibilidad para atender a los alumnos y por su timidez -que era y sigue siendointimidante. Sin embargo, este libro muestra además del hombre noble y humilde, al profesional decidido a jugarse por sus ideales, pero ante todo apasionado por su oficio. Kapuscinski, quien es citado en esta obra, dijo alguna vez que para ser buen periodista había que ser buena persona y Carlos Mario sí que lo es. “Yo soy el Periodista de El Espectador cuya muerte estuvo tasada por el narcotráfico por el precio de un par de tenis Niké”, ironiza al final del libro, para mostrar lo poco que vale tener convicciones en este país. En Bogotá, durante la presentación del libro, explicaría qué lo llevó a seguir caminando por la cornisa, a pesar de los riesgos: “El periodismo es una enfermedad crónica y cuando uno se mete en este oficio es porque está dispuesto a morir muchas veces antes de perder la vida”. No quiere ponerse como ejemplo. Al contrario, acepta errores y cuestiona sus falencias. “El Periodista es un pescador de testimonios, un narrador de sucesos y en la mayoría de veces lo hacemos con una frialdad que raya en la indolencia”, plantea en la obra, como si fuera incapaz de seguir dando cátedra. Si bien Las llaves del periódico es un homenaje al diario que marcó su existencia -“Allá trabajé 13 años, 10 de ellos en El Espectador de los Cano, la mejor escuela de periodismo del mundo”, Correa Soto también cuestiona la forma cómo los medios, incluido El Espectador, se olvidaron de los ideales en aras de la rentabilidad. Y se queja, aunque no es muy usual en él, de la ingratitud con que los trataron cuando el periódico dejó de ser diario y cerraron la sede en Medellín: “Mi sentimiento fue de frustración, de tristeza sin medida, de amargura con todo

Carlos Mario Correa es un dedicado periodista que hoy puede contar su etapa en El Espectador como una anécdota. Foto: Julián Roldán

lo que significa la amargura. A todos los corresponsales y a mí, que había apostado la vida por el periódico, nos dieron la patada”, dice en uno de los apartes. No lo dice por él, que al menos acá sigue, pese a los riesgos. “El periodismo es el oficio mas peligrosamente bello y desamparado del mundo”, ha dicho. En su mente aún muerde el recuerdo de sus cinco compañeros muertos “a quienes les cerraron brutalmente las puertas de su vidas cuando trataban de mantener abiertas las de El Espectador”, por lo que les dedica la obra. Carlos Mario no es espectador frente a los acontecimientos. Hace parte de ese periodismo intencional (¿idealista?) propuesto por Kapuscinski, con la misión de ayudar a cambiar el mundo desde el oficio. Por ello, cuestiona la desmemoria de Colombia: “éste es un país dedicado al olvido, a la resignación, a la aceptación”. Y, aunque asume que realizar el libro fue una especie de catarsis, la idea de ayudar a construir memoria fue la razón principal para decidirse en compañía de Marcos Mejía a contar esta historia: “Los periodistas no deberíamos quedarnos callados viendo cómo las historias las están contando nuestros verdugos desde la clandestinidad de montes y ciudades, desde las cárceles, desde la ilegalidad… y las están escribiendo y publicando con la ayuda de muchos de nuestros colegas que les sirven de amanuenses. Mientras nosotros guardamos un silencio que nos mantiene bajo sospecha…”, dijo en la pasada Feria del Libro en Bogotá. Esta muestra de pasión y compromiso con su oficio, -y por ende con la sociedad- es la que hace valiosa esta obra para Colombia –un país que necesita espejos para mirarse en sus miserias-. Marisol Cano Busquets, sobrina de Guillermo Cano y directora de la fundación que lleva su nombre, así lo destacó: “Las llaves del periódico contribuyen a que Colombia no siga siendo esa gran adormidera de la que habló Luis Vidales, el país al que los ‘hados le dieron la extraña facultad de la famosa planta, que se duerme al contacto de los dedos’, en el que todo se olvida no bien tiene ocurrencia”. Las llaves del periódico abre espacio para la nostalgia. Nostalgia de épocas en que había medios de comunicación y Periodistas –con mayúscula-, dispuestos a jugarse por causas nobles y colectivas. Pero también es un libro para leer con rabia: no puede ser que en este país se tenga que escribir la historia del periodismo y que las palabras más repetidas, como en esta obra, sea: muerte, miedo, terror, balas, escoltas, bombas, huidas, malos manejos, agresiones. Hoy, cuando El Espectador vuelve a ser una grata noticia diaria, es muy loable este esfuerzo de los autores y de la Editorial Eafit, por mostrar que no todos han sido buenos tiempos. Las llaves del periódico es un libro que, como muchos que hablan de nuestras tristezas, jamás debió escribirse, pero que es impostergable su lectura si queremos que en este país se abran puertas que nos conduzcan hacia mejores horizontes.

