Certamen Literari_2011_12

Page 1

Certamen Literari Curs 2011 -­‐ 2013 2n CICLE D’ESO



Anna Nonell 1r accèssit prosa 4t

UN SOMNI Et miro, somrius. Em mires, somric. Respiro molt a poc a poc, gaudint el moment per que no s’acabi mai. Ring, riing, riiing!!! Sona l’alarma del telèfon mòbil de manera insistent, com si el soroll produït sortís d’un gran megàfon que en distorsionés el so. M’enfado i començo a colpejar els coixins; no vull que aquells instants es perdin. Malauradament aquella alarma ho ha aconseguit. No recordo res del que ha passat al meu somni. Decebuda, perduda, vençuda per un fet que no podia arreglar. Coberta de llençols, intentant recordar: hum... hum.. hum..., és inútil. No es pot fer res, massa tard. Tanco els ulls i ho intento altre cop. Cansada, intento aixecar-­‐me i caminar cap a la cuina. Got de llet amb cereals, agafo l’entrepà i corrents a l’institut. Avui no tinc gens de ganes d’anar-­‐hi, estic enfadada amb mi mateixa per no poder recordar que ha passat, però hi haig d’anar. Entro per la porta i només avanço una passa. Allà, un dolç noi ros, alt amb una cara molt bonica i un cos tres vegades millor. Et miro, somrius. Em mires, somric. Respiro molt a poc a poc gaudint el moment per que no s’acabi mai. M’acosto molt a poc a poc, silenciosament, amb la mateixa il·∙lusió que un nen de 3 anys amb una piruleta. Tres passes, dues passes, ja només en queda una i m’aturo. T’acostes una mica més, mitja passa, dos centímetres, un... Els teus llavis estan tan propers que puc sentir la teva respiració nerviosa: buf, buf, buf; cada cop més de pressa. Ens fusionem en un petó ple d’emocions, sensacions, sentiments. Feia cinc anys que no ens veiem i tot gràcies a un somni oblidat, per fi ens retrobem. T’estimo amor i el teu record m’ha fet tenir-­‐te altre cop al meu costat.


Marta Bernat 3r E 1r premi ex-­‐aequo VIURE O FUGIR? Fets passen, paraules que fugen buscant una sortida, sense saber tan sols que la vida es va acabant, que han de pronunciar-­‐se abans no sigui massa tard. Dies, nits. Tot corre el seu temps. I no esbrinem cap altre camí, només el de la veritat de la vida, la veritat de la felicitat. Impotència, si. Un sentiment que no deixa escapar, reté fins que els minuts deixen de transcórrer, les hores paren d’avançar. Potser si que s’ha acabat el temps, potser és hora de mirar-­‐se un mateix i dir “sóc jo, no tu”, cuidar-­‐se, estimar-­‐se, simplement fer-­‐se valer. Que ningú et negui, t’anul·∙li, t’humiliï, t’abandoni. Fes saber al món que hi ets, importes, i no marxaràs tan fàcilment. Perquè la vida transcorre, se’ns esvaeixen oportunitats com la pols entre els dits, i les paraules sempre acaben fugint, sense saber mai però, si tornaran.


