18 Brumario #44

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Director: Carlos Ramírez

Lunes 21 de mayo de 2012

Número 44

Carlos Fuentes, el Príncipe y el Principado Por Carlos Ramírez 3

Escriben: René Avilés Fabila, Gustavo Ramírez, Eduardo López Betancourt, Raymundo García García, Miguel Ángel Sánchez de Armas, José Manuel Suárez Mier, Pedro Echeverría, Rami Schwartz, Adrián Rueda, David Colmenares Páramo,Ernesto Morán Santoyo


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Editorial

Índice Carlos Fuentes El lombardismo intelectual Por Carlos Ramírez

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Carlos Fuentes en sus ochenta años Por René Avilés Fabila

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Avon y Omnilife: Casos documentados de irresponsabilidad social corporativa Por Gustavo Ramírez

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Los pendientes Por Eduardo López Betancourt

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Puebla, medio siglo de crisis territorial Por Raymundo García García

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Recuerdo de un libro Por Miguel Ángel Sánchez de Armas

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¿Austeridad o crecimiento? Por José Manuel Suárez Mier

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Apoyo a los maestros de Oaxaca, ejemplo nacional de lucha Por Pedro Echeverría V.

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La ignorancia abre paso a la nueva moda… torsos Por Rami Schwartz

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Mancera borra a El Peje Por Adrián Rueda

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Desconocimiento sobre el federalismo fiscal Por David Colmenares Páramo

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Con la calma, viene la tempestad Por Ernesto Morán Santoyo

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Nuestro Ejército, libre de sospecha

Durante la última semana ha acaparado los principales espacios de los medios de comunicación la detención de militares en retiro de alto rango, por presuntos vínculos con el crimen organizado. Aunque estas denuncias revelan hasta dónde pueden llegar los tentáculos corruptores del crimen organizado, es una realidad que la Secretaría de la Defensa Nacional y, en especial su titular, el general Guillermo Galván Galván son ajenos a esta situación, ya que se trata de militares en retiro, que se han caracterizado por su proceder lejano a las estrictas normas disciplinarias de la milicia. Cabe recordar que ha correspondido al Ejército Mexicano ser el principal garante del Estado de derecho y recuperación de plazas tomadas por el hampa en varias regiones del país. Como el caso de la fronteriza Ciudad Camargo, que llegó a convertirse en un “pueblo fantasma” al huir la mayoría de los moradores, por el accionar de las bandas delictivas. Esta población ha iniciado se regeneración social precisamente a las acciones de las fuerzas armadas mexicanas, que han recuperado los espacios en manos de la delincuencia, para devolverla a la comunidad. Durante el proceso a los militares acusados, van a salir a relucir muchas especulaciones, por tan espinoso caso, pero el único hecho contundente es que como institución el Ejército Mexicano está libre de sospecha y es el primero en estar atento a que todo se aclare mediante las indagatorias, ya que su renombre está por encima de conductas de malos elementos y de grillas políticas de baja monta, que pretenden jalar cualquier tema que surja en tiempos electorales.

Tips FAMOSAS ÚLTIMAS PALABRAS. “No hay nada qué hacer por los tres mexicanos sentenciados a muerte en Malasia”: Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa. PLAN. Analistas políticos y columnistas de todos los colores y sabores, incluido Marcelino Perelló, ex líder del movimiento estudiantil en 1968, han analizado los ataques a candidatos en universidades privadas, como el caso de la Ibero contra Enrique Peña Nieto y una universidad de Querétaro, contra Gabriel Quadri. Marcelino precisó que si del algo se las sabe “de todas todas”, es de la grilla universitaria, por lo que sabía que todo ese relajo contra los candidatos era un plan orquestado, para meter en aprietos al priista y al de Nueva Alianza. En el mismo sentido opino el columnista Ricardo Alemán, quien cuenta con pruebas contundentes sobre el armado del “operativo” en la Iberoamericana. Qué lamentable que en espacios de tolerancia y libre pensamiento, como son las casas de estiudio, se den estos escenarios. Pero sobre todo, que alumnos de grado universitario se presten para estas manipulaciones, que al parecer apuntan a Andrés Manuel López Obrador y su equipo de cuates. DE VERAS. Para nadie es un secreto que Josefina Vázquez Mota y Elba Esther Gordillo terminaron muy mal, cuando la ahora candidata presidencial por el PAN era titular de la SEP y no cedió ante las múltiples presiones de la “presidenta vitalicia” del magisterio. Lo que ha sorprendido, y mucho, es que en plena campaña política Gordillo haya aprovechado la tribuna presidencial el pasado 15 del presente, Día del Maestro, para lanzarle una serie de descalificaciones e insultos a la abanderada panista y no hubo quien la defendiera. Como consecuencia ha salido una serie de especulaciones que coinciden con una baja significativa de Josefina en las encuestas. ¿Ya está sola la candidata del partido en el poder? ES PREGUNTA. ¿Qué más sabe la DEA sobre militares involucrados con el narco?

Por Francisco Zarco

“El Estado es una institución puramente temporal, que no puede por más [que] quiera interponerse entre Dios y el hombre, ni para aprobar, ni para reprobar un culto.”

Carlos Ramírez (carlosramirezh@hotmail.com) Director Oscar Dávalos (odavalos@grupotransicion.com.mx)

Gerente Editorial

José Luis Rojas (joselrojasr@hotmail.com) Coordinador Editorial Roberto Vizcaíno (rvizcaino@gmail.com) Coordinador de Opinión Rafael Abascal (rabascal51@hotmail.com) Coordinador de Análisis Político Violeta Cordero Zozaya (violeta.cordero@grupotransicion.com.mx)

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Redacción www.grupotransicion.com.mx revista18brumario@hotmail.com 18 Brumario es una revista política semanal editada por Grupo de Editores del Estado de Mexico y el Grupo Editorial Transición. Las opiniones son responsabilidad de sus autores. Editor responsable: Carlos Javier Ramírez Hernández.


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Carlos Fuentes El lombardismo intelectual Por Carlos Ramírez asume una filiación ideológica marxista, la misma que lo llevó a una de las grandes polémicas intelectuales con Alfonso Caso de finales de 1933 a principios de 1935 en torno a la filiación ideológica de la educación pública: marxista o plural. Pero a Lombardo le ganó el poder. En 1958, Lombardo le ofreció sin éxito a Adolfo López Mateos, entonces candidato del PRI a la presidencia de la república, la candidatura del PP, justo cuando Revueltas publicaba México: una democracia bárbara, donde desmenuzaba las componendas de los partidos y clamaba por una verdadera alternancia partidista. De 1958 a su muerte en 1968, Lombardo se convirtió en el espacio político, sindical e ideológico de la izquierda oficial. Inclusive, en su última conferencia pública el primero de octubre de 1968, un día antes de la matanza de Tlatelolco, Lombardo hizo una explicación del conflicto estudiantil que asumía la protesta juvenil casi con los mismos argumentos del gobierno de Díaz Ordaz. Y en las paradojas de la vida, Lombardo murió exactamente el mismo día en que estaban encarcelando a José Revueltas acusado del delito de ser el “responsable intelectual” del movimiento estudiantil. Los textos de Revueltas sobre Lombardo se encuentran en el libro México: una democracia bárbara, tomo 16 de las Obras Completas de Revueltas en Editorial ERA. Ahí se puede constatar el desVicente Lombardo y Lázaro Cárdenas

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espués de haber sido su aliado político y luego de una severa ruptura política, el escritor marxista José Revueltas hizo un retrato bastante severo de Vicente Lombardo Toledano: “líder de la pequeña burguesía”. Sin piedad, Revueltas analizó el andamiaje dialéctico de las argumentaciones de Lombardo y concluyó: “al abogado Lombardo procede en la vida política como si estuviese litigando en un juzgado de primera instancia e invoca siempre la augusta preexistencia de una ley que se adecua a sus fines”. La irritación de Revueltas tenía justificaciones. En una de sus tantas autoexpulsiones y expulsiones del Partido Comunista Mexicano, Revueltas fue a dar al Partido Popular de Lombardo en 1948. En esos años, Lombardo cargaba una biografía política y militante envidiable: líder obrero, fundador de la CTM y de la Confederación General de Obreros y Campesinos, prestigiadísimo universitario del Grupo de los 7 Sabios y creador de la Confederación de Trabajadores de América Latina. Asimismo, Lombardo

Carlos Fuentes


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José Revueltas

encanto intelectual, ideológico, político y personal de Revueltas sobre Lombardo. En 1942, por ejemplo, Revueltas hablaba de Lombardo como de un “acelerador del destino histórico”, “hombre histórico” y “hombre de su tiempo”. Cuando sobrevino la ruptura y Revueltas renunció al PP para regresar al Partido Comunista, su percepción de Lombardo es bastante más crítica: intelectual de la pequeña burguesía. Mientras Revueltas conservaba la coherencia personal, moral e intelectual, Lombardo se convertía en un hombre del poder. Las confusiones ideológicas de entonces permitían entender el papel complicado de los intelectuales. Cuando era militante del Partido Comunista Mexicano, Revueltas escribió la novela Los días terrenales, un fresco amargo de la vida interna y sicológica de los militantes comunistas. Esa novela fue producto de una severa crítica dentro del mismo PCM, al grado de que Revueltas se vio obligado no sólo a retirarla de la circulación sino a abjurar de sus enfoques pesimistas. Uno de los principales críticos de Revueltas fue Enrique Ramírez y Ramírez, entonces ideólogo del PCM. Años más tarde, Ramírez y Ramírez

se salió del PCM y cayó en el PP de Lombardo y ahí se reencontró con Revueltas. La salida de Revueltas del PP fue severamente criticada por Ramírez y Ramírez, quien años después sería militante priísta e ideólogo del partido tricolor. Estos vaivenes intelectuales se han identificado como una corriente de pensamiento político fundacional: el lombardismo como el acomodamiento ideológico en los espacios del partido en el poder. El lombardismo pudiera considerarse como una corriente de definición de los intelectuales que se formaron en el razonamiento del marxismo pero que encontraron cabida en el espacio de izquierda del PRI. Sus razonamientos son progresistas, dialécticos y diríase que hasta socialistas, pero no sirven más que para legitimar el dominio hegemónico del priísmo conservador, autoritario y verticalista. Al final, los intelectuales lombardistas se convierten en una especie de asesores marginales del Príncipe, con capacidad de influencia medida sólo en términos de su propia obra personal en el terreno ideológico o literario. Al final, los intelectuales lombardistas se han consti-

tuido en la coartada perfecta del falso progresismo ideológico del PRI en el poder. El escritor, ensayista y politólogo Carlos Fuentes cae en los parámetros del modelo del intelectual lombardista: critico al priísmo pero desde la posición de quien le concede al PRI la posibilidad de regeneración. Fuentes podría asimismo considerarse un intelectual de la corriente del cardenismo, “esa Iglesia sin Papa”, escribiría Revueltas, otra variante un poco más coherente del priísmo pero al final de cuentas subordinado a la hegemonía ideológica del partido. En sus escritos a vuelapluma en momentos de definiciones políticas, Fuentes se ha inclinado hacia la reformulación del PRI como un partido socialdemócrata europeo, pero sin ninguna reflexión crítica sobre el pasado histórico del PRI. A diferencia de Fuentes, Octavio Paz fue muy preciso en sus estimaciones de que el PRI debería perder el gobierno porque había cumplido su hora histórica. Lo malo de Fuentes no ha sido su complacencia con el PRI, sino su tendencia a magnificar a sus amigos priístas. Fuentes le otorgó a Mario Moya Palencia, Jesús Silva Herzog y Alfredo del Mazo –tres representantes del jurásico priísta– la posibilidad de la modernización del PRI. Pero los tres fueron perdedores: Moya perdió la nominación presidencial en 1975 y Silva Herzog y Del Mazo perdieron el gobierno del DF en 1997 y el 2000 ante el PRD, un partido armado con ex priístas. Enrique Krauze dibujó a Fuentes como un dandy de la izquierda. El escritor René Avilés Fabila convirtió a Fuentes en el protagonista de su novela alegórica Los juegos en 1967, en la que narraba, con ironía intencionada, las reuniones de intelectuales por esos años. Este libro, editado con la ayuda de sus amigos y de ventas adelantadas, provocó un enorme escándalo en el medio cultural en donde se forjaban las figuras totémicas, Fuentes entre ellas, por su irreverencia. Eran los tiempos de la cultura de protesta. En ese mismo año de 1967 se había publicado la novela La mafia del escritor argentino radicado en México Luis Guiller-

mo Piazza, también una alegoría sobre el alineamiento de grupos culturales en torno a personalidades destacadas y a su funcionamiento como grupos culturales cerrados. En 1967, Fuentes era toda una personalidad que mezclaba novelas que fijaron un cambio generacional –del ambiente rural de Juan Rulfo al cosmopolitismo de La región más transparente y la crítica al poder de La muerte de Artemio Cruz–, al tiempo que rompía con el prototipo del intelectual barbón y mal vestido. Con dominio del inglés y del francés, Fuentes deslumbraba en las reuniones por su elegancia en el vestir. Difícil de encasillar, Fuentes no es complicado de entender. Su mejor autorretrato podría ser el retrato que dibuja de Kierkegaard en el primer párrafo de su texto “Kierkegaard en la Zona Rosa”, publicado en su libro definitorio Tiempo mexicano (1971): “En un ensayo tan ilustre como divertido, Sören Kierkegaard explica su estrategia personal para conservar la independencia de espíritu y de movimiento en un Copenhague que, hace más de un Siglo, también tenía su Zona Rosa. Huevo colombino: al exhibirse, todos los días y a horas fijas, en las calles, los cafés, los teatros, Kierkegaard convencía a sus contemporáneos de que tenían que habérselas con un vago consumado. Su aparente disponibilidad provocaba simpatías, domesticaba cóleras y envidias; éstas se hubieran desatado, y las simpatías huido, si, ausente y recluido, Kierkegaard hubiese dado la impresión de ser un escritor encerrado en su torre de marfil”. Y el autodibujo se completa con el último párrafo de ese mismo texto: “Palinodia del polvo; acepto la lección de Kierkegaard: me muestro combatiendo al tiempo: es decir, a destiempo, a la intemperie; y luego me escondo para escribir, a sabiendas de que cada línea es un contratiempo”. Hay, pues, varios Carlos Fuentes, pero a la larga no son sino las muchas caras del mismo Carlos Fuentes: el Fuentes escritor, el Fuentes intelectual, el Fuentes político, el Fuentes asesor del Príncipe y el

