El Limbo - Gabriela Serruto Servat

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El L imbo


Introducción “El Limbo” es el nombre que las almas humanas dan a este mundo. Es una dimensión que nace entre el plano de existencia terrenal y los de existencia eterna, y en cada una se le conoce con un nombre distinto, si es que se le nombra de alguna manera. Este mundo imaginario se trata de un mundo postmuerte. Para su construcción se tomó como base la premisa de que sí existe vida después de la muerte y se tomó características de distintas creencias religiosas sobre la estructura de los planos a los que uno pasa luego de ella . Existe un plano de eterna paz y orden, que podría considerarse el paraíso, y planos de sufrimiento, que podrían ser llamados infiernos, así como un juicio que decide a dónde irá a parar cada alma según sus actos en vida. También se basa en la existencia de un ente superior y de una misión en la vida de todas las personas. Estos rasgos pueden encontrarse tanto en el catolicismo como el islamismo, y las diferentes ramas que se desprenden de ellos. En su construcción también influyen creaciones anteriores, como el videojuego Limbo, en el que también encontramos un dimensión entre la vida y el “más allá” en el que las almas vagan buscando algo; o el manga Gantz, en el que después de la muerte se entra a un sistema regido por una misteriosa esfera que asigna misiones y tareas arriesgadas y que eventualmente podría devolver a uno a la vida.

de diversas historias potenciales de las almas pasajeras, pues la experiencia que se pasa dentro del limbo es muy singular y llena de peligros. En este mundo además, encontraremos seres interdimensionales que si bien recuerdan y se asemejan a seres celestiales o infernales, no se declara exactamente que pertenezca a un “infierno” o un “paraíso” según la concepción cristiana. De la misma forma que Clive Barker con los cenobitas en Hellraiser, se puede asumir que pertenecen a alguna de estas dimensiones o a un dimensión propia de características similares. Los seres comparten características con sus arquetipos respectivos, pero también tienen diferencias como en el caso del ser más similar a un ángel, que está bañado en luz y es de rostro pacífico, pero no tiene alas ni aureola. Cabe también mencionar que si bien se habla de entidades mayores que rigen el universo, las entidades que habitan El Limbo, también tienen voluntad y deseos pues la mayoría llega y decide quedarse ahí por algún motivo propio. La manera en la que está construido el mundo es básicamente confusa y caótica, pues se ha configurado a base del azar y la mezcla de elementos rurales y urbanos junto con algunos fenómenos fantásticos enfatizan que se trata de un plano intermedio y extraño.

Si algo caracteriza a este mundo es su inestabilidad, pues si bien ya hay normas establecidas, geográficamente cambia de manera sutil y cada día parte de su La creencia en un limbo está presente en distintas territorio es sumergido en el mar circundante. Por visiones religiosas, como el limbo católico para los ello, las ilustraciones que acompañan la información no bautizados, o el limbo al que algunos creen que son como apuntes hechos en tinta: rápidos, relativapertenecen los fantasmas. Con este mundo busco mente sencillos, y con colores vivos e irreales. crear mi propio limbo como un estado intermedio en el que se puede ir tanto hacia la eternidad como de vuelta a la vida terrenal, y que sirva como marco


Características naturales y culturales Características naturales El Limbo es un mundo creado a partir de los recuerdos y miedos de sus pasajeros de manera inconsciente, por lo que por características naturales se entiende las características no intencionales. En sus espacios se fusionan elementos del mundo terrenal tal y como lo conocemos los humanos, gracias a las almas humanas pasajeras que lo habitan por un tiempo y que en un principio le dieron forma. Sus características naturales son propias de una realidad (entendiendo “realidad” como el mundo que conocemos) distorsionada, en la que se fusionan elementos naturales y urbanos en el mismo espacio, creando zonas de carácter onírico o surrealista, a veces recargadas y a veces desoladas, pero casi siempre vacías de cualquier forma de vida. Es así como el limbo nos ofrece un espacio amplio en el que se encuentran varias zonas que imitan espacios como bosques, desiertos, cavernas o costas pero con casas, construcciones, ruinas o elementos industriales fusionados con ellos. Hay elementos familiares, como corrientes de viento, un mar circundante, día y noche y el pasar del tiempo es igual al de la tierra para las almas humanas. Sin embargo, en diferentes zonas se encuentran portales a otras dimensiones y cerca de ellos, la geografía va adquiriendo tintes más fantásticos, como neblinas de color, extraños luces o brillos, alteraciones en el tiempo y el espacio, etc.