Sandra Rodríguez 1r premi ex-­‐aequo prosa 4t LA HISTORIA DEL SANGUINARIO ASESINO DE OXFORD STREET Un aviso al lector, Estimado amigo, antes de leer esta historia quiero hacerle saber de la brutalidad y crueldad con la que se describen algunos sucesos. Me dispensará usted, querido lector, pero comprenderá que, en tal caso, no he podido redactarla de otro modo. Podrá juzgar usted mismo cuando la haya leído íntegramente y entonces me comprenderá a la perfección, estoy seguro de ello. Se preguntará si he tenido algún atisbo de lucidez al escribir esta historia, y por eso mismo quería hacerle conocedor de algo, así que antes de que piense que la locura ha invadido mi ser, deje que me justifique. Esta historia está basada en hechos verídicos. Así que yo no he inventado ninguno de los sucesos, es más, yo no he inventado absolutamente nada de lo que va a leer usted a continuación. ¿Podría tratarse de un artículo periodístico, una narración? Sí, por qué no. Llámelo como quiera. En todo caso, voy a decirle algo. Esta es la escalofriante historia de alguien perverso y ruin, un loco demente que no le temblaba el pulso a la hora de matar. No todos pueden o deben escuchar este relato, querido amigo, ya se lo he avisado. Ignoro si después de esta breve, pero clara carta de presentación, querrá usted seguir leyendo o cerrar el libro, creyendo que le estoy intentando tomar el pelo. Pero le voy a decir algo, no lo haga, siga leyendo esta historia porque a juzgar por mi aparente majadería podría resultar un relato poco ocurrente de un lunático cualquiera, pero al contrario, es una narración interesante y cautivadora al fin y al cabo. Sea osado, estimado lector, y atrévase a adentrase en la historia del sanguinario asesino de Oxford Street. Atentamente, El autor


Durante esos oscuros días de niebla no había ser humano que se atreviese a andar por las tenebrosas calles de Londres. La ciudad estaba vacía, desierta, ya sólo correteaban las ratas por los callejones que apestaban a humedad. Hacía semanas que nadie se aventuraba a pasar las noches fuera de su casa. Los bares y tabernas estaban cerrados, y no sólo por la escasez de clientes, sino porque sus dueños también estaban aterrorizados. Ellos también sabían lo que sucedió semanas atrás, todo Londres lo sabía. Se rumoreaba que en algún lugar recóndito de la ciudad se ocultaba un hombre, un loco perturbado, un asesino en serie que torturaba a todas sus víctimas de tal manera, que ni la imaginación más descabellada podría concebir. La policía las hallaba en un pésimo estado. Todas aparecían mutiladas, degolladas y torturadas severamente. La imagen era inenarrable, y el crímen, inhumano. La primera víctima fue una niña de unos diez años. Se llamaba Diane Setterfield, tenía unos radiantes cabellos de oro y una hermosa carita de ángel. Yacía con los ojos cerrados, como si estuviera envuelta en un profundo sueño. Tenía el cuerpo lleno de magulladuras y el abdomen se hallaba parcialmente desgarrado por una herida profunda e irregular y no se encontró el corazón de la víctima. No hubo nadie que pudiese concebir aquello. Fue la brutalidad más grande de la que fueron testigos. La policía trabajó duramente para hallar al culpable, pero este nunca apareció. Fue otra niña de la misma edad la segunda víctima, Jane Winter. Pero esta tenía la tez más oscura y los cabellos rizados y castaños. Fue encontrada en una esquina de la calle Oxford, la misma que la primera chiquilla. Su garganta había sido seccionada profundamente por dos cortes. A partir de este segundo asesinato cundió el pánico. Y el culpable seguía sin ser detectado, visto o conocido. Al cabo de una semana los forenses informaron que a la víctima le habían extraído el corazón. Pasaron meses hasta que el desalmado asesino comietiera otro homicidio. Esta vez fue diferente, la víctima no era una niña, sino un joven de unos dieciocho años, rubio de ojos claros llamado Tom Green. Lo encontraron atado a un árbol, ahorcado. Tenía el vientre ensangrentado, lleno de cortes. Le habían abierto el pecho para usurparle su corazón. El último cadáver que se halló fue el de un hombre sin techo, delante del número 13 de Oxford Street, un siniestro edificio que proyectaba su sombra sobre la calle. Constaba de dos plantas y carecía de ventanas. No tenía sino una puerta en la planta baja y un banco delante de esta. La casa en general carecía de pintura, pero sobre todo, de vida. El cuerpo de Maurice McGregor fue encontrado allí, delante de la casa, horriblemente mutilado, y al igual que sus predecesores, no se encontró su corazón. Todos se preguntaban por qué robar el órgano más preciado. Puede que fuese de lo que él carecía: de corazón.