Francisco J. Múgica, Lombardo y Luis Rodríguez


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21 de mayo de 2012 Fuentes persona. El escritor ha dado novelas básicas para la literatura mexicana del Siglo XX, aunque no todas sus obras revelan la magia de la creación porque muchas obedecen al instante o a la política de coyuntura. En Fuentes escritor pueden encontrarse dos etapas: la de sus libros más creativos y literarios y la de sus libros propositivos o de tesis presentadas como obras de ficción. El punto de inflexión se localizó en la decisión de Fuentes de ser más intelectual que escritor. En 1975 aceptó la embajada de México en Francia –con la intención secreta de trabajar la posibilidad del premio nobel de literatura– y ahí se perdió el Fuentes narrador para darle vigencia al Fuentes político. De 1954 a 1974 publicó sus mejores obras: los libros de cuentos Los días enmascarados y Cantar de ciegos, sus novelas La región más transparente, Aura, La muerte de Artemio Cruz, Cambio de piel, Las buenas conciencias y Terra nostra y su libro de ensayos Tiempo mexicano. De 1985 al 2001, las novelas de Fuentes perdieron creatividad y asumieron sentido predeterminado, muy direccionales. En 1980 publicó la que pudiera considerarse su mejor novela –opinión compartida por el poeta y novelista Marco Antonio Campos–: Una familia lejana. Pero a Fuentes se le terminó el aura creadora. Sus novelas posteriores pierden encanto cuando se perciben alrededor de una tesis política: Gringo viejo (1985) para ajustar cuentas con Estados Unidos y justo cuando acaba de participar en un grupo binacional México-EU para avalar la interdependencia, Cristóbal Nonato (1987) para alertar sobre el final de México si el PAN ganaba la presidencia de la república y en momento en que el panismo avanzaba sobre un priísmo en estado

de descomposición, La frontera de cristal (1995) para erradicar sus obsesiones sobre la relación México-EU pero en momentos en que se encontraba deslumbrado por la presidencia de William Clinton. II

Adolfo López Mateos

Carlos Monsiváis, José Luis Cuevas, Fernando Benítez y Carlos Fuentes

El lombardismo intelectual de Fuentes lo colocó, al terminar el año de 2001, en una situación bastante incómoda. Su libro Tiempo Mexicano mostró algunos de sus mejores ensayos sobre la revisión de la política mexicana de los decenios de los cincuenta y los sesenta. Libro de altibajos, su parte final exhibió las debilidades institucionales del ensayista. El capítulo “La disyuntiva mexicana” ofrece un análisis del conflicto del 68 pero termina con un aval al presidente Luis Echeverría, secretario de Gobernación del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Por su cargo, Echeverría apareció siempre en la mira de la revisión histórica. Pero el problema se agravó después: la victoria presidencial de Vicente Fox –criticado y alabado por Fuentes– aumentó la presión de los grupos políticos y sociales que pidieron una revisión del pasado de represión del ciclo priísta. En diciembre del 2001, el gobierno de Fox creó una fiscalía especial para revisar el tema de los desaparecidos políticos por la guerra sucia contrainsurgente de los setenta y ochenta y en enero del 2002, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que la Procuraduría General de la República abriera una investigación oficial sobre el 68 y sobre todo el tlatelolcazo. Fuentes quedó atrapado en las redes del poder. Desde 1970, Fuentes se hizo echeverrista, defendió a Echeverría por el halconazo de 1971 –estudiantes de nueva cuenta reprimidos en San Cosme durante una manifestación, esta vez por grupos paramilitares conocidos como Los Halcones y bajo el control del Departamento del Distrito Federal– y luego lo apoyó cuando arreció la ofensiva empresarial contra el populismo echeverrista. En 1975. Fuentes aceptó la embajada de México en Francia. Por el tono de sus textos abiertamente defensores de Echeverría, Fuentes le ha quedado a deber a los mexicanos un ajuste de cuentas contra sí mismo: el escritor habría estado apoyando al responsable político de la represión estudiantil del 68 y al responsable directo de la guerra sucia contra la guerrilla en los setenta para liquidar violentamente las protestas radicales. Por tanto, sigue vigente el Fuentes de 1971 que escribió una defensa de Echeverría por el halconazo y a pesar de que Heberto Castillo reveló en 1981 que, en versión de Alfonso Martínez Domínguez, Echeverría mismo había dirigido la represión estudiantil. Severo crítico de los demás, Fuentes no acepta la crítica hacia sus comportamientos. A propósito de declaraciones a favor de Echeverría en su libro Tiempo Mexicano, el ensayista y poeta Gabriel Zaid publicó en la revista Plural de Octavio Paz una “Carta a Carlos Fuentes”. El texto de Zaid no pudo ocultar un dejo de decepción: Fuentes había estado muy cerca de Paz. Inclusive, Krauze


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Octavio Paz

señala una continuidad genérica entre el ensayo El laberinto de la soledad de Paz y la novela La región más transparente de Fuentes. Sin embargo, Paz fue siempre un crítico al poder, aunque al final de sus días perdió fuerza y espíritu y estuvo muy cerca de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. En su carta, Zaid le reclama a Fuentes “usar tu prestigio internacional para reforzar al ejecutivo, en vez de reforzar la independencia frente al ejecutivo”. Y para terminar, Zaid conminó a Fuentes a definir su relación con el poder en relación a una exigencia de congruencia sobre el halconazo: que Fuentes anunciara un apoyo condicionado a Echeverría, a partir de resultados en la investigación de la represión del 10 de junio de 1971. Si Echeverría no entregara resultados de la investigación, entonces Fuentes debería anunciar el fin de su “apoyo condicionado” al presidente Echeverría. Para Zaid, el Jueves de Corpus era para Echeverría “de si cree que podemos democratizarnos o si cree, como don Porfirio, que todavía no estamos preparados” para la democracia. La respuesta de Fuentes se dio en los hechos. Echeverría, que públicamente en el noticiero de Jacobo Zabludovsky había dicho que “definitivamente sí” se haría una investigación para castigar a los culpables, quiso contentar a la opinión pública con la renuncia del regente Alfonso Martínez Domínguez y la remoción del procurador general Julio Sánchez Vargas, pero sin fincarles responsabilidades penales. En 1975, Fuentes era designado por Echeverría como embajador de México en Francia. Ese acto de congruencia política –con el poder, no con las ideas– marcó definitivamente el perfil de Fuentes. De ahí que se haya separado de Paz y articulado al grupo político de Héctor Aguilar

Camín, el intelectual (in)orgánico del salinismo. Las apariciones de Fuentes como orador en actos priístas y panistas no sorprendieron a nadie: confirmaron la vocación lombardista del poder, el interés de Fuentes de ser el intelectual del poder, el consejero del Príncipe. La otra crítica que no resistió Fuentes fue la de Enrique Krauze, publicada en 1995 en la revista Vuelta. En “La comedia mexicana de Carlos Fuentes”, Krauze fue más a fondo que Zaid en su carta: analizó el comportamiento político de Fuentes y criticó severamente sus novelas. Para Krauze, la relación entre

Adolfo López Mateos y John F. Kennedy

ideas políticas y creatividad era inocultable. Fuentes se sintió decepcionado y rompió sus relaciones personales con Paz con el argumento estalinista e intolerante de que un director de una publicación podía negarse a publicar textos de un colaborador –y subdirector para más señas– si su contenido ofendía a un amigo. Nueva definición de Fuentes que no era sino la misma sólo que ante un caso personal: el límite de la crítica terminaba en la amistad. Paz declaró públicamente que no estaba de acuerdo con el texto de Krauze pero no pudo impedir su publicación. Pero Fuentes quería sangre. Hubo un intercambio de cartas entre Fuentes y Paz a propósito de Krauze. Conminado a darlas a conocer, Fuentes las depositó en un lugar especial para que se abrieran dentro de 50 años: un acto más de protagonismo. Krauze había llegado al punto central del debate de los intelectuales: su posición frente al Estado. Herederos de una tradición libertaria más europea y de la guerra fría, Paz, Zaid, Krauze y otros intelectuales de las revistas Plural y Vuelta eran partidarios de una crítica al Estado. Otros intelectuales, como Carlos Fuentes, tenían dos líneas cruzadas: “su temple crítico y su incapacidad para criticar al Estado”, escribió Krauze en “Cuatro estaciones de la cultura mexicana”. Para Fuentes, el ideal político era Cárdenas, el fundador del sistema político priísta fundado en la organicidad de los sectores: Cárdenas transformó el Partido Nacional Revolucionario en el Partido de la Revolución Mexicana y le creó sus cuatro sectores –el obrero, el campesino, el popular y el militar– y además fundó el sistema presidencialista con el exilio de Calles en 1935. Fuentes no pudo mantener distancia de estas pasiones. Con el general Lázaro Cárdenas tuvo una especial fascinación

21 de mayo de 2012 totémica que le ha impedido una verdadera independencia intelectual. En Tiempo Mexicano, Fuentes le dedica un espacio y narra una gira con Cárdenas a Guanajuato. El estilo no le pidió nada prestado al del realismo socialista estaliniano para exaltar críticamente a una persona. No era el intelectual crítico, frío ante el poder, distante de los guiños burocráticos. Fuentes le dijo a Cárdenas que él había “rescatado la dignidad” de la presidencia de la república con la expulsión a Calles, pero se olvidó que ese acto institucionalizó la estructura presidencialista antidemocrática de México: el Estado y su pilar fundamental la presidencia de la república. El texto de Krauze tocó esas fibras sensibles y por ello irritó a Fuentes. “La fe estatista de Tiempo Mexicano” lo decepcionó. “Mi incomodidad respecto a Fuentes ya no es sólo intelectual o literaria sino moral”, agregó Krauze. La fascinación de Fuentes con Echeverría fue producto, escribió más adelante, por el hecho de que el presidente llevó a la práctica el programa de la generación de Fuentes. Este punto es clave para entender los alcances y limitaciones políticas e ideológicas de Fuentes. Más que una izquierda marxista o estrictamente socialista, Fuentes se inclinó por la izquierda institucional. En los sesenta, Fuentes participó en la crítica a Díaz Ordaz y al PRI pero no desde una opción nueva o desde una estricta alternativa política. Sus compañeros de generación que debatieron políticamente contra el autoritarismo casi todos accedieron a posiciones de poder en algún gobierno priísta: Enrique González Pedrero con Echeverría y López Portillo, Víctor Flores Olea con Salinas. Manuel Marcué Pardiñas con López Portillo, Jesús Reyes Heroles con Echeverría, López Portillo y De la Madrid. No había, pues, una distancia crítica del poder, sino una reflexión crítica para humanizar el poder. Fuentes se quejaba en su texto de Cárdenas no de las limitaciones estructurales del sistema político priísta para alcanzar el objetivo de una sociedad más justa, sino de la corrupción, los negocios y la perversión de las estructuras sectoriales del PRI. Es decir, que por sí misma la organización sectorial priísta era buena sólo que manejada por malos líderes. Sin embargo, una indagación crítica podía advertir, desde su fundación, que el sectorialismo ocultaba sus perversiones orgánicas. A partir de sus textos se puede inferir que Fuentes consideraba válido y viable el sistema político priísta, pero a condición de no desviarse del camino del cardenismo. En consecuencia, las reflexiones crítica de Fuentes hacia las desviaciones del rumbo de la revolución mexicana cardenista –camino que el propio Cárdenas no pudo sostener al entregarle el poder al conservador Manuel Avila Camacho y luego por comisiones dentro del gobierno hasta su muerte– obedecen a una reclamación desde dentro del poder; es decir, se trataría de reorientar el rumbo o mejorar las metas pero sin cambiar el modelo. De ahí que Fuentes haya tenido muchas limitaciones en su crítica a los comportamientos antidemocráticos del sistema priísta.