FACULTAD DE COMUNICACIONES UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA


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HISTORIA

El

renace

Le Lido de París es un famoso cabaret desde los años 40 sobre la Avenida de Los Campos Elíseos en Francia, y en Medellín hay un teatro que lleva su nombre: el Lido, ícono de la ciudad ubicado sobre la calle 54, Caracas, con la carrera 49, Junín, y que nació en 1945. Por Maritza Ruiz antioquia.1@hotmail.com A mediados de los años 40, los hermanos franceses Jean y Joseph Clérico, compraron un lugar denominado “La plage de Paris” (que en francés traduce La playa de París), ubicado en la Avenida de los Campos Elíseos y fundaron un cabaret al que llamaron, Le Lido, porque la decoración al momento de la compra del local, estaba inspirada en la famosa playa del Lido en Venecia, Italia. Y mientras Le Lido de Paris ha funcionado de manera ininterrumpida, el de Medellín nació, tuvo su época maravillosa, fue cerrado, restaurado y reinaugurado, lo que no pasó con muchos teatros de la ciudad.

Ahora los transeúntes del centro pueden aprovechar la cartelera de eventos.

Foto: Julián Roldán

El nacimiento El Lido de Medellín nació en 1945 por iniciativa de Francisco Luis Moreno Ramírez, un adinerado hombre que junto a su familia quiso contribuir a la cultura de la ciudad, donando los dineros para la construcción y la contratación del arquitecto Federico Vásquez y del escultor Marín Vieco. Dicho proceso tardó dos años y costó dos millones de pesos, debido a que los materiales en su mayoría fueron importados desde Estados Unidos como la escalera central que conduce al segundo piso, el mármol de pisos y baños, y un yeso acústico para recubrir las paredes, porque los revoques de cemento eran demasiados duros y producían el choque de las ondas sonoras contra las paredes. Por esa razón, el Lido era considerado el mejor teatro en acústica para la época, con capacidad para mil 400 personas. La familia de Francisco Luis Moreno vendió el Lido a Cine Colombia para su administración, en 1948, por 900 mil pesos, hasta que el Municipio de Medellín lo declaró patrimonio arquitectónico de la ciudad, en 1997 y lo compró para restaurarlo. Así como Le Lido era frecuentado por la realeza, artistas y políticos, el de Medellín era visitado por la alta sociedad para ver a las orquestas, artistas y el cine de talla internacional fomentado por el director de Promúsica, Hernán Gaviria. Así lo recuerda Mario Iván Pérez, administrador del Lido: “Yo asumí la administración en una época esplendorosa (1965-1968), que