Pero lo más curioso fue por qué la policía no se preguntó nunca si el motivo por el cual el asesino mató a sus víctimas en Oxford Street fue porque él mismo vivía allí, en esa misma casa. Quizá era demasiado evidente, demasiado fácil, o demasiado estúpido. El caso es que nunca se investigó en esa calle y tampoco quisieron adentrarse en esa casa donde a veces se veía un atisbo de luz en una de las ventanas. Desde ese día, el 13 de Oxford Street es un lugar maldito para los ciudadanos, nadie quiere pisar ni siquiera el umbral de esa morada. Al cabo de un tiempo todo el mundo decía haber sido testigo de alguna de las conocidas muertes y acudían a los medios para hablarles de lo que habían visto. Pero nadie, ni el más locuaz daba una descripción clara del asesino. Y ninguna coincidía. Se decía que era rubio, con apariencia raída, o moreno, alto y con un sombrero oscuro, lúgubre... Pero fue extraño saber que todos le atribuían el mismo rostro: un semblante que nadie dudaría en rehuir: tan desagradable, hediondo y repulsivo, que al verlo daban ganas de regurgitar, “era algo repugnante”, decían todos. Poco a poco, la niebla se disipaba y débiles rayos de luz diurna se abrían paso entre inquietos jirones de vapor e iluminaban la gran ciudad londinense. Los asesinatos cesaron un dia. Pero nunca nadie encontró a ese hombre, jamás. Todo el mundo sabe la verdad de esta historia, así que quién les diga que son meras leyendas o simples fantasías, chismes o habladurías, mienten. El horror y el pánico de los hechos impiden decir a algunos la verdad. Les daré un consejo, no dejen que el miedo les invada a ustedes también, esta historia debe ser contada como se merece. Y a los que niegen la existencia del despiadado sanguinario, no les crean, porque yo les acabo de contar la única y verdadera historia del sanguinario asesino de Oxford Street. Mr.Murderer


Anna Gelabert 1r premi ex-­‐aequo prosa 4t MANTENIR LA CALMA I SEGUIR ENDAVANT Hi ha coses que un no pot fer tot sol sense l’ajuda d’algú altre, coses tan simples com discutir, moure un sofà o doblegar un llençol. Jo tota la meva vida he pensat que l’ideal era viure en parella. Aquella sensació de tenir sempre algú al costat que et pugui ajudar quan ho necessites, amb qui compartir tots els teus moments, sentiments i opinions, algú a qui poder estimar i ser estimat, algú amb qui ser correspost, qui et doni suport i que t’ajudi encara que no ho demanis, o que et doni calor humà i companyia quan ho necessitis. Una parella, per molt estranya i complicada que sigui. De fet, hi ha parelles de tot tipus: parelles que acaben convertint-­‐se en trios, parelles heterosexuals, homosexuals, parelles a distància, parelles perfectes, parelles que són impossibles per naturalesa, per història, per distància o per física, encara que no per química, o parelles en les quals la química s'ha anat perdent fins al punt de desaparèixer. Parelles que van ser en algun moment i ja no són res... i és això el que realment ens espanta, el perdre a la persona que estimem. Tots temem la solitud, aquella aterradora sensació de que ningú ens estima ni ens fa costat, de no ser mai correspostos o notar que ningú està disposat a regalar-­‐nos un somriure o una paraula d’afecte. Normalment quan una parella es trenca la primera sensació que es té és de pànic, una por incontenible al canvi, a la pèrdua de control sobre les nostres vides, una por atroç a estar sol. Pensar què farem sense aquella persona, amb qui compartirem les nostres alegries, tristeses, plors, riures, discussions, reconciliacions..., què farem quan ja no la tinguem al costat, quan ens trobem completament sols davant la crua realitat. Quan s'arriba a aquest punt solitud sentim que el món ens cau al damunt, però no ens n’adonem, fins al cap d’un temps, que realment la ruptura pot portar-­‐nos a un lloc millor. No ens adonem que la fi d’una història és simplement el començament d’una altra, que pot ser fins i tot millor que l’anterior, i que, encara que no ho pensem, tots tenim gent al voltant que ens dóna suport i ens ajuda a continuar. I és aquí, en aquests moments, quan t’adones de qui realment val la pena, qui són els vertaders amics, qui t’ajudarà i et recolzarà quan ho necessitis i malauradament, pel contrari, qui no ho farà. I aleshores, quan pensis que tot està perdut, que ja mai no tornaràs a estimar algú com ho havies fet amb aquella persona, o que mai ningú no t’estimarà a tu, quan creguis que no hi ha volta enrere, que la vida és injusta i cruel, quan totes les teves esperances estiguin trencades, serà just en aquest moment quan la vida faci un gir i et sorprengui mostrant la seva millor cara, oferint-­‐te el millor d’ella. Ningú sap que ens prepararà el futur ni el destí, si és que hi creiem, però per