Características culturales Quienes llegan al Limbo están ahí de manera transitoria en su gran mayoría, por lo que no hay civilizaciones ni sistemas políticos o sociales complejos.v

Sin embargo, sí hay un sistema que lo rige y a las almas humanas que llegan a él, basado en reglas absolutas que rigen el universo y sus formas de vida. En este caso, el Limbo existe esencialmente debido a las almas humanas, entes en formación y evolución, que son partículas dentro de la inmensidad de diferentes esferas de existencia. Como tales, su evolución y destino son velados y guiados por un ente superior y cada persona nace con una misión de la que no es consciente y que puede parecer insignificante o excepcional. Todas las personas deben vivir hasta que llegue el momento en el que puedan cumplir su misión, pero depende de ellas si lo harán o no. Si no lo hacen, se les destina una oportunidad de cumplir su primera misión por causa de una muerte, siendo ya un ser capaz de tomar decisiones, se considera que no debió morir. Es aquí cuando se pasa a El Limbo, un lugar entre la vida y el plano al que pasarán a existir una vez muertos, dónde pueden encontrar una segunda oportunidad de vivir, o pasar a la eternidad de una vez por todas. Usualmente quienes llegan a El Limbo, son jóvenes y han muerto por accidentes. Dentro de El Limbo, también existen reglas para poder alcanzar esta oportunidad. Las almas humanas que llegan deben buscar a un ser, un “ángel”, conocido por varios como “La Vida”, quien vive en un templo de cristal que cambia de lugar cada día. Una vez la encuentren, este ente, además de responder algunas preguntas, les llevará a donde deseen ir. Si desean descansar finalmente, les dejará ir al plano de existencia eterna que les corresponde, pero si desean revivir, se los concederá a cambió de una labor, usualmente relacionada a la recolección, guía o protección de almas humanas vivas en la tierra, o de interferir en sus acciones de alguna manera. La complejidad y el tiempo que estas tareas tardan en ser realizadas varían de acuerdo a cuán consecuente ha sido la persona con sus actos y si ha sido “buena” o “mala”. Este aspecto se basa en la creencia de diversas religiones de un juicio que determina el lugar de descanso eterno, y en el espiritismo, que afirma que el dar y recibir amor aumenta las vibras espirituales de un ser vivo y lo eleva a otros planos de existencia

que determina el lugar de descanso eterno, y en el espiritismo, que afirma que el dar y recibir amor aumenta las vibras espirituales de un ser vivo y lo eleva a otros planos de existencia luego de su muerte. Esto mismo es lo que determina qué es “bueno” o “malo” en este universo, en términos de quien dio y recibió más o menos amor (entendiendo que del amor se desprenden la bondad, compasión, honestidad y otros valores). Una vez se realiza la tarea, la persona resucita en cuerpo y alma, con las misma edad que tenía al momento de morir y en perfecto estado de salud. Sin embargo, cabe mencionar que el tiempo sí ha transcurrido para los otros habitantes de la tierra, así que esta persona se enfrenta a una situación difícil y posiblemente traumática en el que sus conocidos son ya mayores y su muerte ha sido oficialmente reconocida. Vivir de esta manera es un precio muy alto para muchos, por lo que muchas veces se escoge pasar de frente al plano eterno que le corresponde. Varios de los que logran resucitar terminan locos y en ocasiones matan a otras personas. Cuando esto ocurre son inmediatamente enviados al plano de sufrimiento eterno que le corresponda mejor y la víctima es envíada a El Limbo. Para proteger el secreto de la existencia de El Limbo, existe una última regla que rige sobre quienes ya resucitaron: si mencionan su existencia explícitamente o de quienes lo habitan y cómo funciona, morirán inmediatamente, junto con quien los haya escuchado. El que habla irá directamente al plano eterno que le corresponda y el o los oyentes pasarán a El Limbo, con la posibilidad de una segunda oportunidad de vivir.