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Gustavo Díaz Ordaz

III Las vacilaciones políticas de Fuentes han sido de fondo. En el fondo, se trataría de formas de incongruencia intelectual y –en el enfoque de Krauze– moral. Van tres ejemplos: 1.- Fuentes ha hecho de su antinorteamericanismo casi una leyenda. Las circunstancias le han ayudado. En los cincuenta fue corresponsal en México y América Latina de la revista progresista The Nation y entonces era partidario del más puro socialismo de izquierda. Luego se recuerdan sus textos apasionados de defensa de México ante el expansionismo estadunidense: “¡Escucha, yanki, México es una nación, no un pozo petrolero!”, tituló un artículo para el The Washington Post. Sin embargo, su amistad personal con Bill Clinton le hizo olvidar el hecho de que Clinton fue el presidente que atacó, acosó y dañó soberanías de otras naciones. Y si Fuentes fue un nacionalista apasionado de su cultura y de la definición nacional en función del conflicto histórico con Estados Unidos, en 1988, participó en la Comisión Binacional MéxicoEU que crearon Miguel de la Madrid y Ronald Reagan, el presidente más conservador de la posguerra, para preparar la integración bilateral. El documento final se llamó “El desafío de la interdependencia”. Entre el grupo mexicano estaba justamente Carlos Fuentes como escritor. Lo interesante de la parte que tenía que ver con la incomprensión de México hacia EU fue la recomendación de los dos grupos, el mexicano y el norteamericano, para modificar los libros mexicanos de textos gratuitos para depurar las partes que perfilaban sentimientos de resentimiento por la pérdida del territorio. Ahí aparecía el Carlos Fuentes como el Gringo viejo. “México”, decía el reporte como para confirmar la inconsistencia de los textos antinorteamericanos de Fuentes, “sin romper con su tradicio-

nal política exterior y sus intereses nacionales, debe comprender la naturaleza global del papel que desempeña Estados Unidos y las limitaciones y complicaciones que esto impone a la conducción de la política exterior norteamericana”. Lo que no decía el documento era que la “naturaleza global” del papel internacional de EU servía igual para aceptar el expansionismo que le quitó a México la mitad de su territorio que para imponer la hegemonía de sus intereses imperialistas. Eso sí, en su agregado “Feliz año nuevo” a su libro Nuevo tiempo mexicano, Fuentes regresó a las andadas pero sin ninguna reflexión autocrítica: el rescate que hizo su amigo Clinton de la economía mexicana en 1995 por el crack devaluatorio perfilaba a México como un protectorado de EU. Al margen de los apasionamientos, el apoyo de EU impidió la quiebra definitiva de la república y se logró en función de la interrelación del Tratado de Libre Comercio. Pero en 1988, el escenario era diferente. Fuentes estaba cerca del gobierno de De la Madrid y participaba de la candidatura presidencial de Carlos Salinas, a pesar de que en ese momento Cuauhtémoc Cárdenas representaba el proyecto de reorientación del rumbo de la Revolución Mexicana en los mismos términos planteados por Fuentes en Tiempo Mexicano de 1971. Por esas fechas, Fuentes ya se había olvidado de sus declaraciones cardenistas de fe. Y si la principal acusación de Cuauhtémoc Cárdenas a De la Madrid y a Salinas era su entrega a Estados Unidos, Fuentes había colaborado con el diseño político e ideológico de la interrelación disfrazada de interdependencia. En el reporte de la Comisión Binacional, Fuentes avalaba declaraciones que contradecían textos anteriores: la percepción nacionalista sobre la pérdida del territorio mexicano –“robo”, decía la cultura oficial– era asumida por la Comisión como “las percepciones de

los mexicanos sobre su socio comercial se basan en gran medida en fuentes y experiencias que también dan una imagen parcial y unilateral”. Los libros de texto de México “contienen errores objetivos e imágenes unidimensionales de EU”. Las dos recomendaciones de la Comisión fueron sorprendentes porque iban en contra de las ideas públicas de Fuentes: “Primero, que los problemas bilaterales requieren enfoques bilaterales (ya no históricos), pues las acciones unilaterales no pueden garantizar soluciones duraderas”. “Segundo, que la relación se ha vuelto mucho más compleja y requiere que las recetas simplistas sean sustituidas por un manejo inteligente y hábil (pragmático, pues) de la interrelación entre ambas naciones”. El documento de la Comisión Binacional fue clave en el Tratado de Libre Comercio que negoció Carlos Salinas para integrar a México a los intereses de Estados Unidos. 2.- Protagónico antiderechista por definición propia, Fuentes no ha vacilado en contemporizar con la derecha. En 1971 criticó a los priístas que se habían corrompido, habían operado el Estado para negocios propios y habían pervertido la organización social sectorial dentro del PRI, pero sus amigos priístas eran promovidos en sus textos y sus relaciones con De la Madrid, Salinas y Zedillo fueron abiertas aunque ellos representaran el modelo corrompido de la Revolución

William Clinton

7 Mexicana. Fuentes guardó silencio ante la reforma ideológica de Salinas para terminar con el Estado y endiosar al mercado y para excluir de los documentos del PRI el concepto de Revolución Mexicana. Y Fuentes fue orador de un acto político de precampaña presidencial priísta de Luis Donaldo Colosio, secretario de Desarrollo Social de Salinas, para consolidar el fin de la política social del Estado y legitimar el solidarismo –propuesta ideológica del PAN, por cierto– como el poco apoyo estatal a los más pobres. Colosio, además, había sido el presidente del PRI que había avalado la nueva ideología salinista del liberalismo social en sustitución de la Revolución Mexicana. En aras de una presencia como intelectual áulico del poder priísta, Fuentes acudía a todas las ceremonias del poder priísta. En 1987, Fuentes había publicado su novela alegórica Cristóbal nonato. La anécdota era sencilla: el México de 1992, 500 años después del descubrimiento de América, estaba dominado por un panista en la presidencia de la república. Para Fuentes, México habría abdicado de su historia con el PAN en la presidencia, habría dejado de ser república y sería una monarquía panista, los estados petroleros de Chiapas, Tabasco y Campeche estarían alquilados por una potencia extranjera, el separatismo quebraría la república y Veracruz y Tamaulipas se anexarían a Cuba y nacería un nuevo país: Mexamérica. Pero en las vueltas del tiempo mexicano histórico,


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Luis Echeverría Álvarez

Fuentes apareció en ceremonias panistas en las que Vicente Fox le rindió homenaje. Fuentes fue orador en un evento cultural y se opuso al cobro de IVA a libros, pero nada dijo cuando el Congreso decidió en diciembre del 2001 el fin de las exenciones fiscales a los autores y artistas. 3.- En noviembre de 1994, Fuentes publicó un libro apresurado: Nuevo tiempo mexicano. Ahí recogió textos sueltos y un diario sobre el aciago año de 1994. Ya circulando estalló la crisis devaluatoria de diciembre de 1994 y el colapso financiero de 1995. Con el título “Feliz año nuevo”, Fuentes publicó en febrero de 1995 un agregado. A diferencia de sus textos de 1971 en Tiempo mexicano donde hablaba de retomar el rumbo de la Revolución Mexicana y de criticar los excesos autoritarios de Díaz Ordaz, Fuentes en 1995 habló por primera vez de una democracia. En 1971 dijo que Echeverría era un demócrata acosado por los fantasmas del pasado. Por tanto, asumía un sistema democrático donde la oposición padecía un Estado autoritario o, como lo señaló José Revueltas en 1976, “un Estado ideológico total y totalizador”. En 1995 había ya un Fuentes democratizador, aunque no transicionista. La crisis de 1994 eran “razones para acelerar la agenda democrática, apelar a la ciudadanía, ampliar el gabinete nacional, sujetar a responsabilidad a quienes entorpezcan el desarrollo democrático del país y exigirles Solidaridad –con mayúscula– a los 24 multimillonarios, a los ex presidentes, ex gobernadores y ex ministros que acaparan tajadas máximas de riqueza nacional”. No era estrictamente una agenda democratizadora sino apenas objetivos políticos para lograr la estabilización de la república. Fuentes aparecía en ese año

como un conservador político porque otros intelectuales y políticos discutieron, en varios grupos plurales, la urgencia de una verdadera transición a la democracia: es decir, el desmantelamiento del viejo régimen priísta y la definición de metas de fundación de un nuevo sistema democrático que pasara por el ajuste de cuentas con el pasado. Fuentes pedía nada más “pasarles la charola” a los corruptos, no fincarles

Matanza del Jueves de Corpus

responsabilidades penales y administrativas por el saqueo a la nación. La transición que se discutió en México después del asesinato de Colosio hablaba de alternancia partidista o de gobierno de salvación nacional. El problema de Fuentes ha sido siempre sus tentaciones definitorias, excluyentes de análisis más críticos. En su diario de 1994 en Nuevo tiempo mexicano, Fuentes no puede desligarse de sus propios

21 de mayo de 2012 lastres políticos e ideológicos. Al revisar los finales de sexenio en función de un modelo de Miguel Basáñez, Fuentes no puede dejar vencer los demonios del poder. Entre los males del sexenio de Echeverría manera el “evitable y mal manejado caso Excelsior”, que no fue otra cosa que la decisión de la presidencia de la república de promover un golpe en la cooperativa para expulsar a Julio Scherer y a sus principales reporteros y colaboradores críticos. En 1976, Fuentes era embajador de Echeverría en Francia y guardó silencio cómplice, a pesar de que en sus escritos se había referido a Scherer como “el Zarco mexicano” y había alabado el periodismo crítico al poder. Pero Fuentes no renunció a la embajada. En cambio, Paz abandonó Excelsior con Scherer y renunció a la dirección de la revista Plural. El mismo enfoque aplicó en el caso de Salinas. En su texto de Nuevo tiempo mexicano, Fuentes dice que “Carlos Salinas parecía la excepción (de crisis de finales de sexenio): todo le había salido bien”. Pero ocurrió el alzamiento zapatista, el asesinato de Colosio, el secuestro del banquero Alfredo Harp y el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu. El analista Fuentes percibió mal el salinismo porque no aplicó la ley de Murphy: lo que mal empieza, mal acaba. El modelo autoritario de Salinas impuesto en 1988 terminaría con el alzamiento zapatista. Fuentes pareció no haber leído el Primer Comunicado de la Selva Lacandona del EZLN donde habló del sistema antidemocrático y exigió la renuncia de Salinas a la presidencia. El TLC se manejó a espaldas de la realidad nacional. A finales de noviembre de 1993 había esta-


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2 de Octubre de 1968

llado la peor crisis de legitimidad del sistema priísta con la rebelión de Camacho al dedazo de Salinas a favor de Colosio. A lo largo del sexenio se acumularon las evidencias de que Salinas había incubado una crisis fenomenal. La percepción de Fuentes de que “todo le había salido bien” a Salinas era una opinión cómplice. IV El destino alcanzó finalmente a Carlos Fuentes. Con trabajos y a base de encantos personales pudo dejar atrás su echeverrismo afanoso. Su relación posterior con presidentes fue sexenal y ajustada a los periodos de poder. Sin embargo, el fantasma del echeverrismo lo ha vuelto a rebasar y a obligar a una definición clara. Ya no se trata de racionalizar el modelo populista de Echeverría con argumentos cardenistas y en medio de ofensivas de la derecha del Estado y del sistema. Ahora se trata de ajustar la figura de Echeverría a su dimensión real. A diferencia de la percepción terminal del sistema priísta que exhibió Paz en Posdata, Fuentes fue más apasionado y menos razonado en “La disyuntiva mexicana” de Tiempo mexicano. Paz habló de una crisis de modelo y de Estado y Fuentes de una “crisis de crecimiento, de transformación y de conciencia”. Aún así, Fuentes defendió a los estudiantes, apoyó al rector Barros Sierra, criticó duramente la respuesta represiva de Díaz Ordaz y más tarde renunció a la embajada en París por la designación de Díaz Ordaz como embajador de México en España. Había, pues, un compromiso moral con el 68. La revisión posterior del 68 encontró un espacio para el ajuste de cuentas. En la campaña presidencial del 2000 el tema del 68 se metió de modo natural –sin duda porque la transición mexicana en cámara lenta había comenzado en Tlatelolco 68– y la exigencia de una Comi-

sión de la Verdad. En el 2001, el tema de los desaparecidos políticos por la represión de Estado contra la guerrilla en los setenta y ochenta se incluyó en la agenda de la alternancia democrática. Un reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos condujo a la decisión del presidente Fox de crear una fiscalía especial en la PGR. El siguiente punto de la agenda de la represión priísta fue el 68. Y en enero del 2002, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó que no se podía sobreseer la investigación del 68 sin una investigación más exhaustiva. Y el expediente del 68 se volvió a abrir. Muertos Díaz Ordaz, el general Marcelino García Barragán y el general Alfonso Corona del Rosal, la atención se volcó hacia Echeverría como secretario de Gobernación y el general Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del estado mayor del presidente Díaz Ordaz. Los dos tienen una responsabilidad directa en la represión: Echeverría porque utilizó el conflicto para perfilar su candidatura priísta a la presidencia y Gutiérrez Oropeza porque el Batallón Olimpia que agredió a los estudiantes estaba formado por personal especializado del Estado Mayor Presidencial. En este expediente abierto, Fuentes quedó atrapado. Su análisis sobre el 68 en Tiempo mexicano se desmoronó por la razón de que Echeverría no fue una víctima sino un responsable. Y el asunto se le puede complicar a Fuentes porque la fase más agresiva de la guerra sucia contra la guerrilla mexicana posterior al 68 ocurrió justamente en el gobierno de Echeverría y con indicios de que habría sido una decisión de Estado. En este escenario, Echeverría actuaba públicamente como un demócrata pero privadamente como un represor. En Tiempo mexicano, Echeverría aparece como el Cárdenas moderno. “Echeverría optó, calificadamente, por el ca-

mino de la democratización”, escribió Fuentes. Esta frase encerró los alcances priístas de la democracia en el análisis político de Fuentes: la apertura del sistema pero sin modificar estructuras autoritarias. Esa democratización se negó con la aparición de la guerrilla como el último camino para la lucha contra el Ogro autoritario estatal y se ahogó en la represión violenta y los asesinatos desde el poder de militantes de la guerrilla. Fuentes alabó la apertura a la crítica de Echeverría, pero esa experiencia terminó con el manotazo autoritario contra el periódico Excelsior en julio de 1976 por su crítica al sistema, al poder y al presidencialismo. Fuentes no se salió de los espacios del poder. En su ensayo “La disyuntiva mexicana”, Fuentes escribió: “el 10 de junio (de 1971) se cometió un crimen. Y si ese crimen no es castigado, será difícil, a pesar de las manifiestas buenas intenciones de Echeverría, creer en la política de apertura democrática”. Los escenarios de Fuentes fueron muy claros. Un párrafo antes de éste, Fuentes señaló que las renuncias de Martínez Domínguez y el jefe policiaco Rogelio Flores Curiel no eran suficientes. La requisitoria de Fuentes a castigar el crimen del 10 de junio fue precisada por Zaid conminando a Fuentes a quitarle el apoyo condicionado a Echeverría si no se castigaba a los culpables. La investigación se extravió, no hubo ningún responsable castigado, el crimen quedó impune y en 1975 Fuentes fue designado embajador de Echeverría en Francia. Y para acumular paradojas políticas, en 1975, durante el último año de la presidencia de Echeverría, Flores Curiel fue designado candidato del PRI a la gubernatura de Nayarit. Pero la relación de Fuentes con Echeverría no pasa sólo por el 68 y el halconazo de 1971 sino por la guerra sucia contra la guerrilla. Fuentes le debe al país una precisión sobre Echeverría: ¿fue un demócrata o un burócrata que usó la apertura política para consolidarse mientras secretamente reprimía disidentes y guerrilleros? Las evidencias son contundentes: en el gobierno de Echeverría se detuvieron ilegalmente a disidentes y a centenas de ellos se les borró de la superficie de la Tierra. ¿Podía la policía política o el ejército actuar a espaldas del presidente

