Los Jesuitas en Mompox, 1643 - 1767 by Archivo Histórico Javeriano

Este libro es producto de la línea de investigación Patrimonio Construido de la Compañía de Jesús en Colombia, del grupo Patrimonio Construido Colombiano, categorizado por Colciencias.

josé del rey fajardo, s. j. felipe gonzález mora

Los jesuitas en Mompox 1643-1767 Añoranzas

de un pasado cultural

José Del Rey Fajardo, S. J. Es profesor titular de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Doctor en Letras de la Universidad de los Andes (Mérida) y en Historia de la Pontificia Universidad Javeriana. Académico de número (Sillón S) de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Miembro correspondiente de las academias colombiana de Historia, de la Boyacense de Historia y de la de Cartagena. Rector fundador de la Universidad Católica del Táchira (Venezuela). Desde 1992 es miembro del Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología en su máximo nivel y emérito desde el año 2007. Doctor honoris causa por las universidades: Los Andes (Mérida); Zulia (Maracaibo); Rómulo Gallegos (San Juan de los Moros) y Cecilio Acosta (Maracaibo). Su bibliografía histórica contiene 55 libros. En la actualidad se desempeña como presidente del Consejo Superior de la Universidad Valle del Momboy (Valera, Estado Trujillo). Miembro activo del Grupo de Investigación Patrimonio Construido Colombiano, registrado y categorizado por Colciencias.

FELIPE GONZÁLEZ MORA

Los Jesuitas en Mompox 1643-1767

Este libro intenta reconstruir el proyecto educativo llevado a cabo por los jesuitas neogranadinos en la ciudad de Mompox desde 1643 a 1767 y recuperar la memoria histórica a través del análisis de tres grandes áreas que hacen parte del concepto de historia local. En la primera parte, se sintetizan los grandes rasgos del pensamiento educativo de la Compañía de Jesús fundamentado en una experiencia internacional gracias a un auténtico plan de estudios y un método pedagógico bien estructurado que regulaba la formación de la juventud para obtener un resultado que conjugara, de forma armónica, la capacitación intelectual y profesional, la práctica de las virtudes y el desenvolvimiento correcto en la sociedad. En la segunda parte, se describe la adaptación de esas grandes líneas conceptuales a la realidad de la ciudad de Mompox. Toda esa educación fue gratuita y subsidiada gracias al sistema hacendístico que lo garantizó. También se estudian los hombres que se insertaron en el movimiento educativo, cultural y literario de la ciudad, y se concluye con el estudio de la biblioteca. En la tercera parte, se reconstruye el patrimonio artístico representado en la historia arquitectónica de los edificios del colegio y templo pertenecientes al complejo jesuítico momposino, los bienes de la iglesia y sacristía, las alhajas de las congregaciones y, por último, la compra y las donaciones de las tierras rurales o haciendas anexadas al colegio con su localización geográfica y vocación económica en general.

j o s é d e l r e y f a j a r d o , s. j.

Es arquitecto de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesor asociado e investigador de planta en el Instituto Carlos Arbeláez Camacho para el Patrimonio Arquitectónico y Urbano. Miembro correspondiente de la Academia Boyacense de Historia. Fue director del Departamento de Historia de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Javeriana en el periodo 1994-1998. Miembro del Comité de Investigación y Ética en la misma Facultad. Docente en pregrado y posgrado en historia de la arquitectura y urbanismo hispanoamericano siglos XVI-XVIII. Miembro activo del grupo de investigación Patrimonio Construido Colombiano, registrado y categorizado por Colciencias. Su producción intelectual está orientada al estudio del patrimonio construido de la Compañía de Jesús en Colombia, interés reflejado en sus últimas publicaciones como coautor: Educadores, ascetas y empresarios. Los jesuitas en la Tunja colonial, 1611-1767 (2010), Los jesuitas en Antioquia, 1727-1767. Aportes a la historia de la cultura y el arte (2008). En el 2007 recibió mención honorífica en la XX Bienal Colombiana de Arquitectura, categoría Teoría, Historia y Crítica con el libro Reducciones y haciendas jesuíticas en Casanare, Meta y Orinoco, SS. XVII-XVIII. Arquitectura y urbanismo en la frontera oriental del Nuevo Reino de granada (2004).

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Reservados todos los derechos

Corrección de estilo:

Nelson Arango

Diseño:

Felipe González Mora

Primera edición: Bogotá, D.C., Marzo de 2013 ISBN: 978-958-716-582-1 Número de ejemplares: 200

Marcela Godoy Diagramación: Carolina Maya Gómez Impresión:

Javegraf

Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia Editorial Pontificia Universidad Javeriana Cra. 7, Nº. 37-25, oficina 1301 Edificio Lutaima www.javeriana.edu.co/editorial Teléfono: 3208320 ext. 4752 Bogotá, D. C.

Rey Fajardo, José del, S.J., 1934Los Jesuitas en Mompox, 1643-1767 / José del Rey Fajardo, S.J. y Felipe González Mora. -- 1a ed. -- Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2012. 636 p. : ilustraciones, fotos, mapas y planos ; 24 cm. Incluye referencias bibliográficas e índice. ISBN: 978-958-716-582-1

1. JESUITAS EN COLOMBIA - HISTORIA - MOMPOX (BOLÍVAR) - SIGLOS

XVII-XVIII. 2. JESUITAS Y EDUCACIÓN - HISTORIA - MOMPOX (BOLÍVAR, COLOMBIA) - SIGLOS XVII-XVIII. I. González Mora, Felipe. II. Pontificia Universidad Javeriana. CDD

271.530861145 ed. 19

Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. ___________________________________________________________________________ ech.

Diciembre 12 / 2012

Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.

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Contenido

Introducción

p ri m e r a pa r t e El pensamiento Educativo de la Compañía de Jesús

Capítulo I Las fuentes del sistema educativo jesuítico 1. Filosofía educativa 2. Ratio Studiorum 3. Los hombres 4. Los alumnos 5. La documentación fundacional 6. La vida cotidiana 7. La Economía 8. La formación integral 9. La visión historiográfica 10. La expulsión

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Capítulo II El pensamiento educativo jesuítico y su evolución 57 1. La Ratio Studiorum 57 2. La implantación de la Ratio Studiorum en el Nuevo Reino 62

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Capítulo III La formación integral 1. La formación integral 2. La nobleza de espíritu 3. Vida política, crianza y civilidad 4. La formación religiosa

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Capítulo IV Los métodos de enseñanza y su didáctica 1. Los métodos de enseñanza jesuíticos 2. La “Prelección”

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S E G U N D A pa r t e El Colegio de la Compañía de Jesús en Mompox

Capítulo I El proceso fundacional 1. Los aspectos jurídico-legales 2. Las tramitaciones fundacionales 3. Los jesuitas en la vida de la ciudad

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Capítulo II Mompox: Colegio provinciano de Indias 1. La estructura organizativa 2. La organización económica 3. La organización académica

221 222 237 240

Capítulo III: Los hombres 1. Rectores 2. Educadores 3. Los Escritores

269 270 291 303

Capítulo IV La iglesia 1. Las funciones religiosas cotidianas 2. Visión general 3. Vida sacramental 4. Los sermones 5. Las Congregaciones 6. Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola 7. Las Misiones circulares 8. La Economía 9. La expulsión de 1767 10. La expulsión del Colegio de Mompox

317 317 319 322 324 326 335 339 343 354 365

A p é n d ic e : B ib l i o t e c a

del

C o l e g i o M o m p o x 3 7 7

Índices de la Biblioteca de Mompox 1. Autores 2. Títulos Abreviaturas, Archivos, Bibliotecas y Bibliografía Índice Onomástico

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TE R C E R A pa r t e Los edificios del Colegio de la Compañía de Jesús en Mompox

Introducción 1. Estructura 2. Fuentes

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Capítulo I El marco espacial y jesuítico 1. La región 2. La villa de Santa Cruz de Mompox 3. Primeros jesuitas en Mompox 4. Fundación del colegio 5. Localización urbana

499 499 504 512 513 514

Capítulo II El templo 1. Fuentes 2. La planta arquitectónica 3. El volumen 4. Inventario de bienes de la iglesia y sacristía 5. Inventario de alhajas de las congregaciones. Alhajas de oro y plata Capítulo III El colegio 1. Fuentes 2. De casa baja a casa alta 1643-1664 3. La planta arquitectónica 1664-1737 4. La planta arquitectónica 1737-1767 5. La planta arquitectónica en 1767 Capítulo IV Los edificios del colegio de Mompox después de la expulsión de 1767 1. Usos propuestos para el edificio jesuítico después de 1767 2. Avalúo de los edificios del Colegio de Mompox 3. Pregón y remate del edificio del colegio 4. Intervenciones arquitectónicas realizadas por D. Pedro Martínez de Pinillos 5. El edificio jesuítico en siglo XIX 6. El edificio jesuítico en el siglo XX 7. Proyecto y obra de restauración integral y adecuación del claustro de San Carlos

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Capítulo V Las haciendas 1. Hacienda El Marqués 2. Hacienda Santa Rosa 3. Tierras del Barranco o de Barranca 4. Estancia de Guataca 5. Hacienda del Purgatorio 6. Hato del Pajaral 7. Hacienda San Ignacio

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Capítulo VI Otras posesiones 1. Inmueble 2. Compra de tierras y donaciones

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Cronología del Colegio de Mompox

585

Archivos y bibliografía Fuentes documentales manuscritas Fuentes documentales gráficas Bibliografía Artículos

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Anexos Anexo 1 599 1767. Colegio de Mompox. Resumen del Extracto de los Autos de su ocupación.(AHNM. Archivo Histórico Nacional de Madrid, Jesuitas, 129 /15, fols. 75-87) Anexo 2 609 1770. Inventario de la Iglesia; Alhajas de las Congregaciones; Alhajas de varios santos de la Iglesia y la Sacristía. (AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 291v – 310v) Anexo 3 617 1770. Inventario de los bienes de la Escuela y Aula de Gramática. (AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 310r - 312v) Anexo 4 619 1770. Inventario de los bienes que no pertenecen a los servicios comunes de Iglesia, Sacristía y Escuela. (AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 312v318v)

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Anexo 5 623 1770. Lista individual con distinción de todas las alhajas de oro y plata que existen y pertenecen al Colegio de Mompox. (AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 330v – 336v) Anexo 6 629 1800. Remate del edificio que fue Colegio de los jesuitas en la villa de Mompox. (AGN. Temporalidades, T. 23, fols. 523r – 526r) Índice onomástico

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Introducción

El estudioso que se acerca a la historia colonial de la Villa de Santa Cruz de Mompox no puede menos de experimentar la nostalgia con que Peñas Galindo rememora, “con ojos momposinos”, los tiempos pretéritos de grandeza para tener que asumir que “Mompox le volvió la espalda al río. No solamente Mompox, el país entero”.1 La exuberante biografía de esta ciudad testifica que fue un lugar de encuentro para las ricas provincias serranas que soñaban con grandeza económica y social, ya que sus habitantes se sentían más seguros que en la perla del Caribe –tentación eterna para piratas, corsarios y filibusteros–. Y no podía ser menos, pues allí se dieron cita el negocio y la audacia, los estamentos sociales y sus formas de vida, el contrabando y la prosperidad, blancos, negros y mestizos que buscaban una vida mejor, altos principios y baja moral, riqueza y pobreza, en fin era una copia de lo que hemos denominado la “Cartagena fluvial”. Fueron muchos los protagonistas de esta gran empresa… a Peñas Galindo le apasiona el “zambanaje”, que a su juicio se convirtió en “el patrón social” del río grande, pues fueron ellos los que “realizaron el milagro de mantener encuadernado un país heterogéneo uniéndolo a la columna vertebral de su río-madre”.2 Pronto su situación privilegiada convocó la presencia de las órdenes religiosas comprometidas con la salud espiritual y progreso material de

1 David Ernesto PEÑAS GALINDO. Los bogas de Mompox. Historia del zamabanaje. Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1988, p. 9. 2 David Ernesto PEÑAS GALINDO. Los bogas de Mompox. Historia del zamabanaje, 9.

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los momposinos. En 1582 se insertaron los hijos de Francisco de Asís,3 en 1604 lo hacían los seguidores de Agustín de Hipona,4 en 1639 se instalaba la Orden de Santo Domingo,5 en 1643 llegaban los jesuitas y en 1668 se encargaban los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios del “Hospital San Juan Bautista”.6 En verdad, su labor silenciosa y abnegada constituyó una llamada a los valores espirituales y morales para una ciudad de comercio intensivo, de creciente prosperidad y conflictividad no controlada. La visión de los jesuitas neogranadinos sobre esta ciudad la plasmaron en la Carta Anua de 1652, la cual le dedica grandes espacios a resaltar la importancia de esta urbe del río Magdalena para los planes del desarrollo de la Provincia del Nuevo Reino. En ese documento las autoridades jesuíticas neogranadinas percibían a Mompox como una villa con grandes “crecimientos” en la que se había avecindado “mucha gente poderosa”. Su ubicación a las márgenes del río Magdalena era ciertamente estratégica, pues como lugar obligado de paso era la “garganta común de cuantos suben de Cartagena y bajan a esa ciudad”. Era ciertamente el “pueblo más abastecido del Reino de cuantos tienen el mantenimiento de acarreto” pues proporcionaba “todos los bastimentos de harinas” y todos los géneros de ropa de la tierra “que se llevan para vestir a la gente de servicio en Cartagena, Zaragoza, Guamoco y otras partes”. Y lo mismo se podía decir de “los géneros traídos de España” pues allí residían “mercaderes muy gruesos” que poseían las reservas suficientes para paliar los vaivenes de las “flotas y galeones” que tocaban en Cartagena. Además se realizaban en esta población “los avíos de todas las flotillas”.7

Luis Carlos MANTILLA. Los franciscanos en Colombia. Tomo I (1550-1600), Bogotá, Editorial Kelly, 1984; Tomo II (1600-1700), Bogotá, Editorial Kelly, 1987, Tomo III (17001830) Bogotá, Departamento de Publicaciones Universidad de San Buenaventura, 2000. Padre José PÉREZ GÓMEZ, Agustino y Otros. Provincia agustiniana de Nuestra Señora de Gracia en Colombia (Escritos varios). Santafé de Bogotá, 1993. Tomo I (1993). Tomo II (1993). Tomo III (2000), Tomo IV (S/f). Fray Alonso de ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Prólogo del Dr. Caracciolo Para y notas ilustrativas de Fray Andrés Mesanza. Bogotá, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 1945, 4 vols. [Edición príncipe en 1701]. Luis ORTEGA LÁZARO. Para la historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Hispanoamérica y Filipinas. V Centenario descubrimiento de América. 1492, 12 de octubre, 1992. Madrid, Secretariado permanente interprovincial. Hermanos de San Juan de Dios, 1992. ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel], fol., 21. La Carta Anua de 1645 completa la visión dada: “… allegase a esto ser la comarca muy poblada de naturales, de suerte, que tiene todo lo que es menester para los gloriosos

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En ese contexto de grandes horizontes y conflictos pretendieron los seguidores de Ignacio de Loyola colaborar en la implantación de una comunidad humana y humanista que se preocupara por los valores espirituales, científicos, culturales, sociales y educativos a fin de colaborar a la construcción de las nuevas sociedades en el Nuevo Reino de Granada. Y así se explica la fundación del “Colegio de Humanidades” que serviría para cualificar en las letras a las juventudes momposinas y prepararlas para los estudios superiores. Y como complemento se instauraría la “Residencia” que debía encargarse del culto de la Iglesia, de las “Misiones circulares” y de fomentar la vida espiritual entre la feligresía que acudía al templo de los ignacianos. En estas páginas intentamos reconstruir el proyecto educativo llevado a cabo en la ciudad de Mompox, pues en su colegio se generó el sustento académico que logró formar generaciones que llegarían a ejercer un liderazgo tanto intelectual como empresarial y político. Por ello hemos juzgado necesario afrontar este tema ya que lamentablemente el imaginario local sólo ha conservado vagos recuerdos de una institución que se insertó en el alma y en el ser de los momposinos desde 1643 a 1767, es decir, durante 124 años. En consecuencia, este libro trata de recuperar una parte vital de la memoria histórica de una ciudad que vivió momentos de delirio y de grandeza pero que, con el correr de los tiempos, quiere regresar al pasado para rememorar sus nostalgias. La biografía de los jesuitas en la ciudad de Mompox significa un aporte más a la tarea que se impusieron en la construcción de las sociedades neogranadinas con su norte siempre puesto en su lema “juntar virtud con letras”, es decir, ciencia y conciencia que llevara a cabo la formación de hombres útiles y probos para la república cristiana. En definitiva, también la sociedad momposina fue parte de esa genuina historia de los pueblos neogranadinos que quedaría mutilada sin la voz de la Compañía de Jesús.8 Y como es habitual en el “Proyecto de la pedagogía jesuítica en el Nuevo Reino” que venimos desarrollando desde hace años, también este libro consta de dos partes netamente diferenciadas. En la primera, trazamos la historia del colegio y de la residencia jesuítica. En la segunda,

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empleos de nuestra sagrada Religión; que mirando lo mucho, que este pueblo iba creciendo, porque cuando los demás van a menos ha ido muy en aumento, siendo el emporio de todos estos Reynos, y por donde pasa todo el oro y plata, que en ellos se beneficia”. (Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Zaragoza (1645) 135). José DEL REY FAJARDO. “Los jesuitas en la raíces de la colombianidad”. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, nº. 825 (2004), pp. 259-300.

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se reconstruyen los espacios arquitectónicos y los haberes artísticos que enriquecían la iglesia y el colegio de Mompox. Deseamos testimoniar nuestro agradecimiento al arquitecto Álvaro Luis Castro Ababuara, director de la Escuela Taller Santa Cruz de Mompox en los aspectos arquitectónicos, por su desinteresada colaboración y acompañamiento en la visita al antiguo claustro jesuítico, hoy Palacio Municipal de Mompox, con sus acertados comentarios acerca de las obras de intervención en el edificio en los años noventa; al Dr. Juan Antonio Muñoz Estor, entusiasta momposino y amigo preocupado por el archivo de la memoria gráfica de Mompox, por el préstamo y cesión de las valiosas fotografías históricas de finales del siglo XIX y mediados del XX tanto del antiguo edificio jesuítico como del entorno urbano de la plazuela La Libertad que acompañan el texto en el presente trabajo. A la historiadora Cecilia Jiménez Acuña, directora del Archivo Histórico de Mompox, por su invaluable colaboración en el préstamo de material documental gráfico y manuscrito sobre la población y la vida de Martínez de Pinillos; a la historiadora María Mercedes Ladrón de Guevara, por su inagotable esfuerzo en la búsqueda y transcripción de documentos provenientes del Archivo General de la Nación, y al arquitecto Mauricio Villamil Pérez, por la elaboración de las ilustraciones y planimetría arquitectónica de los edificios del Colegio de Mompox que ilustran este material. Antes de concluir deseamos agradecer a la Sra. Marleni Lozano su consagración a la elaboración del texto que hoy presentamos.

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primera parte El pensamiento Educativo de la Compañía de Jesús

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Capítulo I

Las fuentes del sistema educativo jesuítico

Al iniciarse el siglo XVII, ya la Compañía de Jesús había desplegado y experimentado en todo el mundo la intuición de su modernidad, y gracias a su 5º General, el P. Claudio Aquaviva (1543-1615),1 pudo solidificar su gran aparato burocrático así como la definición del clima espiritual para todos los jesuitas dispersos por todo el mundo conocido. En este sentido dejó códigos durables como el Directorium de los Ejercicios Espirituales o la Ratio Studiorum en 15992 así como un cuerpo de Instrucciones y Normas que regularon tanto la vida interna como la externa de la Orden y de los jesuitas.3 Así pues, si tenemos en cuenta que la Provincia del Nuevo Reino de Granada se inicia en 1604,4 es lógico concluir que Colombia ingresa a la historia de la Compañía de Jesús a comienzos del siglo XVII cuando ya la Orden de Ignacio de Loyola había fijado las fórmulas comunes a todas sus instituciones educativas. Pero viniendo a nuestro propósito fundamental debemos sentar un principio ideológico previo a todo el estudio. Quien pretenda comprender la verdadera esencia de la formación jesuítica deberá tener presente la

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Mario FOIS. “Aquaviva, Claudio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ.

Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. II (1614-1621), Roma-Madrid, 2001. La Ratio Studiorum de 1599 la firma el P. Domingo Domenichi, Secretario de la Compañía de Jesús, por orden del P. General. Ver: Ladislao LUKACS. Monumenta Paedagogica Societatis Iesu. Romae, V (1986) 355-356. Mario FOIS. “Aquaviva, Claudio”, II, 1620-1621. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, Tomo I, Bogotá, Editorial San Juan Eudes (1959) 90-118.

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íntima interrelación que se establece entre tres documentos fundamentales que integran el alma de la Compañía fundada por Ignacio de Loyola: los Ejercicios Espirituales,5 la Cuarta Parte de las Constituciones de la Compañía de Jesús6 y la Ratio Studiorum.7 El presente capítulo se circunscribe a la síntesis última, denominada Ratio Studiorum de 1599, que recoge la acción y el estudio llevados a cabo durante medio siglo por los grandes teóricos y pedagogos de la Compañía de Jesús. Con todo, es necesario advertir que aunque el mencionado documento no representa el rico itinerario seguido por la Orden de Ignacio de Loyola para diseñar su ideal educativo, sin embargo hay que admitirlo como el código oficial que rigió la conducta de los colegios jesuíticos en Europa, América y Asia durante los siglos XVII y XVIII. 1. Filosofía educativa Dada la ingente literatura que existe sobre este tema, es imposible siquiera hacer una síntesis; por ello optamos por remitir a los libros consagrados como clásicos dentro de la Compañía de Jesús. El Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús del P. José Manuel Aicardo8 abarca el estudio

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Ignacio de LOYOLA. Ejercicios Espirituales. Directorio y Documentos de San Ignacio de Loyola. Glosa y Vocabulario de los Ejercicios por el P. José Calveras S. I. Barcelona, Edit. Balmes, 1944. Una visión panorámica: Manuel RUIZ JURADO. “Ejercicios Espirituales”. En: Charles E. O’neill y Joaquín Mª Domínguez. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1223-1230. Santiago Arzubialde. Ejercicios espirituales de S. Ignacio. Historia y análisis. Bilbao-Santander. Mensajero y Sal Terrae, 1991. También puede verse: Ignacio Iparraguirre, Cándido de Dalmases y Manuel Ruiz Jurado. Obras de San Ignacio de Loyola. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1991. Ignacio de LOYOLA. Constitutiones Societatis Jesu latinae et hispanicae cum earum declarationibus. Romae, Apud Curiam Praepositi Generalis, 1937. Anita MANCIA. “El concetto di ‘dottrina’ fra gli Esercizi Spirituali (1539) e la Ratio Studiorum (1599)”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LXI (1992) 3-70. José Manuel AICARDO. Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús. Madrid, 1919-1932, 6 vols. Una visión francesa puede verse en la entrada “Jésuites” del Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. París, VIII (1974) 958-1041. Para una interpretación moderna nos remitimos a: Dominique BERTRAND. Un corps pour l’Esprit. [Paris] 1974. André DE JAER. Faire corps pour la mission. Lire les Constitutions de la Compagnie de Jésus. Bruxelles, Editions Lessius, 1998. S. ARZUBIALDE, J. CORELLA, J. M. GARCÍA LOMAS (Eds). Constituciones de la Compañía de Jesús. Introducción y notas para su lectura. Bilbao, s/f. (Una bibliografía selecta, véase en: Ignacio IPARRAGUIRRE, Cándido DE DALMASES y Manuel RUIZ JURADO. Obras de San Ignacio de Loyola. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1991) 460-464. Paul DE CHASTONAY. El espíritu de las Constituciones de la Compañía de Jesús. México, 1974. André RAVIER. Ignacio de Loyola funda la Compañía de Jesús. México, 1991. G. MARELLA (Edit). La ‘Ratio Studiorum’ e la parte Quarta delle Costituzioni della Compagnia di Gesù ed appendici. introd. e nota di G. Marella. Roma, 1926. Mario BARDERA. La ‘Ratio Studiorum’

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C a p í t u l o I . L a s f u e n t e s d el s i s t e m a e d u c at i v o j e s u í t i c o

de la carta magna de los jesuitas en el contexto no sólo del fundador sino de los primeros compañeros de Ignacio de Loyola. Para el difícil mundo de la espiritualidad nos remitimos a la obra del P. José de Guibert La espiritualidad de la Compañía de Jesús.9 Sin embargo, el estudioso de esa interesante área de las ciencias del espíritu encontrará una guía de inapreciable valor en el Diccionario de espiritualidad ignaciana aparecido el año 2007.10 Además, para los siglos XVI-XVIII existe una veta muy rica representada por los autores espirituales que infundieron el espíritu de la ascética de la Compañía de Jesús en sus hombres. En el Nuevo Reino podemos destacar tres autores ascéticos que influyeron tanto en las lecturas de los jesuitas como en las ideas directrices de su visión espiritual de la conducta y de las acciones educativas. El primero es el riobambeño P. Pedro de Mercado (1684-1689),11 prolífico escritor ascético quien nunca salió de las fronteras neogranadinas. A través de sus obras se puede llegar al conocimiento de la mentalidad espiritual de los jesuitas neogranadinos hasta bien entrado el siglo XVIII. Libro de cabecera para los seguidores de Ignacio de Loyola en España e Hispanoamérica durante muchos siglos fue el Ejercicio de perfección y virtudes cristianas del P. Alfonso Rodríguez (1538-1616).12 Se puede afirmar que reposaba en todas las bibliotecas, aun en las misionales perdidas en los espacios profundos de la Orinoquia,13 y significó una cátedra permanente de sabiduría ascética. Ruiz Jurado no duda en afirmar que “esta obra, después de la Biblia y la Imitación de Cristo, es uno de los más leídos por los cristianos en estos tres últimos siglos”.14

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e la parte Quarta delle Costituzioni della Compagnia di Gesù. Trad. Con introd. e note di Mario Bardera. Padova, 1942. José DE GUIBERT S.J. La espiritualidad de la Compañía de Jesús. Santander, Edit. Sal Terrae, 1955. También puede verse: M. CASCÓN. Obras maestras espirituales de los jesuitas españoles. Santander, 1924. Más información en: André DERVILLE. “Jésuites”. En: M. VILLER (et alii). Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, VIII (1974) 958-963. José GARCÍA DE CASTRO (Director). Diccionario de espiritualidad ignaciana. BilbaoSantander, Ediciones Mensajero y Sal Terrae, 2007. José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá (2002) 219-226 Manuel RUIZ JURADO. “Rodriguez (Alphonse), jésuite, 1538-1616)”. En: M. VILLER, M., F. CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, XIII (1988) 853-860. José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1999. Manuel RUIZ JURADO. “Rodriguez (Alphonse), jésuite, 1538-1616)”. En: M. VILLER, M., F. CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité…, 855.

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Dentro del ámbito francés, pero también en los hispanos, es necesario destacar la obra del jesuita galo Antonio Le Gaudier (1572-1622)15 sobre todo la De natura et statibus perfectionis.16 Si apelamos a la devoción de los lectores por su lectura debemos concluir que ejerció un gran influjo y dos siglos después sus obras se publicaron en París, con el título De perfectione vitae spiritualis (1856-1858).17 La edición príncipe reposaba en la biblioteca de la Universidad Javeriana colonial.18 En relación a la pedagogía jesuítica encontrará el investigador en el trabajo del François Charmot19 no sólo la interpretación de su concepción filosófico-teológica sino también una abundante bibliografía sobre la actividad pedagógica de su primer medio siglo de existencia. En un primer apéndice le dedica una amplia información a: Francisco Sacchini (1570-1625),20 Antonio Le Gaudier (1572-1622),21 Juan Bonifacio (15381606),22 Antonio Possevino (1533-1611),23 José Juvencio (1643-1719)24 y Jerónimo Nadal (1507-1580).25 Sin embargo, es de justicia añadir a esta

15 Henri de GENSAC. “Le Gaudier (Antoine), jésuite, 1572-1622”. En: M. VILLER, M., F.

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CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, IX (1976) 529-539. Antonio LE GAUDIER. De natura et statibus perfectionis. Paris, 1643. Henri de GENSAC. “Le Gaudier (Gaudier), Antonine”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2303. José DEL REY FAJARDO. La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana de Bogotá. Caracas, s/f., 539-540. F. CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Sus principios. Su actualidad. Madrid, Sapientia, 1952. En los apéndices (367-397) encontrará el lector una información básica sobre la Ratio y sobre los pensadores jesuitas que influyeron en la pedagogía durante los primeros años de la Orden. F. CHARMOT. La pedagogía…, 367-370. Mario SCADUTO. “Sacchini, Francesco”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 3458. F. CHARMOT. La pedagogía…, 370-372. F. CHARMOT. La pedagogía…, 372-373. José ESCALERA y Francisco de Borja MEDINA. “Bonifacio, Juan”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 487-488. F. CHARMOT. La pedagogía…, 373-377. Mario SCADUTO. “Possevino, Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3201-3203. F. CHARMOT. La pedagogía…, 377-380. Georges BOTTERAU. “Jouvancy (Juvencius), Joseph de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2157-2158. F. CHARMOT. La pedagogía…, 380-388. Miguel NICOLAU. “Nadal (Jerome), jésuite, 1507-1580”. En: M. VILLER, M., F. CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, XI (1982) 3-15. Manuel RUIZ JURADO. “Nadal, Jerónimo”. En: Charles E. O´NEILL y Joaquín Ma DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2793-2796.

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lista de hombres, entre otros, a Diego Ledesma (1524-1575)26 y a Pedro Juan Perpiñá (1530-1566).27 Pero el tema es tan extenso que preferimos remitir al lector a tres fuentes de referencia cultivadas por la Compañía de Jesús. La primera es la entrada “Educación” del Diccionario histórico de la Compañía de Jesús la cual, aunque tiene un talante histórico, sin embargo ofrece una visión bibliográfica de gran ayuda.28 Además dejamos sentado que este Diccionario histórico29 es el instrumento indispensable para cualquier información sobre la historia y sobre el ser y el existir de los jesuitas. La segunda recurre a la “Bibliografía” de László Polgar, síntesis de lo publicado en todo el mundo y recogido por la Revista Archivum Historicum entre 1901 y 1980.30 Y la tercera es la continuación de lo anterior (1981-2004) pues la mencionada revista que edita el Instituto Histórico de la Compañía de Jesús con sede en Roma, ofrece anualmente una bibliografía de lo que se publica sobre la Compañía de Jesús en todo el mundo y en su haber la pedagogía jesuítica adquiere siempre un capítulo especial. 2. Ratio Studiorum Para quien desee conocer el alma, la biografía y las diferentes redacciones de la Ratio Studiorum debe recurrir a la Monumenta Paedagogica Societatis Jesu31 del investigador húngaro, Ladislao Lukács. Hasta el momento han aparecido 7 volúmenes que recogen toda la información escrita entre 1540 y 1616. El autor mantiene una estructura de recopilación documental basada en las categorías legales de la Compañía de Jesús: 1) Constituciones, 26 Ladislao LUKACS. “Ledesma, Diego”. En: Charles E. O´NEILL y Joaquín Ma DOMÍN-

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GUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 23182319. John Patrick DONNELLY. “Perpinyà (Perpiñá), Pedro Juan”. En: Charles E. OŃEILL y Joaquín Ma DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 3099-3100. James SAUVE, Gabriel CODINA y José ESCALERA. “Educación”. En: Charles E. OŃEILL y Joaquín Ma DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1202-1214. Charles E. OŃEILL y Joaquín Ma DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, 2001, 4 vols. László POLGAR. Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jésus 1901-1980. I. Toute la Compagnie. Roma, I, 1981. Ladislao LUKACS. Monumenta Paedagogica Societatis Jesu penitus retractata multisque textibus aucta. Edidit Ladislaus Lukács. Romae, Institutum Historicum Societatis Iesu: I (1540-1556). Romae, 1965; II (1557-1572). Romae, 1974; III (1557-1572). Romae, 1974 (2 vols.); IV (1573-1580). Romae, 1981; V Ratio atque institutio studiorum Societatis Jesu (1586, 1591, 1599) Romae, 1986. VI Collectanea de Ratione studiorum Societatis Jesu (1582-1587). Romae, 1992. VII Collectanea de Ratione studiorum Societatis Iesu (15881616). Romae, 1992.

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reglas y ordenaciones generales. 2) De los estudios, colegios, seminarios e internados. 3) Actas de las Congregaciones Generales y de los Visitadores. 4) Cartas selectas y Actas. 4) Catálogo de los pensa de estudios. 5) Varia. Se trata de una edición crítica cuyas notas y comentarios están en latín, aunque como es natural los textos se reproducen en su idioma original. Por otra parte, es conveniente señalar que una buena parte de la producción escrita sobre la Paideia jesuítica es anterior a la edición crítica del P. L. Lukács. En tal sentido debemos hacer mención de dos colecciones fundamentales. La primera pertenece al mundo alemán: nos referimos a los cuatro tomos publicados por el P. Georg Michael Pachtler, entre 1887 y 1894, Ratio Studiorum et Institutiones Scholasticae Societatis Jesu per Germaniam olim vigentes.32 La segunda apareció en Madrid en 1901 recopilada por un grupo de jesuitas españoles pertenecientes a “Monumenta Historica” de Roma: Monumenta Paedagogica Societatis Jesu quae primam Rationem studiorum anno 1586 editam praecessere.33 Con todo, hay que reconocer que para el investigador moderno tales colecciones presentan una dificultad muy especial debido a que la mayoría de sus documentos están en latín. Esta situación nos llevó hace años a traducir al castellano los documentos que consideramos fundamentales para seguir la evolución de la Ratio Studiorum de 1599: por ello nos remitimos tanto a nuestro libro La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica34 como a la fenecida Revista Paramillo35 de la Universidad Católica del Táchira. Pero en los últimos años son muchos los estudios que se han llevado a cabo para profundizar tan importante documento y queremos hacer mención de los que pueden ser guía para el estudioso de estos temas. La Ratio, en texto bilingüe latín-castellano y con excelentes índices, ha 32 G. M. PACHTLER. Ratio Studiorum et Institutiones Scholasticae Societatis Jesu per Germaniam

olim vigentes collectae concinnatae dilucidatae a G. M. Pachtler S. J. Volumen III: Ordinationes Generalium et ordo Studiorum generalium ab anno 1600, ad annum 1772. Hemos utilizado la reproducción aparecida en Osnabrück en 1968 en la Biblio-Verlag. También es interesante hacer mención de Marcus HELLEYER. “The construction of the Ordinatio pro Studiis Superioribus of 1651”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, fasc. 143 (2003) 3-43. 33 Monumenta Paedagogica Societatis Jesu quae primam Rationem studiorum anno 1586 editam praecessere. Ediderunt Caecilius GÓMEZ RODELES, Marianus LECINA, Vincentius AGUSTI, Fridericus CERVOS, Aloisius ORTIZ e Societate Jesu praesbiteri. Matriti 1901, 1912 p. 34 José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1979) 161-277. 35 En el número 2-3. San Cristóbal (1984) aparecen: 1) Sistema y ordenamiento de los estudios del Colegio Romano (1564-1565): pp. 287-358. 2) Sistema y ordenamiento de estudios elaborado por seis Padres designados para ello por orden del R. P. Prepósito General. 1586: pp. 359-392. 3) Sistema y ordenamiento de los estudios. Roma, 1591: pp. 393-450. 4) Ratio Studiorum, 1599: pp. 451-540.

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conocido la luz pública en la Universidad de Comillas (Madrid) bajo la dirección del Profesor Eusebio Gil.36 Para el ámbito francés existe una excelente edición latín-francés dirigida por Adrien Demoustier con la traducción de Léone Albrieux y anotaciones y comentarios por MarieMadeleine Compère.37 Como es natural han surgido estudios parciales que ilustran la riqueza de este tan citado texto pero igualmente no conocido en sus fuentes. Un acercamiento a la génesis y elaboración lo ofrece Dominique Julia38 y un estudio sobre la estructura y funciones en el ejercicio del poder académico corresponde a A. Demoustier.39 Con motivo del V Centenario del nacimiento de Ignacio de Loyola abundaron los congresos y las publicaciones sobre muy diversos temas jesuíticos en la mayoría de los países donde han laborado los miembros de la Compañía de Jesús. Tan sólo quisiéramos citar algunos que pueden ser de interés: Ignatianisch en Alemania40; Les jésuites à la Renaissance41 y Les jésuites à l’âge baroque42 en Francia; en la Provincia de Loyola (España) Ignacio de Loyola y su tiempo;43 La pedagogía jesuítica en Venezuela en Venezuela.44 De igual forma, las Revistas científico-culturales que dirigen los jesuitas en todo el mundo dedicaron números extraordinarios a los temas que estamos tratando. Una orientación valiosa la constituyen los artículos de Miguel Batllori sobre la acción de los jesuitas en la historia de la primera Compañía de Jesús y a ellos conviene recurrir para actualizar la información sobre el tema jesuítico. En realidad se trata de una visión bibliográfica comentada desde la fundación en 1540 hasta la extinción en 1773. El ex profesor de Historia Eclesiástica de la Universidad Gregoriana de Roma recorre el largo trayecto temporal que se inicia con la época comprendida entre 36 Eusebio GIL (Ed.). La pedagogía de los jesuitas, ayer y hoy. Madrid, Conedsi-Comillas, 2002. 37 Adrien DEMOUSTIER, Léone ALBRIEUX y Dolorès PRALON-JULIA. Ratio Studiorum.

Plan raisonné et institution des études dans la Compagnie de Jésus. Paris, 1997.

38 Dominique JULIA. “L’élaboration de la Ratio Studiorum, 1548-1599”. En: Adrien

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DEMOUSTIER (Edit.). Ratio studiorum. Plan raisonné et institution des études dans la Compagnie de Jésus. Paris (1997) 29-69. Adrien DEMOUSTIER. “La distinction des fonctions et l’exercice du pouvoir selon les règles de la Compagnie de Jesús”. En: L. GIARD (Dir.). Les Jésuites à la Renaissance. Système éducatif et production du savoir. Paris (1995) 3-33. Michael SIEVERNICH y Günter SWITEK. Ignatianisch. Eigenart und Methode der Gesellschaft Jesu. Freiburg. Basel. Wien, 1991. Luce GIARD (Edit.). Les jésuites à la Renaissance. Système éducatif et production du savoir. Paris, 1995. Luce GIARD y Louis de VAUCELLES (Edits.). Les jésuites à l’âge baroque (1540-1640). Grenoble, 1996. Juan PLAZAOLA (Edit.). Ignacio de Loyola y su tiempo. Bilbao [1991]. José DEL REY FAJARDO (Edit.) La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, 1991.

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el Renacimiento y la Contrarreforma,45 prosigue la ruta del setecientos46 para concluir con la extinción de la Orden en 1773 aunque prolonga su información hasta comienzos del XIX.47 Ello no excluye que también haya incluido como visiones temáticas tanto la Ilustración48 como los escritos relativos a la expulsión de los jesuitas del Imperio español en 1767.49 Y como es natural dedicó amplios comentarios a los centenarios de la fundación de la Compañía de Jesús así como al nacimiento de Ignacio de Loyola.50 El aporte de Batllori se complementa en el ámbito del teatro, la cultura y la educación con las recensiones llevadas a cabo por el investigador húngaro László Szilas.51 Asimismo, en la década de los años noventa son importantes las visiones dadas en diversos congresos y encuentros sobre el tema de la educación jesuítica tanto en Europa52 como en América.53

45 Miguel BATLLORI. “En torno a los jesuitas, del renacimiento a la contrarreforma”. En:

Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LIX (1990) 117-132.

46 Miguel BATLLORI. “Sobre los jesuitas en el setecientos”. En: Archivum Historicum

Societatis Iesu. Roma, LVI (1987) 171-208.

47 Miguel BATLLORI. “Los jesuitas en tiempos de Carlos de Borbón y de Tanucii. De fines

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del siglo XVII a principios del XIX”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LVIII (1989) 355-371. Miguel BARTLLORI. “Historia y cultura de la Ilustración”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, fascículo 97 (1980) 449-479. Miguel BATLLORI. “Antes y después de la expulsión”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, fascículo 64 (1989) 169-185. Miguel BATLLORI. “En la doble conmemoración pluricentenaria de la Compañía de Jesús (1540-1990) y de San Ignacio de Loyola (1491-1991)”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LXI (1992) 189-209. László SZILAS. “Schule, Bildung, Theater”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LXI (1992) 211-234. Es imposible reseñar todos los congresos que se realizaron en la década de los noventa en relación con la Compañía de Jesús anterior a la extinción de 1773. Muchos de esos eventos han sido recogidos por Revistas especializadas o de la propia Compañía de Jesús. Así la Revista Portuguesa de Filosofia. Braga, t., LIV, fascículo 2 (1998) dedica ese número a «Os jesuitas e a Ciência (Sécs. XVI-XCVIII). François Xavier DUMORTIER (et alii). Tradition jésuite. Enseignement, spiritualité, mission. Namur, Presses Universitaires de Namur, 2002. También existe una traducción castellana publicada por la Universidad Católica del Uruguay el año 2003. Miguel PETTY (Edit.). La Ratio Studiorum en América latina. Su vigencia en la actualidad. Córdoba, Universidad Católica de Córdoba 1696-2001, 2001.

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También resulta imprescindible hacer referencia a la enseñanza de la teología,54 la filosofía,55 las matemáticas56 y las humanidades.57 Del mismo modo en el Nuevo Reino de Granada fueron ley estas disposiciones de la Compañía de Jesús. Hasta el momento solo conocemos la Praxis de los Estudios Mayores y Menores58 del colegio de Quito, ciudad que en aquel entonces formaba parte de la Provincia del Nuevo Reino, por lo cual opinamos que, con alguna variación, esas normas regían en el resto de los colegios de la demarcación jesuítica. Este documento trata de adaptar la Ratio Studiorum a la realidad espacio-temporal de una entidad jesuítica americana. Como es natural, la vida histórica de las ideas y de las instituciones sufre con el correr de los tiempos grandes mutaciones, porque en definitiva están no sólo al servicio del hombre en perpetuo devenir, sino también al servicio de la sociedad en que el hombre desarrolla su existencia. Al comenzar el siglo XVIII ya el neoclasicismo francés había diseñado nuevos valores culturales y literarios que no tardaron en difundirse por toda Europa. Esa encrucijada también la vivió la Compañía de Jesús59 pero se impuso la línea tradicional que insistía en los modelos aceptados como clásicos. De esta suerte, la Congregación General XIV promulgó como obligatoria la

54 A. MINCIA. “La controversia con i protestanti e i programmi degli studi teologici nella

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Compagina di Gesù, 1547-1599”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, t. LIV (1996) 3-43; 209-266. L. GIARD. “La ‘libertas opinionum’ dans les collèges jésuites”. En: Sciences et religions de Copernic à Galilée. Actes du colloque international. Roma, 12-14 décembre 1996. G. CONSENTINO. “Le matematiche nella ‘Ratio Studiorum’ della Compagnia di Gesù”. En Miscellanea storica ligare, t. 2 (1970) 169-213. U. BALDINI. Legem impone sub actis. Studi su filosofia e scienzia dei Gesuiti in Italia, 1540-1632. Rome, 1992. ROMANO, Antonella. La contre-reforme mathematique: constitution et diffusion d’une culture mathematique jesuite a la Renaissance, 1540-1640. Rome, 1999. F. DAINVILLE. La naissance de l’humanisme moderne. Paris, 1940. Idem. “L’évolution de l’enseignement de la rhétorique au XVIIe siècle”. En: XVIIe. Siècle, 80-81 (1968) 19-43. P. KUENTZ. “Le ‘rhétorique’ ou la mise à l’écart”. En: Communications, (Ecole pratique des Hautes Etudes), 16 (1970) 143-157. A. COLLINOT y Fr. MAZIERE. L’exercice de la parole. Fragments d’une rhétorique jésuite. Paris, 1987. Giuliano RAFFO. La ‘Ratio Studiorum’. Il metodo degli studi umanistici nei collegi dei gesuiti alla fine del secolo XVI. Introd. e trad. De Giuliano Raffo. Milano, 1989. Praxis de los estudios para este colegio de Quito sacado de varias órdenes que han dejado acerca de esto el P. Rodrigo Figueroa Visitador y los Padres Provinciales de esta Provincia; los cuales ha reducido a método el P. Hernando Cavero Provincial de ella, habiéndolos primero consultado con el Padre Rector y sus Consultores y con los Maestros de este colegio a 15 de abril de 1666. El texto original reposa en el Archivo de la Provincia de Quito y fue publicado por el P. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, I (1941) 569-593. Este mismo texto lo reprodujimos en La Pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, pp. 279-309. François de DAINVILLE. L’éducation des jésuites. Paris. Les Editions de Minuit (1978) 194-208.

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obra de Juvencio [Jouvancy] Ratio discendi et docendi. 60 Con todo, hemos de confesar que, para quien desee adentrarse en lo que fue el método jesuítico de la enseñanza de las humanidades, encontrará en Juvencio una de las más limpias y profundas interpretaciones de la Ratio Studiorum. El autor divide su tratado en dos partes. En la primera, el arte de aprender, insiste en el conocimiento de las lenguas, de las ciencias y de la metodología del estudio privado. En la segunda, el método de enseñar, apela a las virtudes del profesor, a los libros que debe utilizar el maestro, en los métodos específicos de la enseñanza de la gramática, humanidades y retórica, para concluir con algunos consejos prácticos. También en España se dan a mediados del siglo XVIII intentos renovadores de los estudios de humanidades clásicas y hasta el presente vienen referidos fundamentalmente a dos grandes personalidades: José Finestres (1688-1777)61 en la Universidad de Cervera y Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781) en Valencia.62 Una guía importante para el estudio de todo este proceso se encuentra en Humanistas, políticos e ilustrados de Antonio Mestre.63 De igual forma existieron dentro de la Compañía de Jesús hispana algunos brotes renovadores que, aunque hayan pasado inadvertidos para los analistas, se pueden verificar aunque su vigencia haya sido tan exigua. Como es lógico, las personalidades jesuíticas preocupadas por los estudios clásicos también tienen sus vinculaciones con los renovadores antes mencionados. Sin lugar a dudas hay que incluir entre otros a Francisco Javier Idiáquez (1711-1790)64 y Andrés Marcos Burriel (1731-1762).65 60 JUVENTIUS. Ratio discendi et docendi. Florencia, 1703. La única traducción castellana

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que conocemos se debe a nuestro admirado amigo el P. Martín Muguruza y la publicamos tanto en La Pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica (pp. 639-752) como en la Revista Paramillo. 2-3 (1984) 829-907. Debemos reconocer que no hemos encontrado ningún ejemplar de este libro de Juvencio en las Bibliotecas de los Colegios jesuíticos venezolanos durante el período hispánico. Miguel BATLLORI. “Finestres y de Montalvo, José”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1461. Miguel BATLLORI. “Mayans y Siscar, Gregorio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2584-2585. Antonio MESTRE SANCHIS. Humanistas, políticos e ilustrados. Alicante, Universidad de Alicante, 2002. Conrado PÉREZ PICÓN y José ESCALERA. “Idíaquez, Francisco Javier”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1990-1991. A. ECHANOVE. La preparación intelectual del P. Andrés Marcos Burriel (1731-1750). Madrid, 1971. Antonio MESTRE y Jesús GÓMEZ FREGOSO. “Burriel, Andrés Marcos”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 575-576.

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Igualmente hay que señalar que los núcleos renovadores se ubican en las cuatro provincias jesuíticas españolas. El más importante fue el que giró en torno a la Universidad de Cervera.66 También asumió importancia decisiva en la Provincia de Castilla el Colegio de Villagarcía de Campos.67 Como es natural, la Provincia de Toledo tuvo su mejor exponente en el Colegio Imperial de Madrid.68 Y la Provincia de Andalucía ha sido estudiada por el catedrático de la Universidad Gregoriana, Francisco de Borja Medina.69 En todo caso existe un marco histórico internacional y regional que es necesario conocer pues es un esfuerzo por recuperar la biografía de las instituciones educativas llevadas a cabo por los jesuitas en tierras americanas. Nos referimos a las investigaciones llevadas a cabo en las grandes demarcaciones geográficas por donde se expandió la Compañía de Jesús gracias a las obras de Antonio Astrain,70 Francisco Rodrigues,71 Pietro Tacchi Venturi,72 Henry Fouqueray73 y Bernhard Duhr,74 entre los europeos. Para el entorno americano siempre será recomendable tener a la vista, entre otras, obras como las escritas por: Gerardo Decorme,75 Juan Manuel Pacheco,76 Manuel Aguirre,77 José Jouanén,78 Rubén Vargas

66 José MARTÍNEZ DE LA ESCALERA. “Ciencias y letras entre los jesuitas de la Corona

de Aragón (1747-1767)”. En: Miscelánea Comillas. Madrid, t., XL, Nº. 77 (1982) 263-325.

67 Conrado PÉREZ PICÓN. Un colegio ejemplar de Letras Humanas en Villagarcía de

Campos (1576-1767). Valladolid, 1983.

68 José SIMÓN DÍAZ. Historia del Colegio Imperial de Madrid. Madrid, Instituto de Estudios

Madrileños, 1992.

69 Francisco de Borja MEDINA. “Ocaso de un provincia de fundación ignaciana: la Provincia

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de Andalucía en el exilio (1767-1773)”. En: Archivo teológico granadino. Granada, 54 (1991) 5-90. Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, 1912-1925, 7 vols. Francisco RODRIGUES. Historia da Companhia de Jesus na Asitencia de Portugal. Porto, 1931-1950, 4 vols. Pietro TACCHI VENTURI. Storia della Compagnia di Gesù in Italia, narrata col sussidio di fonti inediti. Roma, 1910-1951, 2 vols. Henry FOUQUERAY. Histoire de la Compagnie de Jésus en France des origines a la suppression (1528-1762). Paris, 1910-1925, 5 vols. Bernhard DUHR. Geschichte der Jesuiten in den Länder deutscher Zunge. Freiburg y Muenchen-Regensburg, 1907-1928, 4 vols. Gerardo DECORME. La obra de los jesuitas mexicanos durante la época colonial. 15721767. México, 1941, 2 vols. Juan Manuel PACHECO. Los Jesuitas en Colombia. Bogotá, 1959-1989, 3 vols. Manuel AGUIRRE ELORRIAGA. La Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, 1941. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito. Quito, 1941-9943, 2 vols.

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Ugarte,79 Francisco Enrich,80 Guillermo Furlong,81 Pablo Hernández,82 Pablo Pastells83 y Serafím Leite84. Expresamente dejamos de lado las referencias a las historias generales de la educación en España e Hispanoamérica pues volvería casi inmanejable esta sucinta guía del investigador. 3. Los hombres Para el estudio de los hombres que laboraron en los colegios jesuíticos neogranadinos la primera fuente de consulta la constituyen los Catálogos de la Provincia del Nuevo Reino, documento en principio trienal, que recogía la actividad de cada uno de los jesuitas que residían en la demarcación geográfica concreta, denominada Provincia. Toda esta documentación original se encuentra en Roma en Archivum Historicum Societatis Jesu.85 Bajo la denominación de Catálogo se deben entender cinco clases de documentos distintos y específicos. Catalogus Publicus.86 Agrupa por domicilios a cada uno de los miembros que integraban una comunidad. Existe un lapso temporal (1649-1664) en 79 Rubén VARGAS UGARTE. Historia de la Compañía de Jesús en el Perú. Burgos, 1963-

1965, 4 vols.

80 Francisco ENRICH. Historia de la Compañía de Jesús en Chile. Barcelona, 1891, 2 vols.

81 Guillermo FURLONG. Los jesuitas y la cultura rioplatense. Buenos Aires, 1933.

82 Pablo HERNÁNDEZ. Organización social de las doctrinas guaraníes de la Compañía de

Jesús. Barcelona, 1913, 2 vols.

83 Pablo PASTELLS. Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay (Ar-

gentina, Paraguay, Uruguay, Perú, Bolivia y Brasil), según los documentos originales del Archivo General de Indias. Madrid, 1912-1949, 9 vols. 84 Serafím LEITE. História da Companhia de Jesús no Brasil. Lisboa-Río de Janeiro, 19381950, 10 vols. 85 ARSI. Provincia Novi Regni et Quiti (N. R. et Q.), Legajos, 3, 4 y parte del 5. 86 En ARSI. N. R. et Q., 3, se encuentran los siguientes Catálogos: Año de 1610 (fol. 4-9); no está datado. Año 1616 (fols. 17-24v); no está datado. Año 1623 (fols. 39-46); no está datado. Año 1642 (fols. 47-79v); no está datado. Año 1649 (fols. 80-93); no está datado y ordena a los jesuitas no por domicilio sino por orden alfabético de nombres. Año 1651 (fols. 107-119v). Está datado el 31 de julio (fol. 118v). Año 1655 (fols. 135-145); no está datado. Año 1657 (fols. 157-169 bis); no está datado. Año 1660 (fols. 181-196); no está datado. Año 1664 (fols. 210-224v); no está datado. Año 1668 (fols. 238-254v); está datado el 30 de septiembre (fol. 238) y vuelve a la estructura normal por domicilios. Año 1671 (fols. 275-290); datado el 20 de enero (fol. 275). Año 1678 (fols. 313-340v); datado el 16 de julio (fol. 313). Año 1684 (fol. 346-361v); datado el 15 de julio (fol. 346). Año 1687 (fols. 378-394v); datado el 31 de julio (fol. 378). Y en el Legajo 4 del mismo fondo: Año 1691 (fols. 5-14v); sin datar. Año 1702 (fols. 37-44v); datado el 30 de enero (fol. 37). Año 1711 (fols. 59-108). Se trata de un Catálogo muy complejo en el que cada domicilio data su documento en fechas distintas y además incluye información relativa a los otros tipos de Catálogos. Año 1713 (fols. 112-121v); datado al fin del año 1713 (fol. 112). Año 1715 (fols. 130-139v); datado hacia fin del año 1715 (fol. 130). [Este catálogo ofrece un texto de muy difícil lectura por cuanto su tinta está muy desvaída]. Año 1718 (fols. 156-164v); datado a

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que, ignoramos las causas, abandonan el criterio de catalogar a los jesuitas por domicilios para establecer un orden alfabético de nombres, no de apellidos, como era costumbre en aquel entonces. La estructura informativa es permanente y uniforme: Patria (Lugar de origen). Aetas (Edad. Hasta el catálogo de 1711 sólo indican los años que tenía cada sujeto en el momento de redactar el Catálogo; a partir de 1711 se transcribe la fecha exacta de nacimiento). Vires (Salud). Tempus Societatis (Hasta el Catálogo de 1649 en este apartado se señalaban los años que cada sujeto llevaba de jesuita al redactar el catálogo; a partir de 1649 se incluye la fecha exacta de ingreso). Tempus Studiorum (Recoge los años dedicados al estudio de las Humanidades, Filosofía y Teología). Tempus Ministeriorum (Describe de forma sintética la actividad desarrollada por cada jesuita desde que culminó su formación). Gradus in Litteris (Se refiere y recoge al título de Maestro en Filosofía o Doctor en Teología. Se supone que lo normal era adquirir la Licenciatura en Filosofía en 3 años y la Licenciatura en Teología en 4 años). Gradus in Societate (Informa del día en que pronunció los votos que le incorporaban definitivamente a la Compañía de Jesús). Ciertamente es el más completo e importante de todos los catálogos. Catalogus Secretus.87 Era remitido, de forma codificada, a Roma y generalmente se remitía a los números que antecedían al nombre de cada sujeto del Catálogo Público. No se guardan sino los de los 1700 y su utilización debe ser muy cuidadosa porque los criterios no siempre eran uniformes y fundamentalmente su perspectiva provenía desde el ángulo de la observancia religiosa. Su estructura era la siguiente: Ingenium (Dotes intelectuales). Iudicium (Criterios para formular juicios). Prudentia (Forma de actuar en la vida). Experientia Rerum (Experiencia para la vida). Profectus in Litteris (Aprovechamiento intelectual). Naturalis complexio (Carácter psicológico). Talentum (Aptitud para los ministerios de la Orden). Catalogus Brevis Personarum.88 Recoge la información sobre cada jesuita por domicilios y explicita en cada uno cuál era su actividad en el fines de 1718 (fol. 156). Año 1720 (fols. 197-222v); datado el 8 de septiembre (fol. 197). Este Catálogo, al igual que el de 1711, incluye por domicilios los diversos Catálogos que generalmente vienen por separado. Año 1736 (fols. 226-250); no tiene datación. Año 1738 (fols. 262-274); no tiene datación. Año 1753 (fols. 302-314v); datado el 14 de octubre de 1753 (fol. 315). Año 1763 (fols. 349-373); sin datar. 87 El Catálogo de 1711 incluye en cada domicilio esta información (ARSI. N. R. et Q., 4, fols. 59-108). Año 1713 (fols. 123-129v); datado hacia fin del año 1713 (fol. 122). Año 1718 (fols. 165-173v); datado a fines de 1718 (fol. 165). Año 1720 (fols. 197-222v); incluye en cada domicilio esta información. Año 1738 (fols. 275-284v); no tiene datación. 88 Y en el Legajo 4 se encuentran los Catálogos: Año 1691 (fols. 1-2); datado el 31 de julio (fol. 1). Año 1711 (fols. 57-58); datado el 1 de noviembre (fol. 58). En el Catálogo Público

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preciso momento en que se redactaba ese Catálogo. Completa la visión del Catalogus Publicus. Catalogus Brevis Rerum.89 Informa por domicilios cuál era la realidad financiera en el año en que se redacta el catálogo. Nunca habla de personas. Y los Supplementa90 a los Catálogos Públicos que mantienen en general la siguiente estructura informativa: Admitidos (con sus fechas). Votos de de 1711, cada domicilio, incluye su Catálogo Breve Año 1718 (fol. 154-155); datado el 13 de noviembre (fol. 154). Año 1720 (fols. 197-222v); datado el 8 de septiembre (fol. 197) incluye en cada domicilio esta información. Año 1736 (fols. 224-225); no tiene datación. Año 1738 (fol. 290-290v); no tiene datación. Año 1751 (fols. 298-299v); datado el 1 de abril de 1751 (fol. 298). Año 1753 (fols. 300-301v); datado al fin del año 1753 (fol. 300). Año 1756 (fols. 347-348v); datado a fines de 1756 (fol. 347). Año 1763 (fols. 374-375); sin datar. 89 En ARSI. N. R. et Q., 3, se encuentran los Catálogos: Año 1668 (fols. 269-270v); datado en septiembre de 1668 (fol. 269). Año 1671 (fols. 305-308); datado el 20 de enero (fol. 305). Año 1678 (fols. 340-341v); datado el 16 de junio (fol. 340). Año 1687 (fols. 408-410v); datado el 31 de julio (fol. 408). Y en el Legajo 4 se encuentran los Catálogos: Año 1691 (fol. 33-34); datado el 8 de enero de 1692 (fol. 33). Año 1711 (fols. 59-108) cada domicilio incluye su respectiva información. Año 1713-1715 (fol. 143-144v); datado el 2 de febrero de 1716. Año 1720 (fols. 197-222v); datado el 8 de septiembre (fol. 197). Incluye en cada domicilio esta información. Año 1733 (fols. 258-259); datado el 15 de octubre (fol. 259). Año 1738 (fol. 285-286); datado el 28 de octubre. Año 1742 (fol. 294-294v); datado el 1 de enero de 1742 (fol. 294). Año 1753 (fol. 326-327v); datado el 14 de octubre (fol. 326). 90 En ARSI. N. R. et Q., 3 se encuentran los siguientes Supplementa: Año 1661 (fols. 271272v): Supplemento de los Catalogos hechos por el P. Gaspar Vivas Prouincial de el nueuo Reyno y Quito en Santa Fee a 20 de enero de 1671. AÑADIDO aora de nueuo en Quito por el mismo en 15 de Jullio de el mismo año de 1671. A continuación se encuentra el Segundo Supplemento de los Cathalogos hechos por el P. Gaspar Vivas Prouincial de el nueuo Reyno y Quitto en Santafee a 20 de enero de 1671 años. AÑADIDO aora de nueuo en Quitto por el mismo: en 1º de Febrero de 1672 años. (fols. 273-274v). Año 1671-1675 (fols. 309-310); datado el 4 de junio de 1675 (fol. 309). Año 1671-1675 (fol. 311-312); datado el 8 de junio de 1675 (fol. 312). Año 1671-1678 (fol. 342-345); no está datado. Año 1684-1688 (fols. 414-419v); del 1 de marzo de 1684 al 15 de octubre de 1688 (fol. 414). Y en el Legajo 4 se encuentran: Año 1702 (fol. 56); datado el 24 de mayo (fol. 56). Año 1711 (fols. 59-108) cada domicilio incluye su propio suplemento. Año 1710-1711 (fol. 109-109v); del 5 de agosto de 1710 al 1 de noviembre de 1711 (fol. 109). Año 1711 (fols. 109v-110v); datado el 1 de noviembre de 1711 se trata de un catálogo de personas, ordenadas por grados. Año 1711-1713 (fol. 111-111v); del 1 de noviembre de 1711 al 1 de noviembre de 1713 (fol. 111). Año 1713-1715 (fols. 140-140v); del 1 diciembre de 1713 al 26 de diciembre de 1715. Año 1715-1718 (fols. 142-142v) y (fol. 174-175); del 26 de diciembre de 1715 al 1 de septiembre de 1718 (fol. 142). Año 1722-1723 (fols. 193-193v); del 15 de agosto de 1722 al 15 de junio de 1723 (fol. 193). Año 1720 (fols. 197-222v); datado el 8 de septiembre (fol. 197). Incluye en cada domicilio esta información. Año 1733-1736 (fols. 251-252); del 11 de julio de 1733 al 6 de marzo de 1736 (fol. 251). Año 1729-1730 (fol. 253-253v); del 1 de junio de 1729 al 26 de junio de 1730 (fol. 253). Año 1730-1732 (fol. 254-255); del 26 de junio de 1730 al 20 de abril de 1732 (fol. 254). Año 1732-1733 (fol. 256-257); del 20 de abril de 1732 al 11 de julio de 1733 (fol. 256). Año 1733-1734 (fol. 260); del 12 de octubre de 1733 al 15 de enero de 1734 (fol. 260). Año 1733-1735 (fol. 261). Año 1736-1737 (fols. 287-288v); del 6 de marzo de 1736 al 2 de junio de 1737 (fol. 287). Año 1737-1738 (fol. 289-289v); del 2 de junio de 1737 al 11 de octubre de 1738 (fol. 289). Año 1738-1742 (fol. 292-293); del 11 de octubre de 1738 al

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Bienio (Los que pronunciaban sus votos después de dos años de Noviciado). Ordenación Sacerdotal (Día en que fue ordenado sacerdote y a veces el nombre del Obispo). Profesos. Coadjutores Formados. Expulsados. Los que dejan la Compañía de Jesús. Difuntos (Generalmente aportan el día, mes, año y lugar de defunción). Por otra parte, la Pragmática-Sanción del Rey Carlos III que expatrió de sus dominios a todos los miembros de la Compañía de Jesús en 1767 conllevó la elaboración de prolijos inventarios, algunos de los cuales coadyuvan hoy de forma definitiva a describir la biografía americana de los expulsos. Llamamos la atención sobre dos fuentes importantes. La primera recoge la declaración jurada levantada en el Puerto de Santa María (1767-1768) por los oficiales reales de cada uno de los jesuitas desterrados, conforme iban arribando a la Península.91 La segunda responde al control que los agentes del Rey de España tenían de los expulsos en los Estados Pontificios; uno de ellos fue lo que se ha denominado Catálogo de Archimbaud92 que informa, por domicilios, cuál era la situación de cada exjesuita de la Provincia del Nuevo Reino en 1774. En relación a las fechas de defunción de los jesuitas coloniales, además de las indicadas anteriormente en los Supplementa de los Catálogos, conviene que el investigador conozca algunas fuentes oficiales y oficiosas que ayudan en gran manera a datar el día y el lugar de defunción. En el Archivo Romano de la Compañía de Jesús existe un fondo que recoge por orden cronológico todos los decesos de los miembros de la Orden dispersos por todo el mundo. Tal información la procesaban en la ciudad eterna de acuerdo con la documentación remitida por los Provinciales de cada Provincia. El fondo se denomina: Historia Societatis.93 En el contexto 1 de enero de 1742 (fol. 292). Año 1742-1743 (fol. 296-296v); del 1 de enero de 1742 al 1 de enero de 1743 (fol. 296). Año 1749-1751 (fol. 328-328v); del 1 de octubre de 1749 al 1 de abril de 1751 (fol. 328). Año 1751-1753 (fol. 329-330); del 1 de abril de 1751 a octubre de 1753 (fol. 329). Año 1753-1754 (fol. 331-331v); del 15 de octubre de 1753 a julio de 1754 (fol. 331). Año 1754-1755 (fol. 332-332v); del 25 de julio de 1754 al 15 de junio de 1755 (fol. 332). Año 1755-1756 (fol. 333-333v); del 11 de julio de 1755 al 30 de junio de 1756 (fol. 333). Año 1756 (fol. 345); del 30 de junio al 31 de diciembre de 1756 (fol. 345). Año 1756-1757 (fol. 346); del 31 de diciembre de 1756 al 30 de junio de 1757 (fol. 346). Año 1762-1763 (fol. 376-377); del 8 de mayo de 1762 al 30 de noviembre de 1763 (fol. 376). 91 La Provincia del Nuevo Reino se encuentra en: AHN. Jesuitas, 827/2. 92 Existen varios manuscritos de este documento, pero en nuestra investigación hemos utilizado el que reposa en el Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu de Roma. Armadio, F-10. El Ms. romano tiene añadiduras posteriores que generalmente indican la fecha de defunción del ex-jesuita. 93 ARSI. Historia Societatis. La documentación guarda un orden cronológico, pero el lector debe saber que existen Suplementos especiales dentro del fondo. Para el investigador moderno existe una invalorable ayuda en los tomos publicados por el P. Josephus FEJER. Defuncti secundi saeculi Societatis Iesu 1641-1740. Romae, I (1985) A-C; II (1986) D-H; III (1988) I-M; IV (1989) N-R; V (1990) S-Z. A ellos hay que añadir: Defuncti primi sae-

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neogranadino son de gran utilidad los libros que se llevaban tanto en la Sacristía de la Iglesia de Santafé,94 residencia del Provincial, y en la Sacristía del Noviciado de Tunja.95 Como fuentes impresas necesarias para cualquier indagación biográfica o bibliográfica es recomendable servirse de las dos bibliotecas jesuíticas tradicionales: Sommervogel96 y Uriarte-Lecina97. Dentro de la Provincia del Nuevo Reino de Granada se pueden consultar tanto nuestra Bio-bibliografía de los Jesuitas en la Venezuela colonial98 así como la obra similar para los jesuitas que laboraron en Santo Domingo –hoy República Dominicana– del P. José Luis Sáez.99 Para el lector que desee adentrarse en el estudio de la producción escrita por los hombres de Loyola en la Colombia colonial recomendamos nuestro libro Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos.100 Otro capítulo obligado es el estudio del centro universitario donde se formaron los educadores jesuitas que prestaron sus servicios en las diversas instituciones educativas neogranadinas durante el período hispánico. Los que estudiaron en el Nuevo Reino recibieron su educación en la Universidad Javeriana y su historia se puede seguir en la obra del P. Juan Manuel Pacheco, Los jesuitas en Colombia.101

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culi Societatis Jesu 1540-1640. Romae, 1982. Pars prima: Assistentia Italiae et Germaniae (cum Gallia usque ad 1607). Pars secunda: Assistentia Hispaniae, Lusitaniae et ab anno 1608 Galliae. Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Sancta Fe, hecho por orden del muy Reverendo Padre Pedro Calderón Provincial della en esta Provincia del Nuevo Reyno. Año de 1701. Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Iglesia y sacristía de este colegio de Tunja desde el dia 8 de enero de el año 1717. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus. Paris, 1890-1932, 13 vols. José Eug. de URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España, desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, 1925-1930, 2 vols. También hay que mencionar el Archivo inédito Uriarte-Lecina, fundamento de la obra antecedente, que reposa en la Universidad de Comillas. Madrid. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los Jesuitas en la Venezuela colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá, 1995. José Luis SAEZ. “Los jesuitas en el Caribe Insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 16 (1997) 5-155. José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2006. Juan Manuel PACHECO. Los Jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 507-540; II (1962) 249-273; III (1989) 409-415; 424-455. José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA, 2002.

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4. Los alumnos Es llamativo el silencio que observamos tanto en las fuentes locales manuscritas como en las impresas con relación a todo lo que signifique información sobre los alumnos que estudiaron en el colegio de Mompox. Lo cierto es que la Ratio Studiorum es taxativa en exigir los siguientes libros. El Libro de Admitidos102 en el que se debía asentar: el nombre del alumno; apellido; lugar de origen; edad; nombres de los padres o de los que cuidan del joven; día y año de admisión; el Libro de Notas,103 instrumento esencial tanto para el colegio como para los examinadores. Finalmente, el Catálogo de Alumnos104 que el profesor debía entregar al Prefecto al inicio de cada período escolar. Adicionalmente se prescribían los libros respectivos a dos instituciones muy propias de la Compañía de Jesús: los de la Academia105 y las Congregaciones.106 Hasta el momento no podemos certificar la existencia de tales instrumentos de administración escolar. Con todo, debemos dejar constancia de los manuscritos que conocemos, aunque ellos se refieran al Colegio Mayor de San Bartolomé y a la Universidad Javeriana. En efecto, el Libro para assentar todos los colegiales, que ay, y van entrando en este real colegio Mr. y Seminario de San Bartolomé. Corre desde el primero de enero de 1702107 creemos que responde al Libro de Admitidos indicado por la Ratio. En el propio archivo de San Bartolomé existe un fondo sugerente y poco explorado como es el de los Expedientes de sangre. 108 También debemos incluir aquí el interesante y decisivo Libro de la Universidad y Academia,109 que en su medida respondería a uno de los Libros de Notas.

102 Ratio Studiorum [=RS]. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”. Regla 11. 103 Ratio Studiorum.. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”. Regla 20.

104 Ratio Studiorum.. “Reglas Comunes de los Profesores de las clases inferiores”. Regla 38.

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Este libro debía estar organizado por orden alfabético y ser revisado a lo largo del año. Además, debía distinguir la cualificación de los alumnos: buenos, medianos, dudosos, etc. Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 34. Además: “Reglas de la Academia”. Regla 10. Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 23. Archivo del Colegio de San Bartolomé. Bogotá. William JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1996. Archivo del Colegio de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fundada en el Colegio de la sagrada Religión del dulce nombre de Iesús desta ciudad de Sanctafé; en que se escriven y asientan los exámenes que se hacen a los estudiantes en ella y sus aprovaciones y grados que dan en las sciencias y facultades de Artes y Sagrada Theología, en conformidad de las Bulas y breves Apostólicos y Cédulas Reales concedidas a la dicha

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Por otra parte tenemos que confesar que no hemos hallado rastro de esta información en los inventarios de la expulsión de 1767, hecho que en sí no es definitivo aunque sospechamos que ese tipo de documentación tuvo que llamar la atención de los ejecutores Pragmática-Sanción de Carlos III. Otra fuente imprescindible para la historia de la educación en la provincia neogranadina la constituyen las Cartas escritas por los Generales de la Orden a los Provinciales110 de esta circunscripción; en ellas se trasluce la visión que tenían en Roma de nuestras obras educativas y las recomendaciones y críticas que la conducta de los jesuitas generaba. 5. La documentación fundacional Este tema, por su propia esencia, constituye una de las principales preocupaciones del investigador a la hora de hacer historia local y establecer la génesis del plantel educacional. En definitiva la tramitación dependía en lo civil del Consejo de Indias y en lo eclesiástico del P. General de la Compañía de Jesús. Se trata en la mayoría de los casos de dos acciones paralelas. En el Archivo Romano de la Compañía de Jesús existen dos legajos para los aspectos fundacionales de los colegios del Nuevo Reino.111 Esta información se complementa con las solicitudes de las Congregaciones Provinciales,112 especie de senado de notables que se debía reunir cada 6 años, con las cartas de los Provinciales y por las respuestas que daba el General de la Orden en ambos casos. Para lo civil hay que manifestar que con el correr de los tiempos el Consejo de Indias fue multiplicando las exigencias para tales fundaciones y requería la anuencia de los estamentos más significativos de la ciudad que solicitaba la fundación, así como el parecer favorable del GoReligión y sus Colegios. Siendo Secretario della Alonso Rodríguez Vernal, por título de los superiores de la dicha Religión, el qual mandó hacer e hizo este libro. 110 El bloque más significativo reposa en el Legajo 132 del Archivo de la Provincia de Toledo. También son útiles los extractos de las cartas conservadas en ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Al momento de redactar estas líneas debemos manifestar que el Archivo de la Provincia de Toledo, sito en Alcalá de Henares, dispone de una nueva catalogación. 111 ARSI. N. R. et Q., 17 y 18. Historia fundationum collegiorum. 112 ARSI. Congregationes Provinciales. Las del Nuevo Reino son las siguientes. 1610 (t. 53, fol. 140 y ss). 1615 (t. 55, fol. 222 y ss). 1621 (t. 56, fol. 254 y ss). 1627 (t. 61, fol. 218 y ss). 1630 (PACHECO. Ob. cit., I, 434-436). 1636 (t. 64, fol. 260 y ss). 1642 (t. 71, fol. 186 y ss). 1651 (PACHECO. Ob. cit., I, 477-478). 1657 (t. 74, fol. 132 y ss). 1668 (t. 77, fol. 267 y ss). 1678 (t. 80, fol. 106 y ss). 1685 (JOUANEN. Ob. cit., I, 271-275). 1695 (PACHECO. Ob. cit., II, 216-219). 1711 (t. 87, fol. 286 y ss). 1720 (t. 88, fol. 322 y ss). 1729 (ANB. Notaría.-3, t. 160, fol. 1). 1738 (AGI. Santafé, 406). 1750 (t. 90, fol. 162 y ss). 1757 (t. 92, fol. 115 y ss). 1763 (t. 92, fol. 106 y ss).

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bernador y del Obispo. Su lugar apropiado es el Archivo General de Indias de Sevilla y su localización es bastante difícil por lo disperso del material. También son imprescindibles las consultas al Archivo Histórico Nacional de Madrid, el Archivo Nacional de Colombia, la Biblioteca Nacional de Chile y en menor escala los Archivos locales de las ciudades donde funcionaron los colegios. Hasta el momento desconocemos la posible información jesuítica en los archivos momposinos. 6. La vida cotidiana Otra área también inexplorada en la historia de la pedagogía jesuítica la representa el estudio de la cotidianidad en las instituciones educativas neogranadinas. Ciertamente existen modelos metodológicos concretos sobre la vida de ciertos planteles jesuíticos que podrán iluminar desde ángulos muy diversos al futuro historiador de las instituciones educativas neogranadinas; en tal sentido nos referimos: al Colegio Romano,113 al Imperial de Madrid114 o al de San Bartolomé de Bogotá.115Sin embargo, la Ratio Studiorum ofrece informaciones sobre el currículum, los textos fundamentales que debían utilizarse, los actos literarios y la metodología que debía observarse en la enseñanza de las humanidades.116 Hay dos instituciones que gozaron del apoyo irrestricto de la Compañía de Jesús: las Academias y las Congregaciones. La Ratio define la Academia como “un grupo de estudiosos, escogido entre todos los escolares, que se reúnen bajo algún Prefecto de los Nuestros, con objeto de realizar especiales ejercicios relativos a los estudios”.117 Era un estímulo a la excelencia ya que sus integrantes debían aventajar a los demás en virtud, diligencia en los estudios, en el cumplimiento de las leyes del aula y en el ejemplo.118 Hasta el momento no hemos podido encontrar

113 Ricardo GARCÍA VILLOSLADA. Storia del Collegio Romano dal suo inizio (1551) alla

soppressione della Compagnia di Gesù (1773). Roma, 1954.

114 José SIMÓN DÍAZ. Historia del Colegio Imperial. Madrid, Consejo Superior de In-

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vestigaciones Científicas, 1952 y 1959. Segunda edición: Madrid, Instituto de Estudios Madrileños, 1992. Daniel RESTREPO, Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé. I. El Colegio a través de nuestra historia. Por el P. Daniel Restrepo S.J. II. Galería de hijos insignes del Colegio. Por Guillermo y Alfonso Hernández de Alba. Bogotá, 1928. No pormenorizamos aquí las fuentes ya que serán desarrolladas ampliamente en su lugar oportuno. Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 1. Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 3.

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referencia alguna sobre tan decisivo método para la educación jesuítica.119 De las Congregaciones hablaremos más adelante. La publicación que hemos venido realizando de los Inventarios tanto de los archivos como del contenido de las bibliotecas de los colegios jesuíticos venezolanos (adscritos a la jurisdicción de la Compañía de Jesús neogranadina)120 abre espacios nuevos para el estudio de la mentalidad y aspiraciones de los Profesores jesuitas y las preocupaciones culturales de la ciudad en que residían.121 En lo que respecta a la historia local y a la vida íntima de cualquier colegio existe una fuente inapreciable que es el denominado Libro de Consultas, obra que recoge la síntesis de la reunión que debía convocar el Rector de cada colegio, mensualmente, con sus cuatro consultores para conocer el estado y la marcha de la institución. El Libro de Consultas del Colegio San Francisco Javier de Mérida122 se erige en una privilegiada guía para la tarea que pretendemos de reconstruir la vida diaria de un plantel colonial. El P. Leonardo Deubler escribió para el colegio de Popayán el Becerro,123 especie de historia doméstica que sirve en gran manera para rehacer la cotidianidad de tan importante centro jesuítico. También puede ser de interés el libro Usos y costumbres de esta Provincia del Nuebo Reino de Granada. Dispuesto por el Padre Provincial Manuel de [Arceo] y añadidos por el Padre Rodrigo de Figueroa en treinta y tres capitulos sobre distribuciones de la Yglesia, fiestas, entierros, govierno de refictorio y otros caseros.124 Una versión de este documento lo publicó el P. José Jouanén en 1941.125 119 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los Gramáticos”.

120 José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los Jesuitas de Venezuela (1767-1768). San

Cristóbal (1990) 73-363.

121 Aunque la investigación sobre los archivos y bibliotecas de los colegios neogranadinos

122 123

124

125

está todavía por llevarse a cabo (con contadas excepciones), nos permitimos hacer alusion al libro de Araceli GUGLIERI NAVARRO. Documentos de la Compañía de Jesús en el Archivo Histórico Nacional. Madrid, Editorial Razón y Fe, 1967. AUCAB. Libro de Consultas. Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús. Becerro o Sumario de la fundación, principios, progresos y otros acaecimientos del Colegio de Popayán, de que consta por su Archivo. Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús. Usos y costumbres de esta Provincia Nuevo Reyno de Granada y especialmente de este colegio de Santafé dispuestos por el P. Provincial Manuel Arzeo, confirmados y añadidos por el Padre Rodrigo Figueroa, y aora nuebamente arreglados a lo que dexó ordenado el Padre Francisco Sierra, Visitador de esta Provincia. En el Archivo de la Provincia de Toledo (APT), Legajo 315, reposan los Usos y costumbres de la Provincia del Nuevo Reyno de 1635 a 1702. Y en el mismo Archivo, en el Fondo Astráin, leg., 18: Ordenes antiguas que por orden del Padre Lorenzo Ricci no están en uso y deben guardarse en el Archivo. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito 1570-1774. Quito, I (1941) 594-619.

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Mucho se ha escrito en el mundo occidental sobre el teatro jesuítico,126 pero en el ámbito del Nuevo Reino se puede afirmar que hasta el presente no se conoce ninguna investigación sobre el tema a pesar de ser éste un aspecto tan importante de la cultura generada por los seguidores de Ignacio de Loyola. 7. La Economía Las haciendas jesuíticas adquirieron una dimensión específica durante el período colonial ya que se convirtieron en el verdadero soporte económico para mantener los objetivos que debían cumplir los colegios: educativos, sociales, culturales y religiosos. Una guía de la realidad financiera que vivía en el momento de la información cada colegio la diseñan los Catalogus Rerum de los que hablamos al desarrollar la información sobre los Catálogos. También los Inventarios llevados a cabo con motivo de la expulsión de los jesuitas de América significan un decisivo aporte para reconstruir la realidad de cada domicilio ya que tal documentación fue buscada con ansiedad por directrices expresas de Madrid. En varios Archivos reposan los fondos relativos a los bienes jesuíticos: hacemos especial mención tanto del Archivo Histórico Nacional de Madrid así como la Biblioteca Nacional de Chile. Para la Provincia del Nuevo Reino se ha logrado elaborar un método para estudiar las haciendas que sirvieron de base para el mantenimiento de los respectivos colegios. Nos referimos al libro-modelo de Edda Samudio. Las haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767.127 La autora ha seguido la biografía del plantel jesuítico a través de todas las acciones de compra y venta y contratos suscritos desde 1628 por las autoridades competentes del colegio. Hay que señalar

126 La Revista Archivum Historicum Societatis Iesu se edita de forma semestral en Roma en

el Instituto Histórico de la Compañía de Jesús. En el fascículo que corresponde al segundo semestre del año aparece siempre un capítulo o apartado intitulado “Bibliographie sur l’histoire de la Compagnie de Jésus” y recoge una riquísima información sobre los producido por los jesuitas -o sobre los jesuitas- en todo el mundo. Su estructura fundamental es la siguiente: I. Sobre toda la Compañía de Jesús. A. Historia General. B. Historia Especial, que abarca los siguientes acápites: 1. San Ignacio de Loyola. 2. Instituto de la Compañía de Jesús. 3. Ejercicios Espirituales. 4. Espiritualidad. 5. Actividades pastorales. 6. Actividades culturales. 7. Escritos polémicos. II. Por países. A. Europa. B. América. C. Asia. D. Africa. III. Las personas. 1. Diccionarios. 2. Las personas por orden alfabético. 3. Lista complementaria de personas. 4. Indice de autores. Desde hace muchos años esta sección está a cargo del investigador húngaro László Polgár S. J. Un ejemplo concreto, entre muchos, lo ofrece el artículo de L. J. OLDANI y M. J. BREDECK. “Jesuit theater in Italy: A bibliography”. En: Archivum Historicum Societatis Jesu. Roma, LXVI (1997) 185-235. 127 Edda SAMUDIO. Las haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. Mérida, 1985.

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que Edda Samudio va mucho más allá en su investigación que los especialistas que le han precedido en este tema jesuítico de las haciendas coloniales americanas como Chevalier,128 Macera,129 o Colmenares.130 En efecto, la exhaustiva documentación recopilada por Edda Samudio le ha llevado a describir los antecedentes, origen y expansión de las propiedades del colegio; sus características organizativas, la productividad, etc. dentro del contexto final que era la consecución de los objetivos integrales del centro educativo. Finalmente, el completo apéndice documental facilita al investigador la consulta de los documentos y habla del rigor académico tanto de la trascripción como del rastreo a que ha sometido el tema la autora no sólo en los archivos merideños sino en los ya tradicionales como el Archivo Nacional de Colombia, el General de Indias, o el Romano de la Compañía de Jesús. Para el resto de los colegios del Nuevo Reino existen estudios generales que facilitarán el acceso a la investigación concreta que se realice sobre cada una de las ciudades en que los jesuitas llevaron a cabo su acción educativa. En primer lugar es necesario recurrir a la obra del P. Juan Manuel Pacheco, Los jesuitas en Colombia, porque recoge cuidadosamente la formación del capital en cada colegio que se fundaba así como el desarrollo financiero hasta su consolidación. Asimismo existe en Colombia una serie de estudios sobre las haciendas jesuíticas pero en general se circunscriben a las de las Misiones de la Orinoquia. Según el historiador José Eduardo Rueda Enciso “Salvo algunos trabajos aislados como el de la historiadora Zamira Díaz sobre Las haciendas ignacianas en la antigua Gobernación del Cauca, y el trabajo, muy general, aunque lleno de datos, de Hermes Tovar Grandes Empresas Agrícolas y Ganaderas (1980) no existen trabajos regionales que profundicen e ilustren la actividad no sólo económica, sino social, cultural y evangelizadora de los jesuitas”.131 Podemos citar los trabajos, entre

128 François CHEVALIER. Instrucciones a los Hermanos Jesuitas Administradores de Ha-

ciendas. México, 1950.

129 Pablo MACERA. Instrucciones para el manejo de las Haciendas Jesuíticas del Perú.

Lima, 1966.

130 Germán COLMENARES. Las haciendas de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada.

Bogotá, 1969.

131 José Eduardo RUEDA ENCISO. “El complejo económico administrativo de las antiguas

haciendas jesuíticas del Casanare”. Boletín Cultural y Bibliográfico. Banco de la República, Bogotá, Biblioteca Luis Ángel Arango. Volumen XXVI, nº. 20. (1989) 1.

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otros, de José Eduardo Rueda Enciso132 y Héctor Publio Pérez Ángel.133 Sin embargo, hay que destacar la obra realizada por Germán Colmenares134 con respecto a sus estudios sobre el sistema económico implantado por los jesuitas en sus haciendas neogranadinas y quiteñas. 8. La formación integral El humanismo integral contempla cinco elementos tradicionales que deben desarrollarse de forma armónica y jerarquizada. Ellos son: el físico, el social, el intelectual, el estético y el espiritual. Como entre ellos debe existir interrelación, todos colaboran para conseguir el fin último: el hombre integral. En realidad la Ratio Studiorum significó un camino para llegar a esos altos objetivos. Y aunque las personas, la geografía y la idiosincrasia fueran distintas, las metas trazadas eran comunes. Para la función integradora de la enseñanza nos remitimos al estudio de Miguel Bertrán Quera135 en el que el investigador podrá verificar la fidelidad al espíritu y a las fuentes jesuíticas y también su interpretación. Un gran influjo desarrolló como escritor ascético durante la segunda mitad del XVII y primera del XVIII el P. Pedro de Mercado, jesuita criollo que nunca pisó Europa y cuyos escritos interpretan la forma de concebir la vida y de realizarse según la espiritualidad de la Compañía de Jesús136. El estudio de su prolífica obra es imprescindible para poder comprender

132 José Eduardo RUEDA ENCISO. “Cravo: La Antigua Hacienda Jesuítica”. En: Revista

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Lámpara. Bogotá, nº. 105, Vol. XXV (1987) 7-15. Del mismo: “El desarrollo geo-político de la Compañía de Jesús en los Llanos Orientales de Colombia”. En: Los Llanos: una historia sin fronteras. Simposio de Historia sobre los Llanos colombo-venezolanos. (Octubre, 1988) 184-196. También: “Un complejo económico-administrativo de las Antiguas Haciendas Jesuitas del Casanare”. En: Boletín Cultural y Bibliográfico. Banco de la República, Bogotá, Biblioteca Luis Ángel Arango, Vol. XXVI, nº. 20 (1989) 3-16. Héctor Publio PÉREZ. “El papel de las misiones religiosas en la conformación de las ciudades coloniales de Los Llanos”. En: Javier GUERRERO (Compilador). Regiones, ciudades, empresarios y trabajadores en la Historia de Colombia. IX Congreso de Historia de Colombia. Tunja, Mayo de 1995. pp. 23-40. Del mismo: La Hacienda Caribabare. Estructura y Relaciones de Mercado. Tunja, 1997. Germán COLMENARES: Las Haciendas de Los Jesuitas en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 1969. Del mismo autor. “Los Jesuitas. Modelo de empresarios coloniales”. En: Boletín Cultural y Bibliográfico. Banco de la República, Bogotá, Biblioteca Luis Ángel Arango, Vol. XXI, Nº. 2, (1984) 42-55. Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo. San Cristóbal, nº. 2-3 (1984) 1-283. Para las obras: José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. Caracas (1974) 352-361. Véase también: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 297-316.

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la mentalidad colonial y la búsqueda de fórmulas propias aun dentro del espíritu cosmopolita que practicaba la Orden de Ignacio de Loyola. Asimismo, merece especial mención un escrito que publicamos por vez primera en 1979 y el cual recoge los métodos de urbanidad que se impartían en las aulas jesuíticas neogranadinas. Nos referimos a Lo mejor de la vida, religión, doctrina y sangre recogido en un noble joven colegial de el Real, Mayor y Seminario Colegio de San Bartholomé.137 A nuestro modo de ver este manuscrito debe ser atribuido a la pluma del P. Ignacio Julián.138 También el historiador de la pedagogía jesuítica debe hacer especial hincapié en el papel desarrollado por las Congregaciones en la vida institucional de los centros educativos en Tierra Firme. Para conocer la vida interna de una Congregación neogranadina disponemos de dos puntos cronológicos de referencia. El primero se centra en la obra ascética del P. Pedro de Mercado139 que cubre la segunda mitad del siglo XVII; el segundo, casi inmediato a la expulsión de los jesuitas en 1767, es la obra Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro publicada en Madrid en 1760.140 9. La visión historiográfica La primera impresión que percibe el estudioso de la biografía escrita por los miembros de la Compañía de Jesús en Mompox es la ausencia de huellas significativas en la historiografía momposina a pesar de haber servido durante 124 años a los hombres y a los ideales de esta rica ciudad del río Magdalena. 137 Biblioteca Nacional de Colombia. Sección de Libros Raros y Curiosos. Mss. 17. Lo mejor

de la vida, Religión, Doctrina y Sangre recogido en un noble joven colegial de el Real, Mayor y Seminario Colegio de San Bartholomé, propuesto en Ynstrucción ChristianoPolitica para el uso de dicho Colegio a quien lo dedica un Estudiante Theologo de la Compañía de Jesús en su segundo año a suplicas de la misma juventud noble. El texto íntegro lo publicamos en La Pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, pp. 325-427. 138 José DEL REY FAJARDO. “Un manual de urbanidad y cortesía para estudiantes de humanidades (1762)”. En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, t. LXII, nº 246 (1979) 389-400. Juan Manuel PACHECO. “Dos curiosos manuscritos coloniales”. En: Boletín de Historia y Antiguedades. Bogotá, vol., 66, nº 727 (1979) 507-519. El argumento que utilizamos para llegar a la paternidad literaria del documento es la exclusión, ya que el único de los estudiantes de teología que en 1763 estaba de pasante en el Colegio-Seminario de San Bartolomé es el P. Ignacio Julián. 139 José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. Caracas (1974) 352-354. 140 Fernando de VERGARA. Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro erigida en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reyno de Granada. Su autor, el P. Fernando de Bergara, Prefecto de dicha Congregación, quien la dedica a María Santísima, con título del Socorro. Con licencia. Madrid. Por Joachin Ibarra, calle de las Urosas. Año 1760. Existe un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Bogotá.

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Varias son las perspectivas en que puede ubicarse el colegio de Mompox dentro de la historiografía jesuítica y en la local. En el marco de la visión de la Compañía de Jesús del siglo XVII, Pedro de Mercado (1620-1701)141 es el primer historiador jesuita que escribe en castellano sobre la Provincia del Nuevo Reino y Quito y sus hombres. Hay que resaltar que la redacción de la obra mercadiana llega hasta 1684, pero su manuscrito permaneció inédito hasta 1957.142 La Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús no es una historia crítica pero sí una crónica rica en informaciones sobre la actividad externa de los jesuitas en esa demarcación geográfica. Un gran aporte lo significan la cantidad de biografías de hombres de virtud y letras que incluyó en su obra como parte de la historia. Además, es fuente obligada de consulta ya que a partir de ella —o de las bases documentales que la sustentan— proyectaron los historiadores que le siguieron sus respectivas realizaciones143. Pero sería el P. José Cassani (1673-1750)144 quien con su Historia de la Provincia del Nuevo Reino145 daría a conocer en el mundo culto hispano y europeo la biografía de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada. Y aunque su Historia ha sido objeto de las más variadas opiniones críticas, debemos confesar que su obra se constituye en la primera visión histórica de los jesuitas en tierras colombianas. Además, su condición de miembro fundador de la Real Academia,146 su polifacética obra escrita,147 su posición al frente de la cátedra de matemáticas en el Colegio Imperial de Madrid y su autoridad científica y literaria148 constituían en ese momento el mejor aval para la publicación que ofrecía el jesuita académico en 1741.

141 Juan Manuel PACHECO. “Mercado, Pedro de (II)”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín

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Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2632. Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1957) 4 vols. Para el colegio de Mompox, véase el Tomo II, 151-175. José DEL REY FAJARDO. Bío-bibliografía…, 131-141. Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reino de Granada en la América. Madrid, 1741. Segunda edición: Caracas, 1967. Constancio EGUIA RUIZ. “El P. José Cassani, cofundador de la Academia española”. En: Boletín de la Academia española. Madrid, XXII (1935) 7-30. José Eug. De URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, II (1930) 143-151. Gabriel BOUSEMART. Carta del Padre Gabriel Bousemart, Rector del Colegio Imperial de Madrid, para los Padres Superiores de la Provincia de Toledo, sobre la religiosa vida, y virtudes del Padre Joseph Cassani, difunto el día doce de noviembre de 1750. [Madrid, 1750].

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El siglo XIX se abre con la obra del escritor boyacense José Joaquín Borda149 cuyo objetivo es ofrecer a los lectores americanos una historia de los jesuitas en Colombia. Concibe su trabajo como circunscrito a la nueva Colombia que nace en 1830 tras la fragmentación del ideal grancolombiano. Es de lamentar que, como hijo del siglo XIX, haya adoptado un criterio metodológico que hoy no es aceptado por la ciencia histórica aunque lo confiesa con toda honestidad. Al hablar de la bibliografía utilizada, añade que sus “citas se han omitido en el testo para hacer más fácil su lectura”150 pero a la vez confiesa que se ha servido de 200 expedientes del Archivo Nacional de Colombia, ha podido utilizar la Biblioteca Pineda rica en bibliografía colombiana y también aduce las obras que el autor considera “principales”.151 El aporte de Borda hay que completarlo con la Historia de don José Manuel Groot en la que la acción jesuítica en tierras neogranadinas adquiere un lugar justo en la historiografía colombiana del siglo XIX.152 Este autor, al igual que Borda, padece de la misma enfermedad crítica aunque de su lectura se descubre de inmediato que sus análisis históricos están fundamentados en un severo estudio de las fuentes documentales, pero no las cita.153 El tema de la expulsión de los jesuitas lo trata con una precisión admirable. El siglo XX ha corrido con mejor suerte y con otros intereses históricos. Dentro de una historia general de los jesuitas en España y sus pro-

149 José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada. Poissy,

1872, 2 vols.

150 José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada, I, XI.

151 José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada, I, XI-XII.

Sobre la historia jesuítica aduce: José Cassani (Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Madrid, 1741). Jacques CRÉTINEAU-JOLY. (Histoire religieuse, politique et littéraire de la Compagnie de Jésus. Paris-Lyon, 1844-1846, 6 vols.). Idem. (Clément XIV et les jésuites. Paris, 1847). José GUMILLA. (El Orinoco ilustrado y defendido. Madrid, 1745). Idem. (Breve Noticia de la Apostolica y exemplar vida del P. Juan Ribero. Madrid, 1739). Antonio JULIÁN. (La Perla de América, Provincia de Santa Marta, reconocida, observada y expuesta en discursos históricos por Don Antonio Julián. Madrid, 1787). Juan RIVERO. “Historia de las misiones de los llanos de Casanare y san Martín (inédita)”. (La primera edición impresa fue: Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, 1883). Manuel RODRÍGUEZ. (El Marañon y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reduccion de naciones, trabajos malogrados de algunos conquistadores y dichosos otros, así temporales como espirituales, en las dilatadas montañas y mayores rios de America. En Madrid, en la Imprenta de Antonio Gonçalvez de Reyes. Año de 1684). Juan VELASCO. (Historia del Reino de Quito en la América Meridional. Quito, 1841-1844). 152 José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada. Escrita sobre documentos auténticos. Bogotá, II (1890) 23-26. 153 José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada. Escrita sobre documentos auténticos. Bogotá, 1889-1893, 5 vols.

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vincias ultramarinas hay que recurrir de forma obligada a la Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España154 del P. Antonio Astráin.155 En los tres últimos tomos de su obra dedica un capítulo en cada uno de ellos a la provincia del Nuevo Reino de Granada.156 Obra crítica y documentada se erige como marco de referencia para cualquier historiador que desee trajinar la vida de la Compañía de Jesús en España y América. Para seguir en el surco de la historiología jesuítica colombiana sería el P. Daniel Restrepo quien esbozaría la historia de los jesuitas en Colombia en 1940 y en general se reduce a sintetizar los aportes de José Manuel Groot, de José Joaquín Borda y del P. Antonio Astráin.157 Un impulso definitivo adquirió la historia de la Provincia del Nuevo Reino de Granada con los aportes del historiador santandereano P. Juan Manuel Pacheco. Su obra Los Jesuitas en Colombia158 abrió nuevas rutas documentales y enriqueció de modo significativo el aporte inicial ofrecido por el P. Antonio Astráin para la Provincia del Nuevo Reino de Granada y por supuesto su anexo colonial como lo fue Venezuela. En la actualidad se erige como la obra obligada de consulta para la historia de la Compañía de Jesús en Colombia. Para poder situar la acción de los jesuitas en la Mompox religiosa podemos hacer referencia en primer lugar al horizonte que traza Juan Manuel Pacheco en su Historia eclesiástica tanto en el tomo II dedicado al siglo XVII159 así como el tomo III consagrado al siglo XVIII.160 Ciertamente que los hijos de Francisco de Asís se insertaron pronto en el pueblo colombiano y a ello responden las investigaciones realizadas por el académico Luis Carlos Mantilla y Los Franciscanos en Colombia. En 1582 se inicia la presencia franciscana en Mompox y por lo tanto es la primera Orden religiosa en sentar su pie en esa región calurosa del río

154 Antonio ASTRÁIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid,

1912-1925, 7 vols.

155 Rafael Mª. SANZ DE DIEGO. “Astráin, Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín

Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, I, 258-259.

156 Antonio ASTRÁIN. Historia de la Compañía de Jesús…, V (1916) 457-478; VI (1920)

633-660; VII (1925) 433-450.

157 Daniel RESTREPO. La Compañía de Jesús en Colombia. Compendio historial y Galería

de ilustres varones. Bogotá, 1940.

158 Juan Manuel PACHECO. Los Jesuitas en Colombia. Bogotá, I: 1567-1654 (1959); II:

1654-1696 (1962); III: 1696-1767 (1989).

159 Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia.

Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII, 1975.

160 Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo III: La Iglesia bajo el regalismo de

los borbones. Siglo XVIII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII, 1986.

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Magdalena. Así pues, es en el siglo XVI cuando se funda el convento de San Antonio de Padua de Mompox.161 En el siglo XVII estudia con detenimiento el Convento de Santa María Magdalena de Tunja162 y en el XVIII se detiene con mayor amplitud en el análisis de su proyección interna y externa.163 Copiosa es la bibliografía elaborada por los seguidores de Agustín de Hipona para algunas regiones de Colombia y a fin de poder manejarse con soltura en ese complejo mundo pensamos que será de gran utilidad la obra colectiva dirigida por Luis Alberto Monroy, quien ha recopilado en cuatro tomos los hechos y las acciones de los agustinos en la Provincia de Nuestra Señora de Gracia en Colombia.164 En 1604 llegaron los agustinos a la ciudad fundada por Pedro de Heredia. Y para la historia de los seguidores de Agustín de Hipona nos remitimos a José Pérez Gómez en sus “Apuntes para la historia de la Provincia agustiniana de Nuestra Señora de Gracia en Colombia”.165 En 1639 se instalaba en Mompox la Orden de Santo Domingo. Las primeras informaciones las suministra la Historia de la Provincia de San Antonino del P. Alonso de Zamora166 para los siglos XVI y XVII. Como historias generales recomendamos La Orden dominicana en Colombia de Enrique Báez Arenales (1881-1954),167 todavía inédita, que consta de 21 volúmenes “riquísima colección de datos y documentos en orden cronológico, pero lastimosamente deficiente por falta de referencia a las fuentes”.168 Digno de consideración es también Andrés Mesanza

161 Luis Carlos MANTILLA. Los franciscanos en Colombia. Tomo I (1550-1600). Bogotá,

Editorial Kelly, I (1984) 251-254.

162 Luis Carlos MANTILLA. Los franciscanos en Colombia. Bogotá, Editorial Kelly, II (1987)

122-126.

163 Luis Carlos MANTILLA. Los franciscanos en Colombia, III/1, 113-133.

164 Padre José PÉREZ GÓMEZ, Agustino y Otros. Provincia agustiniana de Nuestra Señora

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de Gracia en Colombia (Escritos varios). Santafé de Bogotá, 1993. Tomo I (1993). Tomo II (1993). Tomo III (2000), Tomo IV (S/f). José PÉREZ GÓMEZ. “Apuntes para la historia de la Provincia agustiniana de Nuestra Señora de Gracia en Colombia”. En: Padre José PÉREZ GÓMEZ, Agustino y Otros. Provincia agustiniana de Nuestra Señora de Gracia en Colombia (Escritos varios). Santafé de Bogotá, 1993. Tomo I (1993) 149-164. Fray Alonso de ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Prólogo del Dr. Caracciolo Para y notas ilustrativas de Fray Andrés Mesanza. Bogotá, Biblioteca Popular de Cultura Colombiana, 1945, 4 vols. [Edición príncipe en 1701]. Enrique BÁEZ A. La Orden dominicana en Colombia. Mss. 21 volúmenes. El índice puede verse en Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia, 41-42. Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello (1981) 41.

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con La Orden Dominicana en Colombia.169 Heredero de la riqueza del boyacense Enrique Báez fue el P. Alberto Ariza, escritor prolífico a quien se debe la obra Los dominicos en Colombia.170 Finalmente, para el estudioso de la obra científica o literaria de los dominicos que laboraron en Mompox es conveniente la consulta tanto la Bibliografía de Andrés Mesanza171 como la de Alberto Ariza.172 Con respecto a los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios da la impresión de que han pasado a la historiografía colombiana más por su acción sanitaria y humanitaria que por su acción apostólica, verdaderamente encomiable. En 1668 se encargaron del “Hospital San Juan Bautista” que había sido fundado en 1637 y allí permanecieron hasta 1835173. En 1763 el maestro Fray Juan Antonio de Guzmán ratificará que el hospital se fundó el año de 1668 “con 6 camas y hoy tiene 10 más. En él se curan cada año 110 enfermos”.174 Un género literario interesante en el derecho diocesano de la Iglesia colombiana lo constituyen los sínodos y concilios realizados en la época colonial, bien en territorio neogranadino,175 bien en las sedes episcopales foráneas que tenían alguna conexión con los hombres o los hechos ya fuera de la Audiencia, ya del Virreinato.176 En el caso concreto de Mompox, es interesante el Sínodo de Santafé realizado en 1606 con el fin de adaptar para el Nuevo Reino el concilio provincial de Lima llevado a cabo en 1583.177 Y también asume una gran 169 Andrés MESANZA. La Orden Dominica en Colombia. Caracas, 1936.

170 Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis

Bertrán de Colombia, 1992, 2 vols.

171 Andrés MESANZA. Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia. Caracas,

Editorial Sur-Americana, 1929.

172 Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia.

Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1981.

173 Luis ORTEGA LÁZARO. Para la historia de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios

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en Hispanoamérica y Filipinas. V Centenario descubrimiento de América. 1492, 12 de octubre, 1992. Madrid, Secretariado permanente interprovincial. Hermanos de San Juan de Dios (1992) 205. Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 93. Carlos E. MESA. “Concilios y sínodos en el Nuevo Reino de Granada”. En: Missionalia Hispanica. Madrid, 31 (1974) 129-171. Para una visión general resumida: Pedro BORGES (Edit.). Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas (siglos XV-XIX). Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, I (1992) 175-192. Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII, 1975) 46-49. Juan Manuel PACHECO. “Constituciones sinodales del sínodo de 1606, celebrado por don Bartolomé Lobo Guerrero”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 5 (1955) 153-201.

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importancia el Concilio Provincial que se inició en 1625 y al que asistieron los sufragáneos que pudieron hacerse presentes.178 Si del marco religioso pasamos al civil, debemos confesar que la presencia jesuítica en la historiografía colonial de Mompox es pobre; aunque hay que reconocer que Pedro Salzedo del Villar la ubica en sus verdaderas dimensiones históricas.179 También debemos confesar que no hemos podido revisar la hemerografía local que siempre suele abundar en noticias curiosas. Mas, si nos circunscribimos al ámbito de la educación jesuítica colonial, es interesante para el estudioso de la pedagogía de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada la obra en colaboración titulada La pedagogía jesuítica en Venezuela180 pues diseña los horizontes de la paideia ignaciana en tierras neogranadinas. Con todo esta visión histórico conceptual conviene completarla con los aportes que hizo la extinta Revista Paramillo al alma de la cultura jesuítica sobre todo con la publicación de los textos fundamentales de las diversas Ratio Studiorum en castellano y la excelente introducción del psicólogo Miguel Bertrán Quera.181 Pero si de lo general descendemos a lo particular, es conveniente hacer referencia al gran proyecto que vienen desarrollando la Universidad Javeriana con el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas sobre la acción educadora de la Compañía de Jesús en Colombia en su etapa colonial. Por primera vez se asume un plan conjunto con el reto de rehacer la “historia local” neogranadina a través de la red de colegios de humanidades que se fueron fundando a lo largo de los siglos XVII y XVIII en el actual territorio colombiano: Cartagena, Bogotá, Tunja, Pamplona, Honda, Mompox y Antioquia. A ellos hay que añadir las fundaciones de Popayán, Buga y Pasto que jurídicamente pertenecieron a la provincia de Quito de la Compañía de Jesús. En la planificación educativa, los jóvenes jesuitas que abandonaban la Universidad Javeriana para asumir la docencia en los pequeños colegios de las ciudades neogranadinas partían de la capital tras haber 178 Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia.

Siglo XVII, 79-81. José RESTREPO POSADA. “El Sínodo Provincial del señor Arias de Ugarte (1625)”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 14 (1964) 79-130. 179 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox. Cartagena, Tip. Democracia, 1938. 180 José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, 1991, 3 vols 181 Miguel BERTRÁN QUERA. La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum. La fundación de colegios. Orígenes, autores y evolución histórica de la Ratio. Análisis de la educación religiosa, caracterológica e intelectual. San Cristóbal-Caracas, Universidad Católica del Táchira-Universidad Católica Andrés Bello, 1984.

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vivido el espíritu de la enseñanza de las humanidades en la Facultad de Lenguas182 de su Alma Máter y por ello se habían adiestrado no sólo en el conocimiento de los autores clásicos sino también en las técnicas psico-educativas de la docencia. El proyecto contempla dos grandes espacios temáticos en el estudio de cada entidad educativa: el colegio y el templo, es decir: por un lado, la promoción humana, cultual, intelectual y cívica de las juventudes provincianas; y por otro, el cultivo espiritual y moral de la conciencia personal y comunitaria como expresión de una nueva idea de compromiso con el deber ser como personas y como sociedad. En palabras ignacianas: el colegio y la iglesia se erigían como el lugar privilegiado para juntar virtud con letras. En cierto sentido los jesuitas pretendieron generar una especie de “lugarización”, es decir, esa toma de conciencia en que todos los procesos deben revalorizar lo “local”. Aunque el concepto es moderno, invitamos a los historiadores locales a penetrar en esta teoría que, pensamos, los jesuitas lucharon por interpretar a su manera. Si el lugar se circunscribe a una geografía limitada donde perfectamente el hombre puede autorrealizarse, las posibilidades de interpretar o manipular a la lugarización bajo ópticas extremas son cada vez más plausibles. Llega un momento en que el lugar entiende la Weltanschauung como un nacionalismo planetario. El mundo es de todos, pero cada una de las partes de ese todo conservan sus rasgos. Es la localidad global.183 Esta novedosa serie editorial se inició con el colegio de Antioquia184 y ha seguido el de Mompox que presentamos hoy al público así como también el de Tunja.185 Dentro del ámbito de la historia de las ideas pedagógicas durante los tiempos coloniales, la historiografía colombiana, en general, abre sus investigaciones tras la expulsión de los jesuitas en 1767. En cierta manera entendemos esa actitud metodológica como una expresión de las ideas ilustradas;186 con todo, deja en la oscuridad el gran esfuerzo realizado por 182 José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus

profesores. Bogotá, 2004.

183 Véase: James-Otis RODNER. La globalización: Un proceso dinámico. Caracas, Academia

de Ciencias Políticas y Sociales, 2001. Antxón SARASQUETA. Una visión global de la globalización. Pamplona, Editorial EUNSA, 2003. 184 José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ. Los jesuitas en Antioquia 1727-1767. Aportes a la historia de la cultura y el arte. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2008. 185 José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ. Educadores, ascetas y empresarios. Los jesuitas en la Tunja colonial. Bogotá-Tunja. Pontificia Universidad Javeriana-Academia Boyacense de Historia. [De próxima aparición]. 186 Véase: Diana SOTO ARANGO (Edit.). Estudios sobre Historia de la Educación Latinoamericana. De la Colonia a nuestros días. Tunja, 1993.

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las diversas Órdenes religiosas que durante más de dos siglos, a su manera, entregaron a la historia de la educación excelentes aportes. Sin embargo existen esfuerzos por diseñar una visión más holística, como es el caso de Jairo Acevedo187 quien, aunque consagra todo un capítulo a la época colonial,188 con todo, su verdadero estudio lo inicia con la “Primera reforma”.189 También es conveniente hacer referencia a algunos autores que trataron de penetrar en esta interesante temática. Podemos considerar a Luis Antonio Bohórquez Casallas como un preocupado por descubrir esa zona hasta hoy inédita de la pedagogía jesuítica neogranadina. Sin embargo, pensamos que hace historia fundacional y por ende no entra en el ámbito pedagógico; pero tiene la precaución de remitir al lector a esos temas al criterio de un buen conocedor de la paideia de la Compañía de Jesús como es Ramón Ruiz Amado.190 En el caso concreto de Mompox ofrece una buena síntesis de los inicios del colegio jesuítico y parece beber la información de la obra de Pedro Salzedo del Villar. Con todo, debemos llamar la atención sobre una falsa tradición que apellida a la entidad educativa jesuítica como “Colegio de San Carlos” denominación que le fue adjudicada tras la expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús en 1767.191 También merece una mención especial Danilo Nieto Lozano,192 quien dedica todo el capítulo III de su obra193 a la educación en la Colonia, aunque también es verdad que ofrece un panorama de este ramo en la América Latina194. En el caso del Nuevo Reino hay que resaltar que se preocupa por mencionar los principales centros educativos y en el caso específico de Mompox únicamente se refiere al colegio-universidad de San Pedro Apóstol conocido normalmente como el Colegio Pinillos.195 En definitiva, comprendemos que no es fácil realizar estudios globales si no existen las investigaciones sectoriales que faciliten esta encomiable

187 Jairo ACEVEDO. Historia de la educación y la pedagogía. Medellín, 1984. 188 Jairo ACEVEDO. Historia de la educación…, 185-212. 189 Jairo ACEVEDO. Historia de la educación…, 189.

190 Luis Antonio BOHÓRQUEZ CASALLAS. La evolución educativa en Colombia. Bogotá (1956)

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104-128. En la parte cualitativa de la enseñanza jesuítica recurre a Ramón RUIZ AMADO. Historia de la Educación y Pedagogía. Barcelona, Librería Religiosa (1917) 105-107. Luis Antonio BOHÓRQUEZ CASALLAS. La evolución educativa en Colombia, 113. Danilo NIETO LOZANO. La educación en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 1955. Danilo NIETO LOZANO. La educación…, 64-120. Danilo NIETO LOZANO. La educación…, 133-149. Danilo NIETO LOZANO. La educación…, 137-138.

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tarea. Así le sucede a Antonio Cacua Prada en su prolífica producción sobre la historia educativa colombiana.196 En un sentido de justicia y de esperanza se abren nuevos espacios para futuras investigaciones con la Revista de Historia de la Educación en Colombia que edita la Universidad Pedagógica de Tunja bajo la dirección del consagrado catedrático y académico Javier Ocampo López.197 Aunque se han hecho presentes diversas historias de la educación en España y América queremos hacer referencia a dos que establecen un marco conceptual e histórico digno de ser tenido en cuenta en cualquier investigación. La primera es la Historia de la Educación en España y América que dirige Buenaventura Delgado Criado.198 Se trata de una obra colectiva en la que los especialistas toman a su cargo los temas específicos de su ramo. Sin embargo, debemos afirmar que en el caso concreto de la enseñanza de las humanidades en los pequeños colegios provincianos del Nuevo Reino de Granada su contribución es casi nula. La segunda es la publicada en la Biblioteca de Autores Cristianos de Madrid bajo la conducción del prolífico escritor B. Bartolomé Historia de la acción educadora de la Iglesia en España.199 10. La expulsión El 20 de febrero de 1767 el rey Carlos III firmaba en el Pardo el Real Decreto de expulsión de la Compañía de Jesús de todos sus dominios200 y el 2 de abril promulgaba la Pragmática sanción para el extrañamiento de los jesuitas de sus reinos, ocupación de sus temporalidades y prohibición de su restablecimiento.201 Y en 1773 el Papa Benedicto XIV extinguiría la Orden religiosa fundada por Ignacio de Loyola en 1540. En un término de 6 años (1767-1773) el gran edificio que la Compañía de Jesús había levantado en todo el mundo se convertiría en ruinas. Ese 196 Antonio CACUA PRADA. Historia de la Educación en Colombia. Santafé de Bogotá,

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1997. El capítulo III lo intitula “Colegios y universidades coloniales” pero en su contenido no hace referencia a los colegios. Revista de Historia de la Educación en Colombia. Es una publicación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Tunja. Bajo la dirección de Javier Ocampo López. El número 1º data de 1998 y el nº. 5 de 2002. Buenaventura DELGADO CRIADO (coord..). Historia de la Educación en España y América. Vol., II: La Educación en la España moderna (siglos XVI-XVIII). Madrid, Fundación Santa María, 1993. B. BARTOLOME et alii. Historia de la acción educadora de la Iglesia en España. Madrid, 1995. AGI. Caracas, 210. Texto íntegro, fols. 1r-3v. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 103-109.

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breve espacio de tiempo bastaría para trazar una línea divisoria entre dos fronteras que interpretan dos mundos distintos para los hombres de la Compañía de Jesús que habían nacido o laborado en la América hispana: atrás quedaba el gran proyecto americano del que habían sido protagonistas; y por delante, llama a reflexión la producción literaria y científica que desarrollaron los expulsos en tierras italianas y esos escritos representan la eclosión de un alud que hubiera florecido en América en el contexto de un verdadero proyecto de la nueva América. Estas premisas sugieren tres áreas de investigación distintas. La primera, que designamos como “literatura de expatriación”, abarca toda la problemática de las causas que motivaron la decisión real de privar de la nacionalidad a los seguidores de Ignacio de Loyola y de excluirlos de los territorios del imperio hispano. Como es natural, su temática desborda los límites fijados para el presente trabajo.202 Sin embargo, ha sido el profesor de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Ferrer Benimeli quien, en varias entregas en la fenecida Revista Paramillo, ha tratado de desentrañar las causas de la expulsión a través de la correspondencia secreta entre el embajador de Francia en Madrid y el Ministro de Relaciones Exteriores francés en los años cruciales de la crisis (1766-1770).203 La segunda, que podríamos denominar como “literatura de la expulsión”, se circunscribe a los inventarios levantados in situ en el momento de poner en práctica la decisión cesárea en 1767 y a la documentación anexa. Este acervo constituye hasta el momento la fuente más rica de esta trilogía temática.204 202 Isidoro PINEDO. J. BAPTISTA. Miguel BATLLORI. “Expulsión de la Compañía de

Jesús de España y de sus dominios y exilio en Italia (1767-1814)”. Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1347-1364. 203 José Antonio FERRER BENIMELI. “Carlos III y la extinción de los Jesuitas”. En: Paramillo. San Cristóbal, 9-10 (1990) 417-436. José Antonio FERRER BENIMELI. “Córcega y los jesuitas españoles expulsos 1767-1768. Correspondencia diplomática”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 5-196. José Antonio FERRER BENIMELI. “La expulsión y extinción de los jesuitas según la correspondencia diplomática francesa 1770-1773”. En Paramillo. San Cristóbal, 17 (1998) 5-386. En los últimos años un grupo de investigadores de la Universidad de Alicante (España) están adelantando interesantes y vitales estudios sobre el tema. 204 Teófanes EGIDO-Isidoro PINEDO. Las causas ‘gravísimas’ y secretas de la expulsión de los jesuitas por Carlos III. Madrid, 1994. Manfred TIETZ (Edit.). Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII. Madrid, Iberoamericana; Frankfurt am Main, Vervuert, 2001. Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ (Edit.). Expulsión y exilio de los jesuitas españoles. Alicante, 1997. Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ (Ed.). Y en el tercero perecerán. Gloria, caída y exilio de los jesuitas españoles en el s. XVIII. Salamanca, Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2002. También son de gran interés los aportes de Inmaculada Fernández: Manuel

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Lamentablemente los expedientes originales relativos al colegio de Mompox levantados en 1767 nos son desconocidos, pero se puede seguir su proceso gracias a los resúmenes posteriores sobre todo por los redactados entre 1770 y 1772. El día 15 de julio de 1767 se les notificaba a los jesuitas residentes en Mompox la orden de “expatriación” y por consiguiente la incautación de todos sus bienes.205 Nos consta que el volumen final de los primeros inventarios arrojaron “quince legajos”.206 Sin embargo, las autoridades posteriores dejarán constancia de que el Comisionado se olvidó “del reconocimiento que se debió hacer de los libros impresos y manuscritos en el modo que previenen las Colecciones”.207 Y también harán relación a la falta de la debida separación de los libros morales y teológicos y otros escritos en los que se esperaba encontrar razones para justificar lo que sin más la Pragmática Sanción había sancionado.208 Sin embargo, para el 8 de abril de 1771 encontramos el testimonio de los siguientes documentos: “… tres cuadernos, el Índice alfabético de los libros y manuscritos, con el inventario alfabético de los papeles y fundación de aquel Colegio y sus Congregaciones…”.209 Con todo, estas deficiencias se subsanan en parte con la documentación, también oficial, que se fue codificando con posterioridad. El 26 de agosto de ese mismo año de 1767 se redactaron “tres extractos formales” que por defecto de escribano fueron transcritos ante testigos.210 Estas explicaciones dan luz al lector para comprender la falta de los inventarios correspondientes al archivo del colegio y a la selección de los manuscritos “peligrosos” que tan importantes hubieran sido para reconstruir mejor la historia del colegio jesuítico de Mompox.

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LUENGO. Memorias de un exilio. Diario de la expulsión de los jesuitas de los dominios del Rey de España (1767-1768). Estudio introductorio y notas de Inmaculada Fernández Arrillaga. Alicante, Universidad de Alicante, 2001. Manuel LUENGO. El retorno de un jesuita desterrado. Viaje del P. Luengo desde Bolonia a Nava del Rey. Ayuntamiento de Nava del Rey (Valladolid), 2004. Inmaculada FERNÁNDEZ ARRILLAGA. El destierro de los jesuitas castellanos (1767-1815). Salamanca, Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 2004. ANB. Temporalidades, 16, fol. 336. ANB. Temporalidades, 3, fol. 363: “… teniendo evacuados la inspección y arreglos con separación de clases y tiempos de todos los papeles pertenecientes a este Colegio en quince legajos…”. ANB. Temporalidades, 3, fol. 377v-378. Las “Colecciones” se refieren a la Colección general de las providencias…., que fue tomando el gobierno español para normar toda la expulsión de los jesuitas. ANB. Temporalidades, 3, fol. 466v. ANB. Temporalidades, 3, fol. 383. ANB. Temporalidades, 3, fol. 321.

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Por último, la tercera área de investigación, que calificaremos como la “literatura del exilio”, debe recoger la producción intelectual desarrollada por los miembros de la Provincia del Nuevo Reino de Granada desde su salida de tierras americanas hasta su muerte.211 Sin embargo, esta literatura es la que ofrece mayores posibilidades a la hora de evaluar el carácter científico y humanístico de los jesuitas coloniales y su significación en sus respectivos países. Un pionero en estas difíciles investigaciones fue el P. Miguel Batllori212 pero la importancia del tema ha convocado diversas iniciativas que han fraguado en obras colectivas como Los jesuitas españoles expulsos de Manfred Tietz213 o las investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Alicante bajo la dirección de Enrique Giménez López.214 También juzgamos de utilidad el trabajo de Enrique Villalba Pérez de la Universidad Carlos III de Madrid como síntesis de consulta para el estudioso de los temas jesuíticos en América.215 El sorpresivo extrañamiento de los miembros de la Orden fundada por Ignacio de Loyola, la consiguiente incautación de todos sus haberes sin excepción, la proscripción oficial de todo vestigio jesuítico y el forzado destierro a los Estados Pontificios, facilitan y a la vez dificultan la intelección de tan inaudito fenómeno histórico. Mas, a pesar de las razones antes mencionadas, hay que señalar que la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reino de Granada sí produjo algunos documentos que han venido a ser conocidos en la segunda mitad del siglo XX. Señalamos los más importantes. En primer lugar una relación anónima, atribuible con fundamento al P. José Yarza, cuyo título es: Expulsio sociorum, 1767. Narratur historia laborum Societatis inter indianos, quorum indoles et mores describuntur. Iter exsulium Jesuitarum in Italiam. Suppressio Societatis.216 La segunda pertenece al P. Ignacio 211 Juan Manuel PACHECO. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada”.

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En: Revista de Indias. Madrid, 113-114 (1968). 351-381. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Tomo III (1696-1767). Bogotá (1989) 507-537. Miguel BATLLORI. La cultura Hispano-italiana de los jesuítas expulsos. Madrid, 1966. Alexander VIVIER. Nomina Patrum ac Fatrum qui Societatem Jesu ingressi in ea supremum diem obierunt (7 augusti 1814-7 augusti 1894). Parisiis, 1897. Manfred TIETZ. Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII. Frankfurt/M, 2001. Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ (Edit.). Expulsión y exilio de los jesuitas españoles. Alicante, 1997. Idem (Edit.). Y en el tercer perecerán. Gloria, caída y exilio de los jesuitas españoles en el s. XVIII. Universidad de Alicante, 2002. Enrique VILLALBA PÉREZ. Consecuencias educativas de la expulsión de los jesuitas de América. Madrid, Biblioteca del Instituto Antonio de Nebrija de estudios sobre la Universidad, 2003. Una traducción parcial del manuscrito la publicó el P. Juan Manuel Pacheco: José YARZA. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada en 1767”. En: Revista Javeriana.

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Duquesne, estudiante de Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá en el momento de la expulsión: Relazione sopra il viaggio dei Gesuiti della Provincia di Sta. Fede di Bogota.217 Un valioso complemento a estas fuentes lo constituye la obra inédita del P. Juan de Velasco: Historia moderna del Reino de Quito y Crónica de la Provincia de la Compañía de Jesús del mismo Reino.218 Y aunque la Provincia del Nuevo Reino es una de las menos estudiadas, sin embargo, es necesario volver a la obra del profesor de la Universidad Javeriana Juan Manuel Pacheco con dos extensos artículos que dieron a conocer tanto la tragedia como las dimensiones de lo que significó la expulsión de los jesuitas de Colombia.219 Para las Misiones de la gran Orinoquia nos remitimos a nuestro análisis realizado en La expulsión de los jesuitas de Venezuela (1767-1768).220

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Bogotá, XXXVIII (1952) 170-183. El mencionado artículo lo reprodujimos, íntegramente, en nuestra obra: Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, t. III (1974) 72-90. Archivo de la Provincia de Toledo (APT). Alcalá de Henares. Legajo, 700. APT. Leg. 382. Sobre el P. Juan de Velasco, véase: José JOUANEN S.J. “Breves rasgos biográficos del P. Juan de Velasco, S.J.”. En: Introducción a la Historia moderna del Reino de Quito. Quito, I (1941) 1-47. Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 23-78. Juan Manuel PACHECO. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada”. En: Revista de Indias. Madrid, 113-114 (1968). 351-381. José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los jesuitas de Venezuela (1767-1768. San Cristóbal, 1990.

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El pensamiento educativo jesuítico y su evolución

Hablar de la educación en el mundo europeo, americano, africano y asiático en el espacio bisecular (1550-1767) es hacer referencia obligada a la acción educativa de la Compañía de Jesús. Y pese a las críticas de antaño y ogaño hay que reconocer que la bondad estratégica del método humanístico llevado a cabo por los jesuitas mereció las alabanzas de figuras del pensamiento tales como Montaigne, Descartes, Bacon o Goethe. 1. La Ratio Studiorum

La explicación de todo este movimiento radica en el libro Ratio Studiorum1 que se publica en 1599 –final del gran siglo de las Reformas– y se inscribe en el desafío de respetar las aspiraciones de los particularismos de las ciudades renacentistas frente a las exigencias de los poderes nacionales empeñados en dar una respuesta “a la demanda universal de una formación que correspondiera a la racionalidad económica, jurídica y cultural”.2 La sociedad europea del XVI vivió una intensa aceleración en el movimiento que supuso la transición de una cultura oral a la escrita en el marco de la comercialización del libro impreso y en la demanda de escolarización para satisfacer las exigencias de las nuevas clases medias emergentes. 1 2

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atque institutio Studiorum Societatis Jesu. Superiorum Permissu. Neapoli, apud Tarquinium Longhum, 1599. Adrien DEMOUSTIER. «Les jésuites et l’enseignement à la fin du XVIe siècle». En: Adrien DEMOUSTIER y Dominique JULIA. Ratio Studiorum. Plan raisonné et institution des études dans la Compagnie de Jésus. Paris. Berlin (1997) 12-13. Ratio

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La Ratio3 es un código pedagógico-escolar o un auténtico plan de estudios y un método pedagógico bien estructurado que ha regulado la educación y la enseñanza de las instituciones docentes de la Compañía de Jesús en todo el mundo desde su publicación hasta el siglo XX. Fue una tarea colectiva que convocó a los mejores talentos de la Orden de Ignacio de Loyola durante medio siglo. Los redactores se inspiraron además en los ordenamientos de los estudios de las mejores universidades de Europa pero sobre todo en el “modus parisiensis”,4 en las corrientes del humanismo renacentista y experiencias como las desarrolladas por los Hermanos de la Vida común de los Países Bajos y Alemania en sus instituciones educativas.5 Mas, a fin de poder comprender el nacimiento y la acción de la Compañía de Jesús educadora, hecho histórico que supuso la adquisición de una identidad no contemplada en el proyecto original de la institución fundada por Ignacio de Loyola en 1540,6 nos fijaremos tres contextos: uno histórico, otro metodológico y el último americanista. Dos necesidades contribuyeron paralelamente al éxito del modelo educativo puesto en marcha por los jesuitas. Una es interna y mira al crecimiento súbito de la Orden y al consiguiente aseguramiento de un semillero que garantizase la recluta de las vocaciones que heredasen la reputación de sacerdotes sabios, devotos y abnegados adquirida por los fundadores. Otra es externa y se concentra en la realidad política y social de un mundo que había sufrido cambios radicales e insospechados. En efecto, la tarea de la “educación” es una identidad adquirida más allá del tiempo en que se define el carisma y la misión delineadas por las primeras Constituciones de la Compañía de Jesús, redactadas por el maestro parisiense Iñigo de Loyola. Este hecho convirtió a los jesuitas en la primera orden religiosa que se consagró de forma institucional a la educación media y superior dentro de la Iglesia Católica.7 Si en 1540 el grupo fundador se reducía a 10 académicos, a la muerte de su fundador en 1556 contaba la Compañía de Jesús con 938 miembros, 4.088 en 1574 y en 1600 había ascendido a 8.272 y regía 3

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Para

una visión general, véase: Ladislao LUKÁCKS. “Ratio studiorum”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, IV, 3292-3296. Gabriel CODINA MIR. “Modus parisiensis”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, III, 2714-2715. J-B. HERMAN. La pédagogie des jésuites au XVIe siècle. Ses sources. Ses caractéristiques. Louvain-Bruxelles-Paris (1914) 99-106. Ver la bula Regimini militantis Ecclesiae, 27 de septiembre de 1540. Para el proceso de evolución conceptual de Ignacio y de su Orden: ver Ladislao LUCKAS. De origine collegiorum externorum deque controversiis circa eorum paupertatem obortis 1539-1608. Romae, 1961.

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236 colegios distribuidos por todo el mundo,8 es lógico que esta violenta expansión exigiera hombres formados en las mismas ideas y doctrinas, disciplinados en la misma metodología espiritual y actores eficaces de un ideal común. Por otra parte, los jesuitas captaron rápidamente la ruptura creciente que se establecía entre las instituciones educativas, sus métodos y sus maestros y por otra parte la presión de las corrientes renovadoras que necesitaban garantizar un status social emergente a las nuevas sociedades. Así no es de extrañar que muchos príncipes, obispos, municipalidades y hombres de poder se apresuraran a buscar a los jesuitas como hombres bien formados, consagrados, seguros, competentes para sus respectivas jurisdicciones. Pero la respuesta de la Compañía de Jesús a los planteamientos formulados por Occidente adoptará nuevos rostros y nuevas fórmulas tanto en América como en Africa y ensayará innovaciones radicales en ciertas misiones de Asia. En segundo término existe un contexto metodológico sobre el que conviene reflexionar. Por un lado, somos conscientes de que la reflexión y el método deben preparar al entendimiento para las exigencias del análisis, y el ordenamiento de sus resultados debe servir para construir el edificio científico. Por ello, el método sin alma puede conducir a un formalismo dialéctico cuando su técnica se convierte en un fin en sí mismo y deja de lado la realidad objetiva. Por otro lado, la norma debe iluminar el camino para realización de un proyecto y la Ratio no se puede circunscribir al contenido de su última redacción de 1599 sino que conlleva en su interior una historia de medio siglo de intuiciones, esfuerzos, ensayos, experiencias, errores y revisiones que hicieron posible el edificio de la paideia jesuítica en todo el mundo.9 Todo este gigantesco esfuerzo desembocó en un modelo pedagógico experimentado en el mundo conocido, y al decir de Luce Giard sustentado “en un método eficaz, bien estructurado, cuidadoso de los mecanismos de adquisición de conocimientos, adaptado a las necesidades de su tiempo”,10 todo lo cual avaló el ideal de intelectualidad que acompañó a la primera Compañía de Jesús.

GIARD. «Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir». En: Luce GIARD. Les jésuites à la Renaissance. Paris, Presses Universitaires de France (1995) p. XIII. 9 F. CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Madrid (1952) 367-394. 10 Luce GIARD. Ob. cit., p. LVI. 8

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En esta interiorización diaria radica exactamente el valor de nuestro planteamiento: No basta leer el texto de la Ratio a la luz de los Ejercicios –tarea anual de cada jesuita inmerso en su misión en cualquier parte del mundo– sino que era necesario la experiencia, individual y colectiva, del compromiso. En la Weltanschauung ignaciana la adaptación continuada a los tiempos, lugares y personas define la unidad en la diversidad. Y en la concepción, desarrollo y adaptación de la Ratio también hay que tener muy presente este principio. No es lo mismo el Colegio Romano, el Colegio Imperial de Madrid, el Colegio de La Flèche de París o el Colegio de Coimbra que los que germinaron en lo que hoy denominaríamos tercer mundo. En la misma América existieron grandes diferencias entre las instituciones educativas de los virreinatos primignenios y los de las Audiencias o Capitanías Generales. Esta radical diferencia la recogía la Formula acceptandorum collegiorum anno 1588 recognita11 en la que se pormenorizaban las exigencias que definían un colegio jesuítico tanto en la integración de la comunidad, como en el curriculum, la dotación del edificio y de las clases y los ministerios que debían desarrollarse en torno a la Iglesia. Sin embargo, esta Formula excluía expresamente a las Indias y a las regiones transalpinas. Suponemos que la exclusión contempla la letra de algunas disposiciones pero no el espíritu global del documento. En las Provincias americanas hispanas de la Compañía de Jesús, sólo ciudades como México o Lima podían aspirar a disponer de hombres y medios para poder llevar adelante el genuino ideal de la formación ignaciana. En un segundo grado se colocarían Córdoba, Quito, Santa Fe y otras. Y en el resto del continente se interponían grandes espacios en los que pequeñas ciudades pugnaban por adquirir identidad, a la vez que levantaban lentamente su estructura institucional como parte de la maquinaria administrativa de la monarquía hispana. Esta era la realidad de la mayoría de las poblaciones donde fue fundando colegios la Compañía de Jesús en las Provincias surgidas en las tierras descubiertas por Colón.12 Como es natural, las exigencias y los planteamientos de estas ciudades provincianas eran en muchos aspec-

11 ARSI. Institutum, 40, fols. 109-111v. Posteriormente, sin variaciones de fondo, se promulgó

la Formula acceptandorum collegiorum iuxta V Generalis Congregationis, Decretum 87, a R. P. N. Claudio Aquaviva, Praeposito Generali, explicata. 12 La cronología de ingreso de la Orden de Loyola en la América hispana es tardía y doblado el siglo XVI: En 1566 llegan a la Florida, en 1567 al Perú, en 1572 a Méjico, en 1586 a Ecuador, en 1593 a Chile y posteriormente a la región del Plata, al Paraguay y al Nuevo Reino.

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tos distintos a los de las grandes urbes, aunque los ideales educativos fueran idénticos. De esta manera se debe estudiar la inserción de los miembros de la Orden de Ignacio de Loyola en la ancha y extensa geografía americana como agentes de los prolegómenos de una historia intelectual en la que hay que dilucidar cómo y por qué han concurrido a la obra común de engendrar la modernidad.13 La identidad jesuítica universal, para ser genuina, debía encarnarse en la identidad local de acuerdo con los tiempos, lugares y personas. Y ese proceso lo vivieron las Provincias del Nuevo Reino, Quito, Perú, Chile y Paraguay en la Sudamérica hispana, pues la criollización integró en visiones americanas la mezcla de jesuitas españoles, europeos y criollos. Los “Colegios Máximos” –centros de formación y de educación superior en cada Provincia– son la clave para la lectura de todos los proyectos llevados a cabo en cada demarcación geográfica. Y explicitamos: así como los Ejercicios de San Ignacio suponían en el jesuita adquirir un arquetipo espiritual, así también para los jesuitas americanos su respectivo Colegio Máximo se erigía en su arquetipo de identidad como punto de referencia en su conciencia ideal, simbólica o imitativa. La función psíquica exige para poder desarrollarse sustancia y promesas, es decir, arquetipos de identificación. Por ello, el jesuita americano –lo mismo que el europeo, el africano o el asiático– necesitaban encontrar en su Alma Máter una herencia cultural que les hiciera habitantes de una historia y partícipes de una sociedad, para de esta forma sentirse actores en una red de relaciones a partir de las cuales pudieran elaborar comportamientos en respuesta a problemas existenciales. De esta manera, cada hijo de San Ignacio, cada colegio, cada rincón misional, cada hacienda reiteraba un modelo creador que invitaba no sólo a la imitación sino al riesgo de la superación. A través del estudio del respectivo “Colegio Máximo” se debe reconstruir la historia de las Academias jesuíticas en nuestro subcontinente, pues son ellas las que diseñaron una totalidad de proyectos que tuvieron como fuente de reflexión el hombre, la ciencia, la religión y la sociedad coloniales. En consecuencia, a la hora de interpretar la Ratio hay que buscar siempre una visión holística en donde los saberes y su respuesta en la cultura y en la sociedad adquieren relevancia protagónica porque ellos fueron el instrumento eficaz para la transformación de hombres y de sociedades concretas. 13 Luce GIARD. Art. cit., p. XV. Para un estudio de la misión e identidad de la Compañía de

Jesús nos remitimos a: Michael SIEVERNICH y Günter SWITEK (Edit). Ignatianisch. Eigenart und Methode der Gesellschaft Jesu. Freiburg-Basel-Wien, 1991.

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Por ello, dejamos sentado que no pretendemos aquí entrar en el fondo de una problemática que conlleva antinomias no fáciles de entender en el momento actual: cómo los jesuitas interpretaron la relación entre teología, filosofía y ciencia en el marco de su dependencia de la tradición escolástica, el genuino interés por los nuevos descubrimientos en el campo de las ciencias de la naturaleza y su obediencia a la fe católica y al Papa y su preocupación por el uso de la razón en busca de la verdad.14 De igual forma no podemos reducir nuestra investigación al exclusivo estudio del cultivo de las ciencias exactas como fuente de la ciencia nueva. Pretender en un continente nuevo disponer de científicos en todas las ramas de los saberes como en el viejo mundo es una proposición desmedida.15 2. La implantación de la Ratio Studiorum en el Nuevo Reino

Para poder acercarnos a la realidad educativa llevada a cabo en la entidad momposina nos serviremos de la experiencia santafereña y la completaremos para el siglo XVIII con todos los movimientos reformistas que nacieron en la Península ibérica y que fueron trasplantados por los ignacianos que vinieron a trabajar en tierras del Nuevo Reino.16 Un primer ensayo de este proyecto lo hemos realizado con nuestro estudio sobre la Facultad de Lenguas en la Universidad Javeriana colonial.17 Este intento de diseño sobre las humanidades santafereñas hay que completarlo con el estudio de la Biblioteca de la Academia Javeriana18 y con el aporte del Real Colegio Mayor de San Bartolomé.19

14 Véase: Alfredo DINIS. “Giovanni Battista Riccioli, crítico de Galileu”. En: Revista Por-

tuguesa de Filosofia. Braga, t. LIV, fasc. 2 (1998) 163-193.

15 Véase: Ugo BALDINI. “As Assistências ibéricas da Companhia de Jesus e a atividade

17 18 19

cientifica nas Missões asiáticas (1578-1640). Alguns aspectos culturais e institucionais”. En Revista Portuguesa de Filosofia. Braga, t. LIV, fasc. 2 (1998) 195-246. Para poder elaborar un estudio completo sobre la enseñanza de las humanidades en el colegio jesuítico de Mompox sería necesario conocer la biografía de los profesores que ejercitaron la docencia en cada unidad educativa; las respectivas bibliotecas; los posibles escritos tanto de maestros como de alumnos y los testimonios directos e indirectos de los actores. José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus profesores. Bogotá, 2004. José DEL REY FAJARDO. La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana de Bogotá. Caracas, s/f. José DEL REY FAJARDO. Jesuitas, libros y política en el Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, 2004.

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El 1 de enero de 1605 se inauguraron con toda solemnidad los estudios de humanidades en el recién fundado colegio de Santafé.20 La lección inaugural estuvo a cargo P. José Dadey (c.1576-1660)21, genuino representante del humanismo italiano, quien no sólo inició a sus discípulos en “los meteoros y la esfera del P. Clavio”22 sino que además aportaba la intuición de la Compañía de Jesús italiana: pasión por la lingüística, la retórica, la astronomía y la matemática23 así como el convencimiento del valor del arte barroco.24 Existen varios indicadores para poder inducir la calidad de los estudios santafereños. Los ejercicios escolares son un exponente de la calidad de la enseñanza jesuítica y en la primera etapa del colegio de Santafé debieron ser abundantes toda la gama de certámenes y representaciones. El Seminario de San Bartolomé se inauguró en 1605 con una comedia latina “que se juzgó podía ser buena en la corte”, según la Carta annua de dicho año.25 También los grandes acontecimientos civiles y religiosos convocaban el ingenio y la productividad literaria de los colegiales bogotanos. Las exequias de la reina Margarita de Austria se conmemoraron con declamaciones, oraciones latinas, epigramas y jeroglíficos26 y la beatificación de Ignacio de Loyola (27 de julio de 1609) es lógico que provocara el entusiasmo de la joven provincia jesuítica del Nuevo Reino, sobre todo con la presentación de comedias y coloquios.27 Así mismo, la monotonía escolar se rompía a veces con acontecimientos como la llegada a Santafé, en 1612, de varias reliquias traídas por el P. Luis de Santillán, hecho que generó suntuosos festejos como un certamen poético y la representación de la Vida y muerte de San Victorino.28 En junio de 1625 se llevaron a cabo solemnes actos dramáticos en San Bartolomé, hecho que nos induce a pensar que por las sumas invertidas tuvo que tener magnitudes fuera de lo normal. En esa ocasión se representó la fábula de Orfeo y por sus cuentas sabemos que se compraron morriones, petos, culebras, lienzos, fique, cera negra, libros de 20 ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta annua anonima.

21 Véase: José DEL REY FAJARDO. Biobibliografía, 178-181.

22 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía

de Jesús. Bogotá, I (1957) 183. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 104.

23 Pedro de MERCADO. Ob. cit., I, 183.

24 Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá.

Bogotá (2001) 98-102.

25 ARSI. N. R. et Q., 12, Historia, 1, fol. 33v. 26 27

ARSI. N. R. et Q., 12, Historia, 1. Letras Annuas (1611-1612) del P. Gonzalo de Lyra, fol. 63.

ARSI. N. R. et Q., 12, Historia, 1. Letras Annuas (1611-1612) del P. Gonzalo de Lyra, fol. 69.

28 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, I, 81.

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oro y plata, así como instrumentos para apariciones y tablados.29 Al año siguiente se gastaron 36 pesos “en figuras y aparatos para el coloquio que se hizo al señor arzobispo [Julián de Cortázar]”.30 Lamentablemente la ausencia de Cartas anuas en los años subsiguientes nos impide verificar este tipo de acontecimientos que sin lugar a dudas debieron seguir dándose en la capital santafereña. Otro indicador de la preocupación intelectual de los alumnos javerianos se muestra en la producción literaria o gramatical llevada a cabo por ellos, aunque hoy resulta difícil rastrear esa veta tan frecuente en otras latitudes hispanoamericanas como por ejemplo en México. Es el caso de Fernando Fernández de Valenzuela, quien en su libro Thesaurus linguae latinae rememora a su profesor, el P. Hernando Cavero, y dice de él que era “expertísimo en todas las lenguas, y especialmente en la latina”.31 Pero también incluye una breve pieza dramática intitulada Laurea critica.32 Otro ex alumno de la Javeriana colonial es el doctor José Ortiz Morales,33 quien fue alumno de San Bartolomé de 1669 a 1676 pero concluye su redacción en 1713. Escribe su biografía y en ella se pueden seguir datos muy interesantes de la vida interna bartolina. La impresión que saca el lector es que los estudios humanísticos eran florecientes y dedica a sus profesores palabras de admiración. En 1672, el P. Juan de la Peña, Provincial, dejaba en sus instrucciones estatuida la siguiente disposición: “Tengan conclusiones los Maestros de Gramática cada 15 días llanamente en el aula, y sin premios y vaya el Prefecto de los estudios menores a fomentar esto de quando en quando cada mes estas conclusiones por lo menos”.34 En el mismo documento manda poner al día y guardar un libro que hubiera sido de vital interés 29 Archivo de San Bartolomé. Libro de gasto ordinario y extraordinario deste Collegio de

San Bartolomé, fol. 123.

30 Archivo de San Bartolomé. Libro de gasto ordinario y extraordinario deste Collegio de

San Bartolomé, fol. 136.

31 Fernando FERNÁNDEZ DE VALENZUELA. Thesaurus linguae latinae: explicatio libri

quarti, frases, vocabula, verba sinónima, sententiae simul cum adagiis ex diversis authoribus recopilatae… Santafé [1629]. Mss. de la Biblioteca Nacional de Colombia. Mss., 4, fol. 15r. 32 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 542. El texto lo reprodujimos en nuestro libro La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 435-448. 33 José ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658… [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss., 130]. En: Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). Santafé de Bogotá-San Cristóbal, 2000. 34 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el archivo. “Ordenes que dejo en este Collegio de Santa Fe el Padre Juan de la Peña, Provincial de esta Provincia del Nuevo Reyno y Quito visitando esta casa en 22 de noviembre de 1672”, fol. 31.

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para el tema que nos ocupa: En un libro que debía reposar en la Biblioteca y en el que debían trascribirse las “resumptas”, dedicatorias y discursos que se llevaban adelante en los actos literarios.35 Al parecer la actividad cultural de los estudios humanísticos debía ser de gran intensidad, pues el 12 de enero de 1682 se veía precisado el Provincial, P. Juan Martínez Rubio, a recordar que “estando como están doce pesos para pintura, y adorno del pergamino en las conclusiones de los de casa, no se permita excedan de esta cantidad en el gasto de colonias y botones, ni tampoco el que en el teatro se pongan sillas sin licencia del Padre Rector, ni que se enciendan y quemen pebetes con riesgo de quemar las alfombras…”.36 En 1689 exigía el Visitador, P. Diego Francisco Altamirano, la perfección en el dominio del latín, y escribía: “En la segunda hora leerá las composiciones el Maestro, notando quantos yerros hubiere por pequeños que sean en la gramática [y] en la ortografía, en el modo de escribir las partes, cláusulas y letras, no poniendo S por X ni viceversa, no separando las letras de una palabra, ni las consonantes de las vocales a que pertenecen al fin del renglón de la contra: ni poniendo letras mayúsculas en medio de dicci y las comas, puntos, interrogaciones y admiraciones, notas de adverbios y de acentos largos y todo lo demás que se requiere para mostrarse gran Maestro de latín y en dicción porque es cosa indigna de un Jesuita que ha de enseñar a tantos el que cometa cualquiera de los yerros dichos y no sepa después corregirlos a sus discípulos”.37 En 1691 se encargaba de la formación humanística de los jesuitas javerianos38 el maltés Juan Francisco Riccio (1659-1744).39 Sobre su gestión escribía el General de los jesuitas el 15 de agosto de 1692 acerca de los estudios humanísticos: “Mucho me he alegrado de ver el grande recogimiento y mucha aplicación que tienen en el mismo Colegio al estudio de las Letras humanas los Hermanos Seminaristas, reconociéndoseles

35 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya

no están en uso y deven guardarse en el archivo. Doc. cit., fol. 31v.

36 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya

no están en uso y deven guardarse en el archivo. “Ordenes del Padre Juan Martinez Rubio Provincial desta Provincia del Nuevo Reyno y Quito, que dejó vissitando este Colegio de Santa Fe en 12 de Henero de 1682 años”, fol. 45-45v. 37 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci ya no están en uso y deben guardarse en el Archivo. “Instrucción para el Seminario de nuestros Hermanos humanistas, dispuesta y mandada observar por el Padre Diego Francisco Altamirano, Visitador y Vice Provincial del Nuevo Reyno y Quito de la Compañía de Jesús en la visita de 9. de Junio de 1689”, fol. 53-53v. 38 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1. Catálogo breve de 1691: «Praefectus juniorum quos docet litteras humaniores». 39 Juan Manuel PACHECO. Ob. cit., III, 133-134.

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en el aprovechamiento el cuidado grande con que le procura el Padre Francisco Ricci su Maestro, ejercitándoles en oraciones y panegíricos de todo género; es un ornamento grande de las Provincias el que tengan sujetos ventajosos en estas buenas letras, y así estimo a V. R. el cuidado de haber puesto Maestro tan cuidadoso y que tanto se desvela por sacarlos aventajados”.40 El Visitador de la Provincia, P. Francisco Antonio Altamirano, escribía una carta a la Provincia del Nuevo Reino y Quito en la que invitaba a los estudiantes para que en Navidades pudieran componer poesías. Su tema se fijaba en un cartel y de la producción una tenía que ser en latín y las demás en castellano. Las mejores poesías se debían copiar en un libro destinado a este fin.41 Dos escritores jesuitas españoles pensamos que tuvieron un gran influjo, tanto en la península como en los territorios ultramarinos, en la enseñanza de las humanidades: nos referimos a Diego García de Rengifo (1553-1615)42 y a Baltasar Gracián (1601-1658)43. A pesar de las severas prescripciones de la Ratio Studiorum para que el latín fuera la lengua oficial tanto de la Compañía de Jesús como de su enseñanza, hay que reconocer que los jesuitas hispanos escribieron mucha poesía en castellano, como lo demuestra el manuscrito Cancionero de Jesuitas, dado a conocer por D. Antonio Rodríguez-Moñino.44 “La poesía, escribe Ángel Pérez Pascual, era uno de los principales vehículos de celebración, exaltación y propaganda, y las justas poéticas y las academias literarias, civiles o religiosas, se servían de ella para dar lustre a la ocasión y para ganarse el favor de alguna figura destacada”.45

40 APT. Leg. 132. Cartas de Padres Generales, fol. 86v. Carta del P. Thyrso González al P.

Diego Francisco Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1692.

41 APQu. Leg. 6. Carta del P. Francisco Antonio Altamirano a la Provincia del Nuevo Reino

y Quito. 25 de marzo de 1696.

42 José ESCALERA. “García de Rengifo, Diego”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª

DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1574. 43 Miguel BATLLORI. “Gracián y Morales, Baltasar”. En: En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1796-1797. 44 Antonio RODRÍGUEZ-MOÑINO. “Tres cancioneros manuscritos”. En: Abaco, 2 (1969) 127-272. 45 Ángel PÉREZ PASCUAL. “La poética de los jesuitas en el siglo de oro: Rengifo y su Tratado”. En: Javier VERGARA CIORDIA (Coordinador). Estudios sobre la Compañía de Jesús: Los jesuitas y su influencia en la cultura moderna (S. XVI-XVIII). Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia (2003) 274.

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En este contexto se inscribe el Arte poética española escrita por el P. Diego García y publicada con el seudónimo de Juan Díaz Rengifo46. Esta obra es un manual de preceptiva literaria, un auténtico libro de texto para los colegios jesuíticos en el que se describen los principales tipos de verso y de estrofa de la poesía española e italiana. El éxito alcanzado en España e Hispanoamérica por este libro le lleva a Ángel Pérez a hablar de una ‘poética jesuítica’ y estatuye: “… lo cierto es que los textos del Cancionero y del Arte poética española guardan tantas similitudes que es inevitable concebir estas dos obras como testimonios complementarios de una misma escuela poética aún por definir”.47 Ciertamente fue el tratado literario más recurrido y consultado por alumnos y profesores y “como manual práctico de creación poética resultaba mucho más útil que las otras poéticas del momento, las de Sánchez de Lima (1580), Pinciano (1596), Carvallo (1602) o Cascales (1617), por citar las más importantes, Rengifo triunfó comercialmente sobre ellas… porque en el tratado del jesuita abulense era mucho más fácil que en cualquier otro la localización y comprensión de cada uno de los esquemas métricos habituales en la poesía española e italiana”.48 El texto de Diego García reposaba en los anaqueles de la Universidad Javeriana y por ende fue conocido por profesores y alumnos neogranadinos.49 El segundo autor que merece especial atención es Baltasar Gracián y su influjo en el mundo americano y concretamente en tierras de la Provincia del Nuevo Reino. Ciertamente la estética graciana fue la estética del XVII. Y como anota Batllori la Agudeza y Arte de ingenio fue una de las pocas obras que Gracián sometió sin temor a la censura de su orden, la cual la aprobó con loa y encomio,50 hecho que demuestra que la Compañía de Jesús no la consideró contraria a las tendencias clasicistas de la Ratio. En

46 Ángel PÉREZ PASCUAL. “La poética de los jesuitas…”, 275. Véase también la obra del

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mismo autor: “El verdadero autor del Arte poética española (Salamanca, 1592) y el uso de seudónimos en los escritores jesuitas del Siglo de Oro”. En: Mª. Cruz GARCÍA DE ENTERRIA y A. CORDON (Eds.). Actas del IV Congreso Internacional Siglo de Oro (AISO). Alcalá de Henares, 22-27 de julio de 1996. Madrid (1998) 1223-1235. Ángel PÉREZ PASCUAL. “La poética de los jesuitas…”, 276. Ángel PÉREZ PASCUAL. “La poética de los jesuitas…”, 90-291. Miguel SÁNCHEZ DE LIMA. Arte poética en romance castellano. Alcalá de Henares, 1580. Alonso LÓPEZ PINCIANO. Filosofía antigua poética. Madrid, 1596. Luis Alfonso CARVALLO. Cisne de Apolo. Medina del Campo, 1602. Francisco de CASCALES. Tablas poéticas. Murcia, 1617. José DEL REY FAJARDO. La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana de Bogotá. Caracas, s/f., 413, nº. 1351. Miguel BATLLORI. Gracián y el Barroco. Roma (1958) 105.

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la biblioteca del colegio de Mérida encontramos dos ejemplares de la Agudeza51 y en el de Caracas aparecen El Criticón, El Oráculo y El Héroe.52 En este orden de cosas pensamos que el influjo de Gracián fue definitivo en muchos campos de la Retórica hispana, aunque hay que reconocer con Batllori que El problema del paso de la Retórica de la Ratio a la retórica jesuítica del pleno barroco, es el mismo problema del tránsito de la retórica aristotélica a la retórica barroca (...). Los portillos de escape fueron los tópicos y figuras, el ingenio y la invención. Aristóteles los alaba y encomia, pero los recomienda con moderación (...). Lo mismo hace la Ratio jesuítica. Bastó perder el sentido de la medida –y en esto radica la esencia del barroco– para desbocarse por el sendero del barroquismo.53

En este sentido resulta muy atinada la acotación de Ceferino Peralta que al integrarse la Ratio en el equilibrio de la Escuela Aragonesa “se situaría en una zona también integradora del barroquismo y clasicismo”.54 En todo caso nos parece muy interesante la hipótesis formulada por el investigador madrileño Bernabé Bartolomé, quien afirma: Miguel Batllori cree que los síntomas de barroquización de la Ratio se asoman en la permisividad para utilizar las lenguas romances en la enseñanza del latín. Después de haber leído bastantes obras de certámenes y fiestas literarias de colegios jesuíticos del siglo XVII y XVIII, en gran parte en castellano, y después de observar la carga de elementos clásicos en los autores castellanos del siglo XVII –algunos discípulos de la Compañía– llegamos a aventurar la hipótesis de que en muchas aulas de gramática de estos religiosos la enseñanza del latín era un pretexto para mejor aprender la lengua castellana y desde aquí se podría entender mejor la falsedad de algunas acusaciones en torno a la metodología en la enseñanza del latín. La teoría emblemática de las empresas, los simbolismos y alegorías, algunos modelos de jeroglíficos y desarrollos de geometría lingüística que hemos contemplado en documentos relacionados con el Colegio Imperial de Madrid nos hacen rebasar la idea del barroco para llegar hasta los caligramas del movimiento surrealista. Este apartamiento de lo clásico provocó la reacción de la Congregación

51 José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los Jesuitas de Venezuela. San Cristóbal (1990)

209: La primera corresponde a la edición de Huesca de 1649 y la segunda como parte de sus Obras en la edición de Madrid, sin año. 52 José DEL REY FAJARDO. Ob. cit., 292. 53 M. BATLLORI. Ob. cit., 111. 54 Ceferino PERALTA. “Gracián, entre Barroco y Neoclásico en la Agudeza”. En: Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 552.

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XIV de la Compañía imponiendo la vuelta al clasicismo con la Ratio Docendi de Jouvancy.55

Al llegar a la segunda década del siglo XVIII parece que la crisis de las humanidades invadió a la Universidad Javeriana. En la correspondencia de los Generales de la Orden y los Provinciales del Nuevo Reino descubrimos para esas fechas un planteamiento que llama a reflexión: La segunda cosa… es la falta de Latinidad en nuestros hermanos estudiantes, de donde se sigue necesariamente el poco aprovechamiento en las facultades superiores. Témome que la ansia de hacer gente y de tener recibos sea la causa de este desorden… Tengo por necesario que haga V. R. un serio encargo con carta circular ordenada a este solo fin de que no se muestran tantos deseos de aumentar la Provincia en número de personas que disminuyan su honor con la falta de cualidades necesarias; y siendo entre estas la principal la Latinidad de nuestros Escolares, cargará V. R. las conciencias de los examinadores sobre que no aprueben a los que no supieren la Gramática, de suerte que en el año que tiene destinado la Compañía después de el Bienio no sólo sean capaces de perfeccionarse en ella sino adelantarse en la Retórica y Letras humanas.56

En realidad, la década 1720-1730 constituye una gran crisis académica de la Universidad Javeriana, tanto que el 15 de septiembre de 1733 escribía el P. Francisco Retz, General de la Compañía de Jesús al Provincial del Nuevo Reino: Se me dice que nuestros Hermanos estudiantes con sola una medianía de Gramática, y sin saber Poesía y Retórica, son señalados para los estudios mayores de Filosofía y Teología; que en algunos de los Maestros no hay el celo y aplicación que se requiere, repitiendo en formales términos las materias de otros y a gozar no bajando a las clases sino dando el cartapacio al Hermano Bedel para que dicte… Todo esto, si es así, cede en perjuicio no pequeño de nuestros estudios y de nuestros estudiantes. De V. R. las providencias que juzgare más convenientes para el efectivo remedio.57

55 Bernabé BARTOLOMÉ MARTÍNEZ. “Las cátedras de gramática de los jesuitas en las

universidades de Aragón”. En: Hispania Sacra, 34 (1982) 56.

56 APT. Leg. 132. Cartas de los PP. Generales, fol. 266v-267. Carta del P. Miguel Angel

Tamburini al P. Franacisco Antonio González. Roma y marzo 27 de 1723.

57 APT. Leg. 132. Cartas de Padres Generales, fol. 331-331v. Carta del P. Francisco Retz al

P. Francisco Antonio González. Roma, 15 de septiembre de 1733.

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La fomación integral

Denominamos “formación integral” al proceso instructivo y formativo, observado por los colegios de la Compañía de Jesús durante el período colonial, para obtener un resultado final que conjugara de forma armónica la capacitación intelectual y profesional, la práctica de las virtudes y el desenvolvimiento correcto en la sociedad. Pretendemos en este capítulo reconstruir esos ideales tal como se enseñaron y practicaron en los colegios neogranadinos. Para lograr tales objetivos se necesita no sólo conocer a los artífices del sistema, es decir, los Rectores, Profesores y Espirituales que tuvieron como misión específica llevar adelante tal proyecto, sino además verificar si las líneas maestras de la concepción ignaciana de la educación se sometieron en las urbes colombianas a la metodología contemplada en la Ratio Studiorum. La concepción educativa de la Compañía de Jesús se basa en una orientación eminentemente finalística y en consecuencia toda su actividad pedagógica se diseña según los fines que se pretenden. 1. La formación integral

Desborda los propósitos de este capítulo adentrarse en la filosofía que subyace en el concepto de formación integral tal como la concibieron los seguidores de Ignacio de Loyola durante los siglos XVII y XVIII. Tan solo trataremos de dibujar los trazos esenciales que ayuden a comprender el contexto en que se desarrolló la educación en el colegio San Francisco Javier.

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La formación integral del hombre la sintetizaron los jesuitas coloniales en sus tres dimensiones: virtud, letras y política; es decir, sabiduría, ética y comportamiento social y todo ello entroncado en un humanismo intelectual. Según Bertrán Quera, la Ratio persigue esta acción integradora de la educación del estudiante mediante la formación básica y el desarrollo de todas las facultades de su mente desde el núcleo de la actividad intelectual y para fines superiores de orden supraindividual. Y para ello convoca cinco elementos de la naturaleza humana que deben relacionarse de forma equilibrada: el físico, el social, el intelectual, el estético y el espiritual. En otro capítulo y en el presente desarrollamos, por separado, todos los acápites mencionados menos el que se refiere al elemento físico. Pero, el objetivo final es el bien común, intelectual, social y religioso.1 Para ello se sirvieron los jesuitas de diversos medios, de los cuales nos circunscribiremos a dos fundamentales: la actividad y la palabra. La actividad en las cinco áreas antes mencionadas adquiría su fisonomía singular en cada una de ellas. En el campo intelectual otorgaba más importancia a ejercitar y desarrollar las funciones mentales que a la adquisición de conocimientos en cualquiera de las ciencias. Su objetivo no se cifraba en adquirir amplitud de conocimientos sino en profundizar en ellos, por ello el método tenía que dedicar el tiempo necesario para repetir la explicación del Profesor de muy diversas maneras y ángulos ya que la asimilación de conocimientos se constituye en un “instrumento para alimentar, crecer y desarrollar a todo el hombre desde su interior”.2 En consecuencia, esta formación pretendía directamente el aprovechamiento del alumno en su capacidad de saber y de aprender a pensar, a reflexionar, a resolver problemas con el mejor acierto. El arte de pensar es un objetivo terminal o casi diríamos un desideratum de todas las pedagogías. La educación humanística persigue formar un juicio recto y una conciencia ilustrada. La Ratio intentaba favorecer el desarrollo de las facultades humanas del alumno y para ello se esforzaba en abrir espacios inéditos en la mente y la imaginación del alumno despertando la curiosidad, la novedad, en definitiva, el sentido por la investigación. En esta tarea los jesuitas momposinos empezaron por cultivar, de modo armónico, la memoria, la curiosidad y la imaginación. El ejercicio de la memoria no sólo pretendió aumentar la capacidad de recordar sino que además debía erigirse en instrumento de vital

1 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 166. 2 Ibidem.

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importancia en la formación, pues, por una parte el alumno asimilaba paulatinamente una serie de conocimientos selectos que se convertían mediante un proceso casi subconsciente en propios y enriquecían su panorama cultural en la medida en que podían ser recreados en contextos muy diversos.3 Pero este diario ejercicio tenía que ser racional y prospectivo ya que, por un lado, no es aconsejable confiar a la memoria lo que antes no hay comprendido el entendimiento4 y, por otro, no se puede lanzar la mente a explorar y descubrir el futuro sin el conocimiento del pasado. Desde un punto de vista de psicología educativa, el ejercicio de memoria se insertaba metódicamente con la declamación, pues de esa manera el alumno asimilaba de forma más vital el contenido de los grandes textos y su recitación tenía menos peligro de convertirse en un fenómeno rutinario. Sacchini estimaba que fomentar la memoria de los niños y jóvenes era prestarles un gran servicio: Del acrecentamiento de esta facultad resulta una doble ventaja, ambas de primer orden. Lo primero, poseer una excelente memoria es un auxilio inestimable para todas las empresas de este mundo. Lo segundo, se acumula un magnífico caudal de conocimientos y palabras útiles en el transcurso de toda la vida; porque lo que se graba en la mente en la primera edad suele ser endeleble.5

Junto a la memoria cultivaban el ingenio o la imaginación creadora, acción que se encomendaba especialmente a las clases de Humanidades y Retórica.6 La imaginación es un elemento fundamental y constante en la ascética ignaciana, pues el autor de los Ejercicios Espirituales exige en cada meditación lo que él denomina “composición de lugar”,7 vale decir, dotar de cuerpo y color –parodiando el sentido del proceso de las ideas en la caverna platónica– a la reflexión sobre las verdades más abstractas de la teología o de la fe. Todavía más, exigirá una metodología para lo que él designa como “aplicación de sentidos” que no es otra cosa que obligarle al ejercitante a hacerse presente en los hechos históricos que medita. Según el P. La Palma es una “forma de contemplación perfecta, en la cual el alma, levantada 3 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 181. 4

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1, 9. “Reglas del Profesor de Retórica”, 7.

5 Francisco SACCHINI. Paraenesis ad magistros scholarum inferiorum Societatis Jesu. Romae, 1625. Caput VIII: “De exercenda puerorum memoria”. Citado por François CHARMOT. La pedagogia de los jesuítas, Madrid, Editorial Sapienzia, 1952, 156-157. 6

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 10. “Reglas del Profesor de Retórica”, 5.

7 Ejercicios Espirituales, nº. 47.

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sobre sí misma y sobre los sentidos, siente las cosas espirituales como si las oliera y oyera, y toma sabor en ellas como si las gustara y se conforta en ellas como si las oliera y se abraza y besa los lugares que tiene ausentes como si los tocara”.8 Por ello tendrá que acostumbrarse a revivir la escena evangélica que estudia, observar cuidadosamente las personas, sus movimientos y todos sus pormenores, escuchar sus palabras, sensibilizarse con los sentimientos de las personas que interviene en la acción; y así con el resto de los sentidos corporales.9 Así se comprende que el dominio de la imaginación y la curiosidad se convirtiera en cada jesuita, al practicar los Ejercicios Espirituales, en una convicción, una experiencia y un hábito.10 El tránsito de estas virtudes del maestro al discípulo en la pedagogía cotidiana se puede presumir que era continua pero insensible. Saber pensar para poder juzgar era la meta de la metodología de las humanidades. Para ello cada alumno debía recorrer ese proceso interno por el que se liberaba del pensamiento espontáneo para acceder gradualmente al pensamiento reflejo, es decir, al que responde al por qué y cómo accede a la verdad en sus vertientes literarias, sociales, morales y espirituales. La metodología específica de este proceso la hemos descrito en el capítulo anterior. 2. La nobleza de espíritu

Deseamos destacar la versión americana y neogranadina de la educación integral adaptada a nuestro medio. Para ello nos inspiraremos en un curioso escrito del siglo XVIII que descubrimos en Bogotá y cuya paternidad literaria se puede atribuir con mucha probabilidad al P. Ignacio Julián.11 La tesis sustentada en torno al educando se centra fundamentalmente en un concepto de continua y metódica superación, en cuya cima se alcanza la nobleza. El fin del libro, fuera de toda discusión, se orienta a proponer “una idea cabal” de un joven, “verdadero dechado de nobleza, que con sus obras transcribe más que el nombre”.12

8 Ignacio de LOYOLA. Obras. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (1991) 251. 9

Ejercicios Espirituales, nº. 122-125.

10 Citado por CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 151. 11 José DEL REY FAJARDO. “Un manual de urbanidad y cortesía para estudiantes de humanidades (1762)”. En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, t. LXII, nº. 246 (1979) 389400. El texto íntegro lo publicamos por vez primera en La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 325-427. [En adelante citaremos: Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida]. 12 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 3v.

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La nobleza se define por aquello que no inspira “sino deseos de lo sublime”. De esta suerte, será noble el entendimiento que no admita “sino representaciones de cosas grandes” además de ideas que ennoblezcan directamente las acciones. Y será noble la voluntad cuando se mueva por acciones que lleven “el sobrescrito de ilustres”.13 Pero esta concepción no es estática, sino dinámica y, una vez aceptada, entra el alumno en un proceso dialéctico que se mueve hacia la continua superación: Piensan, pero no se contentan con pensar sino que quieren pensar bien. Hablan, pero con mejor estilo; tratan y se saludan pero con más decoro. Conversan, pero con racionales expresiones de gustosa armonía, circunspección y seriedad agradable. Para esto, el mismo bien pensar y sentir, el concebir como se debe de la excelencia del hombre y sus potencias y la laudable costumbre y porte de la mejor gente han puesto ciertas leyes particulares, en que se condenan las acciones del vulgo y se establecen propias tan admirables que saca con ellas el observante de sus talentos todos los frutos de que son capaces.14

Así pues, las leyes de una implacable exigencia son las que establecen la distinción real entre nobleza y vulgo. Estos conceptos se contraponen en cuanto que son fruto de una decisión personal, cuya opción gira en torno a dos vidas: la rústica, grosera, agreste e inculta, por una parte; y la civil, culta, política y urbana (es decir, noble), por otra.15 Esta opción fundamental queda claramente formulada como un acto decisivo de la libertad individual: Quiso Dios que el método de bien vivir no se alegara a nadie, sino como en venta pública dejara opción a todos. Y así, el que quiere vivir como príncipe, o como rústico, tiene en su mano la elección.16

La nobleza no se concibe como un estado, sino como una vocación abierta a toda clase de sangre y establece una hermandad educativa entre los alumnos una vez que asumen los ideales del colegio y los ponen en práctica. No quisiéramos insistir en este concepto educativo de la vocación a la nobleza del espíritu y de la acción sin hacer alusión al arquetipo literario que había que conseguir en los colegios jesuíticos desparramados en la amplia geografía de la Provincia del Nuevo Reino. 13 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 1. 14 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 10. 15 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 9. 16 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 10v.

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Las Letras son el último perfil de la nobleza, porque poco representa en la República un noble con peluca y espada hecho un zoquete y el truhán del Pueblo... un noble literato es exemplo de las Repúblicas, honra de sus padres, venerado de todos, oráculo de la plebe y luz de cuantos acuden a él a buscar consejo.17

Lo mejor de la vida, Religión, Doctrina y Sangre viene a ser un auténtico Manual de urbanidad y cortesía en el que el lector encontrará una pormenorizada descripción de cómo debía desenvolverse un alumno joven de las aulas jesuíticas tanto en su vida social como en la personal. La filosofía educativa del libro se centra en la consecución de la nobleza integral, entendida no como un estado de vida, sino como un reto de una vocación que impone la inflexible ley de la continua superación. El Manual está dirigido a jóvenes de aproximadamente 13 años, en el momento en que se iniciaban en el estudio de las Humanidades. Por ello el método está adaptado a la psicología y a los ideales de la edad que irrumpe a la juventud: todas las principales enseñanzas y normas están plasmadas en elegantes versos latinos de los maestros clásicos, de manera tal que su memorización fuera fácil y erudita. 3. Vida política, crianza y civilidad

El contenido abarca la capacitación urbana y cortés del estudiante en todas las dimensiones que le proporciona tanto el mundo de la persona, como el de la comunidad en que se realiza y el de la sociedad en que debería desenvolverse. En definitiva, nos hace conocer la “política” tal como se concebía y ponía en práctica en el Nuevo Reino en el siglo XVIII. Una vez más recurrimos al Manual de urbanidad y cortesía del P. Ignacio Julián, escrito especialmente para los alumnos del colegio San Bartolomé de Bogotá. Su contenido nos remite, servatis servandis, a una forma de actuar común a los jesuitas del Nuevo Reino de Granada. Para poder desarrollar el análisis de la “policía y urbanidad, cortesanía y buen trato” la educación jesuítica neogranadina hacía descansar la política sobre dos vertientes: el hombre y el hombre en sociedad. El hombre “fue criado para vivir en comunicación y sociedad humana”.18 La instrucción comienza desde lo más simple y desde el primer momento; por ello se le hace tomar conciencia nada más ingresar al colegio que está ante: “Gente nueva, nuevas caras, nuevo modo, nueva

17 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 14-14v. 18 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 7v

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lengua, nuevo andar, nuevas costumbres, en casa para mí nueva, todo se me hace nuevo”.19 Y el punto de llegada será: El cuerpo recto sin afectación, la cara serena y alegre, pero con la modestia de ojos grave y seria, que infunda respeto; el vestido decente y limpio, con aseo aunque sea viejo, que en todo cabe también el aseo pero sin afectación femenil; cara y manos como quiere Marcial: Splendida sit nolo, sordida nolo cutis. Los pasos y modo de andar grave y respetuoso, sin columpearse ni correr sino cuando inste la unción. Las palabras cultas, doctas y al caso y tiempo, afables y cariñosas pero no afectadas; la risa amable para mostrar aprecio... Los juegos de manos son para niños que no tienen edad para estar serios, ni saben de otro modo divertirse... Lo que le dije acerca de la persona corresponde a proporción a todo lo que le pertenece... consulte en lo tocante a su aposento con su nobleza y su plata. Esta le pide los adornos, aquella la gravedad y orden porque ya se ve que su aposento sucio, mal ordenado, con confusión de alhajas sin que ninguna tenga el lugar destinado, más es de gente baja, que ningún desorden les disuena, que de nobles.20

Al hablar de “lo que ha de guardar en su persona y lo que le pertenece” esboza un tratado de la cortesía llamando la atención sobre las manifestaciones externas personales: compostura, vestido, conversación y el caminar. El sentido de la “estoica gravedad” parece ser el alma de toda concepción del trato cortés. El retrato que hay que conseguir del pequeño Catón, es: “Una frente serena como un cielo, unos ojos alegres pero modestos, sin dejarlos andar a todo objeto; los hombros y todo el cuerpo recto con la cabeza, la risa moderada, sin carcajadas y amable; todo el rostro grave, circunspecto y alegre...”.21 Los avisos para el vestido son minuciosos y prácticos y la regla fundamental es que debe ser “proporcionada al carácter” y gravedad de la persona. “Guarde en su vestido una decencia correspondiente a su conveniencia y calidad, según viere, lo de su carácter, pero grave... Y cuando se ponga ropa especialmente buena que sea para hacer distinción de días, ha de ser sin pavonearse, ni mostrar que busca miradores por las calles, sino con gran circunspección hará al que no pone en eso el caudal y felicidad...”.22 Y completa la vestimenta con este último

19 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 5v. 20 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 21-21v. 21 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 15v-16. 22 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 16v.

