Cultura O de septiembre

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Cultura O Revista cultural para la regi贸n del Oriente Antioque帽o / No 9, septiembre de 2012

Conan Autor: PABLO MARCOS Comic Book Artist


Editorial

NO HAY QUE MIRAR TAN LEJOS

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eía estos días en un medio local una referencia a la Ley de Honores al General José María Córdova y entonces, haciendo el ejercicio de Por: Miguel Ángel Ríos Director recordar y atar algunas realidades, me doy cuenta de que, de los más de mil municipios colombianos, decenas de ellos poseen en sus plazas, museos, casas de la cultura, calles, plazoletas y otros lugares públicos, monumentos al libertador Simón Bolivar. Y la verdad no sé con certeza si el mismo reconocimiento se le hará al General Córdova, pero con conocimiento de la mayoría de localidades antioqueñas (que son 125 para ser exactos) puedo de cir que el nuestro sí es un prócer tristemente ignorado. Decía también el articulista del periódico en cuestión que también existe el proyecto de hacer un monumento a éste héroe, para lo cual - según él- debía abrirse convocatoria nacional, a fin de que artistas de toda Colombia presentaran sus propuestas, frente a lo cual opino con franqueza que no sólo en el arte, sino en muchos otros escenarios

de la cotidianidad perdemos la fe en el talento local. Ingenieros de otros departamentos orientan grandes obras de infraestructura en nuestras localidades, mientras los nuestros, los del Oriente, deben migrar en busca de oportunidades laborales. Igual pasa con nuestros diseñadores, administradores, contadores, abogados, docentes, en fin casi cualquier profesional, tecnólogo e incluso técnico. Muchos de nuestros gobernantes ponen en manos de foráneos los proyectos que bien podrían ser llevados a cabo por los propios. Y lo hacen sin vergüenza y sin dolor porque también se hace necesario pagar la cuota política y beneficiar al que apoyó la campaña. Es de admirar la decisión de la Universidad Católica de Oriente de emplear para la implementación de su Plan Maestro de Ampliación de su infraestructura física, empresas y mano de obra de la región, porque sabe el potencial profesional y humano de los nuestros. Pero en localidades como La Ceja donde se adelantan importantes proyectos de vivienda, ingenieros y arquitectos de otros ciudades - e incluso departamentos- llevan a cabo los diseños y las obras, cuando tenemos a la

mano profesionales idóneos. Y entonces vuelve y juega mi reclamo: ¿no existe en el Oriente Antioqueño un artista capaz de presentar una propuesta digna, con la cual se enaltezca como se debe la memoria de nuestro prócer? Yo sí conozco muchos, decenas incluso, que se sentirían honrados con semejante misión y que tiene todas las cualidades profesionales, estéticas y artísticas, a la altura de los mejores del mundo. Y sé donde están. Y no se necesitaría recurrir a talentos de otras latitudes. El asunto es que tenemos la tendencia a pensar que lo importado, lo que hacen en las lejanías, es mejor. Miramos muy lejos y por eso no vemos lo que tenemos cerca, en la propia casa, en el barrio, en el pueblo. Artistas es lo que tenemos. Y muy buenos. Por eso, señores Gobernadores, señores congresistas, amigos alcaldes: revisen sus inventarios de artistas locales, y si es que no encuentran alguno para realizar el homenaje que José María Córdova se merece, yo les presento un ramillete de escultores de talla internacional que residen en las localidades del Oriente Antioqueño que ustedes gobiernan y que con su voto depositaron en ustedes su confianza y, por supuesto, el apoyo al arte es una de sus expectativas.

CONTENIDO Mujer de autorretratos 3 Cocorná: El cementerio de los perros callejeros 4 La columna del Maestro: la niña del BlackBerry rosado 6 Crónicas del viejo mundo 8 Fotografía 9 Pablo Marcos 10 Sobre la ubicación del clítoris 14 Los Silleteros, de mal en peor 15 Lo último de F. Sánchez Caballero y César Giraldo 16 y 21 Poesía 18 y 23 El tren de los pensamientos 19 50 tips para optimizar tu cerebro 22 Cuento: Mirada de Viernes en la tarde 25

Cultura Director: Miguel Ángel Ríos - Diseño Gráfico: María Alejandra Ríos Colaboradores: Érika Lucía Sierra Montoya - Blanca Yiseth Zuluaga - Luis Enrique Atehortúa / E-mail: revistaculturao@gmail.com / Teléfonos 5617191 - cel. 3128360990

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MUJER DE AUTORETRATOS

Ensayo

Por: Alejandra Duque Giraldo Estudiante de Comunicación Social, UCO

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lla era una mujer que vivía vestida de piel mexicana, sus cejas mostraban un camino rectilíneo, quizás por ello sobresalía su mirada del mundo, de su enfermedad, de su existencia, porque a través de su dedo índice y pulgar reflejaba su presente vivido. Ella fue Frida Kahlo, la que llevaba sobre su cabeza un ramillete de cabellos, y sobre ellos, flores entretejidas, las que daban forma de diademas que exaltaban su cultura y vestuario. Frida vivía en una casa color cielo, a la edad de seis años enfermó con poliomielitis la que afectó el uso de su pierna derecha, creciendo ésta ligada a sus huesos, a ella le afligía su condición y por eso intentaba ocultar bajo su falda la realidad que le acontecía. Después de su accidente (el que sucedió en un autobús) Frida se lastimó la pelvis, su columna se desintegró, y pasó muchos días postrada en una cama a la espera de alguna señal latente en sus manos, es así como aprendió a pintar, influyendo con toda probabilidad en la formación de su nuevo mundo. Frida materializaba sus obras en consecuencia de sus pensamientos, su primer trabajo se llamó “Autorretrato con traje de terciopelo” y así su vida se enmarcó en pinturas propias o cercanas a ella, reflejando otras dimensiones mentales. Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, de estatura conocida entre las mujeres que llegan al pecho de un hombre promedio, sustituyó sus pinturas cuándo se le miraba al rostro, sus facciones reemplazaban la intención figurativa de sus pensamientos (varios de ellos comunistas) y permitió en sus obras conocer su historia. Ella encontró el amor en una persona que llevaba ya sus años recostados en su cuerpo, él, Diego Rivera, también pintor, la impulsó a seguir pintando con lienzos y oleos, era como ella tenía la capacidad de trascender entre limitaciones y escapar de un posible encierro corporal. "Espero alegre la salida y espero no volver jamás" estas fueron sus palabras cercanas a su muerte. La mujer de ramillete de cabellos, de cuerpo cubierto de primaveras sin finales, de rostro seguido por el camino paralelo, y finalmente de psicologías mentales, había encontrado la salida en su casa de color cielo, allí fueron albergadas sus cenizas, su retrato.