combinaba el espectáculo cinematográfico con la presentación de concertistas, pianistas como Claudio Arrau, chelistas como Pierre Fournier y el violinista Alberto Lysy” y hasta se presentaron El Emsemble Barroque de París y la Orquesta de Cámara de Berlín. Los asistentes compraban boletas por abonados para luneta a treinta pesos, balcón a veinte pesos y estudiantes con carnet en el balcón a diez pesos. Los conciertos eran los martes y a veces los miércoles a las 8:30 p.m. y continuaron por dos años más, hasta que el propietario de Promúsica murió. El cine y la decadencia Si bien el Lido era el más importante teatro de variedades en las décadas del 50 y del 60, el cine era la actividad central porque su administrador, Cine Colombia, trajo las películas de Federico Fellini, Michelangelo Antonioni y el cine de moda, sumado a los matinés los domingos, con boletas entre cinco y seis pesos. Sin embargo, el Lido decayó a inicios de los 80 ante espacios culturales y recreativos en Medellín que desplazaron al cine, sumado a la inseguridad que se vivía en el centro y en los alrededores del Parque de Bolívar, lo cual condujo a la disminución gradual de público, y lo llevó a una crisis económica. Así que solo se presentaban esporádicamente películas y sencillas actividades culturales, hasta el cierre a mediados de los 90. Fue así como en 1997 el Concejo de Medellín respaldó a la administración municipal para comprar el Lido a Cine Colombia y restaurarlo para devolverle su vida cultural, incluyéndolo en el plan especial de protección patrimonial del departamento. La restauración se inició en 2005 cuando la Gerencia del Centro y las secretarías de Cultura Ciudadana y Educación durante la alcaldía de Sergio Fajardo Valderrama hicieron una inversión de dos mil 200 millones de pesos. La restauración Las adecuaciones buscaban conservar al máximo las piezas originales del Lido como los vitrales, los murales, la madera, los pisos y los espejos, pero era necesario


23 dotarlo con los requerimientos técnicos y tecnológicos modernos. Por esa razón, la restauración se llevó su tiempo para la instalación de mil 100 sillas nuevas y cómodas con una reducción en la capacidad de público tras la ampliación del escenario de 10 x 8 metros, que tiene 5 metros más de fondo y 2 metros más de ancho, para espectáculos de mediano formato con ocho parejas de baile y una orquesta. De igual modo, se hicieron adecuaciones en el techo para prevenir problemas en invierno, se modernizó la red antiincendios y el aire acondicionado, se tuvo cuidado en la pintura de los frescos y paredes, se remodelaron el piso y los baños y se invirtió en equipos de audio, video y telones electrónicos. El Ballet Folklórico de Antioquia ganó la convocatoria pública para administrar el Lido en comodato desde diciembre de 2007, función que asumió desde la restauración del teatro, junto a los bailarines, quienes aprovechando sus diferentes profesiones han aportado al área administrativa, financiera y arquitectónica, y por supuesto, con la esencia de su quehacer, los espectáculos de danza y talleres de formación para los públicos. Así lo expresa William Carvajal Galeano, director de proyectos del Lido e integrante del Ballet Folklórico: “El Ballet ha brindado acompañamiento y asesoría sobre cómo se debía recuperar el teatro a nivel técnico y logístico para espectáculos artísticos, no solo del ballet, sino de todo tipo, con condiciones técnicas estándar” Finalmente, el 21 de diciembre de 2007 los medellinenses se reencontraron con el pasado, el presente y el futuro del teatro Lido en la reinauguración. A dicho evento asistieron las autoridades municipales e invitados relacionados con el arte y la cultura, pero también la ciudadanía para presenciar un espectáculo de evocación cultural a partir de una orquesta, músicos, mimos, danza, ballet y cuentería como una muestra representativa de los eventos que allí se pueden realizar. Esa inauguración fue presenciada por Mario Iván Pérez Roldán, administrador del Lido entre 1965 y 1968, “Me invitaron a la reinauguración, y digo que el Lido quedó muy bonito, siempre fue lindo pero se conservó todo y quedó muy bello; ojalá sigan difundiendo la cultura y que se convierta en un referente otra vez de Medellín”