Heberto Castillo

9 de la república? La respuesta sería negativa. La conformación presidencialista del sistema político priísta era piramidal. Por tanto, la responsabilidad de Echeverría en la represión fue manifiesta. ¿Cómo revisaría Fuentes su Tiempo mexicano a la luz de las revelaciones del 2001 y el 2002? Fuentes vio en Echeverría a un nuevo Cárdenas. En sus palabras finales de Tiempo mexicano, Fuentes señala que grupos de la derecha querían obligar a Echeverría a una dictadura fascista. Para escapar de esas presiones, Fuentes dibujó en 1971 una salida a la Cárdenas: ante “la intensa lucha por el poder dentro del poder”, “quizá se acerque el momento en que Echeverría debiera decidirse a renunciar a una quimérica “armonización de intereses”, apoyarse en el pueblo para convertir su política verbal en política activa de renovación estructural y expulsar del país, como Cárdenas expulsó a Calles, a los verdaderos “extremistas”, a los verdaderos “agitadores”, a los ex presidentes, ex regentes y ex oficiales que están promoviendo un golpe fascista en México”. La realidad fue diferente a la ideal de Fuentes: los extremistas y agitadores fueron los opositores de izquierda y los guerrilleros y contra ellos se aplicó toda la fuerza represiva del Estado. En términos estrictos, Echeverría optó por la salida fascista contra la izquierda. Y si Fuentes no lo supo entonces, ahora sí lo sabe y le debe a la república una reflexión autocrítica sobre su endiosamiento de Echeverría. La tarea de ajuste de cuentas no será fácil. Fuentes fue embajador de Echeverría y de un par de años de López Portillo, todo el ciclo represivo del Estado. Fuentes enfrenta el mismo dilema de su aliado Héctor Aguilar Camín con Carlos Salinas: cuando Salinas se hundía en el desprestigio, Aguilar Camín se dijo sorprendido de un Salinas desconocido y se deslindó políticamente de ese pasado. Pero poco después Salinas filtró información sobre todos los beneficios económicos que recibió Aguilar Camín del salinismo y en ese momento el desprestigio del intelectual fue total. Si Fuentes no recibió contratos ni prebendas pecuniarias de Echeverría, sí fue beneficiario de los cargos públicos. Por tanto, el deslindamiento requiere de algo más que una declaración. Si Fuentes no lo hace, enton-


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18 Brumario de 1976 apoyada desde Los Pinos, Fuentes se olvidó de sus opiniones: Excelsior había sido reprimido desde el poder para acallar su sentido crítico. Y el responsable señalado fue Luis Echeverría. A la hora de los ajustes de cuentas con la historia, Carlos Fuentes tiene varios pendientes: su lombardismo priísta crítico pero sin propuesta alternativa, su echeverrismo declarado ahora contaminado por la investigación del 68, la responsabilidad de Echeverría en la guerra sucia contra la disidencia y su cargo de embajador cuando Echeverría había aplastado la experiencia libertaria de Excelsior y que el propio escritor había elogiado. Las ruedas de la historia podrían ser una aplanadora sobre el cuerpo intelectual y moral de Fuentes. V

Ernesto Zedillo y Carlos Salinas

ces su obra ensayística básica, Tiempo mexicano, habrá sido una mentira oficial. El 68 aparece como un momento de definición intelectual. El escritor Martín Luis Guzmán desnudó el sistema político priísta en su novela La sombra del caudillo pero el 7 de junio de 1969 se postró ante el presidente de la república para apoyarlo por los acontecimientos del 68. Como Guzmán, Fuentes construyó una posición intelectual e ideológica al calor de la represión del 68 y entró en crisis de credibilidad en el 2002 por las evidencias de que Echeverría estaría involucrado en la represión a estudiantes en 68 y en 1971 y en la guerra sucia criminal del Estado contra disidentes y guerrilleros en la pri-

Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis

mera mitad de los setenta. Y el destino podría ser implacable con Fuentes: sus posiciones intelectuales habrían sido políticas e interesadas. En Tiempo mexicano, Fuentes escribió una nota al pie de página sobre Excelsior: “de paso, diré que bajo la dirección de Julio Scherer García, el Zarco del Siglo XX, el diario Excelsior ha roto con el monolitismo de la mentira y el escamoteo en la prensa mexicana, creando un foro abierto a todas las opiniones en sus páginas. Libertad ganada en contra de la amenaza y aún de la agresión física de los grupos fascistas del diazordacismo, que colocaron una bomba en la puerta del edificio del periódico”. Cuando vino la maniobra

Al margen de las explicaciones públicas, en Fuentes agonizó el modelo lombardista de los intelectuales. En su evaluación sobre el Partido Popular, Revueltas critica severamente la personalidad de Vicente Lombardo Toledano. “Lombardo ha llegado a la cumbre de su desarrollo histórico”, escribió Revueltas en México: una democracia bárbara, “después de que las leyes del movimiento, que rigen de un mismo modo para los hombres tomados individualmente como para la sociedad y la naturaleza, lo han ido despojando, sin encono y sin crueldad, pero inexorablemente, de todo aquello que le era ajeno, que no se correspondía con su constitución interna real y verdadera, y que aparecía como

una cambiante vestidura que los acontecimientos le prestaban para la correspondiente aparición en escena”. Párrafo bastante cruel, en verdad, pero en todo el libro ofrece Revueltas un análisis de las ideas de Lombardo, sus enfoques interpretativos parciales de la realidad y sobre todo su posición política dentro del sistema priísta. De líder de la clase obrera, Lombardo derivó en dirigente ideológico de “la pequeña burguesía” y en ideólogo del sector progresista del PRI. Carlos Fuentes padece el mismo drama que Revueltas. Su posición intelectual crítica se fue consumiendo en la ausencia de opciones de izquierda y se agobió en el institucionalismo priísta. El razonamiento político e ideológico de los ensayos de Fuentes perfilan un intelectual del sistema político priísta, no en un promotor de la democratización hacia la alternancia. Revueltas definió, luego de un análisis de ideas, razonamientos y referentes históricos, el modelo de país de Lombardo y resulta que es el mismo que ha ofrecido Fuentes en sus ensayos: “Lombardo formula su propia posición que es la de que México sí está en condiciones de desenvolverse de un modo independiente y que el instrumento para lograr este fin no puede ser otro que un gobierno representativo de las fuerzas progresistas y que se apoye en el programa de estas mismas fuerzas”. El lombardismo se asume como la posición política del reformismo del sistema político priísta. Pero también refleja la conducta personal del intelectual subordinado al poder, aunque este poder a veces haya asumido la forma de un Estado represor y fascista.

La tumba que espera a Carlos Fuentes en el cementerio de Montparnasse, en París, al lado de sus hijos. (Foto: Carlos Ramírez)


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Carlos Fuentes en sus ochenta años Por René Avilés Fabila demás seguimos soñando con irnos de México a buscar un puñado de comentarios que permitan saber qué hemos hecho. Para algún día quizá regresar con un costal de críticas literarias adquiridas en el extranjero y probar que sólo así es posible ser profeta en su tierra. La única que estuvo a la altura de las circunstancias, fue la señora Josefina Vázquez Mota, antes autora de libros de superación personal, hoy secretaria de Educación Pública, al felicitar públicamente al autor de “La ciudad más transparente” diciéndole: “Querido Octavio Paz, en este tu cumpleaños…” Fuentes, gracias a sus excesos de cosmopolitismo, sonrió de modo casi natural. El éxito de Fuentes fue rápido y notable, despertó envidias y oleadas de admiración. Jesús Arellano, un escritor de filoso humorismo lo acusó de plagio y hasta dio pistas tanto en La región más transparente como enAura; en el prime-

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on tanto festejo, como nunca le hicieron a Alfonso Reyes, Mariano Azuela, José Vasconcelos, Salvador Novo, Martín Luis Guzmán, Carlos Pellicer, José Revueltas, Rubén Bonifaz Nuño, Juan Rulfo, Juan José Arreola, es imposible no pensar en Carlos Fuentes, en su éxito abrumador y desconcertante para un mexicano, en su fantástico cosmopolitismo, en su elegancia abrumadora. Lo recordé cuando a mis poco más de quince años de edad, leí La región más transparente y me deslumbró. Fui hasta la librería (El caballito) donde firmaría ejemplares de su novela. Allí hizo a un lado a personas mayores y permitió que yo fuera uno de los primeros en recibir su autógrafo con tinta azul. Salí emocionado y he conservado el ejemplar con sumo cuidado. Fuentes se hizo notar con Los días enmascarados, un libro de cuentos que Juan José Arreola revisó. Más adelante supe de unas declaraciones suyas que me dejaron impresionado: se iría de México para encontrar las críticas indispensables para saber qué clase de obra estaba haciendo. Imaginé, sin conocer el mundo intelectual mexicano, que era una exageración. Pero no, así es: no tenemos una crítica seria que nos deje saber el valor, los méritos, los defectos, de una novela o un libro de poemas. Nos han dicho que Emmanuel Carballo, uno de sus amigos cercanos, el que escribía

en aquellos años que leía a Fuentes de pie y no sentado, parafraseando a Vasconcelos, es el mejor crítico que el país posee. Nada más inexacto. Es un excelente entrevistador, esto lo pone del lado del buen periodismo cultural, el que por añadidura trabajó cuando los grandes de nuestras letras vivían. Es probable que su mejor trabajo sea una nota aguda sobre los plagios de Octavio Paz, sus muchas deudas con Samuel Ramos (El perfil del hombre y la cultura en México, primer gran intento de filosofar sobre lo mexicano) y con Rubén Salazar Mallén en diversos ensayos que le dedicó al machismo y desde luego a Sor Juana Inés de la Cruz). Con él me presentó el historiador amigo de mi padre y maestro mío, Ernesto de la Torre Villar en un acto de generosidad, para abrirme camino. Emmanuel y yo pronto aprendimos a vernos a distancia y con recelos. Hoy Fuentes recibe comentarios por toneladas sobre su obra, mesas redondas, conferencias magistrales y exposiciones analíticas. Sus panegiristas son cientos y se limitan a un puñado de lugares comunes del elogio sin piedad. Experto en asuntos mexicanos, desde Londres, París y Nueva York, pontifica sobre el país que apenas conoce. Ahora, gracias a un diálogo con el inefable e infaltable Monsiváis, sabemos cuáles son sus películas favoritas. Le dieron una comida en el Castillo de Chapultepec para coronarlo el nuevo emperador de las letras latinoamericanas. Es un fastidio, como si fuera el único. Los

ro la presencia del Manhattan Transfer de John Dos Passos era evidente, en el segundo, la de Henry James con Los papeles de Aspern. Arellano dio precisiones en un trabajo ciertamente ocioso que más adelante retomaría Enrique Krause. A Octavio Paz lo acusaron repetidas veces de plagio, entre otros, Rubén Salazar Mallén y no de otros autores sino de su propio trabajo sobre Sor Juana Inés de la Cruz. Paz, desdeñoso, dijo: Los lobos se alimentan de corderos. Nada ocurrió, nada salvo que le concedieron el Premio Nóbel de Literatura. Fuentes supo de las acusaciones, pues las páginas de la denuncia recorrieron el mundillo intelectual capitalino, pequeño entonces. Tiempo después, al fin Carlos reconocería no el plagio, sí las influencias. En sus primeras fastuosas intervenciones de autor exitoso precisó en Bellas Artes (ciclo Los narradores ante el público): Que ya tenía alas pro-


