Programa de Oportunidades para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas

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INTRODUCCIÓN Las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs) cumplen un rol fundamental en la dinámica económica y social de cualquier país y especialmente en Uruguay. En nuestro país, las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 99,5% del total de empresas y explican el 68% del empleo. De acuerdo al Decreto del Poder Ejecutivo 504/07, se consideran MiPyMEs en Uruguay a aquellas empresas que cumplan con los siguientes criterios: Cuadro 1 – Clasificación de micro, pequeñas y medianas empresas Tipo de Empresa

Personal Ocupado

Microempresa Pequeña empresa Mediana empresa

1 a 4 personas 5 a 19 personas 20 a 99 personas

Ventas anuales (excluido el IVA) no superar el equivalente a 1 : USD 159.044 USD 795.218 USD 5.964.137

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) 2 para el año 2008, existían en el Uruguay 117.996 empresas, de las cuales 117.415 eran MiPyMEs. En particular, 100.771 eran Micro (85,4%), 13.598 Pequeñas (11,5%), 3.046 Medianas (2,6%) y 581 Grandes (0,5%). En cuanto a la generación de puestos de trabajo, la microempresa empleaba al 27,1% del total de la mano de obra ocupada en el año 2008, la Pequeña al 21,0%, la Mediana al 20,2% y la Grande al 31,7%. Cuadro 2 – Indicadores de micro, pequeñas y medianas empresas en Uruguay (cifras al 2008)

Tipo de Empresa

Microempresa Pequeña empresa Mediana empresa Gran empresa TOTAL

Cantidad de empresas según tamaño 100.771 13.598 3.046 581 117.996

Porcentaje de empresas según tamaño 85,4% 11,5% 2,6% 0,5% 100%

Personal ocupado según tamaño de la empresa 160.458 124.095 119.376 187.947 591.876

Porcentaje de personal ocupado según tamaño de la empresa 27,1% 21,0% 20,2% 31,7% 100%

Si se analiza por género, las mujeres empresarias en las MiPyMEs son poco más del 31%. La concentración de mujeres es mayor en el sector de las microempresas ya que acceden a él con mayor facilidad debido a menos requerimientos. Asimismo, su predominio en este segmento se explica por el efecto “techo de cristal” y por su motivación para establecer el emprendimiento, asociada principalmente al desempleo y la reducción de salarios. Además, estas estructuras permiten conciliar con las tareas del hogar, que siguen siendo predominantemente femeninas, de ahí que una mayor proporción de mujeres tiene su

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Se considera el valor de la Unidad Indexada en $ 1,9125 y el tipo de cambio en $ 24,05. “Uruguay en cifras 2008”, Instituto Nacional de Estadísticas, 2008. 1


actividad en el mismo hogar 3 . En tanto, si se analiza por edad del empresario, menos del 11% del total tienen entre 18 y 29 años lo que muestra un escaso peso de los jóvenes menores de 30 años al frente de las MiPyMEs uruguayas. Dada su importancia, el sector MiPyMEs resulta crucial para el fortalecimiento de un sistema económico competitivo, la generación de riqueza nacional y la creación de empleo. No existe desarrollo económico posible si en forma simultánea al avance de las grandes inversiones, no se fomenta el desarrollo de las empresas de menor tamaño. A su vez, tal como indica la experiencia internacional, la concentración económica suele convivir con la concentración geográfica, por lo que el desarrollo de las MiPyMEs permite un crecimiento más integrado constituyendo el núcleo fundamental para el desarrollo de las economías regionales. Estas observaciones plantean la necesidad de formular políticas públicas de apoyo al sector que consideren en su diseño y armado las particulares circunstancias que necesita afrontar el pequeño empresariado. Dentro de las peculiaridades del sector, se señala, por un lado, la falta de información a la hora de la toma de decisiones. En general, el micro y pequeño empresario encuentra dificultades para identificar fuentes y contenidos relevantes de información comercial, financiera, tecnológica, etc. A su vez, a la hora de pensar en salir al exterior, la falta de información acerca de los mercados potenciales, la falta de escala en la producción y en algunos casos, la escasa competitividad de los productos, limitan la internacionalización de las MiPyMEs. Según la última Encuesta Nacional de MiPyMEs industriales y de servicios, sólo el 5,4% de los empresarios encuestados exporta, cifra por demás reveladora. Otro problema común es la dificultad para el acceso al conocimiento, debido a los problemas para identificar la tecnología necesaria y las fuentes que podrían proveerla, así como, en muchos casos, a su alto costo, al igual que para invertir en actividades de investigación y desarrollo. No obstante, puede apreciarse un interés creciente de las MiPyMEs en desarrollar y apoyar el tema de la innovación, en algunos casos a través de la asociatividad y la cooperación inter‐empresarial mediante el desarrollo de clusters o conglomerados. Finalmente, un tema central en las MiPyMEs son las dificultades y limitaciones que enfrentan para el acceso a los mecanismos de crédito y financiamiento. Ya sea por las altas tasas de interés que cobran las instituciones financieras o por las garantías exigidas, los pequeños empresarios ven limitada su capacidad de crecimiento al no poder acceder al crédito. De hecho, el 96% de los micro, pequeños y medianos empresarios encuestados por la última Encuesta Nacional referida, declara no utilizar el crédito bancario como fuente de financiamiento. A todo esto, debe agregarse el exceso de regulaciones administrativas y las trabas burocráticas que en muchos casos han dificultado la creación de nuevas empresas y el desarrollo de las ya existentes. Como resultado de ello, un elevado número de microempresas se mueve en el campo de la informalidad lo que obliga a buscar incentivos para que dichas empresas y las nuevas a crear se formalicen de modo que sus trabajadores queden amparados y protegidos por la legislación laboral. En conclusión, dada la complejidad del sector no alcanza con la aplicación de uno o dos instrumentos considerados vitales, sino que es necesario emplear una batería de herramientas a veces complementarias entre sí, pero de indispensable diversidad para poder alcanzar un grupo tan heterogéneo como el de las micro, pequeñas y medianas empresas. 3 Datos obtenidos a partir de “Encuesta nacional de mpymes industriales y de servicios”, MIEM – DINAPYME, 2008. 2


