Herpetofilos13

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Mantis Orquidea. Foto: Héctor Manuel Echeverría

El fascinante mundo de las Mantis Religiosas

Los CIVS y la conservación de la herpetofauna

Distocia en reptiles

Bci Hypo het sunglow. Foto: Biol. José Luis Ortiz

Año 2 Número 13 • 4to trimestre del 2010

BOA CONSTRICTOR Cuota de recuperación de este ejemplar $25.00

Y

10 DE SUS SUBESPECIES: La reina del Continente Americano, cuidados, mantenimiento y reproducción en cautiverio 1


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Mantis Orquidea. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Editorial

Estimados lectores, esta revista nunca fue pensada como negocio sino como un medio de difusión y encuentro para todos los que amamos a los reptiles, anfibios o artrópodos.

Boa Constrictor

Lamentablemente hoy queremos informarles que por costos de impresión y distribución, el proyecto ya no es rentable. Sin embargo, no dejaremos morir este sueño al que le hemos dedicado ya un poco más de dos años.

11 Mantis Religiosa 14 La Función de los CIVS en la Conservación

de la Herpetofauna

17 Distocia en Reptiles

A partir de ahora, la revista Herpetófilos será completamente digital y su acceso y distribución serán gratuitas para todos vía internet. Sabemos que perderemos la magia de una revista impresa, pero ganaremos mucho más espacio para difundir artículos de especialistas que desean dar a conocer su trabajo, y que llegaremos a más personas que nunca pudieron adquirir la versión impresa de Herpetófilos, incluyendo por supuesto a nuestros amigos de otros países a los que no podíamos enviárselas. Por este motivo ya no estamos recibiendo suscripciones y estamos haciendo todo lo posible por difundir nuestra revista en línea. Hoy la tecnología nos permite tener revistas electrónicas fasinantes que no pierden imagen ni diseño editorial; así que confiamos en que seguirán leyéndonos. Agradecemos a todos los que siempre han confiado en nosotros, tanto a nuestros patrocinadores como por supuesto a los lectores y colaboradores, es un gran honor contar con ustedes.

Directorio Editores Generales: M. en C. María Elena González Gefú Giovanni Ambrosi

¡MUCHAS GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN Y APOYO! NOS VEMOS EN LA WEB: www.regius.com.mx

Mantis Diabólica. Foto: Héctor Manuel Echeverría

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Colaboradore: MVZ Carlos Chagoyán Fernando Barrera MVZ Heber Ramón Santiago Iván López, RICTUS MVZ, MC. Javier Ojeda Chávez Fotografía Luis Felipe Vázquez Héctor Manuel Echeverría José Luis Ortiz Víctor Manuel Pérez Heber Ramón Santiago

Luis Felipe Vázquez Vega

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lugar

do del tercer concurso de fotografía científica de CONACYT en la categoría de “Ensayo sobre la investigación científica”.

Diseño: Laura Sortibran Impreso por: Grupo Más Soluciones / ACIP. Viaducto 74 Col. Atenor Salas, México DF. Tel. 10 85 83 20

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Exerodonta juanitae, se encontró en la localidad llamada “Mil aguas” en el municipio de Pluma Hidalgo, Oaxaca.

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Boa

constrictor MVZ. Carlos Chagoyán

La boa constrictor es muy distinta de la Acrantophis en la constitución, en el número de cromosomas y en muchos detalles de las escamas. Y aunque la boa constrictor y las boas malgaches del género Acrantophis han sido emparentadas por Kluge, (1991: Boine snake phylogeny and research cycles. Misc. Publ. Mus. Zool. Univer. Michigan 178: 1-58) dentro del género Boa, no hay motivo para incluirlas en el mismo género y de tener a las dos como géneros completos que podrían no estar relacionados en forma cercana más allá de compartir caracteres primitivos y adaptaciones paralelas a una existencia terrestre (De Vosjoli, et. al., 1998; Walls, 1998a). Aunque la boa cola roja, B. constrictor, es una de las serpientes más comunes en cautiverio, y ya ha sido producida en grandes cantidades desde hace algunos años, queda quizá como la boa más confusa en terrenos de la taxonomía, con una multitud de subespecies descritas que es difícil distinguirlas con certeza. Es difícil reconocer la mayoría de las subespecies de Centro y Sudamérica porque el gen no ha sido revisado en detalle en la actualidad y la mayoría de las subespecies parecen estar basadas en variaciones muy locales de número de escamas, patrones y color. Walls (1998) considera casi todas las subespecies descritas de Boa como sinónimas de Boa constrictor. No obstante reconoce tentativamente las boas aisladas en las islas del Caribe de Santa Lucía y Dominicana (Boa c. orophias y Boa c. nebulosa respectivamente) como especies completas, Boa orophias y Boa nebulosa, porque es dudoso que hayan podido intercambiar genes con las boas continentales durante muchos años y son distinguibles con cierta facilidad de las boas continentales. Sin embargo, Uetz, De Vosjoli y Drewnowski, entre otros, reconocen una sola especie con algunas subespecies (Drewnowski, 1995; De Vosjoli, et. al., 1998; Walls, 1998a; Uetz, 2003). Aunque la boa cola roja, B. constrictor, es una de las serpientes más comunes en cautiverio, y ya ha sido producida en grandes cantidades desde hace algunos años, queda quizá como la boa más confusa en terrenos de la taxonomía, con una multitud de subespecies descritas que es difícil distinguirlas con certeza. Es difícil reconocer la mayoría de las subespecies de Centro y Sudamérica porque el gen no ha sido revisado en detalle en la actualidad y la mayoría de las subespecies parecen estar basadas en variaciones muy locales de número de escamas, patrones y color. Walls (1998) considera casi todas las subespecies descritas de Boa como sinónimas de Boa constrictor. No obstante reconoce tentativamente las boas aisladas en las islas del Caribe de Santa Lucía y Dominicana (Boa c. orophias y Boa c. nebulosa respectivamente) como especies completas, Boa orophias y Boa nebulosa, porque es dudoso que hayan podido intercambiar genes con las boas continentales durante muchos años y son distinguibles con cierta facilidad de las boas continentales. Sin embargo, Uetz, De Vosjoli y Drewnowski, entre otros, reconocen una sola especie con algunas subespecies (Drewnowski, 1995; De Vosjoli, et. al., 1998; Walls, 1998a; Uetz, 2003). Esta es la especie de boa más común en los terrarios de los aficionados y zoológicos. Aunque es variable en su coloración, patrón y marcas, no presenta dificultad para su reconocimiento. La banda café oscuro al centro de la cabeza, que algunas veces se rompe entre los ojos, es una marca característica de la especie (Fogel, 1997).