això mateix, des d’avui crec que el més important a la vida és mantenir la calma i seguir endavant.


Gerard Casas 2n accèssit prosa 4t UN CONTE DE FADES Era un dia qualsevol, un dia dins la mateixa rutina de sempre. I si, ella es va tornar a veure amb el seu novio al sortir de la universitat. Se la veia més alegre. Feien un any i dos mésos junts, així que no extranyava pas aquell somriure d'orella a orella dibuixat al seu rostre. En un tres i no res se'l va trobar de genolls devant seu. En aquell moment va passar vergonya. Li va dir que parés, que tothom els estava mirant. Va treure una petita capseta de la butxaca del pantaló, i la va obrir tot dient: “Sé que no els hi agrado als teus pares, però ells què saben? Jo no soc tant gran, ni tu ets tant petita. T'he demostrat durant tot aquest temps que t'estimo, accepta aquest anell, casat amb mi.” No sabia com reaccionar, el reflex de l'anell als seus ulls li tapava la vista. Li va respondre que si, que clar que l'acceptava. Feliços l'un amb l'altre, temps bonics, petons, amor, somriures, passió... El temps va anar passant. Rams de flors, mirades alegres, plans pel futur, nova casa... Tot semblava correcte. Una nit li va comentar que semblava que estava bevent una mica massa. Agressiu, va atacar amb un “M'estas dient borratxo?” o un “Calla eeh, que jo sé ben bé el que faig”. La va fer pujar al cotxe i treure aquella cara trista. No gaire més tard, va trucar a sa mare: “Mare, estic embarassada!”. No hi havia millor motiu per a ser feliç! Contenta va veure com el seu marit ho celebrava sortint amb els seus amics. Trobava que lo normal seria celebrar-­‐lo amb la familia, però pel que veia ell tenía un punt de vista molt diferent. Quan va arrivar va preguntar-­‐li on havia estat. No semblava disposat a contestar, se'l veia una mica inquiet. Es respirava tensió a la sala d'estar. També li va semblar sentir olor a colonia barata... Li va comentar. Sense temps per reaccionar va sentir un “calla!” seguit d'una bofetada. El primer cop va ser el pitjor, no tant pel dolor, si no pel shock de la situació. Aquella nit ell dorm al sofà, però ella no dorm, somnis trencats, llàgrimes en el coixí. Un simple perdó intenta solucionar la situació tensa. Són coses normals de parella, pensa ella, no cal explicar-­‐ho a ningú. Mesos més tard neix el nadó. Era nena. Tots estaven contents, somriures i feliçitat a l'hospital. Al arrivar a casa va caure-­‐li un mur de acusacións de culpabilitat per part del marit. Ell volia un noi, no es conformava amb una altra cosa. Discusions van fer arrivar una altra agressió, aquell cop no es va saber controlar. Ella va acavar a l'hospital, altre cop.