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Denuncia

COCORNÁ: EL CEMENTERIO DE LOS PERROS CALLEJEROS Sin testigos de ninguna clase, sin denuncias oficiales, sigue creciendo el envenenamiento de perros callejeros en esta localidad del Oriente Antioqueño

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llí, en un pueblo alejado del bullicio de la ciudad, donde se cambió el ruido estridente y ensordecedor de las balas, por el sonido de los pájaros en la madrugada, y el zapatear de los caballos en la noche, se siguen asesinando inocentes. De manera que si echamos un vistazo al pasado, aquel escenario callejero donde vimos caer almas sin vida, inocentes héroes, que trataron de cambiar armas por palabras, y maldad por perdón sigue siendo utilizado en la actualidad por desconocidos sin espíritu que envenenan a quienes no tienen otra opción en la vida, que vivir como perros callejeros. De entonces acá quienes viven en el macabro frio de la noche, sin un techo que los ampare, un abrigo que los cobije o un buen corazón que los recoja, están en peligro inminente de ser víctimas del desconocido, bueno, podrían ser los desconocidos, lo único cierto es que el nuevo perfil de muerte, se encamina a quienes abandonados en las calles, no tienen más remedio que morir en brazos del invisible. Para quienes sostienen entonces que los perros callejeros son un peligro para la comunidad de Cocorna, quisiera ver en sus manos o leer en sus labios, los “miles” de casos existentes donde un perro ataca, sin motivo alguno, a quien se encuentra a su alrededor. Total, tampoco sería valido su argumento, porque la muerte de un animal, sin justa causa, es verdaderamente un atropello irracional contra la misma naturaleza. Por lo tanto no es extraño encontrar en estas empinadas calles que comunican hacia un laberinto de historias y cultura, perros que incontrolablemente lloran de dolor, sus quejidos son realmente conmovedores, y el sufrimiento parece que estallara en sus cuerpos que no dejan de moverse sin dirección alguna. No cabe duda de que mi impotencia es tal, que quisiera en

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su momento, poder explicarle a un animal instintivo como este, que su dolor es producto de la maldad del que se supone es un ser racional, dotado de capacidades para pensar y reflexionar, pero quien al parecer le deja esta tarea a sus amigos de existencia: unos que no se diferencian mucho de él. Nada más y más nada menos, esta imagen es capturada después de que estos perros han ingerido el toxico, a tal punto llega su inocencia que el veneno camuflado en alimento es dado a los animales como un gesto noble y bondadoso de quienes serán sus próximos asesinos. Sentido tiene en este caso la hipótesis manejada desde los albores de la humanidad, donde se decía que nosotros, los humanos, hemos invadido el mundo de los animales. Estoy por creer que esto es cierto, siendo tan absurdamente desquiciados, que estamos peleando entre nosotros mismos por un territorio ajeno. Ahora bien, regresando al punto álgido de los inocentes callejeros, en Cocorná no se

Perro callejero envenenado el 4 de agosto de 2012, 10:45 am

cuenta con una perrera que pueda albergar a quienes se siguen reproduciendo, como forma natural de sobrevivir, en las calles de este Municipio. Tampoco existen políticas de protección a estos animales, tal situación se demuestra en que hasta el momento y según datos del inspector de este Municipio “llegan a ser 15 los perros callejeros asesinados”. VIVOS EN EL CORAZÓN Él era Fasby, bueno, o por lo menos así lo bautizamos cuando vimos por primera vez a este perro callejero, que parecía sacado de una tienda de peluches. Debo confesar que aún experimento un vacío cuando lo recuerdo, de hecho, siempre sospeché que con su mirada enternecedora


trataba de decirme algo, algo tan indescifrable que logró robarse todo mi cariño. Nada o más expresivo que su mirada, sus ojos caídos no por la gravedad de los años sino por el recuerdo de un abandono marcaron sus luceros, una expresión de olvido, de cansancio, uno que apreciamos cuando todo en la vida parece perder valor y entonces los días se tornan sin sentido. Él era grande, de hecho, su corazón también lo era, aun no comprendo como aquel mortal veneno, todavía desconocido para las autoridades cocornenses, pudo apagar el sonido de aquel antiguo corazón, que estoy segura no quería dejar este mundo. Tampoco encuentro explicaciones justas para que sus latidos fueran vencidos, sin dar cabida al menos a un hasta luego. Él era fasby, él fue… hace solo una semana podría hablar en presente, pero ahora, me conformo con su recuerdo, me acostumbro, como algunos en la vida, a que todo es pasajero, y en este hermoso viaje, a unos les toca despedirse más rápido que a otros. Me limito entonces a memorizar su imagen en frente de mi puerta, sus latidos a media noche cuando él creía que la sombra que mueve a los espíritus humanos era un peligro a la vista, y vaya que lo fue para él hasta sus últimos momentos. No olvidaré tampoco su grata compañía cuando muy de madrugada y siendo mi hora de viajar,

Fasby se despertaba de su incomoda siesta sobre el raspado suelo, y me escoltaba hacia la plaza principal, ahí mismo y desde la ventana del bus ignoré que sería la última vez que lo encontraría con vida. UNA RESPONSABILIDAD DE TODOS Al llegar a este punto, amigos lectores, quisiera confesar que mi narración va dirigida especialmente a quienes habitan el municipio de Cocorná, lo cual no quiere decir que los demás tengan menos responsabilidades o que no logre con esto al menos, tocar una de sus fibras sensibles. Lo importante aquí es que logremos crear una red de solidaridad, que tengamos la valentía de denunciar y por supuesto rechazar toda violencia o acto de crueldad en contra de cualquier tipo de animal. El llamado es entonces para ustedes, ¡COCORNÁ: NO MÁS PERROS ENVENENADOS! Quizás así un día podamos decir como lo hizo Antonio Clement: “Solo espero que el día que yo muera, todos los perros que estuvieron conmigo en esta vida me reciban ladrando y moviendo sus colas, y así diré: "¡Gracias Dios mío, estoy en el cielo!".

ELEGÍA A LOS PERROS MUERTOS Fragmento

Por: Luis Tejada

(...) Yo no creo que haya un alma irradiante y eterna en el hombre, ese pedazo de carne fría y brutal; pero si el alma existe como una esencia pura, noble y superviviente, allí y nada más que allí tiene que estar detrás de las pupilas cálidas del perro. Y si es verdad que hay un paraíso póstumo, una patria supraterrestre de selección, debe ser para recibir en ella a las almas buenas de los perros; paraíso con niños juguetones y senderos de arena donde puedan estirar sus ágiles piernas y pasear su serena alegría; y con una luna pálida por las noches para que fijen en ella sus ojos enigmáticos preñados de pensamiento.


Desde la torre

La columna del Maestro

LA NIÑA DEL BLACKBERRY ROSADO Por: Alonso Ríos Vanegas

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ran las tres en punto de la tarde cuando la buseta de Marinilla salió de la Terminal de Transportes Caribe de Medellín. El cielo estaba nublado y había amenaza de lluvia, sin embargo, solo se veía caer una leve llovizna, persistente y sofocante. Como es costumbre, me senté al lado de la ventanilla que estaba medio abierta. A mi lado se sentó una jovencita de unos veinte años, de piel muy blanca, de cabellos negros y un cuerpo un poco rollizo con un gran morral en su regazo de tela de colores alegres. “¡Uuff que calor!” dijo para sí y luego, sin pedir permiso, como si yo no existiera al lado, intentó abrir totalmente la ventanilla pasando su mano blanca cerca de mi rostro rosándolo; al no lograrlo, miró en rededor como buscando un puesto cerca de una ventanilla para sentarse allí, pero para su fastidio la buseta estaba totalmente colmada de pasajeros, aun así, yo, sintiéndome un poco ultrajado por la joven, intenté abrir un poco más la ventanilla para complacerla, pero el esfuerzo fue infructuoso porque estaba trabada. El vehículo inició su marcha