En los especímenes típicos, el dorso es de un grisáceo pálido hasta café arenoso, que se hace más blanco en la cola. El vientre es blanquizco a grisáceo y a menudo tiene motas y manchas negruzcas en algunos lugares, que se hacen más negras caudalmente. La parte superior de la cabeza es canela pálido, excepto en una banda café más oscura bien definida que va de la punta del hocico hacia la nuca y algunas veces el cuello, ensanchándose detrás del nivel de los ojos. Esta banda puede estar rota arriba de los ojos o puede presentar líneas perpendiculares laterales pequeñas hacia los ojos. Entre los costados del hocico y enfrente del ojo presentan un rectángulo café oscuro; los labios están muy moteados con color oscuro, y hay una banda ancha café oscuro que va de atrás del ojo hacia atrás de la comisura de la boca y bordeada abajo por una banda blanca. También hay una banda ligeramente inclinada que va del ojo, sobre el labio superior. En el dorso hay muchas bandas (de 15 a 35, dependiendo de la subespecie) en forma de reloj de arena, color café oscuro que se amplían en una forma romboidal en los costados superiores y ahí presentan a menudo un rombo u óvalo blanquizco a amarillento. Las bandas cruzadas pueden ampliarse o hacerse angostas en el centro del dorso y pueden ser conectadas a lo largo del lado del dorso. En algunas subespecies, principalmente de Sudamérica, estas bandas presentan una prolongación longitudinal en dirección craneal y otra en dirección caudal, formando la silueta de un murciélago con las alas extendidas; estas marcas son llamadas “picos de viuda”. En el costado inferior hay pequeños diamantes o rombos, alternados, café oscuro, usualmente con centro pálido. En muchos especímenes de casi cualquier parte de su zona de distribución, la especie tiene muy amplias las bandas cruzadas en la cola, de color de café más oscuro a un brillante rojo caoba, delineada a veces con negro (Fogel, 1997; De Vosjoli, et. al., 1998; Walls, 1998a; Stöckl y Stöckl, 2002a-j). Los adultos promedio miden de 2 a 3 m de longitud, con extremos de 1 m de especímenes al norte de México y hasta 4.5 m en Brasil y Argentina; la cola es del 10 al 14% de la longitud total, más larga y delgada en los machos que en las hembras. El tamaño máximo de la especie se trató de una Boa c. constrictor de un zoológico estadounidense que midió 5.65 m. Son animales bastante longevos con un record de un animal del zoológico de Filadelfia en Estados Unidos, que vivió 40 años 3 meses 14 días (Stöckl y Stöckl, 2002a-j; Roca-Rey, 2002a).

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Distribución y hábitat Las boas cola roja se encuentran en un área enorme de la América tropical, desde el noroeste de México (Sonora, a unos pocos kilómetros de los Estados Unidos) hasta el norte de Argentina, al sur de Buenos Aires. También ocupa las islas de Trinidad y Tobago, las cuales están cercanas al continente. Su distribución no es continua, y hay algunas zonas donde es poco común, rara, o ausente (De Vosjoli, et. al., 1998; Porras, 1999; Roca-Rey, 2002a). La boa constrictor, se encuentra cerca del agua en la mayoría de su entorno y en condiciones que van desde sabanas secas hasta los bosques lluviosos profundos. Los adultos son mayormente terrestres y nocturnos, se alimentan de una gran variedad de mamíferos, aves y ocasionalmente de lagartos grandes (y supuestamente caimanes también). Los jóvenes son más arborícolas y es más probable que se encuentren en los árboles cerca del agua. En la naturaleza los jóvenes nacen durante los meses del verano, pero hay mucha variación, como podría esperarse en su amplia distribución (Walls, 1998a).

uz. ías de Xalapa, Veracr erator en las cercan Boa constrictor imp s Ortiz Foto: Biol. José Lui

Subespecies Las variaciones se exhiben, en las hileras de escamas dorsales, en las escamas ventrales y subcaudales, en el número de bandas cruzadas dorsales, así como en detalles de coloración. Como regla general, los especímenes de México y de Centroamérica son de coloración opaca, temperamentales (muchas excepciones), tienen menos de 80 hileras de escamas a la mitad del cuerpo, a menudo tienen cortas y débiles las líneas perpendiculares que se desprenden de la banda de la cabeza, sobre los ojos, y tienen menos de 252 escamas ventrales. Dentro de esta área hay muchas variaciones locales, especialmente los pequeños especímenes de Cayo Cochinos (Islas Hog), fuera de Honduras que tienen un desarrollo débil del patrón dorsal y colores que tienden al naranja pálido sobre la cola y un tenue rubor rosado sobre un cuerpo canela. La forma mexicana se extiende hacia Sudamérica, oeste de los Andes hasta Perú. En la mayor parte de Sudamérica al este de los Andes y norte de Bolivia y sur de Brasil, las boas tienen de 81 a 95 filas de escamas a la mitad del cuerpo, alrededor de 230 a 250 ventrales y no tienen las marcas perpendiculares en la banda de la cabeza. Los especímenes de este vasto entorno pueden tener grados variables de tintes rojos en las bandas cruzadas sobre la parte posterior del cuerpo y cola. Al sur del entorno, las boas son más variables y se han nombrado varias formas (Fogel, 1997; Porras, 1999). La especie tiene una formidable sinonimia, incluyendo los siguientes: auspex, diviniloquus, eques, formosissimus, isthmica, melanogaster, rex-serpentum, sigma, amarali, constrictor, imperator, longicauda, mexicana, nebulosa, occidentalis, ortonii, orophias y sabogae, de las cuales sólo se reconocen las últimas diez (Walls, 1998a; Uetz, 2003).

Boa c. amarali

Boa c. imperator

La boa de cola corta, refiere su nombre a que las marcas características de la cola se encuentran en menor cantidad y regularmente aparecen a la altura de la abertura de la cloaca. Los “picos de viuda” son muy evidentes y distintivos en esta subespecie. Presenta de 18 a 24 marcas en el dorso. Esta, habita al sur de Brasil, este de Bolivia y Paraguay. Es también una de las llamadas boa de cola roja. La talla máxima de las hembras es de 2.4 m (Stöckl y Stöckl, 2002a; Roca-Rey, 2002j).

La boa común carece de los “picos de viuda” característicos de las otras subespecies; es una de las que más bandas presenta en el dorso pudiendo contarse desde 21 hasta 30 o más; y las marcas de la cola son de un color menos vistoso, siendo de café oscuro a café anaranjado.

Boa c. constrictor El nombre más común que se le ha dado a esta subespecie es el de boa de cola roja debido a que el color que presentan las marcas características de la cola de un rojo caoba brillante. Esta habita la parte norte de Sudamérica (incluyendo Trinidad y Tobago) al centro de Sudamérica al este de los Andes. Los “picos de viuda” son muy evidentes en la gran mayoría de los ejemplares; las marcas del dorso pueden contarse normalmente no más de 20. Esta es la subespecie más grande, pudiendo llegar a medir hasta 4.8 m, y especímenes espectaculares como el del zoológico de Nueva York, en donde se exhibió un ejemplar de 5.6 m. Los especímenes de Surinam y Brasil son los más deseados dentro de la herpetocultura norteamericana, ya que son los que más evidente presentan el color rojo caoba brillante en las marcas de la cola (De Vosjoli, et. al., 1998; Stöckl y Stöckl, 2002b).

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Esta habita desde el sur de México, Centroamérica y este de Colombia y Ecuador en Sudamérica. Esta se encuentra dentro de las subespecies de tamaño mediano con ejemplares que rara vez pueden llegar a los 3 m, situándose normalmente en los 2 m. La Boa c. imperator de Cayo Cochinos (Hog Island) tienen la cualidad de cambiar su tono: durante la mañana se vuelven muy claras y casi sin marcas, mientras que durante la noche se vuelven más oscuras y ricas en contraste, por lo que se les ha llegado a llamar “boa camaleón” y son hipomelanísticas naturales; normalmente son más pequeñas que las B. c. imperator continentales, con tallas máximas de 1.2 a 1.5 m cuando adultas. Sin embargo, existe duda de si se trata de la misma Boa c. imperator continental o si ha evolucionado en forma aislada de la forma continental. Otras B. c. imperator habitan islas cercanas al continente (Isla Mujeres, isletas fuera de las costas de Belice y al sur del Golfo de Honduras). La mayor parte de las mutaciones en el patrón y color son atribuidas a esta especie aún cuando es muy probable que otras subespecies hayan intervenido también (De Vosjoli, et. al., 1998; Porras, 1999; Stöckl y Stöckl, 2002c-e).


