Estilos educativos, normas y límites

Page 16

1. Avísale de que su comportamiento no está siendo el adecuado. Sin gritos ni enfados, en un tono firme y seguro, dile a tu hijo que lo que está haciendo no está bien, y pídele que no lo repita. Aunque te parezca una estupidez, hazlo con la confianza en que tu hijo va a hacerte caso. Si se lo dices pensando que va a pasar de ti, entonces posiblemente se nota hasta en tu tono de voz. El niño debe sentir que realmente le estás dando la oportunidad de comportarse de otra manera. 2. Si el comportamiento finalmente se repite, entonces con el mismo tono de antes le dices que su conducta no está bien y que si la vuelve a repetir irá a pensar a su silla o rincón. 3. Si de nuevo repite la conducta, llévale al rincón de pensar. Hazlo con tranquilidad: le coges de la mano y le pides que se quede ahí sentado. El tiempo variará en función de la edad del niño (un minuto por año suele ser suficiente). Explícale brevemente por qué va a estar sentado ese tiempo y que volverás a buscarle para que pida perdón o arregle lo sucedido. Si el niño se levanta a los dos segundos, vuelve a llevarlo a donde estaba y repítele todo lo anterior. * Recuerda que para decirle que estás enfadado no es necesario que grites o que pierdas los papeles. 4. Una vez pasado el tiempo (o menos si el niño muestra que está preparado para arreglar las cosas) pídele que se disculpe (que pida perdón a su hermano si le ha pegado), que recoja los juguetes que haya tirado y enséñale a decir que lo siente. 5. Felicita al niño después de que se haya disculpado y no des más importancia al tema. Hacemos borrón y cuenta nueva. Por eso es importante que no prestes una atención excesiva al niño, ni le mimes con abrazos y besos tratando de disculparte como si te sintieras mal por mandarle a pensar. Permite que las cosas sigan su curso. Una vez más esta técnica sólo puede funcionar si la complementamos con un refuerzo adecuado. Si tú estás en la cocina y sólo sales de ella para llevar a tu hijo a la silla de pensar, entonces hará cualquier cosa para que le prestes atención. Por otro lado, no conviene abusar de esta estrategia. Posiblemente recuerdes a tu compañero de clase que se pasaba todo el día en el pasillo; los profesores siempre encontraban un motivo para echarle del aula. Realmente se tienen pocas oportunidades de aprender si estamos al margen de todo. Elige los comportamientos que quieres modificar para utilizar esta técnica. El tiempo para pensar también puede utilizarse fuera de casa, aunque para ello es necesario que lo hayamos utilizado anteriormente en el hogar de una forma sistemática. Quedarse sentado en el banco del parque durante unos minutos porque ha tirado arena a otro niño cumple la misma función. Cuando somos constantes en la utilización del tiempo para pensar lo más frecuente es que el niño aprenda a responder ante los avisos y advertencias que le haces, por lo que conseguiremos que aprenda a respetar las normas la primera vez (como mucho, la segunda) que se las recordamos. Retirar los reforzadores


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.