La creación de El Limbo

El Limbo se creó en el momento en el que las almas humanas tuvieron suficiente fuerza para trascender a la eternidad. Las dimensiones del más allá siempre han existido, pero El Limbo, este estado medio entre lo terrenal y lo eterno, se creó de manera espontánea, cuando la primera persona murió sin oportunidad de completar su destino o misión en el plan del universo. Su alma quedó inmediatamente atrapada en un lugar que mutaba y cambiaba, buscando una forma y tomando la de los recuerdos de su único habitante. El alma vagó sin sentido y los seres superiores que rigen el universo notaron la existencia y presencia de esta alma en un nuevo plano. Fue entonces cuando se mandó un “ángel” (el nombre con el que los humanos suelen llamar a los habitantes del plano de la paz y el orden eternos) a que sea un mediador y a crear una forma dar una segunda oportunidad si así se deseaba. El ángel creó el sistema buscando que las personas puedan tener otra oportunidad pero a cambio de una tarea, pues la vida, aunque esté llena de suplicios, es una experiencia única y corta, lo que la hace muy preciada. Sin embargo, al entrar en este nuevo plano, sus potestades se vieron reducidas, pues no estaba a donde pertenecía originalmente. Por ello, no había manera de hallar a este único pasajero pues no lo “sentía”. El primer pasajero murió sin encontrar al ángel. Sin embargo, antes de que muriese, fueron llegando más, uno a uno, creando nuevas zonas, haciendo este mundo más grande y haciéndolo cambiar. Se creó el día y la noche, paisajes, construcciones, ciudades, casas, agua y tierra. En vista de estas nuevas llegadas, el ángel comprendió que esta nueva dimensión era permanente y asumió su nueva posición, volviéndose el primer y único habitante real del limbo. Pasó a ser conocido por varios de estos pasajeros como “La Vida”


Historia

Una vez establecido El Limbo, la máxima entidad de los planos del sufrimiento y vacío eternos, también notó la presencia de este mundo nuevo y en busca de nuevas maneras de jugar y crear desesperación y caos en sus víctimas les dio la potestad de entrar en él. Les infundía la esperanza de que, de atrapar a alguna de las personas que vagaban en El Limbo, se podría aliviar su sufrimiento y la intensidad de sus respectivos castigos. De esta manera se abrió un puente con esta dimensión también y desde ese momento las almas humanas que pertenecen a ella cazan a los pasajeros de El Limbo.

En poco tiempo, diferentes planos de existencia, fija o transitoria, establecieron una conexión de algún tipo con el limbo. En vista de las diferentes formas de vida que ahora pasaban o hacían su aparición por el limbo, La Vida, al ser el único ser que podía regresar a los pasajeros a la dimensión de los vivos, pero no contar con todos sus poderes, decidió moverse siempre y junto con él el templo donde había empezado a vivir, creado por una persona y modificado por él mismo. Junto con él se movía el mar plateado, que sirve de portal para los que regresarán a la vida, cambiando siempre la geografía del lugar.

Luego de un tiempo, un ser tomó interés en la labor de La Vida y decidió protegerla y hacerle compañía en vista de que El Limbo estaba abierto a muchas clases de entes. Un siglo humano después, se les unió el ente conocido como El Vagabundo, orginario de una dimencón de vacío y dolor eternos.