Boa c. longicauda

Boa c. ortonii

El nombre longicauda (boa de cola larga) indica que se trata de la subespecie con la cola más larga; de hecho sólo refiriéndose a las marcas características de esta, sin embargo, este factor fue refutado por De Vosjoli. La principal característica con la que puede ser identificada esta subespecie es por las marcas laterales de la cabeza: la de enfrente y detrás del ojo y por la marca dorsal características de la especie, más oscuras que el resto de las subespecies. Dependiendo de estas marcas, las boas cola larga o “tumbesboa” parecen indios americanos con pintura de guerra en la cara. Esta subespecie se encuentra entre las más grandes, alcanzando tallas de hasta 3.3 m, midiendo de 2.5 a 3 m las hembras y un poco menos los machos (De Vosjoli, et. al., 1998; Stöckl y Stöckl, 2002f; Roca-Rey, 2002f).

La boa de Orton, parece un híbrido entre Boa c. constrictor y Boa c. occidentalis, por lo que fue ignorada como un taxón reconocible durante mucho tiempo. Son boas de un color ligeramente más claro que B. c. occidentalis, con “picos de viuda” apenas visibles en algunas de sus bandas, con ejemplares con ausencia de estas marcas. Se distribuye desde la provincia de Tumbes, Perú a las regiones montañosas de La Libertad y el límite al este es Cajamarca. Esta subespecie habita en sitios donde la temperatura de invierno puede descender hasta los 17 y 8°C y con una humedad relativamente baja durante el verano de 65%, comparada con la de las otras subespecies que sus requerimientos de humedad y temperatura son mayores. Se han encontrado ejemplares en la provincia de Cascas a 1850 msnm y de San Benito a 1900 msnm. Las hembras adultas pueden llegar a medir hasta 2.8 m (Stöckl y Stöckl, 2002h; Roca-Rey, 2002g).

Boa c. mexicana

Boa c. orophias

Aún considerada Boa c. imperator por la mayor parte de los autores. La boa mexicana podría tratarse de la forma más norteña de toda su distribución, refiriéndose a ejemplares de los estados de Sonora y Chihuahua, en la región montañosa Tarahumara, viviendo en elevaciones de hasta 1200 msnm. Los ejemplares que habitan en la región Tarahumara son animales pequeños que escasamente sobrepasan los 150 cm de longitud (De Vosjoli, et. al., 1998; Stöckl y Stöckl, 2002e,l; Uetz, 2003).

La boa de Santa Lucia, isla del Caribe. Presentan de 27 a 31 marcas en el dorso anchas y con “picos de viuda” apenas visibles en algunas marcas. Esta subespecie es conocida por tener un temperamento agresivo. Son boas de tamaño mediano de hasta 3 m (Porras, 1999; Stöckl y Stöckl, 2002g; Roca-Rey, 2002k).

Boa c. nebulosa

Boa c. sabogae

La boa nublada de la isla Dominica, entre las islas Guadalupe y Martinica. Es una especie poco atractiva para los criadores norteamericanos, por ser oscura. Son animales de talla mediana pudiendo llegar a los 3 m. Las marcas del dorso son muy gruesas y normalmente se encuentran unidas entre sí formando cuadrados irregulares al centro del dorso. Los “picos de viuda” también son más gruesos que en las otras subespecies. Es probable que esta y la Boa c. orophias se traten de especies completas, ya que han permanecido aisladas y es difícil advertir que hubiera intercambio genético durante mucho tiempo con las boas continentales (Walls, 1998a; Porras, 1999; Stöckl y Stöckl, 2002g; Roca-Rey, 2002h).

Boa de la isla Saboga, localizada en la punta norte del archipiélago de las Perlas. Esta se encuentra en inminente peligro de extinción o probablemente ya se encuentre extinta en la naturaleza. Se trata de animales hipomelanísticos (presentan una menor cantidad de melanina en piel) naturales y existe la teoría de que algunos criadores crearon los primeros animales hipomelanísticos a partir de esta subespecie. La talla de las hembras puede ser de 2.1 m (Porras, 1999; Stöckl y Stöckl, 2002i; Roca-Rey, 2002i).

Boa c. occidentalis La boa argentina tiene una sombra marrón oscuro a negro. Los ejemplares de esta subespecie son de tamaño mediano a grande midiendo de 3 a 3.5 m, no presentan “picos de viuda” y sus bandas se encuentran unidas de manera similar que las de Boa c. nebulosa , tienen formas cuadradas o circulares irregulares al centro del dorso. Es una especie aunque poco atractiva, muy apreciada por tratarse de una especie poco común. Una forma de albinismo fue encontrada en esta subespecie, confundiéndose en un principio con un animal hipomelanístico. Es la única subespecie listada dentro del apéndice I de la CITES, lo que denota que se encuentra en peligro de extinción (Stöckl y Stöckl, 2002j; Roca-Rey, 2002e).

Otras subespecies que ya no son reconocidas son: la boa de vientre negro, Boa c. melanogaster, considerada una variación de Boa c. constrictor; y la boa de las Islas Marías, Boa c. sigma que probablemente se trate de Boa c. mexicana o imperator.

B. c. auspex: de Venezuela. B. c. divinoloquus: viviendo en México. B. c. eques: viviendo en Perú. B. c. formosissimus: de Colombia. B. c. isthmica: viviendo en Panamá y al norte de Colombia. B. c. rex-serpentum: del norte de Sudamérica, lo que es una referencia muy vaga (Walls, 1998a; Stöckl y Stöckl, 2002e; Roca-Rey, 2002b).

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Temperatura y humedad

Variaciones en el patrón de marcas

Estas boas se adaptan bien al cautiverio si los terrarios son grandes; se mantienen calientes, con gradientes de temperatura de 27 a 32°C, con un calentador bajo el terrario, una luz calefactora, un recipiente grande para agua, y muchas áreas para esconderse y para trepar; y pueden vivir 20 o aún, 30 años. El sustrato puede ser papel periódico, alfombra, una mezcla de arena y musgo de turba; viruta de álamo (no se debe usar viruta de cedro) o guijarros. En la noche la temperatura puede descender a los 22°C. Durante el periodo de brumación, la temperatura disminuye ligeramente de 2 a 3°C durante el ciclo diario. La humedad del terrario puede permanecer en un 60%, y proveerlas de un escondite en el que la boa puede permanecer durante el día, y que debe mantener una humedad más alta de hasta un 75-80% (RocaRey, 2002a; De Vosjoli, et. al., 1998).

Arabesco: es un gen codominante que altera el patrón de bandas, unién-

Alimentación Estas boas se alimentan de una variedad de mamíferos y aves de tamaño apropiado, los especímenes más grandes pueden alimentarse de conejos. En cautiverio, la mayor parte de los ejemplares, aceptan cualquier tipo de presa de tamaño adecuado: ratones, ratas, cuyos, conejos, codornices y pollos (De Vosjoli, et. al. , 1998).

Reproducción La reproducción puede tomar lugar en cualquier momento del año, dependiendo de la variante geográfica que se tenga, pero muchos propietarios prefieren brumar sus animales durante seis a ocho semanas en el invierno, disminuyendo la temperatura lentamente hasta 22°C mientras que le retiran la comida y reducen la luz del día; el agua debe estar siempre disponible. Cuando se regresa a las serpientes a la temperatura normal y luz durante la primavera, ellas deben reproducirse sin problema. Las hembras gestantes pasan la mayor parte del tiempo calentándose. La gestación puede durar de cuatro a seis meses. Los jóvenes miden de 35 a 50 cm de longitud y nacen de 10 a 50 por camada; se han reportado camadas de 60 y hasta más crías. Es probable que también haya huevos infértiles y embriones nacidos en varias etapas de desarrollo que no llegaron a término presentes en la camada. Los jóvenes se alimentan después de su primera muda en una a tres semanas. Pueden alcanzar su madurez sexual en tres años (Walls, 1998a; Ross y Marzec, 1990).

dolas por los costados creando un patrón en forma de cadena sobre el dorso. Este gen también está relacionado con un aumento de melanina en las bandas del dorso (Romine y Hammond, 2000).