MEDIDAS DE APOYO AL SECTOR

ESTÍMULOS FISCALES Y TRIBUTARIOS Una de las principales dificultades que enfrentan las MiPyMEs es la pesada carga impositiva a la que deben hacer frente a la hora de crear y consolidar una empresa, particularmente en el caso de los microempresarios, lo cual conduce, en un alto porcentaje de los casos, a la informalidad. Al igual que varias iniciativas implementadas en otros países para disminuir la informalidad, se trata de definir políticas sectoriales que si bien introducen algunos elementos distorsionantes en el mercado, son transitorios y permiten preservar el crecimiento futuro y la estabilidad global del empleo a la vez de apoyar a ciertas empresas en su fase de iniciación y primer crecimiento. EXONERACIÓN DE APORTES Al iniciar una nueva actividad económica, los microempresarios deben hacer frente a una pesada carga impositiva por los aportes patronales a la seguridad social los cuales no son proporcionales al tamaño del negocio o a las ventas proyectadas. En consecuencia, una proporción significativa de los mismos optan por trabajar de modo informal. Proponemos el estímulo a la formalización de empresas a través de la exoneración temporal de aportes patronales para micro y pequeñas empresas de hasta 5 empleados que se creen o para aquellas que existiendo informalmente, pasen a la formalidad (6 meses exoneración total de aportes, 6 meses exoneración del 50% y 6 meses exoneración del 25% de los mismos). En ambos casos, se trata de empresas que o bien no existen, o bien son informales, por lo que la medida no implica ninguna merma en la recaudación del Estado sino que representa un aumento de recaudación a mediano y largo plazo. AMPLIACIÓN DE LAS DEDUCCIONES POR IRAE De acuerdo al régimen vigente, las micro y pequeñas empresas cuyas ventas no superen las UI 305.000 (aproximadamente $ 573.500) anuales, pueden optar por tributar normalmente o declararse exoneradas del IRAE realizando un pago que se imputa como “IVA mínimo” en cuyo caso, empresas contribuyentes del IRAE que compren bienes o servicios a empresas exoneradas del IRAE, no pueden deducir el gasto correspondiente. Proponemos permitir la deducción impositiva a los sujetos pasivos del IRAE, de los bienes o servicios comprados a micro y pequeñas empresas de modo tal que las medianas y grandes empresas no encuentren un desestímulo al proveerse con MiPyMEs.

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MODIFICACIÓN EN EL RÉGIMEN DE IMPUESTOS A LAS PEQUEÑAS EMPRESAS – IVA MÍNIMO En el sistema tributario vigente, las micro y pequeñas empresas pueden tributar como monotributistas a la DGI y BPS ó como pequeña empresa sin empleados. La diferencia de aportes entre un régimen y otro es más del doble de aportación (aproximadamente $ 1.600 en el caso del Monotributo y $ 3.700 mensuales en el caso de pequeña empresa). Las diferencias entre un régimen y otro son importantes no sólo en cuanto a lo que aportan sino también en cuanto al requisito de facturación (el tope máximo de la unipersonal monotributista es del 60% de lo que puede facturar la pequeña empresa). Por otro lado, el tope anual de facturación vigente para tributar el ficto (recordemos que el ficto vigente es de $ 1.730 por mes por todo concepto de impuestos recaudados por la DGI) es de UI 305.000 (aproximadamente $ 573.500), lo que equivale a un monto estimado mensual de facturación de $ 48.000, por lo que estas cifras hablan de lo realmente pequeña que tiene que ser la empresa 4 . Proponemos ampliar entre un 50% a 80% el tope de ingresos anuales que pueden facturar las pequeñas empresas incluidas en el régimen de “IVA mínimo”, de forma tal de que continúen tributando bajo este régimen ficto. Por intermedio de esta modificación en el sistema tributario vigente se pueden generar nuevos proyectos de pequeñas empresas o formalización de algunos ya existentes, en la medida que pueden acceder a una menor carga impositiva de los tributos que recauda la DGI. DIFERENCIACIÓN EN LOS CONSEJOS DE SALARIOS La fijación de mínimos por rama de actividad, iguala en sus costos a empresas con muy diferente tamaño, donde la incidencia del salario no es la misma en la economía de la empresa. Proponemos realizar un corte transversal de microempresa en la negociación salarial, con fijación de sueldos diferenciados en atención al tamaño y capacidad económica de las mismas.