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consejo: “...deje que los sastres, zapateros y peluqueros adornen mucho lo que no tienen adornos propios, y vuestra merced busque méritos que no se consuman”.23 Cuando se trata de explicar la circunspección en el andar recurre a la figura de Aristóteles: Yo me figuro –dice el ahijado– “un hombre taciturno y pensativo, recto y grave, muy majestuoso en sus pasos, sin el más mínimo indicio de cosa que no fuera grande”.24 También la lengua debe representar el carácter de la persona, pero de entrada resalta el autor su importancia: “...la lengua es lo mejor que tiene el hombre para el trato y alcanzar honra, si se refrena; y lo más venenoso, si se deja libre”.25 No se debe hablar mucho y sin ton ni son; en consecuencia hace una disección de cómo deben ser las palabras de un humanista “Hay palabras que se llaman no sólo impolíticas sino inmodestas, otras viles, otras groseras y otras limadas y cultas. Las primeras ... son contra las buenas costumbres. Las segundas, como terminachos que dicen las personas de casas llenas de humo y apodos infames... Las terceras, que son vulgaridades, truhanerías para hacer reír solamente, estribillos, dichitos sin substancia... frase de calle, expresiones de mercado... que se llaman impolíticas y de falta de educación”.26 Por el contrario, las palabras deben ser “modestas, bien sonantes, limadas, esto es, bien pensadas antes, suaves, cariñosas, llenas de substancia y bien aplicadas las sentencias graves, llenas de decoro y honestidad”.27 Las relaciones comunitarias definen una serie de actitudes que abarcan desde la amistad hasta el discernimiento que exige la convivencia y la psicología individual de las personas, así como las relaciones que se establecen en la jerarquía familiar, escolar y social. Para ello hay que tener presentes dos premisas fundamentales: primero, su convivencia se desarrolla entre muchos y de diferente carácter; y en segundo lugar, su área de acción debe contemplar tres niveles: autoridades, mayores e iguales. A las autoridades, que están en lugar de sus padres, se les debe “obediencia”, y además ejecutada con alegría.28

23 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 17. 24 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 17v. 25 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 18. 26 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 18. 27 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 18v. 28 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 22.

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Las mayores le merecerán “proporcionado respeto” y les deberá “respetar, atender, honrar y obedecer en los consejos”.29 Con respecto a los iguales conviene señalar algunos principios. Sobresale la valoración de la amistad: “El mayor consuelo de la vida es un fiel amigo”.30 Con los compañeros de habitación observará “honrada correspondencia que le haga olvidar el sinsabor de vivir muchos. Procure en no dar a sentir nada a alguno, sino esmerarse en dar gusto y servir a todos cuanto pudiere”.31 Y más adelante completa la idea: “con los compañeros de aposento tratará con toda urbanidad, guardando a cada uno sus fueros y respetos”.32 Las recomendaciones en este punto son muy oportunas: No debe pasar el día entrando y saliendo de las habitaciones.33 Así desciende a los mínimos detalles: cómo tocar a la puerta;34 cómo después de tocar debe esperar;35 y una vez dentro se especifica minuciosamente cómo comportarse.36 De esta suerte aprovecha la ocasión para disertar sobre el saludo, las visitas y la conversación. El saludo se debe iniciar “por orden de carácter y méritos”; no debe dar la espalda a nadie y esperará a que le indiquen que tome asiento, etc.37 Las visitas han de ser breves y ha de tener presente las diversas clases de huéspedes con que podrá encontrarse, incluso a gente “de cada que no guste”.38 Mucha importancia atribuye a la conversación. Describe así la actitud: “La afabilidad de rostro, ojos, risa y demás movimientos de la cabeza nunca se echan de ver más que en la seriedad y presencia de muchos juntos. Todos los movimientos del cuerpo que no se conforman con los demás, son allí notables, y así andarse meneando al compás de las palabras como columpio, recostarse o tenderse sobre los brazos o respaldar de la silla, poner una pierna encima de otra, jugar de manos o pies, rascarse indecentemente, bostezar sin volverse a un lado y poner la mano u otra cosa en la boca, toser sin inclinarse para no salpicar con la fuerza del pecho, escupir y gargajear en medio del corro, desperezarse, acercarse mucho a los vecinos y hablarles a la boca u oído, accionar mucho, todas son manchas

29 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 23. 30 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 23v. 31 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 23. 32 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 24. 33 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 24-24v. 34 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 25v. 35 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 25. 36 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 25v. 37 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 26. 38 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 26v.

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de un noble en la conversación”.39 Asimismo describe con lujo de detalles cómo debe intervenir en la conversación.40 En términos generales, “como de hombre noble y sabio observará esto con más puntualidad”.41 Los consejos son muy aleccionadores: “La palabra que salió ya no vuelve dentro; no murmurar jamás de nadie”;42 los secretos deben guardarse además porque “hay poca fidelidad entre los hombres”.43 Deberá también evitar los saltos en la conversación, los estribillos, los dichos agudos para zaherir.44 Entre las cosas que debe practicar destaca: disimular las descortesías; no servirse de “latinajos y textos a porfía”;45 no querer imponer, y menos de repente, conversaciones a su gusto, aunque sean sabias y santas.46 Y por fin, le invita a huir de los aduladores.47 Al salir de la habitación “Procurará que todo su traje esté decente y de como quien es limpio y aseado, y compuesta toda la ropa”.48 Aquí también abunda en la descripción de las cortesías.49 Completa el recuento de las normas que deben cuidarse sobre todo las referentes al comportamiento en los actos religiosos y en la mesa. En la capilla explicita “con qué modestia ha de entrar, en qué postura se ha de poner, los pensamientos que ha de llamar, las palabras que ha de hablar, las salutaciones y despidos que ha de ejecutar”.50 “La pieza más respetable que hay en una comunidad, después de la Iglesia, es el refectorio”.51 El modo de comportarse en la mesa es un verdadero tratado de urbanidad. Recomienda un buen paseo por los corredores a las 11:30. “Luego lavarse las manos es diligencia siempre practicada”.52 Una vez sentado “apartará el cubierto a la derecha, desdoblará su servilleta, cortará pan y esperará que le traigan por comenzar a comer, y en viniendo, no se ha de echar luego a él ... no se mostrará que

39 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 27. 40 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 27v. 41 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 28. 42 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 28v. 43 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 29. 44 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 29v. 45 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 29v-30. 46 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 30v. 47 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 31. 48 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 31v. 49 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 32-33v. 50 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 35v-36. 51 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 36v. 52 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 37v.

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tenga hambre... antes con mucha madurez y circunspección guardará esto, en cuanto al gesto”.53 La descripción está salpicada de rasgos de humor. “Con tres dedos se hace muy aseada toda la maniobra dicha. El cuchillo solo pide toda la mano. Ahora, no obstante, si quiere sacudirse de todas estas menudencias peleando a brazo partido como Sansón desquijarando leones vuestra merced desmigajando pan, despojando tamaños huesos hasta la última diferencia del tuétano despedazando trozos de carne, y todo a tropel y fuerza, sin dejar ni coger al tenedor, ni partir al cuchillo abreviará más, logrará fama de forzudo, pero no de medianamente noble”.54 “La misma forma alcanzará, si en lugar de llevar la comida a la boca con los instrumentos baja vuestra merced la cabeza a buscarla al plato; y quien no lo vea bajarse a la taza de caldo, pensará que se quiere bañar, y le avisará que a las espaldas está el chorro de soplar la comida, si al tomar el caldo hace tal ruido que parezca minero desmoronando”.55 Así podríamos ir aduciendo finos textos relativos a la buena urbanidad. Muy vinculados a lo anterior son las apreciaciones que recogen “lo que debe guardarse fuera de casa” y “visitas a estrados o damas”. La finalidad de estos dos puntos es la de capacitar al joven humanista para que sepa desenvolverse con finura, cortesía y destreza tanto en la vida ordinaria como en la del gran mundo. Los buenos modales dentro de casa son una garantía para fuera, y así “piense antes de salir que lleva la honra de todo el colegio en la frente”56 pues “la circunspección y seriedad en el andar gana muchos conceptos, ojos y voluntades de gentes desconocidas”.57 La calle no dispensa la gravedad de casa, Ahijado, y así paciencia, que luego se hará a ella. Y oiga lo que hemos de hacer si topamos caballeros. Si pasan de otro lado del caño, haremos nuestra graciosa cortesía no más. Si del mismo lado que nosotros, a cosa de ocho pasos de distancia para que ninguno se vaya al caño, y no turbándonos, nos inclinaremos ya hacia el caño, nos quitaremos el bonete y suplicaremos sea servido pasar con esta diferencia: si es personaje muy superior hasta tres veces suplicaremos, que es el término de estos cumplidos, quedando quietos hasta que se determine; si no tanto o igual, dos; y si es inferior, no más que ofrecimiento, y pasaremos. Si es persona con quien el tomar o ceder se quiera haber punto crítico, con 53 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 38. 54 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 39v. 55 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 39v. 56 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 42. 57 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 42v.

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tiempo y gran disimulo pasaremos al otro lado... Si alguna persona muy grave del otro lado hiciera ademán de querernos venir a hablar, pasaremos nosotros a ahorrarle el trabajo, y poniéndolo en medio, si proseguimos camino o nos paramos, estaremos descubiertos hasta que nos avise y de licencia, sin decirle a él que se cubra; si es igual suplicaremos y nos cubriremos juntos; si es inferior nos cubriremos y le mandaremos a él. En medio no me ponga usted a nadie de gente de peluca para abajo. Si alguno nos acompaña, acuérdese de hacer pasar adelante, y medias vueltas tanto para cuando se nos juntan como para separarse que le dije arriba. En pasos estrechos, esquinas, entradas y salidas, me dejará vuestra merced ir delante, y hacer los cumplidos que avisé para corredores de casa...58

Con esta minuciosidad puntualiza la visita a un canónigo: cómo anunciarse, cómo ubicarse en la sala, cómo saludarlo, cómo sentarse, cómo iniciar la conversación, cómo tomar el refresco, cómo despedirse.59 Las mismas especificaciones se aducen en las visitas a las damas: si la señora está en una reunión se indica la forma del saludo y la salutación a las demás damas y caballeros; cómo actuar si llegan más visitas; cómo hablar cosas privadas; cómo desenvolverse con los “degolladores” y con los que siempre visitan la misma casa, etc.60 Al hablar de los banquetes resume de nuevo las normas de educación dadas para comportarse cortésmente en la mesa.61 También “las atenciones ordinarias” merecen un capítulo especial. Comenzaremos por la correspondencia. Al aconsejar el Padrino al Ahijado sobre las cartas le trae sabiamente a la memoria que la opinión y crédito... depende de sus escritos, y es fijo que a cada uno lo pinta su pluma, hasta los sentimientos, pasiones y virtudes, el genio, sabiduría y prudencia se esculpen en cuatro renglones.62 Tras analizar los diversos genios de personas, opta el autor por el sabio: “Qué gusto, Ahijado, leer una carta suya, qué estilo tan concertado a la materia que trata, qué bien ordenado, qué metódico, qué grave, qué alegre, qué espiritoso, qué afable, qué vivo, qué finalmente lleno de meollo y de lepor; todo lo que sabe significar y pintar, la universalidad de sus sentimientos y prendas dejando conocer lo mejor que es la sabiduría en saber diestramente ejecutarlo todo según lo pide la materia”.63 58 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 43. 59 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 43v-44. 60 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 45-46. 61 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 46v-47. 62 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 56v. 63 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 57.

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Pasa después a indicar cómo debe ser la metodología que debe seguir en la carta: “Primero saluda y descubre el gusto que ha tenido en recibir la ajena, si es respuesta, luego, en otro acápite, responde a los puntos que le piden sin dejar uno. En otro, propone los encargos y negocios de que quiere sea sabedor, y concluye con participar su salud, desear la ajena y ofrecimiento de sus cosas al servicio del amigo...”.64 En relación a las leyes y normas de la correspondencia aseverará: “Si se parte de un lugar para otro no olvide favores, atenciones y amistades, y así, al llegar al destino dé pronto razón a sus semejantes de su llegada ofreciendo su industria sin esperar que se le adelanten, que no les toca a los que dejó; responda puntual cuanto se pueda a las cartas que recibe, y si no son personas a quien no debe obligaciones y no gusta de su comunicación, a lo menos responda de agradecido a la primera sea quien fuere el autor de ella”.65 Y así podríamos continuar con otras referencias a los títulos, estilo, etc. En los entierros y fiestas ha de tomar conciencia de que se impone una “correspondencia” de las comunidades a estos actos. Por lo tanto deberá ser puntual y además cuidará en “componer vuestra merced su persona a la norma de un prudente varón, con circunspección y modestia, y procure aprender del compañero”.66 Como un ejemplo transcribimos una de las fórmulas sugeridas: Después de haber pedido y respondídole en orden a la salud: Señor Don Fulano, después de tener gusto de ver a vuestra merced, y halládole con la felicidad que deseaba, el negocio que me trae es venir a participar a vuestra merced, de parte del Colegio (u otro), cómo tal día, con ocasión de tal festividad, etc. se celebra tal fiesta, o entierro, o acto, y así suplicarle sea servido honrarnos la función con su presencia. Después de haber el otro respondido y hecho una breve pausa, se levantará pidiendo licencia para ir a continuar su encargo, con que despidiéndose se quedarán tan prendados de su atención, que desearán venga pronto otro convite.67

También en los títulos deberá el estudiante de humanidades esforzarse “dando a cada uno lo que le compete, sin pecar por nimios, ni quitar a nadie lo que se merece, y advierta que es un punto muy crítico porque en una acción misma se ofenden mucho si se peca en esto”;68 pero también le 64 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 57v. 65 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 57-57v. 66 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 55-55v. 67 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 56. 68 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 52v.

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reconvendrá que “cuanto es bueno tener títulos y distinciones merecidas y darlas a quien las merece con gran esmero, tanto es abominable el ser demasiado celoso en ellos... los nobles disimulan mucho esto”.69 Así concretará que, Vuestra Excelencia no lo puede dar a cualquiera; usía, a canónigos, oidores y gente de título; doctor y maestro, “al que lo posea”.70 Concluye este aparte precisando cuáles son los días indicados para realizar visitas y cómo debe cumplimentar a los parientes, amigos o recomendados de la familia que llegan a la ciudad.71 Para completar la fisonomía del arquetipo del noble, el autor de Lo mejor de la vida finiquita su extenso tratado con un llamamiento al Ahijado para que sepa “separar praetiosum a vili en algunos actos de atenciones ordinarias para no pecar contra la cortesía... pues quita a un noble esta tacha los gloriosos epítetos de discreto, atento y formalísimo que no se dan al que sin discreción y orden todo lo confunden en su trato para alcanzar la alabanza cortés y noble que nada menos merece”.72 Discreción y prudencia en la línea del trato es “saber dar lo suyo a cada persona según su carácter, dignidad y méritos de cada uno, ya comunes, ya peculiares”73. Y todas estas virtudes son alcanzables “si observa lo que le he dicho en la larga instrucción, pues con ello guardará su decoro, los fueros de su sangre y educación, y merecerá toda atención y aplauso”.74 4. La formación religiosa

La ignorancia religiosa fue una de las causas profundas que produjo la Reforma y la escisión de la cristiandad. Por esta razón entendieron los jesuitas que había que dar respuestas directas y sabias a las controversias de sus contemporáneos y restablecer la estima y veneración de los cristianos por el mensaje evangélico. Así se entiende que el binomio virtud y letras, moral y ciencia diríamos hoy día, se constituyan en la primera tarea que debían afrontar los profesores de las clases inferiores según la Ratio Studiorum.75

69 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 53v. 70 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 52v. 71 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 54-54v. 72 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 51. 73 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 51-51v. 74 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, fol. 51v. 75 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 1: “... para que quienes las frecuentan [las escuelas] aprovechen no menos que en las buenas artes en la probidad de vida”. “Reglas comunes a los Profesores de las Clases Inferiores”, 1: “De tal manera forme el maestro a los adolescentes confiados a la disciplina de la Compañía, que junto con las letras también aprendan las costum-

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Esta actitud principista la subrayan todos los ordenamientos de estudios jesuíticos anteriores a la Ratio oficial. Así por ejemplo, la Ratio de 1586 establece: Los que se dedican al estudio de las letras deben hacerlo no para adquirir ciencia únicamente o para que les granjeen riquezas y honores, sino para que, mediante el conocimiento de la verdad, se ayuden a sí mismos y a los demás a honra y gloria de Dios... Y ya que, fuera de la recta intención, es menester que los estudiosos posean ingenio: agudo para comprender cuanto leen u oyen, recto para juzgar, memoria tenaz para conservar la enseñanza y cierta inclinación a los estudios, no sea que los abandonen; quien se sienta dotado de estas cualidades, debe parar mientes en no ser ingrato por tantos beneficios, ni abuse de ellos, sino más bien debe emplearlos para la gloria de Dios.76

El ordenamiento final de los estudios de la Compañía de Jesús en tiempo del P. Claudio Aquaviva asumió un estilo casi de código y trató de resumir la riqueza conceptual de los estudios anteriores a 1591 en breves reglas que no siempre traducen el trasfondo cultural e ideológico de su contenido. Al Provincial se le encomienda encarecidamente que: Juzgue importantísimo para él cuanto se prescribe en las reglas comunes de todos los maestros acerca de la piedad y la disciplina de las costumbres y de enseñar la doctrina cristiana en las reglas de los maestros inferiores (y de las costumbres y la piedad en las reglas de todos), a fin de acercarse a lo que se desea de la salvación de las almas y tantas veces se inculca en las Constituciones.77

La vida espiritual así como la intelectual necesitan estudio, método, ilustración y ejercicio. La construcción del edificio espiritual del joven no es obra del azar y debe correr paralela a la formación científica, cultural y social ya que la instrucción religiosa debe modelar la disciplina de las costumbres y a la vez crear la piedad en el joven.78 Así pues, el colegio y el templo serán el escenario obligado en el que el alumno diseñará su carta de navegar en el mundo de la conciencia, de la moral y de las costumbres. bres dignas de cristianos”. “Reglas del Prefecto de la Academia”, 1: “Promueva en los académicos la piedad y no sólo los estudios...”. 76 Sistema y ordenamiento de Estudios elaborado por seis Padres designados para ello por orden del R. P. Prepósito General. Roma, 1586. “Reglas para aprovechar en el espíritu y en las letras en las clases inferiores”. En: Paramillo. San Cristóbal, nº. 2-3 (1984) 362-363). 77 Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 40. 78 Ratio Studiorum. “Reglas de los oyentes externos de la Compañía”, 1 y 15.

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Se trata, pues, de una acción triple en la que el actor principal es el joven y en la que colaboran el Profesor y el Espiritual. Ciertamente, quien más directamente actúa sobre el alma del discípulo es el Profesor pues de él recibirá el ejemplo; la enseñanza de la doctrina cristiana; las pláticas con que cíclicamente deberá ilustrar su formación integral; y, en fin, esa rica erudición cultural que irá sembrando en el alma del joven al realizar la Prelección de los textos clásicos. A nuestro modo constituyó un gran acierto el hecho de que el mismo maestro que abría los caminos de la sabiduría a los discípulos fuera también quien les guiara en las rutas del espíritu. Las razones nos parecen acertadas ya que, por una parte, virtud y letras se erigían como un ideal único consolidado; y por otro lado qué mejor autoridad para enseñarlos que la del profesor que practicaba y vivía la identidad de esos ideales humanos y espirituales. En este contexto se explica la advertencia que el P. Francisco Sacchini (1570-1625) –uno de los pilares de la pedagogía jesuítica del XVI– formulaba a los Profesores de los colegios jesuíticos acerca de la enseñanza de la doctrina cristiana. Esta debía practicarse con un gran impulso del corazón pues “es la gramática de Cristo nuestro Maestro. Si se debe enseñar con celo la gramática humana, ¿con qué cuidado no habremos de enseñar la gramática divina?”.79 Desde el punto de vista curricular había que dedicar la última media hora del viernes o la primera del sábado a la explicación catequística.80 El texto guía variaba de acuerdo a las regiones; así, en Alemania se utilizó el catecismo de San Pedro Canisio81 y en España y en el Nuevo Reino creemos que fueron los tradicionales de los PP. Astete y Ripalda.82 La instrucción debía ser gradual y encaminada al desarrollo de las capacidades religiosas del alumno para adquirir de este modo la mentalidad cristiana. El primer núcleo lo constituían los textos más simples del catecismo y las oraciones generales (Padre nuestro, Ave María, Credo, etc.), algunas prácticas de vida de piedad familiar (bendición de la mesa y acción de gracias) y personal (oraciones al levantarse y al acostarse) y el ayudar a misa. En el segundo núcleo se construía sobre la misma doctrina con las definiciones y brevísimas declaraciones del catecismo.

79 F. SACCHINI. Paraenesis ad magistros scholarum inferiorum Societatis Iesu. Roma (1625) cap. XIII. Citado por François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 333. 80 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 4. Similar indicación recogen las Reglas relativas a los demás cuRatio Studiorumos. 81 Monumenta Paedagogica. Nadal. “Ordo Studiorum”, 113. 82 En la Praxis de los estudios mayores y menores (José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 302) se lee: “En la declaración de la Doctrina cristiana se tenga particular cuidado, haciéndoles decorar y entender el catecismo...”.

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En el tercer núcleo se recoge lo estudiado en los años anteriores y se añaden más declaraciones, acomodadas a la edad y capacidad.83 La forma de desarrollar una clase de catecismo nos la describe el P. Judde. A los jóvenes de las clases inferiores hay que explicarles todo lo que necesariamente debe saber un cristiano. Concretamente, se debe insistir en el modo de enseñar las condiciones requeridas para hacer bien la confesión. Después inculca la explicación del sentido de la pregunta y la respuesta del catecismo de tal manera que los alumnos comprendan su contenido y no se queden en la superficie de las palabras. Sus razonamientos deben acompañarse con comparaciones para de ahí llegar a algunos puntos importantes de la moral a fin combatir las faltas e irregularidades comunes a su edad. Se concluía con una exhortación que convocaba el espíritu de los jóvenes para ser mejor o con alguna historia de la Escritura que confirmara el tema de la instrucción.84 A la explicación de la doctrina cristiana hay que añadir por parte del maestro algunas pláticas o exhortaciones espirituales de carácter práctico y aplicado85 que buscan la generación de un núcleo central de la instrucción religiosa: oración, devociones y examen de conciencia.86 Pero a nuestro entender, fue la “Prelección” uno de los medios más eficaces y a la vez más desapercibidos de que dispuso el Profesor para abrir espacios morales y patrones de conducta en la conciencia del alumno. De ello trataremos al hablar en detalle sobre la “Prelección”. Un segundo capítulo gira en torno al templo, el cual se erige en otra cátedra permanente de formación religiosa. La religión consiste, en último término, en un proyecto de vida al que se accede por voluntad propia y cuyo camino establece un compromiso personal con Dios. La iglesia significaba para el alumno del colegio de Mompox un hábitat espiritual distinto al del aula de clase y cuya atmósfera debía compartir con el resto de la sociedad. Si en el aula era un ciudadano privilegiado de la república de las letras, en el templo tiene que desempeñar el papel de un seguidor esforzado de Cristo al que deberá imitar para llegar incólume al reino definitivo. El clima del recinto sagrado le deberá asomar a horizontes en los que debe asumir nuevas tomas de conciencia, ya que su situación existencial se inserta en una comunidad específica y por lo tanto pertenece 83 Monumenta Paedagogica. Nadal. “Scholarum Regulae”, 657-658. RS. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 4. 84 JUDDE. Thesaurus spiritualis magistrorum scholarum inferiorum Societatis Jesu. Gandavi, 1874. Citado por André SCHIMBERG. L’éducation morale dans les collèges de la Compagnie de Jésus en France. Paris (1913) 187. 85 Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”, 20. 86 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5.

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también a una sociedad concreta que debe regirse por el bien común, bien que en definitiva es mucho más que la sumatoria de todas las voluntades que comulgan con ese mismo ideal. Esta concepción permanece inmutable no sólo durante el período de gestación de la Ratio sino también hasta la extinción de la Orden en 1773. Baste citar como ejemplo unos avisos del P. Diego Laínez, segundo Prepósito General de la Compañía de Jesús, dirigidos a las clases inferiores: Los que se dedican a los estudios, no lo hagan solo por saber, o para conseguir riquezas y honores, sino para ayudar a los demás y a sí mismos con el conocimiento de la verdad a gloria y honra de Dios. Y si llegáremos por medio de la ciencia a puestos y dignidades, debemos referirlo todo al Señor, de quien lo hemos recibido.87

Así pues, la enseñanza religiosa tiene su prolongación en la iglesia y en la capilla de la Congregación, en donde tenía que escuchar todos los domingos y días de fiesta el sermón correspondiente.88 De esta suerte, la vida de la sociedad momposina tenía que ser el objeto principal de la prédica de los oradores sagrados del colegio, quienes con sus análisis socio-religiosos y sus proposiciones morales debieron crear en la mente de los alumnos un punto de referencia y de contraste entre los ideales concebidos en la escuela y la realidad de la vida vista desde el púlpito. También el recinto sagrado reviste vital importancia en la vida interior del joven escolar ya que en él se desarrolla la práctica de los sacramentos; pero de este punto hablaremos más abajo. Mas, todo lo expuesto caería en terreno yermo si no actúa la voluntad decidida del educando. Tres son las vertientes en las que se desarrollará la acción personal del joven en el ámbito moral religioso. En el plano intelectual debe abrirse, de forma sistemática, a la formación de la inteligencia y a la educación de la conciencia. En el plano volitivo tiene que fomentar el dominio de la voluntad y la reiteración de hábitos para la virtud. En el plano moral deberá percibir el reto del mundo de los valores a fin de dar una respuesta generosa en su vida tras haberlos asimilado en su conducta. Los medios que menciona la Ratio para la educación religiosa práctica son los siguientes: la oración, el examen de conciencia, la asistencia a Misa, la frecuencia de los Sacramentos, la lectura espiritual y las devociones.

87 Citado por: José Manuel AICARDO. Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús. Madrid, 3 (1922) 205. 88 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3.

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El fin de la oración consiste en mantener el diálogo con Dios a fin de renovarse interiormente y servir mejor al Todopoderoso. El alcance de esta oración juvenil la describe así el P. Nadal: No se pase por alto el enseñarles cada día el renovar el propósito de una vida mejor y más sincera, como si nada hubieran hecho hasta aquella hora en el servicio de Dios. Pidan gracia a Dios por la que puedan servirle, guardar sus mandamientos y trabajar para fructificar en una vida cristiana más plena: consoliden el propósito de querer con la divina gracia dirigir todo lo que durante el día piensen, hablen y obren a mayor gloria y honor de Dios omnipotente.89

Quizá podrá parecer nimio al lector de hoy lo pormenorizado de ciertas prescripciones que tenían su fundamento en aquellos ambientes. Al Profesor de las clases inferiores se le recuerda que debe exhortar a sus alumnos a la oración diaria y sobre todo a rezar el rosario o el oficio de la Santísima Virgen;90 asimismo, los sábados debe recitar con los alumnos en clase las Letanías lauretanas, “o si es costumbre, llévelos a oírlas a la iglesia con los demás”.91 Pero en el reducido mundo de un estudiante de las clases inferiores es lógico que la oración debe estar vinculada con las acciones que definen su vida estudiantil como es, en este caso concreto, el estudio; por ello se recomienda que antes de comenzar cada clase recite alguno una breve oración apropiada.92 Con estas pormenorizadas actitudes se pretende, como anota Bertrán Quera, “que el discípulo, por el lenguaje de las actitudes, aprenda intuitivamente esta cortesía exterior con Dios que suele ser indicativa de una sincera y ferviente oración interior”.93 En la pedagogía ignaciana la oración era un medio para enseñar a vivir en la presencia de Dios en todas sus acciones y, lógicamente, conforme avanzaban en edad, los modos de oración tenían que supeditarse a sus capacidades. En definitiva es el deseo de perfección el norte de toda oración. Así lo exige el P. Nadal después de su visita al colegio de Viena: Sean todos incitados poco a poco a la piedad según su capacidad, y no sólo a la piedad sino también a la perfección religiosa; y

89 Monumenta Paedagogica. Nadal. “Generalis ordo Collegii Tornacensis”, 844. 90 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5. 91 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 7. 92 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 2. 93 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 87.

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todos se resuelvan a ayudar a las almas, e impriman este deseo en el corazón desde los más tiernos años.94

El autor de los Ejercicios Espirituales, maestro en los flujos y reflujos del bien y del mal en el alma de todo hombre, no quiso que la juventud fuera ajena a este complejo y rico mundo interior y por ello quería que desde sus primeros años aprendieran a identificar y describir estos fenómenos espirituales y consecuentemente a buscar sus causas. Así pues, no es de extrañar que la Ratio exhorte a los alumnos a examinar su conciencia cada noche.95 En la metodología espiritual de Ignacio de Loyola se concibe el examen de conciencia no sólo como una oración activa encaminada a detectar y corregir las equivocaciones que se dan en el ser humano sino también como un método psicológico natural para conocerse a si mismo mediante la introspección. La lucha por la realización de los ideales que definen la primera juventud está sometida a una dialéctica de aciertos y fracasos que provienen fundamentalmente de la necesaria conjunción de generosidad e inexperiencia. En este sentido se impone la sabia dirección de un buen maestro que le señale las luces y las sombras, las virtudes que conducen al éxito incontaminado y los defectos que hay que prevenir o corregir. El P. Croiset señalaba los siguientes para los escolares franceses: Los defectos más ordinarios de los jóvenes consisten en una desgana por el trabajo, un espíritu de libertad, una inclinación al placer, poco discernimiento de lo que les puede ser ventajoso y de lo que les puede ser desfavorable, mucho de presunción en el peligro, un gran fondo de inconstancia y ligereza en la práctica del bien, fáciles en dejarse deslumbrar por falsos brillantes y dejarse cautivar por todo lo que lisonjea; el mal ejemplo arrastra, una vida llana les cansa, toda moderación les disgusta.96

El hábito de realizar este examen mantiene la delicadeza del corazón e impide que se endurezca en el cotidiano contacto con las realidades de la vida.97 Pero, además del examen general existe el particular que se dirige exclusivamente a exterminar el defecto dominante. Si hay voluntad decidida en el joven para aceptar estos retos, hay que reconocer que posee

94 Monumenta Paedagogica. “Quae dixit P. Natalis pro Collegio Viennensi”, 812. 95 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5. 96 CROISET. Règlement pour MM. les pensionnaires des PP. Jésuites qui peuvent leur servir de règle de conduite pour toute leur vie. Lyon (1715) 57. Citado por André SCHIMBERG. L’éducation morale dans les collèges de la Compagnie de Jésus en France. Paris (1913) 225. 97 Laurent LEBRUN. Institutio juventutis christianae. Paris (1653) 64.

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los medios para llegar a crear una atmósfera de paz y de dominio de sí, aval para cualquier lucha interna o externa. Sin embargo, parece que la primera entre las recomendaciones a la juventud fue la de oír la santa Misa diariamente98 y pensamos que su asistencia debía ser a las 7 de la mañana. Este iniciar el día con tan importante acto religioso suponía toda una preparación: ... sean enseñados particular y diligentemente con cuanta atención, devoción y reverencia del alma han de oír la Misa. Esto se hará si se les explican los misterios de los que trata la Misa, especialmente de aquellos que son más importantes como la consagración del Cuerpo y Sangre de Cristo y el sacrificio y oblación sacrosanta.99

Si los sacramentos se erigen como el lugar privilegiado para el encuentro y el diálogo de Dios con el hombre es evidente que asumen esa importancia en la pedagogía jesuítica. Al Profesor se le recuerda que debe exhortar a sus discípulos a que frecuenten “con las debidas disposiciones” los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía.100 Y por ello le trae a la memoria la confesión mensual del alumno.101 Son muchos los beneficios pedagógicos de la genuina confesión. Ciertamente es un auxiliar precioso del esfuerzo personal pues ayuda a aclarar la vida interior, a discernir los vicios, los defectos de carácter, las malas inclinaciones, a conocer las causas y sus efectos de nuestras acciones, en fin, todo aquello que debilita la identidad personal. Por otra parte, ayuda al joven a combatir la falta de atención con el peligro próximo de convertirlo en superficial, impetuoso, caprichoso e irresponsable. Se trata de llegar a las raíces del mal, hasta el deseo y el pensamiento culpable. Y ese control reiterativo abre un espacio idóneo a la fuerza de la voluntad que proviene de un conocimiento exacto de la vida moral. En la confesión no se trata tanto de arrancar para el olvido las huellas de la acción injusta o deshonesta sino de reasumir la firme decisión de no volverla a cometer en el futuro. La santa Misa y la recepción de los sacramentos las considera la Ratio como el medio más eficaz para vivificar la piedad del joven en

98 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3. 99 Monumenta Paedagogica. Nadal. “Generalis ordo Collegii Tornacensis”, 845. 100 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5. 101 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 9.

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proceso de maduración. De ahí que la asistencia al sacrificio eucarístico se recomiende como diaria.102 Sin embargo, hay que resaltar que los textos pedagógicos más antiguos insisten mucho en la preparación que se debe dar a los alumnos para que asistan con fruto a la misa.103 Por ello no es de extrañar que también se apele aquí al principio pedagógico del ejemplo al recomendar que el Profesor esté presente como un testimonio vivo de piedad ante sus alumnos.104 La piedad busca en el joven la violencia de convertirse en un hombre nuevo. La piedad hay que concebirla, pues, en función del perfeccionamiento moral y por ello debe ser un instrumento práctico y eficaz para la educación de la conciencia y entrenamiento de la voluntad. No se trataba de fabricar una piedad superficial y pasajera que se deshiciera con el cambio de edad, ambiente o estado. La virtud que debe cultivar el joven … es un caudal de religión inalterable, un temor eficaz de un Dios dulce, un horror al pecado que crece con la razón y con la edad, un amor a Dios sin reservas, una observancia muy exacta de todos los mandamientos, una puntualidad perseverante para cumplir todos los deberes de su estado, un respeto, una sumisión, una ternura invariable por vuestros padres.105

Para la literatura clásica la virtud consistía en el brillo esplendente del héroe que se esforzaba por ganar las alturas, era la armonía y la plenitud del hombre de nobles y magnánimos sentimientos que se entregaba por completo al bien. Por ello el Aquinate la definía como lo sumo de lo que uno puede ser. De facto es el proceso concreto por el que el hombre se autorrealiza mediante la decisión y la responsabilidad. Es la llamada constante a la consumación del poder ser humano. En otras palabras, la virtud fabrica la integridad del hombre. Lo anteriormente dicho explica que la piedad del estudiante tenía que ser ilustrada no sólo porque su contexto estaba penetrado por los recuerdos y ejemplos de la antigüedad clásica sino también porque los nuevos modelos se insertaban en la imitación de Jesucristo y de los santos. De ahí

102 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3. 103 Monumenta Paedagogica. Ledesma “De ratione et ordine studiorum Collegii Romani”, 394. 104 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios inferiores”, 45. 105 CROISET. Règlement pour MM. les pensionnaires des PP. Jésuites…, 11-12.

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la importancia que se asigna a la lectura espiritual106 y concretamente a la lectura de las vidas de santos,107 la Imitación de Cristo y otros.108 Ese clima cultural y espiritual tenía que traducirse en el ejercicio del cumplimiento del deber,109 de la virtud de la ejemplaridad o del testimonio110 y la sinceridad y pureza de alma,111 es decir, la sinceridad de un alma noble y recta. En Lo mejor de la vida, religión, doctrina y sangre del P. Julián, la cotidianidad práctica de un estudiante la sintetiza de la siguiente manera: La primera acción de la mañana consistirá en ofrecer a Dios todas las obras del día y en renovar los propósitos particulares. Después se les recomienda frecuentar los sacramentos como aval en el perfeccionamiento de su vida interior y exterior. Cada noche deberá dedicar un tiempo al examen de su conciencia y a leer un libro espiritual. Su conciencia la deberá encomendar a un confesor permanente así como también escogerá a un santo como patrono para sus estudios. Y por supuesto se le reitera la devoción a la Santísima Virgen. Todo ello se logrará al “poner el pensamiento en alto y acertar siempre a lo más grande”.112

106 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 8. 107 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 8. 108 Monumenta Paedagogica. Nadal “Scholarum Regulae”, 661: “Tenga cada uno su doctrina cristiana y también un Gerson de imitatione Christi u otro libro devoto”. 109 Ratio Studiorum. “Reglas de los alumnos externos”, 14. 110 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los Gramáticos”, 3. 111 Ratio Studiorum. “Reglas de los alumnos externos”, 14. 112 Ignacio JULIÁN. Lo mejor de la vida, 13-14v.

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Los métodos de enseñanza y su didáctica

Dividiremos el capítulo en dos partes: en la primera expondremos la metodología adoptada por los jesuitas para la enseñanza de las humanidades y en la segunda nos adentraremos en la “Prelección” como elemento fundamental de su didáctica. 1. Los métodos de enseñanza jesuíticos

De forma muy precisa resumía el jesuita inglés Campion en su discurso De iuvene academico la concepción pedagógica de la Compañía de Jesús: Qué hay que desear primero a los estudiantes? La viva voz del maestro. ¿Y en segundo lugar? El método. ¿Y en tercer lugar? El método. ¿Y en cuarto? El método. Y en el quinto? El ejercicio.1

De esta suerte el ejercicio se supedita al método, el método a la formación académica, la formación académica a la integral y la integral queda siempre abierta a una verdadera superación. El profesor jesuita, tras su estancia en la universidad, venía adiestrado en el manejo de dos metodologías complementarias: la escolástica a la que había dedicado siete años y la de las humanidades en la que se había formado antes de iniciarse en el curso de Filosofía.

1 Citado por François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, Madrid, Ed. Sapienzia, 143.

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En este capítulo dejaremos de lado la metodología escolástica2 para circunscribirnos a la practicada en las clases de humanidades. El Profesor de las denominadas “Clases Inferiores” tenía que enseñar a los jóvenes gramática, humanidades y retórica y su objetivo final consistía en dotar al alumno de unos hábitos valederos a fin de obtener “una facilidad, una destreza, una ductilidad, una fuerza vital que le permitieran producir después una obra de arte”.3 El método didáctico de la Ratio Studiorum adopta un esquema tríptico: la intervención del maestro (Prelección); la actuación inmediata del alumno (Repetición) y finalmente la acción conjunta profesor-alumno (Ejercicios). La Prelección es una de las fases más normadas en la Ratio Studiorum.4 Supuesta la preparación inmediata de la clase por parte del Profesor,5 la Prelección constaba de seis partes: la lectura del texto; el argumento; la explicación literal; la gramática; la erudición o comentario y las costumbres. La lectura del texto debía ser toda seguida,6 y al otorgarle la entonación apropiada al sentido el alumno podía comenzar a aprender por el oído el contenido del texto. El segundo paso consistía en la narración del argumento del texto leído. Este breve resumen debía hacer además referencia a la conexión lógica con las lecciones anteriores.7 El tercer paso contemplaba la explicación literal,8 a saber: exponer el orden de las palabras y la estructura de la oración y también en declarar las palabras más oscuras. El cuarto paso accedía a la exacta intelección de las palabras y modos de expresión, es decir, a la gramática. Había para ello que volver a cada palabra y explicar el género, la declinación, la conjugación, los modos, los tiempos, etc.9 Como es natural, la graduación de este paso variaba de acuerdo con la clase: superada la gramática se daba comienzo al estudio comparativo 2 Véase: Felicísimo MARTÍNEZ DÍEZ. “La Escolástica y su aporte metodológico”. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 225-300. 3 François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Sus principios. Su actualidad. Madrid, Sapientia (1952) 179. 4 Véase: Ratio Studiorum: “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”; “Reglas del Profesor de Gramática ínfima”; “Reglas del Profesor de Gramática Media”; “Reglas del Profesor de Gramática Superior”; “Reglas del Profesor de Humanidades”; “Reglas del Profesor de Retórica”. 5

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 27.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 30.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 27.

9 JUVENCIO. Ars discendi et docendi. Artículo, IV, Párrafo, III, nº III.

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de los diversos estilos literarios y también es de notar la referencia repetida a la lengua vernácula del alumno y la exigencia en la elegancia del estilo.10 Culminaba el proceso con la Estética.11 El quinto paso se abría a la erudición, es decir, a la explicación más ilustrativa del fondo del texto analizado. El contexto de la erudición podía ser tan amplio y profundo como extenso y medular era el tema contenido en el texto seleccionado. También se medía aquí la información del profesor.12 Se trata, pues, de un medio auxiliar cuyo principal fin consistía en atraer el interés al alumno y dar variedad a lo tratado. Se servía para ello de los testimonios de la historia, de otras ciencias y de la cultura.13 Sin embargo advertía la Regla 1 del Profesor de Humanidades que la erudición debía emplearse con moderación para despertar el ingenio y avivarlo, pero en ningún modo debía perjudicar el conocimiento profundo de la lengua.14 El último paso es el que denomina Juvencio bajo el concepto de Costumbres. Era la aplicación a la vida diaria de lo estudiado en el texto. Era el momento de reflejar los mejores modelos de vida, de ideas y costumbres tanto de los personajes antiguos como actuales, sin omitir reflexiones filosóficas15. La segunda fase del método didáctico pertenece al alumno y se denomina Repetición, acción que no debe confundirse con el ejercicio de memorizar lo explicado. Como apunta Bertrán Quera se trata de un “proceso de aprendizaje programado con rigor y de modo sistemático, para mejor asimilar y personalizar lo aprendido”.16 La utilidad fundamental de esta técnica se basaba en el principio de que cuanto más se repite, tanto más profundamente se graban las cosas.17 En el fondo era una labor progresiva y gradual de síntesis parciales hasta obtener la suma global del todo, pero también intervenían el estudio privado del alumno, las propuestas de los compañeros y el juicio del profesor.

10 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidad”, 5. 11 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 6. 12 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 7 y 8. 13 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo, 2-3 (1984) 210. 14 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidad”, 1. 15 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 211. 16 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 212. 17 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 8, IV.

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Se distinguen tres tipos de repetición: una inmediatamente después de la prelección; la segunda, al día siguiente; y la tercera, cada semana, ordinariamente el sábado.18 La repetición primera, o inmediata, tiene como objetivo fijar la atención del alumno en lo esencial, es decir, un resumen de lo más importante y útil19 a fin de poder formar “un primer núcleo alrededor del cual se puedan agrupar y estructurar los contenidos siguientes. Se pretende con ello, establecer y asentar con relieve unos puntos de referencia, a los que irán convergiendo los posteriores puntos de enseñanza y de aprendizaje”.20 La segunda repetición, al día siguiente, es semejante a la primera y equivale a dar la lección ante los demás pero en presencia del Profesor. Mas, como ha mediado un espacio de tiempo el alumno ha podido asegurar la memoria y precisar el contenido mediante el estudio, la reflexión y la consulta. En este ejercicio debía participar todo el grupo pero según la siguiente norma: interviene uno y su “émulo” debía corregirle si fallaba.21 De esta suerte se instaura de forma gradual el paso de la función retentiva a la función intelectual y comprensiva del texto.22 La tercera repetición era la semanal o sabatina23 y en ella se repasaba la labor de toda la semana. Su técnica era distinta ya que intervenía en forma competitiva todo el curso dividido en dos bandos, o algunos defensores elegidos por el profesor para que contestasen las preguntas de los demás.24 La tercera fase de la metodología didáctica de la Ratio la integran los Ejercicios en acción conjunta profesor-alumno. Bajo la palabra Ejercicios escolares se cobijan tanto las múltiples formas orales (repeticiones, declamaciones, discursos) como escritas (composiciones) en las que debieron ejercitarse los alumnos en las aulas jesuíticas. Era el camino obligado para aprender a pensar a través de la expresión exacta de la palabra y del dominio del lenguaje. Haremos alusión primero a la composición, es decir, al ejercicio escrito. Dos fueron los tipos fundamentales de composición: el primero asumía la traducción escrita bien fuera del latín a la lengua vernácula

18 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25 y 26. 19 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25. 20 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 213. 21 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25. 22 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 214-215. 23 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 26. 24 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 2.

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o viceversa;25 el segundo se encaminaba a la redacción de muy diversos temas pero todos conexos con las explicaciones de la clase. En todo caso, como bien anota Bertrán Quera, no era la traducción lo más típico de la composición, sino la redacción en lengua vernácula.26 El tema dependía del grado o clase pero iba desde cartas, narraciones, descripciones27 hasta temas libres,28 pasando por discursos y poesías para las clases mayores. Regularmente este ejercicio se realizaba en la clase y por ello exigía del Profesor la más cuidadosa preparación y el tema debía meditarlo y aun escribirlo.29 Dada su importancia, el ejercicio era diario con excepción de los sábados, pero podía variar según el aula.30 Con respecto al tiempo que se debía dedicar al ejercicio escrito, pareciera que las traducciones o sus equivalentes debían ser diarios por una hora y el tema libre debía consumir una hora semanal.31 Pero también había temas de composición, en prosa o en verso, que el alumno los debía realizar en privado y posteriormente se exponían los mejores en las paredes de las clases.32 Mas, cabe preguntarse dónde radicó la eficacia de la composición. Hay dos elementos que garantizaban el valor pedagógico de la composición: el método y la corrección sistemática del profesor. En el método el alumno debía practicar dos fases consecutivas: primero la imitación de los grandes autores y segundo el estilo de su propia creación. La imitación en ningún momento significa copia servil sino adentrarse en las formas de expresión, en la estructura literaria y en las concepciones estéticas de los autores que había que imitar.33 Una vez dominada la esencia del lenguaje y las formas precisas de dicción, el alumno debía tratar de superar a los maestros a los que imitaba y buscar después su propia identidad. Pero el trabajo desarrollado corría el peligro de ser estéril si no hubiera existido la corrección constante y oportuna del Profesor.34 Debemos confesar que era una tarea ingrata y difícil, pues juicio e ingenio no siempre

25 Ratio Studiorum. “Reglas del Maestro de Ínfima clase de Gramática”, 4. Prácticamente se repite el mismo texto en las demás clases. 26 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 218. 27 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de ínfima”, 6. 28 Ratio Studiorum. “Reglas del profesor de Humanidades”, 6. 29 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 20. 30 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 20. 31 Ratio Studiorum. “Profesor de Retórica”, 4. 32 Ratio Studiorum. “Profesor de Retórica”, 17. 33 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 30. 34 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 21.

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son fáciles de compaginar. En el colegio caraqueño sospechamos que era fácil para el maestro seguir la corrección diaria dado el reducido número de alumnos. En todo caso el modo de corregir era el siguiente: ... es generalmente indicar si hay alguna falta contra los preceptos; preguntar cómo se puede enmendar; mandar que los émulos, en cuanto descubran algo, lo corrijan en público y enuncien el precepto contra el que se ha faltado; finalmente alabar cuando se ha hecho perfectamente. Mientras esto se hace en público, la primera muestra de la composición del alumno (que siempre ha de llevarse además de la que tiene el maestro) ellos mismos la lean para sí y la corrijan.35

Pero la corrección también debía descender tanto a detalles como la ortografía, la caligrafía, la presentación,36 y la puntuación,37 así como también afrontar problemas de fondo como, por ejemplo, si el alumno trató de evadir las dificultades.38 Las exigencias eran cada vez mayores sobre todo en los niveles de humanidades y retórica.39 Llama la atención el hecho de que los alumnos debían entregar al profesor la última redacción corregida y guardaban para sí el texto sobre el que habían trabajado con todas sus añadiduras.40 Nos falta todavía reseñar los recursos metodológicos orales utilizados en la didáctica cotidiana del aula como son las concertaciones y las declamaciones. La Concertación era un ejercicio basado en el principio de la emulación pública y colectiva. Se trata de una clase de repetición en donde no se enfrentan los individuos sino el grupo total o las clases y en donde los alumnos son además actores y protagonistas de la competición. Con esta ejercitación, anota Bertrán Quera, se aprovecha la psicología evolutiva del adolescente en ese delicado tránsito de la etapa típica del juego a la etapa de competencia y lucha.41 De esta suerte se consigue armonizar los retos de la persona y las exigencias de la comunidad en la que el joven se encuentra inserto. Así pues, la presencia del público le obliga a superar la pasividad e inercia mental y por otro lado asume la responsabilidad de defender los intereses y el éxito de los que pertenecen al mismo equipo o bando. 35 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 22. 36 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 22, II. 37 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Gramática Ínfima”, 3. 38 Idem. 39 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 4. 40 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 22. 41 Miguel BERTRÁN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas…”, 226.

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En los cursos inferiores se consideraba que la concertación debía convertirse en práctica habitual e incluso podía reemplazarse la composición por media hora de concertación42 ya que esta emulación constituye un gran estímulo para el trabajo43. La concertación conllevaba una infraestructura de dignidades y cargos adquiridos por la competencia en la excelencia. Los magistrados gozaban de puestos especiales y para mantenerse debían exponer continuamente su liderazgo académico.44 De esta forma se explica el contenido de la Regla 31 de las Reglas comunes a los Profesores de las Clases inferiores: Ha de tenerse en mucho la concertación, que suele hacerse cuando el maestro pregunta y los émulos corrigen o entre sí discuten; y siempre que el tiempo lo permita ha de usarse, para que la honesta emulación se fomente, que es gran incentivo para los estudios. Podrán emplearse o cada uno por su parte o varios de cada parte, principalmente de los magistrados, o también uno solo atacar a varios. De ordinario el particular atacará al magistrado, el magistrado al magistrado; a veces también el particular atacará al magistrado, y podrá conseguir su dignidad, si venciere, o algún otro premio o señal de victoria, según lo pide la dignidad de la clase y el modo del lugar.45

En cada clase estaba normada la forma de proceder en la concertación. Pero además, una vez al año debían competir dos cursos inmediatos.46 Llama la atención la norma impuesta para responder las preguntas, pues el modus operandi recuerda mucho a la metodología de la Escolástica: el interrogado debía repetir textualmente la pregunta y tras un momento de meditación pasaba a contestarla.47 Cierra el ciclo de las composiciones la denominada Declamación, es decir, el arte de aprender a hablar así como los anteriores ejercicios estimulaban el arte de pensar. La perfecta elocuencia que diseñaba la Ratio Studiorum integraba dos elementos fundamentales: la oratoria y la poética48 pues a las fuentes lógicas y racionales se les debía abrir el horizonte siempre renovado de la poesía.

42 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 35. 43 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 31. 44 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 35. 45 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 31. 46 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 34. 47 Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 9. 48 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 1.

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Tres tipos distintos de declamación diseñaban este aspecto de la didáctica: la cotidiana del aula, la semipública, la pública y la solemne. La primera se servía de la lección de memoria de algún texto selecto para esforzarse en su recitación.49 La segunda era preparada por el alumno con antelación y debía versar sobre alguna prelección o autor no visto en clase, bien en prosa, bien en verso. Se tenía cada dos sábados y se debía invitar a los alumnos de humanidades.50 La tercera era pública y consistía en un discurso o en un canto poético que se pronunciaba en el salón o en la iglesia.51 La solemne venía a ser una pública con asistencia de público de fuera del colegio. Y aunque el texto de la Ratio de 1599 no baja a ciertos detalles si insistían en ello las anteriores, desde el cuidado de la pronunciación hasta la voz, los ademanes y gestos. Para concluir, queremos transcribir la síntesis del método que aduce el investigador Bernabé Bartolomé: La bondad estratégica del método humanístico de los jesuitas ha sido alabado por figuras del pensamiento como Montaigne, Descartes, Bacon o Goethe. En un estudio de la Ratio Studiorum se observa cómo bajo un planteamiento circular y concéntrico el desarrollo de la enseñanza se repite y crece en auténtico espiral, se proyecta integrador y uniforme perfeccionando potencias y habilidades. Como instrumento de trabajo el método se presenta eficaz y preciso. Como técnica factorial desarrolla los sectores lógico-simbólico, lingüístico, creativo, mnemónico, intuitivo. Como proceso recorre la praelectio, praecepta, compositio et eruditio. Como estragegia utiliza la concertatio, repetitio y repraesentatio. Cultivadores en su metodología, los jesuitas del eclecticismo habían ido acuñando con el tiempo realismo y progreso y sobre todo uniformidad.52

2. La “Prelección”

Después de esta introducción creemos oportuno hacer una exposición práctica de lo que se pretendía en la “Prelección” para que el lector

49 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 3. 50 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 15. 51 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 17. 52 Bernabé BARTOLOMÉ MARTÍNEZ. “Las cátedras de gramática de los jesuitas en las universidades de Aragón”. En: Hispania Sacra, 34 (1982) 53.

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moderno pueda verificar tanto la minuciosidad del método como el desarrollo de una clase normal.53 A nuestro entender, fue la “Prelección” uno de los medios más eficaces y a la vez más desapercibidos de que dispuso el Profesor no sólo para formar al alumno en el alma de las humanidades sino también para abrir espacios morales y patrones de conducta en la conciencia del alumno. En la estructura de la Prelección tenía siempre el maestro que hacer referencia al capítulo denominado “Costumbres”, el cual suponía un manantial inagotable para establecer aplicaciones y comparaciones entre los valores e ideales naturales, civiles y republicanos de los clásicos y los valores e ideales que se iban forjando en el interior del estudiante. De esta forma, del ideal del estilo se asciende al ideal humano y del ideal humano al ideal divino. Hay que reconocer que el P. Charmot captó con finura el alma de este proceso: A través de la historia y de la literatura pondrán la mente del niño cara a cara con los estados de alma más universal y profundamente humanos. Estos estados de alma pueden ser comunes a toda una generación, a una raza, a una patria; y entonces son problemas sociales los que se plantean en concreto y en su complejidad. O tales estados de alma se hallan en un personaje de categoría, caudillo, orador, historiador o poeta, y entonces nos encontramos con el problema también, infinitamente vario, de la inquietud humana. (...). Tal es la manera práctica de cristianizar toda la enseñanza de dentro a fuera. De las palabras y de los hechos penetrar profundamente hasta su sentido. De las ideas, penetrar hasta las almas. En las almas, penetrar hasta las pasiones malas y buenas que les atormentan y dividen. De este tormento y división, hacer brotar el problema psicológico o social, que es inmanente a la condición humana, mejor diría a la contradicción humana.54

Y como resulta difícil al hombre de hoy acercarse a la mentalidad de los educadores coloniales, hemos creído oportuno incluir algunos 53 Reproducimos una parte de un capítulo aparecido en nuestro libro Virtud, letras y política en la Mérida colonial. San Cristóbal, I (1995) 426-511. Aunque el inspirador de todo él fue el P. Manuel Briceño según el diseño que realizamos en la ciudad de Mérida en el año 1990, sin embargo su muerte súbita en Madrid el 28 de octubre de 1992 hizo que me tocara poner en limpio sus apuntes y darle la redacción final. Como discípulo de tan gran humanista de estas disciplinas en Santa Rosa de Viterbo (Colombia) manifiesto que me fue un método muy practicado y familiar. Asimismo reitero mi agradecimiento al P. Eduardo Cárdenas (Universidad Javeriana) quien colaboró en el texto final. 54 François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 344.

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textos que recogen la esencia de la “Prelección” para comprender su evolución a lo largo de los años de formación del estudiante en un colegio jesuítico. LA PRELECCIÓN EN LOS EJERCICIOS PRÁCTICOS I. ÍNFIMA GRAMÁTICA

1. Objetivo: Su grado es el conocimiento perfecto de los rudimentos e inicios de la sintaxis —de declinaciones de los nombres a la construcción común de los verbos, libro I—, los catorce preceptos de la construcción, los géneros. 2. División del tiempo: a) A primera hora de la mañana, de memoria trozos de Cicerón y la gramática, corrección de composiciones, ejercicios. b) A segunda, repetir la última Prelección de Cicerón y explicación, media hora, de la nueva, y tema para trabajo. c) Última media hora, explicación de algo del libro I, repaso, todo o mutuamente por medio de la concertación. d) Tarde, primera hora recitación de memoria de la gramática latina o griega, examen de los escritos que se propusieron por la mañana o corrección de los de casa (media hora). Repaso de la última Prelección de la gramática. e) Segunda, explicación al orden superior de la sintaxis y al inferior de los rudimentos de los géneros de los nombres y las catorce reglas. Griego, un poco más de un cuarto de hora. Última media, concertación o un dictado de gramática. f) Sábado, primera hora recitación en público de memoria de las Prelecciones de toda la semana. Segunda, repaso; última media hora, concertación. Lo mismo después de la comida. Última media hora, explicación del catecismo.55 Supuesta la lectura de todo el fragmento o texto escogido, hecha por el maestro, de manera reposada, detenida, con la entonación que se requiera para dar bien el sentido, se pasa al primer paso que es un somero resumen o brevísima explicación del argumento, en que se haga notar la conexión lógica con lo estudiado anteriormente, si es el caso. Luego antes de la erudición, viene la explicación literal o aclaración de términos difíciles, modismos de especial significado, hasta llegar a la comprensión exacta de las expresiones de acuerdo con el nivel y capacidad de la clase.

55 Ratio Studiorum. “Reglas del Maestro de Ínfima Clase de Gramática”, 1-2.

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EJEMPLO 1

1. Texto: “Socratem ferunt, cum usque ad vesperum contentius ambularet, quaesitumque esset ex eo, quare id faceret, respondisse, se, quo cenaret, opsonare ambulando famem”. 2. Traducción: Cuentan que Sócrates caminaba (desde mediodía) hasta la tarde. Alguien le preguntó por qué lo hacía, y él respondió que para almacenar hambre para la cena. 3. Explicación: Podría analizarse así: Socratem, que Sócrates, ferunt, cuentan (algunas personas, sobreentendido), cum, como, usque ad, hasta, vesperum, tarde, contentius, con más esfuerzo, ambularet, caminara, etc. (con más esfuerzo que de ordinario lo hacen a grandes pasos), así, pues, pero eso sería bárbaro. Mejor analicemos así: Socratem ferunt, se cuenta que Sócrates, contentius (contente, adverbio, significa con esfuerzo); contentius es un comparativo, con más esfuerzo: los que marchan cum contentius ambularet, como paseara a grandes pasos, usque ad vesperum, hasta tarde, quaesitumque esset ex eo, y como se le preguntara, quare id faceret, por qué hacía esto, respondisse, respondió (Socratem ferunt respondisse, se cuenta que Sócrates respondió): Obsonare (es un verbo derivado de obsonium, vianda, pescado, hortaliza, alimentos, comida, provisiones de boca, de donde obsonare, comer bien, regalarse, hacer provisión). Así que Sócrates respondió: se obsonare famem, que hacía provisión de hambre (como quien dice se aprestaba a regustar, ambulando, caminando), quo melius cenaret, para cenar mejor. [Después de esto se les explica a los alumnos la construcción de infinitivo, la formación de los comparativos, reglas ya conocidas pero aplicadas al caso, y se hacen ejercicios parecidos].56 4. Erudición: ¿Quién era Sócrates, fecha, circunstancias de su vida, qué resonancia pudo tener esa respuesta en sus discípulos, en los admiradores actuales del filósofo...? ¿Quién era Cicerón, qué eran las Tusculanas, de qué tratan...? Notemos que se trata de los de ínfima gramática. Por consiguiente la erudición ha de ser acomodada. Sócrates fue un gran pensador (filósofo) de Grecia, que vivió unos cuatrocientos cincuenta años antes del nacimiento de Nuestro Señor en Belén. Era un hombre sabio que dedicó toda su vida a enseñar a multitud de discípulos a buscar la verdad y el conocimiento interno de cada uno. En este caso la respuesta graciosa no era para que se pusieran a comer, pasear y comer, sino que él en vez de

56 Seguimos a Juvencio en el método.

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ponerse a hacer la simple digestión por ahí durmiendo, caminaba para mejor pensar. Los filósofos de entonces daban sus clases caminando. Marco Tulio Cicerón nació en Roma en el siglo I antes de Cristo. Fue un gran orador y un excelente escritor en su lengua, que era la latina. Entre sus muchas obras están las Tusculanas, donde se reproducen cinco conversaciones de un maestro y un auditor, en Túsculo, ciudad de la antigua Italia. EJEMPLO 2

1. Texto: “Personam tragicam forte Vulpes viderat: O quanta species inquit, cerebrum non habet”. 2. Traducción: Por casualidad una zorra vio una máscara de tragedia: ¡Oh!, dijo, ¡cuánta hermosura, pero no tiene cerebro! El Profesor de la clase de ínfima explicará; y, aunque todo esté escrito en latín, les hablará a los niños en lengua vernácula, porque todavía no entienden latín. Esta fábula de Fedro,57 un poeta latino del siglo I de nuestra era, quien escribió para los niños muchas fábulas o cuentos en latín, cuyos personajes son animales a los cuales les da la palabra, es analizada por Juvencio58 de esta manera: 3. Argumento: Se expone lo que dijo la zorra cuando encontró la careta. 4. Explicación: Principalmente consiste en dos cosas: 1) en exponer el orden de las palabras y la estructura de la oración; 2) en declarar las palabras más oscuras. Vulpes: a esta palabra latina le juntas la vernácula correspondiente, una volpe (si tienes clase en italiano); un renard si en francés, etc. Viderat (había visto) (júntale la palabra vernácula), “forte” (por casualidad) (traduce a la lengua vernácula). Personam, esta palabra, persona, a veces significa, una persona, une personne; a veces una máscara, una maschera, como sucede en las Bacanales, en los coros, en las tragedias, cuando los hombres no quieren ser conocidos o pasar ocultos o aparecer con cara distinta; por eso se suele añadir la otra palabra, trágica; de semejante manera se explicarán las demás palabras en lengua patria, y no sólo una vez, sino dos o tres, si es necesario. 5. Gramática: Vuelve a cada palabra; explica ahora el género, la declinación, la conjugación, los modos, los tiempos de cada una; por ej.:

57 JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar. Lib. I, VI. 58 JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar. Cap. I, art. IV, párr. III.

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Vulpes es nombre substantivo de la tercera declinación, como proles, clades, etc. Acuérdate siempre de traer ejemplos, y, si es posible, que sean conocidos de los niños: después dí la regla. Viderat es un verbo en pretérito pluscuamperfecto, tercera persona del singular; el presente es Video, vides, videt. De la segunda conjugación, como doceo, doces, docet. El pretérito es vidi, vidisti, vidit; por la regla, etc. Está en tercera persona porque se refiere a Vulpes que es un nombre de tercera persona, por la regla, etc. Si es necesario, se explica esta regla, “vulpes viderat forte” (una zorra había visto por casualidad) (se repiten estas palabras en lengua vernácula). Forte es adverbio: el adverbio es una partícula de la oración, etc. ¿Qué había visto la zorra? (se repite de nuevo en lengua vernácula y se hacen preguntas con frecuencia; sirven para que penetren en los oídos y en la inteligencia); Viderat personam tragicam: Persona, personae, es nombre de la primera declinación como Musa, Musae. ¿Por qué se pone personam, no persona? ¿por qué está en acusativo? Porque le precede el verbo viderat que pide un acusativo; se añade la regla Viderat Vulpes personam tragicam. Tragicam es acusativo del género femenino del adjetivo tragicus, tragica, tragicum, como bonus, bona, bonum. ¿Por qué está en acusativo, en género femenino, en número singular? Porque se une con el substantivo precedente, es decir, Personam. Hay una regla que siempre que el adjetivo se junta a un substantivo, etc. Sería falta grave contra la Gramática si se dijese: Personam tragica, o tragicas, por qué, etc. Del mismo modo se van explicando las restantes palabras. 6. Erudición: ¿Qué nos impide el que enseñemos que la zorra es un animal masado de astucia y trampas? Y hasta se puede contar, si gusta, alguna historia graciosa, y también algún proverbio: con la zorra, hay que ser zorro, etc. Tragicam, esta palabra te da pie para explicar, conforme al saber de los niños, qué es una tragedia, o sea, un espectáculo en el que los hombres bajo la apariencia de otra persona representan un hecho en el teatro. Cerebrum te da ocasión de explicar y sugerir en latín las diversas partes de la cabeza. Así van aprendiendo los niños. 7. Latinidad: Haz que los niños adviertan cómo se puede cambiar la colocación de las palabras para preferir unas a otras según la elegancia de la frase. Trae ejemplos semejantes al versículo que estás explicando. Fedro dice: “Personam tragicam vulpes viderat”; tú diles: fratrem tuum nuper videram (debemos usar mucho con los niños estos ejemplos familiares que están al alcance de todos), así está mejor que videram fratrem tuum nuper.

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Viderat de video trae otras palabras: aspicio, intueor, etc. Personam enséñales el adjetivo derivado personatus, personata amicitia, etc. y explícales voces sinónimas larva, larvatus. Tragicam les adviertes que a veces esta palabra indica algo lamentable o alguna acción terrible: muerte trágica, matanza trágica. La composición que se dicte, si se acomoda a la fábula desarrollada en clase, ayudará maravillosamente a la explicación. Se podrá estructurarla así: “Hace poco había visto a tu cultísimo hermano: ¡Oh! cuánta erudición, me dije, y no tiene recompensa”. De esta fábula te es posible deducir y sacar una sentencia moral. Muchas veces a los mismos a quienes la naturaleza les concede hermosura y riquezas, les niega el sentido común y la prudencia. 8. Costumbres: El fin de la fábula presente da lugar a extender un poco acerca de cuánto aventaja el sentido común y la prudencia (sobre todo la cristiana y evangélica) a todas las fortunas y dotes naturales, aun los más excelentes; lo podrás conformar con una pequeña narración apropiada a los niños. Luego, uno o dos de los más adelantados de la clase, la repetirán en latín o en lengua vernácula. II. MEDIA GRAMÁTICA

1. Objetivo: es “el conocimiento de toda la gramática, aunque menos pleno”. En griego, nombres contractos, verbos en mi, y las formaciones más fáciles. 2. División del tiempo: a) Primera hora de la mañana. Recitación de memoria de trozos de Marco Tulio y la Gramática. Corrección de composiciones. Ejercicios. b) Segunda, breve repetición de la última Prelección de Marco Tulio y, en media hora, explicación de la nueva. Se dicta el tema. c) Última media hora: repaso de algo del libro I de la gramática, declinaciones, pretéritos y supinos. Concertación. d) Tarde. Primero recitación de memoria de la gramática latina y griega, y de un poeta. Corrección de composiciones y deberes de casa, repetición de la prelección de la gramática y poética. e) Segunda hora: treinta minutos para explicación de la sintaxis. Repetición. Luego, media hora para el griego. Última media hora: repetición y ejercicio. f) Sábado: Primero recitación en público de memoria de las lecciones de toda la semana o todo el libro. Repaso en la segunda hora. La última media, concertación. Lo mismo después de la comida, y la última media hora explicación del catecismo.59

59 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de la Clase de Media Gramática”, 2.

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EJEMPLO 3

1. Texto:60 “Nihil igitur afferunt qui in re gerenda versari senectutem negant; similesque sunt, ut si qui gubernatorem in navigando agere nihil dicant, cum alii malos scandant, alii per foros cursent, alii sentinam exhauriant: ille autem clavum tenens sedeat in puppi quietus. Non facit ea quae juvenes; at vero multo maiora et meliora facit: non enim viribus aut celeritate corporumres magnae geruntur, sed consilio et auctoritate et sententia; quibus non modo non orbari, sed etiam augeri senectus solet”.61 2. Traducción: Nada, pues, alegan los que niegan a la vejez el manejo de los negocios; y son semejantes a los que dijeran que el piloto nada hace en la nave cuando unos suben a los mástiles, otros andan maniobrando por los puentes del navío, otros vacían la bomba, y él teniendo el gobernalle está sentado en la popa. No hace lo que los otros mozos, pero en mayores cosas y de más importancia trabaja. Por que no se administran los asuntos graves con fuerza, prontitud y movimientos acelerados del cuerpo, sino con autoridad, prudencia y consejo: prendas que no solamente no se pierden en la vejez, sino que suelen aumentarse y perfeccionarse en ella. 3. Argumento: La primera de las cuatro causas por las que se acusa a la vejez, es: que aparta del manejo de los negocios. Esta acusación la rechaza Cicerón con una doble comparación que comprende la Prelección de hoy: la primera comparación está tomada del piloto de una nave; la otra, de la misma juventud. Lo mismo hace el anciano de la familia o en la república que el piloto de la nave; muchas más cosas y más importantes que los mismos jóvenes. Por tanto, la vejez no es ociosa, ni inútil para el manejo de los negocios, ni debe ser apartada de ellos. Tal es el argumento de la lección. El argumento que en la primera clase, hay que desarrollarlo todo en latín, en ésta hay que hacerlo en latín y en lengua vernácula. Y repetirlo dos veces o tres, con unas y otras palabras, como todo lo demás. 4. Explanación: Nihil igitur afferunt. Nada prueban, nada convencen, usan razones poco aplastantes (todo esto en la segunda clase de Gramática, se expone parte en latín, parte en lengua patria). Aquella palabra igitur (por tanto) indica que esta frase hay que unirla a las dichas anteriormente.

60 Siguiendo todavía a Juvencio citaremos otra explicación de un ejemplo diferente para una clase de nivel superior, denominada Media Gramática. Está tomado de un texto de Cicerón en De Senectute. “Tomo estas palabras del diálogo, escribe el pedagogo jesuita: Nihil igitur afferunt, que se leen enseguida de la partición del diálogo, hasta las palabras Nisi forte”. JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar, II Parte, Cap. II, art. IV, párr. IV. 61 CICERÓN. De Senectute, VI.

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Tal es la unión por los ejemplos que he traído hace poco, es evidente que nada demuestran y nada prueban qui in re gerenda versari senectutem negant, los que afirman que los ancianos no hacen nada, que no son aptos para los negocios. Similesque sunt (son semejantes) esos que reprenden a los ancianos y los acusan de ociosos, son semejantes a los que se atrevieran a decir que el piloto nada hace en la nave, porque está sentado quieto en la popa y los otros corretean por aquí y por allá. El piloto es lo mismo que el maestro y director de la nave, llamado de otro modo el patrón, nauclero, un piloto, un nocchiero. Cum alii malos scandant, suben por los mástiles desde la base hasta la punta. El palo del mástil es un tronco de árbol que se levanta en medio de la nave. De él penden otros palos transversos que se llaman antenas, a las cuales se sujetan las velas. Los marineros suben a los mástiles para dar vuelta a las antenas y recoger las velas, etc. Alii per foros cursent, otros con frecuencia corren por los espacios libres. Los foros son unas maderas colocadas transversalmente en la misma nave y los asientos donde se sientan los remeros: de otro modo se llaman bancos. Cursent de curso, cursas, cursare; es verbo frecuentativo; se dice también cursito = corretear de aquí para allá. Alii sentinam exhauriant: sentina es la parte más profunda de la nave a la cual se desliza el agua de mar que penetra por las rendijas del maderamen, y de la cual de cuando en cuando se le va sacando. Ille autem (En cambio aquel), el piloto de la nave. Clavum tenens, el clavo es aquí el timón; la proa, por el contrario, es la parte anterior de la nave. Non facit (No hace), etc. Comienza la parte siguiente de la lección, en la que Cicerón dice que los ancianos hacen cosas mayores y más importantes que los jóvenes. Cicerón se la propone como una objeción del adversario. Pero, dirá alguno, Non facit, senectus ea quae juvenes faciunt? Los ancianos ¿no hacen las cosas que hacen los jóvenes? Responde Cicerón: at vero maiora et meliora facit, pero las hacen mayores y mejores, más importantes. Como si dijera: te concedo, no hace las cosas que los jóvenes, sino, etc. Esto basta para dar un espécimen que indica claramente de qué modo hay que desarrollar una Prelección. 5. Erudición: Se pueden decir datos acerca de las naves y de la cuestión naval; de la manera de exponer su parecer en el Senado, etc. 6. Latinidad: Nihil afferunt; no prueban nada: declarar varias significaciones del verbo affero; advertir versari in rebus gerendis, tomar parte en los negocios: nihil agere, no hacer nada; hacer otra cosa, hacer esto.

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El Maestro de quinta de Gramática explique qué es un verbo frecuentativo, de dónde se forma y traiga ejemplos; el de cuarta recalcará una y otra vez esto mismo. Cessare (cesar, descansar) se expone la fuerza de esta palabra; traiga otras parecidas como son feriari, otiari, etc. =guardar fiesta; estar ocioso, etc. y confírmelas con ejemplos. 7. Costumbres: Suele compararse la vida con una navegación; igual el imperio. Los reyes están al timón, hay que obedecerles. Qué magnífica la sentencia siguiente: Res magnae non geruntur viribus, sed consilio. Las grandes empresas no se llevan a feliz término por la fuerza, sino por las ideas. Y aptísima para materia de composición o para que la transcriban los jóvenes. Pero si las grandes empresas se llevan a cabo por las ideas ¡cuánto más por la honradez y la virtud! Busca tanto en la historia contemporánea como en la antigua, ejemplos acomodados al nivel de tu clase.62 EJEMPLO 4

Vamos a tomar un ejemplo sencillo de un texto griego. Será un “chiste” de Jerocles. Como digo, es para principiantes que han visto naturalmente ya los fundamentos de la gramática, y pueden traducir algo fácil. Lo primero, decimos, es la lectura del texto. (Como es en griego facilitaremos la escritura con transcripción internacional, cuando sea necesario). La traducción un poco libre es ésta: 1. “Un tonto queriendo atravesar un río se subió a caballo a un barco. Alguien le preguntó por qué causa, y él respondió que porque tenía prisa”. 2. Argumento: en este caso no es necesario. 3. Explicación: literal o gramatical si tiene interés. Porque la primera palabra en griego (sholastikos) tiene relación con shole, que a la letra significa descanso, reposo, tiempo libre, tranquilidad, de donde viene el sentido de descanso del trabajo que es una discusión sabia, una disputa inteligente, el lugar donde se dan esas lecturas, es decir, la escuela. Y “escolástico”, como en el caso presente, en el primer sentido, es un ocioso, palabra que luego vino a designar al sabio, al que consagra todo su tiempo libre al saber. De la segunda palabra potamon, además de saber que está en acusativo (y aquí repasamos los casos de las declinaciones), podemos recordar o aprender algunas palabras que vienen al castellano de ésta, como hipopótamo. Sigue el boulomenos que es participio de un verbo deponente (y aquí se

62 JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar, II Parte, art. IV, párr. IV.

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explica lo concerniente, con las etimologías respectivas, como abulia). Y así seguimos, palabra por palabra, con el objeto de que se asimile lo mejor posible cada matiz del texto propuesto, porque enseguida encontramos un genitivo absoluto y una construcción de infinitivo. Todo con el objeto de que los principiantes tomen conciencia de lo agradable e instructivo que es el análisis gramatical y puedan llegar lo mejor que puedan al pensamiento real del autor. 4. Erudición: Falta aún la ilustración o comentario de este pequeño trozo de dos líneas. Pues no sabemos todavía quién era Jerocles: pues nada menos que un estoico del tiempo de Hadriano (el emperador romano del siglo II después de Cristo). Este filósofo escribió unos Elementos de Ética, obra científica seria (en contraste con el llamado “chiste” que explicamos). Esta anécdota sin embargo nos sirve para comprender algo de la vida de entonces, de la sonrisa tan fácil e ingenua de otros tiempos. Estoicos se llamaban ciertos filósofos que profesaban una doctrina (estoicismo), la cual consistía en hacer creer que la substancia es fuego sutil, que es a la vez materia y fuerza. Según ellos el bien máximo es obedecer sólo a la razón y ser indiferentes al placer o el dolor.

5. Comentario: Lo anterior ha sido, a la manera de la Ratio, una Preelección para la cual nos hemos inspirado en las reglas y normas que se dan para aprender. Recordemos que nos hemos limitado únicamente a las letras, en concreto, al conocimiento del griego y del latín. Para las otras disciplinas habría que explicar a su manera. Siguiendo, por ahora, con el griego, es indispensable conocer la mentalidad de la Ratio, cuando explica que “la erudición de un profesor dado a las letras, ha de abarcar sobre todo estas tres cosas: Primera, un perfecto conocimiento de las lenguas. Segunda, un conocimiento suficiente de aquellas ciencias que ayuden a completar el ciclo de las bellas artes. Tercero, destreza en el uso de aquellos recursos que alivian el trabajo y aguzan la fuerza del entendimiento”. De las lenguas se da una importancia especial al latín, desde luego, pero “en primer lugar” a la griega, por ser algo más difícil. “La importancia de la lengua griega es tal que quien no la domine no puede llamarse verdaderamente hombre culto. Su utilidad es tan grande para entender los autores de las materias principales (en Humanidades), que quien la ignore anda tanteando vergonzosamente sin poder comprenderlos”. Es verdad que no faltan intérpretes, pero ellos sufren con frecuencia alucinaciones y se equivocan, por la rapidez con que tienen que hacer sus trabajos y ni tiempo les queda para expresar la fuerza, la majestad y la propiedad de la lengua griega.

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“En estos casos, dice Juvencio,63 lo mejor es beber el agua pura en su misma fuente; la cual una vez derramada por cauces ajenos y alejados de su manantial, no tiene ya la limpieza de éste y muchas veces corre manchada con barro y lodo”. Tal es la estima que se tiene de esta lengua. Por eso añade unas normas para aprender el griego. Entre ellas dice que se requiere, igual que para cualquier otro idioma, conocer las palabras, los lazos de unión entre ellas, es decir, la sintaxis y el modo de usarla con propiedad, elegancia y gracia, o sea, el estilo.64 Para todo ello ayudan las etimologías, las raíces, leer, anotar, grabar de memoria, conocer la gramática, sus reglas, consagrar al estudio un tiempo fijo. “Al leer un autor, si se nos presenta una palabra más difícil, si aparece alguna excepción a las reglas generales, hay que examinarla con atención y no dejarla de la mano hasta que se llegue a la raíz misma de la dificultad”.65 Y luego arremeter con autores cada vez más complicados. En un año, “cualquiera que no sea completamente negado”, puede conseguir con facilidad alguna soltura en la lengua griega. III. SUPREMA GRAMÁTICA

1. Objetivos: son el conocimiento completo de la gramática, en el latín —sintaxis, apéndices, construcción figurada, arte métrica—; y en griego, las ocho partes de la oración, los rudimentos, menos los dialectos y lo más difícil. 2. División del tiempo: a) Primera hora de la mañana: recitación de memoria de Marco Tulio y la gramática. Segunda: breve repetición de la última Prelección y treinta minutos para la nueva. Luego, se dicta el tema. Última media hora: se repite la Prelección de gramática, se explica y exige la nueva. Concertación. b) Primera hora de la tarde: recitación de memoria del poeta y el autor griego. Hora y media siguiente: reposo o explicación del poeta y la prelección o composición griega. c) Última media hora: concertaciones. d) Sábado. Primero se recita en público de memoria todo lo de la semana o las Prelecciones de todo el libro. Segunda hora: repaso. Últimos treinta minutos: concertación. Lo mismo después de la comida. Última media hora, explicación del catecismo.66 Lo anterior es indispensable, pues se trata de preparar como el piso de la elocuencia con el conocimiento de la lengua, alguna erudición y una breve información de los preceptos de retórica.

63 JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar. I Parte, Cap. I, art. I. 64 JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar. párr. I 65 Ibid. 66 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de la Clase de Suprema Gramática”, 1-2.

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EJEMPLO 5

1. Texto: Te quoque Vergilio comitem non aequa, Tibulle mors iuvenem campos misit ad Elysios, ne foret, aut elegis molles qui fleret amores aut caneret forti regia bella pede. 2. Traducción: Tibulo, a tí la muerte inicua te envió a los campos Elíseos como joven compañero de Virgilio, a fin de que no quedara quien llorara en elegías los amores apasionados, o quien cantara con energía los combates de los reyes. 3. Argumento: Es el epitafio de un contemporáneo de Tibulo, en el cual el amigo manifiesta la impresión tan honda, la tristeza, el vacío que en Roma causó la muerte de este joven poeta, fallecido en el mismo año —casi enseguida— en que murió Virgilio. 4. Explicación: Este epitafio, como lo hemos llamado, es en realidad un epigrama. La diferencia que existe entre estos dos términos es que epitafio (del griego epi-sobre, y taphos, sepulcro) es “una inscripción que se pone, o se supone puesta, sobre un sepulcro o en la lápida o lámina colocada junto al enterramiento” (Acad.); y epigrama (del griego episobre, y gramma, letra o escrito) es “una composición poética breve en que con precisión y agudeza se expresa un solo pensamiento principal, por lo común festivo o satírico” (Acad.). Como se ve, aquí es un escrito poético para conservar la memoria del bardo fallecido. 5. Gramática: Te quoque... comitem... iuvenem: elegantes acusativos de misit, el cual verbo a su vez rige con ad otro acusativo que es su complemento ordinario. Aquí es el ad Elysios campos. Vergilio comitem: notar ese dativo en todo su sentido. Foret: subj. imperf. equivalente a esset, del v. sum, usado especialmente en frases condicionales y en históricas, pero muy raras veces en Cicerón. Fleret... caneret: otros subj. que responden al ne foret... qui fleret... aut caneret. Forti pede: difícil de traducir a la letra como fuerte, pues no da la idea cabal. Podría decirse “con valentía, con energía”, u otra forma semejante que se aplique lo mejor posible a los combates de los reyes — regia bella—. El vocativo viene muy al caso para el destinatario. 6. Erudición: Domicio Marso fue un epigramático mencionado varias veces por Valerio Marcial (poeta latino, c. 42 - c. 104 d. C. Su celebridad se debe a un famoso libro de Epigramas en que con mano maestra pinta las costumbres y corrupción de la sociedad romana de su tiempo). En el epigrama LXXVII del Libro II Marcial pondera a Domicio,

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cuando un tal Cosconio criticó a Marcial de que eran muy largas sus composiciones. Y dice: “También dirás tú que un coloso es demasiado fuerte, o que un enano es muy pequeño, o que las pirámides son muy altas. Aprende más bien lo que ignoras, y lee de Marso y el erudito Pedón cómo en una sola página compendian dos obras íntegras”: ...Haec tu credideris longum ratione colosson et puerum Bruti dixeris esse brevem. Disce quod ignoras: Marsi doctique Pedonis saepe duplex unum pagina tractat opus. Albio Tibulo. No se sabe con seguridad si nació en Roma, ciudad que admira y celebra: Roma, tuum nomen terris fatale regendis67 (tu nombre, Roma, fatal para las tierras que vas a esclavizar) Los hombres de letras de la época cantaban al emperador para alabarlo y participaban de las fiestas oficiales... Tibulo, no, él escribía versos apasionados sobre su propia historia con la magia acabada de un artista, encerrado en el castillo interior de sus sueños y de sus tristezas, siguiendo la temática fundamental que alimentaba a los talentos jóvenes: el hermoso mundo femenino. En estas palabras podríamos resumir la vida de este hombre quien gastó su vida en amar y cantar sus amores, fracasados por cierto. Es que de su biografía apenas si sabemos nada, si no es por sus propias alusiones y referencias dispersas en sus versos. Su obra literaria consta de dos libros de Elegías y un corto poema amoroso de veinticuatro líneas. De Publio Virgilio Marón (76-19 a. C.), el célebre poeta de perfección absoluta por el estilo y la armonía del verso, trataremos ampliamente en Retórica al estudiar la Eneida, la gran epopeya nacional y religiosa de Roma, y las Geórgicas, que son un admirable canto pastoril a la gloria del campo. Los Campos Elíseos eran, según la mitología grecorromana, la morada de las almas de los hombres virtuosos. No era un lugar de muertos sino la región a la cual eran trasladados los héroes para vivir una vida de felicidad. 7. Latinidad: (Prosodia). Dos dísticos (estrofas de dos versos cada una), que constan de hexámetros y pentámetros. El primero tiene seis pies métricos, de los cuales los cuatro del comienzo pueden ser dáctilos o espondeos; el quinto, dáctilo, el sexto, espondeo. La cesura es indispensable.

67 II, V, 57.

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El pentámetro se compone de un dáctilo o un espondeo, de otro dáctilo o un espondeo, de una cesura, de dos dáctilos y de otro cesura. Cesura es, en la poesía griega y latina, la sílaba con que termina una palabra después de haber formado un pie; y sirve para empezar otro... Pie es cada una de las partes de dos, tres o más sílabas de que se compone un verso y con que se mide, y atienden a la cantidad. Por su parte, dáctilo es un pie de la poesía griega y latina compuesto de tres sílabas: la primera, larga y las otras dos, breves. Espondeo es el pie compuesto de dos sílabas largas. De viva voz completaremos la explicación con ejemplos prácticos y ejercicios en clase y en particular. EJEMPLO 6

Pasemos ahora a un breve poema griego para analizar en Humanidades. Es el siguiente, escogido casi al azar. Y es de Anacreonte: 1. Texto y traducción. Dio la Naturaleza cuernos a los toros, cascos a los caballos, a los leones la abertura de los dientes, rapidez en los pies a las liebres, a los peces la propiedad de nadar, a las aves el volar, a los hombres la inteligencia que vale por todos los escudos y por todas las lanzas. 2. Argumento y Gramática: Lo primero hubiera sido la traducción de parte de los alumnos, mas para facilitar aquí la explicación, nos hemos anticipado a verter al castellano ese ejercicio. Sigue ahora la explicación del argumento, segundo o, mejor, tercer paso. El aspecto gramatical no tiene por el momento más observación sino advertir las construcciones dialectales del bardo, como odontos, genitivo con omega final (¿por qué?), el lagois, el orneois, y ¿por qué apantos y apason? 3. Explicación: El argumento, en realidad, es muy humano, dada la contraposición que hace el poeta pagano entre los animales y el hombre, entre las características más propias de diversos brutos y la inteligencia —phronema—, cuya significación en griego es rica: espíritu, inteligencia, pensamiento, manera de pensar, sentimiento, grandeza de alma, nobleza, voluntad, propósito, ingenio y aun orgullo, arrogancia, insolencia. ¡Qué contraste en todo sentido, y qué felicidad pensar en cuánto superamos a los simples animales! Es el momento de recordar aquellas palabras del salmo: “minuisti eum paulo minus ab angelis”... (8,6).

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4. Erudición: Desde el punto de vista poético, y aquí entra también la erudición, nos remontaremos a la personalidad de Anacreonte, el bardo de los palacios y cortes, quien vivió en una época en que la civilización jónica pasaba por un período de degeneración, si así podemos llamarla. Porque el genuino espíritu heleno se había debilitado debido a la rápida expansión de los grandes imperios orientales, lo cual hacía imposible la rebelión por falta de organizaciones y de energía. No quedaba sino emigrar, abandonar la política y entregarse a la filosofía, o a los refinamientos de la vida persa. Anacreonte vivió cuando el lujo y la magnificencia habían llegado al más alto grado de desarrollo entre los griegos y cuando la poesía había bajado tanto que se había dedicado a enaltecer la pompa de los déspotas. Él fue esencialmente un poeta de corte, que sólo parecía estimar la vida embellecida por la sociabilidad, el amor sensual y frívolo, por la música, el vino, los gustos de la mesa, el placer fugaz del “momento palpitante”... Su memoria ha pasado a la posteridad como el tipo de la ligereza amable y brillante. Con estos datos podemos apreciar en su justo valor este poemilla “no comprometido”, pero sencillo, agradable, que hubiera dado oportunidad de extender más los ejemplos pero que con mucho sentido estético trajo lo fundamental. Inútil hubiera sido extenderse más. Para nosotros, al escribir, nos servirá de modelo, de concisión, de economía de palabras, casi diría de prudencia para no cansar a los lectores atiborrándolos de cosas evidentes, pero al mismo tiempo de estilo “sugestivo”. IV. RETÓRICA

1. Objetivos: Este grado dispone a la perfecta elocuencia con dos facultades, la oratoria y la poesía, que son elementos de utilidad y ornato. Para ello se necesitan los preceptos del hablar (cf. Cicerón y Aristóteles), y la erudición (“de la historia y costumbres de los pueblos, de la autoridad de los escritores y de cualquier enseñanza”). 2. División del tiempo: a) Primera hora de la mañana: recitación de memoria de pasajes de Cicerón y del arte métrica ante los “decuriones”. Otros ejercicios. Recitación en público. b) Segunda hora: breve repetición de la última Prelección, se explica la nueva (treinta minutos). Concentración mutua de los discípulos. c) Última media hora: “recórrase al principio del primer semestre el historiador y el arte métrica en días alternos”; en el segundo, se explica a diario la retórica de Cipriano, o se repasa y se disputa. d) Primera hora después de medio día: recitación de memoria de un poeta y autor griego, corrección de trabajos de casa. Se dan nuevos temas. e) Hora y media siguiente: repasar o explicar el poeta y la Prelección o la composición en griego. f) Día de vacación. Primera hora: se recita de

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memoria lo que se preleyó en la anterior vacación. Se corrigen composiciones. Segunda: se explican y repasan epigramas, odas o elegías, o del libro III de Cipriano los tropos, figuras, ritmo y pies métricos oratorios. Concertación. g) Sábado por la mañana, primera hora: pública recitación de memoria de las Prelecciones de toda la semana. Segunda: repaso. Última media hora: declamación o Prelección o concertación. Después de la comida, media hora para repetir de memoria el poeta o el catecismo. Hora y media siguiente: repaso o explicación de una breve poesía, para pedir luego cuenta de ella. Última media hora: explicación del catecismo.68 Estudiado lo anterior, vamos a explicar el curso más avanzado de todos, el de Retórica. En este caso, como estamos analizando los griegos, vamos a escoger un fragmento de Demóstenes. Más adelante nos entenderemos con un poeta latino, para variar. Recordemos sí que lo primero es leer el texto en su lengua original y que cada uno trate de verterlo a la lengua materna, sin olvidar que en la Prelección puede dar una primera traducción literal el profesor, como ayuda o estímulo a los alumnos, según parezca prudente u oportuno. EJEMPLO 7

1. Texto y Traducción: El texto de Demóstenes69 vertido al castellano por la pluma del jesuita José Sautu se lee así: ...“Ni dejéis tampoco de reparar, atenienses, que si los griegos padecieron algún agravio de parte de vuestros mayores y de los Lacedemonios, al fin y al cabo, de sus propios hermanos, de hijos legítimos de Grecia lo padecieron: ¡que no es poca la diferencia! Vosotros, cuando veis a un hijo legítimo y noble administrar mal las pingües riquezas que heredó de sus padres, cierto, le reputáis digno de reprensión y de castigo, pero de ningún modo os atrevéis por eso a denigrarle con la nota de ladrón o mal heredado. Pero un esclavo, un bastardo que metiese mano en fortuna ajena y comenzase a derrocharla y a despilfarrarla a su capricho, ¡cielos, cuánta mayor indignación excitaría en vuestro pecho! De seguro que no habría nadie que no le tuviese por digno de execración y de muerte. Y, sin embargo, para los ultrajes que nos hace el tirano no hay odio; no hay execración para Filipo, que no sólo no es griego, ni tiene que ver nada con los griegos; pero no es bárbaro siquiera de los decentes, sino de la más ignominiosa ralea, vilísimo macedón, que ni para esclavo azacán le hubieran comprado nuestros mayores”...

68 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1-2. 69 De la Tercera Filípica. Es solo un mínimo fragmento. ¿Cómo será el discurso completo?

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Vendría ahora un ejercicio muy recomendado por la Ratio, y sería la versión de esto mismo, aun cuando sea literal pero en latín correcto, como trataremos de hacerlo. Hela aquí: Iam illud quoque nostis, quidquid a vobis et Lacedaemoniis Graeci perpessi fuerunt; ea saltem a germanis Graeciae civibus esse perpessos idque perinde aestimari potuit, ac si filius natus in ampla familia legitimus, aliquid non bene neque recte administraret. Is ob idipsum dignus esset reprehensione et accussatione sed eum ut alienum aut non haeredem eorum illa facere, non posset dici. Quod si servus aut subditivus ea quae nihil ad ipsun attinerent, perderet et vastasset, o Iupiter, quanto id indignius et gravius ferendun esse omnes dicerent? Num vero erga Philippun et eius actiones ita nunc affecti sunt? Qui tantum abest Graecus sit, Graecisve ullo modo coniunctus; ut nec inter barbaros sit honesto loco natus, sed perditus Macedo, unde frugi mancipium olim nullum emi potuit. Los pasos que se han de seguir son varios en Retórica: después de la lectura y versión tanto en la lengua común como en latín, son el argumento, la explanación, la retórica, la erudición y la “grecidad”, y si así puede llamarse en castellano. 2. Argumento: En cuanto al argumento, hemos de explicar de qué se trata. Filipo II de Macedonia había gobernado con poder absoluto todas las regiones norteñas y las costas noroccidentales del golfo Termaico, que forman a Macedonia en el sentido estricto. Desde el punto de vista histórico, son muchas las vicisitudes de sus reyes hasta que llegamos a Filipo II, quien subido al trono como regente comienza por asegurar su propia posición eliminando a los rivales y fortaleciendo su propia posición. Avanza al oriente contra los habitantes de Tracia, porque allí existen minas de oro... Sin este preciado metal no podrá llevar adelante sus planes militares. Entretanto, los atenienses no se preocupan de lo que está haciendo el monarca, el cual resuelve avanzar al sur, es decir, al norte de Grecia en sus planes de expansión agresiva y de conquista. Filipo ha convertido el ejército macedonio en una fuerza irresistible para su época, utilizado y mejorado lo que se llama la táctica de la falange oblicua, y dotado a su país de una potente flota. Preocupado, con éxito creciente, de los asuntos de Grecia, dividida entonces por guerras intestinas, en Atenas se vuelve contra él, nada menos que Demóstenes, encarnizado y violento en sus discursos (Filípicas). Otros grandes oradores (Esquines entre ellos) defienden al invasor. La llamada III Filípica es la que tratamos de analizar en este corto fragmento.

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3. La explanación: verbal y sintáctica merece la mayor atención, dada la elocuente sinceridad y riqueza de vocabulario y los giros riquísimos del estilo oratorio que merecen la pena imitarlos para aprender a escribir en nuestra propia lengua. Fijémonos, por ejemplo, en aquella sencillez del primer párrafo en que habla del hosper an uios en ousia polle gegonos gnesios diokei ti, o en aquel axios mempseos y en esa acumulación de verbos fuertes en su significado apollue kai elymaineto, y el contraste tan marcado con el all ouch hyper Philippou... y el impresionante olethrou Makedonos, hothen oud’ andrapodon spoudaion ouden en proteron priasthai... 4. Retórica: A todo ello hemos de añadir las posibles etimologías que se desprendan de las voces griegas que aparecen en el texto demosteniano, y son numerosas. Respecto a la retórica haremos un breve comentario, pues en el discurso íntegro (y en este trozo algo se alcanza) es donde puede apreciarse en todo su vigor, la fuerza, la energía y la vehemencia del genial orador. El pensamiento, desde luego, es vigoroso en la invención del argumento, en la explotación de toda su fuerza, en el agotamiento de sus aspectos, en el desarrollo dialéctico, en el orden de la construcción. En todo ello descubrimos todo lo más hondo y decisivo de la elocuencia demosteniana. Es el fruto de una inteligencia oratoria que Cicerón denominaba perfecta. El sentimiento es asimismo apasionado y patriótico. El estilo es enérgico, conciso, irónico, hiriente. No podemos omitir el esmero con que Demóstenes preparaba sus discursos. Continuando ahora con la Retórica vale la pena resumir la impresión concreta de la Filípica y compararla someramente con cualquier oración de Marco Tulio, pues en uno y otro se advierte el dominio del auditorio y la fuerza del ataque. En ambos oradores los exordios suelen ser maravillosos, claros, concisos, elegantes. Demóstenes acusa directamente a los atenienses de no haber obrado contra Filipo. Tiene plena conciencia de sus propios valores. Quiere salvar a Grecia con su palabra. En cuanto a la fuerza del ataque, vimos por las pocas líneas que presentamos cómo se lanza contra Filipo, el desprecio con que lo trata, la manera de decir que no es un bárbaro siquiera de los decentes “sino vilísimo Macedón que ni para esclavo azacán le hubieran comprado nuestros mayores”... Es clara la fuerza del ataque, de la embestida de un miura. Cicerón, por su parte, “le quitó a Demóstenes la gloría de ser el único gran orador”. En el Pro Murena, por ejemplo, Marco Tulio juega en forma parecida a la del griego con el auditorio: cambia de tono, de estilo, de argumentación con agudeza y dominio asombrosos, y agrada, deleita, subyuga. En la II Filípica contra Marco Antonio es estupendo en su género, lo mismo que hace en las Catilinarias, con preguntas, admiraciones, frases mordaces, casi diríamos insultos apasionados. Es que

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Marco Tulio, como Demóstenes, busca levantar hondo desprecio por sus dos víctimas. La fuerza pasional de ambos oradores es incontenible. ¿Y qué decir de la lógica de los hechos, de la sinceridad, de los sentimientos, de la desbordada rapidez y riqueza idiomática en estos dos colosos de la palabra? 5. Erudición: Como un punto de erudición falta añadir algunos datos de la personalidad de Demóstenes, quien nació el año 384 antes de Cristo y murió en el 322. Fue el más importante de los diez oradores áticos. A los diez años de edad perdió a su padre, mas vio que su herencia fue disipada por sus tutores. A los veinte de edad obtuvo su primer éxito en los tribunales ganando el pleito que había planteado contra ellos. Pero no fue mucho lo que logró salvar de sus propios bienes, y tuvo que ganarse la vida ejerciendo la profesión de logógrafo (escritor de discursos para otros). Como estadista y político intervino en innumerables casos, de los cuales el más resonante fue contra Filipo. Su más célebre rival en la oratoria y en la política fue Esquines con quien tuvo que habérselas en varias ocasiones, pero sobre todo en el celebrado pleito Por la corona, consiguiendo hacer que marchara al exilio su competidor. Demóstenes ha sido considerado como el más grande de los oradores griegos, e incluso como el más grande de toda la Antigüedad. Gracias a su estilo infinitamente variado y flexible, elevó la elocuencia ática a su apogeo. “El tono tan noble de sus peroratas políticas aún nos emociona”. Y hay que reconocer la profundidad de su amor por la libertad y la democracia, su actitud intransigente ante lo que consideraba como el imperialismo de un usurpador. Este es Demóstenes, el hombre. EJEMPLO 870

1. Texto:

Tu ne quaesieris, scire nefas, quem mihi, quem tibi finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios temptaris numeros, ut melius, quidquid erit pati, seu plures hiemes seu tribuit Ioppiter ultimam, quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare Tyrrhenum, sapias, vina liques, et spatio brevi spem longam reseces, dum loquimur, frugerit invida aetas: carpe diem quam minimum credula postero.71

70 Siguiendo las huellas de Juvencio, vamos a presentar conforme al espíritu de la Ratio un ejemplo seleccionado a voluntad, para los cursos superiores que llaman de Retórica. Es una Oda íntegra de Horacio. 71 Lib. I, Od. 11.

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2. Traducción: Tú no intentes saber, Leucónoe (mira que no es lícito) qué fin los dioses han ordenado para mí y para tí: ni lo quieras adivinar con las tablas de azar de los caldeos. ¡Cuánto mejor es sufrir lo que vendrá! Bien sea que Júpiter conceda muchos más inviernos, bien sea este solo, el que ahora rompe la furia del mar Tirreno con las esponjadas rocas gastadas por las olas. Aprende a ser sabia, aclara el vino y, pensando en el breve lapso de la vida, recorta las largas esperanzas. Mientras hablamos ambos ya el tiempo ha huido avaro. Arrebata este día, fiándote lo menos posible de mañana. 3. Argumento: El poeta exhorta a Leucónoe a que goce de la vida, que es un soplo, y se desentienda de lo por venir. Por eso no investigue qué será de los dos, del poeta y de ella, ni vaya a consultar los astros para sobrellevar los trabajos. Aun cuando viva ella muchos inviernos o sea este sólo el último, debe considerarlo todo como un regalo de lo alto. Déjese, pues, de largas esperanzas, aprovechando el presente sin aguardar el mañana. 4. Explanación: Es la parte más comentada y más explicada. Imaginemos la escena. Es la hora convenida, al comenzar la noche. Charla sabrosa, suave, cara a cara. Una joven frente al poeta de Venusia. Inquietud de alma de una y otro. No es el amor vulgar, de todos los días de dos seres que hablan por matar el tiempo. Hay una secreta preocupación del más allá desconocido. Son momentos de honda sinceridad. Faltan aún veintinueve años para que nazca el Redentor. Dos almas paganas. Después de la superflua palabrería inicial, empieza el inquietante diálogo. Ella, “la de blancos —claros— pensamientos” (Leucónoe), como la apellida cariñosamente el poeta, le cuenta su tortura: ¿Qué fin hemos de tener tú y yo? (Horacio está solo con ella: quem mihi, quem tibi). Interrogación que otras amigas han tratado de resolver consultando a unos adivinos caldeos que acaban de llegar. Quizás ellos lean en los astros nuestro destino... “Nadie les cree” —escribirá casi un siglo después Tácito, con graficismo tajante—; “son falaces con los que en ellos confían; pero siempre serán en Roma prohibidos, y retenidos siempre”. — Horacio amigo, repite la joven, otras compañeras han consultado a esos adivinos de Babilonia, echando los números en la mesa. ¿Qué me aconsejas? — “No, no, tú no, Leucónoe, tú no. Deja a las otras, tú no vayas a investigar qué fin nos tienen reservados a tí y a mí los dioses...”. Así comienza el eterno atormentado. Son las primeras palabras de la oda. He ahí el valor del intrigante pronombre personal “tú”: tu ne quaesieris... ¡Fatalismo desesperante! No te amargues la vida, que jamás podremos saber nada de ultratumba. Tales cosas no son para nosotros. Son un arcano: scire nefas. Ya los poderes de arriba lo predeterminaron (di

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déderint:) ¡impotencia humana de escapar! No consultes, pues, a los astrólogos caldeos de Babilonia...72

72 Como es de creer que los Maestros de la Ratio referían todos estos pensamientos y sentimientos analizados a los poetas contemporáneos, también nosotros haremos en notas una aplicación parecida relacionada con nuestro tiempo. Posiblemente así lo harían ellos. En efecto, con mucha fluidez, aunque quizás sin la hondura secreta del vate latino, convierte I. E. Arciniegas, poeta colombiano, estos dos primeros versos en esta estrofa: Como es hondo misterio, bella amada. la suerte que nos tiene reservada los altos dioses conocer no quieras, y ni curiosa, con febril mirada babilónicos números inquieras. Y continúa, resignado el lírico de Apulia: Cuánto mejor aguardar paciente lo que vendrá: út melius quidquid erit pati!, que traduce Ismael Enrique Arciniegas A lo que venga, rostro lisonjero. Pero esta desconsoladora idea nos lleva a reflexionar un momento en nuestros días... Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos. Y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber a dónde vamos ni de dónde venimos!... (Rubén Darío, Lo fatal) —“A lo que venga, rostro lisonjero”, dice el vate latino. Resignación humilde del pagano, que contrasta con la moderna rebeldía, después de veinte siglos de la Redención. Advirtamos —en el siguiente poema— el tono cargado de la más amarga ironía, que se torna insolente, brutal, desesperado, para volver a ser acibarado e Irónico al final: ¿Mi nombre? Tengo muchos: canción, locura, anhelo... ¿Mi acción? Vi un ave hender la tarde, hender el cielo... ¡Busqué su huella y sonreí llorando, y el tiempo fue mis ímpetus domando! ¿La síntesis? No se supo: un día fecundaré la era donde me sembrarán. Don nadie. Un hombre. Un loco. Nada. Una sombra inquietante y pasajera. Un odio. Un grito. Nada. Nada. ¡Oh desprecio, oh rencor, oh furia, oh rabia! La vida está de soles diademada... (Porfirio Barba Jacob, Espejo) Ironía esta última que es una expresión de llanto contenido: “¡La vida está de soles diademada!”. Contraste impresionante con la resignación de Horacio aquí como en otras odas de la muerte: ¡Es duro pensarlo! Empero, sólo a fuerza de paciencia se hace más sufrible cuanto no podemos corregir!... (Oda 24. Lib. 1) El exaltado Espronceda desafiará desdeñoso al futuro: ¡Yo indiferente, sigo mi camino a merced de los vientos y la mar: y, entregado en los brazos del destino, no me importa salvarme o zozobrar! (A una estrella)

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“Venga lo que venga, sufrirlo es mejor”. Es verdad que el latino toma ese sufrir (pati) por el aspecto más doloroso para el hombre. Y, como debe hacerlo un poeta, nos presenta la idea encarnada en una imagen, la que más le impresiona, la que tiene más semejanza con la muerte: el invierno. Y así añade: “Sea que Júpiter te haya destinado (tribuit) muchos inviernos o te quede uno solo, éste de ahora, que está quebrantando las fuerzas del Tirreno mar contra los acantilados gastados por las olas”. Es —en dos versos— la tragedia humana. Mas termina con un grito de satisfacción: “Sé estoica”, como audazmente interpreta Pombo. “Filtra el vino”... ¡que mañana moriremos! Más aún (así parece darlo a entender el Venusino), por más que te enfurezcas como este mar, la fatalidad debilitará tu coraje contra los farallones de la vida. Por eso, “saborea” (sapias) los placeres que tienes a la mano, “sé prudente” (sapias). “El vino alegra el corazón. No hay más remedio que recortar (réceses) la esperanza larga para acomodarla al espacio tan corto de nuestra vida”.73 Y concluye el poeta latino con estas palabras literales: “El tiempo (aetas) que no puede ver con buenos ojos (ínvida) nuestra felicidad efímera, se va deslizando, huye, a medida que hablamos. Las citas serían interminables de esa desemejanza vital característica. Pero recordemos al malogrado vate ecuatoriano, que puso trágico fin a sus veintidós años: Madre: la vida enferma y triste que me has dado no vale los dolores que ha costado; no vale tu sufrir intenso, madre mía, este brote de llanto y de melancolía... ...¡Más valiera no ser a este vivir de llanto, a este amasar con lágrimas el pan de nuestro canto, al lento laborar del dolor exquisito del alma ebria de luz y enferma de infinito! (Medardo Angel Silva, Lo tardío) O, como se queja en otra ocasión el mismo joven desesperado, esta vez con soberbio hastío y cansancio: ... Mi herida no mendiga limosnas de piedades ajenas; yo tengo una tragedia, y se llama Mi Vida; para escribirla usé la sangre de mis venas. (Palabras de Otoño) 73 En este punto nos parece casi milagroso el verso castellano de Arciniegas: Sé cuerda. Filtra el vino, y sonreída tus largas esperanzas atempera a lo breve y mudable de la vida. Idea esta, a la que hace eco el bardo chileno: Una voz severa exhorta a tener resignación... —¿Quién murió?... ¡La vida es corta! ¡Qué te importa! ¡Qué te importa, lacerado corazón! (Eduardo de la Barra)

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Luego... aprovecha, coge el momento de hoy y gózalo (carpe diem), y fíate lo menos posible del incierto día de mañana”.74 Pensamiento final de un pagano, sin la Revelación de Cristo, cuyo eco —¡todavía hoy!— se refleja en aquellos versículos que el libro de la Sabiduría (2, 6-8) pone en boca de los impíos: “Corta es y penosa nuestra vida, y no hay remedio para la muerte del hombre... Venid, pues, y disfrutemos los bienes de ahora, y aprovechémonos de lo creado, como en la juventud, afanosamente; llenémonos de vinos exquisitos y de perfumes, y no pase la flor del tiempo; coronémonos de rosas antes de que se marchiten...”.75 74 Pombo, voluntarioso en su magnífica versión traduce: ¡Recoge el presente, y apúralo, y nunca le fíes ni un ápice al sol que vendrá! Mientras el gran Miguel Antonio Caro: Sé cuerda, vinos filtra, y estrecha en breve círculo las largas esperanzas. Esquiva nuestra edad vuela mientras hablamos, ¡paso! No fíes crédula en día venidero; goza éste que se va. Y Arciniegas corona su versión: Mientras ambos hablamos, acelera su curso el tiempo que en correr se afana. Aprovecha tu día placentera y no esperes el día de mañana. Sería el momento de citar algunas versiones castellanas escogidas al azar, de estos dos pasajes como los han entendido algunos traductores: Que largas esperanzas no sufre corta vida. . . . . De lo presente goza, lo venidero olvida. (Javier de Burgos) Coge la flor que hoy nace alegre, ufana, ¿qué sabes si otra nacerá mañana? (Luis de Góngora) Corta el vuelo a la esperanza... . . . . Goza el día de hoy: ¿Quién sabe si mañana otro tendrás? (Aurelio Espinosa Pólit, S.J.) Y largo afán no entregues a plazo tan pequeño. . . . . ¡Goza este día! Nada fíes del venidero (Bonifacio Chamorro) ... Con estrechos lindes tus dilatadas esperanzas mide. . . . . Goza el presente, y nunca del mañana con verdadera certidumbre fíes. (Francisco Campos) 75 Así hablan. Pero hay en sus palabras un fondo de amargura indefinible. Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,

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5. Retórica: Parte del placer de la poesía se funda en el reconocimiento y exploración por uno mismo de las imágenes, metáforas, sutilezas, armonía, concisión, matices humanos en versos a la vez sencillos y grávidos de sentido como son los del vate de Venusia. El nombre mismo femenino con que se llama a la destinataria — Leucónoe— ya encierra un hondo significado. Es un nombre griego de mujer —Leukos—, Noe (Nous): ‘la de blancos pensamientos, la inocente, la que no debe pensar en lo oscuro, en la tristeza, en preocupaciones de angustia por el porvenir!’ Los números babilonios aluden a los cómputos astrológicos de los asirios y caldeos, tan en boga en la época. Por el número y movimientos de las estrellas pronosticaban éstos los sucesos futuros. En Babilonia, ciudad opulenta del Asia, sobre Éufrates, capital de Caldea, cultivaban los sabios la astronomía y los charlatanes la astrología, que allá se inventó. Júpiter, el Zeus de los griegos, era entre los pueblos itálicos la personificación de la luz, de los fenómenos celestes, y de la agricultura. En Roma era la divinidad del rayo, hacedor de la lluvia, soberano del

y más la piedra dura, porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. (Rubén Darío, Lo fatal) O, en boca de Espronceda: Dame vino; en él se ahoguen mis recuerdos; aturdida, sin sentir huya la vida; paz me traiga el ataúd... (A Jarifa, en una orgía) Y ahora que ya comprendemos mejor los ocho versos del texto horaciano, leamos íntegra, para concluir, la versión de Ismael Enrique Arciniegas, gran traductor colombiano, que si no tan lograda en las primeras, es digna sí de admiración en las demás estrofas: Como es hondo misterio, bella amada, la suerte que nos tienen reservada los altos dioses conocer no quieras, y ni curiosa, con febril mirada, babilónicos números inquieras. ¡A lo que venga, rostro lisonjero! Que te dé Jove vida larga o corta, o que este invierno sea el postrimero que el mar toscano despedaza fiero contra sombrío peñascal, no importa. Sé cuerda. Filtra el vino, y sonreída tus largas esperanzas atempera a lo breve y mudable de la vida. Mientras ambos hablamos, acelera su curso el tiempo que en correr se afana. Aprovecha tu día placentera y no esperes el día de mañana.

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mundo, protector y defensor del estado, padre de los dioses, el que regía el destino de los mortales. El mar Tirreno, sector del Mediterráneo occidental, es el que baña las costas vecinas a Roma. La idea del Spatio brevi/spem longam receses, está desenvuelta con más propiedad, aunque casi en los mismos términos, en la Oda 4: Vitae summa brevis spem nos vetat inchoare longam, y en la 9, se había dicho: quid sit futurum cras fuge quaerere. Son los mismos pensamientos expresados de igual modo y con más gracia quizás y exactitud. El arte de traducir, que pudiera parecer labor secundaria y humilde, es mirada tal vez por muchos con desdén. Pero la historia de todos los países ha considerado, con admiración agradecida, el talento de aquellos pocos seres que han llegado a adquirir —en género tan difícil— una maestría singular sin perder la “exactitud en la libertad”. Hay lenguas y hay autores que ofrecen mayor o menor tormento a quien los convierte a otro idioma. Pero entre los que menos satisfacción ofrece a sus traductores, está Horacio: por su acerada concisión, su atormentadora precisión y sus “armónicos de sentido”. Traducir, pues, a Horacio entregándonos un Horacio total, que sirva de sustituto del original latino, es una de las tareas más difíciles —si no imposibles— en el campo literario, y que hasta hoy al menos no se ha logrado en ninguna lengua. Mucho se ha pensado, y seguirá pensándose, sobre la meta a que el traductor deba aspirar con relación al original. Acres discusiones podrán derivarse —quizás sin fruto— de su sola exposición. Enunciaremos dos: “La traducción debe ser tal que el lector pueda —hasta donde le sea posible— olvidarse totalmente de que es algo traducido; y que se arrulle con la ilusión de que está leyendo una obra original, algo original en su lengua”. En ese caso, el original verdadero sólo se tomará como base para escribir un poema “que haya de afectar a aquellos para quienes se escribe hoy, tal como puede imaginarse que el original afectó a sus oyentes naturales”. La objeción evidente a esta teoría es que no podemos decir cómo “el original afectó a sus oyentes naturales”. Y la impresión que dejan unos poetas es distinta de la de otros; y los lectores actuales son de muy variada cultura quizás, como para comprender —en nuestro caso— a un poeta como Horacio. ¿Y quién puede asegurarnos si el traductor reproduce todos los matices del original? Una segunda teoría opina que la meta del traductor ha de ser precisamente el extremo contrario: es decir, “retener cada peculiaridad del original, hasta donde sea capaz, con el máximo cuidado, para que sea lo más extranjera posible”; porque “no debe olvidar que está imitando,

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e imitando en un material diferente”. Lo cual vale decir que “su primer deber es histórico, o sea, el de ser fiel”. ¿Pero en qué consiste esa fidelidad? ¿Quién puede asegurar que el traductor se ha adherido perfectamente a la manera del poeta? ¿Quién va a decir cómo Horacio afectó a los romanos? ¿Y cómo exactamente es su manera para transvasarla con fidelidad al verso castellano? Y nosotros podemos ser pueblo sencillo, personas cultas, profesores de universidad, especialistas en letras clásicas... En realidad, los que comprenden las concisas estrofas del venusino confiesan, por lo común, que ninguna traducción les ha parecido el Horacio íntegro, como para que pueda reemplazar al original latino “vital y constrictor”. Muchas han sido las tentativas de traducirlo a las lenguas modernas y, en concreto, al castellano: prueba clara de que nadie ha acertado a entregárnoslo entero en nuestro idioma imperial. Pero entre los más felices, nuestro compatriota Ismael Enrique Arciniegas está en primera línea, con cierto dejo romántico y moderno. 6. Erudición: De la riqueza literaria y poética de esta breve oda, vamos a detenernos en una sola expresión, la célebre carpe diem. Y nos preguntamos: ¿Cuál es el significado real, cuál es su alcance más profundo, qué sugiere en último término el poeta? Pese a que, a primera vista el sentido parece obvio, ¿a qué se debe que los críticos lo han entendido de las más diversas maneras y los traductores lo difuminen? ¿Y el carpe diem, se relaciona con spatio brevi? Tratemos de acercarnos lo más posible al corazón del vate. Reseces (recorta) en el v. 7 es una metáfora tomada de los jardines. Resex es un término técnico de la vinicultura. El verbo mismo es empleado por Catón el Viejo en su tratado De Agri Cultura (33,2) cuando dice que el mejor tiempo para cortar una vid nueva es cuando ya está fuerte: vitem novellam resicari tum erit tempus ubi valebit. Esta alusión no es extraña al interés de Horacio, quien sabe de ciertas técnicas de la arboricultura. En el Epodo 2 (9-19), por ejemplo, esa metáfora es vital, donde aparecen la labor campesina y los injertos de vides y álamos: ergo aut adulta vitim propagine altas maritat populos... Parecida metáfora aparece en el Arte Poética (v. 445-448) en que juega el autor con la idea de podar los ramos largos y duros a fin de abrir luz en los sitios oscuros. En muchas traducciones no se ve claro porque se ha perdido la imagen. El amigo sincero y prudente —enseña Horacio

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tratando de la crítica literaria— condenará los versos sin arte, echará a la basura los duros, tachará con trazos negros los desarreglados, cortará los demasiado hinchados para dar luz a los lugares poco claros. Todo esto es propio de un buen agricultor. Ese recortar de ramos explica el spatio brevi spem longam reseces de la oda 11 (6-7), cuyo sentido literal causa no poca perplejidad cuando se prescinde de la referencia metafórica a la vida. Porque literalmente reseces (cortar una rama larga para tener un tallo corto) si lo referimos a las esperanzas juveniles no es difícil de entender. El bardo romano está tensionado y como jugando líricamente con los dos significados. Conocida, pues, la imagen de la vinicultura, el carpe diem quam minimum credula postero se ve que es perfectamente aplicable al de la vida, en dos sentidos: ‘¡goza el día, fiándote lo menos posible del mañana!, o ‘toma las uvas en el día en que maduren, y deja las más pocas que puedas para después’. El sentido literal era vital para el autor, quien en otros lugares emplea el carpe tres veces entre diez, en este mismo sentido, igual que la metáfora de podar. A todo esto no faltará quien diga que nada de importancia se gana o se pierde con la discusión, porque el sentido general del pasaje queda intacto. Es verdad, pero es todo el poema el que pierde o gana. Veamos, si no. El tema puede ser gastado, de puro sabor epicúreo. Pero es la maestría del Venusino la que penetra muy hondo en el pensamiento escueto de ‘tratar este día como si fuera el último’. Sólo que en el poema está colocado contra la soberbia imagen del mar que no desgasta las rocas sino sus propias fuerzas, enfurecido con playas volcánicas de las costas itálicas. Coloquemos la vida humana en su lugar, y nos estremecerá la imagen. Pero en seguida nos sosiega el final de la Oda. Horacio mira la vida como una rama larga y extendida: “No te preocupes del futuro y disfrutarás más del presente”. Como si dijera: “Poda sin compasión y obtendrás más fruto”. Porque existe el peligro de dejar las uvas en el campo madurando a la intemperie expuestas a los vientos, a las bestias salvajes que acechan los racimos en sazón, para emplear la expresión de Horacio en otras odas (4, 20, 4; 3, 1, 30) en que menciona el fundus mendax... Muchas de las odas del Venusino, como la mayor parte de los Épodos, derivan su peculiar sabor literario del trasfondo en que los coloca y del carácter típico que les imprime. No lo dice todo, como tiene que hacerlo un “poeta”, un “vate”. El deja sus claves sutilmente; para captar ese peculiar sabor lírico hace falta que lo sigamos de cerca, con un sano sentido. Cuando Horacio dice: “Tú, Leucónoe, no preguntes...”, es claro que necesita de nosotros, con la lectura del poema, debemos suponer que existía una mujer llamada Leucónoe quien hizo una pregunta que

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le inquietaba. El aedo le responde gentilmente, como debía ser tratándose de una insistencia femenina muy razonable. El aforismo epicúreo cobra entonces su pleno sentido y sabor romano, enfrentando la corta vida humana al inmenso poder, extensión y longevidad del mar: cuando Horacio, al concluir, le dice a una mujer carpe diem, no puede haber duda de lo que quiere significar primariamente. 7. Latinidad: Una de las características de Horacio es la densidad del lenguaje, la precisión y los armónicos de sentido, la palabra exacta en el sitio exacto, todo lo cual no puede apreciarse sino teniendo a la vista el original latino. Examinemos unas palabras: Ne quaesieris. Quaerere: buscar, procurar, instituir, examinar, desear, investigar. Nefas: Algo contrario a la ley divina, pecaminoso, ilegal, execrable, abominable, criminal, impío, pecado, crimen. Todos estos matices tiene esta palabra. Quae nunc. Ese nunc, da a entender que la escena tiene lugar en pleno invierno, en este de ahora, mientras estamos hablando (dum loquimur). Pumicibus. Pumex, roca, es propiamente piedra esponja (pómez), pero aquí son las peñas porosas, huecas, agujereadas, poco a poco por las olas. Oppositis debilitat pumicibus. Armónico de sentido: cuánto dice el verbo debilitat colocado entre las rocas que le opone la playa. Ante estas piedras se quiebra, se debilita la violencia de las olas agitadas. Sapias. Sapere, literalmente, es saborear, tener sentido del gusto, tener buen gusto, tener sentido, discernimiento, ser sensible, discreto, prudente, sabio. Liques: promas, fundas, per coles, vale decir, cuela, filtra, clarifica, purifica el vino para desecarlo o enfriarlo. Los antiguos pasaban por una especie de coladera el vino añejo para purificarlo más, y a esto llamaban vinum liquare. Spatio brevi spem longam. Observemos el armónico de sentido: el contraste de lo corto y lo largo, la vida y la esperanza. Invida: envidiosa, que ve con malos ojos, hostil, enemiga, desfavorable. Las inquietudes que despiertan las Odas de Horacio cuando se trata de profundizar en el original son abundantes, como se ha visto, en especial cuando se explican a través del acerado vigor romano del latín.

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EJEMPLO 9

1. Texto: EL DISCURSO PRO MILONE DE CICERÓN PRIMERA PARTE: LA CAUSA DE MILÓN NO ESTÁ PERDIDA EXORDIO: ¿Armas en el foro? I. 1.Aunque temo, jueces, no sea bochornoso para mí empezar la defensa de un valiente temblando, y no digan bien que, cuando el mismo Tito Anio se preocupa más del bienestar de la Patria que del suyo propio, yo no sea capaz de afrontar esta causa con una grandeza de alma semejante a la suya, sin embargo es lo cierto que esta nueva manera de juicio impresiona mi vista, que, a donde quiera que la dirijo, echa de menos el estado normal del foro y de los antiguos juicios. 2. Porque no rodea vuestros escaños la corona acostumbrada de curiosos, no se amontona a mi alrededor el numeroso círculo de mis amigos, no veo en esas guarniciones, que estáis contemplando delante de todos los templos —aunque puestas para evitar violencias—, una seguridad para el orador. De este modo que en esta causa forense, a pesar de hallarnos protegidos de tan útil y necesaria defensa, no es posible considerarnos tan seguros que no se tenga algún temor. Y si esa gente armada a mi juicio estuviese puesta contra Milón, yo cedería ante las circunstancias, y diría que ante tanto despliegue de fuerzas está demás la elocuencia. Pero a mí me da alientos y me sostiene la decisión de Cneo Pompeyo, tan prudente, tan recto; quien sin duda no creerá propio de su justicia, a un reo a quien una vez ha confiado al fallo de los jueces, entregarle ahora a los dardos de los soldados, ni de su prudencia armar la osadía de un pueblo exaltado con la autoridad oficial. 3. Por eso todas esas armas, esos centuriones, esas cohortes, no nos anuncian un peligro para nosotros, sino una ayuda; no nos exhortan sólo a estar tranquilos, sino hasta animosos, y no sólo nos prometen seguridad en la defensa pero hasta el silencio. Y la demás multitud, la de los verdaderos ciudadanos, toda está de nuestra parte, porque todos esos que estáis viendo con qué interés nos miran, desde todos los sitios de donde se contempla un resquicio del foro, ansiosos ante el desenlace de este juicio, no sólo están de parte de Milón, sino, que saben, que hoy se decide de su vida, de sus hijos, de su patria y de sus fortunas. II. Sólo hay una clase de personas que nos es contraria y hostil, la de aquellos a quienes la demagogia de Clodio apacentó con sus robos, con sus incendios y con toda clase de crímenes públicos; que ayer mismo

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fueron hostigados en un mitin, a que os dictasen a vosotros a gritos la sentencia que debíais dar. Pues bien, esos gritos, si es que se llegan a oír, deberán deciros, que retengáis a un ciudadano, que supo siempre despreciar tal clase de hombres y sus ensordecedores gritos por defender vuestras vidas. 4. Por eso ánimo, jueces, y si os queda algún temor desechadlo. Porque si alguna vez se os ha dado potestad de juzgar a ciudadanos honrados y valientes, si alguna vez se os ha dado potestad de juzgar a ciudadanos beneméritos de la patria, en fin si alguna vez se ha concedido a hombres escogidos sentarse en estos escaños, para que confirmasen con la obra y con su voto la simpatía hacia los intrépidos y honrados ciudadanos, que ya muchas veces habían manifestado con su rostro y con sus palabras: éste, sin duda, es el tiempo en que podéis hacerlo. Ahora es cuando debéis determinar si es que nosotros —que siempre hemos reconocido vuestra autoridad— hemos de estar siempre lamentando nuestra desgracia, o si, al fin, después de haber sufrido tanto tiempo las vejaciones de los ciudadanos perversos, podremos descansar gracias a vosotros, a vuestra lealtad, valor y prudencia. 5. Por que, ¿qué se puede decir, ni pensar, jueces, que sea para nosotros dos más desagradable, más ingrato y más penoso que, habiendo entrado en política con la esperanza de grandes recompensas, no podamos apartar de nosotros el miedo a las más crueles represalias? Porque ciertamente yo siempre pensé que Milón solamente había de afrontar las tormentas y alborotos de esos mítines revolucionarios, porque siempre se había manifestado en favor de los buenos contra los malos ciudadanos. Pero tratándose de este juicio y esta asamblea, en donde quienes juzgan son los ciudadanos más esclarecidos de todas las clases sociales, jamás me pasó por la imaginación que pudieran concebir la menor esperanza los enemigos de Milón de valerse de vosotros, no ya para hundirle, pero ni siquiera para quebrantar su gloria. PROPOSICIÓN: Clodio el agresor 6. Aunque en esta causa no he de explotar el tribunado de Tito Anio ni todo lo que él hizo en bien de la Patria, para defenderle de la acusación de hoy. Si es que no viereis con vuestros propios ojos que hubo asechanzas armadas por Clodio contra Milón, no os rogaré que nos perdonéis este crimen en gracia a sus muchos beneficios adquiridos para con la patria; ni os pediré que, si la muerte de P. Clodio ha sido para vuestro bien, la atribuyáis más al valor de Milón que a la buena estrella del Pueblo Romano. Pero si resultan más claras que la luz del día estas asechanzas, entonces sí que os rogaré y aun os conjuraré, jueces, a que pues lo hemos perdido todo,

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al menos esto se nos conceda: que podamos defender con impunidad nuestras vidas contra la violencia armada de nuestros enemigos. REPUTACIÓN PREVIA: No es causa perdida la de Milón III. 7. Pero antes de llegar al punto, objeto de este tribunal, creo necesario refutar las afirmaciones muchas veces propaladas por nuestros enemigos en el Senado, por los revolucionarios en los mítines, y poco ha por los acusadores: para que, disipado todo error, podáis ver con claridad la causa, tal como viene a este juicio. 1. Le mató en derecho de legítima defensa Dicen que no debe ver la luz del sol quien confiesa haber matado un hombre. Pero... ¿en qué ciudad del mundo pretenden sostener tal afirmación esos ignorantes? ¡Nada menos que en Roma, que el primer juicio de asesinato que vio, fue el del héroe Marco Horacio! Aún no conocía Roma las libertades republicanas, y sin embargo, los comicios del Pueblo Romano absolvieron al reo que confesaba haber dado muerte a su hermana con su propia mano. 8. ¿O es que hay nadie que no sepa, que las causas de asesinato conocen dos soluciones, una, negar terminantemente el hecho, otra, sostener que se le mató con justicia y con derecho? A no ser que tengáis por tonto a P. Africano; por que preguntándole maliciosamente en un mitin el tribuno de la plebe C. Carbón qué sentía sobre la muerte de T. Graco, respondió que le parecía justa. Criminales tenían que llamarse, si no, un Servilio Ahala, un P. Nasica, un L. Opimio, todo el senado, siendo yo cónsul, si a los ciudadanos criminales no se les pudiese matar. Por eso, jueces, en las mismas tragedias del teatro nos legaron los sabios literatos la leyenda de Orestes, el cual, habiendo dado muerte a su madre para vengar a su padre, llevado a los tribunales y empatados los votos de los jueces, fue absuelto por el voto, no de una diosa cualquiera, sino de la diosa personificación de la sabiduría. 9. Y si las Doce Tablas mandaron que se diese impunemente la muerte al que robe de noche, siempre, y al que robe de día, si se defiende con las armas, ¿quién se atreverá a sostener que todo homicidio es punible, cuando ve que hay ocasiones en que las mismas leyes nos ofrecen la espada para matar a un hombre. IV. Pues si hay ocasiones para matar a uno, y éstas son muchas, hay una sobre todo en que además de ser justo es necesario: cuando se responde a la fuerza con la fuerza. Queriéndole arrebatar la castidad a un soldado cierto tribuno de Mario, pariente del mismo general, le mató

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el soldado defendiéndose. Prefirió el honrado joven arriesgar su vida a ser víctima de aquella torpeza. Pues bien, aquel gran general declaró al joven inocente y libre de toda sanción. 10. Y para el criminal y el ladrón, ¿podrá jamás haber muerte injusta? ¿Qué hace, si no, nuestra escolta? ¿Qué nuestras espadas? Y ciertamente no sería lícito llevarlas si en ningún caso pudiéramos hacer uso de ellas. Luego existe, jueces, esta ley: ley que no hemos aprendido, ni recibido, ni leído, sino que de la naturaleza misma hemos tomado, sacado, exprimido. Ley para la cual no hemos sido enseñados, sino hechos, no hemos sido instruidos, sino imbuídos: que si alguna vez nuestra vida es víctima de algún atentado, ante el arma alevosa de un ladrón o de un criminal, cualquier medio para salvar la vida es legítimo. Porque callan las leyes entre las armas; ni pretenden que se las espere, cuando, el que quisiera esperarlas, antes tendría que sucumbir injustamente, que no poder exigir la justa sanción. 11. Aunque muy atinadamente, y en cierto modo entre líneas, nos da la misma ley escrita autorización para defendernos, al prohibir no el matar a un hombre, sino el llevar armas con intención de matarle. Cuando la ley se fija en el motivo, no en las armas, el que las use en defensa propia no se podrá decir que las lleva contra la ley para matar a otro. Por lo tanto, quede esto bien asentado en nuestra causa, porque no dudo que habéis de dar por buena mi defensa si tenéis presente el principio que no podéis olvidar: que al asesino con todo derecho se le puede matar. 2. El Senado no prejuzgó la moralidad del hecho V. 12. Sigue lo que los enemigos de Milón tanto repiten, que la refriega en que quedó muerto P. Clodio la consideró el Senado atentatoria a la seguridad de la patria. Falso. Con sus votos y con sus muestras de simpatía por Milón la dio por buena el Senado. Porque ¡cuántas veces no suscité yo mismo esa cuestión allí, con qué adhesiones de todo el orden senatorial, tan claras, tan manifiestas! ¿Hubo nunca sesión plenaria en que se encontrasen cuatro o, a lo más, cinco senadores que no aprobasen la conducta de Milón? Bien lo declaran aquellos entrecortados discursos de ese chamuscado tribuno de la plebe, con que día tras día me atacaba para hacer antipático mi poder. Decía que el Senado decretaba no lo que sentía sino lo que yo quería. Si esto se ha de llamar poder, y no más bien por mis grandes servicios a la Patria cierta autoridad para defender las nobles causas, o por mi abnegación en el desempeño de mis deberes profesionales alguna simpatía entre los buenos, llámese así enhorabuena

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con tal que me sirva para defender a los que lo merecen contra las locuras de los malvados. 13. Por lo que toca a este tribunal extraordinario, aunque es verdad que no es ilegal, no es menos verdad que nunca pensó el Senado en nombrarlo. Porque había leyes, había tribunales para el asesinato y la violencia, ni era tanta la pena y el luto que al Senado causaba la muerte de Publio Clodio que fuera a constituirse un nuevo tribunal. Clodio, contra cuyo crimen vergonzoso estupro no pudo sentenciar el Senado por habérsele arrebatado la potestad, ¿iba a ver en su muerte a ese mismo Senado constituyendo un tribunal extraordinario para vengarlo? —¿Por qué pues al incendio de la curia, al asalto de la casa de Marco Lépido, al choque este mismo sangriento, lo calificó el Senado en su decreto de atentatorio contra la seguridad pública?—. Porque nunca se acude a la acción directa en una sociedad civilizada para dirimir contiendas entre ciudadanos, sin que sufra el orden público. 14. Luego, rechazar la fuerza con la fuerza nunca lo debemos desear, aunque a veces tampoco se pueda evitar. Como si el día en que dieron muerte a Tiberio Graco o a Cayo Graco o a las huestes armadas de Saturnino, porque las aplastó la autoridad pública, no saliera por eso herida la patria. VI. He ahí por qué yo mismo apoyé con mi voto el decreto ante la colisión cierta de la Vía Apia. Entendía no que el que se hubiera defendido había atentado contra la seguridad pública, sino que como los hechos denunciaban premeditación en el ataque, remití la apreciación de la responsabilidad a los tribunales, y protesté del hecho. Lo que es, si aquel demagogo de tribuna hubiese dejado maniobrar al Senado como sentía, no tendríamos hoy tribunal extraordinario ninguno. Porque el Senado quería decretar que se llevase la causa según las leyes antiguas, con la única particularidad de que se viese la primera. La moción se dividió para dos votaciones a petición de no sé quién, pues no hay necesidad ninguna de que yo publique aquí las torpezas de todos. Así la segunda parte de la moción del Senado —interviniendo el veto de un vendido— se vio privada de votación. 3. Pompeyo autoriza su defensa: a) Con sus leyes 15. Pero Pompeyo con su proyecto de ley ha prejuzgado el hecho y ha prejuzgado el derecho, porque el proyecto lo presentó por las revueltas de la Vía Apia, donde fue muerto P. Clodio. —¿Y qué proponía?— Que se investigase. —Y ¿qué se había de investigar? ¿Qué le mató?— ¡Si es

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evidente! —¿Quién?— ¡Si está patente! Luego vio Pompeyo que aun confesado el hecho, cabía con todo la defensa del derecho. De no haber visto que podía ser absuelto quien se confesase reo de homicidio, al ver que nosotros lo confesábamos, nunca hubiera ordenado más informaciones ni hubiera puesto en vuestras manos lo mismo esa letra salvadora de la absolución que aquella otra triste de la condena. Por eso a mí me parece que Cn. Pompeyo no sólo no ha prejuzgado nada especial contra Milón, sino más bien ha indicado lo que vosotros debéis tener en cuenta al juzgar. Pues quien no impuso castigo a un reo confeso sino que le dio lugar para defenderse es que opinó que no debía hacerse información sobre la muerte sino sobre sus causas. VII. 16. Por lo demás, las medidas que ha adoptado por su sola iniciativa, él mismo nos dirá si lo ha hecho por consideración a P. Clodio y no más bien forzado por las circunstancias. Marco Druso, noble tribuno de la plebe, defensor y en sus días casi protector del Senado, tío de uno de nuestros jueces —del íntegro Catón— fue un día asesinado en su propia casa. Mas para nada se consultó al pueblo sobre su asesinato. Ningún tribunal extraordinario constituyó el Senado. ¿Qué llanto no hubo en esta nuestra Roma, al decir de nuestros padres, cuando mientras dormía en su casa, recibió aquel golpe mortal P. Africano? ¿De qué pecho no salió entonces un gemido? ¿Quién no ardió en dolor y en ira porque al hombre que si fuera posible todos harían eterno, no se le dejó vivir hasta la hora inevitable de la muerte natural? ¿Y se nombró acaso ningún tribunal extraordinario que investigase sobre el caso del Africano? —No, ninguno por cierto—. 17. ¿Y por qué así? Porque no es distinto el crimen que mata a un noble y el que mata a un plebeyo. Haya en buena hora diferencias sociales en vida entre la nobleza y el pueblo, pero la muerte violenta de unos y de otros debe caer bajo las mismas penas y las mismas leyes. A no ser que sea más parricida el que mata a un padre cónsul que el que mata a un padre obrero, o que sea más grave el asesinato de P. Clodio por haber acaecido en la Vía Apia, monumento glorioso de sus antepasados. Porque ésto es lo que andan esos diciendo, como si Apio el Ciego hubiese construido esa carretera más que para servicio del pueblo para que sus descendientes ejerciesen en ella impunemente el pillaje. 18. Según eso, cuando P. Clodio mató al caballero Papirio en la Vía Apia, no era punible su delito porque un noble mataba a un caballero en un monumento de sus antepasados. Y ahora el nombre de la Vía Apia ¡cuántos trágicos aspavientos no suscita! La que ensangrentada antes con muerte de un hombre ilustre y honrado no suscitaba ningún comentario, y de un malvado la sangre que la ha empapado. Mas ¿para qué recordar cosas pasadas? Fue cogido en el templo de Cástor un esclavo de P. Clodio,

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esclavo que el mismo Clodio había allí apostado para asesinar a Pompeyo. Le arrancaron convicto y confeso el puñal de sus manos. Desapareció después Pompeyo del foro, desapareció del Senado, desapareció del público. Con las puertas y paredes de su casa, no con protección de nuevas leyes ni de tribunales tuvo que protegerse. 19. ¿Y se presentó acaso algún proyecto de ley? ¿Se nombró algún tribunal extraordinario? Y eso que si hubo crimen, persona o circunstancia agravante que lo mereciese, nunca como en aquella ocasión. El asesinato había sido apostado en el foro, a la entrada misma del Senado; la persona a quien se quería asesinar era la del personaje que con su vida garantizaba la vida de Roma; y las circunstancias políticas eran tales que de haber muerto Pompeyo se hubiera hundido ésta, nuestra capital, con todas las naciones. A no ser que porque el crimen no se consumara no se le deba castigar. Como si sólo los crímenes consumados y no también su planeamiento cayeran bajo la sanción de las leyes. Menos doloroso fue por no llevarse a cabo, pero debiera castigarse de todos modos. 20. ¡Cuántas veces yo mismo, jueces, no he escapado del puñal de P. Clodio y de sus ensangrentadas manos! y si mi buena estrella y la de mi Patria no me hubiesen salvado, ¿quién jamás hubiese pensado en constituir un tribunal investigador de mi muerte? VIII. Pero tonto de mí que a un Druso, a un Africano, a un Pompeyo, a mí mismo, me atrevo a comparar con P. Clodio. Tolerable fue todo aquello, la muerte de P. Clodio es lo que nadie puede llevar en paciencia: llora el Senado, está triste el orden ecuestre, toda Roma se consume de pena, escuálidos están los municipios, afligidas las colonias, hasta los mismos campos, por último, añoran al tan benéfico, tan provechoso, tan manso ciudadano... b) Con este tribunal garantizador 21. No fue esta la causa, jueces, no, por lo que Pompeyo creyó que se debía constituir un tribunal especial, sino que hombre de talento y dotado de una inteligencia preclara y casi divina vio muchas cosas: que Clodio había sido su rival, y Milón su amigo, y ha temido que si en medio de la universal alegría se alegraba él también, iba a parecer poco sincera su reconciliación con Clodio. Otras muchas cosas vio, pero nada tan claro que por rigurosas que fuesen sus medidas, vosotros sabríais ser enteros en vuestros fallos. Por esto ha escogido entre las más distinguidas clases sociales verdaderas lumbreras. Y no es verdad —como andan algunos diciendo— que de la lista de los jueces elegibles apartó los que eran mis amigos. Ni cabe tal pensamiento en un hombre espejo de justicia, ni

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puesto a escoger hombres de bien lo hubiera podido conseguir, aunque hubiese querido: porque mis relaciones no se limitan a mis amistades, que nunca pueden ser muchas, como no pueden ser muchos los invitados a la propia mesa. Pero si mis relaciones son más amplias es porque la república ha unido mi suerte con la de los mayores ciudadanos, y puesto Pompeyo a escoger entre los más aptos, no ha podido escoger sino partidarios míos. 22. Y en el hecho de nombrarte a ti, Gn. Domicio, para presidente de este tribunal, ha demostrado Pompeyo que iba buscando justicia, bondad, autoridad, caballerosidad. Puso en el decreto que el presidente fuese un consular, a mi parecer por haber creído que era misión de la nobleza resistir a las veleidades de las muchedumbres y a las intentonas de los revolucionarios. Entre todos los consulares te ha nombrado a ti precisamente porque ya desde tu juventud habías dado pruebas decisivas del soberano desprecio que te merecen las locuras de la demagogia. NARRACIÓN: Los hechos denuncian al agresor IX. 23. Por lo tanto, jueces, para llegar por fin a la acusación de esta causa, si no toda confesión de un crimen es punible, si el Senado no ha prejuzgado en esta causa nada distinto de lo que nosotros quisiéramos, si el mismo que dio la ley, sabiendo que el hecho era innegable, quiso, con todo, que se discutiese su legalidad, y escogió tales jueces y nombró tal presidente para este tribunal que pudieseis con imparcialidad y acierto fallar en esta causa: nada os queda, jueces, por averiguar sino quién a quién armó las asechanzas. Para que mejor podáis ver la fuerza de los argumentos os voy a exponer brevemente cómo pasaron los hechos: prestadme atención. 1. Clodio toma posiciones 24. Publio Clodio se había propuesto vejar a la República en su pretura con toda suerte de atropellos, pero vio que se iban retrasando las elecciones de aquel año, que le iban a quedar pocos meses para desempeñar la pretura. Él —que no iba tras la dignidad, como los demás, sino que quería evitar el tener por colega al enérgico Lucio Paulo y buscaba un año entero para desgarrar a su patria— de repente retiró la candidatura de su año y la pasó al año siguiente. No como suele suceder por algún escrúpulo, sino para poder tener, como él decía, para desempeñar la pretura —es decir para transformar la nación— un año entero y cabal. 25. Pero se encontraba con que su pretura le iba a resultar manca y poco eficaz teniendo por cónsul a Milón: y a Milón le veía con absoluta

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unanimidad del Pueblo Romano salir cónsul. Se puso pues a disposición de sus contrincantes con tanto brío, que él sólo dirigía todos los trabajos electorales, aunque no lo viesen bien los mismos candidatos. De modo que, como él mismo andaba diciendo, sus espaldas cargaban con todo el peso de los comicios. Reunía las tribus, interponía su influencia, hasta llegó a formar un nuevo distrito, todo él de gente de la más baja ralea. Pero cuanto más él revolvía tanto más se aseguraba por días el triunfo de éste. Cuando aquel desgraciado, capaz de cometer cualquier desmán, vio, no ya por conjeturas o rumores, sino por que los hechos y los votos del Pueblo Romano lo habían patentizado muchas veces, que aquel hombre tan valiente, tan enemigo suyo, salía ciertamente cónsul, se quitó la máscara y comenzó a decir sin rodeos que había que matar a Milón. 26. Trajo del Apenino esclavos bárbaros y salvajes —vosotros los visteis— con los que había talado los bosques del estado y vejado la Etruria. A nadie le eran desconocidas sus trazas, puesto que a los cuatro vientos propalaba que el consulado no se lo podría quitar a Milón, pero la vida sí. Lo dio a entender muchas veces en el Senado, lo dijo en un mitin, más aún, al intachable Marco Favonio, que le preguntaba cómo esperaba llevar a cabo la revolución mientras Milón viviese, le respondió que Milón caería antes de tres días, a lo más cuatro. Palabras de que el mismo Favonio dio cuenta en seguida a este Marco Catón. X. 27. Sabía Clodio (ni era muy difícil saberlo) que por aquellos días Milón tenía que hacer necesariamente un viaje a Lanuvio —viaje de todos los años, tradicional—, para nombrar el 18 de enero al sacerdote de las fiestas, por ser Milón alcalde de Lanuvio. La víspera precisamente sale Clodio de Roma —de repente— para poder ante su propia finca, como lo demuestran los hechos, armar una emboscada a Milón. Y para salir tuvo que dejar el mitin revolucionario que se celebró aquel día, en el que todos echaron de menos su furibunda arenga, mitin que de no ser para estar a tiempo en el lugar del homicidio, nunca hubiera dejado. 2. Milón en cambio... El ataque inesperado 28. Milón por el contrario asistió aquel día al Senado y no salió de allí hasta que se levantó la sesión. Se fue entonces tranquilamente a su casa y se cambió de traje y de calzado, y todavía tuvo que esperar un rato a que su esposa, como suele suceder, terminara de componerse. Por fin salió, a una hora en que ya Clodio, si es que había de volver aquel mismo día a Roma, podía muy bien haber vuelto. En el camino le sale al encuentro Clodio, desembarazado, a caballo, nada de coche, nada de impedimentos, ni llevaba como de costumbre los acompañantes griegos, ni siquiera

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iba con él su esposa, cosa rarísima. En cambio, éste, nuestro salteador, que había dispuesto todo aquel viaje para cometer el asesinato, iba con su señora, en coche, bien encapotado, con un grande y entorpecedor acompañamiento delicado y mujeril de criadas y de pajecillos. 29. Se encuentra con Clodio ante la finca de éste a las cinco de la tarde poco más o menos. De repente, aprovechando la altura, un pelotón le acomete a flechazos y le mata al cochero hiriéndole de frente. Salta Milón del coche tirando el capote y comienza a defenderse con bizarría. Los de Clodio desenvainando la espada, unos acuden al coche para atacar a Milón por la espalda, otros dándole ya por muerto comienzan a mandobles con los esclavos que venían detrás. Pero había entre estos siervos valientes y fieles a su señor que supieron, unos sucumbir, otros —viendo la batalla que se había trabado alrededor del coche y que no les dejaban socorrer a su señor y oyendo al mismo Clodio que Milón había muerto y persuadiéndose en realidad de ello—, hicieron los esclavos de Milón —lo diré claramente, no para desviar la acusación sino como paso—, hicieron, digo, los esclavos sin mandarlo, sin verlo, sin saberlo su señor, lo que todos quisieran que hiciesen sus siervos en semejante ocasión. 3. Cayó Clodio el agresor XI. 30. Así sucedieron los hechos, jueces, tal como los acabo de contar: resultó que fue muerto el que armó la emboscada, una fuerza superó a otra fuerza, o por mejor decir, la audacia quedó derrotada en lucha contra el valor. No voy a ponderar ahora los bienes que con esto ha conseguido la patria, los que habéis conseguido vosotros, los que ha conseguido toda la gente de orden. Nada le aproveche esto a Milón que ha nacido con el sino de no poder salvar su vida sin salvar al mismo tiempo la patria y a todos vosotros. Si lo que hizo no lo pudo hacer con justicia, está demás mi defensa. Pero si la razón enseñó a los sabios, la necesidad a los salvajes, la costumbre a todos los pueblos y aun el instinto a las mismas fieras, que pueden rechazar siempre —por todos los medios posibles— toda la violencia contra su cuerpo, su salud o su vida, no podéis calificar de injusto este hecho, sin decir al mismo tiempo a todos los que caigan en manos de ladrones que o perecen bajo sus armas o en vuestro tribunal. 31. De haber sabido esto Milón, no hay duda que hubiera preferido ofrecer su cuello a Clodio —no era entonces la primera ni la única vez que le buscaba— a ser degollado por vosotros por el solo crimen de no dejarse degollar. Pero si ninguno de vosotros opina así, no es ya la cuestión de este juicio si Clodio fue o no asesinado, que eso lo confesamos,

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sino si lo fue justa o injustamente, que es lo que se discute en tantas causas. Consta que hubo emboscada, y esto es lo que el senado calificó de peligroso para la patria, pero la duda está en quién la armó, y he ahí lo que se decretó que investigase vuestro tribunal. Así que el Senado reprobó la acción, no al que la ejecutó, y Pompeyo dispuso que se investigase el derecho, no el hecho. SEGUNDA PARTE: CONFIRMACIÓN. MILÓN LE MATÓ EN DERECHO DE LEGÍTIMA DEFENSA 1. Los móviles denuncian como agresor a Clodio Según esto, ¿hay alguna otra cosa que averiguar sino quién armó asechanzas a quién? XII. 32. Está claro que ninguna. Si Milón se las armó a Clodio para que no quede impune, si Clodio a Milón para que se nos reconozca libres de todo crimen. ¿Cómo puede probarse que armó Clodio asechanzas a Milón? Basta, aquella fiera audaz, tan bárbara, demostrar los muchos móviles que le impulsaban, las muchas esperanzas que tenía puestas en la muerte de Milón, las grandes ventajas que esperaba. Así que, el dicho aquel de Casio “quién sale ganando” valga también en nuestros personajes, aunque los buenos por ninguna ganancia se lanzan a un crimen, en cambio los perversos muchas veces por bien poca. Pues bien, Clodio —muerto Milón— conseguía estas ventajas: no sólo el ser pretor sin un cónsul con el que no podría cometer maldad alguna, sino ser pretor con unos cónsules que abrigaba la esperanza de que le habían de ayudar, o al menos conseguir despacharse a su gusto en sus planes revolucionarios. Cónsules que no habrían de querer, así él discurría, reprimir sus intentos, por reconocerse deudores de tan gran beneficio, y dado que quisiesen no podrían ya tal vez quebrantar su audacia de criminal corroborada por la costumbre. 33. ¿Acaso sois vosotros, jueces, los únicos que no lo sabéis? ¿Tan forasteros sois en esta ciudad, tan distraídos andáis por esos mundos que no percibís lo que se dice a vuestro alrededor por toda Roma, qué leyes —si leyes se han de llamar y no peste de la república, dinamita de la patria—, qué leyes nos había de imponer Clodio a todos nosotros marcándonos a hierro candente? Muestra, muestra ya, Sexto Clodio, ese codicilo de vuestras leyes, que dicen que tú mismo arrebataste de casa y salvaste —cual otro Paladión— de en medio de las armas de la muchedumbre durante la noche —para poder ofrecérselo sin duda, como

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rico presente, como instrumento de gobierno, al primero que encontraseis dispuesto a desempeñar el tribunado a tu arbitrio. ¡Qué mirada me ha echado!... ¡Con los mismos ojos que solía poner cuando vendía amenazas a todo el mundo...! ¡Me impresiona, cómo no, esa lumbrera de la curia!... XIII. ¿Qué? ¿Piensas tú, Sexto, que estoy irritado contigo, cuando a mi enemigo personal lo has castigado con mucha más crueldad todavía de la que podían pedir mis sentimientos humanitarios? Tú arrojaste de casa bañado en sangre el cadáver de P. Clodio, tú le tiraste a la calle, tú despojándote de las imágenes de sus mayores, sin funerales, sin pompa, sin oración fúnebre, a medio quemar lo dejaste entre infelicísimos leños para que lo despedazasen los perros durante la noche. Bárbaramente te portaste, mas ya que en mi enemigo desfogaste tu crueldad, alabarte... no te alabaré, pero irritarme contigo nunca lo haré. 34. Habéis oído jueces, cuánto interesaba a Clodio que Milón muriese: examinemos ahora el mismo punto en Milón. ¿Qué interés tenía Milón en matar a Clodio? ¿No tenía más bien motivos para tolerar, mejor dicho, para desear que viviese? “Clodio era un obstáculo para Milón en sus pretensiones al consulado”. Pero a pesar de todo salía, más aún, salía precisamente por eso; pues ni yo mismo le trabajaba tan bien la candidatura como Clodio. Mucho valía ante vosotros, jueces, el recuerdo de los servicios prestados por Milón a mi persona y a la patria, mucho valían mis súplicas y mis lágrimas, hasta el punto de extrañarme yo mismo de lo extraordinariamente que se conmovían, pero mucho más valía el temor ante los males que amenazaban. Porque ¿qué romano había que se representase a Clodio suelto en la pretura, sin temblar ante la perspectiva de una revolución social? Y suelto veíais que había de estar si no era elegido cónsul uno que se atreviese y que pudiese atarle corto. Y ese uno todo el pueblo romano sentía que era Milón. ¿Dudaría nadie en darle su voto para librarse a sí mismo de todo miedo y a la república de todo peligro? Pero ahora, desaparecido Clodio, tiene que acudir Milón a los recursos ordinarios para sostener su posición; aquella aureola personalísima, a solo él concedida, que iba creciendo de día en día a medida que quebrantaba los desmanes clodianos, ya, con la muerte de Clodio, desapareció. Vosotros habéis conseguido no tener a nadie a quien temer; Milón, en cambio, ha perdido al entrenador de su valor, al propagandista de su candidatura, a la fuente perenne de su gloria. Así que aquel consulado de Milón que vivo Clodio no hubiera podido derrumbarse, muerto, se empieza ya a bambolear. Luego no sólo no aprovecha a Milón la muerte de Clodio, sino que hasta le perjudica. 35. “Pero el odio le cegó, le arrebató la ira, le arrastró la enemistad, lo hizo por resentimiento, lo hizo por venganza”. ¿Qué? ¿Si digo que estas pasiones se daban más en Clodio, que en Milón, mejor, se daban

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y en grado sumo en Clodio, ninguna en Milón, queréis más? Porque, ¿a qué le había de odiar Milón a Clodio, fuente y manantial de su gloria, si no es con ese odio ciudadano con que todos odiamos a los malvados? Clodio era quien debía tener odio a Milón, defensor primero de mi bienestar, azote después de su furor, freno de sus armas y por último hasta acusador suyo; porque en el banquillo del reo tuvo sujeto Milón a Clodio mientras vivió, en virtud de la ley Plocia. ¿Con qué impresión creéis que llevaría esta situación aquél déspota? ¿Qué odio no se despertaría en su pecho?... Y para aquel pecho injusto, ¿qué odio tan justo?... 2. Los antecedentes denuncian como agresor a Clodio XIV. 36. Sólo falta que a aquél le defiendan ya su carácter y sus antece dentes, y a éste en cambio lo confundan. “Nada hacía por la violencia Clodio, todo por la violencia Milón”. ¿Cómo? Cuando yo, jueces, con tanta pena vuestra abandoné la capital, ¿fue por temer a algún criminal, y no más bien a los esclavos y a la violencia de las armas? ¿Cómo se me hubiera podido repatriar en nombre de la justicia sino se me hubiera desterrado injustamente? Me había sin duda citado a juicio, me había impuesto una multa, me había procesado por un delito de alta traición, y, naturalmente, me preocupaba la sentencia en aquella causa perdida o mía, y no más bien gloriosísima y de todos vosotros. Es que no quise que compatriotas míos, salvados gracias a mí prudencia y riesgos, se expusiesen por defenderme a las armas de los esclavos y ciudadanos indigentes y facinerosos. 37. Porque yo ví, yo ví a este mismo Q. Hortensio, gloria insigne de la patria, casi caer asesinado a manos de esclavos por ponerse de mi parte: en el motín aquél, en que el ilustre senador G. Vibieno, su compañero, quedó tan mal herido que perdió la vida. ¿Y cuándo descansó después aquel su puñal que heredó de Catilina? Ese puñal me atacó a mí, a ese no quise que os expusiéseis por defenderme a mí. Ese acechó la vida de Pompeyo, ese ensangrentó esta Vía Apia —gloria de sus mayores—, con el asesinato de Papiro; ese mismo, después de tanto tiempo, se volvió otra vez contra mí, hasta que últimamente, como sabéis, por poco me acaba junto al Palacio Real. 38. ¿Hay algo semejante en Milón? Toda su violencia se redujo siempre a esto, a que P. Clodio, ya que no se le podía llevar a los tribunales, tampoco tuviese a Roma dominada por el terror. Si hubiera querido matarle, ¿qué ocasiones no tuvo, cuántas y qué magníficas? ¿No pudo vengarse con toda justicia cuando tuvo que defender su

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casa y dioses penates de los ataques de Clodio? ¿No pudo cuando le hirieron a su colega P. Sestio? ¿No pudo cuando rechazaron a Q. Fabricio al querer presentar la ley sobre mi vuelta, teniendo lugar en el foro aquella verdadera matanza? ¿No pudo en el asalto de la casa del pretor Cecilio? ¿No pudo aquel histórico día en que pasó la ley que me llamaba la patria? ¿Cuándo las muchedumbres, concentradas por el afán de mi restauración desde todos los confines de Italia, hubieran reconocido gustosas la gloria de aquella hazaña, que aunque hubiese sido personal de Milón, toda la ciudad la hubiera reclamado como propia? XV. 39. ¡Y qué ocasión aquella! Era cónsul el noble P. Léntulo, enemigo de Clodio, vengador de mi destierro, sostén del Senado, defensor de vuestros decretos, abogado de la voluntad popular, reparador de mi desgracia. Siete pretores, ocho tribunos de la plebe eran adversarios suyos y defensores míos, Cneo Pompeyo —iniciador y alma de mi vuelta— era contrario a Clodio: Pompeyo, sí, que se vio secundado por todo el Senado al proponer tan elocuentemente la idea de mi repatriación, que arengó a todo el Pueblo Romano, que al firmar en Capua un decreto acerca de mi persona, a todo Italia, que se acogía anhelante a su caballerosidad, le dio esta consigna: si queréis traer a Cicerón, acudid a Roma. Todos los Romanos, en fin, ardían en odio contra él, por la añoranza de mi vuelta. Quien entonces lo hubiese matado, se hubiera encontrado, no con la impunidad, sino con el premio. Sin embargo, Milón se contuvo, y a Clodio dos veces le citó a los tribunales, a la acción directa nunca. 40. Más. Cuando Milón, simple particular, se vio ante el pueblo azuzado por P. Clodio y defendido por Pompeyo, al verse Pompeyo acometido ¡qué ocasión tan buena no tuvo, qué razón para acabarle! Últimamente, cuando M. Antonio despertó tantas esperanzas en toda la gente de orden, al tomar valientemente la urgente defensa de la República, y a aquella fiera, acostumbrada a esquivar los lazos de los tribunales, la tenía ya casi cogida, ¡qué sitio, qué tiempo tan oportuno, dioses inmortales, cuando huyó Clodio y se escondió debajo de la oscura escalera! Le hubiera costado mucho a Milón acabar con aquella calamidad, sin odiosidad para sí, y con gran alegría de Antonio. 41. Más. En tiempo de elecciones ¡cuántas veces no pudo matarle en el campo de Marte! Cuando Clodio saltaba las cercas y empezaba con los suyos a repartir mandobles y arrojar piedras, hasta que al presentarse Milón, amedrentado se escapa al Tíber. ¿No es verdad que vosotros y todos los buenos ciudadanos hubiéseis hecho votos porque Milón se decidiese a mostrar su valor? XVI. Pues a quien no quiso matar cuando tendría el aplauso de todos, ¿le iba a querer matar cuando preveía las protestas de ciertos

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sectores? Cuando no se atrevió teniendo el derecho, favoreciéndole el sitio, el tiempo y la impunidad, ¿no iba a dudar en matarle en sitio desventajoso, en tiempo desfavorable, con peligro de la vida? 42. Sobre todo, jueces, cuando el día de las elecciones estaba ya encima, en que se jugaba Milón la más alta magistratura. Ya sabemos cuán recelosa es la ambición, cuán preocupadoras las vísperas de las elecciones para un candidato al consulado. Todo lo tememos, todo lo que pueda motivar, no ya una pública repulsa pero la más mínima sospecha. Un rumor, una anécdota falsa que se invente, por leve que sea, nos pone los pelos de punta. Vamos mirando las caras y los ojos de todos. Porque nada hay tan blando, tan tierno, tan frágil y tornadizo, como las simpatías y los sentimientos de los electores para con nosotros: no sólo se disgustan por la maldad de los candidatos, sino que se hastían hasta de lo mismo bueno que hacen. 43. Pues teniendo Milón ante los ojos este tan esperado y suspirado día de las lecciones, ¿iba a venir a tomar parte en las augustas ceremonias de las centurias con las manos ensangrentadas, alardeando y proclamando la hazaña de su crimen? Cuán increíble no resulta esto en Milón, qué creíble en cambio en cambio en Clodio, cuando esperaba que muerto Milón había de dominar a sus anchas. Por último —lo que da más alas para el crimen— jueces, ¿quién no sabe que el mayor aliciente del pecado es la esperanza de la impunidad? ¿Y en quién de los dos se pudo dar esta esperanza? ¿En Milón que ahora aparece como reo de aquella acción —si no ya gloriosa por lo menos necesaria— o más bien en Clodio que se rió de tribunales y sanciones hasta el punto de no hallar gusto en nada concedido por la naturaleza o permitido por las leyes? 3. Las circunstancias denuncian como agresor a Clodio a) La circunstancia del tiempo 44. ¿Mas para qué estoy yo argumentando? ¿Para qué discutir más? A ti Q. Petilo me dirijo, a ti M. Catón te traigo por testigo, a vosotros que por suerte providencial hoy sois mis jueces. Vosotros oísteis a M. Favonio que Claudio le había asegurado, y lo oísteis en vida de Clodio, que Milón, había de perecer a los tres días. Al tercer día se lleva a cabo lo que Clodio dijo. Cuando Clodio no dudó en descubrir lo que tramaba ¿podréis dudar vosotros de que lo ejecutó? XVII. 45. ¿Y cómo no le falló el día? Lo he dicho hace un momento. La fecha tradicional de la solemnidad religiosa que tenía que

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presidir el alcalde de Lanuvio era bien fácil de conocer. Clodio supo que Milón debía necesariamente partir para Lanuvio el día mismo en que partió y por eso salió él delante. ¿Y qué día fue a salir? Precisamente en el que tuvo un violentísimo mitin, organizado por un tribuno de la plebe asalariado suyo, día, mitin, tumulto que Clodio nunca hubiera dejado si no fuera por llegar a tiempo para el crimen que tramaba. Luego Clodio ni motivos tenía para el viaje, los tenía más bien para quedarse. Milón, en cambio, no podía quedarse y para partir no sólo tenía motivo sino estricta necesidad. ¿Pues qué si como Clodio supo que Milón se encontraría aquel día en camino, Milón no pudo ni sospechar siquiera lo mismo de Clodio? 46. Y si yo os pregunto: En primer lugar ¿cómo lo pudo saber Milón? Cosa que vosotros no podéis preguntar a Clodio que con sólo haber interrogado a T. Patina, íntimo suyo, pudo saber que precisamente aquel día en Lanuvio, Milón como alcalde, tenía que nombrar al sacerdote, Milón en cambio ¿por quién supo la vuelta de Clodio? Demos que lo preguntase —ya véis lo que os concedo—, demos hasta que hubiese sobornado a un esclavo, como ha dicho mi amigo Q. Arrio. Leed las declaraciones de vuestros testigos. Declaró C. Causino Escola —por cierto que ya en otra ocasión, gracias a la declaración de este testigo, Clodio a una misma hora había podido encontrarse en Interamna y en Roma— declaró, digo, este testigo que P. Clodio aquel día pensaba quedarse en Albano, pero que de pronto le dieron la noticia de que el arquitecto Ciro había muerto y por esto se había inmediatamente determinado a salir para Roma, y lo mismo depuso C. Clodio, compañero de P. Clodio. XVIII. 47. Ved, jueces, qué dificultades no nos resuelven estos mismos testimonios. Ante todo, no hay duda, se libra Milón de la sospecha de haber salido para atacar en el camino a Clodio, ya que Clodio no le había de encontrar de ninguna manera. Además —pues no veo por qué no he de trabajar yo también mi causa—, sabéis, jueces, que hubo quienes, al aconsejar la ley de Pompeyo, decían que en este crimen la mano había sido de Milón, pero el plan había sido de alguno más alto. ¡A mí, por lo visto, de ladrón y asesino esos ruines y miserables me ponían! Ahí los tenéis confundidos por sus propios testigos que afirman que Clodio aquel día no hubiese vuelto a Roma de no tener noticias de la muerte de Ciro. Respiré, ya estoy libre. No temo que me crean capaz de maquinar lo que ni siquiera pude sospechar. 48. Ahora paso adelante. Porque se presenta esta dificultad: «Luego tampoco Clodio pensó en atacarle puesto que pensaba quedarse en Albano». Pensaba quedarse si es que no hubiese de salir de la finca para matar a alguien, que ya estoy viendo que ese que dicen le anunció la

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muerte de Ciro no le anunció tal muerte sino la proximidad de Milón. Porque ¿qué tenían que decir de Ciro a Clodio, que al salir de Roma le había dejado agonizante ya? El testamento de Ciro junto le sellé yo con Clodio, testamento que había hecho en público y a él y a mí nos dejaba herederos. Del que el día anterior al amanecer dejaba dando las boqueadas, ¿de ese le iban a decir al día siguiente a las cuatro de la tarde que había muerto por fin? Pero bien, demos que fue así. ¿A qué volver a Roma tan aprisa, a qué echarse a andar de noche? ¿Qué era lo que le daba prisa? ¿El ser heredero? En primer lugar nada había que exigiese tal precipitación. Segundo, aunque lo hubiese habido, ¿qué podía ser lo que necesitaba conseguir aquella noche, que lo fuese a perder si dejaba la vuelta para el día siguiente por la mañana? XIX. 49. Pase, sea así. Como Clodio debía más bien evitar que buscar el volver de noche, así Milón —si es que iba a poner asechanzas a Clodio y sabía que éste volvería de noche a la ciudad— debió emboscarse y aguardar más cerca de Roma. 50. Nadie hubiera dejado de creerle cuando negase su crimen, siendo así que todos quieren salvarle ahora que lo confiesa. Hubiese caído la responsabilidad en primer lugar sobre el mismo paraje, guarida y escondrijo de ladrones, ya que ni aquella muda soledad hubiera denunciado, ni aquella oscura noche descubierto a Milón. Además, se hubiera acusado a cuantos en aquel mismo sitio había Clodio maltratado, despojado y expulsado de sus bienes, se hubiera sospechado de todos los que podían temer cosas parecidas, se hubiera, en fin, traído a juicio a la Etruria entera. 51. Además aquel día Clodio —al volver de Aricia— se desvió hacia su finca de Albano. Si se dice que Milón supo que aquél había estado en Aricia, tuvo entonces que sospechar que Clodio, aun dado caso que quisiese volver aquel mismo día a Roma, no dejaría con todo de entrar en su finca que tan cerca estaba del camino. ¿Por qué no se adelantó entonces para impedirle refugiarse en su finca o no le esperó más atrás para cogerle a la vuelta de noche? b) Las circunstancias de lugar XX. 53. Veamos ahora el punto decisivo de esta causa. El mismo sitio aquel donde se encontraron, ¿a quién de los dos favorecía más para una emboscada? ¿Pero esto, jueces, todavía lo vais a dudar? ¿Hará falta pensarlo más tiempo? Ante la finca de Clodio, en la que para aquellas locas construcciones subterráneas se hallaban seguramente reunidos más de mil hombres forzudos, en aquella posición elevada y estratégica de su

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adversario, esperaba sin duda luchar con ventaja Milón y por esta causa había escogido precisamente aquel sitio para el encuentro. ¿No esperaría más bien allí aquel a quien lo ventajoso de su posición había incitado al ataque? Las cosas mismas hablan, jueces, que son siempre las más elocuentes. 54. Si esto no lo oyeseis contar, sino lo vieseis pintado, aparecería, sin embargo, quién de los dos iba a atacar y quién iba sin pensar en hacer daño: al ir uno en el coche encapotado, sentada a su lado su mujer. ¿Puede darse nada más entorpecedor: el vestido, el carruaje, la compañía? ¿Qué más impropio para una batalla que ir enredado en el capote, aprisionado en el coche, casi sin poder moverse por su mujer? Ved ahora al otro, primero saliendo de su finca de repente ¿para qué?, al atardecer ¿qué necesidad había de ello?, despacio ¿por qué sobre todo a esas horas? «Iba a dar una vuelta a la finca de Pompeyo». ¿Para visitar a Pompeyo? Sabía que estaba en Alsio. ¿Para ver la finca? Mil veces había estado en ella. ¿Qué es lo que había? Retrasos, disimulos. Mientras Milón no llegase, no quiso abandonar el sitio. XXI. 55. Ea, ahora comparad la marcha desembarazada del salteador con la impedimenta de Milón. Siempre antes, Clodio con su mujer, entonces, sin ella. Nunca viajaba sino en coche; entonces, a caballo. La gentecilla de griegos le acompañaba a dondequiera que iba, aun cuando marchaba a sus campamentos de Etruria: entonces, en su acompañamiento nada de bufones. Milón, el que nunca, entonces precisamente llevaba el coro de tiples de su mujer y un verdadero rebaño de criadas. Clodio que siempre iba rodeado de perdidos, abyectos, disolutos, entonces no llevaba ninguno. Diríase que había escogido la flor y nata de sus bravos. 4. Contestación a algunas objecciones ¿Por qué entonces el vencido fue Clodio? Porque no siempre el ladrón mata al caminante, a veces también el caminante mata al ladrón; porque aunque Clodio bien pertrechado se encontró con gente indefensa, sin embargo, era una mujer que se enfrentó con dos hombres. 56. Aunque tampoco iba nunca Milón tan desprevenido contra Clodio que no estuviese casi prevenido. Siempre tenía delante cuánto le interesaba a Clodio su muerte, cuán grande era su odio y cuánta su audacia. Sabía que habían puesto a precio muy alto su cabeza, y que estaba ya casi sorteada, por eso nunca exponía su vida al peligro, sin ir custodiado por gente de armas. Añádase la casualidad, añádanse los inesperados resultados de la lucha y la imparcialidad de Marte, que

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muchas veces al que estaba ya desposando triunfador a su adversario, le da vuelta y cae bajo él vencido; añádase la idiotez de un caudillo bien comido, bien bebido y bostezante que habiendo dejado a la espalda su enemigo cortando sus tropas, no pensó en los que quedaban detrás, los cuales encendidos en ira y desesperados por la muerte de su Señor, le cogieron y le hicieron pagar el castigo que como esclavos fieles le exigieron por la vida de su Señor. 57. ¿Por qué, pues, les dio libertad? Temía sin duda que le delataran, que no pudiesen soportar los dolores, que se viesen obligados a confesar en el tormento que a Publio Clodio le mataron en la Vía Apia los siervos de Milón. ¿Qué necesidad hay de tormentos? ¿Qué quieres saber? ¿Si le maté? Le maté. ¿Con justicia o sin ella? Eso no le toca al verdugo; el hecho es lo que se investiga en el tormento, el derecho en los tribunales. XXII. Trataremos, pues, aquí lo que le pertenece a los tribunales, lo que quieres descubrir con el tormento no te lo confesamos. ¿Que por qué les dio libertad? Si esto es lo que me preguntas y no más bien por qué no les premié generosamente, no sabes atacar a un adversario. 58. Ya dijo este mismo Catón con la entereza y decisión de siempre, y lo dijo en un mitin bien borrascoso que por cierto calmó con su autoridad, que eran dignísimos, no ya de la libertad, sino de los mayores premios los que hubiesen defendido la vida de su señor. Porque ¿qué premio hay bastante grande para unos esclavos tan amantes, tan buenos, tan fieles a quienes se debe el vivir? Aunque ni el mismo vivir es tan de agradecer como el no haber saciado, gracias a ellos, con su sangre y heridas, los ojos y satisfacción de adversario tan cruel. De no haberles dado libertad, hubiera tenido que entregarlos al tormento, a ellos, los salvadores de la vida de su señor, sus vengadores ante el crimen, sus defensores ante la misma suerte. No hay nada que tanto tranquilice a Milón, en medio de estos males, como el pensamiento de que sea cual fuere su suerte, ya les tiene pagado el premio merecido. 59. Pero comprometen a Milón las declaraciones que acaban de hacer ahora, en el atrio de la libertad. ¿Quiénes? ¿Qué esclavos? ¿Y me lo preguntáis? Los de Clodio. ¿Quién pidió que declarasen? Apio. ¿Quién los presentó? Apio. ¿De dónde? De casa de Apio. ¡Oh dioses! ¿Puede darse mayor severidad? A los esclavos ninguna ley les permite declarar contra su señor, más que en el caso de incesto, que fue el de Clodio. Cerca de los dioses se ha puesto Clodio, más cerca que el día que se metió entre ellos; pues en su muerte se admite a declarar a los esclavos, cosa nunca vista más que en los delitos contra la religión. Pero lo cierto es que nuestros mayores decidieron que no se tomase declaración a los esclavos contra su señor, no porque no pudiese aclararse la verdad, sino

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porque les parecía una indignidad, y más doloroso para su señor que la misma muerte. Pues contra un reo hacer declarar a los esclavos del acusador ¿será camino para encontrar la verdad? 60. Pero, ea, ¿qué interrogatorio fue aquel y cómo se hizo? — “Oye, tú, Rufino” —pongo el caso—, “Cuidadito con mentirme”: ¿Clodio armó asechanzas a Milón? —Sí, señor. A la horca. —No señor, Clodio no. Ya está libre. ¿Puede darse mayor veracidad que la de este interrogatorio? De repente se coge a los que han de declarar y luego se les incomunica y encierra en calabozos para que nadie pueda hablar con ellos. Y estos con cien días que llevaban en casa del acusador, ¿todavía vienen presentados por el mismo acusador? ¿Ha habido nunca interrogatorio más escrupuloso, más imparcial? 5. Sobre los hechos posteriores al asesinato XXIII. 61. Y si todavía no veis bastante claro, a pesar de la luz que despiden los mismos hechos con tantas pruebas y tan evidentes señales, que Milón volvió a Roma con la conciencia pura y limpia, sin mancha de crimen, sin sobrecogimientos de miedo, sin remordimiento de conciencia, recordad por los dioses inmortales, cuál fue la rapidez de su vuelta, cuál su entrada en el foro, a la luz de las llamas de la curia, qué grandeza de alma, qué semblante, qué palabras. Y no se presentó solamente al pueblo sino también al Senado, ni sólo al Senado, sino también a la policía y a la fuerza armada, ni sólo a éstos sino también al mismo dictador, a quien había confiado el Senado toda la República, la juventud entera de Italia, el ejército todo del pueblo romano. Nunca Milón se hubiera entregado a buen seguro en manos del dictador si no hubiera tenido confianza en su causa. Sobre todo cuando el dictador estaba enterado de todo, abrigaba serios temores, sospechaba muchas cosas y aun creía algunas. Grande es la fuerza de la conciencia, jueces, y grande en ambos sentidos tanto para tranquilizar a los que no tienen culpa como para traer siempre preocupados con el castigo a los que faltaren. 62. Su razón tenía el Senado para aprobar como aprobó siempre la causa de Milón. Veían con su esclarecida inteligencia los senadores el desarrollo de los sucesos, la presencia de pánico, la serenidad de la defensa. ¿O es que habéis olvidado, jueces, lo que recién llegada la noticia de la muerte de Clodio, decían y opinaban no sólo los enemigos de Milón sino algunos menos enterados? Decían que Milón no volvería a Roma. 63. Porque una de dos. O lo hizo por venganza personal, descuartizando a su enemigo en un arrebato de cólera y entonces creían que Milón estimaría en tanto el haber dado a muerte a Clodio que carecería resignado de su patria, una vez que había logrado saciar su odio en la

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sangre de su adversario; o lo hizo por miras patrióticas y entonces no dudaría valiente como era, después de haber salvado al pueblo romano con peligro de su vida, acatar serenamente la sanción de las leyes. Él se llevaría consigo una gloria imperecedera y vosotros quedarías disfrutando lo que él había salvado. Muchos hasta empezaban a acordarse de Catilina y sus monstruosidades: “Reventará, tomará posiciones, declarará guerra a la patria”. Infelices ciudadanos beneméritos de la patria. Así olvidan a veces los hombres vuestros servicios. Así sospechan de traiciones. 64. Luego todos esos dichos resultaron falsos. Y seguramente que hubieran resultado verdaderos si Milón hubiese ejecutado algo que no pudiera defender con honor y verdad. XXIV. ¿Pues qué? Las cosas que luego se amontonaron contra él y que hubieran hecho impresión a cualquiera aunque no tuviera más que delitos leves, ¿cómo las aguantó, dioses inmortales? ¿Qué digo aguantó? Como las menospreció y las tuvo en nada. Y eran cosas que un culpable —aunque fuera la misma despreocupación— no pudiera oír con indiferencia, ni un inocente si no era un alma heroica. De escudos, espadas, frenos y dardos, verdaderos arsenales indicaban dónde se podrían descubrir. Decían que no había en Roma barrio ni calleja alguna donde no tuviese Milón alquilada alguna casa; que había pasado armas por el Tiber a una villa de Ocricoli; que una casa de la subida al Capitolio estaba atestada de escudos, que todo estaba lleno de granadas almacenadas para el incendio de Roma. Esto no fue mera sospecha sino que se llegó a creer, y si se dejó por falso fue previos registros. 65. No podía menos de alabar yo la inconcebible solicitud de Cneo Pompeyo, pero diré lo que siento, jueces. Demasiadas cosas tienen que oír sin poderlo evitar los que tienen la responsabilidad de toda la nación. Hasta llegar a tener que oir a un tabernero, no sé qué Linicio del barrio Circo Máximo, que unos esclavos de Milón emborrachados en su taberna le habían confesado que tramaban una conjuración para matar a Pompeyo y que luego uno de ellos le quiso atravesar con la espada para que no le denunciase. Se lo fue a contar a Pompeyo a su villa. Me llama a mí entre los primeros. Y por consejo de los que bien le queríamos se lleva el asunto al Senado. No podía menos de desfallecer casi de miedo ante tan graves sospechas del que era sostén mío y de mi patria. Pero, sin embargo, me extraña que se diese crédito a un tabernero, que se tuviese en cuenta las declaraciones de unos esclavos y que una herida en el costado que parecía un alfilerazo se la tuviera por tajo de gladiador. 66. Pero a lo que entiendo, tenía más bien previsión Pompeyo que miedo, quería prever no sólo lo que podía inspirar temor, sino todo, para que vosotros no tuvieseis que temer nada. La casa del ilustre César

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ha sido asaltada: he aquí una noticia que se corrió varias horas por la capital una noche. Nadie había oído nada en sitio tan céntrico, nada había sentido nada. Sin embargo, se corría. Yo no podía tener por tímido a Pompeyo cuyo valor es bien conocido, pero la diligencia que se tomaba por la patria nunca me pareció exagerada. En sesión plenaria del Senado celebrada poco ha en el Capitolio, se levantó un senador diciendo que Milón venía armado. En tan augusto lugar pide Milón que se le registre, ya que su vida como ciudadano y como particular no bastaban a inspirar confianza, para que callando él, hablasen los mismos hechos. XXV. 67. Todos los rumores han resultado falsos e insidiosos. Pero si aun ahora se teme a Milón, no tememos ya este crimen de Clodio, sino tus sospechas. Pompeyo, que a ti me dirijo ya y levantaré mi voz para que me puedas oir, tus sospechas, repito, nos tienen horrorizados. Si temes a Milón, si piensas que maquina ahora contra tu vida o ha maquinado alguna vez, si el reclutamiento de soldados en toda Italia, como se dejaban decir algunos de tus reclutadores, si esas armas, si esas guarniciones del Capitolio, si esas rondas nocturnas, si esos vigías, si esa guardia noble que defiende tu persona y tu casa está en armas contra un posible ataque de Milón y todo ello se ha dispuesto, preparado y dirigido contra solo Milón, grande de veras es el poder que se le atribuye, increíble su empuje, y no fuerzas de un solo hombre sus fuerzas y recursos, puesto que sólo para hacerle frente se ha elegido el mejor general que tiene Roma y se ha movilizado toda la república. 68. ¿Pero quién no entiende que es la república enferma y vacilante con todos sus miembros la que se te ha encomendado para que la sanes y robustezcas con esas armas? Y si le hubieses concedido audiencia a Milón, ten por cierto que a ti mismo te hubiera demostrado que nunca alguno ha inspirado tanto cariño a otro como tú a él; que nunca hurtó el cuerpo al peligro cuando se trataba de tu dignidad; que cien veces tuvo que luchar por tu gloria con aquella negra peste; que encaminó su tribunado con tu consejo a procurar mi rehabilitación que tanto anhelabas; que fue defendido por ti una vez en una pena capital y apoyado en su candidatura de pretor; que él había esperado conservar siempre dos amigos, a ti por tus beneficios y a mí por los suyos. Mas, si con esto no te hubiera podido convencer, si tanto se te hubiese arraigado esta sospecha que no hubiera manera de arrancártela, en una palabra, si Italia no hubiera de verse libre de levas ni Roma de armas sin la desgracia de Milón, ten seguro que éste sin duda se hubiera salido de su patria. Milón, que ha nacido con este sino y ha vivido con esa historia. Pero a ti, gran Pompeyo, te emplazaría como lo hace ahora.