raudamente por la autopista norte y con el movimiento, pequeñas ráfagas de viento que entraban por la puerta de ingreso refrescaron un poco el interior de la buseta. La muchacha todavía inconforme por el sopor volteó totalmente su cuerpo hacia el costado del pasillo dándome la espalda que, según observé, era un poco cuadrada y maciza, y luego sacó del morral un Black Berry rosado, se puso los audífonos en los oídos y escuchó la música con un volumen suficiente para ser escuchado por sus vecinos más próximos. Cuando la buseta emprendió la subida por la autopista Medellín-Bogotá, ya la niña blanca, de un cuello como de nácar, cabeceaba y dormitaba al son de la melodía que escuchaba. Mientras yo forcejeaba con la ventanilla para evitar la entrada de la lluvia que arreciaba afuera y me alcanzaba a mojar el hombro. Durante el viaje, de casi una hora, no se dieron más hechos relevantes alrededor y me centré

en mis cavilaciones y pensamientos en torno al tema de mi trabajo cotidiano, hasta cuando de pronto, la joven despertó sobresaltada y miró a través de la ventanilla con preocupación buscando ubicarse en el trayecto de la carretera y vio se aproximaba al lugar para apearse: se quitó los audífonos, guardó el Black Berry en el florido morral y se dispuso a bajarse del transporte colectivo dando la orden a gritos al conductor para que se detuviera. La observé nuevamente hasta cuando salió por entre los pasajeros que estaban de pie, a los codazos, y al llegar a la puerta de salida desapareció de mi vista y no la volví a ver. Por más que me esforcé en buscarla no la vi ni en la avenida, ni atrás ni delante ni en ningún otro lugar, ¡desapareció por encanto! De pronto escuché sobresaltado una voz de hombre que me decía mientras me golpeaba el hombro: señor despierte que ya llegamos, por favor entrégueme el tiquete.

Sueño Dulce Autor: Rumen Nikolov Dimitrov

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TU

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CRÓNICAS DEL VIEJO MUNDO EL AMIGO

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s un gallego serrano, llevado de su parecer como casi todos y con un particular comportamiento de vida dominado por pequeñas obsesiones. La temporada pasada se encaprichó con unas ovejas que pastaban alegres por ahí sin ton ni son. Todo el día las observaba desde el andamio donde pintaba la fachada de la casa de su amigo. Seguía sus movimientos con atención, sus continuos balidos, sus pequeñas cabriolas y su boca se hacía agua saboreando cada chuleta, cada tierna

porción. El día se llegó. Después de tanta insistencia, su amigo había entrado en razón y aceptado robar esa oveja. Con un vino tinto en la mano y mirada de circunstancias Heribert le dijo, —esta es la noche. Al gallego se le aguaron los ojos y el rostro se le encendió. Nunca se había sentido tan cercano a su amigo y quizá nunca lo había querido tanto. Apuró su

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Por F. Sánchez Caballero copa de un sorbo y gritó: —Vamos a por ella. Corrió al cuarto, se puso las botas pantaneras, una chaqueta negra, tomó una soga, un costal, estuvo de vuelta en dos minutos y repitió: —A por ella, joder. Salieron con mirada de lobos en la oscuridad, innecesariamente apagaron las luces de la calle, pues a esa hora no se ve a nadie en ese pueblo ubicado en lo alto de los valles del Rin germanos. Con sigilo entraron al establo del vecino calculando cada paso, cada movimiento. Con una pequeña linterna observaron los rostros taciturnos de los borregos con sus ojos ya empijamados; el amigo señaló una oveja que tenía un trapo en el cuello, —esta me gusta, dijo. No había terminado de decirlo cuando ya el gallego la tenía maniatada de las cuatro patas, con un bozal en el hocico y en menos de lo que canta un gallo la había metido al costal. Salieron atropelladamente mirando a todos lados como un par de hienas en la noche oscura. Una vez en casa, tomó un cuchillo, rápidamente la degolló, arrancó su piel con destreza y la enterró en un rincón del patio junto con la cabeza y las pezuñas para borrar toda evidencia. Asaron carne, comieron y bebieron toda la noche hasta reventarse y chocaban la copa de cuando en cuando con sonrisa de satisfacción y cara de chicos traviesos, eufóricos aún por la aventura. Su gran obsesión era pintar casas y grandes superficies planas. Después de la segunda guerra mundial, desde que se acordaba, su padre lo había llevado a una base norteamericana instalada en Alemania camino a Heidelberg. Juntos se habían encargado de pintar cuarteles, barracas, Jeeps, aviones, tanques etc. Ahora más de cincuenta años después, por efectos del plomo usado en el compuesto de las pinturas, su cerebro se resiste a coordinar bien sus ideas y sus palabras, al punto de olvidar pasajes enteros y abrir prolongados paréntesis en la conversación. Está pensionado por el gobierno alemán y por tal motivo debe presentarse de tiempo en tiempo para controlar el avance de la

enfermedad y certificar que aún vive. Por su amistad con Heribert se queda en su casa esos días, pero su adicción por el trabajo obligan a este a tener siempre unos tarros de acrílico disponibles para dar una nueva mano de pintura a la casa cada que llega. Siempre que ha olvidado este detalle, su jardín o su huerto pagan las consecuencias: Sus manzanos son podados o arruinados con motosierra, las rosas de la mujer son arrancadas y vueltas a sembrar según su nuevo orden, la cosecha de cerezas del vecino es recogida sin autorización… Sus razones y explicaciones fluctúan entre la candidez y el cinismo, entre lo naif y lo folclórico: —“Así esta mejó”. “Vamos que no pasa ná”. “Esa cosecha estaba perdía”. “Ese tío tiene demasiaos animales”. “Ese seto no dejaba ver el

horizonte”. “Pasa lo que tiene que pasá”… —El otro mes vuelve, me dice Heribert, —acaba de llamar de España. —Tengo que comprar brochas y pintura y esperar con qué capricho viene. Ojalá no se antoje de otra oveja, porque seguro, me tocará nuevamente hablar con el vecino, pagarle el bicho ese por adelantado, pedirle que me la deje marcada en el pescuezo y que se haga el güevón, cuando por la noche yo llegue con el gallego a saltear el rebaño.


YOHANY ÁLVAREZ Notre Dame

Comunicador Social y gomoso de la fotografía. Tres de su obras en exclusiva para Cultura O.

Un mundo donde se pueda ver la equiparación de oportunidades, la igualdad, la integración. Todos somos iguales y tenemos los mismos derechos.

Pura. Suave. Palpitante. Fresca. Vital. Como la persona que amo

De las rarezas en los caminos de esta Colombia amada


PABLO MARCOS El mejor dibujante de comics de Latinoamérica vive en El Carmen de Viboral Nació en Perú, se fortaleció como dibujante de comics en México, residió durante muchos años en Estados Unidos y ahora está radicado en Colombia, obedeciendo a los designios que el amor le tenía ya trazados.