Arabesco sunburst: estos ejemplares, presentan el patrón arabesco, con la coloración “sunburst” (el sunburst es un linaje de boas colombianas que presentan una coloración anaranjada y rosa), eliminando un poco de la melanina en la piel (Hammond, 2000). Aberrantes: aunque la mayoría de estas alteraciones en el patrón de marcas no es de naturaleza hereditaria, dan apariencia diferente y son llamativos. Estos rasgos aberrantes se presentan en los patrones jungla, lineado o lineado inverso, los cuales son de tipo hereditario, aunque también pueden presentarse patrones muy similares a estos, pero atribuidos principalmente a temperaturas inadecuadas durante las últimas semanas de la gestación (Ross y Marzec, 1990; Drewnowski, 1995; Romine, 2000a). Jungla: este patrón se originó en Suecia, por el cruzamiento de boas aberrantes. Este rasgo es de tipo hereditario, es un gen codominante, y es un gen muy variable. Las boas con este rasgo pueden presentar desde alteraciones apenas perceptibles en las marcas del dorso, o presentar un patrón casi normal de bandas transversales pero unidas en el centro del dorso por manchas longitudinales irregulares, hasta presentar un patrón lineado o zigzagueante en el dorso. Cuando se cruzan dos animales con el patrón jungla, darán origen a la forma super jungla (Kahl, 2000a). Abigarrado (Motley): los animales con este rasgo, presentan una fusión lineada de las marcas del dorso, con círculos claros al centro de esta fusión de marcas. Las marcas características de la cola, están completamente fusionadas sin presentar división, formando una línea ancha longitudinal. Estos animales no presentan las marcas de los costados. El primer ejemplar conocido con este rasgo, hereditario de tipo codominante, llegó de Colombia a Estados Unidos en 1994. Al ser cruzado con una hembra normal, nacieron 12 crías, de las cuales la mitad presentaron este rasgo. El nombre proviene por la similitud en el patrón con la serpiente del maíz (Pantherophis g. guttatus) con el mismo rasgo genético “abigarrado” (Stone, 2000). Abigarrado centroamericano y Boa negra (Motley): el abigarrado centroamericano es una forma similar al abigarrado colombiano pero no pertenecen a la misma línea genética. Este rasgo también se trata de un gen codominante en forma heterocigota. La forma homocigota del mismo gen se le conoce como súper abigarrado o boa negra, dado que son ejemplares completamente negros sin patrón alguno (Barreiro, 2004).

Lineado inverso: es un gen recesivo muy variable que elimina en diverso grado las marcas del dorso dejando sólo dos líneas a los costados, lo que le ha dado el nombre de lineado inverso. Las marcas de la cola están intactas. El primer animal con este rasgo llegó de Centroamérica a Estados Unidos (Jablonski y Couch, 2000a). Lineado: al igual que el lineado inverso, el rasgo lineado, es causado por un gen recesivo muy variable que fusiona las marcas del dorso en diverso grado. Normalmente los animales con este gen, presentan fusionadas sólo las marcas de la cola y otros pueden estar completamente lineados, pudiendo aparecer ambos extremos en una misma camada (Kahl, 2000c). Lineado de Surinam (Boa c. constrictor): el primer ejemplar con este rasgo, fue importado de Surinam en 1996, y poco después de su arribo, parió una camada en la cual se incluían algunas crías parcialmente lineadas. Posteriormente fue reproducida con un macho normal, e igualmente nacieron crías parcialmente lineadas, dado por el gen codominante que produce este rasgo. La característica más importante de este tipo de lineado de Surinam, es que la línea en el dorso es perfecta de inicio a fin, sin ensancharse ni angostarse en su continuación. Las marcas de los costados y de la cola son las normales características de esta subespecie (Mercer, 2000).

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Súper lineado: estas boas presentan tres líneas color crema sobre una banda ancha longitudinal oscura que cubre el dorso. Las tres líneas parecen casi perfectas en simetría desde atrás de la cabeza llegando casi hasta la cola. Esta alteración en el patrón, se debe a un gen recesivo (Jablonski y Couch, 2000b).


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Mach o m otle yh et li

Variaciones en la coloración Amelanístico: gen recesivo que elimina la melanina en la piel; los animales con este gen demuestran una coloración amarillenta sobre la mayor parte del cuerpo y las marcas de la cola van de anaranjado a rojo. Existen varias líneas de amelanísticos dentro de la herpetocultura norteamericana y europea; existen 2 estirpes simples conocidas como la estirpe Kahl y la estirpe Sharp (por las personas que las desarrollaron Peter Kahl y Brian Sharp respectivamente) que son de un tono crema y blanco, sólo con las manchas anaranjadas a rojizas características de la cola. Las otras líneas de amelanísticos son la fase coral, que son animales con muchas manchas rojizas en todo el cuerpo sobre un fondo amarillo crema; y el amelanístico paradoja, que son animales amelanísticos, pero que presentan también pequeñas marcas negras poco propagadas en la mayor parte del cuerpo. Los primeros ejemplares amelanísticos fueron importados de Colombia a Estados Unidos en 1983; en 1990, Peter Kahl comenzó el proyecto obteniendo dos camadas de heterocigóticos y fue hasta 1992, cuando fue producido el primer amelanístico en cautiverio. La mayor parte de estos especímenes albinos de las líneas Kahl y Sharp son intergrados de Boa c. imperator con Boa c. constrictor y Boa c. occidentalis (Kahl, et. al., 2000). Amelanístico caramelo: es un gen recesivo denominado como amelanís-

tico positivo a tirosinasa (T+). Cuando son jóvenes, presentan una coloración rosácea con la cola roja, y conforme los animales maduran, se vuelven amarillentos con un tono de rojo más claro en la cola. Este tipo de amelanístico también tiene los ojos rojos (De Vosjoli, et. al., 1998).

Aneritrístico: es un gen recesivo que elimina la coloración roja de la piel. Los animales con este gen, presentan sólo tonalidades amarillentas, grises y negras (McCullah, 2000a). Nieve: es la combinación de dos genes recesivos (amelanismo y ane-

ritrismo) de forma homocigótica en un mismo animal. Estos animales son casi completamente blancos, sólo con algunas trazas de amarillo en todo el cuerpo, de ahí que su nombre sea nieve (Kahl, 2000b).

Paradoja: el único ejemplar se sabe existe de esta forma, fue el resul-

tado de la cruza entre dos ejemplares heterocigóticos para producir animales de fase nieve (heterocigotos de albinismo y aneritrismo en cada animal). El cruzamiento resultó en 5 boas albinas (66% heterocigóticas para nieve), 5 boas aneritrísticas (66% heterocigóticas para nieve), 12 boas normales (posiblemente heterocigóticas de uno o los dos genes recesivos), 3 boas nieve y la paradoja. Uno de los ojos de este animal carece de melanina; el color del cuerpo es amarillento, sin marcas rojas, pero con algunas marcas salpicadas negruzcas que rodean normalmente a las marcas de la cola, también en los costados y muy ligeramente sobre el dorso. La heredabilidad de este rasgo no ha sido comprobada aún (Davis, 2000).