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XXVI. 69. Mira cuán variable e inconsciente es la condición de la vida, qué incierta y voluble la fortuna, cuántas infidelidades en la amistad, cuántas deserciones de compañeros en los peligros, cuántas cobardías. Vendrá, vendrá ciertamente un tiempo y amanecerá por fin mi día en que tú, salvando, así lo espero, tu fortuna, pero víctima tal vez de algún trastorno político (los que tenemos un poco de experiencia de la vida debemos saber cuán frecuentes son) echarás de menos el cariño de un amigo, la lealtad de un caballero, y la valentía del hombre más decidido que han visto los nacidos. 70. Aunque, quién va a creer que Pompeyo, tan conocedor del derecho público, de las tradiciones nacionales y de la política, habiendo recibido del Senado poderes dictatoriales, bastantes siempre para aunar a los cónsules aun sin facultades militares, quién creerá que Pompeyo, dictador y revestido además de facultades para reclutar tropas y movilizar ejércitos, iba a esperar todavía este juicio para vindicar la causa de un hombre que anuló esos mismos tribunales con sus violencias. Bastante da a entender Pompeyo, bastante, que todo esto se ha acumulado falsamente contra Milón, cuando da una ley que a mi sentir os invita a absolver a Milón y al sentir de todos os lo permite. 71. El hecho de estar allí sentado entre tan gran contingente de fuerza pública, bien claro os dice que no es para infundiros miedo (porque qué cosa menos digna de él que coaccionaros para que condenéis a un reo a quien él mismo hubiera podido castigar basado en la tradición y sus propias facultades) sino que está allí para vuestra seguridad. Quiere daros a entender que a pesar del mitin de ayer tenéis vosotros libertad para sentenciar conforme a vuestra conciencia.

TERCERA PARTE: AUNQUE FUERA CULPABLE, MILÓN DEBÍA SER ABSUELTO 1. Por haber liberado a la patria de un criminal XXVII. 72. Y no creáis que me impresiona, jueces, la acusación de los Clodianos; no soy tan necio, tan desconocedor de vuestros sentimientos, ni tan ajeno a ellos que no sepa lo que sentís de la muerte de Clodio. Si yo no hubiera preferido deshacer la acusación, como la he deshecho, podría con todo Milón proclamar impunemente a la faz del mundo esta gloriosa mentira: “Le maté, le maté”; y no a Sp. Melio, que por abaratar las subsistencias y derrochar su hacienda, parecía ambicionar demasiado el aura popular y cayó en sospechas de aspirar al reino; no a T. Graco, que

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destituyó a su colega en la magistratura, valiéndose de un mitin —los que le dieron muerte llenaron el orbe de la tierra con la gloria de su nombre—, sino a éste (y se atrevería a decirlo, después de haber libertado a su patria con riesgo de la vida)... 73. A ese, cuya muerte ya muchas veces decretó el Senado, como expiación del profano culto... ese que el hombre, a quien el Senado, el pueblo romano y todas las naciones de la tierra consideraron como salvador de Roma y de todos sus habitantes, les puso en la frontera con ejércitos de esclavos; a ese que dio y quitó reinos y repartió el orbe de la tierra con cuantos quiso; a ese, que después de innumerables colisiones en el foro, encerró en su propia casa con la fuerza de sus armas a un ciudadano, glorioso y valiente como ninguno; a ese para quien no hubo barreras ni en el crimen ni en el vicio; a ese que prendió fuego al templo de las Ninfas para hacer desaparecer los registros oficiales del censo, 74. A ese, en fin, para quien ya no había ley ninguna ni derecho civil ni límites de posesiones; que no con malos pleitos ni con injustas adjudicaciones o fianzas sino con soldados, tropas y banderas invadía las fincas ajenas; que no sólo a los Etruscos (a quienes despreciaba soberanamente) sino a este nuestro juez, P. Vario, espejo de caballeros, procuró arrojarle de sus posesiones, movilizando sus campamentos; al que rodeado de arquitectos y agrimensores recorría las villas y haciendas de los ricos, al que había soñado en el Janículo y los Alpes para límite de sus dominios; al que no habiendo logrado del distinguido caballero M. Paconio le vendiese una isla en el lago Prilio, sin más ni más se pone a transportar a aquella en una barca materiales, cal, grava y armas, y mientras lo contemplaba su dueño desde la opuesta ribera, no dudó levantar un edificio en terreno ajeno. 75. El que a este T. Furfanio, ¡a quién, Dioses inmortales! —¿para qué citar la pobrecilla Estancia y el joven Apinio, amenazados de muerte si no le cedían la posesión de sus heredades?— al mismo T. Furfanio se atrevió a decir que si no le daba cuanto dinero le había pedido, le había de meter un muerto en casa para hundirle en la impopularidad; el que a su hermano Apio, íntimo amigo mío, en una ausencia le desposeyó de sus bienes; el que tuvo alma para levantar un paredón a la puerta misma de la casa de su hermana y levantarla de modo que quedase su hermana sin puerta ni entrada alguna. XXVIII. 76. Pero estos crímenes ya iban pareciendo tolerables, aunque por igual acometía contra el estado y los particulares, los ausentes y los presentes, los extraños y los suyos; y no el cómo, con la costumbre, se había endurecido y echado callos la paciencia increíble de nuestra capital. Pero los otros atropellos que estaban ya encima y amenazaban descargar, ¿cómo hubiérais podido alejarlos de vosotros o tolerarlos? Si

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él hubiese llegado a alcanzar el mando —no hablo de los aliados, de las naciones extranjeras, de los reyes y tetrarcas—, hubierais hecho votos porque se lanzase sobre ellos más bien que sobre vuestras posesiones, vuestras casas, vuestro dinero. ¡Dinero digo! vuestros hijos, por Júpiter, vuestras mujeres no se hubieran visto libres de su licencioso desenfreno. ¿Creéis que estoy fingiendo lo que es público, lo que todos saben, lo que anda escrito, que había de levantar Clodio ejércitos de esclavos, con los que se había de adueñar de toda la república y de las fortunas de los particulares? 77. Por lo cual si levantando el ensangrentado puñal gritase T. Annio: “Alto, ciudadanos, oídme: maté a P. Clodio—aquel furor que con ninguna ley ni con ningún tribunal podíamos sujetar, con este puñal y con esta mi diestra he logrado arrancarlo de vuestras cabezas; gracias a mí seguirá habiendo en Roma derecho, justicia, leyes, libertad, vergüenza y pudor”, ¿podría preocuparle el efecto que esto causaría en la ciudad? ¿Quién hay que no apruebe, que no aplauda, que no diga y sienta que desde que el mundo es mundo T. Annio es el hombre que más ha hecho por su patria, que más alegría ha causado al Pueblo Romano, a Italia toda y al mundo entero? No pueda valuar el alcance de aquellas antiguas manifestaciones de alegría del Pueblo Romano; pero triunfos bien gloriosos de egregios caudillos ha visto ya nuestra generación y ninguno de ellos ha producido un bienestar ni tan duradero ni tan intenso. 78. Grabad bien en la memoria, jueces, lo que os voy a decir. Espero que muchas cosas de prosperidad para la patria habéis de presenciar vosotros y vuestros hijos. Al irlas disfrutando, no olvidéis que de vivir Clodio, no tendríais ninguna de esas cosas. Me siento grandemente optimista y creo que con fundamento, para esperar que este mismo año, bajo este mismo gran cónsul, dominada la anarquía, escarmentadas las pasiones, restablecido el imperio de la ley y de la justicia, ha de ser un año de bendición para mi patria. ¿Y hay alguno tan sin juicio que crea que esto pudiera suceder viviendo Clodio? ¿Qué? La misma propiedad privada, lo que todos poseéis como vuestro, tendría, dominando ese demagogo, la defensa del derecho que la declara intangible. XXIX. No temo, jueces, vaya a daros la impresión de que es el odio a mi enemigo el que me impulsa a vomitar contra él estas acusaciones, más por gusto que por verdad. Porque, aunque yo le había de tener odio especial, sin embargo, era Clodio tan enemigo de todos que el odio que yo le tenía casi se confundía con el odio general. Siempre será poco todo lo que se diga: imposible formar una idea de lo criminal, de lo bandido que era. 79. Si no, atended un momento, jueces. Este Tribunal está para inquirir sobre la muerte de Clodio, ¿verdad? Figuraos con la imaginación

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—porque libre es nuestra imaginación y puede contemplar lo que quiere como miramos lo que vemos— figuraos en vuestra imaginación que sean ahora posibles, más, que son inseparables estas dos cosas: absolver a Milón y resucitar a Clodio. ¿Qué palidez veo en vuestras caras? ¿Qué impresión os causaría vivo el que muerto, sólo con el simple pensamiento de su vuelta, no sabéis ya lo que os pasa? Más. Si el mismo Cn. Pompeyo, cuyo valor y fortuna es tal que pudo realizar lo que nadie más que él; si Pompeyo, repito, hubiese podido escoger una de estas dos alternativas: constituir un tribunal que investigase de la muerte de Clodio o levantar al mismo Clodio del sepulcro, ¿cuál de las dos creéis que hubiera escogido? Aunque por la amistad hubiera querido llamarle del sepulcro, por la patria no lo hubiera hecho. ¿Y me diréis que estáis ahí para vengar la muerte de un hombre a quien, si estuviese en vuestras manos, no querrías devolver la vida, y que la ley constituyó este tribunal en atención a Clodio, cuando si en virtud de esa misma ley pudiera resucitar, nunca se hubiera dado? Luego si Milón le hubiese matado, ¿iba a temer al confesarlo el castigo de los mismos que él había liberado? 2. Más: Debía ser recompensado 80. Los griegos tributan honores divinos a los que dieron muerte a los tiranos—¡lo que yo mismo he visto en Atenas, lo que presencié en otras ciudades de Grecia, qué cultos en honor de tales héroes, qué himnos, qué poesías!: su memoria ha quedado consagrada para siempre casi con la de los dioses—; ¿y vosotros al salvador de tal pueblo, al vengador de tal crimen, no sólo no le tributaréis honor alguno sino sufriréis aún que se le arrastre al suplicio? Lo confesaría, lo confesaría, repito, si lo hubiese hecho y diría que él con toda su alma y muy a gusto había realizado por la libertad de todos los romanos una hazaña digna no ya de confesarla sino de publicarla muy alto. Aunque todos los que hemos tenido que atar corto a traidores de la patria, supimos siempre muy bien que ya que la gloria había de ser nuestra, nuestras habían de ser también la impopularidad y las consecuencias. XXX. 81. Porque, si no niega el haberle dado muerte en legítima defensa, por lo que no pide más que se reconozca su inocencia, ¿dudaría confesar que le mató queriendo, cuando pudiera exigir honores en premio? A no ser que tenga que pensar que a vosotros os satisface más el haber salvado él su vida que no el haber salvado la vuestra. Sobre todo cuando confesando la iniciativa de su agresión, si queríais pasar por agradecidos, hubiera conseguido las mayores distinciones. Pero si vosotros la desaprobaseis —aunque ¿cómo pudiera desaprobar nadie lo que le ha salvado la vida?—, sin embargo, si el valor de nuestro héroe no hubiese

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encontrado gratitud entre los suyos, con grande ánimo y entereza hubiese dicho adiós a su ingrata patria. ¿Porque hay mayor ingratitud que en el regocijo general tenga que llorar precisamente el hombre a quien todos deben su alegría? 82. Aunque todos los que hemos tenido que atar corto a traidores de la patria, supimos siempre muy bien que ya que la gloria había de ser nuestra, nuestras habían de ser también la impopularidad y las consecuencias. De lo contrario, ¿qué gloria podía merecer yo, cuando a tanto me atreví en mi consulado por vosotros y por vuestros hijos, si hubiera creído poder enfrentarme con la revolución sin gravísimo riesgo mío? ¿Qué mujer no se atrevería a matar a un hombre malvado y criminal si no temiese el peligro? El que ve ante sus ojos la impopularidad, la muerte y la condena, y a pesar de todo defiende la patria con la misma decisión, ese es todo un hombre. Propio es del pueblo agradecido premiar al ciudadano benemérito de la patria, propio es del valiente no dejarse tampoco impresionar por el castigo tanto que se arrepienta de su valentía. 83. Por eso T. Annio confesaría lo mismo que confesó Ahala, Nasica, Opimio, Mario, yo mismo, y si la patria le resultaba agradecida, se alegraría; si desagradecida, no lo dudéis, en su desgracia le sostendría la voz de su propia conciencia. 3. Fue providencia del cielo Pero las gracias por este beneficio, jueces, cree la fortuna del P. R., vuestra suerte y los dioses inmortales que se les debe a ellos. Y nadie puede sentir de otro modo sino el incrédulo que niegue la existencia de un poder o ser divino; incrédulo a quien no impresione ni la grandeza de nuestro imperio, ni ese sol que nos alumbra, ni el movimiento de los cielos y de los astros, ni los cambios y el orden de la naturaleza, ni lo que es más, el pensar de nuestros mayores que tanta reverencia sentían por la religión, los ritos y las preces públicas y nos los legaron a nosotros sus descendientes. XXXI. 84. Existe sí, ese poder y no es posible que cuando en estos cuerpos y en esta nuestra debilidad hay un principio que lo mueve y anima, no lo haya en ese movimiento tan admirable y grandioso de la creación. A no ser que lo nieguen porque no aparece ni se ve, como si a nuestra misma alma con que pensamos, con que prevemos, con que os estoy ahora mismo accionando y hablando, la pudiésemos ver, o al menos sentir cómo es o dónde está... Pues ese mismo poder que tantas veces trajo a nuestra Roma días de increíble felicidad y dicha es el que aniquiló y nos llevó aquella ca-

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lamidad, el que primero le sugirió la idea de excitar con la violencia y provocar con las armas a un valiente, para que cayese vencido el que vencedor hubiera conseguido verse impune y libre de trabas para siempre. 85. No fue plan humano, ni siquiera ordinaria providencia de los dioses inmortales la que realizó aquella hazaña: los mismos sagrados lugares, por mi vida, que vieron caer aquella fiera, me parece que salieron de sus sitios para exigirle sus derechos. A vosotros ya, montes y bosques de Albano, me dirijo, a vosotros sí os suplico y pongo por testigos, y a vosotros derruidas aras de los Albanos, hermanas gemelas de las veneradas por el P. R., aras que aquel en un arrebato de locura después de talar y echar abajo los bosques sagrados sepultara con locas construcciones subterráneas: vuestra venganza, vuestro culto triunfó entonces, hicisteis valer vuestro poder que había denigrado con toda clase de crímenes. Y tú desde tu elevada montaña del Lacio, Júpiter santo, cuyos lagos, selvas y demonios manchó tantas veces con toda clase de vergüenzas y maldades, al fin abriste también tus ojos para castigarle: a vosotros, a vosotros sí, y en vuestra misma presencia, aunque tarde, os pagó la justa y debida pena. 86. A no ser que digamos que fue también por casualidad el que ante la misma capilla de la Buena Diosa situada en la finca del distinguido joven T. Sergio Galo, ante la misma Buena Diosa, repito, se trabase la lucha y recibiese aquella primera herida que le acarreó la negra muerte. ¿Quién no dirá que si se libró de aquella escandalosa causa de los misterios de la Buena Diosa, fue porque se le reservaba para este ejemplar escarmiento? XXXII. ¿No fue esa misma venganza divina la que hizo perder el juicio a los satélites de Clodio para que sin la imagen de sus antepasados, sin cantos ni juegos, sin funerales ni plañideras, sin oración fúnebre, sin entierro manchado de sangre y polvo, privado de la solemnidad de aquel supremo día, ante el cual suelen descubrirse aun los mismos enemigos, le quemasen después de tirarle? Es que no debían las imágenes de sus gloriosos antepasados venir a honrar a ese negro traidor de la patria, ni pudo su cadáver ser destrozado en sitio mejor que donde había sido condenado en vida. 87. Remisa por Júpiter me parecía ya la diosa de la Fortuna y aun cruel con el pueblo romano, cuando tantos años venía aguantando que Clodio pisotease así a esta su patria. Había manchado con sus vicios los cultos más venerados, había roto los decretos más graves del Senado, se había librado descaradamente con dinero de la sentencia de los jueces, había vejado al Senado como tribuno, había rescindido las decisiones tomadas unánimemente por todas las clases sociales en defensa de la nación, me había expulsado a mí de mi patria, despojado de mis bienes, incendiado mi casa, maltra-

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tado a mis hijos y a mi propia esposa, había declarado infame guerra a Pompeyo, había llevado a cabo verdaderas matanzas de magistrados y simples ciudadanos, había incendiado la casa de mi hermano, devastado la Etruria, arrojado a mil infelices de sus casas y de sus bienes: todo lo invadía, todo lo amenazaba. Roma, Italia, las provincias, los reinos todos del imperio, no eran campo suficiente para sus locos planes. Grabando estaba ya en su casa las leyes que nos habían de convertir en esclavos de nuestros esclavos; nadie tenía nada que si a Clodio se le hubiese antojado, no esperase hacérselo suyo este año. 88. No se oponía a sus planes nadie más que Milón; el mismo Pompeyo que pudiera oponérsele, con la reciente reconciliación, le tenía como atado: la potencia de César la llamaba suya; del sentir de la opinión se había reído con mi destierro. Milón era la única barrera. 4. ¡Lo que sería hoy si no la patria! XXXIII. Aquí intervienen los dioses inmortales, como antes dije, para sugerir al infame demagogo la idea de poner asechanzas a Milón: de otra manera no hubiera sido posible hacer desaparecer aquella peste; nunca la república le hubiera hecho sentir la fuerza de la Ley. El Senado sin duda le habría tenido a raya en su pretura... El Senado que tantas veces quiso intentarlo siendo Clodio simple particular sin poder conseguir nada... 89. ¿No serían los cónsules quienes contuviesen con mano fuerte al pretor? Primero, muerto Milón, hubiera tenido Clodio cónsules suyos; segundo, ¿qué cónsul se hubiera atrevido a ser enérgico con él pretor, sabiendo cómo de tribuno había encontrado en la dignidad un blanco para sus crueldades? Todo lo hubiera oprimido, dominado, metido en un puño. Con esa ley revolucionaria que se ha encontrado en su casa con las demás leyes suyas, hubiera hecho de nuestros esclavos libertos suyos: en una palabra, si los dioses inmortales no le hubiesen puesto en la cabeza a aquel afeminado atacar a un valiente, hoy estaríais sin patria. 90. ¿Es que Clodio pretor, Clodio cónsul, o más sencillo, es que Clodio vivo no hubiera podido hacer nada malo contra vuestros templos y vuestras mismas murallas, si es que estos templos, y estas murallas habían de poder mantenerse en pie viviendo él tanto tiempo hasta esperar su consulado, es que Clodio vivo, repito, no hubiera hecho nada malo, cuando muerto, sin más jefes que uno de sus subalternos, pudo prender fuego a la curia?

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¿Vieron vuestros ojos nada más triste, más doloroso, más digno de llorarse? ¡El templo de la santidad, de la majestad, del pensamiento nacional, del consejo, cabeza del orbe, ara de los aliados, puerto de todas las naciones, sede concedida por todo el pueblo en privilegio al orden senatorial, envuelto en llamas, reducido a cenizas, profanado y todo esto por obra no de un populacho inconsciente, que ya fuera bastante desgracia, sino de un solo individuo! El que a tanto se atrevió como cremador, por servir a Clodio muerto, ¿a qué no se atrevería de abanderado por un vivo? ¡A la curia precisamente se fue a tirar, para que muerto la incendiase el que la había destruido en vida! 91. ¿Y que haya quienes se lamenten de la Vía Apia y no de la Curia y quienes piensen que pudiera defenderse el foro mientras Clodio respirase, cuando ni a su cadáver pudo resistir la curia? Levantadle, levantadle si podéis de entre los muertos... ¿Refrenaréis su ímpetu de vivo, cuando insepulto, a duras penas, contenéis su furor? ¿Contuvisteis acaso a los que con teas asaltaron la curia, con hoces el templo de Cástor y con espadas volaron por todo el foro? Acuchillado visteis al pueblo romano, disuelta a sablazos una asamblea que escuchaba en silencio al tribuno de la plebe M. Celio, sostén de la patria, firme defensor de nuestra causa, instrumento de las aspiraciones nacionales, y de la autoridad del senado, personificación de la lealtad en esta no sé si llamar envidia o suerte especialísima de Milón. PERORACIÓN: Llamamiento patético 1. En favor de Milón XXXIV. 92. Pero ya hemos dicho bastante de la causa; fuera de la causa tal vez también demasiado. ¿Qué queda sino el rogaros, el suplicaros, que sintáis hacia este valiente la compasión que no importa, pero que yo, aun contra su voluntad, imploro y solicito? No vayáis, jueces —si en medio de las lágrimas de todos nosotros no habéis divisado ni una lágrima en Milón, si le veis siempre con la misma cara, con voz y con palabra firme e inalterable—, no vayáis por eso a ser menos indulgentes con él; no sé si por eso mismo se le debería ayudar mucho más. Porque si en los combates de gladiadores, tratándose de gente que por su condición pertenecen a la ínfima clase del pueblo, los cobardes que se ponen a suplicar y a pedir se les conceda la vida nos suelen resultar aun repugnantes y en cambio nos interesamos por la salvación de los valientes y decididos que se exponen animosos a la muerte, y sentimos más compasión por los que no nos piden misericordia que por los que

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la solicitan, ¿cuánto más no debemos tener estos sentimientos, tratándose de valientes ciudadanos? 93. A mí a la verdad, jueces, me llegan al alma y me matan esas voces de Milón que estoy oyendo siempre y a las que asisto todos los días: “Adiós, dice, adiós compatriotas míos: quedaos en paz, sed dichosos, sed felices. Viva esa Roma gloriosa, patria mía idolatrada, que no me fijo en cómo se ha portado conmigo. Gocen mis compatriotas de una patria tranquila, ya que a mí no me dejan con ellos; gocen sin mí lo que gozan por mí. Yo desapareceré y me iré. Pero ya que no me dejan disfrutar de mi buena patria, procuraré encontrar otra que no sea mala, y en la primera nación civilizada y noble en que se posen mis pies, en ella descansaré”. 94. ¡Oh vanos trabajos míos, los que yo tuve! ¡Oh esperanzas fallidas! ¡Oh planes míos frustrados! Yo cuando tribuno de la plebe, oprimida la república, me puse a disposición del Senado, que encontré sin vida; de los caballeros romanos, apenas sin influencia por las armas Clodianas, ¿podía creer que me había de faltar un día el apoyo de los patriotas? Yo, cuando te devolví a la patria, Cicerón, mil veces me lo ha repetido, ¿iba a pensar que un día no había de haber sitio para mí en la patria? ¿Dónde está ahora el Senado que nosotros sostuvimos, dónde los caballeros romanos aquellos, aquellos tuyos, me dice, dónde los entusiasmos de los municipios, dónde las aclamaciones de Italia, dónde, en fin, aquella tu elocuencia, Marco Tulio, que fue para tantos la vida? ¿Sólo a mí, que tantas veces me expuse por ti a la muerte, no ha de poder aprovechar? XXXV. 95. Y esto, jueces, no lo dice, como yo ahora, llorando, sino con esa misma cara con que le veis. Dice que no son ciudadanos ingratos, no, aquellos por quienes hizo lo que hizo; a lo más, tímidos y demasiado atentos a lo que les pueda venir. A la plebe y gente baja que capitaneada por Clodio era un peligro para vuestras fortunas, dice que consiguió para mayor seguridad de vuestra vida, no tan sólo doblegarla con su energía, sino ganarla con sus tres herencias. Y no concibe que cuando la plebe se dejó conquistar con sus larguezas, vosotros os mostréis insensibles ante sus extraordinarios servicios para con la patria. 96. Muchas veces ha podido ver en estos últimos meses la simpatía con que cuenta en el Senado y dice que las visitas que vosotros y todas las clases sociales le habéis hecho, las adhesiones, las felicitaciones, sea cual fuere el desenlace de esta causa, se las llevará siempre consigo. No olvida que para ser cónsul sólo le faltó la proclamación, que bien poco le importaba, sino el sufragio del pueblo, que era su única ilusión. Y que si ahora, en fin, se han de volver estas armas contra él, es por calumnias de complots, no por la muerte de Clodio.

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97. Añade más. Dice, y es mucha verdad, que el hombre bueno y valiente obra bien, no tanto por el premio, como por el mismo obrar bien; que él no ha empleado nunca su vida sino para lo grande, ya que no hay cosa más grande para el hombre que salvar la patria, aun a costa de su vida; que son felices los que han recibido por ello el honor de sus compatriotas, pero que no son desgraciados los que han sabido ser mejor que sus conciudadanos. Más. Que de todos los premios de la virtud, si es que se han de tener en cuenta los premios, el más grande es la gloria; que ésta es la única capaz de consolarnos de la brevedad de la vida con la perspectiva de la inmortalidad; la que hace que, aún ausentes, estemos presentes y muertos vivos; que ella es, en fin, la escala por donde los hombres parecen remontarse hasta los cielos. 98. De mí, dice, hablará siempre el Pueblo Romano, hablarán siempre las naciones todas, no habrá siglo alguno que enmudezca. Si aun ahora mismo, cuando mis enemigos no hacen más que echar combustible para fomentar mi impopularidad, no hay reunión ninguna de romanos donde no se enaltezca mi nombre con acciones de gracias, con felicitaciones y toda clase de elogios. Dejo las fiestas de Etruria, las celebradas y las establecidas para recuerdo. Cien veces ha salido ya la luz del sol desde el día en que cayó muerto Clodio. Por donde quiera que se extienden los confines del imperio romano, con esa luz ha llegado no sólo la noticia sino también la alegría por aquella hazaña, Por eso, dice, no me preocupa adónde ha de ir a parar este mi cuerpo, puesto que en todo el mundo vive y vivirá siempre la gloria de mi nombre. 2. En favor del mismo Cicerón XXXVI. 99. Tal es lo que tú tantas veces me has dicho, sin que éstos lo oyesen; pero ahora que nos oyen voy yo a decirte una cosa, Milón. Tú, ya se ve, has nacido con ese temple y no tengo para ti más que alabanzas, pero cuanto tu valor es más sobrehumano, tanto mayor es mi dolor al arrancarme de ti. Mas ¡ay! si te me llevan, ni siquiera me dejarán para consuelo el recurso de arremeter contra los que me causen tal herida. Pues no te arrancarán de mí mis enemigos, sino mis más íntimos amigos, no mis opresores, sino mis perpetuos bienhechores. Nunca jamás, jueces, me traspasaréis con un dolor tan grande —aunque ¿qué dolor puede haber mayor que este?— pero ni aun éste mismo me hará olvidar lo mucho que siempre me habéis apreciado. Pero si vosotros lo habéis olvidado, o si habéis encontrado en mí algo que os desagrade, ¿por qué no lo vengáis en mi cabeza antes que en la de Milón? Porque siempre será feliz mi vida, páseme lo que me pase, con tal de no ver esta enorme desgracia.

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100. Ahora a mí no me queda más que un consuelo, el no haberte negado nunca lo que te debía, mi amor, mi cariño, la ley que te tengo. Yo me ofrecí mil veces en cuerpo y alma como blanco a las armas de tus adversarios; yo supe echarme a los pies de muchos suplicantes por ti: mis bienes, mi fortuna, la fortuna de mis hijos, todo lo puse a tu disposición en la desgracia. ¿Qué más? Hoy mismo si se prepara por ahí algún atentado, si peligra alguna cabeza, aquí está la mía. ¿Qué más me falta? ¿Qué más puedo hacer para pagarte tus beneficios si no hacer mía la suerte tuya, la que hoy te espera? No lo rehuyo, no lo rechazo, y a vosotros os pido, jueces, que todos los beneficios que me habéis hecho, o los coronéis con la absolución de Milón, o lo veáis hundirse todos en su desgracia. XXXVII. 101. Con estas lágrimas no se conmueve Milón, es increíble el temple de su alma: dice que no hay destierro sino donde no cabe la virtud, que la muerte es el fin de la vida, no el castigo. Pero respetemos su carácter, ya que con él nació; mas ¿cómo, jueces, podrán ser también esos los sentimientos vuestros? ¿Conservaréis su recuerdo y expulsaréis su persona? ¿Y habrá sitio alguno en la tierra más digno de acoger su valentía que éste que le vio nacer? A vosotros, a vosotros me dirijo, veteranos de la guerra, que tanta sangre derramasteis por la patria; a vosotros capitanes y a vosotros soldados me dirijo: cuando peligra un héroe y un invencible patriota, viéndolo vosotros —más aún armados vosotros y presidiendo este juicio—, este hombre, personificación del valor, ¿será expulsado de esta capital, exterminado, arrojado? 102. ¡Oh desgraciado de mí, oh infeliz de mí! Tú pudiste Milón llamarme a la patria por medio de éstos, ¿yo no podré retenerte en la patria por medio de los mismos? ¿Qué responderé a mis hijos que te miran como a otro padre? ¿Qué a tu hermano Quinto, ahora ausente, compañero de aquellas mis desgracias? ¿Que yo no supe con vosotros conservar la posición de Milón, cuando él con vosotros supo conservar la nuestra? ¿Y en qué causa fracasé? En la más popular. ¿Ante quiénes fracasé? Ante los mismos que más ganaron con la muerte de Clodio. ¿Y quién defendía? Cicerón. 103. ¿Qué delito tan grande pude yo cometer o qué crimen tan enorme consentir cuando cogí la trama de aquel cataclismo nacional y lo descubrí, lo denuncié, lo sofoqué? Que de allí me vienen a mí y a los míos todas las calamidades. ¿Para qué quisisteis que yo volviese del destierro? ¿Para que viese con mis propios ojos cómo eran desterrados los que me llamaron a la patria? No hagáis, os lo pido por lo más sagrado, que mi vuelta me sea más amarga de lo que me fue la misma partida. Porque ¿cómo puedo creerme vuelto a la patria, si me separan de aquellos por quienes volví?

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XXXVIII. Ojalá los dioses inmortales hiciesen —con tu permiso lo diré, patria mía, temo ser criminal contigo al ser piadoso con Milón— ojalá Plubio Clodio no sólo viviese, sino que fuese también pretor, cónsul, dictador, antes de tener que ver este espectáculo. 104. ¡Oh dioses inmortales, qué hombre este, jueces, tan digno de que le salvéis! “Jamás, jamás, me dice: Clodio bien llevó su merecido, nosotros llevemos, si hace falta, lo que no merecemos”. Y un hombre así, que nació para su patria, podrá morir nunca más que en su patria? ¿Podrá morir de otra manera que defendiendo su patria? ¿Conservaréis un recuerdo para su grandeza de alma y para su cuerpo no tendréis ni un sepulcro en toda Italia? ¿Habrá quien se atreva a arrojar de esta ciudad con su sentencia a Milón? Pues todas las ciudades se disputarán vuestro desterrado. 105. ¡Oh tierra aquella feliz la que reciba a este hombre: ingrata Roma si lo destierras, desgraciada si le pierdes. Pero basta ya, que las lágrimas no me dejan seguir y Milón no quiere que se le defienda con lágrimas! Mi último ruego, jueces: al dar vuestra sentencia, sed valientes, decid lo que sentís. La entereza, la imparcialidad, la conciencia nadie la sabrá estimar mejor, os lo aseguro, que el hombre que al elegir los jueces escogió los mejores, los más prudentes, los más decididos. N.B. Traducción de la Revista Perficit, Salamanca (España). 2. EXPLICACIÓN DEL TEXTO 1. PRELIMINARES Para la comprensión de este discurso Ud. debe conocer los datos siguientes: — ¿De dónde arranca la enemistad de Cicerón y Clodio? — Consecuencias de esa enemistad y Tribunado de Clodio. — Rivalidades políticas de Clodio y de Milón. Personajes del drama: — Cicerón, Milón, Clodio, Pompeyo. — Los acusadores: Apio, primo de Clodio; Marco Antonio, P. Valerio Nepote. — El tribunal: Lucio Domicio Ahenobardo, quaestor. — ¿Qué son las Quaestiones novae y las Quaestiones perpetuae? — ¿Qué procedimiento judicial se adoptó con Milón y por qué? — ¿Cuál era la situación social y política de Roma? — ¿Por qué las previsiones de Pompeyo contra Milón? “Milonem reum non magis invidia facti quam Pompeii damnavit voluntas” dice un casi contemporáneo. (Velleius Paterculus, 2 - 47).

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La geografía: La escena de Etruria y el Lacio. Consulte los siguientes lugares: Interamma, Ocriculum, Alsium, Lanuvium (unos 22 kms. al sur de Roma), Aricia (18 kms. al sur de Roma, villa de Clodio), Bovillae (15 kms. al sur de Roma), todas junto a la Via Appia. Distinga las siguientes vías: al N. y NE.: Aurelia, Cassia, Flaminia, Salaria. Al SE y S.: Valeria, Latina, Appia. La cronología: 18 de enero del 52: Incidente de la Vía Appia y muerte de Clodio; 8 de abril del mismo año: juicio de Milón en el Foro. No olvide qué es lo que se va a estudiar: No es ciertamente la actitud moral del abogado; tampoco su éxito; sino los valores literarios, oratorios y dialécticos de su defensa. Piense un poco en el estado psicológico que con Cicerón se consagró —fracasado— a redactar la defensa... 2. EXORDIO I-II. Idea dominante: No hay razón de temer. a) Aclaraciones gramaticales (2) Ordene así: “Tamen non illa praesidia non adferunt oratori aliquid ut, quamquam saepti sumus praesidiis salutaribus et necessariis in foro et in iudicio, tamen possimus ne quidem non timere sine aliquo timore”. Ahora, examine las filigranas de este rico giro latino y ensaye una traducción libre, pero fiel. Retenga el sentido de la doble negación: “non illa praesidia non adferunt”, i.d.: tamen illa paesidia re vera adferunt. Traducción: “Ese despliegue militar que ocupa las escalinatas de todos los templos, sin duda para prevenir la violencia, inquieta naturalmente al orador, de suerte que en el centro mismo del Foro, en el seno de este tribunal, si bien la fuerza pública nos rodea y nos protege, no puedo dejar de temer sin experimentar cierta zozobra”. Nec iustitiae suae putaret esse: ¿Cómo se traduce sum y subjuntivo? ¿Por qué va el verbo en subjuntivo? (3) Neque eorum quisquam non putat: explique este giro latino. (6) Sin illius insidiae: Explique el oficio de la partícula SIN y de otros sinónimos. b) Observaciones de estilística (1) Vereri: tener miedo; Timere: sentir miedo. (2) In foro et in iudicio: ¿Redundancia ciceroniana o efecto de precisión?

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Me creat et reficit: casi significan lo mismo; pero juntos enriquecen la idea. Ponga Ud. otros ejemplos: vgr. Metuo ac timeo; lucet et splendet... Observe el significado de los dos verbos empleados: reficere, recreare. (3) Intueri-aspicere-exspectare-videre... semejanza de ideas y riqueza verbal. Añada Ud. otros: cernere, animadvertere... —Genus adversum infestumque: ¿redundancia o precisión?— Furor: busque una traducción rigurosa (Furia, furiosus, furor, muy empleados en este discurso). (4) Si unquam... si unquam: anáfora, recurso literario elegante ciceroriano. ¿Recuerda alguno por ejemplo en la Catilinarias? Cat. I, 1: “Nihilne te...”). (5) Laboriosius... magis sollicitum... magis exercitum: busque la traducción exacta de estos adjetivos: vgr. penoso, aflictivo, doloroso... (6) Crimen: ¿cuál es el sentido técnico de este vocablo? —obsecrabo obtestaborque: muy ciceroniano. Fíjese arriba en el n° 2. c) Oratoria y dialéctica ¿Cómo se representa Ud. la composición de lugar en este proceso? Recuerde la ubicación de los templos de Vesta, de los Castores, de la Concordia, de Saturno, del Comitium, de los Rostros, de la Mamertina. ¿Cuál es para Ud. el principal mérito literario y el primer valor dialéctico del Exordio? ¿Por qué rasgos define Cicerón el carácter de su cliente y el suyo propio? Destaque los elementos musicales del Exordio: abundancia verbal, balance de las antítesis, ritmo de la frase. Obsérvese la cautela con que procede con Pompeyo y el desprecio ultrajante hacia los Clodianos. Observe también cómo interpreta Cicerón la actitud arrogante y desafiante de Milón que de este modo se convertía en enemigo de su propia causa. (5) Equidem ceteras tempestates et procellas: metáfora natural, comparar una asamblea popular a una tempestad: por favor tómese el trabajo de leer en el I libro de la Eneida los versos 149-156. En este mismo número, Cicerón habla de “crudelissima supplicia”: represalias brutales, diríamos. ¿A qué se refiere? 3. PROPOSICIÓN (6) Tres actitudes se presentan al abogado para defender a Milón: Primera: pedir perdón a los jueces en gracia de la conducta anterior de Milón; Segunda: sostener que Milón, al eliminar a Clodio, no ha cometido crimen ninguno sino que ha prestado un servicio a la patria; Tercera: sostener que Milón ha obrado en legítima defensa. Esta es la que adopta

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Cicerón. Explique por qué razones la actitud de Cicerón es preferible a las otras para un acusado. III - VIII (7-22 inclusive). El nudo de la defensa se halla en la habilísima presentación de los hechos (NARRATIO, IX-XI). Antes de hacerlo, Cicerón se ve forzado a despejar un obstáculo psicológicamente embarazoso: “Cicerón —se le objeta— para qué empeñarse en defender una causa perdida. Tan perdida, que Milón se halla irremediablemente perdido y condenado. Primero: porque todos dicen que todo asesino y homicida debe morir; Segundo: Milón tiene en su contra al Senado que declaró la muerte de Clodio como delito de Estado; Tercero: Porque este juicio extraordinario convocado por Pompeyo indica y preanuncia el fracaso de tu defensa”. III. Respuesta a la primera objeción: El homicidio admite justificaciones. a) Aclaraciones gramaticales (8) Nisi vero, nisi forte: ¿qué sentido tienen en latín? Responderit: ¿por qué en subjuntivo? Non possum non (o non possum facere quin): ¿cómo se traduce? b) Observaciones de estilística (8) Observe la riqueza verbal para matizar la idea —sangrienta— de “matar”: necavisset, occisum, caesum, interfectum. (8-9) Observe las partículas con que Cicerón introduce cada uno de los cuatro argumentos: Nisi vero; Neque enim; Itaque. Quodsi para evitar la monotonía en la enumeración de las pruebas. c) Análisis oratorio Seleccionar los sustantivos y adjetivos empleados por el orador para dibujar situaciones. Vgr. n° 7: Inimicis... Improbis... Accusatoribus in qua tandem urbe homines stultissimi, etc. Se ha acusado a Cicerón (Poyton, Pro Milone) de confundir extrañamente los límites de lo justificable y de lo verdadero; ¿cree Ud. que aquí Cicerón hace la apología del homicidio? Lea el n° 8; ¿encuentra alguna estrategia en la colocación de los argumentos? ¿Cómo expresaría un orador vulgar la última idea del n° 9? IV.

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Continúa rebatiendo la primera objeción de los clodianos. Observar cómo Cicerón se extiende en la refutación de la primera objeción ya que con este argumento trabajará su defensa. Dice por tanto: La ley natural permite rechazar la fuerza con la fuerza.

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a) Aclaraciones gramaticales (9) Pudicitiam cum eriperet MILITI: explicar este dativo. (Otros ejemplos: potestas senatui erepta est; ei pecuniam ademit, etc.) (10) Dos modismos: luere poenam; repetere poenam: pagarlas y cobrárselas. (11) Traduzca así el n° 11: “Por lo demás, la ley positiva misma, en su sabiduría, autoriza al menos tácitamente una resistencia legítima, puesto que, al prohibir el homicidio, prohíbe aun llevar armas con intenciones homicidas. Por ello, en caso de homicidio, se debe atender menos al hecho que al motivo; y si la necesidad de una justa defensa exigió el empleo de las armas, no se puede imputar a quien usó de la espada para salvarse, el proyecto de un asesinato”. b) Observaciones de estilística (10) Insidiatori vero et latroni: un duplicado para lograr el énfasis. Observe en los dos números, por ejemplo, algo muy característico de la lengua latina, sintáctica, no paratáctica: una frase sucede a otra, un período a otro, uniéndose siempre por una partícula: vero, igitur, enim, etsi, quapropter. c) Análisis oratorio Estudiar en el IV la variedad de estilo de Cicerón, comparando una frase sencilla (breve, clara) y una frase tendiente a suscitar la emoción (patética) o el placer estético (bella). Estudiar especialmente en el n° 10 el admirable período sobre la ley natural del que decía Bossuet que era lo más profundo y bello del pensamiento antiguo; la maestría en la selección y ordenamiento de las palabras; la suprema armonía que “adormece y encanta el gusto y el oído” (Donnelly, S.J. in hunc 1.); frases rítmicas y simétricas. Fijarse de qué modo cada palabra de por sí está cargada de significación y colorido. Recapitulación de III y IV: cuál es la objeción y su respuesta. ¿Le con vencen sus argumentos? Tono sentencioso del orador. V. (12, 13, y 14): Segunda objeción y segunda respuesta. El Senado declaró delito de estado la muerte de Clodio. Responde Cicerón: Muy al contrario: se regocijó el Senado. a) Aclaraciones gramaticales (12) ¿por qué: “Non qua sentiebat sed quod ego volebam” sería incorrecto?

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(13) Ordene así: “Quis enim potest credere Senatum putasse constituendum (esse) iudicium novum de interitu eius, de cuius incesto illo stupro esset erepta senatui potestas decernendi”. Traducción libre: ¡Cómo! ¡Clodio el incestuoso logró, mientras vivía, sustraerse a la autoridad del Senado y para vengar a Clodio muerto, el Senado habría querido crear un tribunal especial! ¿Quién digiere esta patraña? (14) Nom... unquam: nunquam, etc., Trad. La resistencia misma contra la agresión es siempre un medio extremo, pero a veces necesario. Tales fueron las jornadas en que perecieron Tiberio y Cayo Graco; tal cuando fue exterminada la facción de Saturnino; que si bien fueron en favor de la patria, sin embargo no dejaron de causarle una herida profunda. b) Observaciones de estilística (13) Hanc vero quaestionem: al principio de un nuevo período para destacar la importancia del tópico. c) Análisis oratorio Lea el n° 12: Observe cómo retuerce Cicerón el argumento del tribuno. Fijarse en la finura de la argumentación evocando todo cuanto disgusta y afrenta al Senado en las actuaciones de Clodio; argumentación que se continúa en el número siguiente. (13) El Senado ciertamente había declarado la muerte de Clodio como delito de Estado; ver cómo minimiza y resta importancia Cicerón a este problema. Monet observa: “Pasaje de suma habilidad y sin embargo Cicerón no aporta un argumento sólido” (15). Divisa sententia est: El proyecto del senatusconsultum tenía dos partes: 1ª) Caedem contra R. P. esse factam. 2ª) Ut veteribus legibus tantummodo extra ordinem quaereretur. Se aceptó la primera y se rechazó la segunda con el veto comprado al tribuno, bajo la presión del sombrío senador Fufio Caleno. Advierta que el tono del c. V hasta el n° 14 incl. es de una conversación salpicada de ironías y alusiones sangrientas. (15-22) RESPUESTA A LA TERCERA OBJECIÓN: Cicerón discute las medidas tomadas por Pompeyo: Trata de probar que no prejuzgan su causa. La respuesta de mayores proporciones obedece al influjo del alto personaje.

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Síntesis de la argumentación: (15) Puesto que Pompeyo ha querido un juicio, sea cual fuere su naturaleza, demuestra que la causa admite defensa. Argumento muy sutil y elegante de abogado. 16-20a: Luego Cicerón pasa revista a los grandes romanos víctimas del puñal y cuya muerte sin embargo, no dio lugar a la constitución de tribunales extraordinarios. Concluye: Clodio no puede compararse con ellos; por tanto no debe a sus méritos la constitución de un tribunal extraordinario. 21: Explica entonces por qué razón Pompeyo estableció esta nueva forma de juicio. VII. Observaciones a) Aclaraciones gramaticales (15) De caede esset: en subjuntivo, porque Cicerón está citando un pensamiento ajeno (la redacción del senatusconsultum). (16) Iam illud dicet, etc. Trad. “Por lo demás Pompeyo, sin duda, demostrará si su iniciativa, totalmente voluntaria, tuvo por móvil la persona de Clodio o más bien las circunstancias. Cambie el ne de Publio por Utrum y se aclarará la expresión. Modismo: Ferre Quaestionem de: establecer o proponer una investigación y procedimiento. (17) Modismo: Viam Munire: Construir un camino. (18) Tragoedias excitare: Provocar un alboroto, armar un escándalo. Extorta est ei confitenti sicca de manibus: explique el dativo y el participio. (19) Minus dolendum fuit re non perfecta: ejemplo interesante de la maravillosa concisión latina. Trad. “Si bien fue menor el dolor porque falló el golpe, sigue siendo sin embargo digna de castigo”. b) Observaciones de estilística (15) At enim... quid ergo, ...nempe... porro...at, at...: Tono de conversación viva, casi familiar para lograr mayor agilidad de expresión. c) Análisis oratorio (Desde el n° 15, y VIII). (15) Estudiar la agilidad de estilo debida... ¿a qué? Explicar cómo Cicerón convierte una objeción en un argumento. Sin embargo el argumento, explicado de dos maneras (Quod nisi vidisset... dedisset. Mihi vero... putavit) es hábil, pero tiene cierto fondo de sofisma.

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(16 a 20a) Destacar el fondo patético y tormentoso de estos pasajes. En los nos. 16-17 mostrar con qué vigor establece la muerte, y sus circunstancias, de romanos ilustres, para que resalte el contraste con la muerte de Clodio. Vgr.: n°16: Domi suae nobilissimus vir; y en cambio, n° 17: Quod Clodius in monumentis majorum suorum sit interfectus. (17) Mostrar el estilo sentencioso y cruel del orador. (18-19) La fuerza dialéctica y el valor artístico de este pasaje hay que buscarlo, a) en la presentación de circunstancias elocuentes para Pompeyo; b) en la argumentación ad hominem —itaque in eadem ista via etc—; c) en el adorno literario de la argumentación y fuerza de los términos. Analizar un poco el vocabulario, para confirmar lo dicho. Allí se habla de personas “esclarecidísimas, nobilísimas, inocentes, dignas, esperanza del mundo”...; de “asesinatos, atropellos, tragedias, salteadores, parricidas, puñales y ruinas”; “se asesina, se ensangrienta, se calla con complicidad, se empapa de sangre, se elimina, se acecha, se trama la muerte, se arruina”... “Toda la venta era llantos, voces, gritos, confusiones, temores, sobresaltos, desgracias, cuchilladas, mojicones, palos, coces y efusión de sangre. Y en la mitad de este caos, máquina y laberinto...”. (Cervantes, Don Quijote, I, 45). VIII. CONCLUSIÓN DE LA REFUTACIÓN Pompeyo sólo ha querido mostrarse leal en la amistad de última hora con Clodio y garantizar con jueces intachables la imparcialidad del proceso.

a) Aclaraciones gramaticales (21) Dictitant: frecuentativo de dico: andar diciendo; como factito, de facio, etc. (22) Credo: Fijarse que no está construido en forma de oración de infinitivo sino parentética, como opinor, entre comas, para expresar modestamente un pensamiento. b) Observaciones de estilística (20) ex, ex: en latín es mejor repetir las preposiciones, sobre todo en estilo oratorio. In iudicibus legendis: no dice: In electione iudicum, sino que en latín se usa la construcción con el gerundio. Alta et divina QUADAM mente: el indefinido quidam se usa mucho para atemperar una afirmación demasiado rotunda. — Ex florentissimis ordinibus ipsa LUMINA: atiéndase a la metáfora natural contenida en las palabras: vgr. Potts ha encontrado 46 fuentes

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de metáforas latinas; ver cómo estos adjetivos: clarus, splendidus, illustris, etc., tienen relación con la luz. En castellano tenemos vgr.: hombre oscuro; alma sombría... Amicus: lazos espirituales: familiaris: lazos de sangre y hospitalidad; studiosus: lazos de interés y admiración; socius: de compañerismo; conjunctus: cualquier clase de relaciones. c) Análisis oratorio (20 del VIII). “Este finísimo pasaje oratorio (se refiere a la argumentación del c. VII) concluye con una notable pieza de ironía. Desafortunadamente, la materia que trata el orador no se merecía tan incomparable elocuencia aunque pretenda hacer de su causa un problema nacional” (Donnelly). “La defensa de Milón es el más desesperado forcejeo al que un abogado insuperable ha vinculado su gloria (Conway, New studies). Advertir cómo la conclusión está precedida de una introducción (20b) cargada de insultante ironía: seis verbos que significan dolor. Compare este desborde lingüístico con un pasaje de Cervantes: vgr. Quijote, I, 45 donde se encuentra esta colección verbal, “alzar el lanzón, descargar el golpe, dejar tendido, hacerse pedazos, alzar la voz, pedir favor, rodear, revolver la casa, poner mano a la espada, arremeter, dar voces, acorrer, favorecer, gritar, afligirse, llorar, estar confuso, quedar suspenso, desmayarse, aporrear, bañar en sangre, medir el cuerpo...” (21) Fijarse en el efectismo: del n° 20, pasa bruscamente a uno de los puntos esenciales de la defensa. — Observe la cautela con que se presenta ante Pompeyo. Pedraz, S.J. anota que cuando el Orador ataca, se muestra resuelto y franco; cuando trata de Pompeyo aparece sutil y hasta... temblón. Cicerón afirma que ese semidiós de Pompeyo “multa vidit”... ¿Cree Ud. que Pompeyo vio lo que Cicerón afirma? — Se siente en estas líneas el esfuerzo por explicar la postura de Pompeyo, pero las razones no satisfacen mucho. Pregúntese: Cicerón aduce no sé qué razones por las que Pompeyo ha establecido un tribunal especial para juzgar la muerte de Clodio; ¿son las razones, propias de una profunda y divina sabiduría? (homo sapiens atque alta et divina mente praeditus multa vidit). — Finalmente advierta tanto en este número como en el siguiente (22) el refinamiento del trato, de las expresiones y el tono conceptuoso que adopta. NB. Quintiliano opina así sobre esta Refutación previa que ha intercalado Cicerón antes de la Narración y Confirmación de su discurso: “Era preciso que antes de seguir adelante en su bellísimo discurso (pulcherrima oratione), Cicerón disipara tres problemas que se

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le presentaban. ¿De qué le hubiera servido probar que Clodio armó una emboscada a Milón?, si hubiera admitido que quien confiesa haber cometido un asesinato no puede en justicia ser defendido; o que el voto prejudicial del Senado ya tenía resuelta la condenación del reo; o que Pompeyo, (totalmente parcializado, había rodeado el tribunal de milicias armadas), no debía ser temido como adversario? (Inst. orat., 4, 2, 25) IX a XI: (23 a 29 inclusive). NARRACIÓN La Narración comprende los siguientes pasos. (23): Una introducción; (24, 25 y 26): Los designios de Clodio; (27): La partida de ambos, (28 y 29): El encuentro fatal... Apreciaciones sobre este notable pasaje: “Modelo de elocuencia y habilidad” (Quintiliano). Además Quintiliano aporta excelentes anotaciones sobre su lugar y su estilo; comenta los vocablos estratégicos, los períodos, las figuras, las emociones. (cfr. Inst. Orat. 4, 2) “Ha sido admirada como magnificencia retórica y falsificación histórica... pero una estatua de arena también puede descubrir la genialidad del escultor” (Donnelly). “Tiene todas las cualidades, ... sólo que no es verdad” (Colson). “El aplomo aparente de Cicerón es una pantalla para encubrir su arriesgada falsificación” (Bakre). “Léase la narración de la muerte de Clodio y examínese si es posible hacer más verdadero aun lo más inverosímil y si los jueces a falta de testimonios seguros hubieran podido resistir a las inducciones del orador” (Pierron). “La técnica de esconder la habilidad, a fin de no despertar la desconfianza del juzgado” (Guillemin). Asconio, que escribió cien años más tarde, trae al parecer un recuento imparcial de los hechos. Parece según esto que el encuentro fue puramente casual. IX. Introducción y designios de Clodio a) Aclaraciones gramaticales (23-26) Explicar el uso de quisquam, aliter ac, isque (“y tal que”), quo más comparativo. b) Observaciones de estilística (24) P. Clodius cum statuisset etc. Se ha observado que en este párrafo los verbos dependientes de esta partícula están estratégicamente colocados, rodeados por un cortejo de circunstancias. Ensaye Ud. analizarlo.

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c) Análisis oratorio (23) Este párrafo sirve de introducción; es un compendio de la Refutación anterior; nítido, frío, sin fronda que distraiga; compárelo con el siguiente (n° 24) y advertirá una gran diferencia. (24, 25 y 26) Los designios de Clodio, su campaña electoral. Va a observar Ud. cómo Cicerón, a base de verbos (que traducen una actitud) y de adjetivos (que reflejan una naturaleza) hace la más sangrienta caricatura de Clodio. Ejemplos: vexare, dilacerare, evertere, rempublicam; dictitare (“como si se asentase”... andar hablando); sustinere humeris totam petitionem: como si fuera un atlas... etc. — Analice los adjetivos: “mancam ac debilem praeturam”, “ipse solus”, “perditissimorum civium”, “homo ad omne facinus paratissimus”, “servos agrestes et barbaros”. Compare con otro príncipe de la Literatura: Caricatura ofrecida por Cervantes. “la duquesa y el duque salieron a la puerta de la sala a recibirlo y con ellos un grave eclesiástico, de éstos (ironía, “homo”) que gobiernan las casas de los príncipes; de éstos que como no nacen príncipes, no aciertan a enseñar cómo lo han de ser los que lo son; de éstos que quieren que la grandeza de los grandes (alteración que usa también Cicerón “annum integrum, annum suum, annum plenum atque integrum”, 24) se mida con la estrecheza de sus ánimos. De estos que queriendo mostrar a los que ellos gobiernan a ser limitados, los hacen ser miserables. De estos tales digo, que debía ser el grave religioso...” (Cervantes y Cicerón están respirando por la herida...; la pasión en servicio del genio...) (Don Quijote, II, 31). X. La partida de Roma y el encuentro. Nos. 27, 28 y 29 a) Aclaraciones gramaticales Iter sollemne, legitimum, necessarium: el viaje de Milón recibe tres solemnes epítetos: puesto que era “dictador” de su pueblo natal, el viaje para entronizar al sacerdote de la divinidad de Lanuvio, Juno Sóspita, “ad prodendum flaminen”, tal viaje tenía que hacerlo cada año (sollemne); según la exigencia litúrgica (legitimum); y no se podía declinar (necessarium). — Obire locum tempusque facinoris: preparar todos los detalles de emplazamiento y hora de la emboscada.

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— id temporis: lo mismo que “tunc temporis”, ‘‘ubi gentium” etc. “Precisamente cuando”. — Obviam fit ei Clodius: Expresión consagrada; obviam fit significa “salir al encuentro o al camino”. — Ut a tergo Milonem adorirentur: “para atacar a Milón por la espalda”. b) Análisis oratorio En todo el capítulo, destaque el carácter de los diferentes actores, según se desprende del relato de Cicerón. — Observar la estudiada cautela de cada palabra, de cada situación, de cada circunstancia. Por ejemplo, la tranquilidad y buena fe del uno y la precipitación del otro; desde las manifestaciones emocionales hasta los detalles de la “toilette” y del vestido; el tono pausado, reposado y grave para describir a Milón; el desborde rápido de palabras para hablar de Clodio. — Queda liquidado Clodio; busque Ud. una palabra que indique su asesinato... y no la encontrará. Un escritor norteamericano, no latino, le sugiere a Ud. un estudio múltiple: “Aquí hay rica vena para explotar: nombres, adjetivos, verbos, períodos, estructura de la frase, metáforas, figuras, diafanidad, interés, recursos emocionales, destreza enfática, cualidades dramáticas, caracterización, contrastes de estilos entre el exordio, la refutación...” (Donnelly, in h.I. p. 110). Reconstrucción del ataque según Cicerón: Las gentes de Clodio forman dos grupos. Clodio en persona avanza encabezando el primer grupo y rodeado por él; acaban de cruzarse con el séquito de Milón. A alguna distancia, se hallan esclavos y gladiadores clodianos, apostados sobre una eminencia; este segundo grupo asalta y mata al cochero; Milón entonces se defiende bravamente. Entonces las gentes del primer grupo se devuelven sobre sus pasos y atacan a Milón por la espalda. (Monet) Cómo cuentan Asconio y Cicerón el encuentro. Pro Milone, X; Asconius, 4-6 CICERÓN.

ASCONIO.

Fit obviam Clodio ante fundum Occurrit ei circa horam Nonam ejus, hora fere Undecima. paulo ultra Bovillas. rediens ab Aricia prope eum locum in quo Bonae Deae sacellum est. Continúa...

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ContinuaciĂłn

CICERĂ&#x201C;N.

ASCONIO.

Roma subito ipse profectus pridie Erat autem allocutus decuriones est ut ante suum fundum Miloni Aricinorum. insidias collocaret. Obviam fit ei Clodius expeditus in equo, nulla raeda, nullis impedimentis, nullis graecis comitibus, ut solebat; sine uxore quod fere numquam.

Vehebatur Clodius equo; servi triginta fere expediti, ut illo tempore mos erat iter facientibus, gladiis cincti sequebantur.

Cum uxore vehebatur in raeda paenulatus, magno et impedito et muliebri ac delicato ancillarum puerorumque comitatu Statim complures cum telis in Milonem faciunt de loco superiore impetum, adversi raedarium occidunt...

Milo raeda vehebatur cum uxore Fausta Sequebantur eos magnum servatarumagmen, inter quos gladiatores quoque erant... II (Birria et Eudamus) in ultimo agmine tardius euntes, cum servis P. Clodii rixam commiserunt, ad quem tumultum, cum respexisset Clodius minitabundus, hume-rum ejus Birria rumpia (lanza) trajecit.

Cum autem Milo de raeda, rejec- Inde cum orta esset pugna plures ta paenula desiluisset, seque acri Miloniani occurrerunt. animo defederet, illi qui erant cum Clodio... etc. Quod Milonem jam interfectum Clodius vulneratus in tabernam putarent (servi Milonis)... Milonem proximan in Bovillano delatus est. occisum esse et ex ipso Clodio audirent et revera putarent... Fecerunt id servi Milonis... nec Milo ut cognovit vulneratum esse imperante, nec sciente domino nec Clodium... exturbari taberna iussit, praesente. atque ita Clodius latens extractus est multisque vulneribus confectus. Clodiani caedere incipiunt ejus Servi Clodii aut occisi erant, aut servos... graviter saucii, aut latebantâ&#x20AC;Ś

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XI. Recapitulación y transición a la confirmación a) Aclaraciones gramaticales (30) Qui hoc fato natus est: “haz de saber Sancho amigo que no nací por querer del cielo...” Ratio, necessitas, mos, natura: las cuatro fuentes de la ley. “Si la razón permite a los sabios, si la necesidad dicta a los bárbaros, si el derecho de gentes prescribe a las naciones, si la naturaleza misma incita a los animales”. Quin más subj.: “sin que” (31) Traducción libre del pasaje: “En tal hipótesis más le hubiera valido a Milón ofrecer su cuello al cuchillo de Clodio, a ese cuchillo más de una vez preparado contra él, que perecer asesinado jurídicamente por haber disputado su cabeza a sus instintos asesinos”. b) Observaciones de estilística (30) Vi victa vis: aliteración, frecuente en los escritores clásicos, pero hay que saber manejarla. Vgr.: “moles molestiarum”, “nihil horum ora...”; “y con doble mandoble” (G. Valencia, Judith). c) Análisis oratorio (30) Vigorosa recapitulación de todo cuanto ha dicho: narración, proposición, los tres prejuicios, el punto en discusión, todo ello sumarizado inmediatamente antes de la confirmación. Nótese este procedimiento inteligente de los oradores que valen (Bossuet, Riquet, Lombardi...) lograr que el auditorio no pierda un sólo instante el hilo conductor del asunto. — Observe el cambio de estilo con relación a la narración que ha concluido. — El pensamiento central del período es: Si id iure fieri non potuit nihil habeo quod defendam... Desarrolla con mucha elegancia este argumento o presentación de su pensamiento en un armonioso período de tres partes. Origen de la ley; sustancia de la ley; consecuencias por su ignorancia. Detenerse un poco para observar la armonía de todo el período: frases y cláusulas calculadas; variedad en la terminación de casos y tiempos; combinación de asíndeton y polisíndeton; forma métrica, vgr. “praescripsit-propusaret-pereundum”. AHORA EMPIEZA LA CONFIRMACIÓN: Cicerón insistirá hasta la saciedad en esta idea: Todo prueba que el culpable fue Clodio.

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— Antes de estudiar pormenorizadamente la Confirmación, damos una síntesis de los argumentos de la primera parte de la misma, para mayor claridad. Todo prueba que el culpable fue Clodio: 1) Mucho importaba a Clodio la muerte de Milón y en cambio a Milón la muerte de Clodio no significaba ventaja alguna. 2) Clodio alimentaba odio mortal contra Milón; el odio de Milón se reducía al que se tiene a un malvado. 3) Clodio se mostró siempre violento y atrevido; Milón, mesurado. 4) Clodio, acostumbrado a eludir los tribunales, estaba seguro de que el asunto no tendría importancia; Milón no podía esperar lo mismo. 5) Clodio había amenazado a Milón con la muerte hasta decirlo poco antes del encuentro; Milón jamás pensó en tales designios. 6) Clodio sabía que Milón tendría que hacer un viaje en esa fecha y a ese lugar; Milón ni siquiera sospechaba el encuentro. 7) ¿Quién tuvo mayores facilidades para atacar? Ante la propia finca, con tantos hombres a su favor; si Milón hubiera tramado la emboscada habría escogido otro lugar. Finalmente lo que se siguió defiende a Milón: eso de regresar, presentarse en público al pueblo, al Senado, a Pompeyo, arguyen plena tranquilidad de conciencia. XII. Va a probar que el encuentro tiene todas las presunciones de una asechanza preparada por Clodio (32-33a) Análisis oratorio y dialéctico: Idea central: “Milón tenía todo que perder con la muerte de Clodio; Clodio todo que ganar con la de Milón”. El orador emplea el argumento de Cassio: Cui bono fuerit, argumento que desarrolla con suma variedad entre los números 32-35 inclusive. Literariamente observe en el nº 32 la ultrajante seguridad con que trata el asunto. Al estúpido Calpurnio Pisón le llama “asno” en aquel discurso; a Marco Antonio le llama “bestia” en la Segunda Filípica; al feroz Clodio tenía que llamarle: “bestia salvaje” ¿Qué opina Ud.? Observe la brillante e hiriente visualización del n° 33: Quiere probar que efectivamente Clodio tenía sus planes destructores cuando fuera pretor. Para ello adopta este procedimiento: presentar la idea (Clodio tenía planes atroces) de una manera que podríamos llamar “plástica”; y la forma no es menos plástica y brillante... y exagerada, porque Cicerón habla no sólo de lo que Clodio habla cometido como tribuno, sino de lo que debería cometer como pretor. Comentario al mismo número: en el pasaje nótense los rasgos de mordaz humor: exhibe, exhibe, duplicado, interés afectado; Quaeso, modestia despectiva; Sexte Clodi, dignidad despectiva; (en castellano: “Muéstrenos, muéstrenos por favor, señor doctor don Ulpiano Carrasco...”); Librarium,

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palabra desusada y exagerada; aiunt, proverbial, ampulosa; palladium, comparación desproporcionada; videlicet, forma irónica; munus atque instrumentum, pleonasmo, pomposidad, etc. XIII. (33b-34-35) El orador continúa aplicando el principio. “Cui bono fuerit” a) Aclaraciones gramaticales (33) Uso del verbo punio como deponente: “punior”. Interesse: su construcción. El impersonal interesse construye con genitivo de persona, con ablativo femenino singular del pronombre personal; la cosa que importa se expresa por un infinitivo, etc. (34*) Suffragator: explicación semántica; “agente electoral”. Mereor: se construye con de más ablativo. El sustantivo meritum se construye con erga o in más ablativo. — Las partículas si, ne con el indefinido aliquis, se construye así: Si quis, ne quis... — (35) Ordene así el último párrafo: “Quantum odium illius fuisse (creditis) et etiam quam justum in homine injusto”. Trad. libre: “Qué implacable tuvo que ser su odio, y en ese hombre injusto qué cosa más justificable”. b) Observaciones de estilística (33) Dilaniandum reliquisti: verbos como relinquo, trado, suspicio, etc., se construyen con elegancia con el gerundio en acusativo: vgr. “dilaniandum reliquisti”, “ei tradidit evertendam rempublicam”, “mihi suscepi munus obeundum”... c) Análisis oratorio (33) Ha sido muy celebrada esta digresión para apostrafar a Sexto Clodio. Augusto Haury dice: “Estamos en una elocuencia de guerra... es un desborde de burla indignada... que tiende a mantener, durante el sofisticado desarrollo, al auditorio bajo el impacto de un prejuicio favorable a su cliente; Cicerón prolonga esta anestesia... y aborda una confirmación peligrosa, seguro del éxito por un largo apóstrofe irónico a Sexto Clodio...” etc. (V L’ironie et l’humour chez Ciceron, pp. 159-160). ¿Comprende la crueldad de la alusión, entre romanos? Recuerde cómo amenazan los enemigos en la Eneida, y ¡qué piden las víctimas! “Quedarás sin sepultura...”; “No me dejes insepulto...”. Así vgr. la ultrajante advertencia de Turno sobre el cadáver de Palante:

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Arcales, haec —inquit— menores mea dicta referte Evandro: qualem meruit, Pallanta remitto; quisquis honos tumuli, quidquid solamen humandi est, largior... (Aen. X, 491 ss)

Las palabras del piadoso Eneas cuando degüella a Tárquito: Istic nunc metuende iace; non te optima mater condet humo patrioque onerabit membra sepulcro; alitibus linquére feris... (Aen. X, 556).

La petición del brutal Macedonio, ya vencido: “Unum hoc per si qua est victis venia hostibus oro: corpus humo patiare tegi”. (Aen. X, 902-3). Lea Ud. los funerales de Miseno, descritos por Virgilio (Aen. VI, 212-35) o los de Palante (Aen. XI, 58-99), rito, solemnidad, amistad; y compárelos con los “funerales o “cámara ardiente” que Sexto Clodio preparó a Publio Clodio... — Recorra mentalmente el inventario de expresiones que usa Cicerón: ¿qué opina Ud. de la brutal crueldad de Cicerón cuando habla de “aquella carroña sangrienta y chamuscada que abandonaron en la mitad del foro para ser despresada por los perros nocturnos”? (cruentum cadaver —semustulatum— dilaniandum nocturnis canibus...). — (34) Ha probado cuánto interesaba a Clodio la muerte de Milón. ¿Cómo probará cuánto interesaba a Milón que viviera Clodio? La manera como enfoca el problema —observa Newman, (Historical Sketches I)— es inesperada, paradójica y hábil: es ésta: ¡cómo iba a privarse Milón del mejor agente electoral, Clodio, que le aseguraba su triunfo...! — ¿Le convence a Ud. la razón alegada por Cicerón? En otros términos: ¿se convence Ud. de que Milón estaba persuadido de que la vida y los desmanes de Clodio eran la mejor garantía de su triunfo? — Note con qué irónica solemnidad llama a Clodio “palestra del patriotismo de Milón, garantía segura de su consulado, inexhausta fuente de su gloria” después de haberle dicho “bellua”, “de amarrar”, etc. — Note también con cuánta plasticidad Cicerón se hace intérprete del gran pesar de Milón por que Clodio ya no existe: “At nunc, Clodio remoto” etc. N.B. “usitatis rebus” de que habla en el pasaje mencionado, son los medios ordinarios y populares de que se valían los politiqueros para lograr el triunfo. Tales medios eran estos: 1) Los amici: affines, familiares, vicini, tribules, clientes, municipes, sodales, collegae.

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2) los nomenclatores, siervos que acompañaban al candidato por las calles y le iban indicando los nombres de los ciudadanos, para que el aspirante se diera el lujo de llamar por nombre y apellido al incauto a quien quería agregar a su causa. 3) Blanditia: regalos, favores, etc., para atraerse partidarios. 4) Presantio: andar estrechando la mano a todo el mundo y prometiendo cargos y regalos. — (35) Con prontitud sale al paso a otra objeción: “pero no se tiene en cuenta el odio que Milón tenía a Clodio”. ¿Cómo responde Cicerón? ¿Qué opina de esa respuesta? Fíjese cómo al arremeter contra Clodio (ille erat ut odisset...) disimula y no responde propiamente a la objeción. Tres interrogaciones y repeticiones de los nombres en contienda; anáfora: defensorem-vexatorem-domitoremaccusatorem. Traducción libre: “¿Qué implacable tuvo que ser su odio, y en ese hombre injusto, qué cosa más justificable?”

XIV. (36-37-38) Nueva prueba de que el asaltante fue Clodio. Métodos de Clodio y de Milón a) Aclaraciones gramaticales Natura consuetudoque: temperamento y costumbres, carácter y antecedentes. Vis y iudicium: en este capítulo las dos palabras deben tomarse en su sentido jurídico: procedimientos violentos y procedimientos legales. Restituere: palabra técnica para significar el levantamiento de un destierro. Diem dicere: emplazarlo a un tribunal. Multam irrogare: imponer una multa. Actionem intendere (perduellionis): entablar un proceso (por delito contra el Estado). b) Observaciones de estilística Observe en los tres números cómo es de frecuente y elegante el uso de la voz pasiva. c) Análisis oratorio y dialéctico A)

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Todo el capítulo es una pintura social de la época. “Figuraos a Londres, con la población esclava de New Orleans, la policía de

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B) C)

D) E)

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Constantinopla, la industria de Roma moderna y pensad en el estado político de París en 1848: tendréis alguna idea de la Roma republicana en sus últimos momentos” (Mommsen, citado por Boissier, Cicerón y sus amigos, tr. española, 1944, Bs. Aires, p. 172. Léase desde la p. 170). Advertir la ironía, mesura y placidez con que comienza Cicerón mostrando el carácter de su enemigo. De acuerdo con Pedraz (Los resortes de la persuasión, p. 139) y con Donelly, que califica este pasaje como verdaderamente oratorio, fijarse cómo desentraña la idea principal: el orador vulgar habría dicho: “Dicen que Clodio nunca usó de la violencia, pero esto es falso por A, por B, por C...”. En cambio Ud. estudie cómo lo presenta Cicerón por ejemplo: Primera proposición principal: “Reliquum est ut jam illum natura ipsius consuetudoque defendat”: algo general, indeterminado. Segunda proposición principal: “Nihil per vim unquam Clodius”: afirmación mucho más concreta. Luego respuestas literarias indirectas: Quid? Non vim? Sustantivos y verbos brillantes y fuertes, etc. Finalmente (37) una Inducción que prueba vigorosamente si es cierto aquello que quería probar: Natura consuetudoque y Nihil per vim... Y en ese mismo núm. 37 destaque el creciente giro patético, debido al entusiasmo oratorio que se va apoderando del abogado. Luego habla del caso Milón: los enemigos han dicho: Omnia per vim Milo. Siguiendo un procedimiento parecido al anterior, observe cómo destruye Cicerón esta afirmación; fíjese en el mismo procedimiento literario: énfasis en las afirmaciones, repeticiones oratorias, acumulación de adjetivos.

XV. (39-40-41-41a) Refuerza el argumento anterior: Milón tuvo ocasiones estupendas para escarmentar a Clodio... y no lo hizo (Cuanto menos ahora...) a) Aclaraciones gramaticales En el n° 41 el verbo curare más el gerundio en acusativo equivale a nuestro hacer más infinitivo: curavit gladios destringendos: hizo desenvainar las espadas. El verbo debe ser transitivo.

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b) Análisis oratorio A)

¿Qué debilidad emocional descubre en el n° 39? Allí mismo observe el clímax: “clarissimus consul... inimicus... ultor... propugnator... defensor... patronus... restitutor salutis meae...”. Es una nueva debilidad emocional: todo el clímax confluye a ÉL. Se ha observado que todo el número está cuajado de términos militares: es que quiere comprometer a Pompeyo, el general, el viejo amigo y defensor de Cicerón y de Milón: Dux... hostis... cohortatus... fidem... signum dedit... En el n° 40 observe con qué sagacidad, énfasis y naturalidad recuerda ciertos incidentes de la vida de Clodio con relación a Pompeyo, Milón y Marco Antonio (allí presente y... defensor de Clodio muerto). ¿Qué efecto psicológico tiene esto? Bossuet, hablando de las deudas que tiene con el orador latino, dice que el manejo del lenguaje forma el cuerpo del discurso (Sur le style et la lecture... pour former un orateur). Observe esas cualidades en los nos. 40 y 41 del discurso. V.gr.: Belluam irretitam tenete, opprimere, laqueos declinare, conficere pestem illam, etc. También Cervantes: “Yo he satisfecho agravios, enderezado entuertos, castigado insolencias, vencido gigantes y atropellado vestigios”... (Don Quijote, II, 32). Finalmente, en el n° 41a observe el tono exagerado y el eufemismo de que usa: esto sería la técnica de la sugerencia: mucho más elegante y efectista, a veces, que la declaración plena.

XVI. (41b-42-43) Cicerón va a concluir la argumentación a priori, a saber, “probabile ex causa” y “probabile ex vita” con un último argumento “ab absurdo”: Habiendo, pues, tenido magnificas ocasiones para eliminar a Clodio, ¿iba Milón a cometer un homicidio en vísperas de los comicios? Recapitulación de parte vista de la Confirmación: Recuerde que concluía la Narración que de por sí no tiene valor probatorio, mientras no se confirme con argumentos. Cicerón la ha ido confirmando con estos pasos: 1) Clodio fue el provocador porque tenía mucho interés en deshacerse de Milón: probabile ex causa: 2) Clodio fue el provocador porque por naturaleza era violento: probabile ex vita, etc.

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a) Aclaraciones gramaticales (41b) Observe los múltiples ablativos de modo; (42) Procure dar la traducción exacta de los sustantivos y adjetivos destacando su colorido; (43) Quod caput est audaciae: modismo, “el punto capital de”... la audacia, etc., vgr. “Quod caput est rei”: “Lo que aquí más importa”. b) Observaciones de estilística (41b) Occidere, al final del período porque expresa la idea principal; (42) Voluntas sensusque: en latín se usa juntar dos expresiones que se complementan y la traducción al castellano puede hacerse con un adjetivo y un sustantivo que les correspondan: vgr.: “amor et spes”: la ansiosa expectativa, etc. NB. La explicación de este procedimiento latino puede buscarse en el hecho de que “el latín es en algunos aspectos menos apto para la oratoria que el griego....” El Cardenal Newman ha observado que ciertas deficiencias estructurales del latín exigen considerable esfuerzo y destreza para hacerlo plástico, elegante, expresivo. Fue sin duda por esta razón por la que los grandes oradores romanos, Hortensio y el mismo Cicerón cambiaron la “llaneza” y a veces la escultoriedad de Lisias o Demóstenes por la amplitud y ornamentación de sus períodos sonoros y elaborados... (cfr. El Legado de Roma, pp. 3 ss.)

c) Análisis oratorio y dialéctico Observe en el n° 41b, el vigoroso y hábil compendio con que va probando plenamente: había empezado diciendo que Milón estaba muy lejos de tramar aquel homicidio, y ahora llega a concluir que ni siquiera lo habría podido. Además, el párrafo está elaborado muy cuidadosamente; examínelo. A)

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El n° 42 es un estudio maravilloso de la psicología de todo candidato... Fíjese cómo presenta Cicerón las emociones propias de los candidatos; los objetos que les inspiran recelo; la naturaleza del vulgo. NB. Tácito hablando del vulgo dijo: “Vulgo mutabili subitis” (I Hist.). Tito Livio: “Nihil tam incertum nec tam inaestimabile est quam animi multitudinis”(Historia, XL). Cicerón en otro lugar: “Non est enim consilium in vulgo, non ratio, non discrimen, non diligentia...” (Pro Plancio, IV). Cervantes presenta así a los candidatos: “Cohechan, importunan, solicitan, madrugan, ruegan, porfían y no alcanzan lo que pretenden; y llega otro, y sin saber cómo ni cómo no, se

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halla con el cargo y oficio que otros muchos pretendieron” (Don Quijote, II, 42). En el nº 43 destaque la fuerza del argumento, la fuerza de las palabras, y el giro repentino (¿Quid? quodcaput...) que da a su argumentación, como si se le hubiera ocurrido el bello raciocinio a vuela pluma.

XVII. (44, 45-46) Empiezan ahora las pruebas a posteriori. El orador va a deducir que el asaltante fue Clodio y no Milón por las circunstancias de tiempo, lugar y equipamiento; por lo que precedió, acompañó, siguió al hecho y por la manera como se comportó Milón a raíz de ese acontecimiento a) Aclaraciones gramaticales (45, al final) Traducción: “2. Qué será pues, si, mientras Clodio conocía perfectamente el día del viaje de Milón, Milón ni siquiera podía sospechar el del viaje de Clodio?”; (46, al princ.) Trad. “Primeramente pregunto cómo pudo saberlo Milón, mientras esta pregunta no la podéis formular con relación a Clodio”. Y continúa: “Porque bastaba con haber preguntado a su íntimo T. Pátina...”. b) Análisis oratorio y dialéctico A)

Fijarse cómo se cambia de estilo. Los hechos se presentan con una sugestividad más viva y el razonamiento es más denso. Cicerón argumentará desde el aspecto tiempo de tres modos: a) Tiempo en que se predijo la muerte de Milón. b) Tiempo de la partida, (45) c) Tiempo del regreso de Clodio a Roma, (46-49). Fijarse cómo razona Cicerón: parece perfectamente seguro de sus argumentos y se pasea magistralmente (nos. 45-46), llegando incluso a conceder, lleno de ironía, algunas aseveraciones de los clodianos. El abogado sabe cómo avocar los asuntos para sacar ventajas, como se verá en el siguiente capítulo de las aseveraciones y contradicciones de los adversarios.

XVIII. (47-48) El orador está argumentando sobre el día del encuentro... Ahora bien, C. Causinio Schola ha testimoniado que Clodio tuvo que regresar a Roma precisamente ese día, inesperadamente, porque a última hora le llegó la noticia de que su amigo, el arquitecto Ciro, había muerto. Por tanto, —podría concluirse— la presencia de Clodio en la Apia fue casual, involuntaria, forzosa.

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Va a observar Ud. cómo juega Cicerón con esta defensa presentada por los Clodianos... Por tanto, en los dos acápites siguientes del discurso (XVIII y XIX) atienda de manera especial al aspecto dialéctico, al razonamiento.

a) Aclaraciones gramaticales (47) Agere negotium suum: “Defender la propia causa”. Fuisse qui... dicerent: equivale al castellano “hay quienes... dicen”; en latín, se pone el verbo sum y luego un subjuntivo; vgr.: “Hay gente que anda diciendo que habrá guerra”: “Sunt qui dicant bellum futurum esse”. “No faltan quienes sigan a Cristo”: “Non desunt qui Christum sequantur”. Trad. al final del párrafo: “Non vereror...”; “Ya no temo que se piense que tramé lo que ni siquiera pude sospechar”. (48): In Albano: “En la finca de Albano”; explicar la construcción. b) Observaciones de estilística (47) Observe el sentido que en latín tienen ciertas palabras como res, ratio, consilium, totalmente genérico. Significan: asunto, causa, plan, propósito, etc. c) Análisis oratorio y dialéctico En este capítulo, Cicerón, aprovechando el argumento de Causinio Schola, va a defender a Milón y a sí mismo, retorciendo la argumentación de los Clodianos. El argumento de Causinio Schola procede así: (n° 47) A) B)

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Antecedens: “Clodio regresaba inesperadamente a causa de la muerte de Ciro”: Consequens: Por tanto el encuentro con Milón no fue intencional... Cicerón retuerce: antecedens: “Clodio regresaba inesperadamente a causa de la muerte de Ciro”. consequens: Por tanto, ni Milón, ni yo planeamos la emboscada... Observar en el n° 47 toda el alma que pone para hablar de sí. En el n° 48 toma Cicerón el argumento bajo otro aspecto: va a negarle valor probatorio. “El anuncio de la muerte de Ciro es una bonita historia para paliar las verdaderas intenciones de la rápida marcha de Clodio sobre la Appia”. ¿Qué es lo que propiamente dice Cicerón? ¿Tiene fuerza el argumento que aduce?

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NB. Los que hacían testamentos podían nombrar a los herederos en presencia de numerosos testigos, o sólo hacer un testamento cerrado y sellado.

XIX. (49-50-51-52) Cicerón toma de nuevo el argumento de Causinio Schola: “Supongamos que sea verdad la historia del regreso de Clodio con motivo de la muerte de Ciro: las circunstancias del regreso son tales que lo hacen muy sospechoso...” a) Aclaraciones gramaticales (49) Properare: apresurarse; festinare: precipitarse; maturare: hacer por llegar a tiempo; celerare: apresurarse a causa de la demora. Trad. de “Quid adferebat causam...” “¿A título de heredero tenía tantos motivos de precipitación?” “Ante todo, no había motivo para tanto apresuramiento; pero suponiendo que existiera, ¿qué asunto tan singular era aquel que podía lograrse esa noche, y por el contrario perderse, si regresaba a Roma al día siguiente por la mañana? c) Análisis oratorio y dialéctico A)

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Observe la variedad del estilo ciceroniano. Compare el n° 42, emocionado y estudiado; pase luego a los nos. 44-49, vigoroso, vivo, incisivo, de conversación, breve, ágil, lleno de repeticiones para aclarar la idea, etc. Vea los nos. 23-29, típicamente explanativo. El n° 50: descubra la artística habilidad del pasaje, lograda sobre todo gracias a la personificación. Un pasaje paralelo de Cervantes: “Bien notas escudero fiel, las tinieblas de esta noche, su extraño silencio, el sordo y confuso estruendo de estos árboles, el temeroso ruido de aquella agua...” (Don Quijote, I, 20). Pero aquí no hay personificación. Y más abajo: “Ahora es de noche, aquí no nos ve nadie.., y pues no hay quien nos vea, menos habrá quien nos note de cobardes”. Fíjese cómo —en el mismo número— Cicerón no desaprovecha ocasión para poner de relieve la perversidad de Clodio, y cómo lo hace apenas insinuando. Compare la cadencia de estas dos expresiones: Sustinuisset crimen primum / ille latronum occultator et receptor locus Neque muta solitudo indicasset / neque caeca nox ostendisset Violati, spoliati, bonis expulsi / tota denique rea citaretur Etruria Cicerón concede que Clodio venía de Aricia. ¿Se contradice tácitamente con lo afirmado en el n° 27 al final, y en el 45?

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Núm. 52. Observe cómo Cicerón más de una vez hace recapitulaciones de cuanto va diciendo para mantener a sus oyentes en el desarrollo de la argumentación. En este número la recapitulación es: lógicamente muy segura (Video ad huc constare omnia); literariamente, diáfana; uso del paralelismo, uso del abstracto, uso de términos generales. Finalmente, ¿por qué Cicerón se esfuerza tanto en retrasar la hora del encuentro?

XX-XXI. (53-54-55-56) Después de la prueba del tiempo, la prueba del lugar. Clodio supo escoger muy bien el lugar del atentado, cerca de su finca de Albano (sobre la Vía Apia), levantada en el flanco de los Montes Albanos, sobre enormes construcciones abovedadas. NB. Los partidarios de Clodio decían por el contrario, que Milón se había detenido muy cerca, en el “sitio de Bueyecitos” (Bovillae) a esperar a que Clodio saliera de su propiedad. ¿Qué dice Asconio?

a) Aclaraciones gramaticales (53) Edito adversarii atque excelso loco “Frente a una pronunciada pendiente que dominaba la llanura, ocupada por el adversario”. NB. Así se entiende el significado de la palabra militar impetus (sfr. N° 29), porque para un asalto se escogía una pendiente de suerte que fuera fácil lanzar las jabalinas.

(54) Trad. “Salió de su finca precipitadamente; ¿y por qué así? porque se hacía de noche; ¿y qué necesidad de viajar de noche? Es que el viaje era lento; ¿a quién se le ocurre viajar en semejante época? (Fines de enero, cuando el sol aún se pone temprano y se está en el invierno). (55) Virum a viro: entre los antiguos pueblos itálicos, el jefe tenía la costumbre de escoger diez hombres que a su vez iban escogiendo otro compañero hasta llegar a un número determinado, para casos de suprema urgencia. (56) Vitam paene addictam: “Se había puesto a precio su cabeza y estaba adjudicada”: palabras del mundo de negocios.

b) Análisis oratorio y dialéctico

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Refiriéndose a estos dos capítulos dice M. Guillemin (Classiques Rome, in h, 1): “Encontramos uno de los pasajes más dramáticos del Pro Milone: diálogo con un fingido interlocutor, apuntes a detalles directos que colocan la escena vivamente representada a los ojos del oyente. La conclusión que toma la forma de una meditación contribuyente aún a la grandeza de la descripción”. A)

F) G)

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Muestre el giro que va tomando la elocuencia progresivamente, en estos dos capítulos, a partir de explicaciones precisas, pasando luego al movimiento dramático y desembocando en largos períodos. Vgr., el cúmulo de detalles topográficos y domésticos, n° (53); el dramatismo en la pintura, nos. (54-55); reflexiones de espectador, n° (56). (53) Fíjese cómo destaca Cicerón la Idea del parapetamiento de Clodio y de sus hombres, sino hasta la misma palabra clave, locus repetidamente pronunciada. Como procedimiento literario, observe los duplicados, repeticiones, ironías. Como habilidad dialéctica, fíjese en la argumentación ab absurdo. (54 y 55) Pasaje notable por su viveza y dramatismo (non gesta sed picta... dice Cicerón, mérito que se le puede aplicar aquí ampliamente). Destaque el dramatismo así: a) Los protagonistas y sus cortejos; b) la acción de los que representan; c) las actitudes y disposiciones reflejadas hasta en el empleo de los adverbios y la viveza del diálogo; finalmente vea cómo el cortejo de Milón es lo menos militar posible. El P. Abram, (s. XVII) dice de este pasaje: “Advertendus numerus celer, concisus et solutus ut non videatur expeditior fuisse Clodius quam Ciceronis oratio”. Analicemos las tres cualidades enunciadas por el P. Abram: Rapidez: repeticiones, balances, antítesis, diálogo. Concisión: omisión de conjuntivas, asíndeton, no se prodigan verbos ni adjetivos. Desenfado: por la ausencia de períodos. Para apreciar este pasaje, compárelo con los nos. 24 y 29; o con un período oratorio (4, 19), donde hay ideas presentadas con un enfoque oratorio totalmente diverso. Fíjese cómo los dos protagonistas conservan y ponen de relieve aquí el carácter que les atribuye constantemente Cicerón. Como ejemplo de viva pintura, no de simple narración lánguida, lea vgr. Cervantes, (Don Quijote. II, 26), o el reposado exordio de Bossuet en su sermón de la muerte, o el sermón del P. Segneri sobre el Infierno, o el P. Lombardi, citado por Pedraz, (Los resortes de la persuasión, p. 158, ed. de 1956).

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(55) al final: Mulier inciderat in viros... Mayor, ultraje, ¿dónde? Por urbanidad y otras causas se omiten los juicios que de Clodio da Cicerón en otros discursos: Post reditum ad Senatum, Pro domo, De Aruspicum responsis, Pro Sextio, in Vatinium. Baste decir que con frecuencia: “La Clodia”... (55 y 56) Respuesta a una objeción: “¿Si todo lo que Ud. dice es cierto, ¿cómo se explica el fracaso de Clodio?” Cicerón no puede negar que Milón también llevaba su escolta. Asconio dice que sólo iban 300... (56) Observe ahora el cambio de estilo. “En Cicerón se pasa de un estilo a otro, del periódico, armónico, cadencioso, al estilo ágil y suelto, o viceversa. El estilo ágil se caracteriza sobre todo por el asíndeton y ausencia de conjunciones, lo que ocurre cuando Cicerón se entrega a una descripción; los sucesos no se subordinan, se coordinan; los verbos caen como golpes de martillo; existe la impresión de que se presencian pequeños dramas con episodios precipitados” (Fausset, Comentario al discurso “Pro Cuentio”, p. 122).

XXIII. (57-58-59-60) Refutaciones incidentales: “Después del encuentro, Milón se traiciona por cuanto de este modo ha impedido que sus esclavos, en la tortura, declararan la verdad” N.B. Según el derecho romano, los esclavos podían ser llamados a declarar, pero nunca contra sus señores, a no ser en caso de sacrilegio. Las declaraciones de los esclavos no tenían valor judicial sino cuando eran mantenidas a pesar del tormento. Si el esclavo era manumitido ya no podía ser torturado. La ley de Pompeyo, en el caso de Clodio parece haber asimilado su muerte a aquellos casos excepcionales en que se permitía o mandaba la declaración del esclavo contra su propio señor, ya que el pariente de Clodio —Appio— reclamó a los esclavos de Milón para someterlos a tortura. Según Metelo Escipión, Milón manumitió 12 esclavos al día siguiente del encuentro.

a) Aclaraciones gramaticales (57) “Si preguntas: ‘por qué manumitió a sus esclavos’, y no más bien: ‘porqué les pagó tan escasamente’, no sabes atacar la conducta de tu adversario”. (58) Constanter: “con lógica”; vgr. Sibi constare: “ser lógico... “Etsi id quidem”; en la mitad del n° 58, compárese con “...quan esse...” al final, y explíquese. Trad. de la última frase del n° 59: “En este doloroso episodio por lo menos atempera su pesadumbre el que, aun suponiendo que suceda lo peor, se les haya abonado sin embargo su merecida recompensa”.

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(60) Sis, sodes, sultis: si vis, si audes, si vultis. Penes: “en poder de”, que no es lo mismo que “apud”. NB. Los siervos de Clodio llevaban efectivamente cerca de 100 días en manos de Appio Clodio, ya que el encuentro tuvo lugar el 18 ó 19 de enero, y el juicio, en la primera semana de abril.

b) Análisis oratorio y dialéctico ¿Quiere la refutación de Cicerón distraer al oyente de las difíciles circunstancias del encuentro? A)

Cicerón responde por el procedimiento adoptado en los nos. 12-21, oponiendo su propia interpretación y punto de vista: “Manu vero cur miserit”. Debe fijarse en la agilidad de estilo de Cicerón que pasa del tono dialéctico de la discusión (57-58) al de la emoción (58b) y termina con el de una comedia. Distinga en el n° 57 la dialéctica y la oratoria. Examine la reflexión que se hace Cicerón: “Lo único que podría hacer un esclavo en el tormento sería declarar el hecho. Ahora bien, el hecho nos hemos adelantado a confesarlo. Del aspecto del derecho, que es de lo que aquí se trata no puede juzgar el torturado; eso corresponde al tribunal y por eso ni pierde ni gana Milón manumitiendo a sus esclavos, de donde la objeción de los Clodianos queda desvirtuada”. Fíjese si aquí se esconde o no un sofisma... porque algunos juzgan perfecta la argumentación de Cicerón. Literalmente y desde el punto de vista oratorio, fíjese en los “trucos” propuestos por Cicerón al preguntar en el n° 57: “Metuebat scilicet ne... ne... ne...” En el n° 58 razona la actitud de Milón: “manumitió a sus esclavos por agradecimiento”. Y fíjese cómo razona: a) Trayendo la autoridad de Catón; b) destacando el mérito de los esclavos; c) ponderando las consecuencias. Cuánto vale el argumento de autoridad. Nos. 59-60: estos pasajes entusiasmaban a Quintiliano que los pone como modelo de agilidad de estilo, cuando el orador al bajarse a un estilo demasiado familiar, no es ramplón, sino logra conservar la dignidad y el vuelo oratorio (Quint. Instituciones. VIII, 3, 21ss). NB. El Atrium Libertatis era un edificio ubicado o sobre el Aventino o entre el Foro y el Campo de Marte, con las oficinas de los Censores y lugar donde se trataban los asuntos de los esclavos.

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Fíjese cómo en los nos. 59-60, el orador parece psicológicamente seguro, porque el argumento de unos esclavos en este caso no vale nada. Repite hasta la saciedad el nombre de Appio y se permite juegos de palabras llenos de malicia: “Proxime deos accessit Clodius...” Dice Haury: “Cicerón recurre a la ironía por el cuidado de ocultar la debilidad de la argumentación anterior”. (L’Humour et l’Ironie chez Ciceron) (Cfr. Pedraz. Los resortes de la Persuasión, pp. 182, y 186). Proposiciones que va a defender:

SI QUAERIS CUR MANU

MISERIT,

Razones alegadas para defender:

PORQUE MILÓN ES HOMBRE AGRADECIDO.

Confirma que M. es agradecido: o que debe proceder así:

CATÓN ES EL PRIMERO EN PROCLAMAR QUE A TALES HOMBRES SE LES DEBE ETERN AGRADECIMIENTO.

Confirma las razones de Catón:

Desarrollo emocional de la última Afirmación: Repetición de cuanto ha dicho:

respondebo.

QUOD ENIM PRAEMIUM SATIS MAGNUM... ETSI QUIDEM... HIC VERO NIHIL...

Todo representado en forma diáfana destacando la oposición Praemium-dignissimos-defendere-fidelibus-benevolis... con Sanguine-vulneribustormentis-sceleris-necis... XXIII. (61-62-63) Nuevo aspecto de la defensa (Consecutio o approbatio, la llamaban los romanos): A saber, prueba por las circunstancias que se siguieron al hecho: conducta del acusado después del hecho. Este argumento también vale hoy en Derecho Penal a) Aclaraciones gramaticales (61) Mens: facultad de discernir lo bueno de lo malo; Conscientia: Conocimiento de la propia responsabilidad moral. Totus es todo entero; omnis, todo en sentido más amplio y se opone a nullus; cunctus: es todo junto, se opone a separatus; universus: es entero. Observe el cúmulo y uso de participios; ¿cómo se emplearían esas frases sin participio?

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(62) Praesentia animi: en castellano decimos “sangre fría”, pero en latín el giro es más filosófico. Dubitare más infinitivo, ¿cómo se traduce? (63) Carere patria: desterrarse voluntariamente. b) Observaciones de estilística (61) Observe los duplicados: “argumentis signisque”, “pura atque integra”. (62) Observe la transición: “Neque vero” etc.., o “neque tamen”. c) Análisis oratorio A)

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El argumento valía mucho para los romanos: Cicerón en Ad Herennium, 2, 8, escribe: “Existe la prueba por las consecuencias cuando el orador busca algunos indicios que acompañan la culpabilidad o la inocencia. El acusador dirá, si lo puede, que el reo al encontrarse con él enrojeció, palideció, se desconcertó, dijo palabras incoherentes, se sintió abatido, le hizo no sé que promesa, señal de que se siente culpable. Si el acusado no ha hecho nada de esto, el acusador dirá que se había preparado el reo perfectamente para lo que pudiera ocurrir, que —al permanecer impasible— ha respondido con la mayor desenvoltura, señal de descaro y no de inocencia. Entonces el defensor debe decir que fue la magnitud del peligro y no la conciencia de su culpabilidad lo que conmovió al acusado. Si el acusado llega, inclusive, a no inmutarse, dirá que la conciencia de su inocencia inspira tal sangre fría”. Esta técnica la aprovecha Cicerón, por ejemplo, defendiendo a Sextio Roscio de Amería, acusando a Catilina (Neque enim is est Catilina, ut te, aut pudor, unquam a turpitudine, aut metus a periculo... revocarit. I, 22) o enfrentándose a Antonio: “Sudat, pallet...”. A su manera, Cervantes: “Ten memoria y no se te pase de ella cómo te recibe; si muda los colores el tiempo que la estuvieres dando mi embajada; si se desasosiega y turba oyendo mi nombre; si no cabe en la almohada, si acaso la hallas sentada en el estrado rico de su autoridad y si está en pie mírala si se pone ahora sobre el uno, ahora sobre el otro pie; si te repite la respuesta que te diere dos o tres veces; si la muda de blanda en áspera, de aceda en amorosa...; finalmente, hijo, mira todas sus acciones y movimientos, porque si tú me lo relatares como ellos fueron, sacaré yo lo que ella tiene escondido en lo secreto de su corazón...” etc. (Don Quijote. II, 10). El argumento puesto en forma silogística sería: La tranquilidad y paz exterior es señal de la interior.

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Es así que Milón las demuestra. Luego... El argumento central es: Magna vis est conscientiae! Advierta un nuevo cambio de estilo, logrado principalmente por estos medios: 1) En contraste emotivo: mientras arde la Curia, entra olímpicamente sereno el inmaculado Milón. 2) Sobre todo en el n° 61 estudie el arte de las gradaciones efectistas tan bien logradas; vgr. para convencer quiere traducir en palabras la tranquilidad de Milón: nullo... nullo... nullo...; participios en utum-itum-atum; un imperativo para concentrar la atención: Recordamini (cfr. este procedimiento frecuente en Demóstenes: Pro Cor. 42, 65, 71, 72). 3) El efectismo, cuando se refiere a Pompeyo, a cuyas manos ha venido a entregarse Milón (???) (Milón pesa sobre Cicerón como una pesadilla... Las alusiones a su persona empezarán a multiplicarse). Son quizá alusiones amargas. Al abordar a Pompeyo, Cicerón adopta un estilo sinuoso: “Maestro de la caracterización oratoria, Cicerón, al manejar a Pompeyo, juez real del jurado, siente que su habilidad fastidia notablemente al Triumviro” (Donnelly). Observe las breves y elegantes amplificaciones de cada suceso. Vgr. Llega, cómo... (61) cuándo, a quiénes se confía... etc., hasta que Cicerón deja brotar todo su caudal oratorio en un homenaje miloniano-ciceroniano a Pompeyo. En los nos. 62 y 63 presenta a su héroe dando un “mentís” a las habladurías... y hace un retablo de los “decires” de quienes están al corriente de los problemas y de quienes se dejan llevar d e la fantasía...

XXIV. (64-65-66) Enumeración más concreta de las habladurías populares. Prueba por inducción que todas esas acusaciones son absurdas. a) Aclaraciones gramaticales (64) conducere: tomar en alquiler; locare: poner en alquiler. (65) De Ciro Máximo: con la partícula de se designa el barrio a que se pertenece. (Pedraz). Uso del partitivo Unus. (66) Talis: de tal cualidad o naturaleza. (65) Pompeio in hortos: Se anunció el hecho a Pompeyo en sus jardines; Nuntiare y otros verbos de análogo significado como los verbos de movimiento: in y acus. “Ne vos aliquid”, y no “Ne vosquidquam”, porque aquí el segundo es más determinado.

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b) Análisis oratorio Cicerón frente a los rumores, habladurías y aspavientos que ha provocado la muerte de Clodio y sus consecuencias. A)

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Los rumores y cargos que corrían contra Milón, y que Cicerón quiere desbaratar eran: “Que dizque Milón tiene preparado todo un arsenal...; que dizque ahora está tramando el asesinato de Pompeyo..., que dizque la otra noche hubo un ataque a la casa de César..., que dizque Milón concurre al Senado con armas escondidas...” A partir del último párrafo del n° 63 y comienzo del 64 Cicerón pretende argüir así: “Se han dicho tales monstruosidades desde que Milón regresó a Roma que, de ser verdad aun la mitad de ellas, Milón no habría sido capaz de continuar en Roma”. Fíjese cómo dramatiza Cicerón la ola de rumores, lleno de sarcasmo e ironía, y cómo presenta a su héroe olímpicamente despreocupado... Vgr. “Ut sustinuit, di immortales, ...Sustinuit! immo vero út contempsit et pro nihilo reputavit…”. Para apreciar ciertos detalles finos de la ridiculización vea cómo va mostrando, paso a paso, la inconsistencia de tales rumores y consejas. En el n° 64, vgr. el énfasis monótono e intencionado del uso de palabras raras (angiportus, vicus...), de diminutivos. El cúmulo de genitivos consonantados en -orum que dan efectismo. (Cervantes jugó a su vez con este recurso trivial y agradable: “Yo soy el que ha de poner en olvido los Platires, los Tablantes, Olivantes y Tirantes, los Febos y Belianises con toda la caterva de los famosos caballeros andantes... Don Quijote, I, 20). Advierta el tono lleno de familiaridad y vida de este capítulo. En el n° 65 note que las alusiones a Pompeyo son muy diplomáticas pero también sinuosas: vgr. “Laudabam equidem incredibilem diligentiam...”; como si quisiera decir que hacía muy bien Pompeyo en guardarse... pero que quizá resultaba un tanto exageradamente. “Multa audire coguntur”... “Fuit audiendus popa Licinius nescio qui”: como si dijera: “hasta se llegó a oír o no sé qué ejemplar de la plaza del mercado, un tal Licinio, de profesión carnicero”. N° 66: Cree Ud. que los dos adjetivos aplicados a César, clarissimi et fortissimi, son triviales o intencionados... ¿Por qué? Añade: Nemo audierat... Tamen audiebatur... (Eppur, simuove... dijo Galileo). La delación del popa Licinio, como peligrosa, está especialmente refutada por Cicerón.

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XXV. (67-68) La incómoda sombra de Pompeyo... Lo tiene presente desde el n° 61; pesadilla de todo su discurso. Recuerde el juicio de Veleyo Patérculo: “A Milón más lo perjudicó la mala disposición de Pompeyo que la misma odiosidad del hecho”. a) Aclaraciones gramaticales (67) Note la diferencia entre metuere alicui y aliquem. Ejemplos con otros verbos análogos. Note igualmente el juego de palabras empleado por Cicerón: “metuitur... timemus... perhorrescimus”. Conquisitores: oficiales a quienes corresponde el reclutamiento de soldados, que se llevó a efecto después de que el Senado por un Senatusconsultum ultimum invistió a Pompeyo de plenos poderes. Capitolinae cohortes: imagine Ud. la situación de Roma en estos días: Capitolio, Palatino, Foro... que ofrecen un inquieto aspecto militar. La idea de este número es la siguiente: “...Si sólo contra Milón se dirige, se organiza, se despliega todo ese formidable aparato, seguramente se supone en él un valor indomable, cualidades sobrehumanas, fuerza preternatural, recursos inagotables, puesto que, aunque se encuentra solo, se le opone el más grande general de su tiempo al frente de toda una república en armas...” b) Análisis oratorio A)

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Note los esfuerzos de elocuencia y de dialéctica que hace el orador para disipar los temores reales o supuestos de Pompeyo. Una vez más Cicerón quiere demostrar que las medidas adoptadas por Pompeyo serían exageradas y desacertadas si apuntaran a Milón; su única finalidad es la tranquilidad pública y la libertad del tribunal. Después del pasaje anterior vivo y familiar, ahora el discurso recobra su majestad. Ud. habrá ya advertido que siendo la forma la expresión de la idea, el orador ha estado manejando una fina ironía o un solemne patetismo en los momentos más difíciles. Como ejemplo “reciente”, los discursos de Vásquez de Mella o la Defensa de Antonio Nariño. Para confirmar lo anterior fíjese vgr. en el n° 67: cómo está intencionalmente recargado para lograr efectos de emoción y sugestión, Una introducción hábil: “Non iam hoc Clodianum crimen timemus”; luego una afirmación enfática y estudiada: “Sed tuas...” con una expresión noblemente teatral. El n° 68 evoca las amistosas relaciones de Milón con Pompeyo y se refiere brevemente a la serie de tempestuosos sucesos relacionados con Cicerón, Milón y Pompeyo, a quien apellida Magne

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(Oh tú el Grande...). Imagine cómo hubo de violentarse Cicerón para escribir esa elocuente parrafada, con el recuerdo de la altanera actitud de Milón. XXVI. (69-70-71) Patético apóstrofe a Pompeyo a) Aclaraciones gramaticales (69) Post homines natos, o Post hominum memoriam: “desde que el mundo es mundo”. Adjetivos terminados en -bilis: commutabilis, volubilis, etc. Es un sufijo de sentido pasivo. En latín hay algunos en bilis con sentido activo: horribilis, terribilis, mirabilis, nobilis... pero se usa más el geundivo activo: horrendus, mirandus, etc. (70) Traducción: “Pero cómo persuadirse de que Cn. Pompeyo tan profundamente versado en el derecho público, en las tradiciones nacionales, en fin, en la política; Pompeyo (hunc... hunc...), a quien el Senado ha encargado el poder ne quid Respublica detrimenti capiat, solemne y breve fórmula que sola armó siempre suficientemente a los Cónsules, a falta de otras armas, Pompeyo, digo, cuando está apoyado por un ejército, por nuevos reclutamientos confiados a su intrepidez, iba a esperar la decisión de un tribunal para reprimir los atentados de un hombre que pisotearía con sus pies a los mismos tribunales?” (71) Animadverteres término jurídico: castigar. b) Análisis oratorio A)

B) C)

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Las reflexiones diáfanas y la cuidadosa elaboración del pasaje (n° 69) hacen olvidar que nos encontramos en una arenga de combate; más bien parece que Cicerón se ha transportado al diálogo De amicitia. Como ejemplo de esa elaboración, fíjese vgr. en el balanceamiento artificioso: quam-quam / quantae-quam / quanta-quantae Advierta igualmente la cuidadosa elección de los adjetivos que hablan de la deleznabilidad de las amistades sobre todo políticas. Lemaire comenta: “Este pasaje es tanto más admirablemente compuesto y colocado, cuanto el orador dice, o mejor predice abiertamente el sangriento antagonismo que va a estallar entre César y Pompeyo, en un tiempo en que aún eran sumamente amigables sus relaciones”. Pero Donnelly piensa que probablemente este pasaje se debe a un retoque posterior. El n° 70 se llama en la técnica oratoria antigua una correctio. Los Clodianos decían que Milón, al matar a Clodio, había atropellado

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la justicia, ya que se debía haber defendido en los tribunales y no con las armas. Este argumento tan pobre es lo que ahora estudia Cicerón, planteando oratoriamente, y sin descender a detalles. El razonamiento sería: “Pompeyo no obstante tener en sus manos todos los medios, quiere el juicio. Admite por tanto la defensibilidad del reo; el aparato militar tiene otra explicación”... ¿Cómo cree Ud. que podría responder a esto Pompeyo? Aparición final de Pompeyo en su gloria, vigilando con verdad y justicia... Calcule en qué lugares ha mencionado especialmente a Pompeyo. Y fíjese cómo concluye la defensa en su discurso: de nuevo las guarniciones, Pompeyo y los jueces...

CONFIRMACIÓN: SEGUNDA PARTE Cicerón a la defensiva Cicerón ha pronunciado su discurso según la actitud adoptada: Uterutri insidias fecerit... Añade sin embargo ahora una contra-acusación, como sugería Bruto, en la que evoca todos los crímenes de Clodio, y muestra que librando a Roma en sus amenazas, Milón se ha ganado los sagrados derechos de su reconocimiento. Milón es el salvador de la Patria... XXVII. (72-73-74-75) Prosopopeya en boca de Milón de todos los crímenes de Clodio a) Aclaraciones gramaticales De todo el capítulo Annonam levare: Abaratar los víveres; nimisam plecti plebem: andar en busca del favor del pueblo; magistratum abrogare: anular una magistratura; pulvinaria sanctissima: pulvinar un culto religioso; vgr. en castellano: Maitines..., religionem expiare: expiación de un sacrilegio; orbis terrae: la tierra, orbis terrarum, el Imperio romano. (74) Trad.: “Aquel finalmente que se burlaba de leyes, derechos y títulos, y se apoderaba de ajenas posesiones, aun sin el recurso de falsificaciones judiciales, demandas o cauciones, sino a tambor batiente, en campaña y con tropas...” Inferre signum: levantar estandarte para la guerra; conflagare invidia alicuius: ser víctima del odio de alguno.

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b) Análisis oratorio A)

La disposición de este capítulo y parte del siguiente es: Proposición: Nec me Clodianum crimen movet. Pruebas: Non Sp. Maelium etc... sed eum... Conclusión: Quam ob rem. La monotonía de la enumeración de los crímenes es intencionalmente exagerada para destacar su magnitud. Note igualmente las vivas exageraciones: vgr. Architectis et decempedis... Peragrabat... Janiculo et Alpibus... Fíjese en el n° 74: Eum denique... y cuando se espera que ha de terminar, aún está en la mitad de su enumeración; agilidad libre de obstruccionismos convencionales. Compare esta enumeración con el enfoque de los nos. 36-43.

XXVIII. (76-77-78) Continuación del mismo desarrollo: el pueblo romano debe absolver al Libertador de Roma. a) Aclaraciones gramaticales (76) Observe la construcción griega: QUIDEMVERO (men-de). Obdurescere: llegar a insensibilizarse. Percallescere (no “percallere”): tener experiencia, ambos verbos son en sí metafóricos, tomados del trabajo de artesanos y campesinos. Para nuestra lengua, cfr. Cejador y Frauca, Cabos sueltos, Ejs.: aturdirse, azorarse, caprichoso, etc. Imperium ille si nactus esset: el orador interrumpe bruscamente la construcción que debía continuar así: “Si nactus esset imperium, non solum in vestras possessiones se immisisset, sed ne a liberis quidem et a conjugibus vestris, ille effrenatas suas libidines cohibuisset”. (77) In re publica: en la vida pública. b) Observaciones de estilística Nescio quomodo: fórmula, “desafortunadamente”. Quae tenentur: ya se ha notado como el latín usa del verbo, en abstracto, para significar el sustantivo concreto: “cuyas pruebas se tienen”. Ejs. “Somos OBJETO de la miseria de Dios”, “Elocuencia de los hechos”, etc. ¿Cómo lo diría en latín? Cervicibus: siempre en plural y no “capitibus”. Ferre: sus sinónimos, pero matizados son: tolerare, perferre, sustinere, perpeti, sínere, pati, permittere...

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c) Análisis oratorio y dialéctico El orador pretende destacar lo que le estaba reservado a Roma si Clodio hubiera vivido... y alcanzado la pretura. A)

Vea cómo el orador afirma sin más muchas cosas, y supone las pruebas; advierte igualmente (sobre todo en los nos. 77-76) las enumeraciones, la imaginación y el énfasis. Hay una estudiada cadencia en los párrafos, ya que las enumeraciones avanzan de 2 en 2; vea los ejemplos; y fíjese con qué artificio están dispuestas. Así mismo observe el empleo de términos generales de significado denso: jus, pecunias, tecta, possessiones, etc., para no comprometerse demasiado (?) opuestos a términos concretos y vivos: cruentum, interfeci, effrenatas libidines... Otra cualidad es el énfasis literario, reflejo del dialéctico, logrado por estudiadas oposiciones (in eos-in vestraspossessiones; pecuniasconjugibus), por correcciones, exclamaciones. Sin duda, Cicerón consignaba además unos párrafos muy adecuados para la declamación, por el ejercicio de inflexiones que suponen. En el n° 77: ejemplo de amplificación; la idea escueta sería: “Maté a Clodio y Roma se salvó”; fíjese en cambio de qué modo tan vivo y fecundo amplifica Cicerón esta idea, llegando hasta una ingenua exageración... (al concluir el párrafo). Advierta sin embargo que Cicerón, en el n° 77, sólo presenta una Hipótesis: “Si... clamaret”; antes, 72-75 presentó los atropellos reales; ahora los hipotéticos; este avance insinuante, insensible es un gran mérito oratorio... hasta llegar al caso extremo: “Si cruentum gladium tenens clamaret T. Annius”. Finalmente en este número y en el siguiente Cic. pone de relieve la universal satisfacción de la muerte de Clodio, después de decir que Milón lo había liquidado.

XXIX. (78b-79-80) Justificación oportuna del odio que el orador profesa a Clodio... ¿Quién iba a querer que Clodio aún viviera? a) Aclaraciones gramaticales (78) Traducción: “No temo causar la impresión, de que exasperado por el odio nacido de la enemistad personal arroje sobre él estas acusaciones, llevado más de la pasión que de la verdad”. (79) Haec est quaestio: “a esto vendría a reducirse”. Cogitationes: “imaginación”. Intueri: “considerar atentamente”. Cernere: “Ver claramente, en detalle”. Interficere: “asesinar con premeditación”.

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b) Observaciones de estilística En latín los vocativos no suelen empezar un período: vgr. comienzos de las Catilinarias, las Filípicas, etc. c) Análisis oratorio Cicerón hace un alto en su agresiva elocuencia: quiere prevenir prejuicios. A)

Las afirmaciones de los nos. 76-77 valen para la hipótesis en que se encuentra, pero jurídicamente es pura dialéctica, pura retórica; muy sugestiva sin embargo. Este procedimiento ofrece muchas sugerencias para ponderar por ej. la necesidad de los Mandamientos, la existencia del Infierno: vgr. “Si existiendo un decálogo los hombres proceden así, qué fuera si no existiera”, etc. n° 80: ¡Apología del tiranicidio! Recuerde lo que dice en la II Philipp. En cuanto al procedimiento para desarrollar las ideas, recuerde la oración Maniliana, el Pro Marcello, etc. Observe el contraste gráfico verbal: “deorum honores-tyrannos necaverunt”; “Vos tanti... rapi patiemini”; las paráfrasis; preguntas, exclamaciones. Procedimiento poético y muy efectivo, semejante a este, en La Libertad y el Socialismo de J. E. Caro o Estoy en la cárcel de Julio Arboleda.

XXX. (81-82-83) Milón es acreedor a todos los derechos de los tiranicidas...

a) Aclaraciones gramaticales (81) Trad. “Nisi vero gratius...”: “A menos que crea que significa más para vosotros el haber defendido más bien su vida que la vuestra”. Probaretur: si no mereciera vuestra aprobación; fíjese en la construcción de este verbo. Uso de quisque y suus. Sed: suele usarse no sólo como partícula adversativa, sino para reanudar el tema, eventualmente abandonado: cfr. n° 75. Nihilo segnius: al pie de la letra sería: más tardamente que nada; equivale a nihilominus; figura llamada Litote cuando se sustituye al vocablo de significado negativo el correspondiente afirmativo, y precedido de un adverbio o de otra expresión negativa (en el n° 82). (83) Sacra, caeremonias, auspicia: creencias, ritos litúrgicos, auspicios.

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b) Análisis oratorio A)

D) E) F)

Muestre la habilidad de estos pasajes en que Cicerón, sin abandonar la conclusión de su defensa (uter utri... vi vis illata defenditur...) asocia el gesto de Milón a la gloria de los tiranicidas. Recuerde lo que para un romano significaba un tirano... Fíjese cómo la nueva actitud de defensa, el nuevo enfoque le da lugar al orador a un giro más errabundo y filosófico... por la elasticidad del tema que trata. ¿Cree Ud. que estas digresiones distraen o más bien ayudan a comunicar fuerza y grandeza al discurso? Observe que Cicerón —tan amigo de la Filosofía y de las reflexiones sensatas en sus obras de elucubración— parece complacerse en consignar epifonemas que se han hecho ya proverbiales: vgr. “Qui peterat salus sua cuiquam non probari”... “Quid esset ingratius quam laetari ceteros, lugere eum solum, popter quem ceteri laetarentur” etc. Considere en los nos. 80-81-82 la fuerza probatoria y amplificatoria: (80) Proposición: Confiteretur...; razón de esa confesión: (81) Etenim...; Confirmación de la Razón aducida: Cumpraesertim...; Amplificación de la confirmación. (82) Quamquam...; Repetición de la idea: Quam ob rem... El acápite está lleno de nobles pensamientos. Quizá para atemperar también un poco las sangrientas expresiones anteriores. Fíjese cómo Cicerón identifica la causa de Milón con la de los Dioses, por cuanto es un instrumento de la venganza divina. Recuerde, según las clases de Historia de Roma, cómo el romano identificaba los intereses de su ciudad con los del cielo: pueblo fundamentalmente teocrático. Piense en el noble pensamiento con que concluye el acápite y que va a desarrollar con mayor fuerza y patetismo en el siguiente. Vienen espontáneamente las palabras de Virgilio, para preparar el desarrollo posterior. Admonet et magna testatur voce per umbras: Discite iustitiam moniti et non temnere divos... (Eneida, VI, 619-20).

XXXI. (84-85-86a) Desarrollo sobre la providencia divina. Y prueba de la existencia de la providencia de los dioses con el castigo de Clodio

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a) Aclaraciones gramaticales (84) Orden: Neque... non inest... Lo que en latín se encuentra coordinado, debe ponerse en castellano subordinadamente: La idea es: Y cómo es posible que lo que se halla en nuestro ser no se halle en la creación; o viceversa. b) Observaciones de estilística (84) in his corporibus atque in hac imbecillitate: figura llamada Endiadis; dos sustantivos que deben traducirse al castellano por un adjetivo y un sustantivo: en estos nuestros deleznables seres... c) Análisis oratorio A)

Estos nobles actos de fe en los destinos providenciales de Roma, se encuentra en las obras de casi todos los grandes escritores latinos. ¿Qué otra cosa pretende la Eneida? Esto permite comprender las persecuciones de que fueron víctimas judíos y cristianos; religión exclusivamente nacionalista, entraba en choque con una nueva concepción religiosa de proporciones ecuménicas, sin límites de raza o de nación. Recuerde la técnica religiosa y psicológica del Orador, de tocar los temas más emotivos ante un público fácilmente impresionable. Pero distinga lo que en estos pasajes elevados hay de fondo filosófico y de juego estratégico. El n° 85 era admirado por Quintiliano por la dramatización y patetismo, ya que el Orador personifica hábilmente los lugares, los templos, las cosas. Advierta finalmente cómo va creciendo la explosión entusiasta del Orador, preparada por una meditación recogida, que ha hecho de antemano acerca de la existencia, la providencia y la majestad de la divinidad. Los dioses que castigan el sacrilegio... anotando detalles emotivos, tocados de religiosa crueldad. NB. Recuerde, según las clases de Historia (Visión horizontal, n° 14; y Visión vertical, Confederación del Lacio) el significado religioso del Júpiter Laciar.

XXXII. (86b-87-88a) La cólera de los dioses se ha manifestado en los siniestros funerales de Clodio. Nueva enumeración de sus crímenes

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a) Aclaraciones gramaticales (86) Nec vero, fórmula de transición más enérgica que iam vero. Amentia: estado de extravío mental. Cfr. en este discurso: dementía, insania, furor. Y además rabies. Oblitus: de oblino (no oblinio), ungir. Non fuisse... Trad.: “Era inconcebible que los recuerdos de sus ilustres antepasados tributaran el menor homenaje a aquel siniestro parricida y no hubo lugar más apropiado para pisotearlo muerto, que aquél donde tantas veces se le maldijo vivo”. (87) Indicere bellum: declarar la guerra. Insultare: frecuentativo de insilire: verbo propio de... perros. b) Análisis oratorio A)

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Después de haber evocado magníficamente los más antiguos cultos, y la profanación de la divinidad cometida por Clodio, psicológicamente puede explotar el orador aquellos detalles del castigo, de suerte que lo que propiamente parecería un sentimiento mezquino de satisfacción por la muerte que recibió y los tristes funerales que se le hicieron, se convierte ahora en un espléndido partido o recurso oratorio. Observe cómo en el n° 86b, los detalles de las exequias parecen deliberadamente trastornados, sin importarle al orador el orden cronológico de los ritos. Fíjese así mismo en las expresiones que emplea: ungido el cadáver cruore et luto, no como Miseno o Palante (Eneida, VI, 217 ss., y XI, 29-99); no sometido a la cremación sino a un precipitado “chamuscamiento”. Ambureretur; no propiamente sepultado, sino tirado en mitad de la plaza... abjectus. ¿En qué difieren y en qué coinciden los funerales de Clodio descritos por Cicerón en este número y en el n° 33? Fíjese en las intenciones, los detalles, etc., buscados y referidos por el orador. N° 86: Cicerón repite, aumentando el efecto por los detalles de la enumeración, lo que ha dicho ya muchas veces sobre los crímenes reales de Clodio, y sobre los que hubiera cometido. Pero ahora prueba que su muerte fue obra sólo de los dioses ya que no había poder humano que lograra refrenarlo. Esta enumeración, digna de la multitud a que se dirigía, va llegando a su colmo antes de lanzarse a la patética y suplicatoria peroración pero también con la finalidad de mostrar a Milón campeón de los dioses, como lo ha mostrado antes campeón del estado. ¿Qué especiales circunstancias se aducen aquí y qué expresiones se emplean para probar y conmover? Fíjese cómo se van expla-

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nando rítmicas y asonantadas (uso del pulscuamperfecto) las frases; ásindeton. “Parece un torrente que se va engrosando para arrasarlo todo” (Collin). Finalmente estudie cómo, después de todo, va emergiendo la figura del héroe (88). Cicerón enuncia qué poderes hubieran podido refrenar a Clodio: tres no oficiales (Pompeyo, César, Los Optimates)... y sin embargo: Milo unus urgebat.

XXXIII. (88c-89-90-91) Preparación de la peroración. Imposibilidad de que las tres fuerzas oficiales (el Estado, el Senado, los Cónsules) reprimieran a Clodio. Sólo Milón, instrumento de la divinidad, pudo hacerlo. a) Aclaraciones gramaticales (89) Primum-deinde-postremo: No: Primum-Secundum-tertium. (90-91) El frecuente uso de la pasiva en latín. (91) Nisi vero, nisi forte, videlicet... para denotar cierta ironía. b) Análisis oratorio A)

B) C)

Cicerón se ha metido en terreno peligroso: ¿Cómo podrían oír Pompeyo, César, los Optimates, el Estado, el Senado, los Cónsules, que se habían mostrado incapaces de refrenar a Clodio? Vea cómo aborda Cicerón el problema para no herir a nadie, y así destacar la figura del héroe. Cicerón insiste hasta la saciedad en la proeza y en el servicio prestado a la patria. Quiere disponer al jurado, al pueblo, para oír la peroración. El estilo escrito no tiene necesidad de repetir frecuentemente una idea; en cambio sí el hablado. La razón es obvia. Fíjese por tanto cómo Cicerón en todo el discurso no ha dejado ocasión de pasar por alto los crímenes de Clodio y la superioridad moral de Milón. Estudie cómo el estilo se va tornando solemne y majestuoso a medida que se acerca a tratar de la majestad del imperio, del Estado y sobre todo del Senado. Efectos emocionales, clímax, antítesis, definiciones metafóricas del Senado. “El estilo refleja algo grande, como cuando va a concluir una sinfonía” dice Collin.

(91) Poynton previene que este pasaje, leído es frío; pero debe recordarse que el estilo hablado tiene el recurso del énfasis oratorio. Observe ciertas particularidades de patetismo: vgr. La repetición de las palabras: Curia-Curia; expresiones concretas: facibus, falcibus, gladiis; furias insepulti...

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segunda parte El Colegio de la Compañía de Jesús en Mompox

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C a p í t ulo I

El proceso fundacional

La fundación del colegio de Santa Cruz de Mompox se puede afirmar que tiene su inspiración en la ubicación estratégica de la ciudad por ser un punto de apoyo geográfico entre Cartagena y los dos grandes centros de la Compañía de Jesús en Bogotá y Quito. La Carta Anua de 1652 le dedica grandes espacios a resaltar la importancia de esta urbe del río Magdalena para los planes del desarrollo de la Provincia del Nuevo Reino. En ese documento percibían las autoridades jesuíticas neogranadinas a Mompox como una villa con grandes “crecimientos” en la que se había avecindado “mucha gente poderosa”. Su ubicación a las márgenes del río Magdalena era ciertamente estratégica, pues como lugar obligado de paso era la “garganta común de cuantos suben de Cartagena y bajan a esa ciudad”. Era ciertamente el “pueblo más abastecido del Reino de cuantos tienen el mantenimiento de acarreto” pues proporcionaba “todos los bastimentos de harinas” y todos los géneros de ropa de la tierra “que se llevan para vestir a la gente de servicio en Cartagena, Zaragoza, Guamoco y otras partes”. Y lo mismo se podía decir de “los géneros traídos de España” pues allí residían “mercaderes muy gruesos” que poseían las reservas suficientes para paliar los vaivenes de las “flotas y galeones” que tocaban en Cartagena. Además se realizaban en esta población “los avíos de todas las flotillas”.1

1 ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel], fol. 21. La Carta Anua de 1645 completa la visión dada: “… allegase a esto ser la comarca muy poblada de naturales, de suerte, que tiene todo lo que es menester para los gloriosos empleos de nuestra sagrada Religión; que mirando lo mucho, que este pueblo iba creciendo, porque cuando los

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Dentro de la visión que ofrecía la demografía eclesiástica de la ciudad fundada por don Alonso de Heredia2 es conveniente hacer las siguientes anotaciones. La primera Orden religiosa en instalarse en Mompox fue la de San Francisco de Asís en 1582; siguieron después los de San Agustín en 1604; los de Santo Domingo de Guzmán en 1639 y los de San Ignacio de Loyola en 1643. Y en el devenir histórico interno de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino es conveniente trazar la trayectoria cronológica de su diseño geográfico. En 1604 se instalaban los jesuitas tanto en Cartagena como en Bogotá y en 1620, con la anuencia del Presidente del Nuevo Reino don Juan de Borja, ponían su primer pie en la ciudad de Honda. Al principio se autorizó la toma de posesión, temporal, del curato y fueron señalados los PP. Pedro de Ossad y José Alitrán. Y el 11 de enero de 1625 el arzobispo santafereño, don Fernando Arias de Ugarte, entrega el curato en propiedad a los jesuitas.3 Para el diseño geopolítico de la Compañía de Jesús sólo faltaba la fundación de Mompox. 1. Los aspectos jurídico-legales

Aunque las normas generales para gestionar la fundación de cualquier institución educativa estaban especificadas en las Leyes de Indias, sin embargo, la Compañía de Jesús solía ser inflexible tanto en la determinación del hábitat como en la fijación del capital inicial que consolidase la fundación, al igual que en el examen minucioso de lo que constituiría el patrimonio económico. La última exigencia provenía del hecho de que la educación que impartían los jesuitas era totalmente gratuita. De lo dicho se desprende que en el fondo existían dos poderes, Madrid y Roma, con criterios no siempre coincidentes y con normativas distintas. Mas, como presupuesto, se imponía primero el “placet” de la Compañía de Jesús y después se podían iniciar las gestiones definitivas ante la Corona española. Así pues, el cronograma fundacional contemplaba tres grandes etapas: La primera, que podríamos denominar pre-fundacional, tenía que adecuarse a los objetivos específicamente jesuíticos diseñados por la Compañía de Jesús en la demarcación geográfica concreta. Si Santafé

demás van a menos ha ido muy en aumento, siendo el emporio de todos estos Reynos, y por donde pasa todo el oro y plata, que en ellos se beneficia”. (Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Zaragoza (1645) 135). 2 Seguimos aquí el criterio del cronista momposino Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox. Cartagena, Tip. Democracia (1938) 24-27. 3 Véase: José Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 180 y ss.

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de Bogotá se erigía como la capital de la Provincia jesuítica del Nuevo Reino, es lógico que asegurase de forma estratégica, dentro de la difícil geografía andina, tanto los objetivos fundacionales así como las rutas de acceso y comunicación entre la capital y las fundaciones más lejanas. De esta suerte, para la ruta Cartagena a Bogotá se hacían imprescindibles las estaciones de Honda y Mompox a las márgenes del río Magdalena. Y cuando la Provincia del Nuevo Reino acepta la Universidad de Gorjón en la Isla de Santo Domingo establecerá la ruta Santafé-Tunja-PamplonaMérida-Maracaibo para garantizar las comunicaciones con esa importante avanzada jesuítica en la Isla de La Española. Enmarcado el proyecto dentro de esta planificación, seguía el proceso de captación de las voluntades de los habitantes de la ciudad peticionaria. Para ello solían servirse, entre otras industrias, de las llamadas “misiones circulares” en las que los buenos oradores sagrados predicaban una “misión” en la ciudad seleccionada, y dada la escasez de clero, el fruto espiritual se convertía en benevolencia y ésta concluía en los términos precisos de una petición que solía traducirse en un colegio. Y conforme se avanza en el siglo XVII no faltan autoridades eclesiásticas y civiles que se habían educado con los jesuitas y se convertían en el alma del comité pro-fundación. Otras veces era la propia urbe la que se dirigía al Provincial en demanda de la presencia de jesuitas en los términos de su circunscripción municipal. Una vez que el Provincial –máxima autoridad jesuítica en la demarcación– recibía la petición, respaldada por la documentación aducida, debía analizarla y estudiarla de acuerdo con normas muy precisas. En las “Reglas del Provincial” de la Ratio Studiorum se estatuyen las condiciones fundamentales para el Proyecto. Desde luego existía una jerarquización desde las esperanzas para el bien común4 hasta un inventario completo de los bienes que debían sustentar el colegio5 y sin olvidar las condiciones que imponían la ciudad o personas solicitantes y la salubridad del lugar. También se establecía el no poder prometer nada con respecto a la fundación hasta tanto el General de los Jesuitas no hubiera conocido

4 Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla, 81. En todo el trabajo nos serviremos de la traducción de la Ratio Studiorum que publicamos en Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 451540. Como norma práctica hemos adoptado en las citas señalar los dos elementos cualificantes: el capítulo (Reglas del Provincial, o del Rector, etc.) y el número de la Regla. Creemos que de esa forma el investigador podrá consultar el texto de la Ratio en cualquier idioma. 5

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Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla 85.

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todo el Proyecto.6 Además, el Provincial debía demostrar que disponía tanto del Rector como de los Profesores correspondientes.7 En Roma se examinaba la proposición por los Consultores del General de la Compañía de Jesús de acuerdo con la Fórmula para celebrar contratos de 1581 y a otras disposiciones que no detallamos.8 El examen a que sometía la Compañía de Jesús los proyectos era minucioso y para ello nos remitimos a lo que diremos más adelante al historiar el proceso fundacional. Mas, la última palabra para la erección de un colegio residía en el General de la Orden, quien lo aceptaba en nombre de la Compañía de Jesús. Por ello, el inicio legal exigía expresamente el rescripto concreto del General, o el equivalente documento por el que se aceptaba la fundación.9 Las tramitaciones en la corte de Madrid solían ser, de facto, más imprecisas y por ende más susceptibles de prosperar o fracasar según la habilidad que tuviera el Procurador ante la Corte en sortear el mundo de la burocracia española. A continuación transcribimos la breve normativa real de las Leyes de Indias: Ordenamos y mandamos que en las ciudades y poblaciones de nuestros Indios se edifiquen y funden Monasterios de Religiosos, siendo necesarios para la conversión y enseñanza de los naturales y predicación del Santo Evangelio, con calidad de que fabricar iglesia, convento ni uspicio de religiosos se nos de cuenta y pida licencia especialmente, como se ha acostumbrado en Nuestro Consejo de Indias, con el parecer y Licencia del Prelado diocesano, conforme al Santo Concilio de Trento, y del Virrey, Audiencia del Distrito, o Gobernador y información de que concurren tan urgente necesidad y justas causas, que verosímilmente puedan mover nuestro ánimo y quedar informado para lo que Nos fuéramos servido de proveer; y si de hecho o por disimulación se hicieren o comenzaren a hacer algunos de estos edificios, sin preceder la dicha calidad, los Virreyes, Audiencias o Gobernadores los hagan demoler, y todo lo reduzcan al estado que antes tenían, sin admitir excusa ni dilación, y sea capítulo de residencia o visita para los dichos Nuestros

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla 81.

Institutum Societatis Jesu. Romae, II (1870). Congregación General: I, decreto 73; II, decretos 8 y 9; III, decretos 17 y 20.

Regulae Societatis Jesu. Romae, In Collegio eiusdem Societatis, 1590. (Véase todo lo relativo a los Procuradores). Formula celebrandorum contractum, iuxta morem et privilegia Societatis a R. P. N. Claudio Aquaviva Praeposito Generali missa, mense Augusti 1581. (Este folleto no tiene pie de imprenta y su original lo consultamos en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús).

9 Henrico RAMIÈRE. Compendium Instituti Societatis Jesu Praepositorum Generalium responsis et auctorum sententiis illustratrum. Tolosae, (1896) 395-396.

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Ministros, si los consintieren comenzar o comenzados los disimularen, y no nos dieren cuenta en la primera ocasión.10

Definidos en forma definitiva los esfuerzos indianos, se iniciaba la segunda fase que culminaba con la revisión y aprobación romana del proyecto. 2. Las tramitaciones fundacionales

No hemos podido precisar la fecha en que se iniciaron las gestiones fundacionales, pero debieron ser tempranas. En 1643 escribía el Provincial del Nuevo Reino: “Hase deseado hallar en muchas ocasiones, ocasión para entrar y morar en ella [Mompox], si quiera por vía de hospicio: y aunque se ha intentado, no se ha conseguido”.11 La cronología que manejamos hasta el momento es la siguiente: En la Congregación Provincial de 1636 se elevó a la consideración del P. General de la Compañía de Jesús la apertura de residencias en Mompox, Trujillo, Maracaibo y Caracas cuando se hubieran cumplido los requisitos estatuidos.12 En 1638 le escribía el Visitador, Rodrigo de Figueroa, al P. Jerónimo de Tolosa quien solicitaba la fundación en la ciudad venezolana de Trujillo que, dada la escasez de recursos humanos, no se podía pensar en nuevos proyectos y añadía: “Más importaba la fundación o una residencia en Mompox, y por falta de gente no la intento”.13 Pero sería la Congregación Provincial de 1642 la que juzgó conveniente que el Provincial estableciera en Mompox una hospedería mientras se recibiese la autorización para proceder a una fundación de acuerdo con las normas eclesiásticas y civiles.14 En la cuaresma del año 1643 fue enviado desde el Colegio de Cartagena a Mompox el P. Marcos González junto con el H. Francisco Martín a fin de realizar en la ciudad una misión que sirviera para renovar el espíritu religioso de la sociedad momposina.15 10 Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias. Mandadas a imprimir y publicar por la Magestad Católica del Rey don Carlos II. Madrid, Ivlian de Paredes (1681) 10. 11 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Zaragoza (1645) 135-136. 12 Las actas de la Congregación en: ARSI. Congregationes Provinciales, 64, fols. 260 y ss. La respuesta sobre las fundaciones: Doc. cit., fol. 276v. Una síntesis puede verse en Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 430-431. 13 APQu. Leg. 3. Carta del P. Visitador Rodrigo de Figueroa al P. Miguel Jerónimo de Tolosa, Rector de Mérida… Santafé, enero 3 de 1638. 14 ARSI. Congregationes Provinciales, 71, fol. 186. 15 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, II, (1957) 151-152.

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Desde que los seguidores de Ignacio de Loyola se afincaron en 1604 en la ciudad de Cartagena, sus hombres desplegaron una incansable labor de penetración religiosa para despertar la conciencia cristiana en comunidades de las regiones circundantes de la Guajira, Urabá y Antioquia.16 Así en 1606 había misionado el P. Luis Perlín extensas regiones de la Guajira desde Santa Marta a Río Hacha.17 En 1613 los PP. Antonio de Viena y Juan de Cabrera desarrollaron idénticas funciones en Valledupar18 y unos años después, desconocemos los nombres de los actores, predicaron en Santa Marta toda la cuaresma y después de bordear la Sierra Nevada se dirigieron a Valledupar y posteriormente a Río Hacha.19 En 1608 también misionaron las tierras mineras de Zaragoza y Remedios los PP. Francisco Perlín y Alonso de Sandoval y su acción duró cinco meses.20 Como es de suponer, los jesuitas tenían que ser conocidos en Mompox tanto a través de las expediciones que remontaban el río Magdalena rumbo a Bogotá y Quito así como por los “misioneros” que cíclicamente visitaban las tierras de Antioquia. En la Semana Santa de 1643 se presentaron en la ciudad el P. Marcos González y el H. Francisco Martín. Es curioso anotar que mientras el sacerdote seguía el ritmo pautado para sus sermones a la población de habla castellana, el H. Martín, que era buen conocedor de la lengua de Angola, explicaba el catecismo en su propio idioma a la colonia negra de esclavos que era muy numerosa.21 El éxito cubrió las expectativas prefijadas y ciertamente se llevó a cabo toda la programación que requerían estos actos. Y a pesar de que el cronista le dedica bastantes páginas a lo que podríamos denominar la “misión”, sin embargo su pluma se fija mucho más en los efectos positivos producidos en los habitantes de la ciudad que en las técnicas utilizadas.22 16 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 332-336. 17 La carta del P. Luis Perlín puede verse en: ARSI. Perú, 13. Letras annuas de la Provincia del Perú, desde el año 1607. Las firma el P. Sebastián Hazañero. 18 ARSI. N. R. et Q., 12-II. Annua della Provincia del Nuovo Regno di Granada, dell’anno 1615. La carta está fechada en Santa Marta el 30 de marzo de 1614. 19 Gabriel MELGAR. Letras anuas, 191-196. 20 Alonso de SANDOVAL. De instauranda Aethiopum salute. El mundo de la esclavitud negra en América. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1956) 570. Sobre los autores, véase: José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2004. 21 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Za-

ragoza (1645) 137. El nombre del Hermano lo da Mercado (Historia de la Provincia, II, 152).

22 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno

de Granada, 135-143. Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia, II, 151-159 trae una síntesis del texto de Melgar.

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Un indicador de la participación urbana en los actos religiosos lo refleja la procesión final: Iban lo primero los niños de la escuela, con los pendones y un santo Cristo; luego se seguían los morenos, que eran muchísimos; después iba el Padre acompañado del Vicario y clerecía, y de los republicanos del pueblo; y después de todos iban las morenas y indias, tantas en numero, que quitaban la vista con el polvo, que hacían, de manera, que no bastando la Iglesia para los muchos, que acudían se hubo de escoger la plaza.23

La pacificación social que produjo la “misión” tuvo su expresión en el apaciguamiento de los bandos que dividían tanto la vida ciudadana momposina como la familiar.24 Según Pedro Salzedo los jesuitas dieron ejemplo de vida pues vivían de limosna y habitaban una “incómoda casita” ubicada en la Calle Real de Medio “en la parte nombrada de Nuestra Señora de Covadonga, que es entre las callejuelas de la Choperena y las Tres Cruces”.25 Las reacciones fueron en general positivas y así surgió el deseo de que los ignacianos fundaran un colegio en la villa. Y el Cabildo de la ciudad, tras la abnegada acción espiritual de los dos jesuitas, se hizo portavoz del clamor popular. Solicitadas las autorizaciones jurídicas procedió el P. Marcos González a presentar a los cabildantes una Real Cédula dada en Valladolid el 30 de diciembre de 1602 en la que el monarca español escribe “… Y por la presente doy licencia a los religiosos de la dicha Compañía para que puedan fundar en el dicho Nuevo Reino de Granada sin embargo de cualquiera orden en contrario”.26 La Carta Anua no especifica la ubicación de los terrenos, pero debía ser un lugar privilegiado pues lo denomina “tan acomodado, y tan en medio del lugar” que había sido pretendido por muchos. Por esta razón el cabildo lo tasó en “dos mil reales de a ocho”. Pedro Salzedo describe con precisión la posición del inmueble que “es el mismo que aún existe en la plaza conocida comúnmente con el nombre de Plaza de la Compañía,

23 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada, 137. 24 Gabriel MELGAR. Letras anuas, 136: “Estaba esta villa muy llena de bandos, y todos han cesado: el primer Viernes de cuaresma predicó el Padre el sermón del amor de los enemigos… porque las cabezas de la república estaban encontradas se unieron…”.

25 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox. Cartagena, Tip. Democracia (1938) 50.

26 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito…, II, 155. El texto completo de la cédula puede verse en: Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1956) 52-53. También en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 80.

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que ha sido llamada también con el del Santo Titular del Colegio; el cual edificio es el que ahora sirve de Casa Municipal”.27 También debió el Colegio poseer su puerto propio en las márgenes del río, pues ya en 1696 recibieron a los misioneros que venían de Europa para el Nuevo Reino y Quito en el “puerto que llaman de la Compañía”.28 Hay que destacar que la generosidad inicial de los momposinos logró que se alcanzara la suma de “casi tres mil” pesos con lo cual se pudo comenzar la edificación y “hoy [1645] están sacadas diez y ocho varas de cimientos, como fue forzoso venir el Padre a esta Ciudad de Cartaxena, no se ha podido proseguir, pero ay muchas esperanzas de mucho bien”.29 La primera piedra se colocó el 25 de abril, festividad de San Marcos evangelista y con “asistencia de todo el pueblo se cantó una misa solemne” bajo una ramada improvisada. Después “abrió un pedazo de cimiento sobre el cual se había de fabricar la iglesia y empezando a echar piedra y cal…”.30 El colegio podemos afirmar que se inició el 22 de junio de 1643. Al día siguiente se tuvo el acto literario que consistió en dos oraciones, “una en verso castellano y otra en lengua latina”. Y su lectura estuvo a cargo de dos jóvenes momposinos: los hermanos Cipriano y Gregorio de Salcedo Raimoroso. Y el propio Rector, Marcos González, se encargó de la docencia de las humanidades.31 Sin embargo, no llegó la paz como se podría pensar después de los buenos oficios que prestó el P. Marcos González al saneamiento social y espiritual de Mompox. No hay que olvidar que la sociedad momposina al mediar el siglo XVII vivía fraccionada en dos grandes parcialidades que no daban reposo a la población, pues como afirma su cronista “desde su principio ha estado esta pobre tierra condenada a crueles divisiones e inquietudes y las ruinosas consecuencias de las enconadas diferencias que en todo tiempo han desavenido frecuentemente a sus moradores”.32 Esta conducta social la percibió el P. Mercado cuando escribió que “los que habían solicitado con amor la fundación pretendiesen demolerla con empeño”. En efecto, el cabildo comenzó a alegar que la real cédula presentada por los jesuitas no tenía validez. Y el P. Marcos González que ya vivía en Cartagena tuvo que redactar “un parecer muy 27 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 51.

28 Archivo de la Provincia de Toledo. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 8.

29 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada, 142. 30 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia, II, 155.

31 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito…, II, 156. 32 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 49.

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docto que aprobaron los letrados de aquella ciudad y los señores del cabildo eclesiástico”. Pero en 1651 el licenciado Ambrosio de Arévalo Cedeño, teniente general de la Provincia de Cartagena, proveyó un auto “por el cual nos reintegró la posesión” y el cabildo momposino tuvo que obedecer.33 En 1666 se levantaba otra tempestad de mayores proporciones pues involucraría la buena fama de un acaudalado hombre de negocios de la ciudad. Don Bartolomé Lázaro de Corcuera, consciente de las “necesidades que causaba la suma pobreza” del colegio, decidió dotarlo con una suma de “cuyos réditos pudiesen sustentarse los sujetos”.34 El 18 de julio de 1664 se comprometía por escritura pública a entregar a la Compañía de Jesús 35.000,00 patacones si se le reconocía como fundador y patrón del colegio. El ofrecimiento fue aceptado por el Rector, Luis de Palencia.35 El 14 de septiembre de 1666 se procedió con la solemnidad de estilo a investir a don Lázaro en su carácter de fundador y así “se le puso en nuestra iglesia silla, tapete y cojín” y el Provincial Hernando Cavero “le entregó una vela como fundador”.36 Ese mismo día “un vecino de la villa constituído en dignidad” escribió al gobernador de Cartagena para notificarle que “la acción que se había hecho con el fundador había sido desacato a su majestad y contra el patronato real”.37 Cassani escribe que esta acción “encendió los zelos de algunos sus iguales aunque no tan dadivosos” quienes “pusieron demanda jurídica de abuso, por haber dado el Patronato, y tratar como patrón a don Bartholomé, quando el Patrono debía ser solo del Rey, en virtud de la Real Cédula”.38 La reacción oficial fue inmediata: mandato de prisión contra don Lázaro y reapertura de la duda sobre la validez de la real cédula presentada por los jesuitas en 1643. El pleito fue llevado a Santafé en 1668 y los jesuitas ganaron el pleito y el gobernador de Cartagena (don Antonio Vergara y Azcárate39) mandó obedecer la ejecutoria a la que tuvo que someterse el cabildo.40 33 Pedro de MERCADO. Historia del provincia…, II, 163. 34 Pedro de MERCADO. Historia del provincia…, II, 164.

35 El texto de la donación reposa en: ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 149 y ss. 36 Pedro de MERCADO. Historia del provincia…, II, 164. 37 Pedro de MERCADO. Historia del provincia…, II, 164. 38 Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Estudio preliminar y anotaciones al texto por José del Rey, s. J. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1967) 114.

39 Julio C. VERGARA Y VERGARA. Don Antonio de Vergara y Azcárate y sus descendientes. Madrid, I (1952) 23-37. 40 Pedro de MERCADO. Historia de la provincia…, II, 164.

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3. Los jesuitas en la vida de la ciudad

A pesar de estos incidentes, los jesuitas del colegio prosiguieron en su deseo de insertarse plenamente en la ciudad como correspondía a su alta función educativa, espiritual y social que les imponía la forma de actuar de la Compañía de Jesús. De la inserción de los ignacianos del Colegio en el acontecer de la biografía de Mompox nos han llegado muy pocos relatos y en general a través de fuentes distintas a la de la Orden de Ignacio de Loyola. Pero tuvieron que ser frecuentes en una ciudad de comercio intensivo, de creciente prosperidad y conflictividad no controlada. Una ocasión excepcional se produjo con ocasión de haber reaparecido una violenta peste que castigó a Mompox por esos años. Ya en 1639 había sufrido una epidemia desconocida41 y en 1651 se recrudeció ese terrible azote y “derribó a muchos de sus vecinos”.42 El P. Cristóbal de Cotriño, Rector del Colegio, se le vio día y noche “andar por las calles buscando los enfermos para consolarlos y servirlos; y víctima del contagio que adquirió recibiendo el anhélito de los apestados que auxiliaba… expiró santamente”.43 Este acto de servicio heroico lo llevó al sepulcro el 5 de mayo de 1652.44 Otro dato curioso es el que nos ofrece la visita del P. Hernando Cabero en febrero de 1667 al colegio de Mompox. Como la villa no tenía un reloj público que diera las horas para la población, el Provincial dejó a la comunidad un reloj de arena que marcara las distribuciones de la comunidad.45 Con todo, es preciso añadir el testimonio de Salzedo del Villar quien observa que posteriormente colocaron en la torre de la iglesia “el magnífico reloj público, que venciendo la acción del tiempo, subsiste todavía en el mismo punto, en servicio de la ciudad”.46 Lo curioso es que el famoso reloj sirvió “de gobierno a esta villa” aun después de expulsados los jesuitas en 1767 y ello ocasionó desavenencias sobre su propiedad tras el exilio de los ignacianos.47 41 Manuel LUCENA SALMORAL. Nuevo Reino de Granada. Real Audiencia y Presidentes. Tomo II: Presidentes de Capa y Espada (1628-1654). Bogotá, Ediciones Lerner (1967) 253.

42 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 160.

43 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 52.

44 ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 23v.

45 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 81-82.

46 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 52.

47 ANB. Temporalidades, 3, fols. 319-319v.: “Otrosí, se nota que aunque se halla Ynventariado el Relox grande que sirve de gobierno a esta villa, como bienes pertenecientes a este Colegio, atendiendo a que a tiempo de la ocupación de las temporalidades hizo oposición el año de sesenta y siete ante el Juez Executor Doctor Don Andrés de Madariaga a nombre del Muy Ylustre Cabildo Justicia y Reximiento de esta dicha Villa, su Procurador General que entonces

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En 1711 formaba parte de la comunidad el maltés Juan Francisco Riccio (1659-1744).48 No se puede negar que este jesuita era un hombre audaz, decidido, aventurero y letrado. Se había distinguido en Bogotá por su preparación en las disciplinas humanísticas tanto que el propio General de la Compañía de Jesús le había escrito al Provincial del Nuevo Reino resaltando “el cuidado grande con que le procura el Padre Francisco Ricci su Maestro [de Retórica en la Universidad Javeriana], ejercitándoles en oraciones y panegíricos de todo género; es un ornamento grande de las Provincias el que tengan sujetos ventajosos en estas buenas letras, y así estimo a V. R. el cuidado de haber puesto Maestro tan cuidadoso y que tanto se desvela por sacarlos aventajados”.49 Sin embargo, su biografía posterior no deja de ser pintoresca, pues desde Tunja se fue a Europa sin permiso de nadie y habiendo regresado al Nuevo Reino pronto se vería inmerso en problemas como los que produjo en Mompox don Gaspar de Castilla. Al gobernador de Cartagena le habían llegado denuncias de ser Mompox un centro activo de contrabando de mercancías y para investigar los posibles delitos se envió desde la Perla del Caribe al teniente general y auditor de guerra don José Francisco Madrigal Valdés. Como suele acontecer en estos casos, siempre existe una connivencia silenciosa entre los contrabandistas y ciertos estamentos de la sociedad. Al enterarse los culpables de la venida de la autoridad no sólo huyeron sino que propalaron la especie de que venía a destruir la villa.50 No tuvo tiempo Madrigal Valdés sino de refugiarse en el hospital de San Juan de Dios en donde la plebe enfurecida y al grito “Viva Felipe V y muera el mal gobierno” lo sacaron medio desnudo y gracias a la protección de los religiosos lo remitieron a Cartagena. La reacción oficial fue inmediata y el gobernador envió tropas para someter a los sublevados y encargó de la investigación a don Gaspar de Castilla. Pero el poder municipal en tiempos de la colonia era grande y el Cabildo momposino dio orden de arrestarlo. Y aunque se había refugiado en el Colegio de los jesuitas, fue sacado a la fuerza e internado en la cárcel.

era Don Ramón del Corral y Castro, se ha omitido incluirlo en este extracto, y se advierte para la determinación que en el asunto corresponda darse por los Señores Presidente, y Vocales de la Junta Municipal fecha ut supra”. 48 José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus profesores. Bogotá (2004) 55. 49 APT. Leg. 132. Cartas de Padres Generales, fol. 86v. Carta del P. Thyrso González al P. Diego Francisco Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1692. 50 Todo el episodio puede verse en: Ernesto RESTREPO TIRADO. Gobernantes del Nuevo Reino de Granada durante el siglo XVIII. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires (1934) 28-32.

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Ante esta nueva agresión contra la autoridad legítima cartagenera reaccionó el P. Riccio, hombre de mucho mundo, quien les hizo saber a los agresores que habían incurrido en excomunión por haber violado el derecho de asilo de que gozaba la Iglesia. De esta forma fue puesto en libertad y enviado a Cartagena. No paró ahí el asunto e intervino la Real Audiencia de Santafé que ordenó fueran remitidos a la corte las cabezas del motín. Pero la gente de la ciudad decidió declarar traidor al que apoyase estas nuevas decisiones de la justicia real. Afortunadamente para los bravos momposinos, la llegada del nuevo Presidente don Francisco de Meneses logró calmar los ánimos.51

51 Un resumen en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 133-134.

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Mompox: Colegio provinciano de Indias

En diversas oportunidades en este libro hemos hecho referencia al ideario fundamental de la Compañía de Jesús que consistía en insertar el Nuevo Reino en la Europa cultural, científica, social y católica. Y para lograr estos ideales se sirvió de dos grandes proyectos: el primero fue la Universidad Javeriana. El segundo consistía en sembrar el mismo ideal en las principales ciudades de la Audiencia, y más tarde Virreinato, y lo llevó a cabo mediante un revolucionario sistema educativo-formativo como fue el colegio indiano. ¿Pero, cuál fue el aporte de la Compañía de Jesús a las ciudades y pueblos neogranadinos en los que logró insertarse? El modelo original y exitoso desarrollado en el Colegio Máximo de Bogotá sirvió de inspiración a cada ciudad neogranadina para que, en la medida de sus posibilidades, aceptara el reto de imitar el cúmulo de proyectos llevados a cabo por la Universidad Javeriana o de superarlos. En verdad, comprender la historia de la Academia de San Francisco Javier es clave para poder entender y explicar el significado de las actividades de los jesuitas coloniales en la geografía colombiana. Para los javerianos neogranadinos fue la Academia de San Francisco Javier su arquetipo ideal como punto de referencia en su conciencia ideal, simbólica o imitativa. De esta manera, cada hijo de San Ignacio, cada colegio, cada rincón misional, cada hacienda reiteraba un modelo creador que invitaba no sólo a la imitación sino al riesgo de la superación. El colegio de provincia en Indias, se reducía al mínimum requerido para poder lograr los fines fundamentales de la educación.

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1. La estructura organizativa

La estructura del colegio indiano descansaba generalmente sobre cuatro personas. El Rector, responsable local de la vida escolar por él presidida. El Profesor de Gramática que atendía permanentemente la marcha de las aulas. El Procurador del colegio que iría adquiriendo dimensiones desorbitadas por los capitales y riesgos que debía correr para el mercadeo de los productos. Y el Prefecto de Iglesia, encargado del fomento de los ministerios encaminados a la práctica de las virtudes cristianas no sólo de los alumnos sino también de los feligreses que acudían al templo jesuítico. Desde un punto de vista institucional y legal, la “máquina religiosa” era responsabilidad del Prefecto de Iglesia; la “máquina educativa” reposaba sobre el Director de Estudios (auténtico administrador de la empresa académica); la “máquina económica” descansaba sobre el Procurador (verdadero gerente de la empresa); y todos gozaban de funciones claramente diseñadas y delimitadas.1 Mas, en definitiva, todas esas fuerzas dependían legalmente del Rector, genuino presidente de la corporación y por ende a él competían las decisiones finales –dentro del ámbito de su competencia limitada– en todos los campos de las administraciones. Dentro de la Compañía de Jesús la estructura del poder decisorio reposaba sobre tres niveles distintos: el local, representado por el Rector; el provincial (que abarcaba toda una extensa demarcación geográfica llamada Provincia) presidido por el Provincial; y el romano que, dentro de la concepción monárquica de la Compañía de Jesús, se centraba en el poder, prácticamente omnímodo, del Prepósito General. Paralela a esta jerarquía de poder institucional se erigía la de los Procuradores (de cada domicilio, de cada Provincia y el General). Su poder era gerencial y estaba sujeto a la aprobación final bien del Rector del Colegio, bien del Provincial del Nuevo Reino, bien del P. General (en Roma) según la dimensión de las sumas de dinero en juego.

Regulae Societatis Jesu. Romae (1590) 176-189.

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Consulta de la casa

Admonitor

Rector

Espiritual

Comunidad

Colegio

Iglesia

Hacienda

Profesor de humanidades

Prefecto de la iglesia

Procurador

Academia

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Ministerios

Administrador

Confesores

Predicadores

Congregaciones

Figura 1 Organigrama de la estructura organizativa de un Colegio indiano

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El Rector

La cabeza visible de la obra total del colegio indiano era el Rector. Por ello en sus respectivas reglas se le recuerda que debía preceder a todos con el ejemplo.2 Mucha importancia atribuía la Compañía de Jesús de comienzos del siglo XVII a las costumbres tanto comunes al cuerpo universal de la Orden como a las específicas de cada provincia y casa.3 El esfuerzo unificador llevado a cabo por el P. Claudio Aquaviva y sus consiguientes consultas a todas las provincias esparcidas por el mundo representan la búsqueda de una identidad jesuítica que debía prevalecer sobre continentes, razas e ideologías. Ello explica el compromiso que asumía cada Rector frente al futuro de una orden religiosa nueva que se había extendido tan rápidamente por el universo conocido. Pero como el cultivo de la vida espiritual de la comunidad jesuítica era el único medio válido para llevar adelante los ideales tanto religiosos como culturales, educativos y económicos del colegio, al Rector le correspondía mantener con ilusión y entrega la respuesta personal y comunitaria de cada uno de los integrantes de su jurisdicción.4 En la vida práctica era muy difícil que el Rector se moviera con igual competencia en las tres áreas de acción del colegio; lo lógico era que su gestión fuera más directa en el templo y en el colegio y más a distancia cuando se trataba de las haciendas. Sobre el Rector recaía la responsabilidad inmediata y última de la buena o mala marcha del plantel educativo. Además, debía asumir las principales funciones del Prefecto de Estudios. Debía fomentar el entusiasmo del Profesor de Gramática5 para mantener vivos los programas educativos y evaluar cada mes con el docente el desarrollo del curso.6 Asimismo debía asistir a los ejercicios literarios prescritos7 para garantizar su buen éxito. También tenía que presidir la entrega de los premios,8 estímulo para inculcar la búsqueda de la excelencia. Y expresamente se le impone que funcione la Congregación Mariana9 de la que hablaremos más adelante.

Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 20.

Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 4.

Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Reglas 21, 22, 24, 25.

Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 20.

Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 18.

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 3.

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 14.

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 23.

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El Prefecto de Estudios era el gestor directo e inmediato del funcionamiento académico del colegio a su cargo. Debía conocer a fondo la Ratio Studiorum10 a fin de poder exigir su cumplimiento. Pero en los colegios pequeños todas las funciones encomendadas al Prefecto las asumía el Rector. Su gestión contemplaba: coordinación del profesorado; las admisiones y promoción de los alumnos; la supervisión de los exámenes y ejercicios literarios; y la disciplina. En cuanto a los docentes, comenzaba por hacer guardar las Reglas correspondientes a los Profesores,11 visitar las clases para tomar conciencia de su funcionamiento,12 verificar los calendarios,13 controlar el pensum, que estaba referido en la Gramática del P. Manuel Álvarez14 y en Retórica a la del P. Cipriano Soarez;15 y velar por el prestigio y autoridad del profesorado.16 También debía supervisar el variado mundo de los ejercicios literarios: las declamaciones mensuales,17 las disputas de clases,18 las Academias,19 así como los premios públicos o privados.20 Finalmente debía cuidar de la disciplina del colegio, tanto dentro del aula como en los espacios que configuraban el recinto escolar.21 En definitiva se puede considerar que el Rector era el responsable directo de la buena marcha del colegio así como también el garante de la disciplina religiosa de todos sus moradores jesuitas. Pero, por otro lado, no se puede olvidar que la entidad a él adscrita formaba parte de un todo parcial como era la provincia del Nuevo Reino y en este sentido debía cumplir con normas que eran obligatorias para todos los planteles educativos.