Por: Miguel Ángel Ríos

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l maestro Pablo Marcos tiene una voz amigable y perfecta para la conversación pausada y extensa. Habla de muchas cosas a la vez y por eso una entrevista con él está cargada de matices muy diversos que dan cuenta de una mente inquieta que ha sido capaz de producir y reproducir los más famosos personajes del catálogo mundial de superhéroes, de la mitología y de la realidad deportiva, artística o de la farándula. Es economista por profesión (y porque su padre se lo pidió, argumentado que los artistas se morían de hambre), pero dibujante por vocación, por eso nunca ejerció aquello que estudió durante casi cinco años, pues en dos días

dibujando, ganaba lo que un economista en un mes. Su estudio es un lugar acogedor repleto de toda clase de pinceles, lápices, plumones, plumas, plumillas, pinturas de toda clase, papeles y cartones de infinidad de gramajes y calidades, dibujos enmarcados, dibujos en proceso, dibujos guardados celosa y cuidadosamente en anaqueles, estantería, cajones y cojoneras. Y pese a la riqueza abrumadora de su tienda, sabe donde tiene cada utensilio, cada herramienta; sabe encontrar en cuestión de segundos el libro o la revista donde aparece alguna de sus creaciones o la obra terminada que descansa en alguna carpeta, dentro de algún

compartimiento. Sus manos no son muy grandes y su figura no denota mucha fortaleza física, pero sus creaciones artísticas, por obra de la ley de la compensación y de la maestría, poseen el sello característico de la figura humana bien lograda, de los pechos poderosos, de las espaldas atléticas y los torsos colosales. Son figuras de hombres musculosos y mujeres de fuerza sobrehumana, pero revestidas de sensualidad y seducción, además de que la energía de los movimientos y la flexibilidad en la acción es realmente sobrecogedora. Esta perfección en la forma y el movimiento le han conferido al maestro Marcos el título como uno de los mejores comic book artist de América. Y no es para menos, porque es de los pocos, muy pocos latinos que puede darse el lujo de contar que sus pinceles y lápices han trazado las aventuras de personajes como Spider Man, Capitán América, Batman, la Mujer Maravilla, Hulk, Iron Man, Superman, Los Cuatro Fantásticos, en fin, una legión inmensa de personajes que todos en algún


momento de la vida hemos admirado. Pero también inmortaliza personajes reales y es por eso que en infinidad de revistas, periódicos y libros, personajes del mundo deportivo, de la historia y del espectáculo aparecen como dibujos de futbolistas, cantantes, actores o héroes de la historia. “Hace 25 años vine por primera vez a Colombia, y luego regresé un cuarto de siglo después y puedo decir que las cosas no han cambiado mucho respecto a la producción de tiras cómicas: el mercado está virgen, aún sabiendo que en este bello país hay muchísimo material para explotar y narrar bajo la forma de la historieta: hay leyendas, hay acción, hay mitos, hay aventura policíaca, hay héroes reales con características míticas, hay romances de novela, hay de todo, pero por una cuestión legal, al trabajo del comic se le cortaron las alas”- Dice el maestro Pablo con una evidente angustia derivada del hecho de que le parece increíble y absurdo que las leyes colombianas hayan excluido a las tiras cómicas como publicaciones reconocidas, aprobadas y verdaderas. También expresa que es muy triste que no haya un superhéroe colombiano. Ver trabajar al maestro Pablo es una experiencia realmente mágica, porque sus dedos trabajan con una velocidad y una precisión tan milimétrica que el dibujo va

apareciendo como por encanto sin que sea posible descifrar qué prodigio es que obra en ese instante sobre el papel. Trabaja en silencio, horas, horas y horas. Su televisor encendido en Discovery, Nat Geo o en el canal de la historia lo acompañan, pero él no lo ve, sino que lo escucha, pues la única imagen que merece su plena atención es la que él mismo está creando. Myriam Giraldo, su esposa (la segunda y con quien ha estado inseparablemente desde 1988) entra en silencio, le da un beso, mira con sus ojos de artista plástica la creación en proceso de su esposo y la aprueba, pero antes de irse nuevamente él la llama y le pide hacer la pose de una amazona en plena batalla, entonces ella actúa y asume la expresión corporal y los gestos de lo que cree que Pablo necesita. Él corrige un par de trazos en su hoja, mientras ella se queda congelada unos minutos, luego le agradece por haber posado y comienza a tomarse el café que ella llevaba consigo. Él estira un poco sus dedos, mueve varias veces los hombros, gira la cabeza un par de veces y reacomoda su posición para seguir dibujando sin tiempo y sin espacio (el maestro no se sienta completamente sobre su silla ergonómica traída exclusivamente desde los Estados Unidos, sino en una posición que puede ser un híbrido entre estar sentado y casi

de pie, con la pierna izquierda completamente estirada y la derecha algo flexionada y apoyada contra el piso sobre la punta del pie. Ha de funcionar muy bien esta posición, porque así ha dibujado durante miles y miles de horas).

A sus 75 años Pablo Marcos reconoce que su vida ha sido intensa y que sus creaciones le han abierto muchísimas puertas, pero también confiesa que el mercado de los comics es muy competitivo y se debe andar con mucho cuidado, pues abundan los oportunistas y ladrones de ideas. Tal vez por eso muchísimas de sus creaciones no han sido


publicadas, pues él prefiere no concretar una publicación a regalar su trabajo, ni mostrar sus proyectos sin que haya una intensión seria por parte del contratante, pues siempre habrá otro menos talentoso, pero que cobra más barato y pueda desarrollar la idea que por descuido se mostró. Así le sucedió con la historieta ya creada y lista de Machu Picchu para el Perú, también con el personaje de Ramsés para integrar la liga de The Avengers y una heroína colombiana que creó, pero cuya publicación no se pudo concretar con un famoso diario antioqueño. El asunto es que como no hay cultura del comic en Colombia, no se valora el trabajo artístico de un creador de historietas. Entonces ha decidido seguir trabajando para empresas editoriales y publicaciones de Estados Unidos, desde su casa en El Carmen de Viboral y enviar por internet sus producciones, lo cual, según él, podría hacer desde cualquier lugar del mundo, pues solo necesita de cuatro cosas para hacer sus creaciones: la compañía de su esposa, buenos pinceles, muy buen papel y la luz adecuada.

La mente del maestro Pablo es una máquina que produce ideas de forma ininterrumpida, por eso cada día piensa en nuevos personajes y en la manera de publicar los ya creados, pero que el mundo aun no conoce. También desea crear escuela y poder darle a un grupo muy bien seleccionado de dibujantes colombianos, la posibilidad de recibir parte de su saber y de sus técnicas artísticas para iniciar una nueva generación de dibujantes de comics, pues está convencido de que la técnica narrativa de la historieta es un inmenso vació que posee Colombia. Pero también tiene sus ojos puestos en otras naciones como Brasil donde las políticas de apoyo cultural a todas las expresiones artísticas –y lógicamente al los comic book artist- son políticas de estado. Pero no pierde la esperanza de que el gobierno colombiano o algún estamento universitario o cultural lo apoye en su proyecto de llevar a la historieta la historia de la independencia del país, para que estos acontecimientos tan importantes no pierdan vigencia y sean contados a las nuevas generaciones por medio de otros recursos narrativos bien atractivos. Esa es otra propuesta bien interesante que ya comenzó a diseñar.