Fantasma: es la combinación de dos genes recesivos (aneritrismo e hipomelanismo) de forma homocigótica en un mismo animal. Los animales con estos dos genes son muy opacos dando la apariencia de un espíritu o fantasma de película (McCullah, 2000a,b). Salmón o hipomelanístico: es un gen codominante que apareció a partir de animales importados de Panamá y desarrollado en Estados

Unidos. Este gen elimina la mayor parte de melanina en piel. Los anillos oscuros que rodean a las marcas de la cola normalmente, están ausentes o se muestran apenas visibles. De ésta hay dos líneas: la desarrollada por Jeff Gee denominada “colas anaranjadas”; y la desarrollada más tarde por Rich Ihle denominada “Salmón hipomelanístico”, que sin embargo, parecen proceder de los mismos ejemplares traídos de Panamá. Ambas líneas actúan casi de la misma forma y son de tipo codominante (McCullah, 2000b; Ihle, 2002).

Melanístico: son animales que presentan una mayor concentración de melanina en la piel, haciéndolos parecer animales casi negros con el patrón del dorso apenas distinguible. Aún se desconoce si este rasgo es hereditario o no (Crew, 2000).

Pastel: este rasgo es hereditario de tipo recesivo. Los animales con esta coloración más ligera son similares a los animales hipomelanísticos. Los anillos que cubren las marcas de la cola son muy contrastantes pero más delgados que una boa común (Ronne, 2000). Resplandor (Sunglow): es la combinación de dos genes: el amelanismo en forma homocigota y el hipomelanismo, al ser un gen codominante, puede ser de forma heterocigota u homocigótica, siendo en este ultimo caso un súper resplandor. Los animales que presentan estos rasgos, aparecen como amelanísticos con las marcas dorsales muy intensas en color anaranjado (Romine, 2000b). Sunburst: son animales ligeramente hipomelanísticos con una tona-

lidad rosácea, anaranjada y dorada sobre el cuerpo y un patrón de marcas limpio (Hammond, 2000).

Inconvenientes Con la excepción de los animales importados de Sudamérica a Estados Unidos y de ahí a México, que vienen altamente parasitados y estresados, esta especie no presenta problemas para adaptarse al cautiverio (la mayoría de los animales capturados sobreviven sólo algunos meses a menos que se les proporcione un cuidado veterinario extensivo). Los ejemplares nacidos en cautiverio difícilmente presentan problemas como anorexia, regurgitación o parasitosis (Bartlet, et. al., 2001). El verdadero problema reside en que un número creciente de criadores (principalmente norteamericanos y canadienses) de boas están reproduciendo animales de diversos patrones, coloraciones y entornos geográficos, resultando híbridos, haciendo difícil su identificación taxonómica y extinguiendo especies puras. Dichas “quimeras” son una catástrofe genética (Ross y Marzec, 1990; Stöckl y Stöckl, 2002m). Cuando se intente reproducir boas se debe de evitar mezclar especímenes de diferentes lugares y patrones de color o se obtendrán híbridos (la mayoría de las boas constrictor que hoy se crían en Estados Unidos y Canadá son híbridos). Ahora muchos criadores norteamericanos y europeos principalmente se preocupan por reproducir ejemplares de localidades conocidas, lo cual incluso incrementa su precio y resulta en un beneficio económico para el criador, que aquellos reproducidos sin conocer el lugar de colecta de los progenitores (Stöckl y Stöckl, 2002m).

Boa constrictor salvadoreña. Diego A. Sánchez. Foto: Víctor Manuel Pérez.

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Mantis Verde. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Fernando Barrera

MANTIS RELIGIOSAS Cuando nos referimos a una Mantis Religiosa hacemos caso omiso de lo que en verdad quiere decir y nos vamos con la idea de que se trata de solo un insecto. En realidad el termino Mantis Religiosa engloba a todo un orden de insectos, es decir, el nombre común de estos insectos es Mantis Religiosa pero en si hay muchos géneros y especies diferentes de ellas.

Mantis Diabólica. Foto: Héctor Manuel Echeverría

A los insectos que sufren una metamorfosis incompleta o gradual se les denomina hemimetábolos, como es el caso de las Mantis Religiosas. En la metamorfosis hemimetábola o gradual el insecto nace con una forma similar a la adulta (llamada ninfa), aunque sólo tiene parcialmente desarrolladas las alas y el aparato reproductor. La ninfa se transforma en adulto mediante un proceso gradual y no existe fase de pupa. Las fases de ninfa están separadas por sucesivas mudas o ecdisis del exoesqueleto rígido y cada fase sucesiva se aproxima más a la forma adulta. La metamorfosis de las Mantis es hemimetábola pasando de huevo, ninfa, sufriendo diferentes estadios ninfales; hasta llegar a adultos. Para identificar con mayor facilidad estos instares o estadios ninfales se usa una terminología basada en la letra L y un numero que le sigue, correspondiente al número de instar en el que la ninfa se encuentra; es decir, cuando una mantis recién eclosiona, se le llama ninfa en L1, cuando hace su primer muda pasa a el segundo instar y se le denomina ninfa en L2 y así sucesivamente; dependiendo de la especie varia la cantidad de mudas que se hacen hasta llegar a la etapa adulta.

Un instar antes de llegar a su etapa adulta se les llama subadultos y ya con la muda siguiente se les puede llamar adultas por fin, pues ya cuentan con la metamorfosis completa, tienen las alas y el aparato reproductor completamente desarrollados. La Mantis Religiosa es un insecto depredador. Acecha a sus víctimas permaneciendo inmóvil en algún arbusto. Son depredadores muy eficientes que comen una gran variedad de insectos de diferentes tamaños y clases, pueden devorar inclusive algunas otras presas que no son precisamente insectos sino ranas y lagartos de tamaño pequeño. Cuentan con un sofisticado armamento para poder realizar cacerías eficientes, su cuerpo esta completamente adaptado para matar, su cabeza es capaz de girar hasta 180° para poder estar atenta a cualquier posible presa. Su cuerpo está seccionado en tres partes Pronotum, Mesotorax y Metatorax, de cada una de estas sale un par de patas. Las patas que salen del Mesotorax y Metatorax únicamente sirven para tracción. Las patas captoras salen del Pronotum y tienen modificaciones en el fémur y la tibia, ambas secciones cuentan con espinas que se contraponen entre sí para encajar de manera perfecta; al cerrar el fémur contra la tibia se logra un efecto de “pinza” con el cual logran sujetar a sus presas sin dar oportunidad de escape. Mantis Flor everría Foto: Héctor Manuel Ech

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Mantis Diabólica. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Mantis Orquidea. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Mantis Cafe. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Las Mantis se distribuyen por gran parte del mundo; sobre todo en regiones tropicales y húmedas, aunque también las hay en regiones mas áridas.

tilación en el terrario para evitar que el aire se vicie y se generen problemas de salud; algunas Mantis son propensas a enfermar por falta de ventilación y más aun si hay hongos por falta de higiene dentro del terrario.

La mayoría de especies de Mantis son sexualmente dimorfas, es decir las características de las hembras son relativamente diferentes a las de los machos. En la mayoría de las especies, después de la 5 ª muda (L6), se pueden contar los segmentos abdominales para determinar el sexo. Por lo general las hembras tienen seis o siete segmentos abdominales.

Una temperatura más alta acelera su metabolismo y puede acortar su expectativa de vida y por el contrario, una temperatura más fría retrasa el metabolismo y alarga su expectativa de vida, hay que tenerla dentro de un rango aceptable ya que de caer en los extremos puede ser fatal.