10 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”. Regla 4. 11 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 4. 12 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 6. 13 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 7. 14 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 8. 15 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 13. 16 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 4. 17 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 32. 18 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 33. 19 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 34. 20 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Reglas 35 y 36. 21 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Reglas 43 y 44.

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Mas, para evitar cualquier desviacionismo, Ignacio de Loyola había previsto la necesidad de que el Rector fuera asesorado por la denominada “Consulta domus”22 y vigilado por el Admonitor.23 Los consultores eran nombrados por el P. Provincial24 y su misión principal se dirigía a ayudar con su consejo al Rector para que el colegio obtuviera los mejores frutos.25 Su norte debía ser el bien común.26 Si el caso lo ameritara podían remitir su opinión al superior mediato.27 También debían escribir cíclicamente al Provincial y al General las relaciones que estatuía la “Formula scribendi”.28 El Admonitor lo elegía el Provincial.29 Su misión consistía en advertirle al Rector de aquellas cosas que la mayor parte de los consultores juzgare oportuno hacerle ver o reflexionar y de aquellas otras relativas a la persona o al oficio dignas de ser tenidas en cuenta.30 Para mejor cumplir con su oficio debía poseer copia de todas las órdenes que los Provinciales dejaban al colegio “para que él pueda celar su observancia”.31 En la Provincia del Nuevo Reino estaba determinada la “Forma para haçer la entrega de un Collegio a su sucesor quando un Rector acaba su oficio”.32 Se trata de un cuestionario pormenorizado acerca de la gestión rectoral durante el trienio de su mandato, cuyo texto debía ser firmado por la autoridad saliente y la entrante.33 El Profesor de Gramática

El Profesor jesuita que se vinculaba al campo de la enseñanza de las humanidades era un profesional académico que había cursado tanto

22 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 14. 23 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Rectoris”. Regla 15.

24 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Provincialis”. Regla 25.

25 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Consultorum”. Regla 1.

26 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Consultorum”. Regla 2. 27 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Consultorum”. Regla 7.

28 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Consultorum”. Regla 10.

29 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Provincialis”. Regla 25. 30 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Admonitoris”. Regla 3.

31 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso: y deven guardarse en el Archivo. Fol. 41. 32 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso: y deven guardarse en el Archivo. Fols. 19v-20v. 33 Comienza con las entradas habidas desde la última visita del Provincial y si no hubiere habido visita desde el tiempo que entró en el oficio. Segundo: Descargos que da por el libro de gastos. Después “se saca el alcançe que se haçe diçiendo de que proçede”. Deudas que debe el colegio: a quiénes y de qué. Deudas que deben al colegio: de quiénes y de qué. Rentas, censos, estado de las haciendas, etc. Debe dar cuenta de las alhajas de la Iglesia y Sacristía “por su libro”, así como de la librería, despensa, cocina, refectorio

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la Filosofía como las Letras en Universidades o Centros especializados, además de haberse capacitado en Seminarios prácticos en las técnicas de la pedagogía adoptadas por la Orden. Esta última exigencia se definió en 1565 en la Segunda Congregación General34 y se consagró definitivamente en la Ratio Studiorum de 1599: Para que los maestros de las clases inferiores no lleguen imperitos a enseñar, en los colegios de que suelen sacarse los maestros de letras humanas y de gramática, el Rector elija a alguno muy perito en enseñar con el que se reúnan al fin de los estudios tres veces por semana durante una hora los que están cercanos a ser maestros, para ser preparados al nuevo magisterio; y ello hágase alternativamente preleyendo, dictando, escribiendo, corrigiendo y desempeñando otros oficios del buen profesor.35

Pero a todas estas premisas hay que añadir otra, sin la cual se perdería la perspectiva real de la imagen del profesor jesuita: el magisterio surge, no solo como una profesión, sino además como una misión específica y especial en la que no existe divorcio alguno entre su consagración al quehacer cotidiano en el colegio donde presta su servicio y sus ideales religiosos e intelectuales, porque su espíritu corporativo había entendido que la semilla se sembraba individualmente pero el fruto cosechado hacía referencia a la comunidad. La biografía del Profesor estaba enmarcada en el trabajo continuado: el estudio, la preparación de las clases, la dedicación a los alumnos y el cumplimiento de las demás normas de la Ratio Studiorum. Su dedicación docente era exclusiva: Diariamente debía dictar 4 horas de clase: dos por la mañana y dos por la tarde,36 de acuerdo con los programas prescritos y plasmados en las disposiciones educativas vigentes. También debía atender personalmente a la variada gama de los ejercicios previamente programados, los cuales podía cambiar “con tal de que se conserven los mismos enteramente y por los mismos espacios de tiempo en las reglas de cada maestro”.37 El pensum anual debía cumplirse a cabalidad y era controlado por el Prefecto de Estudios.38

34 PACHTLER. Ratio Studiorum et Institutiones Scholasticae Societatis Jesu per Germaniam olim vigentes collectae concinnatae dilucidatae a G. M. Pachtler S. J. Osnabrueck, Reproductio phototypica editionis 1887-1894 (1968) I, 75. 35 Ratio Studiorum. “Regulae Rectoris”. Regla 9.

36 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 14. 37 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 15. 38 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”, 5.

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Su empeño fundamental debía cifrarse en seguir los pasos de cada uno de sus alumnos y buscar el mejor aprovechamiento.39 Tenía que controlar diariamente los ejercicios de la memoria,40 la entrega de composiciones las que debía corregir “con cada uno de los alumnos”41 y poner especial cuidado en preparar la prelección.42 Cíclicamente tenía que llevar a cabo los ejercicios extraordinarios, como concertaciones, etc.43 Y finalmente tenía que observar, a través de su Catálogo, la evolución intelectual de cada discípulo.44 El entusiasmo y la alegría debían ser sus constantes distintivos45 y junto a la dulzura y a la paciencia debía exigir la asiduidad de los jóvenes a clase,46 el silencio y la modestia47 y la guarda de las reglas.48 La disciplina la “conseguirá más fácilmente con la esperanza del honor y del premio y con el temor de la vergüenza, que con los golpes”.49 Y en cuanto a los castigos, impone la Ratio: No sea precipitado al castigar, ni demasiado en inquirir: disimule más bien cuando lo pueda hacer sin daño de alguno; y no sólo no golpee él mismo a nadie (porque eso debe hacerlo el corrector), sino absténgase de ultrajar de hecho o de palabra; y no llame a nadie sino por su nombre o apellido; en vez de castigo será a veces útil añadir algo literario fuera de la tarea ordinaria.50

Y la última Regla del Profesor de las clases inferiores concluye con estos sabios consejos: No desprecie a nadie, mire bien por los estudios tanto de los pobres como de los ricos y procure especialmente el adelanto de cada uno de sus escolares.51

39 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 50.

40 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 19.

41 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 20-21. 42 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 27-30. 43 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 31. 44 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 38. 45 Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”, 20.

46 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 41.

47 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 43.

48 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 39.

49 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 39.

50 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 40.

51 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de las clases inferiores”, 50.

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La misión del Profesor

Pero la concepción del Profesor no se agota en las normas de la Ratio sino que supone una intensa vida ascética inspirada en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. La tradición pedagógica de la Compañía de Jesús concebía al maestro como una célula inserta en el sistema educacional, y a la vez un átomo generador de los principios de la Paideia: autoridad, actividad y adaptación. En la práctica, quien personificaba los ideales educativos expuestos más arriba era el profesor y a su responsabilidad inmediata se encomendaba la transmisión y difusión de los valores en ellos contenidos. Así pues, no es de extrañar que hayan sido los escritores ascéticos de la Orden quienes más han insistido en las virtudes definitorias del maestro. La universalidad de esta doctrina la confirma el escritor neogranadino, el P. Pedro de Mercado (1620-1701), cuyo influjo en la formación de los jesuitas del Nuevo Reino en la segunda mitad del siglo XVII fue decisivo. ... pero viniendo a lo particular, puede el Maestro ejercitarse en las virtudes siguientes, entre las cuales vaya primero la caridad, como su Reina; ame a sus discípulos en Dios, por Dios y para Dios; y su amor, en las demostraciones exteriores, sea igual para con todos, no singular para con ninguno. Por tener oficio de alumbrarlos, desterrando las tinieblas de su ignorancia, debe ser como el sol, que no se singulariza con ninguno, sino que a todos igualmente alumbra y calienta. Pero si el Maestro es sol de otro hemisferio, y al uno alumbra con los rayos de su enseñanza, y al otro no; y si calienta a aquel con el calor de su caridad, y a los demás no, qué se ha de seguir sino la envidia, las quejas y la murmuración de los que no se ven tan favorecidos. Ponga gran solicitud en la enseñanza de sus discípulos... les leerá con claridad, los corregirá con blandura, las hará ejercicios con fervor, les preguntará con cuidado y les responderá con apacibilidad, que a todo esto obliga el considerar que Dios le ha entregado a sus discípulos y que la Virgen le ha hecho Maestro de sus hijos adoptivos. Con qué solicitud se aplica uno al Magisterio de un hijo de un Rey, o de un gran Señor? Pues aún con mayor cuidado se debe aplicar el Maestro a la enseñanza de los pobres y de los ricos, porque son hijos adoptivos del Rey del Cielo y de la Reina de los Ángeles. Tenga paciencia para sufrir las molestias que trae consigo la enseñanza de los que fueron rudos. No se exaspere cuando hay alguno de tardo ingenio, que Dios no le dio más. Haga su diligencia para desbastarlo con amor y tendrá con el rudo más mérito, que con la enseñanza de los más ingeniosos ... Oiga las quejas de los discípulos con sufrimiento y apacigüe con

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sagacidad sus rencillas. Que la paz hará que su aula sea un cielo, y la caridad que sean ángeles sus discípulos.52

Otro escritor ascético, el P. Antonio Le Gaudier (1572-1622), hacía las siguientes reflexiones sobre el tema del profesor: Es menester que los adolescentes tengan mucha estima de sus maestros y hagan mucho caudal de su valer. Porque esta estima les apremia interiormente, sobre todo cuando se añade el amor, a cumplir en todo la voluntad de los que los dirigen. Razón por la que todo maestro debe esforzarse por conseguir este predicamento. Mas como ya hemos dicho a propósito del amor, se ha de tener cuidado en no complacerse en la popularidad. La reputación no es más que un medio; su valor moral depende del fin que se quiere alcanzar.53

En esta dirección dedica varios párrafos en los que insiste que el crédito es el fruto de las cualidades y virtudes, y se aumenta con la fama de sabiduría, pues los alumnos veneran a los profesores capaces de instruirles bien. En definitiva, se exige un hombre perfecto, de virtudes sólidas, prudente y discreto.54 Pero, también es necesario clarificar cómo se inserta la figura del Profesor en medio de los tres grandes principios que rigen la pedagogía ignaciana. La autoridad, concebida como un servicio a la institución educativa para garantizar tanto los ideales de la Ratio Studiorum, como los métodos que deben observarse para conseguir el fin propuesto y el perfecto orden que exige la complicada estructura de profesores, alumnos y programas. La adaptación, para hacer flexibles los métodos y procedimientos de tal manera que el objetivo final, el hombre, se pueda realizar en sus coordenadas espacio-temporales específicas. Y la actividad, conditio sine qua non, para que el hombre de la pedagogía ignaciana se constituya en el artífice de su propia vida como fruto de una opción nacida del criterio adquirido a lo largo de sus años de formación. El alma de toda esta “fábrica”55 era la autoridad concebida verticalmente, la cual debe regular las relaciones estamentales: las externas,

52 Pedro de MERCADO. Práctica de los ministerios eclesiásticos. Compuesto por el Padre Pedro de Mercado de la Compañía de Jesús. Sevilla (1676) 238-239.

53 A. LE GAUDIER. De natura et statibus perfectionis. Pars V, sectio XVI, cap. VII. Citado por François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 119-120. 54 Ibidem.

55 Hemos adoptado el concepto de «fábrica», sacado del manuscrito del P. Ignacio Julián (Biblioteca Nacional de Colombia. Sección de Libros raros y curiosos. Ms. 17, fol. 17v):“... es mucha fábrica un hombre; y ejercita muchas acciones sobre todas las cuales tiene derecho la política, y en las del noble no perdona ninguna con tal autoridad”.

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mediante la normativa de la Ratio, y las internas por la disciplina religiosa de una corporatividad que se rige por la obediencia. Este nexo entre autoridad y obediencia sólo es válido y eficiente cuando la obediencia es concebida como una virtud y no como mera disciplina. Así, el sentido de corporación en el que fue educado el jesuita, hacía que cada miembro fuera responsable de la consecución del objetivo final y total de la Compañía de Jesús mediante el cumplimiento fiel de su deber asignado, pues para él la obediencia, libremente aceptada, significaba un servicio, un estar siempre preparado para cualquier misión, para trabajar donde y en el puesto en que la institución necesitare la respuesta del súbdito. Volviendo al tema principal, no es de extrañar que la Ratio Studiorum se pronuncie por la resultante de una cuádruple unidad: de dirección, de profesor, de método y de materia. En otras palabras: la Ratio exige un cuerpo de profesores formados en la misma escuela, imbuidos de los mismos principios, con unos objetivos comunes que deben ser adquiridos por los mismos medios. Pero en relación con el alumno el Profesor debía adquirir otro tipo de autoridad: La autoridad –escribirá el P. Juvencio en 1703- es cierta fuerza de mandar, de prohibir, de gobernar. Se la obtiene, o por derecho, o por habilidad. No basta de ordinario que el derecho la conceda si no vienen en su ayuda la habilidad y el talento.56

Tres medios propone Juvencio para conseguir este fin: el aprecio, el amor y el temor. El aprecio sincero de los alumnos lo conseguirá el profesor por su cultura y su piedad. La cultura se demuestra dominando “profundamente la materia que debe enseñar” y “no diga nada que no lo haya limado y trabajado”. Y la piedad se manifestará en las buenas obras.57 El segundo medio radica en procurar el amor de los alumnos, y el profesor lo conseguirá … si lo ven deseoso de su provecho, moderado, dueño de sí mismo, no suspicaz ni crédulo, sino tan amable y humano en privado como serio y grave en público, siempre ecuánime e igual con todos, no más amigo de unos, ni demasiado familiar; tardo en castigar ...Admita de buena gana las causas que pueda haber para

56 José JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar. Florencia, 1703. (Citaremos siempre por la versión castellana que publicamos en La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 741). 57 José JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar, 741.

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perdonar o disminuir el castigo (...), que la culpa sea cierta y bien conocida, y si es posible, que el culpable la reconozca y confiese.58

El tercer medio para conseguir la autoridad lo constituye el temor filial. Por eso, el maestro debe mandar poco pero con rectitud “que exige lo mandado con constancia y prudencia”. El laxismo y el rigorismo deben ser suplantados por la comprensión y la rectitud. La pedagogía ignaciana exige que se haga uso del poder con blandura y moderación.59 Uno de los mejores intérpretes de la primigenia mentalidad pedagógica de la Compañía de Jesús fue sin duda el P. Antonio Posevino (1533-1611).60 En su libro De cultura ingeniorum apela al testimonio de la historia y de la psicología para probar el principio de adaptación. Siendo la naturaleza humana la misma, los talentos son tan diversos que consecuentemente hay que aceptar, a nivel cualitativo, selección y masa. De ahí la importancia que asigna a la necesidad de conocer la capacidad de cada alumno para poder adaptarse a él. De esta suerte escribirá: Así como los elementos que engañan a la vista por la semejanza de su color blanco, como son la sal, azúcar, la harina, la cal, se distinguen sobre todo por el gusto, así las naturalezas que nos engañan con sus apariencias comunes no pueden ser conocidas sino por un examen detenido de su carácter íntimo.61

Si la autoridad debe oscilar entre la firmeza y la suavidad, la adaptación se moverá entre el rigorismo y el laxismo. Para su explicación hay que recurrir a los escritores ascéticos, como a los mejores intérpretes de la vida unitaria que debe surgir de la conjunción de la virtud y las letras. El P. Antonio Le Gaudier (1572-1622) puntualizaba sobre estos antagonismos: Se cae en rigorismo: 1º cuando se dan lecciones, composiciones o tareas demasiado largas o difíciles; 2º cuando las cosas fáciles se imponen a muchachos faltos de talento, de la memoria o de la ciencia necesarios; 3º si se les habla en términos demasiado duros, desalentados o desalentadores, inspirados por el capricho; 4º si se exige la lección o el tema para un tiempo fijo, sin tener cuenta con las legítimas excusas de la familia o el muchacho; 5º si de buenas a primeras 58 José JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar, 741-742.

59 José JUVENCIO. Método para aprender y para enseñar, 743. CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 121-123. 60 Mario SCADUTO. “Possevino, Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3201-3203.

61 Antonio POSEVINO. De cultura ingeniorum. Cap. XIX. Citado por François CHARMOT. Ob. cit., 134.

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no se quieren oír las excusas presentadas con razón, sino que se las tiene por mentiras; 6º si con la misma severidad se tratan las faltas graves y las ligeras; 7º si nos mostramos suspicaces, incapaces de rectificar una impresión desfavorable, si somos avaros de elogios y pródigos en reprensiones; 8º si mostramos desestima hacia un alumno y costumbre de interpretar torcidamente todo lo suyo; 9º si no conocemos más que la rigidez de los reglamentos y olvidamos la flaqueza de la niñez; 10º si las órdenes son oscuras, equívocas y dan pie a confusiones y a castigos imprevistos; 11º si negamos a carga cerrada los permisos solicitados con justa razón; 12º si damos por ciertas las faltas dudosas, etc.

Se cae en el laxismo cuando: no se hace caso más que de escándalos y faltas graves; el que para mostrarse suave no hace caso ni de la modestia, ni del comedimiento, ni del silencio; el que a fuerza de mirar la humana flaqueza, acaba por juzgar los males con excesiva indulgencia; el que reprende, pero, para evitar molestias o pequeñas protestas se abstiene de castigar; el que por amistad sensible o por complicidad, tolera que ciertos alumnos falten a la disciplina; el que so pretexto de bondad no se hace respetar; no menos que el tímido que no toma a pechos la observancia del reglamento; el maestro ligero que se distrae y se porta con los alumnos como un camarada.62

El tercer principio se denomina actividad. Su concepción se basa en la continua y progresiva práctica del alumno en aquellos ejercicios que paulatinamente le ejerciten la memoria, le despierten la inteligencia y la formen la voluntad. En el fondo del sistema subyace una verdadera teleología: el ejercicio programado para alcanzar la formación integral del hombre. El Prefecto de Iglesia

El templo significaba una actividad tan importante como la del colegio, pues en el ideal ignaciano ambas entidades se debían complementar. Así pues, el Prefecto de la Iglesia venía a ocupar un papel paralelo al que desempeñaba el Prefecto de Estudios para el colegio. En último término era el responsable no sólo de que el culto y los oficios religiosos adquirieran vitalidad e incluso esplendor sino que además debía responder por el orden y por la consecución de los altos fines ascéticos y espirituales que se proponía la Compañía de Jesús en cada domicilio.

62 Citado por François CHARMOT. Ob. cit., 121-122.

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Por ello, las Reglas correspondientes debían servir de norma y de guía.63 Las formas de comunicación para los jesuitas residentes en el colegio se ceñían a que los sábados se hacía público en el comedor el cronograma de la semana y se colocaba en la sacristía, por escrito, la información correspondiente.64 Con respecto a los sacerdotes debía verificar si observaban sus respectivas Reglas y si cuidaban de su porte exterior;65 si disponían de las debidas licencias para confesar y si se acomodaban a las exigencias de los ritos de la liturgia romana.66 También debía celar porque se cumpliera lo estipulado por el fundador de la Orden acerca de la gratuidad de los ministerios y en consecuencia los sacerdotes no podían recibir limosnas ni por decir misa ni por oír confesiones67 y tampoco se permitían en la iglesia ni las alcancías ni ningún tipo de arca que permitiera depositar cualquier tipo de limosna.68 Aunque las reglas no bajan a detalles sobre los ministerios concretos, sin embargo precisa su obligación en procurar que no faltaran confesores en el templo69 así como la planificación de los sermones y de las lecciones sacras.70 Entre las obligaciones materiales permanentes sobresalen el conservar decentemente el Santísimo Sacramento,71 renovar anualmente los santos Oleos así como custodiar las reliquias de los santos en un tabernáculo ad hoc,72 y en fin procurar el ornato necesario para todo lo relativo al culto divino.73 El Procurador

Podríamos definirlo no sólo como el asesor del Rector en asuntos financieros sino como el verdadero gerente de la “máquina económica”. Su actividad, de acuerdo con las Reglas del Procurador, se desglosaba en dos capítulos: la contabilidad y la administración. Entre las sugerencias de política económico-administrativa, las Reglas son parcas pero precisas. Se parte del principio de que la responsabilidad, 63 Regulae Societatis Jesu. Romae, MDXC, 146-151: “Regulae Praefecti Ecclesiae”. 64 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 2 y 3.

65 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 12. 66 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 13.

67 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 14.

68 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 15.

69 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 26.

70 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 23 y 24.

71 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 16. 72 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 18

73 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti Ecclesiae”. Regla 19.

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cuidado y aumento de los bienes materiales constituye la principal misión del Procurador.74 Para ello se le encomienda la práctica de tres consejos: asesorarse en los asuntos delicados con los peritos más idóneos;75 llevar con toda exactitud los libros de contaduría y archivo; e informar al Rector mensualmente del estado del balance y de la caja.76 En las compras se le recomienda que se lleven a cabo en el tiempo oportuno “a fin de que no se obligue a comprar las que no sean muy buenas o que no tengan precio equitativo”77 y una vez comprada la mercancía debía vigilar para que se conservase en buen estado.78 Y dentro de este esquema administrativo debía tomar cuenta al comprador cada día de los gastos efectuados y obligarle a llevar un Diario.79 En relación al complicado mundo de los arrendamientos, contratos, contracción de deudas, o cualquier otro negocio de importancia, debía actuar con delegación del Rector80 y de acuerdo con el informe de los peritos más idóneos.81 Además, tenía la obligación de recordarle al Rector que, en los contratos de mayor importancia, debía remitir éste una copia autenticada a Roma.82 Finalmente, si había necesidad de recurrir a litigios judiciales se le advertía al Procurador que, antes de emprender el pleito, hiciera lo posible por llegar a un avenimiento o arreglo amistoso; y si esto fuera imposible, debía intentar siempre “una justa concordia”.83 En todo caso, los juicios debían ser llevados por procuradores externos.84 En lo que se refiere a la vida comunitaria, los “Usos y costumbres de la Provincia del Nuevo Reino” estipulaban la igualdad de todos los miembros de cada una de las comunidades jesuíticas expandidas por el Nuevo Reino. Así por ejemplo, en lo relativo a los viáticos de los que

74 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 1 y 11.

75 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 17. 76 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 4.

77 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 9. 78 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 10. 79 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 8.

80 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 13. 81 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 17.

82 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 21.

83 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 16.

84 Regulae Societatis Jesu. “Reglas del Procurador”. Regla 15.

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eran destinados a un colegio o residencia se fijaba tanto la dotación personal85 como lo relativo a los viajes.86 Con todo, una serie de circunstancias muy específicas hicieron que la figura del Procurador adquiriese entre nosotros características muy singulares. Lo apartado de las haciendas, las ausencias para la búsqueda de mercados a fin de colocar los productos, el contacto con otros comerciantes, el volumen de ventas, etc. contribuyeron a que la realidad del Procurador adquiriera día a día mayor autonomía y por ende las relaciones Rector-Procurador tuvieran a veces que regirse por la vía impositiva de la obediencia. Tres figuras jurídicas netamente diferenciadas en el derecho y en la historia de la Compañía de Jesús en Latinoamérica durante el período hispano intervienen en la administración de los bienes de cada domicilio: el Ministro, el Procurador y los Administradores de haciendas. Pero un cargo tan delicado como es el del manejo de los bienes temporales es lógico que no fuera usual en la mayoría de los sacerdotes jesuitas cuya formación insistía fundamentalmente en los valores espirituales y en la formación humanística. Por eso puede llamar la atención que en diversas oportunidades fueran Hermanos coadjutores cualificados los que desempeñaran tal oficio. En una acción tan universal como era la que desarrollaba la Compañía de Jesús en todo el mundo era lógico que existieran severos controles. La espiritualidad del colegio y el P. Espiritual

El fervor espiritual del colegio tenía que traducirse en la buena marcha de todas las instituciones que en él funcionaban. De ahí la importancia que tenía la visita del P. Provincial cada trienio ya que significaba una auditoría espiritual y material tanto de cada uno de los integrantes del plantel así como también de todas las obras que funcionaban en la entidad Colegio. El alma de una comunidad jesuítica antigua era el P. Espiritual. Debía ser hombre maduro, de probada experiencia ascética, conocedor

85 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso: y deven guardarse en el Archivo. Fol. 23v-24: “El Colegio de donde sale, le dará el vestido interior y exterior y el manteo, sombrero, bonete y sobrerropa que tuviere dicho sujeto, de manera que pueda servirle todo deçentemente un año sino fuere necesario mejorarlo conforme al tiempo y lugar y la salud del que camina (...) y de la ropa blanca le dará tres camisas, tres pañuelos, tres escofias, tres pares de escarpines, dos pares de medias y dos pares de zapatos, jubón y calçones acomodados al tiempo y lugar a donde va”. 86 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas. Fol. 25v.: “14. Al que fuere de Santafe a Merida se le daran tres mulas fletadas y pagadas; veinte y cuatro panes; cuatro cajetas de conserva; quatro quesos, un quarto de carnero y treinta pesos en plata”.

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del Instituto de la Compañía de Jesús,87 versado en la lectura de libros espirituales88 y experto en analizar los movimientos en que se debaten las almas.89 Era el encargado de que el ideal ignaciano se concretase en cada uno de los miembros del colegio mediante el fiel cumplimiento de las reglas para conseguir la realización tanto espiritual como humana de cada uno de los jesuitas.90 Su acción pedagógico-espiritual era personal con cada sujeto y consistía en la dirección del mundo del espíritu y de la conciencia. Su objetivo se centraba en que cada dirigido espiritual alcanzara la familiaridad con Dios y el convencimiento de que el cumplimiento de sus obligaciones era el mejor servicio de Dios.91 Para ello debía estimularlo, o corregirlo, o ayudarlo para que el proyecto de vida diseñado en los Ejercicios Espirituales adquiriera vida mediante los diversos modos de oración, el continuo examen, la práctica ininterrumpida de las virtudes y la lucha contra los afectos desordenados.92 2. La organización económica

El estudio de la “máquina económica” que sustentó y movilizó la acción educativa, misional, social, económica, religiosa e intelectual de la Compañía de Jesús en el continente americano, se ha convertido en los últimos tiempos en un novedoso e interesante tema de investigación dentro de la historia social latinoamericana.93 La Compañía de Jesús partía del supuesto de que la “máquina económica” debía garantizar, fundamentalmente, un triple objetivo. En primer lugar, la gratuidad de la enseñanza que se impartiera en sus aulas; en segundo término, facilitar todos los medios para la construcción y mantenimiento del colegio e iglesia con las consiguientes dependencias anexas; finalmente, debía proporcionar subsistencia al equipo humano, siempre reducido en Indias, encargado de llevar a cabo la educación integral exigida por la Ratio Studiorum. Consecuentemente, es fácil comprender que los jesuitas excogitasen los medios financieros más eficaces a fin de

87 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”. Regla 1. 88 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”. Regla 5.

89 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”. Regla 6.

90 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”.

91 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”. Regla 2.

92 Regulae Societatis Jesu. “Regulae Praefecti rerum spiritualium”. Reglas 3 y 4.

93 Magnus MORNER. The Political and Economic Activities of the Jesuits in the La Plata Region: The Absburg era. Estocolmo, 1955. Germán COLMENARES. Las haciendas de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada. Siglo XVIII. Bogotá, 1969. Edda SAMUDIO. Las haciendas del colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. Mérida, 1985.

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garantizar la eficacia y la calidad en la realización de sus obras y en el rendimiento de sus hombres. El punto de partida de toda institución docente jesuítica indiana consistía en la creación de una verdadera Fundación cuyo soporte financiero suponía una verdadera empresa, de cuyo incremento dependía en gran parte el florecimiento cultural del plantel, así como la dotación de todo el universo de sus dependencias auxiliares. Sin embargo, este punctum a quo conlleva dos premisas de cuya comprensión depende en gran parte la recta interpretación del hecho económico llevado a cabo por los seguidores de Ignacio de Loyola en el Nuevo Mundo. En primer lugar, la legislación de la Compañía de Jesús estipulaba muy sabiamente que cada colegio constituye un ente económicamente autónomo e independiente.94 De esta suerte era corriente encontrar, dentro de una misma Provincia, obras sólidamente financiadas mientras que otras llegaban a padecer verdadera necesidad y penuria. Como contrapartida, los miembros de la Orden no podían ser adscritos de forma definitiva a ninguna casa en concreto y consiguientemente podían ser trasladados de domicilio libremente por el Provincial (autoridad máxima dentro de cada demarcación geográfica o Provincia). En segundo término, la realidad económico-social de cada continente donde laboraba la Compañía de Jesús (Europa, Asia y América) era esencialmente distinta; de ahí que la criteriología ignaciana de la adaptación a los tiempos, condiciones locales y personas imprimiera en el área económica la misma flexibilidad que en otros campos de acción. De esta suerte se explica que en tierras de Indias las Fundaciones no pudieran concebirse como fruto de grandes capitales (como sucedía en Europa), sino como un esfuerzo más, en un mundo en construcción, en el que la agricultura constituía prácticamente una de las pocas fuentes seguras de producción. Así fueron naciendo las grandes haciendas, al unísono con el esfuerzo de los hombres e instituciones que laboraban en la nueva América. De esta forma, antes de incoar un colegio se debía crear una Fundación, de la que surgiría después una empresa; una vez estructurada ésta, comenzaba a funcionar la máquina económica de cuyos frutos dependía la prosperidad académica y apostólica del plantel. Pero conviene dejar fuera de toda duda que la “empresa” –a pesar de haber jugado en muchas ocasiones un papel importante en el quehacer jesuítico americano– fue siempre un medio que sirvió para crear, sustentar, promover, incrementar y realizar los fines superiores 94 Constitutiones Societatis Jesu et Epitome Instituti. Romae (1943), nº 503, Apartado, 3.

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inherentes a los ideales de la Compañía de Jesús. En otros términos, el criterio de empresa en lo económico hay que encuadrarlo dentro de la concepción jerarquizada de “apostolado”, como un factor dependiente y subsidiario. La documentación de que disponemos hasta el momento es bastante deficiente en lo referente a órdenes y criterios para manejar las haciendas en el Nuevo Reino. Sin embargo, sí se trasluce alguna información suelta que en el fondo se ajustaba a lo estatuido en las Reglas del Procurador.

Prepósito General (Roma)

Consejo de asistentes (Roma)

Prepósito Provincial (Bogotá)

Consulta de Provincia (Bogotá)

Rector (Mompox)

Consulta del Colegio (Mompox)

Procurador General de Indias (Madrid)

Procurador (Mompox)

Administrador (Mompox) Figura 2 Organigrama de estructura administrativa de un Colegio indiano

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En el provincialato del P. Francisco Antonio González (1720-1723) parece que las licencias que se tomaban los Administradores en la gerencia de las haciendas frente al Rector y Procurador de ellas llevó al Provincial a tomar medidas severas para corregir el abuso. Hace referencia el Provincial en su escrito a una orden del R. P. Juan Pablo Oliva, Prepósito General de la Compañía de Jesús, del 30 de agosto de 1673, de donde saca las siguientes conclusiones: “Lo 1º. No pueden dar ni disponer de cosa alguna sin licencia de sus superiores. Lo 2º ni pueden hacer gastos extraordinarios, v. gr. edificios, rancherías, nuevos y costosos entables y cosas semejantes sin licencia de los superiores. Lo 3º pueden y deben hacer aquellos ordinarios que ya se sabe son necesarios para llevar adelante las haciendas en sus cultivos, etc. y para la manutención de sus personas en la vida común de religiosos”. Más adelante ordena y manda en precepto de santa obediencia a todos los Padres y Hermanos administradores de nuestras haciendas y a sus sustitutos (aunque lo sean por breve tiempo) que en los libros de recibo y gasto, que para esto deben tener en las haciendas, apunten y escriban no solamente todas las cantidades recibidas y gastadas, sino también de dónde procedieren los recibos (sean de frutos de arrendamientos, de envíos de los colegios o de cualquiera otra vía), que con ocasión de su administración o industria se hayan adquirido, y asimismo en qué se gastaron las cantidades gastadas y que dos veces al año den cuenta a sus Superiores de dichos recibos y gastos, para que vistas y examinadas por ellos, les conste lo que se hace en las haciendas y puedan corregir lo que en esta parte juzgaren menos acertado.95 3. La organización académica 3.1 El pensum

La Ratio Studiorum contempla para los cursos inferiores cinco clases o años: Ínfima, Media, Suprema, Humanidades y Retórica96. Los tres primeros años se dedicaban al aprendizaje de la Gramática. El cuarto se consagraba al estudio de las Humanidades, es decir, a preparar el camino para la elocuencia mediante el conocimiento íntimo de la lengua, el estudio de la teoría del estilo y la progresiva adquisición de la erudición.97 En el quinto 95 ANB. Temporalidades, t. 18, fols. 812-813. Algunos ordenes y preceptos para los Padres y Hermanos administradores de nuestras haciendas intimados por el P. Francisco Antonio Gonzalez, Provincial de esta Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno. En este mismo legajo reposan interesantes informaciones sobre algunas haciendas de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino.

96 Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 12 & 1.

97 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1.

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año se culminaba con la Retórica, la cual suponía la adquisición de la perfecta elocuencia mediante el estudio del arte retórico y poético y de una cultura integral.98 En una ciudad provinciana era materialmente imposible poder aspirar a tal desideratum ya que no hubiera habido ni profesores suficientes, ni alumnos abundantes. Esta situación explica que debía ser bastante oneroso para el Profesor tener que atender simultáneamente los diversos estamentos de estudiantes. Pero viniendo a las prescripciones curriculares de la Ratio debemos aclarar que la legislación escolar hacía referencia expresa a dos textos fundamentales: la Gramática del P. Manuel Álvarez99 y la Retórica del P. Mario Soares.100 Sin embargo, con el correr del siglo XVII observamos que también se recurre a los autores locales, regionales o nacionales: así los franceses adoptaron los Commentarii Grammaticae de Despauterio, los italianos querían mantener el libro de Coudret De primis latinae grammatices rudimentis libellus101 y en España Felipe III ordenó por real cédula del 8 de octubre de 1598 la imposición del denominado Arte Regio, una reedición de Nebrija a cargo del P. Juan de la Cerda cuyo título fue Aelii Antonii Nebrixensis de Institutione Grammaticae libri quinque, jussu Philippi III. Hispanarum Regis Catholici nunc denuo recogniti.102 Y por citar otro ejemplo concreto, en el colegio de Zaragoza se introdujo para la lectura de los alumnos medianos, junto con el Nebrija, la Syntaxis de Torrella.103 También en el Nuevo Reino debió imponerse a la larga el “Arte de Antonio” pues en 1689 lo exigía a los estudiantes de humanidades de la Universidad Javeriana el visitador, P. Diego Francisco Altamirano.104 Sin embargo, el programa de los estudios gramaticales de la Ratio recurre, como acabamos de mencionar, a la obra del jesuita portugués. En Ínfima se debe regir por el Libro I y una breve introducción de la sintaxis extractada del Libro II. En Media, el Libro II, desde la construcción de las ocho partes de la oración hasta la construcción figurada, 98 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 1. 99 Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 23.

100 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1. 101 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, II, 1261-1263 donde recoge numerosas ediciones del libro.

102 F. OLMEDO. “Humanismo”. Miscelánea Comillense. Santander (1949) 48.

103 Bernabé BARTOLOMÉ MARTÍNEZ. “Las cátedras de gramática de los jesuitas en las universidades de Aragón”. En: Hispania Sacra, 34 (1982) 48. 104 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso: y deven guardarse en el Archivo. Fol. 53: “7. La sylaba y poesia. Teniendo bien sabida y entendida con toda perfeccion la syntaxis y copia de los nombres y verbos con sus casos y la ortographia, todo como esta en el Arte de Nebrixa...”

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amén de los apéndices más fáciles. Y en Suprema: del Libro II, de la construcción figurada hasta el fin y del Libro III, la métrica.105 Es interesante una opinión sobre el método utilizado por el P. Manuel Álvarez: El método de Álvarez es muy cuidadoso y se diferencia claramente por la crítica del famoso Despauterio entonces en boga. Examina atentamente los ejemplos y las reglas de los antiguos y de los nuevos gramáticos, confronta sobre sus mismas obras los pasajes de los autores citados y obtiene de su lectura nuevas reglas y nuevos ejemplos. Supera en la elegancia, según dice Gaspar Sciopio, a todos los gramáticos antiguos y modernos. Este mérito ya le es reconocido por la provisional Ratio Studiorum de 1586 que afirma: ‘Si quid... in syntaxi latinum, purum, tutum, elegans optari potest, id non ex aliis grammaticis, quia ea de re vel falso, vel impropie, vel barbare praeceperunt, sed ex Emmanuele [Manuel Álvarez] petendum videtur’. Es un método racional: expuestas brevemente las reglas, añade en cursiva, para los profesores, apéndices y comentarios llenos de observaciones y espigaciones históricas, filológicas, pedagógicas; denota estudio intenso y escrupuloso, lectura cuidadosa y minuciosa de los autores y gramáticos, erudición singular. En la sintaxis expone claramente las reglas más difíciles y con excepciones. Es una gradación de dificultades: las reglas comunes las acomoda a la capacidad de todos los estudiantes; en cambio los apéndices los reserva para los escolares más capaces y preparados y para los profesores. Toda la gramática comprende tres libros: etimología y morfología, sintaxis y prosodia. Sólo la morfología está intercalada con hexámetros de utilidad mnemotécnica, el resto en prosa. Más tarde Torsellino, en su reelaboración romana, le insertará versos también a la prosodia; versos que frecuentemente se le atribuyeron erróneamente al texto de Álvarez.106

Con respecto a las humanidades y retórica, si bien es verdad que se hace alusión al P. Mario Soares107 también se remite a la Retórica de Cicerón y a la Retórica y Poética de Aristóteles.108 Dentro del plan neogranadino de estudios debemos llamar la atención sobre el hecho que los jesuitas no patrocinaron de forma institucional el es105 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 8 & 2. 106 Emilio SPRINGETTI. “Storia e fortuna della grammatica di Emmanuele Alvares S.J.”. En: Humanitas. Coimbra, vols., XIII-XIV (1962) 283-304. Citado por: Ignacio OSORIO ROMERO. Floresta de gramática, poética y retórica en Nueva España (1521-1767). México (1980)134.

107 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1. “Reglas del Prefecto de los estudios inferiores”, 13. 108 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 1.

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tudio del griego. Así se desprende de las mismas ordenaciones internas de la Provincia del Nuevo Reino relativas a la enseñanza. También confirma este fenómeno el jesuita italiano Felipe Salvador Gilij, quien realizó sus estudios de Teología en Bogotá y en 1784 escribía –desterrado en Roma- su opinión sobre los estudios superiores del virreinato novogranadino: ... yo hubiera deseado más para el cultivo de los buenos talentos de los hispanoamericanos: geometría, por ejemplo, historia natural, historia eclesiástica, griego y hebreo, filosofía menos sutil, teología más erudita.109 Director de estudios

Profesor de Humanidades

Formación Moral

Formación Académica

Formación para la excelencia Academia

Doctrina Cristiana Congregación Mariana

Prelección

Ejercicios

Repetición

Iglesia Inmediata Mediata Traducción

Repetición

Composición

Concertación

Creación

Declamación

Semanal

figura Organigrama de formación del alumno en un Colegio indiano

109 Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Bogotá, IV (1954) 284.

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3.2 Los textos

Ciertamente resulta una tarea bastante comprometida escribir sobre la cultura clásica en el Nuevo Reino de Granada cuando todavía no contamos con obras fundamentales que recojan la historia del humanismo clásico llevada a cabo en tierras neogranadinas. Es de admirar los esfuerzos realizados en México sobre el tema: La Floresta de gramática, poética y retórica en Nueva España (1521-1767) de Ignacio Osorio Romero.110 Para Colombia hay que reseñar la obra El Latín en Colombia de José Manuel Rivas Sacconi111 que viene a ser un primer intento para llevar adelante el proyecto para toda la época colonial. Con todo, conforme se vayan conociendo y publicando los archivos y las bibliotecas de los colegios coloniales se podrá ir reconstruyendo la infraestructura cultural de cada institución neogranadina regida por los jesuitas. Pero antes de entrar a este análisis creemos conveniente establecer tres observaciones. Una, hace referencia a la presencia de algunos libros no usuales en las grandes urbes americanas y ello, a nuestro parecer, se debe a la acción de algunos jesuitas centroeuropeos que enseñaron gramática en Mompox o rigieron los destinos del plantel educativo. Otra, que cada profesor portaba siempre los libros de su pertenencia y ello explicaría algunas ausencias notables de obras que per se debieran reposar en los anaqueles de la biblioteca. Finalmente cada día nos convencemos más de que no todos los haberes bibliográficos, éditos o inéditos, pasaron a los inventarios que levantaron los comisarios regios el año 1767. Formuladas estas salvedades pasamos a analizar el repositorio humanístico del colegio. Varios fueron los Diccionarios fundamentales que cumplieron con la labor de consulta en las aulas jesuíticas momposinas. Antonio de Nebrija publicó por vez primera el Dictionarium latino hispanicum el año 1492 en Salamanca. El éxito alcanzado por la obra llevó al autor a adjuntarle un suplemento en 1495 intitulado Interpretación de las palabras castellanas al latín. A ambas obras se les solía encuadernar juntas y se

110 México. Universidad Nacional Autónoma de México, 1980. Para una mejor información bibliográfica del tema puede verse, del mismo autor: Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1979. 111 Bogotá, Publicaciones del Instituto Caro y Cuervo, nº. 3, 1949.

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les conocía con el nombre genérico de Vocabulario de Antonio.112 En el colegio de Mompox reposaba el Vocabulario español-latino.113 Un papel muy importante jugó tanto en España como en América el Compendium Latino-Hispanum114 de Pedro de Salas (1584-1664).115 Viene a ser un resumen de los principales autores manejados en las aulas jesuíticas. Llama la atención la existencia de un Diccionario Latino Gálico del que no hemos podido identificar sus datos editoriales por ser tan escuálida la información.116 Si dejamos de lado la literatura clásica, también hay que hacer referencia al Vocabulario español e italiano de Lorenzo Fanciosini117 y al Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa de Francisco Sobrino.118 Otro libro de consulta importante fue el Diccionario Geographico de Lorenzo Echard.119 Más curioso es el haber de las gramáticas a la hora de examinar el fondo bibliográfico de que disponía la biblioteca del colegio.

112 Ignacio OSORIO ROMERO. Floresta de Gramática, poética y retórica en Nueva España (1521-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México (1980) 54-55. 113 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0019: Antonio de NEBRIJA. Vocabulario español-latino. Salamanca, circa 1495, primera edición.

114 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0021. Pedro de SALAS. Compendium Latino-Hispanum, utriusque linguae quasi lumen. Quo Calepini, Thesauri Henrici Stephani, Antonij Nebrisensis, Nizolij, Patris Bartholomaei Bravo, atque omnium optimae notae Authorum labores, et lucubrationes, perspicua brevitate continentur, illustrantur, clarescunt. Universis rudioris, et politioris disciplinae studiosis non modo perutile, et accommodatum, sed maxime necessarium. Addimus verba Sacra, et eminentissimi viri P. Joannis Ludovici de la Cerda nostrae Societatis adversariis diligenter excerpta. Propria etiam Hebreaorum nomina Latino et Hispano reddita sermoni, ut jam ad utrumque idioma capiendum nil ultra desiderandum esse videatur. Per Patrem Petrum de Salas e Societate Jesu... Antuerpiae, 1724. Varias ediciones.

115 José ESCALERA. “Salas, Pedro de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3467. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VII, 448-451. El P. Salas escribió el Thesaurus poetarum Continens Syllabarum quantitatem omnium et totam versificandi rationem: Epitheta Illustrium Poetarum phrases. Valladolid, 1616 y Barcelona, 1631. Pero hay que confesar que su obra fue prolífica: Quien desee revisarla puede consultar el Catálogo razonado del P. Uriarte, nº 405, 2158, 3587, 3676, 3677, 4508, 5470, 5997. 116 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0087. Dos en 8° Bocabulario Español, e Ytaliano.

117 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0033. Lorenzo FRANCIOSINI. Vocabulario español e italiano. En Venetia, por el Barezzi, 1645.

118 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0143. Francisco SOBRINO. Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa. Dos partes en dos tomos en cuarto, marca mayor; pergamino, nuevos. Por Francisco Sobrino. En Bruselas con aprobación, 1751. 119 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0024. Lorenzo ECHARD. Diccionario Geographico, o descripcion de todos los Reinos, Provincias, Yslas, Patriarchados, Obispados, Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades imperiales, Puertos, Fortalezas y otros lugares considerables de las quatro partes del mundo escrito en inglés por Lorenzo Echard, traducido en francés por Mr. Vorgier y en castellano por don Juan de la Cerna. Dos tomos. En Madrid con aprobación y licencia. Año de 1750.

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Con respecto al arte latino nos llama la atención que no reposara en el colegio de Mompox la Gramática del P. Manuel Álvarez (15261582)120 recomendada por la Ratio Studiorum.121 La obra de este jesuita portugués pasó a ser la fuente obligada de consulta en la docencia de la lengua del Lacio y de su edificio gramatical había que partir para elaborar los pensa de las diversas clases de los planteles jesuíticos.122 Sin embargo, debemos destacar la existencia de tres obras fundamentales a la hora de explicar la gramática. En primer lugar, el famoso libro de Erasmo De copia verborum123 que no fue usual en el dominio de los alumnos de los jesuitas porque siempre fue tenido como autor peligroso por su heterodoxia.124 La segunda se refiere al Rationarium temporum125 de Denis Petau (1583-1652)126 jesuita francés que se distinguió por el dominio de las lenguas y de la historia aunque también fue un gran teólogo. Y la tercera pertenece a Horacio Torsellino (1544-1599)127 reconocido latinista que compuso una gramática que sintetizaba la del P. Manuel Álvarez a la que añadió en hexámetros las reglas de la prosodia latina. En Mompox se conservaba las Particulae latinae orationis.128 Existe otro libro cuyo autor no hemos podido identificar pero que se refiere más bien a la poética latina: se trata de Explicacion de la Sylaba.129 Con respecto a la enseñanza de la retórica podemos afirmar que, aunque no es abundante la bibliografía, sin embargo sus textos eran selectos.

120 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, I, 233-240.

121 Ratio Studiorum. «Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores». Regla 8. 122 Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 23.

123 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0110. ERASMO. De copia verborum, et rerum libri duo. Compluti, 1525.

124 Ignacio OSORIO ROMERO. Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México (1979) 31.

125 Denis PETAU. Dionysii Petavii Avrelianensis e Societate Iesv. Rationarivm temporvm in partes dvas, Libros tredecim tributum... (Parisiis), Sebastianus Cramoisy, Typ. 1641.

126 John Patick DONNELLY. “Petau (Petavius), Denis”. Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 3113-3114. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VI, 599-603. 127 Mario ZANFREDINI. “Torsellino (Torsellini), Orazio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMINGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. IV, 3827. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 138-157. 128 Orazio TORSELLINO. Particulae latinae orationis ab Horatio Tursellino collectae. Patavii, Ex Typographia Seminarii, Apud Jo. Manfré, 1742. [Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0115]. 129 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 183. Posiblemente se refiera a: Explicacion de la Sylaba, con las reglas de las ultimas Sylabas: Generos de versos, y pies en verso heroyco. Con Licencia. En Cordoba en la Imprenta de Don Juan Rodriguez de la Torre, Calle de la Librería.

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El primer libro que debemos citar es la famosa Prosodia bononiensis del P. Juan Bautista Riccioli (1598-1671),130 una personalidad muy singular pues dedicó su vida al cultivo de las ciencias astronómicas y enseñó matemáticas aplicadas, filosofía y teología. En 1639 publicó su erudita Prosodia bononiensis131 cuyo texto arreglaría el profesor de Villagarcía Juan Andrés Navarrete y aparecería con el título de Prosodia Villagarciense.132 Consta de dos partes: en la primera introduce un catálogo, por orden alfabético, de más de cuarenta mil palabras con su correspondiente cualificación de breve, larga o común; en la segunda añade otro índice mucho más breve de palabras cuyas cuantidades discuten los eruditos. También gozó de mucha popularidad el Novus Candidatus133 del jesuita francés Francisco Pomei (1618-1673)134, que vino a reemplazar la retórica del portugués Cipriano Soarez, aunque al decir de Dainville guarda el espíritu de la primera mitad del XVII.135 Completarían el cuadro de este ramo de la enseñanza de las humanidades dos pequeñas obras que recoge el Inventario: la primera versa sobre, al parecer, la retórica y la poesía136 y la segunda debe tratarse de algún entremés o cosa por el estilo muy usual en las aulas jesuíticas.137 Para completar la formación humanísitica es interesante anotar la presencia de obras históricas que servían de marco y complemento al estudio de las humanidades. Como una ayuda para las clases de la literatura latina la Ratio Studiorum contemplaba que era necesario recurrir a la denominada “Prelección” que

130 Thomas F. MULCRONE. “Riccioli, Giovanni Battista”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª. DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3353. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque…, VI, 1796-1805. 131 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0127. Juan Bautista RICCIOLI. Prosodia bononiensis reformata et ex duabus tomis in unum ab ipso authore redacta. P. Joanne Baptista Ricciolio Societatis Jesu. Un tomo nuevo en octavo; pasta. En Venecia con permiso, 1707. La primera edición es de Bolonia, 1639. 132 J. B. RICCIOLI. Prosodia Villagarciensis in duos indices tributa, et ex ea quam Joannes Baptista Ricciolus e Societate Jesu fusiorem scripsit excerpta. Villagarsiae, 1762.

133 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0179. Francisco POMEY. Novus Candidatus Rhetoricae altero se candidior comptiorque, non Aphthonii solum Progymnasmata ornatius concinnata, sed Tullianae etiam rhetoricae praecepta clarius explicata, repraesentans, studiosis eloquentiae candidatis: Accessit nunc primum dissertatio de Panegyrico; Auctore P. Francisco Pomey. Lugduni, Apud Antonium Molin, MDCLXXII: POMEY. Novus candidatus Rethoricae cum descripta tomi de panegirico. Author P. Francisco Pomey Societatis Jesu. Un tomo en octavo; pergamino, bien tratado. En Antuerpia con privilegio, 1721.

134 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VI, 871-900; IX, 778; XII, 672. 135 François de DAINVILLE. L’éducation des jésuites. París (1978) 194.

136 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0137: “Un cuaderno de Retorica, y Poecia”. 137 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0138: “Otro quaderno. Reveses al Estudiante pregunton”.

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constaba de seis pasos: la lectura del texto; la formulación del argumento; la explicación literal; el análisis gramatical; el entorno de la erudición o comentario y por último la referencia a los modelos culturales. Así se interpretan los libros históricos que reposaban en la Biblioteca. Desgraciadamente los copistas no incluyeron los autores y por ello se hace imposible identificarlos. Disponemos de tres títulos distintos: el primero reza Historia del Ymperio Romano;138 dos tomos pequeños de Historia Romana139 y cuatro ejemplares de Roma antigua y moderna.140 Todavía debemos incluir dos obras importantes para la comprensión de la historia y la mitología del mundo romano: el primero se asoma al horizonte simbólico y de fábula que recoge la mitología clásica a través del libro del P. Francisco Antonio Pomei Historia fabulosa de los dioses;141 el segundo se centra en el estudio de los ritos.142 Pero la comprensión de los estudios de la literatura latina exigía para las aulas de la juventud que se formaba con los jesuitas un marco de referencia mayor como era la historia del cristianismo y por ello no faltaban en sus anaqueles los 6 tomos de la obra del P. Bernardino de Montrevil, La historia del establecimiento de la Yglesia.143 Dentro de este bloque de libros formativos habría que añadir otro que debía recoger las novedades en la cronología histórica.144 Si del mundo latino pasamos al griego, la biblioteca momposina custodiaba dos gramáticas griegas y de ninguna de las dos hemos podido identificar ni el autor ni los datos editoriales. La primera parece más

138 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0180. 139 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0099. 140 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0098: “Tres en 8°. Roma Antigua y moderna”. Y el nº. 0174 reseña: “Otro dicho Roma antigua y moderna”. 141 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0122. François-Antoine POMEY. Panteon Mytico ó Historia fabulosa de los dioses, escrita en lengua latina por el R. P. Francisco Pomey de la C. de Jesus; traducida al castellano... por D. Lorenzo Díaz de la Madrid. [Madrid], [Joachin Ibarra] 1764. 142 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0119. “Otro dicho de rito delos romanos”. Posiblemente se refiera a Willem Hendrik NIEUPOORT. De ritibus romanorum. S.l., s.n., [1723]. 143 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0191. Bernardino de MONTREVIL, (MONTEREUL). Historia de los Principios, y Establecimiento de la Iglesia, desde el Nacimiento del Messias, Hasta la muerte de todos los Apostoles. Obra sacada principalmente de los Hechos Apostolicos... Reducida a un cuerpo seguido de Historia, por el P. Bernardino de Montrevil, de la Compañia de Jesus. Y su Continuacion hasta el fin de las Vidas de los Apostoles, tomada de las Memorias Eclesiasticas de Mr. Luis Sebastian Lenain de Tillemont. La traduce del Idioma Francés al Castellano otro Padre de la misma Compañia. En Madrid MDCCLIII. Véase: Carlos SOMMERVOGEL, V, 1250-1251. J. Eug. de URIARTE. Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua asistencia española. Madrid, II (1904) 312. 144 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0047: “Otro dicho Novissima Yn cronologia”.

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resumida145 y en la segunda nos confunde la reseña del inventariador que transcribe “Universal. Gramatica Griega”.146 Lo mismo nos acontece con las dos gramáticas francesas que se guardaban en el repositorio y el Inventario se reduce a escribir: en una se dice Gramática francesa147 y en la segunda: “Otro dicho pequeño de la misma gramática”.148 Dentro del mismo concepto debemos señalar la existencia de una Gramática española y francesa en dos tomos.149 Entre los autores clásicos esenciales para la enseñanza nos encontramos en primer lugar con Cicerón. Nos parece pobre el haber bibliográfico relativo a este autor que constituía el fundamento de la pedagogía jesuítica tanto por la belleza de su estilo como por la estructura mental y moral de sus obras. En uno se recogían las “Epístolas”150, en otro los “Diálogos”151 y en el tercero los “Oficios”152. No deja de extrañar que no se citara ninguno de los discursos. Otro escritor imprescindible para el manejo del latín por parte de los estudiantes era el de Cayo Julio César y aunque el Inventario se contenta con escribir “Otro dicho Julio César” suponemos que debía referirse al clásico De Bello gallico.153 El mismo laconismo informativo se aplica a autores como Quinto Curcio (“Otro dicho Quinto Cursio”) que suponemos que se trataba de la Historia de Alejandro Magno;154 a Valerio Máximo (“Otro dicho Balerio Maximo”) cuyo texto podría referirse bien a Los nueve libros de 145 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 101. Un tomo en 4°. Gramática Griega. 146 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0111. 147 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 106 148 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 107. 149 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0178. 150 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0100. Es imposible identificar la edición: Marco Tulio CICERÓN. Epistolae Familiares Marci Tullij Ciceronis. Optimis quibusque Exemplaribus collatis, emendative: nec praetermissis interim singularum Epistolarum argumentis. Nvnc postremo P. Manutij & M. Mureti diligentia ab innumeris erroribus vindicata. Año de 1728. En Madrid. Véase: J. Eug. de URIARTE. Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua asistencia española. Madrid, II (1904) 551. 151 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0100. M. Tullii Ciceronis De officiis libri tres; Cato malor, Laelius; Paradoxa, Somnium Scipionis ex recensione Ioannis Georgii Graevi; cum eiusdem notis ut ingegris animadversionibus... Waesbergios, 1688. [Véase: Oxford, 234-238].

152 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0100. 153 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0132. Quizá podría referirse a una obra más extensa: C. Julii Caesaris de bello gallico comemtarii VII: A. Hircii de eodem liber octavus C. Caesaris de bello civili pompeiano commentarii III A. Hircii de bello Alexandrino lib. I. De bello Africano Lib. I De bello hispaniensi lib. I Cum scholiis Franc. Hotomani, Ful. Ursini, Ald. Manutii. Lugduni: Apud Bartholomaeum Vincentium, 1574. 154 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0125. Quizá se refiera a: Quinto CURCIO RUFO. Q. Cvrtii De rebvs gestis Alexandri Magni Regis Macedonvm, libri decem... Ad haec Alexandri Magni vitam ab Ioanne Monacho... Lvgdvni, apud Ioannem Frellonium, 1555.

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los ejemplos y virtudes morales155, bien a Dictorum factorumque memorabilium…;156 y a Cornelio Nepote (“Otro dicho Cornelio Nepote”).157 Más precisa es la información sobre los tres libros de las Fábulas de Esopo.158 Ciertamente nos causa un problema la entrada siguiente: “Uno dicho Epistolas de San Geronimo”.159 Durante mucho tiempo fue un modelo muy utilizado en las aulas jesuítica por su latín elegante como lo demuestra su uso en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana. En el examen de admisión (año 1669) del alumno José Ortiz Morales para acceder a la Facultad de Artes le tocó “construir” (es decir, traducir del castellano al latín) una Epístola de San Jerónimo.160 En realidad no hemos podido precisar la edición que se utilizó en el colegio de Mompox ni tampoco si el texto era en latín, bilingüe o sólo en castellano. Podemos hacer referencia a tres obras: una de Juan de Molina,161 otra de Luis López Cuesta162 y la tercera la más conocida Epistulae aliquot selectae.163 Durante la baja Edad Media y el Renacimiento se utilizaron textos selectos de los primeros siglos del cristianismo. Generalmente se suelen citar: Marco Aurelio Prudencio (348-410), Próspero de Aquitania (siglo V), San Paulino (siglo IV), Celio Sedulio (siglo V), Cayo Vetio Aquilino Juvencio (Siglo IV), Arator (siglo VI), San Jerónimo (340?-420) y San Gregorio Nacianceno (329?-389?).164 La raz ón fundamental se basaba en que había que mezclar estos autores con los latinos clásicos. Sin 155 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0117. Podría referirse a: Diego LÓPEZ. Los nueve libros de los exemplos y virtudes morales de Valerio Maximo traduzidos y comentados en lengua castellana por Diego Lopez... (En Madrid: en la imprenta del Reino: a costa de Antonio Ribero... 1647). 156 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0117. Valerii Maximi dictorum factorumque memorabilium libri IX. Interpretatione et notis illustravit Pet. Jos. Cantel, e Societate Jesu... Parisiis, apud Viduam Claudii Thiboust et Petrum Seclassan, 1679. Véase: Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, II, 690. 157 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0120. 158 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0118. Como es imposible reconocer la auténtica edición recensamos a ESOPO. Las fabulas del clarisimo y sabio fabulador Isopo a las quales agora se añadina algunas nueuas... aqui nunca vistas ni imprimidas. Con su vida, maneras, costumbres y muerte, y mas vna Table de lo que en este libro va declarado. Amberes, 1546. 159 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0063. 160 José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2004) 87. 161 Juan de MOLINA. Epistolas de San Geronymo. Valencia, apud Georgium de Castilla, 1526.

162 Luis LOPEZ CUESTA. Epistolas del glorioso doctor de la Yglesia San Geronimo: repartidas en seis libros... traduzidas en lengua castellana por Francisco Lopez Cuesta. En Madrid, por Luis Sanchez, 1613. 163 Divi Hieronymi Stridonensis Epistolae aliquot selectae in usum et utilitatem adolescentium, qui Latinae Linguae dant operam. Muchas ediciones 164 Ignacio OSORIO ROMERO. Floresta de gramática, poética y retórica en Nueva España (1521-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México (1980) 64.

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embargo, en la reforma de los estudios clásicos que se operó en España a partir de 1750 se prescindió de ellos y se volvió a la pureza original greco-romana.165 También reposaba en los anaqueles de la biblioteca un tomo de Terencio166 de quien dirá Juvencio que “es un escritor de un latín purísimo. Sin embargo, no hay que leerle si no está expurgado”.167 Entre los poetas latinos se encuentra la gran trilogía de los grandes maestros. Pero una vez más nos topamos con la escualidez de la información: de Ovidio sólo se anota “Otro tambien en 8°”;168 lo mismo sucede con Horacio169 y en el caso de Virgilio se hace referencia a dos tomos que suponemos están en latín170 y otro en castellano171 que podría ser la traducción de Diego López.172 También es posible que muchos viajeros dejaran algunos libros en señal de gratitud a la gente del colegio. Así nos encontramos con títulos como Carmina173 de Domingo Caraccioli (1683-1753)174, o las “Oraciones selectas”.175 Más enigmático es el de “Thorre flores de Ylustres Poetas”176. Suponemos que debe tratarse de un libro en latín Illustrium poetarum flores temática que fue recogida por varios autores comenzando por Quinto Horacio Flaco y publicado por Luis Sánchez. También es posible que se relacione con una producción en castellano aunque la mayoría de los títulos que conocemos guardan el esquema de Flores de poetas ilustres.

165 Francisco Xavier IDIÁQUEZ. Prácticas e industrias, para promover las Letras Humanas, con un apéndice donde se examina el método del Sr. Pluche para enseñar y aprender la Lengua Latina y Griega. En Villagarcía, En la Imprenta del Seminario, Año de 1758, 37-38: “Las Epístolas de San Gerónimo son un libro muy bueno, y el Concilio de Trento es un libro dignísimo de toda veneración, pero cada cosa á su tiempo, y en su lugar”. 166 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0126: “Otro dicho Terencio”. 167 José DEL REY FAJARDO. La enseñanza de las humanidades en los colegios jesuíticos neogranadinos (1604-1767). Bogotá (2005) 449. 168 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0141.

169 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0108: “Uno titulado Orazio”. 170 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0095: “Dos dichos de Virgilio”. 171 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0140: “Un tomito de octavo. Virgilio en romanze”.

172 Publio VIRGILIO MARÓN. Sus obras traducidas en prosa castellana por Diego Lopez… Nuevamente. Corregido. Madrid: Rubio, 1721. 173 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0064: “Otro dicho Carmina Caraccioli”. Dominique CARACCIOLI. Carmina P. Dominici Caraccioli e S. J. Panormitani olim in Panormitana Academia Rhetorices Professoris. Opus posthumum. Panormi, ex typographia Josephi Grammignani, 1755. 174 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, II, 705.

175 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0121: “Otro dicho Oraciones Electas de los padres de la Compañía”. Podría tratarse de: Selectae patrum Societatis Jesu orationes. Genevae, Excudebat Joannes Baptista Lertius, 1742. 176 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0128.

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Dentro del mismo concepto podemos incluir otro libro que recoge el inventario como “Un tomo en 8°. Titulado la Flor Latina”.177 Después de todas nuestras búsquedas nos atrevemos a sugerir que quizá pueda referirse a un trabajo del jesuita Pomey tan fructífero en este tipo de obras.178 Del mundo literario griego hemos encontrado dos referencias: la primera corresponde a Homero179 y la segunda se trata del historiador Tucídides,180 aunque por la descripción pareciera que hace alusión a la traducción latina.181 Nos parece muy pobre el haber histórico que manejaban en el momento de la expulsión los ignacianos de Mompox. Sobre la historia de la Compañía de Jesús sólo reposaba la Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America182 escrita en 1741 en Madrid por el cofundador de la Real Academia P. José Cassani.183 Es llamativo que estuviera ausente la obra del P. José Gumilla El Orinoco ilustrado que también conoció la luz pública en la capital española el año 1741.184

177 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0169. 178 François Antoine POMEY. Flos Latinitatis, ex auctorum Latinae linguae principum monumentis excerptus, et tripartito, verborum, nominum, & particularum ordine, in hunc digestus libellum, cui, prima editio nuper inscripserat pro titulo, Pomariolum Latinitatis. Auctore P. F. P. e Societate Iesu. Lugduni, apud viduam P. Muguet in vico nouo, prope ab Collegio primario Soc. Iesu, 1666. 179 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0130: “Otro dicho. De Omero”. 180 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0092: “Otro dicho. Tusidides de Belo poloponneciaco” 181 THUCYDIDES. Thucydidis Atheniensis Historiae de bello Peloponnesiaco, libri octo, e Graeco sermone in Latinam linguam conuersi, a Vito Vvinsemio patre, ... Nunc denuo ad exemplum ab ipso authore ante obitum diligentissime recognitum, recusi & editi. Vvitebergae, [Matthaeus Welack], 1580. 182 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0067. Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America, Descripcion, y Relacion exacta de sus gloriosas Missiones en el Reyno, Llanos, Meta y Rio Orinoco, Almas, y Terreno, que han conquistado sus Missioneros para Dios, Aumento de la Christiandad, y Extension de los Dominios de su Mag. Catholica. Su Author el Padre Joseph Cassani, Religioso de la misma Compañia... En Madrid: En la Imprenta y Libreria de Manuel Fernandez, frente de la Cruz de Puerta Cerrada. Año de MDCCXLI. 183 DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 187-198. 184 José GUMILLA. El Orinoco ilustrado. Historia Natural, Civil y Geographica, de este Gran Río, y de sus caudalosas vertientes: Govierno, usos, y costumbres de los indios sus habitantes, con nuevas y utiles noticias de Animales, Arboles, Aceytes, Resinas, Yervas, y Raíces medicinales: Y sobre todo, se hallarán conversiones muy singulares a nuestra Santa Fé, y casos de mucha edificacion. Escrita por el P. Joseph Gumilla, de la Compañía de Jesús, Missionero, y Superior de las Missiones del Orinoco, Meta, y Casanare, Calificador, y Consultor del Santo Tribunal de la Inquisición de Cartagena de Indias, y Examinador Synodal del mismo Obispado, Provincial que fue de su Provincia del Nuevo Reyno de Granada, y actual Procurador a entrambas Curias, por sus dichas Missiones y Provincia. Madrid, 1741, XL (sin foliar)-580 + 19 de índices.

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De la historia de América se recoge una “Historia General de las Yndias”185 que sospechamos que puede ser la de Antonio de Herrera,186 y una “Historia de Mexico”187 que bien podría ser atribuido a Antonio de Solís.188 En honor de la verdad, habría que averiguar lo que dice el inventariador de la biblioteca cuando hace alusión a Un Monton de libros pasados de comejen, y polilla, y los mas de ellos desquadernados con muchas foxas sueltas, y divididas sin poderse convinar en que se expuso por el Señor Thesorero deverse comprehender nueve quadernos de diferentes cosas: Quarenta y siete tomitos de varios tratados en ytaliano, francés, y español, Quinze mas en dozavo, y otros cinco libros que sin expresion de titulos, se ymbentariaron al tiempo dela execucion de este colegio, porque desde entonces se hallaban quasi inútiles.189

3.3 Ingreso y promoción del alumno

Para ingresar en cualquier colegio jesuítico se requería de la presentación de un examen a fin de poder colocar al alumno en la clase oportuna.190 Al candidato se le debía interrogar qué estudios había realizado y dónde. La prueba consistía en la redacción de un tema y, de acuerdo con los cursos aducidos, se proponían algunas breves frases ya para ser traducidas al latín, o si el alumno estaba más adelantado para interpretar a un autor.191 La admisión se reservaba a los que se conociera “ser instruidos, de buenas costumbres e índole”.192 Debía llevarse el Libro de Admitidos en el que debía constar: Nombre, apellidos, lugar de origen, edad, nombre de

185 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0129. 186 Antonio de HERRERA Y TORDESILLAS. Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Oceano, escrita por Antonio de Herrera, Cronista Mayor de su Magestad de las Indias y Coronista de Castilla y Leon. Madrid, en la Oficina de Nicolás Rodríguez Franco, 1730. 187 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0049: “Dos tomos uno de a Folio, y otro pequeño Historia de Mexico”. 188 Antonio de SOLIS Y RIBADENEYRA. Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. Escribióla Don Antonio de Solís y Ribadeneyra, secretario de su majestad, y su cronista mayor de Indias. Madrid, 1684. 189 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0163. 190 Ratio Studiorum. “Reglas de los oyentes externos de la Compañía”. Regla 2. 191 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 10. 192 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 11.

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los padres o representantes y la fecha exacta de su admisión.193 Expresamente se estatuye que “a nadie se excluya por ser innoble o pobre”.194 Desde el inicio de su vida escolar se les debía indicar a los jóvenes que todo el esfuerzo pedagógico se centraba en el convencimiento de que el resultado final debía ser uno y único; por ende, debían conducirse en todas sus acciones de tal manera “que todos entiendan de ellos que están dedicados no menos al estudio de las virtudes y de la integridad de vida que al de las letras”.195 Para ello, en el momento de la admisión, se le debían mostrar las Reglas196 y además debían estar expuestas permanentemente en cada clase y una vez al mes debían ser leídas las específicas a cada estamento.197 La promoción de un curso a otro se llevaba a cabo únicamente al inicio de cada período escolar; sin embargo, aquellos alumnos que fueran sobresalientes de acuerdo con el estudio de sus notas y la opinión de los Profesores podían ser ascendidos a un curso superior, en cualquier época del año, siempre y cuando aprobaran el respectivo examen.198 Los exámenes debían ser escritos,199 presididos por el Prefecto200 y ante un Jurado compuesto por tres Profesores.201 El Jurado debía revisar previamente, en el Libro de Notas, las calificaciones de cada uno de los examinandos para poderse formar un juicio objetivo.202 La nota definitiva debía contemplar: la composición, la nota del maestro y el interrogatorio.203 3.4 El calendario escolar

En los colegios del Nuevo Reino el calendario escolar lo iniciaban los Estudios Menores el día 9 de septiembre y lo concluían el 30 de julio, víspera de la solemnidad de San Ignacio de Loyola, Fundador de la Compañía de Jesús.204 A lo largo del año escolar la semana se interrumpía

193 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 11. 194 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 9.

195 Ratio Studiorum. “Reglas de los oyentes externos de la Compañía”. Regla 15. 196 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 11. 197 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 49. 198 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 13.

199 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 14. 200 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 16.

201 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 18.

202 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 20. 203 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 22

204 Praxis de los Estudios Mayores y Menores, 300. (Citaremos siempre por el texto que reprodujimos en La Pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 279-309).

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el jueves que venía a ser el día de asueto.205 Tampoco eran muy abundantes las vacaciones interanuales: se leía hasta la víspera de Navidad al mediodía y retornaban al aula el día 29 hasta el 31, cuya tarde era de vacación. En Carnavales el asueto se extendía desde el domingo hasta el miércoles de ceniza por la mañana. En Semana Santa, desde el miércoles hasta el tercer día de Resurrección. En Pentecostés, desde su vigilia hasta el tercer día posterior a esa festividad. El día de Corpus Christi y su víspera por la tarde y la mañana de la conmemoración de los Difuntos. Ignoramos si se haría extensible a los demás colegios la costumbre quiteña que fijaba que los días “que hay toros en la plaza principal de la ciudad, no hay lección por la tarde”.206 Los sábados por la tarde dedicaban la última hora de clase a la formación espiritual.207 El horario de las clases era eminentemente solar. Las puertas de los colegios neogranadinos se abrían para los jóvenes a las 7 de la mañana y la jornada escolar abarcaba mañana y tarde. La primera clase se iniciaba a las siete y media y la segunda a las diez y cada una tenía una duración de una hora. Ambas se interrumpían con un recreo de treinta minutos. Por la tarde también se dictaban dos horas de clase: a las dos y treinta y a las cuatro interrumpidas por media hora de descanso208. Entre otras, hay dos normas que llaman hoy la atención: que todos debían tener asientos fijos209 y la importancia que se le asignaba al estudio privado.210 También la planificación educativa imponía la redacción del catálogo de los libros que deberían utilizarse a lo largo del año211 a fin de dar tiempo a los libreros públicos para su consecución.212 3.5 Los actos públicos

Los actos públicos eran parte esencial en la formación humanística de la Compañía de Jesús, pues en ellos no sólo se evidenciaba la realidad de la competencia sino que además la incentivaba, ya que de otra manera el éxito pasaba a otras manos. Para ello se prescribía al maestro que “puliera” los escritos de los alumnos y sistemáticamente tenía que prepararlos para actuar en público.213 205 Praxis, 304.

206 Praxis, 304.

207 Praxis, 301.

208 Praxis, 300. 209 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 29.

210 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 30: “... se les distribuya el tiempo de tal manera que se les de buena oportunidad para el estudio en particular”.

211 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 27. 212 Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 28.

213 Ratio Studiorum. “Reglas comunes de los Profesores de las clases inferiores”. Regla 32.

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También era deber del profesor la ejercitación tanto en declamaciones privadas que debían realizarse desde la tribuna la última media hora de los sábados214 y las públicas que se tenían cada mes “en el aula o en el templo”.215 En ese contexto, el maestro debía asimismo proponer en clase representaciones breves para que los alumnos las declamasen, estudiados los papeles, en vez del argumento.216 Lógicamente, el haber aprendido de memoria textos clásicos de gran valor literario y el haber tratado de imitarlos y aun de superarlos en los ejercicios diarios de clase, amén de haberse compenetrado con el ritmo de los argumentos y el estilo del discurso constituía una base sólida y segura para que el estudiante adquiriera facilidad para la oratoria y la retórica. Pero si la imitación se constituía en el primer tramo de la capacitación humanística de los gramáticos, al avanzar en los estudios se veían a diario forzados a apelar a la creatividad tomando como pretexto cualquier ocasión propicia. Para ello, no sólo debían componer poesía, sino ... según la costumbre de la región, [redacten] algo en prosa más breve, como son las inscripciones, escudos, templos, sepulcros, jardines, estatuas; como descripciones de una ciudad, puerto, ejército; como las narraciones de alguna hazaña de alguno de los dioses; como finalmente paradojas, añadiendo a veces, pero no sin permiso del Rector, pinturas que respondan al emblema o argumento propuesto.217

Hoy nos resulta exótica gran parte de esta literatura que tuvo su apogeo en el barroco. Si a esto añadimos el sentido corporativo que desarrolló la Compañía de Jesús en su primer siglo de existencia, comprenderemos el esplendor literario, artístico y estético que rigió las celebraciones fastuosas con ocasión de fechas de profundo significado religioso o patriótico, como eran las beatificaciones y canonizaciones de sus santos, las festividades de la Iglesia o los acontecimientos históricos. En la mayoría de esas oportunidades tanto los profesores como los alumnos capacitados hacían gala de su fecundidad literaria y creadora. Mucha aceptación tuvieron los jeroglíficos, empresas o emblemas, que según Fernando R. de la Flor eran conjuntos plástico-literarios utilizados por las instituciones jesuíticas en las celebraciones que organizaban

214 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”. Regla 16. 215 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”. Regla 17.

216 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”. Regla 19.

217 Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”. Regla 18.

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de todo tipo, sobre todo a lo largo del siglo XVII.218 El jeroglífico significa una recuperación de ciertas formas simbólicas llevadas a cabo en el Renacimiento, las cuales fueron utilizadas en la arquitectura efímera al servicio de las fiestas religiosas con sus correspondientes adaptaciones en España.219 El pintor Antonio Palomino definía a comienzos del XVIII el jeroglífico como “una metáfora que incluye algún concepto doctrinal mediante un símbolo, o instrumento sin figura humana, con mote latino de autor clásico y versión poética en idioma vulgar”.220 Y a continuación explicita el autor las funciones que desempeña el jeroglífico dentro de la arquitectura efímera: De éstos se usan en funerales de héroes y grandes capitanes; y en coronaciones de príncipes, entradas de reina y otras funciones semejantes; y asimismo en fiestas solemnes del Santísimo y de la Purísima Concepción, canonizaciones de santos y otras festividades; en que se aplican figuras y símbolos de la Escritura Sagrada y otros conceptos teológicos, arcanos y misteriosos.221

Si bien es verdad que algunas de estas actividades eran prohibitivas para un colegio pequeño, también es verdad que el lance poético y otro tipo de composiciones que sólo requieren del ingenio y la creatividad tuvieron que desarrollarse en las instituciones educativas neogranadinas. La vena poética, en latín y en castellano, fue habitual en la mayoría de los jesuitas neogranadinos. Bastará probar la afirmación con algunos ejemplos. El primero pertenece al P. Juan Quintero, nacido en Gibraltar (Venezuela) y fallecido prematuramente en Bogotá el 12 de abril de 1693. Todavía muy joven, su fácil versificación latina le llevó a ser elegido por el historiador P. Pedro de Mercado para que un epigrama suyo encabezara la Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús: Dum Regni primaeva Novi monumenta recludis Iesuadumque Deo gesta dicata refers: 218 Fernando R. DE LA FLOR. “Picta poesis. Un sermón en jeroglíficos, dedicado por Alonso de Ledesma a las fiestas de Beatificación de San Ignacio, en 1610”. En: Archivum Historicum Societatis Jesu. Romae, anno LII, fasc. 104 (1983) 262. Véase también del mismo autor: “El jeroglífico y la arquitectura efímera del Barroco”. En: Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar. Madrid, 8 (1982) 84-102. Para la cultura europea: G. R. DIMLER. “The Egg as Emblem: Genesis and Structure of a Jesuit Emblem Book”. Studies in Iconography, 2 (1976) 85-106. 219 Fernando R. DE LA FLOR. Art. cit., 262-263. Véase: P. PEDRAZA. “Breves notas sobre la cultura emblemática barroca”. En: Saitabi. Valencia, 28 (1978) 181-192. M. V. DAVID. Le débat sur les écritures et l’hiéroglyphe au XVIIe et XVIIIe siècles. París, 1965.

220 Antonio PALOMINO. Museo pictórico y escala óptica. Madrid (1947) 106. Citado por Fernando R. DE LA FLOR. Art. cit., 263.

221 A. PALOMINO. Ob. cit., 106.

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Illi famosum Facundus reddis honorem, hisque tuo calamo Fama perennis adesta. Sic tibi mercaris miram, Mercate, coronam; Quo argento? Libro mira docente tuo.222 Otro ejemplo lo encontramos en el P. Miguel de Monroy, rector del colegio de Mérida entre 1720 y 1724. Gracias al testimonio de José Ortiz y Morales sabemos que el P. Monroy lo visitó en 1710 y añade que el jesuita “tuvo noticia de mis estudios y de los cuatro tomos que tenía disponiendo de mi Arca evangélica y como de ingenio muy florido y en el poesía y latinidad tan versado, honró mis obras con los versos latinos siguientes, que por ser de mucha sutileza he querido con ellos coronar mi historia: Non sic auratis Pactolus ridet arenis Non sic Alcidis fulva catena trahit, Aureus ut stillus parefactaque litera servus Allicit et vacuos mens opulenta replet. Edidit Autor opes, opus hoc dum protulit orbi Perlege. Nunc auri sacra putanda fames.223 Como hasta el momento no hemos podido localizar ningún rastro de la producción literaria colegial momposina apelaremos a algunos documentos similares producidos en la misma época en los colegios jesuíticos mexicanos. Cualquier festividad o acontecimiento era propicio para la justa literaria en cualesquiera de sus formas. Para celebrar la llegada de las santas reliquias transcribimos uno de los epigramas gratulatorios:

222 P. Ioannis Quintero bene in Auctorem affecti Epigramma. En: Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús, I, 5. Su traducción es la siguiente: “Mientras manifiestas los comienzos dignos de recuerdo del Nuevo Reino, refieres las gestas consagradas a Dios de los jesuitas. Elocuente, rindes a aquel un célebre honor, y a éstos la fama perenne acompañará gracias a tu pluma. Así te compras, Mercado, una admirable corona. ¿Con qué dinero?. Enseñando cosas admirables con tu libro”. 223 Biblioteca Nacional de Bogotá. Sección Manuscritos. José ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que a hecho en su vida politica desde el dia 11 de febrero del año de 1658 en que nacio asta el dia en que las escribe con noticias de su buena fortuna y de sus desgracias ... a 11 de febrero de 1713. Fol. 190. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 177-178. La traducción reza así: “No sonríe lo mismo el Pactolo con sus arenas de oro/ No atrae lo mismo la cadena áurea de Alcides/ Como tu estilo de oro y tu frase abierta/ hechiza a los hombres y tu mente poderosa sacia a los ignorantes./ El autor ha sacado a luz un tesoro./ Tú lee esta obra mientras la conoce el mundo./ Ahora sí que es verdad que hay que llamar sagrada el hambre de oro”.

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EPIGRAMA GRATULATORIUM IN ADVENTU SANCTARUM RELIQUIARUM: O Nova, quae a veteri trahis altum Hispania nomen cum quo religio participata viget. Mexice praecipue charissima vinea Christi quam assidue proprii sanguinis amne rigat. Quas hodie grates referes, quae dona deinceps cultori tribues, agricolaeque tuo? Cortesium huc mittens, lapides delegerat omnes: scilicet abstulerat saxea idola tibi. Ast nunc torcular tribuit, turrim extruit altam et tua nunc cingit moenia saepe novae. Crux est torcular, seps spina, altissima turris sanctorum cineres, reliquiaeque sacrae.224 La figura de San Ignacio de Loyola fue muy popular y reverenciada por los jesuitas coloniales, de ahí que el tema ignaciano sea muy rico no sólo en la literatura sino también en el arte. Para que el lector pueda formarse una idea del manejo y dominio literario de los alumnos, reproducimos aquí algunos fragmentos del Certamen ad Nostrum Patrem Ignatium225 que constaba de cinco partes en las que se debían ejercitar los más variados metros. En el cuarto certamen se pidió un soneto en el que se dijese cuál era la cosa que más glorioso hacía a San Ignacio: Dejar las guerras, armas y ruido del vano mundo y de Jesús glorioso con ánimo invencible y generoso seguir el estandarte y apellido. Velar las armas y trocar vestido ser en las cosas arduas animoso y sin tomar contento ni reposo poner fin al intento tan subido. Grandezas son de valeroso pecho humilde en sí y en Cristo transformado

224 Ignacio OSORIO ROMERO. Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767) 35. 225 Biblioteca Nacional de México. Vol., 1631. Citado por I. OSORIO ROMERO. Ob. cit., 71-73.

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mas traspasar en Dios todo el renombre. Y la corona del ilustre hecho es tal que dignamente ser loado sólo podrá de aquel cuyo es el nombre. (Diego González) Cuán bien campea sobre la nobleza del amor encendido lo encarnado grandes señales de hermosura ha dado el precioso marfil de la pureza. La constancia, valor y fortaleza se han descubierto en muy subido grado el gobierno que en pocos es hallado lo vemos puesto en su mayor alteza. Cada virtud sin duda resplandece en nuestro Ignacio, con muy alto modo dásenos a entender la diferencia. Cada uno diga lo que le parece: yo digo que se junta el resto todo en su divina y singular prudencia. (Cosme de Flores)

El quinto certamen fue la glosa: Vivo en Dios y en si deshecho fue en la empresa milagroso en ponerle fin dichoso cabal en dar nombre al hecho. GLOSA Para mostrar su poder Dios y ser reconocido en el hecho más subido suele por medio poner lo más flaco y abatido y así teniendo trazado un ilustre y claro hecho

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hoy toma un flaco soldado flaco en si de Dios esforzado vio en Dios en si deshecho. Toma, pues, por instrumento a Ignacio que siempre en guerra había tenido su intento sin alzar el pensamiento de las cosas de la tierra mas levantó en tal manera el ánimo generoso a un intento tan glorioso que aunque no le prosiguiera fue en la empresa. Y no sólo lo emprendió sino como diestro en el arte juntando muchos siguió de Jesucristo el estandarte y en demanda murió. Fue en la suerte venturoso por ser de Dios escogido, en la conquista animoso, fuerte en haberla seguido, en ponerle fin dichoso. Pero con lo que más su gloria resplandece y su valor es que el nombre y la memoria, la pelea y la victoria le atribuye a su señor pues pudiendo ser nombrado cedió a Jesús su derecho con lo cual de si ha triunfado y su trofeo ha quedado cabal en dar nombre al hecho. (Diego González) Otro acto literario es el de las empresas en el que se combinan la poesía latina con el arte imaginativo de la pintura. Empresas hechas a la Consagración del doctor Bartolomé Lobo Guerrero inquisidor

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hechas el Día de San Bartolomé 1597 A un lado un brazo de san Bartolomé con su piel al otro, otro brazo con piel de lobo. Pelem pro pelle Munera contigerint tibi dum foelicia pellem exutus veterem, sume vir ample novam Extiteras huc usque lupus vi nomine pelle quem fides timuit gens inimica lupum. Pastorale subis dum munus, eam exue pellem nam fugient (fuerit si haec tibi pellis) oves Indue apostolicam meliori numine pellem quae de hinc rite novum munus obire dabit. Quique tibi nomen, pellem munusque rependit certam itidem referet Bartholomeus opem. Pintóse un rayo de Júpiter quitado la mitad y, en su lugar, puesto un ramo de oliva. Munera pacis amat fuerat qui Iupiter ultor Fulmen obit ramus, quid mirum? fulmine verbi tartara nigra tui et furalia regna tremescunt pacifero ast ramo Iesu Christi (quas sanguine tinctas paces oves) recreas diroque tueris ab hoste belliger atque lupos abigis lupus ipse nocentes. A un lado las armas de la Inquisición; al otro un brazo con roquete y báculo airmado [sic] sobre una granada. Occiduo qui dextra fidem tutatur in orbe officii sacri pulchra trophea notat Munus apostolicum baculo munita sinistra qua vir magne alio pascis in orbe gregem Pasce gregem felix moresque tuere fidemque sanctior est postac sancta futura fides. Dos brazos que salen de una nube, el uno con una espada desnuda, el otro con una plana de albañil aludiendo a lo de Esdras, 2, cap. 4. In utrumque paratus Trullam laeva tenet strictum fert dextera ferrum quo tuear solymas aedificemque domos

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defendit tua dextra fidem manus altera mores componit, coeli moenia tuta facis. Pintóse en un campo un lobo, las manos en el báculo pastoral y en el aire sobre la cabeza una mitra y cercado de ovejas. Lupus ipse capella Quae novitas? Quae cura lupo de mollibus agnis? ergo ne Iesu Christe tuum tradis ovile lupo? Nil mirum, lupus est indutus moribus agni nomine quique lupus belliger, intus ovis te duce, grex felix, tenero mansuetior agno o lupe vel latium pascere digne pecus Illiberis nova regna lupo pastore triumphent nam lupus ad coeli pascua ducet oves. Una granada sin la corona y en su lugar una mitra con este mote. In melius Pulchrior accessit, nativam sperne coronam hoc veniente tuum crescet honore decus.

Dejar podréis poma rara la corona que os extrema

pues os vale esa diadema por corona y por tiara.

Pintóse una rodela y en medio de ella una cabeza cuyos cabellos eran culebras, y por la boca atravesada una espada por toda la rodela y encima una mitra con este mote. Perimit et tuetur Quid gladius clypeusque notat transfixus, iniquae haereseos duro trajicis ense caput tuque idem faustos clypeo tutaris alumnos protegis et populum duxque paterque tuum. Una espada ondeada, el pomo en el suelo y abrazado con ella un ramo de oliva.

Osculatae sunt Mirum hoc frondentis circundat ramus olivae flamiferum gladium quid sibi velle putem

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moribus est agnus lupus est cognomine, utrumque pugnat, at ipse novo iunxit utrumque modo fecit et ut quondam si martia bella sorores gessere, unanimis foedera pacis ament. Diego Díaz de Pangua.226 También los actos literarios asumían la realidad de una sociedad que trataba de desconocer los principios básicos del cristianismo. Los ideales clásicos de belleza y libertad no impedían que el bien común fuera parte esencial de una concepción filosófica que profesaba su fe en el hombre. En una comedia de 1627 se hace referencia a la condición del indígena: Cuarenta mil indios solían salir en México al baile hoy no hay cuatro mil. ¿De hoy en cien años oirán decir cómo eran los indios? No se; no los vi. [...] En tiempos pasados, siglos de oro al fin, no íbamos al baile cargados así. No había muchas cargas, muchos indios sí, pocas, entre muchos, se podían sufrir. Ya el indio es camello, carga hasta morir y muere bailando como el matachin227

226 Biblioteca Nacional de México. Ms. 1631, hs. 148-149. Citado por I. OSORIO ROMERO. Ob. cit., 89-91. 227 Biblioteca Nacional de México. Mss.,588. I. OSORIO ROMERO. “Un tocotín inédito del siglo XVII”. En: Revista de Bellas Artes, Nueva época. México, V/VI, (1975) 9-16.

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También los profesores entraban en lid en las competencias literarias que debían desarrollarse sin cesar en el aula y en su entorno. Para mejor información nos remitimos al libro de Osorio Romero donde el estudioso encontrará abundante literatura al respecto228. 3.6 El teatro

Debemos subrayar la carencia de referencias en la documentación neogranadina que hasta el momento hemos consultado hacia un modelo practicado con pasión por los jesuitas durante el Barroco como es el teatro escolar. Sin embargo disponemos de algunas afirmaciones concretas que nos llevan a mantener una actitud de búsqueda. Es necesario tener presente, como prueba de esta inquietud investigativa, que se conserva una pieza teatral del alumno bartolino Fernando Fernández de Valenzuela, titulada la Laurea crítica.229 Además, nos consta que el Seminario de San Bartolomé se inauguró con una comedia latina que “se juzgó podía ser buena en la Corte” dice la Carta Annua.230 Con posterioridad también el mismo colegio invirtió fuertes sumas en algunos actos dramáticos puestos en escena en junio de 1625.231 Por testimonio de don José Ortiz Morales sabemos que para celebrar la canonización de San Francisco de Borja, en 1672, dispuso san Bartolomé de dos comedias: la primera se titulaba La Virtud al uso y de la segunda no nos ha quedado el título.232 Al parecer la actividad cultural de los estudios humanísticos pasó por momentos de gran intensidad. Por ejemplo, el 12 de enero de 1682 se veía precisado el Provincial, P. Juan Martínez Rubio, a recordar que “estando como están doce pesos para pintura, y adorno del pergamino en las conclusiones de los de casa, no se permita excedan de esta cantidad en el gasto de colonias y botones, ni tampoco el que en el teatro

228 Biblioteca Nacional de México. Mss. 1600. Citado por I. OSORIO ROMERO. Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767) 243-253. 229 Biblioteca Nacional de Colombia. Sección Manuscritos. Mss. 4. José J. ARROM y José M. RIVAS SACCONI. La “Laurea Crítca” de Fernando Fernández de Valenzuela, primera obra teatral colombiana. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo (1960) 20-27.

230 ARSI. N. R. et Q., 12. Historia. I. Carta annua de 1605, fol. 33v.

231 Archivo de San Bartolomé. Libro de gasto ordinario y extraordinario deste Collegio de San Bartolomé, fol. 123. 232 José ORTIZ MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política… En: José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). Bogotá (2004) 91. La forma como habla sobre este asunto indica que era normal el teatro entre los bartolinos.

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se pongan sillas sin licencia del Padre Rector, ni que se enciendan y quemen pebetes con riesgo de quemar las alfombras…”.233 Además, el análisis de los certámenes literarios, las futuras investigaciones que se lleven a cabo sobre el teatro jesuítico neogranadino, al igual que el estudio de las biografías de estos abnegados maestros, abrirán nuevas rutas para la reconstrucción de este importante medio cultural-educativo. También el teatro fue un instrumento escolar muy utilizado en los colegios coloniales. En la capital boyacense llegamos al conocimiento del teatro colegial gracias a una denuncia presentada por don Juan de la Peña, hermano de Martín de la Peña que había ingresado al Noviciado con disgusto de la familia. Pero además este ingreso se complicaba porque había seguido Martín los pasos de sus primos los PP. Francisco Ellauri y Juan de la Peña. La historia de esta vocación fue llevada a las tablas en el colegio de la capital boyacense. La queja llegó hasta la Real Audiencia y tomó tal fuerza que algunos oidores se trasladaron a la ciudad para investigar los hechos. En definitiva los parientes solicitaban que el colegio no siguiera representando aquel drama a fin de evitar “el que en un acto tan público, como es el de una representación, no se hiciese en él lo que tanto perjudica a la calidad y honor de dicho mi padre, familia y deudos”.234 También del colegio de Cartagena hemos encontrado una pequeña alusión. El P. Alonso de Sandoval es amonestado por el General de la Orden “por permitir que, en una de las comedias que con fines didácticos se representaban en el colegio, salieran dos muchachos con ropa de mujeres”.235 Entre los papeles del archivo del colegio San Francisco Javier de Mérida inventariados en 1767 tan solo encontramos dos referencias al tema. El primero es una orden, de 1649, del Provincial del Nuevo Reino en que prohíbe a los jesuitas que asistan a “comedias y fandangos o bailes”.236 El segundo hace relación a una Real Cédula que ordena que no se representen comedias en las iglesias.237 233 APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el archivo. “Ordenes del Padre Juan Martinez Rubio Provincial desta Provincia del Nuevo Reyno y Quito, que dejó vissitando este Colegio de Santa Fe en 12 de Henero de 1682 años”, fol. 45-45v.

234 ANB. Miscelánea, t. 69, fol. 332. Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 542-543. 235 Un tratado sobre la esclavitud. Introducción, transcripción y traducción de Enriqueta Vila Vilar. Madrid, Alianza Editorial (1987) 29-39.

236 AAM. Seminario. Caja, 1. Inventario de los papeles del archivo del Colegio San Francisco Javier, fol. 11.

237 AAM. Seminario. Caja, 1. Inventario de los papeles del archivo del Colegio San Francisco Javier, fol. 11: “Yten. Una carta en que se hace relacion de una Cedula del Rey Nuestro Señor para

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Ciertamente nos encontramos ante un hecho histórico que amerita una mejor investigación. La Academia

La Academia, en la paideia jesuítica, se erigía como una pequeña entidad académico-social dentro de la propia institución educativa. Dado el reducido número de alumnos que siempre cobijó la mayoría de las instituciones educativas jesuíticas en el Nuevo Reino, se podría pensar en la poca viabilidad de este ente para selectos. Por nuestra parte sospechamos que sí existió porque generalmente iba hermanada con la Congregación Mariana.238 En esencia constituía un llamado institucional a lo que hoy denominamos la excelencia y se reducía a “un grupo de estudiosos escogido entre todos los escolares, que se reúnen bajo algún Prefecto de los Nuestros [jesuita], con objeto de tener especiales ejercicios relativos a los estudios”.239 En la práctica venía a ser un Seminario, ya que su objetivo final consistía en profundizar en las materias que se estudiaban en el aula y debían llevarse a cabo los días de vacación.240 Los “académicos” debían aventajar a los demás tanto en los estudios como en el ejemplo de su vida.241 Se regían por sus autoridades propias y tenía como requisito imprescindible la asiduidad y el fervor en sus quehaceres.242 La temática fundamental giraba en torno a “todas aquellas cosas que suelen generar elocuencia o dimanar de ella”.243 Pero la gama de posibilidades era extensísima: si se trataba de una declamación tomada de un orador o de un poeta, debía seguir después “la crítica de los demás acerca de la voz, el gesto y de toda la declamación”;244 también podía tratarse de redacciones propias escritas en los distintos géneros literarios,245 o de análisis oratorios escritos “en estilo elegante”;246 incluso se recomienda

que no se representen comedias en las Yglesias y que estas se cierren a puesta del sol, año de seiscientos sesenta y uno”.

238 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 2.

239 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 1.

240 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”. “Reglas de la Academia de los gramáticos”. 241 Ratio Studiorum. Ibidem. Regla 3. 242 Ratio Studiorum. Ibidem. Reglas 4-12. 243 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2 y 9. 244 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, II. 245 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, IV. 246 Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, VI.

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el simular procesos judiciales teniendo muy presentes las pruebas, los resortes psicológicos y demás lugares oratorios.247 Ciertamente la Academia bien llevada suponía la creación en sus miembros de una toma de conciencia frente a una microsociedad de la que se deberían convertir en sus genuinos gestores mediante una más intensa comunicación, colaboración y responsabilidad tanto personal como colectiva. Debemos confesar que tampoco en esta área hemos encontrado rastro alguno de documentación y en consecuencia se abre la posibilidad a nuevas investigaciones que serían de gran utilidad para la historia de la pedagogía en Colombia. Estos son, a grandes trazos, los componentes de la educación y formación que día a día impartieron los jesuitas en sus colegios dispersos en la amplia geografía colombiana.

247 RS. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, VII.

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Los hombres

Uno de los métodos más eficaces para reconstruir la vida cultural, social, religiosa y económica de una sociedad debe basarse en el estudio de los hombres que de una u otra forma laboraron en los diversos frentes que día a día construyen el ser y el existir de una ciudad. La vitalidad que desarrolló la ciudad de Mompox en los tiempos coloniales ha patrocinado que en general sean los estudios de horizonte económico y social los que hayan atraído la atención de los científicos sociales. Y no podía ser menos, pues allí se dieron cita el negocio y la audacia, los estamentos sociales y sus formas de vida, el contrabando y la prosperidad, blancos, negros y mestizos que buscaban una vida mejor, altos principios y baja moral, riqueza y pobreza, en fin era una copia de lo que hemos denominado la “Cartagena fluvial”. Pero más allá de estas visiones es conveniente acercarse a la ciudad fundada por Alonso de Heredia con ojos más culturalistas, porque tanto la educación formal como la religiosa y ciudadana fue tarea de la Iglesia y con sus diversas tonalidades e inspiraciones colaboraron tanto el clero secular como el regular. En este capítulo nos circunscribiremos a la acción de los jesuitas que consagraron su vida a la misión específica del Colegio de Mompox. Y para ello nos fijaremos en tres grandes segmentos que pueden iluminar futuras investigaciones. En primer lugar abordamos la fisonomía académica de los Rectores que rigieron los destinos de la entidad educativa. En general hombres bien capacitados que supieron dar respuestas a los retos que suponía la tarea de un colegio indiano.

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También recogemos, aunque con bastantes deficiencias, los profesores de gramática y humanidades que consagraron su vida a la formación de las juventudes momposinas. Y finalmente hacemos un recuento de los escritores que sirvieron al colegio de muy diversas formas y que significan la calidad de la formación académica e intelectual de que gozaron los hombres de Ignacio de Loyola en esta difícil y calurosa ciudad del río Magdalena. No hemos incluido en este capítulo a los que se dedicaron a las funciones específicas del templo, y para ello nos remitimos al capítulo en donde tratamos este asunto. Sin embargo, constituye una tarea futura identificar a los oradores sagrados, a los directores de las conciencias de los hombres y mujeres que lucharon por mejorar su moral personal y social en una ciudad en continua efervescencia social, a los predicadores que deambularon por las inmediaciones tratando de lograr un saneamiento social y espiritual de las masas populares que pululaban por la región. 1. Rectores 1. Marcos González (1643-1649?). Buenas cualidades avalaban la figura del fundador del Colegio de Mompox. Llegado al Nuevo Reino en 1625,1 pronto sobresalió por sus cualidades intelectuales de forma tal que estuvo al frente de la cátedra de Artes en la Universidad Javeriana de 1629 a 1632.2 Según Mercado “podía leer teología con agudeza eminente en cualquiera de las universidades que ilustran el mundo”.3 Dada la importancia estratégica de Mompox, el Provincial, Sebastián Hazañero, lo envía en 1643 desde Cartagena para predicar una cuaresma.4 El éxito fue tan grande que el 25 de abril tomaba posesión del terreno que serviría de sede al colegio y el 22 de junio se iniciaban las clases de gramática.5 Hasta cuándo duró su rectorado? Por el momento no hemos podido precisarlo. Lo cierto es que en 1649 se encontraba en Cartagena y se desempeñaba como Procurador y es puesto preso por el visitador de la Inquisición Pedro de Medina Rico.6 Ciertamente, como “era un sujeto universal”,7 y sus dotes administrativas y gerenciales las había demostrado al ocupar el cargo de Procurador de la

1 Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, 1995, 238.

2 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 156: “Ya había leído este Padre un muy lucido curso de artes en la Academia de Santa Fe…”. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57: “Docuit grammaticam et Philosophiam et est concionator hispanorum”. Catálogo de 1642. 3 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 156. 4 Pedro de MERCADO. Ob. cit., II, 151-152. 5 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 199. 6 Juan Manuel PACHECO. Ob. cit., I, 454. 7 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 156.

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Provincia del Nuevo Reino,8 es lógico suponer que logró dar la fisonomía y personalidad al nuevo colegio. 2. José Alitrán (1649-1651; 1652-1653; 1657-1661). Un sucesor muy cualificado asumiría las riendas del joven colegio momposino: el P. José Alitrán. Se puede afirmar que el río Magdalena y sus hombres absorben la biografía de este catalán que había atravesado el Atlántico en la expedición de 1612.9 Desde 1620 se vincula a la ciudad de Honda10 en las diversas labores que se desarrollaban en cualquier entidad educativa neogranadina. Se puede afirmar que la mayor parte de su acción jesuítica está absorbida por esta villa. Entre 1639 y 1642 gerenció el colegio hondense.11 En tres oportunidades ocupó el rectorado este jesuita catalán del colegio momposino: De 1649 a 1651 la primera;12 la segunda, a la muerte de su sucesor el P. Cristóbal Arias Cotriño el 5 de mayo de 165213 se vio obligado a reasumir el rectorado hasta 1653. Y la tercera, después de haber regido la institución educativa de Honda (1653-1655),14 regresa a Mompox para ponerse al frente de la entidad educativa jesuítica (1657-1661).15 Mostró preocupación por la construcción del colegio y señala Mercado que se extravió en la selva cuando buscaba “las maderas a propósito”.16 3. Cristóbal Arias Cotriño (1651-1652). Breve sería el rectorado de este jesuita santafereño, pues la peste segaría su vida en un acto de servicio a la sociedad momposina.17 Según Mercado, era “muy acreditado por su buen proceder y muy estimado de todos por su virtud”.18 Se había formado en Lima, a donde había viajado con su tío el arzobispo don Fernando Arias de Ugarte.19 Habiendo regresado al Nuevo Reino pensamos que fue buen conocedor de la lengua chibcha y así acompañó a uno de los mejores conocedores de este

8 ARSI. Congregationes Provinciales, 71, fol. 186. 9 José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 14. 10 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 181. 11 Pedro de MERCADO. Ob. cit., II, 215-216. El catálogo de 1651 dirá: “Fuit Rector bis Onda et de Mompox” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 115). Sin embargo, esta afirmación contradice la estancia del P. Julio Ledi al frente de Honda en esos años (José DEL REY FAJARDO. Bío-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1995) 332). 12 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 115. Catálogo de 1651: “Fuit Rector bis Ondae et de Mompox”. 13 ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 23v. 14 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 142. Catálogo de 1655: “Fuit Rector quarter: ondensis et mompoxensis”. 15 Tanto el Catálogo Breve de 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6). Como el Catálogo Breve de 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2) lo reseñan como Rector de Mompox. 16 MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 161. 17 Sebastián HAZAÑERO. Letras Anvas de la Compañía de Iesvs de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho, hasta el año de mil y seys cientos y quarenta y tres. En Zaragoza (1645) 22. 18 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 160. 19 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 160.

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idioma, Francisco de Varáiz,20 en la zona bogotana.21 Quizá su educación refinada y sus conexiones familiares le llevaron al colegio de Mompox en el que sólo pudo demostrar su voluntad de servir a los demás en la peste que lo llevó al sepulcro el 5 de mayo de 1652 en el ejercicio de su cargo de Rector.22 4. José Alitrán (1652-1653). 5. Baltasar Sanz (1653-1655). La biografía de este jesuita venezolano es una consagración a los hombres del río Magdalena, al menos desde 1642, y muy especialmente a la ciudad de Mompox a la que dedicaría sus afanes y desvelos desde 1653 hasta su muerte en 1670.23 Su biógrafo anotará con respecto a su personalidad que “tuvo un natural tan sincero y cándido que cualquiera lo engañaría con ser tan sabio”.24 Ejerció el rectorado del colegio (1654-1658).25 También había laborado en los colegios de Cartagena26 y Honda.27 6. José Alitrán (1657-1661). 7. Antonio Pérez (1661-1664). La biografía de este caldense se desarrolla en dos escenarios distintos: en Colombia y en la Isla de Santo Domingo. Aunque desconocemos dónde laboró al acabar sus estudios en la Universidad Javeriana, aproximadamente hacia 1651, lo cierto es que en 1659 pertenecía a la comunidad del colegio de Cartagena.28 Ocupó el rectorado del colegio momposino de 1661 a 1664.29 Regresa a Cartagena para cumplir idénticas funciones en el colegio cartagenero (1664-1668).30 Hay un hecho que nos introduce en la valía y aprecio de que gozaba nuestro biografiado: en 1668, la Congregación Provincial lo elige como suplente del P. Luis Vicente Centellas en el cargo de Procurador a las cortes de Ma-

20 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 712-714. 21 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 50. 22 ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 23v. 23 Desde 1655 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 137v) tenemos noticia de su estancia en Mompox, pero suponemos que llegó a esta ciudad antes. Los Catálogos Breves de: 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6); 1661 (Ibidem, fol. 2); 1667 (fol. 10) y 1668 (fol. 14) lo ubican en Mompox. 24 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 166. 25 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 137v. Catálogo de 1655.

26 AGI. Santafé, 232. Carta de la Religion de la Compañia de Jesus de Cartagena en el Nuevo Reyno de Granada dando cuenta del buen proceder en la ocasion del contagio que padecio aquella ciudad, del Gobernador don Fernando de la Riva Aguero. Cartagena, 20 de enero de 1652. Aparece entre los firmantes de la carta. 27 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 56. Catálogo de 1642. 28 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6. Catálogo breve de 1659: “Ministro. Predicador. Operario”. En 1661 permanecía en el mismo cargo (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2v. Catálogo breve de 1661). 29 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 213. Catálogo de 1664: “… fuit Vrector Cartaginensis et Mompoxensis”. No hemos logrado verificar si realmente fue Vice-Rector en Cartagena en esas fechas. 30 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 13v. Catálogo breve de 1668.

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drid y Roma.31 En 1669 es destinado a la Residencia de Santo Domingo32 y sería el superior de esa estratégica residencia de 1671 a 1683.33 Dos grandes problemas tuvo que enfrentar en su superiorato: el primero fue un pleito con los herederos de Juan de Rivera y Quesada que exigían la devolución de las haciendas entregadas a la Compañía por no haberse llevado a cabo la fundación del colegio;34 y el segundo fue mucho más complicado, pues entabló un proceso contra la Real Audiencia (5 de noviembre de 1674) y su final consistió en que el Consejo de Indias escribió al Provincial del Nuevo Reino, P. Juan de la Peña, el 7 de junio de 1675 exigiéndole la inmediata salida de la isla del P. Pérez.35 Sin embargo el P. Antonio Pérez permaneció en Santo Domingo hasta su muerte acaecida el 3 de febrero de 1683.36 El análisis de la producción escrita en los procesos anteriormente citados nos revela a un Antonio Pérez buen conocedor del derecho civil y sobre todo canónico. 8. Luis de Palencia (1664-1668). Al ignaciano de Armenia siguió en la gerencia del colegio de Mompox el P. Luis de Palencia. Este jesuita de Pamplona venía de desempeñarse durante 11 años como profesor de Gramática en su ciudad natal y en Tunja,37 hecho no corriente en el Nuevo Reino. Es de pensar que su presencia sirvió para intensificar y mejorar la enseñanza de las humanidades (1664-1668).38 Durante su rectorado se inició un largo pleito acerca de la Hacienda “el Marqués”,39 situada en el camino real de Tamalameque a Ocaña a dos jornadas del río Magdalena.40

31 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 83.

32 José Luis SAEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 16 (1997) 71. 33 José Luis SAEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular…”, 71. El catálogo breve de 1671 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 22v) dice: “Superior et resolutor casuum”. 34 José Luis SAEZ. Art. cit., 71.

35 José Luis SAEZ. Art. cit., 71-72, quien cita las fuentes: La copia de la carta de la Real Audiencia al Rey (30 de enero de 1675) (ARSI. N. R. et Q., 15-I, fols. 67-67v. El despacho del Consejo de Indias al provincial (7 de junio de 1676) en AGI. Santo Domingo, 78-2-7. 36 Archivo de la Catedral de Santo Domingo. Catedral: Libro I de entierros (1666-1701), fol. 120. En: José Luis SAEZ. Art. cit., 72. 37 Catálogo de 1655 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 143): “Docet grammaticam” y lo mismo reproduce el de 1657 (fol. 166v). Los catálogos anteriores a 1659 no indican la residencia en donde trabaja el jesuita, por ello nos inclinamos a pensar que su docencia fue en Tunja. A partir de 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v) y 1661 (fol. 1v) lo adscriben al colegio de Tunja como “Lector de Gramática”. 38 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 221v. Catálogo de 1664: “Nunc Vrector Mompoxensis”. El Catálogo breve de 1667 reitera que seguía en el cargo (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10). 39 Sobre la hacienda El Marqués, véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 172 y Alejo AMAYA. Los genitores. Bogotá (1950) 90-91. 40 Antonio JULIÁN. La perla de América. Provincia de Santa Marta. Bogotá (1951) 109.

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Tras una estancia en Cartagena (1668-1671),41 pasó al Colegio Máximo de Bogotá,42 donde le sorprendió la muerte el 7 de abril de 1681.43 9. Bernardo Estela (1668-1671). Una personalidad intelectual fuerte se revela en el jesuita catalán Bernardo Estela. Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1658 que vino al cuidado del P. Hernando Cavero.44 Completó su currículum teológico en la Universidad Gregoriana de Quito.45 Su estancia bogotana se extiende de 1661 a 166746 y en ese lapso temporal ejerció la docencia de la cátedra de Sagrada Escritura, en 1663, en la Universidad Javeriana47 y se desempeñó como Rector del recién fundado Colegio de Las Nieves.48 Su segunda etapa biográfica neogranadina la asume el río Magdalena, pues ejerció el rectorado del Colegio de Mompox de 1668 a 1671.49 En 1671 lo vemos actuar como albacea de acuerdo con el testamento de Bartolomé Lázaro de Corcuera.50 10. Agustín García (1671-1678). Fue movida la trayectoria jesuítica de este hijo de Tolú (Colombia) que había ingresado en la Compañía de Jesús el 30 de noviembre de 1644.51 Largos años dedicó a la capital santafereña, pues al acabar sus estudios eclesiásticos en la Universidad Javeriana52 se reinsertó en 165553 como profesor de humanidades en la Facultad de Lenguas en cuya docencia permaneció, al menos, hasta 1661.54 De Bogotá pasó a Mérida para dirigir el colegio de San Francisco Javier (1665-1667)55 y de

41 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 13v. Catálogo breve de 1668: “Consultor. Praefectus Congregationis hispanorum e studiorum. Resolutor casuum”. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 21v. Catálogo breve de 1671. 42 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 314v. Catálogo de 1678. 43 ARSI. Historia Societatis, 49. 44 AGI. Indiferente General, 2871. Expedición de 1658. “Escolar”. 45 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo breve de 1659: “Theologo de quarto año”. 46 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Catálogo breve de 1661. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8. Catálogo breve de 1667: “Prefecto de la Congregación de la Asunción”. 47 Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia..., fol. 325v. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 214. Catálogo de 1664. Todos los catálogos posteriores reiteran esta docencia. 48 Desde el catálogo de 1671 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 285v) hasta su muerte insisten en que fue Rector de Las Nieves. 49 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 258v.

50 ANB. Temporalidades, 16, fol. 686. Testamento de Bartolomé Lazaro de Corcuera, vecino de Mompóx y natural de la ciudad de Ocaña. Nombra albacea al P. Bernardo Estela, Rector de Mompox. (10 de abril de 1671). 51 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 83. 52 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 83: “Studuit Philosophiam”. Lo cual quiere significar que para 1653 había concluido su teología. 53 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 137v. 54 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Así lo atestiguan los Catálogos de 1659 (Idem, fol. 5) y 1657 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 160v). 55 La primera noticia de su rectorado la tenemos por el registro de un documento datado el 20 de agosto de 1665 (AHM. Protocolos, t. XXVI, fol. 235). Su antecesor, el P. Luis Vergel, había firmado

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la ciudad de los picos nevados se dirigió a Tunja como operario, Prefecto de Estudios y Director de la Congregación de Españoles56 en donde permaneció, por lo menos, hasta 1671.57 Con ese perfil definido de educador fue nombrado Rector del colegio de Mompox para el largo período de 1671 a 1678.58 Al concluir su periplo, fue a la parroquia indígena de Fontibón en donde falleció el 11 de octubre de 1679.59 11. Bernardo Estela (1678-1681). No hemos podido precisar dónde vivió durante el rectorado de su sucesor. Retorna en 1678 a la ciudad del Magdalena para regir por segunda vez los destinos del colegio (1678-1681).60 En 1684 residía en el colegio de Honda61 y la muerte le salió al encuentro en la ciudad de Tunja en 1686.62 12. Juan de Santacruz (1681-1684). Toda la formación intelectual la recibió en la Universidad Gregoriana de Quito y cuando ingresó en la Compañía de Jesús el 30 de julio de 1647 ya había obtenido el título de Magíster in Philosophia.63 Debió ser un conocedor del quechua, pues desde sus inicios sacerdotales se dedicó a estos indígenas, por lo menos, desde 1655 en Quito.64 En 1661 actuaba como Superior en la Misión de los Noanamas,65 dependiente de Popayán, pero su estancia en esta área misional no superó el medio año.66 Ejerció el rectorado del colegio de Popayán en dos oportunidades: la primera de noviembre de 1664 a agosto de 1667 y la segunda de julio de 1672 a julio de 1680.67 En 1668 aparece en el colegio de Honda en funciones meramente espirituales.68 Pero en 1671

una escritura de venta el 9 de marzo de 1665 (AHM. Protocolos, t. XXVI, fol. 153v). El 30 de junio de 1667 ya era Rector el P. Francisco de Lea (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10). 56 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 9v.

„ 57 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 21: Consultor et Procurator Collegii“. 58 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 323. 59 ARSI. Historia Societatis, 49, fol. 7. 60 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 322. Catálogo de 1678. 61 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 357v. Catálogo de 1684. 62 ARSI. Historia Societatis, t. 49, fol. 30r. 63 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 89v. Catálogo de 1649. 64 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 142. Catálogo de 1655. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo breve de 1659: “Predicador. Operario de indios”. 65 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 3v. Catálogo breve de 1661: “Misión de Noanamas. Superior. Predicador. Operario de indios”. 66 APQu. Leg. 15. Informe sobre el Chocó del P. Antonio Marzal. Popayán y octubre 22 del 78. Ha sido publicado íntegramente en Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 493-506. 67 León DEUBLER. Becerro o Sumario de la fundación, principios, progresos y otros acaecimientos en [roto] Colegio de Poyayán según consta por su arch[roto] de Caxas. [Mss. que reposa el Archivo de la Compañía de Jesús en Colombia]. Resumen preliminar. 68 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 14v. Catálogo breve de 1668: “Confesor Nostrorum. Praefectus spiritus. Admonitor. Consultor. Assignat puncta meditationis”.

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ya había regresado a Popayán69 para regir al año siguiente por segunda vez los destinos del colegio payanés.70 De Popayán se dirigió a Bogotá al Colegio de las Nieves al concluir su mandato en 1678.71 Con esta curiosa trayectoria era designado rector del colegio de Mompox en 1681 y allí permanecería hasta 1684.72 Un retrato de su personalidad nos lo ofrece el P. Rüeld en la crónica de su viaje, quien había llegado a Mompox el 24 de mayo y se detuvieron 24 días. Sobre el P. Santacruz, anota, “rector de esta casa, modelo de hombre apostólico, más semejante a un ángel que a un hombre, ya que por su perfecta conducta, ya por su inmensa caridad con todos, especialmente con nosotros pobres extranjeros”73. Cumplido su ciclo neogranadino, regresó de inmediato a Quito.74 En 1687 se encargaba del colegio de Cuenca a sus 60 años.75 De forma curiosa los documentos oficiales silencian la fecha de su muerte. 13. Pedro de Salazar (1684-1687). Este tunjano había ingresado en la Compañía de Jesús el 25 de marzo de 1639.76 Cursó todos sus estudios superiores en la Universidad Javeriana de Bogotá.77 Debió ser hombre de gobierno, pues en 1659 se desempeñaba como Superior del Noviciado ubicado en el colegio de Las Nieves;78 rector de Honda (1667-1671);79 en 1681 fue uno de los fundadores del frustrado colegio de Ocaña80 y culminaría su carrera superioral en el colegio de Mompox (1684-1687).81 Falleció en esta urbe del río Magdalena el 8 de enero de 1690.82

69 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 22. Catálogo breve de 1671: “Consultor. Praefectus Congregationis et Studiorum”. 70 APQu. Leg. 15. Informe sobre el Chocó del P. Antonio Marzal. Fol. 2: “… entró a dicha provincia [la de los Noanamas] el P. Juan de Santacruz, rector hoy de esta casa [22 de octubre de 1678]. 71 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 321v. Catálogo de 1678. 72 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 349v. Catálogo de 1684. Curiosamente dice que fue Superior de Pasto. 73 Citado por Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 196. 74 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 349v. Catálogo de 1684. 75 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 388. Catálogo de 1687. 76 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 91. Catálogo de 1649. 77 Según el catálogo de 1642 estudiaba Retórica (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 50v) y de acuerdo con el de 1649 (Idem, fol. 91) ya había concluido sus estudios. 78 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v. Catálogo breve de 1659. En el mismo cargo seguía en 1661 (Idem, fol. 1v). 79 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10. Catálogo de 1667. Reiteran la información los catálogos breves de 1668 (Idem, fol. 14v) y 1671 (Idem, fol. 22v). Curiosamente, tanto el trienal de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 249) como el de 1671 (Idem, fol. 285v) y el de 1678 (Idem, fol. 314) afirman que fue Rector de Pamplona después de haber salido del de Las Nieves. Y el de 1687 (fol. 388v) recoge que fue 5 veces Rector. 80 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 35-36. 81 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 356v. Catálogo de 1684. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 25v. Catálogo breve de 1687: “Mompox. Rector. Praefectus studiorum. Resolutor casuum”. 82 ARSI. Historia Societatis, 49, fol. 217v.

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14. (1687-1689). No hemos podido identificar al sucesor de Pedro de Salazar. 15. Francisco de Saldaña (1689-1696). Una vez concluida su formación intelectual en la Universidad Javeriana, se trasladó a Mompox en donde asumiría la enseñanza de las humanidades desde 167883 hasta que el 3 de enero de 1689 sería promocionado al cargo de Rector. Con la larga experiencia adquirida en la urbe momposina regiría el colegio hasta 1696.84 Habiendo demostrado sus dotes gerenciales pasaría de inmediato al colegio venezolano de Mérida con idénticos propósitos (1697-1703).85 De las tierras andinas pasó a las del río Magdalena para dirigir el colegio de Honda (1703-1710)86 en donde acabaría sus días el 29 de junio de 1716.87 16. (1696-1699). Aunque el designado era el P. Tomás Mansilla, sin embargo la muerte le sobrevino cuando bajaba de Honda a Mompox el 6 de julio de 1696.88 Hasta el momento no hemos podido averiguar quién fue su sustituto. 17. Bartolomé de la Torre (1699-1702). Este jesuita samario había ingresado en la Compañía de Jesús el 21 de abril de 1668 después de haber obtenido el título de Magister in Philosophia por la Universidad Javeriana,89 y en esta Casa de Estudios concluiría su curso teológico en 1673. Dos grandes etapas descubrimos en su vida jesuítica. La primera estuvo dedicada al colegio de Cartagena en donde ya residía en 1678.90 A partir de 1682 se inserta en el claustro de profesores de la Javeriana, primero como catedrático

83 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 322. 84 APQu. Leg. 15. Carta del P. Tirso González al P. Altamirano. Roma, 25 de octubre 1689, 11a. carta. Era Rector en 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 11) y en 1695 (ANB. Tierras Bolívar, t. 11, fol. 325v). 85 AUCAB. Libro de Consultas, fol. 10v-30. De los documentos oficiales de la época sólo el Catálogo de 1702 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42) recoge expresamente este Rectorado. 86 Del Rectorado de Honda hacen referencia: Año 1705 (ANB. Temporalidades, t. 13, fol. 907); de 1707 a diciembre de 1710 (ANB. Asuntos Eclesiásticos, t. II, fol. 252). Así se explica la afirmación del Catálogo de 1711: “Rector ad 22 annos” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 100). 87 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 142. Supplementum primi et secundi catalogi huius Provinciae Novi Regni confectum a die 26 decembris 1715 ad diem 1 septembris 1718.

88 APT. Leg. 26. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 246: “... hombre de buen talento y púlpito. Fue Rector del Colegio de Honda y adelantó mucho aquella casa entrando. Después, nombrado Rector del Colegio de Mompox, bajando el río de la Magdalena, murió en su navegación en un sitio que llaman Morales dos días de viaje antes de Mompox, donde se llevó su cuerpo y se le dio sepultura. Murió el día 6 de julio de el año de 96”. ARSI. Historia Societatis, 49, fol. 256r. 89 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 244v. Catálogo de 1668. 90 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 320. Catálogo de 1678: “Docuit Grammaticam. Concionator hispanorum”.

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de Artes (1682-1685)91 y después en la Facultad de Teología,92 al menos hasta 1689.93 Abandona la sabana bogotana para regresar a Cartagena a fin de encargarse del colegio (1691-1697).94 Sus dotes intelectuales y humanas le llevaron a aceptar el cargo de Calificador del Santo Oficio.95 Con esos avales subió a Mompox a hacerse cargo del rectorado (1699-1702).96 Falleció en Cartagena el 13 de agosto de 170497. 18. Diego de Tapia (1702-1709). Fue uno de los jesuitas neogranadinos más ilustres del siglo XVIII. Ingresó en la Compañía de Jesús el 18 de junio de 168398 y provenía del Colegio Mayor de San Bartolomé donde había estudiado la Filosofía.99 La Teología la estudiaría después del Noviciado en su Alma Máter.100 Entre 1691 y 1702 fue misionero en las misiones de Casanare,101 procurador y profesor de Gramática.102 El año 1702 se inicia su cursus honorum, pues rigió los colegios de: Mompox (1702-1709),103 Mérida

91 Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe... fol. 454. Su nombre aparece hasta el año 1685 (fol. 466v), año en que acaba el libro. El Catálogo de 1684 dice: “Docet Philosophiam” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v). 92 William JARAMILLO MEJIA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 264: “catedrático de filosofía y teología, rector de los colegios de Mompox y Cartagena, hermano del Conde de Santa Cruz”. 93 Predica una misión en Bogotá a mediados del mes de marzo de 1689 con el P. Francisco Daza en la iglesia de Santa Inés (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 211). 94 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 10. Catálogo de 1691. 95 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 3v. Catálogo breve de 1691: “Rector et Qualificator Sancti Oficii”. El General de la Compañía de Jesús, el español Tirso González, manifestaba su anuencia dadas las “buenas prendas, de literatura, virtud, juicio y prudencia del Padre de la Torre” (APT. Leg. 132, fol. 86-87. Carta del P. Tyrso Gonzalez al P. Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1693. 9ª carta). 96 APT. Leg. 132, fol. 142. Carta del P. Tyrso Gonzalez al Provincial del Nuevo Reino. Roma, 2 de enero de 1699. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v. Catálogo de 1702. 97 ARSI. Historia Societatis, 50, fol. 85v. 98 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 353v. Catálogo de 1684. 99 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 380: Estudió: “Extra 3 Philosophiae”. Daniel RESTREPO. El Colegio de San Bartolomé. Bogotá, I, 120. 100 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 380. Catálogo de 1687: “Theologus”. Si la secuencia de sus estudios fue normal tuvo que haber concluido su carrera en 1689, tras los cuatro años de teología. Si la Tercera Probación la realizó entre 1690 y 1691 es posible que enseñara, al menos 1 año, Humanidades (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 8v: “Docuit Grammaticam”). 101 A pesar de que el Catálogo de 1702 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v) no hace alusión a este ministerio, sin embargo, si lo reseñan los posteriores: Catálogo de 1711 (Ibidem, fol. 82); Catálogo de 1718 (Ibidem, fol. 157); Catálogo de 1736 (Ibidem, fol. 226). 102 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v.

103 ANB. Notaría 2, t. 91(1702-1703), fol. 108v; t. 98 (1709), fol. 195. ANB. Curas y Obispos, t. 20, fol. 344. Su residencia en Mompox es anterior a su rectorado (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v).

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(2 de enero de 1710-1713)104 y (1715-1716),105 Tunja (1721-1723)106 y Universidad Javeriana (1730-1734).107 Además, se desempeñó como Secretario de la Provincia del Nuevo Reino de 1716 a 1720108 y como Provincial de 1726 a 1730.109 Los últimos años de su biografía los dedica al consejo espiritual del claustro javeriano. La muerte le sobrevino el 22 de noviembre de 1740.110 19. José de Galarza (1709-1715). Bogotano, ingresó en la Compañía de Jesús el 27 de abril de 1689 después de culminar sus estudios de Filosofía.111 Concluida su formación eclesiástica en la Universidad Javeriana debió permanecer, al menos por 7 años, como Ministro del Colegio Máximo (1702-1709).112 De las alturas de la sabana bogotana pasaría a orillas del río Magdalena, primero como Rector del Colegio de Mompox (1709-1715)113 y después para llevar idénticas funciones en el colegio de Honda114 (17151716). Le sorprendió la muerte el 18 de noviembre de 1716115 en plenas funciones rectorales.116 20. Simón Vinans (1715-1720). Es el primer europeo no español que regiría la institución educativa momposina entre 1715 y 1720117. Había 104 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 82: “ViceRector a die 2 januarii 1710”. En 1713 se inicia como Rector el P. Nicolás de Aguilar (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 117v). 105 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 135v. Catálogo de 1715. Su segundo rectorado merideño lo interrumpió al ser llamado por el Provincial P. Ignacio de Meaurio para ejercer el cargo de Secretario de la Provincia en 1716 (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 174). 106 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Iglesia y Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 129v130. (El lapso recogido va de mayo de 1721 a septiembre de 1723). 107 APT. Leg. 132, fol. 289v; 301. ANB. Notaría 3, t. 169 (1733), fol. 41. Durante el año 1734 aparece firmando y presidiendo como Rector los actos de grado de la Javeriana (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1756, fols. 1-19. 108 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718. En la Congregación Provincial de 1720 asiste en su calidad de Secretario de la Provincia (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322). A fines de 1716 debió visitar el colegio de Mérida (AUCAB. Libro de Consultas, fol. 34. Consulta del mes de enero de 1717. 109 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 215-224. El 12 de marzo de 1727 visitaba como Provincial, en compañía del P. Carlos Anisson, la hacienda de Tocaría (ANB. Curas y Obispos, t. 8, fol. 690). 110 Archivo de la Provincia de Colombia. Libro quinto de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Santafé, fol. 189v. 111 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 25v. Catálogo de 1691: “Extra 3 Philosophiae”. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 91. Catálogo de 1711. 112 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo de 1702. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 91. Catálogo de 1711: “Docuit grammaticam per brevius. Fuit Minister per septenium”. 113 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 91. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 136. Catálogo de 1715. 114 APT. Leg. 132, fol. 213. Carta del P. Miguel Angel Tamburini al P. Mateo Mimbela. Roma, 16 de marzo de 1715. 115 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 142. 116 Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús. Libro Quinto de la Iglesia…, fol. 188. 117 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161. Catálogo de 1718. Idem, fol. 218: Catálogo de 1720.

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nacido en Bélgica e ingresado en la Compañía de Jesús el 26 de septiembre de 1687.118 Atravesó el Atlántico en 1705 y antes había sido profesor de gramática en Courtrai y de Humanidades y Retórica en Dunquerke.119 En las misiones de Casanare se había desempeñado como Superior.120 La etapa postrera de su vida la dedicó a la Universidad Javeriana, primero como profesor de Sagrada Escritura (1736-1742)121 y luego como Director de estudios (1743-1745).122 Falleció en Bogotá en enero de 1759.123 21. Carlos Anisson (1720-1723). Madrileño, ingresó en la Compañía de Jesús el 2 de diciembre de 1694.124 Todos los estudios superiores los llevó a cabo en la Universidad Javeriana y los debió culminar hacia 1704.125 Sus primeros años sacerdotales los dedicó a la enseñanza de las humanidades tanto en la Facultad de Lenguas de la Academia de San Francisco Javier126 como en el colegio de Cartagena en torno al año 1711.127 En 1713 había retornado al Colegio Máximo de Santafé y actuaba como Ministro de esa corporación.128 De 1716 a 1719 fue catedrático de la Facultad de Artes129 en la universidad jesuítica bogotana. Al parecer debió mostrar un talento especial para la gestión de las entidades educativas. En 1720 recibía el nombramiento de Rector del colegio de Mompox (1720-1723).130 Del 118 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 71. Catálogo de 1711. 119 SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VIII, 1305-1306. 120 Indudablemente su estancia misional habría que ubicarla entre 1706 y 1710. El único testimonio oficial de su acción misionera son los Catálogos que insisten en que fue misionero y Superior de las Misiones (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113v). No hemos podido precisar las fechas de su superiorato, pero por deducción debería ubicarse entre el del P. Juan Fernández Pedroche (1703-1706) y el del P. Pompeo Carcasio (1706-1709). 121 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738. Con ese título figura en las aprobaciones que da a la Novena de San Pablo del doctor José de Texeira y Mena y la Novena de Nuestra Señora del Socorro del doctor Bernardo José García (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 436). Véase la aprobación de la Novena En honor de María Santísima En su advocación del Socorro Que saca a Luz el Doctor don Bernardo Joseph Garzía, Clerigo Presbytero. En Santa Fe de Bogotá. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año 1741.

122 Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 104v-112.

123 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 162v.

124 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 77. Catálogo, 1711. 125 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 39: Catálogo, 1702 dice que estudió 3 años de Filosofía y 1 de Teología. Luego ese año estudiaba 2º de Teología. Catálogo, 1711 (Idem, fol. 77) dice que estudió 3 años de Filosofía y 4 de Teología. 126 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 77: Catálogo, 1711: “Docuit NN. litteras humaniores, fuit in Missionibus Hispanorum; concionator hispanorum”. 127 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57v: Catálogo Breve, 1711: “Cartagena. Magister Grammaticae”. Lo mismo afirma el Catálogo ordinario de 1711 (fol. 77). 128 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113. Catálogo, 1713. 129 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157v. Catálogo, 1718: “Docet Philosophiam”. José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá (2002) 14. 130 APT. Leg. 132, fols. 247-248. Carta del P. Tamburini al P. Ignacio de Meaurio. Roma, 13 de mayo de 1719. Sin embargo, el 8 de septiembre de 1720 se celebraba la Congregación Provincial en Bogotá,

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río Magdalena subió a regir el destino del colegio de Las Nieves (17231726).131 En 1726, cuando se disponía a asumir el rectorado del colegio de Cartagena,132 es nombrado Secretario de la Provincia del Nuevo Reino (1726-1730).133 En 1730 pasa a ser Rector y Maestro de Novicios en Tunja (1730-1734)134 para regresar de nuevo al rectorado del colegio de Las Nieves (1734-1736).135 Falleció en Bogotá el 15 de marzo de 1736.136 22. Andrés de Molina (1723-1725). Al madrileño Anisson sustituyó en el cargo el bogotano Andrés de Molina, quien había ingresado en la Compañía de Jesús el 25 de noviembre de 1678.137 En la Universidad Javeriana cursaría el currículum completo en las tres facultades tradicionales: Lenguas, Filosofía y Teología.138 Su primera etapa, iniciada en 1692, la dedicó a la enseñanza de las humanidades en el colegio venezolano de Mérida.139 En 1716 se inició como Rector del colegio de Honda, cuyos destinos dirigiría hasta 1720.140 A las cualidades de gerente añadió la de gestor de los

y aunque estuvo presente, no parece que entró como Rector de Mompox (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88. Fols. 322 y ss). En 1723 seguía de Rector en Mompox (ANB. Tierras Bolívar, t. 11, fol. 392). 131 APT. Leg. 132, fols. 263-264. Carta del P. Tamburini al P. Francisco A. González. Roma, 27 de marzo, 1723. 132 APT. Leg. 132, fol. Carta del P. Tamburini al P. Méndez. Roma, 15 de diciembre de 1725. 133 APT. Leg. 132, fol. 286. Ignoramos la fecha exacta en que asumió el cargo, pero en 1727 actuaba como tal (ANB. Miscelánea, t. 89, fol. 692). El Provincialato del P. Diego de Tapia el cual se inició en 1725 y concluyó el 17 de enero de 1730 134 APT. Leg. 132, fol. 290-291: Carta del P. Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma, 1 junio de 1729. Biblioteca Nacional de Bogotá. Sección de Manuscritos. Mss. 57. Libro de la Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 131. 135 APT. Leg. 132, fol. 352: Carta del P. Retz al P. Francisco A. González. Roma, 15 septiembre 1733. En 1736 seguía en el mismo cargo (Cfr. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 224v: Catálogo Breve de 1736). Catálogo, 1736 (Idem, fol. 235) el cual dice: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam Moralem. Fuit/ilegible/ Rector. Socius Provinciae”. 136 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 288: Supplementum primi et secundi cathalogui, 1736-1737. 137 No hay unanimidad en cuanto a la fecha de ingreso: El Catálogo de 1678 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 325) señala el 20 de junio de 1678 y el Suplemento el 14 de junio (ARSI. N. R.; et Q., 3, fol. 342. Supplementum Catalogi hujus Provinciae Novi Regni et Quiti ab anno 1671). Los Catálogos posteriores indican el 25, 29 y 30 de noviembre. 138 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 219. Catálogo de 1720.

139 APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 17: “Con ocasión de salir de esta ciudad de Santafé para la de Mérida el P. Matías de Tapia por Rector de aquel Colegio con el P. Andrés de Molina para maestro de humanidad ...”. Aunque su estancia duró varios años no la hemos podido precisar: AUCAB. Libro de Consultas, fol. 8 (Consulta del 17 de febrero de 1694) y fol. 10 (Consulta del 5 de marzo de 1695). Lamentablemente el Libro salta del 30 de junio de 1695 al 3 de junio de 1697. 140 Ciertamente aparece como Rector de Honda tanto en el Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161v) como en el de 1720 (Ibidem, fol. 219). La fecha de inicio de 1716 la deducimos de un documento datado en diciembre de 1718 en el que se afirma que lleva de Rector “casi dos años” (ANB. Asuntos Eclesiásticos, t. 2, fol. 556). El 12 de marzo de 1717 actuaba como Rector (ANCh. Jesuitas. Bogotá, 215, fol. 171-173).

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negocios de la Provincia del Nuevo Reino (1720-1723).141 De nuevo regresa al río Magdalena a encargarse del complejo educativo de Mompox (17231725),142 para regresar a los Andes venezolanos a fin de realizar idénticas funciones en el colegio de Mérida (1727-1730).143 En la ciudad de la Sierra Nevada le sobrevino la muerte el 27 de mayo de 1731.144 23. Miguel Monroy (1725-1728). Santafereño como su antecesor, había ingresado en la Compañía de Jesús el 9 de julio de 1693.145 Monroy es el arquetipo polivalente de jesuita del XVIII. Concluida su preparación académica en la Universidad Javeriana, enseñó gramática dos años146 y consagró 10 años a la labor netamente misional entre los indígenas de los Llanos de Casanare.147 A partir de 1720 se inserta en la vida colegial primero como Rector del colegio de Mérida (1720-1724)148 y después es trasladado a la entidad educativa de Mompox con idénticos fines (1725-1728).149 En el primer semestre de 1728 fue removido del cargo, aunque ignoramos las razones.150 Sin embargo, el Provincial del Nuevo Reino le encargaría la fundación del colegio de Maracaibo,151 hecho que revela la riqueza de la personalidad del P. Monroy. La muerte le sorprendió en Maracaibo el 6 de mayo de 1739.152

141 ANB. Curas y Obispos, t. 36, fols. 433-454. 142 Aunque no encontramos verificación alguna, se señala al P. Andrés de Molina como Rector del colegio de Mompox en la Carta que dirigía el General de los Jesuitas, P. Miguel Angel Tamburini, al Provincial del Nuevo Reino el 27 de marzo de 1723 (APT. Leg. 132, fol. 263-264). 143 AUCAB. Libro de Consultas recoge su primera actuación rectoral el 18 de febrero de 1727 (fol. 53) y la última en marzo de 1728 (fol. 56). Pero hay que resaltar que el Libro se interrumpe desde esa fecha hasta el 1 de enero de 1733. 144 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 254v. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 26 junii 1730 ad 20 aprilis 1732. 145 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 39. Catálogo de 1702. El Catálogo de 1738 (Ibidem, fol. 269) señala el 29 de septiembre. 146 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 105. Catálogo de 1711. 147 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 105 (Catálogo de 1711); fol. 119 (Catálogo de 1713); fol. 162v (Catálogo de 1716); fol. 182v (Catálogo de 1718); fol. 221 (Catálogo de 1720). 148 AUCAB. Libro de Consultas, fols. 42-49. Actúa como Rector de enero de 1721 a octubre de 1724. Con respecto a la fecha del nombramiento: el 13 de mayo de 1719 remitía el gobierno de la Provincia el P. Tamburini al P. Ignacio Meaurio (APT. Leg. 132, fol. 247-248) y el 5 de agosto de 1720 entraba a regir la Provincia el P. Francisco Antonio González (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 192). 149 APT. Leg. 132. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Méndez. Roma, 15 de diciembre de 1725.

150 APT. Leg. 132, fol. 286. Carta del P. Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma, 1 de junio de 1729. El P. General hace alusión en su escrito a una carta del P. Monroy, remitida el 12 julio de 1728, en la que se queja del modo y circunstancias de su remoción.

151 ANCh. Jesuitas, 205. Inventario de la residencia de Maracaibo, fol. 32 hace referencia al Libro de gasto y recibo “que empezó en veinte y cinco de marzo de mil setecientos treinta y cinco”. En el fol. 27 se habla de una carta remitida por el Obispo de Caracas al P. Monroy sobre la fundación “en tres de mayo de mil setecientos treinta y cinco”. 152 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 11 octobris 1738 usque ad primam januarii 1742. Sin embargo, el Libro de la sacristía

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24. Gabriel de Aguilar (1728-1730). Este hijo de Guatavita153 había ingresado en la Orden de Ignacio de Loyola el 28 de agosto de 1689.154 No deja de ser llamativa la presencia de un hombre que dedicó la mayor parte de su vida a misionar a los indígenas casanareños como lo demuestran sus dos estancias (1706-1720)155 y (1736-1747).156 Pero existe un intervalo temporal en el que vivió en Bogotá dedicado a las labores sacerdotales157 y de la capital neogranadina partió a Mompox para regir el colegio y sus destinos entre 1728 y 1730.158 Habiéndose reintegrado a las reducciones casanareñas laboró allí hasta su muerte acaecida el 21 de marzo de 1747.159 25. José de la Sota (1730-1737). Este oriundo de La Plata (Colombia) había ingresado en la Compañía de Jesús el 9 de abril de 1702.160 Realizó todos sus estudios superiores en la Universidad Javeriana de Bogotá. Su biografía la absorbe casi por completo la vocación por la docencia. Al colegio de Cartagena dedicaría lo mejor de su juventud, primero como profesor de Gramática durante 8 años161 y más tarde como Rector (1726-1730).162 De la ciudad caribeña subió a regir el colegio de Mompox (1730-1737) en el que permanecería por

del colegio de Tunja (Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105, fol. 155) dice que la muerte acaeció “en la barra de Maracaibo, estando a bordo”. 153 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 105. El Catálogo de 1711 es el único que señala a Guatavita como lugar de nacimiento; los demás dicen “sanctafidensis”. 154 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 9. Catálogo de 1691. 155 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 105. Catálogo de 1711: “Operarius 9 annis. Missionarius 5 annis”. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 105. Catálogo 1711. (Idem, fol. 119). Catálogo de 1713. (Idem, fol. 162v). Catálogo 1718. 156 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 235v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam. Fuit Minister. VRector. Missionarius. Parochus indorum. Operarius hispanorum”. 157 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199v. Catálogo de 1720. 158 Queda constancia de su rectorado en: 1728 (ANB. Notaría 3a, tomo 160) y en 1729 (ANB. Tierras Bolívar, t. 11, fol. 390v). 159 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 157. 160 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 60. Catálogo de 1711. Con respecto al lugar de nacimiento todos los Catálogos lo ubican en: “Platensis in Indiis”, con excepción del Catálogo de 1720 (Idem, fol. 213) que señala: “Popayanensis in Indiis Occidentalibus”. Asimismo creemos debemos señalar la presencia de un error material en el Catálogo de 1738 (Idem, fol. 267v): el copista confundió los datos del P. Ildefonso Olmos con los del P. José de la Sota, quienes ocupan los números 74 y 73 respectivamente. 161 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 213. Catálogo, 1720. 162 Carta del P. Miguel Angel Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma 1 junio de 1729: “Apruebo también la asignación del Padre Joseph de la Sota para Venerable Rector del Colegio de Cartagena” (APT. Leg. 132. fol. 286). Confirmación de su rectorado en 1728 (ANCh. Jesuitas. Bogotá, 446); y en 1730 (AGI. Santafé, 406). Algo rígido debió ser su gobierno a juzgar por la correspondencia entre Roma y las autoridades jesuíticas del Nuevo Reino: “Varias quexas han llegado a este oficio del Gobierno del Padre Joseph de la Sota. Supongo a V.R sabidor de todas; y que ia ha dado los avisos y providencias, que ha podido y juzgado mas convenientes” (APT. Leg. 132, fols. 301v-302. Carta del P. Francisco Retz al P. Francisco Antonio González. Roma, 31 de diciembre de 1731).

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dos períodos.163 El último tramo de su biografía lo viviría en la ciudad de Tunja, donde le sorprendería la muerte el 7 de febrero de 1741164. 26. Fernando Vergara (1738-1743). Este jesuita santafereño gozó de mucha estimación entre los hombres de su tiempo. Julio C. Vergara lo retratará de la siguiente manera: “... Fue un jesuita docto, muy celebrado dentro y fuera de la religión, en cátedras y púlpito.... Fue nombrado Procurador a Roma y habiendo llegado a Cartagena no pudo embarcarse por haber enfermado… Regentó mucho tiempo la cátedra de cánones a que le destinaron los jesuitas”.165 A pesar de su personalidad enfermiza, cumplió muchas tareas delicadas en pro de la Provincia del Nuevo Reino. Fundador del colegio de Antioquia y su segundo Rector (1730-1733).166 En 1736 se había trasladado a Mompox como enfermo,167 y a pesar de su deteriorada salud asumía en 1738 la dirección de este colegio (1738-1743).168 Pareciera que cumplió idénticas funciones en Cartagena de 1743 a 1745.169 De inmediato pasó al colegio de Honda para dirigir la institución educativa en 1745.170 Al no poder representar a la Provincia del Nuevo Reino en Madrid y Roma por haberse enfermado en Cartagena en 1750,171 se reintegra a la capital del virreinato donde aparece ya en 1751.172 Fue Rector del Colegio de San Bartolomé de 1754 a 1755.173 También debió asumir por algún

163 APT. Leg. 132. fol. 290v. Carta del P. Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma, y junio 1 de 1729. El segundo período del P. de la Sota obedece a que el señalado por el P. General en 1733 para el rectorado era el P. Miguel de Montalvo pero alegó incapacidad para aceptarlo debido a sus enfermedades, por lo cual siguió el P. Sota (APT. Leg. 132, fols. 340-341. Carta del P. Retz al P. Jaime López. Roma, 15 de septiembre de 1736). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 223v. Catálogo, 1736. 164 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum 1i. et 2i. Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum ab 11 octobris 1738 usque ad primam Januarii 1742. 165 Julio C. VERGARA Y VERGARA. Relación Genealógica. Con notas y aclaraciones de Julio C. Vergara y Vergara. Bogotá, Edit. Kelly (1962) 109-110. 166 En 1731 consigue los terrenos para el colegio de parte del cabildo (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 43. Archivo Histórico de Antioquia. Libros Capitulares. Colonia, 1731-1742, fols. 10v-20, fol. 34. Y Temporalidades 118, doc. 3284). 167 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 233v. Catálogo de 1736: “Vires: Infirmae”. 168 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 270v. Catálogo de 1738. La fecha final ofrece dudas ya que en 1742 parece ejercer el rectorado el P. Ambrosio Maya (ANB. Impuestos varios. Cartas, t. 13, fols. 157-167). 169 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá (2004) 31. 170 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 280-284. En abril de 1745, día en que se colocó la Virgen de los Dolores en la capilla del colegio, edificada por el Pbro. Francisco García Carrión, era Provincial el P. Ángel Manca y Rector el P. Fernando Vergara (ANB. Temporalidades, 4, fol. 773). 171 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 316. 172 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo breve de 1751. 173 José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá XXXVIII (1952) 100.

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tiempo la cátedra de Derecho Canónico.174 La muerte le sorprendió en su ciudad natal el 12 de octubre de 1761.175 27. Antonio Manca (1743-1748). Segundo extranjero que dirigiría los destinos del colegio momposino durante el período colonial. Conjeturamos que este jesuita italiano fue el continuador de la obra del P. Vergara con aumentos todavía débiles. Ingresó en la Compañía del 31 de mayo de 1711176 y toda su carrera eclesiástica la realizó en su lar patrio. Atravesó el Atlántico en la expedición de 1723177. Sospechamos, aunque con muchas dudas, que pudo haber asumido la cátedra de Filosofía en la Javeriana de 1725 a 1728.178 En 1730 era enviado a la Isla de Santo Domingo,179 pero su estancia no superaría el trienio pues los jesuitas se convirtieron en actores del conflicto que involucraba al arzobispo Fr. Juan de Galavís (17301739), al gobernador Alfonso de Castro Mazo (1731-1740) y a Fr. Diego Rendón Sarmiento, comendador del convento de la Merced.180 La decisión del Consejo de Indias fue la de mandar salir de la Isla al P. Manca.181 De nuevo en Tierra Firme vivió hacia 1736 en Cartagena,182 pero en 1738 se había radicado en Bogotá.183 Conjeturamos que pudo haber sido Rector del colegio de Mompox entre 1743 y 1748184. En 1756 vivía en el colegio de Honda bastante achacoso185 y aquí le encontró la muerte el 16 de julio de 1757.186 28. Cayetano González (1748-1751). No deja de ser curiosa la figura de este jesuita español que había ingresado en la Compañía el 16 de diciembre de 1722.187 Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1723188 y cursó la Filosofía y la Teología en la Universidad Javeriana. Fuera 174 ANB. Médicos y abogados, t. 13, fol. 927. 175 ARSI. Historia Societatis, 53, 1763. 176 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232. Catálogo de 1736. 177 AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723. 178 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 311v. Catálogo de 1753: «Docuit Grammaticam, Philosophiam». 179 ANB. Curas y obispos, t. 36, fol. 168. 180 El incidente pude leerse en: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 94-97. 181 AGI. Indiferente General, XVI, fol. 491. ANB. Curas y obispos, t. 36, fol. 176. Carta del P. Gaspar Rodero al P. Francisco Antonio González. Madrid, 20 de octubre de 1733. 182 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232. Catálogo de 1736. 183 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738. 184 El primer fundamento lo ofrece un dato un poco ambiguo (ANB. Tierras Bolívar, 11, fol. 326) fechado en 1748. El segundo fundamento es el catálogo de 1753 en el que consta que había sido Rector pero no especifica dónde (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 311v.). 185 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo de 1756: «Infirmus». 186 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 346. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu, confectum a 31 Decembris anni 1756 ad 30 Junii [por Julii] 1757. 187 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v. Catálogo de 1736. 188 AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723: “18. El hermano Cayetano González, escolar, natural de Santiago de Galicia provincia de Castilla, de edad de 21 años, mediano de cuerpo,

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de una breve estancia en las misiones casanareñas,189 la mayor parte de su biografía fue una consagración a los intereses del colegio San Francisco Javier de Mérida (1736-1763). Sus largos años de servicio a la entidad educativa andina transcurren tanto como profesor de Gramática, así como Rector (1741-1743)190 y hombre dedicado a las actividades espirituales.191 Quizá ese perfil de hombre discreto, trabajador, espiritual y amante de un proyecto de provincia le llevó al rectorado de Mompox (1748-1751).192 La expulsión de 1767 lo encontró en Cúcuta, enfermo y demente193 y en esa ciudad fronteriza le sorprendió la muerte el 25 de junio de 1770.194 29. Jerónimo Godoy (1751-1754). Es el primer momposino que regresó a su patria chica para dirigir el colegio. Había ingresado en la Compañía de Jesús el 23 de enero de 1728195 y realizó toda su formación eclesiástica e intelectual en la Universidad Javeriana.196 Tras recibir la ordenación sacerdotal, pasó a su lar patrio a enseñar Gramática.197 Después de realizar su año de Tercera Probación en Tunja (1741-1742)198 se incardinó en el claustro de profesores de la Universidad Javeriana y dictó el curso de Artes

delgado, blanco y rubio”. 189 El Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) dice: “Docuit Grammaticam. Fuit Minister. Missionarius Gentilium”. 190 AUCAB. Libro de Consultas, fol. 76-76v. Las consultas corren del de julio de 1741 hasta noviembre de 1742, pero la siguiente data del 1 de noviembre de 1743. Su profesión religiosa la hizo en Mérida en 1743 (AAM. Seminario. Caja, 1. Inventario de los papeles del archivo, fol. 15). 191 Catálogo Breve de 1756 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v): “Admonitor. Consultor. Confesarius Nostrorum. Praefectus casuum conscientiae et Congregationis Virginis Dolorosae”. Y el de 1763 (Ibidem, fol. 374v): “Praefectus Spiritus et Congregationis bonae mortis”. 192 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo Breve de 1751. Pensamos que el rectorado pudo darse de 1748 a 1751. Creemos que retornó a Mérida a fines de 1753: aparece como consultor firmando el Libro de recibos en noviembre de 1753 hasta 1763 (AAM. Caja Unica. Libro de recibo que comienza a primero de marzo de 1749, fols. 23-71v). 193 ANB. Temporalidades, t. 8, fol. 558: se encontraba enfermo en la hacienda de El Trapiche “avanzada edad, demencia y lesión de quebradura, aquejándose de continuo dolor de cabeza y un temblor corporal de que padece”. 194 ANB. Miscelánea, t. 89, fol. 677. También en: Temporalidades, t. 8, fol. 558. En Miscelánea, t. 89, fol. 475 se le comunica al Virrey la muerte del P. Cayetano González y que “se le dio sepultura en la iglesia parroquial del Señor San Joseph”. 195 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 227. Catálogo de 1736. 196 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo de 1753. El catálogo de 1736 (fol. 227) dice que estudiaba ese año 2º de Teología. 197 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 271. Catálogo de 1738: lo ubica en Mompox y especifica: “docet Grammaticam”.

198 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum ab 11ª Octobris 1738 ad 1am. Januarii 1742.

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(1743-1746).199 En 1751 ya residía de nuevo en Mompox200 y a partir de ese año comienza el cursus honorum. Rector de Mompox (1751-1754),201 de donde pasa a regir los destinos del colegio de Antioquia (1754-1757)202 para regresar después al río Magdalena para encargarse del colegio de Honda (1757).203 Falleció el 15 de septiembre de 1758 en Santafé de Bogotá.204 30. Salvador Quintana (1755-1757). También era hijo de Mompox como su antecesor y había ingresado en la Compañía de Jesús el 26 de noviembre de 1730, después de haber estudiado en el Colegio Mayor de San Bartolomé toda la Filosofía y dos años de Teología.205 En una primera etapa enseñó gramática en Cartagena206 y después se dedicó a la dura tarea que suponían las misiones populares.207 En una segunda fase se consagra a los cargos directivos en los colegios neogranadinos. Rector del Colegio de Las Nieves (1749-1751).208 Después actúa como Procurador de Provincia y profesor de humanidades de los jóvenes jesuitas que estudiaban en la Javeriana.209 Rector del colegio de Mompox (1755-1757),210 Rector del colegio de Antioquia (17571763),211 Cura de Fontibón (1764-1765),212 Rector y Maestro de Novicios en Tunja (1765-1767).213 En 1767 acababa de ser nombrado Rector del colegio 199 Nos consta de su estadía en Bogotá: 1742, posible data de su Manuscrito Dialecticae... Actúa como examinador el 28 de julio de 1743 (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1756, fol. 110v-111). 1746 firma el diploma de doctorado en teología de Rafael Pulgar (ANB. Notaría 1ª, t. 175, fols. 82v-84v). 200 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo de 1751. Sus funciones: “Prefecto de la Congregación de la Buena Muerte y Consultor del colegio”. 201 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo Breve de 1753. 202 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348. Catálogo de 1756. 203 Asiste a la Congregación Provincial de 1757 como Rector de Honda (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115). 204 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 162. 205 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 227. Catálogo de 1736. Ingresó en el Colegio de San Bartolomé el 13 de octubre de 1725. “Natural de Mompox, hijo de Baltasar Ruiz de Quintana y doña María Palomino y Ascabias”. (Archivo de San Bartolomé. Libro de convictores, fol. 120). 206 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 269v. Catálogo de 1738. 207 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios... Nº. 112. 208 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298v. Catálogo de 1751. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112. 209 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304v. Catálogo de 1753. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112. ANB. Gobierno, 5, fol. 503. 210 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo de 1756. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112. 211 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 358. Catálogo de 1763. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112.

212 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112. Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 54. 213 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112.

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de Cartagena cuando se le intimó la expulsión.214 Desterrado a Italia vivía en Sinigaglia el 1º de enero de 1774.215 Desconocemos ulteriores noticias sobre su biografía. 31. Miguel Gereda (1757-1761). Este jesuita de Pamplona (Colombia) había ingresado en la Orden el 10 de mayo de 1719216 y realizado sus estudios universitarios en la Universidad Javeriana.217 Su biografía jesuítica se divide en dos grandes capítulos. El primero se desarrolla en la Isla de Santo Domingo (1732-1755) y más concretamente en la Universidad de Gorjón, donde enseñó Gramática, Filosofía, Teología Moral y Teología Escolástica218 e incluso ejerció el rectorado de la Universidad de 1745 a 1753.219 El segundo capítulo tiene como escenario la Tierra Firme, en donde se desempeñó como Rector del colegio de Mérida (1755-1758)220 y como Rector de Mompox (1757-1761)221 y en el ejercicio de su cargo le sorprendió la muerte el 8 de enero de 1761.222 32. Manuel Collado (1761-1763). Nacido en Belmonte (Cuenca) ingresó en la Compañía de Jesús el 15 de agosto de 1739.223 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1743.224 Culminó en la Universidad Javeriana los estudios eclesiásticos que había iniciado en el colegio de San Hermenegildo

214 Salvador Quintana, Rector designado de Antioquia en 1767 “En el inventario del archivo: “Item, una memoria o razón de la entrega que hizo de este colegio el P. Jerónimo Godoy, Rector que acaba de ser al P. Victorino Padilla, interim llegaba el Rector Salvador Quintana.” (ANB. Temporalidades, 17, fol. 768v). AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 112. Juan Manuel PACHECO. Art. cit., 54. 215 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual… Nº. 4429. 216 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 208. Catálogo de 1720. 217 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 234. Catálogo de 1736. Estudió “intra” 3 años de Filosofía y 4 de Teología. 218 En el Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 234) se afirma que enseñó Gramática. En el de 1738 (Ibidem, fol. 272) “docet Theologiam”. Y en el de 1753 (Ibidem, fol. 301) “Docuit Grammaticam, Phylosophiam, Theologiam Moralem et Theologiam”. 219 Antonio VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico. Ciudad Trujillo (1950) 311; 226 y ss. También: Catálogo Breve de 1751 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299) y de 1653 (Ibidem, fol. 311). José Luis SAEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 16 (1997) 40-41. 220 AAM. Caja Unica. Libro de Recibo que comienza a primero de marzo de 1749. Fol. 27v, primera actuación en junio de 1755; la última: septiembre de 1757 (fol. 39). Por su parte, el Libro de consultas recoge su gestión desde el 30 de septiembre de 1755 (fol. 81) hasta el 26 de septiembre de 1757 (fol. 87). Catálogo Breve de 1756 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v). 221 ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115. Asiste a la Congregación como Rector de Mompox. 222 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 163. José Celestino MUTIS. Archivo Epistolar, I, 11-12. 223 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 313v. Catálogo de 1753. 224 AGI. Contratación, 5549. “El H. Juan Collado recibido en Madrid para el Nuevo Reino salió para el Puerto de Santa María de Madrid, aunque se quedó en Carmona estudiando para volver al Puerto a embarcarse”. “... estudiante natural de Belmonte, obispado de Cuenca, de edad de 27 años, mediano de cuerpo, moreno, señal de herida en el entrecejo, pelo negro, poblado de barba”.

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de Sevilla.225 Inició su actividad apostólica como profesor de humanidades en el colegio de Mompox.226 En 1756 es enviado a la ciudad venezolana de Coro para dirigir la fundación de colegio y en esa tarea permaneció hasta 1760,227 año en que regresa a la ciudad del río Magdalena para fungir como Rector de la entidad educativa momposina (1761-1763)228. Al concluir su mandato fue a Mérida para cumplir idénticas funciones (1763-1767).229 La expulsión de 1767 lo lanzó a Italia y en 1774 vivía en Scapezano230 y falleció en Urbino a comienzos de 1800.231 33. Francisco Javier Oraá (1764-1765). Al castellano le sucedió un vasco en la responsabilidad de dirigir el colegio momposino. Tocó las puertas de la Compañía de Jesús en Tunja el 17 de abril de 1737232 y todo su currículum universitario lo recorrió en la Universidad Javeriana.233 Su biografía sacerdotal la absorbe la ciudad venezolana de Coro a donde fue destinado con el P. Antonio Naya a la fundación de un colegio (1753-1764).234 Sin embargo, a pesar de todas las diligencias realizadas,235 el proyecto no pudo llegar a buen término. El 31 de octubre de 1764 hacía entrega oficial de los bienes al principal promotor por orden del Provincial del Nuevo

225 El 1 de octubre de 1746 autorizaba el P. Manca, Provincial, la renuncia a una serie de estudiantes teólogos jesuitas, entre los que se encuentra el H. Juan [Miguel] Collado (ANB. Miscelánea, t. 89, fol. 667v). Esto nos hace sospechar que para esta fecha había concluido, o estaba por concluir, sus estudios teológicos. 226 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo Breve de 1751. Según AHN. Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares, Nº 147, fue profesor de Gramática antes en Honda. 227 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348. Catálogo Breve de 1756. Sin embargo debió llegar después de los PP. Antonio Naya y Francisco Javier Oraá (ANCh. Jesuitas, 211. Representación del Procurador General don Miguel Antonio de Medina). Véase: José DEL REY FAJARDO. Un sueño educativo frustrado: Los jesuitas en el Coro colonial. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello-Universidad Arturo Michelena, 2005. 228 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 356v. Catálogo de 1763. 229 Asiste a la última Congregación Provincial del Nuevo Reino, 29 de diciembre de 1763, como Rector de Mérida (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 106). Según el Libro de Recibo que comienza a primero de marzo de 1749 (AAM. Caja Unica) su primera intervención data de marzo de 1764 (fol. 73v) y la última de junio de 1767 (fol. 84v). 230 ANCh. Jesuitas, 442.

231 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Juan Antonio de ARCHIMBAUD. Relacion individual de los Ex-jesuitas muertos de las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por Don Juan Antonio de Archimbaud. Provincia del Nuevo Reino de Granada. Nº. 4465. 232 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 287. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 6 martii 1736 ad 2 junii 1737. 233 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 313. Catálogo de 1753. 234 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348: Catálogo Breve, 1756. (Idem, fol. 359): Catálogo, 1763. (Idem, fol. 375): Catálogo Breve, 1763. Información sobre la fundación del colegio: ANCh. Jesuitas. Bogotá, 211. ANB. Curas y Obispos. t. 21, fols. 2-24; t. 39, fols. 139-149. 235 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348. Catálogo de 1756. Catálogo de 1763 (Idem, fol. 359).

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Reino, P. Manuel Balzátegui.236 De inmediato tomó posesión del colegio de Mompox,237 mas al parecer su gestión fue breve, pues la muerte le sorprendió antes de completar el mandato. Lo cierto es que en 1766 le había sustituido el P. Jerónimo Grossis.238 34. Jerónimo Grossis (1765-1767). El deceso inesperado del P. Oraá llevó al P. Jerónimo Grossis a hacerse cargo del rectorado aunque no podamos precisar la fecha exacta. Era gaditano y había ingresado en la Compañía de Jesús el 21 de diciembre de 1723 después de haber concluido su carrera de Leyes.239 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1724.240 Entre 1726 hasta 1738 desempeñó los más variados oficios tanto como misionero de infieles en Casanare y también como operario en los colegios de Mérida y Pamplona.241 Sin embargo, a partir de 1738 su vida se enrumba hacia la dirección de los colegios neogranadinos. Al de Cartagena dedicaría, al menos, dos períodos (1738-1743),242 (1751-1754),243 y un interregno en torno a 1763.244 En Honda laboraría entre (1754-1757).245 Lo cierto es que al fallecer el P. Oraá lo sustituyó en el rectorado momposino.246 La expulsión de 1767 le sorprendió en esta ciudad del río Magdalena y debido a su ancianidad y achaques fue

236 Archivo Histórico de Coro. Instrumentos públicos, t. XXXII, fol. 128. “Entrega al Presbítero don Pedro Silvestre de Quevedo de los bienes que donara a la Compañía de Jesús para la fundación del colegio coriano”. En: Carlos GONZÁLEZ BATISTA. “Los jesuitas en Coro (1753-1764)”. En: Montalbán. Caracas, 25 (1993) 72. 237 Catálogo de 1764. En: Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 72. 238 El P. Jerónimo Grossis presencia una Profesión en Mompox 15 agosto 1766: “coram Jeron. Luis Grossis Vicerrector” (ANB. Miscelánea, 90, fol. 4). 239 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232v. Catálogo de 1736. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 355. Catálogo de 1763. 240 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares de la Compañía del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogotá, nº. 74: “Paso a America en la Mision que se embarcó en la bahia de Cadiz el año de setecientos veinte y quatro”. Por ello su nombre no aparece en ninguna de las expediciones misioneras del Nuevo Reino. La primera vez que vemos citado su nombre en la documentación oficial neogranadina es el 8 de mayo de 1734, al hacer su profesión de tres votos (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 251v. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 11 Julii 1733 ad 6 Martii 1736). 241 José DEL REY FAJARDO. Bío-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1995) 284-285. 242 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 269. Catálogo de 1738. 243 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300v. Catálogo Breve de 1753. 244 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 355. Catálogo de 1763. Sin embargo, en el catálogo de 1764 aparece ya el P. Juan Bautista Manna (Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 72 y nuestro biografiado no está recensado en este documento. 245 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo Breve de 1756. 246 El P. Jerónimo Grossis presencia una Profesión en Mompox 15 agosto 1766: “coram Jeron. Luis Grossis Vicerrector” (ANB. Miscelánea, 90, fol. 4).

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depositado en el convento de la Victoria de Puerto Real en 1767 y en esta ciudad le sorprendió la muerte el 2 de abril de 1777.247 35. Salvador Pérez (1767). Cierra el ciclo jesuítico en la ciudad de Mompox el valenciano Salvador Pérez, quien había ingresado en la Compañía de Jesús el 3 de mayo de 1740.248 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1743.249 Culminó sus estudios universitarios en la Universidad Javeriana.250 Sería la ciudad de Cartagena la que inspiraría por largos años sus actividades: profesor de humanidades,251 Prefecto de la Congregación de la Dolorosa252 y Procurador del colegio.253 Del mar Caribe subió a la sabana bogotana para asumir el rectorado del Colegio de las Nieves (1764-1767).254 Y a comienzos de 1767 se dirigió a Mompox para hacerse cargo del colegio jesuítico.255 El 15 de julio de ese año se les intimó a los moradores de la entidad educativa momposina el decreto de expatriación.256 El Rector se hallaba ausente en una hacienda cercana y allí lo fueron a buscar.257 Así concluía la historia centenaria del colegio de la Compañía de Jesús en esta ciudad del río Magdalena. 2. Educadores En la organización escolar jesuítica del Nuevo Reino se solían cultivar dos tipos de planteles educativos que trataban de dar respuesta a la demanda de las primeras letras y a los estudios de humanidades que facultaban al joven para poder seguir la vida universitaria con toda propiedad. 247 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares... nº. 74. Juan Antonio de ARCHIMBAUD. Catálogo General del número de regulares que de la extinguida orden llamada la Compañia de Jesús, existían en los Reynos de España e Indias al tiempo de la intimación del real decreto de expulsión. Provincia de Santa Fe, Nº. 4422. 248 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 309. Catálogo de 1753. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 72. 249 Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla (1995) 319: pone como lugar de nacimiento Torrent (Valencia). José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 38: “… valenciano, estudiante, salió de Tarragona donde fue resivido para Indias, y a costa de Santa Fe a 3 de mayo de 1740”. 250 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 255v. Catálogo de 1756. 251 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298v. Catálogo breve de 1751; “Magister grammaticae”. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 309. Catálogo breve de 1753: “Docuit et docet grammaticam”. 252 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo breve de 1756. 253 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 255v. Catálogo de 1763. 254 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá (1997) 73. ANB. Curas y Obispos, 43, fol. 59. 255 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 72. Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 56. 256 ANB. Temporalidades, 16, fol. 336. Carta del P. Juan Valdivieso a su hermano Juan García Valdivieso. 27 de julio de 1767. 257 Juan de VELASCO. Historia Moderna del reino de Quito. Mss., III, fol. 224.

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También en los ofrecimientos iniciales que la ciudad de Mompox presentaba a la Compañía de Jesús se encontraba ese planteamiento, por ello proponían “un Padre, que lea Gramática, y un hermano, que enseñe a los niños de escuela” y para ello proponían una renta de 500 pesos.258 Sin embargo, debemos confesar que mientras los estudios de humanidades fueron cubiertos de inmediato por los jesuitas, nos quedan bastantes dudas a la hora de verificar cuándo se inició la escuela de primeras letras en el colegio momposino. En este acápite trataremos de identificar tanto a los profesores que enseñaron gramática y humanidades en el plantel de Mompox así como también a los maestros de primeras letras que consagraron su vida a la educación de las juventudes de la ciudad. Debemos confesar desde los inicios que la documentación que revela los nombres y los años de los docentes es muy irregular y que fundamentalmente nos guiamos por lo que queda de los catálogos trienales que la Provincia del Nuevo Reino debía remitir a Roma cíclicamente. Volvemos a decir que los estudios de humanidades en la ciudad de Mompox se iniciaron el 22 de junio de 1643. Y el pórtico fue con la solemnidad de estilo, es decir, con acto literario que consistió en dos oraciones, “una en verso castellano y otra en lengua latina”. Y su lectura estuvo a cargo de dos jóvenes momposinos: los hermanos Cipriano y Gregorio de Salcedo Raimoroso.259 Así pues, la carrera docente jesuítica en Mompox tuvo su génesis en el propio Rector-fundador, el P. Marcos González.260 Realmente es de admirar que un hombre que había sido catedrático de Artes en la Universidad Javeriana de 1629 a 1632261 asumiera esa dura tarea docente que como jesuita había tenido que ejercer en los años inmediatos a su ordenación sacerdotal. Ciertamente eran años difíciles en los que la variedad de proyectos que gerenciaban los seguidores de Ignacio de Loyola en el Nuevo Reino no disponían de suficiente recurso humano para poder atender tantos frentes. Esta situación evidencia algunas anomalías institucionales a la hora de indagar quiénes fueron los docentes de los primeros veinte años. Dos fenómenos históricos debemos resaltar en este planteamiento. El primero indica que entre marzo de 1650 y abril de 1658 fallecieron 63 jesuitas a los que habría que añadir 12 más que, debido a sus achaques o

258 Gabriel MELGAR. Letras anuas, 143. 259 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito…, II, 156. 260 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito…, II, 156. 261 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 156: “Ya había leído este Padre un muy lucido curso de artes en la Academia de Santa Fe…”. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57: “Docuit grammaticam et Philosophiam et est concionator hispanorum”. Catálogo de 1642.