“Pablo es un narrador visual, y eso es lo que lo ha diferenciado frente a los demás dibujantes, porque basta con que el cliente le indique con unas pocas palabras lo que quiere, y allí es cuando entra en acción su genio creativo y desarrolla las escenas de manera rápida y acertada” –expresa Myriam, su amada, su mano derecha, su modelo, su inspiración y su más grande apoyo, por quien el maestro dejó todas las demás latitudes y terminó viviendo en la tierra de la loza. El literato toma las imágenes del mundo y las vuelve palabras. Pablo toma la palabras y las convierte en imágenes. Muy buenas. Muy emocionantes y revestidas con la genialidad y la calidad que más de 6 décadas pueden darle a una profesión. Y todavía, pese a los años,

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dibuja sin gafas y su pulso es tan firme como cuando comenzó a hacer sus primeros trazos, siendo apenas un adolecente. La tarde termina y la noche comienza. Pablo y Miriam se sientan en el patio de la casa y disfrutan de un pocillo caliente de la infusión de Flor de Jamaica que ella prepara, bien cargada de limón, y de unos panecillos integrales. Ya se dejaron de lado los personajes fantásticos y los lugares de ensoñación y se le da paso a las cosas más cotidianas, a la buena charla y a planear cómo será el siguiente día. Ese Pablo Marcos, el hombre cuyo mundo se mueve entre la fantasía y la realidad.

PABLO MARCOS Reseña Nació el 31 de marzo de 1037 en la Hacienda Laran en Chincha Alta, departamento de Ica, Perú. Este dibujante comenzó en el humorismo gráfico y la sátira y desarrolló sus propias series en México antes de pasar a trabajar para editores estadounidenses en cómics de horror, fantasía heroica y superhéroes. Pese a dominar el dibujo

realista, en los finales de los años cincuenta optó por la caricatura y la ilustración de contenido social y político para diarios y revistas de Lima, como Rochabus, Zamba Canuta, El Diario de La Prensa, y otros. En el diario Expreso fue donde publicó sus primeras historietas, en concreto la tira periódica “Benito Puma” y James Bond, el agente 007. En adelante ha pertenecido a las más prestigiosas casas productoras de comics, siendo las principales: - Editorial Novaro (México) - Warren Magazine (Nueva Yoyk) - DC Comics - MARVEL - Lancio Story (Italia) - Ejea (Italia) - Revista Soccer Jr. - Revista Sport Illustrated for Kids - Dynamite Entertaiment - Sequential Pulp Comics/Dark Horse - Ritten House Archives En la actualidad es considerado como

uno de los mejores Art Book Comics de América y su producción pictográfica es una de las más ricas y diversas en el mundo de las historietas, siendo un invitado infaltable en todo tipo de convenciones internacionales de dibujantes. Desde hace tres años está radicado en Colombia y desde la localidad de El Carmen de Viboral continúa produciendo para importantes revistas norteamericanas y diseña nuevos proyectos editoriales.

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SOBRE LA UBICACIÓN DEL CLÍTORIS

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a reunión familiar estaba en su furor. Estábamos casi todos y hablábamos de enfermedades y dolencias físicas. Tema inevitable cuando la mayoría pasa de los cincuenta años. Que si tal pastilla cura la gota, que si tal otra, la migraña, en fin. La farmacopea de la familia acumulada por tres o cuatro generaciones estaba siendo recorrida por completo. De pronto una voz se alzó sobre las otras. Era la voz de mi tía. En nuestra reunión de hipocondríacos, sus palabras presagiaban el surgimiento de un mal hasta ahora desconocido en nuestro microentorno. La baraja familiar de nuestras enfermedades estaba a punto de anexar una nueva condición médica. Nos fuimos quedando callados. Una tras otra, las miradas curiosas fijaron su atención sobre la tía. La pobrecita hacía esfuerzos inmensos por revelar el punto exacto de su anatomía donde tenía una inflamación. Inicialmente, se llevó la mano al cuello, al tiempo que señalaba algo que parecía estar en el centro de su cabeza o en la parte baja de su cerebro. La cosa parecía un juego de adivinanza. ─¿Es la garganta, tía? ─No, hombre, es más adentro. ─¿La laringe… es la laringe? ─Es qué no sé cómo es que se llama… pero, sé que tiene un nombre. ─El esófago, ¿cierto? ─No. ─¿El paladar, entonces? ─Cerca, cerca… ─Los espacios interdentales ─dijo uno de los más viejos por hacerse el conocedor.

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─¡Cómo se te ocurre! Más atrás, más atrás. En fin, pese a los Por: esfuerzos de todos no fue posible Carlos Eduardo Vásquez adivinar el lugar del dolor de la tía. De pronto, su rostro se iluminó. ruedas. Yo estaba a su lado, por eso me Una palabra se había abierto tomó del brazo y me obligó a camino desde su subconsciente y acercarme. ella pudo expresarla claramente. ─Yo no sé por qué se enoja ─¡Ya sé! –gritó tanto el marido de aquella, mijo. Si emocionada–, lo que yo tengo es Anatilda siempre ha sido una burra una… ¡inflamación de clítoris! desde chiquita. Míreme a mí, con la Nadie habló. Por un edad que tengo, yo todavía sé momento, todo fue asombro y diferenciar bien lo que tengo en la boca turbación. Yo miraba el suelo de lo que tengo entre las piernas ─me tratando de espantar la imagen dijo al tiempo que me guiñaba un ojo y que mi tía acababa de implantar sonreía con picardía. en mi mente, y que disolvía de un Dicho esto, la abuela regresó a plumazo los recuerdos tiernos de su mutismo y a sus recuerdos. Traté de ella que había acumulado durante contestarle algo, pero me di cuenta de mi niñez. Otros carraspeaban o que la hermosa anciana y sus recuerdos tosían incómodos. Los niños estaban ahora mucho más lejanos en el notaron la tensión y dejaron de tiempo y en el espacio de lo que yo jugar para venir a ver qué pasaba. hubiera podido imaginar. Una vecina se mordía los labios y miraba nerviosa hacia la puerta. Fue en ese terrible momento cuando mi tía, con todo el candor de que era capaz, nos aclaró que ella se refería refería era a la “bolita esa” que todos tenemos al final del paladar. El furibundo esposo de mi tía fue quien nos sacó del trance porque se atrevió a decir: ─¡Esa se llama 'úvula', bruta, no clítoris! Al percatarnos del error –de localización, no de forma anatómica– todos estallamos en estrepitosas carcajadas. Los vecinos de todo el edificio empezaron a llamar a los porteros para hacernos callar porque la barahúnda alcanzó proporciones telúricas. Sólo mi abuela, quien tenía por aquel entonces ochenta y nueve años, permanecía sentada muy modosita en su silla de