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18 Brumario suyos. No tan célebre como sus paisanos Diego Rivera y Frida Kahlo, su obra es referencia mexicana o casi, porque un profesor norteamericano decía con ironía que Fuentes era el primer autor chicano. O alguien que piensa mexicano en inglés. Su elegancia y distinción son ya proverbiales en un mundo que se globaliza en puras fachas, en ropa nocasual sino en harapos como los que han hecho célebre a su tocayo Monsiváis. En una nota aparecida en el DF, el reportero lo describía luego de muchas entrevistas con escritores: “Sólo bebe vino blanco y champaña. Le gusta comer en restaurantes donde el trato es cálido y, por ello, en Londres, su lugar preferido es el conocido como La familia...” En síntesis, no hubo más que reconocimientos y ninguna voz discordante, pese a que las hay, bien las conozco. Muerto Ricardo Garibay, persisten otros criterios negativos. Alguien me dijo --creo que fui yo mismo--, que Fuentes era rey de Liliput. No estoy en desacuerdo con el desaforado homenaje a Fuentes, lo que me gustaría es que otros más también lo recibieran. Paz volvería a morir si contemplara el mes, algo que él jamás recibió y eso que tuvo todo, absolutamente todo. La única vez que comí con Carlos Fuentes, lo he narrado en mi libro autobiográfico Nuevas Recordanzas, fue a través de una cita concertada por Raúl Cremoux. En cuanto nos saludamos me dijo algo que yo sabía: que una investigadora norteamericana, Norma Klahn, había escrito un libro sobre la estructura de la novela corta; los ejemplos utilizados eran nada menos que Aura y una mía, Tantadel. Como pasamos velozmente a otros temas, no pude decirle que había conocido a una jovencita de unos

pias para volar. Desde entonces ha desdeñado a sus críticos y se ha hecho amigo de todo aquél que pareciera tener talento. A diferencia de Paz, Fuentes se negó a ser caudillo cultural. Aceptó el reinado de Octavio, pero pronto, a pesar de la influencia de El laberinto de la soledad y de la admiración por Piedra de sol, rompieron abruptamente luego de la publicación de un texto perverso, ameno, interesante y de dos o tres bandas: Enrique Krauze escribió El guerrillero dandy. Se acabó la amistad. El novelista se limitó a decir que una “cucaracha” había dado al traste con esa espléndida relación. En su libro autobiográfico, En esto creo, Fuentes nada dice acerca de sus relaciones con el poder, que las tiene, tampoco acerca de sus enemistades peligrosas, se concreta a hacer alarde de sus muchas lecturas, de los grandes personajes que le aplacan o inquietan el espíritu. Es, parecida a las de Collingwood y Bobbio, autobiografías intelectuales, pero sin el toque de tragedia que estas dos tienen. Fuentes respira aires de frivolidad pura. Evidentemente desdeñó el trono vacante por la muerte de Paz, el hombre que requería súbditos, no amigos, esclavas y no esposas y cuyo funeral fue semejante al de un jefe de Estado, en un entierro que negaba toda su biografía anterior, donde insistió en que el poeta debe estar

lejos del príncipe y del aplauso fácil de las masas, en donde el ogro filantrópico era odioso. Hoy en México, los intelectuales que gobiernan políticamente a la poco mundana y excesivamente antidemocrática “república de las letras” son Monsiváis, Aguilar Camín y Poniatowska, pertenecen a la estirpe de los intelectuales orgánicos, los que con habilidad ponen su talento al servicio del poder y reciben méritos exagerados: están sobrevaluados. A cambio, Fuentes ha ganado todos los premios y reconocimientos con su sólo talento y su exilio europeo. Podríamos decir so pena de ser cursis que gobierna espíritus y no personas, que lo respetan o fingen respetarlo políticos de todos los partidos, salvo el idiota de Carlos Abascal, quien prohibió que su familia leyera Aura por “pecaminosa”. Fuentes poco viene a México y cuando lo hace es por una razón poderosa: la publicidad. Sobre su vida privada personal hay poco dicho por él mismo. Ha preferido cultivar esmeradamente su parte pública y ello tal vez le haya sido duro; pienso en sus hijos o en la primera esposa. Con frecuencia da la impresión de ser insensible o ajeno a las penas familiares. La fama ante todo. Es una leyenda. En París se habla de él, en Viena igual, para qué citar Nueva York, Londres o Buenos Aires, no existe país donde no haya libros

Carlos Fuentes

21 de mayo de 2012 quince o dieciséis años cuyos padres la habían registrado con esos nombres literarios: Aura Tantadel. Me la tope durante una conferencia que dicté en la Preparatoria número 1 de la UNAM. Me pidió la firma en mi novela y dijo con voz serena que eran dos libros que habían amado sus padres. De acuerdo, le dije, sólo te falta que Carlos Fuentes firme tu ejemplar de Aura. ¿Lo habrá conseguido en este maremagnum que han sido treinta días de reconocimientos hasta de lo que no hizo pero pudo hacer? Carlos Fuentes es el tema mexicano inagotable. El único capaz de reunir a los partidos en pugna. Lo aman los del PRI, los del PAN y los del PRD, bueno, lo adoran hasta los partidos pequeños, los que la gente califica con merecido desdén como morralla. Ha cruzado pantanos y no se ha manchado. No olvidemos que fue embajador de Luis Echeverría en Francia, que se desgañitó señalando, junto con Fernando Benítez (otro de historial oscuro, baste con recordar su larga entrevista laudatoria a Carlos Hank González, fundador de una estirpe de pillos y que terminara en el servicio diplomático de un sistema que fingió desdeñar) que no había alternativa nacional: o era Echeverría o era el fascismo. Renuncia al cargo cuando Díaz Ordaz fue nombrado representante de México en España y así retorna a la heroicidad, a la lucha contestataria, a la trinchera más o menos crítica, a los tiempos en que fue el intelectual que en 1968 visitó a los muchachos rebeldes en París. Felicidades por sus ochenta años. No puedo quedarme atrás, desentonaría en los homenajes que a diario se suceden y que hubiera provocado las envidias de Reyes, Vasconcelos, Martín Luis…


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Avon y Omnilife: Casos documentados de irresponsabilidad social corporativa Por Gustavo Ramírez

Logo Avon

Logo Omnilife

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n México, y a raíz del caso actual (2012) de soborno de Walmart, desempolvamos un análisis elaborado en febrero de 2005, que refleja la elusión laboral permitida; Avon Cosmetics tiene un total de 450 mil representantes independientes, en su mayoría amas de casa en un rango de edad entre 38 a 58 años, con nivel de escolaridad básico y un promedio de antigüedad de 15 años, mismos en los que nunca han sido reconocidas como empleadas por la empresa; sólo 27 mil estaban afiliadas al IMSS lo cual se reconocía como su única prestación. El 14 de noviembre de 2004, las 27 mil afiliadas al IMSS perdieron su derecho a la seguridad social, al no renovarse el convenio entre AVON y el IMSS. La empresa les envió una carta de aviso el 18 de diciembre y perdieron el derecho de atención médica a partir del 10 de enero de 2005. Se calcula que existen más de 1500 denuncias de trabajadoras en la auditoria patronal del IMSS y en enero de este año, presentaron una queja contra el gobierno mexicano ante la Organización Internacional del Trabajo. La presión de la opinión pública en contra de AVON es fuerte, a tal grado que pondría en jaque sus fabulosas utilidades directas de 455 MDD para la empresa, contra sólo 433.3 dólares de ganancia anual promedio para cada una de las 450 mil representantes independientes. STANHOME, TUPPERWARE, JAFFRA, y otras empresas trasnacionales, multinacionales o de capital extranjero con el sistema de venta directa, han amenazado a las autoridades del IMSS con cerrar LA EMPRESA, en caso que sean obligadas a registrar a sus representantes ante el IMSS. Por su parte, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Procuraduría del Consumidor, solicitó la intervención del Secretario del Trabajo y ex presidente de la COPARMEX (ya fallecido) Lic. Carlos María Abascal Carranza y de la Organiza-

Jorge Vergara, presidente de Omnilife

ción Internacional del Trabajo OIT, solicitando su apoyo para recuperar la seguridad social, además de que la empresa cumpla con su responsabilidad social y respete la legislación nacional en esa materia. En la Ley Federal del Trabajo (LFT), el título sexto se refiere a los trabajos especiales, y el capítulo IX a los agentes de comercio y otros semejantes. El artículo 285 dice: “Los agentes de comercio, de seguros, los vendedores, viajantes, propagandistas o impulsores de ventas y otros semejantes, son trabajadores de la empresa o empresas a las que prestan sus servicios, cuando su actividad sea permanente salvo que no ejecuten personalmente el trabajo o que únicamente intervengan en operaciones aisladas”. El sistema Avon Cosmetics se divide en 19 campañas, cada una con duración de 21 días con catálogo diferente en 500 zonas de venta y obtienen el 30% de comisión. En México hay más de 200 empresas con este modelo de relación laboral existente y permanente. En la ley de IMSS la obligatoriedad de dar de alta a los trabajadores se esta-

blece en los Art. 12, 13, 241, 250 y remite a los Art. 20 y 21 de la LFT. Art. 20. “Se entiende por relación de trabajo, cualquiera que sea el acto que le dé origen, la prestación de un trabajo personal subordinado a una persona mediante el pago de un salario”. Art. 21. “Se presume la existencia del contrato y de la relación de trabajo entre el que presta un trabajo personal y el que lo recibe”. Así de simple.

Campaña social de Wal Mart

El caso OMNILIFE, que tiene una fuerza de ventas en nuestro país que rebasa los 200 mil distribuidores, acaba de ganar una controversia al IMSS, donde el Tribunal Colegiado de Circuito en materia administrativa, con sede en el D.F. y dependiente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, determinó “que no existe relación de trabajo entre los distribuidores independientes y la empresa OMNILIFE”. Esta empresa amenazó que en caso de perder la controversia cerraría sus operaciones en México, sin embargo, el dueño de la misma tendría que perder sus ventas que ascienden a más de 10 mmd al año. Más allá de las consideraciones de empleo o de percepciones sobre filosofía del trabajo, en la Ley Federal del Trabajo (Art. 3°) dice que: “El trabajo es un derecho y un deber social. No es artículo de comercio, exige libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel económico decoroso para el trabajador y su familia”. ¿Es un derecho de los trabajadores o es una responsabilidad social corporativa? ¿Es cuestión de obligación o de justicia social? ¿Es un derecho o un deber social? Allá ustedes. ramirezllaca@axtel.net www.mundolaboral.com


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Los pendientes Por Eduardo López Betancourt

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éxico es el país de la amnesia, todo se olvida, los crímenes, fraudes y robos, quedan en absoluta impunidad, pocos se acuerdan y en la práctica tan oprobiosos hechos, sólo forman parte de las páginas negras en la historia de nuestra Patria; veamos algunos casos: 1.- Las “raterías” de los hijastros de Fox, los hermanitos Bibriesca; a quienes quizá ya hasta les dieron carta de inocencia y buen comportamiento. 2.- Las visas canadienses. Resulta que ante el desprestigio de nuestra nación en el ámbito internacional, Canadá exigió visa a todo aquel azteca que deseara visitar la tierra del maple; inclusive, al solicitar dicho documento se hacen cuestionamientos como ¿De qué vive? ¿Tiene dentadura postiza?, ¿Quién paga sus gastos? ¿Cómo consigue dinero? ¿Cuántos matrimonios lleva?, o sea, preguntas sumamente insultantes. Lo grave es que en un encuentro, en la 18 Reunión Interparlamentaria, los legisladores mexicanos protestaron, y con razón, ante tan ofensivo requerimiento, asegurando que presentarían su inconformidad y se opondrían a la solicitud de visa canadiense, por considerar que se trataba de una clara muestra llena de desprecio y discriminación hacia los nacionales, y aún más, para con los funcionarios “nahuatlacas”. Pero todo indica que nos “chamaquearon” porque del tema ya no se supo nada.

3.- En Monterrey, el alcalde panista y su hermano están involucrados en el turbio negocio de los casinos; es más, se les ubicó como extorsionadores. ¿En que terminó todo? Al parecer premiando al alcalde con una diputación, pero ¿y su hermano?