Desde entonces, el limbo a permanecido de esta forma, siempre cambiando sutilmente en su geografía y ambientes, pero inamovible ante fuerzas externas mientras existan almas cuyo destino sea pasar por él.

Décadas después se les unió un nuevo guardían. Finalmente, decidió quedarse en El Limbo un ente más, conocido como El Vigía.


Mapa La geografía de El Limbo cambia constantemente, principalmente gracias a La Vida y el mar que la acompaña a todas partes. Por ello a veces tiene más área que otras. Sin embargo, existen zonas que se mantienen ya fijas y se han consolidado a lo largo del tiempo, con cambios superficiales, al igual que los portales a otros planos, que se mantienen en su lugar. El Limbo consiste en una sola masa de “tierra”, un sólo continente. En este mapa, los distintos portales están marcados con rombos azules. El lugar donde se encuentra La Vida en este momento es el marcado con un rombo blanco. La zona morada es el mar que ha ido hacia ella, tapando parte del terreno.


Entorno natural

Hay diversos entornos que imitan diferentes paisajes de la tierra. Sin embargo, la mayoría tiene alguna particularidad, ya sea mezclarse con cosas de otro ambiente o de una zona urbana totalmente distinta, o rasgos que desafían las leyes de la física. Sin embargo, todos están desiertos, carentes de formas de vida además de los propios pasajeros y quienes visiten el limbo. Uno de los entornos naturales son las cavernas. Se trata de cavernas enormes, de superficies escarpadas y que presentan plataformas anormalmente planas. En sus paredes hay restos de ruinas de una ciudad a medio construir. Aunque no hay una fuente de luz, está iluminada por un extraño humo luminoso que se condensa en su parte superior.


Entorno construido El templo de La Vida. Basado en un pequeño palacio de cristal que uno de sus pasajeros creó accidentalmente mientras soñaba. La Vida gustó de esta construcción y la adoptó y cambió para vivir en ella. Es visible y llamativa, pues su finalidad no es esconderse sino llamar la atención de algún pasajero cercano. Es difícil de encontrar de todas maneras debido a que se mueve cada día. Por dentro tiene cuatro salas menores y una sala principal, donde se encuentra el ángel en una especie de trono de cristal. La luz del ángel y los otros habitantes se refleja en los cristales, creando una atmósfera luminosa y mágica


Personajes

La Vida:

Los cazadores:

Las almas del plano de sufrimiento eterno que cazan pasajeros en el limbo tienen la forma humana que tuvieron en vida, así como las mismas capacidades (caminar, correr, hablar, pensar). Sin embargo, éstas se van deteriorando conforme pase el tiempo (la deformación empieza luego de unos dos años humanos, y sigue lenta y progresivamente) y sigan sin atrapar nada. Sus cuerpos van deformándose, desproporcionándose y sus mentes nublándose, no sin causarles dolor. Por ello buscan desesperadamente conseguir un pasajero qué atrapar, pero hay menos pasajeros que almas cazadoras, por lo que la mayoría sufre deterioros significativos antes de poder capturar y llevar uno, además de destrozarse entre ellos al pelearse por alguna víctima. No tienen colmillos o garras ni pueden hacer aparecer ningún objeto, pero tiene bastante fuerza y velocidad. Sólo soportan la luz que viene de lejos o que se reduce a un brillo muy tenue, por lo que no salen de día ni se acercan al fuego. Al atrapar un pasajero lo llevan a un lugar oscuro donde le extraen el alma succionándola en medio de un ritual. Es un proceso que tarda alrededor de media hora. Una vez lo consiguen, quienes hayan participado (un máximo de 5), regresan al plano al que pertenecen, vuelven a su forma anterior si es que han sido deformados, y se les aplica el sufrimiento más ligero.