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enfermedades, estaban retirados de las labores cotidianas.262 Ello obligó a que algunos jóvenes tuvieran que abandonar sus estudios para encargarse de la docencia de las humanidades. El segundo afectaba la marcha institucional de la propia Compañía de Jesús, pues al concluir los estudiantes jesuitas sus estudios eclesiásticos no podían recibir el sacerdocio porque no había obispo que los ordenara de presbíteros.263 Prácticamente desde la muerte del arzobispo Cristóbal de Torres el 8 de julio de 1654264 hasta la llegada de su sucesor, el también dominico Juan de Arguinao (17 de junio de 1661) habían transcurrido 7 años de sede vacante.265 En 1652 sólo habitaban en la reciente fundación 3 sujetos y era un estudiante de Teología el que cuidaba “de la enseñanza de la juventud, y de la niñez de el Pueblo”.266 Un examen detallado del catálogo de 1651 nos lleva a conjeturar que quizá se refiera al P. Ignacio Dosma (1626-1696),267 quien aparece como estudiante de las ciencias sagradas y a la vez se le cataloga expresamente como docente.268 Su acción magisterial la desarrollaría además en Honda y Mérida, mientras que en Panamá tendría a su cargo la enseñanza de la Filosofía.269 Un enigma se nos abre con el P. Antonio Maldonado (c.1631-1687),270 quien habiendo finalizado su carrera eclesiástica y no pudiendo recibir el sacerdocio por falta de obispo ordenante debió dedicar un largo tiempo a la enseñanza de la Gramática. No existen dudas sobre su magisterio en Mompox entre 1659271 y 1661,272 pero nos queda la sospecha de si también realizó idénticas funciones desde 1655, pues los catálogos de esa fecha no ubican a los sujetos en los respectivos domicilios.273 Fue uno de los 262 ANB. Curas y Obispos, 36, fol. 317. 263 Para Fray Cristóbal de Torres (1635-1654), véase: Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol., XIII, 1975) 115-143. Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia dominicana de Colombia. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello (1981) 115-116. Fray Juan de Arguinao (1661-1678). Véase: Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica, II, 238-248. Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia dominicana de Colombia, 32. 264 El acta de defunción se encuentra en: ANB. Asuntos eclesiásticos, 1, fol. 704. 265 Alberto ARIZA. Arzobispos y obispos dominicos en Colombia. Bogotá, Editorial Centro (1947) 20-23. 266 ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel], fol. 21v. 267 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo II: Los hombres. Caracas-Bogotá (2007) 167. 268 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 115. Catálogo de 1651: “Docet Grammaticam”. 269 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 21v. Catálogo breve de 1671. 270 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 408-410. 271 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6. Catálogo breve de 1659. 272 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2. Catálogo breve de 1661. 273 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 137v. Catálogo de 1655. Lo mismo asevera el de 1657 (fol. 160). Lo que no podemos aventurar es si su docencia fue ininterrumpida o si dedicó su tiempo para la ordenación

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grandes maestros javerianos y tuvo una gran significación en la Provincia del Nuevo Reino. En 1667274 se desempeñaba como profesor de gramática el P. Baltasar Felices (1638-1722).275 Posiblemente finalizó su formación académica y ascética en 1665 y es muy probable que desde esa fecha hubiera dedicado en Mompox sus talentos para la educación de la juventud. En 1668276 encontramos al P. Francisco Cortés (c.1639-1700)277 en las tareas educativas del colegio momposino. En 1671 laboraba en la Residencia jesuítica de la Isla de Santo Domingo278 y este hecho nos hace suponer que muy probablemente permaneció en el río Magdalena, al menos, un par de años. En su estancia isleña quiso impulsar la cátedra de gramática y la de Teología Moral.279 En 1671280 había asumido la responsabilidad educativa el P. Antonio Ayala (c.1640-1698).281 Es muy posible que fuera el inmediato sucesor del P. Francisco Cortés, pues en 1668 cursaba el 4º año de Teología y ya era sacerdote.282 Desde 1684 retornaría a Mompox, donde transcurrirían los últimos años de su vida. Larga sería la permanencia del P. Francisco Saldaña (1649-1716)283 en la institución educativa jesuítica de Mompox. Pensamos que para 1677 debía haber llegado a su destino y al año siguiente se le recensiona al frente de la cátedra de gramática.284 Su estancia fue larga y permaneció en esa calurosa ciudad hasta que el 3 de enero de 1689 fue nombrado Rector del Colegio hasta 1696.285 Es conjeturable que su labor de profesor fuera ininterrumpida hasta su nombramiento de Rector.286

sacerdotal y para el año de tercera probación. 274 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10. Catálogo breve de 1667. 275 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 266-268. 276 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 14. Catálogo breve de 1668. 277 DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 223-225. 278 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 22v. Catálogo breve de 1671. 279 José Luis SAEZ. “Universidad Real y Pontificia Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 186-187. 280 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 22v. Catálogo breve de 1671. 281 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2004) 65-66. 282 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 12. Catálogo breve de 1668. 283 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela, II, 469-470. 284 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 322. Catálogo de 1678. 285 APQu. Leg. 15. Carta del P. Tirso González al P. Altamirano. Roma, 25 de octubre 1689, 11a. carta. Era Rector en 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 11) y en 1695 (ANB. Tierras Bolívar, t. 11, fol. 325v). 286 El catálogo de 1687 lo reseña todavía como “Lector grammaticae” (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 25v. Catálogo breve de 1687).

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No hemos podido precisar los lapsos temporales exactos del magisterio del P. José Ramírez del Rincón (c.1663-1696) pero ciertamente estaba dedicado en 1691 a la tarea educativa.287 Con anterioridad había enseñado en la Universidad Javeriana en torno al año 1686.288 Hombre de salud enfermiza,289 falleció allí mismo el 14 de diciembre de 1696.290 Muy oscuro se nos presenta el tránsito del siglo XVII al XVIII porque entre otras razones la documentación de que disponemos es muy parca. Pensamos que el P. Tomás Osorio (c.1665-1702) podría cubrir una buena parte de esas deficiencias. Nacido en Valledupar había realizado toda su carrera eclesiástica, incluido el doctorado, antes de ingresar en la Compañía de Jesús el 27 de enero de 1694.291 Es de suponer que al concluir en Tunja su noviciado fuera enviado a Mompox en 1696, ciudad en la que vivía en 1702292 y en la que, a nuestro parecer, debió desempeñar el cargo de profesor de gramática. Lamentablemente falleció el 13 de junio de 1702 en Tamalameque.293 En la primera década del siglo XVIII es posible que ejerciera su docencia en el colegio momposino el P. Juan Antonio Ubandurraga (1676-1721).294 Si hemos de creer en el dato que ofrece el catálogo de 1711, debió estar al frente de la cátedra de gramática durante 6 años, lo que nos llevaría a cubrir su estadía de 1705 a 1711.295 Su sucesor fue el P. Diego Saldarriaga (1685-¿?),296 quien fungió por un bienio en la labor educativa (1711-1713)297 al cabo del cual se trasladaba a Bogotá para desempeñar idénticas funciones.298 Aunque en 1718 residía en Cartagena,299 no hemos podido conseguir datos ulteriores de su biografía. Ya en el año 1713 se había encargado de la docencia juvenil el P. Ignacio Plaza (1685-¿?), quien consagraría su biografía jesuítica sacerdotal al colegio de Mompox (1712-1716).300 Ignoramos los motivos por los que

287 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 2. Catálogo breve de 1691: “Praeceptor grammaticae”. 288 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 380. Catálogo de 1687: “Docuit grammaticam per annum”. 289 Los catálogos a partir del año 1687, al hablar de su salud, señalan “Vires: mediocres”. 290 APT. Leg. 26. Letras annuas … desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 146. 291 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v. Catálogo de 1702. 292 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v. Catálogo de 1702. 293 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 185. 294 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 320-321. 295 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 91. Catálogo de 1711: “Docuit grammaticam per 6 annos”. 296 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 284-285. 297 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 58. Catálogo breve de 1711. 298 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 114. Catálogo breve de 1713. 299 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 160. Catálogo breve de 1718. 300 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 118. Catálogo de 1713: “Docuit et docet grammaticam”. Lo mismo recoge el catálogo de 1715 (Ibidem, fol. 136). Ambos catálogos hablan de una salud mediocre.

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abandonó la Compañía de Jesús el 24 de agosto de 1716 en la ciudad a la que había consagrado sus mejores años.301 No hemos podido precisar cuándo llegó a Mompox el P. Juan Rivero (1681-1736),302 pero allí vivía en el año 1718.303 El P. José Gumilla asienta en la biografía que le dedica que “fuera de el Aula de Gramática, tomó a su cargo la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores”.304 Allí permaneció hasta que en 1721 fue destinado a las Misiones de Casanare.305 Un nuevo paréntesis informativo surge en el lapso temporal comprendido entre 1720 y 1736, pues todavía no se han podido encontrar fuentes documentales alternas. De 1735 a 1737306 estuvo al frente de los estudios humanísticos el ecuatoriano Melchor Moya (1711-1767?).307 Posteriormente se dedicaría a los ministerios sacerdotales. En Guaduas tuvo que quedarse enfermo en 1767 y no pudo seguir a los demás.308 Como su nombre no aparece en ningún documento posterior, asumimos que falleció ese mismo año de 1767. Un trienio (1738-1741)309 opinamos que duró el magisterio del momposino Jerónimo Godoy (1713-1758)310 en su ciudad natal. Hemos establecido este lapso entre la fecha de su ordenación sacerdotal el 23 de mayo de 1738311 y su partida para Tunja a fin de llevar a cabo su año de Tercera Probación (1-IX-1741 a 1-IX-1742).312 Hombre de letras y de gobierno lo estudiaremos más adelante en esas facetas. Volvemos a enfrentar una década de oscuridad documental que va desde el año 1741 al 1751, fecha en la que nos encontramos con las labores docentes de la gramática y de las humanidades al P. Juan Collado (17141800).313 Pensamos que su consagración a la docencia debió mantenerse por

301 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 142. 302 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 575-578. 303 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161. Catálogo de 1718. 304 José GUMILLA. Escritos varios. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1970) 31.

305 José GUMILLA. Escritos varios, 35-36. El catálogo de 1720 lo señala como Ministro del Colegio (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 218).

306 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 233v. Catálogo de 1736: “Docet Grammaticam”. 307 Se había ordenado de sacerdote en Bogotá el 25 de noviembre de 1734 y de inmediato debió pasar a Mompox (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 251v.). 308 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 520. 309 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 271: “docet Grammaticam”. 310 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 316-317. 311 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 289v. Suplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Granat. Societatis Jesu confectum a 2 Junij 1737 ad 11 Octobris 1738. 312 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum ab 11ª Octobris 1738 ad 1am. Januarii 1742. 313 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 219-221.

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un bienio (1751-1753).314 Más adelante lo señalaremos en sus actuaciones como Rector y escritor. El sucesor en la formación humanística de la juventud momposina fue el P. Diego de la Pava (1723-1777).315 Al hacerse cargo de la cátedra de gramática en 1753316 venía de la capital santafereña donde se había desempeñado primero como profesor en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana317 y posteriormente había sido lector de Sagrada Escritura en la misma institución.318 Desterrado a Italia, vivía en 1774 en Fano y en esa ciudad falleció el 30 de enero de 1777.319 En 1755 sería el jesuita italiano Juan Bautista Polo (1723-¿?)320 quien enseñaría la gramática y las humanidades clásicas a los jóvenes momposinos.321 No fue larga su estancia, pues en octubre de ese mismo año iniciaba su tercera Probación en Tunja.322 Su posterior biografía se sumerge en las Misiones del Orinoco. En 1756 actuaba como maestro de gramática323 el P. Francisco Gálvez (1716-1789),324 quien ya había ejercitado idénticas funciones en la Facultad de Lenguas en la Universidad Javeriana en torno al año 1751.325 Falleció en Gubbio (Italia) el 12 de diciembre de 1789.326 Algún tiempo antes de 1759327 enseñaría las humanidades el P. Agustín de Rueda (1710-¿?)328 antes de asumir el rectorado de Honda (1759-1763).329 Venía

314 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo Breve de 1751. Según AHN. Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares, Nº 147, fue profesor de Gramática antes en Honda. 315 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 535-537. 316 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo breve de 1753: “Mompox. Professor Grammaticae et Praefectus Congregationis de Nuestra Señora del Socorro”. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 6: “fue maestro de de scriptura, después vivio en los collegios de Mompos y Onda”. 317 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo de 1751: “Magíster Grammaticae et Praefectus Congregationis Anuntiatae”. 318 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 6: “fue maestro de scriptura”.

319 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual…, nº. 4299. 320 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 553-554. 321 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 163. 322 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 334. 323 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo de 1756: “Mompox. Minister. Consultor. Profesor Grammaticae. Praefectus Ecclesisae”. 324 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 29. 325 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 14: “… fue maestro de gramatica en el Colegio Magsimo y de allí pasó a Fontivon de compañero”. 326 ANB. Temporalidades, 9, fol. 487.

327 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... nº. 120. 328 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 278-279. 329 ANB. Curas y Obispos, 43, fol. 177v. [Año 1759]. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 357. Catálogo de 1763.

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del colegio de Cartagena donde había cumplido funciones de Procurador.330 La expulsión de 1767 lo sorprendió en el colegio de Mompox.331 El 1 de enero de 1774 vivía en Sinaniglia (Italia).332 De igual forma, antes de 1763 también el P. José Yarza (1725-1806)333 dedicaría a la docencia de las humanidades algunos años, bien en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana, bien en los colegios de Honda y Mompox.334 Trasladado a Bogotá, consagraría sus últimos años americanos a la enseñanza de la Filosofía y Teología en la Casa del Saber jesuítico en la capital neogranadina. Con más precisión podemos afirmar que el P. José Troconis (17301767)335 cumplió con sus funciones educativas, al menos durante los años 1763336 y 1764337 aunque es posible que ampliara algún tiempo más su labor magisterial338. Falleció en Cartagena en el mes de junio de 1767.339 Casi podríamos decir que el último profesor del colegio de Mompox fue el P. Salvador Aldayturriaga (1737-1796), quien al concluir su año de Tercera Probación en Tunja el año 1765 fue docente en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana para pasar después a Honda y por fin a Mompox.340 En 1767 se dirigió a Pamplona con igual destino y allí le sorprendió la expulsión de los jesuitas.341 Desterrado a Italia,342 se secularizó el 26 de agosto de 1770.343 Falleció en Orciano el 11 de enero de 1796.344 Finalmente, quien no pudo tomar posesión de su cargo fue el P. Francisco Javier Julián (1744-¿?),345 quien se distinguiría en tierras italianas por

330 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 309. Catálogo de 1753. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo de 1756. 331 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... nº. 120. 332 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual… nº. 4423. 333 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 737-740. 334 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 61.

335 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 320. 336 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 356v. 337 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada, 72. 338 En 1766 pronunciaba sus últimos votos en Mompox (ANB. Miscelánea, t. 90, fol. 4). 339 ANCh. Jesuitas. Bogotá, 208. Carta del P. Martín de Egúrbide a don José Villanueva. Bogotá, febrero 6 de 1767. En el mismo expediente reposa otra carta del P. Martín de Egúrbide, datada el 4 de junio, en la que todavía no hace alusión alguna a la muerte del P. Troconis. 340 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañía… Nº. 157. 341 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 59. 342 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada…”, 59. 343 Juan Antonio ARCHIMBAUD. Relación individual…, nº 4461. 344 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada…”, 59. 345 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 370-372.

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su selecta producción humanística.346 Sin recibir la ordenación sacerdotal, pasó al Colegio de Mompox en donde se le intimó el Real Decreto de expulsión de 1767.347 Desterrado a Italia en 1774 vivía en Gubbio.348 En 1793 residía en Roma.349 Si la información que hemos utilizado para identificar los catedráticos de humanidades no ha sido lo suficientemente explícita para elaborar un catálogo completo de humanistas que se insertaron en la ciudad de Mompox entre 1643 y 1767, mucho más exigua es la que se refiere a los “Maestros de primeras letras”. Gracias a la correspondencia del General de los jesuitas con los Provinciales del Nuevo Reino llegamos al conocimiento de la aceptación en 1727 de una “escuela de niños”, pero con algunas condiciones. El 13 de diciembre de 1727 le escribía desde Roma el P. Miguel Ángel Tamburini al P. Diego de Tapia, Provincial, para dar su aprobación para admitir el legado de 4.000 pesos “con la condición de que se imponga en finca segura quedando el Colegio sin obligación de escuela hasta que de los réditos se pueda formar capital suficiente para la manutención de un sujeto”. La cantidad fijada era de 6.000 pesos.350 En 1729 volvía Roma a insistir sobre el tema de la fundación y clarificaba algunos puntos no señalados en la anterior comunicación. Así sabemos que el donante fue el doctor José Ascasua y que las autoridades romanas ordenaban que los cuatro mil pesos “se pusiesen [en] censo sobre buenas, libres y seguras hipotecas; y que sus réditos fuesen también imponiendo hasta llegar a la cantidad suficiente de estar en cada un año lo suficiente para alimento de un sujeto” y sólo entonces “estaría la Compañía de Jesús a abrir la escuela”.351 Mas, hasta el momento no podemos precisar cuándo se abrió la “Escuela de primeras letras”. Si hacemos caso a la reseña “policial” que levantaron las autoridades españolas en el Puerto de Santa María a todos los jesuitas que llegaban expulsos de América aparece el H. Diego de Hito (1706-¿?)352 quien había pasado a América en 1735. Tras una breve estancia en Cartagena pasó al 346 Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799). Estudio introductorio, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación Libreros de viejo (2007) 615-616. 347 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 123. 348 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas…, nº. 4426. 349 Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799), 616. 350 APT. Leg. 132, fol. 276. Miguel Angel Tamburini al P. Diego de Tapia Provincial del Nueuo Reyno. Santa Fee. Roma, 13 de disiembre de 727. 351 APT. Leg. 132, fol. 206v. Carta del Miguel Angel Tamburini al Padre Diego de Tapia, Provincial. Santa Fee. Roma, y Junio 1. de 729. 352 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 356-357.

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Colegio de Mompox como maestro de Primeras letras.353 No hemos podido precisar la duración de su estancia en la urbe momposina, pero en 1751 se había trasladado a Bogotá como ayudante del Provincial del Nuevo Reino.354 Desterrado a Italia vivía en 1774 en Scapezano.355 Ignoramos ulteriores datos de su biografía. La primera noticia oficial data del año 1751. Hay que reconocer que entre 1738 y 1751 se han perdido los catálogos trienales, y por ende no se puede resolver el problema por ese medio. Según los catálogos, el primer maestro fue el H. Toribio Medina (1701-1768) quien para 1751 aparece con ese abnegado cargo356 y en esa labor perseveraba tanto en 1753 como en 1756.357 En 1763 estaba dedicado al servicio de la comunidad del colegio.358 La expulsión de 1767 lo sorprendió en Mompox.359 Falleció en El Puerto de Santa María (España) suponemos que en 1768.360 En 1763 cumplía la función de Maestro el H. Luis Marís (1735-1800).361 En 1756 se había trasladado, siendo novicio, al Colegio Máximo de Bogotá donde actuaba como ayudante del Boticario.362 En 1763 residía en el Colegio de Mompox como Maestro de Escuela363 y en ese servicio permanecía en

353 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 44. Sin embargo, el Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 233v) así como el de 1738 (Ibidem, fol. 271) lo reseñan en Mompox pero dejan sin ninguna anotación las casilla relativa al “Tempus Societatis”. ¿Cuánto tiempo duró su estancia en Cartagena? 354 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo de 1751: “Socius Provincialis”. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 44: “… de allí [Mompox] al Magsimo de Santa Fe de despensero, procurador y compañero del Provincial”. 355 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas…, nº. 4353. 356 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo de 1751: “Instructor Puerorum”. 357 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 311. Catálogo de 1753. Catálogo de 1756 (Ibidem, fol. 347v). 358 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 357. Catálogo de 1763: “Socius ad ministeria”. El catálogo de 1764: “Mompox. Despensero y sacristán, edad 63 años” (Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá (1997) 72). 359 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada…”, 58. 360 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los Ex-Jesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4428. Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto: ciudad clave en la expulsión de los jesuitas por Carlos III. El Puerto de Santa María, Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María (2007) 189. 361 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 43. 362 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 357. Catálogo de 1763. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 146: “… entró en la Compañía en la Provincia de Santa Fee. Noviciado en Tunja”. 363 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 357. Catálogo de 1763: “Instructor puerorum”. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 146: “Maestro de primeras letras en Mompos”.

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1764.364 Desterrado a Italia vivía en 1774 en Cantiano y falleció en Urbino a comienzos de 1800.365 Según Juan Manuel Pacheco el H. Juan Miguel González (1737-1770)366 habría sido el último encargado de los niños de Mompox,367 sin embargo ninguno de los registros oficiales lo ubica en la ciudad del río Magdalena.368 Según los inventarios de 1767369 el maestro que cierra el ciclo jesuítico en la escuela de Primeras letras es el H. Simón Orús (1737-¿?)370 quien había llegado al Nuevo Reino en la expedición de 1760. Otro punto interesante para el investigador sería el de conocer el número de alumnos que estudiaba normalmente en el Colegio. Tan sólo hemos conseguido un único testimonio que recoge el Informe del Provincial Ignacio de Meaurio sobre la Provincia y en él se recoge que en 1718 el colegio tenía 24 estudiantes.371 Con todo, nos pueden servir de base para interpretar la demografía de la ciudad de Mompox dos testimonios ilustrativos: hacia 1600 se calculaba que la población “no bajaba de 4.000 almas”372 y en 1772 “tenía 5.738 habitantes, de los cuales 992 eran esclavos”.373 Con estas premisas pensamos que el promedio de alumnos del colegio debió rondar entre los 20 jóvenes si tenemos en cuenta el elevado número de esclavos y mestizos que integraba la población juvenil de Mompox.

364 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá (1997) 72: “Mompox. Maestro de Escuela”. 365 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los Ex-Jesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4376. 366 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 140. 367 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 58. 368 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 119: “El Hermano Juan Miguel Gonzalez, hijo de Don Juan Miguel Gonzalez, y Doña Ana Navarro de estado Noble, natural de esta Ciudad del Puerto, nacio año de mil Setezientos treinta y Siete, y en el de Setecientos Cinquenta y quatro entro en la Compañía en la Provincia de Santa Fee, y despues de su Nobiciado en el Collegio de Tunja fue al Collegio Magsimo de a Ciudad de Santafee de Bogotá de Maestro de primeras Letras, y de alli con dicho Oficio pasava al Collegio de Cartajena. Coadjutor Temporal como assi lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa Maria a seis de Marzo de mil setecientos sesenta y ocho”. 369 AHN. Jesuitas. Leg. 129/15b. Colegio de Santa Cruz de Mompox, sin foliar. 370 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 58. 371 Ignacio de MEAURIO. “Estado espiritual de la Provincia del Nuevo Reyno y sus ministerios. Año de 1718”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, II, 289. 372 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 44. 373 Orlando FALS BORDA. Mompox y Loba. Historia doble de la Costa. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Banco de la República. El Áncora Editores (2002) 124 B.

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Más preocupante es la noticia que en 1771 nos trasmiten las informaciones de los comisarios sobre la vida del colegio y la situación en que quedaron sus estudiantes. Copiamos al pie de la letra un hecho que tuvo que ser fatal para Mompox: “…Como el dilatado tiempo de tres años y nueve meses que han corrido desde el sesenta y siete en que fueron extrañados los Regulares del colegio de esta villa hasta el presente se halla careciendo esta República de quien enseñe a la juventud…”.374 Y más adelante la Junta Provincial toma conciencia de que los estudios jesuíticos siguen sin ser reemplazados por las fuerzas locales y denuncian “y que con bastante dolor y pena se están experimentando palpablem[en] te los daños que resultan de la falta de Maestros de primeras Letras y de Gramatica, criándose la juventud altanera, y deslizándose en perniciosas costumbres, aunque no generalmente al menos gran parte de ellos, a que se agrega el desconsuelo …. de los padres de familia por no estar destinado Maestro … para la enseñanza e instrucción de los Jovenes”.375 No concluye aquí la falta de creatividad de las autoridades momposinas sujetas a la dura burocracia de la letra del documento. La planta física fue deteriorándose de forma tal que el 13 de mayo de 1800 se mandó rematar el edificio y se decidió el 19 del mismo mes pero no en 6.888 como era su avalúo sino en 3.039 pesos y seis reales y se destinó para el remate el 28 de julio. Pero habiéndose pregonado el acto “Don Pedro Martinez de Pinillos, por si y a nombre de su sobrino Don Cayo Mar-tinez de Pinillos con quien tiene hecha comp[añi]a de comercio, hizo postura en cantidad de mil seiscientos pesos con calidad de aplicar el terreno, y fragmentos del edificio a la erección de Hospicio en que recoger pobres mendigos, de que la reedificacion y construcción de la obra desde el principio hasta su conclusión, sea a cargo y por cuenta de la Comp[añi]a de Comercio que tio y sobrino tienen, representando al propio t[iem]po el deterioro en que se hallan las paredes y techados y que por lo tanto el avaluo que se ha dado es subido, siendo preciso para la erección del Hospicio a que destinaban el edificio el derribar a su costa la fabrica material, todo lo que atestan Oficiales Reales serles constante por tener la cosa presente, y que sin embargo de que la postura no alcanza á cubrir las dos terceras partes del avaluo, la admitían reservando a V[uestra] E[xcelencia] la aprobación en vista del exped[ien]te original con que han dado cuenta en 2 de Agosto del indicado año p[roxim] o p[asad]o, cuyo particular no se ha resuelto por no haber llegado las diligencias que se mandaron practicar en los demás parajes y ahora con motivo de haberse recibido, se solicita por parte del postor Pinillos, se sirva V[uestra]

374 ANB. Temporalidades, 3, fol.374-374v. 375 ANB. Temporalidades, 3, fol. 469.

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E[xcelencia] mandar se celebre el remate por los mil seiscientos pesos de su postura, que ofrece entregar en las Caxas reales de Mompox”.376 En consecuencia el comerciante Pedro Martínez de Pinillos compró el inmueble por 1.600 pesos377 el año de 1801. La venta se aprueba el 8 de agosto de 1801;378 el 12 de agosto se otorga la escritura379 y el 31 de octubre se firmó el documento de venta.380 Ese fue el epílogo del colegio que sirvió a las juventudes momoposinas de 1643 a 1767. 3. Los escritores Parte esencial de la vida ciudadana de Mompox era regida por el púlpito de la iglesia de la Compañía de Jesús, por los certámenes literarios que semanalmente debían desarrollarse en las aulas y por la presencia de hombres de pensamiento y cultura que de una manera u otra tenían injerencia en la vida ordinaria de la sociedad momposina. Antes de entrar en el tema de los escritores señalaremos que llama poderosamente la atención la presencia de filósofos y teólogos que laboraron en el colegio antes de asumir sus compromisos universitarios en la Universidad Javeriana. Y dentro de ese marco podríamos apelar a dos grandes grupos: los que siempre vivieron en tierras americanas y los que tuvieron que afrontar su exilio en los Estados Pontificios con motivo de la expulsión decretada por Carlos III en 1767. En primer lugar haremos mención de los humanistas para pasar posteriormente a los catedráticos. Una gran importancia asume para la historiografía llanera colonial la obra del P. Juan Rivero (1681-1736). Estudiante de medicina en Alcalá de Henares se vinculó al Nuevo Reino desde el año 1705 en que atravesó el Atlántico.381 Culminados sus estudios en la Universidad Javeriana, se desempeñó como Profesor de humanidades (1715-1721) en los colegios de Pamplona, Honda y Mompox.382 A partir de 1721 es destinado a los Llanos 376 ANB. Temporalidades, 23, fol. 511. 377 ANB. Temporalidades, 23, fol. 514. 378 ANB. Temporalidades, 23, fol. 516 379 ANB. Temporalidades, 23, fol. 518. 380 ANB. Temporalidades, 23, fol. 469. 381 AGI. Contratación, 5548. Expedición de 1705: “27. Juan de Rivero. Philosopho natural de Miraflores de la Sierra, Arzobispado de Toledo, de hedad de diez y ocho años poco mas o menos, blanco, buen cuerpo, frente grande”. 382 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 135v. Catálogo de 1715. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161. Catálogo de 1718. (Idem, fol. 218) Catálogo de 1720. José GUMILLA. Breve noticia de la apostólica y exemplar vida del Angelical y V. P. Juan Ribero, de la Compañia de Jesus, Missionero de Indios en los Rios de Cazanare, Meta y otras vertientes del gran río Orinoco, pertenecientes a la Provincia del Nuevo Reyno. Madrid (1739) 30-31.

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de Casanare a los que dedicaría el resto de su vida hasta el año 1736 en que falleció en San Salvador del Puerto de Casanare.383 Tres géneros literarios cultivó este abnegado misionero. El primero fue el histórico y así nos dejó la Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta, que conoció la primera edición en Bogotá el año 1883 aunque fue escrita en 1727.384 Esta obra se ha convertido en fuente obligada de consulta para toda la región de los Llanos. Muy prolíficos fueron sus estudios sobre la lingüística aborigen de los territorios casanareños y del río Meta. Hasta el momento sólo ha conocido la luz pública el Arte y vocabulario de la lengua achagua gracias a la bella edición de 1928 que recoge algunos manuscritos de la Real Biblioteca de Madrid.385 También tenemos información de sus escritos sobre la lengua girara386 y apuntes de otras lenguas.387 Hombre profundamente espiritual, también nos legó un interesante libro de ascética intitulado Teatro del desengaño que conoció su primera edición en 1741 en la ciudad de Córdoba en España.388

383 José GUMILLA. Breve Noticia, 53. Según el Libro de la Iglesia y Sacristía del colegio de Tunja (Biblioteca Nacional. Mss. 105, fol. 153v) murió en la hacienda de Caribabare. 384 Aunque consta de varios manuscritos, hasta el momento se conocen dos. Uno en Bogotá (Biblioteca Nacional. Sección de Libros Raros y Curiosos. Mss. 190) y otro en Roma (Biblioteca Nacional Central de Roma. Gesuitico, 1157). La obra ha sido impresa en Bogotá dos veces: 1) Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los Ríos Orinoco y Meta escrita el año 1736 por el Padre Juan Rivero de la Compañía de Jesús. Bogotá, 1883, en 4º de XIV-443 p. (Publicada por Ramón Guerra Azuola, con una noticia biográfica del autor). 2) Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta por el Padre Juan Rivero de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, vol. 23, 1956, IX-461 pp. Se trata de una reedición de la primera edición. Para más información: José DEL REY FAJARDO. “Fuentes para el estudio de las misiones jesuíticas en Venezuela (1625-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, nº. 7 (1988) 280-289. 385 Hasta el presente se conocen dos ediciones. La primera está basada en el manuscrito que reposa en la Biblioteca de Palacio de Madrid y que conoció la luz pública en 1928: LENGUAS DE AMERICA. Manuscritos de la Real Biblioteca. Madrid, I (1928) 453 pp. La segunda apareció en: José DEL REY FAJARDO. Aportes jesuíticos a la filología colonial venezolana. Caracas, II (1971) 25-182. En ella tuvimos en cuenta las variantes del manuscrito que reposa en la Biblioteca Nacional de Bogotá (Libros raros y curiosos. Mss. 230). Sobre el contenido del manuscrito y su problemática: José DEL REY FAJARDO. Aportes jesuíticos a la filología colonial venezolana, I, 303-306. 386 Apuntaciones gramaticales en lengua girara, 1721-1722. José GUMILLA. Breve Noticia, 38: “De sus cartas corregidas hizo el Padre un Libro, y de las de su Maestro otro, ambos de bastante cuerpo (...) y sus escritos quedan en aquella Reducción para mucho alivio de los Padres que oy assisten y para lo que en adelante les siguieren”. 387 José GUMILLA. Breve Noticia, 44: “... mas desentrañando sus raízes y principios, escrivió sus artes, en que despues, con gran zelo y no menor prudencia, adiestró a muchos Missioneros que oy llevan el peso de las Missiones sobre sus ombros y se precian de haver sido sus discipulos”. Por el contexto se puede referir a las lenguas sáliva, guahiva y chiricoa y airica (p. 42).

388 Teatro del desengaño en que se representan las verdades católicas, con algunos avisos espirituales a los estados principales, conviene a saber, Clérigos, Religiosos y Casados, y en que se instruye a

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Hemos hablado del P. Juan Manuel Collado (1714-1800) en el capítulo de los Rectores, pues ejerció el cargo de 1761 a 1763.389 Aunque permanecen inéditos dos estudios suyos, podemos hacer referencia a ambos trabajos, pues los utilizó el P. Felipe Salvador Gilij en su Ensayo de historia americana: el primero versa sobre el Estudio sobre las lenguas americanas390 y el segundo sobre la Descripción de las Gobernaciones de Maracaibo, Santa Marta y Popayán.391 Un personaje prácticamente desconocido en la literatura colombiana es el del P. Francisco Javier Julián (1744-¿?), hermano del prolífico escritor y catedrático de la Universidad Javeriana, Antonio Julián,392 y también del pasante del Colegio Mayor de San Bartolomé Ignacio Julián.393 Antes de ingresar a la Compañía de Jesús había estudiado humanidades y filosofía en la Universidad de Cervera394 (Cataluña), verdadero centro universitario abierto a las nuevas corrientes intelectuales. La teología la cursó en la Universidad Javeriana a la vez que se desempeñaba como Profesor de letras humanas en la Facultad de Lenguas de la misma Casa de Estudios.395 También fungió como Pasante en el Colegio Mayor de San Bartolomé.396 Sin recibir la ordenación sacerdotal pasó al Colegio de Mompox en donde

los mancebos solteros para elegir con acierto su estado y para vivir en el ínterin en costumbres cristianas. obra póstuma, escrita por el V. P. Juan Rivero, Religioso Profeso de la Compañía de Jesús, misionero apostólico y Superior de las Misiones del Orinoco, Meta y Casanare, que cultiva la provincia del Nuevo Reyno, en la América Meridional. Córdoba, 1741. Hasta el momento conocemos dos ediciones: La primera, de Córdoba (España) de 1741, reseñada en el texto. La segunda, reimpresión de la primera, en Bogotá el año 1956 en las Ediciones de la Biblioteca de la Presidencia de Colombia, vol., 26. Un manuscrito original reposa en la Sección de Libros raros y curiosos de la Biblioteca Nacional (Mss., 107). 389 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 356v. Catálogo de 1763. 390 AIUL. Madrid. Papeletas: COLLADO, Manuel. 391 AIUL. Madrid. Papeletas: COLLADO, Manuel. “En 4º, 80 hojas”. El propio P. Gilij (Ensayo de Historia Americana, IV, p. XX dice: “... luego al P. Juan Manuel Collado muy conocedor de la Tierra Firme, pero especialmente de los gobiernos de Maracaibo, Santa Marta y Popayán”. 392 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 363-369. 393 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 372-373. 394 Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. vesuítico-española (1759-1799). Estudio introductoria, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación Libreros de viejo (2007) 615-616. 395 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 352. Catálogo de 1763: “3 Philosophiae extra, 4 intra. Docet litteras humanas”. 396 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá (1997) 73.

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se le intimó el Real Decreto de expulsión de 1767.397 Desterrado a Italia en 1774 vivía en Gubbio.398 En 1793 residía en Roma.399 Gracias al polígrafo Lorenzo Hervás y Paduro podemos reseñar su abundante producción escrita. Conviene distinguir en su bibliografía varios campos temáticos. En el de las humanidades clásicas señalamos: Pluto deiectus: vel destructio Erebi, (Tragedia latina). Merx nova entium virtualium ab Europa nuper in Americam advecta, (Obra cómica). Anacreonte traducido en español con explicación de sus palabras para uso de los que estudian lengua griega. En el área filosófica tenemos noticia de: Curso filosófico en cinco tomos. Quizá podríamos incluir aquí el Scholasticus Societatis Iesu practice instructus. Y en la teológica: Summa Theologiae scholasticae uno volumine comprensa y añade Hervás “El autor ha enviado a Madrid esta obra, escrita en lengua latina”. Dentro de lo que podríamos señalar como ciencias divinas hay que añadir: Parafrasi de los salmos de David y el tema tan debatido en el siglo XVII: Systema Molinae circa concordiam gratiae divinae cum libero arbitrio. Y dentro del ámbito de la teología espiritual todavía conviene incluir sus Meditaciones breves. Como temas libres son interesantes La sovranitá pontificia: ossia opera sopra el dominio temporale del Papa y la Traducción española de la obra de Wallerio sobre el origen del mundo y particularmente de la tierra.400 Se trata de Johann Gottschald Wallerio (1709-1785) autor de Systema Mineralogicum quo corpora Mineralia in Classes, Ordines, Genera et Species suis cum varietatibus. Divisa, Describuntur atque Observationibus, Experimentis et Figuris aeneis illustrantur a Johan. Gottsch. Wallerio. Holmiae. Impensis e Det. Direct. Laurentii Salvii. (1772-1775). Mas, si de los humanistas pasamos a los filósofos y teólogos reseñaremos aquí en primer lugar aquellos de quienes nos consta su producción escrita aunque hoy sea desconocida. El cartagenero Antonio Maldonado (c.1631-1687) se inició muy pronto en las labores docentes con la juventud neogranadina y ciertamente nos consta que se dedicó a esas funciones en Mompox, al menos, de 1659 a

397 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios... Nº. 123. 398 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas…, nº. 4426. 399 Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 615. 400 AIUL. Papeletas: “JULIÁN, Francisco Javier”: “Traducción española de la obra del Origen del mundo y particularmente de la tierra, del celebre Wallerio, Profesor de mineralogía en Upsala, con notas y un discurso preliminar” (que envió a la Academia Real Barcelonesa, y que es posible que se imprimiera).

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1661.401 Podemos aseverar que lo mejor de su existencia se lo dedicó a la Universidad Javeriana. Primero como catedrático de Artes durante dos períodos consecutivos402 para ascender después a la Facultad de Teología, tanto en la enseñanza de la Teología Moral403 como la Dogmática a partir de 1673.404 En septiembre de 1678 es elegido Procurador ante las cortes de Madrid y Roma.405 Los últimos años de su biografía transcurren en Santafé de Bogotá en donde la muerte le salió al encuentro el 21 de julio de 1687.406 De sus clases de filosofía no disponemos de ningún manuscrito y tan sólo conocemos los teológicos. El primero es el relativo a De actibus humanis;407 sigue a continuación el de Morale opus De Peccatis Per Rm Pm Magistrum Antonium Valdo. Publicum Moralis Cathedrae Moderatorem in hac Xava Accadª Soc. Iesu. Incipit die 19 octo Anno Dn. 1669. Auditore Magistro Marco de Campos.408 A ellos hay que añadir tres más: Opus theologicum de dina [divina] prouidentia, praedestinatione et reprobatione. 22 diciembre de 1674;409 el de De divinis auxiliis410 y finalmente el Tractatus de divina praedestinatione et reprobatione per R. P. Antonium Maldonado Soc. Jesu.411 401 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6. Catálogo breve de 1659: “Lector de Gramática”. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2. Catálogo breve de 1661: “Lector de Gramática”. Lo mismo reseña el catálogo de 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 185). 402 Pensamos que la cronología es la siguiente: 1663-1666 primer período como Profesor de Filosofía. 1667-1669 segundo período, pues sustituye al P. Miguel Galindo tras su fallecimiento en 1667 y concluye en 1669 como lo atestigua José Ortiz Morales (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá, (1999) 19: “… el P. Juan Martínez de Ripalda, que acababa de ser pasante en el segundo curso de Artes que acabó de ller este mes de Julio el P. Maldonado”). 403 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 23. Catálogo breve de 1671. 404 Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá, (1999) 28. 405 ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fols. 106 y ss. Algunas informaciones sobre su estancia en Europa trae su compañero de viaje el P. Manuel RODRÍGUEZ. El Marañón y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reducción de naciones... Madrid (1684) 195 y ss; 368-369. 406 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 418v. Supplementum primi et secundi catalogi a 1ª Martij 1684 ad 15 Octobris 1688. 407 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 266-267. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 225 por 160mm. De dorso 40. En muy mal estado. Le faltan los primeros 14 fols... Contiene cuatro Tratados...Comprende 105 fols. 408 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. Francisco QUECEDO. Art. cit., 266-267. 409 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95 y 46. Francisco QUECEDO. Art. cit., 231-232: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 222 por 150 mm. De dorso 30. En éste: P. Maldonado de Pra. [Providencia], Praedestinatione et reprobatione.”. 410 En el Proemio del Opus theologicum de dina prouidentia... se hace alusión al Tratado De Divinis auxiliis”. 411 Manuscrito que reposaba en la biblioteca del Colegio de Caracas en el momento de la expulsión: José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, II (1999) 262: “Un quaderno en 4, pergamino, trazado. Contiene 244 foxas útiles. Podría ser copia del reseñado en el apartado C”.

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Al hablar de los Rectores del colegio de Mompox hemos reseñado al P. Bernardo Estela (c.1630-1686). Tras atravesar el Atlántico en la expedición de 1658412 se dirigió al Ecuador para culminar sus estudios teológicos en la Universidad Gregoriana de Quito.413 Nos llama la atención las referencias sobre su docencia de la Sagrada Escritura hacia 1663 en la Universidad Javeriana de Bogotá, ya que la cátedra de la “Lectio divina” se instauraría en Bogotá en el siglo XVIII.414 Falleció en Tunja en 1686.415 También hemos hecho referencia del P. Bartolomé de la Torre (c.16461704) en el elenco de Rectores que tuvieron la máxima responsabilidad en la dirección de la institución educativa momposina. A partir de 1682 se radicó en la capital neogranadina como catedrático de la Universidad Javeriana, primero en la Facultad de Artes416 y después en la de Teología.417 Hasta el presente conocemos tan sólo dos manuscritos de su docencia teológica. El primero es el Tractatvs theologicvs de scientia Dei. Authore reverendissimo Patre Batholomeo Latorre Sculpsit418 y el segundo versa sobre el tratado De Voluntate Dei.419 El P. José Rojas (1688-1755) residió en Mompox en el ocaso de su rica biografía jesuítica. En el mundo de la educación había sido profesor de retórica de los jóvenes jesuitas que se iban a iniciar en las Facultades mayores de la Universidad Javeriana420 y también regiría en la misma entidad educativa las cátedras de teología moral y la escolástica (1728-1735).421 Es

412 AGI. Indiferente General, 2871. Expedición de 1658. “Escolar”. 413 ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo breve de 1659: “Theologo de quarto año”. 414 Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia..., fol. 325v. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 214. Catálogo de 1664. Todos los catálogos posteriores reiteran esta docencia. 415 ARSI. Historia Societatis, t. 49, fol. 30r. 416 Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe... fol. 454. Su nombre aparece hasta el año 1685 (fol. 466v), año en que acaba el libro. El Catálogo de 1684 dice: “Docet Philosophiam” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v). 417 William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 264. 418 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64. F. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 222 por 160 mm. De dorso 40. En éste: De Scientia Dei et Voluntate Dei. Contiene dos Tratados: El primero De Scientia Dei. Comprende 123 fols. más dos de índice. En el fol. 1r con letra temblorosa: Es de la librería del conuento de N. P. S. Francisco”. 419 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64. Es la segunda parte del volumen anterior. Francisco QUECEDO. Art. cit., 258: “El segundo tratado explica la Voluntad Divina. Comprende dos partes, enumeradas en doble foliación: la primera consta de 68 fols.; la segunda, sobre la libertad divina, 71 fols. En todo el Ms. una sola grafía”. 420 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo de 1736. 421 Según Quecedo (“Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 248-249) el mismo Padre Rojas afirma en el Prólogo de su Manuscrito

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de loar que un hombre intelectual no desdeñase insertarse primero en las misiones de indios gentiles en las tierras de Casanare (1741-1749)422 y más tarde en las de Santa Marta, como misionero popular, con el P. Antonio Julián.423 Falleció en Santafé el 10 de abril de 1755.424 Tres géneros literarios cultivó durante su trayectoria sacerdotal. Al primero corresponde su Tratado de Retórica.425 De sus estancias en territorio misional se conservan dos testimonios de sus notas sobre la lengua de los indios guahivos y chiricoas: Apuntes sobre la lengua guahiba y chiricoa426 y Fragmentos de lengua guahiva427. De sus años de magisterio de teología podemos citar los De proemialibus Theologiae428 y De disputationibus gratiae

De proemialibus Theologiae que había enseñado durante 7 años continuos la teología especulativa y práctica; y que un honor conferido por la obediencia le alejó por algún tiempo de la enseñanza, pero vuelve de nuevo a su antiguo cargo hacia el que siente inclinación por su amor a la lectura y a la ciencia. En 1733 aparece en el claustro (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 1). Según el mencionado Libro de Grados (fol. 24v) a fines de 1735 ya era el P. Rojas Rector de San Bartolomé. 422 José GUMILLA. Escritos Varios. Caracas (1970) 275: Carta del P. Manuel Román al P. José Gumilla. Cabruta 11 de junio de 1741: “En la isla de Santo Domingo el P. Joseph Roxas; no el que fue Secretario que está de cura en Pauto o Manare”. (Cfr. AGI. Santo Domingo, 716). “Vi en el año 1749 en el río Cravo a unos mil guahívos que por las muestras de contento que daban, tanto de su misionero el P. Roxas, persona de edad y muy buena”. Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia americana, II, 154. (Véase también: I, 66). 423 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299v. Catálogo, 1751. ANB. Milicia y Marina, t. 137, fol. 776.

424 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la sacristía del colegio de Tunja, fol. 160. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 332v. Supplementum 1i et 2i Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 25 julii 1754 ad 15 junii 1755 et ad 11 julii ejusdem anni. 425 Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 86. Es un Ms. de 18 fols. incluido en el Tractatus Scholasticus de proemialibus Theologiae. (Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 249. 426 Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de historia americana, III, 332: “El P. José Roxas recogió algunas cosas de la lengua guahiva y chiricoa”. (Habla en el contexto de la Gramáticas escritas por los jesuitas llaneros). 427 Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de historia americana, IV, 391: “El P. Roxas, a quien alabé en otra parte, exaltaba hasta las estrellas, la belleza del idioma guahivo, del cual había coleccionado algunos fragmentos”. 428 Tractatus Scho/lasticus de proemialibus/Theologiae/ Et disputationibus gratiae ac/tualis/ P. R. P. Iosephum de Roxas Ve/lasco et Camacho dignissi/mum Sacrae Theologiae/pri/mariae Chatedrae Magistrum/ Studiorumque Praefectum/ in Universitate Xave/riana Sanctae/ Fidei. Auditore D. Mtro. Iosep/ho Gregorio Dias de Quixano. Initium 21/ octobris anni Domini 17/38. Finem Possuit die 23 Julii an/ni Domini 1739. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 86. Mide 221 por 151. Consta de 41 fols. y está incompleto. (Francisco QUECEDO. Art. cit., 249).

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actualis.429 Finalmente también debemos incluir un escrito interesante como es el Casus matrimonialis resolvitur. 5 agosto 1730.430 Mucha importancia asume el jesuita momposino Jerónimo Godoy (1713-1758), quien fallecería prematuramente en Santafé de Bogotá el 15 de septiembre de 1758.431 Aunque su talante gerencial lo hemos sintetizado en el espacio dado a cada uno de los Rectores de este plantel educacional, sin embargo se vinculó a la Universidad Javeriana en donde regentó la cátedra de Filosofía durante el trienio (1743-1746).432 De sus clases nos han llegado las Dialecticae seu Logicales regulae vulgo Summunculae, nuncupatae A. R. P. Hieronymo De Godoy Socie. Iesu. Aut [Auditore] D. Joanne Ignatio Solorzano D. Bart. R. M. S. Collegii Coll. Purp. 1742 (?).433 Otro ilustre hijo de Mompox fue el P. Pedro Choperena (1708-1763). Es sin lugar a dudas uno de los grandes maestros javerianos y personalidad destacada en la historia del pensamiento neogranadino del siglo XVIII. Concluidos sus estudios universitarios, comenzó su carrera académica en 1735 en su propia Alma Máter como profesor de retórica de los jóvenes jesuitas que debían iniciarse en el currículum de estudios superiores.434 Regentó la cátedra de Filosofía de 1737 a 1740.435 En 1743 se desempeñaba

429 Pater Iosephus Roxas de [Gratia] auxiliante. Ms. de la Academia de la Historia. Mide 233 por 150 mm. De dorso 50. Comprende 49 fols. enumerados. En el Ms. están contenidos los dos tratados: “De proemialibus Theologiae” fols. 3r-41v. El de “Gratia actuali”, fols. 41v-49r. (Cfr. Francisco QUECEDO. Art. cit., 249). 430 Archivo Histórico Nacional, Mss. 1720: Civiles/ Demandas/ Casamientos Dispensas/ Ma/trimoniales/ Presentaciones/ Beneficios/. (Se refiere a un impedimento de afinidad y consanguinidad de dos contrayentes y sobre si el Arzobispado de Bogotá podía dispensar. El caso es resuelto por el P. Rojas). El proceso comprende 14 fols. Cfr. José Manuel RIVAS SACCONI. El Latín en Colombia. Bogotá (1949) 106-107. 431 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 162. 432 Nos consta de su estadía en Bogotá: 1742, posible data de su Manuscrito Dialecticae... Actúa como examinador el 28 de julio de 1743 (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 17331756, fol. 110v-111). 1746 firma el diploma de doctorado en teología de Rafael Pulgar (ANB. Notaría 1ª, t. 175, fols. 82v-84v).

433 Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 286-287: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 220 por 170. De dorso 5 mm. En éste: Patris Godoy Summunculae Anno Domini 1742 (?)... La portada está punteada y orlada. Letra tirada cortesana natural. Papel de trigo y tinta caparrosa”. El manuscrito se encuentra en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Santafé de Bogotá, 30 (1987) 51). 434 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 230. “Fuit Instructor Juniorum”. Catálogo de 1736. 435 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738.

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como catedrático de Vísperas436 y ya en 1748 aparece como Profesor de Prima437 hasta su muerte.438 De sus escritos podemos mencionar los siguientes, todos del ámbito teológico. Tractatus Theologicus Schol. de Natura Divina, Attributis, Processionibus et perfectionibus. P. R. P. Petrum Choperena Aud. D. M. de Petro Maldonado die 10 decembris 1751.439 Tractatus Theologicus Schol. De Angelis P. R. A. P. Petrum De Choperena Aud. D. M. D. Petro Maldonado die 20 anno Dni. 1753.440 Trac[ta]tus Scholasticus de D[ivi]na Vo[lunta]te P. R. A. P. P[et]rus de Choperena et Cat. Prof. Avditore D. B. D. Elias Vincentio Gonzalez D. B. R. M. Semq [Divus Bart. Reg. Maj. Seminarique] Cll. Colle. Purp. die asueta Mensis Februari anno Dni, 1753.441 Tractatus Theologicus de Divina Providentia P. R. A. P. Petrum Choperena. Dig. Theologiae Primarium Auditore Mro. Josepho Joachino Gonsalez D. B. R. M. ac Sem. Coll. Colega Purpurato anno Dni. 1756.442 Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu.443 Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante

436 William JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. –Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 404. 437 ANB. Notaría 1ª, t. 175, fol. 84.

438 ARSI. N. R. et Q., 4, fols. 298, 300, 347, 349. 439 Mss. que se conserva en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena. Encuadernado en pergamino. 65 folios. Santafé, 1751. (Véase: Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Santafé de Bogotá, 30 (1987) 47). 440 Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 253. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 203 por 155. De dorso 8. Comprende 52 fols. enum. más 16 s. n.”. Existe otro Mss. en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Art. cit., 46). 441 Francisco QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca general de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, nº 147 (1961) 861. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 221 por 150 mm. De dorso 15. En éste se lee: P. Petrus Choperena De Volvntate. Anno 1753. Dos hjas. de guarda al principio y al fin. En la primera: A la Biblioteca del E. Luis Mª Hurtado. Salamina 1882 agosto 2. Comprende 102 fols. de textos más 1 de índice enumerados”. 442 Francisco QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca general de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, nº 147 (1961) 860-861. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 211 por 150 mm. De dorso 12. En éste se lee: P. Choperena de Providea. Una hja. de guarda al principio y dos al fin. Comprende 148 fols. enumerados excepto del 12 al 23. Letra tirada hispana. El texto está dividido en Disputaciones, secciones y párrafos s. n.”. 443 José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, II (1999) 254-255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Disputatio 1a. De natura, gratia, et libero arbitrio, quoniam gratia respective dicitur ad naturam, quam Deus propter illam, valde exaltat. Y termina. Quia haec moralis impotentia, propter particulares sibi subcedentes, valet absolute et physice superare, et haec dicta sint etc. Un quaderno en 4, pergamino, bien tratado con 117 foxas útiles. [En la Biblioteca del colegio colonial de Caracas].

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per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu.444 Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu.445 Entre los Rectores del colegio momposino hemos hecho alusión más arriba al P. Fernando Vergara (1690-1761). Hombre docto, aunque perseguido por las enfermedades, también tuvo su dedicación a la docencia universitaria sobre todo en el ramo del Derecho Canónico.446 De esa época son los siguientes escritos: Resoluciones morales o explicación de los contratos en común y en particular447 y Cuestiones canónicas.448 Gracias al gran bibliógrafo Carlos Sommervogel, se ha llegado al conocimiento de otras obras relativas al mundo de la ascética como: Sermones de la Santísima Virgen y de los Santos; y Dictamen de la prudencia de Nuestro Padre San Ignacio de Loyola.449 Y Novena de San Agustín, doctor de la Iglesia.450 Sin embargo, la obra más conocida de este escritor santafereño es su libro sobre la Congregación de Nuestra Señora del Socorro que funcionaba en la Iglesia de San Ignacio en Bogotá y que fue publicada en Madrid en 1760.451

444 José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, II (1999) 255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Disputatio 1a. De Physica natura et existentia gratiae justificantis. Sectio 1a. An gratia distinguatur ab habilibus virtutum infusarum. Finaliza: Quia cum in ea critica suppositione mere ad eam unio, mere etiam eisdem praeceptis et perfectionibus et haec dicta sint satis etc. Un quaderno en pergamino, bien tratado con 107 foxas. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas]. 445 José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, II (1999) 255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Sectio 1a. An detur in Deo scientia. An proprie talis? An per discursum saltem virtuale comparata?. Y finaliza: Quod per discursum conceptam con/fº 243v/ cipiatur illam divinam ad instar potentiae pasivae, et intellectio ad instar formae qualitatis tam accidentali ut ibi asseratur potentia passiva adhuc formaliter per rationem haec vero forma qualitatis et accidentis. Ergº, etc. Un quaderno incompleto en 4, pergamino maltratado con 93 foxas útiles. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas]. 446 ANB. Médicos y abogados, t. 13, fol. 927.

447 José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá XXXVIII (1952) 100. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 597. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy in the Iberian Colonies of America. The Hage, Martinus Nijhoff (1972) 105-106. 448 J. RESTREPO POSADA. Art. cit., 100. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 597. 449 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 597. 450 Según José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (16051767)”, 100 el original se encontraba en el Archivo de San Bartolomé y lo cita VEGARA Y VERGARA. Historia de la Literatura, capítulo VII. 451 Fernando VERGARA. Breve Noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro, erigida en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la Ciudad de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada. Su autor el P. Fernando de Bergara, Prefecto de dicha Congregación; quien la dedica a María Santíssima, con título del Socorro. Madrid, 1760.

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Cierra el ciclo de los escritores anteriores al destierro de 1767 el belga Simón Vinans (1669-1759). Pertenece al equipo rectoral que dirigió los estudios jesuíticos en Mompox (1715-1720). Hay que resaltar que antes de venir a América había enseñado Gramática en Courtrai y Humanidades y Retórica en Dunquerke452 y en la Universidad Javeriana sería uno de los iniciadores de los estudios bíblicos453 y también regentaría las disciplinas teológicas.454 Su amplia formación intelectual y sus conocimientos de las ciencias sagradas le llevaron a ser Director de Estudios de la Javeriana colonial de 1743 hasta 1745.455 De sus escritos teológicos sólo nos ha llegado el Tratado de Deo Trino, dictado en 1737.456 Se abre el ciclo de los escritores expulsos con P. Diego de la Pava (17231777) quien fallecía el 30 de enero de 1777 en la ciudad italiana de Fano.457 Este jesuita bogotano había nacido el 12 de noviembre de 1723 e ingresado en la Compañía de Jesús el 9 de febrero de 1739. Concluidos sus estudios, enseñaba gramática en 1751 en la Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana458 y a continuación Sagrada Escritura en la propia Academia Javeriana.459 En 1753 laboraba en el Colegio de Mompox como Profesor de Gramática460 y allí permanecía en 1756 como director de los Casos de

452 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 71. Todos los Catálogos coinciden en la afirmación menos el de 1720 (Idem, fol. 218). Recibió la ordenación sacerdotal en Malinas el 19 de septiembre de 1699 (Willem AUDENAERT. Prosopographia iesuitica Belgica antiqua, I, 455). 453 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. 454 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738. Con ese título figura en las aprobaciones que da a la Novena de San Pablo del doctor José de Texeira y Mena y la Novena de Nuestra Señora del Socorro del doctor Bernardo José García (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 436). Véase la aprobación de la Novena En honor de María Santísima En su advocación del Socorro Que saca a Luz el Doctor don Bernardo Joseph Garzía, Clerigo Presbytero. En Santa Fe de Bogotá. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año 1741. 455 Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 104v-112. 456 Controversia de Deo Trino et /Uno /P. R. P./ Simonem Vinans Dignissi/mum Cathedrae Sacrae Scrip/ turae Magistrum. Auditores D. Mtro. D. Josepho Quizano D. B. Collegii Collega. Initium dedit die 23 octobris anni Dni. 1737. Ms. encuadernado. Mide 160 por 105 mm. Comprende 77 fols. enumerados más uno de índice y cinco en blanco. Ms. de la Academia de la Historia. Biblioteca Zaldúa (Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 250). 457 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4299. 458 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo de 1751: “Magister Grammaticae et Praefectus Congregationis Anuntiatae”. 459 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios... Nº. 6.

460 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo breve de 1753: “Mompox. Professor Grammaticae et Praefectus Congregationis de Nuestra Señora del Socorro”. AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 6: “fue maestro de de scriptura, después vivio en los collegios de Mompos y Onda”.

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Conciencia.461 Cuando había sido señalado para regentar la cátedra de Teología462 le sorprendió la expulsión de 1767 en la capital colombiana.463 De su producción teológica sólo nos ha quedado la Disputatio potissima de Paradysi natura. Anno 1764.464 El P. José Yarza, aunque había nacido en Lezo (Guipúzcoa) el 28 de septiembre de 1725, ingresaría en la Compañía de Jesús en Tunja el 2 de octubre de 1744.465 Concluidos sus estudios eclesiásticos enseñó gramática en los colegios de Bogotá, Honda y Mompox.466 En 1763 regenta en la Javeriana la cátedra de Filosofía467 y posteriormente ocupó la de Teología.468 Desterrado a Italia vivió en Gubbio desde la extinción de la Compañía de Jesús en 1773 hasta su muerte acaecida en 1806.469 De sus años de Profesor de Humanidades ha quedado noticia de un curioso escrito titulado Explicación breve de oraciones para hallar perfecto modo de traducir y hablar con acierto la lengua latina. Compuesto por uno de los originales de que escribió el P. Yarza. 1760 (?).470 De su docencia filosófica señalamos tres manuscritos: Dissertationes de Physico auditu. 1762-1763;471 Disertationes Scholastico-empiricae in Generalem Aristotelis Physiam iuxta utriusque Doctoris Angelici et Eximii mentem elaboratae A. R. P. Iosepho Yarza

461 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo de 1756. 462 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares... Nº. 6: “… donde passó a vivir al Magsimo señalado de Maestro de Teología”. 463 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 33. 464 AIUL. Papeletas: “Pava, Diego de la”: “En 4º de 5 hojas. En la Biblioteca Nacional de Bogotá”. 465 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 306. Catálogo de 1753. 466 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios... Nº. 61. 467 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo breve de 1763: “Profesor Philosophiae”.

468 AHN. Jesuitas, 827/2. Doc. cit., nº 61.

469 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 44-45. Manuel LUENGO. Diario, 40 (1806) Octubre 24. (Mss. del Archivo de la Provincia de Loyola. Loyola). 470 José Manuel RIVAS SACCONI. El latín en Colombia. Bosquejo histórico del humanismo colombiano. Bogotá, 151 y ss. Juan Manuel PACHECO. Art. cit., 45. Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 269-270. 269-270: “El Dr. R. M. Briceño posee un ejemplar reimpreso en Bogotá en 1841. Mide 140 por 95 mm. pp. 36”. 471 Celina Ana LERTORA MENDOZA. Fuentes para el estudio de las ciencias exactas en Colombia. Santa Fe de Bogotá, Academia colombiana de ciencias exactas, físicas y naturales. Colección Enrique Pérez Arbeláez (1995) 146-154.

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Proemium472 y Metaphysica. 1764.473 De su magisterio teológico sólo nos ha llegado Tractatus Theologico-Moralis de Censuris ecclesiasticis P. R. A. P. Josephum de Yarza dign. morals. cathedrae Prof. Auditore B. D. Ildephonso Sierra Ann. Dni, 1764.474 Es de resaltar un curioso escrito que recoge la expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino desde la ejecución de la Real Pragmática Sanción de Carlos III hasta la llegada a los Estados Pontificios: Expulsio sociorum, 1767. Narratur historia laborum Societatis inter Indianos, quorum indoles et mores discribuntur. Iter exsulium Jesuitarum in Italiam. Suppressio Societatis. 1773.475 También se cita frecuentemente el siguiente manuscrito: Historia natural, civil y eclesiástica del reino de Santa Fe en América.476 Ciertamente es llamativa la personalidad jesuítica y académica del antioqueño Joaquín Leal (1733-1803). Había ingresado en la Compañía de Jesús el 30 de julio de 1752 tras haber obtenido su Magister en Artes.477 Concluida su formación académica residió en el colegio de Mompox como

472 Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 258. José Manuel RIVAS SACCONI. El Latín en Colombia, 114-115. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 270. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Santafé de Bogotá, 30 (1987) 71: “Encuadernado en pergamino. 143 folios numerados. Tres grafías distintas, pero conocidas en otros manuscritos. Al final del folio 142 se lee la dedicatoria al honor del Protoparentis Nostri Ignatii Loyolii. Se desconoce el lugar y año de composición”. Existe otro ejemplar en la Biblioteca Francisco Javier Zaldúa de la Academia de la Historia. Celina Ana LERTORA MENDOZA. Ob. cit., 186-188. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy in the Iberian Colonies of America. The Hage, Martinus Nijhoff (1972) 109. LERTORA (Ob. cit., 159-161) recoge un “Anónimo SJ”: Dissertationes de Ortu et Interitu, “Tercera parte del Tractatus Philosophicus”, dictado en 1764. Por la fecha es atribuible al P. Yarza ya que su magisterio filosófico corrió de 1761 a 1764. 473 Celina Ana LERTORA MENDOZA. Fuentes para el estudio de las ciencias exactas en Colombia, 154-159. Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 291-292. 474 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 258. Francisco QUECEDO. Art. cit., 270: “Comprende 61 fols. más uno de índice. Sin dedicatoria. Muchos folios descoloridos y texto borroso”. 475 El original se encuentra en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús y una mano posterior le colocó el título antes descrito (ARSI. N. R. et Q., 16-2). El Ms. consta de 59 folios de los que los 40 primeros están consagrados a una descripción del Nuevo Reino de Granada y de sus habitantes. La segunda parte fue publicada por el P. Juan Manuel Pacheco en Revista Javeriana, 38 (1952) 170-183. También nosotros lo reeditamos en: Documentos jesuíticos para la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 73-90. Pensamos que es la misma obra que cita Sommervogel (Bibliothèque, VIII, 1357) en castellano. Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 694 la cita en castellano. Miguel BATLLORI. La cultura hispano-italiana de los jesuitas expulsos. Madrid, Edit. Gredos (1966) 587.

476 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 1357. (En italiano). Sin embargo, Hervás y Panduro (L. c.) dice: “Un tomo en folio. Esta obra está escrita en lengua latina”. Quizá pudiera referirse a la primera parte del Manuscrito descrito en el número anterior. 477 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 308v. Catálogo de 1753.

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misionero circular (1759-1764).478 Habiendo regresado a Bogotá, fungió como ministro del Colegio Mayor de San Bartolomé y allí le sorprendió la expulsión de 1767 cuando se disponía a sustituir al catedrático de Filosofía, José Térez.479 Desterrado a Italia fue en Gubbio el profesor de Artes de los jóvenes jesuitas expulsados en lo que podemos considerar como la continuación de la Universidad Javeriana en el exilio Italiano.480 Falleció en Urbino el 1 de julio de 1803.481 Tenemos noticia de todo el curso filosófico dictado en la ciudad de Gubbio: Geniale antimodernum philosophicum antiquo Aristotelicum… elaboratum a R. A. P. Joachimo Leal e S. I. Eugubii, 1768.482 A continuación se desarrolló la docencia de la siguiente manera: Pars prima Philosophiae. Logica rationalis. Meted. haud spernenda elaborata a R.P. Joachino Leal Soc. Jes. Et dicata Principi Militiae Caelestis Divo Machaeli Arch-Angelo. Eugubii, Anno Domini 1769.483 Pars Tertia Philosophiae sive Psicología R. A. P. Joachimi Leal S. J. Eugubii, 1769.484 Pars altera Philosophiae, seu Phisica universalis A. R. A. P. Joaqhimo Leal philosophiae Profesore dignísimo. Eugubii, 1770.485 Tractatus de Animastica a Joachimo Leal elaboratus.486 Tertia pars Philosophiae sive Ontologia. Eugubii, 1770.487

478 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios... Nº. 17: ““… de allí a Tunja… de allí a Mompox misionero circular, de allí de Ministro del Colegio de San Bartolomé y volvió al Colegio Magsimo como Profesor de Philosphia”. 479 AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares…, nº. 17. Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”, 45. 480 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4310. José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 373-374. 481 AIUL. Papeletas: LEAL, Joaquín Ignacio. 482 Archivio Vescovile. Mss., 15. Mide 13 por 19; circa 100 páginas. En el último folio dice: “El día 5 de diciembre se abrieron, o comenzaron las aulas theologica, y philosophica de los Jesuitas desterrados a qui en Gubbio. Año de 1768”. 483 AIUL. Papeletas: LEAL, Joaquín Ignacio: En 4º de 109 hojs. (Mss. En la Biblioteca del Colegio de Lovaina)”. Es el mismo texto que reposa en el Archivo de Vescovile: Pars Prima Philosophiae Logica Rationalis metodo haud speranda elaborata A. R. A. P. Joachimo Leal S. J. Philosophiae Preofesore dignisimo. Eugubii, 1769. [Archivio Vescovile. Mss., 114]. 484 Archivio Vescovile. Mss., 115. 485 Archivio Vescovile. Mss., 129. 486 Archivio Vescovile. Mss., 18. Mide 13,5 por 20; circa 150 páginas. 487 Archivio Vescovile. Mss., 113.

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La iglesia

La iglesia jesuítica cumplió una callada pero ingente tarea en las pequeñas poblaciones indianas, pues supo conjugar la magnificencia del arte del templo con las funciones religiosas y esa serie de instituciones sociales que trataban de llegar al alma de la sociedad con el expreso propósito de llevar adelante una paulatina regeneración social. En una sociedad pequeña como la momposina es natural que el templo se erigiera como un lugar de encuentro en el que los hombres y las mujeres buscaran los resortes espirituales para construir un mundo más humano y colaboraran en la génesis de un espíritu más ciudadano. 1. Las funciones religiosas cotidianas Es muy escueto el resumen que realiza en 1690 el Informe enviado a Roma como una especie de Cartas Anuas. Reza así: “Las celebraciones eucarísticas, según los tiempos, se celebran en nuestro templo con gran afluencia de pueblo, en los días señalados para el jubileo o con ocasión de la celebración de la memoria de algún misterio, como la Natividad del Señor o de algún santo conspicuo”.1 La iglesia fue en Mompox, como en el resto de Latinoamérica, no sólo el lugar de encuentro de las comunidades que integraban la geografía 1 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt…, fol. 48.

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específica de cada localidad, sino además uno de los medios más eficaces de socialización de la comunidad pues sus espacios simbólico-religiosos facilitaron la proyección y el reencuentro del hombre consigo mismo. Entre las devociones tanto hispanas como americanas debemos señalar: la asistencia a misa, el rezo del rosario, el rezo del Angelus, la misa dominical y las homilías, las fiestas y el sermón, las procesiones, las cofradías y congregaciones, etcétera. Mas, para penetrar en la mentalidad religiosa de los jesuitas momposinos, debemos remitirnos a su centro de formación teológica y ascética que fueron la Universidad Javeriana de Bogotá y la Casa de formación de Tunja. En la casa de estudios se adiestraron en las disciplinas del espíritu la mayoría de los sacerdotes que atendieron a la feligresía de nuestra ciudad; y aunque también se insertaron algunos extranjeros no creemos que su influjo se pueda considerar como decisivo. Así pues, el arquetipo de mundo religioso que adquirieron los jesuitas neogranadinos gira en torno a la iglesia de San Ignacio en Bogotá, en donde de forma sistemática se convertían en cooperadores y coautores de una acción que pretendía llegar al alma de las multitudes no sólo con el lenguaje simbólico de la liturgia sino también con la praxis de las devociones allí estatuidas y con el cultivo de la oratoria sagrada. Ello no impidió que se asumieran las novedades que traían los europeos. El culto religioso debía estar enmarcado en una grandiosa majestuosidad material, en un espacio sublimado por el arte y en las lucidas ceremonias cultuales. Pero la fachada de ese gran edificio de prácticas religiosas debía de estar sustentando por una escuela de espiritualidad concreta cuyas manifestaciones era formas peculiares de actuar en las relaciones del hombre con Dios y con los demás. Aquí nos circunscribiremos a la escuela jesuítica fundada por San Ignacio de Loyola. En el contexto del siglo XVII, el colegio de Mompox ciertamente conoció algunos de los grandes maestros de la vida espiritual: Alonso Rodríguez2 y Luis de la Palma,3 pero no aparece en los inventarios el P. Luis La Puente. En este campo llama también la atención la ausencia de la prolífica obra del P. Pedro de Mercado, jesuita criollo que nunca pisó Europa, pero fue el traductor de la ascética ignaciana al gusto del Nuevo Reino.4 Sin embargo, con el devenir de los tiempos esas plataformas de cultura religiosa tuvieron que evolucionar a planteamientos muy diversos a los del

2 Biblioteca del Colegio de Mompox, nº. 0029. 3 ANB. Temporalidades, 16, fol. 306. 4 Para quien desee conocer los títulos de las obras del P. Pedro de Mercado nos remitimos a nuestra Bio-bibliografía, 352-361.

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Siglo de Oro, ya que el hombre de la Ilustración había cambiado su carta de navegar en un mundo descristianizado, con una teología escolástica sometida a una fuerte crítica dotada de un sensismo antimetafísico y un jansenismo que iría paulatinamente penetrando los principios básicos del regalismo. Para mejor entender el alma de las prácticas religiosas que se cultivaron en el recinto sagrado del plantel jesuítico trataremos de referirnos: a las ordinarias, que respondían a la cotidianidad de la vida espiritual, y las extraordinarias que emanaban de forma significativa bien de las asociaciones devotas que allí funcionaban, bien de las festividades que resaltan en el calendario litúrgico. Sobre las primeras, amén de la misa diaria, eran frecuentes la historia de los domingos, los ejemplos, las doctrinas y otros sermones sueltos. Sobre las segundas hay que apelar a las grandes fechas religiosas que, amén de romper con la vida rutinaria momposina, eran además precedidas por sus correspondientes novenas, procesiones y otras devociones muy del gusto de la época. La notoriedad de una fecha o de un acontecimiento exigía el realce de la solemnidad. Por ello, las misas cantadas, además del preste, oficiaban el diácono y el subdiácono, pero sólo tenían lugar el día de San Ignacio de Loyola, de San Francisco Javier, de la Circuncisión, de Navidad, de Semana Santa con los oficios de Jueves, Viernes y Sábado Santo. A ellas se añadían las del día de todos los difuntos, de los de la Compañía de Jesús, cuando moría algún jesuita y en las honras al Rey o al P. General de la Orden fundada por Ignacio de Loyola.5 En esas grandes festividades toda la iglesia y los altares se adornaban especialmente y se cantaba “con muy buena música” y se repicaban las campanas con chirimías, amén del sermón.6 2. Visión general Pero antes de descender a los detalles, quisiéramos poner como portada el testimonio de la única Carta Anua local de que disponemos del siglo XVIII pues recoge la actividad espiritual del templo jesuítico en el colegio de Mompox el año 1711.7 Y el criterio que utilizamos para escoger este texto como pórtico de este capítulo es porque por una parte se ubica en la mitad de la biografía de la institución educativa de los ignacianos y

5 6

Usos y costumbres, II, 681. Usos y costumbres, I, 598-599.

7 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis ejusdemque Annuae Litterae, fols. 603-606v.

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por otra constituye una representación genuina de lo que fue la acción apostólica de sus moradores. Se abre el informe con el “Jubileo de la Doctrina Cristiana”. Esta devoción la estableció en la población el P. José de Madrid,8 quien por entonces gobernaba la Provincia. Y según el documento en “esa ocasión se permiten las necesarias predicaciones en determinadas iglesias y el día dedicado al jubileo muchísimos se acercan al pan sagrado”.9 El escrito de 1711 recoge el testimonio expreso que la doctrina cristiana se enseña todos los domingos en el templo jesuítico y también en las plazas que más frecuenta el pueblo.10 En la enumeración sigue la predicación de la palabra de Dios tanto durante todo el tiempo de la cuaresma11 así como también fuera de ese ciclo litúrgico en todos los templos de la ciudad y lugares comarcanos y siempre con asistencia copiosa de nobles y pueblo.12 A continuación se citan las “Misiones circulares” que según los estatutos fundacionales “cada año” deben predicarse en la jurisdicción de la ciudad de Mompox.13 Sin embargo, la visita del P. Francisco Sierra entre 1710 y 1711 se percató de la penuria de jesuitas en el colegio y de sus diversos trabajos en las áreas que cultivaba el colegio y decidió reducir a cada trienio la obligación de estas misiones.14 El catálogo de 1720 evidencia la realidad de la comunidad del colegio cuando reseña el siguiente estado de salud de sus miembros: el Rector P. Simón Vinans “Vires: mediocres” y la misma calificación se aplica al P. Pedro de Losada y Juan Rivero.15 También se señala el ministerio de “oír confesiones” no sólo los días de fiesta sino también a cualquier hora del día o de la noche si se trata de enfermos o moribundos. Las obras de misericordia se ejercen en cuanto es posible “en un colegio tan pequeño”: visitar los enfermos, consolar a los presos, ayudar a los pobres y ayudar a los condenados por los jueces al “patíbulo”. Muy interesante es el tema de las “Congregaciones”. El documento sólo señala la de Nuestra Señora del Socorro. Y la única existente goza de la máxima estima y su fiesta se celebra con gran solemnidad el día de la

8 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 405-407. 9 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt a patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum fol. 48. 10 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603. 11 El documento habla de “quadragessimae tempore”.

12 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603. 13 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603. 14 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603v. 15 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 218. Catálogo del año 1720.

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Presentación de la Bienaventurada Virgen María. Al visitar el colegio el P. Francisco Sierra16 mandó que se estableciera la “Congregación de la Buena Muerte” en honor de la Virgen de los Dolores.17 En una breve síntesis que recoge la actividad religiosa del Colegio entre 1711 y 1720 se hace referencia a la vigencia de “los ministerios acostumbrados” de la Compañía. Pero en particular se cita la Congregación de la Buena Muerte que “tiene numerosos asociados y cada viernes hay una plática antes de los ejercicios propios” de esta corporación.18 Asimismo, uno de los temas en que más insisten los documentos jesuíticos momposinos se refiere a los “Jubileos”, y por ende al complicado mundo de las “Indulgencias” que tanta pasión ejercieron sobre el pueblo cristiano a lo largo de la historia. No es nuestro propósito penetrar en el ámbito teológico que genera el concepto de las indulgencias19 ni tampoco recorrer su larga biografía.20 Tan solo queremos dejar testimonio del fervor del pueblo de Mompox por estas devociones. La iglesia jesuítica de la calurosa ciudad del Magdalena representa esa concepción barroca del alma popular atormentada por la salvación eterna y por ello busca refugio en la práctica de actos religiosos externos que le acerquen a Dios. Por ello apelan a los Jubileos que son la fuente para ganar las indulgencias que tranquilicen sus conciencias. Aunque al lector moderno se le hace difícil entender el contenido de estas devociones sin embargo trataremos de establecer un marco de referencia que ilustre en algo el concepto. El Derecho romano otorgaba al nombre de “indulgencia” lo que se podría denominar hoy como amnistía y el Código de Teodosio la concebía como una amnistía otorgada con motivo de la Pascua. En la historia del cristianismo se interpretaron como un medio de satisfacer una parte de la penitencia impuesta por los pecados personales y por otro lado representaron “una de las prácticas encaminadas a aliviar el rigor antiguo”

16 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 644-648. La visita se llevó a cabo entre 1709 y 1713, 17 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603v. 18 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 218v. Annuae Litterae Collegii Mompoxensis ab anno 1711 usque ad annum 1720. [En realidad se trata de un texto que consta solamente de tres líneas y media]. 19 Véase: Karl RAHNER et alii. Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica. Barcelona, Editorial Herder, III (1973) 872-886. 20 Véase: R. D. FERRERES (Dir.). Enciclopedia de la Religión Católica. Barcelona, Dalmau y Jover S. A., IV (1953) 430-444.

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como la Iglesia primitiva sancionaba los actos que rompían el diálogo del hombre con Dios.21 Si a ello añadimos la pasión religiosa del barroco, entenderemos la síntesis que ofrece Tüchle cuando interpreta a través de la arquitectura la violencia que impregnó a la época este movimiento que afirma que “quiere ser la expresión de lo espiritual, al principio de un modo austero y claro, despojado de todo ropaje simbólico, más tarde cargado con toda la riqueza de imágenes y símbolos llenos de contenido, pero siempre abierto de par en par hacia el espíritu, la idea, la fe. El auténtico objetivo es Dios”.22 Las indulgencias guardan estrecha relación con el sacramento de la penitencia que siempre ha significado un lugar privilegiado para el encuentro entre el hombre que había extraviado su camino y Dios mediante el arrepentimiento y el propósito de enmienda. Sin embargo, toda falta grave acarreaba penitencias recias que se irían conmutando por otras más suaves que debía pagar el pecador por la reparación de sus faltas. Los teólogos distinguen entre culpa y pena; la primera se extingue por la absolución del confesor y la segunda, como es una secuela de la transgresión de las leyes divinas, se borra con la penitencia y para ello recurre a las indulgencias. En definitiva se trata de una ayuda al penitente para que alcance ese amor de Dios que borra todo. Y como afirma Karl Rahner las indulgencias se hacen efectivas “allí donde se da y en la medida en que se da una disposición para una purificación santificadora, cada vez más honda, del hombre entero, más allá de la mera eliminación del reato de culpa estrictamente como tal”.23 Por supuesto el ámbito de las indulgencias se fue ampliando y también se generaron abusos de tal magnitud que llevaron a Lutero a rebelarse contra ese espíritu mercantilista.24 Pero esta temática desborda nuestros objetivos. 3. Vida sacramental La iglesia del colegio de Mompox abría sus puertas por las mañanas un cuarto de hora antes de comenzar la santa Misa.25 21 R. D. FERRERES (Dir.). Enciclopedia de la Religión Católica. Barcelona, Dalmau y Jover S. A., IV (1953) 429. 22 Hermann TUECHLE. “¿Es el Barroco la raíz del triunfalismo de la Iglesia?”. En: Concilium, 7 (1965) [144-149] 145. 23 Karl RAHNER. “Indulgencias”. En: Karl RAHNER et alii. Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica. Barcelona, Editorial Herder, III (1973) 884. 24 R. D. FERRERES (Dir.). Enciclopedia de la Religión Católica. Barcelona, Dalmau y Jover S. A., IV (1953) 435-436. 25 El P. José Jouanén publicó en su Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito. Quito, I (1941) 594-629 los Usos y costumbres de la Provincia del Nuevo Reino y Quito que regularon la vida institucional de la Provincia durante el período hispano. Citaremos: Usos y costumbres

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Por la tarde solamente se abría en las vísperas de los jubileos, cuando había pláticas de las congregaciones, en tiempos de cuaresma, de misiones, de vísperas solemnes y otras a juicio del Rector. En dichas ocasiones la apertura se llevaba a cabo a las 2 p. m. y la clausura al toque de las Ave Marías.26 La actividad diaria del templo giraba en torno a la vida eucarística, a las predicaciones, a las congregaciones y a los diversos actos litúrgicos o devotos que configuraban la esencia de la espiritualidad ignaciana. Como la iglesia del colegio momposino no era parroquial eso explica que en su recinto no se practicaran o confirieran otros sacramentos que el de la penitencia y la eucaristía. En lo que a la vida sacramental se refiere, los jesuitas promovieron de forma reiterada y específica el sacramento de la penitencia y el de la eucaristía, así como las devociones con ellos conexas. Es necesario que comencemos por resaltar el ministerio más desapercibido y a la vez el más abnegado, como fue el de atender sistemáticamente las confesiones del pueblo momposino. A lo largo de su más que centenaria existencia tuvo el colegio excelentes confesores que dedicaron su actividad a formar y a dirigir las conciencias de los que buscaban un camino más sincero en la realización de su respectivo proyecto de vida cristiano. La paz con la propia conciencia requería el ejercicio de las virtudes que deben normar la conducta humana y ese camino espiritual se enmarcaba en el ejemplo de vida del confesor y en el conocimiento y praxis de la ascética ignaciana. Baste indicar aquí a los PP. Baltasar Sanz, Francisco Ortiz, Baltasar Felices, Andrés Pacheco, Antonio de Ayala, Francisco Saldaña, Antonio Zamora, Tomás Osorio, Francisco Riccio, Juan Ubandurriaga, Juan Rivero, Fernando Vergara, Agustín Fernández, José Pablo García, José María Cervellini, Rafael Freire, José de Rojas, Juan Bautissta Manna, Diego de la Pava, Matías Liñán, Tomás Gallart, Joaquín Leal, José Troconis y otros que el lector podrá encontrar en el capítulo relativo a los jesuitas que laboraron en el colegio. Así describieron los jesuitas antiguos el apostolado del confesonario: Un sabio y celoso confesor debe juntar la cualidad de médico a la de juez y buscar prevenir al penitente en relación al futuro y absolver delante de Dios en relación al pasado le hará expiar sus intemperancias con ayunos; sus disipaciones con retiros; el olvido de sus deberes religiosos con la oración, las lecturas piadosas, la asiduidad a escuchar la palabra de Dios y asistir a los oficios divinos; sus arrebatos y cóleras con la dulzura y la paciencia para

y a continuación el tomo y la página que le corresponden en el libro del P. Jouanén. En el caso presente: Usos y costumbres, I, 594. 26 Usos y costumbres, II, 679.

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aguantar las desgracias, injurias, adversidades, enfermedades; su dureza con los pobres con la limosna; sus odios y venganzas con la búsqueda de aquellos de los que puede compadecerse; en fin, toda la molicie, todo el libertinaje y todos los vergonzosos desórdenes de su vida criminal con la austeridad conveniente.27

También fueron los jesuitas silenciosos y sufridos servidores de los enfermos y moribundos. Pensamos que lo que escribe la Carta Annua de 1691-1693 sobre este tema en el colegio de Bogotá se puede afirmar de todos los demás colegios: ... es frecuentísimo ministerio nuestro en estas partes la asistencia a los enfermos y moribundos, y rara es la persona que no llama a los de casa para aquella hora ya por estar acostumbrados a nuestro modo en las confesiones, ya porque saben cierto que a cualquiera hora que lleguen no faltará Padre a su consuelo; de lo cual nace con edificación de todos andar los nuestros a todas horas en esta ocupación y no sólo es frecuente de día sino en la noche este ejercicio.28

Si Ignacio de Loyola fomentó decididamente la comunión frecuente es porque consideraba que la limpieza de alma era un “status” en continuo “fieri” y por ello necesitaba del alimento espiritual que asegurara la vigencia de los proyectos más nobles de cada hombre. Hay que reconocer que en el Nuevo Reino fueron los miembros de la Compañía de Jesús decididos propulsores del culto a la eucaristía. 4. Los sermones De igual forma el púlpito era la cátedra dominical que ilustraba de forma sistemática a los oyentes que visitaban el templo jesuítico. Muchos fueron los buenos oradores que conoció la colectividad momposina. El venezolano Baltasar Sanz gozó del prestigio del dominio de la palabra. El cronista Mercado escribe de él: “Fue grande predicador, y tanto que causaba admiración. Sacaba raros y admirables conceptos de los salmos del Profeta Rey [David]…”.29 En Mompox vivió desde 1654 hasta su muerte acaecida en 1670.30

27 PALLU. Du saint et fréquent usage des sacrements de Pénitence et d’Eucharistie. París (1751) 110. 28 APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 3-3v. 29 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 166. 30 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 165: dice que murió a los 81 años no cumplidos en Mompox. En realidad no aparece ya su nombre en el Catálogo de 1671, pero reposaba

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Si pudiéramos conocer las necrologías de los jesuitas que habitaron en esta caliente ciudad del río Magdalena, podríamos citar con propiedad a los que sobresalieron en este género literario, pero hasta el momento no disponemos de ellas. Lo que sí es cierto es que tuvo que conocer el púlpito de la Iglesia momposina muchos oradores sagrados de los que algún día se logrará conocer sus nombres. Pero la oratoria sagrada en aquellos tiempos era comprometida y creaba de vez en cuando problemas serios a la hora de combatir las plagas sociales que invadían la ciudad. Citamos un ejemplo anecdótico acaecido en la pacífica ciudad de Mérida (Venezuela) como ejemplo de lo que comentamos. El Libro de Consultas nos ha legado un interesante incidente que habla por sí solo: En 9 de abril de 1700 llamé a consulta a los PP. Consultores y pregunté qué se debía hacer, sabiendo que el Theniente de la ciudad estaba sentido y muy quejoso de la Religión [Compañía de Jesús] por ocasión de un sermón que predicó el P. N. de que se ha dado por ofendido el Teniente así porque el objeto particular y blanco de el sermón fue el bastón y las baras de la ciudad, como por haber juzgado fue a influjo y ruego de los seculares y también porque el Padre, después de predicado el sermón, le dio a leer fuera de casa con que han tenido ocasión los de fuera de hacer burla y mofa (con el sermón del Teniente); por todo esto, como por el buen término del Teniente, que no obstante su sentimiento no ha hecho papelada ninguna (como las han hecho otros en otros tiempos con menos motivo), juzgué debía consultar si convendría se le diese alguna satisfacción de el buen ánimo y sana intención con que el Padre había predicado el sermón. Y juzgaron los Padres que entran siempre en la consulta: lo primero, que el Padre había hecho contra la regla 12 de los Predicadores que manda no sea reprehendido en los sermones ningún sujeto in particulari, y tirando a ventana señalada como lo hizo el Padre en su sermón; lo segundo, que sabiendo como hemos sabido los puntos que sintió de el sermón el Teniente, siendo como son públicos en el lugar, le de el Padre en un papel la satisfacción de que solo la publicidad de ellos y el buen celo de que enmendasen le movió a predicarlos, y que después le haga el Padre una visita a que yo mismo le acompañara para quitar la ocasión de que quiera el Teniente desahogar con el padre su sentimiento en lo que no conviene y solo se le haga esta visita para que se conozca que no hay encono ninguno con él de parte de

una carta del P. Sanz al Provincial en el archivo del colegio de Mérida, y está datada en 1670 (AAM. Seminario. Caja. 1. Inventario de los papeles del archivo del colegio San Francisco Javier, fol. 35v).

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la Religión como se sabe lo ha dado a entender. Así se concluyó la consulta en dicho día, mes y año. Francisco Saldaña.31

5. Las Congregaciones Un importante papel jugó en los colegios coloniales jesuíticos una institución religioso-cultural-económica que dentro de la historia de los movimientos religiosos se denominó: Congregación.32 Expresamente la Ratio Studiorum le recuerda al Rector de cada plantel educativo jesuítico la obligatoriedad de que funcione la Congregación Mariana.33 La Compañía de Jesús fomentó en todo el mundo, como apostolado específico de ella, las Congregaciones34 tanto entre los alumnos de los jesuitas como entre los amigos y la gente que frecuentaba sus iglesias. El fin primordial de la Congregación era doble: el cultivo ascendente de las virtudes y su práctica constante en tres campos muy significativos: la piedad, la caridad y el celo apostólico. Y su inspiración provenía de la fuerza, profundidad y fecundidad de su devoción a la Virgen Santísima, arquetipo de la sublimidad a que puede llegar la vida cotidiana construida con fe y con el amor que impone el cumplimiento de los deberes personales, profesionales y sociales. Por ello afirma Villaret: Tienden a formar el mundo de la vida espiritual e interior con vistas a conseguir la perfección en su estado, condición social y profesión de manera tal que pueda crear por todas partes, a todas las edades, en todos los rangos y en todos los empleos, una élite de hombres perfectos, para así llegar a la reforma del estado y por la misma a la reforma del mundo.35

La piedad debía garantizar el clima interno de exigencia nacido del fervor de la vida espiritual; a su vez, el congregante debía comprobar en la vida cotidiana el desarrollo de su personalidad, tanto profesional como social, de modo eminente. Esta institución que alcanzó durante los siglos XVII y XVIII un auge para nosotros insospechado,36 todavía no ha sido estudiada en sus verdaderas dimensiones americanas. 31 AUCAB. Libro de Consultas, fol. 22v. Consulta del 9 de abril de 1700. 32 Para quien esté interesado en el tema nos remitimos al libro de Elder MULLAN, S. J. La Congregación Mariana estudiada en los documentos. Barcelona [1911] 204+316 p. 33 Ratio Studiorum.. “Reglas del Rector”. Regla, 23. 34 Para las congregaciones: Emile VILLARET. “Congrégations de la Sainte Vierge”. En: Charles BAUMGARTNER. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique. Doctrine et histoire. Paris, Beauchesne, II (1953) 1487. 35 Emile VILLARET. Art. cit., 1487. 36 Elder MULLAN. La Congregación Mariana estudiada en los documentos. Barcelona, (1911) 16 y ss.

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Para conocer la vida interna de una Congregación neogranadina disponemos de dos puntos cronológicos de referencia. El primero se centra en la obra ascética del P. Pedro de Mercado37 que cubre la segunda mitad del siglo XVII; el segundo, casi inmediato a la expulsión de los jesuitas en 1767, es la obra Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro publicada en Madrid en 1760.38 Una vez más nos encontramos ante un silencio documental que puede originar hasta contradicciones. A la hora de la verdad, la deficiente información puede arrojar conclusiones que no sean del todo exactas, pero enfrentaremos el reto de reconstruir la vida de las Congregaciones que funcionaron en la iglesia de los jesuitas de Mompox. En 1690 escribían que “no parece que haya habido ninguna congregación establecida” y que el Visitador, P. Altamirano, en 1689 promocionó una para los hombres “bajo la advocación de la Virgen Auxiliadora, llamada comúnmente del Socorro”.39 Las Cartas Anuas reseñan que en 1691 se fundaron dos congregaciones: una la de Nuestra Señora del Socorro “para todo género de gente” y la de la Concepción de María Santísima para los estudiantes.40 En 1698 se habla de tres congregaciones: la de los estudiantes, la de Nuestra Señora del Carmen y la de Nuestra Señora del Socorro, esta última tiene en su “lista un número muy crecido de hombres y mujeres”.41 A estas escuetas informaciones que aducen las Cartas Anuas de la última década del siglo XVII sobe las Congregaciones hay que añadir además ciertas imprecisiones de “terminología” que conviene clarificar. Al parecer, la primera en fundarse fue la Congregación de Nuestra Señora del Socorro. Fue promocionada por el Visitador, P. Altamirano, en 1689 y concebida para los hombres “bajo la advocación de la Virgen Auxiliadora, llamada comúnmente del Socorro”.42 Sin embargo, las Cartas 37 José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. Caracas (1974) 352-354. 38 Fernando de VERGARA. Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro erigida en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reyno de Granada. Su autor el P. Fernando de Bergara, Prefecto de dicha Congregación, quien la dedica a María Santísima, con título del Socorro. Con licencia. Madrid. Por Joachin Ibarra, calle de las Urosas. Año 1760. Existe un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Bogotá. 39 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum, fol. 48. 40 APT. Fondo Astrain. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691. 92 y 93, fol. 5-5v.

41 APT. Leg. 26. Letras anuas…, fol. 98.

42 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum, fol. 48.

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Anuas de 1691 hacen referencia a dos fundaciones: una la de Nuestra Señora del Socorro “para todo género de gente” y la de la Concepción de María Santísima para los estudiantes.43 Pero las informaciones de 1698 todavía clarifican más la realidad del movimiento que se gestaba en el colegio con respecto a esta institución de excelencia espiritual, y así se mencionan tres congregaciones: la de los estudiantes, la de Nuestra Señora del Carmen y la de Nuestra Señora del Socorro”. En resumen: al concluir el siglo XVII llevaban vida activa en la Iglesia de los jesuitas tres congregaciones. La primera era la de Nuestra Señora del Socorro en la que militaba “un número muy crecido de hombres y mujeres”.44 También tenía la advocación de la “Virgen Auxiliadora”. En la Iglesia, al lado derecho del altar mayor, se encontraba un tabernáculo con la imagen de Nuestra Señora del Socorro con el Niño Jesús en los brazos.45 En los Inventarios se le dedica un aparte a las Alhajas de dicha Congregación.46 En 1753 esta corporación estaba dirigida por el P. Diego de la Pava47 y en 1756 seguía en el mismo cargo.48 Mas, si nos remontamos a lo orígenes del colegio, tenemos noticia por las Cartas Anuas que para 1652 se había fundado y expandido en todos los colegios jesuíticos neogranadinos “una invención sagrada” como era la Hermandad de Nuestra Señora del Socorro, la cual “no pide ni tiene más cuidados que el decir (si fueren sacerdotes) dos Misas en cada año, o hacerlas decir los que no lo fueren, una por los vivos y otra por los difuntos de la misma hermandad”.49 Así pues, podemos deducir que la Congregación de Nuestra Señora del Socorro o devino, o se fusionó, o convivió al lado de la Congregación de la Buena Muerte y funcionó siempre bajo ese esquema. Podríamos aseverar que dada la ambivalencia de la que hemos hablado no es fácil especificar las funciones de ambas. Con todo, en el catálogo de

43 APT. Fondo Astrain. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691. 92 y 93, fol. 5-5v. 44 APT. Leg. 26. Letras anuas…, fol. 98. 45 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 292. 46 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 333v-334v. 47 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo breve de 1753. 48 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo breve de 1756. 49 ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta Annua de los Años 1642 hasta el de 1652 de la Provincia del Nuevo Reyno y Quito. Capítulo 2. Y añade a continuación: “Esta sagrada invención, este nuevo hechizo de voluntades ha sido tan piadosamente recibido y tan universalmente aplaudido que apenas se sabe haya habido persona a cuya noticia haya llegado, que no haya entregado con su nombre su corazón a esta hermandad. Al menos en estas Indias no se ha entendido que Hermandad alguna haya sido de condición que los ánimos más distantes, y los que habitan en diferentes Reinos hayan solicitado ser escritos en ella y en la dichosa matrícula de siervos de Santa María de el Socorro”.

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1751 era el P. Jerónimo Godoy el Prefecto de la Congregación de la Buena Muerte50 y en la misma misión lo recoge el catálogo de 1753.51 Y la última información de que disponemos data de 1764 según la cual el P. Tomás Gallart era el Prefecto de la Congregación de la Buena Muerte.52 Y como ilustración de lo dicho verificamos que el año 1718 ya se practicaba todos los viernes del año el ejercicio de la buena muerte para toda la villa “con mucho concurso y devoción” y se llevaba a cabo “de noche a puerta franca y con luces”.53 La segunda era la de los estudiantes bajo la advocación de la “Concepción de María Santísima”. Nos llama la atención que en el altar mayor de la Iglesia se encontrara “en el cuerpo de arriba” la imagen de la Concepción junto con las de los santos jóvenes jesuitas Luis Gonzaga y Estanislao de Koska.54 Y en la sacristía le estaba dedicada una capilla con la efigie de Nuestra Señora de la Concepción “de bulto y su vestido decente”,55 señal evidente de que las reuniones de la congregación se efectuaban en ese lugar. Y finalmente, tanto en el aula de la Escuela como en la de la clase de gramática la imagen de la Concepción presidía ambos recintos.56 Sin embargo debemos señalar que ningún catálogo vuelve a mencionar a lo largo del siglo XVIII esta corporación. La tercera era la de “Nuestra Señora del Carmen”. Hasta el momento no hemos podido recabar más informaciones sobre esta congregación. Algo de luz podría proyectar la especie de Carta Anua de los años 17101711 del Colegio de Mompox en que expresamente afirma que fuera de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro el Colegio “no tiene ninguna otra”. Y a continuación añade que el visitador P. Francisco Sierra mandó establecer la Congregación de la Virgen de los Dolores.57 Esta especie de idas y venidas nos lleva a deducir que la carencia de sacerdotes que vivió el colegio durante grandes temporadas conllevara la muerte de esas instituciones por falta de operarios.

50 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299. Catálogo breve de 1751. 51 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo breve de 1753. 52 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 72. 53 Ignacio de MEAURIO. “Estado espiritual de la Provincia del Nuevo Reyno y sus ministerios. Año de 1718”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, II, 289. 54 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 292. 55 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 301v-302. 56 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 310v y 311. Además, por el Libro de la Iglesia tenemos conocimiento de que existía una imagen de la Concepción (fol. 339). 57 ARSI. N. R. et Q., 13-III. Status praesens spiritualis Collegii Mompoxensis…, fol. 603v.

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Con todo, en los inventarios levantados en 1767 se hace referencia a la Congregación de la “Virgen de los Dolores”58 y a la de “San Juan Nepomuceno”.59 La congregación de Nuestra Señora de los Dolores poseía sus bienes propios y alhajas60 e incluso se hace referencia al “Libro de recibo y gasto de la Congregación de Dolores”.61 Además tenía su altar propio en la iglesia “con su ara y tarima, y un camarín con la estatua de la santísima Virgen de los Dolores, con el Señor en los brazos”.62 Por noticias indirectas sabemos que en 1718 presidía la corporación el P. Juan Rivero, el historiador de las Misiones de los Llanos de Casanare.63 Y en el catálogo de 1756 se cita al P. Juan Bautista Manna al frente de la Congregación de la Virgen Dolorosa.64 Más curiosidad reviste para nosotros la Congregación de “San Juan Nepomuceno”. Juan Nepomuk (c.1340/50-1393)65 es un personaje medieval que murió víctima de una controversia sobre la libertad de la Iglesia entre el arzobispo de Praga y el rey Wenceslao IV. Su veneración como mártir comenzó después de su muerte y con la connotación de que había sido torturado para arrancarle el sigilo de la confesión. Los jesuitas le manifestaron siempre una gran devoción y le dedicaron en las misiones muchas poblaciones. Pero ¿quién fue el propulsor de esta devoción en la ciudad fundada por Alonso de Heredia? Lo cierto es que en la iglesia de la Compañía de Jesús gozaba de la distinción de poseer su “Altar de cedro especial dorado con esmalte verde, con su ara, y tarima de San Juan Nepomuceno, tiene la estatua del mismo Santo en su nicho con su velo decente”. Además se hace relación a otra estatua del mismo Santo “que sirve para su fiesta principal”.66 Pero su presencia artística seguía en el púlpito pues figuraba en él “un quadro de San Juan Nepomuceno con su marco dorado”.67 Y la congregación disponía de

58 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 297. 59 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 299.

60 AGN. Temporalidades, 16. fol. 301-301v. También en: AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 297-298v. 61 AHN. Jesuitas. Leg. 129/15b. Colegio de Mompox. Extracto de los Autos de su ocupación, sin foliar. 62 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 293v. 63 El P. José Gumilla asienta en la biografía de Juan Rivero que “fuera de el Aula de Gramática, tomó a su cargo la Congregación de Nuestra Señora de los Dolores” (José GUMILLA. Escritos varios. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1970) 31.). 64 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo breve de 1756. 65 Jaroslav V. POLC. “Nepomuk (Nepomuceno), Juan. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2809-2810. 66 AGN. Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 292v-293. 67 AGN. Temporalidades, 3. Doc. cit., fol. 294v.

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sus propios bienes68 y observamos que en 1767 estaba muy bien dotada de alhajas y ello significa que cobijaba bajo su tutela muchos devotos.69 Mas, a la hora de establecer un balance de la historia de la religiosidad jesuítica en el Nuevo Reino nos llama poderosamente la atención el silencio que se observa en la documentación de Mompox sobre dos Congregaciones que absorben la segunda mitad del siglo XVIII tanto en el Nuevo Reino como en España y América. Nos referimos a la devoción tanto del Corazón de Jesús como de la Virgen de la Luz. En el Nuevo Reino pronto prendió el fuego de la devoción al Corazón de Jesús y el 7 de diciembre de 1743 se daba inicio en la iglesia de la Compañía de Bogotá a la Congregación del Corazón de Jesús.70 Con todo, es curioso anotar que en 1738 se publicara en la imprenta de la Compañía de Jesús bogotana la novena a tan novedoso culto.71 Ignoramos los motivos por los que los jesuitas españoles fueron reacios a la propagación de la nueva devoción. Se puede considerar que la Compañía de Jesús hispana asume hacia 1733 el reto de promover el culto al Sagrado Corazón gracias fundamentalmente a la actividad de los PP. Bernardo Hoyos (1711-1735),72 Agustín de Cardaveraz (1703-1770)73 y Pedro de Calatayud (1689-1773)74 y también a los libros del P. Juan de Loyola (1686-1762)75 Tesoro escondido76 y del P. Pedro de Peñalosa La devoción al Sagrado Corazón.77 68 AGN. Temporalidades, 3. Doc. cit., fol. 299-299v. 69 AHN. Jesuitas. Leg. 129/15b. Colegio de Mompox. Extracto de los Autos de su ocupación, sin foliar. 70 José VARGAS JURADO. Tiempos coloniales. Bogotá (1902) 25. 71 Luis A. CUERVO. “El primer año de la imprenta en Santafé”. En: Revista Javeriana. Bogotá, 20 (1943) 245-247. Novena del Corazón de Jesús sacada de las prácticas de un librito intitulado Tesoro escondido en el Corazón de Jesús. Por un devoto del mismo Corazón. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año de 1738. 72 Joseph N. TYLENDA. “Hoyos, Bernardo Francisco de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1959-1960. 73 Manuel RUIZ JURADO. “Cardaveraz, Agustín de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 650-651. 74 Eugenio de URIARTE. Principios del reinado del Corazón de Jesús en España. Madrid, 1880. Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, VII (1925) 118-146. Eusebio GIL. “Calatayud, Pedro Antonio de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 599-600. 75 Manuel RUIZ JURADO. “Loyola, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2427-2428.

76 Tesoro escondido en el Corazón de Jesús descubierto a nuestra España, con la breve

noticia de su dulcísimo culto, propagado ya en varias provincias del orbe cristiano. Su autor el P. Juan de Loyola de la Compañía de Jesús, maestro de Teología y al presente Rector del colegio de Segovia. Con Licencia del Ilustrísimo Sr. Obispo de Valladolid y de los Superiores de la Religión. Impreso en la imprenta de Alonso del Riego. Valladolid, 1734.

77 Pamplona, 1734. Se trata de una traducción arreglada del que publicó el P. Croisset en francés.

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Como nota ilustrativa de esta preocupación nuestra recogemos el testimonio directo del cronista Pedro Salzedo, quien al hablar de la biblioteca jesuítica momposina dice: “de la cual conservamos un devoto manuscrito del Padre Juan de Loyola, de su puño y letra, que está fechado en 1723”.78 Al revisar la Biblioteca del colegio nos encontramos con una entrada que reza: “Mas. Otro. Historia del Corazon de Jesus”. Sin lugar a dudas se refiere al P. Juan de Loyola y su Historia de la devocion al Sagrado Corazon de Jesus…79 Pero a todas luces el manuscrito de 1723 no corresponde a esta traducción, pues aunque conoció la luz pública en 1734 no podemos calificarlo dentro del género de literatura fervorosa. Tampoco podemos de forma cierta llegar al verdadero título del “devoto manuscrito”, pues el bibliógrafo de la Compañía de Jesús, P. Carlos Sommervogel, recoge en su Biblioteca 12 títulos de la autoría de este jesuita80 y por su contenido todos pertenecen a ese género espiritual. Nos llama la atención el hecho de que en la Biblioteca del colegio reposara un ejemplar del teólogo alemán, no jesuita, Anton Ginther, autor del libro Speculum amoris et doloris in Sacratissimo ac Divinissimo Corde Jesu Incarnati, Eucharistici et crucifixi, Orbi christiano propositum81 que tuvo una gran difusión en tierras germánicas y que sin duda fue donado por algún miembro de la Compañía de Jesús de habla alemana. Existe otro testimonio a favor de la práctica de esta devoción en el colegio jesuítico de Mompox. Blas Garay y Vargas donó al colegio 500 pesos “para que con sus réditos se costease la cera para descubrir todos los viernes del año, a mañana y tarde, el divino y augustísimo Sacramento en honor del Divino Corazón de Jesús”.82 La segunda Congregación que se difundió en los colegios jesuíticos neogranadinos fue la de la Virgen Santísima de la Luz, la cual también prendió en los más diversos estratos sociales. 78 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox. Cartagena, Tip. Democracia (1938) 52. 79 Juan de LOYOLA. Historia de la devocion al Sagrado Corazon de Jesus, en la vida de la venerable Madre Margarita Maria, Religiosa de la Visitacion de Santa Maria, del Monasterio de Paray-Le-Monial en Charolois. Escrita en Frances por el Illustrissimo Señor Don Juan Joseph Languet, Obispo de Soissons, de la Academia Francesa, traducida en nuestro idioma por el Padre Juan de Loyola de la Compañia de Jesus, Maestro de Theologia, y al presente Instructor de los Padres de la tercera probacion de la Provincia de Castilla. En Salamanca, por Antonio Joseph Villagordo. Año de 1738. (Véase: Sommervogel. Bibliotèque, V, 127). 80 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús. Bruxelles-París, V (1894) 125128. Véase: Manuel RUIZ JURADO. “Loyola, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2427-2428. 81 Anton GINTHER. Speculum amoris et doloris in Sacratissimo ac Divinissimo Corde Jesu Incarnati, Eucharistici et crucifixi, Orbi christiano propositum. Antverpiae, Sumptibus Societatis, 1752. Estsa edición es la cuarta y también conocemos una de 1706. 82 ANB. Temporalidades, 11, fol. 950.

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Curiosamente, al igual que el culto al Corazón de Jesús, esta modalidad de veneración a la Virgen María en su advocación de la Virgen Santísima de la Luz fue objeto de persecución implacable después de la expulsión de los jesuitas del imperio español en 1767.83 Este movimiento se inició en Sicilia el año 1722 con el P. Juan Antonio Genovesi (1684-1743)84 autor del libro sobre la devoción a la Madre Santísima de la Luz.85 Once años más tarde publicaba el siciliano P. Manuel Aguilera (1677-1740)86 con el mismo título una obra más extensa87 que quizá es la que motivó la condena por la Congregación del Índice el 22 de diciembre de 1745.88 En México divulgaba esta devoción en 1737 el P. Lucas Rincón (16851741)89 y pensamos que la traducción que dio a la luz pública en la capital azteca es la que corresponde a la publicación del P. Manuel Aguilera.90 En Madrid lanzaba el P. José de Tobar su libro sobre el mismo tema y en el que los devotos podían leer los prodigios y milagros obrados por la advocación Nuestra Señora de la Luz.91 Pero sería el Colegio Imperial de la capital hispana la institución española que erigiría la primera Congregación con el nombre de “Madre Santísima de la Luz” con sus constituciones redactadas ya en 1754 y con la dedicación de un altar para su culto.92 83 Puede verse en: Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ. “La devoción a la Madre Santísima de la Luz: un aspecto de la represión del jesuitismo en la España de Carlos III”. En: Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ (Ed.). Expulsión y exilio de los jesuitas españoles. Alicante, Universidad de Alicante (1997) 213-228. 84 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, III, 1324.

85 Juan Antonio GENOVESI. La divozione di Maria Madre Santissima del Lume… 1723. También puede verse Agustín DRIVE y Manuel TARRE. María y la Compañía de Jesús. Tortosa (1916) 130-131. 86 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, I, 85-89. 87 Manuel AGUILERA. La divozione di Maria Madre Santissima del Lume, distribuita in tre parti… In Palermo, per Stefano Amato, 1733, 2 vols. 88 En la cuarta edición publicada en Roma en 1830 afirma en la pag., 124 que los motivos de la condenación serían: 1) por registrarse en esa obra una revelación tan insigne y contener tantos milagros o gracias milagrosas sin la debida crítica y examen. 2) por referir revelaciones y virtud de una señora antes de su muerte. 3) por no adjuntar la protesta del autor prescrita por el Papa Urbano VIII (Citado por Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, III, 1324). 89 Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VI, 1859-1860. 90 Lucas DEL RINCON. La devocion de Maria Santissima de la Luz, distribuida en tres partes por un sacerdote de la Compañia de Jesus. México, 1737. Francisco ZAMBRANO y José GUTIÉRREZ CASILLAS. Diccionario bío-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, XVI (1977)437-438. 91 José de TOBAR. La invocación de Nuestra Señora con el título de Madre Santísima de la Luz. Madrid, 1751. 92 Diego de RIVERA. Sermón de la Madre Santísima de la Luz que en el día de su colocación en el precioso altar, y adorno, que le tenía preparado la devoción de sus congregantes en la Iglesia del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús. Madrid, 1756.

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En Santafé dio comienzo el año 1759 en la iglesia de San Ignacio y el orador de ese día fundacional fue el P. Antonio Julián.93 Entre sus primeros congregantes se encontraba el Virrey José Solís, quien dos años más tarde regalaría una imagen de la Virgen de la Luz y su camarín en la iglesia de San Ignacio.94 Y también hay que destacar la prolífica actividad literaria del P. Antonio Julián en pro de la nueva devoción.95 El influjo de la devoción a la Madre Santísima de la Luz también se hizo sentir en las ciudades del sur de Colombia como el ejemplo en Popayán que estuvo a cargo del P. Juan de Velasco (1721-1792).96 Sin embargo, provenía esta corriente espiritual de la Provincia jesuítica de Quito. En verdad fue el P. José María Maugeri (1690-1759)97 el gran promotor en la circunscripción quiteña, el promotor tanto de la devoción al Corazón de Jesús como al de la Madre Santísima de la Luz98. Habiendo viajado en 1735 como Procurador a Madrid y Roma es lógico que en ambas urbes conociera los nuevos derroteros que se iniciaban en Europa para renovar la devoción del pueblo cristiano. Al regresar en 1743 al Ecuador,99 se convirtió en un fervoroso difusor de estas novedades. 93 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 400. El sermón se conservaba en el Archivo de la Provincia de la Compañía de Jesús en Colombia: Sermón panegírico que en la primera solemne fiesta de la Ylustsre Congregación de la Madre Ynmaculada de la Luz Ma. Ssa. y del grande Sn. Francisco de Borja. En el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús: en la tercera fiesta del Espíritu Santo. [Aunque el P. Pacheco cita su texto nos ha sido imposible a nosotros consultarla].

94 José VARGAS JURADO. Tiempos coloniales, 56-57. ANB. Miscelánea, 63, fol. 291: “El camarín de la Madre Santísima hecho por el H. Jorge Puyó y costeado enteramente por el excelentísimo señor don José de Solís, y costó por todo 900 pesos”.

95 Según Hervás y Panduro en su obra Biblioteca jesuítico-española de escritores, que han florecido [por-en] siete lustros… se encuentran las siguientes obras sobre este tema: a) Constituciones y Reglas de la Congregación de ejercitantes debajo la protección y el título de la Madre Santísima de la Luz y del grande Santo Francisco de Borja instituida en la ciudad de Santafé. b) Corona de las doce estrellas en obsequio y honor de la Madre Santísima de la Luz para uso de los congregantes y devotos. c) Saggio della devozione alla Madre Santisima del Lume con le novene e sette sabati in ossequio della gran Madre. 96 Juan de VELASCO. “Relación histórico-apologética sobre la prodigiosa imagen, devoción y cuto de Nuestra Señora, con el título de Madre Santísima de la Luz…”. En: Aurelio ESPINOSA POLIT. Los jesuitas quiteños del extrañamiento. Quito, Biblioteca Ecuatoriana Mínima (1960) 105 y ss. y nota 54. Y Francisco MIRANDA RIBADENEIRA. La primera imprenta ecuatoriana. Su primer promotor. El primer impresor. Quito (1955) 43: Novena de María, Madre Santísima de la Luz, escrita por un sacerdote deseoso de que se propague esta su Devoción para mucho fruto, provecho de las almas. Reimpreso en Hambato, en la Compañía de Jesús, el año de 1758. Sobre el P. Velasco véase: Jorge VILLALBA. “Velasco Petroche, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3919. 97 Jorge VILLALBA. “Maugeri, José María”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2580. 98 José JOUANÉN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, II (1943) 184-187. 99 Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla (1995) 320.

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En el colegio de Antioquia, a la hora de llevarse a cabo la expulsión en 1767, funcionaba en el lado del evangelio del altar mayor de la iglesia de Santa Bárbara “por estar recién establecida”.100 Por todo lo anteriormente expuesto se nos hace difícil entender que un lugar de reposo obligado de todos los viajeros ignacianos que se dirigían a Cartagena o que venían de esa ciudad no dejaran huella de dos grandes preocupaciones espirituales que movieron tanto en España como en América los más diversos estratos sociales. 6. Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola El pequeño libro intitulado Ejercicios Espirituales, escrito por el fundador de la Compañía de Jesús,101 constituye un camino y a la vez un método para la vida espiritual. En última instancia pretende detectar las fuerzas fundamentales del hombre a fin de que éste configure su existencia al ideal programado por Cristo en servicio de los demás hombres. Su vida entonces se define por un impulso inexorable hacia Él, hacia el ideal que siempre quiere más, que por sistema no conoce límites, siempre abierto hacia el futuro y hacia los más puros ideales, consciente de que está al servicio de una causa cuya medida es “solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin que somos creados”.102 No hemos podido precisar cuándo y cómo los jesuitas momposinos cumplieron con este importante ministerio de la Compañía de Jesús. Sin embargo, debemos aclarar que se practicaron, en esencia, tres formas distintas de hacer retiro espiritual. La primera, la auténticamente ignaciana, fue la individual; la segunda, un grupo reducido; y la tercera lo que hoy denominaríamos Ejercicios abiertos. Pensamos, aunque para ello nos muevan meros indicios, que la modalidad individual tuvo que darse desde que los jesuitas comenzaron su actividad espiritual en la ciudad de Mompox. La segunda, para grupos muy selectos, es factible que se impusiera relativamente pronto en la urbe del río Magdalena. Los Usos y costumbres de la Provincia de Quito, de 27 de marzo de 1697, incluyen como ministerio 100 ANB. Temporalidades, 14, fol. 17: “Assí mismo otra Cofradía de la Madre Santísima de la Luz, colocada en el altar mayor al lado del evangelio, que igualmente se compone de hermanos, y hermanas, de dicho vezindario, no tiene altar por estar recién establecida”. 101 Ignacio de LOYOLA. Ejercicios Espirituales. Directorio y Documentos de San Ignacio de Loyola. Glosa y vocabulario de los Ejercicios por el P. José Calveras S. I. Barcelona, Edit. Balmes, 1944. (Existen innumerables ediciones de este libro y el P. Calveras es uno de los especialistas en lengua hispana). Para quien desee una información sobre la interpretación dada con el correr de los tiempos a los Ejercicios: Guilles CUSSON. “Breve historia de la interpretación de los Ejercicios. Escuelas y tendencias”. En: Manresa. Madrid, vol. 66 (1994) 87-103. 102 Ejercicios Espirituales, nº 23.

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habitual el de “Ejercicios de Externos”103 y evidentemente se refieren a retiros de ocho días. Lo que sí ha llamado la atención de los historiadores de este apostolado es que en el siglo XVIII existieran casas especiales para este tipo de retiros espirituales, práctica que parece se fue extendiendo en América hacia la mitad del siglo XVIII.104 Así lo vemos en la provincia de Quito,105 en Bogotá106 e incluso en Caracas.107 El tercer modo de practicar los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola –el más lejano a la mente del autor– es el predicado a un auditorio abierto pero sin recluirse a la soledad y silencio absolutos. También las instituciones educativas de la Compañía de Jesús neogranadina practicaron, a su modo, la segunda y tercera modalidad. Los Usos y costumbres recogen su institucionalidad ya a fines del siglo XVII.108 Nos consta que se practicaban en la Universidad Javeriana a comienzos del siglo XVIII,109 y una confirmación externa data de 1731,110 fecha en que un colegial anónimo de San Bartolomé recoge las incidencias en esos días de retiro. Este tipo de Ejercicios para jóvenes y personas no religiosas solían durar de 3 a 6 días. Transcribimos la distribución del primer día: 4,30 - 5. 5 - 6. 6 - 6,30. 6,30-6,45. 6,45-7,00.

Levantarse Oración. “Este fue el fin para el que fue creado el hombre”. Oír Misa. Examen de la Oración. “Leer contemptus mundi”.111

103 Usos y costumbres de esta Provincia de Quito, sacados de los antiguos, confirmados por nuestro P. General Vincencio Carafa, dispuestos por el P. Visitador Diego Francisco Altamirano, o reconocidos por el P. Provincial Pedro Calderón, habiéndolos consultado con sus Consultores de Provincia, el 27 de Marzo de 1697. En: J. JOUANEN. Ob. cit., II, 699-700. 104 Pedro LETURIA. “Ejercicios cerrados en la América española en los años de la Emancipación”. En: Manresa, VI (1930) 272 y ss. 105 Lesmes FRIAS. “Campaña de Ejercicios en el antiguo reino de Quito, a mediados del siglo XVIII”. En: Manresa, V (1929) 255-267. 106 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 394-395. 107 Manuel AGUIRRE ELORRIAGA. La Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas (1941) 131.

108 Usos y costumbres de esta Provincia de Quito, sacados de los antiguos, confirmados por nuestro P. General Vincencio Carafa, dispuestos por el P. Visitador Diego Francisco Altamirano, o reconocidos por el P. Provincial Pedro Calderón, habiéndolos consultado con sus Consultores de Provincia, el 27 de Marzo de 1697. En: J. JOUANEN. Ob. cit., II, 699-700.

109 Ignacio de MEAURIO. Estado espiritual de la Provincia del Nuevo Reino y sus Ministerios (Año de 1718). En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, II, 286. 110 Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 255. El manuscrito está mutilado y se podría considerar como contentivo de una miscelánea de documentos. 111 Se refiere a la obra de Tomás de KEMPIS. De la imitación de Cristo.

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7 - 7,30. 7,30-8,00. 8-8,45. 8,45-9,00. 9-10,15. 10,15-11. 11-11,45. 11,45-12, 45.

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“Rezar devociones”. “Leer la vida de algún santo”. “Examinarse para confesión general”. “Puntos para la Oración”. Oración y examen de la oración. Su materia fue “El fin para que fueron criadas las demás criaturas”. “Lección espiritual”. “Examen de conciencia, y hasta comer apuntar propósitos”. “Comer y hablar cosas espirituales”

A la tarde 12,45-2. 2-2,45. 2,45-3. 3-4,15. 4,15-4,45. 4,45-5,30. 5,30-6,00. 6-7,15. 7,15-7,45. 7,45. 9-9,15. 9,15-9,30.

“Descansar”. “Leer vida de algún santo” “Preparar la oración” Oración y examen de la oración. “El modo cómo se han de usar las criaturas”. “Rezar la corona de Nuestra Señora”. “Apuntar los propósitos o rezar alguna devoción, o examinarse para confesión general”. “Leer lección espiritual y preparar la oración” Oración y examen de la Oración. “Por solo el pecado mortal se pierde el último fin”. “... ejercicios”. hasta cenar: “hacer algún ejercicio devoto” “Después de cenar hasta las 9: hablar cosas espirituales”. “Leer los puntos” “Examen de conciencia y acostar”.

Estos Ejercicios espirituales duraron seis días y el ejercitante recogió una serie de curiosidades que van desde los títulos de las meditaciones hasta el menú de las comidas. Reproducimos el esquema de los temas dados en este retiro espiritual: Primer día: Meditaciones 1º. 2º. 3º. 4º.

El fin para que fue creado el hombre. El fin para que fueron criadas las demás criaturas. El modo con que se ha de usar de las criaturas. Por el solo pecado mortal se pierde el fin último.

Segundo día: 1º.

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La fealdad del pecado y se consideran cinco condiciones: qs, quod, quomodo, quoties, cur.

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2º. Considera el pecado del hombre con el pecado de los ángeles. 3º. El pecado destruye la vida sobrenatural del alma. 4º. Considerar el pecado de nuestros primeros padres Adán y Eva.

Tercer día: De la Muerte: 1º. Es certísima sin que se pueda escapar alguno de ella en el tiempo determinado. 2º. En cuanto al día, lugar y modo es ocultísima a los hombres y manifiesta a solo Dios. 3º. No sucede más que una vez. San Pablo Ad Heb., 9: ...semel mori. 4º. La muerte considerada por las experiencias.

Cuarto día: Del juicio particular 1º Las personas que asisten a este juicio mirando las calidades de cada una son: alma, Dios, ángel, demonio. 2º. El tiempo y lugar en que se hace este juicio: el tiempo y el instante en que muere o el lugar donde le coge la muerte. 3º. La /ilegible/ y orden de este juicio: los acusadores y testigos, la probanza y el examen riguroso. 4º. En el instante de la muerte prívase al alma de la gracia y de los dones sobrenaturales.

Quinto día: Del purgatorio 1º. Cualquiera que hubiere cometido pecado, aunque se le haya perdonado la culpa, si no ha pagado la pena que le corresponde, ordena Dios no entre en el cielo hasta que la pague en una cárcel debajo de la tierra deputada para esto que llaman purgatorio. 2º. Lo mucho que sienten las almas, y la mía sentirá, la oscuridad de aquella cárcel que es carecer de la vista de Dios y que gran pena es ésta. 3º. Lo horrible de la pena de sentido que padecerá el alma en el purgatorio atormentada por el fuego. 4º. Dos cosas señaladas hay en las almas del purgatorio. La 1ª la grande resignación que tienen en la voluntad de Dios cuanto a la gravedad de sus penas. 2ª las grandes ansias que tienen de ser ayudadas por los fieles que viven en la tierra.

Sexto día: 1º. Considerar los grandes dolores de la Virgen María en la pasión de Jesús.

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2º. Considerar lo que dijo Cristo a su Madre en la cruz: Mulier ecce filius tuus, y a San Juan le dijo Ecce mater tua. 3º. Quien peca contra Jesús peca contra la Virgen María.

El colegial que hizo las anotaciones antecedentes escogió para leer los siguientes libros: Ejercicios de San Ignacio; Temporal y eterno;112 Vida del P. Alonso Rodríguez;113 Vida del Padre Claver114 y Vida del Padre Baltasar Alvarez.115 En el comedor se leía El aprecio de la divina gracia.116 El objetivo fundamental de estos Ejercicios consistía en analizar el mundo interno de la conciencia de cada ejercitante a fin de crear una trasparencia en la estructura de sus relaciones tanto para con Dios como para con la sociedad a través del perfecto cumplimiento de sus deberes personales y profesionales. Para ello se insistía en la confesión general y en los propósitos que limpiaran eficazmente la estructura moral del ejercitante. 7. Las Misiones circulares Para explicar la acción de los jesuitas sobre las sociedades coloniales hay que recurrir a una metodología que estos habían desarrollado en Europa y en América con técnicas muy sofisticadas encaminadas a remover los sentimientos cristianos de las masas populares; eran las denominadas “misiones circulares” o “misiones populares”.117 El marco conceptual que inspiraba esos movimientos se fundamentaba en dos principios orientadores: la “cristianización” de las masas y el “disciplinamiento social”. El mundo campesino cristiano se había asomado al Renacimiento con grandes rasgos de paganismo y con supersticiones que le alejaban cada día más del espíritu del Evangelio. La cristianización suponía la construcción de un proceso de modernización religiosa de todas las esferas sociales. El disciplinamiento social comprendía la formulación de modelos de comportamiento, tanto individuales como colectivos, que

112 Se refiere a la obra del P. Juan Eusebio NIEREMBERG. S. J. De la diferencia entre lo temporal y lo eterno. Madrid, 1640. 113 Creemos que se trata de la obra del P. Francisco COLIN S. J. Vida, hechos y doctrina del Venerable Hermano Alonso Rodríguez. Madrid, 1638. 114 José FERNANDEZ S. J. Apostólica y penitente vida de el V. P. Pedro Claver. Zaragoza, 1666. 115 Luis de LA PUENTE. Vida del P. Baltasar Alvarez, religioso de la Compañía de Jesús. Madrid, 1615. 116 Juan Eusebio NIEREMBERG. S. J. Aprecio y estima de la divina gracia que nos mereció el Hijo de Dios con su preciosa sangre y pasión. Madrid, 1638. 117 El P. Claudio Aquaviva mediante tres cartas circulares (1590, 1594, 1599) y una Instrucción reguló este apostolado que tanto influyó como rasgo distintivo de la Contrarreforma, pues se insertó en las prácticas y sensibilidades religiosas así como en la cultura popular. (Institutum Societatis Jesu. Romae, III, 365-368).

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en definitiva ayudaban a la consolidación del Estado absoluto y de la obediencia política.118 El método se fue perfeccionando progresivamente hasta manejar no sólo los recursos psicológicos sino también las técnicas idóneas para lograr el objetivo final. El análisis y la experiencia les indicaron cómo concatenar los sermones y las doctrinas de forma tal que el corazón humano sintiese la impotencia de resistirse a la gracia de Dios. También estaban previstos todos los espacios idóneos para los sermones, las procesiones, los auditorios y aún las luces nocturnas.119 La propia oratoria sagrada y su temática estaba acompañada con ardides escogidos para impresionar a los auditorios y a ello se añadían los movimientos de masas de toda la sociedad. El punto de partida era la realidad moral de la población que solicitaba la predicación de la misión, pues desde ese análisis había que atacar directamente los elementos que constituían la raíz de la inmoralidad de las acciones individuales y sociales. El núcleo conceptual de las predicaciones era similar en todos los predicadores; lo que variaba era la aplicación concreta a cada auditorio. Así, el esquema del P. Señeri era: 1. Correspondencia al llamamiento divino, 2. Dignidad del alma, 3. Enemistad con Dios que se contrae con el pecado mortal, 4. Contra el pecado de la carne, 5. Perdón de los enemigos, 6. Infierno, 7. Consecuencias del abuso de la misericordia divina, 8. Perseverencia.120 Pero el objetivo final inmediato consistía en enseñar a los fieles a hacer la confesión general. Para ello se creaba un ambiente psicológico al que colaboraban las procesiones, los cánticos populares apropiados, las sentencias cortas pero penetrantes que repetía la multitud, y otros medios en sí insignificantes pero que en su conjunto colaboraban a ambientar al alma para dar su paso al reencuentro con Dios.121

118 Véase: Teófanes EGIDO (Coord). Los jesuitas en España y en el mundo hispánico. Madrid, Fundación Carolina-Centro de Estudios Hispánicos e Iberoamericanos-Marcial Pons Historia (2004) 32-34. Jaime CONTRERAS CONTRERAS. “Procesos culturales hegemónicos: de religión y religiosidad en la España del Antiguo Régimen”. En: Historia Social, 35 (1999) 3-22. Paolo PRODI (Ed.). Disciplina dell’anima, disciplina del Corpo e disciplina delle società tra medioevo ed età moderna. Bolonia, Societa editrice il Mulino, 1994. 119 John W. O’MALLEY. “Misiones Populares”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2691-2694. La bibliografía en las páginas 2695-2696. 120 Cecilio GÓMEZ RODELES. Vida del célebre misionero P. Pedro Calatayud de la Compañía de Jesús y relación de sus apostólicas empresas en los reinos de España y Portugal (1689-1773). Madrid (1882) 511. 121 Véase: José DEL REY FAJARDO y Luz María CABARCAS SANTOYA. El archivo espiritual del maestro javeriano Francisco Javier Trías. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2008.

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Este fenómeno social todavía no se ha estudiado en Colombia de forma científica y supone una categoría de valores que la sociología religiosa deberá afrontar en un futuro. Sin embargo, hay que reconocer que Mompox era una ciudad difícil a la hora de implantar ese disciplinamiento moral y social a través de la toma de conciencia de los deberes ciudadanos inspirados en la ética social. Las fuentes jesuíticas contemporáneas detectan el ritmo de progresiva prosperidad a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII hecho que contribuyó a crear una ciudad con serias dificultades para apelar a la creación de una genuina identidad. Las estructuras que integraban las diversas capas sociales no podían ser más diversas. Las Cartas Anuas de 1643 la describen como “muy populosa así de vecinos españoles, como de gente morena, de que hay mucho número y harto necesitado de toda buena doctrina”. También consignan el hecho de “ser la comarca muy poblada de naturales”. Pero el ritmo de creciente prosperidad debido a que se está convirtiendo en “el emporio de todos estos Reynos, y por donde pasa todo el oro y plata, que en ellos se beneficia”122 desembocó en el nacimiento de una superestructura de ciudad aluvión. Las Cartas Anuas de 1652 profundizan más en el mapa que trazan de la demografía de la ciudad. Es “paso o garganta común” para todos los viajeros que de Cartagena suben a las más diversas poblaciones del Nuevo Reino. El ingente tráfico fluvial obligó a montar una base que sirviera “de avío de todas las flotillas” que surcan el río Magdalena y que son continuamente amenazadas por “indios de guerra”. De igual forma se fue convirtiendo en “el Pueblo más abastecido de el Reyno, de quantos tienen el mantenimiento de acarreto”. Así pues, se podía considerar a Mompox como otra Cartagena pero fluvial, pues allí acudían “mercaderes muy gruesos” de la ciudad costera para esperar la llegada de las flotas y galeones hispanos y “estar todavía muy llena de ellos esta villa”. Este trasiego creciente de gentes conllevó el haberse avecindado “mucha gente poderosa” y “muchísima de servicio, que con el desahogo de tierra caliente necesita más de el freno de la doctrina”.123 Y la de 1698 captará la existencia de un mal que aquejó a muchas poblaciones indianas y es que “la tierra por el comercio, es rica de oro y

122 Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Zaragoza (1645) 135. 123 ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel], fol. 20.

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plata; pero muy falta de hombres Doctos, que los ha bien menester para los casos arduos; que cada día se ofrecen en los contratos”.124 A este complejo entramado social dedicaron los jesuitas sus mejores esfuerzos para construir una comunidad que aprendiera a respetar las normas éticas y morales que debían iluminar las conciencias y regular las conductas de sus hombres. La primera gran “Misión” la hemos descrito más arriba y concluyó con la fundación del colegio de Mompox. En efecto, hay que reconocer que las prédicas en la cuaresma de 1643 del fundador P. Marcos González lograron apaciguar las disensiones internas de aquella sociedad. Mercado recoge esa impresión al escribir en su Historia que “fue tanta la moción del pueblo, que la primera semana de cuaresma pareció la última (que llamamos Semana Santa)” y en su famoso sermón del amor de los enemigos logró que “las cabezas de la república [que] estaban encontradas se unieran” y así dieran un espacio para “que hubiese esperanzas de paz”.125 No disponemos de muchas informaciones sobre las desarrolladas en Mompox durante la estancia de la Compañía de Jesús en esta ciudad pero recogeremos aquellas de las que nos han llegado noticias. En general los cronistas de las Cartas Anuas dan por sentado que sus lectores conocían todo el movimiento y la parafernalia que exigían las Misiones circulares. Por las de 1694-1698 conocemos que en año 1694 realizaron una los Padres del Colegio y en el 96 los “Padres que vinieron de Europa”.126 Pero también tenemos conocimiento por los Commentarii redactados en 1690 que el año anterior el propio visitador de la Provincia del Nuevo Reino, P. Diego Francisco Altamirano (1623-1715)127 había dirigido personalmente la Misión.128 El siglo XVIII se nos presenta más problemático, pues como hasta el momento se encuentran perdidas las Anuas de toda esa época, no podemos llegar a esas informaciones tan precisas que se escapan a otro tipo de documentos. Al parecer hacia 1738 también creemos que se dieron unas misiones circulares en Mompox a juzgar por el testimonio del P. Tomás Casabona, Provincial del Nuevo Reino, quien escribía al Rey que tenía 34 operarios 124 Archivo de la Provincia de Toledo. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98. Fol. 97v. 125 Pedro de MERCADO. Historia de la Provincia…, II, 151. 126 Archivo de la Provincia de Toledo. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98. Fol. 98. 127 José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 83-95. 128 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum, fol. 48: “El año pasado 1689, cuando vino de Cartagena el Padre Diego Altamirano, aprovechó la ocasión para visitar el Colegio y, con los Padres que allí estaban, predicó los sermones de la sagrada misión al pueblo el cual correspondió a la labor en la población”.

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“en misiones circulares entre los españoles con notable reformación de sus costumbres” y dos evangelizan todo el obispado de Cartagena.129 Por el catálogo de 1764 vemos que el P. Joaquín Leal estaba radicado en el colegio momposino y su ocupación se reducía a ser “misionero circular”.130 Estos acontecimientos multitudinarios son decisivos para entender la moral popular y urbana y casi siempre se repiten los mismos diagnósticos de una sociedad insensible a la larga a los cambios que debían traer la prosperidad a la sociedad. En los siete días que duró la misión de 1696 nos hablará que aunque de “gente tan desbaratada y perdida” supo reaccionar y presenciar “las voluntades discordes reconciliadas, las honras y las haciendas restituidas” y la moral matrimonial recuperada.131 Y también recogerá pecados sociales como “donde la codicia no repara en los daños de la conciencia por las creces del caudal” a lo que se añade “todo lo que su mucha ignorancia, y el apetito de enriquecer no les persuade ser injusto”. Pero también descienden a detalles como el juego “largo origen de innumerables daños, los bailes de negros, y gente soez, deshonestos, e indecentes en todo, pero muy frecuentes”.132 8. La Economía A la hora de trazar una imagen de lo que fue el colegio-residencia de los jesuitas de Mompox, podemos afirmar sin ambages que la pobreza fue no sólo compañera inseparable de viaje sino también un enigma de contradicción sobre todo al comparar las posibilidades que se asomaban en su horizonte y la realidad concreta. Mas, quizá se dejaron alucinar los ignacianos del primer momento por las promesas de la ciudad. En los inicios se alude a la posibilidad razonable de crear un hato “con la legitima de un hermano, que de aquella villa entró en nuestra Compañía de Jesus”. A ello se añadía “otra manda de tres mil reales de a ocho, que nos mandó un Padre Sacerdote, que murió en el Guamocó, fuera de otras cosas de no tanta consideración”. También se hace alusión a la capacidad para generar bienes raíces y “más estando

129 Texto completo en: José GUMILLA. Escritos varios. Estudio preliminar y compilación del P. José del Rey S. J. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1970) 295. 130 Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 72. 131 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98. Fol. 8. 132 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98. Fol. 97v.

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tan cerca la hacienda de la Provincia, en cuya compañía puede tener este puesto mucha comodidad, para tener un trapiche, y mucha caña, que es muy importante, para tener con que vivir”.133 Pero ya las Cartas Anuas de 1652 revelan una realidad más precaria que se va imponiendo y por ello son discretas en lo relativo a la situación económica de la comunidad del colegio aunque dejan entrever que gracias a las limosnas pudieron hacer frente al sustento diario y dejan testimonio de la “incomodidad de la vivienda” y la dura realidad que imponía un “estrechísimo el pasar”.134 En 1667, cuando el P. Hernando Cabero hacía la visita de rigor como Provincial, recoge una queja de que “no se atiende a los de la casa debidamente en lo referente a la ropa por la pobreza del colegio”.135 Hay que reconocer que mientras los jesuitas estuvieron al frente del colegio las cargas fundacionales no se sentían, pero tras su expulsión en 1767 los sucesores las reconocieron como pesadas. En 1795 las recordará un escrito de los oficiales reales de Mompox en el que se recogen los gravámenes que eran: 6.000 pesos de dotación de las escuelas de primeras letras; 300 pesos para cantar una misa cada año por el alma de D. José Ascasua y su familia; 500 pesos para otra misa con música y cera “para cubrir la sepultura al Dr. José Antonio Ascasua, el día de San Francisco de Borja”; 700 pesos que dio D. Fernando Luis de Mexia para la fiesta de San José; 800 pesos para la fiesta a que se obligó el Colegio como condición que le puso el fundados D. Bartolomé Lázaro de Corcuera; y 500 pesos para la misa y sermón del día de San Bartolomé por voluntad del dicho fundador”.136 En 1668 la comunidad se componía de 4 sacerdotes y 1 hermano coadjutor. Los ingresos anuales ascendían a 2.930 pesos, pero de ellos había que extraer 1.380 para pagar las deudas contraídas. En resumen: si a esa suma se le restaban los gastos que se requerían para la construcción de la casa y del templo, se deduce que pueden alimentarse los que habitan en este colegio.137

133 Gabriel MELGAR. Letras anuas, 143. 134 ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel]. Fols. 21-21v: “Ayudose con limosnas la primera entrada nuestra en esta Villa, y las que sin inpugnaçiones se emplearan en una fundasion, y bienes que durasen, como casa, ê Yglessia, se consumieron en el forsoso susteno de los nuestros, remediando con las piedades de unos, lo que otros embarazaban en nuestros aumentos con que oy es tan limitada la pasadia de tres de los nuestros, que asisten en este Collegio, que de mas de la incomodidad en la uiuienda, en lo que mas esmero pone la Compañía, que es en sus Yglessias, y culto diuino tiene estrechissimo el pasar”. 135 Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 82.

136 ANB. Temporalidades, 16, fol. 893. Carta de los oficiales reales de Mompós José F. Cassal y Matías Ruiz. Mompós, 23 dic. 1795.

137 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 270. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni confectus mese septembri anni 1668.

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Tres años más tarde, en 1671, la casa la componían 3 sacerdotes y 1 hermano. Los ingresos anuales habían subido a 3.500 pesos pero la deuda era de 2.609 pesos y para pagarlos se había obtenido un crédito de 2.692 pesos. Realizados los pagos consiguientes se podía seguir con la construcción de la casa y sustentar la comunidad.138 Y en 1678 habitaban en el colegio 2 sacerdotes y 2 coadjutores. Los réditos anuales eran de 3.500 pesos, pero la deuda era de 2.600. Para pagarlos habían obtenido un crédito de 2.000 pesos. “Deducidos los que se requieren para la construcción de la casa pueden sustentarse los que la habitan”.139 El historiador Mercado escribirá en 1684: “No es pequeña cruz la que han llevado muchos años viviendo en una casa muy incómoda cuyas descomodidades no refiero”.140 En 1687 había subido el número de jesuitas del colegio a 7 de los que 4 eran sacerdotes y 3 hermanos. Las entradas anuales habían descendido a 1.335 pesos y la deuda era de 800. “Para poder pagarlos tiene un crédito de más de mil pesos. De la suma restante, deducidos algunos gastos de las haciendas, apenas puede mantener a sus 7 habitantes”.141 Y en 1690 anotará el cronista de la Carta Anua que la pobreza de bienes acosa al colegio de tal manera que los Padres apenas tienen para vivir. Y añade: “los predios que posee no son despreciables pero en años anteriores defraudaron a los nuestros pues no rindieron lo que se esperaba. Sin embargo, en breve se augura que el Colegio “volverá a estar como antes”.142 En 1692 la comunidad se componía de 3 sacerdotes, 1 estudiante que enseñaba la gramática y 1 hermano. Los ingresos eran de 2.355 pesos y la deuda contraída se mantenía en 800 pesos y para financiarla el colegio había solicitado un crédito de más de 1.000 pesos. Sin embargo añade el informe que no está gravada la administración por ningún censo y por lo demás “apenas puede alimentar a sus socios”.143 Y el informe de 1698 es todavía más patético pues de entrada señala que el Colegio de Mompox si “no es el más pobre de la Provincia [del Nuevo

138 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 306v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni confectus 20 januarii anno 1671. 139 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 340v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni et Quiti confectus die 16 junii anno 1678. 140 Pedro de MERCADO. Historia de la provincia…, II, 163. 141 ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 409v-410. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni Granatensis et Quiti confectus die 31 julii. Anno 1687. 142 ARSI. N. R. et Q., 13-I. Commentarii eorum quae gesta sunt a Patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum, fol. 48. 143 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 4 y 33v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni confectus die 8 januarii anni 1692.

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Reino] no tiene otro que en pobreza le exceda”. Y a continuación muestra el cronista su extrañeza por tres razones: una, “por su rica fundación”; segunda, “por la gruesas porciones de oro, y plata, que en pocos años le han entrado, en cantidad de mas de ochenta mil pesos”; y finalmente “por las grandes haciendas” que tiene que con buena asistencia podrían “mantener con descanso una comunidad numerosa”. Sin embargo y a pesar de estos presupuestos no “alcanzan al presente a dar un moderado sustento a tres sacerdotes, un Hermano Coadjutor, y otro Donado, que son todos los sujetos, que en el habitan”. Y concluye que se halla el colegio “bien cargado de deudas”.144 A la hora de analizar el verdadero cuadro del problema, el redactor del documento señala que más allá de las causas naturales que al parecer fueron frecuentes en los últimos años hay que reconocer que la causa principal “ha sido [la] falta de cultivo y de cuidado” por ser los esclavos pocos “y esos más libres, de lo que las haciendas han menester para que no acaben de perderse”. A ello hay que añadir la penuria de sujetos con que siempre vivió el colegio a lo largo del siglo XVII, lo cual impidió “la asistencia permanente de Procurador, en los tiempos que más necesitan della las dichas haciendas” y en 1698 las atendía un Hermano Coadjutor pero “qué puede asistir un sujeto solo en cuatro haciendas distantes entre sí, y que requieren distintas inteligencias por la diversidad”.145 A fin de poder subsanar la crisis de forma definitiva, se autorizó al Rector el año de 1698 para vender un Hato de ganado mayor con sus tierras porque dicho hato “no ha rendido el tercio de los costos que ha hecho”. De esta suerte se podrán pagar todas o la mayoría de las deudas aunque reconoce el documento que “no acabará el Colegio de perder el poco crédito que le ha quedado”; mas por otra parte se podrán trasladar los esclavos a otras haciendas que “con buena asistencia sobran para desempeñar el colegio”. También deja constancia el escrito que el año 1694 se le anexaron a una hacienda (no indica su nombre) algunas tierras linderas muy buenas para el cultivo del cacao y escribe a continuación el autor “aunque la principal causa de comprarlas, fue el evitar malas vecindades”.146 Concluido el siglo XVII fenece una fuente de información inapreciable para la historia de los jesuitas neogranadinos: las Cartas Anuas. Aunque tenemos información de que existieron a lo largo del siglo XVIII sin embargo la investigación no ha podido ubicarlas hasta el momento. Por ello, 144 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98., fol. 97. 145 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98., fol. 97. 146 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98., fol. 97-97v.

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en adelante nos guiaremos por los documentos posteriores a la expulsión de 1767 y por los Catálogos de la Provincia del Nuevo Reino. Mas, al parecer, no mejoró la situación económica en la primera década del siglo XVIII a juzgar por los severos análisis que hacía su Rector, José de Galarza, el 30 de julio de 1711. En su exposición alega que laboran en el colegio 4 sacerdotes y 2 donados por falta de hermanos. Los réditos anuales son 1.104 escudos de plata pero sin deducir los gastos. Sin embargo reconoce que está gravado por censos de 630 escudos sobre 4.000 y para pagar los réditos anuales el colegio debe entregar 231 escudos y además 4 reales españoles. Pero a la hora de analizar la situación, pareciera retrotraerse a la visión que daban las Cartas Anuas de 1698. Aunque el colegio posee campos y haciendas, sin embargo bien por la inclemencia de los tiempos, bien por la negligencia de los administradores, bien porque nunca fueron demasiado bien fundadas “el hecho es que siempre han permanecido en cierto estado débil e infructífero”. Y a continuación hace referencia a las limosnas del pueblo momposino que han ido aliviando la situación.147 En 1715 la comunidad se había reducido a 4 sacerdotes. Las entradas anuales apenas alcanzaban los 889 pesos y de ellos había que deducir 301 por censos sobre la suma principal de 6.020 pesos [tenemos dificultades para la lectura de la cifra] fuera de los 357 pesos provenientes del dinero prestado. Del dinero restante se sostienen los 4 jesuitas.148 Tres años más tarde no se observan grandes variaciones en la situación económica de la entidad educativa. Entre sus moradores encontramos 3 sacerdotes y 2 hermanos. Los réditos anuales habían descendido a 800 patacones de los que había que deducir 150 de los censos sobre una suma principal de 3.000 patacones. Pero a ellos había que añadir 839 patacones aceptados como préstamo. Para honrar el compromiso tenía 208 patacones de las deudas para el propio colegio. En resumen, las finanzas sostenían a duras penas a los 5 sujetos.149 En 1720 la comunidad se había reducido a 3 sacerdotes y 1 coadjutor. Los réditos anuales se conceptuaban en 2.000 patacones “más o menos”. De ellos había que deducir 200 anuales del censo cuya suma principal era de 4.000 patacones. Sin embargo el informe concluye: “Por lo demás no tiene deudas”.150

147 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 94. Satatus praesens temporalis Collegii Mompoxensis. 148 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 143v-144. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni Sanctaefidei, confectus a die 12 Augusti anni 1713 ad diem 13 Novembris anni 1715. 149 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 154v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni Sanctae Fidei confectus a die 13 Novembris anni 1718. 150 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 218v. Status temporalis Collegii Mompoxensis anno 1720.

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En 1733 ya se avizoraba un horizonte nuevo. Aunque la población jesuítica estaba compuesta por 3 sacerdotes y 1 hermano, los réditos habían subido a 3.927 patacones. Pero también debían afrontar una deuda de 1.511 patacones y para pagarla disponían de un crédito de 175 patacones y del fruto de las haciendas. Y el informe anota que el colegio no está gravado con censos anuales y puede sustentar a sus miembros.151 Al examinar los informes contables del colegio observamos que a partir del año 1738 se inicia la etapa de cierta bonanza que ayudó a conseguir finalmente la paz económica de tan atribulado colegio. En 1738 los habitantes de la institución habían subido, de cuatro que componían la comunidad en 1733, a ocho cinco años después. Los réditos anuales eran de 3.927 patacones pero ya no existía ningún gravamen externo, razón por la cual podía acoger hasta 9 socios.152 En 1742 se integraba el claustro momposino de la siguiente manera: 3 sacerdotes, 1 escolar que enseñaba gramática y 3 hermanos de los que 1 se encargaba de la escuela de las primeras letras. Las entradas anuales, deducidos los gastos de las haciendas, significaban 2.800 patacones, pero con la advertencia de que no estaban gravados ni por deudas ni por censos y en consecuencia podía sostener a 8 jesuitas.153 El último informe interno de que disponemos data del año 1753 y ciertamente es interesante verificar que la situación económica era holgada. La comunidad la integraban 5 sacerdotes y 2 hermanos. Los ingresos anuales montaban 4.700 patacones y no tenía cargas en contra y por ello podía sostener “cómodamente” a sus moradores.154 Estas razones nos llevan a tratar de precisar la historia de las haciendas que pertenecieron al Colegio de Mompox y el punto de partida son los inventarios levantados a partir de 1767 que recogen la existencia de las siguientes: La Barraca, Santa Rosa, Guataca, El Purgatorio, El Marqués y el Hato Pajaral.155 Sin embargo, las Anuas de 1698 nos hablan de “cuatro haciendas distantes entre sí, y que requieren distintas inteligencias por la diversidad”.156

151 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 258v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni Societatis Iesu confectus mense octobris Anni 1733. 152 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 285v. Catalogus rerum Provinciae Novi Regni Societatis Iesu confectus 28 octobris Anni 1738. 153 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 294. Status Collegiorum et Domorum Provintiae Novi Regni Societatis Jsu confectus 1ª Januarii Anni 1742. 154 ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 326v. Status rerum Provinciae Novi Regni Granatensis Soc. Jesu sub finem anni 1753. 155 AHN. Jesuitas. Leg. 129/15b. Colegio de Santa Cruz de Mompox, sin foliar. 156 APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98., fol. 97.

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No las podemos hoy precisar aunque ciertamente una de ellas fue la de “El Marqués”. Esta hacienda fue donada por Don Juan de Velasco, vecino de Cartagena, que la legó al morir. Estaba ubicada en el camino real que va de Tamalameque a Ocaña a dos jornadas del río Magdalena “toda de cacao exquisito”.157 Mas al ir el Rector del colegio, P. Luis de Palencia, a tomar posesión de la donación, doña María de Torres Nevado, esposa del donante, alegó pertenecerla a ella la hacienda. Largo fue el pleito y la viuda logró en 1688 una real provisión de la audiencia de Santafé por la que se le obligaba a los jesuitas devolver tanto la posesión así como el usufructo devengado durante los años que estuvo en poder de los jesuitas.158 Afortunadamente se llegó a una transacción, gracias a las gestiones del P. Diego Francisco Altamirano, por la cual la viuda recibió cinco mil pesos y ésta desistió del pleito.159 El 27 de febrero de 1771 volvieron los “indios bárbaros” a invadir la hacienda y por ello el encargado de la vigilancia de las temporalidades solicitaba a la Junta que le otorgasen “escolta para el resguardo de los esclavos con el fin de que no se perdiera el fruto de la cosecha de cacao porque según lo cargado de la arboleda prometía algún provecho…” y más en concreto proponía que se solicitasen “cuatro indios de las misiones de los Padres Capuchinos” para tal resguardo.160 Además añade un dato curioso sobre la forma de actuar los esclavos con el cacao, pues venden “el grano útil, mezclado con granillo inferior llamado pasa” y pareciera que lo venían haciendo desde el tiempo de los jesuitas.161 En 1762 los bienes del colegio eran: 6 haciendas; 3 casas bajas de ladrillo y teja; 5000 pesos impuestos a censo en varios ramos; Cuidado del reloj de la villa: 25 pesos anuales.162 Y a continuación se especifican las entradas y salidas correspondientes: Estancia Santa Rosa (siembra de caña y trapiche). Del 1º de junio 1762 a fin de mayo de 1763 produjo: 1.611 botijas de miel que se vendieron a la Real Fábrica de aguardientes a 8 reales cada una en 1611 pesos; azúcar,

157 Antonio JULIÁN. La Perla de la América, Provincia de Santa Marta. Prólogo de Luis Duque Gómez. Bogotá, Academia Colombiana de Historia (1980) 84-85. 158 Alejo AMAYA. Los genitores. Bogotá, Antares (1950) 90-91.

159 APQu. Legajo, 15. Carta del P. Tirso González al P. Diego Francisco Altamirano. Roma, 25 de octubre de 1689. 11ª Carta. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 210. 160 ANB. Temporalidades, 3, fol. 437v-438v. 161 ANB. Temporalidades, 3, fol. 360v. El informe es del 22 de marzo de 1771. 162 ANB. Temporalidades, 22, fol. 514: Relación sumaria del producto de las haciendas del colegio de Mompox (1762-1767).

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sebo, arroz y papas, 181,7. Gastos: herramientas, lienzos para los esclavos, bogas, etc. 274,1. Producto líquido: 1.518,6.163 Estancia El Marqués (cacao y plátano). Del 1º de junio 1762 a mayo 1763: cacao, 407,7. Plátano: 15 pesos. Producto: 422,7. Gastos: el valor de una escopeta, 7 pesos.164 Estancia del Purgatorio (cacao y plátano). La estaban fundando. Tenía sembradas 5.384 plantas de las que no se habían cogido fruto.165 En un informe del año 1770 se reconoce que estaba “recién fundada” y el día 21 de enero “fue combatida por los Yndios barbaros quienes (sin peligro de los esclavos) quemaron la mitad del Cacagualito y por este estrago retiré los esclavos del evidente peligro…”.166 Hato el Pajaral: 447 cabezas de ganado; 114 caballos, 52 mulas y algunos esclavos. “No producía a los regulares cosa alguna, a excepción de algunas escasas arrobas de cebo”.167 Estancia de Guataca (corta siembra de maíz y plátano; leña): 56 pesos. Tierras del Barranco: inmediatas a la villa, a orillas del Magdalena; se anega. En lo más alto cortas siembras de maíz. En 1762 produjo en arrendamiento 114 pesos. Cuando la Junta pretendía vender esta hacienda, el Síndico de la ciudad, el 4 de septiembre de 1770, se oponía porque estimaba que en “el plan de esta villa” se debían reservar “las tierras del Barranco para su extenxión así por estar contiguas a ella por la parte de arriba [y] ser las más altas y a propósito para este fin, como porque los exidos que le están asignados no sirven ni aun para resguardo de los ganados que se destinan al común abasto padeciendo el mismo perjuicio de las inundaciones del rio de Cauca que son notorias…”.168 Arriendo de casas (junio 1762-mayo 1763): 189 pesos. Gastos (reparos) 58 pesos. Productos del Colegio: limosnas, “víctores de los estudiantes”169, venta de huevos, verduras de la huerta: 232 pesos. Gastos: iglesia, ropería, enfermería, limosnas, viáticos, etc.= 1.861.

163 ANB. Temporalidades, 22, fol. 514-515.

164 ANB. Temporalidades, 22, fol. 515v-516. 165 ANB. Temporalidades, 22, fol. 516. 166 ANB. Temporalidades, 3, fol. 437v. 167 ANB. Temporalidades, 22, fol. 516. 168 ANB. Temporalidades, 3, fol. 352v-353. En el mismo informe se aduce como argumento que esta expansión la impone “el crecido numero de personas de que se compone, pues pasan de doze mil, solo las de confesión…” (fol. 353v). 169 En el Diccionario de Autoridades, VI, 478 se dice: “Víctor: se llama también el cartel, ú tabla, en que se escribe algún breve elogio en aplauso de alguna persona con su nombre, por alguna hazaña, ú acción gloriosa, fijándole y exponiéndole al público”.

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Sobrante a favor del colegio: 841 pesos170. En los años siguientes los ingresos y egresos se recogen en los siguientes cuadros: AÑO 1763171 Estancia Producción Santa Rosa El Marqués El Purgatorio Pajaral Guataca El Barranco Arriendo de casas Réditos de censos Reloj Productos del colegio

Gastos

2.057-61/2 553 612-5 --- --- --- --- --- 146,2 60.6 96 --- 197,4 9.2 250 --- 25 10.4 559,6 2.883,6 ----------- -------- 3.311,3

Final 1.504 61/2 612,5 ----85,4 96 188,2 250 14.4 --------427,5

AÑO 1764172 Estancia de Santa Rosa. Ésta se quemó y en su lugar fundaron la de San Agustín, que empezó a producir en agosto de 1764. AÑO 1765173 Estancia Producción 174

San Agustín El Marqués El Purgatorio Hato el Pajaral Guataca Barranco Arrendamiento de casas Censos

3.413, ¾ 406,61/2 --- 22,2 110,6 52 224 250

Gastos

Final

886, 3 2,6 --5,3 59,4 3 -----

Continúa... 170 ANB. Temporalidades, 22, fol. 516v-517v. 171 ANB. Temporalidades, 22, fol. 518. 172 ANB. Temporalidades, 22, fol. 519. 173 ANB. Temporalidades, 22, fol. 520. 174 Las cuentas van de junio 1765 a mayo 1766.

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Continuación

Estancia Producción

Gastos

Reloj 25 Productos del colegio 33 Gastos comunes

2 --3.139,5

Final

Si proyectamos una mirada retrospectiva desde el año 1800 hacia lo que fue la biografía del Colegio de Mompox (1643-1767) deduciremos que no puede ser más deprimente. Prácticamente toda su actividad quedó totalmente paralizada. La burocracia no fue capaz de poner en funcionamiento de nuevo el Colegio y habría que esperar al año 1801 para que el Señor Pedro Martínez de Pinillos recuperara las ilusiones de las nuevas juventudes gracias a su ambicioso centro educativo. Las haciendas sitas en la Provincia de Santa Marta fueron objeto de continuas invasiones de los indios bárbaros de la región y como es natural su deterioro fue manifiesto para ser al final mal vendidas. Las funciones de la iglesia perdieron su esplendor y su recinto sagrado fue progresivamente desmantelado. Lamentablemente los responsables oficiales de la operación de “incautación de bienes” se verían obligados a confesar que habían sido “excesivos [los] costos de las Temporalidades”.175 Una prueba fehaciente de la mala administración y anarquía en la gestión de las haciendas y en la venta de los bienes de los expatriados se puede encontrar en un largo informe que recoge la historia de lo sucedido entre julio de 1767 y marzo de 1771.176 Allí se habla de los “excesivos costos que hasta aquí se han seguido á las Temporalidades, con los derechos devengados por el Escribano de esta Municipalidad”,177 los “formalismos y desacuerdos de la Junta”,178 las insolvencias a la hora de pagar los diversos trabajos como las reclamaciones “del médico Juan de San Germán, por el mal pago de sus servicios”.179 Y al final concluye: “Ya se dexa considerar, que con tales contrapuntos, no se podrá adelantar otra cosa si no es, que se pase el presente año, como se pasó el anterior, sin cumplir, ni executar nada de lo que la Real piedad de Su Majestad tiene ordenado”.180

175 ANB. Temporalidades, 3, fol. 379. 176 ANB. Temporalidades, 3, fols. 371v-550v. 177 ANB. Temporalidades, 3, fol. 379. 178 ANB. Temporalidades, 3, fol. 377. 179 ANB. Temporalidades, 3, fol. 457v. 180 ANB. Temporalidades, 3, fol. 377v.

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El año de 1786 darían las autoridades competentes el permiso para la venta de las haciendas.181 De esta suerte se rematarían las situadas en la jurisdicción de Santa Marta en 1787: El Marqués, San Agustín y el Purgatorio.182 Sin lugar a dudas el “secuestro” más llamativo fue el de la iglesia, pues los funcionarios regios mandaron recoger todas las joyas de oro y plata que guardaba el templo a excepción de los vasos sagrados: cálices, copones y ornamentos. Lo demás fue doblemente inventariado y mandado a España. El 9 de septiembre de 1770, la Junta Municipal de Mompox elevó una consulta a la Provincial de Tunja a fin de fijar un criterio de lo que debía ser vendido de la iglesia: “tabernáculos, efigies, paños, manteles, colgaduras, escaños, lámparas y otros que no son ornamentos, ni vasos sagrados o si sólo deben reputarse por excemtos el edificio de la Yglesia, ornamentos, y vasos sagrados para no poder ser vendidos ni avaluados, o quales de los comprehendidos en los extractos remitidos deben o no venderse…”.183 La descripción pormenorizada de las alhajas se recoge en varios documentos, pero nos guiaremos por el que recoge el resumen de sus piezas el día 20 de agosto de 1770.184 Y se pueden discriminar así: -- Alhajas de la iglesia: 5 arrobas y 15 onzas en bruto.185 -- Congregación de Nuestra Sra. De los Dolores: 1 arroba, 22 libras, 13 onzas, 5,1/2 ochavas en bruto.186 -- Congregación del Socorro: 22 libras, 6 onzas, 2,1/2 ochavas en bruto.187 -- Congregación de San Juan Nepomuceno: 8 libras, 3 onzas, 4 ochavas en bruto.188 -- Con las 2 onzas y 2 ochavas que se encontraron en los aposentos da un total de: -- 8 arrobas, 4 libras, 8 onzas y 6 ochavas.189 A ello había que añadir las alhajas de oro: -- Congregación de los Dolores = 217 castellanos en bruto -- Congregación del Socorro = 102 castellanos y 4 tomines inclusas las piedras y esmeraldas.190

181 ANB. Temporalidades, 25, fols. 32-39. 182 ANB. Temporalidades, 25, fols. 39-39v. 183 ANB. Temporalidades, 3, fol. 347v-348. 184 ANB. Temporalidades, 3, fol. 331-338v. 185 ANB. Temporalidades, 3, fol. 337v. 186 ANB. Temporalidades, 3, fol. 337v. 187 ANB. Temporalidades, 3, fol. 338. 188 ANB. Temporalidades, 3, fol. 338. 189 ANB. Temporalidades, 3, fol. 338. 190 ANB. Temporalidades, 3, fol. 338-338v.

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La evaluación de las alhajas de oro y plata la llevó a cabo el Maestro fundidor de Cajas, Juan Nepomuceno Surmay, quien detalló pieza por pieza con el correspondiente valor, lo cual arrojó la suma de 2.508 pesos y tres cuartillos de real.191 Sin embargo, el 13 de octubre de 1804 se dirigían los Oficiales Reales de Mompox al Virrey para que se autorizara la venta, pues las revisiones “las inutiliza y abolla considerablemente y se exponen a que demereciendo por esta razón no cubra el valor de sus avalúos, si se difiere por más tiempo la venta en pública subasta”.192 9. La expulsión de 1767 Mucho se ha escrito en los últimos años sobre la expulsión (1767) y extinción de los jesuitas (1774), hecho que indudablemente ha abierto un capítulo inédito en la historia de Occidente y por supuesto en la biografía de las tierras americanas.193 Con la llegada al trono español de Carlos III en el año 1759, la Compañía de Jesús hispana percibió de inmediato que se incrementaba un cambio radical en su contra, y pronto lo pudo verificar mediante la actitud del nuevo monarca y su gobierno, cuya conducta se movía en sintonía con las corrientes que dominaban las monarquías de Portugal y Francia.194 También en América se percibían esos aires de tormenta. Un ejemplo lo ofrece un sermón del orador jesuita P. Antonio Julián en la iglesia de San Ignacio, en Bogotá, el año 1759. El coronel Eugenio de Alvarado asumía en esa oportunidad la representación real como “Comisario del Rey para la línea divisoria” tenía un lugar de preferencia frente al púlpito. Y añade en el contexto del sermón: “Que la Compañía nunca estaba más triunfante que mientras la perseguían los herejes, y volviendo la vista a mi, dijo: persíganos cuanto quieran que a la Religión de la Compañía no se le da nada, y tomó el hilo de su sermón con tan bizarra situación”.195 191 ANB. Temporalidades, 23, fols. 482-483v. La fecha en que recibió la orden de evaluar las alhajas fue el 8 de enero de 1798. 192 ANB. Temporalidades, 23, fol. 484. 193 Es ingente la bibliografía producida en los últimos años. Para la bibliografía local nos remitimos a: Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 23-78. IDEM. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada”. En: Revista de Indias. Madrid, nº. 112-114 (1968) 351-381. Reeditado en: Los jesuitas en Colombia, III, 507-537. Roberto M. TISNÉS. “Jesuitas expulsados de la Nueva Granada (1767)”. En: Revista de la Academia de Historia eclesiástica II. Medellín (1967) 135-165. José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los jesuitas de Venezuela (1767-1768). San Cristóbal, 1990. Miguel BATLLORI. La cultura Hispano-italiana de los jesuítas expulsos. Madrid, 1966. 194 Véase: M. DANVILA Y COLLADO. Reinado de Carlos III. Madrid, 1894. Conde de FERNÁN NÚÑEZ. Vida de Carlos III. Madrid, 1898. 195 Eugenio de ALVARADO. “Informe reservado sobre el manejo y conducta que tuvieron los Padres Jesuitas con la expedición de la Línea Divisoria entre España y Portugal en la Península

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El 30 de julio de 1766 escribía el P. José Térez al P. José Benavente: “Cada día llegan más tristes noticias de España de la ruina que amenaza a nuestra Compañía. Lo único bueno es la protección del Sumo Pontífice Clemente XIII, amantísimo de los nuestros, y el favor que da al Cardenal Cavalchini, decano del Sacro Colegio y eximio protector de nuestra Orden, contra las enemistades del conde de Aranda en Madrid y del marqués de Pombal en Lisboa. Por todo esto tememos que padezca un total naufragio la Compañía como lo predijo San Francisco de Borja”.196 Pero, ¿cuáles eran las causas que motivaban este cambio de actitud tan radical frente a la Orden fundada por Ignacio de Loyola? En general se confunden las verdaderas con las aparentes y la bibliografía recoge opiniones que van entre la campaña anticlerical y antirreligiosa auspiciada por algunas ideas de la Ilustración hasta las supuestas maquinaciones secretas de la Masonería. También intervienen hechos como el “Estado jesuítico del Paraguay” o la oposición al Tratado de Límites de 1750 entre Portugal y España. Asimismo, unos vinculan a los jesuitas con el Motín de Esquilache y otros ven la oposición verdadera de otros religiosos: los escolapios como competencia en el mundo de la educación; los agustinos, por haber condenado los jesuitas las obras del Cardenal Enrico Noris, uno de sus teólogos más representativos; los carmelitas descalzos por su empeño en llevar a los altares al obispo Palafox, enemigo acérrimo de los jesuitas; los franciscanos y dominicos porque se sintieron agredidos y aludidos por la obra del P. José de Isla, Fray Gerundio de Campazas, arquetipo de los predicadores ampulosos e ininteligibles de la época.197 Los preparativos de la expulsión de España y sus dominios fueron secretos y veloces. El 31 de diciembre de 1766 firmaba Pedro Rodríguez de Campomanes el Dictamen fiscal de expulsión de los jesuitas de España,198 el cual había sido precedido por la “Pesquisa Secreta”.199 Estos documentos fueron tan secretos que ni el Fiscal Gutiérrez de la Huerta pudo dar con

Austral y orillas del Orinoco”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas (1966) 266-267. 196 Archivo del Colegio de San Bartolomé Nacional. Bogotá. Carta del P. José Térez al P. José Benavente. Bogotá, 30 de julio de 1766. 197 Véase: Isidoro PINEDO. “Expulsión de la C[ompañía de] J[esús] de España y de sus dominios y exilio en Italia (1767-1814)”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª. DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1350. 198 El original reposa en el Archivo de Campomanes con la signatura: AC45-4. Fue publicado por primera vez por la Fundación Universitaria Española: Pedro RODRÍGUEZ DE CAMPOMANES. Dictamen fiscal de expulsión de los jesuitas de España (1766-1767). Edición, introducción y notas de Jorge Cejudo y Teófanes Egido. Madrid, 1977. 199 Teófanes EGIDO. “Motines de España y proceso contra los jesuitas. (La Pesquisa Reservada de 1766)”. En: Estudio Agustiniano. Valladolid, (1976) 219-228.

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ellos cuando en 1815 tuvo que presentar su Dictamen para restablecer la Compañía de Jesús en España y sus dominios.200 Fueron varias las sesiones que dedicó el Extraordinario durante el mes de enero de 1767 para considerar el Dictamen del Fiscal, aunque las más decisivas giran en torno a las de los días 23 y 29.201 El 27 de febrero suscribía el monarca español un Real Decreto en el que taxativamente estatuía “se extrañen de todos mis dominios de España e Indias, Islas Filipinas, y demás adyacentes a los Religiosos de la Compañía de Jesús… y que se ocupen todas las temporalidades de la Compañía en mis dominios”. Además, otorgaba “plena y privativa autoridad” al conde de Aranda para “que forméis las instrucciones y órdenes necesarias según lo tenéis entendido y estimareis para el más efectivo, pronto y tranquilo cumplimiento”.202 Muy adelantado debía llevar el Conde de Aranda el programa que le había encomendado el Rey mediante el Real Decreto de 27 de febrero pues el 1º de marzo disponía de dos documentos vitales para la expulsión. El primero se reducía a una simple esquela, escrita de puño y letra del propio Carlos III, cuyos términos eran los siguientes: “Por asunto de grave importancia y en que se interesa mi servicio y la seguridad de mis Reynos, os mando obedecer y practicar lo que en mi nombre os comunica el conde Aranda, presidente de mi Consejo Real, y con él solo os corresponderéis en lo relativo a él. Vuestro celo, amor y fidelidad me aseguran el más exacto complimiento en el acierto en su ejecución. El Pardo, a 1º de marzo de 1767. Yo el Rey”.203 El segundo instrumento era la Instrucción de lo que deberán executar los Comisionados para el Estrañamiento y ocupación de bienes y haciendas de los Jesuitas en estos Reynos de España e islas adjacentes en conformidad de lo resuelto por S. M. y la Adición a la Instrucción sobre el Estrañamiento de los Jesuitas de los Dominios de S. M. por lo tocante a Indias e Islas Filipinas.204

200 Francisco GUTIÉRREZ DE LA HUERTA. Dictamen presentado y leído en el Concejo de Castilla sobre el restablecimiento de los Jesuitas. Madrid, 1845.

201 Archivo Campomanes, 45-3 y 45-5. Citado por Jorge CEJUDO y Teófanes EGIDO. Dictamen fiscal…, 8.

202 AHN. Jesuitas, 128/1. Autos formados sobre el extrañamiento y ocupación de temporalidades de los Padres de la Compañía de Jesús de Caracas. Fols. 1-1v. 203 Este texto lo recibieron todos los Comisionados de la expulsión.

204 Colección General de las providencias hasta aquí tomadas por el Gobierno sobre el estrañamiento y ocupación de temporalidades de los Regulares de la Compañía, que existían en los Dominios de S. M. de España, Indias e Islas Filipinas a consequencia del Real Decreto de 27 de febrero y PragmáticaSanción de 2 de abril de este año. Madrid, 1767 (Parte primera). Madrid, 1769 (Parte segunda). Madrid, 1769 (Parte tercera). Madrid, 1774 (Parte cuarta). Un resumen de lo aquí indicado puede verse en: J. DEL REY FAJARDO. La expulsión de los jesuitas de Venezuela (1767-1768). San Cristóbal (1990) 11-13.