Columnista Invitado

LOS SILLETEROS, DE MAL EN PEOR

Por: Luis Enrique Atehortúa Ríos Campesino de la VeredaEl Cerro

E

l patrimonio cultural de Santa Elena se está malentendiendo por parte de la Corporación de Silleteros. Si le preguntamos a cualquier silletero lo que sabe de la Ley 838 del 2003, de seguro que en un 90% sólo la han oído mencionar y el resto la aprovechan sólo por las conveniencias personales, tanto en lo protagónico como en lo económico con las silletas, lo que significa que no hay sentido de pertenencia. La sola imagen que la corporación dejó en la pasada Asamblea ha dejado a todo el corregimiento como “ropa de trabajo” por el titular de “malos manejos”. Muchas dudas: ¿Por qué se negó la entrada a Teleantioquia? ¿Por qué no se entregaron a los asociados los informes financieros? ¿Cómo hizo la presidencia de la Asamblea para declarar aprobados los mismos con el solo sí vocal de apenas 10 asistentes? Deja mucho que desear el enojo del presidente de la Corporación por la presencia de Teleantioquia. Esto fue motivo para que el mundo entero se diera cuenta de la posibilidad de corrupción administrativa, pues hubo titulares de “malos manejos” de los que hace parte toda la directiva y ahí pagamos todos los inocentes silleteros. A los aludidos responsables no se les da nada, pues como se sabe, los intereses son personales y no de la comunidad silletera. Lo reglamentario en cualquier organización seria, en este caso la asamblea anual, y para que haya claridad, es indispensable que con la debida anticipación se le entreguen a sus asociados el informe financiero, para ser estudiado y analizado y poder participar en la asamblea con conciencia en las deliberaciones y conclusiones antes de su aprobación.

Luis Enrique y su esposa Carmen han sido silleteros toda su vida. La tradición es lo único que los impulsa a seguir, pese al desorden administrativo. Ver la alegría de la gente a lado y lado de la calle, los niños trepados en los árboles, los pañuelos que se agitan desde los balcones de los edificios, para ellos no se iguala a nada en el mundo. Esta vez todo se omitió. ¿Qué se L a C o r p o r a c i ó n d e S i l l e t e r o s s i g u e esconde? ¿Qué se tapa? ¿Qué se administrada por los mismos con la debida Título: La persistencia del tiempo, Salvadorque Dalí en pretende? Esto da muy mal sabor y experiencia y resabios, los mismos s ó l o s e p r e s t a p a r a m a l a s vísperas de la Asamblea enviaran a cada interpretaciones, ya que queda la corporado un paquete con informes para incertidumbre en el 100% de los engañar bobos, pero no el informe contable, asistentes y en el 100% de los de modo que en la respectiva reunión no se televidentes y el problema es cómo sepa explicar qué es un activo y un pasivo, para cambiar la opinión. ¿Cómo queda la Ley que así quedemos los silleteros más 838, quién responde? inconformes y desconfiados de los supuestos Al señor Carlos Alberto Atehortúa y sus defensores nuestros. colaboradores les queda la tarea de Tanta es la incapacidad para dirigir y manejar la solucionar y cambiar cosas concretas, corporación, que al paso que vamos, todo este no con buenas intenciones, ya que de engranaje éstas está empedrado el camino al tendrá que ser fuera de Santa Elena y nada de infierno. silleteros auténticos, pues nos limitaremos a Ningún asociado se ha dado cuenta de estar atentos a la orden de ver a qué horas se la situación real de los silleteros, existen desfila el 7 de agosto y no proteste porque comentarios de desfalcos, robos, pierde el contrato unilateral y con un trato compadrazgos, desconfianza con inhumano desde que sale hasta que regresa. todos y desde hace tiempo, pues esto Termino esta nota repitiendo que la imagen de no es nuevo. Los balances financieros los silleteros ya está por el suelo y lo digo no fueron aprobados como debe ser, lo porque la gente del común me ha hecho que demuestra la maquinaria bien preguntas y he visto algunos medios que engranada que se utiliza. Ninguna de preguntan: ¿qué pasó? Soy un silletero desde las inquietudes y preguntas que 1945 sin parar y por eso me duele que unos hicieron algunos asociados tuvieron pocos se aprovechen de la ingenuidad de una respuesta concreta ni satisfactoria muchos. Que Dios nos coja confesados. y como vamos, pase lo que pase, no pasa nada. 15

Cultura


Lo último de:

Viene de página 3

Por: Sandra Acevedo Estudiante de Comunicación Social, UCO

De la serie INDIGNADOS

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Cultura

FREDY SÁNCHEZ CABALLERO


Lo Ăşltimo de:

Si estĂĄs interesado en adquirir alguna de estas obras de arte, puedes comunicarte al 312 836 0990. Apoya al artista del Oriente, apoya la cultura.

Cultura

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Poesía

Viene de página 3

Mesalina

LA NUEVA GENERACIÓN

Mayor del periodismo en el Oriente Supo lo que dijo,

“Y quien se va a creer lo que cuentan los diarios. Yo creo en el amor a través de los años” Fito Páez

Hablaron de las manos: En código morse Cuando los corazones Escribían palabras con el pulso.

Fuiste vos y fui yo. Mira los caminos entiende que yo te quiero tu, sin embargo, no me ves a los ojos. Mira los caminos: o se juntan o se separan hasta que puedan juntarse de nuevo o no tocarse nunca.

Los cuerpos se abrazan, Y en sueños, Se rodean y se intuyen, Se besan y se aman.

Julián David Arbeláez

No puedo pasarme de la raya, no puedo tomar tu mano sin soñar tomarla siempre; no puedo abrazarme a tus dolores sin hacerlos míos… ya me he cansado estoy solo y tu te salvas ojala pueda visitarte en tu cielo, en tu caja intocable de cristal del cerrar de tu corazón. las cosas son o blancas o negras y la amistad está en una escala de

Hablan y se confunden Él: balbucea sueños futuros (Se los cree) Ella: juega y baila, juega a creerle. Ninguno de los dos intuye Que pueden juntarse. “los sueños son solo juegos” -dice unoLos cuerpos se abrazan Se rodean y se intuyen Se besan y se aman; Juegan y ruedan. Pero: no se juega con la dicha Ella es mayor El: un desdichado Muerte al juego… A los sueños A la esperanza.

Me desordeno amor, me desordeno Carilda Oliver Labra

Me desordeno, amor, me desordeno cuando voy en tu boca, demorada, y casi sin por qué, casi por nada, te toco con la punta de mi seno. Te toco con la punta de mi seno y con mi soledad desamparada; y acaso sin estar enamorada me desordeno, amor, me desordeno. Y mi suerte de fruta respetada arde en tu mano lúbrica y turbada como una mal promesa de veneno; y aunque quiero besarte arrodillada, cuando voy en tu boca, demorada, me desordeno, amor, me desordeno .

Adrián Camilo Herrera

Mendigos Los días las noches traen a los mendigos en su jornada: de dinero de comida de alcohol de tabaco de droga Y yo entre ellos mendigando un poco de amor.

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Cultura

Los bolsillos de monedas fueron llenados; el hambre fue saciada; la embriaguez hizo su presencia; la realidad que agobia dejó de ser y mi amiga la soledad conmigo seguía. Los mendigos recibieron lo pedido Y yo perdí mi gesto perdí mi palabra.

Solitario Una multitud ruidosa, una calle iluminada por la artificialidad son la compañía de un solitario que sale a descansar de su soledad. En esa calle el alcohol, los cigarrillos y otras formas de perder la conciencia están, para ayudar a sacar al solitario de su realidad. El reloj vueltas da

Las voces se envuelven en el humo y el alcohol para la multitud da esa amiga que todos salieron a buscar. El solitario a su lugar de siempre, vuelve, una amiga por varias horas lo acompaña: la embriaguez, mientras que su contidianidad en sus ropas de siempre lo envuelve.