4.- Calderón criticó, con sobrada razón, la conducta de los jueces, quienes proceden como se les pega la gana, sin prudencia alguna y con claras muestras de inmoralidad; empero como siempre, “mucho ruido y pocas nueces”, tampoco nada se ha hecho en este caso, los belitres siguen vendiendo las sentencias al mejor postor. Por supuesto, como es obvio, hay dignas salvedades, togados honestos y de gran calidad, pero son tan pocos, que al final resultan insuficientes los juzgadores

capaces y honrados, frente a tanto malandrín que se dice impartidor de justicia. 5.- En la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, murieron infinidad de niños, los culpables no han sido procesados, ni lejanamente se ha valorado esa posibilidad, todo porque en ese tema se vislumbra que están implicados importantes funcionarios de la actual administración federal. 6.- Miembros del Ejército y la Marina han cometido sinnúmero de atrocidades, por ejemplo, cobardes asesinatos de inocentes, donde los niños y mujeres no son excepción ¿Cuál ha sido el castigo para esos cobardes, abusivos, y generalmente drogados uniformados? 7.- En el 2011, fueron ultimados por lo menos 13 Alcaldes, lo único que ha dicho el gobierno Federal al conocer de tales hechos, es que los perpetró el llamado “crimen organizado”; como si estos, los que lo integran, pueden hacer lo que les plazca. Lo real es que la creación y proliferación de los cárteles, es al parecer obra del gobierno federal, existe quien asevera que éste los contrató y maneja a su antojo. 8.- De pronto, se acusó a la Gordillo, dueña del sindicato de maestros, de actos de corrupción de toda naturaleza, inclusive de la muerte de mentores y no se diga enriquecimiento ilícito y malversaciones al por mayor, sin embargo, nada se ha hecho contra tan impresentable lideresa. ¿Acaso el gobierno le tiene miedo? Estos son sólo algunos de la enorme lista de pendientes, donde la perversidad se hace presente. Ojalá con este pequeño recordatorio se vuelvan a retomar y esencialmente a solucionar casos afrentosos que siguen en el olvido; no obstante, creo que pecamos de optimistas. elb@unam.mx


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Puebla, medio siglo de crisis territorial Por Raymundo García García

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entro del contexto del centenario de los festejos del 5 de Mayo, la ciudad no sólo se vio engrandecida con una importante conexión con la ciudad de México y con un nuevo trazo urbano, sino que además se vio beneficiada con la ampliación de su territorio como municipio pensando hacia el futuro en su conversión en municipio metropolitano como lo conocemos hoy día. El territorio original era muy reducido, la primera Constitución poblana –la de 1825– hace formalmente la primera división territorial de la entidad en “partidos”, y después éstos los divide

en municipalidades, las cuales progresivamente con el paso del tiempo se van incrementando dejando constancia a través de las distintas reformas a la Constitución en el siglo XIX. El último ejercicio soberano para acomodar el territorio de los municipios fue el decreto de 1962, para responder a los anhelos de modernización y expansión urbano, los municipios de San Felipe Hueyotlipan, San Francisco Totimehuacán, San Jerónimo Caleras, La Resurrección y de San Miguel Canoa se adicionaron a Puebla. Además segregaron parte de territorio a los municipios de Cuatlancingo, San Pedro y San Andrés Cholula, en los cuales se han generado desde hace dos décadas una serie de conflictos por límites territoriales. Desde 1962 la absorción de los cinco municipios a Puebla se llevó a cabo sin el menor problema. Empero, la segregación parcial a los municipios ubicados al poniente no se llevaron a cabo porque en ese momento no representaban intereses encontrados, los intereses diferente materia de conflicto derivarían primero de la reforma municipal de 1983, particularmente por abrir la competencia política electoral y por la capacidad para decidir los ayuntamientos sobre su territorio, asimismo, por la atribución de cobrar impuestos e impulsar el desarrollo urbano y administración del suelo que les generaría jugosos ingresos. Así, a partir de 1996 da principio una larga lucha por los límites territoriales, pero sobre todo por la disputa de los recursos que producen la recaudación de impuesto. Ante el incremento de estos problemas, que siguen produciendo una guerra ante instancia judiciales como la SCJN, ahora propiciadas por el Congreso local, salta una interrogante: si el Poder Ejecutivo puso lo mejor de su parte para festejar el 150 aniversario de la gesta del 5 de mayo de 1862, ¿por qué la LVIII Legislatura, no le hizo un regalo a Puebla en este festejo y le dio en definitiva un territorio delimitado y sin conflictos?


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Juego de ojos

Recuerdo de un libro Por Miguel Ángel Sánchez de Armas

“La voz interior... te dice cosas... acaba por dictarte prácticamente todo.” Edmundo Valadés

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l mediodía del martes 15, con la noticia de la muerte de Carlos Fuentes, volvió un episodio luminoso de hace treinta años: descubrí Terra Nostra y, siendo ésta una novela tan arriscada, me abrió sus puertas con donosura y pude transitarla como si diera un paseo de primavera en una pradera inglesa. No he conocido otras experiencias semejantes con este libro, sino más bien expresiones de lo difícil que es. Lo platiqué con Fuentes a mediados de 1996 durante una cena en la casa de Pepe Carreño. Me dijo que un libro puede elegir a sus lectores. Respondí que algunos azotan la puerta en la nariz a los intrusos –pensando en Ulises– y esto le causó gracia. Fue un intercambio breve. Me dediqué a escuchar su conversación con García Márquez. No lo volví a ver. Pero la relación del lector es con la

obra y no con el autor. Cuando se coloca el punto final, sea una obra maestra como Terra Nostra o un artículo periodístico como éste, el escribidor sabe que renuncia a cualquier título de propiedad. Es igual que con los hijos: se les construye para que tengan vida propia. Así que con la tristeza de que llega a su fin una vida productiva, celebremos que sus frutos se quedan entre nosotros. Nadie que abra Los miserables o Las verdes colinas de África o Piedra de sol o Aura, sufrirá por que ya no caminan en la tierra Víctor Hugo, Hemingway, Paz o Fuentes, pues en realidad no murieron. En donde está el rasgar de vestiduras, el crujir de huesos y las cenizas en la testa, es en la legión de los no-lectores y los busca-reflectores. Ya los escuchamos compitiendo en la construcción de panegíricos, disputándose el premio al lamento más original, codeando un lugar en el daguerrotipo de la posteridad. Si quiere verlos en acción acuda a las reseñas del “Homenaje Nacional de Cuerpo Presente a Carlos Fuentes en Bellas Artes”. (Escucho en la radio que el nuevo presidente

galo, Hollande, lamenta la muerte del escritor, “acaecida el mismo día” en que el político tomó posesión. ¡Válgame Dios! Creo que ya extraño a Sarkozy.) Yo por mi parte volveré a las páginas de La región más transparente, pero no a las de Gringo viejo; tocaré a la puerta de Artemio Cruz pero me seguiré de largo frente a La silla del águila. Y no dejaré de cavilar sobre el misterio mayor: ¿cómo se construye un escritor? Acompáñeme el lector en la respuesta que me dio Edmundo Valadés, publicada en mi libro de 1996, En estado de gracia*: “¿Por qué escribí? Porque me nació la necesidad desde niño. A los doce años escribía cuentos, proyectos de novela, obras pequeñas de teatro. Pero no tuve quién me guiara. Para mí fue una revelación. Tuve la conciencia de que es un don que uno trae. Ignoro si se dé el caso de que alguien se pueda hacer escritor por otro camino. “Leía mucho, vorazmente. Conforme fui creciendo, seguía escribiendo todo lo que puede escribir un chico de catorce, quince o dieciséis años, inclu-

so versos. Además me gustaba mucho el periodismo y compraba periódicos y revistas con el dinero de mi mesada. Me acuerdo que compraba una revista que se llamaba Fantoche, que hicieron una serie de caricaturistas, entre ellos Cabral. En la secundaria Siete fundamos una revista de la que sólo apareció un número –creo que se llamaba Encuentro– donde quizá está mi primer cuento. Y seguí escribiendo. Mandaba mis colaboraciones a revistas como México al Día, a una llamada Continental –que publicaba versos de los lectores– en donde debe haber versos míos de esa época, y al suplemento de El Nacional. “Mi primer acercamiento a la literatura fue vía la poesía, a los quince o dieciséis años, estando en la secundaria Siete, donde daba clases Xavier Villaurrutia. Un día me le acerqué con toda la timidez y actitud respetuosa de un adolescente a un poeta famoso, para informarle que yo escribía versos y que quería que los viera. Y entonces Xavier, que fue un hombre muy cordial, muy generoso, me dijo: «Bueno, a verlos». Debo haber mostrado unos de


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ellos, y me hizo una crítica tan inteligente que sin molestarme, sin minimizar mi persona, me hizo ver que no era poeta. Porque yo… bueno, era la edad de la imitación, claro. Yo trataba de hacer versos, o copiaba versos de otros poetas en una época en que se rompieron las formas clásicas –imperaba eso que llamaban «versolibrismo», verso libre, sin asonancias ni consonancias–. Y me dio una lección. Dijo: «Nosotros, mi generación, hemos podido transformar la poesía, la lírica mexicana, porque primero nos sometimos a las formas clásicas. No se puede ser un poeta sin dominar antes el soneto, la décima. Usted tiene que empezar por conocer y dominar las formas clásicas, porque sólo dominándolas se logra instaurar nuevas formas de expresión. Usted ha empezado al revés». “La del escritor es como una voz interior. Claro, la puedes tener sin saberlo, pero si te pones a trabajar, a escribir y a escribir, haces que esa voz interior se despierte. Y ella acaba por dictarte prácticamente todo. Empieza a manar. Te dice cosas tan extraordinarias que te asombras. Es como un diálogo con esa voz interior. “Yo siempre he puesto el ejemplo de que el escritor es como un minero: tiene que hallar la veta de oro que lleva dentro. ¡Pero cuesta un carajo! Tiene que estar dale y dale, quitando la tierra para, de pronto, gracias a esa disciplina, a ese esfuerzo, tocar la veta de oro. ¡Carajo! Entonces, te falta tiempo para captar lo que quieres decir. Pero no es inspiración, es trabajo. Es dale y dale… Yo lo

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he sentido: cuando uno encuentra la veta –aunque para ello deba haber permanecido encerrado, aislado, días, meses–, en ese momento de diálogo del escritor con su voz interior, ¡es Dios!, pues está fabricando mundos. En esos instantes el escritor no piensa en el lector. En ese momento el lector no existe. El acto de escribir es un acto tan solitario, que es Dios creando mundos. En este momento en que se empieza a crear viene una exaltación, una emoción, un instante de gracia… Uno está construyendo mundos. Ya lo del lector es posterior. “El escritor no tiene excusas. No le queda más que escribir. Debe ser fiel a esa necesidad. Se puede evadir con mil excusas que uno se da a sí mismo: porque estoy cansado, porque tengo problemas familiares, por mil cosas… Pero… el escritor no puede excusarse. Tiene que escribir. Bien o mal, no importa. Tiene que decir: «Aquí está esto: es lo que fui capaz de hacer y lo hice». “Uno sabe que es escritor cuando va sintiendo que domina el oficio, que va encontrando un estilo. Como digo a mis alumnos: «La conquista final del escritor, es la de su estilo, es la de poder expresar su voz a su propia manera, con su propia sensibilidad». Tienes atisbos, tienes metáforas, comparativos afortunados. Cuando te vas adueñando de tu propia capacidad de expresión, cuando vas logrando una conquista de tu manera de expresar, al ejercer el oficio, va a empezar a manar más y más, se te van a ocurrir más y más cosas. Quizá em-

piezas sin plena conciencia, tal vez con cierta timidez, con cierta reserva, pero al irte soltando, al sentir la posibilidad inmensa que tiene el idioma, que tienen las palabras –cuando las vas dominando y ordenando de una manera muy tuya–, en ese momento es cuando empiezas a estar del otro lado. Pero tienes que pasar por un proceso de disciplina de trabajo hasta que surja ese diálogo de los dedos con la máquina de escribir, cuando los dedos son una prolongación de lo que se está pensando… lo destilas en los dedos: las metáforas, el adjetivo, la descripción. Porque has tenido antes la disciplina de trabajar, de buscar. Y sólo se puede saber escribiendo, publicando. “Otro instrumento importantísimo para el escritor es la lectura. Son otros escritores quienes nos empujan. Primero no tenemos los elementos propios, son prestados por esos escritores y nos van a ayudar a que nosotros inventemos nuestra técnica, nuestro estilo. La meta de un escritor es la conquista de su estilo. Cuando uno lee un texto suelto, dice: «Esto es de Borges», «esto es de Rulfo», «esto es de Cortázar». ¿Por qué? Porque ellos conquistaron un estilo propio. Cuando Borges escribió: «Fatigué bibliotecas…», antes de llegar a utilizar el verbo «fatigar» así, él se fatigó cantidad, no le fue dado gratis. Tuvo que leer mucho, tuvo que reflexionar, que pensar. Finalmente él es un inventor. “Es preciso capturar a diario todas las cosas que uno ve, que uno oye, que uno siente. Así se van acumulando esas tarjetas que son los ladrillos del escritor. Llega un momento en que una de esas frases es la precisa para tal personaje. Hay que estar absorbiendo de nuestro alrededor elementos y descripciones que van a servir para reinventar. Un escritor no puede inventar todo. Tiene que partir de una se-

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18 Brumario Aquelarre Económico