Los machos son más cortos, más estrechos, y tienen ocho segmentos abdominales. Los machos también pueden distinguirse de las hembras por sus alas que son mas largas; los machos son de colores más pálidos y pueden volar si se sienten atacados o para buscar hembras; también las antenas de los machos suelen ser mucho mas largas y plumosas que las de las hembras, ya que estas les sirven como aparatos sensoriales para ir en busca de hembras receptivas.

Aunque la hembra en muchas ocasiones termina comiéndose el macho durante el apareamiento, debemos tener en cuenta que, dada la naturaleza agresiva de esta especie de insecto, es muy frecuente que el canibalismo se dé durante el resto del año. De ahí que sea conveniente y casi imprescindible que mantengamos cada Mantis en habitáculos distintos o independientes. Los casos de canibalismo son más frecuentes si las Mantis son de distinto tamaño, las más grandes atacarán a las pequeñas.

La esperanza de vida de las mantis varía dependiendo la especie y el sexo, algunas pueden vivir más de 12 meses y otras 7 u 8 meses, por lo general las hembras viven mucho mas que los machos.

Respecto a la alimentación, cuando son ninfas se les puede ofrecer Drosophilas melanogaster no voladoras y micro grillos; hasta la 4ª muda se les debe alimentar con mayor frecuencia, ya adultas deben comer cada 3 días o 2 veces por semana y un alimento adecuado a su tamaño, por lo general grillos, mariposas, polillas, abejas, etc.

Dependiendo de la especie, toleran un rango de temperatura de 20 a 30 °C durante el día y 20 a 26°C durante la noche y una humedad entre 50 y 90%, estos parámetros dependen completamente de la especie dado a su región de origen, por ello es importante investigar qué especie tenemos, de dónde es y adecuar así dichos parámetros. Hay que tener sumo cuidado con la humedad, ya que esta facilita la muda de las Mantis. De hecho, cuando la muda no es correcta, la Mantis puede morir en el intento.

Les gusta colgar boca abajo, así que hay que tratar de proporcionar un terrario más alto que ancho. El terrario debe contener algunas ramas en las cuales pueda posarse para capturar su alimento. Es bueno también tener un ambiente que le permita sentirse protegida; una planta natural o artificial mejorara su mantenimiento; algunas mantis pueden llegar a necesitar inclusive flores para poder sentirse cómodas al cazar. Puede necesitarse de algún método de calefacción durante el invierno, dependiendo de la especie de la Mantis. Es necesario tener una buena ven-

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Una mantis puede dejar de comer un día o dos (a veces más) antes de su muda. No hay que asustarse si un día la Mantis está devorando una polilla y el próximo se niega a comer, es simplemente su preparación para mudar. Durante la muda, es fundamental que no se les perturbe. La Mantis se cuelga boca abajo de una rama o de la tapa; se quedan bien sujetas con ayuda de cuatro de sus patas y se agitan un poco para comenzar a romper su viejo exoesqueleto, después de unos días, el nuevo exoesqueleto se seca y está listo. Una vez que se ha secado, es necesario reanudar la alimentación normalmente. A veces pierden extremidades en el proceso de muda, pero si la Mantis es joven, será capaz de regenerar la pérdida de la extremidad en sus próximas mudas, dependiendo de la gravedad de la lesión. Si es adulta nunca más recuperará el miembro perdido, porque ya no mudará más.

Mantis Violín Foto: Héctor Manuel Echeverría

Mantis Cafe. Foto: Héctor Manuel Echeverría

Una Mantis es fácil de cuidar siempre y cuando se manejen bien los parámetros de temperatura y humedad. Son delicadas pero se pueden manejar con cuidado, permitiéndolas caminar voluntariamente en la mano o en el dedo. De vez en cuando, las Mantis se mueven con gran velocidad repentinamente, y nos pueden sorprender, si se les está manejando es importante no dejarlas caer.


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LA FUNCIÓN DE LOS CIVS EN LA CONSERVACION DE LA HERPETOFAUNA MVZ. Heber Ramón Santiago López DGVS – SEMARNAT STAFF VETERINARIO CIVS Los Reyes

En repetidas ocasiones escuchamos datos de la biodiversidad en nuestro país, y hablando de reptiles, se especula todavía sobre el número de especies con que se cuenta en México o en un área determinada del territorio nacional, de la mercadotecnia siempre creciente de reptiles como mascotas, e incluso, de aspectos reproductivos en algunas especies carismáticas, etc. Pero a juicio personal, es necesario conocer aspectos relevantes que se presentan cotidianamente en torno a la realidad de la herpetofauna que ingresa a diario, a las instalaciones de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), específicamente al Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), en el estado de México, municipio de Los Reyes La Paz, lo que indudablemente es un reflejo del comercio legal e ilegal que se tiene en la región.

UN POCO DE HISTORIA A partir de 1991, cuando se inauguró una instancia oficial y México ingresa al CITES, se ocupó el predio que ahora es el Zoológico de Los Coyotes en Coyoacán, DF., y fue llamado primero Centro de Rehabilitación y Rescate de Especies Silvestres (CERERES), posterior a 1995, cuando pasa a ocupar su sitio actual en el estado de México, convirtiéndose en Centro Integral para la Conservación y Aprovechamiento de la Vida Silvestre (CICAVS), específicamente en 1997; para finalmente, a partir de la entrada en vigor de la Ley General de Vida Silvestre en el año 2000, adquiere la denominación legal de CIVS. Cabe mencionar, que actualmente la DGVS administra seis CIVS distribuidos de la siguiente manera: Las funciones que han sido otorgadas por la Ley General de Vida Silvestre han sido puntualmente definidas en su capítulo VII, Art. 38, determinando que: “La Secretaría establecerá y operará de conformidad con lo establecido en el reglamento, Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre en los que se llevarán a cabo actividades de: Recepción, rehabilitación, protección, recuperación, reintroducción, canalización, y cualquier otra que contribuyan a la conservación de ejemplares productos de rescate, entregas voluntarias, o aseguramientos por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente o la Procuraduría General de

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la República”; así como, “Difusión, capacitación, monitoreo, evaluación, muestreo, manejo, seguimiento permanente y cualquiera otras que contribuyan al desarrollo del conocimiento de la vida silvestre y su hábitat, así como la integración de éstos a los procesos de desarrollo sostenible. La Secretaría podrá celebrar convenios y acuerdos de coordinación y concertación para estos efectos”. “En dichos centros se llevará un registro de las personas físicas y morales con capacidad de mantener ejemplares de fauna silvestre en condiciones adecuadas. En el caso de que existan ejemplares que no puedan rehabilitarse para su liberación, éstos podrán destinarse a las personas físicas y morales que cuenten con el registro correspondiente, de conformidad con lo establecido en el capítulo sexto de este título. En tanto que en el reglamento de la Ley, se señala como una función básica de los CIVS: “el manejo médico veterinario y etológico (medicina preventiva, tratamientos, medidas de seguridad, recuperación y rehabilitación)” (1)


INGRESO Y ORIGEN DE EJEMPLARES Resulta necesario explicar cómo ingresan ejemplares a los CIVS, lo cual se da por las siguientes vías: aseguramientos precautorios que realiza la Procuraduría General de la República (PGR), a través de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos contra el Ambiente y Previstos en Leyes Especiales (UEIDAPLE); por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) tanto de la Zona Metropolitana como de otras delegaciones federales, muchas veces como aseguramientos propios o en apoyo a la PGR; para el caso del Distrito Federal, existe un agrupamiento que depende de la Secretaría de Seguridad Pública llamada Brigada de Vigilancia Animal, cuyos elementos están facultados para la realización de aseguramientos de fauna silvestre y recibir ejemplares que desean ser donados voluntariamente y que finalmente quedan en resguardo del CIVS. Existe también la posibilidad de que el H. Cuerpo de Bomberos del D.F. y de los municipios colindantes (eventualmente en el estado de México el personal de Protección Civil son quienes participan en el rescate de fauna) sean quienes lleven a los ejemplares que han sido capturados en vía pública o que algún particular les hace llegar. Por último, llegan al CIVS ejemplares que han estado en cautiverio y los posesionarios ya no están en condiciones de poder seguir manteniendo en sus domicilios. Más del 98% de los ejemplares que ingresan a los CIVS carecen de documentación que acredite una legal procedencia; al mismo tiempo, los “propietarios” desconocen en gran medida las condiciones mínimas de mantenimiento y cuidado que deben de tener, razón por la cual, un elevado número de ejemplares llega en malas condiciones tanto externa como internamente. La labor del CIVS inicia tan pronto el ejemplar traspasa la puerta de acceso.