De nuevo, el Lido estuvo cerrado durante febrero y marzo debido a adecuaciones, como explica Erika María Rivera Rúa, directora del teatro: “Hicimos un balance de acuerdo con el uso y la infraestructura, y también estábamos haciendo el convenio para la contratación de los grupos a nivel jurídico para que hicieran parte de la programación”. Durante este año, la programación continuará así: “Los lunes es mantenimiento del teatro; los martes y miércoles, cine arte; los jueves teatro para grupos locales; los viernes danza; los sábados música para niños y adultos; y los domingos el cine infantil”. Pero como el Lido pertenece a la programación organizada por la Secretaría de Cultura Ciudadana, ésta se hace cada mes, de acuerdo con las actividades de la ciudad y de impacto nacional o internacional, por eso, a la fecha tienen la programación para tres meses. Así mismo, el Ballet Folklórico de Antioquia aporta una presentación mensual al Lido con sus tres grupos: La Compañía de Danza Afrocontemporánea- Grupo Sankofa, El Grupo musical Tierra adentro, y la Danza Folklórica; y espera mostrar a las delegaciones internacionales que visiten la ciudad todo su talento. El futuro La administración del teatro adelanta proyectos como las visitas guiadas a grupos de colegios y universidades para conocer el Lido, así como estudia su alquiler para eventos privados, empresariales, educativos y de la alcaldía como seminarios, capacitaciones y celebraciones. Así lo confirma Rivera: “Se está trabajando en el alquiler del teatro por ser un espacio público que requiere una reglamentación jurídica y legal para prestar ese tipo de actividades”. Hasta el momento, los eventos son gratuitos pero llegará el momento en que la alcaldía deba subsidiar la mitad del espectáculo y el público la otra mitad, con una boleta de costo mínimo, porque el trabajo de los artistas merece un estímulo. Ello obedece a que tras la reinauguración, el ingreso era con boleta entregada 15 minutos antes del evento, pero ante los revendedores se abolió la boleta y basta con hacer la fila. Pero mientras eso llega, y así sea con un costo bajo, la ciudadanía debe aprovechar que el Lido está abierto para darle vida al Parque de Bolívar y al centro de la ciudad, y contribuir de paso, a la internacionalización de la cultura.

Así luce el nuevo espacio que llegó a estar muy deteriorado por el abandono.

Foto: Julián Roldán

El acceso fue restaurado en su totalidad y ahora luce así. Foto: Julián Roldán

Las luces se encienden de nuevo para eventos continuos.

Foto: Julián Roldán

Memorias del teatro Lido Marcela Galeano. Guarda de seguridad del Teatro Recuerda que vivía en Prado Centro y la última vez que asistió al Lido fue con su hermano mayor al matinée de Jurasic Park, cuando tenía 12 años de edad a mediados de los 90, y luego de ello el Lido fue cerrado. Curiosamente, desde el 26 de diciembre de 2007 trabaja como guarda de seguridad en el Lido y recuerda su primer día de trabajo: “La compañera de la inducción hizo el recorrido conmigo, y yo le conté que vine aquí cuando tenía 12 añitos y que ahora estaba muy bonito, por eso ella me dijo: estás aquí, disfrútalo”.

Gabriel Jaramillo. Administrador de una papelería vecina del Teatro “Llevo 33 años cerca del Lido desde cuando llegué a trabajar a la papelería. Al teatro iba mucha gente y hacían largas filas para los eventos, pero se fue acabando y a lo último ya había graduaciones de colegios y otros eventos, hasta que lo cerraron. En la época dorada yo entré al teatro a ver muchos artistas, violinistas y chelistas porque el teatro era el mejor en acústica”.

Alonso Pérez. Trabajador de la heladería San Francisco desde 1961 y ahora administrador de la salsamentaría Girasol cerca al Lido “Desde esa época el Lido era lo máximo, lo que lo distinguía de los demás teatros era la acústica cuando se presentaba una orquesta o un evento. Pero los teatros en el centro se acabaron y entre ellos el Lido, por la inseguridad, los centros comerciales con cine, la televisión, el video. Lastimosamente, se acabó el teatro y nosotros los vecinos vimos eso con tristeza”.

Mario Fernández. Trabajador de la heladería San Francisco, vecina del Teatro “Llevo más de 30 años de conocer el Lido porque trabajaba en la heladería San Francisco, la más famosa del parque de Bolívar. La mayoría de los clientes antes de entrar al Lido, pasaban a comer helado; era como una tradición sobre todo los domingos en la matinée. Pero el Lido se fue desprestigiando y se acabó, y también la heladería en 1995”.

FACULTAD DE COMUNICACIONES UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA


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“Con la rabia que me hacen dar aquí”

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*Así respondió Fernando Vallejo a la pregunta que una pequeña de seis años le hizo durante la cátedra pública el pasado 22 de mayo en el Teatro Universitario Camilo Torres ¿Con que se inspira usted? fue la pregunta que causó gracia entre los asistentes. Foto: Julián Roldán - julianmagno@gmail.com


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