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El 20 de marzo databa el Conde de Aranda otros dos escritos encaminados a llevar a buen término la decisión del rey español. El primero consistía en lo que el Presidente del Consejo denominaba Pliego reservado a los Jueces Reales Ordinarios, el cual, además de anexar el Real Decreto de 27 de febrero y la Instrucción del 1º de marzo, establecía las siguientes indicaciones: cómo realizar el primer momento de lo resuelto por S. M.; estatuía la presencia del Escribano a quien no debía “separarlo de su lado, desde que le hubiere enterado de ellas”; alertaba sobre las precauciones económicas que debían sufragar el viaje de los expulsos; y le imponía al Comisionado informarle “por el primer correo” de cómo había ejecutado la comisión. El segundo consistía en una carta explicativa del modo de proceder para poner en práctica el Pliego reservado.205 El 27 de marzo –siete días más tarde– suscribía Carlos III un Real Decreto para que el Consejo Real lo expidiera como tal y además remitía una copia del mismo al Consejo de Indias para todos los efectos legales consiguientes. Finalmente, el día 2 de abril, promulgaba el Rey Carlos III la Pragmática Sanción y “ante las Puertas del Real Palacio, frente del balcon principal del Rey nuestro Señor y en la Puerta de Guadalajara, donde está el público Trato y Comercio de los Mercaderes y Oficiales (…) se publicó la Real Pragmática Sancion antecedente con trompetas y timbales, por voz de pregonero público, hallándose presentes diferentes alguaciles de dicha Real Casa y Corte y otras muchas personas…”.206 De esta forma, la real voluntad le otorgaba fuerza de ley, como si hubiera sido promulgada por las Cortes, y además derogaba toda disposición que pudiera ser contraria a ella. La suerte estaba echada y la historia presenciaría un acto de autoritarismo ilustrado contrario a toda forma civilizada de entender la justicia. Dada la importancia de tan trascendental documento lo transcribimos en su totalidad para el mejor conocimiento de los lectores: Pragmatica sancion de su Magestad, en fuerza de Ley, para el estrañamiento de estos Reynos á los Regulares de la Compañia, ocupacion de sus Temporalidades, y prohibicion de su restablecimiento en tiempo alguno, con las demas precauciones que expresa: Don Carlos, por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, de Murcia, de Jaén, de los Algarves, de Al-

205 José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los jesuitas…, 13.

206 José DEL REY FAJARDO. La expulsión de los jesuitas…, 14. El texto corre de la página 14 a la 18.

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gecira, de Gibraltar, de las Islas de Canarias, de las Indias Orientales, y Occidentales, Islas, y Tierra-Firme del Mar Oceano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, y de Milán, Conde de Absburg, de Flandes, Tirol, y Barcelona: Señor de Vizcaya, y de Molina, & C. = Al Serenísimo Principe Don Carlos, mi muy caro y amado hijo, á los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses, Condes, Ricos-Hombres, Priores de las Ordenes, Comendadores, y Sub-Comendadores, Alcaydes de los Castillos, Casasfuertes, y llanas; y á los del mi Consejo, Presidente, y Oidores de las mis Audiencias, Alcaldes, Alguaciles de la mi Casa, Corte, y Chancillerías; y á todos los Corregidores, é Intendentes, Asistentes, Gobernadores, Alcaldes mayores, y ordinarios, y otros cualquiera Jueces, y Justicias de estos mis Reynos, así como los de Señorio, Abolengo, y Ordenes de qualquier estado, condicion, calidad y preeminencia que sea, asi á los que ahora son, como á los que serán de aquí adelante, y á cada uno, y qualquiera de vos: SABED, que habiéndome conformado con el parecer de los de mi Consejo Real en el Extraordinario que se celebra con motivo de las resultas de las ocurrencias pasadas, en consulta de veinte y nueve de Enero próximo, y de lo que sobre ella, conviniendo en el mismo dictamen, me han expuesto personas del mas elevado caracter, y acreditada experiencia: estimulado de gravísimas causas, relativas á la obligacion en que me hállo constituído, de mantener en subordinacion, tranquilidad, y justicia mis Pueblos, y otras urgentes, justas y necesarias que reservo en mi Real ánimo: usando de la suprema autoridad económica, que el Todo-Poderoso há depositado en mis manos para la protección de mis Vasallos, y respecto de mi Corona: Hé venido en mandar estrañar de todos mis Dominios de España, é Islas Filipinas, y demas adjacentes á los Regulares de la Compañía, así Sacerdotes, como Coadjutores ó Legos que hayan hecho la primera profesión, y á los Novicios que quisieren seguirles; y que se ocupen todas las temporalidades de la Compañía en mis Dominios; y para su execucion uniforme en todos ellos, he dado plena y privativa comision y autoridad, por otro mi Real Decreto, de veinte y siete de Febrero al Conde de Aranda, Presidente de mi Consejo, con Facultad de proceder desde luego á tomar las providencias correspondientes. I Y he venido asi mismo en mandar, que el Consejo haga notoria en todos estos Reynos la citada mi Real determinación; manifestando á las demas Ordenes Religiosas la confianza, satisfacion, y aprecio que me merecen por su fidelidad, y doctrina, observancia de vida monástica, exemplar servicio de la Iglesia, acreditada instruccion de sus estudios, y suficiente número de Individuos, para ayudar á los Obispos, y Parrocos en el pasto

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espiritual de las Almas, y por su abstracción de negocios de gobierno, como agenos, y distantes de la vida ascética, y monacal. II Igualmente dará a entender á los Reverendos Prelados Diocesanos, Ayuntamientos, Cabildos Eclesiásticos, y demás Estamentos, ó Cuerpos políticos del Reyno, que en mi Real Persona quedan reservados los justos, y graves motivos, que á pesar mio han obligado mi Real animo a esta necesaria providencia: valiéndome unicamente de la económica potestad, sin proceder por otros medios, siguiendo en ello el impulso de mi Real benignidad, como Padre y Protector de mis Pueblos. III Declaro, que en la ocupacion de temporalidades de la Compañía se comprehenden sus bienes y efectos, así muebles, como raíces, ó rentas Eclesiásticas, que legítimamente posean en el Reyno; sin perjuicio de sus cargas, mente de los Fundadores, y alimentos vitalicios de los Individuos, que serán de cien pesos, durante su vida, á los Sacerdotes, y noventa á los Legos, pagaderos de la masa general, que se forme de los bienes de la Compañía. IV En estos alimentos vitalicios no serán comprehendidos los Jesuítas estrangeros, que indebidamente existen en mis Dominios dentro de sus Colegios, ó fuera de ellos, ó en casas particulares; vistiendo la sotana, ó en trage de Abates, y en cualquier destino en que se hallen empleados: debiendo todos salir de mis Reynos sin distincion alguna. V Tampoco serán comprendidos en los alimentos los Novicios, que quisieren voluntariamente seguir á los demas, por no estar aún empeñados con la profesión, y hallarse en libertad de separarse. VI Declaro, que si algún Jesuíta saliere del Estado Eclesiástico, (á donde se remiten todos) ó diere justo motivo de resentimiento á la Corte con sus operaciones ó escritos, le cesará desde luego la pensión que vá asignada. Y aunque no debo presumir que el Cuerpo de la Compañía, faltando á las mas estrechas y superiores obligaciones, intente ó permita, que alguno de sus Individuos escriba contra el respeto y sumision debida á mi resolucion, con título ó pretexto de Apologías ó Defensorios, dirigidos á perturbar la paz de mis Reynos, ó por medio de Emisarios secretos conspire al mismo fin; en tal caso, no esperado, cesará la pensión á todos ellos. VII De seis en seis meses se entregará la mitad de la pension anual á los jesuítas por el Banco del Giro, con intervencion del de (sic) mi Ministro en Roma, que tendrá particular cuidado de saber los que fallecen ó decaen por su culpa de la pension, para rebatir su importe. VIII Sobre la administración, y aplicaciones equivalentes de los bienes de la Compañía en obras pías; como es dotación de Parroquias pobres, Seminarios conciliares, Casas de Misericordia,

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y otros fines piadosos, oídos los Ordinarios Eclesiásticos en lo que sea necesario y conveniente: reservo tomar separadamente providencias, sin que en nada se defraude la verdadera piedad, ni perjudique la causa pública, ó derecho de tercero. IX Prohibo por Ley y regla general, que jamás pueda bolver á admitirse en todos mis Reynos en particular á ningun Individuo de la Compañía, ni en cuerpo de Comunidad, con ningun pretexto ni colorido que sea, ni sobre ello admitirá el mi Consejo, ni otro Tribunal instancia alguna; antes bien tomarán á prevencion las Justicias las mas severas providencias contra los infractores, auxiliadores, y cooperantes de semejante intento, castigandolos como perturbadores del sosiego público. X Ninguno de los actuales Jesuítas Profesos, aunque salgan de la Orden con licencia formal del Papa, y quede de Secular ó Clérigo, ó pasé á otra Orden, no podrá volver á estos Reynos sin obtener especial permiso mio. XI En caso de lograrlo, que se concederá tomadas las noticias convenientes, deberá hacer juramento de fidelidad en manos del Presidente de mi Consejo; prometiendo de buena fe, que no tratará en público, ni en secreto con los Individuos de la Compañía, ó con su General; ni hará diligencias, pasos, ni insinuaciones, directa o indirectamente á favor de la Compañía, pena de ser tratado como Reo de Estado, y valdrán contra él las pruebas privilegiadas. XII Tampoco podrá enseñar, predicar, ni confesar en estos Reynos, aunque haya salido, como vá dicho, de la Orden, y sacudido la obediencia del General; pero podrá gozar rentas Eclesiásticas, que no requieren estos cargos. XIII Ningun Vasallo mio, aunque sea Eclesiástico Secular ó Regular, podrá pedir Carta de la Hermandad al General de la Compañía, ni á otro en su nombre; pena de que se le tratará como reo de Estado, y valdrán contra él las pruebas privilegiadas. XIV Todos aquellos, que las tubieren al presente, deberán entregarlas al Presidente de mi Consejo, ó á los Corregidores y Justicias del Reyno, para que se las remitan y archiven, y no se use en adelante de ellas, sin que les sirva de óbice el haberlas tenido en lo pasado, con tal que puntualmente cumplan con dicha entrega: y las Justicias que las entregaren, para que de este modo no les cause nota. XV Todo el que’ matubiere correspondencia con los Jesuitas, por prohibirse general y absolutamente, será castigado á proporcion de su culpa. XVI Prohibo expresamente, que nadie pueda, escribir, declarar, ó conmover con pretexto de estas providencias en pró ni en contra de ellas; ántes impongo silencio en esta materia á todos

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mis Vasallos, y mando, que á los contraventores se les castigue como Reos de lesa Magestad. XVII Para apartar altercaciones, ó malas inteligencias entre los particulares, á quienes no incumbe juzgar, ni interpretar las órdenes del Soberano; mando expresamente, que nadie escriba, imprima ni expenda papeles, ú obras concernientes á la expulsion de los Jesuítas de mis Dominios, no teniendo especial licencia del Gobierno é inhibo al Juez de Imprentas, á sus Subdelegados, y á todas las Justicias de mis Reynos, de conceder tales permisos o licencias, por deber correr todo esto baxo de las órdenes del Presidente, y Ministros de mi Consejo, con noticia de mi Fiscal. XVIII Encargo muy estrechamente á los Reverendos Obispos Diocesanos y á los Superiores de las Ordenes Regulares, no permitan que sus Subditos escriban, impriman, ni declamen sobre este asunto; pues se les haria responsables de la no esperada infraccion de parte de cuaquiera de ellos, la qual declaro comprehendida en la Ley del Señor D. Juan el Primero, y Real Cédula expedida circularmente por mi Consejo en diez y ocho de Setiembre del año pasado, para su mas puntual execución, á que todos deben conspirar, por lo que interesa al bien público, y a la reputacion de los mismos individuos, para no atraherse los efectos de mi Real desagrado. XIX Ordeno al mi Consejo, que con arreglo á lo que vá expresado haga expedir y publicar la Real Pragmática mas estrecha, y conveniente, para que llegue á noticia de todos mis Vasallos, y se observe inviolablemente, publíquen, y executen, por las Justicias y Tribunales territoriales, las penas que ván declaradas contra los que quebrantaren estas disposiciones, para su puntual, pronto, é invariable cumplimiento; y dará á este fin todas las órdenes necesarias, con preferencia á otro cualquier negocio, por lo que interesa mi Real servicio; en inteligencia, de que á los Consejos de Inquisicion, Indias, Ordenes y Hacienda, he mandado remitir copia de mi Real Decreto, para su respectiva inteligencia, y cumplimiento. Y para su puntual é invariable observancia en todos mis Dominios, habiendose publicado en Consejo pleno este dia el Real Decreto de veinte y siete de Marzo, que contiene la anterior Resolucion, que se mandó guardar y cumplir, segun y como en él se expresa, fue acordado expedir la presente en fuerza de Ley y Pragmática Sancion, como si fuese hecha y promulgada en Cortes, pues quiero se esté, y pase por ella, sin contravenirla en manera alguna; para lo qual, siendo necesario, derogo y anulo todas las cosas que sean ó ser puedan contrarias á esta: Por la qual encargo á los muy Reverendos Arzobispos, Obispos, Superiores de todas las Ordenes Regulares, Mendicantes, y Monacales, Visitadores, Provisores, Vicarios, y demas Prelados, y Jueces Eclesiásticos de estos mis Reynos, observen la expresada

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Ley, y Pragmática, como en ella se contiene, sin permitir que con ningún pretexto se contravenga en manera alguna á quanto en ella se ordena: Y mando á los del mi Consejo, Presidente, y Oídores, Alcaldes de mi Casa, y Cortes, y de mis Audiencias, y Chancillerías, Asistentes, Gobernadores, Alcaldes mayores y ordinarios, y demas Jueces y Justicias de todos mis Dominios, guarden, cumplan y executen la citada Ley, y Pragmática Sancion, y la hagan guardar, y observar en todo y por todo, dando para ello las providencias que se requieran, sin que sea necesaria otra declaracion alguna mas que esta, que ha de tener su puntual execucion desde el dia que se publíque en Madrid, y en las Ciudades, Villas, y Lugares de estos mis Reynos, en la forma acostumbrada; por convenir así a mi Real servicio, tranquilidad, bien, y utilidad de la causa pública de mis Vasallos. Que asi es mi voluntad, y que al traslado impreso de esta mi Carta, firmado de Don Ignacio Estevan de Higueda, mi Escribano de Cámara más antiguo, y de Gobierno de mi Consejo, se le dé la misma fe y crédito que á su original. Dada en el Pardo á dos de Abril de mil setecientos y sesenta y siete años. YO EL REY. Yo Don Joseph Ignacio de Goyeneche, Secretario del Rey Nuestro Señor, le hice escribir por su mandado. =El Conde de Aranda. =Don Francisco Ze.. peda. =Don Jacinto de Tudó. =Don Francisco de Salazar y Aguero. =Don Joseph Manuel Dominguez, = Registrada. =Don Nicolás Berdugo, Theniente de Chanciller mayor. =Don Nicolás Berdugo.207

El cuerpo que recopila mayor número de reglamentaciones es el encaminado a llevar a cabo la incautación de los bienes y la expulsión de los jesuitas. Es sin duda el más certero y el mejor pensado. Con el “Pliego reservado” todo comisionado recibió una Instrucción general que pauta

207 Para el texto, véase: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 103109. En realidad existen algunas diferencias entre el texto trascrito y la Real Cedula, para que en los Reynos de las Indias se cumpla, y observe el Decreto que se inserta, relativo al Estrañamiento y ocupación de Temporalidades de los Religiosos de la Compañía de Jesús. 27 de marzo de 1767, es decir, publicada 6 días antes. Las diferencias más llamativas son: 1) El encabezamiento es distinto. 2) Los destinatarios son distintos, o si se prefiere la Pragmática-Sanción estatuye todo el universo de personas e instituciones a quienes va dirigida. 3) La Real Cédula de 27 de marzo no tiene una parte expositiva en que expresamente así lo declare. 4) La parte dispositiva es casi igual pero se dan fundamentalmente dos variantes. Primera, la Pragmática numera los párrafos conceptuales, mientras que la Real Cédula no. Segunda, y es la más importante, corresponde al parágrafo XIX de la Pragmática, pues en él, además de recoger lo que dice en sus dos párrafos finales la Real Cédula de 27 de marzo añade un concepto jurídico fundamental: explica el propio Rey que la Pragmática tiene fuerza de ley “como si fuese hecha y promulgada en Cortes”; y así lo hace saber de nuevo a todos los destinatarios y concluye advirtiendo que no es necesaria declaración alguna.

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el modus operandi en la consecución de los dos objetivos señalados.208 En las demarcaciones ultramarinas se precisó además de una Adición a la Instrucción sobre el Extrañamiento de los Jesuitas de los dominios de S.M. por lo tocante a las Indias e Islas Filipinas209 en la que se completaban, de acuerdo con las circunstancias específicas, las disposiciones que se juzgaban más adecuadas para el éxito de la operación en aquellas dilatadas regiones. A este “Manual de Procedimientos Generales” fueron siguiendo algunos parciales que definen muy a las claras los objetivos perseguidos por el Consejo Extraordinario. Así se explica, por ejemplo, la Instrucción del modo cómo se deberán realizar los inventarios y el interrogatorio a que deberán ser sometidos los “Procuradores”,210 las normas para inventariar libros, bibliotecas y papeles personales;211 o el uso que deberá darse a las boticas,212 imprentas213 o a los edificios que habían servido a la educación tanto del pueblo español como del americano.214 Finalmente, la máquina administrativa fue la de más larga duración y la que más modificaciones experimentó. El 2 de mayo de 1767 se creaba la Depositaría General que debía manejar los “caudales” incautados a la Compañía de Jesús.215 Y el 29 de julio se expedía una Carta circular, pidiendo informe sobre la división en suertes reducidas de las haciendas delos Jesuitas,

208 Instrucción del modo con que deben hacer los Comisionados los Inventarios de los Papeles, muebles, y efectos de los Regulares de la Compañía, y Interrogatorio por el qual deben ser preguntados sus Procuradores. Madrid, 7 de abril, 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Ob. cit., III, 113-118). 209 Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 98-103.

210 Instrucción del modo con que deben hacer los Comisionados los Inventarios de los Papeles, muebles y efectos de los Regulares de la Compañía, y Interrogatorio por el qual deben ser preguntados sus Procuradores. (José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 113-118). 211 Instrucción de lo que se deberá observar, para inventariar los libros, y Papeles existentes en las Casas, que han sido de los Regulares de la Compañía, en todos los Dominios de S.M. Madrid, 23 de abril, 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 118-121). 212 Real Provision de S. M. A CONSULTA del Consejo, en el Extraordinario, aplicando las Boticas, existentes en las Casas de Regulares de la Compañía a Hospitales, Hospicios, Inclusas, y otras Casas de misericordia, que estén bajo de la Real Protección. Madrid, 22 de setiembre, 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 135-136). 213 Carta circular, sobre que se haga Inventario de los Peltrechos de las imprentas que tenían los Regulares de la Compañía. Madrid, 14 de octubre, 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 139).

214 Real Provision, de los Señores del Consejo en el Extraordinario, a consulta con S.M., para reintegrar a los Maestros y Preceptores seculares en la enseñanza de las primeras Letras, Gramática y Retórica, proveyéndose estos Magisterios, y Cátedras a oposición, y estableciendo viviendas, y casas de pupilage, para los Maestros y Discipulos, en los Colegios donde sea conveniente, informando por menor al Consejo. Madrid, 5 de octubre, 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 136-139). 215 Real Cédula, sobre crear Depositaria General para el resguardo y manejo de los caudales de los Jesuitas de España, e Indias, despues de su extrañamiento. Madrid, 2 de mayo de 1767. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 121-131).

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destino de sus Casas, y otros puntos; y prescribiendo método para formar el inventario de los papeles manuscritos.216 Y para no alargar la historia de la burocracia surgida a raíz de la expulsión de los jesuitas, hacemos alusión a las Juntas que se crearon en ultramar para el control y destino de los bienes de los expatriados.217 Si del terreno de la planificación pasamos al de la ejecución, hay que reconocer que el “Secreto de Estado”, a pesar de que fue observado por los ejecutores con extremado celo, sin embargo, lo dilatado de los espacios ultramarinos y la complejidad geográfica de las demarcaciones territoriales americanas impidieron la sincronización de los dos factores que se juzgaban esenciales: espacio y tiempo. Una prueba evidente la constituye la simple cronología de la promulgación de la Pragmática Sanción en las diferentes casas que constituían la provincia del Nuevo Reino: 2 de julio, Misiones del Orinoco;218 11 de julio, Mérida;219 15 de julio, Cartagena220 y Mompox;221 1 de agosto, Santafé de Bogotá;222 Tunja223 y Antioquia;224 8 de agosto, Pamplona;225 y el 2 de octubre es la fecha inicial de la intimación de la Real Orden en los Llanos de Casanare y Meta.226 Dentro de este contexto geográfico-cronológico es fácil de imaginar que en algunas casas se conociera con anticipación la trágica decisión real. Con toda razón aduce don José Manuel Groot un texto de Andrés Muriel “panegirista del Gobierno de Carlos III” que traduce un sentimiento muy generalizado: “Por fin, aun cuando la supresión del Instituto hubiese

216 Carta Circular, pidiendo informe sobre la división en suertes reducidas de las haciendas de los Jesuitas, destino de sus Casas, y otros puntos: y prescribiendo método para formar el Inventario de los papeles manuscritos. Madrid, 29 de julio, 1767 (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 131-134).

217 Real Cedula de S.M. y Señores del Consejo en el Extraordinario, por lo qual se manda establecer en los Dominios Ultramarinos de Indias e Islas Filipinas Juntas, para proceder a la aplicación y destino de las Casas, Colegios, Residencias y Misiones, que fueron de los Regulares de la Compañia con las Reglas prácticas convenientes, resueltas por S.M. a consulta del mismo Tribunal. Madrid, 9 de julio, 1769. (Cfr. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 176-191). 218 ANCh. Jesuitas, 446. 219 Ildefonso LEAL. El Colegio de los Jesuitas en Mérida, 1628-1767. Caracas (1966) 45. (Separata de la Revista de Historia). Lamentablemente el autor no cita la fuente archivística de donde transcribió el documento. 220 ANB. Curas y Obispos, t. 14, fol. 113. 221 ANB. Temporalidades, t. 16, fol. 336. 222 José YARZA. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada en 1767”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 76-77. 223 Informe del Oidor Benito Casal fue publicado en el Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, 2 (1904) 573-576. 224 ANB. Temporalidades, t. 17, fol. 737 y ss. 225 ANB. Miscelánea, t. 89. fols. 471-472. 226 ANB. Conventos, t. 29, fol. 794v.

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sido necesaria, no había por qué ostentar aparato en ella; por qué arrojar de sus colegios en una misma noche a todos los miembros de tan numerosa corporación sin ninguna distinción; arrancar de sus celdas a hombres venerables que consagraban su vida al estudio y a la enseñanza, en que hacían tan señalado servicios a las letras; no respetar la ancianidad, ni dolencia, ni saber, ni virtud; conducir escoltados con tropa hasta los puertos del mar a religiosos ejemplares, cual si fueran reos de Estado, o temibles facinerosos, fue una providencia que mostraba, no energía, sino miedo pueril por parte del Gobierno, si es que hubo sinceridad en tan excesivas precauciones; fue, vuelvo a decir, injusto atropellamiento, medida propia solamente de los Estados acometidos de la fiebre revolucionaria…”.227 10. La expulsión del Colegio de Mompox No hemos podido todavía averiguar, por falta de testimonios directos, cuál fue la reacción del pueblo momposino ante el hecho consumado de la expulsión de sus educadores. Y como hemos manifestado más arriba, sólo conocemos copias de los documentos originales y no completos. El día 15 de julio de 1767 se les notificaba a los jesuitas residentes en Mompox la orden de “expatriación”. Gracias a una carta escrita el 27 de julio por un morador del colegio, el P. Juan Valdivieso, a su hermano (José García Valdivieso, capitán de infantería y regidor de Girón) conocemos una primera reacción de lo sucedido 12 días antes en el colegio jesuítico que había servido a la sociedad de la villa fundada por don Alonso de Heredia durante 124 años ininterrumpidos: El día quince de julio de 1767 se nos ha comunicado a todos los jesuitas una cédula de su majestad con la cual nos destierra de los dominios de España y aunque al presente no sé de cierto para dónde vamos, es regular vamos a la Italia; nada de esto me aflige, ni hasta el presente desde que entré en la Compañía, me ha venido el menor remordimiento antes bien cada día, gracias a nuestro Dios me hallo (aun en las presentes circunstancias) más alegre y gustoso, y le doy infinitas gracias al Señor por haberme traído, sin yo merecerlo, a su Casa y Compañía… Yo estoy aguardando a los padres que han de venir de Honda para viajar a Cartagena, y de allí, según me parece, embarcarme.228

En las historias locales recogidas como tradición oral “contaban los viejos haberlo oído contar de otros más viejos” que en los días próximos al 15 de julio, “a eso de las dos de la tarde” un águila real “llegó a posarse 227 Citado por José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada, 93-94. 228 ANB. Temporalidades, 16, fol. 336.

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sobre la torre de la iglesia de los jesuitas” quienes tomaron el hecho como presagio de un mal agüero. Pero también la población tomó conciencia de este inusual acontecimiento “y acudió a contemplar la extraña visita de aquella solitaria de las rocas, tomándola también por presagio de un acontecimiento extraordinario, seguramente por no haber ocurrido nunca semejante suceso, como por lo excelso de la soberbia reina de los aires”.229 Gracias a unas “Notas” del P. Mariano Rodríguez Hontiyuelos llegamos al conocimiento de que el campanario se culminaba con una hermosa Cruz de hierro instalada por los jesuitas. Y a continuación expresa: “Ésta es la misma cruz donde se posó en 1767 la famosa y descomunal águila real que mantuvo amedrentada a toda la población, (Jesuitas incluidos), que tomándolo por mal agüero y viendo que no quería marcharse, hubo necesidad de hacerle un disparo. A los pocos días llegarían los funcionarios encargados de intimar arresto a los sacerdotes de la Compañía de Jesús”.230 Las fuentes locales no han recogido los incidentes de la decisión “cesárea” pero sí aportan información sobre los protagonistas encargados de llevar a cabo la expulsión. El encargado de poner en práctica la orden fue el Alcalde Ordinario de Primer voto de Cartagena, don Andrés de Madariaga, conde de Peztagua. Era natural de Mompox e hijo del acaudalado español D. Andrés de Madariaga y Doña Antonia de Morales “de esta villa” y quien contraería matrimonio el 31 de diciembre de ese mismo año de 1767 con doña Luisa García Olano, hija de D. Manuel García Olano “que parece el mismo que después figuró en la revolución de los comuneros”. Como Escribano Público para todas las diligencias jurídicas actuó don Antonio Solano de León.231 El Alcalde ordinario de primera nominación era don José Estévez Pozo de Ocampo, “gallego, marido en primeras nupcias de Doña María Luisa de Amate y Torres”. Y el doctor Madariaga, porque parecía “aconsejarlo el tener los Padres mucho influjo en el pueblo”, previno al comandante de las milicias Coronel don Toribio Julián de Trespalacios Mier, tercer Marqués de Santa Coa y al Teniente Coronel don Luis González de los Corrales de Bárcena y Santiestéban.232 Según el “Extracto de autos de su ocupación” del Colegio de Mompox del año 1772 se habla de los siguientes moradores: El P. Ignacio Gutiérrez, superior interino. El P. Gerónimo Grossis, operario. El P. Agustín de Rueda,

229 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox. Cartagena, Tip. Democracia (1938) 69. 230 Fidias ÁLVAREZ MARÍN. “Reseña histórica del templo y claustro de los jesuitas en la Villa de Sancta Cruz de Mompox”, p. 16. Manuscrito gentilmente cedido por el autor. 231 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 68-69. 232 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 69.

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operario. El P. Salvador Pérez, superior ausente. El P. Juan Valdivieso, ausente. El H. Toribio de Molina, sacristán. El H. Simón Orús, maestro de escuela.233 A esta lista habría que añadir, según el P. Juan Manuel Pacheco, el P. Javier Julián.234 Esto es confirmado por la reseña policial llevada a cabo en el Puerto de Santa María en donde aparece como miembro de la comunidad del colegio momposino el “Hermano Xavier Julián, scolar”.235 Y esta misma información la ratifica el “Catálogo de Juan Antonio de Archimbaud”, documento cuasi oficial para los expulsos y extinguidos.236 Las fechas de partida para Cartagena de los miembros de la comunidad de Mompox las podemos reconstruir de la siguiente manera: los PP. Gutiérrez, Grossis y Rueda y los HH. Molina y Orús llegaron a la Perla del Caribe el 23 de julio;237 los PP. Juan de Valdivieso, Javier Julián y el H. Juan Manuel González abandonaron Mompox el 10 de agosto y llegaron a Cartagena el día 19238 y el Rector Salvador Pérez fue autorizado por el comisionado Andrés de Madariaga para seguir a Cartagena el 27 de agosto de 1767.239 Fidias Álvarez Marín dice que la decisión de Carlos III de expulsar a los jesuitas del imperio español tuvo en el caso del Nuevo Reino, y más concretamente en Mompox, “unas características de un dramatismo cinematográfico”.240 En verdad, la Villa de Santa Cruz tuvo que presenciar perpleja el tránsito de selectos grupos de intelectuales, catedráticos, oradores sagrados, maestros de juventudes y directores de almas como si fueran auténticos malhechores. Habían servido al mundo neogranadino en Santafé, Tunja, Popayán, Buga, Pasto… Y Pedro Salzedo anota: “Cuándo

233 AHN. Jesuitas, 129/15b. Colegio de Mompox. Extracto de los Autos de su ocupación. Colegio de Santa Cruz de Mompox. Sin foliar. 234 Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 57-58. 235 Archivo Histórico Nacional. Madrid, Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares de la Compañía del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogota Venidos en diferentes Navios en esta forma… 236 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4426 que lo ubica en 1774 en Gubbio. 237 ANB. Miscelánea, 89, fol. 675. Carta del Gobernador de Cartagena Fernando Morillo Velarde al virrey Mesía de la Cerda. Cartagena, 26 de julio de 1767. En la misiva le comunica que ha detenido ya en el puerto el registro de la Loreto y Fortuna para tenerlas dispuestas para embarcar a los jesuitas y añade “han llegado a esta Plaza el día 23 del presente mes cinco religiosos jesuitas del Colegio de Mompox, tres de ellos sacerdotes y dos coadjutores”. 238 ANB. Temporalidades, 7, fol. 356v. 239 ANB. Temporalidades, 7, fol. 278. 240 Fidias ÁLVAREZ MARÍN. “Reseña histórica del templo y claustro de los jesuitas en la Villa de Sancta Cruz de Mompox”, 19.

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pensó Carlos III que con esta medida creaba un elemento poderoso favorable a la revolución de la independencia de las Colonias”.241 Un punto digno de consideración es el que arroja el problema de la salud de aquellas caravanas humanas, víctimas de la “legalidad” que deslegitima. El 16 de septiembre certificaba el médico cirujano de Mompox, D. Luis Carrillo de Saldaña, las enfermedades que padecían algunos de los ignacianos que eran conducidos como reos a través de la ciudad. El P. Victorino Padilla “padece una fiebre lenta con diarrea, gran inapetencia a las comidas, mucha hipocondria y epilecia habitual, el que anuncia hectica”. El P. Salvador Molina “adolece de una erisipela en una pierna con un abceso sobre una rodilla y fiebre”. El P. Leandro González “padece una cuartana espuria y abotigamiento general con un tumor en el estómago que se percibe por fuera y le causa la mucha bilis”. El P. Manuel Carranza “padece indigestión, falta de apetencia a todo alimento, fiebre cotidiana y dolores en todas las articulaciones”. El P. Xavier Trías “se mantiene con fiebre, falta de sueño y de apetencia una úlcera al fin del intestino recto y otra en el escroto”.242 Todos ellos seguirían el viaje a Cartagena el 3 de octubre.243 No sería larga la estancia en la Perla del Caribe. El 27 de agosto abandonaba el continente americano la primera expedición de expulsos integrada por los ignacianos de Cartagena, Mompox y Honda; en total, 18 que se embarcaron en las balandras reales “La Pacífica” y “La Pastora”.244 No eran las embarcaciones más apropiadas para realizar semejante travesía a pesar de las fuertes erogaciones que habían realizado según informaba al virrey uno de los oficiales del puerto cartagenero.245 Al poco de abandonar Cartagena falleció el P. Joaquín Visner y así llegaron a La Habana el 7 de septiembre con un jesuita menos.246 Este abnegado seguidor de Ignacio de Loyola consagró su vida a la docencia de la gramática tanto en la Isla de Santo Domingo como en el Colegio de Cartagena.247

241 Pedro SALZEDO DEL VILLAR. Apuntaciones historiales de Mompox, 68. 242 ANB. Temporalidades, 7, fol. 299v. 243 ANB. Temporalidades, 7, fol. 303.

244 ANB. Miscelánea, 89, fol. 784. Lista de los diez y ocho Religiosos de la Compañía de Jhs remitidos por el Gobernador de Cartagena a la ciudad de la Habana en las Balandras del Rey la Pacífica y la Pastora del cargo del Theniente de Navío don Martín Vázques y del Theniente de Fragata don Santhiago Muñoz de Veles. En la Pacífica viajaban: Ignacio Gutiérez, Joaquín Visner, Agustín de Rueda, Javier Julián, Toribio Medina, Simón de Orús. En la Pastora: Juan de Valdivieso. [Cartagena, agosto 27 de 1767]. 245 ANB. Miscelánea, 89, fol. 404v. Carta de Francisco de Bances al Virrey. Cartagena, 7 de agosto de 1767.

246 ANB. Miscelánea, 90, fol. 16. Carta del Gobernador de La Habana Antonio Bucarelli al Gobernador de Cartagena. La Habana, 212 de septiembre de 1767.

247 José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2004) 338-339.

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En La Habana cambiaron de embarcación y fueron trasladados a la Urca del Rey “San Juan Bautista”.248 comandada por Francisco Cerquero. Partieron de la capital cubana el 8 de diciembre de 1767, y arribaron a la bahía gaditana el 19 de febrero de 1768, alojándoseles a todos en el Hospicio de Indias.249 Los PP. Salvador Pérez y Jerónimo Grossis hicieron el viaje en el “Loreto” que partió de Cartagena de Indias el 16 de octubre de 1767 arribando a Cádiz el 9 de enero de 1768, y tomándoseles filiación el 15 del mismo mes y año. Toribio Molina atravesó el Atlántico en el “Loreto” que partió de Cartagena de Indias el 16 de octubre de 1767 arribando a Cádiz el 9 de enero de 1768, y tomándoseles filiación el 15 del mismo mes y año.250 De la travesía del Atlántico no tenemos ninguna noticia referente a este grupo así como tampoco de la fecha de llegada al Puerto de Santa María. La única referencia escrita que poseemos es la reseña policial que tuvo que pasar cada uno de los viajeros indianos. Del colegio de Mompox tenemos la siguiente información:251 Padre Salvador Pérez + Padre Gerónimo Luis de Grossis enfermo + Padre Agustín de Rueda (enfermo) Padre Ygnacio Gutiérrez Padre Juan de Valdivieso Hermano Xavier Julián Scolar Hermano Simon de Orús Coadjutor. La reseña policial es la siguiente: 73. El Padre Salvador Pérez natural del Lugar de Parceno Reyno de Valencia de edad de cinquenta y dos años; y veinte y ocho de Religión; Christiano viejo, y lo fueron sus Padres; ha estudiado Philosophia, y Theologia, ha enseñado Letras humanas, actual Rector que era del Colegio de la Villa de Mompox, Sacerdote professo del quarto voto, como assi lo manifiesta, y firma de su

248 Ésta es una información que reiteran los informes que reposan en AGS. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1. 249 Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto: ciudad clave en la expulsión de los jesuitas por Carlos III. El Puerto de Santa María, Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María (2007) 293. Los datos adicionales han sido suministrados por el Dr. Manuel Pacheco. 250 Notas suministradas por el Dr. Manuel Pacheco. 251 Archivo Histórico Nacional. Madrid, Jesuitas, 827/2. Filiación de los Regulares de la Compañía del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogota Venidos en diferentes Navios en esta forma… [La lista que ponemos corresponde al Índice]. Para la ubicación hemos preferido dejar el número de expediente que les asigna el documento porque así es mucho más fácil la consulta.

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nombre en el Puerto de Santa María en quinze de Enero de mil setecientos sesenta y ocho. Bachiller Trugona. Salvador Perez. Juan Ramos de la Vega. Y también manifiesta es hijo de Pedro Pérez y Doña Ana María Pas[ilegible] entro en la Compañía en la Provincia de Aragón y en el año de Setecientos quarenta, y tres paso a America en Mission que se embarco en la Vahia de Cádiz, y llegado a Santa Fee quedo en el Collegio Magsimo concluyendo sus Estudios de donde paso de Ministro al Collegio de San Bartholome y de allí fue a Tunja a la Tercera, desde donde paso al Colegio de Cartagena de Maestro de Gragmatica, y después fue de Rector al Collegio de las Nieves de Santa Fee y de allí a Rector del Collegio de Mompox donde se hallava como tiene dicho, y lo firmo = Salvador Perez. 74 El Padre Geronimo Luis de Grossis natural de la Ciudad de Cádiz de edad de setenta años, y quarenta, y cinco Religión, noble, y lo fueron sus Padres, ha estudiado, Philosophia y Cánones; ha sido Maestro de Letras humanas, era actual Operario en el Colegio de Mompox, Sacerdote professo del quarto voto como assi lo manifiesta y firma de su nombre; a quinze de Henero en el puerto de Santa María de mil setesientos y sesenta y ocho. Bachiller Trugona. Gerónimo Luis de Grosis. Juan Ramos de la Vega. Y también manifiesta es hijo de Don Xristobal Grossis y Doña Josepha Gómez Martínez, entró en la Compañía por la Provincia de Santa Fee y pasó a America en Misión que se embarco en la Vahia de Cádiz el año de Setesientos Veinte y quatro, y concluyó su Noviciado en Tunja, fue al Collegio Magsimo de Santa Fee a ser Maestro de Gragmatica y con el mismo oficio vivió en el Collegio de Cartajena de donde pasó al Magsimo de Ministro, y con dicho oficio y ayudante de Maestro de Novicios vivió en Tunja y de donde paso de Misionero a las Misiones de Yndios Casanares, de allí paso de Operario al Collegio de Mérida, después al Collegio de Pamplona a leer Gragmatica de donde pasó a Tunja de Ministro, y Compañero, y también fue ViceRector, después pasó de Rector al Collegio de Cartajena, y después lo fue en el de Onda de donde pasó a vivir a Mompós de Operario como tiene dicho, y lo firmo = Gerónimo Luis de Grosis. 120 El Padre Agustín de Rueda hijo de Juan de Rueda y Doña Bernarda Lorenzo Christianos Viejos, natural de la Villa de Posaldes en Castilla la Vieja, nació el año de mil Setecientos, y Diez, en el de Setecientos treinta, y uno entró en la Compañía en la Provincia de Castilla, y en el de Setecientos treinta, y cinco pasó a America en Misión que se embarcó en la Vahia de Cádiz, y llegado la Provincia de Santa Fee fue al Collegio Mag-

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simo a la Ciudad, de Santa Fee, donde estudió Philosophia, y Theologia después pasó al Collegio de Pamplona de Maestro de Gragmatica, y a Misionero Sircular, de allí bolvio al Magsimo a cuidar de la Congregacion del Socorro, después fue a Tunja a la tercera Provacion, desde donde pasó al Collegio de Cartajena de Procurador, de allí de Maestro de Gragmatica a Mompox; después fue de Rector al Collegio de Onda; y últimamente vivía de Operario en dicho Collegio de Mompox. Sacerdote Profeso del quarto Voto como assi lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa María a seis de Marzo de mill Setecientos sesenta y ocho. Bachiller Trugona. Agustín de Rueda. Juan Ramos de la Vega. 121 El Padre Ygnacio Gutiérrez hijo de Don Juan Cayetano Gutiérrez y Doña Antonia Are, de estado Noble, natural de la Villa de Yteri Reyno de Cerdeña, nació el año de mil Setecientos Veinte y seis, entró en la Compañía el año de Setecientos quarenta, y quatro en la Provincia de Cerdeña, y en el de Setecientos, y sesenta se embarco en la Vahia de Cádiz con Misión que pasó a la Provincia de Santafee, y llegado que fue a dicha Provincia, quedó viviendo de Operario en el Collegio de Cartagena, en donde también fue Ministro, y después Procurador del mismo Collegio; y de allí paso a Mompox a restableserse de su salud, y donde se hallava; Sacerdote Profeso del quarto Voto, como assi lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa María a siete de Marzo de mil setesientos sesenta, y ocho. Bachiller Trugona. Ygnacio Gutiérrez. Juan Ramos de la Vega. 122 El Padre Juan de Valdivieso hijo de Juan García de Valdivieso, y Doña Thorintia Mantilla de los Ríos Christianos Viejos, natural de la Ciudad de San Juan Jiron en el nuevo Reyno, nació el año de mil Setecientos, y Veinte, y en el de Setecientos cinquenta, y quatro, entró en la Compañía en la Provincia de Santa Fee; y después de su Noviciado en el Collegio de Tunja, pasó a vivir al Collegio Magsimo de la Ciudad de Santa Fee de Junior, de donde fue de Capellán a la Hacienda de Villavieja propia de dicho Collegio, de allí paso a Mompox a cuidar de lo Espiritual, y temporal de la Hacienda San Augustín de dicho Collegio donde se hallava; Sacerdote Coadjutor Espiritual formado, como assi lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa María a siete de Marzo de mil setecientos sesenta, y ocho. Bachiller Trugona. Juan de Baldivieso. Juan Ramos de la Vega. 123 El Hermano Xavier Julián hijo de Don Ygnacio Jullian, y Doña María de Paxes, natural de la Villa de Camprrodon en Cataluña de estado Noble, nació el año de mil Setecientos quarenta, y quatro, en el de Setecientos, y Sesenta entro en la Compañía en la Provincia de Toledo, y en el de Setecientos Sesenta, y uno

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pasó a América en Misión que se embarcó en la Vahia de Cadíz, y llegado que fue a la Provincia de Santa Fee pasó al Collegio Magsimo de la Ciudad de Santafee donde estudio la Theologia y pasando a vivir al Collegio de Mompox se le Yntimo el Real Decreto de su Magestad; Scolar, como así lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa María a siete de Marzo de mil setecientos sesenta y ocho. Bachiller Trugona. Xavier Julián de la Compañía de Jesus. Juan Ramos de la Vega. 124 El Hermano Simon de Orús hijo de Don Jorge de Orús, y Doña Juana de Amada de estado Noble, natural de la Villa de Torla Reyno de Aragón, nació el año de mil Setecientos treinta, y seis, en el de Setecientos cinquenta, y nueve entró en la Compañía en la Provincia de Toledo, con destino a la de Santa Fee a donde pasó el de mil Setecientos y Sesenta en Misión que se embarcó en la Vahia de Cadíz, y llegado fue a Tunja a concluir su Noviciado, donde [ilegible] de Compañero, después pasó de Refictolero al Collegio Magsimo de Santa Fee de donde fue al Collegio de Cartagena de Operario, y después pasó de Maestro de primeras Letras al Collegio de Mompós donde se hallava. Coadjutor Temporal como assi lo manifiesta, y firma de su nombre. En el Puerto de Santa María a Siete de Marzo de mil Setecientos sesenta, y ocho. Bachiller Trugona. Simon de Orús. Juan Ramos de la Vega.

Curiosamente no aparece en este documento policial (redactado para los habitantes del colegio momposino el 7 de marzo de 1768) el nombre Toribio Molina, el abnegado maestro de primeras letras de la ciudad del río Magdalena. Pero sin lugar a dudas falleció el 28 de abril de 1768 en el Puerto de Santa María252 y el hecho de su deceso lo recogen los documentos oficiales.253 Un punto digno de interés para comprender la insania con que fue tratado en muchas ocasiones aquel grupo de hombres que institucionalmente se habían sembrado en el gran proyecto de promoción de las sociedades y de los hombres americanos es el de los “reconocimientos médicos”. Ya hemos visto cómo en la propia Mompox fueron atendidos los enfermos que llegaban a esa ciudad totalmente descalabrados. También el Puerto de Santa María se repitieron las escenas, pero con mayor intensidad, pues la larga travesía los había disminuido considerablemente. Antonio García-Baquero analiza la travesía La Habana-Cádiz y señala que por término medio el 252 ARSI. Historia Societatis, 53ª, Anno 1768. 253 Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto: ciudad clave en la expulsión de los jesuitas por Carlos III, 189.

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paso del Atlántico solía durar dos meses “de constante sufrimiento, de no tener constancia de dónde se encontraban, de no poder coordinar sus propios movimientos, de no ser personas, de estar obligados a ser ruda gente marinera cuando en realidad habían forjado su existencia como personas sensibles y delicadas, más atentas al espíritu que a las cosas materiales”.254 El problema de los enfermos fue realmente trágico y en un principio fueron alojados en el Hospital de la Caridad del Puerto. Para las autoridades españolas suponía este grupo un contratiempo, pues su interés radicaba en el éxito de la “operación cesárea”. En julio de 1768 ya habían atravesado el océano unos 1.200 jesuitas indianos y al conocer Campomanes que había 46 enfermos que no podían continuar el viaje a Italia se dirige al Consejo para exponer que en estos valetudinarios “podrá tener mucha parte la afectación y artificio, de que han sido siempre tan fecundos, y no poca la indiscreta compasión de los médicos”.255 Y el 15 de diciembre de ese mismo año remite el Consejo al señor Trigona el siguiente criterio de acción: “… proceda V. S. a observar a dichos regulares con la mayor escrupulosidad haciendo embarcar en la primera ocasión a todos aquellos en quienes no se advierte peligro próximo de la vida por el hecho de pasar el Mar; y que a los que se quedasen por el grave motivo, los mantenga V. S. en reclusión, sin más condescendencia que la que la piedad de S. M. encarga en la Pragmática del extrañamiento”.256 Ignoramos si el H. Toribio Molina fue objeto de la “piedad de S. M.”, pero los funcionarios regios del Puerto reseñaron a los moradores de Mompox como “enfermos”: el gaditano Gerónimo Grossis y el castellano viejo Agustín de Rueda. Todavía en junio de 1770 la Junta médica se veía obligada a responder ante la presión de las autoridades reales como una especie de objeción de conciencia que “… en el día se hallan algunos de dichos Regulares de más de ochenta años con accidentes habituales, tres ciegos, algunos paralíticos, otros tullidos, inaptos para andar, y muchos asmáticos, reconocen con concepto a lo que previene dicha Real Orden que Ninguno de todos tienen, a el que los ancianos y enfermos inclinan deseosos como dicen de la Libertad”.257 Y como concluye Pacheco Albalate “la consigna era inapelable: que no quedara un solo jesuita en la España borbónica de Carlos III”.258

254 Antonio GACÍA-BAQUERO GONZÁLEZ. Cádiz y el Atlántico: el comercio colonial español bajo el monopolio gaditano. Cádiz, Diputación Provincial (1988) 283, en: Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto: ciudad clave en la expulsión de los jesuitas por Carlos III, 139. 255 AHN. Jesuitas, 456, Exp. 40, fol. 2. 256 AHN. Jesuitas, 456, Exp. 40, fol. 2. Citado por Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto…, 160-161. 257 AHN. Jesuitas, 456, Exp. 40, fol. 4v. 258 Manuel PACHECO ALBALATE. El Puerto…, 162.

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En este contexto es curioso verificar que la biografía de Gerónimo Grossis se nos oscurece desde la llegada a su lar patrio y únicamente volvemos a tener noticia de él gracias al Catálogo del señor Archimbaud en el que se anota con letra posterior añadida: “Depositado por muy anciano en el Convento de las Victoria de Puerto Real”.259 Gracias a unas notas gentilmente cedidas por el historiador del Puerto Manuel Pacheco podemos seguir la historia del P. Grossis. El día 7 de julio de 1768 fue reconocido por los médicos de la ciudad que emitieron el siguiente informe: “Geronimo Grosi, de 73 años de edad, provincia de Santa Fe, hace ya seis años está paralítico de resulta de dos insultos apoplecticos (sic); hallase hoy escorbútico, imposibilitado de andar, mucha falta de respiración precisando pasar las noches sentado que de otro modo se ahoga, y a esto se sigue suma debilidad y por tanto imposibilitado a transmigrar de un pueblo a otro, sin evidente peligro de su vida. Y certificamos según su edad y dicha debilidad no hay esperanza de que medicina humana pueda mejorarlo”. Como pertenecía a la nobleza gaditana una hermana del jesuita solicitó del rey la posibilidad de trasladar al enfermo a un convento de la misma Comunidad de mínimos que existía en Puerto Real, a sólo diez kilómetros de distancia, pero al que se podía acceder por tierra desde Cádiz, para poderle atender mejor. Allí permaneció hasta el fin de sus días, hecho que tuvo lugar el 2 de abril de 1777. El P. Agustín de Rueda en 1768 era calificado también como “enfermo”. En un reconocimiento médico del 7 de julio de 1768 la Junta médica estatuyó que no estaba en condiciones de continuar el viaje por “… una universal afección herpética, de que se está curando y se espera podrá mejorarse y pasar al destino de los demás”.260 Se embarcó en Puerto de Santa María en Septiembre de 1770 en el navío sueco “El Vicente” para Italia.261 En 1773 residía en Urbino.262 La última información de que disponemos nos lleva al año 1774 y se encontraba en Sinigaglia.263 El P. Ignacio Gutiérrez, como italiano no podía gozar de pensión del real gobierno de Carlos III, pero por su nacionalidad pronto lo incorporó a

259 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los Ex-Jesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4422. 260 Notas cedidas por el Dr. Manuel Pacheco. 261 AGS Marina, Leg. 724 Lista de los regulares de la Compañía del nombre de Jesús, americanos de distintas provincias, algunos extranjeros que se han embarcado en el dia de la fecha para Italia. Puerto de Santamaría, septiembre de 1770.

262 AGS. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1.

263 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los ExJesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. Nº. 4423.

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las labores espirituales en el Colegio de Alghero.264 Al pasar a jurisdicción de la Compañía de Jesús italiana perdemos toda pista de su ulterior biografía. No sería larga la permanencia en Italia del P. Juan de Valdivieso. En 1773 residía en Urbino265 pero en enero de 1774 vivía en Gubbio en donde falleció el 4 de agosto de 1775.266 Pocas noticias nos han llegado del que fuera el último Rector del Colegio de Mompox, P. Salvador Pérez. En 1773 residía en Urbino267 y en 1774 vivía en Gubbio.268 Pero sin lugar a duda el jesuita momposino que más renombre alcanzaría en tierras italianas sería el P. Javier Julián, de cuya obra científica hemos hablado más arriba al tratar el tema de los escritores. El 21 de febrero de 1769 presentaba el P. Manuel Balzátegui, Provincial, al obispo de Gubbio D. D. Paulo Orefici la lista de los jesuitas neogranadinos que debían recibir las Órdenes sagradas y entre ellos figuraba el P. Javier Julián.269 El 21 de julio de 1773, por decreto papal,270 se disolvía la Orden fundada por Ignacio de Loyola. El encono borbónico había conseguido su objetivo: aniquilar la Compañía de Jesús, menos en Rusia.271 En 1774 figuraba en las listas oficiales de la monarquía española como residente en Gubbio.272 Con posterioridad se residenció en Roma en donde fue conocido por Lorenzo Hervás y Panduro.273 Javier Julián se puede considerar como un náufrago más de este colapso del gran proyecto mundial de la Compañía de Jesús que todavía buscará su refugio en las letras y en las ciencias e incrementará la presencia del Nuevo Reino de Granada en la Italia prerromántica. 264 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual…, nº. 4424. Guillermo KRATZ. “Gesuiti italiani nelle Missioni spagnuole”. En: Archivum historicum Societatis Iesu. Roma, 11 (1942) 43.

265 AGS. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1.

266 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual…, nº. 4425. 267 AGS. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1.

268 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual…, nº. 4421. 269 Archivio Vescovile. Ordinazioni, b.27/13. Manuel BALZATEGUI. Elenchus Clericorum Regularium Societatis Iesu Provinciae Novi Regni Granatensis ordinandorum ab Illmo. Ac Revdmo. D. D. Paulo Orefici Episcopo Lugubiensi.

270 Breve de nuestro muy Santo Padre Clemente XIV por el qual su Santidad suprime, deroga, y extingue el instituto y orden de los Clérigos Regulares, denominados de la Compañía de Jesús, que ha sido presentado en el Consejo para su publicación. Año 1773. En Madrid. En la Imprenta de Pedro Marín. El texto del Breve Dominus ac Redemptor, concluye con estas palabras: “Dado en Roma en Santa María la mayor, con el Sello del Pescador, el día 21 de Julio de 1773, año quinto de nuestro Pontificado”. 271 Ludwik GRZEBIEN. “II. Provincia de la Rusia Blanca (1773-1820)”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3443-3446. 272 Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual…, nº. 4426.

273 Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799). Estudio introductoria, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación Libreros

de viejo (2007) 615-616.

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Biblioteca del colegio de Mompox

Nota1 de los libros Ymbentariados de presente por mi en el Colegio que fue delos Rexistros dela Compañía de esta Villa, con expresion delos que constan del ymbentario que se hizo por el executor al tiempo de su ocupacion, y los que faltan, como tambien del os que se han encontrado demas, a causa desde luego de averse padecido entonces alguna confusion, ú olvido en el asumpto [fol. 303]: Libros que constan del Ymbentario del Executor, y existen. 0001. Primeramente quatro tomos en folio obras de Claus. [CLAUS, José Ignacio. Spicilegium concionatorum cum conceptis moralibus ad instruendam plebem in fide catholica et extirpanda vitia. En Venecia con privilegio. Año de 1746, 1747, 1750 y 1756]. 0002. Mas. onze tomos del Padre Calatayud los cinco de ellos de a folio Doctrinas practicas: Dos en 4°. De Misiones: Otro de igual tamaño de Juicios de Sacerdotes: Dos ydenticos de Exercicios, y el restante pequeño titulado Catezismo practico. [CALATAYUD, Pedro Antonio de.

1 ANC. Temporalidades, 16, fols. 298-318. Inventario de alhajas de Oro, plata y piedras preciosas, libros, ornamentos, vasos sagrados, ropa, muebles, y demás bienes del Colegio de Monpox, 1776.

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Doctrinas Practicas, que suele explicar en sus Missiones el Padre Pedro de Calatayud, Maestro de Theologia, y Missionero Apostolico de la Compañia de Jesus, de la Provincia de Castilla. Dispuestas para desenredar y dirigir las conciencias, para alivio de los Curas y Rectores de Almas en dar pasto espiritual a sus ovejas, para mayor expedicion de los Confessores, y dilatacion de animo en oir Confessiones, y para mayor facilidad, y menos trabajo de los Missioneros y Predicadores Evangelicos en predicar, segun Dios, y en instruir, y doctrinar practica, y oportunamente a los Pueblos. Valencia, 1737; 1739. El tercer tomo apareció en Logroño en 1754 con el título de Opusculos y Doctrinas Practicas, que para el gobierno interior y direccion de las almas y para el conocimiento, examen, y prueba de varios espiritus ofrece a sus Directores...]. [Uriarte-Lecina, II, 25-27]. Misiones y sermones del P. Pedro Calatayud de la Compañia de Jhesus. Dos tomos nuevos, en pergamino, de a cuarto. Impresos en Madrid, con privilegio. Año de 1739. [Uriarte-Lecina, II, 29-30] Juizio de los Sacerdotes, Doctrina practica, y Anatomia de sus conciencias, Dispuesta en seis Platicas, que suele hazer al Gremio Eclesiastico en sus Missiones, y una Instruccion que da un Ilustrissimo Señor Obispo, el M. R. P. Pedro de Calatayud, Maestro de Teologia... Valencia, 1736]. [Uriarte-Lecina, II, 23-24]. Exercicios Espirituales, para los Eclesiasticos, y Ordenandos. Dispuestos con diez Doctrinas practicas, y con ocho Platicas para mañana y tarde. Añadese al fin una Doctrina practica de el modo facil, para que los Confessores puedan con expedicion recibir las Confessiones generales de los penitentes. Valladolid, 1748]. [Uriarte-Lecina, II, 29]. Cathecismo Practico, y mui util para la instruccion, y enseñanza facil de los Fieles, y para el uso, y alivio de los Señores Parrochos, y Sacerdotes. Valladolid, 1747]. [Uriarte-Lecina, II, 27-28].

0003. Mas. cuatro tomos en 4°. Elogia de la Compañía por Patrignati. [PATRIGNANI, José Antonio. Menologio di pie memorie d’alcuni Religiosi della Compagnia di Giesù raccolte dal Padre Patrignani della medesima Compagnia, e distribuite per quei giorni dell’ anno, ne’ quali morirono. Dall’ Anno 1538, sino all’ Anno 1728. In Venezia, MDCCXXX, presso Nicolò Pezzana, 4 volls. [Sommervogel, VI, 365]

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0004. Mas. treinta, y siete tomos todos tambien en 4°. De varias obras del Padre Señeri, los treinta y cinco de ellos en Español, y los dos restantes en Ytaliano. [Sommervogel, -----] 0005. Mas. Seis dichos de Laselbe, los quatro de ellos titulados Annus Apostolicus, y los dos restantes sermones. [LASELVE, Zacharie. Annus apostolicus, continens conciones pro omnibus et singulis totoius Anni Diebus Dominicis. Parisiis, apud Edmundum Couterd, 1710]2 0006. Mas. Uno dicho de la Creacion del mundo. [Posiblemente se refiera a: MORÁN DE BUTRÓN, Jacinto (¿?). Creación del mundo en la Compañía de Jesús. Por el Padre Francisco Sierra, el Hijo Castañeda y el Espíritu diábolico del Lego Azebedo. Placard infiel]. [Uriarte, IV, 532-533] 0007. Mas. otro de Pinamonti. [Padre Pedro Juan PINAMONTI]. [Véase Sommervogel, VI, 763-792] 0008. Mas. Onze tomos en 4°. Igualmente sermones varios del Padre Fray Juan Franco. [FRANCO DE SAN BASILIO, Juan. (a)

(b)

Oración evangelica... que consagró a María Santissima en su imagen de la Buenaventura el monasterio de San Basilio Magno... por acción de gracias al milagroso... dixola... Iuan Franco de San Basilio... En Madrid, por Domingo Morràs, 1676. Copia de vn papel que ... Iuan Franco de San Basilio ... escrivio a Don Melchor de Cabrera Nuñez de Guzman ... sobre que saque a la luz el Discurso ... con titulo de Blason primero y mayor de los que forman la corona de la Imperial y Coronada Villa de Madrid por Madre y Patria del Glorioso San Damaso ... Assentado lo ha c¯oprobado con historias y Monumentos irrefrajables ... [S.l. : s.n., s.a.] Texto fechado en 1675.

0009. Mas. Dos tomos tambien en 4° del Padre Cataneo. [CATTANEO, Carlos Ambrosio. Opere del Padre Carl’ Ambrogio Cattaneo della Compagnia di Gesú. In Milano, per Domenico Ballagatta, 1719]. [Sommervogel, II, 895].

2 El Annus apostolicus recoge los sermones diarios y de los diversos tiempos litúrgicos del año.

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0010 Mas. Otro dicho del Padre Fray Joseph de Nieves. [NIEVES AVENDAÑO, José de. Pláticas doctrinales, y discursos morales, sobre todo el texto de la Doctrina Christiana. Catecismo manual, concionatorio de Señores Curas, y Padres de almas. Breve compendio de predicadores... Valencia, Antonio Balle, 1729]. 0011. Mas. Otro dicho del Padre Francisco Bauseli. [BAUCELLS, Francisco. Fuente mistica, y sagrada, del Paraiso de la Iglesia,... en que se explica... toda la Doctrina Christiana... Compuesta por el R. P. Fr. Francisco Baucells... Morador en el... Seminario de Missiones de San Miguel de Escornalbou, Corregida, y aumentada... con... un Dialogo sobre el Cathecismo Christiano, trabajo que es de los Padres Missioneros del mesmo Seminario... Barcelona, Joseph Giralt, 1740]. 0012. Mas. Nueve dichos Biblia Sacra, y concordancias. [Inidentificable. Véase: Dictionnaire Bible, II, 892-899]. 0013. Mas. Otro dicho de Codorniu. [Posiblemente se refiera a: CODORNIU, Antonio. Practica de la palabra de Dios en una quaresma entera con duplicadas y correspondientes doctrinas dirigida a los curas y minstros del Santo Evangelio por el P. Antonio Codorniu de la Compañia de Jhesus. En Barcelona con licencia. Año de 1759]. [Uriarte-Lecina, II, 259] 0014. Mas. Seis dichos Sermones de Manuel de la Ascension. [MANUEL DA ASSUNÇÂO. Sermones varios que pregou... Fr. Manoel da Asumpçao, religiozo da Ordem dos Eremitas Santo Agostinho ... Lisboa, na officina de Domingo Rodrigues, 1749]. 0015. Mas. Otros seis de igual tamaño, titulados los quatro de ellos Floresta de Bermudes, y los dos restantes sermones del mismo. [BERNARDES, Manuel. Nova Floresta ou silva de varios apophtegmas e ditos sentenciosos espirituaes e moraes: com reflexoens, em que o util da doutrina fe... offerecida, e dedicada a soberana may da divinagraça Maria... Pelo padre Manoel Bernardes; Primeiro tomo. Lisboa: de Valentim da Costa Deslandes, 1706]. [Véase: DS, 1, 1514]

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[BERNARDES, Manuel. Os ultimos fins do homem salvaçaõ e condenaçaõ eterna: tratado espiritual dividido em duos livros... pelo padre Manoel Bernardes da Congregaçaõ do Oratorio de Lisboa. Lisboa occidental: na officina de Ioseph Antonio da Sylva, 1728]. [Véase: DS, 1, 1514]

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0016. Mas quatro dichos Sermones de Fray Juan del Nacimiento. 0017. [fol. 303vto.] Mas. Uno de los sermones de Nicolas Fernandez. 0018. Mas. Quatro tomos dos de a folio y dos de a 4° intitulado Institutum Societatis. [Quizá pueda referirse a la siguiente edición: Institutum Societatis Jesu ex Decreto Congregationis Generalis Decimae Quartae meliorem in ordinem digestum, auctum, ac denuo recusum. Pragae, typis Universitatis Carolo-Ferdinandeae in Collegio Societatis Jesu ad S. Clementem, Anno 1705]. [Sommervogel, V, 82-83].

[Institutum Societatis Jesu, Auctoritate Congregationis Generalis XVIII meliorem in ordinem digestum, auctum et recusum. Pragae, 1757, 2 vols]. [Sommervogel, V, 83. Para las ediciones de las Constituciones y del Instituto, véase: Arturus CODINA y Dionysius FERNANDEZ ZAPICO. Monumenta Ignatiana ex autographis vel ex antiquioribus exemplis collecta. Series tertia. Sancti Ignatii de Loyola Constitutiones Societatis Iesu. Tomus tertius. Textus latinus. Romae (1938) CXXIXCXLIV, en donde aparece la Bibliografía de las Constituciones].

0019. Mas. Otro dicho de a folio Bocabulario de Antonio. [Antonio de NEBRIJA. Vocabulario español-latino. Salamanca, circa 1495, primera edición] [Antonio, I, 136]. 0020. Mas. Otro Tambien de a folio de Bluteau. [BLUTEAU, Rafael. Primicias evangelicas, ou, sermoens, e panegiricos do Padre D. Rafael Bluteau. Lisboa: Na Officina de Ioan da Costa, 1676-1698. [Biblioteca Nacional de Colombia: Ex libris: ms. Librería de la Compañía de Jesús de Santafé] 0021. Mas. Otro en 4° Calepino de Salas. [Pedro de SALAS. Compendium Latino-Hispanum, utriusque linguae quasi lumen. Quo Calepini, Thesauri Henrici Stephani, Antonij Nebrisensis, Nizolij, Patris Bartholomaei Bravo, atque omnium optimae notae Authorum labores, et lucubrationes, perspicua brevitate continentur, illustrantur, clarescunt. Universis rudioris, et politioris disciplinae studiosis non modo perutile, et accommodatum, sed maxime necessarium. Addimus verba Sacra, et eminentissimi viri P. Joannis Ludovici de la Cerda nostrae Societatis adversariis diligenter excerpta. Propria etiam Hebreaorum nomina Latino et Hispano reddita sermoni, ut jam ad utrumque idioma capiendum

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nil ultra desiderandum esse videatur. Per Patrem Petrum de Salas e Societate Jesu... Antuerpiae, 1724. Varias ediciones]. [Sommervogel, VII, 450. Véase: Palau, III, 57].

0022. Mas. Otro dicho Meditaciones. [No identficable] 0023. Mas. Dos dichos de Graveson. [F. Ignatius Hyacinthus AMAT DE GRAVESON. Autor del siglo XVIII. Obra no identificable]. 0024. Mas. Dos dichos Diccionario de Chars. [Echard?] [ECHARD, Lorenzo]. Diccionario Geographico, o descripcion de todos los Reinos, Provincias, Yslas, Patriarchados, Obispados /fol. 21/Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades imperiales, Puertos, Fortalezas y otros lugares considerables de las quatro partes del mundo escrito en ingles por Lorenzo Echard, traducido en frances por Mr. Vorgier y en castellano por don Juan de la Cerna. Dos tomos. En Madrid con aprobación y licencia. Año de 1750. [Palau, V, 7] 0025. Mas. Otro dicho Catezismo Romano. [Posiblemente se refiera a: Practica del Catecismo Romano, y Doctrina, sacada principalmente de los Catecismos de Pio V. y Clemente VIII. compuestos conforme al Decreto del santo Concilio Tridentino. Con las Divisiones, y Adiciones necessarias al cumplimiento de las obligaciones Christianas, para que se pueda leer cada Domingo, y dia de fiesta. Van al final añadidos varios exemplos de los puntos principales de la Doctrina. Dispuesto todo por lo mandado de algunos zelosissmos Prelados de España. Y dedicado a todos los destos Reynos por su mas humilde sieruo el Padre Iuan Eusebio Nieremberg de la Compañia de Iesus. Madrid, 1642. Uriarte sostiene que el verdadero autor fue el P. Jerónimo LOPEZ]. [Uriarte, III, 396-398]. 0026. Mas. Cinco dichos sermones varios del Padre Maria. [Quizá pudiera refeirse a: FRANCISCO DE SANTA MARÍA. (a) Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... da Sagrada Congregaçam de S. Joam Evangelista... I parte... Lisboa: na officina de Manoel Lopes Ferreira, e à sua custa impressa, 1689. (b) Sermoens do Padre Francisco de S. Maria Conigo da Sagrada Congregaçam de S. Joaõ Evangelista... II parte... Lisboa: na officina de Manoel Lopes Ferreyra & à sua custa impresso, 1699. (c) Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... terceira parte... Lisboa: na officina de Manoel Lopes Ferreyra, & à sua custa, 1698].

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0027. Mas. Uno dicho. Silva de Varia leccione. [Pedro MEJÍA. Silva de varia lección. Con privilegio imperial. Sevilla, Casa de Juan Comberger, 1542]. 0028. Mas. Diez dichos sermones de Segura [SEGURA, Nicolás. (a) Sermones panegyricos en culto de la SSma. Virgen Maria Nuestra Señora, Predicados por el Rmo. R. M. Nicolas de Segura, de la Compañia de Jesus, Cathedaratico de Prima de Theologia en el Colegio de San Ildefonso de la Puebla de los Angeles, y Calificador de la Santa Inquisicion... Tomo primero. En Madrid: Por Domingo Fernandez de Arrojo, Año de MDCCXXIX. [Sommervogel, VII, 1101]. (b) Platicas panegyricas, y morales, sobre el cantico del Magnificat. Predicadas en la muy ilustre Congregacion de la Purissima, fundada con authoridad Apostolica, en el Colegio Maximo de San Pedro, y San Pablo de Mexico de la Compañia de Jesus. Por el P. Nicolas de Segura, de la misma Compañia de Jesus, Calificador del Santo Oficio, y Preposito de la Casa Professa de Mexico. Impressas en Valladolid: En la Imprenta de Maria Santissima Dolorosa, s. a. [Aprobación de 1738 y 1742]. [Sommervogel, VII, 1101]. 0029. Mas dos dichos exercicios de Rodriguez [RODRIGUEZ, Alonso. Exercicio de Perfecion, y virtudes cristianas por el Padre Alonso Rodriguez, de la Conpañia [sic] de Jesus natural de Valladolid. Dividido en tres partes. Dirigido a los Religiosos de la misma Compañia. Parte Primera De varios medios, para alcançar la virtud i perfeccion. En Sevilla, por Matias Clavijo. Año MDCIX. [Sommervogel, VI, 1946] 0030. Mas. Cinco dichos Sermones varios de Aguilar. [AGUILAR, José de. Sermones Varios, predicados en la civdad de Lima, Corte de los Reynos del Peru. En Brvselas, 1684]. [Uriarte-Lecina, I, 50]. 0031. Mas. Uno dicho Exortator Domesticus. [Georg LIENHARDT. Exhortator domesticus religiosam animam ade perfectionem excitans, seu Sermones ascetico-morales de officio hominis religiosi ad fratres religiosos intra parietes domesticos dicti… in lucem editi a Patre Georgio Lienhardt. Lincii, sumptibus Francisci Antonii Ilger, 1754].

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0032. Mas. Otro dicho Doctrina Christiana en Portugues. [No identificado] 0033. Mas. Dos en 8° Bocabulario Español, e Ytaliano. [Quizá se refiera a: Lorenzo FRANCIOSINI. Vocabulario español e italiano. En Venetia, por el Barezzi, 1645]. 0034. Mas. Otro Dicho tambien en 8°. Lochnen Ynstruccion practica. [LOHNER, Tobías. Instructio practica septima. De Munere concionandi, exhortandi, catechizandi, Continens non tantum praecepta ad artem concionandi discendam accommodata, sed etiam Ideas et Conceptus practicos pro Concionibus in Festis B. V. et SS. Dedicationis, Patrocinij, Novi Anni, Paschatis, Parasceves; item in Primitiis Sacerdotum, Peregrinationibus, Congregatione Rosarij, Funeribus et Sepulturis et apud Rusticos insituendis. Ad Neo-Parochorum, Aliorumque curam animarum gerentium usum et utilitatem composia (sic), typoque data a R. P. Tobia Lohner Soc. Jesu Sacerdote. Dilingae, Typis et Sumptibus Joann. Caspari Bencard Bibliopolae Academici. Per Joannem Federle, Anno MDCLXXXII]. [Sommervogel, IV, 1909] 0035. Mas. Uno en 4° Oficio Santorun. [No identificable] 0036. Mas. Uno en 8°. Manuale concionatoriun. [Manuale concionatorium exhibens quinquaginta alvearia, quorum unumquodque decem aellulis, aut praedicabilium argumentorum locis & sedibus. Instructum est: additis in fine conceptibus praedicabilibus pro singulis dominicis & festis totius anni. Authore eodem quo Scholasticum personae ecclesiasticae breviarium... Augustae et Herlipoli, Martinus Veith, 1750. 0037. Mas. Otro dicho de Constituciones et decreta Apostolica. [No identificable] 0038. Mas. Otro dicho del Padre Burdeus, conceptos y refleccion. [BOURDALOUE, Louis. Conceptos, y reflexiones sobre diversos sujetos de religion, y de moral. Por el R. P. Bourdaloue, de la Compañia de Jesus, divididos en tres tomos; nuevamente traducidos de el frances en español... Milan, E.A. Gosse, y Comp., 1740]. [Sommervogel, II, 5-28]. 0039. Mas. Otro dicho Romanorum Pontificun noticia por Guillermo Burio. [BURY, Guillaume. Romanorum Pontificum brevis notitia... Accedit Onomasticon vocum obscuriorum, quae in Missali, Breviario, Martyrologio Romano, et hac notitia continentur… auctore Gu-

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lielmo Burio... Patavii, ex Typographia Seminarii, apud Joannem Manfre..., 1741. 0040. Mas. Otro dicho ofizio de Semana Santa. [No identificable] 0041. Mas. Quatro tomos de a folio Curso Salmatirense. [El curso completo era: Salmanticense Collegium s. Eliae Carmelitarum Sodalium Excalceatorum. (a) ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus primus comprehendens ab initio usque ad quaestiones de Trinitate. Salmanticae 1631. [Antonio, II, 273]. (b) ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus II complectens de Trinitate omnes quaestiones. Segoviae apud Didacum Diaz de la Carrera 1637. [Antonio, II, 273]. (c) Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologicus Iuxta miran Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Tertius: Ab Initio Primae Secundae usque ad Quaestionem LXX complectens. Lugduni: Sumpt. Ioannis Antonii Huguetan & Soc, 1679. [Antonio, II, 273]. (d) DOMINGO DE SANTA TERESA Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus IIII. ab initio Primae Secundae usque ad quaestionem LXX. Lugduni apud Laurentium Anisson 1647. [Antonio, II, 273]. (e) DOMINGO DE SANTA TERESA Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus V. a quaestione LXXI usque ad quaestionem LXXXIX. Lugduni apud Laurentium Anisson 1658. [Antonio, II, 273]. (g) JUAN DE LA ANUNCIACION. De gratia habituali, de gratia actuali, justificatione et merito. [Hurter, II, 651] (h) Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae observantiae Cursus Theologicus iuxta miram Divi Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Octavus: complectens duos Tractatus Primum de Charitate,

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secundum de Statu Religioso in ordine XIX et XX. Lugduni: Sumpt. Ioannis Antonii Huguetan & Soc., 1679. [Véase: Hurter, II, 651] Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitiuae Obseruantiae Cursus Theologicus Iuxta Miram Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Nonus: Complectens Tractatum XXI De Incarnatione: Ab Initio III Partis Ad Quaest. VIII Inclusiue... Lugduni: Sumpt. Ioannis Henrici Huguetan & Soc., 1687. [Véase: Hurter, II, 651] JUAN DE LA ANUNCIACION. De Sacramentis in communi et Eucharistia. [Hurter, II, 651] [ANDRES DE LA MADRE DE DIOS] Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologiae Moralis. Tomus Quartus. Quinque continens tractatus. Primus: De Statu Religioso.- Secundus: De Horis Canonicis.- Tertius: De Voto, & Juramento.- Quartus: De Privilegiis.- Quintus: de Simonia. Per R. P. F. Andream a Matre Dei. Editio caeteris correctior, cui accessere Propositiones, a Summis Pontificibus utroque Alexandro VII. & VIII. necnon Innocentio XI. novissime damanatae... prout visum fuit decrusu Operis Opportunum. Venetiis, MDCCXXVIII. Apud Nicolaum Pezzana. [Biblioteca de Córdoba, 28-29]

0043. Mas. Dos tomos de a folios Barrada in evangelia. [BARRADAS, Sebastian. R. P. Sebastiani Barradii, Olisiponensis, e Societate Iesv, Doctoris Theologi, In Eborensi Academia quondam sacrarum liter. professoris, Commentaria in Concordiam et Historiam Evangelicam. Tomus primus. Mogvntiae, Sumptibus Hermanni Mylii Birckmanni, Excudebat Balthasar Lippius, s. a. Diversas ediciones]. [Sommervogel, I, 912]. 0044. Mas. Quatro dichos Vieira sermone varios. [VIEIRA (VIEYRA), Antonio. El V. P. Antonio de Vieyra de la Compañia de Jesus. Todos sus sermones, y obras diferentes, que de su original Portuguès se han traducido en Castellano. Reducidos esta primera vez a orden, è impressos en quatro Tomos, de los quales El I Contiene la Vida del Autor, con todos los Sermones de Dominicas y Ferias: y seys del Mandato. El II. Los Sermones de Christo Señor nuestro, y de Maria Santissima, y quinze del Rosario.

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El III. Quarenta y ocho Sermones de diferentes Santos. El IV. Otros quinze Sermones del Rosario: Varios Sermones de assumptos especiales: La Palabra de Dios empeñada, desempeñada, y defendida: La Historia de lo Futuro: Crisis, y Apologias contra, y à favor del Autor, y otras Obras suyas, que hasta aora no avian salido à luz. Barcelona, En la Imprenta de Maria Marti Viuda, 1734]. [Sommervogel, VIII, 666]. 0045. Mas. Siete tomos en 4° los tres de ellos de Masimas de Garau, dos de ideas, y los dos restantes Deipara elucidata. [Pensamos que se trata de una mala lectura de: GARAU, Francisco. (a) El Sabio instruido de la gracia en varias maximas, o ideas evangelicas, politicas i morales, con sus indices mui copiosos, i variedad de Assumptos predicables, para todos los Evangelios del año. Por el R. Padre Francisco Garau de la Compañia de Jesus, Calificador del Santo Oficio, i Retor del Colegio de Monte Sion de Mallorca. Barcelona, por Joseph Llopis. Año 1690]. [Sommervogel, III, 1196] (b) El Sabio instruido de la naturaleza en quarenta maximas politicas y morales ilustradas con todo genero de erudicion sacra y humana. Barcelona, Cormellas, 1675] [Sommervogel, III, 1194] (c) Declamaciones Sacras, politicas y morales sobre todos los Evangelios de la Quaresma con los assuntos ocrrentes de limosna, S. Matias, Santo Thomas, Encarnacion Dolores, Soledad, Patrocinio de la Virgen Santissima, y del Mandato. Escritas por el R. P. Francisco Garau, de la Compañia de Jesus Cathedratico de Prima de Theologia en el Colegio de Barcelona, Calificador del Santo Officio, Examinador Synodal del Arzobispado de Zaragoça, y otros Obispados, y Retor actual del Colegio de Zaragoça. En Valencia, por Jayme de Bordazar, 1695. [Sommervogel, III, 1197] [GARAU, Francisco. Deiparae elucidatae ex utriusque Theologiae placitis SS. PP. ac Sacrae Paginae luminibus ad splendorem. Pars Prior, in qua non nulla ad scholasticam trutinam adducuntur quaedam ventilantur ad honores, plurima pro concionibus panegyricis congeruntur. Barcinone, apud Jacobum Cau, 1686]. [Sommervogel, III, 1196]. 0046. Mas. Uno dicho Benedicto Fidel. [Posiblemente se refiera a: FIDELI (FEDELE), Benedicto. Theoremata moralia decerpta ex psalm. XXII de augustissimo Eucharistiae

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Sacramento auctore R. P. F. Benedicto Fidele... Panormi: apud Hieronymum de Rosellis, 1644]. [DS, 5, 306]

0047. Mas Otro dicho Novissima Yn cronologia. 0048. Mas. Otro dicho Turlot. Doctrina Christiana. [TURLOT, Nicolás. Thesaurus Doctrinae Christianae auctore... Nicolao Turlot... Bruxellae: apud Franciscum Foppens, 1668]. [DS, 8, 1718] 0049. Mas. Dos tomos uno de a Folio, y otro pequeño Historia de Mexico. [Quizá podría referirse a: Antonio de SOLIS Y RIBADENEYRA. Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. Escribióla Don Antonio de Solís y Ribadeneyra, secretario de su majestad, y su cronista mayor de Indias. Madrid, 1684]. 0050. Mas. Quatro dichos de a Folio Lacroix Theologia Moral. [LACROIX, Claudio. R. P. Hermanni Busembaum Societatis Jesu, SS. Theologiae Licentiati Theologia moralis, nunc pluribus partibus aucta a R. P. Claudio Lacroix Soc. Jesu, Theologiae in Unversitate Coloniensi Doctore, et Professore publico. Editio novissima. Diligenter recognita et emendata aba uno ejusdem Societatis Jesu Sacerdote Theologo. Accedunt praeter Librum Octavum de Sanctae Cruciatae Bulla, additur Tractatus Theologicus de Officiis Confessarii, ac Bibliotheca Erronea, qua continentur. Propositiones tum a Conciliis, tum a Summis Pontificibus, et ab Ecclesia damnatae ab anno 1418, ad hoc usque tempus. Coloniae, Sumpt. Fratrum de Tournes, MDCCXLVIII]. [Sommervogel, IV, 1351]. 0051. Mas. Tres en 4°. Y dozabo de Besembau. [BUSENBAUM. [BUSENBAUM, Herman]. Medulla Theologiae resolvens casus conscientiae ex variis probatisque Authoribus concinnata a R. P. Hermano Busembaum. Contiene un tratado de la Bula de la Santa Cruzada; explicación de las proposiciones condenadas por varios decretos pontificios; Cathalogo de las proposiciones condenadas por Clemente XI en la Bula Unigenitus y los casos de la Bula. Tres tomos de un mismo contenido: dos en octavo, nuevos, impresos el uno en Patavia con privilegio, año de 1733, en pergamino; el otro en Roma con permiso, año de 1746, en pasta. El tercer tomo u obra en un tomo en cuarto, mui usado, en pergamino, en Barcelona con licencia y aprobación, 1692]. [Sommervogel, II, 449, 450, 451]

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0052. Mas. Cinco todo en 4° de Guinter. [Posiblemente se refiera a: WINTHER, Johann. Institutionum anatomicarum secundum Galeni sententiam, ad candidatos Medicinae, libri quatuor, per Ioanem Guinterium Andernacum medicum. Parisiis, apud Simonem Colinaeum, 1536]. 0053. Mas. Uno dicho de Andres Valencis de jure canonico [DELVAUX, André. Andreae Vallensis Vulgo del Vaulx [sic] Andanensis I. V. D. ... Paratitla Iuris Canonici Siue Decretalium D. Gregorii Papae IX ... Opus Nouum, Scholae, Ac Foro et Decretris Concilii Tridentini accomodatum. Venetiis, apud Laurentium Basilium, 1732]. 0054. Mas. Otro en 8° Petavi. Racionarium temporum [PETAU, Denis. Dionysii Petavii Avrelianensis e Societate Iesv. Rationarivm temporvm in partes dvas, Libros tredecim tributum... (Parisiis), Sebastianus Cramoisy, Typ. 1641]. [Sommervogel, VI, 599-603] 0055. Mas. Un tomo en 4° Pater Viva. [VIVA, Domingo. Cursus Theologicus ad usum tyronum elucubratus et in quotidianis praelectionibus a Dominico Viva Societatis Jesu Sacrae Theologiae Professore suis auditoribus in Palaestra Collegii Neapolitani ejusdem Societatis, cupientibus atque instantibus Theologiae Candidatis in lucem publicam editus a D. Ignatio Viva Auctoris nepote. Patavii, ex Typographia Seminarii, apud Joannem Manfré, MDCCXIX. Pars Prima. De Deo uno, et trino]. [Sommervogel, VIII, 862]. 0056. Mas. Un tomo de a folio Luzde verd[ilegible] Catho--- [MARTINEZ DE LA PARRA, Juan. Luz de verdades catholicas y explicacion de la doctrina christiana. Que segun la costumbre de la Casa professa de la Compañia de Jesus de Mexico, todos los jueves del año se platica en su Iglesia. Dala a la estampa el Padre Alonso Ramos de la mesma Compañia y Preposito actual de dicha Casa Professa... En Mexico, en la Casa Professa, en la Imprenta de Diego Fernandez de Leon, año 1691]. [Sommervogel, V, 636]. 0057. Mas. Otro en 4° Bagnati [BAGNATI, Simon]. [Véase: Sommervogel, I, 769-773]. 0058. Mas. fol. [fol. 304] Mas. Quatro dichos sermones varios [No identificable] 0059. Mas. Uno dicho. Comento de Virgilio.

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[Posiblemente se refiera a: VIRGILIO. Las obras de Publio Virgilio Maron, traduzido en prossa castellana por Diego Lopez... Con comento, y Anotaciones, Donde se declaran las historias, y fabulas y el sentidos de los versos dificultosos que tiene el poeta... Año 1614. En Madrid, por Juan de la Cuesta]. [Palau, XXVII, 329]

0060. Mas. Otro dicho en 8°. Virgilio en romanze. 0061, Mas. Uno en 4°. Comento de Obidio. [SUAREZ FIGUEROA, Ignacio. Comento de P. Ovidio Nason a los libros de los Tristes, Ponto y Carla a Livia. Su autor D. Ignacio Suarez de Figueroa, Alferez de Navio. Sacalo a luz el Dr. D. Diego Suarez de Figueroa, su tio... Madrid, Juan de Zuñiga, 1727 [“El verdadero autor es el tío”]. [Aguilar Piñal, VII, 768]. 0062. Mas. Dos tomos en 8°. Theologia del Padre Nicolas Hohn. [Quizá pueda referirse al libro de: HOEHN, Nicolás. Summula theologica, sive theses selectae de Deo uno et trino per theoremata et reflexiones adversarias succinte explicatae. Moguntiae, sumptibus Joannis Wilhelmi Huisch, anno 1733]. [Sommervogel, IV, 411]. 0063. Mas. Uno dicho Epistolas de San Geronimo. [Conocemos dos ediciones: (a) MOLINA, Juan de. Epistolas de San Geronymo. Valencia, apud Georgium de Castilla, 1526. [Antonio, I, 744] (b) LOPEZ CUESTA, Luis. Epistolas del glorioso doctor de la Yglesia San Geronimo: repartidas en seis libros... traduzidas en lengua castellana por Francisco Lopez Cuesta. En Madrid, por Luis Sanchez, 1613. [Real Biblioteca, Sommervogel XII, 294] 0064. Mas. Otro dicho Carmina Caraccioli. [Dominique CARACCIOLI. Carmina P. Dominici Caraccioli e S. J. Panormitani olim in Panormitana Academia Rhetorices Professoris. Opus posthumum. Panormi, ex typographia Josephi Grammignani, 1755]. [Sommervogel, II, 705] 0065. Mas. Dos dichos de Exercicios de San Ygnacio. [LOYOLA, Ignacio de. Exercitia spiritvalia. Romae apud Antonium Bladum, XI septembris MDXLVIII]. |[Sommervogel, V, 61].

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0066. Mas. Un tomo de a folio Paraiso de Oraciones. [Benito GIL BECERRA. Paraiso de oraciones sagradas. Barcelona, por Joseph Giralt, 1739]. 0067. Mas. Otro dicho Historia de esta Provincia. [CASSANI, Joseph. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America, Descripcion, y Relacion exacta de sus gloriosas Missiones en el Reyno, Llanos, Meta y Rio Orinoco, Almas, y Terreno, que han conquistado sus Missioneros para Dios, Aumento de la Christiandad, y Extension de los Dominios de su Mag. Catholica. Su Author el Padre Joseph Cassani, Religioso de la misma Compañia... En Madrid: En la Imprenta y Libreria de Manuel Fernandez, frente de la Cruz de Puerta Cerrada. Año de MDCCXLI]. [Uriarte-Lecina, II, 146. Sommervogel, II, 815. del Rey, 131-141]. 0068. Mas. Otro dicho Sermones funebres. [No identificable] 0069. Mas. Dos dichos en 4°. Oraciones Panegiricas de Cramona en Toscano. [CREMONA, Giovanni Giuseppe. Orazioni panegiriche di Gio. Giuseppe Cremona... In Roma, appresso Giuseppe Collini ed Angelo Rotilj, 1748-1749]. 0070. Mas. Otro dicho Sinodo de Caracas. [BAÑOS Y SOTOMAYOR, Diego de. Constituciones Sinodales del Obispado de Venezuela y Santiago de León de Caracas, por el Ilustrísimo Señor Don Diego Baños, su Obispo. Impreso en Madrid, 1698]. [Palau, II, 51. M. GUTIERREZ DE ARCE. El Sínodo diocesano de Santiago de León de Caracas de 1687. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1975, 2 vols] 0071. Mas. Otro dicho. Voz Evangelica en Portugués. [VIEYRA, Francisco. Voz ebangelica que nos mudos caracteres da estampa et si divulga. En cuarto. Sermones panegiricos festibos, funebres o quaressimaes o P. M. Fr. Francisco Vieyra. Un tomo, folio; pergamino, bien tratado. En Coimbra con licencia, 1708]. 0072. Mas. Dos dichos Ydeas Sagradas en Portugués igualmente. [Manuel de LIMA. Ideas sagradas, e consagradas em varios sermones panegyricos... Lisboa, Mathias Pereyra da Sylva etc., 1720-1757] 0073. Mas. Quatro dichos de Castejon. [CASTEJON, Agustín de. (a) Glorias de la Virgen, predicadas en sus mas solemnes Festividades, repartidas en dos tomos. Por el P. M. Agustin de Castejon,

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de la Compañia de Jesus, Cathedratico de Sagrada Escriptura en los Colegios de Alcala y Madrid, Calificador del Consejo de la Suprema General Inquisicion, Predicador de los Serenissimos Reyes Catholicos, los Señores Phelipe Qunto, y Carlos Segundo, Examinador Synodal de el Arzobispado de Toledo... En Madrid, Por Juan de Zuñiga. Año 1739]. [Uriarte-Lecina, II, 161. Sommervogel, II, 827]. Sermones varios repartidos en tres Tomos: Primero, Adviento y Quaresma, al Rey nuestro Señor, predicado en su Real presencia, o capilla. Segundo, Quaresma, predicada a los Reales Consejos. Tercero Funeral de Reyes, y principes, con otros assumptos funebres. Por el P. M. Agustin de Castejon de la Compañia de Jesus... En Madrid, por Juan de Zuñiga. Año 1738]. [Uriarte-Lecina, II, 160-161. Sommervogel, II, 826]. Quaresma predicada a los Reales Consejos, por el P. M. Agustin de Castejon, de la Compañia de Jesus,... Tomo Segundo. En Madrid, por Juan de Zuñiga. Año de 1738. [Uriarte-Lecina, II, 161. Sommervogel, II, 826] Funeral de Reyes, y Principes, y otros Sermones funebres, dichos por el P. M. Agustin de Castejon, de la Compañia de Jesus, Cathedratico de Sagrada Escritura ... En Madrid, por Juan de Zuñiga. Año 1738 [Uriarte-Lecina, II, 161. Sommervogel, II, 826].

0074. Mas. Tres dichos Quaresma de Marsillón. [MASSILLON, Jean-Baptiste. Sermones, sobre diferentes Evangelios de quaresma, y acerca de diversos assumptos de la moral christiana. Por... Don Juan Bautista Masillon, Obispo de Clermont de la Douve... Traducidos... en castéllano [por Don José Antonio de Miravel Herrera]... Madrid, Bernardo Peralta, 1730]. 0075. Mas. Uno dicho Sermones varios de Fray Joseph de la Concepcion. 0076. Mas. Dos dichos Sermones de Olera en Toscano. [Tommaso de OLERA. No hemos podido identificar la obra] 0077. Mas. Quatro dichos sermones de Almeida. [ALMEIDA, Christóbal. Sermones varios que predicó el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray Christóbal de Almeyda del Orden de San Agustín, Obispo de Martiria. Madrid, 1675] [Vela, I, 100]. 0078. Mas. Uno dicho En toscano Panegirico de Nicolas.

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[NICOLAS DE DIJON. Panegirici sopra i Misteri di Nostro Signore del Padre Niccolo di Dijone Capuccino tradoti del franzese. In Venezia, presso Domenico Tabacco, 1740].

0079. Mas. Uno dicho Evangelico proprinomio del Padre Calvi en la misma lengua. [CALVI, Donato. Propinomio evangelico, o Evangelicas resoluciones en las quales... se demuestra claramente quienes fueron algunos personages, i sugetos, de quienes se hace mencion en los Evangelios... compuesta en toscano por... Donato Calvi de Bergamo... traducela a nuestro idioma... Juan Joseph Gherzi de la Fuente... Impresso en Sevilla: Por Manuel de la Puerta, [ 1733]. [Véase: Blanco, 96-97]. 0080. Mas. Otro dicho Exequias Reales del Señor Phelipe Quinto. [Quizá pueda referirse a: Holocausto fúnebre: parentación funesta, sacrificio luctuoso, que en las sumptuosissimas reales exequias... del muy alto, poderoso y magnanimo Monarcha el Sr. D. Phelipe V... dedicó a la gloriosissima memoria de S.M.C. la constante fidelidad de la ciudad de Santa Fe de Bogotá del Nuevo Reyno de Granada, en su Sta. Metropolitana Iglesia el año de 1747. panegyrizandolo el Sr. Doct. D. Nicolas Xavier de Bazorda Larrazabal.Puerto de Sta. Maria, Imprenta de Francisco Vicente Muñoz, [1753]. 0081. Mas. Otro sermones vespertinos de Navarro. [Matías Antonio NAVARRO Y AGUILAR. Sermones vespertinos cuadragesimales predicados por… En Madrid : En la Imprenta Real, por Joseph Rodríguez de Escobar, 1719]. 0082. Mas. Cinco dichos Ramirez Doctrina Christiana. [CARRERAS RAMÍREZ Y ORTA, Juan Agustín. Doctrina christiana Catechistica,... Obra postuma sácala a pública luz Don Miguel Climente y Lastinos. Zaragoza, 1730]. 0083. Mas. Dos dichos Quaresma de Bono. [BONO Y CASASUS, Francisco. Quaresma entera, que contiene los Sermones de todas las Dominicas, y Ferias de Quaresma. Obra utilissima a todos los Curas, Missioneros, y Predicadores Evangelicos, para extirpar los vicios, y plantar las virtudes. Su Autor el Muy R. P. M. Francisco Bono, de la Compañia de Jesus, Catedrathico que fue de Prima en su Colegio de San Pablo, Provincial de los Reynos de Aragon, Examinador Synodal de este Arzobispado, Calificador del Santo Oficio, &...En Valencia: Por Joseph Esteban Dolz. Año 1741]. [Uriarte-Lecina, I, 530. Sommervogel, I, 1759].

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0084. Mas. Quatro en 8° Fasto de la Compañía. [DREWS (DREVUS), Juan]. Fasti Societatis Jesu: res et personas memorabiles ejusdem Societatis per singulos anni dies repraesentantes [opera et] studio R. P. Joannis Drevus Soc. Jesu. Dos obras nuevas cada una en cuatro tomos; en pasta, nuevos. En Sevilla, año de 1753. Sin aprobación ni licencia. [Sommervogel, III, 181] 0085. Mas. Uno en Dozavo. Compendio del Ynstituto de la Compañía. 0086. Mas. Un Juego de Brebiarios en quatro cuerpos. [No identificable] 0087. Mas. Un tomo en 8°. Maior. Diccionario Latino Galico. [No identificable] 0088. Mas. Dos en 4°. Maior. Platicas y sermones de Casini en Ytaliano. [CASINI, Francesco Maria. (a) I Consigli della Sapienza o vero Raccolta delle massime di Salomone necessarie all’huomo per sauiamente procedere colle riflessioni sulle medesime massime. Trasportata dal francese nell’italiano dal padre Francesco Maria Casini di Arezzo. .. In Venezia, ad istanza di Gio. Filippo Cecchi, 1681. (b) Prediche dette nel palazzo apostolico da fra Francesco Maria Casini d’Arezzo cappuccino … In Venezia, presso Giambattista Regozza librajo in San Lio, all’insegna di San Gio. di Dio, 1724]. 0089. Mas. Uno en 4°. Potextas Examen Eclasiastico. [POTESTA, Felice. Examen ecclesiasticum… cum novissimis additionibus... R.P. Felice Potestà Panormitani... Editio novissima... Mutinae, Sump. Balleonianis, 1737]. 0090. Mas. Otro dicho en Ytaliano. Obras Morales de Leonardelo. [LEONARDELLI, Annibal. Opere morali del Padre Annibale Leonardelli della Compagnia di Gesù distribuite in due tomi. In Venezia, 1716, presso Gio. Battista Recurti]. 0091. Mas. Dos tomos de a Folio Chirinos de Escriptura sagrada. [Quizá se refiera a este libro: CHIRINO DE SALAZAR, Fernando. Ferdinandi Qvirini de Salazar Conchensis, e Societate Iesv Theologi, et in Collegio Complvtensi Sacrarvm Literarum interpretis. Expositio. In Proverbia Salomonis. Tomus prior continens sedecim priora capita. Anno 1618. Cvm Privilegio. Complvti, Ex Officina Ioannis Gratiani.- Tomus secundus ...] [Sommervogel, II, 1148-1149].

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0092. Mas. Otro dicho. Tisidides de Belopoloponneciaco. [Desconocemos la edición: THUCYDIDES. Thucydidis Atheniensis Historiae de bello Peloponnesiaco, libri octo, e Graeco sermone in Latinam linguam conuersi, a Vito Vvinsemio patre, ... Nunc denuo ad exemplum ab ipso authore ante obitum diligentissime recognitum, recusi & editi. Vvitebergae, [Matthaeus Welack], 1580]. 0093. Mas. Otro dicho Maria Ynmaculada Concepta. [Quizá pueda referirse a: VELASQUEZ, Juan Andrés. Maria immaculate concepta. Philippo IIII Hispaniarum Regi Catholico Novo Constantino Augusto, Mundi globum Arae Mariae Sacrae ad firmitatem ponenti Auctore P. Joanne Antonio Velazquez Provinciali Societatis Jesu in Provincia Castellana, et in Regio Collegio Salmenticensi Sacrarum litterarum olim interprete. Anno Christiano MDCLIIII]. [Sommervogel, VIII, 545]. 0094. [fol. 304vto.] Mas. Cinco dichos de atercia. Espejo del Amor, y dolor en el santisimo Corazon de Jesus. [GINTHER, Anton. Speculum amoris et doloris in Sacratissimo ac Divinissimo Corde Jesu Incarnati, Eucharistici et crucifixi, Orbi christiano propositum. Opera et studio A. R. D. Antonii Ginther... Antverpiae, Sumptibus Societatis, 1752]. 0095. Mas. Dos dichos de Virgilio. 0096. Mas. Dos dichos en 4°. Neceti Veritas vindicata. [NOCETI, Carlos. Veritas vindicata sive permultae sententiae Auctorum Societatis Jesu a R. P. Daniele Concina in sua Theologia Christiana, Minus sincere relatae, suaeque integritati restitutae, Per R. P. Carolum Noceti ejusdem Societatis Theologum. Accessit ejusdem Theologi Confutatio cujusdam epistolae, super eadem re R. P. Dinellii, Cathedratici Casanatensis. Editio tertia. Matriti, MDCCLIII]. [Sommervogel, V, 1785]. 0097. Mas. Dos dichos de Aristoteles. [No identificable] 0098. Mas. Tres en 8°. Roma Antigua y moderna. [No identificable] 0099. Mas. Dos pequeños. Historia Romana. [No identificable] 0100. Mas. Tres de Ciceron, el uno de Epistolas, el otro de dialogos, y el restante de oficios. (a) [Quizá se refiera a la siguiente edición: CICERON, Marco Tulio. Epistolae Familiares Marci Tullij Ciceronis. Optimis

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quibusque Exemplaribus collatis, emendative: nec praetermissis interim singularum Epistolarum argumentis. Nvnc postremo P. Manutij & M. Mureti diligentia ab innumeris erroribus vindicata. Año de 1728. En Madrid]. [Uriarte, II, 551]. (b) [M. Tullii Ciceronis De officiis libri tres; Cato malor, Laelius; Paradoxa, Somnium Scipionis ex recensione Ioannis Georgii Graevi; cum eiusdem notis ut ingegris animadversionibus... Waesbergios, 1688]. [Real Biblioteca, XII, 136. Véase: Oxford, 234-238]. (c) ----0101. Mas. Un tomo en 4°. Gramatica Griega. [No identificable] 0102. Mas. Otro dicho. Ynstrucciones del derecho Eclesiastico viejo. 0103. Mas. Otro dicho Filios tres. [Posiblemente se refiera a: YÁÑEZ PARLADORIO, Juan. Ioannis Yañez Parladorii... Quotidianarum differentiarum sesquicenturia: cui vt commentarius in iustum cresceret volumen, adiectae sunt eiusdem authoris quaestiones duodeuiginti, & epistolae tres ad filios ... Vallisoleti, apud haeredes Ioannis Iñigez a Lequerica, 1604]. 0104. Mas. Otro dicho. Partos Poeticos. [No identificado] 0105. Mas. Otro dicho Elogios de los Patriarcas. [Posiblemente se refiera a: TESAURO, Emanuele. Elogia Patriarcharum, et Christi Jesu Dei hominis. Moguntiae, [s.n.], 1665]. 0106. Mas. Otro dicho Gramatica francesa. [No identificable] 0107. Mas. Otro dicho pequeño dela misma gramatica. [No identificable] 0108. Mas. Uno titulado Orazio. [Pensamos que podría referirse a: VILLEN DE BIEDMA, Juan. Q. Horacio Flacco... Sus obras con la declaracion Magistral en lengua castellana por el Doctor Villen de Biedma. Granada: por Sebastian de Mena: a costa de Iuan Diez, 1599]. [Véase: Antonio, I, 796]. 0109. Mas. Otro en 8°. Retiro espiritual. [No identificable] 0110. Mas. Otro del mismo tamaño. Copia verborum.

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[Quizá se refiera a: ERASMO. De copia verborum, et rerum libri duo. Compluti, 1525]. [Palau, V, 77]

0111. Mas. Otro id. Universal. Gramatica Griega. [No identificable] 0112. Mas. Otro id. Gratulatio. [[Posiblemente pueda referirse a: LARRAZ, Blas. Gratulatio dicta ad Academiam Cervasiensem XII Kal. Martius ann MDCCLIII, ob decretam magisterii sui vacationem Don Emmanueli Joven et Trigo... [S.l, [s.n.], 1753 (Cervariae Lacetanorum). Typ. Acad. apud Josephum Barbér, &. Soc.] 0113. Mas. Otro en 4°. Titulado Ferrusola. [Pedro FERRUSOLA. Véase: Sommervogel, III, 699-702] 0114. Mas. Otro dicho. Filiverto Baya. [Filiberto BALLA. Véase: Sommervogel, I, 841-843] 0115. Mas. Uno pequeño particulas de oracion Latina. [TORSELLINO, Orazio. Particulae latinae orationis ab Horatio Tursellino collectae. Patavii, Ex Typographia Seminarii, Apud Jo. Manfré, 1742]. 0116. Mas. Otro tambien pequeño. Cuculio. 0117. Mas. Otro dicho Balerio Maximo. [Podría referirse a: LOPEZ, Diego. Los nueve libros de los exemplos y virtudes morales de Valerio Maximo traduzidos y comentados en lengua castellana por Diego Lopez... (En Madrid: en la imprenta del Reino: a costa de Antonio Ribero... 1647)]. [Véase: Antonio, I, 294]. [Quizá pueda referirse a la siguiente edición: Valerii Maximi dictorum factorumque memorabilium libri IX. Interpretatione et notis illustravit Pet. Jos. Cantel, e Societate Jesu... Parisiis, apud Viduam Claudii Thiboust et Petrum Seclassan, 1679]. [Sommervogel, II, 690] 0118. Mas. Tres dichos Fabulas de Ysopo. [Quizá se refiera a la siguiente edición. ESOPO. Las fabulas del clarisimo y sabio fabulador Isopo a las quales agora se añadina algunas nueuas... aqui nunca vistas ni imprimidas. Con su vida, maneras, costumbres y muerte, y mas vna Table de lo que neste libro va declarado. Amberes, 1546]. [Palau, V, 119] 0119. Mas. Otro dicho de rito delos romanos.

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[Posiblemente se refiera a: NIEUPOORT, Willem Hendrik. De ritibus romanorum. S.l., s.n., [1723]]

0120. Mas. Otro dicho Cornelio Nepote. 0121. Mas. Otro dicho Oraciones Electas delos padres de la Compañía. [Selectae patrum Societatis Jesu orationes. Genevae, Excudebat Joannes Baptista Lertius, 1742]. 0122. Mas. Otro dicho Historia fabulosa de los Dioses. [POMEY, François-Antoine. Panteon Mytico ó Historia fabulosa de los dioses, escrita en lengua latina por el R. P. Francisco Pomey de la C. de Jesus; traducida al castellano... por D. Lorenzo Díaz de la Madrid. [Madrid], [Joachin Ibarra] 1764]. 0123. Mas. Otro dicho Diurno veneciano. [No identificable] 0124. Mas. Otro dicho confesor practicamente instruido. [Quizá se refiera a: SEÑERI, Pablo. El confesor instruido y el penitente instruido para confesarse bien por el P. Pablo Señeri y traducido del toscano en español por don Juan Espinola. Madrid, 1756]. [Véase, Sommervogel, III, 327-328]. 0125. Mas. Otro dicho Quinto Cursio. [Quizá se refiera a: CURCIO RUFO, Quinto. Q. Cvrtii De rebvs gestis Alexandri Magni Regis Macedonvm, libri decem... Ad haec Alexandri Magni vitam ab Ioanne Monacho... Lvgdvni, apud Ioannem Frellonium, 1555]. [Biblioteca General e Histórica de la Universitat de Valencia, I, 372. Antonio, II, 2]. 0126. Mas. Otro dicho. Terencio. 0127. Mas. Otro dicho. Prosodia Bonaniense. [RICCIOLI, Juan Bautista. Prosodia bononiensis reformata et ex duabus tomis in unum ab ipso authore redacta. P. Joanne Baptista Ricciolio Societatis Jesu. Un tomo nuevo en octavo; pasta. En Venecia con permiso, 1707]. [Sommervogel, VI, 1797] 0128. Mas. Otro dicho. Thorre flores de Ylustres Poetas. [Son varios los autores que se pueden mencionar pero aducimos sin ninguna certeza a MIRANDOLA, Ottaviano. Illustrium poetarum flores, per Octauianum Mirandulam collecti, & in locos communes digesti. Nunc omnia diligenter recognita & emendata. Basileae: typis Conradi WaldkirchI, 1608].

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0129. Mas. Otro dicho. Historia General delas Yndias. [Quizá se refera a: HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio de. Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Oceano, escrita por Antonio de Herrera, Cronista Mayor de su Magestad de las Indias y Cronista de Castilla y Leon. Madrid, en la Oficina de Nicolás Rodríguez Franco, 1730]. 0130. Mas. Otro dicho. De Omero. [HOMERO. Obra no identificable] 0131. Mas. Otro dicho. Historia de Fustino. [Podría referirse a: JUSTINO, Marco Juniano. De Historiis Philippicis et totius mundi originibus Justinus; interpretatione et notis illustravit Petrus Josephus Cantel è Societate Jesu. Parisiis: apud Fredericum Leonard, 1667]. [Catálogo de la Real Biblioteca, t. XII, 305] 0132. Mas. Otro dicho. Julio Cesar. [Quizá podría referirse a: CESAR. C. Julii Caesaris de bello gallico comemtarii VII: A. Hircii de eodem liber octavus C. Caesaris de bello civili pompeiano commentarii III A. Hircii de bello Alexandrino lib. I. De bello Africano Lib. I De bello hispaniensi lib. I Cum scholiis Franc. Hotomani, Ful. Ursini, Ald. Manutii. Lugduni: Apud Bartholomaeum Vincentium, 1574]. 0133. Mas. Otro dicho. Del Padre Thomas de Kempis. [KEMPIS (THOMAS HEMERKEN A KEMPIS), Tomás. Operum Thomae Malleoli a Kempis, Canonici Regularis Ordinis D. Augustini Tomus Primus... Opera ac studio R. P. Henrici Sommalii e Societate Iesv. Antverpiae, Ex officina Typographica Martini Nvtii, MDCVI]. [Sommervogel, VII, 1378. Véase: DS, 15, 818-821] 0134. Mas. Otro dicho. Manual de Exercicios. [Quizá se refiera a: Tomás de VILLACASTIN. Manual de exercicios espirituales para tener oracion mental por el P. Thomas Villacastin de la Compañia de Jesus. En Cádiz, 1719]. 0135. Mas. Otro dicho. Oficio Parvo de Nuestra Señora. [No identificable] 0136. Mas. Otro dicho. Favores dela Virgen a sus Devotos. [VILLEGAS, Bernardino de. Favores de la Virgen Santissima a sus deuotos. Por el P. Bernardino de Villegas, de la Compañia de Iesvs... En Mvrcia, Por Luys Beros. Año de 1630]. [Sommervogel, VIII, 779].

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0137. [fol. 305] Mas. Un cuaderno de Retorica, y Poecia. [No identficable] 0138. Mas. Otro quaderno. Reveses al Estudiante pregunton. [No identificable] 0139. Mas. Otro dicho. De una carta Escrita en Paris. [No identificable] 0140. Mas. Un tomito de octavo. Virgilio en romanze. [Es difícil precisar el texto. VIRGILIO MARÓN, Publio. Sus obras traducidas en prosa castellana por Diego Lopez… Nuevamente. Corregido. Madrid : Rubio, 1721] 0141. Mas. Otro tambien en 8°. De Ovidio. [Quizá pueda referirse a la siguiente edición: OVIDIO NASON, Publio. Publii Ovidii Nasonis Operum tomus II. Amstelodami: typis Danielis Elzevirii: sumptibus Societatis, 1664]. 0142. Mas. Seis tomos de a folio obras del Padre Anacleto Reinfestuel. [REIFFENSTUEL, Anacleto. Jus Canonicum Universum clara methodo juxta titulos quinque librorum decretalium in quaestiones distributum, solidisque responsionibus, & objectionum solutionibus dilucidatum. Authore R. P. F. Anacleto Reiffenstuell, Ordinis Minorum. Venetiis, apud antonium Bortoli, 1726-1735]. 0143. Mas. Dos en 4°. Maior. Diccionario de Sobrino. [SOBRINO, Francisco. Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa. Dos partes en dos tomos en cuarto, marca mayor; pergamino, nuevos. Por Francisco Sobrino. En Bruselas con aprobación, 1751]. [Palau, XXI, 340] 0144. Mas. Tres en 4°. Estrada Poblacion de España. [ESTRADA, Juan Antonio de. Poblacion general de España, historia chronologica sus tropheos, blasones, y conquista, heroycas... Madrid, Imprenta del Mercurio, 1748]. 0145. Mas. Dos tomos. Flos Santorum de Rivadeneira. [RIBADENEYRA, Pedro de. Flos Sanctorum, o Libro de las vidas de los Santos. Dirigido a la Reyna de España D. Margarita de Austria, ñra. Señora. Primera parte En la qual se contienen las vidas de Christo nuestro Señor, y de su Santissima Madre, y de todos los Santos de que reza la Iglesia Romana, en los seys primeros meses del Año. En Madrid, por Luis Sanchez, 1599] [Sommervogel no cita la edición de 1661. La Segunda Parte fue editada en 1601] [Sommervogel, VI, 1738]

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0146. Mas. Dos dichos. Derechos Canonico de Murillo. [MURILLO VELARDE, Pedro. Cursus Juris canonici, hispani et indici, in quo, juxta ordinem titulorum Decretalium non solum Canonicae Decisiones afferuntur, sed insuper additur, quod in nostro Hispaniae Regno, et in his Indiarum Provinciis Lege, consuetudine, privilegio, vel praxi statutum, et admissum est. Opus sane utile juris studiosis, quod maximi Imperii Regum maximo Philippo V. Hispaniarum Regi Catholica et Indiarum Imperatori potentissimo D. O. C. Q. minimae Societatis minimus Sacerdotum P. Petrus Murillo Velarde, in oppido Laujar Regni Granatensis natus. Olim in Granatensi Imperiali Regia Academia imperialis D. Michaelis Collegii Alumnus: deinde in Salmantino celeberrimo Lycaeo Collegii Majoris Conchensi violacea condecorato toga; et demum in Pontificia, ac Regia Societatis Universitate Manilana Sacrorum Canonum prius deinde Sacrae Theologogiae Cathedrarum Moderator. Matriti, ex typographia Emmanuelis Fernandez, Anno 1743. 2 vols]. [Sommervogel, V, 1455] 0147. Mas. Otro. Historia del Corazon de Jesus. [LOYOLA, Juan de. Historia de la devocion al Sagrado Corazon de Jesus, en la vida de la venerable Madre Margarita Maria, Religiosa de la Visitacion de Santa Maria, del Monasterio de Paray-Le-Monial en Charolois. Escrita en Frances por el Illustrissimo Señor Don Juan Joseph Languet, Obispo de Soissons, de la Academia Francesa, traducida en nuestro idioma por el Padre Juan de Loyola de la Compañia de Jesus, Maestro de Theologia, y al presente Instructor de los Padres de la tercera probacion de la Provincia de Castilla. En Salamanca, por Antonio Joseph Villagordo. Año de 1738]. [Sommervogel, V, 127]. 0148. Mas. Otro. Arderquin. Theologia tripartita. [ARSDEKIN ó ARCHDEKIN, ó ARCHDEACON, Richard. R. P. Richardi Arsdekin, Soc. Jesu Theol. Professoris Theologia tripartita universa, Complectens nunc Bibliothecam perfectam Viri Ecclesiastici, ordine sequenti. Tomus primus. Controversiae Heterodoxae ac Scholasticae. Cum speciali Notitia rerum Modernarum et Chronologia totius Monarchiae sacrae, et saecularis Pontificum, Conciliorum, et. Haeresum omnium ac Propositionum damnatarum. Mundi sex aetatum. Quatuor illius Partium, ertc., in fine hujus Tomi I.- Tomus secundus. Pars I. Theologia speculativa brevi Methodo integre comprehensa. Cum quaestionibus novis indicatis, et modernis Pontificum Decretis integre expressis.- Tomi II, Pars II. Theologia practica unviersa. Cum adjuncta in fine Notitia Juris Canonici, Civilis, Philosophiae, Fori

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Ecclesiastici ac Scriptorum in singulis catalogo. Tomus tertius. Appartatus practicus por omni prorsus funcione Viri Ecclesiastici, concione per annum, tota Cathechesi, qualibet Assistentia aegris, et sanis praxi Meditationum, Ritibus Sacramentorum, etc. Editio haec novissima jussu S. Congregationis revisa et correcta. Coloniae, Sumptibus Henrici Rommerskirchen, MDCCXXX]. [Sommervogel, I, 520].

0149. Mas. Uno en 4°. Sermones de Elso. [ELSO, Jerónimo de. Sermones Varios, Obra Posthuma del Padre Geronimo de Elso, de la Compañia de Jesus, en la Provincia de Lima, Reyno del Perù, que dà à luz su fiel amigo D. Diego Portales y Meneses. Y la dedica a la castissima Virgen y fragante flor de la Iglesia Santa Rosa de Lima. Año 1731. En Madrid]. [Uriarte-Lecina, II, 485]. 0150. Mas. Otro dicho de Banhorc conciones. 0153. Mas. Otro dicho. Elogios de Coadjutores. [OVIEDO, Juan Antonio de. Elogios de muchos hermanos coadjutores de la Compañia de Jesus, que en las quarto (sic) partes del Mundo han florecido con grandes creditos de Santidad. Recogiolos de muchos autores el Padre Juan Antonio de Oviedo de la misma Compañia. Prefecto de la Ilustre Congregacion de la Purissima, y Calificador del Santo Oficio. Primera parte, en que se contienen los seis primeros meses del año; y los dedica A sus Carissimos Hermanos Coadjutores de toda la Compañia, y especialmente a los de esta Provincia de Nueva España. En Mexico en la Imprenta de la Viuda de D. Joseph Bernardo del Hogal. Año de 1755]. [Sommervogel, VI, 49]. 0154. Mas. Otro Descartes. Viaje del mundo. [DANIEL, Gabriel. Viage de el mundo de Descartes, escrito en Frances por el P. Gabriel Daniel, de la Compañia de Jesus. Trducido por D. Juan Baptista de Ibarra. Segunda edicion añadida en mas de una tercera parte. Madrid, s. d., imprenta del Reyno]. [Sommervogel, II, 1797]. 0155. Mas. Otro. Vida del Padre Zapata.3 [No identificada] 0156. Mas. Otro. Vida del Padre Francisco Geronimo.

3 Sommervogel, VIII, 511 dice qu el P. Antonio Vázquez (1579-1670) escribió la Carta de edificación del P. J. Zapata.

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[FRIAS, Manuel Antonio. Vida del Venerable apostolico Varon Padre Francisco de Geronimo, de la Compañia de Jesvs. Escrita en italiano, y en Latin por los PP. Simon Bañati, y Carlos de Bonis. Y traducida en Español por el Padre Manuel Antonio de Frias, todos de la misma Compañia... En Madrid, en la Oficina de Don Gabriel del Barrio. Año de MDCCXXXIX]. [Sommervogel, III, 976-977].

0157. Mas. Otro. Vida del Padre Valdenusi. [GALLUZZI, Francisco María. Vita del Venerabile Servo di Dio P. Antonio Baldinucci della Compagnia di Giesù Missionario. Scritta dal P. Francesco Maria Galluzzi Sacerdote della medesima Compagnia... In Roma, MDCCXXXVI]. [Sommervogel, III, 1136]. 0158. Mas. Otro. Valdés. Oraciones. Panegiricas. [VALDÉS, Diego. Oracion panegyrica que, en las annuales honras, que el Colegio Mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalà consagra à la siempre viva memoria de su Santo Amo y Fundador el eminentissimo señor D. Fray Francisco Ximenez de Cisneros, dixo el Padre Diego Valdes ... sacala a luz el Lic. D. Joseph María Garcia Briones, 1755]. 0159. Mas. Otro. Reglas de Canto llano. [Quizá se refiera a: FUENTE, Joseph de la. Reglas de Canto llano. Sevilla, por d. Pedro Joseph Díaz [1742?]. 0161. Mas. Un Concilio de Trento. [No identificable] 0162. Mas. Veinte y un quadernos Manuscritos de varios tratados theologicos. 0163. Mas. Un Monton de libros pasados de comejen, y polilla, y los mas de ellos desquadernados con muchas foxas sueltas, y divididas sin poderse convinar en que se expuso por el Señor Thesorero deverse comprehender nueve quadernos de diferentes cosas: Quarenta y siete tomitos de varios tratados en ytaliano, francés, y español: Quinze mas en dozavo, y otros cinco libros que sin expresion de titulos, se ymbentariaron al tiempo dela execucion de este colegio, porque desde entonces se hallaban quasi inútiles.

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Libros encontrados demás. 0164. Primeramente la Historia del Pueblo de Dios en veinte y cinco tomos de á 4°. [BERRUYER, Isaac José. Historia del Pueblo de Dios, desde su origen, hasta el Nacimiento del Messias: sacada solamente de los Libros Santos, o el Sagrado Texto de los Libros del Antigo Testamento, reducido a un cuerpo de Historia. Escrita en el Idioma Frances por el P. Isaac Joseph Berruyer, de la Compañia de Jesvs. Y traducida al Español por el P. Antonio Espinosa de la misma Compañia, Segun la ultima edicion corregida y aumentada por el autor. Dedicada a la Catholica Magestad de Nuestro Rey, y Señor D. Fernando Sexto (que Dios guarde) Tomo I. Segunda edicion en castellano. En Madrid: En la Imprenta de D. Gabriel Ramirez, Criado de la Reyna Viuda nuestra Señora. Año de MDCCLI. [Uriarte-Lecina, II, 521-522. Véase: Sommervogel, I, 1358 y ss]. 0165. Mas cinco tomos tambien de á 4°. Sermones va- [fol. 305vto.] varios del Padre Gama. [GAMA, Simon da. Sermoens de varias celebridades. Lisboa, 1706-1715]. [Sommervogel, III, 1148]. 0166. Mas. Una carta Pastoral del mismo tamaño. Escrita por el Arzobispo a Francisco Valero. [VALERO Y LOSA, Francisco. Carta pastoral del... Señor Don Francisco Valero y Lussa, Arzobispo de Toledo... en que manifiesta á... sus subditos los motivos, que ay para temer, que la ignorancia de las verdades que se hace juicio, para que todos, en quanto les sea posible, soliciten el remedio. [S.l. : s.n., s.a.] 0167. Mas. Un Diurno en 8°. [No identificable] 0168. Mas. Un tomo en 4º. Del Cronicon [Quizá pudira referirse a: DELFO, Adricomio. Chronicon del Christiano Adricomio Delfo traducido de latin en español por Don Lorenzo Martinez. Un tomo en 4º; pergamino, maltratado. En Pamplona con aprobación y licencia. Año de 1721]. [José Simón, XIV, 335]. 0169. Mas. Un tomo en 8°. Titulado la Flor Latina. [POMEY, François Antoine. Flos Latinitatis, ex auctorum Latinae linguae principum monumentis excerptus, et tripartito, verborum, nominum, & particularum ordine, in hunc digestus libellum, cui, prima editio nuper inscripserat pro titulo, Pomariolum Latinitatis. Auctore P. F. P. e

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Societate Iesu. Lugduni, apud viduam P. Muguet in vico nouo, prope ab Collegio primario Soc. Iesu, 1666]. 0170. Mas. Otro Tambien en 8°. Doctrina de Jesuchristo. [Posiblemente se refiera a: AVANCINUS, Nicolás. Vita et doctrina Jesu Christi ex quatuor Evengelistis collecta: Et in meditationum materiam ad singulos totius anni dies distributa. Conimbricae. Ex typ In regale Artium Collegio Soc. Jesu, Anno Domini 1739] [Sommervogel, I, 674. Biblioteca de Córdoba, 68-69] 0171. Mas. Otro dicho San Ygnacio de Loyola. [No identficable] 0172. Mas. Otro dicho Confesor instruido. [SEÑERI, Pablo. El confesor instruido y el penitente instruido para confesarse bien por el P. Pablo Señeri y traducido del toscano en español por don Juan Espinola. Un tomo /fol. 54/ en cuarto; pergamino, nuevo. En Madrid con aprobación y licencia, 1756]. [Sommervogel, III, 327-328] 0173. Mas. Tres dichos Theologia dela fe. [Quizá podría referise a: WALT, Jean. SS. theologia divinae fidei revelatis subnixa principijs, D. Augustini sacris firmata auctoritatibus, publicis propunata disputationibus, ab admodum reverendo, nobili, ac doctissimo domino, P. Amando Ignatio Hoffman, Bohemo Pontensi, AA.LL. et philosophiae magistro,... candidato. Praeside reverendo, ac eximio patre, P. Joanne Walt, e Societate Jesu... In alma, Caesarea regiaque universitate Carolo-Ferdinandea Pragensi, anno 1674... Pragae, typis universitatis Carolo-Ferd. in Collegio Societatis Jesu, ad S. Clementem, [1674]]. 0174. Mas. Otro dicho Roma antigua y moderna. [No identficable] 0175. Mas. Un sumario tambien en 8°. [No identficable] 0176. Mas. Un tratado del Espiritu Santo del mismo tamaño. [No identficable] 0177. Mas. Un tomo en 4°. Concilio Lateranense. [Quizá pudiera referirse a: Concilium Lateranense Stephani III ADCCLXIX. Nunc primum in lucem editum... opera et studio Cajetani Cennii. Romae, Ex Typographia Vaticana, MDCCXXXV]. 0178. Mas. Dos tomos en 8°. Gramatica española, y francesa. [No identficable]

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0179. Mas. Otra del mismo tamaño del Padre Francisco Pomey. [POMEY, Francisco. Novus Candidatus Rhetoricae altero se candidior comptiorque, non Aphthonii solum Progymnasmata ornatius concinnata, sed Tullianae etiam rhetoricae praecepta clarius explicata, repraesentans, studiosis eloquentiae candidatis: Accessit nunc primum dissertatio de Panegyrico; Auctore P. Francisco Pomey. Lugduni, Apud Antonium Molin, MDCLXXII]. [Sommervogel, VI, 981]. 0180. Mas. Otro dicho Historia del Ymperio Romano. [No identficable] 0181. Mas. Otro dicho Constituciones, y Decretos Apostolicos. 0182. Mas. Otro dicho. Methodo geografico. [Posiblemente se refiera a: FRANÇOIS, Jean. Methodo geografico facil, donde se demuestra el modo de govierno de todos los paises, sus qualidades, las costumbres de sus habitantes, con otras cosas curiosas... Primera parte compuesto en idioma frances por M. François, tr. en lengua española, e ilustrado considerablemente por D. Juan Manuel Giron. Impreso en Paris, a costa de Pedro Gendron, 1754]. 0183. Mas. Otro dicho.Esplicacion de Silavas. [Posiblemente se refiera a: Explicacion de la Sylaba, con las reglas de las ultimas Sylabas: Generos de versos, y pies en verso heroyco. Con Licencia. En Cordoba en la Imprenta de Don Juan Rodriguez de la Torre, Calle de la Librería. 0184. Mas. Otro dicho del Padre Mathias Himbah. [HEIMBACH, Matías. Cathecismus christiano-catholicus in cathedram concionatoriam elevatus. Authore R. P. Mathia Heimbach. Con licencia en Colonia Agripina: el primero, año de 1737]. [Sommervogel, IV, 222] 0185. Mas. Otro dicho Oficios de Semana Santa. [No identificable] 0186. Mas. Un tomo en 4°. Noticias Morales. [Pensamos que se refiere a: ROSIGNOLI, Carlos Gregorio. Noticias memorables de los exercicios espirituales de San Ignacio de Loyola Fundador de la Compañía de Jesus. Madrid, 1730] [Sommervogel, VII, 149]. 0187. Mas. Otro dicho. La juventud triunfante. [Se discute si el autor es el P. Luis de Losada o el P. José Francisco de Isla. IHS. La juventud trionfante, representada en las Fiestas, con que celebrò el Collegio Real de la Compañia de Jesus de Salamanca la

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Canonizacion de San Luis Gonzaga, y San Stanislas Kostka, y con que aplaudiò la Proteccion de las Escuelas Jesuiticas, assignada a San Luis Gonzaga por Nuestro SS. Padre Benedicto XIII. Obra escrita por un Ingenio de Salamanca, y dada a la stampa de orden del Señor D. Rodrigo Cavallero y Llanes ... En Salamanca, por Eugenio Garcia de Honorato y San Miguel, s. a. [La aprobación es de 1727]. [Sommervogel, V, 28 y IV, 655-656].

0188. Mas. Otro dicho. Ynstituciones dialecticas del Padre Lozada. [LOSSADA, Luis de. Institutiones dialecticae ad primam partem breviati philosophici cursus pertinentes. Authore R. P. Ludovico de Lossada e Societate Jesu, in Regio Salmanticensi Collegio Theologiae Professore, et Sacrae Scripturae interprete. Salmanticae: Ex Typographia Antonii Villagordo. Anno 1743]. [Sommervogel, V, 28]. 0189. Mas. Otro: Antidoto para solizitantes. [Franciso RÁVAGO. Antídoto para solicitantes. Villagarcía, 1760]. [Sommervogel, VI, 1496. 0190. Mas. Un librito endozado Exercicios espirituales. [LOYOLA, Ignacio de. Exercitia spiritualia S. P. Ignatii Loyolae. En: Litterae Apostolicae qvibvs Institvtio, Confirmatio, Et varia Priuilegia continentur Societatis Iesv. Antverpiae, Apud Ioannem Mevrsivm, MDCXXXV]. [Sommervogel, V, 63 y 81]. 0191. Mas. La historia del establecimiento de la Yglesia en seis tomos de a 4°. [MONTREVIL, (MONTEREUL), Bernardino de. Historia de los Principios, y Establecimiento de la Iglesia, desde el Nacimiento del Messias, Hasta la muerte de todos los Apostoles. Obra sacada principalmente de los Hechos Apostolicos... Reducida a un cuerpo seguido de Historia, por el P. Bernardino de Montrevil, de la Compañia de Jesus. Y su Continuacion hasta el fin de las Vidas de los Apostoles, tomada de las Memorias Eclesiasticas de Mr. Luis Sebastian Lenain de Tillemont. La traduce del Idioma Francès al Castellano otro Padre de la misma Compañia. En Madrid MDCCLIII]. [Uriarte, II, 312. Sommervogel, V, 1250-1251].

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Libros que faltan delos comprehendidos enel Ymbentario del Executor, y se ignora su paradero actual. 1.

Primeramente. Un tomo Luz de verdades Catholicas en folio.

Mas. Dos tomos en 4Â°. De Codorniu.

Mas. Un tomo de a folio Bluteau.

Mas. Un tomo en 4Â°. De obras de Segura.

Mas. Otro dicho. Sermones de Aguilar.

Mas. Otro dicho de a folio. Perteneciente al curso Salmatizense imbentariado.

Mas. Otro dicho. Historia de Mexico.

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Índices de la Biblioteca de Mompox

1. Autores

AGUILAR, José de. Sermones Varios, predicados en la civdad de Lima. ALMEIDA, Christóbal. Sermones varios que predicó el Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray Christóbal de Almeyda del Orden de San Agustín, Obispo de Martiria, 0077. AMAT DE GRAVESON, Ignatius Hyacinthus, 0023. ANDRÉS DE LA MADRE DE DIOS. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologiae Moralis, 0041k. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus primus comprehendens ab initio usque ad quaestiones de Trinitate, 0041a. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologicus Iuxta miran Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam, 0041c. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus II complectens de Trinitate omnes quaestiones, 0041b. ARISTÓTELES, 0097. ARSDEKIN ó ARCHDEKIN, ó ARCHDEACON, Richard. R. P. Richardi Arsdekin, Soc. Jesu Theol. Professoris Theologia tripartita universa, 0148.

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AVANCINUS, Nicolás. Vita et doctrina Jesu Christi ex quatuor Evengelistis collecta: Et in meditationum materiam ad singulos totius anni dies distributa, 0170. BAGNATI, Simon, 0057. BALLA, Filiberto, 0114. BANHORC, Conciones, 0150. BAÑOS Y SOTOMAYOR, Diego de. Constituciones Sinodales del Obispado de Venezuela y Santiago de León de Caracas, por el Ilustrísimo Señor Don Diego Baños, su Obispo, 0070. BARRADAS, Sebastian. R. P. Sebastiani Barradii, Olisiponensis, e Societate Iesv, Doctoris Theologi, In Eborensi Academia quondam sacrarum liter. professoris, Commentaria in Concordiam et Historiam Evangelicam, 0043. BAUCELLS, Francisco. Fuente mistica, y sagrada, del Paraiso de la Iglesia,... en que se explica... toda la Doctrina Christiana..., 0011. BAZORDA LARRAZABAL, Nicolas Xavier de. Holocausto fúnebre: parentación funesta, sacrificio luctuoso, que en las sumptuosissimas reales exequias... del muy alto, poderoso y magnanimo Monarcha el Sr. D. Phelipe V... 0080. BERNARDES, Manuel. Nova Floresta ou silva de varios apophtegmas e ditos sentenciosos espirituaes e moraes: com reflexoens, em que o util da doutrina fe..., 0015. BERNARDES, Manuel. Os ultimos fins do homem salvaçaõ e condenaçaõ eterna, 0015. BERRUYER, Isaac José. Historia del Pueblo de Dios, desde su origen, hasta el Nacimiento del Messias: sacada solamente de los Libros Santos, o el Sagrado Texto de los Libros del Antigo Testamento, reducido a un cuerpo de Historia, 0164. Biblia Sacra, y Concordancias, 0012. BLUTEAU, Rafael. Primicias evangelicas, ou, sermoens, e panegiricos, 0020. BONO Y CASASUS, Francisco. Quaresma entera, que contiene los Sermones de todas las Dominicas, y Ferias de Quaresma, 0083. BOURDALOUE, Louis. Conceptos, y reflexiones sobre diversos sujetos de religion, y de moral, 0038. Brebiarios, 0086. BURY, Guillaume. Romanorum Pontificum brevis notitia..., 0039. BUSENBAUM. [BUSENBAUM, Herman]. Medulla Theologiae resolvens casus conscientiae ex variis probatisque Authoribus concinnata a R. P. Hermano Busembaum, 0051. CALATAYUD, Pedro Antonio de. Cathecismo Practico, y mui util para la instruccion, y enseñanza facil de los Fieles, y para el uso, y alivio de los Señores Parrochos, y Sacerdotes, 0002e.

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CALATAYUD, Pedro Antonio de. Doctrinas Practicas, que suele explicar en sus Missiones el Padre Pedro de Calatayud, 0002a. CALATAYUD, Pedro Antonio de. Exercicios Espirituales, para los Eclesiasticos, y Ordenandos. Dispuestos con diez Doctrinas practicas, y con ocho Platicas para mañana y tarde. Añadese al fin una Doctrina practica de el modo facil, para que los Confessores puedan con expedicion recibir las Confessiones generales de los penitentes, 0002d. CALATAYUD, Pedro Antonio de. Juizio de los Sacerdotes, Doctrina practica, y Anatomia de sus conciencias, Dispuesta en seis Platicas, que suele hazer al Gremio Eclesiastico en sus Missiones, y una Instruccion que da un Ilustrissimo Señor Obispo, el M. R. P. Pedro de Calatayud, Maestro de Teologia... 0002c. CALATAYUD, Pedro Antonio de. Misiones y sermones del P. Pedro Calatayud de la Compañia de Jhesus, 0002b. CALVI, Donato. Propinomio evangelico, o Evangelicas resoluciones…, 0079. CARACCIOLI, Carmina P. Dominici Caraccioli e S. J. Panormitani olim in Panormitana Academia Rhetorices Professoris. Opus posthumum. 0064. CARRERAS RAMÍREZ Y ORTA, Juan Agustín. Doctrina christiana Catechistica,... Obra postuma sácala a pública luz Don Miguel Climente y Lastinos, 0082. CASINI, Francesco Maria. I Consigli della Sapienza o vero Raccolta delle massime di Salomone necessarie all’huomo per sauiamente procedere colle riflessioni sulle medesime massime…, 0088a. CASINI, Francesco Maria. Prediche dette nel palazzo apostolico da fra Francesco Maria Casini d’Arezzo cappuccino…, 0088b. CASSANI, Joseph. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America, 0067. CASTEJÓN, Agustín de. Funeral de Reyes, y Principes, y otros Sermones funebres, 0073e. CASTEJÓN, Agustín de. Glorias de la Virgen, predicadas en sus mas solemnes Festividades, 0073a. CASTEJÓN, Agustín de. Quaresma predicada a los Reales Consejos, 0073d. CASTEJÓN, Agustín de. Sermones varios repartidos en tres Tomos: Primero, Adviento y Quaresma, al Rey nuestro Señor, predicado en su Real presencia, o capilla. Segundo, Quaresma, predicada a los Reales Consejos. Tercero Funeral de Reyes, y principes, con otros assumptos fúnebres, 0073b. CATTANEO, Carlos Ambrosio. Opere del Padre Carl’ Ambrogio Cattaneo della Compagnia di Gesù, 0009. CENNI, Cayetano. Concilium Lateranense Stephani III ADCCLXIX. Nunc primum in lucem editum... opera et studio Cajetani Cennii, 0177.

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CESAR. C. Julii Caesaris de bello gallico comemtarii VII, 0132. CHIRINO DE SALAZAR, Fernando. Ferdinandi Qvirini de Salazar Conchensis, e Societate Iesv Theologi, et in Collegio Complvtensi Sacrarvm Literarum interpretis. Expositio. In Proverbia Salomonis, 0091. CICERÓN, Marco Tulio. Epistolae Familiares Marci Tullij Ciceronis, 0100a. CICERÓN, Marco Tulio. M. Tullii Ciceronis De officiis libri tres, 0100b. CLAUS, José Ignacio. Spicilegium concionatorum cum conceptis moralibus ad instruendam plebem in fide catholica et extirpanda vitia, 0001. CODORNIU, Antonio. Practica de la palabra de Dios en una quaresma entera con duplicadas y correspondientes doctrinas dirigida a los curas y ministros del Santo Evangelio, 0013. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae observantiae Cursus Theologicus iuxta miram Divi Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam, 0041h. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitiuae Obseruantiae Cursus Theologicus Iuxta Miram Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Nonus, 0041i. Compendio del Ynstituto de la Compañía, 0085. Concilio de Trento, 0161. Constituciones et decreta Apostolica, 0037. Constituciones, y Decretos Apostolicos, 0181. CORNELIO NEPOTE, 0120. CREMONA, Giovanni Giuseppe. Orazioni panegiriche…, 0069. Cuaderno de Retorica, y Poecia, 0137. CUCULIO, 0116. CURCIO RUFO, Quinto. Q. Cvrtii De rebvs gestis Alexandri Magni Regis Macedonvm, 0125. DANIEL, Gabriel. Viage de el mundo de Descartes, 0154. De una carta Escrita en Paris, 0139. DELFO, Adricomio. Chronicon del Christiano Adricomio Delfo traducido de latin en español por Don Lorenzo Martinez, 0168. DELVAUX, André. Andreae Vallensis Vulgo del Vaulx [sic] Andanensis I. V. D. ... Paratitla Iuris Canonici Siue Decretalium D. Gregorii Papae IX ... Opus Nouum, Scholae, Ac Foro et Decretris Concilii Tridentini accomodatum, 0053. Diccionario Latino Galico, 0087. Diurno veneciano, 0123. Diurno, 0167. Doctrina Christiana en Portugues, 0032. DOMINGO DE SANTA TERESA. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus IIII. ab initio Primae Secundae usque ad quaestionem LXX, 0041d.

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DOMINGO DE SANTA TERESA. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus V. a quaestione LXXI usque ad quaestionem LXXXIX, 0041e. DREWS (DREVUS), Juan. Fasti Societatis Jesu: res et personas memorabiles ejusdem Societatis per singulos anni dies repraesentantes…, 0084. ECHARD, Lorenzo. Diccionario Geographico, o descripcion de todos los Reinos, Provincias, Yslas, Patriarchados, Obispados, Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades imperiales, Puertos, Fortalezas y otros lugares considerables de las quatro partes del mundo, 0024. ELSO, Jerónimo de. Sermones Varios, Obra Posthuma del Padre Geronimo de Elso, de la Compañia de Jesus, en la Provincia de Lima, Reyno del Perù, que dà à luz su fiel amigo D. Diego Portales y Meneses, 0149. ERASMO. De copia verborum, et rerum libri duo, 0110. ESOPO. Las fabulas del clarisimo y sabio fabulador Isopo, 0118. ESTRADA, Juan Antonio de. Poblacion general de España, historia chronologica sus tropheos, blasones, y conquista, heroycas..., 0144. Explicacion de la Sylaba, con las reglas de las ultimas Sylabas: Generos de versos, y pies en verso heroyco, 0183. FERNÁNDEZ, Nicolás. Sermones, 0017. FERRUSOLA, Pedro, 0113. FIDELI (FEDELE), Benedicto. Theoremata moralia decerpta ex psalm. XXII de augustissimo Eucharistiae Sacramento, 0046. FRANCIOSINI, Lorenzo. Vocabulario español e italiano, 0033. FRANCISCO DE SANTA MARÍA. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... 0026a. FRANCISCO DE SANTA MARÍA. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria, 0026b. FRANCISCO DE SANTA MARÍA. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... terceira parte... 0026c. FRANCO DE SAN BASILIO, Juan. Copia de vn papel que ... Iuan Franco de San Basilio ... escrivio a Don Melchor de Cabrera Nuñez de Guzman... sobre que saque a la luz el Discurso ... con titulo de Blason primero y mayor de los que forman la corona de la Imperial y Coronada Villa de Madrid por Madre y Patria del Glorioso San Damaso ... 0008b. FRANCO DE SAN BASILIO, Juan. Oración evangelica... que consagró a María Santissima en su imagen de la Buenaventura el monasterio de San Basilio Magno... por acción de gracias al milagroso... 0008a. FRANÇOIS, Jean. Methodo geografico facil, donde se demuestra el modo de govierno de todos los paises, sus qualidades, las costumbres de sus habitantes, con otras cosas curiosas, 0182. FRIAS, Manuel Antonio. Vida del Venerable apostolico Varon Padre Francisco de Geronimo, de la Compañia de Jesvs. Escrita en italiano, y en

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Latin por los PP. Simon Bañati, y Carlos de Bonis. Y traducida en Español por el Padre Manuel Antonio de Frias, 0156. FUENTE, Joseph de la. Reglas de Canto llano, 0159. GALLUZZI, Francisco María. Vita del Venerabile Servo di Dio P. Antonio Baldinucci della Compagnia di Giesù Missionario, 0157. GAMA, Simon da. Sermoens de varias celebridades, 0165. GARAU, Francisco. Declamaciones Sacras, politicas y morales sobre todos los Evangelios de la Quaresma con los assuntos ocrrentes de limosna, S. Matias, Santo Thomas, Encarnacion Dolores, Soledad, Patrocinio de la Virgen Santissima, y del Mandato, 0045c. GARAU, Francisco. Deiparae elucidatae ex utriusque Theologiae placitis SS. PP. ac Sacrae Paginae luminibus ad splendorem, 0045d. GARAU, Francisco. El Sabio instruido de la gracia en varias maximas, o ideas evangelicas, politicas i morales, con sus indices mui copiosos, i variedad de Assumptos predicables, para todos los Evangelios del año, 0045a. GARAU, Francisco. El Sabio instruido de la naturaleza en quarenta maximas politicas y morales ilustradas con todo genero de erudicion sacra y humana, 0045b GIL BECERRA, Benito. Paraiso de oraciones sagradas, 0066. GINTHER, Anton. Speculum amoris et doloris in Sacratissimo ac Divinissimo Corde Jesu Incarnati, Eucharistici et crucifixi, Orbi christiano propositum, 0094. Gramatica española, y francesa, 0178. Gramatica francesa, 0106. Gramatica francesa, 0107. Gramatica Griega, 0101. HEIMBACH, Matías. Cathecismus christiano-catholicus in cathedram concionatoriam elevatus, 0184. HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio de. Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Oceano, 0129. Historia del Ymperio Romano, 0180. Historia Romana, 0099. HOEHN, Nicolás. Summula theologica, sive theses selectae de Deo uno et trino per theoremata et reflexiones adversarias succinte explicatae, 0062. HOMERO, 0130. Institutum Societatis Jesu ex Decreto Congregationis Generalis Decimae Quartae meliorem in ordinem digestum, auctum, ac denuo recusum, 0018. Institutum Societatis Jesu, Auctoritate Congregationis Generalis XVIII meliorem in ordinem digestum, auctum et recusum, 0018. JOSEPH DELA CONCEPCION. Sermones varios, 0075. JUAN DE LA ANUNCIACION. De Sacramentis in communi et Eucharistia, 0041i.

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JUAN DE LA ANUNCIACIÓN. De Sacramentis in communi et Eucharistia, 0041j. JUAN DEL NACIMIENTO. Sermones, 0016. JUSTINO, Marco Juniano. Justino Abreviador de la historia de Trogo Pompeyo, 0131. KEMPIS (THOMAS HEMERKEN A KEMPIS), Tomás. Operum Thomae Malleoli a Kempis, 0133. LACROIX, Claudio. R. P. Hermanni Busembaum Societatis Jesu, SS. Theologiae Licentiati Theologia moralis, nunc pluribus partibus aucta a R. P. Claudio Lacroix, 0050. LARRAZ, Blas. Gratulatio dicta ad Academiam Cervasiensem XII Kal. Martius ann MDCCLIII, ob decretam magisterii sui vacationem Don Emmanueli Joven et Trigo..., 0112. LASELVE, Zacharie. Annus apostolicus, continens conciones pro omnibus et singulis totius Anni Diebus Dominicis, 0005. LEONARDELLI, Annibal. Opere morali del Padre Annibale Leonardelli della Compagnia di Gesù…, 0090. LIENHARDT, Georg. Exhortator domesticus religiosam animam ad perfectionem excitans, seu Sermones ascetico-morales de officio hominis religiosi ad fratres religiosos intra parietes domesticos dicti…, 0031. LIMA, Manuel de. Ideas sagradas, e consagradas em varios sermones panegyricos... 0072. LOHNER, Tobías. Instructio practica septima. De Munere concionandi, exhortandi, catechizandi…, 0034. LOPEZ CUESTA, Luis. Epistolas del glorioso doctor de la Yglesia San Geronimo: repartidas en seis libros... 0063b. LOPEZ, Diego. Los nueve libros de los exemplos y virtudes morales de Valerio Maximo traduzidos y comentados en lengua castellana por Diego Lopez..., 0117. LOSSADA, Luis de. Institutiones dialecticae ad primam partem breviati philosophici cursus pertinentes, 0188. LOSSADA, Luis de. La juventud trionfante, representada en las Fiestas, con que celebrò el Collegio Real de la Compañia de Jesus de Salamanca la Canonizacion de San Luis Gonzaga, y San Stanislas Kostka, 0187. LOYOLA, Ignacio de. Exercitia spiritualia S. P. Ignatii Loyolae, 0190. LOYOLA, Ignacio de. Exercitia spiritvalia, 0065. LOYOLA, Juan de. Historia de la devocion al Sagrado Corazon de Jesus, en la vida de la venerable Madre Margarita Maria, Religiosa de la Visitacion de Santa Maria, del Monasterio de Paray-Le-Monial en Charolois, 0147. Manuale concionatorium exhibens quinquaginta alvearia, quorum unumquodque decem aellulis, aut praedicabilium argumentorum locis & sedibus, 0036.

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MANUEL DA ASSUNÇÂO. Sermones varios que pregou..., 0014. MARTÍNEZ DE LA PARRA, Juan. Luz de verdades catholicas y explicacion de la doctrina christiana, 0056. MASSILLON, Jean-Baptiste. Sermones, sobre diferentes Evangelios de quaresma, y acerca de diversos assumptos de la moral christiana, 0074. Meditaciones. 0022. MEJÍA, Pedro. Silva de varia lección, 0027. MOLINA, Juan de. Epistolas de San Geronymo, 0063a. MONTREVIL, (MONTEREUL), Bernardino de. Historia de los Principios, y Establecimiento de la Iglesia, desde el Nacimiento del Messias, Hasta la muerte de todos los Apostoles, 0191. MORÁN DE BUTRÓN, Jacinto (¿?). Creación del mundo en la Compañía de Jesús, 0006. MURILLO VELARDE, Pedro. Cursus Juris canonici, hispani et indici, in quo, juxta ordinem titulorum Decretalium non solum Canonicae Decisiones afferuntur, sed insuper additur, quod in nostro Hispaniae Regno, et in his Indiarum Provinciis Lege, consuetudine, privilegio, vel praxi statutum, et admissum est, 0146. NAVARRO Y AGUILAR, Matías Antonio. Sermones vespertinos cuadragesimales…, 0081. NEBRIJA, Antonio de. Vocabulario español-latino, 0019. NICOLAS DE DIJON. Panegirici sopra i Misteri di Nostro Signore…, 0078. NIEREMBERG, Juan Eusebio. Practica del Catecismo Romano, y Doctrina, sacada principalmente de los Catecismos de Pio V. y Clemente VIII. compuestos conforme al Decreto del santo Concilio Tridentino. Con las Divisiones, y Adiciones necessarias al cumplimiento de las obligaciones al cumplimiento de las obligaciones Christianas, para que se pueda leer cada Domingo, y dia de fiesta, 0025. NIEUPOORT, Willem Hendrik. De ritibus romanorum, 0119. NIEVES AVENDAÑO, José de. Pláticas doctrinales, y discursos morales, sobre todo el texto de la Doctrina Christiana. Catecismo manual, concionatorio de Señores Curas, y Padres de almas. Breve compendio de predicadores..., 0010. NOCETI, Carlos. Veritas vindicata sive permultae sententiae Auctorum Societatis Jesu a R. P. Daniele Concina in sua Theologia Christiana, Minus sincere relatae, suaeque integritati restitutae, 0096. Novissima Yn cronologia, 0047. Oficia Sanctorum, 0035. Oficio Parvo de Nuestra Señora, 0135. Oficios de Samana Santa, 0185. Ofizio de Semana Santa, 0040. OLERA, Tommaso de. Sermones, 0076.

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OVIDIO NASON, Publio. Publii Ovidii Nasonis Operum, 0141. OVIEDO, Juan Antonio de. Elogios de muchos hermanos coadjutores de la Compañia de Jesus, que en las quarto (sic) partes del Mundo han florecido con grandes creditos de Santidad, 0153. Partos Poeticos, 0104. PATRIGNANI, José Antonio. Menologio di pie memorie d’alcuni Religiosi della Compagnia di Giesù raccolte dal Padre Patrignani della medesima Compagnia, e distribuite per quei giorni dell’ anno, ne’ quali morirono, 0003. PETAU, Denis. Dionysii Petavii Avrelianensis e Societate Iesv. Rationarivm temporvm in partes dvas, Libros tredecim tributum... 0054. PINAMONTI, Pedro Juan, 0007. POMEY, Francisco. Novus Candidatus Rhetoricae altero se candidior comptiorque, non Aphthonii solum Progymnasmata ornatius concinnata, sed Tullianae etiam rhetoricae praecepta clarius explicata, repraesentans, studiosis eloquentiae candidatis, 0179. POMEY, François-Antoine. Flos Latinitatis, ex auctorum Latinae linguae principum monumentis excerptus, et tripartito, verborum, nominum, & particularum ordine, in hunc digestus libellum, 0169. POMEY, François-Antoine. Panteon Mytico ó Historia fabulosa de los dioses, escrita en lengua latina por el R. P. Francisco Pomey de la C. de Jesus; traducida al castellano... por D. Lorenzo Díaz…, 0122. POTESTA, Felice. Examen ecclesiasticum…, 0089. RÁVAGO, Francisco. Antídoto para solicitantes, 0189. REIFFENSTUEL, Anacleto. Jus Canonicum Universum clara methodo juxta titulos quinque librorum decretalium in quaestiones distributum, solidisque responsionibus, & objectionum solutionibus dilucidatum, 0142. Retiro espiritual, 0109. Reveses al Estudiante pregunton, 0138. RIBADENEYRA, Pedro de. Flos Sanctorum, o Libro de las vidas de los Santos, 0145. RICCIOLI, Juan Bautista. Prosodia bononiensis reformata et ex duabus tomis in unum ab ipso authore redacta, 0127. RODRÍGUEZ, Alonso. Exercicio de Perfecion, y virtudes cristianas, 0029. Roma Antigua y moderna, 0098. Roma antigua y moderna, 0174. ROSIGNOLI, Carlos Gregorio. Noticias memorables de los exercicios espirituales de San Ignacio de Loyola Fundador de la Compañía de Jesus, 0186. SALAS, Pedro de. Compendium Latino-Hispanum, utriusque linguae quasi lumen. Quo Calepini, Thesauri Henrici Stephani, Antonij Nebrisensis, Nizolij, Patris Bartholomaei Bravo, atque omnium optimae notae Authorum labores, et lucubrationes, perspicua brevitate continentur, illustrantur, clarescunt…, 0021.

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San Ygnacio de Loyola, 0171. SEGURA, Nicolás. Platicas panegyricas, y morales, sobre el cantico del Magnificat, 0028b. SEGURA, Nicolás. Sermones panegyricos en culto de la SSma. Virgen Maria Nuestra Señora, 0028a. Selectae patrum Societatis Jesu orationes, 0121. SEÑERI, Pablo, 0004. SEÑERI, Pablo. El confesor instruido y el penitente instruido para confesarse bien por el P. Pablo Señeri y traducido del toscano en español por don Juan Espinola, 0124. SEÑERI, Pablo. El confesor instruido y el penitente instruido para confesarse bien por el P. Pablo Señeri y traducido del toscano en español por don Juan Espinola, 0172. Sermones funebres, 0068. Sermones varios, 0058. SOBRINO, Francisco. Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa, 0143. SOLIS Y RIBADENEYRA, Antonio de. Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España, 0049. SUAREZ FIGUEROA, Ignacio. Comento de P. Ovidio Nason a los libros de los Tristes, Ponto y Carla a Livia, 0061. Sumario, 0175. TERENCIO, 0126. TESAURO, Emanuele. Elogia Patriarcharum, et Christi Jesu Dei hominis, 0105. THUCYDIDES. Thucydidis Atheniensis Historiae de bello Peloponnesiaco, libri octo, e Graeco sermone in Latinam linguam conuersi, a Vito Vvinsemio patr, 0092. TORSELLINO, Orazio. Particulae latinae orationis ab Horatio Tursellino collectae, 0115. Tratado del Espiritu Santo, 0176. Tratados theologicos. [Veinte y un quadernos Manuscritos], 0162. Tratados varios [en ytaliano, francés, y español], 0163. TURLOT, Nicolás. Thesaurus Doctrinae Christianae, 0048. Universal. Gramatica Griega, 0111. VALDÉS, Diego. Oracion panegyrica que, en las annuales honras, que el Colegio Mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalà consagra à la siempre viva memoria de su Santo Amo y Fundador el eminentissimo señor D. Fray Francisco Ximenez de Cisneros, 0158. VALERIO MÁXIMO. Valerii Maximi dictorum factorumque memorabilium libri IX, 0117.

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VALERO Y LOSA, Francisco. Carta pastoral del... Señor Don Francisco Valero y Lussa, Arzobispo de Toledo... en que manifiesta á... sus subditos los motivos, que ay para temer, que la ignorancia de las verdades que se hace juicio, para que todos, en quanto les sea posible, soliciten el remedio, 0166. VELASQUEZ, Juan Andrés. Maria immaculate concepta, 0093. Vida del Padre Zapata, 0155. VIEIRA (VIEYRA), Antonio. El V. P. Antonio de Vieyra de la Compañia de Jesus. Todos sus sermones, y obras diferentes, que de su original Portuguès se han traducido en Castellano, 0044. VIEYRA, Francisco. Voz ebangelica que nos mudos caracteres da estampa et si divulga. En cuarto. Sermones panegiricos festibos, funebres o quaressimaes o P. M. Fr. Francisco Vieyra, 0071. VILLACASTIN, Tomás de. Manual de exercicios espirituales para tener oracion mental…, 0134. VILLEGAS, Bernardino de. Favores de la Virgen Santissima a sus deuotos, 0136. VILLEN DE BIEDMA, Juan. Q. Horacio Flacco... Sus obras con la declaracion Magistral en lengua castellana, 0108. VIRGILIO MARÓN, Publio. Sus obras traducidas en prosa castellana por Diego Lopez…, 0140. VIRGILIO, 0095. VIRGILIO. Las obras de Publio Virgilio Maron, traduzido en prossa castellana por Diego Lopez..., 0059. VIRGILIO. Virgilio en romanze, 0060. VIVA, Domingo. Cursus Theologicus ad usum tyronum elucubratus et in quotidianis praelectionibus…, 0055. WALT, Jean. SS. theologia divinae fidei revelatis subnixa principijs, D. Augustini sacris firmata auctoritatibus, publicis propunata disputationibus, ab admodum reverendo, nobili, ac doctissimo domino, P. Amando Ignatio Hoffman, Bohemo Pontensi, AA.LL. et philosophiae magistro, ..., 0173. WINTHER, Johann. Institutionum anatomicarum secundum Galeni sententiam, ad candidatos Medicinae, libri quatuor, per Ioanem Guinterium Andernacum medicum, 0052. YÁÑEZ PARLADORIO, Juan. Ioannis Yañez Parladorii... Quotidianarum differentiarum sesquicenturia: cui vt commentarius in iustum cresceret volumen, adiectae sunt eiusdem authoris quaestiones duodeuiginti, & epistolae tres ad filios..., 0103. Ynstrucciones del derecho Eclesiastico viejo, 0102.

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2. Títulos

Andreae Vallensis Vulgo del Vaulx [sic] Andanensis I. V. D. ... Paratitla Iuris Canonici Siue Decretalium D. Gregorii Papae IX ... Opus Nouum, Scholae, Ac Foro et Decretris Concilii Tridentini accomodatum. DELVAUX, André, 0053. Annus apostolicus, continens conciones pro omnibus et singulis totius Anni Diebus Dominicis. LASELVE, Zacharie, 0005. Antídoto para solicitantes. RÁVAGO, Francisco, 0189. Biblia Sacra, y Concordancias, 0012. Brebiarios, 0086. C. Julii Caesaris de bello gallico comemtarii VII. CESAR, 0132. Carmina P. Dominici Caraccioli e S. J. Panormitani olim in Panormitana Academia Rhetorices Professoris. Opus posthumum. CARACCIOLI, Dominique, 0064. Carta pastoral del... Señor Don Francisco Valero y Lussa, Arzobispo de Toledo... en que manifiesta á... sus subditos los motivos, que ay para temer, que la ignorancia de las verdades que se hace juicio, para que todos, en quanto les sea posible, soliciten el remedio. VALERO Y LOSA, Francisco, 0166. Cathecismo Practico, y mui util para la instruccion, y enseñanza facil de los Fieles, y para el uso, y alivio de los Señores Parrochos, y Sacerdotes. CALATAYUD, Pedro Antonio de, 0002e. Cathecismus christiano-catholicus in cathedram concionatoriam elevatus. HEIMBACH, Matías, 0184. Chronicon del Christiano Adricomio Delfo traducido de latin en español por Don Lorenzo Martinez. DELFO, Adricomio, 0168. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologiae Moralis. ANDRÉS DE LA MADRE DE DIOS, 0041k. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae Observantiae, Cursus Theologicus Iuxta miran Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS, 0041c. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitivae observantiae Cursus Theologicus iuxta miram Divi Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam, 0041h. Collegii Salmanticensis FF. Discalceatorum B. Mariae de Monte Carmeli Primitiuae Obseruantiae Cursus Theologicus Iuxta Miram Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Nonus, 0041i. Comento de P. Ovidio Nason a los libros de los Tristes, Ponto y Carla a Livia. SUAREZ FIGUEROA, Ignacio, 0061. Commentaria in Concordiam et Historiam Evangelicam. BARRADAS, Sebastian, 0043.

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Compendio del Ynstituto de la Compañía, 0085. Compendium Latino-Hispanum, utriusque linguae quasi lumen. Quo Calepini, Thesauri Henrici Stephani, Antonij Nebrisensis, Nizolij, Patris Bartholomaei Bravo, atque omnium optimae notae Authorum labores, et lucubrationes, perspicua brevitate continentur, illustrantur, clarescunt…SALAS, Pedro de, 0021. Conceptos, y reflexiones sobre diversos sujetos de religion, y de moral. BOURDALOUE, Louis, 0038. Concilio de Trento, 0161. Concilium Lateranense Stephani III ADCCLXIX. Nunc primum in lucem editum... opera et studio Cajetani Cennii. CENNI, Cayetano, 0177. Conciones. BANHORC, 0150. Constituciones et decreta Apostolica, 0037, 0181. Constituciones Sinodales del Obispado de Venezuela y Santiago de León de Caracas, por el Ilustrísimo Señor Don Diego Baños, su Obispo. BAÑOS Y SOTOMAYOR, Diego de, 0070. Copia de vn papel que ... Iuan Franco de San Basilio ... escrivio a Don Melchor de Cabrera Nuñez de Guzman ... sobre que saque a la luz el Discurso ... con titulo de Blason primero y mayor de los que forman la corona de la Imperial y Coronada Villa de Madrid por Madre y Patria del Glorioso San Damaso... FRANCO DE SAN BASILIO, Juan, 0008b. Creación del mundo en la Compañía de Jesús. MORÁN DE BUTRÓN, Jacinto (¿?), 0006. Cuaderno de Retorica, y Poecia, 0137. Cursus Juris canonici, hispani et indici, in quo, juxta ordinem titulorum Decretalium non solum Canonicae Decisiones afferuntur, sed insuper additur, quod in nostro Hispaniae Regno, et in his Indiarum Provinciis Lege, consuetudine, privilegio, vel praxi statutum, et admissum est. MURILLO VELARDE, Pedro, 0146. Cursus Theologiae Moralis. ANDRÉS DE LA MADRE DE DIOS, 0041k. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus primus comprehendens ab initio usque ad quaestiones de Trinitate. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS, 0041a. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus II complectens de Trinitate omnes quaestiones. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS, 0041b Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus IIII. ab initio Primae Secundae usque ad quaestionem LXX. DOMINGO DE SANTA TERESA, 0041d. Cursus Theologici Summam Angelici Doctoris Theologicam complectentis tomus V. a quaestione LXXI usque ad quaestionem LXXXIX. DOMINGO DE SANTA TERESA, 0041e.

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Cursus Theologicus ad usum tyronum elucubratus et in quotidianis praelectionibus… VIVA, Domingo, 0055. Cursus Theologicus Iuxta Miram Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam: Tomus Nonus, 0041i. Cursus Theologicus iuxta miram Divi Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam, 0041h. Cursus Theologicus Iuxta miran Diui Thomae Praeceptoris Angelici Doctrinam. ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS, 0041c. De bello gallico comemtarii VII. CESAR, 0132. De copia verborum, et rerum libri duo. ERASMO, 0110. De Historiis Philippicis et totius mundi originibus Justinus. JUSTINO, Marco Juniano, 0131. De officiis libri tres. CICERON, Marco Tulio, 0100b. De rebvs gestis Alexandri Magni Regis Macedonvm. CURCIO RUFO, Quinto, 0125. De ritibus romanorum. NIEUPOORT, Willem Hendrik, 0119. De Sacramentis in communi et Eucharistia. JUAN DE LA ANUNCIACIÓN, 0041j. De Sacramentis in communi et Eucharistia. JUAN DE LA ANUNCIACIÓN. 0041i. De una carta Escrita en Paris, 0139. Declamaciones Sacras, politicas y morales sobre todos los Evangelios de la Quaresma con los assuntos ocrrentes de limosna, S. Matias, Santo Thomas, Encarnacion Dolores, Soledad, Patrocinio de la Virgen Santissima, y del Mandato. GARAU, Francisco, 0045c. Deiparae elucidatae ex utriusque Theologiae placitis SS. PP. ac Sacrae Paginae luminibus ad splendorem. GARAU, Francisco, 0045d. Diccionario Geographico, o descripcion de todos los Reinos, Provincias, Yslas, Patriarchados, Obispados, Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades imperiales, Puertos, Fortalezas y otros lugares considerables de las quatro partes del mundo. ECHARD, Lorenzo, 0024. Diccionario Latino Galico, 0087. Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa. SOBRINO, Francisco, 0143. Dictorum factorumque memorabilium libri IX. VALERIO MÁXIMO, 0117. Dionysii Petavii Avrelianensis e Societate Iesv. Rationarivm temporvm in partes dvas, Libros tredecim tributum... PETAU, Denis, 0054. Diurno veneciano, 0123. Diurno, 0167. Doctrina christiana Catechistica,... Obra postuma sácala a pública luz Don Miguel Climente y Lastinos. CARRERAS RAMÍREZ Y ORTA, Juan Agustín, 0082.

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Doctrina Christiana en Portugués, 0032. Doctrinas Practicas, que suele explicar en sus Missiones el Padre Pedro de Calatayud. CALATAYUD, Pedro Antonio de, 0002a. El confesor instruido y el penitente instruido para confesarse bien por el P. Pablo Señeri y traducido del toscano en español por don Juan Espinola. SEÑERI, Pablo, 0124, 0172. El Sabio instruido de la gracia en varias maximas, o ideas evangelicas, politicas i morales, con sus indices mui copiosos, i variedad de Assumptos predicables, para todos los Evangelios del año. GARAU, Francisco, 0045a. El Sabio instruido de la naturaleza en quarenta maximas politicas y morales ilustradas con todo genero de erudicion sacra y humana. GARAU, Francisco, 0045b. El V. P. Antonio de Vieyra de la Compañia de Jesus. Todos sus sermones, y obras diferentes, que de su original Portuguès se han traducido en Castellano. VIEIRA (VIEYRA), Antonio, 0044. Elogia Patriarcharum, et Christi Jesu Dei hominis. TESAURO, Emanuele, 0105. Elogios de muchos hermanos coadjutores de la Compañia de Jesus, que en las quarto (sic) partes del Mundo han florecido con grandes creditos de Santidad. OVIEDO, Juan Antonio de, 0153. Epistolae Familiares Marci Tullij Ciceronis. CICERÓN, Marco Tulio, 0100a. Epistolas de San Geronymo. MOLINA, Juan de, 0063a. Epistolas del glorioso doctor de la Yglesia San Geronimo: repartidas en seis libros... LOPEZ CUESTA, Luis, 0063b. Examen ecclesiasticum… POTESTA, Felice, 0089. Exercicio de Perfecion, y virtudes cristianas. RODRÍGUEZ, Alonso, 0029. Exercicios Espirituales, para los Eclesiasticos, y Ordenandos. Dispuestos con diez Doctrinas practicas, y con ocho Platicas para mañana y tarde. Añadese al fin una Doctrina practica de el modo facil, para que los Confessores puedan con expedicion recibir las Confessiones generales de los penitentes. CALATAYUD, Pedro Antonio de, 0002d. Exercitia spiritualia S. P. Ignatii Loyolae. LOYOLA, Ignacio de, 0065, 0190. Exhortator domesticus religiosam animam ad perfectionem excitans, seu Sermones ascetico-morales de officio hominis religiosi ad fratres religiosos intra parietes domesticos dicti… LIENHARDT, Georg, 0031. Explicacion de la Sylaba, con las reglas de las ultimas Sylabas: Generos de versos, y pies en verso heroyco, 0183. Fasti Societatis Jesu: res et personas memorabiles ejusdem Societatis per singulos anni dies repraesentantes… DREWS (DREVUS), Juan, 0084.

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Favores de la Virgen Santissima a sus deuotos. VILLEGAS, Bernardino de, 0136. Ferdinandi Qvirini de Salazar Conchensis, e Societate Iesv Theologi, et in Collegio Complvtensi Sacrarvm Literarum interpretis. Expositio. In Proverbia Salomonis. CHIRINO DE SALAZAR, Fernando, 0091. Flos Latinitatis, ex auctorum Latinae linguae principum monumentis excerptus, et tripartito, verborum, nominum, & particularum ordine, in hunc digestus libellum. POMEY, François-Antoine, 0169. Flos Sanctorum, o Libro de las vidas de los Santos. RIBADENEYRA, Pedro de, 0145. Fuente mistica, y sagrada, del Paraiso de la Iglesia,... en que se explica... toda la Doctrina Christiana... BAUCELLS, Francisco, 0011. Funeral de Reyes, y Principes, y otros Sermones fúnebres. CASTEJÓN, Agustín de, 0073e. Glorias de la Virgen, predicadas en sus mas solemnes Festividades. CASTEJÓN, Agustín de, 0073a. Gramatica española, y francesa, 0178. Gramatica francesa, 0106, 0107. Gramatica Griega, 0101. Gramatica Griega, 0111. Gratulatio dicta ad Academiam Cervasiensem XII Kal. Martius ann MDCCLIII, ob decretam magisterii sui vacationem Don Emmanueli Joven et Trigo... LARRAZ, Blas, 0112. Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. SOLIS Y RIBADENEYRA, Antonio de, 0049. Historia de la devocion al Sagrado Corazon de Jesus, en la vida de la venerable Madre Margarita Maria, Religiosa de la Visitacion de Santa Maria, del Monasterio de Paray-Le-Monial en Charolois. LOYOLA, Juan de, 0147. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la America. CASSANI, Joseph, 0067. Historia de los Principios, y Establecimiento de la Iglesia, desde el Nacimiento del Messias, Hasta la muerte de todos los Apostoles. MONTREVIL, (MONTEREUL), Bernardino de, 0191. Historia del Pueblo de Dios, desde su origen, hasta el Nacimiento del Messias: sacada solamente de los Libros Santos, o el Sagrado Texto de los Libros del Antiguo Testamento, reducido a un cuerpo de Historia. BERRUYER, Isaac José, 0164. Historia del Ymperio Romano, 0180. Historia General de los hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Oceano. HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio de, 0129. Historia Romana, 0099.

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Holocausto fúnebre: parentación funesta, sacrificio luctuoso, que en las sumptuosissimas reales exequias... del muy alto, poderoso y magnanimo Monarcha el Sr. D. Phelipe V... BAZORDA LARRAZABAL, Nicolas Xavier de, 0080. I Consigli della Sapienza o vero Raccolta delle massime di Salomone necessarie all’huomo per sauiamente procedere colle riflessioni sulle medesime massime… CASINI, Francesco Maria, 0088a. Ideas sagradas, e consagradas em varios sermones panegyricos... LIMA, Manuel de, 0072. In Proverbia Salomonis. CHIRINO DE SALAZAR, Fernando, 0091. Institutiones dialecticae ad primam partem breviati philosophici cursus pertinentes. LOSSADA, Luis de, 0188. Institutionum anatomicarum secundum Galeni sententiam, ad candidatos Medicinae, libri quatuor, per Ioanem Guinterium Andernacum medicum. WINTHER, Johann, 0052. Institutum Societatis Jesu ex Decreto Congregationis Generalis Decimae Quartae meliorem in ordinem digestum, auctum, ac denuo recusum, 0018. Institutum Societatis Jesu, Auctoritate Congregationis Generalis XVIII meliorem in ordinem digestum, auctum et recusum, 0018. Instructio practica septima. De Munere concionandi, exhortandi, catechizandi… LOHNER, Tobías, 0034. Ioannis Yañez Parladorii... Quotidianarum differentiarum sesquicenturia: cui vt commentarius in iustum cresceret volumen, adiectae sunt eiusdem authoris quaestiones duodeuiginti, & epistolae tres ad filios... YÁÑEZ PARLADORIO, Juan, 0103. Juizio de los Sacerdotes, Doctrina practica, y Anatomia de sus conciencias, Dispuesta en seis Platicas, que suele hazer al Gremio Eclesiastico en sus Missiones, y una Instruccion que da un Ilustrissimo Señor Obispo, el M. R. P. Pedro de Calatayud, Maestro de Teologia... CALATAYUD, Pedro Antonio de, 0002c. Jus Canonicum Universum clara methodo juxta titulos quinque librorum decretalium in quaestiones distributum, solidisque responsionibus, & objectionum solutionibus dilucidatum. REIFFENSTUEL, Anacleto, 0142. Justino Abreviador de la historia de Trogo Pompeyo. JUSTINO, Marco Juniano, 0131. La juventud trionfante, representada en las Fiestas, con que celebrò el Collegio Real de la Compañia de Jesus de Salamanca la Canonizacion de San Luis Gonzaga, y San Stanislas Kostka. LOSSADA, Luis de, 0187. Las fabulas del clarisimo y sabio fabulador Isopo. ESOPO, 0118. Los nueve libros de los exemplos y virtudes morales de Valerio Maximo traduzidos y comentados en lengua castellana por Diego Lopez... LOPEZ, Diego, 0117.