El divorci va arrivar aviat. Una nova vida per refer, ferides per cicatritzar, un nou amor, un nou lloc on viure. Tot semblava perfecte al cap d'uns anys, lluny del seu ex-­‐marit, lluny de la tensió. Un dia qualsevol tornava de la feina, i li va semblar veure una sombra al seu portal. Imaginacions seves, va pensar. Un ganivet va sortir d'entre la foscor i dotze ganivetades van acavar amb una història, un conte; un conte de fades. Actualment moren massa dones a aquest país per causa de la violència de gènere. És una història, un conte, però un conte basat en fets reals. És la nova plaga, és... el final del conte de fades.


Adán Ridaura 3r C 2n premi prosa EL MANUSCRIT Hola, si has trobat aquest manuscrit és que has buscat d’entre els llocs més amagats del Parc Forestal de Mataró. Si ets capaç de dedicar-­‐me una estona en aquesta societat on el temps passa tant ràpid, pots continuar llegint, però si no et veus amb cor, deixa el manuscrit on l’has trobat i no mencionis res a ningú. Has continuat llegint, em caus bé. Començaré pel meu nom, em dic Jordi Ambròs i aquest any faré vuitanta anys. La meva història és molt interessant, quan jo tenia vint anys tenia un grup d’amics que anàvem junts a la discoteca, ens estàvem hores i hores al local d’un amic, anàvem al cinema de l’època... En definitiva, ens ho passàvem d’allò més bé i el més important: estàvem molt units. De cop va arribar l’estiu del 52 i un dia tot anant cap a la platja ens vam trobar un mapa del tresor, com a les pel·∙lícules. Com et pots imaginar vam pensar que era originari d’algú que s’avorria molt, però van anar passant els dies, les hores, la calor, les noies... I només quedaven dues setmanes de vacances i ja farts de cada dia anar a la platja i cada nit anar a la discoteca ens vam fixar en el mapa del tresor. Aquest ens situava l’inici a la Plaça Santa Anna, deia: “Haz veinte pasos hacia el norte, gira noventa grados hacia la derecha, avanza treinta pasos hacia el este...” I a part d’això també ens feia preguntes, de les quals si no en trobàvem resposta no podíem seguir endavant. Tot això era tant llarg que quan es feia fosc deixàvem una pedreta pintada de color vermell al lloc on ens havíem quedat i continuàvem el matí següent. Ja era setembre i el cel ens ho va recordar deixant anar uns quants litres d’aigua. Tot aquell misteri ens va portar al pic del Castell de Mata. Encara me’n recordo de l’última frase: “Muy bien, ya has llegado a tu destino, ahora sólo tienes que cavar dos metros de profundidad para encontrar tu tesoro”. Em fa gràcia quan diu “sólo dos metros”, ens vam estar cavant cinc hores i ho vam fer de nit perquè els de protecció de boscos no se’n adonessin. Quan per fi el vam trobar, un baül gegant, amb un munt de joies i diners... Amb tot allò podíem deixar d’estudiar i viure del conte tota la vida, però va ser allò mateix el que ens va obrir el ulls. Amb tots aquells diners no ens hauríem d’esforçar en res per aconseguir els nostres propòsits, ens podríem comprar el que volguéssim i per tant deixaríem de quedar perquè a casa ho tindríem tot. Ja no estaríem tant units. I vam fer el que vam creure convenient, amagar-­‐lo a un altre lloc i aquest lloc va ser on sempre havíem estat junts: El Parc Forestal de Mataró. El tresor rebutjat per tots nosaltres havia pertangut als Comptes de Barcelona, els quals havien sigut propietaris del Castell de Mata, i van amagar el tresor allà abans que els ataquessin els pirates, interessant, eh!


Suposo que ara et preguntaràs: “I a on del Parc Forestal està aquest tresor?”. Doncs et respondré la pregunta de la següent manera. No t’ho diré. No vull que et tornis superficial, no vull que estiguis tancat a casa amb els teus diners i no surtis al carrer, no vull que deixis de banda els teus amics i si no en tens, no vull que deixis anar la possibilitat de tenir-­‐ne, no. Vull que visquis la vida des de l’humiliat i sobretot, vull que siguis feliç, perquè molta gent d’aquesta societat no ho és. Jo, segurament ja m’he mort, però tu ets quedaràs amb la incògnita de si hi ha un tresor de veritat o ho ha escrit algú que s’avorria aquest estiu metre passaven els dies, les hores, la calor i les noies.