“La Vida” o “el Ángel de la Vida” es el nombre que le han dado varias veces los pasajeros de El Limbo al ángel que les puede dar una segunda oportunidad. No le reconocen como ángel pues, no tiene la apariencia de un ángel convencional (ser alado de apariencia humana, de rasgos suaves y armoniosos) y aunque alguien lo intuya y le pregunte, la entidad no dirá que lo es, pues ese concepto no existe para ella. Es un ser de apariencia andrógina y cambiante, aunque tiende a relacionársele a lo femenino. Como su intención es que las almas humanas se acerquen a él, adopta una forma de rasgos humanos, que muta a cada instante de bebé a joven, a adulto, a anciano y a bebé de nuevo, siempre con ropas holgadas y flotantes. Despide un brillo que puede ser blanco, azulado, o lila y su resplandor es el más fuerte entre los habitantes del limbo.


El vagabundo:

Se trata de un ente menor del plano de sufrimiento vacío quien sintió curiosidad por ver el limbo y al llegar a él decidió quedarse, pues encontró algo totalmente distinto a su eterna nada y sinsabor. No es un ente caótico, pero está desprovisto de sentimientos. A pesar de ello gusta de tener nuevas cosas que ver. Le interesan los entes de distintos planos que se juntan en esa dimensión y prefiere pasar allí el tiempo que dure la existencia de las almas de los hombres. Su forma es azulada, así como el brillo tenue que despide. El vagabundo recorre el limbo buscando algún pasajero perdido para decirle lo que tiene que buscar y dónde se encuentra en ese momento. Quienes lo encuentran son muy afortunados, pues puede darlos fragmentos de cristal del templo que guarda dentro de sí y responder varias preguntas antes de que siga su camino.


Otros personajes: Los guardianes:

Se tratan de entidades de otro plano de existencia que también estableció un puente con el limbo. Son entidades fuertes y protectoras, acostumbradas a la estabilidad y decididas a velar por ella en un nuevo plano tan cambiante. Protegen a la vida y le hacen compañía. Tienen características de animales, uno de buey y otro de león, no portan armas, pero pueden hacerlas aparecer si lo necesitan. Tienen una armadura negra y un muy ligero brillo dorado.

Pasajero común:

Suele tratarse de un hombre o mujer joven que murió en accidentes insólitos, o de una persona de cualquier edad que tuvo la desgracia de oír sobre El Limbo de la boca de otra persona. Su apariencia es la misma que tuvieron en vida con la excepción de una marca oscura en la zona del cuerpo de la herida del accidente que debió causar su muerte. Si están ahí por otra razón tienen un marca pequeña en la frente. Si bien no tienen conocimiento de dónde están ni qué tienen que hacer a menos que alguien se los diga, tienen cierto control sobre El Limbo. Pueden hacer aparecer todo tipo de objetos por medio de un fuerte deseo, visualización y convicción. Estos se dan más fácilmente en los sueños, por lo que, luego de dormir, suelen despertar al lado de alguna prenda o cosa que haya aparecido en sus sueños. Unos pocos tienen la suficiente convicción, imaginación y los deseos lo suficientemente fuertes para hacerlo a voluntad y manipularlos hasta cierto punto. Al no estar vivos, muchas de sus funciones vitales ya no son necesarias, como comer. Sin embargo, si hacen aparecer comida, pueden hacerlo. De la misma forma ocurre con el sueño, podrían no dormir en ningún momento, pero la mayoría lo hace por costumbre, además la sensación de descanso sigue siendo agradable. No envejecen ni mueren por causas naturales aunque pasen noventa años humanos, pero pueden morir por accidentes y heridas.


Objeto Los trozos de cristal son fragmentos que se desprenden del templo al cambiar de lugar. En el suelo se ven como trocitos de vidrio, pero cuando un pasajero los toca despiden un brillo muy ligero si se camina hacia donde se encuentra el templo. Funcionan como guĂ­a y brĂşjula para las almas extraviadas.