EL TREN DE LOS PENSAMIENTOS Por Carolina Betancur Gómez Volví a mí una tarde de octubre. Volvió también aquella horrible percepción del mundo. El mundo y sus demonios, el mundo y sus archivos llenos de recuerdos, el mundo y sus insoportables interrogantes, el mundo y sus letras azulitas. Por ahora sólo se me antoja echar un vistazo al techo de este salón y pensar. Me sitúo en mi mente y en los latidos de este corazón agitado. Sin más cosas pendientes, empiezo a vivir cada pensamiento circundante en el espacio. Uno a uno van pasando. Seguro desean llegar a una estación llamada, quizá, “La Eternidad”. Pero mi ser los atrae, los atrapa –como un agujero negro- y los piensa. Algunos de estos pensamientos traen los ojos llenos de ilusiones y una maleta de palabras de aliento. Otros en cambio, llegan con la tristeza como un gigante edificio sobre sus hombros, con lágrimas en una mochila, y en sus oídos las canciones más melancólicas. Distintos, traen interrogantes colgados hasta del pelo y la piel como si fuesen lunares o pecas. Ciertos diferentes son casuales, causales, existenciales, hasta chistosos. Varios, van sonrientes, llegan con globos de todos los colores que brotan de sus venas. Todos pasan. Siguen pasando. Como un tren. Como el rio. Como las nubes. Pasan. Pensamientos vagabundos. Carecen de rostro y sus ropas lucen andrajosas y viejas. Pensamientos infantiles, esperanzados. No cabe duda, a éstos el futuro poco les importa. Pensamientos hongos, pensamientos agudos, graves y esdrújulos. Pensamientos cuestionados, cuestionadores y cuestionables. Pensamientos arco-iris, zapato, ventana,

calle mojada, olor a Vodka, heroína. Ellos quisieran no llegar a su fin. No morir. Quisieran evitar a mi mente aniquiladora. Lo sé, quieren evitarme. Sin embargo, en cuanto el agujero negro comience a desecharlos, ellos, con sus uñas largas o cortas, da igual, van a tratar de sobrevivir. Ellos y sus cosas se llenan de fuerzas y se aferran a las paredes mentales. Arañan. Gritan. No quieren partir, no quieren morir. Desesperación. Miedo. Mucho miedo. Rasgan las telas negras de mi mente (negra también). Yo los veo. Me asustan. Quisiera morir con ellos. Al fin, mueren. Pero llegan otros, rabiosos, con barbas largas y blancas. Pensamientos de ojos verdes, negros y rojos. Algunos traen historias de libros, cuentos y filósofos. Muchos llevan paisajes de noches, nieve, soles, praderas, incluso desiertos. El tren de los pensamientos sigue corriendo. Éstos a su vez siguen pasando. Como el rio. Como las nubes. Pasan. Nacen. Mueren. El nuevo vagón llega a su fin. Igual a los anteriores. Y ellos –los pensamientosvuelven a aferrarse a mí, como garrapatas. Siento como me desgarran por dentro. Pero es inevitable el momento de partir. Caer al olvido. Este tren, nunca arribará a “La Eternidad”. La naturaleza de un pensamiento reside entre lo efímero y lo profundo. Yo, simplemente los observo, los detallo. Por hoy. Sólo por esta tarde fría. Ellos, seguirán pasando. Como un tren. Como el rio. Como las nubes. Van muriendo. Próxima estación: “Otra mente”

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CÉSAR GIRALDO

Lo último de:

San Rafael

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50 TIPS Para optimizar tu cerebro y acabar con los malos hábitos 1. Beber mucha Agua, estar bien hidratados. 2. Alimentarse sanamente ( comer 6 veces al día y nunca llenarse). 3. Pensar siempre positivamente. 4. Ver películas cómicas. 5. Ser agradecidos con todo. 6. Pasar tiempo con gente positiva. 7. Tener amigos que siempre levanten el ánimo. 8. compartir con personas a las que nos queremos parecer. 9. Hablar a los demás con cariño 10. Conservar un espíritu de ayuda por los demás. 11.Rodearnos de buenos olores. 12. Crear una biblioteca de buenos recuerdos. 13. Marcar una diferencia en la vida de otras personas. 14. Hacer ejercicio físico. 15. Compartir con los seres queridos con frecuencia. 16. Respirar con el diafragma. 17. Meditar diariamente al menos 15 minutos. 18. Tener objetivos claros en la vida. 19. Centrarnos en lo que nos gusta. 20. sonreír a los demás. 21. Afrontar con eficiencia las situaciones que impliquen algún conflicto. 22. Reafirmar cada día los objetivos para la vida. 23. Tener una vida llena de sentido, con emociones. 24. Mirar a las personas a los ojos con amor. 25. Percatarnos de cuando nos sentimos atascados; distraernos y retomar el problema más tarde. 26. Pensar en las respuestas antes de decir automáticamente NO. 27. Dejarnos aconsejar.

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Cultura

Por:

Por: Laura Camila Henao Estudiante Comunicación Social UCO 28. Tener a alguien condequien desahogarnos y poder hablar y hablar. 29. Memorizar algunas oraciones o frases. 30. Pedir serenidad para aceptar las cosas que no se pueden cambiar . 31. Meditar 10 minutos antes de acostarse 32. No insistir en cambiarle la opinión a alguien. 33. Con las personas que llevan la contraria mostrarse firme. 34. Aprender algo nuevo todos los días. 35. Mejorar la memoria. 36. Cantar o tararear. siempre que podamos. 37. Tocar a los demás a menudo (con educación y respeto). 38. Moverse con ritmo. 39. Buscar y disfrutar los buenos olores. 40. Vivir en un lugar limpio. 41. Hacer el amor con la persona que amas. 42. Tener muchos buenos amigos. 43. consentirse las heridas y cuidarlas. 44. Tomar bebidas aromáticas relajantes. 45. No automedicarse 46. Ser consientes de las consecuencias para tu cerebro si abusas de las drogas, el licor, la marihuana y la cafeína. 47. en casos extremos, considerar una revisión neurológica. 48. Escuchar a las personas que nos aman y amamos. 49. Nunca golpearse la cabeza si estás enfadado (a). 50 Evitar estar siempre en CASA, salir, salir y salir!!!



Poesía

Viene de página 3

Laura Aristizábal Valencia

SENTENCIA Siempre confié en el delicioso sabor de sus besos. Cada uno de ellos fue el presagio de horas repletas de placer y preámbulo de aventuras de las que estábamos seguros jamás saldríamos ilesos. Llegaba en simultánea con el alba y era entonces cuando desafiábamos el tiempo y entretejíamos deseos con la mente y con el cuerpo. Nunca fue suficiente, y suficiente jamás significó el final. Sin embargo, una tarde se le hizo tarde, y en lugar de regalarme el goce infinito de sus labios, decidió convocar a la tristeza, evocar la soledad y proferir sobre mí, una sentencia de recuerdos infinitos y desconfianza eterna.