Aina Anderton 2n premi poesia 3r B JO VOLDRIA Jo voldria volar però em manquen les ales jo voldria cantar però em falla la veu jo voldria dir tot però no trobo paraules jo voldria fer niu però no trobo el meu arbre jo voldria esperar però es tant llarga l’espera tant sols puc sospirar i amagar-­‐me la pena. Felicitat


Clara Cambray 2n premi prosa 4t IMPOTÈNCIA MÚLTIPLE Aquella sensació d'impuresa s'havia apoderat totalment de mi, els meus músculs eren petits cristalls acabats en punta i els meus ossos, grans de sorra indefensos i fràgils incapaços de protegir-­‐se d'una ventallada suau. Ja feia quasi disset anys des que la malaltia havia estat diagnosticada i per tant sabia que em quedava poc temps, però no volia tirar la tovallola, en aquell moment no. alguns els hi sortia aquella rialla traïdora en veure'm, altres al·∙lucinaven en observar la estranya posició de la meva mirada, perduda, que no era ni mirada, era més bé la posició dels ulls que per culpa de l’avanç en la malaltia, aquells verdosos iris que havia heretat de la meva mare, així com ella ho va fer de la seva pròpia, havien quedat clavats en un punt fix. Altres em miraven amb compassió fent veure que entenien la meva situació, aquests eren els pitjors! El que no sabien és que tot i que no ho semblés el meu cor i el meu cervell restaven intactes i per tant percebia tot el que passava al meu voltant; el problema era que no ho podia expressar. El patiment era cada vegada més intens i la medicació cada cop menys eficaç, però no ho podia deixar anar en aquell moment, havia de mantenir-­‐me ferma. El meu marit es passava dia i nit investigant sobre l’esclerosi múltiple però tots els esforços eren inútils, ja no sabia com dir-­‐li, prou em costava articular dos paraules seguides. I quan ho aconseguia anaven dirigides a la Marta, sí la Marta, estímul pel qual encara em quedaven forces a dins, la nena que després de sis hores de part va sortir a la llum mitjançant una cesària forçada. Heretarà de mi aquesta fastigosa malaltia? Em preguntava dia i nit, pregant que així no fóra. Em sentia culpable de la vida que la nena portava i que en un futur podria tenir. Em preguntava també si realment havien valgut la pena tots aquells esforços per a tirar endavant, però sabia que qüestionar-­‐me no em serviria de res. Una de les coses que més m'aterrava era saber que quan els pulmons em comencessin a fallir i el cor disminuís la velocitat dels seus batecs, ningú del meu entorn ho podria notar i jo tampoc podria fer-­‐ho percebre; per tan moriria solitària i estic segura que el meu patiment seria màxim, sentint més que mai la impotència del no poder-­‐hi fer res. JOSEFINA MORÉS


Marta Bernat 3r premi poesia 3r ESO MIRADA TENDRE, SENTIMENT COMPLICAT Per què no mirar aquells ulls, tan fins, tan bells, fins que el sol decaigui i l’instant s’esvaeixi? Per què no sentir la suau brisa que palpa el meu plor, i fugir de la tempesta que m’inspira dolor? Potser és senzillament difícil, simplement complicat. Tan sols un joc versàtil, que no deixa respirar. I si profundament observes les cristal·∙lines llàgrimes relliscants, veuràs un xic de la veritat del que realment és la felicitat.