¿Austeridad o crecimiento? Por José Manuel Suárez Mier

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l debate de fondo que se está dando en una economía globalizada que pasa por una crisis con pocos precedentes es si las políticas públicas nacionales deben “estimular” el crecimiento mediante más gasto del gobierno o recoger las velas para equilibrar el erario y así mejorar las expectativas y alentar la inversión privada para crecer. Las recientes elecciones en Francia y Grecia en las que los votantes en esos países rechazaron a los candidatos que apoyaban la responsabilidad financiera de los gobiernos y la restauración del equilibrio en sus presupuestos, acreditan el hartazgo del electorado con las medidas de austeri-

dad adoptadas en muchos países. Esa posición de los electores, que revela también una enorme incultura financiera, supone que basta con que los gobiernos rechacen los programas de austeridad que pretenden equilibrar las finanzas públicas, y retomen la senda de un creciente gasto gubernamental, lo que por arte de magia restaurará el crecimiento. Pero en el enfrentamiento entre los “estimulati” y los “austeridanos” como los llama ingeniosamente Robyn Harding del Financial Times, los primeros tienen como campeón nada menos que al Premio Nobel de economía Paul Krugman, quien lleva tiempo de haber adoptado posturas extremas en sus artículos

del New York Times. Krugman, que fue sin duda un economista de primera línea, ha desarrollado una personalidad esquizofrénica que ahora hace más evidente con un nuevo libro titulado ¡Terminen la depresión ahora! en el que básicamente recomienda que el gobierno de EU eleve su déficit y que su banco central imprima dinero con mayor rapidez. La premisa de Krugman es que la probabilidad de que haya una crisis de deuda excesiva en EU es remota y que, por lo tanto, no tiene sentido frenar el gasto público y una mayor emisión monetaria que simultáneamente alienten a la demanda por bienes y servicios, lo que a su vez es-

timularía la creación de empleo. No he leído el libro de Krugman pero habría que empezar por preguntarle por qué los gigantescos déficits públicos en los que ya ha incurrido el gobierno de EU, de alrededor del 10% de su PIB cada año desde que se inició la crisis, y la extraordinaria laxitud de la política monetaria, que se refleja en un abotagado balance de su banco central, no se han traducido en una más dinámica generación de empleo. Me imagino que su respuesta sería que el estímulo monetario y fiscal en los que se ha incurrido hasta ahora no han sido suficientes por lo que hay que elevarlos, aunque la crónica que hace el Financial Times (que en esta crisis se ha vuelto apreciablemente más keynesiano) de su libro lo critica por ser ¡demasiado tímido en sus propuestas! Yo no sé qué tan inminente sea una crisis de deuda excesiva en EU, particularmente en una situación en la que no hay refugios alternativos para caudales gigantescos en busca de una moneda segura y una economía confiable, pero estoy cierto que las leyes económicas básicas se aplican a EU al igual que al resto de los países. Recordemos lo que sucedió en México en 1982 cuando el pésimo economista José Ramón López Portillo, orgullo del nepotismo de su papi, lo convenció de seguir un curso de acción parecido al que ahora propone Krugman, en esa ocasión asesorado por académicos de la Universidad de Cambridge y sus acólitos mexicanos. Aumentar el gasto para estimular el crecimiento, adoptar un control integral de cambios para impedir que el estímulo se fuera al extranjero en más importaciones y fuga de capitales, y estatizar los bancos para acabar de tajo con la especulación y reforzar el bloqueo a la salida de divisas. Las secuelas de colapso económico seguido de prolongado estancamiento acompañado de una inflación de tres dígitos, fue un golpe terrible para muchos mexicanos que se quedaron sin empleo y vieron esfumarse sus ahorros a resultas del aumento generalizado en los precios. Este es precisamente el escenario que le espera a Grecia si los demagogos que prometen salvar al país rechazando la austeridad y el pago de su deuda llegan al poder, lo que no parece remoto dados los notables avances que obtuvieron en las recientes elecciones. Lo que no parecen entender muchos en países como Grecia es que no hay alternativa alguna a la austeridad pues vivieron por muchos años con un nivel de gasto financiado con deuda que no era sostenible, lo que resultó evidente cuando se secaron las fuentes del crédito. La pregunta es si más déficits y más deuda, como sugiere Krugman, los sacará del hoyo en el que cayeron por incurrir en déficits y deuda excesivos. Yo no lo creo. aquelarre.economico@gmail.com


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Apoyo a los maestros de Oaxaca, ejemplo nacional de lucha Por Pedro Echeverría V.

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. El próximo lunes 21 se realizará en la ciudad de Oaxaca una formidable marcha o manifestación de masas que partirá de cuatro puntos situados cada uno a por lo menos 10 kilómetros del zócalo de la ciudad donde se realizará un mitin. Al parecer será el inició de un gran plantón de los 70 mil profesores que llevan muchos años luchando por una educación que esté al servicio del pueblo, es decir, de los indígenas, campesinos, sectores populares, ciudadanos pobres. Los profesores de Oaxaca sí luchan por sus intereses (salarios, prestaciones), pero ponen siempre adelante las demandas del pueblo, tales como: trabajo, desayunos escolares, libros, cuadernos, zapatos, uniformes. Esas batallas, sobre todo la gran lucha de hace seis años, han sido un maravilloso ejemplo que los profesores le han enseñado a México siguiendo aquella magnífica consigna: “Los profesores luchando también estamos enseñando”. Y exigen castigo a los represores del movimiento de 2006 2. No se olvida que en mayo de hace seis años se inició el magno movimiento magisterial, que dio lugar al nacimiento de la APPO (Asamblea Popular de los pueblos de Oaxaca), por conquistar buenas condiciones educativas para los niños y todos los oaxaqueños. Gobernaba el estado uno de los personajes del PRI más represivos y siniestros de la nación (Ulises Ruiz) y en la Presidencia de la República estaba otro personaje funesto (Vicente Fox) militante del PAN. Los dos partidos se unieron para aplastar el movimiento magisterial oaxaqueño que ocupaba el zócalo y la alameda de la ciudad, además que sus tendederos abarcaban más de 20 manzanas cer-

canas. Los maestros han calificado como nulas e insuficientes las respuestas que el gobernador Gabino Cué dio a su pliego de demandas, y anunció que a partir de este lunes iniciarían el paro indefinido y movilizaciones como el cierre de empresas comerciales, oficinas de gobierno y la quema de propaganda de los partidos políticos a la que llamaron “basura electoral”. 3. Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula –los monopolios mexicanos de radio y TV– ya han iniciado sus campañas de calumnias contra los maestros de Oaxaca diciendo que un millón 300 mil alumnos serán afectados en sus clases en 10 mil centros escolares. ¿Por qué nunca hablan primero de las demandas magisteriales o de la población que

no son atendidas por la clase dominante como causa de estas manifestaciones? No debe olvidarse nunca que los medios informativos son propiedad de ricos empresarios (Azcárraga, Salinas) que, aliados al gobierno, siempre se oponen a los intereses del pueblo. Por ello, cuando suelen darle la voz a un representante del pueblo es porque diez representantes de los empresarios y del gobierno han dicho lo que han querido contra el movimiento. Por eso en 2006 los profesores tuvieron que “asaltar” la radio y TV para que sus programas y mensajes digan la verdad para el pueblo. Y estoy seguro de que volverán a hacerlo. 4. El gobernador Gabino Cué –que fue del PRI y hoy es gobernador del PAN y el

PRD– llamó a la Sección 22 de maestros a ejercer su derecho a la libre manifestación sin afectar a terceros. ¿Cuál terceros? La realidad es que nunca he entendido esto de “sin afectar a terceros”. ¿Es afectar a terceros tomar el zócalo, la alameda y las 20 manzanas que las rodean? ¿Es afectar a terceros bloquear la entrada de autobuses y automóviles de la zona, tener el sonido abierto y dormir en los alojamientos o albergues instalados? Con razón hay algunos políticos fascistas que quieren construir en la ciudad de México algunos lugares apartados y encerrados para manifestarse como loquitos, es decir, para no afectar a terceros. La realidad es que debe hacerse lo contrario porque si no afectas no te hacen caso: pedir a “los terceros” que también se manifiesten contra el gobierno y/o los empresarios para que se resuelvan los problemas de los trabajadores y si no quieren pues que por lo menos entiendan. 5. Hace seis años los maestros de Oaxaca y la APPO necesitaron mucho apoyo nacional del EZLN, del lópezobradorismo, de las secciones de la CNTE, de los trabajadores electricistas, telefonistas y otros del movimiento social, que apenas se manifestó. Entre tanto el gobierno de Fox, el candidato y luego “presidente electo” Calderón, los dirigentes del PRI nacional, los medios de información, lanzaban con furia a policía y ejército para reprimir y golpear a los luchadores oaxaqueños. A mi me tocó vivir en mi calidad de articulista en Oaxaca muchos de aquellos momentos de represión que esperamos no se repitan. No debe olvidarse que Calderón anda buscando revancha contra la APPO que durante muchos años lo ha denunciado como el responsable principal de la represión y de la privatización de la educación. 6. México ocupa hoy el primer lugar en el mundo en muertos y asesinados. Felipe Calderón repite en cada discurso que es un gobierno (fascista y represivo) que se maneja con la ley de la fuerza. Sin duda fue el represor de noviembre de 2006 en Oaxaca (incluso antes), cuando estaba a unos días de tomar posesión. Pero también estuvo el PRI apoyando siempre, con todo su aparato, al asesino Ulises Ruiz. Por ello la demanda de “la presentación con vida de los luchadores sociales desaparecidos y castigo para los responsables de la muerte de otros en el estado”, así como la de lucha contra la privatización, el rechazo a la Alianza por la Calidad de la Educación, la entrega de las escuelas que están en manos de los espurios gordillistas de la sección 59, son peticiones absolutamente justas. Los profesores de la XXII son la vanguardia de la CNTE y del movimiento magisterial nacional, así lo han demostrado en los últimos 20 años. Apoyar esta batalla es impulsar la lucha nacional. http://pedroecheverriav.wordpress.com pedroe@cablered.net.mx


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La ignorancia abre paso a la nueva moda… torsos El México Bronco ya llegó Por Rami Schwartz

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a llegó, ya está aquí, demostrando su hedor, el México bronco que tantos temíamos. No hay nada peor que la ignorancia y cuando de manejar un país se trata, obrar con ignorancia es criminal. Nuestros políticos siguen equiparando la crisis de inseguridad nuestra con la que sufrieron los Estados Unidos durante la prohibición y obviamente, un diagnóstico tan equivocado no puede traer sino medidas igualmente equivocadas y que los problemas, en lugar de solucionarse, se agraven. En los años 20’s y 30’s, una ola de violencia se apoderó de algunas ciudades de los Estados Unidos, Chicago, Nueva York, Atlantic City. Pero en la mayoría del país se vivía tranquilidad. En México no es así, cada ciudad, cada pueblo, cada región reviste una peligrosidad suprema, la vida vale muy poco o nada en México y vale lo mismo en Tijuana que en Mérida. En esos años, hubo una masacre que conmovió a los Estados Unidos, tanto que se hizo un día para recordarla y conmemorarla. Se conoce como la masacre de San Valentín que dio origen al día de San Valentín o del amor y la amistad. En esa masacre, que fue la peor ocurrida durante todos esos años, perdieron la vida 7 personas. Si, leyó usted bien, siete personas que fueron acribilladas en un taller mecánico. No 49 torsos como en Nuevo León, ni veintitantas cabezas como en Tamaulipas, ni otros tantos cuerpos desmembrados como en Jalisco. Esa crisis, contra la cual nuestros políticos ignorantes nos

quieren comparar, no tiene comparación alguna con la nuestra, nuestro salvajismo no tiene precedente, no hay comparación. Murder Inc. Fue una organización creada por la Mafia para ajustar cuentas entre ellos, una especie de sistema de justicia interno que se encargaba de ejecutar sentencias dictadas por la comisión. Se le atribuyen mil muertes en más de una década, unas 100 anuales. En México hay personas como el pozolero que solitas deben cientos de vidas humanas y organizaciones como los “Z” han acabado con las vidas de docenas de miles de personas. Entonces, ¿Cuál comparación? Y ante tanta ignorancia, los carteles y las bandas del crimen organizado, ven el terreno libre para hacer lo que quieran. Un mal diagnóstico ha dado como resultado una serie de políticas de seguridad erróneas que obviamente no han solucionado el problema, por el contrario, lo han agravado. La violencia no solo no cede en cantidad sino que cada da es más cruda en calidad. Y hoy, la nueva moda es desmembrar cuerpos y regar los pedazos por doquier, algo que ni las mentes más retorcidas y sanguinarias imaginaron en la década de los 20’s. Es el México bronco que tanta gente teme y que ya salió a relucir en su máxima expresión. Hasta hace algunos meses la moda era cortar cabezas y dejarlas en neveras, bosas de plástico o cajuelas de automóviles. Lo de hoy en el México bronco es dejar los torsos sin cabeza ni extremidades y luego regar las manos, los pies y las cabezas por doquier, sabedores que los forenses no van a poder ni siquiera

identificar los cuerpos, es decir, la mejor forma de garantizar la impunidad es, de entrada, no sabiendo siquiera quién es el muertito, que edad tiene, etc. Hace ya casi una semana que aparecieron 49 torsos en Monterrey y es la fecha que no se ha logrado identificar uno solo de esos cuerpos. Y esta es otra gran diferencia con los años 20’s en Estados Unidos. Ahí no había los niveles de corrupción, ni de improvisación, ni de falta de profesionalismo de las policías que tenemos actualmente en México. Tampoco el cinismo de los políticos de declarar que

eran todos criminales, fuereños y que no se afecta la población civil. Allá se entendían las consecuencias de la violencia y por ello es que una pinche masacre de 7 personas marcó de por vida a una sociedad que mantenía su capacidad de asombro; aquí pueden masacrar 72 en Tamaulipas, encontrarse 49 torsos en Nuevo León, fosas comunes con cientos de cadáveres, bebes quemados por negligencia gubernamental, ejecuciones de familias enteras, de adictos en rehabilitación, bombazos en eventos multitudinarios y nada de ello asombra ya a una sociedad para la cual el nacimiento del México bronco era cuestión de tiempo. Bienvenida entonces la nueva moda de descuartizar cuerpos al por mayor y dejar los torsos tirados por doquier con las extremidades seguramente cocinadas en caldo para las mascotas. EN el México bronco que despertaron los políticos, cualquier cosa puede pasar y en este escenario solo podemos esperar más violencia, más sangre, más crueldad y menos capacidad de asombro. Aquí no habrá ningún festejo de San Valentín y no porque no necesitemos recuperar el amor y amistad que hemos perdido, sino porque para hacer un día de recuerdo necesitamos primero asombrarnos de algo, decir “hasta aquí”, hacer de esa una fecha conmemorativa y comenzar desde ahí a desmantelar la violencia. Pero ello no va a suceder, no en el país de Calderón, de la Santa Muerte, del Chapo y los Zetas, del PRIAN y el PRD, de Slim y Azcárraga. Todos ellos despertaron al México bronco que ya está demostrándole al mundo entero que en violencia extrema, en crueldad, en falta de respeto a la vida, nadie nos gana. rami@mexico.com