ALMA Su mirada taciturna es privilegio de pocos. Logra conjurar dudas y certezas con solo posar sus pupilas sobre él. Juega a ser ángel y demonio, y en las noches de luna llena, eclipsa su figura cansada y dócil hasta convertirla en modelo de vitalidad exuberante. Él siente, sueña y regresa al encuentro de sí mismo con solo adivinar que es el objeto perfecto de su deseo. Ella le mira, y al hacerlo le confirma al unísono lo que sus cuerpos y sus almas reclaman. Él le acaricia y con sus manos dibuja paisajes jamás imaginados. Y así crean su perfecta obra de arte. Ese arte que solo florece cuando se tienen por pinceles los dedos y por alma la mirada.

Cultura

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MIRADA DE VIERNES EN LA TARDE

Por: Miguel Ángel Ríos

Lo más difícil no era cancelar todas las

su

citas del resto de la tarde, aplazar la junta

glúteo y se despidió después de besarle la

piropo obsceno y una pro–puesta

con los gerentes de tres importantes

nuca.

demasiado desgastada, pero él siguió de

secretaria, le agarró suavemente un

bancos y haber dejado sin atender a un

con azules y rojos subidos le lanzaron un

frente sin siquiera determinarlas hasta la

periodista, a un cliente nuevo y a una

–– Mándale un ramo de rosas a Carmenza

hermana de la orden de las Carmelitas

para contentarla. Invéntate algún mensaje.

una residencia de feura inverosímil en la

Descalzas que llevaba esperándolo más

El lunes nos vemos, ¿necesitas dinero?

que se respiraba un aire tan pesado

–– Solo para el pedicure que tu quieres que

putas sentadas en fila en el zaguán

puerta desvencijada de «La Guitarrita»,

como las miradas suplican–tes de seis

de una hora para solicitarle un patrocinio. Tampoco le costaba un gran esfuerzo

me haga. - Respondió ella, animada por la

larguísimo, a los lados del cual una docena de puertas se cerraban y se

endulzar la voz para decir a su mujer que

pregunta. Él sacó sin mirar unos billetes de su

no iría a almorzar y que llegaría tarde en la

cartera, los dobló hábilmente con una sola

abrían continuamente por el afán de los amores recién nacidos, y muertos

noche, y mucho menos para prometer a

mano y los metió en el escote profundo,

su secretaria un fin de semana en su

pero no la miró a los ojos sino a un punto

también una vez terminada la pasión

cabaña junto al embalse a cambio de que

indefinido entre los pechos y el ombligo,

efímera.

le concediera otro viernes sin él.

visibles por el favor de una diminuta vestidura.

El hombre pagó el doble de lo que el

la perfección era su mirada de los viernes

Ya en la calle se sintió más seguro y comenzó

horas, con la condición de no ser

en la tarde.

a perder el ritmo estricto de su caminar para

molestado y al pasar junto a las seis

revolverse con el torrente humano de la

mujeres escuchó un cuchicheo: «ese es

administrador le cobraba por ocho

Pero lo que nunca había podido dominar a

Ni siquiera haberse graduado como

Carrera Bolívar que lo arrastraría hasta la

el pajizo. No pierdan el tiempo.», Y luego seis risotadas escandalosas. Él siguió sin

Psicólogo y como Administrador de

calle Boyacá en el sector de la iglesia de La

Empresas, además de llevar quince años

Veracruz, fa–moso por ser un enjambre de

inmutarse hasta el fondo y entró en un cuartucho sin más enseres que una cama

al frente de una de las textileras más

fruteros y verduleros, de prostitutas,

prósperas del país, con una planta de

laminadores de documentos, relojeros y

centenaria y una mesita de noche. El resto: muros pelados y humedecidos y

personal de más de dos mil empleados, la

vendedores de baratijas y cachibaches de se-

mayoría de los cuales había seleccionado

gunda y hasta de quinta o más manos.

un bombillo manchado que de–jaba

él mismo

Dos mujeres robustas y maquilladas sin arte

escapar una luz nostálgica.

sin más examen que el

efectuado con tres preguntas intencionalmente tontas y con la mirada punzante de sus ojos castaños que tenían el poder de vulnerar la voluntad de cualquiera; de abrir sin forzar el cofre donde se guardan las verdades, buenas y malas. Nada de ese conocimiento y de su arma infalible le servía para maquillar su mirada del viernes en la tarde. Apagó su teléfono celular y lo guardó en el cajón de su escritorio, de donde sacó unos lentes oscuros que se acomodó frente a un espejo, luego peinó el corte perfecto de su cabello nevado. Al salir dio una palmada en las nalgas de


De su mochila deportiva repleta de cosas

empleadas voluptuosas, y que

saber cuántos nombres de mujer

extrajo una sábana que extendió sobre la

puntualmente ella dejaba en el cajón del

formaba con el polvo que desaparecía

cama y que ofendió con su blancura y aroma

escritorio de su jefe, sin preguntas, sin

en su cabeza ni en qué momento

fresco el entorno inmundo del cuarto.

pudor, por una solicitud suya bien

apuraba toda la botella de licor y el

Entonces se desnudó y se quedó tendido boca

gratificada desde hacía más de dos años.

paquete de cigarrillos.

arriba unos minutos, luego se sentó y sacó de la mochila el resto de las cosas y las dispuso

Cuando se hubo embriagado de la

Una vez abandonados los

sobre la cama y a su alrededor como si cada

fragancia incierta de la prenda diminuta la

fantásticos era que se percataba del

mundos

una ocupara el lugar de los números de un

acomodó a su cuerpo atlético en creciente

horror. Despertaba empapado en

inmenso reloj. Tenía todo calculado y de su

éxtasis y luego de un trago de brandy puro

aceites, con una sed endiablada y un

lista mental nada faltaba: las prendas, los ci-

comenzó a raspar la piedra blanca con la

dolor de cabeza atroz que le hacía

garrillos, la toalla, la cuchilla, una botella de

cuchilla sobre el espejo, y con el polvo fue

borrar la mirada de su propia

brandy y otra de agua mineral, la piedra

luego formando el nombre de una mujer

complicidad que él pretendió algún día

blanca, la revista y una varita de incienso que

que aspiró diestramente con la ayuda de

eternizar. Fue un viernes en que más

encendió para dar inicio al ritual íntimo, a la

un billete enrollado, guiando la cabeza

que con aromas, sabores y fantasías,

fiesta sin invitados.

según la forma de las letras. Llegaba

quiso experimentar con algo mágico,

entonces el momento de la revista

lejano a toda racionalidad. Esa fue la

Esta vez decidió comenzar con los cigarrillos y

pornográfica y de los aceites aromáticos.

noche en que lo encontraron desnudo.

Para entonces su existencia navegaba en

brazos y con una sonrisa y una mirada

no con el brandy, como lo había hecho los viernes anteriores,

así que encendió la

Estaba muerto, con dos jeringas en sus

marihuana e inhaló sin afanes, con los ojos

otras dimensiones, en otros mundos sin

que no pudieron borrarle para

cerrados, el humo que permaneció unos

tiempo y sin espacio, mientras su cuerpo

enterrarlo.

segundos en los pulmones para luego salir

permanecía aferrado al deseo, a la

Mirada de viernes en la tarde.

con la misma lentitud. Cuando comenzó a

sensorialidad anatómica en el curso de una

colmarlo la felicidad de saberse cómplice de sí

degradación placentera que culminaba en

mismo tomó los pantys usados por otra de sus

el mismo espacio, con menos tiempo y sin

Era aquella mirada.


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