CONDICIONES CLíNICAS Y DESTINO FINAL Sería interminable la pasarela fotográfica de los ejemplares que llegan en mal estado, moribundos o desahuciados, y por ética, no conviene saturar de todo lo malo que se vive en el CIVS. A fin de cuentas, el objetivo del presente trabajo es contribuir a la conservación de la flora y fauna a través de la divulgación de lo que hace el CIVS, específicamente en relación a los reptiles. Al respecto, nuestra aportación incluye reintroducciones al medio natural; obviamente de ejemplares debidamente identificados y sanos en zonas de distribución natural, canalizaciones a UMAS o PIVS registrados apropiadamente y, desafortunadamente en una proporción mucho menor, devoluciones a los propietarios que demuestran la acreditación legal de sus ejemplares y que por alguna circunstancia fortuita ingresan al CIVS.

PROYECTOS DE INVESTIGACIóN Y CONVENIOS DE COLABORACIóN Existe un protocolo médico que se tiene que seguir con todo ejemplar que ingresa al CIVS, y evidentemente, lo primero que se hace es la identificación taxonómica del ejemplar en cuestión, seguido de una exploración física para determinar la condición en la que se está recibiendo al organismo. En caso de que fuera necesario, se realiza la toma de muestras de ectoparásitos para la posterior identificación. Conviene señalar que la identificación de los mismos se lleva a cabo en diferentes laboratorios de parasitología, y en los cuales, la UNAM a través de la FMVZ y la FES Cuautitlán nos han estado apoyando. Una vez que ha sido identificado y evaluado externamente, se procede a cuarentenar al ejemplar. El manejo médico veterinario de primera instancia consiste en proporcionar al ejemplar una valoración física completa y de acuerdo a la naturaleza del organismo, se determina las acciones a seguir respecto a la ambientación, dieta o a la medicación en caso de ser necesario. En caso de requerir algún estudio de laboratorio adicional, las instituciones arriba mencionadas nos facilitan los medios necesarios. Una aportación más, lo representa el espacio que ha sido siempre abierto a los estudiantes de diferentes niveles educativos en la complementación de su formación académica, tanto para servicio social, como para prácticas profesionales. Estos CIVS, también dan cabida a programas de investigación en las diferentes especies que albergan, mediante la realización de tesis de licenciatura y de posgrado. Somos conscientes de la importancia que tienen los CIVS en torno a la conservación de la flora y fauna, y nos encantaría que la dinámica del comercio irresponsable se frenara, y cuando por alguna razón, nos llegué algún ejemplar extraviado, podamos regresarlo al propietario legítimo en el menor tiempo posible, una vez cumplidos los requisitos necesarios, para que la vida de éste organismo sea de acuerdo a lo que se tenía planeado para él o ella.

BIBLIOGRAFIA: SEMARNAT. 2010, Ley General de Vida Silvestre. Publicado en abril de 2010.

CONTACTOS: DGVS: Av. Revolución 1425, Col Tlacopac, San Angel, Méx. DF. Tel.: 56243665 CIVS Los Reyes: civslosreyes@gmail.com, Tel.:15510157

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Rictus

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Desde la veterinaria

DISTOCIA EN

REPTILES

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MVZ. MC. Javier Ojeda Chávez

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DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN En reptiles, el término distocia se refiere a una falla en el proceso reproductivo, que impide la correcta expulsión de huevos o fetos a término, requiriendo de cambios en el medio ambiente, o de intervención mecánica, hormonal o quirúrgica, para poder concluir el trabajo de parto.

La distocia generalmente no son situaciones de emergencia, aunque un diagnóstico tardío, predispone a complicaciones que agravan el pronóstico. Si el producto permanece dentro del cuerpo de la hembra, puede ocasionar diversas patologías e inclusive la muerte. No hay una etiología única. La combinación de varios factores, principalmente los relacionados con un inadecuado medio ambiente en cautiverio, son los causantes del problema. La falta de sitios de anidación, ausencia de un gradiente de temperatura, falta de una fuente de rayos UVA y UVB, deshidratación, mala condición corporal (desnutrición u obesidad), inicio de actividad reproductiva en animales muy jóvenes o muy pequeños, parasitosis, infecciones en el tracto reproductor (salpingitis), enfermedad concomitante, malformaciones o muerte de los productos (huevos o fetos) o alteraciones en el tracto reproductor de la madre, son factores predisponentes a la distocia en reptiles.

Las distocias ocurren con mayor frecuencia en especies ovíparas que en ovovivíparas. Arbitrariamente, hay varias clasificaciones de distocia: de tipo obstructivas, cuando no es posible que el feto o el huevo pasen por el oviducto y la cloaca, y las de tipo no obstructivo, cuando no hay alteraciones físicas de los productos y del tracto reproductor, pero aún así no se realiza el parto o la puesta. Otra clasificación las agrupa en tipo preovulatorio, cuando hay estasis folicular en los ovarios, desarrollando un tamaño adecuado para la ovulación, pero manteniéndose ahí sin ser expulsados o reabsorbidos. Generalmente se presenta en individuos jóvenes, que alcanzaron a temprana edad el tamaño adecuado para madurar sexualmente. La distocia postovulatoria, denominada también como “retención de huevos”, es cuando el producto se mantiene en el oviducto por más tiempo del esperado en una gestación normal. La mayoría de los casos de distocia, son postovulatorias, debido a que al estar ya en el oviducto, no hay posibilidad de una reabsorción de huevos. Algunos géneros, tienen mayor predisposición a esta patología, como los camaleones (Chamaeleo sp) o iguanas (Iguana iguana). Esto puede deberse simplemente a que son especies ampliamente representadas, con un mayor número de individuos mantenidos en situaciones de cautiverio. Específicamente en el caso de los camaleones, hay reportes de la ocurrencia de distocias en vida silvestre, cuando las condiciones de medioambientales no son adecuadas. En condiciones de aridez extrema, con poca humedad relativa y aunado a la mala condición corporal de los animales debido al poco alimento disponible, las hembras fallecen despúes de realizar varios intentos infructuosos de puesta, debido a distocia postovulatoria.

1 Este artículo fue presentado durante el 5to Curso Internacional y 2do Congreso de Medicina Veterinaria Aplicada a Reptiles y Anfibios. Agradecemos como siempre a nuestro buen amigo el MVZ. Edgar Reyna por todas las facilidades otorgadas para la publicación del presente texto.

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FISIOLOGÍA DEL PROCESO DE PUESTA

DIAGNóSTICO

Los cambios hormonales asociados con la oviposición normal en los reptiles aún no están bien determinados. En otros vertebrados, la concentración endógena de hormonas neuro-hipofisiarias (como la oxitocina) y de prostaglandina F2α (PGF2 α), aumentan durante el parto. La aplicación exógena de estos compuestos, se utilizan rutinariamente para inducir contracciones uterinas y el trabajo de parto.