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Luz de verdades catholicas y explicacion de la doctrina christiana. MARTÍNEZ DE LA PARRA, Juan, 0056. M. Tullii Ciceronis De officiis libri tres. CICERÓN, Marco Tulio, 0100b. Manual de exercicios espirituales para tener oracion mental… VILLACASTIN, Tomás de, 0134. Manuale concionatorium exhibens quinquaginta alvearia, quorum unumquodque decem aellulis, aut praedicabilium argumentorum locis & sedibus, 0036. Maria immaculate concepta. VELÁSQUEZ, Juan Andrés. 0093. Meditaciones. 0022. Medulla Theologiae resolvens casus conscientiae ex variis probatisque Authoribus concinnata a R. P. Hermano Busembaum. BUSENBAUM. [BUSENBAUM, Herman], 0051. Menologio di pie memorie d’alcuni Religiosi della Compagnia di Giesù raccolte dal Padre Patrignani della medesima Compagnia, e distribuite per quei giorni dell’ anno, ne’ quali morirono. PATRIGNANI, José Antonio, 0003. Methodo geografico facil, donde se demuestra el modo de govierno de todos los paises, sus qualidades, las costumbres de sus habitantes, con otras cosas curiosas. FRANÇOIS, Jean, 0182. Misiones y sermones del P. Pedro Calatayud de la Compañia de Jhesus. CALATAYUD, Pedro Antonio de, 0002b. Noticias memorables de los exercicios espirituales de San Ignacio de Loyola Fundador de la Compañía de Jesus. ROSIGNOLI, Carlos Gregorio, 0186 Nova Floresta ou silva de varios apophtegmas e ditos sentenciosos espirituaes e moraes: com reflexoens, em que o util da doutrina fe... BERNARDES, Manuel, 0015. Novissima Yn cronologia, 0047. Novus Candidatus Rhetoricae altero se candidior comptiorque, non Aphthonii solum Progymnasmata ornatius concinnata, sed Tullianae etiam rhetoricae praecepta clarius explicata, repraesentans, studiosis eloquentiae candidatis. POMEY, Francisco, 0179. Oficia Sanctorun, 0035. Oficio Parvo de Nuestra Señora, 0135. Ofizio de Semana Santa, 0040, 0185. Opere del Padre Carl’ Ambrogio Cattaneo della Compagnia di Gesù. CATTANEO, Carlos Ambrosio, 0009. Opere morali del Padre Annibale Leonardelli della Compagnia di Gesù…, LEONARDELLI, Annibal, 0090. Operum Thomae Malleoli a Kempis. KEMPIS (THOMAS HEMERKEN A KEMPIS), Tomás, 0133.

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Oración evangelica... que consagró a María Santissima en su imagen de la Buenaventura el monasterio de San Basilio Magno... por acción de gracias al milagroso... FRANCO DE SAN BASILIO, Juan, 0008a. Oracion panegyrica que, en las annuales honras, que el Colegio Mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalà consagra à la siempre viva memoria de su Santo Amo y Fundador el eminentissimo señor D. Fray Francisco Ximenez de Cisneros. VALDÉS, Diego, 0158. Orazioni panegiriche… CREMONA, Giovanni Giuseppe, 0069. Os ultimos fins do homem salvaçaõ e condenaçaõ eterna. BERNARDES, Manuel, 0015. Panegirici sopra i Misteri di Nostro Signore… NICOLAS DE DIJON, 0078. Panteon Mytico ó Historia fabulosa de los dioses, escrita en lengua latina por el R. P. Francisco Pomey de la C. de Jesus; traducida al castellano... por D. Lorenzo Díaz… POMEY, François-Antoine, 0122. Paraiso de oraciones sagradas. GIL BECERRA, Benito, 0066. Paratitla Iuris Canonici Siue Decretalium D. Gregorii Papae IX ... Opus Nouum, Scholae, Ac Foro et Decretris Concilii Tridentini accomodatum. DELVAUX, André, 0053. Particulae latinae orationis ab Horatio Tursellino collectae. TORSELLINO, Orazio, 0115. Partos Poeticos, 0104. Pláticas doctrinales, y discursos morales, sobre todo el texto de la Doctrina Christiana. Catecismo manual, concionatorio de Señores Curas, y Padres de almas. Breve compendio de predicadores... NIEVES AVENDAÑO, José de, 0010. Platicas panegyricas, y morales, sobre el cantico del Magnificat. SEGURA, Nicolás, 0028b. Poblacion general de España, historia chronologica sus tropheos, blasones, y conquista, heroycas... ESTRADA, Juan Antonio de, 0144. Practica de la palabra de Dios en una quaresma entera con duplicadas y correspondientes doctrinas dirigida a los curas y ministros del Santo Evangelio. CODORNIU, Antonio, 0013. Practica del Catecismo Romano, y Doctrina, sacada principalmente de los Catecismos de Pio V. y Clemente VIII. compuestos conforme al Decreto del santo Concilio Tridentino. Con las Divisiones, y Adiciones necessarias al cumplimiento de las obligaciones al cumplimiento de las obligaciones Christianas, para que se pueda leer cada Domingo, y dia de fiesta. NIEREMBERG, Juan Eusebio, 0025. Prediche dette nel palazzo apostolico da fra Francesco Maria Casini d’Arezzo cappuccino… CASINI, Francesco Maria, 0088b. Primicias evangelicas, ou, sermoens, e panegiricos. BLUTEAU, Rafael, 0020.

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Propinomio evangelico, o Evangelicas resoluciones… CALVI, Donato, 0079. Prosodia bononiensis reformata et ex duabus tomis in unum ab ipso authore redacta. RICCIOLI, Juan Bautista, 0127. Publii Ovidii Nasonis Operum. OVIDIO NASON, Publio, 0141. Q. Cvrtii De rebvs gestis Alexandri Magni Regis Macedonvm. CURCIO RUFO, Quinto, 0125. Q. Horacio Flacco... Sus obras con la declaracion Magistral en lengua castellana. VILLEN DE BIEDMA, Juan, , 0108. Quaresma entera, que contiene los Sermones de todas las Dominicas, y Ferias de Quaresma. BONO Y CASASUS, Francisco, 0083. Quaresma predicada a los Reales Consejos. CASTEJÓN, Agustín de, 0073d. Quotidianarum differentiarum sesquicenturia: cui vt commentarius in iustum cresceret volumen, adiectae sunt eiusdem authoris quaestiones duodeuiginti, & epistolae tres ad filios... YÁÑEZ PARLADORIO, Juan, 0103. R. P. Hermanni Busembaum Societatis Jesu, SS. Theologiae Licentiati Theologia moralis, nunc pluribus partibus aucta a R. P. Claudio Lacroix. LACROIX, Claudio, 0050. R. P. Richardi Arsdekin, Soc. Jesu Theol. Professoris Theologia tripartita universa. ARSDEKIN ó ARCHDEKIN, ó ARCHDEACON, Richard, 0148. R. P. Sebastiani Barradii, Olisiponensis, e Societate Iesv, Doctoris Theologi, In Eborensi Academia quondam sacrarum liter. professoris, Commentaria in Concordiam et Historiam Evangelicam. BARRADAS, Sebastian, 0043. Reglas de Canto llano. FUENTE, Joseph de la, 0159. Retiro espiritual, 0109. Reveses al Estudiante pregunton, 0138. Roma Antigua y moderna, 0098, 0174. Romanorum Pontificum brevis notitia... BURY, Guillaume, 0039. San Ygnacio de Loyola, 0171. Selectae patrum Societatis Jesu orationes, 0121. Sermoens de varias celebridades. GAMA, Simon da, 0165. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria. FRANCISCO DE SANTA MARÍA, 0026b. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... FRANCISCO DE SANTA MARÍA, 0026a. Sermoens do Padre Francisco de S. Maria... terceira parte... FRANCISCO DE SANTA MARÍA, 0026c. Sermones funebres, 0068. Sermones panegyricos en culto de la SSma. Virgen Maria Nuestra Señora. SEGURA, Nicolás, 0028a.

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Sermones varios que predicó e Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Fray Christóbal de Almeyda del Orden de San Agustín, Obispo de Martiria. ALMEIDA, Christóbal, 0077. Sermones varios que pregou... MANUEL DA ASSUNÇÂO, 0014. Sermones varios repartidos en tres Tomos: Primero, Adviento y Quaresma, al Rey nuestro Señor, predicado en su Real presencia, o capilla. Segundo, Quaresma, predicada a los Reales Consejos. Tercero Funeral de Reyes, y principes, con otros assumptos fúnebres. CASTEJÓN, Agustín de, 0073b. Sermones varios, 0058. Sermones Varios, Obra Posthuma del Padre Geronimo de Elso, de la Compañia de Jesus, en la Provincia de Lima, Reyno del Perù, que dà à luz su fiel amigo D. Diego Portales y Meneses. ELSO, Jerónimo de, 0149. Sermones Varios, predicados en la civdad de Lima. AGUILAR, José de, 0039. Sermones varios. JOSEPH DELA CONCEPCION, 0075 Sermones vespertinos cuadragesimales… NAVARRO Y AGUILAR, Matías Antonio, 0081. Sermones, sobre diferentes Evangelios de quaresma, y acerca de diversos assumptos de la moral christiana. MASSILLON, Jean-Baptiste, 0074. Sermones. FERNÁNDEZ, Nicolás, 0017. Sermones. JUAN DEL NACIMIENTO, 0016. Sermones. OLERA, Tommaso de, 0076. Silva de varia lección. MEJÍA, Pedro, 0027. Speculum amoris et doloris in Sacratissimo ac Divinissimo Corde Jesu Incarnati, Eucharistici et crucifixi, Orbi christiano propositum. GINTHER, Anton, 0094. Spicilegium concionatorum cum conceptis moralibus ad instruendam plebem in fide catholica et extirpanda vitia. CLAUS, José Ignacio, 0001. SS. theologia divinae fidei revelatis subnixa principijs, D. Augustini sacris firmata auctoritatibus, publicis propunata disputationibus, ab admodum reverendo, nobili, ac doctissimo domino, P. Amando Ignatio Hoffman, Bohemo Pontensi, AA.LL. et philosophiae magistro, ...WALT, Jean, 0173. Sumario, 0175. Summula theologica, sive theses selectae de Deo uno et trino per theoremata et reflexiones adversarias succinte explicatae. HOEHN, Nicolás, 0062. Sus obras [Virgilio] traducidas en prosa castellana por Diego Lopez… VIRGILIO MARÓN, Publio, 0059, 0140. Theologia moralis, nunc pluribus partibus aucta a R. P. Claudio Lacroix. LACROIX, Claudio, 0050. Theologia tripartita universa. ARSDEKIN ó ARCHDEKIN, ó ARCHDEACON, Richard, 0148.

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Theoremata moralia decerpta ex psalm. XXII de augustissimo Eucharistiae Sacramento. FIDELI (FEDELE), Benedicto, 0046. Thesaurus Doctrinae Christianae. TURLOT, Nicolás, 0048. Thucydidis Atheniensis Historiae de bello Peloponnesiaco, libri octo, e Graeco sermone in Latinam linguam conuersi, a Vito Vvinsemio part. THUCYDIDES, 0092. Todos sus sermones, y obras diferentes, que de su original Portuguès se han traducido en Castellano. VIEIRA (VIEYRA), Antonio, 0044. Tratado del Espiritu Santo, 0176. Tratados theologicos. [Veinte y un quadernos Manuscritos], 0162. Tratados varios [en ytaliano, francés, y español], 0163. Valerii Maximi dictorum factorumque memorabilium libri IX. VALERIO MÁXIMO, 0117. Veritas vindicata sive permultae sententiae Auctorum Societatis Jesu a R. P. Daniele Concina in sua Theologia Christiana, Minus sincere relatae, suaeque integritati restitutae. NOCETI, Carlos, 0096. Viage de el mundo de Descartes. DANIEL, Gabriel, 0154. Vida del Padre Zapata, 0155. Vida del Venerable apostolico Varon Padre Francisco de Geronimo, de la Compañia de Jesvs. Escrita en italiano, y en Latin por los PP. Simon Bañati, y Carlos de Bonis. Y traducida en Español por el Padre Manuel Antonio de Frias. FRIAS, Manuel Antonio, 0156. Virgilio en romanze. VIRGILIO, 0060. Vita del Venerabile Servo di Dio P. Antonio Baldinucci della Compagnia di Giesù Missionario. GALLUZZI, Francisco María, 0157. Vita et doctrina Jesu Christi ex quatuor Evengelistis collecta: Et in meditationum materiam ad singulos totius anni dies distributa. AVANCINUS, Nicolás, 0170. Vocabulario español e italiano. FRANCIOSINI, Lorenzo, 0033. Vocabulario español-latino. NEBRIJA, Antonio de, 0019. Voz ebangelica que nos mudos caracteres da estampa et si divulga. En cuarto. Sermones panegiricos festibos, funebres o quaressimaes o P. M. Fr. Francisco Vieyra. VIEYRA, Francisco, 0071. Ynstrucciones del derecho Eclesiastico viejo, 0102.

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Abreviaturas, archivos, bibliotecas y bibliografía

1. Abreviaturas

Aguilar Piñal. AGUILAR PIÑAL, Francisco. Bibliografía de Autores Españoles del siglo XVIII. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1981-1995. Antonio. Nicolao ANTONIO. Bibliotheca hispana nova sive hispanorum scritorum qui ab anno MD ad MDCLXXXIV floruere notitia. Matriti, 1783. Biblioteca de Córdoba. ECHENIQUE, Juan B. Catálogo de la Librería Jesuítica. Tomo I. Prólogo de Juan B. Echenique. Ilustraciones de Luis Roberto Altamira, con 10 grabados. Córdoba, Imprenta de la Universidad, 1943. Biblioteca General e Histórica de la Universitat de Valencia. GISBERT, Ana y Mª Lutgarda ORTELLS PEREZ. Catálogo de obras impresas en el siglo XVI de la Biblioteca General e Histórica de la Universitat de Valencia. Valencia, Conselleria de Cultura, Educaciò y Ciència, 1992, 2 vols. Blanco. BLANCO, Antonio. Biblioteca Bibliográfico-Agustiniana del Colegio de Valladolid ordenada por el R. P. Antonio Blanco, Agustino. Valladolid, Tipografía de José Manuel de la Cuesta [1909].

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del R ey. DEL REY FAJARDO, José. Bio-bibliografía de los Jesuitas en la Venezuela Colonial. Universidad Católica del Táchira-Pontificia Universidad Javeriana, 1995. Dictionnaire Bible. F. VIGOUROUX. Dictionnaire de la Bible. Paris, Letouzey et Ané, 1891-

1912.

DS. VILLER, Marcel (Edit.). Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, Beauchesne, 1937-1995. 17 vols. Hurter. HURTER, H. Nomenclator Literarius recentioris Theologiae catholicae theologos exhibens qui inde a Concilio Tridentino floruerunt aetate, natione, disciplinis distinctos. Oeniponte, 1892. José Simón. Bibliografía de la Literatura hispánica. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1961-1984. Oxford. N.G.L. HAMMOND and HH. SCULLARD (Edit.). The Oxford Classical Dictionary. Oxford, 1970. Palau. PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del Librero hispano-Americano. Barcelona, Librería Antiquaria, Primera edición, 1927. R eal Biblioteca. LÓPEZ-VIDRIERO, María Luisa, Consolación MORALES BORRERO et alii. Catálogo de la Real Biblioteca. Tomo XII. Impresos del siglo XVII. Madrid, Editorial Patrimonio Nacional, 1996. Sommervogel. SOMMERVOGEL, Carlos. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus. BruxellesParis, Oscar Schepens, Alphonse Picard, 1890-1932. Uriarte. URIARTE, P. J. Eug. de. Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia española: con un apéndice de otras de los mismos, dignas de especial estudio bibliográfico (28 sept. 1540-16 ag. 1773). Madrid, Establecimiento tipográfico “Sucesores de Rivadeneyra”, 1904-1916. Uriarte-Lecina. URIARTE, José Eug. de y LECINA, Mariano. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, Imprenta de la viuda de López del Horno, 1925-1930.

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Vela. VELA, Gregorio de Santiago. Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín. Madrid, Imprenta del Asilo de Huérfanos del Sagrado Corazón de Jesús, 1913-1931. 2. Archivos

Alcalá De Henares. Archivo Histórico de la antigua Provincia de Toledo (APT) Fondo Astráin, 18. Legs. 26, 132, 135, 315, 382, 700. Bogotá. Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús (APC) Bogotá. Archivo del Colegio Mayor de San Bartolomé (ASB) Bogotá. Archivo Nacional de Colombia (ANB) Asuntos eclesiásticos, 1, 2. Conventos, 29. Curas y Obispos, t. 8, 14, 36, 43. Impuestos varios. Cartas, 13. Médicos y abogados, 13. Milicia y Marina, t. 137. Miscelánea, 63, 69, 89, 90. Notaría 1ª, t. 175. Notaría 2, t. 91 (1702-1703). Notaría 3, t. 160. Temporalidades, 3, 4, 7, 8, 9, 11, 13, 14, 16, 17, 18, 22, 23, 25. Bogotá. Archivo General de la Nación (AGN) Temporalidades, 3. 1771. Testimonio del quaderno de Juntas de Mompox, fol. 292. Caracas. Archivo del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Católica A ndrés Bello (AUCAB) Libro de Consultas. Coro. Archivo Histórico de Coro Instrumentos públicos, t. XXXII.

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Gubbio. Archivio Vescovile (Italia) Mss. 15, 18, 113, 115, 129. Ordinazioni, b.27/13. Madrid. Archivo Campomanes 45-3, 45-4, 45-5. Madrid. Archivo Histórico Nacional de Madrid (AHN) Jesuitas, 128/1, 129/15b, 456, Exp. 40, 827/2. Madrid. Archivo inédito Uriarte-Lecina (AIUL) Madrid. Archivo inédito Uriarte-Lecina. Universidad de Comillas (AIUL) Madrid. Papeletas: Medellín. Archivo Histórico de Antioquia (AHAnt). Libros Capitulares. Colonia, 1731-1742. Temporalidades 118, doc. 3284). Mérida. Archivo Arquidiocesano de Mérida (AAM) Caja Única. Seminario. Caja, 1. Mérida. Archivo Histórico de Mérida (AHM) Protocolos, t. XXVI. Quito. Archivo de la antigua Provincia de Quito (APQu.) Leg. 3, 6, 15. Roma. Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu Armadio, F-10. Roma. Archivum Romanum Societatis Jesu. (ARSI) Congregationes Provinciales. 53, 55, 56, 61, 64, 71, 74, 77, 80, 87, 88, 90, 92. Historia Societatis, 48, 49, 50, 53a, Anno 1768. Institutum, 40. N. R. et Q., 1, 3, 4, 5, 12, 13, 14, 16, 17, 18. Perú, 13. Santiago De Chile. Archivo Nacional de Chile (ANCh) Jesuitas, 205, 208, 211, 215, 442, 446.

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Santo Domingo. R epública Dominicana. Archivo de la Catedral de Santo Domingo. Catedral: Libro I de entierros (1666-1701). Sevilla. Archivo General de Indias (AGI) Caracas, 210. Contratación, 5548, 5549. Indiferente General, 2871. Indiferente General, XVI. Santafé, 232, 406. Santo Domingo, 716. 78-2-7. Simancas. Archivo General de Simancas (AGS) Marina, Leg. 724. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1. Biblioteca Nacional Central de Roma. Gesuitico, 1157. Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 4, 17, 57, 64, 86, 95, 105, 190, 230, 255, 258. Biblioteca Nacional de México Mss. 588, 1600, 1631.

3. Bibliografía

Acevedo, Jairo. 1984 Historia de la educación y la pedagogía. Medellín, Universidad de Antioquia. Aguilera, Manuel. 1733 La divozione di Maria Madre Santissima del Lume, distribuita in tre parti… In Palermo, per Stefano Amato, 2 vols. Aguirre elorriaga, Manuel. 1941 La Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Editorial Cóndor. Aicardo, José Manuel. 1919-1932 Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús. Madrid, Blas y Cía., 6 vols.

Alvarado, Eugenio.

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1974 “Informe reservado sobre el manejo y conducta que tuvieron los Padres Jesuitas con la expedición de la Línea Divisoria entre España y Portugal en la Península Austral y orillas del Orinoco”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, III (1974) 215-333. Álvarez Marín, Fidias. s/f “Reseña histórica del templo y claustro de los jesuitas en la Villa de Sancta Cruz de Mompox”. Manuscrito gentilmente cedido por el autor. Amaya, Alejo. 1950 Los genitores. Bogotá, Antares. Archimbaud, Juan Antonio. s/f Relación individual de los Ex-jesuitas muertos de las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por Don Juan Antonio de Archimbaud. Provincia del Nuevo Reino de Granada. [Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10]. Ariza, Alberto E. 1947 Arzobispos y obispos dominicos en Colombia. Bogotá, Editorial Centro. 1992 Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, 2 vols. Arrom, José J. y José M. RIVAS SACCONI. 1960 La “Laurea Crítica” de Fernando Fernández de Valenzuela, primera obra teatral colombiana. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo. Arzubialde, Santiago, J. CORELLA, J. M. GARCÍA LOMAS (Eds). s/f Constituciones de la Compañía de Jesús. Introducción y notas para su lectura. Bilbao, s/f. Arzubialde, Santiago. 1991 Ejercicios espirituales de S. Ignacio. Historia y análisis. Bilbao-Santander. Mensajero y Sal Térrae. Astrain, Antonio. 1912-1925 Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, Razón y Fe, 7 vols. Audenaert, Willem. 2000 Prosopographia iesuitica Belgica antiqua. Leuven-Heverlee, Filosofisch en Theologisch College S. J., 4 vols. Autores varios. 1974 “Jésuites”. En: Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. París, VIII (1974) 958-1041.

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Báez A, Enrique. s/f La Orden dominicana en Colombia. Mss. 21 volúmenes. El índice puede verse en Andrés MESANZA y Alberto ARIZA. Bibliografía de la Provincia Dominicana de Colombia, 41-42. Baldini, Ugo. 1992 Legem impone sub actis. Studi su filosofia e scienzia dei Gesuiti in Italia, 1540-1632. Rome, Bulzoni Editore, 1992. 1998 “As Assistências ibéricas da Compahia de Jesus e a actividade cientifica nas Missôes asiáticas (1578-1640). Alguns aspectos culturais e institucionais”. En Revista Portuguesa de Filosofia. Braga, t. LIV, fasc. 2 (1998) 195-246. Bardera, Mario. 1942 La ‘Ratio Studiorum’ e la parte Quarta delle Costituzioni della Compagnia di Gesù. Trad. Con introtrod. E note di Mario Bardera. Padova. Bartolomé Martínez, Bernabé. 1982 “Las cátedras de gramática de los jesuitas en las universidades de Aragón”. En: Hispania Sacra, 34 (1982) 389-448. Bartolomé, Martínez Bernabé et alii. 1995 Historia de la acción educadora de la Iglesia en España. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos. Batllori, Miguel. 1989 “Antes y después de la expulsión”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, fascículo 64 (1989) 169-185. Batllori, Miguel. 1958 Gracián y el Barroco. Roma, Edizioni di Storia e Letteratura. 1966 La cultura hispano-italiana de los jesuitas expulsos. Madrid, Gredos. 1980 “Historia y cultura de la Ilustración”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, fascículo 97 (1980) 449-479. 1987 “Sobre los jesuitas en el setecientos”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LVI (1987) 171-208. 1989 “Los jesuitas en tiempos de Carlos de Borbón y de Tanucii. De fines del siglo XVII a principios del XIX”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LVIII (1989) 355-371. 1990 “En torno a los jesuitas, del renacimiento a la contrarreforma”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LIX (1990) 117-132. 1992 “En la doble conmemoración pluricentenaria de la Compañía de Jesús (1540-1990) y de San Ignacio de Loyola (14911991)”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LXI (1992) 189-209.

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Echard, Lorenzo. 1750 Diccionario Geographico, o descripcion de todos los Reinos, Provincias, Yslas, Patriarchados, Obispados Ducados, Condados, Marquesados, Ciudades imperiales, Puertos, Fortalezas y otros lugares considerables de las quatro partes del mundo escrito en ingles por Lorenzo Echard, traducido en frances por Mr. Vorgier y en castellano por don Juan de la Cerna. Dos tomos. En Madrid con aprobación y licencia. Año de 1750. Egido, Teófanes (Coord). 2004 Los jesuitas en España y en el mundo hispánico. Madrid, Fundación Carolina-Centro de Estudios Hispánicos e Iberoamericanos-Marcial Pons Historia. Egido, Teófanes e Isidoro PINEDO. 1994 Las causas ‘gravísimas’ y secretas de la expulsión de los jesuitas por Carlos III. Madrid. Egido, Teófanes. 1976 “Motines de España y proceso contra los jesuitas. (La Pesquisa Reservada de 1766)”. En: Estudio Agustiniano. Valladolid, (1976) 219-228. Eguia Ruiz, Constacio. 1935 “El P. José Cassani, cofundador de la Academia española”. En: Boletín de la Academia española. Madrid, XXII (1935) 7-30. Enrich, Francisco. 1891 Historia de la Compañía de Jesús en Chile. Barcelona, F. Rosal, 2 vols. Erasmo. 1525 De copia verborum, et rerum libri duo. Compluti. Escalera, José y Francisco de Borja MEDINA. 2001 “Bonifacio, Juan”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. RomaMadrid, I (2001) 487-488. Escalera, José. 2001 “García de Rengifo, Diego”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1574. --- “Salas, Pedro de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. RomaMadrid, IV (2001) 3467. Esopo. 1546 Las fabulas del clarisimo y sabio fabulador Isopo a las quales agora se añadina algunas nueuas... aqui nunca vistas ni imprimidas.

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Con su vida, maneras, costumbres y muerte, y mas vna Table de lo que en este libro va declarado. Amberes. Explicacion De La Sylaba, con las reglas de las ultimas Sylabas: Generos de versos, y pies en verso heroyco. Con Licencia. En Cordoba en la Imprenta de Don Juan Rodríguez de la Torre, Calle de la Librería. Fals Borda, Orlando. 2001 Mompox y Loba. Historia doble de la Costa. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia. Banco de la República. El Áncora Editores. Fejer, Josephus. 1608 Defuncti secundi saeculi Societatis Iesu 1641-1740. Romae, I (1985) A-C; II (1986) D-H; III (1988) I-M; IV (1989) N-R; V (1990) S-Z. A ellos hay que añadir: Defuncti primi saeculi Societatis Jesu 1540-1640. Romae, 1982. Pars prima: Assistentia Italiae et Germaniae (cum Gallia usque ad 1607). Pars secunda: Assistentia Hispaniae, Lusitaniae et ab anno 1608 Galliae. Fernán Nuñez, Conde de. 1898 Vida de Carlos III. Madrid, Librería de los Bibliófilos Fernando Fe. Fernández Arrillaga, Inmaculada 2004 (Ed.). El retorno de un jesuita desterrado. Viaje del P. Luengo desde Bolonia a Nava del Rey. Alicante, Publicaciones de la Universidad de Alicante. Ayuntamiento de Nava del Rey, Valladolid. --- El destierro de los jesuitas castellanos (1767-1815). Salamanca, Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 2004. Fernández De Valenzuela, Fernando. 1629 Thesaurus linguae latinae: explicatio libri quarti, frases, vocabula, verba sinónima, sententiae simul cum adagiis ex diversis authoribus recopilatae… Santafé [1629]. Mss. de la Biblioteca Nacional de Colombia. Ms. 4. Fernández, José. 1666 Apostólica y penitente vida de el V. P. Pedro Claver de la Compañía de Jesús. Zaragoza, Diego Dormir. Ferrer Benimeli, José Antonio. 1990 “Carlos III y la extinción de los Jesuitas”. En: Paramillo. San Cristóbal, 9-10 (1990) 417-436. 1995 “Córcega y los jesuitas españoles expulsos 1767-1768. Correspondencia diplomática”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 5-196.

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1998 “La expulsión y extinción de los jesuitas según la correspondencia diplomática francesa 1770-1773”. En Paramillo. San Cristóbal, 17 (1998) 5-386. Ferreres, R. D. (Dir.). 1953 Enciclopedia de la Religión Católica. Barcelona, Dalmau y Jover S. A., IV. Fois, Mario. 2001 “Aquaviva, Claudio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1614-1621. Fouqueray, Henry. 1910-1925 Histoire de la Compagnie de Jésus en France des origines a la suppression (1528-1762). Paris, A. Picard, I, 1910; II, 1913; Études, III, 1922; IV, 1925; V, 1925. 5 vols. Franciosini, Lorenzo. 1645 Vocabulario español e italiano. En Venetia, por el Barezzi. Frías, Lesmes. 1929 "Campaña de Ejercicios en el antiguo reino de Quito, a mediados del siglo XVIII". En: Manresa, V (1929) 255-267. Furlong, Guillermo. 1933 Los jesuitas y la cultura rioplatense. Buenos Aires, Buenos Aires Libros. Gacía-Baquero González, Antonio. 1988 Cádiz y el Atlántico: el comercio colonial español bajo el monopolio gaditano. Cádiz, Diputación Provincial. Galán García, Agustín. 1995 El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla. García De Castro, José (Director). 2007 Diccionario de espiritualidad ignaciana. Bilbao-Santander, Ediciones Mensajero y Sal Terrae. García Villoslada, Ricardo. 1954 Storia del Collegio Romano dal suo inizio (1551) alla soppressione della Compagnia di Gesù (1773). Roma, Universitas Gregoriana. Garzía, Benardo José. 1741 Novena En honor de María Santísima En su advocación del Socorro Que saca a Luz el Doctor don Bernardo Joseph Garzía, Clerigo Presbytero. En Santa Fe de Bogotá. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año 1741.

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Societate Iesu. Lugduni, apud viduam P. Muguet in vico nouo, prope ab Collegio primario Soc. Iesu, 1666. 1764 Panteon Mytico ó Historia fabulosa de los dioses, escrita en lengua latina por el R. P. Francisco Pomey de la C. de Jesus; traducida al castellano... por D. Lorenzo Díaz de la Madrid. [Madrid], [Joachin Ibarra]. Posevino, Antonio. 1593 De cultura ingeniorum. Forma parte del libro: Bibliotheca selecta qua agitur de ratione studiorum in Historia, in Disciplinis, in salute omnium procuranda. Romae, Ex Typogr. Apostolica Vaticana, Praxis De Los Estudios para este colegio de Quito sacado de varias órdenes que han dejado acerca de esto el P. Rodrigo Figueroa Visitador y los Padres Provinciales de esta Provincia; los cuales ha reducido a método el P. Hernando Cavero Provincial de ella, habiéndolos primero consultado con el Padre Rector y sus Consultores y con los Maestros de este colegio a 15 de abril de 1666. El texto original reposa en el Archivo de la Provincia de Quito y fue publicado por el P. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 15701774. Quito, I (1941) 569-593. Prodi, Paolo (Ed.). 1994 Disciplina dell’anima, disciplina del Corpo e disciplina delle società tra medioevo ed età moderna. Bolonia, Societa editrice il Mulino. Quecedo, Francisco. 1952 “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 191-294. 1961 “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca general de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, nº 147 (1961) 855-873. R affo, Giuliano. 1989 La ‘Ratio Studiorum’. Il metodo degli studi umanistici nei collegi dei gesuiti alla fine del secolo XVI. Introd. e trad. De Giuliano Raffo. Milano. R ahner, Karl. 1973 “Indulgencias”. En: Karl RAHNER et alii. Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica. Barcelona, Editorial Herder, III (1973) 872-886. R ahner, Karl et alii. 1972-1976 Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica. Barcelona, Editorial Herder, 6 vols.

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R amière, Henrico. 1896 Compendium Instituti Societatis Jesu Praepositorum Generalium responsis et auctorum sententiis illustratrum. Tolosae, typis A. Loubens et A. Tranchant. Ratio Atque Institutio Studiorum Societatis Jesu. Superiorum Permissu. Neapoli, apud Tarquinium Longhum, 1599. R avier, André. 1991 Ignacio de Loyola funda la Compañía de Jesús. México, Obra nacional de la Buena Prensa. Real Cedula de S.M. y Señores del Consejo en el Extraordinario, por lo qual se manda establecer en los Dominios Ultramarinos de Indias e Islas Filipinas Juntas, para proceder a la aplicación y destino de las Casas, Colegios, Residencias y Misiones, que fueron de los Regulares de la Compañia con las Reglas prácticas convenientes, resueltas por S.M. a consulta del mismo Tribunal. Madrid, 9 de julio, 1769. Real Cédula, sobre crear Depositaria General para el resguardo y manejo de los caudales de los Jesuitas de España, e Indias, despues de su extrañamiento. Madrid, 2 de mayo de 1767. Real Provision De S. M. A Consulta del Consejo, en el Extraordinario, aplicando las Boticas, existentes en las Casas de Regulares de la Compañía a Hospitales, Hospicios, Inclusas, y otras Casas de misericordia, que estén bajo de la Real Protección. Madrid, 22 de setiembre, 1767. Real Provision, de los Señores del Consejo en el Extraordinario, a consulta con S.M., para reintegrar a los Maestros y Preceptores seculares en la enseñanza de las primeras Letras, Gramática y Retórica, proveyéndose estos Magisterios, y Cátedras a oposición, y estableciendo viviendas, y casas de pupilage, para los Maestros y Discipulos, en los Colegios donde sea conveniente, informando por menor al Consejo. Madrid, 5 de octubre, 1767. Recopilación De Leyes de los Reynos de las Indias. Mandadas a imprimir y publicar por la Magestad Católica del Rey don Carlos II. Madrid, Ivlian de Paredes, 1681. R edmond, Walter Bernard. 1972 Bibliography of the Philosophy in the Iberian Colonies of America. The Hage, Martinus Nijhoff. Regulae Societatis Jesu. 1590 Romae, In Collegio eiusdem Societatis. R entería Salazar, Patricia. 2001 Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Bogotá, CEJA. R estrepo Posada, José. 1952 “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá XXXVIII (1952) 89-101.

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1964 “El Sínodo Provincial del señor Arias de Ugarte (1625)”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 14 (1964) 79-130. R estrepo Tirado, Ernesto. 1934 Gobernantes del Nuevo Reino de Granada durante el siglo XVIII. Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. R estrepo, Daniel, Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. 1928 El Colegio de San Bartolomé. I. El Colegio a través de nuestra historia. Por el P. Daniel Restrepo S.J. II. Galería de hijos insignes del Colegio. Por Guillermo y Alfonso Hernández de Alba. Bogotá, Sociedad Editorial. R estrepo, Daniel. 1940 La Compañía de Jesús en Colombia. Compendio historial y Galería de ilustres varones. Bogotá, Imprenta del Corazón de Jesús. R iccioli, Juan Bautista. 1640 Prosodia bononiensis reformata et ex duabus tomis in unum ab ipso authore redacta. P. Joanne Baptista Ricciolio Societatis Jesu. Un tomo nuevo en octavo; pasta. Bononiae, Typis Haeredis Victorii Benatii. 1762 Prosodia Villagarciensis in duos indices tributa, et ex ea quam Joannes Baptista Ricciolus e Societate Jesu fusiorem scripsit excerpta. Villagarsiae, Typis Seminarii. R incón, Lucas del. 1737 La devocion de Maria Santissima de la Luz, distribuida en tres partes por un sacerdote de la Compañia de Jesus. México, Imprenta Real del Superior Govierno y del Nuevo Rezado, de Doña María de Rivera. R ivas Sacconi, José Manuel. 1977 El latín en Colombia. Bosquejo histórico del humanismo colombiano. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura. R ivera, Diego de. 1756 Sermón de la Madre Santísima de la Luz que en el día de su colocación en el precioso altar, y adorno, que le tenía preparado la devoción de sus congregantes en la Iglesia del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús. Madrid. R ivero, Juan. 1741 Teatro del desengaño en que se representan las verdades católicas, con algunos avisos espirituales a los estados principales, conviene a saber, Clérigos, Religiosos y Casados, y en que se instruye a los mancebos solteros para elegir con acierto su estado y para vivir en el ínterin en costumbres cristianas. obra póstuma, escrita

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por el V. P. Juan Rivero, Religioso Profeso de la Compañía de Jesús, misionero apostólico y Superior de las Misiones del Orinoco, Meta y Casanare, que cultiva la provincia del Nuevo Reyno, en la América Meridional. Córdoba. 1956 Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia. Rodner, James-Otis. 2001 La globalización: Un proceso dinámico. Caracas, Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Rodrigues, Francisco. 1931-1950 Historia da Companhia de Jesus na Assistência de Portugal. Porto, Apostolado da Imprensa, 4 vols. Rodríguez De Campomanes, Pedro. 1977 Dictamen fiscal de expulsión de los jesuitas de España (17661767). Edición, introducción y notas de Jorge Cejudo y Teófanes Egido. Madrid, Fundación Universitaria Española. Rodríguez, Manuel. 1684 El Marañon y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reduccion de naciones, trabajos malogrados de algunos conquistadores y dichosos otros, así temporales como espirituales, en las dilatadas montañas y mayores rios de America. En Madrid, en la Imprenta de Antonio Gonçalvez de Reyes. Año de 1684. Rodríguez-Moñino, Antonio. 1969 “Tres cancioneros manuscritos”. En: Abaco, 2 (1969) 127272. Romano, Antonella. 1999 La contre-réforme mathématique: constitution et diffusion d’une culture mathématique jésuite a la Renaissance, 1540-1640. Rome, École française de Rome. Rueda Enciso, José Eduardo. 1917 Historia de la Educación y Pedagogía. Barcelona, Librería Religiosa. 1987 “Cravo: La Antigua Hacienda Jesuítica”. En: Revista Lámpara. Bogotá, nº. 105, Vol. XXV (1987) 7-15. 1988 “El desarrollo geo-político de la Compañía de Jesús en los Llanos Orientales de Colombia”. En Los Llanos: una historia sin fronteras. Simposio de Historia sobre los Llanos colombo-venezolanos. (Octubre, 1988) 184-196. --- “Rodríguez (Alphonse), jésuite, 1538-1616)”. En: M. VILLER, M., F. CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. Paris, Beauchesne, XIII (1988) 853-860.

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--- “Nadal, Jerónimo”. En: Charles E. O´NEILL y Joaquín Ma. DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2793-2796. Sacchini, Francisco. 1625 Paraenesis ad magistros scholarum inferiorum Societatis Jesu. Romae, Typis Jacobi Mascardi. Saez, José Luis.

1991 “Universidad Real y Pontificia Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 175-224. 1997 “Los jesuitas en el Caribe Insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 16 (1997) 5-155. Salas, Pedro de. 1724 Compendium Latino-Hispanum, utriusque linguae quasi lumen. Quo Calepini, Thesauri Henrici Stephani, Antonij Nebrisensis, Nizolij, Patris Bartholomaei Bravo, atque omnium optimae notae Authorum labores, et lucubrationes, perspicua brevitate continentur, illustrantur, clarescunt. Universis rudioris, et politioris disciplinae studiosis non modo perutile, et accommodatum, sed maxime necessarium. Addimus verba Sacra, et eminentissimi viri P. Joannis Ludovici de la Cerda nostrae Societatis adversariis diligenter excerpta. Propria etiam Hebreaorum nomina Latino et Hispano reddita sermoni, ut jam ad utrumque idioma capiendum nil ultra desiderandum esse videatur. Per Patrem Petrum de Salas e Societate Jesu... Antuerpiae, apud Henricum et Cornelius Verdussen. Salas, Pedro de. 1616 Thesaurus poetarum Continens Syllabarum quantitatem omnium et totam versificandi rationem: Epitheta Illustrium Poetarum phrases. Valladolid, Apud viduam Ioannis Godinez de Millis.

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Simón Díaz, José. 1992 Historia del Colegio Imperial. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1952 y 1959. Segunda edición: Madrid, Instituto de Estudios Madrileños. Sobrino, Francisco. 1751 Diccionario nuevo de las lenguas española y francesa. Dos partes en dos tomos en cuarto, marca mayor; pergamino, nuevos. Por Francisco Sobrino. En Bruselas con aprobación. Solis y R ibadeneyra, Antonio de. 1684 Historia de la conquista de México, población y progresos de la América Septentrional, conocida por el nombre de Nueva España. Escribióla Don Antonio de Solís y Ribadeneyra, secretario de su majestad, y su cronista mayor de Indias. Madrid. Sommervogel, Carlos. 1890-1932 Bibliothèque de la Compagnie de Jésus. Bruxelles, Schepens-París, Picard, 11 vols. Soto Arango, Diana (Edit.). 1992 Estudios sobre Historia de la Educación Latinoamericana. De la Colonia a nuestros días. Congreso de Docentes e Investigadores en Historia de la Educación Latinoamericana. Bogotá. Rudecolombia. Springetti, Emilio. 1962 “Storia e fortuna della grammatica di Emmanuele Alvares S.J.”. En: Humanitas. Coimbra, vols. XIII-XIV (1962) 283-304. Szilas, László. 1992 “Schule, Bildung, Theater”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, LXI (1992) 211-234. Tacchi Venturi, Pietro. 1910-1951 Storia della Compagnia di Gesù in Italia, narrata col sussidio di fonti inediti. Roma, Civiltà Cattolica, 2 vols. Thucydides. 1580 Thucydidis Atheniensis Historiae de bello Peloponnesiaco, libri octo, e Graeco sermone in Latinam linguam conuersi, a Vito Vvinsemio patre, ... Nunc denuo ad exemplum ab ipso authore ante obitum diligentissime recognitum, recusi & editi. Vvitebergae, [Matthaeus Welack]. Tietz, Manfred (Edit.). 2001 Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII. Madrid, Iberoamericana; Frankfurt am Main, Vervuert.

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Velasco, Juan de. 1960 “Relación histórico-apologética sobre la prodigiosa imagen, devoción y culto de Nuestra Señora, con el título de Madre Santísima de la Luz…”. En: Aurelio ESPINOSA POLIT. Los jesuitas quiteños del extrañamiento. Quito, Biblioteca Ecuatoriana Mínima (1960) 105 y ss. Velasco, Juan. 1981 Historia del Reino de Quito en la América Meridional. Quito, 1841-1844. Conocemos la moderna edición: Edición, prólogo, notas y cronología Alfredo Pareja Diezcanseco. Caracas, Biblioteca Ayacucho. Vergara y Vergara. s/f Historia de la Literatura, capítulo VII. Vergara y Vergara, Julio C. 1952 Don Antonio de Vergara y Azcárate y sus descendientes. Madrid, I. 1962 Relación Genealógica. Con notas y aclaraciones de Julio C. Vergara y Vergara. Bogotá, Edit. Nelly. Vergara, Fernando de. 1760 Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro erigida en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reyno de Granada. Su autor el P. Fernando de Bergara, Prefecto de dicha Congregación, quien la dedica a María Santísima, con título del Socorro. Con licencia. Madrid. Por Joachin Ibarra, calle de las Urosas. Año 1760. Villalba Pérez, Enrique. 2003 Consecuencias educativas de la expulsión de los jesuitas de América. Madrid, Biblioteca del Instituto Antonio de Nebrija de estudios sobre la Universidad. Villalba, Jorge. 2001 “Maugeri, José María”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2580. --- “Velasco Petroche, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín Mª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3919. Villaret, Emile. 1953 “Congrégations de la Sainte Vierge”. En: Charles BAUMGARTNER. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique. Doctrine et histoire. Paris, Beauchesne, II (1953) 1479-1491.

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Índice onomástico

ABRAM, P., 189 ACEVEDO, Jairo, 50, 435 AFRICANO, 133, 136, 137 AGUILAR, Gabriel de, 283 AGUILAR, José de, 383, 409, 429 AGUILAR, Nicolás de, 279 AGUILERA, Manuel, 333, 435 AGUIRRE ELORRIAGA, Manuel, 29, 336, 435 AGUSTI, Vincentius, 24, 449 AHALA, Servilio, 133, 153 AHENOBARDO, Lucio Domicio, 164 AICARDO, José Manuel, 20, 88, 435 ALBIO TIBULO, 115 ALBRIEUX, Léone, 25, 443 ALDAYTURRIAGA, Salvador, 298 ALITRÁN, José, 210, 271, 272 ALMEIDA, Christóbal, 392, 409, 429 ALMEYDA, Christóbal de, 392 ALTAMIRANO, Diego Francisco, Pássim ALVARADO, Eugenio de, 354, 435 ALVARES, Emmanuele, 242, 467 ÁLVAREZ MARÍN, Fidias, 366, 367, 436 ÁLVAREZ, Baltasar, 339, 452 ÁLVAREZ, Manuel, 225, 241, 242, 246 AMADA, Juana de, 372

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AMAT DE GRAVESON, F. Ignatius Hyacinthus, 382, 409 AMATE Y TORRES, María Luisa de, 366 AMAYA, Alejo, 273, 349, 436 ANACREONTE, 116, 117, 306 ANDRÉS DE LA MADRE DE DIOS, 386, 409, 420, 421 ANISSON, Carlos, 279, 280 ANNIO, T., 155, 157 ANTONIO DE LA MADRE DE DIOS, 385, 409, 420, 421, 422 APPIO, 190, 191, 192 APIO, 136, 149, 154, 164, APULIA, 123 AQUAVIVA, Claudio, 19, 60, 85, 212, 224, 339, 447 AQUINATE, 92 AQUITANIA, Próspero de, 250 ARANDA, Conde de, 355, 356, 357, 358, 362 ARBOLEDA, Julio, 201 ARCHIMBAUD, Juan Antonio de ARCHIMBAUD 33, 374 Archimbaud, Juan Antonio de Pássim ARCINIEGAS, Ismael Enrique, 123, 124, 125, 126, 128 ARE, Antonia, 371 ARÉVALO CEDEÑO, Ambrosio de, 217 ARGUINAO, Juan de, 293

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

ARIAS COTRIÑO, Cristóbal, 271 ARIAS DE UGARTE, Fernando, 48, 210, 463 ARISTÓTELES, Aristoteles 395 Aristóteles 68, 78, 117, 242, 395, 409 ARIZA, Alberto, 46, 47, 293, 436, 437, 455 ARRIO, Q., 146 ARROM, José J., 265, 436 ARSDEKIN ó ARCHDEKIN, ó ARCHDEACON, Richard, 265, 436 ARZEO, Manuel, 38 ARZUBIALDE, Santiago, 20, 436 ASCASUA, José, 299, 344 ASCENSION, Manuel de la, 380 ASCONIO, 173, 175, 176, 188, 190 ASÍS, Francisco de, 14, 45, 210 ASSUNÇÂO, Manuel Da, 380, 416, 429 ASTETE, Gaspar, 86 ASTORGANO ABAJO, Antonio, 299, 305, 375, 450, 472 ASTRAIN, Antonio, Astrain, Antonio 29, Astráin, Antonio Pássim AUDENAERT, Willem, 313, 436 AVANCINUS, Nicolás, 405, 410, 430 AYALA, Antonio de, 323 Ayala, Antonio 323 B

BACON, Francis, 57, 102 BÁEZ ARENALES, Enrique, 46, 47, 437 BAGNATI, Simon, 389, 410, 472 BAKRE, 173 BALDINI, Ugo, 27, 62, 437 BALDINUCCI, Antonio, 403,

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414, 430 BALDIVIESO, Juan de, 371 BALLA, Filiberto, 397, 410 BALZÁTEGUI, Manuel, 290, 375 BANCES, Francisco de, 368 BAÑATI, Simon, 403, 414, 430, 472 BAÑOS Y SOTOMAYOR, Diego de, 391, 410, 421 BAPTISTA LERTIUS, Joannes, 247, 251, 398, 460, 463, 466 BAPTISTA RICCIOLIO, Joanne, 247, 398, 463 BAPTISTA, J. 52, 460 BARBA JACOB, Porfirio, 123 BARDERA, Mario, 20, 21, 437 BARRA, Eduardo de la 124 BARRADAS, Sebastián, 386, 410, 420, 428 BARRIO, Gabriel del 403 BATLLORI, Miguel, 26 BARTLLORI, Miguel, Batllori 26, 67, 68 BATLLORI, M. 68 Batllori, Miguel Pássim BARTOLOMÉ MARTINEZ, Bernabé, 69, 102, 241, 437 BARTOLOME, B. 51 Bartolomé, Bernabé 51, 68, 102 BATTISTA RICCIOLI, Giovanni, 62, 247, 444, 456 BAUCELLS, Francisco, 380, 410, 424 BAUMGARTNER, Charles, 326, 469 BAUTISTA MANNA, Juan, 290, 330 Bautissta Manna, Juan 323 BAUTISTA MASILLON, Juan, 392 BAUTISTA POLO, Juan, 297 BAZORDA LARRAZABAL, Nicolas

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

Xavier de, 393, 410, 42 BENAVENTE, José, 355 BENEDICTO XIII, 407 BENEDICTO XIV, 51 BERDUGO, Nicolás, 362 BERNARDES, Manuel, 380, 410, 426, 427 BERRUYER, Isaac José, 404, 410, 424 BERRUYER, Isaac Joseph, 404 BERTRÁN QUERA, Miguel, 41, 48, 73, 97, 98, 99, 100, 438 Bertrán Quera 72, 89, 97, 99, 100 BERTRAN QUERA BERTRAND, Dominique, 20, 438 BIEDMA, Villen de, 396, 416, 428 BLUTEAU, Rafael, 381, 408, 410, 427 BOHÓRQUEZ CASALLAS, Luis Antonio, 50, 438 BOISSIER, 182 BONIFACIO, Juan, 22, 445 BONIS, Carlos de, 403, 414, 430 BONO Y CASASUS, Francisco, 393, 410, 428 BORBÓN, Carlos de, 26, 437 BORDA, José Joaquín BORDA 44 Borda, José Joaquín 44, 45, 438 BORGES, Pedro, 47, 438 BORJA MEDINA, Francisco de, 22, 29, 265, 334, 344, 355, 445, 455 BORJA, Juan de, 210 BOSSUET, 168, 177, 183, 189 BOTTERAU, Georges, 22, 438 BOURDALOUE, Louis, 384, 410, 421 BOUSEMART, Gabriel, 43, 438 BOVILLAE, 165, 188 BRAVO, Bartholomaei, 245, 381,

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473

417, 421, 465 BREDECK, M. J., 39, 457 BRICEÑO, Manuel, 103, 442 BRICEÑO, R. M., 314 BUCARELLI, Antonio, 368 BURGOS, Javier de, 125 BURRIEL, Andrés Marcos, 28, 444, 455 BURY, Guillaume, 384, 410, 428 BUSENBAUM, Herman, 388, 410, 426 C

CABARCAS SANTOYA, Luz María, 340, 442 CABERO, Hernando, 218, 344 CABRERA NÚÑEZ DE GUZMÁN, Melchor de, 379, 413, 421 CABRERA, Juan de, 214 CACUA PRADA, Antonio, 51, 438 CALATAYUD, Pedro Antonio de Calatayud, Padre 377 Calatayud, Pedro Antonio de 331, 377, 410, 411, 420, 423, 426, 448 Calatayud, Pedro de 331, 378, 425, 426, 449 Calatayud, Pedro 34, 336 CALDERÓN, Pedro, 34, 336 CALENO, Fufio, 169 CALVERAS, José, 20, 335, 453 CALVI, Donato 393, 411, 428 CAMPAZAS, Gerundio de, 355 CAMPION, 95 CAMPOS, Francisco, 125 CAMPOS, Marco de, 307 CANISIO, Pedro, 86 CARACCIOLI, Carmina, 251, 390, 411 CARACCIOLI, Domingo, 251 CARACCIOLI

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

Caraccioli, Dominique, 390, 420, 439 Caraccioli, Dominici 390, 411, 420, 439 CARAFA, Vincencio, 336 CARBÓN, C., 133 CARDAVERAZ, Agustín de, 331, 465 CÁRDENAS, Eduardo, 103 CARLOS II, 213, 392, 462 CARLOS III, Pássim CARO, J. E., 201 CARO, Miguel Antonio, 125 CARRANZA, Manuel, 368 CARRILLO DE SALDAÑA, Luis, 368 CARVALLO, Luis Alfonso, 67, 439 CASABONA, Tomás, 342 CASAL, Benito, 364, 439 CASCALES, Francisco de, 67, 439 CASCÓN, M., 21, 439 CASINI, Francesco Maria, 394, 411, 425, 427 CASSAL, José F., 344 CASSANI, José, 43, 44, 252, 445 Cassani 217 CASSANI, Joseph 43, 217, 252, 391, 411, 424, 438, 439 CASTEJÓN, Agustín de, 391, 392, 411, 424, 428, 429 CASTRO MAZO, Alfonso de, 285 CATILINA, 143, 151, 193 CATÓN EL VIEJO, 128 Catón 77, 136, 149, 191, 192 CATÓN, Marco, 139 Catón, M. 145 CATTANEO, Carlos Ambrosio, 379, 411, 426 CAUSINO ESCOLA, C., 146 Causinio Schola 186, 187 Causinio Schola, C. 185 CAVALCHINI, Cardenal, 355 CAVALLERA, F., 21, 22, 448, 456, 464

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CAVALLERO Y LLANES, Rodrigo, 407 CAVERO, Hernando,27, 64, 217, 274, 461 CAYO VETIO, Aquilino Juvenco, 250 CAYO, Graco,135, 169 CAYO, Julio César, 249, 439 CECILIO, 144 CEJUDO, Jorge, 355, 356, 464 CENNI, Cayetano, 405, 411, 421 CENTELLAS, Luis Vicente, 272 CERDA, Juan de la, 241 CERNA, Juan de la, 245, 382, 445 CERQUERO, Francisco, 369 CERVANTES,171, 172, 174, 183, 184, 187, 189, 193, 195 CERVELLINI, José María, 323 CERVOS, Fridericus, 24, 449 CESAR. C., 399, 412, 420, 422 CÉSAR 151, 159, 195, 197, 205 CICERÓN, Marco Tulio, Cicerón Pássim CICERON, Marco Tulio 395, 422 Cicerón, Marco Tulio 106, 249 Ciceronis, Marci Tullij 249, 396, 412, 423, 426, 440 CIPRIANO,117, 118 117, 118 CIRO, 146, 147, 185, 186, 187 CLAUS, José Ignacio, 377, 412, 429 CLAVER, Padre, 339, 446 CLAVIJO, Matias, 383 CLEMENTE VIII, 382, 416, 427 CLEMENTE XIV, 375, 440 CLIMENTE Y LASTINOS, Miguel, 393, 411, 422 CLODIO, Publio, 164, 180 Clodio Pássim CODINA, Arturus, 381 CODINA, Gabriel, 23, 58, 440, 466 CODORNIU, Antonio, 380, 408,

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

412, 427 COLIN, Francisco, 339, 440 COLMENARES, Germán, 40, 41, 237, 441 COLSON, 173 COLLADO, Juan, 288, 289, 296, 305 COLLADO, Manuel, 288, 305 COLLIN, 205 COLLINOT, A., 27, 440 COMPÈRE, Marie-Madeleine, 25 CONCEPCIÓN, Joseph Dela, 392, 414, 429 CONCINA, Daniele, 395, 416, 430 CONSENTINO, G., 27, 441 CONTRERAS CONTRERAS, 340, 441 Jaime, CORCUERA, Bartolomé Lázaro de, 217, 274, 344 CORDÓN, A., 67, 459 CORELLA, J., 20, 436 CORRAL Y CASTRO, Ramón del, 219 CORTÁZAR, Julián de, 64 CORTÉS, Francisco, 294 COTRIÑO, Cristóbal de, 218 COUDRET, 241 CREMONA, Giovanni Giuseppe, 391, 412, 427 CRÉTINEAU-JOLY, Jacques, 44, 441 CROISET, 90, 92, 441 CUERVO, Luis A., 331, 441 CURCIO RUFO, Quinto, 249, 398, 412, 422, 428, 441 Cursio, Quinto 249 CUSSON, Guilles, 335, 441 Ch

CHAMORRO, Bonifacio, 125 CHARMOT, François, 22, 73, 86, 95, 96, 230, 232, 233 Charmot 74, 103, 232 CHARMOT, F. 22, 59

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CHASTONAY, Paul de, 20 CHEVALIER, François, 40, 440 CHIRINO DE SALAZAR, Fernando, 394, 412, 424, 425 CHOPERENA, Pedro, Choperena, P. 311 Choperena, Pedro 310, 311, 312 Choperena, Petrus m 311, 312 D

DADEY, José, 63 DAINVILLE, François de, 27, 247, 441 DAINVILLE, F. 27 DALMASES, Cándido de, DANIEL, Gabriel, 402, 412, 430 DANVILA Y COLLADO, M., 354, 441 DAVID, M. V., 257, 442 DAZA, Francisco, 278 DE GUIBERT, José, 21, 22, 448, 456, 464 DE LA ANUNCIACIÓN, Juan, 385, 386, 414, 415, 422 DE LA FLOR, Fernando R., 256, 257, 442 DECORME, Gerardo, 29, 442 DEL NACIMIENTO, Juan, 381, 415, 429 DEL REY FAJARDO, José, Pássim del Rey, José 217, 439 DEL RINCÓN, Lucas, 333 DELFO, Adricomio, 404, 412, 420 DELGADO CRIADO, Buenaventura, 51, 443 DELVAUX, André, 389, 412, 420, 427 DEMÓSTENES, 118, 119, 120, 121, 184, 194 DEMOUSTIER, Adrien, 25, 57, 443, 444, 451 DERVILLE, André, 21, 444 DESCARTES, René 57, 102, 402,

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412, 430 DESPAUTERIO, 241, 242 DEUBLER, León, 275, 444 DEUBLER, Leonardo, 38 DIAS DE QUIXANO, Iosep/ho Gregorio, 309 DÍAZ DE LA MADRID, Lorenzo, 248, 398, 461 DÍAZ DE PANGUA, Diego, 264 DÍAZ RENGIFO, Juan, 67 DÍAZ, Lorenzo, 417, 427 DÍAZ, Pedro Joseph, 403 DÍAZ, Zamira, 40 DIEZ, Iuan, 396 DIJON, Nicolás de, 393, 416, 427 DIMLER, G. R., 257, 444 DINIS, Alfredo, 62, 444 DOLZ, Joseph Esteban, 393 DOMENICHI, Domingo, 19 DOMICIO, 114, 138 DOMINGUEZ, Joaquín Mª., Pássim DOMINGUEZ, Joseph Manuel, 362 DONNELLY, John Patrick, 23, 246, 444 Donelly Donnelly 168, 172, 173, 175, 194, 197 DOSMA, Ignacio, 293 DREWS (DREVUS), Juan, 394, 413, 423 DRIVE, Agustín, 333, 444 DRUSO, Marco, 136 Druso, 137 DUHR, Bernhard, 29, 444 DUMORTIER, François Xavier, 26, 444 DUQUE GÓMEZ, Luis, 349, 451 DUQUESNE, Ignacio, 55 E

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ECHANOVE, A., 28 ECHARD, Lorenzo, 245, 382, 413, 422, 445 EGIDO, Teófanes, 52, 340, 355, 356, 445, 464 EGUIA RUIZ, Constacio, 43, 445 EGÚRBIDE, Martín de, 298 ELSO, Jerónimo de, 402, 413, 429 ELLAURI, Francisco, 266 ENEAS, 180 ENRICH, Francisco, 30, 445 ERASMO, 246, 397, 413, 422, 445 ESCALERA, José, 22, 23, 28, 66, 245, 445, 459, 466 ESCIPIÓN, Metelo, 190 ESOPO, 250, 397, 413, 425, 445 ESPINOLA, Juan, 398, 405, 418, 423 ESPINOSA, Aurelio, 125, 334, 469 ESPINOSA, Antonio, 404 ESPIRITUAL, P. 236 ESPRONCEDA, 123, 126 ESTELA, Bernardo, 274, 275, 308 ESTEVAN DE HIGUEDA, Ignacio, 362 ESTRADA, Juan Antonio de, 400, 413, 427 F

FABRICIO, Q., 144 FALS BORDA, Orlando, 301, 446 FAUSSET, 190 FAVONIO, Marco, 139, 145 FEDRO, 106, 107 FEJER, Josephus, 33, 446 FELICES, Baltasar, 294, 323 FELIPE III, 241 FELIPE V, 219 FERNÁN NÚÑEZ, Conde de, 354, 446 FERNÁNDEZ ARRILLAGA, Inmaculada, 52, 53, 446, 453

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

FERNÁNDEZ DE ARROJO, Domingo, 383 FERNÁNDEZ DE VALENZUELA, Fernando, 64, 265, 436, 446 FERNÁNDEZ PEDROCHE, Juan, 280 FERNANDEZ ZAPICO, Dionysius, 381 FERNÁNDEZ, Agustín, 323 FERNÁNDEZ, José, 339, 446 FERNÁNDEZ, Manuel, 252, 391 FERNÁNDEZ, Nicolás, 413, 429 FERNANDEZ, Nicolas 381 FERRER BENIMELI, José Antonio, 52, 446 FERRERES, R. D, 321, 322, 447 FERRUSOLA, Pedro 397, 413 FIDELI (FEDELE), Benedicto, 387, 413, 430 FIGUEROA, Rodrigo de, 38, 213 Figueroa, Rodrigo 27, 38, 461 FILIPO II, 119 Filipo 118, 120, 121 FINESTRES Y DE MONTALVO, José, 28, 438 FLORES, Cosme de, 260 FOIS, Mario, 19, 447 FOUQUERAY, Henry, 29, 447 FRANCIOSINI, Lorenzo, 245, 384, 413, 430, 447 FRANCISCO RICCIO, Juan, 65, 219, 323 FRANCO DE SAN BASILIO, Juan, 379, 413, 421, 427 FRANÇOIS, Jean, 406, 413, 426 FREIRE, Rafael, 323 FRIAS, Lesmes, 336, 447 FRIAS, Manuel Antonio, 403, 413, 414, 430 FUENTE, Joseph de la, 393, 403, 414, 428

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FURFANIO, T, 154 FURLONG, Guillermo, 30, 447 G

GALÁN GARCÍA, Agustín, 270, 291, 334, 447 GALARZA, José de, 279, 347 GALAVÍS, Juan de, 285 GALILEO, 195 Galileu, 62, 444 GALO, T. Sergio, 158 GÁLVEZ, Francisco, 297 GALLART, Tomás, 323, 329 GALLUZZI, Francisco María, 403, 414, 430 GAMA, Simon da, 404, 414, 428 GARAU, Francisco, 387, 414, 422, 423 GARAY Y VARGAS, Blas, 332 GARCÍA BRIONES, Joseph María, 403 GARCÍA CARRIÓN, Francisco, 284 GARCÍA DE CASTRO, José, 21, 447 GARCÍA DE ENTERRÍA, Mª. Cruz, 67, 459 GARCÍA DE HONORATO, Eugenio, 407 GARCÍA DE RENGIFO, Diego, 66, 445 GARCÍA DE VALDIVIESO, Juan, 371 GARCÍA LOMAS, J. M., 20, 436 GARCÍA OLANO, Luisa, 366 GARCÍA OLANO, Manuel, 366 GARCÍA VALDIVIESO, José, 365 GARCÍA VALDIVIESO, Juan, 291 GARCIA VILLOSLADA, Ricardo, 37, 447 GARCÍA, Agustín, 274

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GARCÍA, Bernardo José, 280, 313 GARZÍA, Bernardo Joseph, GARCÍA, Diego, 67 GARCÍA, José Pablo, 323 GARCÍA-BAQUERO GONZÁLEZ, Antonio, 372 GASPAR DE CASTILLA, 219 GENOVESI, Juan Antonio, 333, 448 GENSAC, Henri de, 22, 448 GEREDA, Miguel, 288 GERONIMO, Francisco de, 430 GHERZI DE LA FUENTE, Juan Joseph, 393 GIARD, Luce, 25, 59, 61, 448 GIARD, L. 25, 27, 443 GIL BECERRA, Benito, 391, 414, 427 GIL, Eusebio, 25, 331, 448, 477 GILIJ, Felipe Salvador, 243, 305, 309, 448 GIMÉNEZ LÓPEZ, Enrique, 52, 54, 333, 448, 449 GINTHER, Anton, GINTHER,Anton 332, 395, 414, 429, 449 GIRÓN, Juan Manuel, 406 GODOY, Jerónimo, 286, 288, 296, 310, 329 Godoy, Hieronymo de 310 GOETHE, Johan Wolfgang von 57, 102 GÓMEZ FREGOSO, Jesús, 28, 455 GÓMEZ MARTÍNEZ, Josepha, 370 GOMEZ RODELES, Cecilio, 24, 340, 449 GONÇALVEZ DE REYES, Antonio, 44, 464 GÓNGORA, Luis de, 125

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GONSALEZ, Josepho Joachino, 311 GONZAGA, Luis, 329, 407, 415, 425 GONZÁLEZ BATISTA, Carlos, 290, 449 GONZÁLEZ DE LOS CORRALES, Luis, 366 GONZÁLEZ, Cayetano, 285, 286 GONZÁLEZ, Diego, 260, 261 GONZÁLEZ, Juan Miguel, 301 GONZALEZ, Juan Miguel 301 GONZÁLEZ, Elias Vincentio, 311 GONZÁLEZ, Felipe, 49, 442 GONZÁLEZ, Francisco Antonio, 69, 240, 285 GONZÁLEZ, Francisco A. 281, 282, 283 GONZÁLEZ, Leandro, 378 GONZÁLEZ, Marcos, 213, 214, 215, 216, 270, 292, 342 GONZÁLEZ, Tirso, 277, 278, 294, 349 González, Thyrso 66, 219 Gonzalez, Tyrso GOTTSCHAL WALLERIO, Johann, 306 GOYENECHE, Joseph Ignacio de, 362 GRACIÁN Y MORALES, Baltasar, 66, 438 Gracián 67, 68, 437, 459 Gracián, Baltasar 66, 67 GRACO, Cayo, 135, 169 GRACO, Tiberio, 135, 169 Graco, T. 133, 153 GROOT, José Manuel, 44, 45, 364, 365, 449 GROSSIS Y RUEDA, Gerónimo Luis de, 290, 369, 370 Grossis y Rueda

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

Grossis, Gerónimo 366, 373, 374 Grossis, Jerónimo 290, 369 Grossis, P. 367, 374 GROSSIS, Xristobal, 370 GRZEBIEN, Ludwik, 375, 449 GUERRA AZUOLA, Ramón, 304 GUERRERO, Javier, 41, 460 GUGLIERI NAVARRO, Araceli, 38, 449 GUIBERT, J. de, 21, 22, 448, 449, 456, 464 GUILLEMIN, M., 173, 189 GUMILLA, José, Pássim GUMILLA GUTIÉRREZ CASILLAS, José, 470 GUTIÉRREZ DE ARCE, M., 391 GUTIERREZ DE LA HUERTA, Francisco, 356, 450 Gutiérrez de la Huerta, 355 GUTIÉREZ, Ignacio, 366, 374 Gutiérrez, Ygnacio 369, 371 GUTIÉRREZ, Juan Cayetano, 371 GUZMÁN, Juan Antonio de, 47 H

HADRIANO, 112 HAURY, Augusto, 179 Haury 192 HAZAÑERO, Sebastián, 214, 270, 271 HEIMBACH, Matías, 406, 414, 420 HELLEYER, Marcus, 24, 450 HEREDIA, Alonso de, 210, 269, 330, 365 HEREDIA, Pedro de, 46 HERMAN, J-B., 58, 450

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479

HERMANO Bedel, 69 HERNÁNDEZ DE ALBA, Alfonso, 37, 463 HERNÁNDEZ DE ALBA, Guillermo, 37, 463 HERNÁNDEZ, Pablo, 30, 450 HERRERA Y TORDESILLAS, Antonio de, 253, 399, 414, 424, 450 Herrera, Antonio de, 253, 399, 450 HERVÁS Y PANDURO, Lorenzo, 299, 305, 306, 315, 375, 450 HERVÁS Y PANDURO 315, 334 Hervás 306 HIPONA, Agustín de, 14, 46 HITO, Diego de, 299 HOEHN, Nicolás, 390, 414, 429 HOFFMAN, Amando Ignatio, 405, 419, 429 HOGAL, Joseph Bernardo del, 402 HOMERO, 252, 399, 414 HORACIO Pássim HORTENSIO, Q., 143, 184 HOYOS, Bernardo Francisco de, 331, 468 Hoyos, Bernardo 331 I

IBARRA, Juan Baptista de, 402 IDIÁQUEZ, Francisco Javier, 28, 251, 459 IDIÁQUEZ, Francisco Xavier 450 IPARRAGUIRRE, Ignacio, 20 ISLA, José Francisco de, 406 Isla, José de 355

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

JAER, André de, 20, 451 JARAMILLO MEJIA, William, 35, 278, 308, 311, 451 JOUANEN, José, 27, 29, 38, 55, 451, 461 JOUANEN 36 JOUANEN, J. 336 Jouanén, José 38, 322, 334 Jouanén, P. 323 JUAN EL PRIMERO, 361 JUDDE, 87, 451 Judde, P. 87, 451 JULIA, Dominique, 25, 57, 444, 451 JULIÁN DE TRESPALACIOS MIER, Toribio, 366 JULIÁN, Xavier 367, 369, 371, 372 Julián, Javier 367, 368, 375 Scolar JULIÁN, Antonio, 44, 273, 305, 309, 334, 349, 354, 451 JULIAN JULIÁN, Francisco Javier, 298, 305, 306 JULIAN, Francisco Javier, JULIÁN, Ignacio, Pássim JULIO CESAR, 249, 399 JUSTINO, Marco Juniano, 399, 415, 422, 425 JUVENCIO, José, 22, 452 Juvencio [Jouvancy], 28 Juvencio Pássim JOUVANCY (JUVENCIUS), Joseph de, 22, 438, 451 Jouvancy 69 JUVENTIUS 28, 451

KEMPIS, Tomás de, 336, 399, 415, 426 KOSKA, Estanislao de, 329 KRATZ, Guillermo, 375, 452 KUENTZ, P., 27, 452

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LA PALMA, Luis de, 318 La Palma, P. 73 LA PUENTE, Luis de, 339, 452 La Puente, Luis 318 LA TORRE SCULPSIT, Bartolomé de, 277, 308 Latorre Sculpsit, Batholomeo 308 LACROIX, Claudio, 388, 415, 428, 429 LAÍNEZ, Diego, 88 LANGUET, Juan Joseph, 332, 401 LARRAZ, Blas, 397, 415, 424 LASELVE, Zacharie, 379, 415, 420 LE GAUDIER, Antonio, 22, 230, 232 LE GAUDIER, A. 230 LEA, Francisco de, 275 LEAL, Ildefonso, 364, 452 LEAL, Joaquín Ignacio, 316 Leal, Joaquín 315, 323, 343 LEBRUN, Laurent, 90, 452 LECINA, Mariano, 34, 43, 468 LECINA, Marianus 24, 449 LEDESMA, Alonso de, 257, 442 LEDESMA, Diego, 23, 453 LEDI, Julio, 271 LEITE, Serafím, 30, 452 LEMAIRE, 197 LENAIN DE TILLEMONT, Luis Sebastián, 248, 407, 456 LÉNTULO, P., 144

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

LEONARDELLI, Annibal, 394, 415, 426 LÉPIDO, Marco, 135 LERTORA MENDOZA, Celina Ana, 314, 315, 452 LETURIA, Pedro, 336, 452 LEUCÓNOE, 121, 122, 126, 129 LICINIO, 195 LIENHARDT, Georg, 383, 415, 423 LIMA, Manuel de, 391, 415, 425 LIÑÁN, Matías, 323 LOBO GUERRERO, Bartolomé, 47, 262, 458 LOHNER, Tobías, 384, 415, 425 LOMBARDI, 177, 189 LÓPEZ CUESTA, Francisco, 250, 390, 452 LÓPEZ CUESTA, Luis, 250, 390, 415, 423, 452 LOPEZ PINCIANO, Alonso, 67, 452 LÓPEZ, Diego, 250, 251 Lopez, Diego Pássim LÓPEZ, Jaime, 284 LÓPEZ, Jerónimo, 382 LORENZO, Bernarda, 370 LOSADA, Luis de, 406 LOSSADA, Luis de 407, 415, 425 Lossada, Ludovico de 407 LOSADA, Pedro de, 320 LOYOLA, Ignacio de, Pássim Loyola, Ygnacio de 405, 418, 428 LOYOLA, Iñigo de 58 LOYOLA, Juan de 331, 332, 401, 415, 424, 453, 465 Loyola, Juan de LUCENA SALMORAL, Manuel, 218, 453 LUDOVICI DE LA CERDA,

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481

Joannis 245, 381, 465 LUENGO, Manuel 53, 314, 453 LUKÁCKS, Ladislao 23, 58, 453 Ladislao 19, 23 Lukács, L. 24 Lukács, Ladislaus 454 LYRA, Gonzalo de 63 M

MACEDONIO 180 MACERA, Pablo 40, 454 MADARIAGA, Andrés de 218, 366, 367 MADRIGAL VALDÉS, José Francisco 219 MAGNO, Alejandro 249 Magni, Alexandri 249, 398, 412, 422, 428, 441 MALDONADO, Antonio 293, 306, 307 MALDONADO DE PRA 307 MALDONADO, Petro 311 MANCA, Ángel 284 MANCA, Antonio 285 Manca, P. 285, 289 MANCIA, Anita 20, 454 MANSILLA, Tomás 277 MANTILLA DE LOS RÍOS, Thorintia 371 MANTILLA, Luis Carlos Pássim MARCELLO 201 MARCIAL, Valerio 114 MARCO ANTONIO 120, 164, 178, 183 MARCO TULIO Pássim MARELLA, G. 20, 454 MARGARITA DE AUSTRIA 63, 400 MARÍS, Luis 300 MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán 64, 250, 265, 307, 310, 311, 315,

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

442, 454 MARSO, Domicio 114 MARTÍN, Francisco 213, 214 MARTÍNEZ DE LA ESCALERA, José 29, 454 MARTÍNEZ DE LA PARRA, Juan 389, 416, 426 MARTÍNEZ DE PINILLOS, Cayo, MARTÍNEZ DE PINILLOS, Pedro 303 Martinez de Pinillos, Pedro 302 MARTÍNEZ DE RIPALDA, Juan 307, 352 MARTÍNEZ DIEZ, Felicísimo 96, 455 MARTÍNEZ RUBIO, Juan 65, 265, 266 MARTÍNEZ, Lorenzo 404, 412, 420 MARZAL, Antonio 275, 276 MASSILLON, Jean-Baptiste 392, 416, 429 MAUGERI, José María 334, 469 MÁXIMO, Ciro 194 MÁXIMO, Valerio 249, 250, 397, 415, 418, 422, 425, 430, 468 MAXIMO, Valerio 452 MAYA, Ambrosio 284 MAYANS Y SISCAR, Gregorio 28, 438 MAZIERE, Fr., 27, 440 MEAURIO, Ignacio de, 279, 280, 301, 329, 336, 455 Meaurio, Ignacio 282 MEDINA RICO, Pedro de, 270 MEDINA, Toribio, 300, 368 MEJÍA, Pedro 383, 416, 429 MELGAR, Gabriel Pássim MELIO, Sp. 153 MENA, Sebastián de 396 MÉNDEZ, Francisco 282 Méndez, P. 281

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MENESES, Francisco de 220 MERCADO, Pedro de Pássim MESA, Carlos E. 455 MESANZA, Andrés 14, 46, 47, 293, 437, 455, 470 MESÍA DE LA CERDA 367 MESTRE SANCHIS, Antonio 28, 455 MESTRE, Antonio 28 MEXIA, Fernando Luis de 344 MILÓN Pássim MIMBELA, Mateo 64, 250, 265, 279, 307, 442, 454 MINCIA, A. 27, 456 MIRANDA RIBADENEIRA, Francisco 334, 456 MIRANDOLA, Ottaviano 398 MISENO 180, 204 MOLIN, Antonium 247, 406, 460 MOLINA Y ORÚS 367 MOLINA, Andrés de 281, 282 MOLINA, Juan de 250, 390, 416, 423, 456 MOLINA, Salvador 368 MOLINA, Toribio de 367 Molina, Toribio 369, 372, 373 MOMMSEN 182 MONET 169, 175 MONROY, Luis Alberto 46 MONROY, Miguel de, 258 Monroy, Miguel 282 Monroy, P. 258, 282 MONTAIGNE, Michel de 57, 102 MONTALVO, Miguel de 284 MONTREVIL, (MONTEREUL), Bernardino de 248, 407, 416, 424, 456 MONTREVIL, Bernardino de 248, 407, 456 MORALES, Leonardelo de, 394 MORALES, Antonia de 366

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

MORÁN DE BUTRÓN, Jacinto 379, 416, 421 MORILLO VELARDE, Fernando 367 MORNER, Magnus 237, 456 MORRÀS, Domingo 379 MOYA, Melchor 296 MULCRONE, Thomas F. 247, 456 MULLAN, Elder 326, 456 MUÑOZ DE VELES, Santhiago 368 MUÑOZ, Francisco Vicente 393 MURIEL, Andrés 364 MURILLO VELARDE, Pedro 401, 416, 421 MUTIS, José Celestino 288, 456 N

NACIANCENO, Gregorio 250 NADAL, Jerónimo 22, 465 Nadal 22, 86, 87, 89, 91, 93, 456 Nadal, P. 89 NARIÑO, Antonio 196 NASICA, P. 133 Nasica 157 NATALIS, P. 90 NAVARRETE, Juan Andrés 247 NAVARRO Y AGUILAR, Matías Antonio 393, 416, 429 NAVARRO, Ana 301 NAYA, Antonio 289 NEBRIJA, Antonio de 54, 244, 245, 381, 416, 430, 456, 469 Nebrija 241 Nebrisensis, Antonij 245, 381, 417, 421, 465 Nebrixa 241 Nebrixensis, Antonii 241 NEPOMUCENO, Juan 330, 353, 354

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483

Nepomuk (Nepomuceno), Juan 330, 460 NEPOTE, Cornelio 250, 398, 412 NEPOTE, Valerio 164 NEWMAN 180, 184 NICKEL, Goswino 14, 209, 293, 341, 344 NICOLAU, Miguel 22, 456 NIEREMBERG, Juan Eusebio 339, 416, 427, 456, Nieremberg, Iuan Eusebio 382 NIETO LOZANO, Danilo 50, 457 NIEUPOORT, Willem Hendrik, 248, 398, 416, 422, 427, 457 NIEVES AVENDAÑO, José de 380, 416 Nieves, Joseph de 380 NOCETI, Carlos 395, 416, 430 Noceti, Carolum 395 NORIS, Enrico 355 O

O’MALLEY, John W. 340, 457 O’NEILL, Charles E. Pássim OCAMPO LÓPEZ, Javier 51 OLDANI, L. J. 39, 457 OLERA, Tommaso de 392, 416, 429 OLIVA, Juan Pablo 51 OLMEDO, F. 241, 457 OLMOS, Ildefonso 283 OPIMIO, L. 133 Opimio 157 ORAÁ, Francisco Javier 289 Oraá, P. 290 OREFICI, Paulo 375 ORESTES 133 ORTEGA LÁZARO, Luis 14, 47, 457 ORTIZ Y MORALES, José 64, 258, 457

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

Ortiz Morales, José 64, 250, 265, 307 ORTIZ, Francisco 323 ORTIZ,Aloisius 24, 449 ORÚS, Jorge de 372 ORÚS, Simón de 368, 369, 372 Orús, Simón 301, 367 OSORIO ROMERO, Ignacio 242, 244, 245, 246, 250, 259, 457 OSORIO ROMERO, I. 259, 264, 265 OSORIO, Tomás 295, 323 OSSAD, Pedro de 210 OVIDIO NASON, Publio 390, 400, 417, 418, 428 Ovidio 251, 400 OVIEDO, Juan Antonio de 402, 417, 423 P

PACONIO, M. 154 PACHECO ALBALATE, Manuel 300, 369, 372, 373, 374, 457 PACHECO, Andrés 323 PACHECO, Juan Manuel Pássim PACHECO 36 Pacheco, P. 334 PACHTLER, Georg Michael 24, 458 PACHTLER, G. M. 227, 458 PACHTLER 227 PADILLA, Victorino 288, 368 PALANTE 179, 180, 204 PALENCIA, Luis de 217, 273, 349 PALOMINO Y ASCABIAS, María 287 PALOMINO, Antonio 257, 458 PALOMINO, A. 257 PALLU 324, 458 PAPIRIO 136 PARA, Caracciolo 14, 46, 470

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PAREDES, Ivlian de 213, 462 PAS, Ana María 370 PASTELLS, Pablo 30, 458 PATÉRCULO, Veleyo 196 PATINA, T. 146, 185 PATRIGNANI, José Antonio 378, 417, 426 PAULO, Lucio 138 PAVA, Diego de la 297, 313, 314, 323, 328 PAXES, María de 371 PEDRAZ 172, 182, 189, 192, 194 PEDRAZA, P. 257, 459 PEÑA, Juan de la 64, 266, 273 PEÑA, Martín de la 266 PEÑALOSA, Pedro de 331 PEÑAS GALINDO, David Ernesto 13, 459 PERALTA, Ceferino 68, 459 PÉREZ ÁNGEL, Héctor Publio 41, 460 PÉREZ ARBELÁEZ, Enrique 314 PÉREZ GÓMEZ, José 14, 46, 459 PÉREZ PASCUAL, Ángel 66, 67, 459 PÉREZ PICÓN, Conrado 28, 29, 459 PÉREZ, Antonio 272, 273 PÉREZ, Pedro 370 Pérez, P. 273 PÉREZ, Salvador 291, 367, 369, 370, 375 PERLÍN, Francisco 214 PERLÍN, Luis 214 PERPIÑÁ, Pedro Juan 23 Perpinyà (Perpiñá), Pedro Juan 23 PETAU, Denis 246, 389, 417, 422, 460 Petau (Petavius), Denis 246, 444 Petavii, Dionysii 246,

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

389, 417, 422, 460 PETTY, Miguel 26, 460 PHELIPE QUINTO 392, 393, 410, 425 PHILIPPI III 241 PINAMONTI, Pedro Juan 173 PINCIANO 67 PINEDO, Isidoro 52, 355, 445, 460 PÍO V 382, 416, 427 PISÓN, Calpurnio 178 PLAZA, Ignacio 295 PLAZAOLA, Juan 25, 460 PLUCHE, Sr. 251, 450 POLC, Jaroslav V. 330, 460 POLGAR, László 23, 460 Polgár, László 39 POMBO 124, 125 POMEY, François-Antoine 248, 252, 398, 404, 417, 424, 427, 460 Pomei, Francisco Antonio 247, 248 Pomey 247, 252 Pomey, Francisco 247, 248, 398, 406, 417, 426, 427, 460, 461 POMPEYO Cneo 131 Pompeio 194 Pompeyo Cn 136, 144, 197 Pompeyo Pássim PORTALES Y MENESES, Diego 402, 413, 429 POSEVINO, Antonio 232, 461 Possevino, Antonio 22, 232, 466 POTESTA, Felice 394, 417, 423 POYTON 167 POZO DE OCAMPO, José Estévez 366 PRALON-JULIA, Dolorès 25, 443 PRODI, Paolo 340, 461

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PRUDENCIO, Marco Aurelio 250 PUERTA, Manuel de la 393 PULGAR, Rafael 287, 310 PUYÓ, Jorge 334 Q

QUECEDO, Francisco 307, 308, 309, 310, 311, 313, 314, 315, 461 Quecedo 308, 315 QUECEDO, F. 308 QUEVEDO, Pedro Silvestre de 290 QUINTANA, Salvador 287, 288 QUINTERO, Juan 257 Quintero, Ioannis 258 QUINTILIANO 172, 173, 191, 203 QUIZANO, Josepho 313 R

RAFFO, Giuliano 27, 461 RAHNER, Karl 321, 322, 461 RAMIÈRE, Henrico 212, 462 RAMÍREZ DEL RINCÓN, José 295 RAMÍREZ, Gabriel 404 RAMOS DE LA VEGA, Juan 370, 371, 372 RÁVAGO, Francisco 407, 417, 420 RAVIER, André 20, 462 REDMOND, Walter Bernard 312, 315, 462 REINFESTUEL, Anacleto 400 RENDÓN SARMIENTO, Diego 285 RENTERÍA SALAZAR, Patricia, RESTREPO POSADA, José 48, 284, 312, 462 RESTREPO POSADA, J. 312 RESTREPO TIRADO, Ernesto 219, 463

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l o s j e s u i t a s e n M O M PO X ( 1 6 4 3 - 1 7 6 7 )

RESTREPO, Daniel 37, 45, 278, 463 RETZ, Francisco 69, 283 Retz, P. 281, 284 RIBADENEYRA, Pedro de 400, 417, 424 RIBERO, Antonio 250, 397, 453 RIBERO, Juan 44, 303, 449 RICCI, Francisco 219, 323 RICCI, Lorenzo 38, 64, 65, 226, 236, 241, 266 RICCIO, Francisco 65, 66 Riccio, P. 220 RICCIOLI, Juan Bautista 247, 398, 417, 428 Riccioli, Giovanni Battista 62, 247, 444, 456, 463 RICCIOLI, J. B. 247 RIEGO, Alonso del 331, 453 RIPALDA 86 RIQUET 177 RIVAS SACCONI, José Manuel 244, 265, 310, 314, 315, 436, 463 RIVAS SACCONI 258 RIVAS SACCONI, J. M. RIVERA, Diego de 333, 463 RIVERO, Juan de 273, 303 Rivero, Juan Pássim RODERO, Gaspar 285 RODNER, James-Otis 49, 464 RODRIGUES, Francisco 29, 464 RODRIGUEZ, Alphonse 21, 464 RODRÍGUEZ DE CAMPOMANES, Pedro 355, 464 RODRÍGUEZ DE ESCOBAR, Joseph 393 RODRIGUEZ DE LA TORRE, Juan 246, 406, 446 RODRÍGUEZ FRANCO, Nicolás 253, 399, 450 RODRÍGUEZ HONTIYUELOS, Mariano 366

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RODRÍGUEZ VERNAL, Alonso 36, 318, 339, 417, 423, 440 RODRIGUEZ, Alonso 383 RODRÍGUEZ, Manuel 44, 307, 464 RODRÍGUEZ-MOÑINO, Antonio 66, 464 ROJAS, José de 323 Rojas, José 308 Rojas, P. 308, 309, 310 ROMÁN, Manuel 309 ROMANO, Antonella 27, 464 ROSCIO DE AMERÍA, Sextio 193 ROSIGNOLI, Carlos Gregorio 406, 417, 426 ROXAS, Joseph 309 Roxas, Iosephum de 309, 310 RUBÉN DARÍO 123, 126 RUEDA ENCISO, José Eduardo 40, 41 RUEDA, Agustín de 297, 366, 368, 369, 370, 371, 373, 374, 464 RUEDA, Juan de 370 RÜELD, P. 276 RUIZ AMADO, Ramón 50 RUIZ DE QUINTANA, Baltasar 287 RUIZ JURADO, Manuel 20, 21, 22, 331, 332, 451 Ruiz Jurado 21 RUIZ, Matías 344 S

SACCHINI, Francisco 22, 73, 86, 465 SACCHINI, F. 86 Sacchini, Francesco 22, 466 Sacchini, 73 SAEZ, José Luis 34, 273, 288, 294,

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

465 SALAS, Pedro de 245, 381, 417, 421, 445, 465 Salas, P. 245 Salas, Petrum de 382, 465 SALAZAR Y AGÜERO, Francisco de 362 SALAZAR, Pedro de 276, 277 SALCEDO RAIMOROSO, Cipriano de 216, 292 SALCEDO RAIMOROSO, Gregorio de 216, 292 SALDAÑA, Francisco de 277 Saldaña, Francisco 294, 323, 326 SALDARRIAGA, Diego 295 SALZEDO DEL VILLAR, Pedro Pássim Salzedo del Villar 218 Salzedo, Pedro 215, 332, 367 SAMUDIO, Edda 39, 40, 237, 442, 466 SÁNCHEZ DE LIMA, Miguel 67, 466 Sánchez de Lima 67 SÁNCHEZ, Luis 250, 251, 390, 400, 452 SANDOVAL, Alonso de 214, 266, 466 SANTA CRUZ, Conde de 278 SANTA MARÍA, Francisco de 382, 413, 428 SANTA TERESA, Domingo de 385, 412, 413, 421 SANTACRUZ, Juan de 275, 276 Santacruz, P. 276 SANTILLÁN, Luis de 63 SANZ DE DIEGO, Rafael Mª. 45, 466 SANZ, Baltasar 272, 323, 324 Sanz, P. 325

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SARASQUETA, Antxón 49, 466 SATURNINO 135, 169 SAUTU, José 118 SAUVE, James 23, 466 SCADUTO, Mario 22, 232, 466 SCIOPIO, Gaspar 242 SEDULIO, Celio 250 SEGURA, Nicolás 383, 418, 427, 428 SEÑERI, Pablo 398, 405, 418, 423 Señeri, P. 340, 379 SEXTO, Clodio 141, 142, 179, 180 SEXTO, Fernando 404 SCHIMBERG, André 87, 90, 466 SIERRA, Francisco 38, 320, 321, 329, 379 SIEVERNICH, Michael 25, 61, 466 SILVA, Medardo Angel 124 SIMÓN DÍAZ, José 29, 37, 467 SOARES, Mario 241, 242 SOAREZ, Cipriano 225, 247 SOBRINO, Francisco 245, 400, 418, 422, 467 SÓCRATES 105 SOLANO DE LEÓN, Antonio 366 SOLIS Y RIBADENEYRA, Antonio de 253, 388, 418, 424, 467 Solís, Antonio de 253 SOLÍS, José 334 SOLORZANO, Joanne Ignatio 310 SOMMERVOGEL, Carlos Pássim Sommervogel SOTA, José de la 283, 284 Sota, Joseph de la 283 SOTO ARANGO, Diana 49, 467 SPRINGETTI, Emilio 242, 467 SUAREZ DE FIGUEROA, Diego 390 SUAREZ DE FIGUEROA, Ignacio 390, 418, 420

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SWITEK, Günter 25, 61, 466 SZILAS, László 26, 467 T

TACCHI VENTURI, Pietro 29, 467 TAMBURINI, Miguel Angel 69, 279, 282, 283, 299 Tamburini, P. 280, 281, 282, 284 TAPIA, Diego de 278, 282, 283, 284, 299 TAPIA, Matías de 281 TÁRQUITO 180 TARRE, Manuel 333, 444 TERENCIO 251, 398, 418 TÉREZ, José 316, 355 TESAURO, Emanuele 396, 418, 423 TEXEIRA Y MENA, José de 280, 313 THUCYDIDES 252, 395, 418, 430, 467 TIBULO 114 TIETZ, Manfred 52, 54, 467 TITO ANIO 131, 132 TOBAR, José de 333 TOLOSA, Jerónimo de 213 TORRELLA 241 TORRES NEVADO, María de 349 TORRES, Cristóbal de 293 TORSELLINO (Torsellini), Orazio 246, 397, 418, 427, 468, 470 Torsellino 242 TORSELLINO, Horacio 246 Tursellino, Horatio 246, 397, 418, 427, 468 TRÍAS, Francisco Javier 340, 442 Trías, Xavier 368 TROCONIS, José 298, 323 Troconis, P. 298

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TUCÍDIDES 252 TUDÓ, Jacinto de 362 TUECHLE, Hermann 322, 468 TURLOT, Nicolás 388, 418, 430 TYLENDA, Joseph N. 331, 468 U

UBANDURRAGA, Juan Antonio 295 Ubandurriaga, Juan 323 URBANO VIII 333 URIARTE, José Eugenio de 34 URIARTE, Eugenio de 331, 468 URIARTE, J. Eug. de 248, 249, 432 URIARTE, José Eug. de 43, 432, 468 Uriarte, P. 245 V

VALDÉS, Diego 403, 418, 427 VALDIVIESO, Juan de 367, 368, 369, 371, 375 Valdivielso, Juan 291, 365, 367 VALDO, Antonio 307 VALENCIA, G. 177 VALERO Y LUSSA, Francisco 404, 419, 420 VALERO Y LOSA, Francisco 404, 419, 420 VALLE LLANO, Antonio 288, 468 VARÁIZ, Francisco de, VARGAS JURADO, José 331, 334, 468 VARGAS JURADO VARGAS UGARTE, Rubén 29, 30, 468 VARIO, P. 154 VÁSQUEZ DE MELLA 196 VAUCELLES, Louis de 25, 448

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VÁZQUES, Martín 368 VELASCO PETROCHE, Juan de 334, 469 VELASCO, Juan de 55, 291, 334, 349, 451, 469 VELASCO, Juan 44, 469 VELÁSQUEZ, Juan Andrés 395, 419, 426 VERGARA CIORDIA, Javier 66, 459 VERGARA Y AZCÁRATE, Antonio de 217, 469 Vergara y Azcárate, Antonio 217 VERGARA Y VERGARA, Julio C. 217, 284, 469 Vergara, Julio C. 284 VERGARA, Fernando de 42, 327 Vergara, Fernando 284, 312, 323, 469 VERGEL, Luis 274 VIBIENO, G. 143 VIEIRA (VIEYRA), Antonio 386, 419, 423, 430 VIENA, Antonio de 89, 214 VIEYRA, Francisco 391, 419, 430 VILA VILAR, Enriqueta 266, 466 VILLACASTIN, Tomás de 399, 419, 426 VILLAGORDO, Antonio Joseph 332, 401, 407 VILLALBA PEREZ, Enrique 54, 469 VILLALBA, Jorge 334, 469 VILLANUEVA, José 298 VILLARET, Emile 326, 469 Villaret 326 VILLEGAS, Bernardino de 399, 419, 424 VILLEN DE BIEDMA, Juan 396, 419, 428 VILLER, M. 21, 22, 432, 444, 448, 456, 464

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VINANS, Simón 279, 313, 320 VIRGILIO MARÓN, Publio 115, 251, 389, 400, 419, 429, 470 VISNER, Joaquín 368 VIVA, Domingo 389, 419, 422 VIVAS, Gaspar 32 VIVIER, Alexander 47, 470 VORGIER, Mr. 47, 470 W

WALT, Jean 405, 419, 429 Walt, Joanne 405 WENCESLAO IV 330 WINTHER, Johann 389, 419, 425 X

XIMENEZ DE CISNEROS, Francisco 403, 418, 427 Y

YÁÑEZ PARLADORIO, Juan 396, 419, 425, 428 YARZA, José 54, 298, 314, 364, 470 Yarza, Iosepho 314 Yarza, Josephum 315 Yarza, P. 314, 315 Z

ZAMBRANO, Francisco 333, 470 ZAMORA, Alonso de 14, 46, 470 ZAMORA, Antonio 323 ZANFREDINI, Mario 246, 470 ZAPATA, J. 402 Zapata, Padre 402, 419, 430 ZÚÑIGA, Juan de 390, 392

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tercera parte Los edificios del Colegio de la Compañía de Jesús en Mompox

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Introducción

Se presenta al lector un nuevo trabajo de investigación sobre la arquitectura de los edificios de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada. En esta ocasión, el análisis arquitectónico y urbano se ocupa de la formación y el desarrollo de las estructuras arquitectónicas del antiguo colegio jesuítico establecido en 1643 en la villa de Santa Cruz de Mompox, sur de Bolívar. Situada en lugar estratégico sobre el curso del río Magdalena, entre la ciudad de Cartagena de Indias y la villa de San Bartolomé de Honda, la población de Mompox se convertiría en la sede de un nuevo colegio para los jesuitas, haciendo posible la labor educativa y pastoral entre los vecinos blancos e indígenas al interior de sus aulas, además de brindar en sus aposentos el merecido descanso a los misioneros que iban en su largo trasiego por la vía de Santafe y Tunja, hasta las reducciones llaneras del Casanare y Meta. En la actualidad, el viajero que visite este bello puerto localizado sobre un recodo del antiguo Brazo de Mompox, encontrará en el centro de la población una bulliciosa plazuela cargada de actividad social y comercial. Frente a esta plaza denominada de “La Libertad”, se encuentra el Palacio Municipal, ocupando las dependencias –hoy intervenidas arquitectónicamente– del antiguo edificio del colegio establecido por la Compañía de Jesús durante la segunda mitad del siglo XVII. Característica sobresaliente del estado actual del edificio es la ausencia del antiguo templo que formaba parte, junto con el claustro, del conjunto arquitectónico jesuítico. Este importante espacio religioso fue eliminado, debido a su gran deterioro, entre 1802 y 1807 por el importante comerciante

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Pedro Martínez de Pinillos, para la creación de un hospicio-hospital que beneficiara a la población momposina. Esta determinación ocasionó la eliminación del espacio del templo y su aprovechamiento para nuevas dependencias en dos plantas, además de nuevas intervenciones espaciales en las estructuras del colegio y el cambio de lugar de la escalera original. Gracias a la existencia del edificio principal, y con apoyo de las fuentes documentales jesuíticas, se realizó en el presente trabajo la interpretación y recuperación de la espacialidad original del edificio jesuítico del claustro y su templo, con la definición de sus etapas constructivas a partir del establecimiento inicial en el solar adquirido, su desarrollo espacial en el tiempo y la clarificación del programa arquitectónico. Se presenta además, la historia de las diferentes intervenciones a que fueron sometidas las estructuras arquitectónicas del inmueble, después de la expulsión de los jesuitas en 1767, los cambios de uso en los siglos XIX y XX, hasta su estado actual. Es conocido que este colegio tenía a su cargo varias haciendas en la región, con distinta vocación económica, sin tener idea clara sobre sus lugares de localización. En el transcurso de la investigación, las fuentes consultadas permitieron determinar cuáles fueron las posesiones rurales del colegio jesuítico, su aparente localización en la región, denotando que algunas de estas posesiones se localizaban a varios días de camino del centro urbano de Mompox. De esta manera, se reconcieron como posesiones rurales del colegio las haciendas de El Marqués, Santa Rosa, las tierras de Barranco, Guataca y Purgatorio, así como el hato El Pajaral. En la actualidad, y después de 240 años transcurridos, la Compañía de Jesús hace presencia nuevamente en Mompox, con la adquisición de la hacienda San Ignacio, entable de vocación ganadera, localizado en las cercanías del casco urbano de la villa. 1. Estructura El trabajo se estructuró a partir del marco espacial y jesuítico en la región y la villa de Santa Cruz de Mompox, relacionando interesantes descripciones de los jesuitas y viajeros que pasaron en algún momento por esta población y sus alrededores durante los siglos XVII y XVIII, los primeros jesuitas en la villa y el establecimiento definitivo y la fundación del colegio, las características urbanas de localización de la manzana, solares, el predio y su plazuela anexa. En cuanto a los edificios jesuíticos y su arquitectura, se explican inicialmente las características espaciales del templo, su planta arquitectónica y volumen, acompañando el estudio con los inventarios de bienes de la iglesia y sacristía y las congregaciones que le pertenecían. Luego, el

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análisis del edificio del claustro con sus etapas constructivas, desarrollo de la planta arquitectónica definitiva para el año 1767, y definición del programa arquitectónico del colegio. Posteriormente, se desarrolla la historia del edificio del claustro después de la expulsión de la orden, con el avalúo del colegio en 1800, su pregón y remate, para terminar con las obras de intervención en el inmueble realizadas por Pedro Martínez de Pinillos durante el periodo 1802-1807, obras materiales que cambiaron definitivamente el aspecto espacial y volumétrico original del edificio, al eliminarse por completo el templo como componente arquitectónico del complejo jesuítico. Por último, el capítulo dedicado a las posesiones rurales del colegio, con sus respectivos inventarios destacando los componentes espaciales como casas, capillas, trapiches, su vocación económica ya sea agrícola o ganadera, tierras y esclavos; otras posesiones del colegio como inmuebles urbanos y la compra de tierras con sus donaciones, etc. 2. Fuentes La información histórica y arquitectónica utilizada en el presente trabajo proviene principalmente de fuentes documentales manuscritas localizadas en diferentes archivos nacionales y extranjeros. Tal es el caso de las cartas annuas, documentos jesuíticos particulares localizados en el Archivium Romanum Societatis Iesu (ARSI), que aportan información relativa a la vida cotidiana en el colegio momposino, desconocida en los papeles oficiales del momento. En este sentido, fueron útiles las cartas annuas correspondientes a los periodos 1638-1643, 1642-1652, 16911693 y 1694-1698. Se suma a lo anterior los manuscritos localizados en el fondo Temporalidades, sección Colonia, donde se obtuvieron distintos inventarios, como fueron los de bienes de la iglesia y sacristía, haciendas, espacios comunes y los de las congregaciones religiosas del colegio. Además, papeles relativos a los avalúos de bienes del colegio, inventarios de alhajas de oro y plata, diligencias de avalúo y remate del edificio jesuítico, entre otros aspectos. En el Archivo Histórico Nacional de Madrid, España, se localizó un importante documento relativo a los inventarios generales: Colegio de Mompox, Copia del extracto de los autos de su ocupación, 1774, copia del documento original que aportó la información para 1767, sobre los regulares que habitaban el colegio para esa fecha; los esclavos sirvientes y sus casas; el inventario de los aposentos del edificio y su ocupación; el inventario de la iglesia en cuanto a sus altares, pinturas, retablos y ornamentos; inventarios de la biblioteca y papeles varios, las donaciones al colegio y

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los inventarios de las posesiones rurales o haciendas. Esta fuente permitió la elaboración de las plantas arquitectónicas en las distintas etapas de desarrollo arquitectónico del edificio del claustro, así como algunas de las características del templo. En cuanto a las fuentes documentales gráficas, se localizó en el Archivo General de la Nación, Mapoteca No.4, el Mapa de la región de la ciudad de Ocaña, entre los ríos Magdalena y Catataumbo, 1764, documento a color de la región, con ríos, montañas y principales poblados existentes, donde se logró verificar la localización de las haciendas jesuíticas de El Marqués y Santa Rosa. Otros documentos gráficos útiles para la presente investigación se obtuvieron en el Archivo Histórico de Mompox. Éstos fueron: el Plano el río Magadalena y el caño Guataca con sus ciénagas, 1886, así como el Croquis Hidrográfico de la Isla de Mompos, comprendido entre el antiguo río Magdalena (Brazo de Mompos) y el nuevo río Magdalena (Brazo de Loba), 1907, importantes referencias para la localización de otras posesiones rurales como las tierras de Barranca y Guataca. En el Centro de Documentación de la Dirección de Patrimonio Cultural del Ministero de Cultura se consultaron los documentos contenidos en la Ficha de Evaluación de Proyectos, Claustro de San Carlos, Mompox, Bolívar, Bogotá, 1993, carpeta con los estudios preliminares requeridos, como el estudio histórico y el estudio de pintura mural, entre otros; además la importante documentación planimétrica levantada durante el proyecto de restauración realizada al antiguo inmueble jesuítico a comienzos de los años noventa. Haciendo referencia al estudio histórico antes nombrado, se consultó el trabajo El edificio de los jesuitas en Mompox; Documento final de la investigación histórica, 1993, realizado por el arquitecto Fidias Álvarez Marín, documento manuscrito y gráfico donde se comenta acerca del arribo de los jesuitas a Mompox, la historia del edificio durante la ocupación de los jesuitas, la adquisición del inmueble por Martínez de Pinillos a comienzos del XIX y las intervenciones al mismo en el siglo XX. Álvarez Marín realiza en ese estudio histórico una interpretación de la planta arquitectónica original del edificio durante la ocupación jesuítica, propuesta espacial que ha sido comentada en sus aciertos y desaciertos en el transcurso del presente trabajo (Capítulo III: El Colegio). Para el estudio urbano del predio, la manzana y alrededores, así como la propuesta arquitectónica de las cubiertas del actual Palacio Municipal, se consultaron las aerofotografías del Instituto Geográfico Agustín Codazzi –IGAC– correspondientes a los vuelos de los años 1955, 1982 y 2005. Respecto a la bibliografía, podemos reseñar inicialmente la producida por historiadores jesuitas como son los trabajos del padre Juan Manuel Pacheco Los jesuitas en Colombia (tomo I, 1959, tomo II, 1962), trabajo de

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obligada consulta para el estudio de los colegios jesuíticos en el Nuevo Reino, y la obra del P. Manuel Briceño Jáuregui, Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión (1984), donde se obtuvieron los relatos y descripciones de los primeros jesuitas misioneros que pasaron por la villa en su viaje por el Magdalena hacia el interior del país. Acerca del estado de la villa en sus primeros años de fundación, sus autoridades, descripción de las construcciones religiosas civiles y de vivienda, órdenes religiosas y la economía del lugar, se abordó el completo estudio histórico de Pedro Salcedo del Villar, Apuntaciones historiales de Mompox (1987). Para el tema arquitectónico y urbano en general de este centro urbano, el estudio del arquitecto Alberto Corradine Angulo Santa Cruz de Mompox. Estudio morfológico y reglamentario (1981) Sobre la región de la ciudad de Ocaña y su tierra caliente cercana al río Magdalena, espacio geográfico donde existieron haciendas particulares y posesiones rurales jesuíticas, los trabajos de Jorge Meléndez Sánchez, Vivir la región (1982) y Alejo Amaya, Los genitores (1970). Considerando lo anterior, presentamos al lector el resultado final de los trabajos de investigación e interpretación de las fuentes primarias, secundarias, gráficas y bibliográficas, para evidenciar, divulgar y valorar las estructuras arquitectónicas originales del antiguo Colegio de la Compañía de Jesús en Mompox.

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C APÍT U L O I

El marco espacial y jesuítico

1. La región

Situada al sur del Departamento de Bolívar, la gran isla de Mompox tiene una extensión aproximada de 2.930 kilómetros cuadrados, que terminan en la Boca de Tacaloa, antigua desembocadura del Cauca, a 164 kilómetros de El Banco por el Brazo de Loba y a 124 kilómetros por el de Mompox. El núcleo urbano de la villa se recuesta sobre la orilla izquierda del Brazo de Mompox, curso importante de agua que desde mediados del siglo XIX “su embocadura es permanentemente obturada por los materiales de acarreo que el río deposita en aquella, en donde se forma una barrera de unos 15 metros de extensión que secunda de manera definitiva el nuevo rumbo de las aguas sobre el Brazo de Loba.1 La población de Santa Cruz de Mompox goza de la categoría de municipio y se encuentra dentro de la Isla Margarita o de Mompox, en la situación geográfica llamada depresión momposina,2 bañada por los ríos Magdalena, Cauca, San Jorge y Cesar, con los brazos de Loba, Mom1

Rafael GÓMEZ PICÓN, Magdalena, Río de Colombia, Editorial Nuevo Mundo, Bogotá, 1950, pp. 243-246.

Marta HERRERA ÁNGEL, Ordenar para controlar. Ordenamiento espacial y control político en las llanuras del Caribe y en los Andes Centrales Neogranadinos, siglo XVIII. La Carreta Editores, Medellín, 2007. Para la investigadora Herrera, la depresión momposina “resulta difícil de delimitar debido a la variedad de descripciones que se dan sobre los territorios que la integran (…) A grandes rasgos, la depresión momposina se extiende desde la Sierra Nevada de Santa Marta hasta Cáceres y Zaragoza y a lo largo del río Magdalena en el tramo comprendido entre La Gloria al sur y Zambrano al norte. Respecto al clima en esta subregión, “se presentan en términos generales, ciertas características comunes, como por ejemplo la existencia de ciclos estacionales, la transformación de las ciénagas en playones y de los playones en ciénagas y la trashumancia de hombres y animales (…)” (pp. 73-76).

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pox y Chicagua. La isla es profusa en caños que la cruzan en diferentes direcciones como el Jagua, El Limón, El Peludo, La Cruz, Paloprieto entre otros, y numerosas ciénagas como Loba, Pajaral, Jovitos, Coroncoro, Caimanes y otras más que, unidos a los caños nombrados, sirven de vías de comunicación entre los pobladores de la región. Desde su comienzo, la villa de Mompox gozó de gran importancia y prestigio por las siguientes razones: su situación geográfica que hacía de esta población la llave de la comunicación de la principal vía del Reino y punto importante de comercio; la existencia de oro en su distrito con las minas de Cáceres, Remedios y Guamocó; la fertilidad y abundancia de sus campos y las riquezas de sus bosques; su temperamento sano y benigno, motivos atractivos para nuevos pobladores.3

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox; Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1938, p. 28.

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Ilustración No. 1 Mapa de la depresión momposina. Fuente: Atlas Universal Mundo de Hoy, Casa Editorial El Tiempo. Bogotá D.C. 1993

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La posición geográfica de la villa durante el periodo colonial era considerada estratégica para la mayoría de los viajeros y comerciantes que recorrían el río Magdalena desde la ciudad de Cartagena hasta el puerto de Honda para seguir a los territorios del interior del virreinato. Localizada en el centro de la depresión momposina “esta villa, a pesar de que no fue capital de provincia y ni siquiera ciudad, ocupó junto con Honda, un papel central en la intermediación del comercio neogranadino.4 Era escala obligada para el descanso de los pasajeros, el reparo y cambio de embarcación y abasto de alimentos necesarios para la continuación de la travesía. La Compañía de Jesús, nada ajena a esta percepción, desde su arribo definitivo en 1604 al Nuevo Reino de Granada, se dio pronta cuenta de la importancia de esta arteria fluvial como la principal vía de comunicación para el trasiego continuo de los misioneros hacia el interior del Reino con escalas estratégicas en los colegios de Honda, Máximo de Santafé y Tunja, para continuar su desplazamiento a las regiones de misión en la frontera oriental de los llanos. Con la fundación y establecimiento del Colegio de Cartagena en 1604, los jesuitas controlaron el punto de llegada de los religiosos desde la metrópoli y su salida para otras regiones de América del Sur, o para el remonte del gran río hasta el interior del Reino. Con el establecimiento del colegio de Honda en 1634, controlaron la escala de los religiosos en este importante puerto comercial y fluvial después del largo viaje en champán, para después de algunos días de reposo continuar su recorrido a pie hacia las regiones interiores del territorio. Con la fundación y establecimiento del colegio de Mompox en 1643, los jesuitas aseguraban de manera definitiva el recorrido por El Río Grande de la Magdalena, con la presencia de tres importantes colegios de su orden, para el reparo y descanso de su personal. El núcleo urbano de Mompox se encuentra articulado comercialmente por medio del río Magdalena con otros centros urbanos de importancia como son El Banco, al suroriente, y la ciudad de Magangué al noroeste. Estas características geográficas “dan lugar al desarrollo de vías terrestres que en términos generales parten de Mompox en esas direcciones enlazando en su camino un gran número de pequeños caseríos y poblados, generando a su vez una fuerte tensión de crecimiento lineal paralelo al derivado del río”.5

Marta HERRERA ÁNGEL, Ordenar para controlar. Ordenamiento espacial y control político en las llanuras del Caribe y en los Andes Centrales Neogranadinos, Siglo XVIII, La Carreta Editores, Medellín, 2007, p. 77.

Alberto CORRADINE ANGULO, Santa Cruz de Mompox. Estudio morfológico y reglamentario, Corporación Nacional de Turismo, Bogotá, 1981, p. 128.

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Ilustración No. 2 Colegios de Cartagena (1604), Mompox (1643), Honda (1634) y Santafé (1604) “Territorio de las misiones de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada”. Autor: José Gumilla S. J.: Paulo Minguet, 1741

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2. La villa de Santa Cruz de Mompox Descripciones de los jesuitas en el siglo XVII

Siendo el río Magdalena la única vía accesible para llegar al interior del territorio del Nuevo Reino, fueron muchos los viajeros que fueron impresionados por las maravillas naturales presentes durante el largo viaje, como las orillas del gran río con abundancia de aves y reptiles, la espesura impenetrable de su selva y la ausencia de habitantes, plantíos y ganados presentes en sus riberas. Los jesuitas después de su arribo definitivo en 1604 a nuestro territorio, mantuvieron sus correrías por el importante río durante todo el siglo XVII. Uno de los primeros en recorrerlo y anotar sus impresiones fue el P. Gonzalo de Lyra, quien en 1609 dio una misión de ocho días en la villa de Santa Cruz de Mompox, lugar donde hay “dos mil negros de servicio, por ser esta ciudad la que tiene todo el contrato de las embarcaciones para el Reino. Están éstos tan ignorantes que apenas hay quien sepa las oraciones ni conozca a Dios”.6 De acuerdo con las cartas annuas de 1608 y 1609, el P. Gabriel de Melgar a su paso por la villa dejó consignado que, En Mompox hay mucha gente poderosa y muchísima de servicio, que con el desahogo de la tierra caliente necesita más de freno que de doctrina. Es paso o garganta común de cuantos suben de Cartagena y bajan a esa ciudad. Hácense aquí los avíos de todas las flotillas. Llámanse así la compañía de muchas canoas que se juntan por el recelo de los indios de guerra. A las orillas del río Grande de la Magdalena, más caudaloso que en Honda, está situada esta villa, siendo muy continuo el trasiego de ella, y entradas en su albanada [sic], que así llaman la última cuadra del pueblo, que hace frente al río. Todos los bastimentos de harinas, y los demás que lleva el Reino, todos los géneros de ropa de la tierra, que se llevan para vestir la gente de servicio de Cartagena, Zaragoza, Guamoco y otras partes, besan en Mompox, con que es el pueblo más abastecido del Reino, de cuantos tienen el mantenimiento de acarreo. Y puede estar la ciudad de Cartagena faltísima de sustento, y Mompox muy sobrada de mantenimiento (…).7

El jesuita gantés Ignacio Toebast, narrando su viaje desde Europa hasta Santafé, en el recorrido por el río Magdalena escribe,

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, p. 26.

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, pp. 26-27.

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(…) Después de algunos días de navegación llagamos a Mompox, el 28 de mayo de 1681. ¡Una ciudad que es como una hoguera encendida! No creo que haya en el mundo un lugar más caluroso! Mompox rebosa de indios y de negros; los españoles son escasos por causa del calor. Nos quedamos allí 24 días, pero en qué situación! Tenía todo el cuerpo cubierto de pústulas, estaba como un Cristo, de pies a cabeza, por causa de las picaduras de mosquitos (…).8

En el mismo año de 1681, el jesuita alemán Cristóbal Ruedl escribía desde Tunja sus impresiones del viaje desde Cartagena hasta Santafé, describiendo detenidamente las características de la alimentación, el transporte en las canoas y los barqueros indígenas, las tempestades nocturnas y sobre todo la fauna de especies raras nunca vistas como peces, pájaros, patos, monos, tigres, caimanes y serpientes. Se detuvo 24 días en Mompox “donde nuestra Compañía tiene un colegio (…)”.9 Nacido en Bohemia, el P. Enrique Richter escribía desde Popayán en 1685, sus impresiones de viaje resaltando que “El 21 [de diciembre] llegamos al gran río Magdalena, que en partes es tan ancho como un mar, de modo que a veces no divisábamos las orillas. Pasamos varias noches en medio del río, en nuestra canoa, bajo una nube de mosquitos. El 28 de diciembre llegamos a nuestro colegio de Mompox, donde renovamos nuestros votos”.10 Descripciones de los viajeros del siglo XVIII

En el transcurso de este siglo, uno de los primeros testimonios acerca de la navegación por el río Magdalena y la villa de Mompox, la ofrece el jesuita napolitano P. José María Cervellini, quien en 1737 escribía desde su misión en los Llanos lo siguiente: El viaje lo empecé con mis compañeros por el río, en la gran arteria llamada santa Magdalena, por el cual, se utilizan como unos vehículos pequeños llamados canoas; recibí en estos 20 días o más que duró el viaje, frecuentes sustos, sin embargo gracias a Dios siempre sin peligro. El primer lugar donde tocamos fue la ciudad de Mompox, con unos 8.000 habitantes entre los cuales también había nobles y diferentes religiosos como franciscanos,

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, p. 29.

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, p. 32.

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, p. 29.

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jesuitas y si no me equivoco también agustinos y Hermanos de la Misericordia (…).11

D. Miguel de Santisteban en sus anotaciones de viaje desde Lima a Caracas en 1740-1741, describe: El martes 21 partimos [de una playa donde hicimos noche] a las dos de la mañana con ánimo de llegar a Mompox con el auxilio ordinario de la corriente (…) como a media legua a nuestra izquierda dejamos las casas de Vergara y a cuatro al lado opuesto las de doña Juana sobre cuya orilla continúan muchas casas y a seis leguas al mismo lado el lugar o pueblo de Chilloa, y como a siete y media el Purgatorio, que es una prolongada barranca poblada con muchas casas sobre ella; y a poco más de diez leguas al mismo lado queda el pueblo de Mechinquejos. A doce leguas el caño Guataca, que entra en una ciénaga o laguna y como a trece leguas al mismo lado izquierdo está la villa de Mompox, donde llegamos a las dos de la tarde. Por esta parte se divide el río en dos grandes brazos, formando una isla de frondosa arboleda que tendrá poca más de un cuarto de legua de largo, que corre como el río de sureste al noreste. Esta villa, situada al Poniente de este gran río, extiende su población sobre la barranca tan inmediata a él que solo deja una angosta calle desde sus casas al muro que llaman la Albarrada, que está hecha a expensas de los dueños de aquellas para defenderlas de las inundaciones a que están expuestas por ser terreno bajo y arenoso (…). Su población, prolongada sobre el río, será de una milla de largo, y como la mitad a uno y otro lado del centro y es de casas bajas en las que hay muchas bastantemente acomodadas de ladrillo y cal, cubiertas de tejas con anchos corredores que sirven de portales que dan paso al público y refrigeran con su sombra el calor de su ardiente temperatura; el resto de las casas por este frente del río son de paja. [Mompox] tiene de latitud cuanto más tres cuadras. Hay tres familias de religiosas, un hospicio de Santo Domingo, un colegio de La Compañía, un hospital al cuidado de los padres de San Juan de Dios y la parroquia (…).12

El religioso franciscano Juan de Santa Gertrudis, en sus anotaciones consignadas en las Maravillas de la Naturaleza (1756 -1767), describe así la villa de Mompox, al decir,

Manuel BRICEÑO JÁUREGUI, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984, pp. 340-341.

David J. ROBINSON, Mil leguas por América, de Lima a Caracas 1740-1741, Diario de don Miguel de Santisteban, Colección Bibliográfica Banco de la República, Bogotá, 1992, pp. 170-171.

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Que es una buena villa muy grande, que tendrá de 4 a 5 mil criaturas de todo género: españoles, blancos, criollos, mestizos, negros, etc. (…) Mompox es de los parajes más calientes que yo he visto. Hace 6 veces más de calor sin inmutación todo el año que en España en medio de la canícula. Cae en la mitad del río de la Magdalena de Cartagena hasta Honda. Todo monte cerrado, donde no se ha visto jamás un soplo de viento, y en clima a menos de 10 grados de altura del Polo (…).13

El jesuita Giandomenico Coleti en su Diccionario Histórico-Geográfico de la América Meridional (1771), consigna lo siguiente, Mompox (Momposium). Ciudad del Nuevo Reino de Granada, sobre la orilla occidental del río de la Magdalena, al norte de Honda, y al sudeste de Cartagena.(…) Un gran muro de piedra ha sido construido allí, a la orilla del río, para impedir que éste con su rápida corriente, erosione el terreno. Funciona aquí una aduana, con Ministros reales que inspeccionan las mercaderías que de Cartagena se llevan a Santafé, y pagan los derechos correspondientes. Viven allí familias muy nobles y, algunas, ricas. Los conventos y las iglesias son muy pobres. Existió hasta 1767, un Colegio de los PP. de la Compañía de Jesús.14

Aspectos urbanos y arquitectónicos

La estructura urbana. La situación de la villa de Mompox, fundada a un costado del río Magdalena generó la creación y extensión de una traza urbana semiregular desarrollada longitudinalmente al importante curso de agua. En su periodo fundacional, se generaron sobre su traza los primeros espacios urbanos como la plaza matriz, las primeras manzanas con sus patrones de loteo y los principales edificios públicos. Por la sinuosidad del río, el núcleo urbano posee un sistema de tres vías principales largas, continuas con perspectiva cerrada, denominadas en su orden la Calle de La Albarrada (contigua al río), la Calle Real del Medio y la Calle de Atrás, cortadas perpendicularmente por las vías secundarias o callejones. Los predios en general localizados en el núcleo central presentan regularidad en las dimensiones tanto en el frente como de fondo. Después del siglo XVII hasta comienzos del XIX, una serie de nuevas manzanas perimetrales se adosó al núcleo inicial, manteniendo los patrones 13

Fr. Juan DE SANTA GERTRUDIS, OFM; Maravillas de la Naturaleza (1756-1767), Biblioteca, Schering Corporation U.S.A., Serie Viajes No. 98, Ediciones Sol y Luna, Bogotá, 1966, p. 73.

Giandomenico COLETI, S.J., Diccionario Histórico-geográfico de la América Meridional (17571773), Publicaciones del Banco de la República, Archivo de la Economía Nacional, T. II, Bogotá, 1975, pp. 255-256.

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morfológicos y tipológicos de la primera fase, y a comienzos de este siglo se conformó otra en donde se prolonga la mayoría de los callejones, aunque con nuevos patrones de trazado, con predios de menor tamaño y grandes manzanas poco desarrolladas.15 El historiador Salcedo del Villar ofrece la visión urbana de la villa de Mompox durante la segunda mitad del siglo XVIII, al decir que, La extensión de la población está aumentada de tres mil seiscientas veinticinco varas españolas a lo largo del río, sobre seiscientas treinta y siete, en su mayor anchura, contaba con seiscientas casas de habitación y casa-tiendas de mampostería y teja, la mayor parte de aquellas, grandes y cómodas, bien construidas, sólidas, generalmente bajas con zaguán y con jardines; y cerca de mil ochocientas pajizas. Estaban repartidas en cuarenta y ocho manzanas que formaban seis plazas, tres grandes carreras y cuarenta y una calles transversales, todas poco anchas y las más tortuosas, como las de Sevilla y Toledo, pero que se hacían notar por su extremado aseo.16

La arquitectura. A comienzos del siglo XVII la villa de Mompox daba muestras de adelanto y progreso. Además del comercio, del que era centro importante, en esta extensa región otras industrias se desarrollaban notablemente. Ya se contaban algunos edificios públicos y casas particulares de mampostería y teja, como la iglesia parroquial de La Concepción (iniciada en 1613), el templo de Santo Domingo y San Francisco (segunda mitad del s. XVI), éste último con su fábrica muy adelantada, el templo de San Agustín y se comenzaba la construcción de la iglesia vice-parroquial (1613), se contaba además con la Casa Municipal para las reuniones del cabildo, la cárcel, el matadero, la carnicería. La población se estimaba en 4.000 almas. En 1606 se dio lugar a la fundación del convento de los Padres Ermitaños calzados de San Agustín, dando principio a su templo.17 En 1613, quedó edificado el templo de Santa Bárbara y la capilla del Ecce Homo anexa a él. En este mismo año visitó la villa Pedro Claver procedente de Tunja para arribar a Cartagena de Indias y ordenarse sacerdote. En 1643, fundaron los padres de la orden de Santo Domingo

José, SALAZAR FERRO, et al. Patrimonio urbano en Colombia. Estudios sobre la ciudad colombiana, Subdirección de Patrimonio, Instituto Colombiano de Cultura –COLCULTURA, 2ª. Edición, Bogotá, 1997, p. 119.

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox, Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987, p. 45.

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox, Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987, p. 65.

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un hospital, anexo a su convento fundado en 1544, prestando servicio hasta el siglo XVIII.18 En cuanto a los edificios y establecimientos públicos, la villa contaba con La iglesia Parroquial, la Viceparroquial, las iglesias y los conventos anexos, con sus respectivos cementerios de los padres de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín y Hospitalarios de San Juan de Dios. Había además la capilla de Nuestra Señora de Loreto, que no ha subsistido y la del Ecce Homo, anexa a la Viceparroquia; Hospital de la Caridad, casa del Ayuntamiento, Casa-Colegio con iglesia anexa, de los Padres de la Compañía de Jesús, en ese entonces Rector P. Jerónimo Godoy y Amuzcótegui, natural de esta Villa. Además Casa cural, Real Aduana, Real Fábrica y Estanco de aguardiente, con Administrador Principal; Oficina de tabacos, Oficina de pólvora y naipe; Casa de Fundición; Comisaría de la Inquisición, Real cárcel, Matadero y Carnicería públicos.19

Una completa descripción de la villa de Mompox nos la ofrece José María Samper a su paso por esta población en su recorrido desde Honda a Cartagena en 1858. De acuerdo con el viajero, La población está dividida en dos barrios: el de arriba, llamado Susúa, que es todo de casas de paja, pero mantenidas con aseo y mucha gracia; y el de abajo, compuesto de dos largas calles muy bonitas cortadas en ángulos rectos, a cordel, y totalmente formadas por fuertes edificios de mampostería. El primero es habitado por las clases trabajadoras, todas de color, de cuyo seno sale el impermeable y sufrido boga del bajo Magdalena; gente alegre, jovial alborotadora, libre en sus costumbres, robusta y varonil, y que a pesar de sus defectos de educación es honrada y leal, ama la patria con entusiasmo y se bate con ella con bravura, esgrimiendo el afanado sable de acero del Real de la Cruz, población de la antigua provincia de Ocaña (…) El otro barrio es el asilo de las clases acomodadas, gentes que, pasados los momentos de contiendas, son estimables por su carácter generoso y franco y su hospitalidad para con el viajero. Mompox es la ciudad que resume por excelencia el contraste de la conquista o la civilización española con la antigua situación 18

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox. Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987, pp. 48-49.

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox, Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987, pp. 65-66.

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indígena. Si la parte de arriba es esencialmente nacional o colombiana, la de abajo es, por su estructura, enteramente española. Una arquitectura pesada y de estupenda solidez, multitud de hermosas iglesias que son mediocres monumentos, calles anchas, rectas y sin pavimento, muros pintados de amarillo y rojo, puertas arqueadas, galerías de columnas prodigadas, inmensos salones, altas celosías de hierro en todas las ventanas, muebles colosales y pesados para el menaje interior, bellas arboledas de frutales en todos los patios, y mil pormenores en extremo curiosos, le dan a Mompox el aire de un ciudad hispano-morisca que tiene el sello de la conquista ibérica.20

Ilustración No. 3 Aerofotografía de la villa de santa Cruz de Mompox. Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC-, No. 92, Vuelo C-2745, Cámara WILD RC-30, esc 1:39250, enero 8 de 2005.

José María SAMPER, “De Honda a Cartagena”. En: Borda, José Joaquín; Cuadros y costumbres y descripciones locales de Colombia, Librería y Papelería de Francisco García Rico, Bogotá, 1878, pp.149-150.

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Ilustración No. 4 Plano urbano de la villa de santa Cruz de Mompox, 1993. Localización de los edificios del Colegio de Mompox de la Compañía de Jesús. Fuente: Ministerio de Cultura, Dirección de Patrimonio, Centro de Documentación.

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3. Primeros jesuitas en Mompox

En la congregación provincial de 1642 se juzgó conveniente que el P. Provincial enviara a Mompox a algunos sujetos que establecieran allí una hospedería u hospicio, mientras el P. General concedía autorización para una fundación en forma. En la cuaresma de 1643 el P. Marcos González y el H. Francisco Martín, que venían del Colegio de Cartagena, se dedican a los sermones de la cuaresma. Por esta época “los jesuitas continuaron viviendo de limosna y habitando la incómoda casita que habitaban en la Calle Real del Medio, en la parte nombrada de Nuestra Señora de Covadonga, que es entre las callejuelas de la Choperena y las Tres Cruces”.21

Ilustración No. 5 Localización aproximada vivienda de los primeros jesuitas en Mompox. Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC-, esc 1: 1000, 1962.

Pedro SALCEDO DEL VILLAR, Apuntaciones historiales de Mompox, Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987, p. 50.

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4. Fundación del Colegio

En 1643 el P. Marcos González presentó ante el cabildo de la ciudad la Real cédula del 30 de diciembre de 1602, que autorizaba la fundación y establecimiento de colegios en el Nuevo Reino. Los cabildantes autorizaron la búsqueda del sitio para el colegio. La atención de encontrar un buen lugar se concentró en el área central de la población, donde existía un solar ventajosamente localizado y de buenas proporciones que anteriormente el cabildo había negado vender a otros vecinos.22 Gracias a la Carta Annua de los años 1638-1643 se conoce que, Gracias a la piedad de la Villa, pues costando el solar dos mil reales de a ocho, ofrecieron de limosna los particulares casi tres mil, con que sin dificultad ninguna se pudo comenzar luego a edificar, y hoy están sacadas diez y ocho varas de cimientos, como fue forzoso venir el padre [González] a Cartagena, no se ha podido seguir pero hay muchas esperanzas de mucho bien.23

El mismo documento agrega la posibilidad de fundar de un hato gracias a la legítima24 de un hermano, oriundo de la villa Mompox que entró en la Compañía de Jesús, así como una manda25 de tres mil reales de a ocho enviados por un padre sacerdote fallecido en Guamocó.26 Con las anteriores donaciones, consistentes en un solar con localización urbana central, un hato con sus tierras, y dinero disponible para destinar a la construcción inicial del los edificios del colegio y su templo, se estaba dando una base económica propicia y segura para proceder con la fundación del colegio de Mompox. Fue así que, “el 25 de abril de 1643 tomó el P. González posesión del sitio celebrando en él una concurrida misa bajo una enramada aderezada para el efecto. Dos meses después, el 22 de junio, abría el P. González una clase de gramática, de la que él mismo era el profesor”. Después de la fundación de su colegio, los jesuitas tuvieron una fuerte oposición por parte de algunos de los vecinos que sostenían que los religiosos no tenían la debida licencia real para dar paso a la fundación. 22

En este periodo el Cabildo se reunía en una casa alta con balcón (hoy existente) localizada sobre la calle 19 o calle de “La Municipalidad”, situada entre “La Albarrada” y la calle “Real del Medio”.

Carta annua 1638-1643, fol. 142.

Legítima: La parte de la herencia que según la ley pertenece a cada uno de los hijos legítimos, en los bienes que quedaron por parte de los padres. (Diccionario de Autoridades, 1969, T. III, 379). Se entiende en este caso, que el hato fue comprado con el dinero de una herencia.

Manda: Se toma regularmente por la donación o legado que alguno hace a otro en su testamento. (Diccionario de Autoridades, 1969, T. III, 473).

Carta annua 1638-1634, fol. 143.

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El pleito duró hasta 1651 cuando el licenciado Ambrosio de Arévalo Cedeño, teniente gobernador de Cartagena, arribó a Mompox “y reintegró a los jesuitas en la posesión de su colegio, dándose por vencido el cabildo”.27 5. Localización urbana La manzana

La manzana donde se localiza el solar adquirido por la Compañía de Jesús en 1643 para el establecimiento definitivo de su colegio, forma parte del área central urbana de la villa, posee morfología irregular y se encuentra conformada al nororiente por la calle Real del Medio –hoy carrera 2ª– más exactamente por el tramo de la vía denominada calle de “San Cristóbal”; por el sur-oriente, con el callejón de “La Contaduría” o “Colegio Pinillos” –hoy calle 18– importante eje vial que relaciona la manzana de estudio con el cementerio por un extremo y con la calle de “La Albarrada” –a un costado del río Magdalena– por el otro; hacia el sur-occidente por la calle de Atrás, hoy carrera 3ª; y por el nor-occidente por el callejón de “El Colegio”, hoy calle 19. Esta gran manzana se encuentra fragmentada espacialmente por el llamado Callejón de “La Faltriquera”,28 vía de tercer orden en forma de escuadra, que genera dos sectores urbanos: el norte, con la presencia del predio jesuítico y estructuras arquitectónicas del siglo XVII y XVIII, y el sector sur, con la presencia del edificio del Colegio Nacional Pinillos, construcción de comienzos del siglo XIX. El predio

El edificio jesuítico se construyó en un solar esquinero de morfología irregular que presenta en su costado principal fachada hacia la plazuela de “La Libertad” y la calle Real del Medio, mientras por el otro costado, la fachada se abre sobre el callejón de “El Colegio”. Cabe añadir que este predio posee adicionalmente dos puertas o salidas de campo, que relacionan el espacio interior y central de la manzana –los traspatios– con la calle de “El Colegio” por un costado, y por el otro, con el callejón de

Juan Manuel PACHECO, S.J., Los jesuitas en Colombia, Tomo I, Editorial San Juan Eudes, Bogotá 1959, pp. 197-199.

Faltriquera. Del mozárabe hatrikáira, lugar para bagatelas. Bolsillo de las prendas de vestir. Bolsillo que se atan las mujeres a la cintura y llevan colgando debajo del vestido o delantal. (Diccionario de la Lengua Española 22ª Edición, 2001) El callejón de La Faltriquera sería el lugar donde vivía el fabricante de los bolsillos.

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“La Faltriquera”. En su primera etapa constructiva, el cuerpo principal del colegio se debió construir en una planta –casa baja– orientando su fachada principal sobre la plazuela existente, mientras que la planta del templo se dispuso en el sentido oriente-occidente aprovechando favorablemente la esquina de la plazuela con el callejón de “El Colegio” o calle 19. La plazuela

Sobre la esquina nor-occidente de la manzana, se genera un agradable espacio urbano conformado actualmente por el antiguo edificio jesuítico, hoy Palacio Municipal de la villa, una casa baja de vivienda contigua al edificio de gobierno y por la calle de San Cristóbal o calle Real del Medio. Con el correr del tiempo, este espacio urbano se llamó inicialmente “plazuela del Colegio” o de “La Compañía”; después de la expulsión de los jesuitas en 1767, plazuela de “San Carlos”;29 en 1810, pasó a llamarse “plaza de La Independencia” y en 1874, plaza de “La Constitución”. En la actualidad es llamada plaza de “La Libertad” por la presencia de la bella estatua que la representa, instalada e inaugurada en 1874, imprimiéndole el carácter como el espacio público más representativo de la villa ideal para la concentración de los vecinos.30 En la manzana situada al frente al Palacio Municipal, plazuela de por medio, se localizan dos ejemplos de arquitectura doméstica destacables dentro del conjunto de la villa. El primero, una “casa baja”, con una de las más interesantes “portadas de ingreso ajustada a las más complejas técnicas de diseño barroco, proliferación de molduras, ruptura de plano y de elementos arquitectónicos”;31 y como segundo ejemplo la “casa alta” esquinera y vecina a la anterior, “dotada de balcones con cubiertas independientes de la principal y con tratamiento

El nombre de San Carlos hace referencia al monarca español Carlos III, quien promulgó la Pragmática Sanción en 1767, en la cual se expulsaba de todos los dominios españoles a los religiosos de La Compañía de Jesús, y no al santo italiano Carlos Borromeo, como algunos autores tratan de insinuar. Este cambio en los nombres se aplicó a los inmuebles antiguamente jesuíticos pasada la expulsión de la orden y continuó durante el siglo XIX hasta nuestros días. El cambio se evidenció también en el Colegio Máximo de Bogotá, cuando su templo llamado de San Ignacio pasó a denominarse “templo de San Carlos” y la palzuela pasó a llamarse “plazuela de San Carlos”, y el Seminario de San Bartolomé, se denominó “Palacio de San Carlos”, nombre que aún conserva el edificio actual de la Cancillería colombiana.

La plaza de “La Libertad” tiene gran importancia histórica por haber sido el espacio urbano donde se reunió el pueblo que proclamó el primer grito de independencia. El 6 de agosto de 1810, después de reunido el Cabildo, se firmó el Acta de Proclamación de Independencia Absoluta de España.

Alberto CORRADINE ANGULO, Santa Cruz de Mompox. Estudio morfológico y reglamentario, Corporación Nacional de Turismo, Bogotá, 1981.

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de los ingresos esquineros del local situado allí”.32 En esta plazuela se origina la calle de San Cristóbal, que la articula espacialmente con otras plazuelas como la del “Tamarindo” y demás barrios de la villa. El callejón de “La Municipalidad”, importante eje vial, articula la plazuela de “La Libertad” con la “Albarrada del Moral” situada a un costado del río Magdalena, lugar donde la comunidad jesuita tenía su propio puerto o embarcadero para las canoas de las haciendas, cercana a la plaza Real y Mayor de La Concepción.

Ilustración No. 6 Plano de la manzana y solar adquirido por los jesuitas en 1643 para el establecimiento del colegio. Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC-, esc 1:1000, 1962.

Alberto CORRADINE ANGULO, Santa Cruz de Mompox. Estudio morfológico y reglamentario, Corporación Nacional de Turismo, Bogotá, 1981. p. 53

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C APÍT U L O I I

El templo

1. Las fuentes

El edificio del templo es uno de los componentes básicos del conjunto arquitectónico que constituyó el colegio jesuítico de Mompox. En la actualidad el templo es inexistente, como consecuencia de las obras materiales realizadas por el señor Don Pedro Martínez de Pinillos a comienzos del siglo XIX, consistentes en la eliminación del espacio religioso y posterior transformación arquitectónica en volumen de dos plantas para su conversión junto con el claustro del colegio, en hospicio-hospital y primera sede del Colegio-Universidad San Pedro Apóstol. Para realizar la reconstrucción espacial del antiguo templo jesuítico del colegio de Mompox, se ha consultado la información documental consignada en el Extracto de los bienes de la Iglesia y Sacristía de los Regulares del Colegio de La Compañía de la Villa de Mompox, 1770,1 y el Avalúo del Colegio que fue de los ex jesuitas de esta villa de Santa Cruz de Mompox, 1800,2 del fondo Temporalidades, donde se pueden obtener algunos datos que permiten dar cuenta de las principales características espaciales del edificio, como fueron sus dimensiones, apoyos estructurales, componentes espaciales y materiales.

AGN. 1770, Extracto de los bienes de la Iglesia y Sacristía de los Regulares del Colegio de La Compañía de la Villa de Mompox, Temporalidades, T. 3, fols. 291v-310r.

AGN. 1800, Avalúo del Colegio que fue de los ex jesuitas de esta villa de Santa Cruz de Mompox, Temporalidades, T. 8, fols. 899r- 900r.

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2. La planta arquitectónica

De acuerdo con el Extracto de los bienes de la Iglesia y Sacristía de los Regulares del Colegio de La Compañía de la Villa de Mompox, 1770, obtenido de los Inventarios Generales que actuó el Ejecutor Dr. Don Andrés de Madariaga, Abogado de la Real Audiencia del Reino en 1767, el edificio del templo contaba con las siguientes características espaciales: Primeramente, la Iglesia de piedra, madera y teja, enladrillada, con tres puertas grandes principales y una mediana que corresponde al Claustro y Sacristía, con 42 v. de largo y 18 v. de ancho, que se compone a tres naves, formando las colaterales ocho deatinales por banda.3

Lo anterior significa, en términos espaciales arquitectónicos, que el templo construido con los materiales descritos contaba de una planta regular alargada –tipo cajón– con las dimensiones de 35,28 m de largo por 15,21 m. de ancho,4 construida en una sobreelevación de 5 gradas sobre el nivel de la vía. Contaba con sacristía transversal, espacio fragmentado localizado detrás del presbiterio y ocupando el mismo ancho de la nave. El cuerpo principal del templo tenía una nave central principal y dos naves laterales definidas gracias a los 16 apoyos5 o columnas estructurales fabricados en madera, como los demás templos de la región.6 El presbiterio o capilla mayor estaba centrado y definido por los tapiales que lo conforman, donde el altar mayor con su retablo principal actuaban como remate visual y jerárquico de la nave central. Sobre la fachada principal del templo se denotaban claramente las tres puertas principales –con la central más ancha y alta– insinuación espacial de las tres naves que componían su planta única. El edificio religioso contaba además de una cuarta puerta para la articulación espacial del claustro con el interior del templo, más exactamente con la sacristía, el presbiterio y naves. Su torre campanario –aún existente– se localiza a los pies del templo, lado del Evangelio, construida en volumen tangente al rectángulo de la nave y con acceso directo desde de la portería del claustro. 3

AGN. Temporalidades, T. 3, fol. 291v.

En el presente estudio, la vara castellana tiene una equivalencia de 0,84 metros.

En el documento aparece escrita la palabra deatinales, cuyo significado no fue posible encontrar, pero con toda seguridad hace alusión a los apoyos o columnas estructurales interiores que soportan la armadura de la cubierta y ayudan a definir las naves del templo.

En los estudios realizados por Colcultura en 1993 para realizar el proyecto de restauración de este edificio, se realizaron calas exploratorias de pisos hallándose las antiguas bases de los apoyos estructurales de la cubierta y por las dimensiones de las mismas, se puede inferir que eran apoyos o columnas de madera, confirmando la presencia y persistencia de la estructura maderera en las armaduras de cubierta en los templos momposinos.

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Ilustración No. 7 Planta arquitectónica del templo del Colegio del Mompox

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3. El volumen

El volumen rectangular del templo, con su sencilla cubierta a dos aguas, se levantaba en sentido oriente-occidente en el predio que hace esquina la calle 19 o “Callejón del Colegio” y la plaza de “La Libertad”, permitiendo que la fachada principal con las puertas de acceso se encuentraran orientadas hacia el importante espacio urbano. Por el costado lateral, el muro de la nave contaba con 6 ventanas de madera y en el costado posterior se localizaba la sacristía con su techumbre independiente y a una sola agua. Los materiales utilizados para la construcción del inmueble fueron la piedra para la cimentación y parte de los muros; el ladrillo para las paredes exteriores e interiores; la madera para los apoyos o columnas de la nave, ventanas y la armadura de la cubierta. La arcilla cocida fue utilizada en la fabricación de baldosas para los pisos y en las tejas de barro utilizadas como remate en la cobertura de la techumbre del templo. La torre campanario como elemento volumétrico dominante, es la única parte del templo que aún existe y conserva en términos generales su fisonomía original sin modificación alguna, presentando en su último cuerpo características ornamentales de valor estético como son sus esquinas rehundidas y los cuatro arcos de medio punto con molduras en las impostas. Según el inventario de 1767, la torre “tenía tres campanas, dos grandes y una chica y un reloj grande que toca a cuartos y octavos en las dos dichas campanas y se halla corriente”.7 Importante mencionar que el reloj de la torre del Colegio,8 aunque pertenecía al cabildo de Mompox, les rentaba a los jesuitas “por tenerlo, cuidarlo y componerlo, 25 pesos al año”.9 En cuanto al espacio del coro,10 debió estar localizado a los pies del templo como es costumbre, con su acceso probable desde la escalera principal del claustro.11 Por las cubiertas inclinadas a dos aguas que 7

AHN. Jesuitas, 129/15; 1767, Colegio de Mompox. Extracto de los autos de su ocupación, fol. 35.

A la fecha del presente estudio, la maquinaria del reloj de la torre aún se encuentra en su lugar original pero sin prestar servicio. La importancia en las acciones de reparación, mantenimiento y uso se han denunciado debidamente en el Palacio Municipal para que esta bella joya mecánica vuelva a prestar el servicio que tantos años prestó a la comunidad momposina.

AGN. Temporalidades, T. 22, fol. 510r.

Curiosamente el espacio del coro presente en los templos jesuíticos, no se encuentra reseñado en el documento de 1770. En el avalúo del edificio del templo realizado en 1800, el maestro carpintero tampoco lo menciona en razón de su probable desaparición -espacio construido en madera- ya que el templo carecía de sus cubiertas y se hallaba en avanzado estado de deterioro.

El acceso al espacio del coro desde el descanso de la escalera principal del colegio es una suposición teórica en el caso en que el templo tuviera su coro descompuesto en dos niveles, ya que la cubierta a dos aguas del edificio permite más altura sobre nave central y menor altura sobre naves laterales como se aprecia en el templo momposino de San Francisco. Una

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tenía la techumbre del templo, se desconoce si el coro se construyó en un solo nivel o se descompuso en tres niveles como lo evidencian otros templos momposinos.

Ilustración No. 8 Interpretación del volumen del templo de Colegio de Mompox. Fachadas frontal y lateral.

segunda posibilidad, sería que el coro estuviera construido únicamente sobre la nave central acompañado de su escalera en caracol como se visualiza en el templo de Santa Bárbara de la misma población.

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Ilustración No. 9 Fotografía de la torre campanario templo de Mompox. Fuente: Centro de Documentación de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, 1993.

Ilustración No. 10 Maquinaria del antiguo reloj de campana existente en la torre del colegio. Fotografía: Felipe González, 2009.

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4. Inventario de bienes de la iglesia y sacristía

Según el Extracto de los bienes de la Iglesia y Sacristía de los Regulares del Colegio de La Compañía de la Villa de Mompox, 1770, sacado de los Inventarios Generales que actuó el ejecutor D. Andrés de Madariaga, Abogado de la Real Audiencia de este Reino el 21 de agosto de 1767, se hallan en dicha iglesia los altares siguientes: El altar mayor, con la mesa del medio y dos laterales tarimados; aras, una en la mesa, otra en el Sagrario, y en la puerta de éste una pintura de San Joseph, y siete estatuas a saber: de San Bartolomé, del Niño Jesús, San Ignacio y de San Javier, en el cuerpo de abajo, y en el de arriba las de la Concepción, de San Luis, y de San Estanislao. Al lado derecho se halla otro tabernáculo en los mismos términos, con la imagen de Nuestra Señora del Socorro con el Niño Jesús en las manos, rodeada de cuatro ángeles y otras tres figuras con su vestido y velo decentes con su cruz dorada, tarima y esfera del servicio cotidiano. Otro altar de San Ignacio, con su ara propia y tarima, con estatuas del mismo Santo y en el cuerpo de arriba un cuadro de San Luis Gonzaga con su velo decente. Otro altar de San Francisco de Borja, con su ara y tarima, tiene la estatua del mismo Santo en su nicho con su velo decente, y arriba una pintura de San Estanislao.12 Otro altar de San Francisco de Paula, con su ara y tarima, tiene la estatua del mismo Santo en su nicho, con su vestido maltratado, y en el cuerpo de arriba una estatua del mismo Santo pintada en tabla. Otro altar de cedro especial dorado con esmalte verde con su ara y tarima de San Juan Nepomuceno, tiene la estatua del mismo Santo en su nicho con su velo decente. Otra estatua del mismo Santo que sirve para su fiesta principal y en el cuerpo de arriba una estatua de Santa María Magdalena. Otro altar de San Francisco Javier, nuevo con su ara y tarima, tiene en el nicho principal un cuadro del mismo santo, y su velo decente, y en el cuerpo de arriba otro pequeño de San Ignacio. Otro altar de San Joseph, nuevo con su tarima y ara, y su nicho con las dos estatuas de San Joseph y del Niño y algunas pinturas de la vida del mismo Santo.

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Este altar de dos cuerpos y su tarima aún existe en el templo de San Francisco en Mompox. Está ubicado en la nave de la Epístola, a un lado del presbiterio del templo. La estatua original de San Francisco de Borja fue reemplazada por una imagen reciente del Sagrado Corazón de Jesús. La pintura de San Estanislao existente en el cuerpo superior, aún se conserva. Sobre el frente de la tarima en madera del altar, se lee claramente la inscripción Ad Maiorem Dei Gloriam, confirmando la procedencia de este objeto mueble del antiguo templo jesuítico.

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Otro altar de la Santísima Virgen de los Dolores, con el Señor en los brazos y dos estatuas al lado de San Juan y la Magdalena, y un Sagrario dorado con su ara y velos decentes.

Además de los referidos altares se hallan las pinturas siguientes: Primeramente cuatro pinturas buenas de San Luis Gonzaga, de San Estanislao, de San Francisco Regis y de los tres mártires del Japón, con sus marcos y remates dorados con sus quitapolvo. Un cuadro grande de San Ignacio de cuerpo entero con su marco y remate dorado y su quitapolvo, y cuatro alcayatas de hierro. Un cuadro de San Juan Nepomuceno con marco dorado. Tres Santos-Cristos de marfil, uno en la estatua de San Javier, otro en la de San Borja y otro en la de Santa María Magdalena.13

Continúa el extracto de los bienes del templo con la relación de diversos objetos muebles adicionales que se encontraron en su interior: seis confesionarios de madera con sus sillas, una mesa redonda que está junto al altar mayor que sirve para poner vinajeras, trece escaños de madera, las barandillas de madera del comulgatorio, un púlpito con su escalera de madera y en él un retablo de San Ignacio con sus molduras doradas, una cruz grande de plata para la cruz alta. Seguidamente se relacionan diversos objetos pertenecientes al ajuar eclesiástico que bien pueden ser reconocidos en el manuscrito original. Se hallaron en la Sacristía: Una mesa de altar grande con cuatro cajones y dos escaparaticos a los lados con sus cerraduras y llaves. Otro escaparate con dos cajones y su escaparatico, ambos de guardar ornamentos. Otro dicho de guardar las vinajeras y otros trastes del uso cotidiano. Sobre dichas mesas se hallaron tres Santos-Cristos de diversos tamaños con sus peanas teniendo el más pequeño su INRI y cantoneras de la cruz de plata. Dos Niños Jesús con sus peanas. Una capilla con la efigie de Nuestra Señora de la Concepción, de bulto y su vestido decente. Un cuadro de San Ignacio con su marco negro. Otro cuadro pequeño de San Estanislao. Otro dicho de Nuestra Señora con su marco grande, dorado y estrellas a los lados. Una efigie de Nuestro Glorioso Patriarca el Señor San Joseph con su vestido ordinario. Un espejo de media vara. Una urna con sus vidrios y maderas intermedias doradas. Tres pares de atriles dorados y bien trabajados. Doce atriles ordinarios. Ocho candeleros casi nuevos, dorados de madera. Cuatro candeleros de 13

AGN. Temporalidades, T. 3, fol. 294r.

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Ilustración No. 11 Antiguo altar jesuítico hoy localizado en el templo de San Francisco de Mompox. Fotografía: Felipe González, 2009.

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bronce. Veintiséis candeleros de madera de varios tamaños, usados y algunos maltratados. Dos pebeteros de madera. Dos escritorios de guardar amitos. Tres cruces de madera y las cantoneras de la una, INRI de plata. Dos cornucopias de cristal con varias flores doradas. Una custodia de bronce de una vara de alto en su copón de madera. Tres tarimas de dichos cajones y escaparates. Un aguamanil de loza de tierra.14

Continúa la relación de objetos de ornamento como telas, diversas casullas de damasco y distintos colores, capas, frontales, paños, velos, colgaduras, cíngulos, misales, sillas de iglesia, tapetes, albas, espejos y ropaje para las imágenes. Cabe advertir que en el espacio de la sacristía, localizado detrás del presbiterio, se encontraba el Camarín de Nuestra Señora de los Dolores, cuyo nicho se ubicó en el muro lateral contiguo a un cuarto utilizado como depósito. (Ver plano arquitectónico) 5. Inventario de alhajas de las Congregaciones. Alhajas de oro y plata

El colegio momposino estimuló la creación de tres congregaciones: Nuestra Señora de los Dolores, que como se dijo anteriormente tenía su propio camarín en una de las paredes de la sacristía del templo; Nuestra Señora del Socorro y la de San Juan Nepomuceno. El extracto de 1770 incluye el inventario de los ornamentos y alhajas de cada una de las Congregaciones, así como la relación en lista individual de todas las alhajas de oro y plata que existieron y pertenecían al Colegio de Mompox, exceptuando los vasos sagrados como los cálices, copones y patenas para el servicio de la iglesia. Por su extensión esta relación de alhajas se incluye en el apartado de Anexos Nos. 3 y 5.

AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 302r.

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C APÍT U L O I I I

El Colegio

1. Fuentes

El edificio del colegio es uno de los componentes básicos del conjunto arquitectónico que, junto con el templo, constituyó el antiguo colegio jesuítico de Mompox. El inmueble de dos plantas, hoy denominado Palacio Municipal, sirve para alojar la Alcaldía, y demás dependencias de servicios para la comunidad. Este edificio ha sufrido una serie de intervenciones arquitectónicas en el tiempo, siendo la primera la realizada por el señor Don Pedro Martínez de Pinillos a comienzos del siglo XIX, consistente en la adaptación de los aposentos existentes para el uso de hospicio-hospital y primera sede del Colegio-Universidad San Pedro Apóstol. La primera interpretación espacial del programa arquitectónico del antiguo claustro jesuítico se realizó en 1993, y forma parte del Estudio Histórico elaborado y firmado por el arquitecto Fidias Álvarez Marín, como parte de los estudios preliminares necesarios para el desarrollo del Proyecto Obra de Restauración Integral, y Adecuación del Claustro de San Carlos, por el Instituto Colombiano de Cultura –COLCULTURA– constituyéndose en fuente importante de consulta y debate, para dilucidar las características espaciales, área construida, número de aposentos y los usos del edificio por parte de la antigua comunidad jesuita. En el estudio citado, Álvarez Marín después de asistir y observar los trabajos de exploración realizados en la estructura arquitectónica mediante calas de inspección en pisos, muros, cubiertas, y contando con el apoyo histórico

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de algunos documentos de archivo y una bibliografía general,1 propone una “reconstrucción ideal del Colegio de San Carlos”2 teniendo como base gráfica el levantamiento arquitectónico3 del edificio realizado en 1989 para el proyecto de restauración. Para contrastar las teorías planteadas por Álvarez Marín en su Estudio Histórico (1993), la presente investigación incorpora una importante fuente documental que en el estudio citado no fue consultada. Se trata del Extracto de los Autos de Ocupación del Colegio de Mompox, 1767, obtenido en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, España.4 Este documento contiene el inventario completo realizado por las autoridades reales en las diligencias de extrañamiento en el Colegio de Mompox, actuadas por D. Andrés de Madariaga en la intimación del Real Decreto en 15 de julio de 1767. En esta relación se señalan los aposentos existentes en el colegio en 1767, con su respectivo inventario y los religiosos que los habitaban, contiene la relación de diversos muebles, objetos y ornamentos eclesiásticos, avalúos, donaciones y deudas del colegio momposino, entre otros aspectos. En otras palabras, el Extracto… nos ayuda a evidenciar cómo estaba organizado espacialmente el programa arquitectónico en el edificio del colegio, información indispensable para lograr la “reconstrucción ideal” de la planta arquitectónica del colegio,5 como se verá más adelante. Así mismo, en el Archivo General de la Nación se consultaron con su debido estudio los documentos del fondo de Temporalidades, sección Colonia, para la obtención de la información concerniente a los bienes del Colegio, las alhajas de plata y oro pertenecientes a la iglesia, información relativa a las haciendas y su vocación 1 En el Estudio Histórico (1993), los documentos de archivo consultados fueron los siguientes: Archivo General de la Nación: Fondo Temporalidades: Inventario de la iglesia y sacristía del Colegio de Mompox, (1770); Documentos referentes a la compra del edificio por D. Pedro Martínez de Pinillos (1801). Escritutra Pública No. 8270 de 1952, de la Notaría 2ª. del Círculo de Bogotá sobre la cesión del Municipio de Mompox a la Nación del edificio antiguo de los jesuitas. Archivo Histórico de Cartagena: Inventario de documentos existentes en archivos españoles. Archivo Histórico de Mompox: Consulta de fotografías y notas de prensa siglos XIX y XX. Fuentes jesuíticas publicadas: Joseph Gumilla, Historia natural, civil y geográfica de las naciones del Orinoco (1791); Pedro Mercado, Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús, T. II, 1957. 2

Fidias ÁLVAREZ MARÍN, El edificio de los jesuitas en Mompox, Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio, Centro de Documentación de Bienes Muebles, 1993.

Álvaro Luis CASTRO, Ernesto MOURE ERAZO, Levantamiento arquitectónico y memoria preliminar del edificio San Carlos; Ministerio de Obras Públicas, Dirección de Inmuebles Nacionales, Mompox, agosto de 1989.

Resumen del Extracto de los Autos de Ocupación del Colegio de Mompox, 1767, en Anexo 1.

Un documento no consultado por Álvarez Marín, fue el Extracto de los Autos de Ocupación del Colegio de Mompox, 1767, fuente imprescindible para la correcta interpretación espacial del colegio, razón por la cual Álvarez en su Estudio Histórico (1993), plantea una serie de espacios inexistentes ajenos por completo a la propuesta espacial jesuítica.

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económica, el estado de los edificios después de la expulsión, y el remate de los antiguos edificios jesuíticos a comienzos del siglo XIX. 2. De casa baja a casa alta 1643-1664

El edificio que sirvió de colegio a la comunidad jesuita, ocupó junto con el templo el frente principal del predio localizado sobre la “plaza del Colegio” o de “La Compañía”. Actualmente, el inmueble consta de un cuerpo de dos plantas con un acceso principal situado frente a la plazuela, a un costado de la torre campanario –aún existente– del antiguo templo jesuítico, hoy desaparecido. Después de las diligencias de fundación del Colegio realizadas por el P. Marcos González, el 25 de abril de 1643, las obras materiales consistieron en la apertura de los cimientos y levantamiento de paredes principales del templo, así como el primer cuerpo del edificio del claustro –de una sola planta– localizado frente a la plazuela. El poco adelanto en la fábrica del colegio la evidencia el P. Gabriel Melgar en la carta annua de los años 1642-1652,6 donde afirmaba que “Hoy es tan limitada la pasadía de tres de los nuestros que asisten a este colegio, que demás de la incomodidad en la vivienda, en lo que más esmero pone la Compañía, que es en su iglesia y culto divino, tiene estrechísimo el pasar (…)” A mediados del siglo XVII, el colegio de Mompox pasaba por penosas dificultades económicas que generaron retraso en el avance de las obras de construcción adelantadas. Sin embargo, una nueva donación aliviaría la situación económica del colegio momposino, pues algunos años después, Un vecino de la villa, un acaudalado caballero, Bartolomé Lázaro de Corcuera, con gran afecto a la Compañía, se sintió movido a fundar el colegio de Mompox dándoles las rentas suficientes. El 18 de julio de 1664 se comprometía por escritura pública, a entregar a La Compañía 35.000 patacones, si se le reconocía como fundador y patrón del colegio. Aceptó esta proposición el P. Luis de Palencia, entonces rector del Colegio de Mompox. Corcuera cumplió su promesa y el provincial P. Hernando Cabero en solemne fiesta celebrada el 14 de septiembre de 1666 le reconoció como fundador entregándole la simbólica vela.7

Archivium Romanum Societatis Iesu, ARSI. Provincia Novi Regni et Quiti. 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Provincia de lNuevo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesús [Goswino Nickel], fol. 21r. y v.

Juan Manuel PACHECO, S.J., Los jesuitas en Colombia, Tomo II, Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos, 1962, p. 171.

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La nueva donación de 35.000 pesos ofrecida a los jesuitas en 1664 por el ocañero Bartolomé Lázaro de Corcuera8 quien en este momento residía en la villa de Mompox, servirían no solo para costear los gastos y dotación de los religiosos sino para la realización de las obras materiales necesarias para la terminación de los edificios del colegio y el templo. Esto significó que a mediados del siglo XVII los jesuitas, con el nuevo apoyo económico, lograron ampliar la capacidad de ocupación del colegio consistente en ese entonces de una casa baja, con la construcción de una segunda planta y de esta manera convertir la estructura arquitectónica en casa alta, necesaria para aliviar las incomodidades producidas por la falta de espacio de vivienda.

Ilustración No. 12 Interpretación planta arquitectónica del Colegio de Mompox, 1643-1664

El acaudalado caballero Don Bartolomé Lázaro de Corcuera ha estado fuertemente vinculado con la Compañía de Jesús como benefactor. Sus donaciones representadas en dinero y posesiones rurales fueron importantes como soporte económico en la fundación de los colegios jesuíticos de Ocaña y Mompox. Más información en Juan Manuel PACHECO, (T. III, 1962) y Alejo AMAYA, Los Genitores (1970).

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3. La planta arquitectónica 1664-1737

Dado que el segundo piso del cuerpo principal del colegio se construyó en 1664 gracias a la generosidad de Bartolomé Lázaro de Corcuera, el edificio antes de esta fecha contaba con una única planta construida, con tres aposentos disponibles (aparte de la portería) para el alojamiento de los religiosos presentes. Revisando los Catálogos9 jesuíticos del Nuevo Reino sobre Mompox, que se localizan en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús –ARSI– se conoce que antes de 1664 la presencia de jesuitas en el colegio momposino era como máximo de cuatro sujetos, número reducido justificado por la poca diponibilidad de alojamiento en aquel momento de la historia del edificio. La segunda planta del cuerpo principal, construida con cuatro aposentos para el alojamiento de los religiosos y pequeño corredor hacia el claustro interior, se accedía por medio de la escalera recostada sobre el muro del templo. Igualmente, es bastante probable que gracias a los nuevos recursos económicos se haya construido el cuerpo arquitectónico posterior del colegio, que contaba con los aposentos para refectorio, depósitos y despensa, con su propio corredor con arquería que remataba en el acceso lateral del templo. Con este nuevo tramo construido, el patio del colegio se conformaba espacialmente por tres volúmenes arquitectónicos: el templo al norte; el cuerpo principal del colegio, al este y el cuerpo posterior, al oeste. Sólo faltaba la construcción del volumen del costado sur para la configuración definitiva del claustro.

4. La planta arquitectónica 1737-1767

En 1729, el Colegio de Mompox recibe de parte del Dr. José Ascasúa una donación de 4.000 pesos,10 suma bien recibida que fue utilizada, según parece, en la construcción de la escuela de primeras letras y el aula de gramática, en un volumen independiente de una planta, con dos aposentos y galería, que cae perpendicular al cuerpo principal existente ayudando a definir el patio interior por el costado suroeste del claustro. 9

ARSI. Colegio de Mompox. Catálogo Breve del Nuevo Reino de Granada, 1659 y 1661.

Al respecto, DEL REY FAJARDO comenta: “En 1729, volvía Roma a insistir sobre el tema de la fundación y clarificaba algunos puntos no señalados en la anterior comunicación. Así sabemos que el donante fue el doctor José Ascasúa y que las autoridades romanas ordenaban que los cuatro mil pesos “se pusiesen [en] censo sobre buenas, libres y seguras hipotecas; y que sus réditos fuesen también imponiendo hasta llegar a la cantidad suficiente de estar en cada un año lo suficiente para alimento de un sujeto” y sólo entonces “estaría la Compañía de Jesús a abrir la escuela” (José DEL REY FAJARDO, Colegio de Mompox, Educadores, p. 7).

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ilustración 13 Interpretación de la planta arquitectónica del Colegio de Mompox, 1664-1737

ilustración no. 14 Fotografía 1993 Casas en los traspatios. Fuente: Centro de Documentación de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, 1993.

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El periodo de construcción de este sector del colegio se presume entre 1738 y 1751.11 De acuerdo con el Extracto de los bienes de la Escuela y aula de Gramática de los Regulares del Colegio de la Compañía de esta villa de Mompox, 1770, obtenidos de los inventarios generales ejecutados por D. Andrés de Madariaga en 1767, los bienes de la Escuela son los siguientes: Primeramente, la sala de cal, ladrillo y texa que servia de dicha escuela Yten, un Altar con su frontal pintado, su tarima y quatro candeleros. Yten, un quadro de la Concepcion de N[uest] ra Señora con su remate de marco dorado y velo. Yten otro dicho pequeño del Corazón de Jesus. Yten, otro en bastidor de N[uest] ro Padre San Ygnacio. Yten, otro dicho de San Casiano obispo. Fol. 311r. Yten, un guion. Yten, dos banderas de tafetán blanco y carmesí. Yten, quatro escaños los dos maltratados. Yten una mesa grande buena con sus dos caxones, con llaves y cerraduras. Yten, dos sillas ordinarias.

En cuanto a los bienes del Aula: Primeram[en]te, la sala de cal, ladrillo y texa que servia de dicha haula. Yten, un quadro grande pintado, y dorado con la efigie de N[uest]ra Señora de la Concepcion con las pinturas de San Luis Gonzaga y San Stanislao, al pie y su velo. Yten, otro dicho pequeño dorado del Corazon de Jesus. [Fol. 311v.] Yten, seis candeleros de madera torneados. Yten, su frontal pintado algo mal-tratado. Yten, ocho escaños. Yten, dos sillas con sus asientos de madera y dos de cuero curtido. Yten, la catedra y una mesa pequeña. Yten, una bandera de tafetán blanco carmesí y azul. Los quales bienes según parece del Ynventario inserto en el testimonio que al principio refiero son los únicos que se comprehenden por pertenecientes a la Escuela y aula de Gramatica y de mandato de los Señores Presidente y vocales de la Junta [Fol. 312r.] Municipal formalizé dos de un tenor cada uno en dos foxas de papel común, en Mompox, a siete de Julio de mil setecientos y setenta. Juan Man[ue]l Ballestas. Extracto de los bienes Ynventariados de los Regulares de este Colegio que se executaron por el D[oct]or D[on] Andres de Madariaga Abogado de la Real Aud[ienci]ª de este Reino en virtud del Real Orden de veinte y siete de Febrero del año pasado de mil setecientos

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Según DEL REY FAJARDO “La primera noticia oficial [de la escuela de primeras letras] data del año 1751. Hay que reconocer que entre 1738 y 1751 se han perdido los catálogos trienales y por ende no se puede resolver el problema por ese medio. Según los catálogos, el primer maestro fue el H. Toribio Medina (1701-1768) quien para 1751 aparece con ese abnegado cargo.” (José DEL REY FAJARDO, Colegio de Mompox, Educadores, p. 7).

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sesenta y siete para el extrañamiento de dichos Regulares, y ocupacion de sus temporalidades.12

Con las obras de construcción de los espacios para servicio de la Escuela y el Aula por el costado sur del predio, se vino a conformar definitivamente el claustro del colegio jesuítico que, en resumen, contó con los siguientes cuerpos arquitectónicos: 1. Norte: el edificio del templo en la esquina del predio. 2. Occidente: cuerpo principal de dos plantas y galerías: la primera, con los espacios de carácter público como la portería, rectoría, librería y la capilla, y en la segunda planta los aposentos privados de los religiosos. 3. Sur: cuerpo arquitectónico de una planta con galería, con los aposentos para la escuela y aula. 4. Oriente: cuerpo arquitectónico de una planta con galería, con los aposentos destinados a refectorio, despensa y depósitos. 5. En los traspatios: las casitas, en una de ellas funcionó la cocina y otra donde vivieron la esclava y el herrero.

5. La planta arquitectónica en 1767

Para conocer la distribución espacial del edificio del colegio en el año de 1767, seguiremos la información contenida en el Avalúo del Colegio que fue de los ex jesuitas de esta villa de Santa Cruz de Mompox, 1800,13 documento que relaciona los avalúos realizados por los maestros mayores de albañilería y carpintería al “edificio material de los ex jesuitas”, con el objeto de que con su vista digan lo que se pueda dar por el edificio en las diligencias de remate del inmueble. En primera instancia, el análisis de la información de las estructuras arquitectónicas del colegio consignada por el maestro mayor de albañilería, permite inferir lo siguiente: 1. Para el año de 1800, fecha de las diligencias de avalúo, el cuerpo principal del edificio del colegio contaba con dos plantas, cada

AGN. Temporalidades, 1770, Extracto de los bienes de la Escuela y aula de Gramática de los Regulares del Colegio de la Compañía de esta villa de Mompox, T. 3, fols. 310r - 312r.

AGN. sección Colonia, Fondo Temporalidades 1800. Avalúo del Colegio que fue de los ex jesuitas de esta villa de Santa Cruz de Mompox, T. 8, fols. 896r - 900r. La transcripción del avalúo completo en: Capítulo IV, “Los edificios del templo y el colegio después de la expulsión de 1767”.

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Ilustración No. 15 Planta arquitectónica del Colegio de Mompox, 1737- 1767.

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una de ellas con cuatro aposentos altos y bajos independientes.14 2. En el interior del claustro, el cuerpo principal del edificio contaba con galería con arcos en la primera planta y corredor con arcos, en la segunda planta, orientados hacia el patio interno. 3. Presencia de una escalera para acceder al segundo nivel, situada en la galería del primer piso a un costado del edificio. En las obras materiales que hace Martínez de Pinillos a partir de 1802, se cambia el sitio original de la escalera. 4. Se informa que la galería testera del colegio o circulación posterior del claustro, posee una arcada que remata a la altura de la sacristía del templo. 5. Descripción de varias paredes y paredillas traseras y de traspatios. 6. Descripción de dos paredes principales de la pieza que servía de escuela.15 Con el análisis de lo consignado por el maestro mayor de carpintería se infiere 1. La existencia del espacio de la Portería en el aposento donde se localiza el acceso principal del colegio, frente a la plazuela. 2. La existencia de un cuartico en el volumen de la torre campanario. 3. Por el informe del carpintero se confirma la existencia de cuatro (4) aposentos altos frente a la plaza. Total de espacios en los dos pisos: 8 aposentos, incluída la portería. Cuerpo principal y programa arquitectónico. Como arriba se comentó, el cuerpo principal del edificio tenía dos plantas con 4 espacios por piso, para un total de ocho (8) aposentos, lo que significaría que el programa arquitectónico del Colegio de Mompox en 1767, se podría interpretar de la siguiente manera: Primera planta con los espacios de carácter público: La portería con un cuarto anexo, y a un costado la puerta de acceso a la torre campanario. En una de las paredes se encontraba “el reloj de campana que está junto a la puerta”. El aposento rectoral, espacio para las actividades propias del rector del colegio. En su interior varios objetos muebles como estantes,

En 1767, el edificio contaba con el mismo número de pisos en su cuerpo principal que da a la plazuela. Por permanecer cerrado hasta el comienzo del siglo XIX, se acumuló gran deterioro en las obras realizadas con madera como fueron las galerías y cubiertas del edificio.

La llamada pieza de la escuela, era el recinto que contenía los espacios diferenciados de escuela para las primeras letras y el aula de gramática. Este volumen de un piso con su propia galería, conformaba por el costado sur el patio interior del colegio.

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mesas, gavetas y sillas. La librería, aposento que contenía la biblioteca del colegio y contaba con estantes, mesas y sillas.16 Otro espacio, localizado al final de la galería del primer piso y de buena proporción, posiblemente habilitado como capilla.17 Ahora bien, respecto al espacio que ocuparía la capilla, Álvarez Marín plantea la teoría de que se trata del espacio del “baptisterio” del Colegio, pero no tiene justificación alguna debido en primer lugar, a que en la villa de Mompox los jesuitas no tenían parroquia, y en segunda instancia, porque a pesar de que la Compañía de Jesús mantenía excelentes realciones con el cardenal y arzobispo de Milán Carlos Borromeo (15381584), ningúno de los proyectos arquitectónicos de colegios jesuíticos estuvieron sometidos a normas arquitectónicas emanadas de la obra suya llamada Instrucciones de la Fábrica y del Ajuar Eclesiástico.18 En la segunda planta, se ubicarían los aposentos privados de los jesuitas. En el Extracto…1767 aparece la relación de los religiosos que vivieron en el colegio en el momento de la confiscación y cierre del edificio jesuítico: P. Salvador Pérez, Superior y ausente, (sacerdote) P. Ignacio Gutiérrez, Superior Interino (sacerdote) P. Gerónimo Grosis, Operario (sacerdote) P. Agustín de Rueda, Operario (sacerdote) P. Toribio de Molina, Sacristán (coadjutor) P. Simón Horus, Maestro de Escuela (coadjutor) P. Juan Valdivieso, ausente (sacerdote)19

El interrogante que se presenta a continuación es ¿cómo siete jesuitas 16

Para conocer la Biblioteca del Colegio de Mompox, ver: AGN. Temporalidades 1776, Colegio de Mompox. Libros que constan en el inventario, T. 16, fls. 303r - 306v.