Júlia Caballé 3r premi prosa 4t SALTA LA SORPRESA I ETS FELIÇ DIUMENGE 11 DE MARÇ, UN DIA A BARCELONA Em llevo amb mal de cap i la sensació de no haver dormit bé, un altre cop. Ara ja és pràcticament normal... Em fa moltíssima mandra haver d’anar a Barcelona amb el cau, tant que per uns moments em plantejo si quedar-­‐me a casa o no. Finalment la idea de passar-­‐me tot el dia tancada, avorrint-­‐me i lamentant-­‐me de la mala època que passo sense distreure’m amb res m’espanta i prefereixo fer alguna cosa diferent que no sigui amargar-­‐me menjant-­‐me més l’olla. La Mireia i l’Alba m’esperaven a baix sense haver-­‐me avisat; no m’esperava trobar-­‐ me-­‐les al portal de casa per anar cap a l’estació juntes. Em reben totes amb un somriure encomanadís i amb ganes de começar el dia. Arribem a l’estació i ens esperem a que vinguin els altres pioners dels altres caus. Parlant de coses diverses veig que arriba en Pol, ben bé no sé quina mena de relació tenim, si és que en aquell moment en teniem alguna, tan sols ens veiem als concerts i ens havien presentat una tarda molt per sobre, mai no haviem parlat massa així que no sabia què fer, si saludar-­‐lo de lluny, si acostar-­‐m’hi i fer-­‐li dos petons i dur a terme la típica conversa (que no serveix absolutament per res però que malgrat tot tohom l’utilitza com a recurs freqüent) de preguntar què tal li va tot. No em preocupa massa i decideixo aixecar el cap i dir hola amb un gest acompanyat d’un tímid somriure. El viatge amb tren es fa d’allò més entretingut, aprenc jocs nous i enigmes molt curiosos. Des del meu seient el veig, i ell em veu a mi. Quan sense voler ens trobem les mirades una a sobre l’altra somriem i de seguida la desviem. Arribem a Arc de Triomf. El sol pica amb força. Ens acabem d’ajuntar amb la resta de caus i agrupats en petits grups saludant-­‐nos entre tots finalment s’acosta ell. “Què tal petitona?” M’abraça amb energia. Li dic que bé i ens posem a parlar, superem la fase de conversa inútil i ens atrevim a parlar de la seva samarreta de la Pegatina, i de que li va encantar el concert, i que ha descobert Txarango i que també li agrada molt. Fem unes activitats ràpides per trencar una mica el gel i moure’ns només començar. Esmorzem i cau algun comentari de les meves trenes. Els caps ens fan fer una fila de tots els caus i amb un retolador a la mà es dediquen a dibuixar-­‐ nos un número a la galta, que serà el grup en el que anirem. Ens separen a tots els que anem a la unitat junts, suposo que per conèixer a l’altre gent i casualment a en Pol li pinten un dos,


igual que a mi. Fariem les activitats de la gincama junts, ens passariem el matí voltant per Barcelona, ell dues noies més i jo. “Qui faci millor les proves i amb menys temps guanya, i com a recompensa té un premi!”, criden els caps per motivar-­‐nos, ens confessen que la sorpresa per qui guanyi és un pollastre a l’ast. En Pol li canvia l’expressió de la cara només en sentir aquesta última part, em mira fixament als ulls i em diu “Júlia hem de guanyar sigui com sigui, jo per un pollastre faig el que calgui, sóc capaç de tirar a qualsevol a la via si cal! Hem de guanyar!”. M’ho diu tant convençut que me’l crec i m’afanyo a canviar d’actitud. Deixo enrera les meves poques ganes de tot i la idea de passar el dia a Barcelona tan sols pel fet de fugir de Vilassar i em mentalitzo i em fico al cap que serà un dia genial, que ens esforçarem i motivarem tant com calgui a totes les proves que ens parin i que a més a més guanyarem. I és que quan menys t’ho esperes, salta la sorpresa i descobreixes que avui pots ser feliç. Endavant!


Neus Calafell 1r premi poesia 3r C JUGA AMB MI Si jugues avui amb mi a combinar lletres, entendràs per fi el que senten els poetes. Si inventes unes cançons, si penses en rima, si somies sons, ja estàs fent poesia. I si els teus mots romanen per sempre en el pit d’aquells que entenen tot allò que tu has escrit, això, és jugar a ser poeta. Lletres


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.