Hay una amplia variación en la signología que puede presentar un paciente distócico. En el caso de tortugas, los ejemplares pueden ser capaces de retener los huevos por largos periodos de tiempo, sin presentar ninguna alteración de salud. En saurios, la distocia puede agravarse en poco tiempo.

La oxitocina no está presente en los reptiles, siendo la arginina vasotocina (AVT) y la mesotocina su equivalente. Diversos estudios, han demostrado que una interacción hormonal entre esteroides, péptidos neurohipofisiarios y prostaglandinas, están asociados en el parto y la oviposición en los reptiles. Durante la ovulación se ha propuesto la hipótesis, de que en la unión uterovaginal, hay un “cervix” que no responde a los efectos de la AVT y de la PGF2α, debido a una inhibición por efecto β-adrenérgico de las contracciones del oviducto o a una ausencia de receptores para AVT y PGF2α, lo que permite que los huevos se mantengan en el oviducto. Durante la oviposición, la AVT es capaz de sobrepasar el efecto bloqueador β-adrenérgico o de otras hormonas (como progesterona y corticoides), propiciando las contracciones en el cervix e iniciando el proceso de puesta. Durante este proceso, las concentraciones plasmáticas de AVT, PGF2α y prostaglandina E2 (PGE2), se ven aumentadas. Aún no está bien documentado por qué hay respuestas variables al aplicar AVT, pero podría deberse a las diferentes concentraciones de estrógenos, progesterona y relaxina que se presentan previos a la oviposición. De acuerdo a este modelo, se explica la mayor efectividad al utilizar medicamentos β-bloqueadores en conjunto con AVT y PGF2α en conjunto, que si se aplican como único agente estimulador.

Dependerá de la especie y de la susceptibilidad particular, pero los ejemplares pueden presentarse alertas, activos y con un consumo de alimento normal, únicamente con un historial previo de una puesta incompleta o de presentar comportamientos de búsqueda y construcción de sitios de anidación. En casos avanzados, puede presentarse hiporexia, anorexia, letargia, caquexia, septicemia y muerte. Además de la palpación de cavidad celómica, la toma de radiografías y el uso de ultrasonografía permitirán confirmar el número de huevos, presencia de anormalidades y su tamaño. También permitirán diferenciar entre distocias pre y postovulatorias, ya que los folículos ováricos no están calcificados, son más esféricos y se encuentran generalmente en una posición más dorsal que los huevos ya presentes en el oviducto. La obtención de pruebas de laboratorio como biometría hemática y química sanguínea, proporcionarán un mejor diagnóstico y pronóstico del caso. Por ejemplo, anemia deshidratación e hipocalcemia son factores predisponentes para la presentación de distocia postovulatoria.

La oxitocina difiere de la estructura de la AVT en un solo aminoácido, pero aún así es capaz de unirse a los receptores del oviducto y estimular las contracciones, per al ser poco específico, pocas especies responden favorablemente a su aplicación. Se ha reportado que la actividad de la AVT es 10 veces más potente que la de la oxitocina sintética y 16 veces más potente que la de la mesotecina sintética.

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Radiografía de una hembra Heloderma con hue vos

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TRATAMIENTO La condición física de la hembra, la especie, la importancia de la hembra con respecto a su camada y el tipo de distocia y el tiempo de duración, son puntos a considerar para elegir el tratamiento. Como primera instancia, se sugiere estimular el proceso de puesta normal, mediante terapia hormonal, después de haber corregido cualquier posible alteración en la condición de salud de la hembra. La aplicación de gluconato de calcio (100 mg/kg IM o ICe c/ 6 a 12 hrs), además de proporcionar condiciones medioambientales para que el ejemplar seleccione un sitio de oviposición. De 1 a 2 horas después del calcio, se administra oxitocina. Las dosis varían entre especies y también el tiempo en que se puede repetir la administración, por lo que es preferible iniciar con una dosis baja y aumentarla conforme su efecto (1 - 30 IU/kg IM, repitiendo la dosis de 20 a 60 min). Este protocolo es más efectivo si se implementa dentro de las 48 a 72 hrs de detectada la distocia. Puede ser que se logren puestas o partos parciales, necesitando de terapias repetidas, pero si después de ser aplicado 2 a 3 veces no hay ningún efecto, seguramente ya no será efectivo. Complicaciones que se pueden presentar, incluyen ruptura del oviducto, salida de los huevos a cavidad celómica o entrada de los huevos a la vejiga o al colon, como resultado de las contracciones. Las tortugas generalmente son de las especies que responden favorablemente a este tratamiento, con dosis menores que otros reptiles. Hasta el momento, la oxitocina es la droga de elección, ya que la AVT aún no tiene presentación comercial (0.01 – 1 μg/kg IV o ICe). El uso de propranolol, y tal vez otros β bloqueadores, (1 mg/kg, ICe), previo a la administración de oxitocina, pueden facilitar la expulsión de los productos. Se han utlizado otros medicamentos en combinación con oxitocina, con resultados variables, como PGF2α (25 μg/kg, ICe) o misoprostol, (un análogo de prostaglandina E1) (3 μg/kg, VO). Hay reportes de oviposiciones parciales cuando se ha utilizado medetomidina como sedante (150 μg / kg IM). Posiblemente este efecto se deba a que siendo un medicamento α2-agonista, sus efectos como relajante muscular y sedante, se contrapongan al tono simpático del “cervix”. Este posible efecto, lo convierte en el anestésico de elección para procedimientos obstétricos. Otros métodos no quirúrgicos para resolver la distocia, son la ovocentesis percutánea y la manipulación manual. Si hay un huevo demasiado grande, el aspirar su contenido o el ayudar manualmente a su expulsión, eliminará la obstrucción. Se requiere de anestesia general para poder manipular a los huevos y dirigirlos a la cloaca, ya en el sitio se puede visualizar al huevo y realizar su aspiración directamente. La cloacoscopía es de ayuda para este proceso. El cascarón vacío, generalmente es expulsado entre 12 a 24 hrs después. El procedimeiento puede realizarse varias veces, según la cantidad de huevos, pero teniendo presente que hay gran posibilidad de provocar rupturas del cascarón, del oviducto y prolapsos del oviducto y cloaca. Los huevos retenidos varios días, empiezan a solidificarse, siendo necesaria una intervención quirúrgica. La resolución quirúrgica de las distocias, comprende las técnicas de ovariectomía una o varias salpingotomías, y la ovariosalpingectomía unilateral o bilateral. En distocias preovulatorias, la ovariectomía es la elección, sin que sea necesario retirar los oviductos. En casos de distocia postovulatoria, si se requiere que la hembra conserve su capacidad reproductora, los huevos pueden retirarse mediante salpingotomía, en una o varias incisiones a lo largo de los oviductos. Cuando sea necesario retirar uno o los dos oviductos, es importante retirar el ovario correspondiente, para evitar la posibilidad de una futura ovulación y la liberación de los folículos en la cavidad celómica. Particularmente para las de tortugas, el abordaje quirúrgico es difícil. La celiotomía a través de la fosa prefemoral, permite la ovocentesis y la salpingotomía, pero no la ovariectomía. Esta técnica es preferible a la plastronotomía, ya que reduce el dolor y el tiempo de cicatrización, pero no podrá elegirse si se requiere retirar los ovarios. Las técnicas quirúrgicas, sus ventajas y desventajas, se encuentran descritas ampliamente en la literatura.

Cirujía para retir Foto: pets ch ar los huevos oice vets

PRONóSTICO Dependerá de la condición física de la hembra, pero generalmente es bueno. La capacidad reproductora puede mantenerse, aunque hay reportes de alta probabilidad de recurrencia.

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