En los colegios jesuíticos generalmente se encontraba presente la capilla, espacio para las misas privadas de los religiosos e independiente del templo. En el Extracto... 1767, cuando se describen los aposentos de la primera y segunda plantas del colegio, no se menciona que alguno de éstos estuviera adaptado como espacio religioso o capilla. El documento sólo menciona los objetos muebles contenidos como sillas, mesas, atriles, y escaparates. (Extracto…1767, fol. 4).

Carlos BORROMEO. Instrucciones de la Fábrica y del Ajuar Eclesiástico, UNAM, México, 1985. Álvarez Marín, en su Estudio Histórico (1993), identificó este espacio como el “baptisterio” del Colegio por sus cualidades espaciales, en razón de que los jesuitas “siguiendo las normas borromeanas, designaron el lado opuesto a la Iglesia para la construcción del baptisterio, el cual conserva hoy todavía la entrada desde el corredor, el nivel de piso que lo distingue y cornisa original en fachada” (Fidias ÁLVAREZ MARÍN, El edificio de los jesuitas en Mompox, Documento final de la Investigación Histórica. Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio Cultural, Centro de Documentación de Bienes Inmuebles, octubre de 1993, pp. 9-10) 19 AHN. Jesuitas, 129/15; 1767, Colegio de Mompox, Extractos de los autos de su ocupación, fol. 1

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que estaban viviendo en el colegio en 1767, se acomodaron en tan sólo 4 aposentos privados que tenía la segunda planta? La respuesta es sencilla si observamos un caso similar: la distribución de los aposentos o habitaciones de los jesuitas en en el Colegio de Antioquia,20 donde “los dos aposentos que dan a la calle y los dos que dan al patio trasero estaban divididos en su interior por divisiones de dormitorio construidos en madera”. De ser así, los aposentos privados del colegio momposino para dar cabida suficiente a los religiosos que permanecían en nómina o que fuesen visitantes temporales, debieron estar divididos por paredillas o divisiones de madera para conseguir la privacidad necesaria de un alojamiento individual. Escalera. Después de ingresar al edificio por la portería, sobre la galería del primer piso y en el extremo contiguo al templo, se localizó la escalera original del Colegio, desarrollando sus tramos en forma de U, donde el último tramo servía para acceder a la galería o corredor del segundo piso que repartía a los aposentos privados de los religiosos. Esta disposición espacial de la escalera, se mantuvo por varios años hasta la compra del inmueble por Martínez de Pinillos mediante remate en 1800, quien después de observar el gran deterioro de las estructuras arquitectónicas y proponer el nuevo uso de las dependencias para una casa-hospicio en primer nivel y una escuela en el segundo nivel de manera independiente, modificó la escalera de tal manera que sus tramos se dispusieron en forma de escuadra, con el primer tramo arrancando desde el espacio de la portería (y no desde el corredor) para que el segundo tramo accediera a una galería o circulación alta, creada en el nuevo segundo piso del volumen del templo. Refectorio y despensa y depósitos. Ahora bien, el Extracto…1767 relaciona aparte otros aposentos existentes usados como refectorio, despensa y depósitos. En efecto, en el edificio del colegio en su costado posterior del patio se construyó un volumen con cuatro (4) aposentos y galería con arcos, conformando el claustro por el costado occidental y rematando la circulación en la puerta de acceso al templo por el costado de la sacristía y nave lateral. Según el inventario, dos de estos aposentos estaban destinados para depósito de diversos objetos religiosos, muebles y libras de cera, donde uno de ellos contaba en un costado con un “camarín de la sacristía”, dato que permite inferir su localización contigua a la sacristía del templo.21 Los otros aposentos, son el imprescindible 20

José DEL REY FAJARDO, Felipe GONZÁLEZ MORA, Los jesuitas en Antioquia, 1727-1767, Aportes a la Historia de la Cultura y el Arte, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2008, pag. 335.

En el inventario de la Sacristía del Colegio momposino se lee: “Item, la armadura de un sitial y dos escaleras, una mayor que otra que se hallaron en el cuartico que hace espalda al camarín

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refectorio “con sus 5 mesas y 5 bancos”, y a un costado la despensa del colegio, donde se encontraron, botijas, petacas y “varios comestibles como arroz, garbanzo y otras menudencias que fueron trasladadas al Hospital de San Juan de Dios”.22 Cocina. En cuanto al espacio de la cocina, se conoció su localización gracias al testimonio de los jesuitas alemanes que se alojaron en el colegio momposino en 1724, en su recorrido hacia el interior del Reino y provincias de Quito y Perú. Por descripción de los misioneros, el espacio de la cocina no se encontraba en los aposentos situados cerca al refectorio en torno al patio del claustro como puede suponerse, sino en una de las casitas existentes en los traspatios del colegio. A los jesuitas les llamó la atención “que en los pequeños colegios de Mompox y Honda la cocina fuese atendida por mujeres ancianas que cocinaban en una casa vecina al colegio y pasaban la comida a través de una pequeña ventana abierta en el muro”.23 Efectivamente, en la planta arquitectónica del inmueble se puede apreciar la localización de las casas –una de ellas la antigua cocina– que formaban parte de los edificios comunes del colegio, situadas en el traspatio o parte posterior con frente al muro trasero –donde estaría la pequeña ventana– del refectorio de la comunidad. En 1993, se encontraban en pie las dos casitas, mientras que en el 2008 según se aprecia en las fotografías, fue eliminada una de ellas, producto del deterioro presente en los traspatios y por desconocimiento histórico de uso y antigüedad.

de Nuestra Señora de los Dolores, correspondiente a la Iglesia.” Ver: AGN. Temporalidades, T.3, fol. 309r. 22

AHN. Jesuitas, 129/15; 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de Ocupación, fols. 21-22.

23 Juan Manuel PACHECO, S.J., Los jesuitas en Colombia, Tomo III, Publicaciones Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 1989, p. 200.

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Los edificios del colegio de Mompox después de la expulsión de 1767

1. Usos propuestos para el edificio jesuítico después de 1767

En 1799 los Oficiales Reales de Mompox, antes de poner en pregón el edificio del Colegio que fue de los jesuitas, dan cuenta que el Cabildo de la villa desde mucho tiempo atrás aplicó su uso “para Sala Capitular y Cárcel, pero fueron suspendidas estas diligencias hasta una Superior Resolución”.1 En efecto, existía un expediente formado sobre “la formación de una casa-hospicio para el recogimiento de los pobres mendigos” y por requerimiento del virrey se solicitaba la aprobación de una habitación proporcionada en donde se recogiesen todos los pobres mendicantes en la casa que fue colegio de los ex jesuitas sin advertir que el edificio ya estaba aplicado, a consecuencia de la Orden Superior de la Junta General de Aplicaciones por la Municipalidad de Cartagena, “para Sala Capitular, Cuartel y Cárcel de esta villa y que sus llaves se dirigieron a este cabildo por el Presidente de la Junta Municipal”.2 La decisión tomada apuntó a la mayor utilidad para la “extirpación de la mendiquez y sean recogidos como se acordó los pobres mendicantes supuesto a que aunque no es de la mayor seguridad tiene la villa Cárcel y Sala Capitular, cuya refacción costara mucho menos en su estado, que si

AGN. Temporalidades, T 25, fol. 566r.

AGN. Temporalidades, T 25, fol. 567r.

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hubiere de verificarse en la casa del Colegio”, y por no existir “milicias disciplinadas no es precisa la existencia del Cuartel”.3 Otro uso propuesto para las estructuras arquitectónicas existentes del antiguo edificio jesuítico y sus traspatios era su posible utilización como cementerio general de la villa de Mompox. Las autoridades civiles y religiosas de la villa pretendían la construcción de un nuevo cementerio para la población. Para atender dicho requerimiento el virrey Mendinueta solicitó al sabio José Celestino Mutis elaborar un informe sobre la conveniencia y lugar del nuevo cementerio en la villa. Mutis, en su informe Sobre la necesidad de construir los cementerios en las afueras de las poblaciones. Santafé, noviembre 27 de 1798,4 indica que si se insiste en erigir el cementerio general de la villa en la iglesia y agregaciones (traspatios) del colegio de los jesuitas expatriados para evitar el aire infestado de las iglesias, mejor sería un cementerio nuevo, amplio y algo distante de la población donde se deben acatar necesariamente las advertencias siguientes: 1. La mayor extensión posible del solar, capaz de admitir la división de seis solares parciales de modo que cada uno sirva para las sepulturas del año corriente y pueda vacar sucesivamente por cinco años. 2. Mantenerlo descubierto al aire libre y baño de sol. 3. No cubrir alguna parte del cementerio con el fin de evitar la pestilencia ocasionada por las lluvias y el sol. 4. Profundidad de la fosa de seis pies (dos varas) y la tierra bien pisada para evitar la penetración del agua. 5. Velar por la conducta de los enterradores. 6. Evitar la entrada de los animales en el cementerio. 7. No encender fuego (hogueras ni candeladas) dentro ni en las inmediaciones de un cementerio en los tiempos de calma cuando se comienza a percibir la pestilencia de la atmósfera. 8. Las paredes del cercado han de ser de por lo menos tan altas como las de las casa de habitación de la población. 9. Proporcionar un desagüe del cementerio del modo más conveniente, sin dirigirlo al río Magdalena de cuyas aguas se surte la villa y los habitantes de las orillas. Lo más conveniente sería un acueducto subterráneo dirigido a alguna parte y las aguas perderse en las tierras.

AGN, Temporalidades, T 25, fol. 567v.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA, Escritos científicos de Don José Celestino Mutis, Tomo I, Medicina, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Editorial Kelly, Bogotá, 198, pp. 255-267.

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10. Localizar el osario en el centro del cementerio, haciendo profundas excavaciones para depositar allí los huesos de las iglesias. 11. En la mejor construcción del cementerio dotarlo con la siembra de adecuadas especies, evitando los bosques y plantando una arboleda clara cada doce o quince varas de distancia. Mutis, después de su informe relativo a la construcción del cementerio en la villa de Mompox, delega en las autoridades de gobierno la mejor decisión. A comienzos del siglo XIX, acatando las recomendaciones del sabio, se debieron iniciar los trabajos de la escogencia del lugar y construcción del nuevo cementerio en la villa, pues en 1831 se terminó la parte principal del camposanto que hoy existe, y en 1840 el obispo de Santa Marta, Luis José Serrano Díaz, consagró la capilla y su altar. 2. Avalúo de los edificios del Colegio de Mompox

A finales de 1799, los Oficiales Reales procedieron a las diligencias de avalúo necesarias para que los edificios que fueron del Colegio de Mompox fueran aplicados para el hospicio que se tenía proyectado. Para tal efecto, en 1800 se hizo saber a los maestros mayores de alarife y carpintería, que a la mayor brevedad avaluaran el edificio material de los ex jesuitas, a fin de que en su vista dijeran lo que pueden dar por el citado edificio. Fue así que el 18 de enero de 1800, José Vicente Tres Palacios, alarife de albañilería avaluó la obra material que existe en el edificio del colegio de los jesuitas expatriados así: Avalúo que yo Vicente Tres Palacios, Alarife de Albañilería formó de la obra material que existe en el Colegio que fue de los Jesuitas expatriados, y en orden de los Señores Oficiales de las Reales Cajas de esta villa, que se me notificó por el escribano Don Remigio Antonio Valiente. El Frontispicio de la Yglesia a la plaza de pared maestra 19 varas de largo y 81 de alto de 2 ladrillos de grueso, y las 2 paredes del costado 42 varas de largo, 6 de alto y su testera de un ladrillo, cuyas paredes de dicha Yglesia en alberca por lo maltratadas les doy el valor de… 700 pesos. Las dos paredes maestras de los 4 cuartos altos y bajos que hacen frente a la Plaza con 30 varas de largo y 10 de alto de ladrillo y medio de grueso le doy el valor a las dos incluso las medianías de… 830 pesos. Una pared al costado del interior, corredor alto, que contiene de largo 6 varas y cinco de alto, le doy el valor de… 30 pesos.

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Otra que está en la subida del corredor tiene 5 ¾ varas de largo y el mismo alto valuada en… 28 pesos. La arquería, 23 varas de largo y 5 de alto con 6 arcos le doy de valor… 57 pesos. La arquería alta del corredor, 15 varas de largo y 3 ¾ de alto vale 45 pesos. Los Arcos de la testera del colegio línea de la sacristía, tiene 9 varas y tres de alto, valen… 27 pesos. La pared maestra de la testera de los claustros de largo 24 varas y 5 de alto valen… 80 pesos. En dicho cañón otra pared de 25 varas de largo y 42 de alto de ladrillo y medio de grueso en… 95 pesos. Otra pared que sale detrás 12 varas de largo y 5 de alto en… 24 pesos. Tres medianías de a 7 varas cada una y todas tres valen … 32 pesos. Otras dos paredillas maltratadas en… 20 pesos. Las paredillas de un cuarto atrás en el traspatio de 4 varas de largo y 3 de ancho en… 10 pesos. La medianía del traspatio tiene 24 varas de largo y 3 de alto vale… 29 pesos. Otra que sigue de 23 de largo y 3 de alto en… 29 pesos. La ultima pared tiene 45 varas de largo y 3 de alto vale … 56 pesos. De tejas le repuso 12.000 a las piezas techadas a 15 pesos el millar… 180 pesos. La Sacristía sus paredes 5 varas de largo y otras tantas de alto y grueso de un ladrillo vale … 50 pesos. Las dos paredes principales de la pieza que servía de Escuela con 26 varas de frente y cinco de alto vale ... 90 pesos. Cuarenta y nueve varas de suelo que hace a su frente con las correspondientes colas de patios y traspatios que se avaluó en... 200 pesos. Total… 2.612 pesos Con lo cual se concluyó este avalúo por no encontrarse más que lo que consta en las partidas sumadas que ascienden a dos mil seiscientos doce pesos y toda arreglada al demerito con que se hallan quebrantadas las mas de las paredes y en cumplimiento de lo que en esta parte me corresponde de obligación y formado dicho avalúo que por no saber firmar rogué al Señor Julián Lenguas

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lo hiciere por mí en Mompox a 15 de febrero de 1800 a ruego del maestro Vicente Tres Palacios, Julián Joseph de Lenguas = El mismo día, Pedro Antonio Martínez, maestro mayor de carpintería de la villa de Mompox, realizó el avalúo que dio a la madera que existe en la obra material en el Colegio que fue de los expatriados jesuitas y por disposición de los Señores Oficiales y orden que para ello se me comunicó y es a saber: En la portería tiene su suelo alto 10 tirantillas de a 8 varas a 2 pesos cada una importan… 20 pesos. El entresuelo de esta pieza tiene 12 docenas tablas ordinarias a 6 pesos… 9 pesos. En un cuartico de la torre 8 tirantillas de a 4 varas y 5 tablas, todo… 10. 4 pesos. El corredor alto tiene 36 tirantillas de a 4 varas a 8 reales… 36 pesos. En dicho corredor 32 docenes tablas ordinarias a 6 pesos … 21 pesos. En los 4 cuartos altos que hace enfrente á la Plaza tienen 50 tirantillas de a 8 varas de largo a 2 pesos tiranta … 100 pesos. Así mismo en dichos 4 cuartos 6 docenas de tablas a 6 pesos…. 36 pesos. Diez y ocho vigas en sentaderas, llaves y limatón de una esquina con 170 varas a 21 reales… 53,1 pesos. Ciento setenta varas de armadura delgadas a ¾ de real… 15,72 pesos. Cincuenta quartoncitos en el techo del corredor a 2 reales… 12,4 pesos. Treinta y dos docenas de tablas ordinarias en el techo de dicho corredor a 4 pesos… 14 pesos. La pieza baja que servía de escuela tiene 9 tirantas de a 8 varas son 72 a 21 reales… 22,4 pesos. Dos asentaderas con las ingeridas tienen 40 varas a 21 reales.. 12,4 pesos. Las hileras y cintas en 8 reales … 1 peso. Las hileras de los 4 cuartos altos todas valen… 3 pesos. 50 varas de armadura en dicha puerta de la escuela a ¾ de nivel… 4,52 pesos. Catorce ventanas ordinarias unas con otras a 4 pesos… 56 pesos. Total: 427, 6

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Y por no haber más piezas techadas en todo el colegio con madera que avaluar a excepción de las puertas principales e inútiles por / muy maltratadas se concluyó esta diligencia que firmo por mi Don Lorenzo/ de Rieble en Mompox a 27 de Febrero de 1800 = A ruego de Pedro Martínez, Alarife de Carpinteria = / Lorenzo Nieble .firma y rubrica.5

El escueto avalúo realizado a los edificios del claustro y templo después de 33 años de permanecer cerrado, sin uso alguno y con los materiales de fábrica a merced del implacable tiempo, permite inferir importantes conclusiones sobre las características y estado material del colegio jesuítico: a- El maestro de albañilería tomó las dimensiones e hizo avalúo formal únicamente de las paredes existentes, es decir la estructura muraria que quedaba aún en pie en el momento del avalúo. Debe tenerse en cuenta que las alturas tomadas a las paredes no son las definitivas o reales, por causa del deterioro de los remates superiores del muro en sectores como el cuerpo del templo, donde no existía la cubierta. b- El avalúo realizado por parte del maestro albañil permitió confirmar que el cuerpo principal del edificio del claustro era el único volumen arquitectónico del conjunto que se componía de dos plantas –casa alta– con cuatro aposentos en cada piso. De igual manera, se verificó la existencia de arcadas en las galerías de las plantas alta y baja del edificio principal así como en el cuerpo posterior del claustro con sus respectivas dimensiones. Se confirma la presencia de cubiertas en el edificio del colegio por el número de tejas y su avalúo correspondiente. c- Se evidenció en general un alto grado de deterioro en las paredes localizadas en las casas ubicadas en los traspatios y sus medianías. d- El alarife de carpintería al especificar que por no haber más piezas techadas en todo el colegio con madera que avaluar (…), se infiere que el edificio del templo carece por completo de cubiertas en las naves y sacristía. No se menciona ningún elemento componente de la armadura de la cubierta como pueden ser las soleras, pares, tirantes o viga cumbrera. Además, no hay mención sobre los pilares o columnas de madera de la nave que sostenían la techumbre. Si no existen los pilares, no existe la cubierta. En algún momento por causa del abandono general de la estructura portante y de la

AGN. Temporalidades,1799, Avalúo de los edificios de Mompox, T. 8, fols. 899r - 900r.

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misma cubrición, se desploman las cubiertas de la nave y sacristía del templo. e- La ausencia del coro en el avalúo realizado, confirma la falta de la cubierta en el templo. El alarife de carpintería no menciona ningún elemento relacionado con este importante espacio construido en madera, que en algún momento se desplomó por la pudrición de sus maderas, antes de las diligencias de avalúo. f- El alarife carpintero sólo hace avalúo de un cuartico situado en la torre del templo. Esta torre campanario conservó su techumbre sin problema alguno. 3. Pregón y remate del edificio del colegio jesuítico

En mayo de 1800, ni el cabildo ni los vecinos de la villa de Mompox ofrecieron dinero alguno para adquirir el antiguo edificio que fue de los jesuitas para instalar en sus dependencias un hospicio para beneficio de la población, teniendo ya realizado su formal avalúo. Por ello, los Oficiales Reales ordenaron proceder a pregonar y rematar el edificio, fijándose previamente cedulones en los parajes públicos de aquella villa, en Santafé, ciudades de Cartagena y Antioquia y en las villas de Honda y Medellín expresándose en ellos el total avalúo y cuyo contenido fue del tenor siguiente: Los Señores Oficiales Reales, Ministros de la Real Hacienda de estas Cajas, en obedecimiento de lo dispuesto por el señor Virrey Superintendente General de este Reino, hacen saber: Se vende el edificio que fue Colegio de los ex jesuitas del nombre de Jesús, en la villa de Mompox, y que está apreciado en seis mil ochocientos ochenta y ocho pesos, para el que quiera comprarlo, parezca ante dichos Señores Comisionados o en la Escribanía de Real Hacienda a hacer la postura que tenga conveniente, en el concepto que será en cuanto hubiere lugar, se dará cuenta a la Superioridad de su Excelencia para que se le tenga por parte y cite al remate. Cartagena, junio 5 de 1800. Agustín Joseph Gallardo. Escribano de Hacienda.6

Seguidamente, las autoridades reales se dieron cuenta que el avalúo de 6.888 pesos correspondiente al edificio del Colegio, no correspondía al real “del último avalúo que se dio al edificio que los ex jesuitas tenían

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en aquella villa, y asciende a tres mil treinta y nueve pesos, seis reales [3.039.6] con inclusión del terreno y paredes de la que fue iglesia”.7 De nuevo, se ordenó a los Oficiales Reales de Mompox proceder a nuevo pregón por término de treinta días, y por Decreto de 22 de julio se destinó para el remate el 28 de dicho mes, en cuyo día se pregonó nuevamente y, En el acto el Sr. Don Pedro Martínez de Pinillos, por sí y a nombre de su sobrino Don Cayo Martínez de Pinillos con quien tiene Compañía de Comercio, hizo postura en cantidad de mil seiscientos pesos con calidad de aplicar el terreno y fragmentos del edificio a la erección de Hospicio en que recoger pobres mendigos, de que la reedificación y construcción de la obra desde el principio hasta su conclusión, sea a cargo y por cuenta de la Compañía de Comercio que tío y sobrino tienen, representando al propio tiempo, el deterioro en que se hallan las paredes y techados y que por lo tanto el avalúo que se ha dado es subido, siendo preciso para la erección del Hospicio a que se destinaba el edificio, el derribar a su costa la fábrica material (…).8

La postura de mil seiscientos pesos ofrecida por el edificio, la justificaba Martínez de Pinillos en razón del gran deterioro que tenía el inmueble antes del remate al considerar, Que los Maestros Mayores alarifes habían dado a los fragmentos del edificio de este Colegio que fue propiedad de los ex jesuitas un avalúo superior, pues el de albañilería ha apreciado todas las paredes como si estuvieran sin daño alguno, y fueran totalmente útiles de modo que con un corto aliño hubieran en lo general de servir para cuales quiera piezas a que se destinaren, sin considerar que varios paredones están a trozos y en lugares distantes unos de otros, como son los de sacristía, corredores y traspatios, están todo arruinados y sin que ellos pueda siquiera aprovecharse un ladrillo por hallarse sin techo alguno y expuestos a la inclemencia de los soles y aguas hace más tiempo de treinta años de modo que no pudiendo ser aplicados para pieza alguna así por estar muy maltratados se hace precisamente forzoso derribarlos a costa del que comprare la expresada obra material (…) En cuanto al avalúo de las tejas que sirven de cubierta al techado de dicho edificio, las regula el maestro mayor por doce mil que parece imposible las haya a mas de que aun las hubiere es precisamente forzoso estén quebradas cuando al menos la tercera parte de ellas, pues se haya noticioso está todo el dicho techo 7

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todo lleno de goteras, y por lo respectivo a carpintería tal vez no podrá aprovecharse una sola vara.9

4. Intervenciones arquitectónicas realizadas por D. Pedro Martínez de Pinillos

Después de rematar el antiguo colegio de los jesuitas, el rico comerciante Pedro Martínez de Pinillos10 realizó, entre 1802 y 1807, una serie de obras materiales de intervención en las estructuras arquitectónicas existentes que contaban con gran deterioro para su adaptación al nuevo uso de hospicio-hospital bajo la dirección de su sobrino político Pedro Manuel de Nájera y la colaboración técnica del Maestro Raimundo Pava. Como lo expone Álvarez Marín,11 los trabajos de intervención consistieron en las siguientes acciones:

AGN. Temporalidades, T. 23, fols. 523v - 524v.

Don Pedro Martínez de Pinillos nació en la villa de Torrecilla de los Cameros, obispado de Calahorra, en la provincia de Burgos, el 18 de enero de 1748. Sus padres fueron don Diego Martínez de Pinillos y doña Isabel de Nájera. Dedicado al comercio, se trasladó a Cartagena de Indias en 1767, vinculándose como mercader en esta plaza. Debido a una pérdida, fue obligado a ausentarse a las poblaciones de Tolú, Sabanas, Ayapel y la villa de Santa Cruz de Mompox. En esta última, fijó su definitiva residencia y fundó su hogar desposándose en 1775 con su prima doña Manuela Tomasa de Nájera. Como ciudadano desempeñó los siguientes cargos: Comisario de barrio en Mompox en 1778 y 1780; alcalde de la Hermandad en 1778 y alcalde ordinario en 1781; alcalde de segundo voto en 1786; en 1786 fue electo públicamente mayordomo de la archicofradía del Santísimo Sacramento; en 1796, diputado en Mompox. El 3 de agosto de 1803 solicitaron al rey Carlos IV la aprobación de estas fundaciones, que obtuvieron por real cédula fechada en San Lorenzo a 10 de noviembre de 1804, dirigida al virrey y gobernador del Nuevo Reino de Granada, con las siguientes conclusiones:

Primero, que dicho colegio se debía titular de San Pedro Apóstol; segundo: que debía erigirse en universidad literaria, con derecho a que su rector pudiera conferir grados mayores y menores en las facultades que en ella se enseñaran a todos los estudiantes; tercero: que recibiendo bajo su real protección y amparo la casa-hospicio, titulada “de Jesús” que habían construido los exponentes en el sitio que fue colegio de los jesuitas, el patronato de dicha casa-hospicio sería a favor del cabildo secular de Mompox, que también lo tenía aceptado (…) Las constituciones para el colegio de San Pedro Apóstol las escribió su fundador y concluyó el 3 de abril de 1806. En febrero de 1809 una enfermedad en el pecho obligó a Pinillos a trasladarse a Cartagena. El 22 de mayo fueron confiados a la guarda de los padres franciscanos los despojos mortales del señor don Pedro Martínez de Pinillos, fallecido ese mismo día. La iglesia parroquial de Mompox, La Concepción, tributó la memoria de Pinillos el 10 de julio de 1809, pomposas exequias en reconocimiento. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA, Documentos para la Historia de la Educación en Colombia, T. VII, 1804-1809; Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, Editorial Kelly, Bogotá, 1986, pp. 107-130. 11

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Fidias ÁLVAREZ MARÍN, El edificio de los jesuitas en Mompox, Documento final de la Investigación Histórica. Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio Cultural, Centro de Documentación de Bienes Inmuebles, octubre de 1993, p. 23.

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El edificio del templo. La transformación y fragmentación de la planta arquitectónica y su espacio original, con la eliminación de los pilares o columnas de madera que definían las naves del templo. Sobre los muros originales del cuerpo del edificio, la factura de un entrepiso de madera y la creación una segunda planta con la agregación de nuevos muros sobre los originales y nueva cubierta. Eliminación de las puertas de acceso en la fachada principal del templo. Postura de nuevas baldosas de piso sobre el primitivo de los jesuitas. El edificio del colegio. Intervención de la escalera maestra del edificio del colegio, con la adaptación de un nuevo tramo, orientado hacia el corredor de la nueva crujía en segundo piso, para una mejor circulación.12 Intervención de todas las cubiertas del edificio por el deterioro de las maderas y tejas en las originales. Los traspatios. Reedificación de las “casitas”13 existentes en la parte posterior del colegio, con acceso desde el callejón de la Compañía. Gravemente enfermo Martínez de Pinillos, estuvo recluido en el primer piso del hospital que él mismo había fundado, y falleció el 22 de mayo en la ciudad de Cartagena. Luego, el 29 de agosto de 1809, se produjo aquí [edificio antiguo de los jesuitas] la solemne instalación del Colegio que el señor Pinillos, como ya se había dicho antes, había fundado nominalmente y no alcanzó a ver formalizado, porque su muerte lamentablemente se lo impidió.14 5. El edificio jesuítico en el siglo XIX

Después de las acciones propias del movimiento de la independencia, se tiene noticias de que, en 1868, el antiguo edificio que fue de los jesuitas “se encontraba sirviendo como Casa Consistorial o sede del Ayuntamiento –Alcaldía y Concejo– de la villa de Mompox”.15 Durante este mismo periodo, el Procurador Municipal del Distrito, autorizado por el Concejo Municipal,

12 Esta escalera existió hasta 1993, siendo modificada y trasladada al lugar actual sobre una de las galerías del patio, en las obras intervención del edificio por parte de Colcultura. 13

Estas casitas, hacen referencia a la enfermería y las habitaciones de la esclava y herrero, una de las cuales estaba en alquiler. Más detalles en Capítulo VI “Otras posesiones”. Su uso no consistía en almacén ni granero de los jesuitas como supone Álvarez en su estudio histórico de 1993, p. 23.

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Hace donación al Colegio Pinillos de esta villa todos los traspatios de la Casa Consistorial y autorizando al colegio –como un medio para obtención de una renta para su sostenimiento– la instalación de un Matadero Público y Carnicería, que efectivamente se construyeron, porque además en ese mismo sitio, antes de 1868, funcionó una carnicería.16

En los traspatios del colegio existieron los testimonios de las mesas de ladrillo donde se pesaba y expendía la carne, en una de las “casitas” localizadas detrás del colegio y que hubo que reparar debido al deterioro y desplome de las cubiertas.17 Álvarez Marín continúa afirmando que según las notas consignadas por el P. Mariano Rodríguez Hontiyuelos, en 1882, debido al gran deterioro del inmueble, “hubo necesidad de reparar la totalidad de las cubiertas y cuando se retiró el techo de la torre del campanario, se retiró de allí también la hermosa cruz de hierro que remataba la torre y que había sido instalada por los jesuitas”.18

6. El edificio jesuítico en el siglo XX

Durante la primera mitad del siglo XX, el edificio jesuítico pasa por años de abandono y mal mantenimiento. Para 1932, el inmueble mantenía el uso de Cárcel Municipal.19 En 1950, la Nación adquiere el edificio del Colegio que mantenía gran deterioro físico hasta 1957, cuando se intentó realizar su recuperación presentándose grandes problemas para la reconstrucción de la crujía del fondo, de la cual no quedaba absolutamente nada, y evidenciándose el total desconocimiento del proceso evolutivo del edificio. Estas obras de intervención o recuperación se inician en 1957 y concluyen en 1962, comprendiendo las siguientes acciones: En el primer periodo, “el ingeniero Barón, instala más por economía o refuerzo estructural que por respeto al edificio, una estructura en concreto basada en columnas y dinteles que distribuye por todo el

Estas casitas ya habían sido intervenidas por D. Pedro Martínez de Pinillos en 1802.

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Ilustración No. 16 Fotografía 1874. Cubierta antiguo edificio del templo. En primer plano la estatua de la Libertad. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

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edificio, afectando la espacialidad de algunos espacios y desvirtuando el ambiente del corredor superior”.20 Coincide este momento con el “reforzamiento de la cimentación de algunas columnas del claustro y la reconstrucción de la totalidad de otras columnas del mismo, con la modificación del tipo de entresuelo. Alrededor de 1960, “el ingeniero Jesurum Pontón, realizó una intervención al edificio reconstruyendo la crujía del fondo del claustro que daba sobre la antigua carnicería. Para esta fecha es el único sector de la segunda planta que contaba con arcada en su corredor. El patio central del claustro, también fue sometido a desafortunadas intervenciones “al instalarse unas laberínticas jardineras, que no permiten siquiera acceder o salir de él fácilmente (…)”.21 En 1993, ante la evidencia del aumento progresivo del deterioro de las estructuras arquitectónicas del antiguo edificio jesuítico que en este periodo albergaba las dependencias administrativas del municipio, los asuntos judiciales y la penitenciaría, sumado al permanente descuido de las áreas libres de los traspatios, hacen pensar en la posibilidad de intervenir el importante inmueble con el objetivo de darle tratamiento de conservación integral. 7. Proyecto y obra de restauración integral y adecuación del claustro de San Carlos

Siguiendo la Ficha de Evaluación de Proyectos22 elaborada por el Instituto Colombiano de Cultura –COLCULTURA– el antiguo edificio del colegio jesuítico –hoy también conocido como Claustro de San Carlos– se localiza en el Sector Antiguo de la ciudad de Mompox, declarado Monumento Nacional por Ley 163 de 1959. En el estudio reglamentario elaborado en 1993, es catalogado como inmueble de Conservación Integral. Promotor

Álvarez Marín complementa lo anterior informando “que la cubierta fue reparada mediante la postura de cerchas metálicas, diseñadas con un descuido tal, que al ser montadas el llamado “patín” produjo un efecto negativo que se intentó corregir con una sobreelevación encima de la cornisa que remataba la edificación. De esta forma las tejas de la cubierta que antes tocaban la cornisa original -como debe ser- ya no lo hacen y el efecto exterior es antiestético y atípico”. Fidias ÁLVAREZ MARÍN, El edificio de los jesuitas en Mompox, Documento final de la Investigación Histórica. Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio Cultural, Centro de Documentación de Bienes Inmuebles, octubre de 1993, p. 31.

Claustro de San Carlos, Ficha de Evaluación de Proyectos. No. de Radicación 13-468-00-30.7. Fecha: Octubre 4 de 1993. Ubicación Catastral: Manzana 47, Predio: 0005. Dirección: Carrera 2 No. 19-29.

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Ilustración No. 17 Plaza de La Constitución y antiguo edificio del colegio. Fotografía: Fernández Trespalacios, Luciano, agosto 06 de 1910 día del centenario del grito de Independencia. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

Ilustración No. 18 Fotografía 1915-1920. Plaza de La Constitución y antiguo edificio del colegios. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

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Ilustración No. 19 Cubierta del antiguo edificio del templo en 1924. Compárese con la fotografía de 1874. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

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Ilustración No. 20 Fotografía antes de 1950. Vista fachada principal del antiguo colegio. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

Ilustración No. 21 Fotografía 1950. Detalle balcón agregado a la fachada principal. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

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Ilustración No. 22 Fotografía 1952. Vista galería posterior del claustro. Al fondo los traspatios o huertas. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

Ilustración No. 23 Fotografía 1959. Galería posterior del claustro. Reconstrucción del ingeniero Barón. Fuente: Archivo doctor Juan Antonio Muñoz Estor.

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de la obra de intervención: Fondo de Inmuebles Nacionales. Propietario: la Nación. El uso propuesto para el edificio fue continuar con la Alcaldía, dependencias municipales y oficinas de servicios públicos. La propuesta de restauración23 comprendió las siguientes acciones: la intervención integral del edificio, modificación de la cubierta, recuperación y reubicación de vanos (puertas y ventanas), relocalización de la escalera de acceso a la segunda planta, reconstrucción de la arcada del patio central y la restitución en parte de los elementos arquitectónicos de valor estético y ambiental.24 En cuanto a los criterios generales de intervención, se pretendió devolver al edificio las características formales y estilísticas que tuvo después de la intervención arquitectónica de Martínez de Pinillos en 1802, dejando los testimonios de la existencia de los espacios vitales de la construcción jesuita, como son la iglesia y el baptisterio.25 Además, la reubicación de la escalera de acceso al segundo piso. Las acciones de intervención comprendieron trabajos realizados en las cubiertas, en las fachadas principal (este), la del Callejón de la Compañía (norte), oeste y sur además de las fachadas interiores que dan frente al patio interior. Nueva localización de escalera en la crujía sur. Ajuste en los niveles de piso y señalamiento con texturas de piso de los vestigios de las columnas del templo y de corredores e interiores jesuíticos. Adecuación de las dependencias en primera y segunda planta para el uso de alcaldía y servicios públicos. Reparación de las escaleras y entrepisos de la torre campanario y por último, los estudios de pintura mural con las debidas acciones de restauración y consolidación.26 En cuanto a los estudios de la pintura mural realizados en el inmueble, el restaurador Rodolfo Vallín, responsable de los trabajos ejecutados en 1993, afirma que en el antiguo edificio jesuítico, Los motivos de pintura mural del siglo XVII representan anagramas y monogramas religiosos, distribuidos en distintas partes de la edificación. Despierta gran interés la presencia de armas,

Proyectista: Héctor García y Cía. S.A. Coordinadora general del proyecto: Ingeniera Martha Abondano de García. Equipo de trabajo: Coordinador de proyecto e investigaciones: Arq. Carlos Pérez R. Investigación Histórica: Arq. Fidias Álvarez Marín. Exploraciones Estratigráficas: Restaurador Rodolfo Vallín. Proyecto de restauración arquitectónica: Alberto Samudio T. y Cía Ltda.

Claustro de San Carlos, Ficha de Evaluación de Proyectos, 1993, p. 7.

Como se comentó anteriormente, el espacio del baptisterio estaba erróneamente planteado como parte del programa arquitectónico jesuítico del Colegio de Mompox, en el Estudio Histórico (1993) realizado por Álvarez Marín.

Claustro de San Carlos, Ficha de Evaluación de Proyectos, 1993, pp. 7-10.

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tales como cañones, picas y bolas policromadas, acompañadas por los dibujos de cartelitas totalmente barrocos, que se hallan en un amplio salón.27

Cabe advertir, que los motivos pictóricos como cañones, balas, picas e inscripciones se localizaron en el segundo piso construido por Martínez de Pinillos sobre la planta del templo, y responden a fecha cercana de finales del siglo XVIII o al siglo XIX en su totalidad.28

Rodolfo VALLÍN, Imágenes bajo pañete y cal. Pintura mural de la colonia en Colombia; El Sello Editorial, Museo de Arte Moderno de Bogotá, Bogotá, 1998, p. 181.

Para mayor información acerca de los trabajos de pintura mural, las zonas exploradas del edificio y los hallazgos obtenidos ver: Rodolfo VALLÍN, “Informe final de los trabajo de exploración en los paramentos interiores y exteriores del Claustro de San Carlos en Mompox (Bolívar)”, Junio 10 de 1993. En: Colcultura, Claustro de San Carlos, Ficha de evaluación de proyectos, octubre 4 de 1993.

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Ilustraciรณn No. 24 -25 Planta arquitectรณnica 1 y 2 piso. 1993

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IlustraciĂłn No. 26 Fachadas principal y lateral. 1993

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B' A'

C C' D D'

B' A'

Ilustraciรณn No. 27 Cortes. 1993

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Ilustración No. 28 Vestigio de pintura mural, 1993. Fuente: Centro de Documentación de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, 1993.

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Las haciendas

El valle del río Magdalena resultó ideal para la cría de ganado vacuno y el pie de monte para el cultivo del cacao, pero su rentabilidad se debió más gracias a la ampliación de las rutas comerciales que al descubrimiento de las minas de oro en Zaragoza, Remedios y Guamocó, a finales del XVI, lograron desarrollar la producción al convertirse en región abastecedora de productos agropecuarios y mercancías importadas. En esta región, los jesuitas del colegio momposino contaron con varias propiedades rurales ubicadas sobre el brazo de Mompox del río Magdalena, curso arriba de la villa. Algunas de estas propiedades se localizaron en lugar cercano a la villa, sobre la margen izquierda del río, Provincia de Cartagena –hoy Departamento de Bolívar– como fueron las llamadas tierras del Barranco y Guataca, con el arrendamiento de parcelas de diferentes tamaños a pequeños arrendatarios. A su vez, los religiosos contaban con otras propiedades localizadas a mayor distancia sobre la banda derecha del gran río como fueron la hacienda de Purgatorio, ubicada en la antigua Provincia de Santa Marta –hoy Departamento del Cesar– y cercana a la ciudad de Tamalameque; y el hato Pajaral, localizada según creemos en tierras cercanas al antiguo asentamiento de Tamalamequito, y la ciénaga de Pajaral, cuerpo de agua que forma parte de la gran ciénaga de Zapatosa.1 1

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El hato Pajaral como posesión rural de la Compañía de Jesús en Mompox tuvo algunas dificultades para su localización. Estudiando detenidamente los accidentes geográficos y sus toponímicos en el área de estudio, se encontraron tres lugares –en este caso ciénagas– que corresponden al nombre de “Pajaral”, como fueron: a) la “ciénaga del Pajaral”, cuerpo de agua de la gran Ciénaga de Santa Marta, descartada en el presente estudio por su lejanía del colegio momposino; b) la “ciénaga del Pajaral”, cuerpo de agua localizado al sur-oeste de la villa de Mompox, pero descartada en este estudio por ser zona de tierras cenagosas e inundables, y c)

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Las haciendas antes nombradas configuraban un interesante sistema de propiedades rurales situadas sobre el brazo de Mompox o muy cercanas a éste, constituyéndose la arteria fluvial en la única vía de comunicación que, gracias a la existencia de barquetas o canoas, tanto el rector del colegio como los peones y mensajeros, podían interactuar con las otras haciendas del colegio de Mompox situadas sobre la sierra, en la jurisdicción de la ciudad de Ocaña. Efectivamente, siguiendo hacia el sur por el río, desde la hacienda Purgatorio se podía acceder fácilmente a los caminos que vinculaban el río Magdalena con las haciendas de Santa Rosa y El Marqués. Si se continuara la ruta por el Magdalena en dirección al sur, se podría visitar incluso la hacienda de Aguachica, propiedad rural del Colegio de Ocaña. Para la ciudad de Ocaña era de suma importancia “el territorio de la tierra caliente”, que abarcaba la zona sur de la Gobernación de Santa Marta en la ribera del río Magdalena hasta el río Lebrija. Actualmente, el área corresponde al sur del Departamento del Cesar. Los jesuitas del colegio momoposino lograron obtener dos propiedades rurales situadas a mitad de camino entre la ciudad de Ocaña y el río Magdalena, la hacienda El Marqués, con explotación de árboles de cacao, y la hacienda trapiche de Santa Rosa –a partir de 1764 llamada San Agustín– beneficiando la caña de azúcar. El importante río les sirvió a los religiosos para sacar la producción cacaotera y las mieles de la zona en dirección a Mompox y la costa caribe. En este sentido, las haciendas que beneficiaban la caña de azúcar procuraban remitir sus mieles a la real fábrica de aguardientes de la villa de Mompox,2 administrada en 1771 por D. Juan Manuel de la Carrera. Fue así que en 1770, D. Roque Bernardo de Vergara, administrador de las haciendas de los jesuitas expatriados, remite a la real fábrica de aguardientes de la villa “veinte y siete zurrones de miel que una vez medidos que fueron contuvieron sesenta y nueve botijas, la “ciénaga de Pajaral”, localizada como cuerpo de agua que forma parte de la gran Ciénaga de Zapatosa , y cercana a la ciudad de Tamalameque (Cesar). Ésta última localización del hato Pajaral cercana a Tamalameque, que creemos es la más acertada, se apoya en las siguientes razones: las tierras de este hato fueron donadas a los jesuitas en 1760, por el cabildo de Tamalameque para poner casa y corral en el sitio de Pajaral; las diligencias de su respectivo inventario fueron realizadas después de obtenerse los inventarios de las haciendas cercanas en la misma región, así: Purgatorio (31 agosto), Santa Rosa (2 septiembre); El Marqués (11 septiembre) y Hato Pajaral (24 septiembre), gracias a las gestiones de uno de los alcaldes de la misma ciudad de Tamalameque (Extracto, fol. 33). 2

La real fábrica de aguardiente de caña en la villa de Mompox se estableció definitivamente en 1761, durante el gobierno del virrey Solís. Su primer administrador real fue D. Manuel García Caicedo. Ver: Felipe GONZÁLEZ MORA, Reales fábricas de aguardiente de caña en el Nuevo Reino de Granada. Arquitectura industrial siglo XVIII, Centro Editorial Javeriano, Facultad de Arquitectura y Diseño, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2002, pp. 102 -105.

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pagados al precio de diez reales cada una (…) también remitió D. José Francisco Morón cuarenta y ocho zurrones de miel pertenecientes a las temporalidades de las haciendas de los regulares de este colegio”.3

Ilustración No. 29 Localización de las haciendas El Marqués y Santa Rosa. Fuente: AGN, 1764. Mapa de la región de la ciudad de Ocaña, entre los ríos Magdalena y Catatumbo.

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1. Hacienda El Marqués

En 1570 se fundó Puerto Real en la desembocadura del río Simaña, luego trasladado a las cercanías de lo que en la época colonial fue Aguachica.4 En el denominado sitio de San Bernardo, con tierras bajas y calientes localizadas junto al río Simaña antes de su desembocadura al Magdalena, un conquistador, el capitán Rodrigo de Ortega, se benefició de las tierras cercanas a la vía comercial en el siglo XVII, creando la hacienda El Marqués. Esta propiedad estuvo en manos de sus descendientes hasta el año de 1684, año en que fue rematada por las autoridades por castigo penal a su propietario.5 La hacienda fue donada posteriormente a la Compañía de Jesús a mediados del siglo XVIII por “Un caballero de Cartagena, don Juan de Velasco, muerto en esa ciudad, que legó al morir al colegio de Mompox la rica hacienda de El Marqués,6 formando parte de las propiedades rurales del Colegio jesuítico de Mompox. Las haciendas localizadas en las cercanías de Aguachica, se especializaron en el cultivo del cacao, maíz y ganadería. La calidad del cacao de estas haciendas enclavadas al sur de la Provincia de Santa Marta es señalada por el jesuita Antonio Julián en su recorrido por la Provincia durante los años 1722 a 1790. Julián, en uno de sus viajes, anota detallada información sobre la localización de esta hacienda al afirmar que: En el camino real que va desde la ciudad de Tamalameque a la de Ocaña, dos jornadas distantes del Magdalena, hay una bella posesión llamada del Marqués, toda con cacao exquisito. Por los años 1749, tuvo esta hacienda la desgracia de que con ocasión de un terremoto, se abrió un cerro, y reventó un volcán de agua tan copiosa y violenta, que se llevó treinta mil árboles de cacao, plantados a la orilla de la quebrada el Marqués, con la cual se unió para causar este y semejantes estragos, hasta embocar con el río Simañas en el Magdalena. Pasé después otra vez, y ví ya plantado de nuevo el cacaual, con esperanza de más copioso fruto (…)7

Inventario. De acuerdo con las diligencias de inventario realizado el 11 de septiembre de 1767 en la hacienda El Marqués, ésta contaba con

En 1700, los jesuitas toman el dominio de la hacienda de San Roque de Aguachica, propiedad que fue de Don Antón García de Bonilla. Esta propiedad rural perteneció al colegio jesuítico de Ocaña.

Jorge MELÉNDEZ SANCHEZ, Vivir la región, Bogotá, Fondo Editorial Topykos, 1992, p. 79.

Juan Manuel PACHECO, S.J., Los jesuitas en Colombia, Tomo II, Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos, 1962, p. 172.

Antonio JULIÁN, S.J., La Perla de la América, Provincia de Santa Marta (1722-1790) (Edición Facsimilar), Biblioteca de Historia Nacional, Vol. CXLI, Academia Colombiana de Historia, Bogotá, 1980, p. 83.

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una casa de palma, cercada de tapia con una planta de 13 ½ varas de largo (11,34 m.) y 8 varas de ancho (6,72 m.), con 3 puertas de tabla y 3 ventanas con balaústres, sus muebles domésticos y algunas herramientas como machetes, barretones, azadones, escoplo, palas y una escopeta vieja. Oratorio. Contaba con una “capilla de decir misa” de 11 varas de largo (9,24 m.) y 7 varas de ancho (5,88 m.), cubierta con palma y una campana que pesaba 8 arrobas, además de los objetos que componían su ajuar eclesiástico como cáliz, patenas, vinajeras, aras, caporales, amito, manteles, estolas, manípulos, una imagen de Nuestra Señora del Rosario de bulto, tres cuadros de santo Domingo y misales. Cultivos. La hacienda contaba en total de 23.325 árboles frutales, 16 ½ almudes de sembradura que hacen 33 solares de tierra. Esclavos. Contaba con 25 esclavos, “11 varones, 14 hembras” que vivían en 5 ranchos.8 El administrador de la haciendas de los jesuitas expatriados D. Roque Bernardo de Vergara informó que en 1771, “acometieron los dichos indios bárbaros a la hacienda nombrada El Marqués, aunque con la misma felicidad de no haber peligrado esclavo alguno de ella.” Por lo anterior, el administrador solicita a la junta de temporalidades “que diesen escolta para el resguardo de los esclavos para no perder el fruto de la cosecha de cacao”. La junta acordó que fueran enviados “cuatro hombres vaqueanos en corredurías de indios vecinos, de aquellos sitios inmediatos a Mompox.”9 Respecto a la venta de esta hacienda, la Junta de Temporalidades de Cartagena en pública subasta procedió el remate en la persona de Don Gerónimo Gómez Tarelo “por las tres cuartas partes de sus avalúos, a censo redimible, afianzando principal y réditos del cinco por ciento al año a satisfacción del Juzgado, que otorgó Escritura el 19 de abril de 1787”.10 2. Hacienda Santa Rosa

Como arriba se dijo, la hacienda-trapiche o estancia de Santa Rosa después llamada de San Agustín,11 se localizaba a mitad de camino entre

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fols. 65-67.

AGN. Temporalidades, T 3, fols. 437v - 438v.

AGN. Temporalidades, T. 25, fol. 39r.

AGN. Temporalidades, T. 22, fol. 514r. En el año de 1764, la estancia de Santa Rosa “se quemó y en su lugar fundaron los regulares otra con el nombre de San Agustín, que consistía en lo mismo que esta otra, aunque más grande.”

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la ciudad de Ocaña y el río Magdalena. Una visualización más clara de su ubicación se puede observar en el mapa documental de 1764, correspondiente la región de la ciudad de Ocaña, entre los ríos Magdalena y Catatumbo,12 más exactamente en el camino que comunica la hacienda jesuítica de El Marqués y el sitio de Aguachica. En este lugar, la hacienda beneficiaba la caña de azúcar para la producción de mieles para proveer la fábrica de aguardientes de Mompox. Inventario. De acuerdo con las diligencias de inventario realizado el 13 de agosto de 1767 en la hacienda de Santa Rosa, ésta contaba con la casa en que viven los padres, nueva con cubierta en palma, paredes de tapia todo nuevo de 18 ½ varas de largo (15,54 m.) y el ancho correspondiente, con dos corredores de 2 ¾ de vara cada uno (2,31 m.). Dos puertas principales nuevas, una con cerradura, dos aposentos que servían de dormitorio, la sala con 6 ½ varas de largo (5,46 m.) todo corriente, y los muebles domésticos como sillas y mesas. Además, una casita que sirve de cocina con dos puertas de cuero y un cuarto pequeño.13 Oratorio. Una “ermita” con 24 varas de largo (20,16 m.) y 12 varas de ancho (10,08 m.), con dos puertas nuevas, una con cerradura. Un altar con una mesa nueva, la Virgen de la Concepción de bulto de una vara de alto, un san José también de bulto dos láminas de lienzo viejo de Santa Rosa y Nuestra Señora de los Dolores, además del ajuar eclesiástico consistente en un ara de 1/3 de largo y ¼ de ancho de piedra jaspe, un cáliz de plata sobre dorado ochavado con su patena y unas vinajeras de lo mismo, una campana de metal chica, dos casullas, dos albas, dos tablas de manteles, dos misales el uno bueno y el otro viejo con un baúl en donde se guarda todo.14 El trapiche. La ramada del trapiche bien tratada con 44 varas de largo (36,96 m.) y 19 varas de ancho (15,96 m.), con tres trapiches nuevos con sus aperos corrientes, cinco fondos de bronce, los cuatro sirviendo, y el otro nuevo que pesan quince quíteles más o menos. Además la instalación industrial contaba con despensa con puerta y cerradura y en su interior dos cajones para recibir miel, embudos, cincuenta y cinco zurrones útiles, botijas y cueros para fabricación de zurrones.15

AGN. Bogotá D.C., Mapoteca No. 4, 302-A 1764. [Mapa de la región de la ciudad de Ocaña, entre los ríos Magdalena y Catatumbo] 40/50cm. Mapa en negro y rojo en el que aparecen las sierras, ríos, la ciudad, lugares y caminos que comunican. Corresponde a las peticiones hechas por el cabildo de Ocaña referentes a su régimen, propios, comercio, etc. AGN. Colonia, Cabildos, 4; fols. 248-257. El mapa fol. 253.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fol. 57.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fols. 57-58.

AHN. Ibíd., fol. 58.

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Herramientas. En cuanto a los instrumentos de trabajo el inventario relaciona un sinnúmero de herramientas de diferente tipo como serrucho, sierras, escoplos, guerbias, limas, yerros, compases, tenazas, leznas, martillos, garlopas. Otro grupo de enjalmas, cinchas, angarillas, garabateras y varios machetes para servicio de los esclavos, entre otros.16 Cultivos. Siete tablones de tierras, cuarenta y ocho solares de caña, dos de caña nueva, nueve almudes de sembradura, nueve solares de maíz. Cincuenta y tres árboles de cacao, que empiezan a dar fruto dentro del platanar que es una fanega de sembradura, que hacen 24 tablones.17 Animales: 43 mulas, un muleto de 4 meses y nueve mulas que se encontraban en las tierras de Guataca y santa Coa.18 Esclavos: De diferentes edades un total de “35 varones y 48 hembras.”19 3. Tierras del Barranco o de Barranca

De acuerdo con la Relación de productos de cada una de las haciendas, fincas y rentas de Mompox 1762-1767, las tierras de esta propiedad, Estaban localizadas inmediatas a la villa y tienen 4.200 varas de longitud (3.582 m.), en las orillas de este río de la Magdalena, no consta su latitud, por cuanto por el lado opuesto al río a corta distancia hace descenso la tierra considerablemente y frecuentemente se anega; por cuya causa solo sirven para arrendarlas a pajareros, quienes en ellas en lo más alto hacían unas cortas sembraduras de maíz.20

Inventario: Las tierras del Barranco contaban con “una casa de paja con sus corredores, dos puertas principales y otra de un cuarto”, y en su interior una mesa y tres sillas. En el exterior una rosa de maíz y un pedazo de platanal. Esta hacienda no daba más fruto que la leña para la cocina, plátanos para los sirvientes y algún maíz. Contaba además de “dos barquetas una nueva y otra pequeña, dos caballos y seis mulas”. En el inventario de esta propiedad se aclara, Que las tierras que nombran de el Barranco, comienzan desde poco más arriba de el tejar que posee ahora Don Miguel Cañarete donde se ven dos linderos de cal y ladrillo, y llegan dichas tierras hasta Guataca, y están ocupadas de varios arrendatarios

AHN. Ibíd., fols. 59-60.

AHN. Ibíd., fol. 61.

AHN. Ibíd., fol. 62.

AHN. Ibíd., fols. 61-63.

AGN. Temporalidades, T. 22, fol. 511v.

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que las labran pagando su arrendamiento cada año según las varas de tierras que cada uno tiene.21

En el Archivo General de la Nación se localiza un documento relativo a las denominadas Tierras del Barranco –o de Barranca– inventariadas entre los demás bienes de los jesuitas del colegio de Mompox. En 1777, la Junta Municipal de la Villa, teniendo en cuenta el valor otorgado por los avaluadores a estas tierras, su paraje de localización, las medidas que de ellas hicieron los agrimensores, y teniendo en cuenta que la villa de Mompox se encuentra “en un plan o terreno tan desigual que no permite pueda acrecentarse la población más que a la orilla de este río de la Magdalena, porque hacia el monte es un bajío que anualmente se inunda con las avenidas del Cauca”, solicita a las autoridades correspondientes que por el bien público “se omita la venta de ellas” considerando mejor “se reserven las tierras del Barranco para la extensión de la villa por estar contiguas a ella por la parte de arriba y ser las más altas”, dado que los ejidos asignados no sirven por causa de las inundaciones del río Cauca.22 Estas tierras servirían para que los “vecinos y moradores puedan poblarlas, construyendo en ellas sus casas favoreciendo su comercio dado el crecido número de personas que pueden pasar de doce mil, sólo las de confesión (…)”. Las autoridades conceptuaron que las referidas tierras de Barranco “No debía ni podía hacerse la aplicación ni reserva que se solicita a favor de la Villa, sino que como uno de los bienes no reservados y mandados a vender, deben venderse con los demás que según las reales órdenes e instrucciones deben ser vendidos”.23 Según documento de 1777, las tierras nombradas del Barranco, contiguas a la villa de Mompox, “se vendieron a Diego de Barros, vecino de ella, quien satisfizo su importancia”.24 4. Estancia de Guataca

Situada al suroriente de la villa, contigua a las tierras del Barranco y delimitadas por el caño de Guataca. Las diligencias de inventario en la estancia de Guataca se realizaron el 26 de agosto de 1767, arrojando la siguiente información: Inventario. Una casa grande –que se necesita echarle caballete– que se halla frontera de el caño de Guataca, de palma y estantes con su embarrado, dos puertas principales en la sala, y las dos dichas en los dos cuartos que 21

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fol. 62.

AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 352r - 353v.

AGN. Temporalidades, T. 3, fol. 357.

AGN. Temporalidades, T. 16, fol. 312r.

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hay; dos ventanas de madera. Un rancho de palma muy maltratado y una cocina inservible.25 Oratorio. En el corredor, otro cuarto que sirve de oratorio con puerta de madera, y un frontal de lo mismo pintado y dorado, un cajón de madera con cerrojo y cerradura de hierro, y dentro seis estampas de Nuestra Señora y dos candeleros de palo, tiene una ventana.26 Utensilios. Tinajero de madera con seis jarros, una tinaja de loza con su mesa, dos sillas con asientos y espaldares de cuero curtido, una mesa grande de madera, dos bancos de madera, cuatro machetes, dos hachas, un cavador de hierro, un hierro para herrar bestias, una barqueta de tres bogas de cedro nueva y otra pequeña de pescar muy maltratada.27 Esclavos. Dos varones y dos hembras.28 Tierras. Un pedazo de platanar amontonado o sucio que tendría 2 ½ almudes de sembradura y una rosa de maíz próxima a recoger de cuatro almudes de sembradura.29 Animales. Seis mulares entre ellas un macho “desvarillado”. Tres mulares en la hacienda de Santa Coa del difunto marqués y un macho tuerto. Dos caballos uno entero y el otro capón, ambos andones.30 En el Archivo Histórico de Mompox se localiza un plano de 1886 del río Magdalena con los brazos del río y ciénagas.31 En esta ilustración, se muestra entre otras tierras particulares, las que corresponden a la Estancia de Guataca pertenecientes a la Compañía de Jesús. La antigua estancia de Guataca es en la actualidad un asentamiento urbano con categoría de corregimiento, organizado espacialmente de forma lineal gracias a su calle principal y única, definida por las viviendas, iglesia y plaza construidas a los costados de la vía, siguiendo el curso del caño Guataca que es su límite natural por uno de los costados.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fol. 53.

AHN. Ibíd.

AHN. Ibíd., fols. 53-54.

AHN. Ibíd., fol. 54.

AHN. Ibíd.

AHN. Ibíd., fols. 53-54.

AHM. 1886. [Plano el río Magadalena y el caño Guataca con sus ciénagas] Plano a color que muestra los brazos del río y sus ciénagas.

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Ilustración No. 30 Mapa localización de las tierras del Barranco y estancia de Guataca. Fuente: Archivo Histórico de Mompox.

Ilustración No. 31 Fotografías de las tierras -hoy corregimiento- de Guataca, iglesia. Fuente: Felipe González Mora. 2009.

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Ilustración No. 32 Fotografías de las tierras -hoy corregimiento- de Guataca, vía. Fuente: Felipe González Mora.

Ilustración No. 33 Fotografías de las tierras -hoy corregimiento- de Guataca, casa. Fuente: Felipe González Mora. 2009.

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Ilustración No. 34 Plano del río Magdalena, brazos del río y ciénagas 1886. Fuente: Archivo Histórico de Mompox.

5. Hacienda del Purgatorio

La hacienda consistía en árboles de cacao y platanar que los regulares al tiempo de su extrañamiento “estaban fundando y tenían sembradas 5.384 plantas que no habían cogido fruto, según consta del libro y de la exposición que hizo el rector antes de salir de esta villa”.32 Inventario. De acuerdo con el inventario realizado el 31 de agosto de 1767, esta propiedad contaba con la casa de hacienda de 12 varas de largo (10,08 m.), y 8 varas de ancho (6,72 m.), sin puertas, cercas, ni tapias.33 Cultivos. 5.736 pies de cacaos, los 4.612 próximos a dar fruto, y los demás recién sembrados en 13 ½ almudes de sembradura, o 27 solares.34 Herramientas. Nueve machetes para el servicio de los negros, tres hachas, seis azadas, dos cobadores, una barra.35 Esclavos. Cinco varones y cinco hembras.36 D. Roque Bernardo de Vergara, administrador de las haciendas que pertenecieron a los jesuitas informa en 1770, que 32

AGN. Temporalidades, T. 22, fol. 511r.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fol. 64.

AHN. Ibíd.

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En la recién fundada por dichos padres nombrada el Purgatorio, hoy se halla desierta a causa de que el pasado enero del año de setenta, fue combatida por los indios bárbaros quienes sin peligro de los esclavos quemaron la mitad del cacagualito y por este estrago retiré los esclavos del evidente peligro porque los frutos de la citada hacienda no podían sufrir el costo de mantener escolta para el resguardo de los esclavos.37

6. Hato de Pajaral

De acuerdo con la Relación de productos de cada una de la haciendas, fincas y rentas del Colegio de Mompox 1762-1767, el hato del Pajaral Se componía al tiempo del extrañamiento de 447 cabezas de ganado vacuno, 114 de caballar y 52 de mular con algunos esclavos de su servicio. Pero como esta clase de hacienda no da otra utilidad de consideración, que la venta de novillos o toros castrados, y la de caballos viejos, y esta no se puede verificar sino en haciendas de mucho mayor el número, por esta razón no produjo a los regulares cosa alguna a excepción de algunas escasas arrobas de cebo que algunas veces vendían de las que sacaban a las reses que solían matar para mantener a sus esclavos.38

Inventario. Según el inventario realizado el 24 de septiembre de 1767, el hato del Pajaral contaba con un rancho de paja de 8 1/2 varas de largo (7,14 m.) y su ancho correspondiente, con su puerta de cuero y cercado de cañas. Entre sus objetos muebles, una mesa nueva de cedro de 1 vara de largo y ¾ de ancho; un taburete viejo forrado en cuero; siete sillas de los vaqueros con estribos jinetes, una cerda parida con dos cerditos y una barqueta de 9 varas de cedro.39 Herramientas. Tres hierros de herrar ganado, un serrucho, una barrita de hierro, una hacha buena, una atarraya con su plomada de buen servicio y siete machetes de los negros de su servicio.40 Esclavos. Contaba con ocho varones y siete hembras.41

AGN. Temporalidades, T. 3, fols. 437r - 437v.

AGN. Temporalidades, T. 22, fol. 511r.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extracto de los Autos de su ocupación, fols. 68-69.

AHN. Ibíd, fol. 69.

AHN. Ibíd.

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7. Hacienda San Ignacio

En la actualidad los padres jesuitas hacen presencia nuevamente en la región momposina, al poseer las tierras ganaderas de la hacienda llamada de San Ignacio. La historia de esta reciente adquisición es la siguiente: En los años 1958-1960, los señores Cayo y Manuel Germán Ribón propietarios de la hacienda “El Tiempo”, venden la propiedad al Sr. Leonardo di Filippo. Años después, las tierras son heredadas a la Sra. Alicia di Filippo Cuhna, quien luego vende la propiedad al Sr. Gustavo Rey, quien ejecuta una serie de obras arquitectónicas nuevas consistentes en salones sociales, habitaciones, piscina, comedores, cocina, entre otros espacios. Alrededor de 1995, la Compañía de Jesús compra la hacienda a la Sra. Lucero de la Ossa, esposa de Gustavo Rey. La propiedad bajo el dominio de la Compañía de Jesús pasa a ser llamada Hacienda de San Ignacio, posee casa propia para el alojamiento de los religiosos y buenas tierras aptas para la ganadería. En cuanto a la arquitectura, la hacienda San Ignacio se compone de dos volúmenes arquitectónicos de planta regular, organizados en forma de escuadra rodeados de bellos jardines y frondosos árboles y palmas. La casa principal –o de los padres– se encuentra dispuesta de manera paralela a la vía pavimentada que le da acceso. Su planta consta de los aposentos privados de los religiosos, el área de sala y comedor, espacios rodeados por todo el perímetro de la casa por un agradable y fresco corredor con pies derechos y sencilla baranda de madera. El segundo volumen de planta rectangular y corredor perimetral (sin la baranda), tiene uso de vivienda por parte de los administradores de la hacienda. Las cubiertas actuales de las casas es de lámina de zinc, material moderno que reemplazó no hace mucho tiempo la techumbre de palma original, como lo demuestra la arquitectura vernácula de la región.

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Ilustración No. 35 Casa principal de la hacienda San Ignacio, fachada. Fuente: Felipe González Mora. 2009.

Ilustración No. 36 Casa principal de la hacienda San Ignacio, corredor. Fuente: Felipe González Mora. 2009.

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Ilustración No. 37 Potreros en la hacienda San Ignacio. Fuente: Felipe González Mora. 2009.

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Convenciones 1) Barranco 2) Guataca 3) Hato Pajaral 4) Purgatorio 5) Santa Rosa 6) El Marqués

Ilustración No. 38 Localización regional de las haciendas pertenecientes al colegio de Mompox

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C APÍT U L O V I

Otras posesiones

Como lo demuestra el documento Colegio de Mompox, Extracto de los autos de su ocupación,1 los jesuitas, además del edificio del colegio, el templo, las propiedades rurales o haciendas con sus esclavos, tuvieron posesión de otros inmuebles localizados en las inmediaciones el Colegio momposino, a saber: 1. Inmuebles

Una casa de teja grande y baja, alquilada [en 1767] a Doña Ana María de los Santos que paga 16 pesos al mes.2 Esta casa, “construida con piedra, madera y teja, hace lado a la plazuela de este Colegio”.3 Se trata de la casa de un piso hoy día existente, que conforma espacialmente la plazuela de “La Libertad” por el costado sur, como se evidencia en el plano urbano de la villa. Para 1771, esta casa ya perteneciente a las temporalidades de la Compañía, permaneció “sin morador la mayor parte del tiempo que ha corrido desde el extrañamiento de sus regulares, siendo en pocas ocasiones solo alojamiento de algunos transeúntes y consiguientemente muy escaso el producto de sus alquileres, por no haberla apetecido ningún vecino por el precio de 16 pesos mensuales”.4 Este inmueble

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extractos de los autos de su ocupación, fols. 1-80.

AHN. Ibíd., fol. 2.

AGN, Temporalidades, T. 3, fol. 312v.

AGN. Temporalidades, T. 3, fol. 371v.

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fue apreciado por las autoridades en la suma de 3.897 pesos, un real y 25 maravedís, cumpliendo con el pregón para su remate, sin haber postor interesado siquiera por la mitad de su avalúo. Por consiguiente, con intención de evitar el deterioro del inmueble por “falta de habitador” se resolvió poner la casa de nuevo en alquiler “al Sr. Don Joseph Estévez, de este vecindario en la cantidad de 100 pesos al año”, bajo la condición de desocuparla en el momento que existiera un comprador.5 Una casita que sirve de enfermería a los religiosos, donde vive la esclava Luisa, enfermera de los esclavos y esposa del cocinero.6 Esta casita, construida con piedra, madera y teja, se localiza en los llamados traspatios del colegio o área libre posterior del edificio. En este pequeño inmueble vivían “el maestro herrero Miguel Jerónimo Arizabal y Luisa, la esclava del Colegio el cual pagaba dos pesos al mes”.7 Bastante reformada, aún se puede observar este volumen en los traspatios del edificio principal. Otra casita también de teja, contigua al Colegio. “En ella vivía María Teresa Antequera y rentaba 3 pesos al mes”.8 Esta pequeña casa se localiza contigua a la anterior, en los traspatios del edificio del Colegio. 2. Compra de tierras y donaciones

El mismo documento Colegio de Mompox, Extracto de los autos de su ocupación relaciona las donaciones hechas al colegio de Mompox, entre las cuales se encuentran las siguientes: Varias capellanías donde es patrono el rector del Colegio, testimonio de Escritura otorgada por Buenaventura de Escobar y por Joseph Carlos Quevedo, vecinos de Ocaña de una caballería de tierra en que se halla fundada la estancia nombrada El Marqués, a favor del colegio ante escribano público de la ciudad de Ocaña en 22 de agosto de 1739.9 Venta del capitán Francisco Quintero de las tierras nombradas El Flechadero al Colegio en 100 pesos por instrumento otorgado en Ocaña en 16 de septiembre de 1692 a favor del P. Francisco Saldaña rector que era.10 Venta de Don Jorge de Linares de una fanega de tierra al P. Rector en el sitio de la Sabana, nombrada Angostura, en 70 pesos por instrumento otorgado en 19 de febrero de 1734, ante el escribano Nicolás Muñoz.11

AGN. Temporalidades, T. 3, fol. 372r.

AHN. Jesuitas, 129/15, 1767, Colegio de Mompox, Extractos de los autos de su ocupación, fol. 2.

AHN. Ibíd., fol. 6.

AHN. Ibíd.

AHN. Ibíd., fol. 31.

AHN. Ibíd., fol. 32.

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C a p í t u l o V I . OTRAS POSESIONES

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Venta de Don Jorge de Linares a este colegio de seis fanegas de tierras en 70 pesos, lindantes con las tierras de la Sabana de la Angostura, por escritura otorgada en 9 de noviembre de 1694, ante el mismo escribano.12 Donación del capitán Don Joseph Antonio Ravadan a este Colegio de 4 fanegas de tierra en las orillas del río Simaña, el 15 de junio de 1751, ante Don Cristóbal de Seosi, alcalde ordinario de la ciudad de Tamalameque.13 Venta de Don Carlos de Losada, vecino de Tamalameque, al Rector de este Colegio las tierras que poseía en el sitio de la Estancia de Santa Rosa a orilla de dicho río en 550 pesos por instrumento otorgado en dicha ciudad a 4 de abril de 1731, ante el alcalde Don Joseph Nieto.14 Merced de tierra ofrecida por el cabildo de Tamalameque a este Colegio para poner un asiento de corral y casa en el sitio de San Luis, y otro en el sitio de Pajaral, su fecha 30 de octubre de 1760.15 Instrumento de la propiedad de las tierras nombradas El Purgatorio, otorgada por Doña Josefa Ángel Villareal a favor de este Colegio en 100 pesos autorizado por el escribano Antonio Solano a 23 de marzo de 1763.16 Otro que otorgó Don Antonio Meléndez de seis fanegas de tierra situadas en el territorio del sitio de San Bernardo, en el paraje que nombran de Santa Cruz de Alonso, a favor del Rector de este Colegio en 100 pesos, su fecha 19 de octubre de 1765, ante Don Antonio Solano de León.17 Tres cuadernos, dos originales y uno testimonio de ellos, de la propiedad que tuvo este Colegio de las tierras nombradas El Barranco, que vendió, y volvió a poseer y en su posesión se mantiene, aunque no se ha encontrado el nuevo instrumento de su propiedad.18 Información sobre la propiedad de un solar junto a la huerta de este Colegio y un pedimento en que pide su posesión y se le mandó dar por Don Juan González de Huedo, siendo alcalde ordinario en 18 de septiembre de 1727.19 Venta otorgada por Doña María del Socorro Madariaga, viuda de Don Diego Miguel de Echave a favor de este Colegio de el solar que hacía esquina a su Colegio, en 100 pesos otorgado el 3 de marzo de 1728, ante Juan Antonio Morón.20 12

AHN. Ibíd.

AHN. Ibíd., fol. 33.

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AHN. Ibíd., fol. 34.

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Venta de otro solar por María de Ostia y Mira a favor de este Colegio de dos varas de solar, lindantes con otro que posee el Colegio en seis pesos, en el cual se incluye otra venta al mismo Colegio por Doña Ana Pereira de Castro, de 43 varas en 258 pesos, testimonio autorizado por Nicolás Muñoz el 15 de junio de 1695.21 Obligación otorgada por Antonio de Berrocal como principal y por Don Juan Joseph de la Torre y Vargas como fiador por el principal de 40 pesos y sus correspondientes réditos a favor de este Colegio, los mismos que dejó el Doctor Ascasua para la dotación de la Escuela que se halla en este Colegio, autorizado por Juan Antonio Morón, el 21 de abril de 1727.22

AHN. Ibíd.

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Cronología del colegio de Mompox

1643 Fundación y establecimiento del Colegio de Mompox, en solar vendido por el cabildo de la villa. Inicialmente los jesuitas habitaron una “incómoda casa” localizada en la calle Real del Medio, entre las callejuelas de La Choperena y las Tres Cruces. 1643, 25 de abril. Tomó el P. González posesión del sitio celebrando en él una concurrida misa bajo una enramada aderezada para el efecto. Dos meses después, el 22 de junio, abría el P. González una clase de gramática de la que él mismo era el profesor. Se comenzó la apertura de cimientos de la primera construcción: la iglesia, localizada en la esquina de la plazuela y el callejón de La Compañía. 1650 La epidemia de viruela castiga a Mompox. 1652 Tres sujetos habitaban el colegio. 1659 Cuatro sujetos habitaban el colegio. 1661 Cuatro sujetos habitaban el colegio. 1664, 18 de julio. El capitán D. Lázaro de Corcuera se comprometía por escritura pública, a entregar a La Compañía 35.000 patacones, si se le reconocía como fundador y patrón del colegio. Aceptó esta proposición el P. Luis de Palencia, entonces rector del Colegio de Mompox. Corcuera cumplió su promesa y el provincial P. Hernando Cabero en solemne fiesta celebrada el 14 de septiembre de 1666 le reconoció como fundador. La donación de Corcuera sirvió para que los jesuitas terminaran el edificio del colegio y su dotación. 1691 Se fundaron dos congregaciones: Nuestra Señora del Socorro para todo género de gente, y la Concepción de María Santísima que es

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de los estudiantes. La congregación de Nuestra Señora del Carmen ya existía para esta fecha. 1702 Cuatro sujetos habitaban el colegio. 1711 Cinco sujetos habitaban el colegio. 1713 Cinco sujetos habitaban el colegio. 1718 Cinco sujetos habitaban el colegio. 1720 Cuatro sujetos habitaban el colegio. 1725 Ejercía el Curato de la Parroquia, el Dr. Josef de Ascasúa Candil del Baño, que fue vicario. 1726 Con la muerte del Presbítero José de Ascasúa en Mompox, los jesuitas reciben un legado de $4.000 para la fundación de una escuela de niños y otros $1.000 para la celebración anual de las fiestas de Nuestra Señora de los Dolores y San Francisco de Borja. 1729 En este año “Volvía Roma a insistir sobre el tema de la fundación de la escuela de niños y clarificaba algunos puntos no señalados en la anterior comunicación.” No se conoce la fecha de la apertura de la “Escuela de Primeras Letras”. “La primera noticia oficial data del año 1751. Hay que reconocer que entre 1738 y 1751 se han perdido los catálogos trienales y por ende no se puede resolver el problema por ese medio.” (ver: Del Rey, Educadores, p.7) 1736 Seis sujetos habitaban el colegio. 1738 Ocho sujetos habitaban el colegio. 1751 Siete sujetos habitaban el colegio. 1753 Siete sujetos habitaban el colegio. 1756 Seis sujetos habitaban el colegio. 1763 Ocho sujetos habitaban el colegio. 1764 Siete sujetos habitaban el colegio. 1767, 15 de julio. Expulsión de los jesuitas de la villa de Mompox. Los funcionarios reales asignados para la intimación y arresto de los religiosos fueron D. Andrés de Madariaga y Morales, Conde de Pestagua y Alcalde ordinario de Cartagena, y D. Antonio Solano de León, escribano público. 1767-1801 Intentos por parte del cabildo para utilizar la iglesia con sus espacios anexos y libres, para cementerio general de Mompox. Referente a este aspecto, el 2 de noviembre de 1798, el sabio Mutis elabora el informe Sobre la necesidad de construir cementerios en las afueras de las poblaciones, escrito que trata la urgente necesidad sanitaria de erigir un cementerio abierto en la periferia de la población. 1769 Arriba a Mompox Don Pedro Martínez de Pinillos. 1793 Repetidos incendios arrasan cuatrocientas casas muchas de ellas significantes. En esta calamidad sobresalió la caridad del Sr. Pedro Martínez de Pinillos a favor de las víctimas.

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1794 Martínez de Pinillos dio inicio a la fábrica del edificio del ColegioUniversidad de San Pedro Apóstol. 1800, 13 de mayo. Mediante Orden Superior se manda se proceda por los Oficiales Reales a pregonar y rematar el edificio que fue colegio de los exjesuitas, fijándose previamente cedulones en los parajes públicos de la villa de Mompox. El 28 de julio, Don Pedro Martínez de Pinillos, por sí y a nombre de su sobrino Don Cayo Martínez de Pinillos con quien tiene hecha una Compañía de Comercio, hizo postura por la cantidad de mil seiscientos pesos ($1.600) por el terreno y fragmentos del edificio. 1801 Desde el 26 de abril, Mompox es visitada por el sabio, naturalista y arqueólogo berlinés barón Federico Alejandro de Humbolt y el sabio botánico Aime Bonpland. Sus actividades científicas duraron hasta el 6 de mayo de 1802, fecha de la partida de los sabios rumbo a Santafe. 1801, 11 de julio. El escribano Mayor de la Gobernación del Reino, D. Domingo Caycedo ordenó al pregonero público Andrés Mesa, se hiciera postura que exceda la cantidad de mil seiscientos pesos que dan por el edificio que fue colegio de los exjesuitas en la villa de Mompox. Después de seis pregones donde no hubo postor alguno “que mejorara la única postura” ofrecida por Pinillos, se consideró la aprobación del remate a favor del Sr. Pinillos en la anunciada cantidad que deberá depositar en las Cajas de Mompox. El 8 de agosto se aprueba el remate del edificio que fue de los jesuitas a favor de Don Pedro y Don Cayo Martínez de Pinillos. 1801 D. Pedro Martínez de Pinillos adquirió el edificio del colegio jesuítico. Acto seguido decidió fundar una Casa-Hospicio titulada “de Jesús” que habían construido los exponentes en el sitio que fue colegio de los jesuitas, el patronato de dicha casa-hospicio sería a favor del cabildo secular de Mompox. Se convierte en la primera sede del Colegio-Universidad de San Pedro Apóstol. El primer piso del edificio se ocupó para el servicio del Hospicio-Hospital, mientras el segundo piso se utilizó para las aulas. 1802-1807 En el edificio jesuítico recién adquirido, Martínez de Pinillos realiza una primera intervención arquitectónica a cargo de su sobrino político Pedro Manuel de Nájera y colaboración del maestro en albañilería Raimundo Pava, con las siguientes acciones: • Colocación de un nuevo piso de baldosa sobre el primitivo de los jesuitas. • Transformación y subdivisión de la planta de la iglesia. Se eliminan los apoyos o columnas que definen las naves del templo.

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• Adición de estructura muraria (a nivel de segundo piso) sobre los muros originales del templo. Cancelación y tapiado de los tres accesos principales en la fachada del templo. • Intervención de la escalera maestra del edificio jesuítico. • Reedificación de las “casitas” que existían en la parte posterior del edificio con acceso desde el callejón del Colegio. • Intervención en las cubiertas del templo por la adición de una segunda planta. Se pierde el carácter del edificio religioso. 1809, 22 de mayo. Muere D. Pedro Martínez de Pinillos, en la ciudad de Cartagena. La iglesia parroquial de Mompox –La Concepción–, tributó la memoria de Pinillos el 10 de julio de 1809, con pomposas exequias en reconocimiento. 1809, 29 de agosto. Se instala el Colegio San Pedro Apóstol, construido por orden y expensas del rico comerciante D. Pedro Martínez de Pinillos y dependiente del cabildo. Sus constituciones y plan de estudios fueron elaborados por el criollo Eloy Valenzuela. La inauguración oficial sucedió en la tarde de ese día en el salón del cabildo. 1810 Se inician las labores en el nuevo edificio construido para el Colegio-Universidad (Colegio de Pinillos). 1810 La plazuela situada en frente del colegio jesuítico es denominada Plaza de la Independencia. 1867 Por Decreto Municipal del 20 de diciembre de 1867, el Municipio dona al Colegio de Pinillos las casas construidas detrás de la Casa Consistorial (antiguo colegio jesuítico) destinado para matadero y carnicería, las dos terceras partes de sus rentas sirven para pagar los gastos de funcionamiento del plantel. 1868 El edificio jesuítico se encuentra sirviendo como Casa Consistorial de Mompox. El procurador Municipal del Distrito, con autorización del Consejo Municipal, hace donación al Colegio de Pinillos de esta ciudad de todos los traspatios de la Casa Consistorial y autorizando al mismo Colegio la instalación de un Matadero Público y Carnicería. 1874 La plazuela frente al edificio jesuítico cambia su nombre por Plaza de la Constitución. 1882 Debido al deterioro general, hubo necesidad de reparar la totalidad de las cubiertas del edificio. En el desmonte de la cubierta de la torre-campanario fue retirada la “Cruz de Hierro” original. 1932 En el periódico “La voz de Mompox”, un articulista comentaba sobre el edificio jesuítico lo siguiente: “(…) Está derruido ya una buena parte de él y lo que queda en pie revela claramente la poca diligencia que se ha puesto en conservarlo (…)” Además hace crítica del uso de la edificación en aquel momento como cárcel municipal.

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De este periodo corresponde el balcón de concreto sobre la entrada principal. 1952 El edificio de los jesuitas es adquirido por la Nación por cesión del municipio de Mompox. 1957-1962 Continúa el deterioro de la edificación. Se intenta en este año iniciar la recuperación del edificio. Problemas en la reconstrucción de la galería o crujía del fondo (occidente) de la cual no quedaba nada. Actuaciones arquitectónicas del ingeniero Barón: • Refuerzo estructural basado en estructura de concreto compuesta de columnas y dinteles distribuidos por todo el edificio, afectando especialidad de algunos espacios y el corredor superior. • Instalación de cerchas metálicas en la cubierta, que al ser montadas produjeron “efecto negativo”, corrigiéndolo con una sobreelevación sobre la cornisa que remataba el edificio originalmente. Defecto perceptible en las fachadas del volumen. • Refuerzo de la cimentación de algunas columnas del claustro, y reconstrucción de las demás. Posible modificación de entresuelos. 1959 Mompox es declarada Monumento Nacional por Ley 163 del Gobierno Nacional. 1960 Intervenciones arquitectónicas dirigidas por ingeniero Jesurum Pontón: • Reconstrucción de la crujía del fondo del claustro que daba contra la antigua carnicería. En 1993, era el único sector de la segunda planta del edificio que contaba con una arcada en su corredor. • Diseño de jardineras laberínticas en patio central del claustro. 1993 Para este año el edificio alberga las oficinas administrativas, de asuntos judiciales y la penitenciaría de la Municipalidad de Mompox. 1994 Proyecto de restauración de INVÍAS. Entre las obras realizadas se procede a reubicar sobre la crujía suroriental del claustro la escalera principal que accede al 2o. nivel (antes localizada en la portería o zaguán de acceso). Nuevo diseño de jardinería en el patio del claustro. 1995 Mompox es declarada Patrimonio de la Humanidad el 6 de diciembre, por la UNESCO. 2008 En el “Palacio Municipal”, la Alcaldía continúa prestando los servicios públicos a la comunidad momposina. El edificio se encuentra en buen estado de conservación después de la última intervención de 1994. Sin embargo, actualmente evidencia deterioro en los acabados exteriores de las arcadas del claustro y en

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las fachadas del edificio orientadas a los traspatios, por causa de las humedades. Para la fecha del presente estudio, los espacios abiertos de los traspatios –que a la fecha no han tenido uso alguno– se han planteado utilizarlos como parqueadero de motocicletas, como prestación de un servicio a la comunidad y aliviar el problema de la ocupación de las vías y plazas con este ruidoso vehículo de transporte.

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Archivos y bibliografía

Fuentes documentales manuscritas R o m a . Archivium Romanum Societatis Iesu (ARSI) Cartas Annuas: 1638-1643 Cartas Annuas: 1642-1652 Cartas Annuas: 1691-1693 Cartas Annuas: 1694-1698 M a d r i d . Archivo Histórico Nacional (AHN) Jesuitas, 125/15 1774. Colegio de Mompox. Copia del Extracto de los autos de su ocupación, extrañamiento y demás diligencias, actuadas por D. Andrés de Madariaga, 2 de julio de 1767, fols.1-91. B o g o t á . Archivo General de la Nación (AGN) Sección Colonia, Fondo Temporalidades:

Tomo 3: 1771. Inventario bienes y haciendas del Colegio, fols. 273 y ss. 1771. Inventarios Generales realizados por D. Andrés de Madariaga: -- Anotaciones sobre el mal estado de los libros, fol. 288v y ss. -- Extracto de bienes de la Iglesia y Sacristía, retablos, pinturas, confesionarios y escaños, fols. 291 y ss. -- Alhajas, fols. 298v. y ss. -- Bienes de la Escuela y Aula de Gramática, fols. 310 y ss.

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-- Inventario de espacios comunes, (edificio colegio y otros), fols 312v y ss. -- Alhajas de las Congregaciones Na. Sra. De los Dolores; Na. Sra. del Socorro, -- San Juan Nepomuceno, y alhajas aposentos, fols. 331 y ss. -- Tierras de Barranco y Guataca, fols. 355 y ss. -- Campana torre de la iglesia, fol. 362. -- Reloj de la iglesia, fol. 362v. 1775. Informaciones del Administrador de las haciendas de Temporalidades pertenecientes al Colegio de Mompox, remitidas a Ignacio Esteban Ribón, Presidente de la Junta Municipal del mismo Ramo, fols. 573r - 598v. Tomo 8: 1799. Diligencias del avalúo del Colegio que fue de los ex jesuitas de esta villa de Santa Cruz de Mompox, fols. 896 - 904v. Tomo 16: 1776. Inventario de alhajas de oro, plata y piedras preciosas, libros, ornamentos, vasos sagrados, ropa, muebles y demás bienes del colegio de Mompox, fols. 298r - 318; Relación libros biblioteca, fols. 303 y ss. 1784. Cabildo de Mompox solicita le sean cedidos los materiales sobrantes de los jesuitas para la reedificación de la iglesia vice-parroquial de Santa Bárbara, fols. 739r - 799. Tomo 22: 1762-1767. Relación sumaria del producto de cada una de las haciendas, fincas y rentas de los jesuitas en la jurisdicción de Mompox, en el quinquenio anterior a la ocupación del Estado, fols. 509r - 519. Tomo 23: 1767-1800. Los oidores de Mompox solicitan ser autorizados para la venta de las alhajas de temporalidades depositadas en aquella Tesorería, fols. 481 - 488v. 1801. Diligencias de avalúo y remate y adjudicación a D. Pedro Martínez de Pinillos, vecino de Mompox, de la casa que fue Colegio, en aquella villa y que pertenecía a los jesuitas, fols.489r - 565. 1801. La escritura de la venta del edificio al señor Martínez de Pinillos con fecha 31 de octubre de 1801, fols. 521v - 530r.

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Tomo 25: 1789. La junta de temporalidades comisiona a Juan Manuel de la Carrera, para la venta de las haciendas ocupadas por los jesuitas en Mompox y su jurisdicción, fols. 31-136. Tomo 26: 1800. Avalúo, pregón y remate del edificio que fue de los jesuitas en Mompox, fols.705r - 738r. Fuentes documentales gráficas B o g o t á . Archivo General de la Nación (AGN) Mapoteca No. 4, 302-A 1764. [Mapa de la región de la ciudad de Ocaña, entre los ríos Magdalena y Catatumbo] 40/50cm. Mapa en negro y rojo en el que aparecen las sierras, ríos, la ciudad, lugares y caminos que comunican. Corresponde a las peticiones hechas por el cabildo de Ocaña referentes a su régimen, propios, comercio etc. A.N.Co. Colonia, Cabildos, 4; fols. 248-257. El mapa fol. 253. M o m p o x . Archivo Histórico de Mompox (AHM) 1844. [Croquis de la Provincia de Mompox] 1886. [Plano del río Magadalena y el caño Guataca con sus ciénagas] Plano a color. 1907. [Croquis Hidrográfico de la Isla de Mompos, comprendido entre el antiguo río Magdalena (Brazo de Mompos) y el nuevo río Magdalena (Brazo de Loba)] Mapa en blanco y negro, con escala en leguas. B o g o t á . Ministerio de Cultura. Dirección de Patrimonio Cultural. Centro de Documentación. ÁLVAREZ MARÍN, Fidias, El edificio de los jesuitas en Mompox, Documento final de la Investigación Histórica. Instituto Colombiano de Cultura, Subdirección de Patrimonio Cultural, Centro de Documentación de Bienes Inmuebles, octubre de 1993. COLCULTURA, Ficha de Evaluación de Proyectos, Claustro de San Carlos, Mompox, Bolívar, Bogotá, 1993. B o g o t á . Instituto Geográfico “Agustín Codazzi” (IGAC) Aerofotografías de Mompox, vuelos años 1955, 1982 y 2005.

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Bibliografía

Amaya, Alejo, Los Genitores, Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1970. BRICEÑO JÁUREGUI, Manuel, S.J., Los jesuitas en el Magdalena. Historia de una Misión, Editorial Kelly, Bogotá, 1984. COLETI, Giandomenico, S.J., Diccionario Histórico-geográfico de la América Meridional (1757-1773); Publicaciones del Banco de la República, Archivo de la Economía Nacional, T. II, Bogotá, 1975. CORRADINE ANGULO, Alberto, Santa Cruz de Mompox. Estudio morfológico y reglamentario, Corporación Nacional de Turismo, Bogotá, 1981. DE SANTA GERTRUDIS, Fr. Juan, OFM, Maravillas de la Naturaleza (1756-1767), Biblioteca Schering Corporation U.S.A., Serie Viajes No. 98, Ediciones Sol y Luna, Bogotá, 1966. DEL REY FAJARDO, José y Felipe GONZÁLEZ MORA, Los jesuitas en Antioquia, 1727-1767, Aportes a la Historia de la Cultura y el Arte, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2008. GÓMEZ PICÓN, Rafael, Magdalena, Río de Colombia, Editorial Nuevo Mundo, Bogotá, 1950. GONZÁLEZ MORA, Felipe, Reales fábricas de aguardiente de caña en el Nuevo Reino de Granada. Arquitectura industrial siglo XVIII, Centro Editorial Javeriano, Facultad de Arquitectura y Diseño, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 2002. HERNÁNDEZ DE ALBA, Guillermo, Documentos para la Historia de la Educación en Colombia, T. VII, 1804-1809; Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, Editorial Kelly, Bogotá, 1986. HERNÁNDEZ DE ALBA, Guillermo, Escritos científicos de Don José Celestino Mutis, Tomo I, Medicina, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Editorial Kelly, Bogotá, 1926. HERRERA ÁNGEL, Marta, Ordenar para controlar. Ordenamiento espacial y control político en las llanuras del Caribe y en los Andes Centrales Neogranadinos, Siglo XVIII, La Carreta Editores, Medellín, 2007. JULIÁN, Antonio, S.J., La Perla de la América, Provincia de Santa Marta (1722-1790) (Edición Facsimilar) Biblioteca de Historia Nacional, Vol. CXLI, Academia Colombiana de Historia, Bogotá, 1980. MELÉNDEZ SANCHEZ, Jorge, Vivir la región, Bogotá, 1992.

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PACHECO, Juan Manuel, S.J., Los jesuitas en Colombia, Tomo I, Editorial San Juan Eudes, Bogotá 1959; Tomo II, Hijos de Santiago Rodríguez, Burgos, 1962; Tomo III, Publicaciones Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 1989. ROBINSON, David J., Mil leguas por América, de Lima a Caracas 17401741, Diario de don Miguel de Santisteban, Colección Bibliográfica Banco de la República, Bogotá, 1992, pp. 170-178. SALAZAR FERRO, José et alii, Patrimonio urbano en Colombia. Estudios sobre la ciudad colombiana, Subdirección de Patrimonio, Instituto Colombiano de Cultura, COLCULTURA, 2ª. Edición, Bogotá, 1997. SALCEDO DEL VILLAR, Pedro, Apuntaciones historiales de Mompox, Comité Hijos de Mompox, Gobernación Departamento de Bolívar, Cartagena, 1987. VALLÍN, Rodolfo, Imágenes bajo pañete y cal. Pintura mural de la colonia en Colombia, El Sello Editorial, Museo de Arte Moderno de Bogotá, Bogotá, 1998. Artículos:

MUTIS, José Celestino; “Sobre la necesidad de construir los cementerios en las afueras de las poblaciones. Santafé, noviembre 27 de 1798”. En: HERNÁNDEZ DE ALBA, Guillermo, (Comp.), Escritos científicos de Don José Celestino Mutis, Tomo I, Medicina, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Editorial Kelly, Bogotá, 1983, pp. 255-267. SAMPER, José María, “De Honda a Cartagena”. En: Borda, José Joaquín, Cuadros y costumbres y descripciones locales de Colombia, Librería y Papelería de Francisco García Rico, Bogotá, 1878, pp. 128-161.

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A N E X O 1

1767. Colegio de Mompox. Resumen del Extracto de los Autos de su ocupación. (AHNM, JESUITAS, 129/15, FOLS. 75-87)

[folio 75] Resumen de estos autos [al margen: folio 1 al 20 buelta] Reales Ynstrucciones para el extranamiento y ocupacion de aquellas Temporalidades, y advertencia de el Governador interino de Cartagena, para el buen éxito de todo, según las intenciones de Su Majestad [al margen: folio 21 al 23 buelta] Providencias preparativas tomadas por el Comisionado Don Andres de Madariaga para su ejecucion con la tropa Beterana, y Milicianos [al margen: folio 24 y 25] Yntimacion de el Real Decreto en 15 de Julio de 1767 a los individuos de dicho Colegio, que eran los siguientes Regulares El Padre Ygnacio Gutierrez Superior interino El Padre Geronimo Luis de Grosis, Operario El Padre Agustin de Rueda idem El Padre Salvador Perez Superior ausente El Padre Juan Valdivieso tambien ausente El Padre Toribio de Molina Sacristan El Padre Simon de Orius Maestro de Escuela

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SACERDOTES

Coadjutores

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Esclavos Este Colegio tenia seis Esclavos y una Esclava para su servicio, y de sus nombres y ejercicios en que se empleavan, queda individual razon en esta Contaduria Casas Tres Casas poseia en esta Villa de Mompox el Colegio de ella, de las que igualmente queda razon en esta oficina. [al margen: folio 25 buelta y 26] Ynventario del aposento rectoral [folio 76] En este Aposento se Ynventariaron 288 pesos 1 real en Dinero, Varios Muebles y efectos de que queda individual noticia en esta Contaduria En otro aposento inmediato En este otro solo se hallo un Relox de Campana, y un Escaparatico que no se abrio por no hallarse la Llave, y segĂşn dijo el Padre Orus, se lo havia en el alguna Ropa de Nuestra SeĂąora del Socorro En quatro siguientes Mui pocos y de corto Valor son los Muebles hallados en estos 4 Aposentos, pero de ellos ha tomado razon esta Contaduria Aposento del padre grosis [al margen: folio 27] Como igualmente de los Ymbentareados en este, que tambien son mui pocos, y de igual naturaleza que los antecedentes Ytt. Del padre orus Lo propio se ha ejecutado con los hallados en este que son en todo como los arriva dichos Ytt del padre molina En este Aposento se Ymbentariaron 6 Candeleros de Plata; Ocho Baras de Palio forradas en plata; y otros Muebles de Yglesia que su por menor no se expresa en los Autos Ytt del padre rueda Y si el de los hallados en este Aposento, que son quasi ningunos y que a excepcion de los Libros, 2 Mesas y 4 Sillas, todo se le entrego. Ytt del padre gutierrez

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En este Aposento fueron mui pocos y de corto Valor los Muebles que se hallaron, y de ellos queda individual noticia en esta oficina

[folio 77] [al margen: folio 28 al 32] Remision de dichos Regulares y Esclavos a la Ciudad de Cartagena, al cargo del Teniente de Ynfanteria Don Diego Agrasot [al margen: folio 33 y buelta] Notificaciones a los Ynquilinos de las tres Casas, para que declaren quantos deven, y pagan por ellas, y detengan en su poder lo que devengaren [al margen: folio 34 al 52] Providencia para concurrir el Santisimo y Depositar a los Padres Rectores y Juan Valdivieso, en los Combentos de San Francisco y San Agustin y otras para la buena Administracion de las Haciendas Ymbentario de la yglesia [al margen: folio 53] Esta es de Piedra, Madera y Teja En ladrillada con tres Puertas grandes, y una Mediana con 42 Varas de largo, 18 de ancho, con 3 Naves, formando los colaterales 8 Deatinales por [al margen: folio 54] vanda tiene 8 Altares incluso el maior: 6 Quadros: 3 Santos Christos de Marfil: Pulpito: 6 Confesionarios: y 13 EscaĂąos Alhajas de plata Queda en esta Contaduria razon por menor de las Alajas de plata pertenecientes a esta Yglesia, las quales pesan 130 libras [al margen: folio 55] y 14 onzas, inclusa una Planchita de cobre que tiene la Lampara de los Dolores en que destila el Azeyte Ydem de la congregacion de los dolores Y lo mismo de las correspondientes a esta congregacion, las que [al margen: folio 56] pesan 49 libras, incluso las Almas de Yerro de algunas piezas. Y de un resplandor de oro con el peso de 267 Castellanos, y 163 Esmeraldas; 6 Amatistas y un Alfiler de plata con que se sugeta el resplandor: Una Petrina Bordada de Perlas; y otras [folio 78] Alhajas de la congregacion de san juan nepomuceno [al margen: folio 56 buelta] Ygual razon queda de las de la Congregacion de San Juan Nepomuceno, las que pesaron 8 libras 13 Â˝ onzas segĂşn resulta de los dichos Autos como el que tiene 3 Capitales de 600 pesos y 30 de reditos anuales

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Yd. De varios santos de la yglesia Y las de los demas Santos de la Yglesia 31 libras 7 Â˝ onzas de plata y de las piezas de que se componen ha tomado individual noticia esta oficina, y en ella queda como asi mismo de las de Pedreria, y Oro, que estas no traen peso ni valor, y son Vastantes. Ymbentario de la sacristia [folio 58 al 61] En esta se Ynbentariaron vastantes ornamentos, y otras cosas anexas a sacristia, cuio por menor de todo queda en esta contaduria con toda especificacion y claridad. Ymbentario de la escuela [al margen: dicho folio buelta] Mui pocos y de corto Valor son los Muebles hallados en esta Escuela, pero de ellos ha tomado razon esta oficina, y en ella obra. Ytt. De la aula de gramatica [folio 62] Como assi mismo de los Ynventareados en esta, los quales son como los antecedentes, y de la propia naturaleza. Ytt. De dos quartos En estos 2 quartos se hallaron algunos Muebles de poco Valor y lo mas esencial de ellos son 10 arrobas y 15 libras de cera Labrada y de todo queda razon en esta Contaduria. [folio 79] Ymbentario del refectorio Mui pocos y de corto Valor son los efectos y Muebles hallados en el Refectorio, pero de ellos queda individual razon en esta Contaduria. Ytt. De la despensa En esta se hallaron algunos comestibles (que se pasaron al Hospital de San Juan de Dios) y Muebles de poca entidad de que asi mismo ha tomado noticia esta Oficina, y en ella queda [al margen: folio 63 al 79] Ytt. De libros y papeles Como asi mismo de los papeles de propiedades, Donaciones echas por varios sugetos a favor de Congregaciones, y de la de 40 pesos por el Doctor don Josef Ascavua, para la Escuela de primeras letras, ante Juan Antonio Moron en 21 de Abril de 1727; y 5 testimonios de Patronatos

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de varias Capellanias, y otros de poca importancia, pues de los que lo son, se dara razon por menor en la declaracion de el Padre Rector 380 tomos de varios tamaños, Autores, y Materia; los 171 en los Aposentos; y los 209 restantes en la Librería. Ytt. De la torre [folio 80 al 113 buelta] Quatro campanas 2 grandes y 2 chicas, inclusa la de la Porteria Dos dichas de el Relox que toca quartos, y horas, y esta corriente Setenta y cinco Zurrones vacios de Miel; y 5 cortinas de Manta Diligencias, y Notificaciones a los Deudores para que paguen, y providencias para la Administracion y despacho de los efectos corruptibles [al margen: folio 114 al 117 buelta] Tasacion y Compra de estos en precio de 251 pesos 6 reales 20 maravedies de los quales queda igual razon en esta Contaduria. [folio 80] [al margen: folio 118 al folio 129] Orden de el Governador de Cartagena para que este Comisionado nombre sugeto para Ynventariar las Haciendas de Campo, y remision a aquella Ciudad de 3 Regulares y la Esclava Luisa con su hijo [al margen: folio 130 al 131 buelta] Cuenta que presenta Don Domingo de Rivero de el gasto echo por los Regulares en su Aprension y manutencion y la de los Esclavos, que importa 280 pesos 7 reales su fecha 12 de Agosto de 1767 [al margen: folio 135 al 141 buelta] Otra presentada por Don Ygnacio Jurado con la del siguiente dia de el coste en la conducion de Regulares hasta Mahates e importa 84 pesos 7 ½ reales Declaracion del padre rector su fecha dicho dia y año [al margen: folio 142 al 151] De en que consisten las Haciendas pertenecientes a este Colegio (de las que se dara razon por sus Ynventarios que adelante se diran) y de las Deudas contra el colegio Queda igualmente razon en esta contaduria de a las personas a quienes deve el Colegio 289 pesos 1 real y porque motivos según dicha declaracion Yd. A favor Como igualmente que el Marques de Santa Coa deve a dicho Colegio 10 pesos y que este tiene contra si 40 de la Dotacion de Escuela de primeras Letras y Dono el Doctor Don Josef Ascavua; y los tomo de Antonio Berrocal posteriormente el citado Colegio

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Notas [al margen: 0/0 a Cartagena] Declaro que tres esclavos que compro a la Marquesa de Valdeoyos, no estan pagados aun, por no haver podido embiarle la plata, al folio 148 Yt que al Padre Felipe Gomez de Cartagena le remitio 250 pesos en Doblones que el Doctor Don Diego de Arcaya Cura en Santa Fee, se los entrego para que se le comprase una Alba y Libros

[folio 81] Yt declaro que igualmente que la Deuda a favor del Colegio que devia Don Santiago Plomet, es fallida; por no saberse muchos años de este Cavallero, si es vivo, o Muerto Yt que la Capellania que fundo el Padre Antonio Murillo de Tena de que es Patrono el Rector de este Colegio, la sirve sin nombramiento de este, Don Luis de Ponce [al margen: folio 152 al 156] Razon que da Don Miguel Ramon de Ybiricu de el estado de la Testamentaria de Doña Ana Joaquina Maestre vecina de la Ciudad del Valle de Upar, quien por su testamento cerrado que otorgo en 17 de Marzo de 1755, dejo a este Colegio por su unico Heredero [al margen: dicho folio buelta al 157 idem] Comision a los Alcaldes de la Ciudad de Tamalameque para Ynventariar las Haciendas nombradas Santa Rosa; el Purgatorio; y Ato de el Marques, y nombren Depositario y Administrador de ellas [al margen: folio 158 al 169 buelta] Carta de los Oficiales Reales Don Martin de Goyoneche, y don Ygnacio Estevan Rivon, su fecha 1º de Agosto de 1767 escusandose de la Administracion de Temporalidades, pretextando sus muchas ocupaciones, y otras fribolas. Respuesta del Comisionado Madariaga de 14 de dicho mes y año, en que les dice son de ninguna consideracion los motivos que exponen para no admitir la Administracion, y la obligacion que a ello tienen [folio 170 al 182 buelta] Memorial presentado por el Medico Don Luis Carrillo de Saldaña pidiendo 26 pesos por las Visitas, y Medicamentos que suministro a los Padres Grosis y Gutierrez. Auto de 18 de Agosto de 67 para que se le paguen [al margen: folio 188 y 184] Comision a don Josef Antonio Zuleta para Ynventarear la Hacienda nombrada el Barranco de Guataca, y para Depositario de ella a don Josef Cavarcas, su fecha dicho dia mes, y año [folio 82]

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[al margen: folio 185 al 199] Notificaciones a Don Josef Fernando de Mier para que pagase los 10 pesos de el Marques de Santa Coa, como Heredero suio, y obligazion original de ellos de dicho Marques su fecha 27 de Diziembre de 1764 Ya los otros Censualistas que para la festividad de San Juan Nepomuceno tienen capitales, los quales y sus reditos van expresados a continuacion de el peso de las Alajas [entre renglones: de plata] de esta Congregacion a quien me remito [al margen: folio 200 al 206 buelta] Ynstancia por don Francisco Aranzeta sobre la paga de 45 pesos 4 reales que de orden del Padre Salvador Perez, suplio en la Ciudad de Ocaña Don Manuel Alonso Carriazo, para el avio a la de Pamplona de el Padre Salvador Aldayturriaga. Declarazion del dicho Salvador Perez en que dice lo deve pagar este Colegio y no el de Pamplona según costumbre de la compañía; y que al Maestro Arpero Juan Olivero se le deven 7 pesos 4 reales de las funciones en que ha asistido y tocado el Arpa en dicho Colegio. Auto de 26 de Agosto de 1767 para que los Oficiales Reales paguen estas dos cantidades Y otra por el Medico Don Juan Mercier de San German, pidiendo 29 pesos importe de las Medicinas suministradas a los Padres Luis Marin, y Geronimo Grosis; y otros 24 por las Visitas que les hizo: declaracion de dicho Rector en que dice le tiene satisfecho 20 pesos por las Medicinas y a su parecer bien pagadas, y que arreglado se le satisfagan las Visitas. Auto para que se le den por ellas 20 pesos su fecha 27 de Agosto de 1767 [al margen: folio 207 al 210] Providencias para que el Capitan de la Hacienda de Santa Rosa que vino con Mieles, se buelva a ella, y los Oficiales Reales percivan 78 pesos 6 reales de su liquido valor [al margen: folio 211 al 214] Otra de 28 de dicho mes y año para conducir a dicho Rector a Cartagena de quien dio Recivo su conductor Don Jazinto de Roca en dicho etc. [folio 83] Ymbentario de el barranco nombrado guataca [al margen: folio 215 al 222] Esta Hacienda consiste según el Ynventario de ella, en una Casa grande (que necesita echarle cavallete) con su Oratorio Mui pocos Muebles, assi de este, como de Herramienta y demas de la Casa En 4 Esclavos; los Dos Varones y las Dos Hembras En un Platanar mui sucio que tendra de sembradura 2½ Almudes En una Rosa de Mayo proxima a cojerse de 4 dichos 6 ½ idem

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Y en 11 Cavallerias, que de sus especies, Achaques y demas circunstancias, queda individual razon en esta Contaduria como assi mismo de los demas bienes Muebles que quedan expresados [al margen: folio 223 al 226 buelta] Obligaciones echas la una por Don Fernando del Carmen Guerrero de 250 pesos de principal y 12 de reditos anuales a favor de la Congregacion de Nuestra Señora del Socorro; y la otra a el de las Festividades de San Juan Nepomuceno de 300 pesos y 15 de reditos, por Doña Angela Rafaela de Torres, viuda de don Josef Amate [folio 227 al 244] Providencias Governativas para la mejor Administracion y Breve Despacho de estas Haciendas, y Autos, de todo lo qual ha tomado razon esta Contaduria y en ella obra para los fines que combenga Ymbentario de la hacienda nombrada santa rosa [al margen: 244 buelta al 249] Esta Hacienda tiene una Casa nueva de Palma paredes de Tapia, con 18 ½ varas de largo, y el ancho correspondiente. Dos Corredores [ilegible] sala con 6 ½ varas de largo todo corriente [folio 84] Otra que sirve de Cocina con 2 Puertas de Cuero, y un Quartito Oratorio Una Hermita con 24 Varas de largo, y la mitad de ancho con 2 Puertas y en ella, los precisos ornamentos para poder celebrar, y los Vasos sagrados de plata con el peso de Dos Libras y Dos onzas, y del por menor de todo queda razon en esta Oficina Trapiche La Ramada de este bien tratada de 44 varas de largo, y 19 de ancho 3 Trapiches nuevos con sus Aperos corrientes 5 Fondos de Bronce, los 4 sirviendo y el otro nuevo, con peso de 15 quintales; y otro mui pocos Muebles de el servicio de estos de corto Valor TIERRAS Siete Tablones de Caña que estan produciendo, y hacen 48 solares Dos de Cañanueva, con 21 solares; el uno con 9 Almudes de sembradura, y el otro de Almud y medio de Mayz, el que dijo el Capitan era suia la siembra 21 69 dichos

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Otros CaĂąaverales que estan dejados de los Regulares, y por consiguiente amontados, en la otra Vanda de el Rio de los que no se ponen los Solares y si noticia por si se quieren Cultivar Herramienta En dicha Hacienda se Ynventareo vastante Herramienta, de la qual queda puntual razon en esta Contaduria, como assi mismo de todos los Muebles hallados en ella GANADO 43 Mulas y un Muleto de 4 meses, sin incluir las de Santa Coa [folio 85] Cacaguales 648 Arboles de Cacao que empiezan a dar fruto

Esclavos Ygualmente se Ymbentarearon ochenta y tres Esclavos Varones y Hembras de distintas edades, que de sus nombres y Achaques, queda individual noticia en esta Contaduria, como de que son 35 Hombres, y 48 Mugeres 13 Ranchos de estos Ymbentario de la hacienda nombrada el purgatorio [al margen: folio 250 al 254] Esta Hacienda tiene una casa de 12 varas de largo y 8 de ancho sin Puertas, cercas, ni Tapias 5.736 Aboles de cacao; los 4.612 proximos a dar fruto y los de-mas recien sembrados; en 27 solares de sembradura 10 Esclavos; los cinco Varones, y las cinco restantes, Mugeres, y una poco Herramienta de la que, y de los nombres, edades, y Achaques que padecen, ha tomado razon esta Oficina Ytt. De la llamada de el marques [al margen: folio 255 al 260] Esta se compone de una Casa de Palma cercada de tapias con 13 Â˝ varas de largo, y 8 de Ancho, con 3 Puertas y 3 Ventanas Una Capilla de decir Misa, de 11 varas de largo y 7 de Ancho, con una campana de 8 arrobas y algunos ornamentos para celebrarla y los vasos sagrados [entre renglones: de plata] con el peso de libra y media 23.325 Arboles de cacao; y una carga con 50 Millares de estos [folio 86] 16 Â˝ Almudes de sembradura que hacen 33 Solares

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25 Esclavos; los 11 Barones; y las 14 restantes Mugeres 5 Ranchos en que viven estos Y vastante Herramienta y algunos Muebles de los que queda razon por menor en esta Contaduria Ymbentario de el ato nombrado el pajaral [al margen: folio 261 al 265] Este se compone de 121 Cavezas de Ganado Mular y Cavallar 531 Bacuno 3 Cerdos, y mui pocos Muebles de corto valor, y lo mismo Herramienta 15 Esclavos, 8 varones, y 7 Mugeres de los que, como de los Muebles y Herramienta queda individual noticia en esta oficina [al margen: 267 al 277] Nombramiento de Administradores y Depositarios de estas Haciendas, a Don Josef Antonio de Noriega, y Don Roque Bernardo de Vergara, y diligencia de haver entregado estos Autos en la Secretaria de la Governazion de Cartagena en 13 de octubre de 1767 [al margen: folio 278 al 282] Cuenta y Memorial que con dicha fecha presenta dicho Madariaga pidiendo 128 pesos 6 reales que gasto en ida y buelta a Mompox. Decreto de el mismo dia mando se le paguen, y el tasador tase estos autos consignandoles 12 pesos cada dia de salario [al margen: folio 283 al 287] Otro para que los Oficiales Reales de Mompox nombren Dos sugetos para Administrar estas Haciendas seĂąalandoles el 6 por % [al margen: folio 288 al 290] Tasazion por el Tasador general Don Josef Barcenas y respuesta de dichos Autos que asciende a 1844 pesos 5 reales 19 maravedies Decreto de 5 de Noviemvre de 1767 para que los Oficiales Reales de Mompox, los paguen a cada interesado respectivamente [folio 87] [al margen: folio 291 al 299] Representacion de los Oficiales Reales de Mompox su fecha 1Âş de diciembre de 1767 diciendo que con sus muchas ocupaciones no pueden asistir a la venta y demas cosas que ocurren a la Administracion de Temporalidades; y que no habra sugeto que por el 6 por % quiera Administrar las Haciendas de fuera. Decreto de 7 de dicho mes y aĂąo dando facultades a dichos Oficiales, para que con un corto sueldo nombren sugeto que corra con la Venta de las Mieles y lo demas; y dos que admistren las Haciendas con el 6 por % interin Su Majestad resuelve otra cosa, persuadiendoles a que nada perderan. Carta de aquel Governador remitiendo estos Autos su fecha 11 de Diziembre de 1767

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1770. Inventario de la Iglesia; Alhajas de las Congregaciones; Alhajas de varios santos de la Iglesia y la Sacristía. (AGN. TEMPORALIDADES, T. 3, fols. 291v – 310v)

[Fol. 291r] Extracto de los bienes de la Yglesia / y Sachristia de los Regulares del Colegio de la Compañía de esta Villa / extrañados en virtud de la orden / de veinte y siete de Febrero del / año pasado de mil seiscientos / sesenta y siete, sacado de los Ynven-/tarios generales que actuo el / Executor D[octor] D[on] Andres de Mada-rriaga, Abogado de la Real Aud[ienci]ª de / este Reino, según consta del testimonio que authorizo el dicho Doctor / en veinte y uno de Agosto del / mismo año con testig[o]s por / defecto de Es[criba]no y unos en pos / de otros, son a saber = [Fol. 291v] Primeramente, la Yglesia de piedra / madera y texa, enladrillada con / tres puertas grandes principales / y una mediana que corresponde al / Claustro y Sachistria, con cuarenta / y dos varas de largo y diez y / ocho de ancho que se compone a tres / Naves, formando las colaterales / ocho deatinales por banda = / Yten, se hallan en dicha Yglesia los / Altares siguientes = / El Altar Maior, con la mesa / del medio, y dos laterales, tari-/mados, Aras, una en la mesa, / otra en el Sagrario, y en la puerta / de este una pintura de San / Joseph, y siete estatuas, es / / [Fol. 292r] a saber = de San Bartholome / de Niño Jh[esu]s, de San Ygnacio, y / de San Xavier, en el cuerpo de / abaxo, y en el de arriba las de la / Concepcion de San Luis, y de San / Stanislao = / Yten, al lado derecho

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se halla otro / tabernáculo en los mismos / términos con la imagen de N[uest]ra Señora del Socorro con el Niño / Jesus en las manos, rodeada de / cuatro angeles y otras tres / figuras con su vestido, y velo decentes / con su cruz dorada, tarima y estera del servicio quotidiano. / Yten, otro Altar de San Ygnacio / con su Ara propia, y tarima // [Fol. 292v] con estatuas del mismo Santo, y en / el cuerpo de arriba un quadro / de San Luiz Gonzaga con su velo / decente = / Yten, otro Altar de San F[rancis] co de / Borja con su Ara, y tarima, tiene / la estatua del mismo Santo en su / nicho con su velo decente, y arriba / una pintura de San Stanislao. Yten otro Altar de San Fran[cis]co de / Paula con su ara, y tarima, tiene / la estatua del mismo Santo, en / su nicho, con su velo maltra-/tado, y en el cuerpo de arriba una estatua del mismo Santo / pintada en tabla. / Yten, otro Altar de cedro espe- [Fol. 293r] cial dorado con esmalte verde con / su ara, y tarima de San Juan Nepomuceno, tiene la estatua / del mismo Santo en su nicho / con su velo decente. / Yten, otra estatua del mismo Santo / que sirve para su fiesta pr[incip]al y / en el cuerpo de arriba una esta-/tua de Santa Maria Magda-/lena. / Yten, otro Altar de san Fran[cis]co / Xavier, nuevo con su ara, y tarima / tiene en el nicho pr[incip]al / un quadro del mismo Santo, y su / velo decente, y en el cuerpo de arriba otro pequeño de San Ygnacio // [Fol. 293v] Yten, otro Altar de San Joseph, nuevo / con su tarima, y ara, y su / nicho con las dos estatuas de San J[ose]ph / y del Niño y algunas pinturas / de la vida del mismo Santo. / Yten, otro Altar de la Santisima / Virgen de los Dolores con su ara / y tarima, y un camarin con la estatua de la santísima Virgen de / los Dolores, con el Señor en los bra-/zos, y dos estatuas al lado de San / Juan, y la Magdalena, y un Sagra-/rio dorado con su ara y velos / decentes. / y además de estos referidos altares / se hallan las pinturas / siguientes = / / [Fol. 294r] Primeram[en]te quatro pinturas buenas / de San Luiz Gonzaga, de San Stanislao, de San Juan Fran[cis] co Regis / y de los tres mártires del Japon, / con sus marcos, y remates / dorados con sus quita polvo. Yten, un quadro grande de San / Ygnacio de cuerpo entero con su marco, / y remate dorado, y su quita polvo, y quatro alcayatas de / fierro. / Yten, tres santos Xptos – Cristos de marfil, uno en la estatua de San / Xavier, otro en la de San Borja / y otro en la de Santa Maria / Magdalena. // [Fol. 294v] Yten, seis confesionarios de madera / con sus sillas. / Yten, una mesa redonda que esta junto al Altar Mayor que sirve / de poner vinajeras. / Yten, treze escaños de madera. / Yten, las barandillas del comulga-/torio de madera. / Yten, un pulpito con su escalera de madera, y en el se halla un reta-/blo de San Ygnacio con sus mol- / duras doradas de poco mas de / media vara de largo. / Yten, un quadro de San Juan / Nepomuceno con su marco dorado. / Yten, una cruz grande de plata [Fol. 295r] para la cruz alta = / Yten, un

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viril o sol de plata dorada / para la Custodia. = / Yten, un incensario con su naveta / y cuchara de plata = / Yten, dos portapazes de plata = / Yten, un hizopo de plata = / Yten, una tachuela fixa con su platillo para purificar los / dedos, de plata = / Yten, un vazo con pie largo de / plata para dar agua a los que / comulgan = / Yten, catorce campanillas de / plata para el guion, y Altar / del Santisimo = / Yten, una ampoyeta de plata // [Fol. 295v] con su pajuela para el Santo Oleo = / Yten, un hostiario de plata / y en su tapa un a cruz pequeña = / Yten, un Pissis con dos tapas y en ella / una cruz toda de plata dorada = / Yten, dos tachuelas para d[ic]ho pisis / doradas ambas por dentro, y una / única tapa todo de plata = / Yten, una lámpara grande de plata con su vaso de lo mismo = / Yten, quatro platillos, quatro pares / de vinajeras, y quatro campa-/nitas, todo de plata = / Yten, diez blandones de plata, / quatro mayores y seis menores = / Yten, una sacra, y cruz con su / seraphin que sirve a esta de / / [Fol. 296r] peana todo de plata = / Yten, tres potencias de plata, y una sierrecita de lo mismo = / Yten, un circulo con sus estrellas / de plata = / Yten, dos diademas de plata, la una / de ellas con el nombre de Jh[esu]s = / Yten, otra diadema de plata, y una / Yglesia de lo mismo = / Yten, cinco calices de plata con sus / patenas y cucharitas de lo mismo / y el uno de ellos sobre dorado = / dos patenas mas, y una / qucharita, todo de plata = / Yten, dos calisez mas de bronze con las copas de plata doradas = / Yten, una diadema de plata y // [Fol. 296v]. otra d[ic]ha de lo mismo y tres poten-/cias de plata pequeñas = / Yten, una llavecita de plata del / sagrario = / Yten, dos ciriales de plata con sus / almas de palo = / Yten, seis varas de palio, de plata, / y otra vara de plata con su cruz / encima para el guion que se / desarmaron, y pesaron netas, como los / dos ciriales = / Yten, un jarro de plata = / Yten, una diadema de plata con su / Jesus, y un cuchillo también de / plata = / Yten, un Jesus de plata batida / para el cirio pascual = / [Fol. 297r] Yten, otra llavecita de plata / dorada del Sagrario = / Yten seis blandones de plata con sus / almas de fierro y sus puercas. / Yten, un par de vinageras con su /platillo y campanilla de plata / dorada = / Yten, dos blandones de plata con / sus varillas y puercas de hierro. / Yten, un Santo X[Cris] pto de plata con / su cruz de madera con cantoneras y filetes de plata, y / su peana de madera = / Yten, otra diadema de plata = Siguen las Alhajas de las Congregaciones Dolores. Primeramente un resplandor / de plata sobre dorado = // [Fol. 297v] Yten, una espada de plata con el / puño dorado y unas piedras de esmeraldas y amatistas. = / Yten una águila de filigrana / dorada de plata.= / Yten, una diadema de plata = / Yten, un Calix de plata pequeño = / Yten, un bote de plata = / Yten, una lámpara de plata =

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/ Yten, un calix y patena con su / cucharita de plata dorados = Yten, un par de vinageras con su / platillo y campanilla de plata. Yten ocho blandones de plata / con sus almas y puercas de / hierro = Yten, quatro candeleritos de plata / / [Fol. 298r] sin alma = / Yten, siete campanitas de plata doradas = / Yten, una llavesita de plata de Sagrario = / Yten, un incensario y naveta con / su cuchara y cadenilla de plata = / Yten, dos arañas de plata con sus varilla de hierro = / Yten, una custodia en forma de / corazón de plata sobredorada con su caxeta de lo mismo, y un christal = / Yten una campanilla de plata = Yten un Santo X[Cris]pto pequeño de / plata con sus cantoneras de lo mismo y la cruz de palo = / Que todo lo perteneciente a la // [Fol. 298v] hermandad de N[uest] ra Señora de los / Dolores pesa quarenta y nueve / libras, inclusas las almas y puercas / de hierro que de algunas piezas / van expresadas = / Yten las alhajas primeram[en]te inventariadas pertenecientes a este / Colegio, pesan ciento treinta / libras, catorce onzas. Ygualm[en]te, / en los términos expresados / incluza también una planchita / de cobre, que tiene lámpara / de los Dolores en que destila el aceite = / Yten una cruz de carey con sus / cantoneras, filetes e Ynrri de plata perteneciente a los Dolores / Yten un resplandor de oro del / / [Fol. 299r] peso de doscientos sesenta y / siete castellanos, con ciento / sesenta y tres esmeraldas, entre / grandes y chicas y seis ametistos = / Yten un garfio ó alfiler de plata con que se sujeta el resplandor = / Yten una pretinita bordada de perlas / so-bre tafetán carmesí = De San Juan. Primeram[en]te una custodia de / plata con su sol en figura de Nepomuceno corazón con su cristal = / Yten otra custodia pequeña sobre dorada con una reliquia del S[an]to / y su christal = / Yten dos crucifijos de plata con sus cantoneras de lo mismo y / las cruces de madera = / / [Fol. 299v] Yten una llavecita de plata = / Yten, unas vinageras de plata con / su platillo, y campanilla de lo mismo. / Yten un caliz, patena y cucharita / de plata dorados = / Yten un incensario con su naveta / y cucharita, todo de plata = / Cuias alhajas pesadas, según / van expresadas, tuvieron ocho / libras, treze y media onza de plata= Siguen las alhajas / que pertenecen a varios Santos de la Yglesia Primeramente, seis blandones de / plata con sus almas, y puertas / de fierro = Yten, una lámpara todo de plata = / Yten, dos arañas de plata / / [Fol. 300r] Tres alcayatas cada una, y / con sus almas de plata = / Yten un par de vinageras, con su / servilla, y campanilla todo de / plata = Yten, una corona imperial con varias piedras ordinarias sobredo-/ rada, y una poma de christal / pendiente = / Yten, un cetro de plata sobredo-/rada con pomas en los dos / extremos de christal aforrado en tafetán con gusanillo y / antesuela falsa = / Yten, una coronita del

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Niño de plata sobredorada con varias / piedras falsas = // [Fol. 300v] Yten, un mundo de plata sobredorada / con su crucesita = / Yten, una diadema de plata sobre/dorada Yten, tres potencias de plata = / Yten, una cuchara y un tenedor / de plata = / Que pesadas dichas alhajas en / los términos expresados con-/ tuvieron treinta y una libras / siete y medias onz[as] de plata = / Yten, dos cadenas de oro, la una / con una crucesita de esmeral-/das que le faltan dos piedre-/sitas con peso de veinte y ocho / castellanos seis tomines = / Yten, un Rosario de perlas con / / [Folio 301r] su cruz, cuentas e hilo de oro y medallitas / de lo mismo = / Yten, un par de sarcillos de piedras de Pan-/taura, con siete cada uno engastados en / oro = Yten, dos sarcillos grandes de esmeral-/ das con cincuenta piedras ambas entre grandes y pequeñas engastados / en oro = / Yten, otros dichos de perlas = / Yten una joya de esmeraldas de / varios tamaños con cinquenta y / quatro dichas, sin incluir dos que / le faltan = / Yten, otro par de sarcillos de ame-/tistos con siete piedras cada uno / inclusos sus aguacates = / Yten, otra dicha con veinte y quatro esmeraldas, con ametisto grande // [Fol. 301v] en el medio, y un circulito de perlas Yten, tres jollitas de perlas, la una con / un ametisto en el medio = Yten, una sortija de esmeraldas con / diez y seis piedras, fuera de una que / le falta = / Yten, otra sortija dicha con una es-/meralda = / Yten otra dicha con once diamantes Yten, otra dicha de oro con una piedra blanca = / Yten, otra dicha con un ametisto grande = / Yten, otra dicha con quatro esmeraldas = / Yten, quatro jollitas de plata sobredoradas con piedras falsas = Sachristia. Primeram[en]te se hallaron en la / / [Fol. 302r] Sacristia una mesa de altar grande / con quatro caxones, y dos escapara-/ticos a los lados con sus cerradu-/ras y llaves = / Yten, otro dicho con dos caxones, y su es-/caparatico ambos de guardar orna-/mentos = / Yten, otro dicho de guardar las vina-/geras y otros trastes del uso quoti-/diano = / Yten, sobre dichas mesas se hallaron / tres Santos Christos de di-/ versos tamaños, con sus peanas te-/niendo el mas pequeño su Ynrri / y cantoneras de la cruz de plata = / Yten dos Niños Jesus con sus peanas = / Yten, una capilla con la efigie // [Fol. 302v] de N[uest]ra señora de la Concepcion / de bulto, y su vestido decente = / Yten, un quadro de San Ygnacio con su / marco negro = Yten, otro dicho pequeño de San Stanislao = Yten, otro dicho de N[uest]ra Señora con / su marco grande, dorado, y estrellas / a los lados. Yten, una efigie de N[uest]ro Glorioso / Patriarca el Señor San Joseph / con su vestido ordinario = / Yten, un espejo de media vara = / Yten, una hurna con sus vidrios y / maderas intermedias doradas = / Yten, tres pares de atriles dorados / y bien trabajados = / Yten, doze atriles ordinarios = / Yten, ocho candeleros quasi nuevos / / [Fol. 303r] dorados de madera = / Yten quatro dichos

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de bronce = / Yten veinte y seis dichos de madera / de varios tamaños, usados y / algunos maltratados = / Yten, dos pebeteros de madera = / Yten, dos escritorios de guardar / amitos = / Yten, tres cruces de madera, y las / cantoneras de la una, Ynrri de / plata = / Yten, dos cornicopias de christal con / varias flores doradas = Yten, una Custodia de bronce de / una vara de alto en su copon de / madera = Yten, tres tarimas de dichos caxones / y escaparates = // [Fol. 303v] Yten, un aguamanil de loza de la / tierra = Siguen los Ornamentos Asi esta. Primeramente un terno de glasé de plata con florecitas de oro guarne-cido con un galoncito de oro, y se com-/pone de casulla, dos dalmáticas, / capa magna, frontal, y paño de / pulpito con su senefa = / Yten, otro terno de tapiz blanco con / flores a la turquesca que se compo/ ne de casulla, dalmáticas, capa magna frontal, paño de pulpito / con su senefa y paño de fasis-/tol, todo guarnecido con puntica / de oro = / yten, otro terno negro de damasco / con su galon cala[d]o de plata, la / casulla, y las dalmáticas con su / / [Fol. 304r] puntica de plata, capa magna de / raso liso, y cintica de plata falsa, / paño de facistol frontal / y manga de cruz = / Yten quatro casullas negras, dos de / damasco, y dos de raso liso = / Yten, diez casullas de Damasco blanco, siete guarnecidas con galon de / oro, y tres con puntas de lo mismo = / Yten, siete casullas de color carmesí / las dos de tapis turquesco con su / galoncito de plata, dos de da-/masco guarnecidas con punta de / plata, otra dicha con galoncito / de lo mismo, y dos de primavera, / y estambre con galoncito de oro = / Yten, seis casullas moradas, las tres de tornasol guarnecidas // [Fol. 304v] con galoncitos y punta de plata, dos / de damasco guarnecidas con cinta / de oro, y una de lama floreada = / Yten, una capa magna de damasco / morado guarnecido con punta de / oro = Yten, un frontal de damasco / morado guarnecido con cinta de plata = / Yten, quatro casullas verdes, la una / de tapis guarnecida con punta / de plata, dos de raso guarne-/cida con puntica de plata y oro / otra de primavera con punta / de plata = Yten, un frontal de lo propio guar-/necido con puntica de plata y / oro = / Yten, dos casullas, una de bro- / / [Fol. 305r] catillo de oro fondo blanco, y / flores amarillas, y guarnecido de / galoncito de oro, y la otra de raso / liso floreado, guarnecida con puntica de plata = / Yten, dos capas magnas de / damasco blanco, guarnecidas de / punta de oro = / Yten, un paño muy usado de / fasistol, guarnecido con galoncito / de plata = / Yten, quatro frontales viejísimos / de varios colores = / Yten un paño de palio de damasco / rosado con su fleco de seda muy / usado = Yten, un paño de guion de / brocato muy usado con flecos de // [Fol. 305v] seda = Yten, una manga de cruz de razo lizo

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Anexo 2

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floreado con su guarnicion de / plata, y fleco de seda = Yten, tres casullas de tizu de oro / guarnecidas con galon de lo mismo / y gusanillo = / Yten, cinco dichas de brocato de oro / fondo blanco, la una bordada, y / todas guarnecidas con punta de oro / con todos sus aderentes = / Yten, tres dichas una de prusiana / guarnecida con punta de oro, / otra de princesa color de fuego, / guarnecita con cinta ama-/rilla, otra de persiana doble / carmesí guarnecida de galoncito / de oro = / / [Fol. 306r] Yten, un velo de vaso lizo azul con flores amarillas del camarin / de N[uest]ra Señora de los Dolores = / Yten, una capa de coro de Sant Fran[cis]co / de Paula de brocato musco guarne-/cida con galon de oro muy usada = / Yten, una museta de lama de plata / guarnecida con una puntica de oro / de San Xavier = / Yten, una colgadura de chorreado / carmesí y listas amarilla con / veinte y ocho piezas de varios tamaños = / Yten, un retaso de quatro varas / y quarta de tafetán amarillo = / Yten, doze varas de puntica de plata ya usada con poco menos / de dos dedos de ancho = // [Fol. 306v] Yten, cinco capillos de copon de dife-/ rentes generos = / Yten, diez y ocho singulos, los onze / de ellos de hilo, galones, y telas de / oro buenos, y siete dichos ordina-/rios usados = / Yten, seis misales, y uno con sus ma-/niguetas de plata = / Yten, tres sillas de Yglesia, tornea-/das de damasco sus aforros, y / flecos bien usadas = Yten, un tapete de Yglesia = / Yten, trece albas, las seis de olan / rengue guarnecidas de encajes / y las siete restantes del bre-/taña ancha guarnecidas de encajes = / Yten, catorze dichas de Bretaña / / [Fol. 307r] y estopilla guarnecidas con sus encajes / correspondientes = / Yten, ocho sobre pellices de estopillas / y bretañas algo usados = / Yten, treze amitos con sus cintas = / Yten, treinta y seis corporales = / Yten, treinta y tres manteles de / altar de varios generos, y he-churas, buenos y malos = Yten, onze paños del comulgatorio / de bretañas de varios tamaños = / Yten, ocho toallas de Bretaña, y / ruan = / Yten, ocho paños de mano de dife-/rentes lienzos, algunos maltra-/tados = / Yten, treinta y ocho cornialtares = / Yten, quarenta y tres palias de // [Fol. 307v] diferentes generos = Yten, cinquenta y quatro purifica-/dores = / Yten, una cinta de llave de sagrario con su engalze de hilo de plata / y oro = Yten, una camisita de rengue del / Niño del Señor San Joseph = / Yten, un roquete de olan clarín / labrado del Señor San Juan / Nepomuceno = / Yten, tres camisas de la Virgen del Socorro, guarnecidas de / encaxe, de diferentes lienzos = / Yten, unas naguas de la Virgen, / de Bretaña maltratadas = / Yten, una toca de olan clarín / guarnecidas de encaxes = / / [Fol. 308r] Yten, dos singulos de la Virgen, el / uno de hilo de oro, y el otro de hilo de plata y seda = Yten, una sobrepelliz de estopilla / liza = / Yten, una alba de Bretaña ordi-/naria = / Yten, ocho túnicas de la Virgen del / Socorro, las dos de brocato usado, / otra de tizu y las demás ordinarias /

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algo maltratadas = / Yten, siete mantos de N[uest]ra Señora / del Socorro los dos de brocato / de oro guarnecidos de punta de / plata, y los demás ordinarios mal-/tratados = / Yten, un velo usado de chorreado = / Yten, dos cortinas de tafetán car-// [Fol. 308v] mesi = / Yten, tres velos del sagrario los / dos de brocato, y el otro de tizu = / Yten, otro velo chorreado usado = / Yten, dos tuniquitas de chorreado / del Niño de San Joseph = / Yten, una sotana de terciopelo, la / adelantera, y de anascote lo / demás con su puntico de oro de San / Juan Nepomuceno = / Yten, una museta de raso lizo / bordada a lo turquesco de dicho S[an]to = / Yten, un bonete de terciopelo con / borlas de seda = / Yten, siete candeleros de cobre / medianos = / Yten, una cabeza y manos de San / Juan Nepomuceno = / / [Fol. 309r] Yten, un sitialito de madera pintado / con su velo de tapis = / Yten, quatro espejitos desiguales, que-brados los tres = / Yten, dos hierros de sacer formas = / Yten, la armadura de un sitial, y dos / escaleras, una maior que otra que / se hallaron en el quartico, que haze / espalda al camarin de N[uest]ra Señora / de los Dolores correspondiente / a la Yglesia = / Yten, un pie torneado de sirio pas-/qual = / Yten, veinte candeleros de madera / dorados, pintados, y algunos mal- /tratados = / Yten, seis hacheros maltratados / el qual dicho extracto es formali-/zado del ynventario g[ene]ral que [Fol. 309v] hizo el citado D[octo]r Don Andres de / Madariaga, y los bienes contenidos, son / los que se comprehenden del testi-/monio de ellos, autorizado por el / suso dicho y testigos por defecto de es-/cribano en el veinte y uno de Agosto / del año pasado de mil setecientos / sesenta, y siete, por lo perteneciente a la Yglesia, su culto, y aseo, con / las alhajas de su servicio, respecto / a que los demás bienes del servicio / y rentas de los regulares se han / extractado por separado para su / avaluo, y venta, en conformidad de las ultimas R[eale]s disposiciones / y de mandato de los señores Presi-/dente, y vocales de la Junta Municipal como Secretario de ella = / / [Fol. 310r] formalice dos de un tenor, el uno en diez y seis foxas y este otro en / diez y siete de papel común, en / Mompox, a siete días del mes de / julio de mil setecientos y setenta / años = Juan Manuel Ballestas =

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1770. Inventario de los bienes de la Escuela y Aula de Gramática. (AGN. TEMPORALIDADES, T. 3, fols. 310r - 317r)

[Fol. 310r] Extracto de los bienes de la / Escuela y haula de Gramatica de / los Regulares del Colegio de la Compañía de esta villa extrañados / en virtud de R[ea]l Orden de veinte / y siete de Febrero del año / pasado de mil setecientos sesenta / y siete, sacado de los Ynventa-/rios generales que actuo el /executor del real orden D[octor] D[on] Andres / de Madariaga, Abogado de la R[ea]l / Aud[ienci]a de este Reyno, según parece // [Fol. 310v] del testimonio que authorizo con / testigos por defecto de Es[criba]no en el / veinte y uno de Agosto de dicho / año se sesenta y siete y son a saber = Bienes de la Escuela. Primeramente, la sala de cal, ladrillo / y texa que servia de dicha escuela = / Yten, un Altar con su frontal, pin-/tado, su tarima y quatro cande-/leros = / Yten, un quadro de la Concepcion / de N[uest]ra Señora con su remate / de marco dorado y velo = / Yten otro dicho pequeño del Cora-/zon de Jesus = / Yten, otro en bastidor de N[uest]ro / Padre San Ygnacio = / Yten, otro dicho de San Casiano obispo = / [Fol. 311r] Yten, un guion = / Yten, dos banderas de tafetán blanco / y carmesí = / Yten, quatro escaños los dos maltra-/tados = / Yten una mesa grande buena con sus dos caxones, con llaves y / cerraduras = / Yten, dos sillas ordinarias = Bienes del haula. Primeram[en]te, la sala de cal, ladrillo / y texa que servia de dicha haula = / Yten, un quadro grande pintado, y / dorado con la efigie de N[uest]ra Señora / de la Concepcion con las pin-/turas de San Luis Gonzaga y / San Stanislao, al pie y su velo = / Yten, otro dicho pequeño dorado del / Corazon de Jesus = // [Fol. 311v] Yten,

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seis candeleros de madera / torneados = / Yten, su frontal pintado algo mal-tratado Yten, ocho escaños = / Yten, dos sillas con sus asientos / de madera y dos de cuero curtido = / Yten, la catedra y una mesa / pequeña = / Yten, una bandera de tafetán blanco / carmesí y azul = / Los quales bienes según parece / del Ynventario inserto en el / testimonio que al principio refiero / son los únicos que se compre-/henden por pertenecientes a la / Escuela y aula de Gramatica / y de mandato de los Señores / Presidente y vocales de la Junta / / [Fol. 312r] municipal formalizé dos de un / tenor cada uno en dos foxas de papel común, en Mompox, a siete / de Julio de mil setecientos y / setenta = Juan Man[ue]l Ballestas = Extracto de los bienes Ynven-/tariados de los Regulares de este / Colegio que se executaron por el / D[oct]or D[on] Andres de Madariaga / Abogado de la Real Aud[ienci]ª de este / Reino en virtud del Real Orden / de veinte y siete de Febrero del / año pasado de mil setecientos / sesenta y siete para el extraña-/miento de dichos Regulares, y ocu-/pacion de sus temporalidades//

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1770. Inventario de los bienes que no pertenecen a los servicios comunes de Iglesia, Sacristía y Escuela. (AGN. TEMPORALIDADES, T. 3, fols. 312v - 318v)

[Fol. 312v] Autorizo con testigos el dicho D[oct]or en veinte / y uno de Agosto del citado año de sesenta / y siete, separándose como se separa / de dicho Ynventario los bienes conser-/nientes al servicio de la Yglesia, y / su culto, sachristia, y Escuela de pri-/meras letras, y gramatica, y expli-/candose en este solo los que no per-/tenecen a aquellos servicios los / que se reputan por comunes y son a saber = Primeramente, una casa grande baxa / de piedra, madera y texa que haze /lado a la plazuela de este Colegio = / Yten, otra pequeña que se halla al / otro lado de este dicho colegio = / Yten, otra dicha casita que le sigue = Yten, una romana con su pilon = / [Fol. 313r] Yten un zepo grande = / Yten, una silla bridad de montar con sus / dos estribos de fierro = / Yten, otra dicha de carreton = / Yten una tinaja grande del banco = / Yten cinco mesas con cinco bancos / en el refectorio = / Yten, otra dicha pequeña / Yten, una tinajerita con su tinaja = / Yten, tres candeleros torneados = / Yten, una estampa de San Fran[cis]co / Xavier con su quadro de madera = / Yten, dos portadores = / Yten una barreta grande de fierro = / Yten, tres pares de petacas con sus / cadenas = / Yten, nueve botijas vidriadas / de verde, vacias = // [Fol. 313v] Yten, cinco dichas blancas = / Yten, una redoma grande de vidrio / que sirve de bota, con su boca / aforrada de plata = / Yten, varios palos y largueros de / cama de viento = / Yten, un baulito = / Yten, un cajoncito con diez y siete / estampas de colores, cinco paisitos / y setenta y una de humo de todas / clases = / Yten, siete sillas,

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tres de cuero / crudo y quatro de cuero curtido = / Yten, una cama de viento desarmada = / Yten, nueve estampas con sus / bastidorcitos de palo = / Yten un lienzo de N[uest]ro P[adr]e San / / [Fol. 314r] Ygnacio = / Yten una mesa con sus dos cajoncitos = / Yten, tres juegos de tinteros, salvaderas / y oblederos de madera = / Yten, dos candeleros de bronce = Yten, dos anafitos de traer candela / uno de cobre y otro de hierro = / Yten, un frasco de Christal = Yten, cinco limetas vacias = / Yten, quatro frasquitos de vidrio blanco = / Yten dos quadritos, uno de San Joseph / con su marquito dorado y otro de madera = / Yten un pesito de cobre con su / marquito de media libra = Yten, una mesa, y en ella un estante / de poner libros = / Yten, otra mesa, cinco sillas y un // [Fol. 314v] taburete =/ Yten, una cama de viento, armada con / un colchon = Yten, una tinaja y un librillo con / un tinajerito de madera = / Yten, una mesa y dos sillas = / Yten, una mesa y un escaño = / Yten tres sillas viejas y una mesa = / Yten, dos escaleras, una grande y / otra regular = / Yten, catorce sillas = / Yten, dos carretillas = / Yten, seis sillas, una mesa y un / tinajerito = / Yten, dos taburetes, uno grande y otro pequeño = / Yten, una mesita y un estantico = / Yten, una papelerita con su cerradura / / [Fol. 315r] y llave = / Yten, otra dicha pintada, y de gonzes vacia = / Yten, una caxa con su cerradura = / Yten, otra dicha con sus banquillos = / Yten, quatro sillas y un taburete / y otros trastajos de ningún valor = / Yten, un estantico = / Yten, un escaparatico = / Yten, una mesa = / Yten, ocho sillas= / Yten, una petaca con ropa de / mesa que se hallo tener siete / manteles maltratados y treinta y siete servilletas = / Yten, una papelera de cuero con / su cerradura = / Yten, Yten, una escribanía = / Yten, dos papeleras de madera = [Fol. 315v] con sus cerraduras y llaves = / Yten, dos platos y una jarra de / peltre = / Yten, dos hebillitas de plata, que se / hallaron en unas botas viejas = / Yten, dos botijas, una verde y, / otra blanca = / Yten, dos olletas de cobre = / Yten, una silla de montar con su / freno y estivos de fierro = / Yten, otro freno y una jáquima = / Yten, un par de petacas, sin cadenas = / Yten, una mesita pequeña = / Yten, un estantico para libros / Yten, seis sillas = / Yten, una caxa con su cerradura = / Yten un cajonsito = / / [Fol. 316r] Yten, un peso con su marco de quatro / libras = / Yten, un sobre toldo, y un colchon viejo = / Yten, una mesa grande con dos cajones = / Yten, tres botijas vacias = / Yten, dos frasqueras con sus cerraduras / y llaves con veinte y dos frascos = / Yten, otra dicha con seis frascos, también corrientes = / Yten, onze machetes y dos hachas viejas = / Yten, una tabla ó mapa de todo el mundo = / Yten, un relox despertador = / Yten, un martillo de fierro = / Yten, un sello y una campanita = / Yten, un anafito de traer candela = / Yten, un quadro de N[uet]ra Señora de los // [Fol. 316v] Dolores con su marco

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pintado y dorado / con la vidriera quebrada = / Yten, otro del venerable Padre Claver = / Yten, cinco sillas Yten, un estante de poner libros = / Yten, ocho piezas de bretaña = / Yten, una resma de papel, menos / onze quadernillos = / Yten, un cajoncito con seis ventosas = / Yten, una frasquerita con siete fras-/quitos = / Yten, diez y seis vasos medianos = / Yten, cinco pozuelos y un platoncito / de loza de Sevilla = / Yten, once tenedores de fierro con / sus cavos blancos = Yten, una tasa con su tapa de loza blanca = / / [Fol. 317r] Yten, un agua manil de estaño = / Yten, dos embutidos de [h]oja de lata = / Yten, una olleta de cobre = / Yten, unas tijeras de cortar papel = / Yten, un juego de tinteros = / Yten, dos farolitos de vidrio ordinarios = / Yten, un Santo Christo de bronce = / Yten, un escritorio = / Yten, un escaparatico en que se hallo / la cera = / Yten, un caxon que también servia / para guardar cera = / Yten, un relox grande de cuerpo / entero con su campana = Yten, una campana de tocar á comu-/nidad =

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1770. Lista individual con distinción de todas las alhajas de oro y plata que existen y pertenecen al Colegio de Mompox. (AGN. TEMPORALIDADES, T. 3, fols. 330v - 336v)

[Fol. 330r] Decreto …. Lista individual, y con distinción / de todas las alhajas de oro, y plata que existen y pertenecen / al Colegio de esta villa, excepto / los vasos sagrados, como son / calizes, copon, y patenas en // [Fol. 331r] conformidad del real Orden de quatro / del ultimo Diziembre. / A saber: Alhajas de Yglesia Peso bruto …….. arr[oba]s libras onzas g[ramo]s Primeramente, diez y ocho blando-/ nes de plata: los quatro dellos maiores, y los catorce restantes menores, pero dos de estos con el rotulo que dice: Del Socorro al-/guno con sus almas, y tuercas de fierro todo con peso de 1 arroba, 22 libras, 8 onzas, 0 gramos = / Yten, una lámpara grande de plata con su vaso de lo mismo y gaza de fierro con peso de 13 libras, = / Yten, una cruz grande de plata / para la cruz alta con su alma de palo, y peso de 5 libras, 4 onzas, 4 gramos = / Yten, sesenta y nueve canutos // [Fol. 331v] de plata correspondientes a las seis varas de palio, guion, cruz / alta y a la de los dos ciriales / con peso de 1 arroba, 3 libras = / Yten, tres masas de plata de los / dos ciriales, y de la cruz alta / que se desarmaron, y pesa-/ron netos 9 libras, 2 onzas = / Yten, un incensario, dos porta pasos / cinco platillos, con cinco pares / de vinageras, y cinco campanitas, las quatro de plata, y / el otro sobre dorado con peso de 8 libras, 10 onzas = / Yten, un ostiario de plata, y / en su tapa una cruz pe-

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queña, una tachuela fixa con su platillo para purificar los dedos, un vaso con pie largo de / plata, para dar agua a los // [Fol. 332r] que comulgan, una tachuela / con su tapa que servia de guardar formas en la sacristía, una / diadema, y un cuchillo todo de / plata de San Bartholome, otra diadema de San Fran[cis]co Xavier, / otra, y una insignia del nom-bre de Jesus de San Ygnacio / de Loyola, que se halla colocado / en el Altar maior, otra dia-/dema, y otra insignia también / de plata con el nombre de / Jesus del mismo Santo que esta separado, y colocado en su pro-/pio altar, y otra diadema / del Señor San Joseph, un / resplandor de la Virgen de la / Concepcion, y por el libro de la / [Fol. 332v] Yglesia falta la media luna de / plata que se hecha menos en el / ynventario; un hisopo, una / naveta, y cucharita, una cruz / para el guion, un jarro, un / Jesus de plata batida para el / sirio Pasqual, catorce campa-nitas, para el guion, y sitial del Santísimo Sacramento, una / sacra, y cruz con un Seraphin / que sirve de paeaña, un / viril o sol de plata dorado p[ar]a / la Custodia, seis potencias, tres/ del Niño Jesus del altar maior, / y tres pequeñas del Niño / de san Joseph, y dos llave-/citas, la una dorada, y ambas / del sagrario, todo de plata con // [Fol. 333r] peso de 13 libras y 13 onzas = / Yten, una ampolleta de plata para santo óleum, y tiene su / pajuela también de plata con peso de: 9 onzas y 4 gramos = / Yten, una sierrecita de plata con / su armadura de palo pertene-/ciente al Niño del Señor San Joseph = / Yten, un Santo X[Cris]to de madera, contoneras, y filetes de plata, y peana también de / madera perteneciente al Altar / de San Ygnacio de Loyola = / Yten, una Yglesia de plata con su / alma de palo perteneciente a / San Fran[cis]co Xavier, colocado / en el Altar maior // [Fol. 333v] Siguen las Alhajas / de plata de la Congregazion de N[uest]ra S[eño]ra de los Dolores / que se hallaba establecida / en dicho Colegio. Yten, una lámpara de plata con su / planchita de cobre, en que estila / el aceite con peso de 9 libras, 10 onzas = / Yten, ocho blandones de plata con sus / almas, y tuercas de fierro, y / quatro candeleritos de plata sin / alma, con peso de 22 libras, 8 onzas = / Yten, dos arañas de plata, con / sus varillas de fierro, un yn-/sensario con su naveta, y / cuchara de plata, un platillo con / un par de vinageras, y otro de campanitas de plata, un Ynrri / y dos pomos de lo mismo, per-/tenecientes a la cruz de // [Fol. 334r] carey, un bote, un caliz pe-/queño, siete campanitas doradas, una diadema, un resplan-/dor, una águila de filigrana / dorada, todo de plata con peso de 12 libras, 11 onzas, 4 gramos = / Yten, una custodia en forma de / corazón de plata sobredorada, / con su careta de lo mismo, una / llavesita, y una espada, todo / de plata, y esta ultima con el / puño dorado, y unas piedras/ de esmeraldas, y ametistos / con

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peso todo de 3 libras, 1 ½ gramos = / Yten, un Santo X[Cris]to pequeño / de plata con la cruz de palo / y cantoneras también de / plata (No hay peso registrado). = / Yten, una cruz grande de // [Fol. 334v] carey con sus cantoneras, y / filetes de plata perteneciente / a N[uest]ra Señora de los / Dolores, cuio Ynrri, y dos pomos se contienen en el peso, y tercera / partida de las alhajas de su / Congregacion = / Yten, un libro de exercicio de la / Buena Muerte con sus canto-/neras, y guarnecido lo demás / de plata, también perteneci-/ente a los Dolores = Alhajas de plata de la / Congregacion de N[uest]ra S[eño]ra del / Socorro que se hallaba es-/tablecida en dicho Colegio Yten, seis candeleros de plata / sin incluir los dos blandones // [Fol. 335r] con el rotulo que dice: Del Socorro / y se expresan en la primera / partida de las alhajas de / Yglesia, de los seis que constan / en el libro de ella haber hecho / donación el D[oct]or Escasua, en esta / forma: Dos para el Socorro, / dos para San Joseph, y los / dos restantes para San Fran[cis]co / de Borja, dos arañas / de plata con tres alcayatas / cada una, y con sus almas / de plata, con peso de diez y / siete libras, estas, y los seis candeleros una arroba = / Yten, un par de vinageras con / su salvilla, y campanilla, tres // [Fol. 335v] potencias, una cuchara, un te-/nedor, una diadema sobre do-/rada, y un pozuelo, todo de plata, con peso de 2 libras, 5 onzas, 4 gramos = / Yten, dos coronas de plata, la una / Ymperial con varias piedras / ordinarias, y una poma de / christal pendiente, y la otra / del Niño, también con algu-/nas piedras falsas, un mundo / con su crucesita, un cetro / con pomas en los dos / extremos de christal aforrado / en tafetán con gusanillo antejuelas falsas dora-/ dos todo de plata con peso de 2 libras, 11 onzas = / Yten, quatro tornillos perte- // [Fol. 336r] necientes a las dos coronas, y / al Niño, quatro sortijones del / cetro con piedras falsas, quatro / rosas con dichas piedras, y dos sortijas todo de plata con peso de 5 onzas, 6 ½ gramos = 22 libras, 6 onzas, 2 ½ gramos = Alhajas de plata per-/tenecientes al Glorioso San Juan Nepomuceno que se ha-/llaba colocado en la Yglesia / de dicho Colegio Yten, un incensario con su naveta / y cuchara, un par de vinageras / con su platillo, y campanilla, / una custodia con su sol en / figura de corazón, y con su cristal, otra custodia / pequeña sobredorada con una / reliquia del Santo, y su [Fol. 336v] cristal, una llavesita y dos cru-/cifixos todo de plata, y estos con / las cruzes de madera, y / cantoneras también de plata / con peso de 8 libras, 3 onzas, 4 gramos = Alhajas de oro de N[uest]ra / Señora de los Dolores Yten, un resplandor de oro con / ciento sesenta y tres esmeral-/das entre grandes y pequeñas / y seis ametistos, todo con peso de 267 libras = Alhajas de oro de N[uest]ra / Señora del Socorro

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Yten, dos cadenas de oro, la una / con su crucecita de esme-/raldas que le faltan dos // [Fol. 336r bis] piedrecitas, su peso 28 onzas, 6 gramos = / Yten, un Rosario de perlas con su / cruz, medallitas, cuentas, e / hilo de oro, un par de sarcillos / de piedras de pantaura con / siete cada uno, engastados / en oro, dos sarcillos grandes / de esmeraldas con cinq[uen]ta / piedras, ambos entre grandes / y pequeñas, otro dicho de perlas, y otro de ametistos / con siete piedras cada uno, inclusos sus aguacates, una / rosa de esmeraldas con / cinquenta y quatro dichas sin incluir dos que le faltan, / otra con veinte y quatro // [Fol. 336v bis] esmeraldas, un ametisto grande / en el medio, y un circulito de perlas^ tres dichas también de perlas, la una con un ame-/tisto en el medio, una sortija / de esmeraldas con diez y / seis piedras, fuera de una que / le falta, otra con una esme-/ralda, otra con onze dia-/mantes, otra con una piedra / blanca, otra con un ame-/ tisto grande, y otra con / quatro esmeraldas, todo con peso de / 73 libras, 6 onzas = 102 l[ibra]s, 4 onzas = NOTAS Que en el aposento rectoral / se hallaron una onza y tres / ochavas de plata vieja. [Fol. 337r] Y en el del Padre Aug[usti]n de Rueda / unas [h] ebillitas también de / plata con peso de siete ochavas …. 2 onzas 2 gramos / Por manera, que habiéndose recono-/cido las alhajas de oro, y plata / que van relacionadas, y cotejado / con el ynventario del Juez exe-/cutor del Real decreto expedido / en el Pardo a veinte y siete de / Febrero del año pasado de sete-/cientos sesenta y siete, se hallo / ser las mismas que pertenecen a este colegio, y existen en deposito en Reales caxas, las quales / según parece van expresa-/das con la individualidad, y distin-/cion que por Real orden // [Fol. 337v] de quatro del ultimo Diziembre / se previene sin incluir los vasos / sagrados, como son los calizes, copon, y patenas, y dichas alhajas / pesadas por el maestro fundidor / de estos R[eale]s oficios, en mi pre-/sencia y de los demás señores / vocales de la Junta Municipal / con asistencia de su Es[criba]no,/ contuvieron a saber: Las alhajas /de Yglesia, cinco arrobas, y quinze onzas en bruto = Las de Con-/gregacion de Dolores, una arroba, / veinte y dos libras, treze onzas / cinco y media ochavas en bruto = / Las de Congregacion del Socorro // [Fol. 338r] veinte y dos libras, seis onzas, dos / y media ochavas en bruto = Las de San Juan Nepomuceno, ocho libras, tres onzas, y quatro ochavas / en bruto = Que con las dos / onzas y dos ochavas que se / encontraron en los dos aposentos / referidos, componen 8 @[rroba]s, quatro libras, ocho onzas, y seis / ochavas. Y las de oro pertene-cientes a la Congregación de los / Dolores, doscientos sesenta / y siete castellanos en bruto, / por incluirse las esmeraldas = / Y a las del Socorro, ciento dos / Castellanos y quatro tomines, / inclusas

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Anexo 5

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las piedras y esme-// [Fol. 338v] raldas, salvo error de suma / o pluma. Mompox, Agosto veinte / de mil setecientos y setenta / años = Don Ygnacio Esteban Ribon = / Carta. Muy Señor mio, en cumplim[ien]to del Real / Orden de quatro de diciembre del / anterior ultimo año de setecientos sesenta, / y nueve remito a V[uestra] S[eñoria] la / adjunta lista de las alhajas de oro / y plata que pertenecen al Cole-/gio de esta villa, sin incluir los vasos sagrados, como son calizes, copon y patenas, y estas con las / expresadas en dicha lista, existen en estas R[eale] s Caxas, excepto una / media luna de plata de la // [Fol. 339r] Ymagen de N[uest]ra Señora de la / Concepcion, y una cruz de plata con / un Lignum cruzis que consta por / el Libro de Yglesia, y quedaronse sin depositarse por no haberse / hallado al tiempo de su entrega = N[uest] ro / Señor guarde a V[uestra] S[eñoria] los m[ucho]s a[ño]s que le sup[li] co . Mompox, Agosto veinte de / mil setecientos sesenta = B[eso] l[a] m[an]º / de V[uestra] S[eñoria], su mas atento seguro ser-/vidor = D[oct] or Ygnacio Esteban Ribon = / Señor Gov[ernad]or y Comandante G[ene] ral de la / Plaza de Cartagena = Dec[re]to. Cartagena y Agosto veinte y cinco / de mil setecientos setenta = Por recibida con la lista que acompaña // [Fol. 339v] y para la Provid[enci]ª que haya lugar, pase a la Junta Provincial de Temporali-/ dades de esta ciudad = Morillo = Certificacion. Certifico, que en Junta Provincial de / temporalidades que se celebro ante / mi en esta ciudad, hoy … / veinte y cinco de Agosto de mil sete-/cientos y setenta … se hizo por mi / presente la carta y lista ante-/cedentes y visto por todos los señores / enterados por su S[eñori]ª de que la cruz de / plata de que se habla con el Lignum / Crucis se recogió en esta ciudad, y se halla con las demás alhajas de plata / en este Colegio a donde la trajeron / los Padres del de Mompox, diciendo // [Fol. 340r] haberla reservado para su consuelo, / se acordó uniformemente se ponga la / dicha lista en este quaderno para que siga a su destino con certificación de / la Junta, y enseguida nota de la par-/tida de la cruz hallada a los / padres al tiempo que llegaron a esta / ciudad, y por cuya causa no pudo existir en Mompox, para que asi / conste, dándosele de ello noticia al Comisionado de aquella villa para / que lo anoten donde corresponda / según que asi consta de la citada Junta original, en su respectivo / quaderno a que me remito= Mateo Carrasquilla =

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A N E X O 6

1800. Remate del edificio que fue Colegio de los jesuitas en la villa de Mompox. (AGN. TEMPORALIDADES, T. 23, fols. 523r – 526r)

[Fol. 523r] Remate = En la villa de Santa / Cruz de Mompox a veinte y ocho días / del mes de Julio de mil y ochocientos, halladose en estos reales oficios los Señores Ministros de Real Hacienda Don Jose Feliciano / Casal, Contador, y Don Mathia Ruiz / Forero, a efecto de practicar el remate / del edificio del que fue Colegio ….. / mandaron sus mercedes se trajese / al pregon como se ejecuto por voz de Rafael Valiente, que hace oficio de pregonero / por no hacerlo publico diciendo: Quien quisiere hacer postura al edificio del Colegio / que fue de los ex jesuitas, y hoy aplicado // [Fol. 523v] a la Real Hacienda, avaluado en tres mil / treinta y nueve pesos, seis reales ocurra se / le admitirá: La que hiciere, que se ha de / rematar en este dia, luego a la hora en / quien mas diere; y no obstante de haberse / estado pregonado repetidísimas veces, y / juntado crecido numero de gentes de una / y otra clase, no hubo quien hiciere pos-/tura, hasta que pareció el Señor Regi-/dor Alcalde Mayor Provincial Jubilado / por su Majestad Don Pedro Martinez / de Pinillos, y dijo: que sin embargo de / considerar que los Maestros Mayores / Alarifes de esta expresada villa han / dado a los fragmentos del edificio de este / dicho Colegio que fue de la propiedad de / los ex jesuitas de ella, un avaluo superior, / pues el de albañilería ha apreciado todas / las paredes de el como si estuvieran sin / daño alguno, y fueran totalmente utiles / de modo que con un corto aliño hubieran / en lo general de servir para quales / quiera piezas a que se destinaren, sin / considerar

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que varios paredones que / están a trozos y en lugares muy distantes / unos de otros, como son los de sacristía, [Fol. 524r] corredores y traspatios, están del todo arruinados / y sin que de ellos pueda siquiera apro-/ vecharse un ladrillo por hallarse sin techo alguno y expuestos a la inclemencia de los / soles, y aguas hace mas tiempo de treinta / años de modo que no pudiendo ser aplicados para / pieza alguna asi por estar muy maltra-/tados como por su extravio y separación / se hace precisamente forzoso derribarlos / a costa del que comprare la expresada obra material; de que se deduce que / en vez de tener aprovechamiento el comprador le resulta un reconocido perjuicio / el que también es de esperar le proceda en / quanto al avaluo de las texas que sir-/ven de cubierta al techado de dicho edificio / pues las regula dicho Maestro Mayor por / doce mil que parece imposible las haya, ha / mas de que aun quando las hubiere es precisamente forzoso estén quebradas quando / menos la tercera parte de ellas, pues se / haya noticioso esta todo el dicho techo / todo lleno de goteras y por lo respectivo a / carpintería cree el Señor exponente / que tal vez no podrá aprovecharse una / sola vara, puesto que las mismas goteras [Fol. 524v] las han imposibilitado en términos de no poder / servir lo que igualmente sucede con el de mas maderaje. Con todo exitado (citado) el / Señor exponente y su sobrino Don Cayo / Martinez de Pinillos, con quien tiene / hecho Compañía de Comercio, del amor / patriótico que anima a muchos sujetos de / esta villa a proporcionar la erección del / Hospicio de que trata este expediente para la recogida de pobres mendigos en que el /señor que expone y el expresado su sobrino Don Cayo no son los menos intere-/sados pues ambos han sido ofertantes / para el ante expuesto fin; considerando / no haber como no hay en esta villa otro / lugar mas a propósito, y comodo para la erección de dicho Hospicio y demás fines / piadosos que a beneficio de este vecindario de / lugar el ámbito de su terreno a que en / el se construyan, erijan y fabriquen hace por si y a nombre de aquel postura a dicho / terreno y fragmentos por la cantidad de / mil seiscientos pesos con calidad de aplicar / uno y otro a dichos fines, obligándose a que / sea la reedificación y construcción de / ella desde su principio hasta su conclu-// [Fol. 525r] cion a cargo y por cuenta de la compañia / de comercio que tio y sobrino tienen y de que queda / hecha mención, pero bajo la precisa condición / de que la ereccion, construcción y reedificación / de la expresada obra material de dicho Hospicio / y demás haya de ser al arbitrio, dirección, y disposición del Señor Postor y su sobrino el referido Don Cayo Martinez de Pinillos // hasta su entera conclusión a lo que se / parece es de accederse por sus mercedes con / respecto a que sobre lo relacionado concurre / la particularidad de no haber habido quien / haya hecho postura alguna a los fragmentos de

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Anexo 6

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dicho edificio, por no considerarlos utiles / ni aplicables a otra alguna obra, ni poderse esperar adelantamiento en su beneficio / aun quando para este efecto quisiese / alguno comprarlos a causa de la inutilidad / de la finca y breve ruina que amenaza. / Y oydo todo por los Señores Ministros que / presiden dijeron que sin embargo de que la / postura por si y a nombre de su sobrino / y compañero don Cayo Martinez de Pinillos / hace el Señor Regidor Jubilado Don Pedro / Martinez de Pinillos al edificio y fragmentos / del que fue Colegio de los ex jesuitas / [Fol. 525v] no cubre las dos tercias partes de sus avaluos / la admiten quanto ha lugar por derecho / en la justa consideración, no solo de ser / cierto todo lo que expone dicho Señor / como que su Merced tiene la cosa pre-/sente, sino porque conceptuan con sobrado / fundamento que según ha estado si breve no se repara se aminora de modo / que no venga a quedar otra cosa que / el solar de su fabrica, pero que no / concurriendo en sus mercedes facultades para la aprobación de este remate la / difieren a la superioridad del Excelen-tisimo Virrey del Reyno de / quien emana su comisión para cuyo / efecto, y que su excelencia disponga / lo que le parezca conveniente man-/daron se le de cuenta con el expedí-/ente original quedando de el, testimo-/nio según esta prevenido en su Superior / Decreto de diez y nueve de Mayo ultimo con lo qual se concluyo esta dili-/gencia que firmaron sus mercedes / con el Señor Rematador por ante mi / el Escribano de que doy fe = Jose Feli-/ ciano Cabal = Mathias Ruiz = Pedro // [Fol. 526r] Martinez de Pinillos = Cayo Martinez de Pinillos = Remigio Antonio Valiente =

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Índice onomástico

ABONDANO, Martha 558

CABERO, Hernando 539, 601

ÁLVAREZ MARÍN, Fidias 558, 593

CARRERA, Juan Manuel de la 566, 593

AMAYA, Alejo 497, 537, 594

CAYCEDO, Domingo 587

ÁNGEL VILLARREAL, Josefa 583

CERVELLINI, José María 505

ANTEQUERA, Maria Teresa 582

COLETI, Guiandoménico 507, 594

ARÉVALO CEDEÑO, Ambrosio de 514

CORCUERA, Bartolomé Lázaro de 529, 530, 531, 585

ARIZÁBAL, Miguel Jerónimo 582 ASCASÚA, José 531, 584, 586

B BARROS, Diego de 572 BERROCAL, Antonio de 584, 603 BONPLAND, Aimé 587 BRICEÑO JÁUREGUI, Manuel 497,

CORRADINE ANGULO, Alberto 497, 502, 515, 516, 594

D DEL REY FAJARDO, José Pássim

504, 505, 506, 594

ECHAVE, Miguel de 583

BORDA, José Joaquín 510, 595

ESCOBAR, Buenaventura de 582

BORROMEO, Carlos 515, 537

ESTÉVEZ, Joseph 582

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F FILIPPO, Leonardo de 578 FILIPPO, Alicia de 578

G GARCÍA, Héctor 558 GARCÍA CAICEDO, Manuel 566 GARCÍA DE BONILLA; Antón 568 GÓMEZ PICÓN, Rafael 500, 594 GÓMEZ TARELO, Gerónimo 569

LOSADA, Carlos de 583

M MADARIAGA, Andrés de 599, 604, 608, 616, 617, 618 MADARIAGA, María del Socorro 583 MARTÍN, Francisco 512 MARTÍNEZ, Pedro Antonio 545 MARTÍNEZ DE PINILLOS, Cayo 548, 587, 630, 631

GONZÁLEZ DE HUEDO, Juan

MARTÍNEZ DE PINILLOS, Pedro 494, 495, 517, 527, 528, 548, 549, 551, 586, 587, 588, 592

GONZÁLEZ MORA, Felipe Pássim

MEDINA, Toribio 533

GROSIS, Jerónimo 537, 599, 600, 604, 605

MELÉNDEZ, Antonio 583

GUTIÉRREZ, Ignacio 537, 599, 600

MELGAR, Gabriel de 497, 568

GONZÁLEZ, Marcos

MELÉNDEZ SÁNCHEZ, Jorge MESA, Andrés 587

H HERNÁNDEZ DE ALBA, Guillermo 542, 549, 594, 595

MOLINA, Toribio de 537, 599 MORÓN, José Francisco 567 MORÓN, Juan Antonio 583, 584, 602

HERRERA ÁNGEL, Marta 499, 502, 594

MUÑOZ, Nicolás 582, 584

HORUS, Simón 537

MUTIS, José Celestino 542, 595

HUMBOLT, Federico Alejandro 587

N I

NÁJERA, Pedro Manuel de 549, 587 NIETO, Joseph 583

J JULIÁN, Antonio 568, 594

O ORTEGA, Rodrigo de 568

OSSA, Lucero de la 578 OSTIA Y MIRA, María de 584

L LYRA, Gonzalo de 504 LINARES, Jorge de 582, 583

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P PACHECO, Juan Manuel 496, 514, 530, 539, 568

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Í NDI C E ONO M ÁSTI C O

PALENCIA, Luis de 529, 585 PAVA, Raimundo 549, 587 PEREIRA, Ana 584 PÉREZ, Carlos 558 PÉREZ, Salvador 537, 599, 605 PONTÓN, Jesurum 553, 589

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T TOEBAST, Ignacio 504 TORRE Y VARGAS, Juan Joseph 584 TRES PALACIOS, Vicente 543, 545

Q QUEVEDO, Joseph Carlos 582 QUINTERO, Francisco 582

V VALDIVIESO, Juan 537, 599, 601 VALLÍN, Rodolfo 558, 559, 595

R RAVADÁN, Joseph Antonio 583 REY, Gustavo 578

VELASCO, Juan de VERGARA, Roque Bernardo de VALENZUELA, Eloy

RIBÓN, Cayo 578 RIBÓN, Manuel Germán 578 RICHTER, Enrique 505 ROBINSON, David J. 506, 595 RODRÍGUEZ HONTIYUELOS, Mariano 551 RUEDA, Agustín 537, 599, 600, 626 RUEDL, Cristóbal 505

S SALCEDO DEL VILLAR, Pedro 501, 508, 509, 512, 595 SALDAÑA, Francisco 583 SAMPER, José María 509, 510, 595 SANTA GERTRUDIS, Juan de 506, 507, 594 SANTISTEBAN, Miguel de 506 SANTOS, Ana María de los 582 SAMUDIO TALERO, Alberto 558 SEOSI, Cristóbal de 583 SERRANO DÍAZ, José 543 SOLANO DE LEÓN, Antonio 583, 586

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Los jesuitas en Mompox1643-1767. AĂąoranzas de un pasado cultural Se terminĂł de imprimir en el mes de marzo de 2013, en los talleres de Javegraf, BogotĂĄ, D.C., Colombia. Compuesto con tipos Stone serif y Stone sans serif e impreso en propalibros de 75g.

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