Escena

El vagabundo encontrando a un grupo de pasajeros en la salida de las cavernas y entregรกndoles los cristales que llevaba guardados, mostrรกndoles el camino que pueden seguir para llegar al templo de La Vida donde se encuentra en ese momento.


Análisis Semiótico El Limbo se caracteriza por sus terrenos variados e ilógicos, lo que denota confusión y cierto caos, además de soledad, pues la mayor parte del tiempo casi toda su superficie está vacía de habitantes. La manera en la que el templo de La Vida se mueve de un lado a otro y el sistema que existe para poder vivir una vez más da a entender la importancia de la vida terrenal ante la existencia en un plano de la eternidad. Si bien no se le favorece del todo, ésta, aunque más breve, es más cargada de emociones y cambios, mientras en que los planos luego de la muerte la existencia, ya sea pacífica o dolorosa, transcurre sin muchas novedades y esto puede resultar algo soporífero después de mucho tiempo. Esto lo vemos reflejado en los habitantes voluntarios del limbo, quienes decidieron abandonar sus mundos para entrar en este y cumplir una nueva misión. El personaje el Vagabundo es quien nos transmite esta idea de manera más concreta, pues, proveniente del mundo del eterno vacío y desprovisto de emociones, prefiere quedarse en El Limbo, interesado en las nuevas formas de vida que encuentra y prefiriendo recorrer el lugar, buscando almas, a quedarse en un solo sitio. La manera en la que uno va a parar en esta dimensión también refiere a algo sobre la vida y es que no existe un destino absoluto. Esto se desprende de que cada persona forja su propio destino y aunque alguna misión fue separada para ella, ésta puede cumplirla o no. Sin embargo, el papel de la misión también es importante y transmite la idea de que la vida sí tiene un propósito y nosotros sí tenemos un motivo para existir, por ínfimo que parezca.

Los seres interdimensionales tienen características que denotan su naturaleza. Por ejemplo, los más benignos y pacíficos tiene el color blanco y las facciones suaves que se relacionan con la bondad y pureza, así como las almas “condenadas” tiene una apariencia deforme y monstruosa reflejando las malas acciones que realizaron en vida y las que piensan realizar en El Limbo. Los acompañantes de La Vida, además, hacen referencia a los seres de las cabezas que componen los querubines: los guardianes son el buey y el león, que representan nobleza y fuerza, el Vigía es el ágila de la supremacía y la soberanía, y el Vagabundo es el hombre, de la sabiduría y el amor. Cabe mencionar que este último personaje no tiene sentimientos, pero su función es ayudar para lo cual incluso se inflinge un daño que aparentemente no siente pero que es evidente al abrir su pecho en el que esconde los fragmentos de los cristales. Esto también hace referencia a la creencia de alcanzar el bien propio o de los demás por medio del sacrificio, incluso al mismo sacrificio de Jesús. Como enunciación, este proyecto logra llamar la atención por sus elementos fantásticos e intrigantes. Podemos decir que está dirigido a un público no necesariamente especializado en el tema, pero que esté dispuesto a leer y entender. Las operaciones enunciativas de las imágenes elaboradas son descriptivas y narrativas, dependiendo de si se quiere mostrar como es un lugar o personaje, o un suceso o escena. El metatexto está definido por manchas de tinta, colores vivos y trazos sueltos. Finalmente como intertexto, además de los personajes interdimensionales, tenemos el uso de elementos como los cristales. Estos aparecen en diferentes historias como objetos con propiedades mágicas, debido a su apariencia transparente y llamativa y sus propiedades respecto a la luz. Es común encontrar cristales con algún tipo de brillo en las historias y mundos fantásticos, y suelen ser elementos que guían, protegen o alertan a quienes los poseen.


Gabriela Serruto Servat Semi贸tica II PUCP 2014


El L imbo


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