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Capital Político

Mancera borra a El Peje Por Adrián Rueda

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hora resulta que el muchacho al que iban a cobijar para que pudiera competir y ganar la Jefatura de Gobierno del DF ha crecido tanto, que a estas alturas lejos de preocuparse por apoyarlo, los candidatos del PRD buscan colgarse de su imagen. En estos momentos nada que huela a Andrés Manuel López Obrador está usando Miguel Ángel Mancera en su campaña por la Jefatura del Gobierno del Distrito Federal, a pesar de los eventos que el de Macuspana ha realizado en algunas delegaciones de la ciudad. Y es que el ex procurador se ha convertido en un fenómeno, pues sin hacer uso pleno de la estructura territorial del PRD o de los recursos del PT y mucho menos del Movimiento Ciudadano, partidos que también lo apoyan, ha crecido en popularidad a ritmo insospechado. No es que sea el gran candidato, pero su matiz de ciudadano y el hecho de que los capitalinos no sufran lo que en la mayoría de los estados del país se ve con la guerra contra el crimen organizado, tiene a los capitalinos contentos en materia de seguridad. Aunado a que pueden caminar por calles peatonales del Centro Histórico, cuentan cada año con su pista de hielo, sus playas o conciertos gratuitos como el de Paul McCartney, Marc Anthony o Caifanes, por ejemplo, los tienen a gusto, a pesar de las obras, marchas y el tráfico. Tal es el éxito del ex procurador que a estas alturas del partido muchos se preguntan, ¿realmente quién se cuelga de quién? ¿Mancera de los caciques del PRD y sus

candidatos a delegados o diputados? ¿O los candidatos lo hacen de Mancera? Porque es obvio que a estas alturas del partido el aspirante a Jefe de Gobierno no necesita de las tribus para garantizar su triunfo; las encuestas lo ubican en los cuernos de la luna y no es precisamente por el trabajo de sus compañeros, sino por el carisma que tiene. Cierto que le ayuda mucho el que prácticamente no tenga rivales enfrente, con una Beatriz Paredes que no se mueve ni en defensa propia y que cree que con unos cuantos espectaculares donde aparece bien maquillada y peinada es suficiente. O que con unos cuantos actos en lugares cerrados, en espera a que Enrique Peña Nieta le venga a llenar el Auditorio Nacional basta. Es una candidata floja, desangelada y sin ganas de nada, que no

proyecta siquiera intención de competir. Y de Isabel Miranda de Wallace, los capitalinos están conscientes de que se trata de una vacilada del PAN y que la señora ni es estimada por los panistas, ni ella es muy afín al blanquiazul ni a sus principios. Esas circunstancias han sido aprovechadas perfectamente por Mancera, que aunque se ve como un candidato menudito, con una presencia casi insignificante, cuenta con un muy buen manejo de imagen y una prensa efectiva. Al grado de que ya ni siquiera necesita de la popularidad de López Obrador para sumar el voto duro perredista a su causa; por el contrario, ha pintado su raya con el tabasqueño y no se mezcla en sus actos y convive poco con las tribus. Mancera se nota muy seguro de sí mismo y constantemente se da el lujo de

cancelar su asistencia a eventos perredistas, con el pretexto de que las tribus no se acaban de poner de acuerdo y siguen peleando hasta en los mítines. De seguir así las cosas, es muy probable que el ex procurador obtenga un holgado triunfo y, lo más importante, que no se lo deba a las corrientes del PRD, sino al gran apoyo social que está sumando, lo cual le dará cierta libertad al elegir a su equipo de gobierno. Ya sea porque el DF es una ciudad politizada o cargada a la izquierda -que incluso ha impedido a Peña Nieto permear como en el resto del país-, o porque lo ven como el candidato menos malo, pero Mancera se ha convertido en un fenómeno mediático. Es un producto muy vendible y del que ahora todos se quieren colgar. CENTAVITOS… Y con eso de que Mancera se ha vuelto tan selectivo, los tlalpenses estuvieron a punto de ser plantados por el ex procurador, quien de última hora había cancelado su presencia en un acto organizado por las tribus locales en Topilejo. El candidato ya había dicho que si sabían contar no contaran con él, pero una llamada de última hora del secretario de Gobierno, Héctor Serrano, permitió que reculara y pasara a saludar a los tlalpenses… Luego de que el simi-sobrino Xavier González Zirión entendió que la política es un circo y llegó al inicio de su campaña en elefante, muchos le aconsejan que en adelante se haga acompañar de gorilas como guardaespaldas, de serpientes como operadores, de borregos como público; de burros como asesores y de zopilotes como sus promotores el PRI y PVEM. Cierto que a raíz de su ocurrencia González Zirión ha sido demandando por organizaciones del protección de animales, pero lo que no se puede negar es que ahora la gente ya lo conoce y que incluso el panista Miguel Errasti le están haciendo el caldo gordo al hablar tanto de él, aunque sea mal. a.rueda@contactodf.com


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Signos y Señales

Desconocimiento sobre el federalismo fiscal • Descalificando a las Entidades Federativas • El predial es municipal; si informan a los Congresos locales • Un Nuevo Pacto Fiscal inaplazable Por David Colmenares Páramo

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ay temas que con dificultad se discutirán a fondo en los debates, ya que con el formato elegido es imposible profundizar en ninguno, aunque si definir principios básicos, que vayan más allá de los lugares comunes que estamos acostumbrados a escuchar. Uno de esos temas, fundamental para la definición de País que queremos es el del Federalismo Fiscal, el de las relaciones intergubernamentales, el de la distribución de competencias y recursos entre órdenes –que no niveles- de Gobierno. Estos años la mayor parte de los gobiernos estatales han sido del PRI, algunos del PRD entre los que está el Gobierno del DF; estos años se ha seguido una política centralista que tiene las finanzas estatales en condiciones de debilidad y dependencia al negarse a revisar la distribución de potestades tributarias; al condicionar el gasto federal a la aportación de pari passus; al transferirles responsabilidades administrativas, sin los recursos suficientes, como en educación; al orillarlos a que incrementen su endeudamiento público. Hay temas que se repiten estacionalmente, como reclamarle a los estados que no cobran el predial, cuando se trata de un responsabilidad de los municipios; que no recaudan, cuando el potencial recaudato-

rio de los impuestos locales es muy bajo,; que no informan a nadie, cuando lo hacen a los congresos locales y la ASF revisa el gasto condicionado; etcétera. Urge una redistribución de las responsabilidades tributarias y una efectiva descentralización del gasto y los ingresos públicos. Algunos de los fondos del Ramo 33 deben ser participaciones y se les debería de participar un porcentaje mayor pero de todos los ingresos federales. Hasta la ASF ya ubicó está necesidad. Ante el escándalo de Coahuila, hubo quien pedía que la ASF auditara el fuerte endeudamiento de esa Entidad, siendo esa una responsabilidad del Congreso local e incluso muchos de los juzgadores olvidan que el registro de deuda pública es desde 1998 –como señala la Ley de Coorinación Fiscal (LCF) – un acto no obligatorio sino voluntario, que sólo sirve para fines estadísticos. Se ha hablado de “castigarlos” si no hacen su tarea en seguridad p.e., no “pagándoles sus participaciones”, cuando eso es imposible en el marco jurídico actual. Las Participaciones son recursos propios de los Estados porque la Constitución les da facultades para crear tributos de manera concurrente con el Gobierno Federal en materias como el ingreso

y el consumo. Al ceder la Administración de los mismos al Gobierno Federal, cuando firmaron el Convenio de Adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que se puede revocar por supuesto, este se obliga a participarles un porcentaje de lo recaudado, y eso son las participaciones, las cuales son inembargables y se deben pagar conforme señala la LCF. Caso distinto son las transferencias condicionadas, los recursos del llamado Ramo 33, que si obedecen a Reglas de Operación centralizadas, pero ni modo de no pagarles el FAEB o el Seguro Popular para “castigarlos”…vamos. Se requiere que los candidatos se comprometan a cambiar el Pacto Fiscal, que apuesten a la descentralización, al desarrollo de las regiones, a regresarles potestades con potencial recaudatorio importante, a simplificar y hacer propuestas de reforma fiscal acordadas con la sociedad, a reducir los pari passus, etcétera. En suma proponer una reforma tributaria federalista que elimine las inercias centralistas. Si no es así seguiremos con más de lo mismo, con reformas pendientes, aunque sean necesarias, ante la falta de consensos. brunodavidpau@yahoo.com.mx Tuiter: @davidcparamo


21 de mayo de 2012

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18 Brumario La imagen del Poder / Juegos de Percepción

Con la calma, viene la tempestad • El debate no movió nada. Pero sorpresas se avecinan. • El diario de un consultor en percepción, sigue recopilando anécdotas

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Por Ernesto Morán Santoyo

espués de compartir con ustedes un entretenido, pero breve análisis de los mensajes ocultos por el lenguaje corporal de nuestros candidatos a la presidencia, la verdad, son dos cosas: 1) La playmate del IFE, jalo más comentarios que lo que cualquiera de los candidatos hubiera querido, y 2) Que gran diferencia de los debates en los dos sexenios anteriores, por mucho, había mucho mayor capacidad de oratoria y liderazgo. Con todo y lo que ustedes quieran, que me dicen del Jefe Diego, con su particular “estilo dramático”, cuestionable, pero de que subía más el rating, lo subía. Que descalabro para Enrique Peña Nieto en la IBERO, sin lugar a dudas se llevo tremenda sorpresa, donde pensó que iba a encontrar territorio amigo, encontró un terreno áspero. Por cierto, circula un rumor de una marcha anti–Peña Nieto, habrá que ver de que manera su equipo de campaña, desactiva los efectos que esta pueda crearle. Por lo demás, o sigue nadando de muertito, conservando su delantera, o bien, se pone a trabajar para quitarse la dependencia al teleprompter, y cerrar esa brecha entre el candidato del spot al de “en vivo”. La gran fortaleza de su imagen, es su persona, y hace buen trabajo, mostrándose únicamente a él, no a su partido. De Josefina Vázquez Mota, sigue sin hacer caso a las recomendaciones que le han de hacer, y su equipo, no más no se pone las pilas, no la asesoran sobre como debe de usar su tono y timbre de voz, sus gestos y ademanes, siguen siendo entre vacíos y huecos y su campaña no más no prende. Le urge comenzar a detonar la tan esperada campaña negra o de impacto negativo a su oponente, si es que pretende realizar dicha acción. La gran fortaleza de su imagen, radica en su partido, y los indicadores económicos que hemos tenido a grandes rasgos…, no ella, y si fuera ella, olvida presumir la maternidad del programa “oportunidades”, del cual hasta Peña Nieto, ha sacado más provecho al incluirlo en su discurso, pero insiste en no creérsela. Para Andrés Manuel López Obrador, volvió a ser victima de su gusto por la confronta, debe de decidirse por una estrategia, el del viejo AMLO, o el nuevo AMLOVE…, debe de capitalizar su popularidad en las universidades, sobre todo, después del incidente de Peña Nieto, aque-

llo en lo que se pueda apoyar con Juan Ramón de la Fuente. De la Imagen de López Obrador, debe de combatir el cansancio que se observa de su figura, en comparación de hace seis años, debe primero parecer, que el mismo se la cree, que si puede, de lo contrario, no va a lograr confianza, capacidad, o liderazgo. Su gran fortaleza de imagen, radica en los resultados que obtuvo en la Ciudad de México, y su gran riesgo, enfrascarse en los arrebatos de fantasmas y citas de personajes del pasado, que lejos de abonarle, le restan credibilidad a su discurso, ya que puede ir desde Salinas de Gortari, hasta Santa Ana. Con Gabriel Quadri, debe de bajarse de la combi, por lo menos cuatro cuadras antes de llegar en la famosa Quadricombi, a sus mítines… Si logra desvincularse de la Maestra Elba, otro gallo le cantaría. Del resultado entonces del debate, solo queda decir, la percepción sobre el ganador del mismo, es independiente a los resultados de las encuestas, aunque paralelo, pues, de que influye, influye. Por cierto, recordemos que dentro de la construcción del México que tenemos, la penetración del internet, y por consiguiente de las redes sociales, sigue siendo muy discreto, y en ese sentido, aunque podamos tener aparentemente un monitor de opinión de percepción y reputación, la verdad, es que, estamos observando que la imagen previa, esta pesando mucho más, que los encontronazos de “propuestas” o “debates”. En cuanto al IFE, y el debate que falta, solo queda una petición: mostrar a los otros candidatos, cuando hablen uno por uno, de esta manera, tendríamos mucha mayor información y sería mucho más interesante observar las reacciones que tienen, conforme se expongan puntos o señalamientos. Como sucede en otros países. Un dato para reflexionar, las cuatro últimas elecciones presidenciales, han sido desgarradoras en su final, han sido caracterizadas por madruguetes y desenlaces mejores que de telenovela; recordemos: 1) Salinas de Gortari y Cuauhtémoc, 2) Colosio, 3) Fox y Labastida, 4) Calderón y AMLO. Será que esta será la primera con un final anunciado, o bien, como recientemente el Santos de Torreón ante los Tigres de Nuevo León, habrá sorpresas al final, que cambien, el resultado y nuestro futuro como nación. emorans@gmail.com @EMoranS


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