4 Si tomamos como ejemplo el de una empresa con un margen bruto sobre ventas del 30% significa un resultado bruto (previo al pago de impuestos, alquiler, luz, agua y otros gastos) de aproximadamente $ 14.400 al mes. 4


FINANCIAMIENTO En relación al financiamiento, a nadie escapa la importancia del crédito para el desarrollo y expansión de la actividad económica: sin crédito, emprendimientos viables se frustran por la imposibilidad de contar con los recursos suficientes para encarar inversiones en activos fijos, financiar el capital de trabajo, exportaciones, etc. Por tanto, entendemos se debe mejorar y facilitar el acceso al crédito y al financiamiento de las MiPyMEs implementando instrumentos como fondos para capital semilla; fortaleciendo el uso del leasing o flexibilizando las condiciones de acceso. FONDOS PARA CAPITAL SEMILLA Los micro y pequeños empresarios que encuentran una oportunidad de negocio y desean llevarla acabo, experimentan dificultades de diversa índole para conseguir financiamiento para sus proyectos ya que la banca comercial no cuenta con ofertas crediticias apropiadas para un emprendedor que está por comenzar su negocio. Proponemos la asignación de fondos para un Programa de Financiamiento con Capital Semilla con el objeto de fomentar el surgimiento de nuevos emprendedores mediante la asignación de financiamiento (concursable) a proyectos de negocios innovadores, en sus etapas de creación, puesta en marcha y despegue así como para el desarrollo de nuevos mercados y/o a la consolidación en los actuales, fortaleciendo la innovación de productos, servicios y/o procesos de empresas de menor tamaño, orientándose así al crecimiento y/o consolidación de las mismas. FINANCIAMIENTO MEDIANTE LEASING Las líneas de crédito tradicionales, si bien existen, son difíciles de acceder por parte de los empresarios MiPyMEs por no cumplir las exigencias que solicitan las instituciones de intermediación financieras sujetas a la regulación bancocentralista. Proponemos fortalecer el financiamiento mediante leasing de equipos, maquinarias y bienes de capital nuevos con recursos del Estado para que las empresas puedan arrendar con opción de compra, levantando las trabas burocráticas a las que muchas veces están expuestas a la hora de financiar mediante estos mecanismos la compra de equipos menores. REGIMEN DE BONIFICACIÓN DE TASAS Ante la dificultad de acceder a créditos en instituciones bancarias, los micro y pequeños empresarios financian sus inversiones en instituciones que operan fuera del sistema financiero tradicional, quienes aplican altas tasas de interés que repercuten en la rentabilidad de las MiPyMEs. Proponemos subsidiar hasta 5 puntos porcentuales la tasa de interés ofertada por las instituciones financieras o no financieras para créditos de inversión en bienes de capital o capital de trabajo con el objetivo de reducir la tasa de interés de los créditos para micro y pequeñas empresas cuya venta anual no supere los USD 200.000, a fin de disminuir sus costos financieros.

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MARCO INSTITUCIONAL DE APOYO A LAS MiPyMEs Por último, el principal desafío a la hora de diseñar políticas públicas para el sector consiste en cómo asistir a un grupo tan grande y diverso de empresas, asegurando la llegada de los instrumentos y programas a todas ellas en todas las regiones del país. Por otro lado, la necesidad de recurrir al financiamiento externo o de organismos internacionales se traduce, usualmente, en falta de sustentabilidad en el tiempo de esas políticas al no estar asegurada su financiación con recursos presupuestales. A pesar que a lo largo de los años se han ido generando instituciones públicas, ya sean ministerios, departamentos, direcciones, oficinas etc., y privadas que atienden la problemática de las MiPyMEs, muchas veces desde el punto de vista del usuario, sus funciones no están debidamente trasparentadas e incluso en ciertos casos existen solapamientos funcionales que atentan contra una adecuada dinámica operativa. En este sentido, entendemos como prioritario conformar una institucionalidad que apoye y soporte el desarrollo de las micro, pequeñas y medianas empresas, orientada al logro de los objetivos, estrategias y políticas que se definan. CREACIÓN DE LA AGENCIA NACIONAL DE DESARROLLO Actualmente existen más de 20 programas de apoyo a la creación y consolidación de las MiPyMEs, donde en algunos casos se superponen los beneficiarios y en otros, muchas micro y pequeñas empresas no encuentran cabida en ninguna de las ofertas. Por otro lado, no existe un organismo coordinador de todos los programas y capaz de garantizar que los mismos lleguen a todo el país. Proponemos la creación de la Agencia Nacional de Desarrollo que actúe como organismo rector y coordinador de políticas orientadas al sector teniendo en cuenta la transversalidad de las micro, pequeñas y medianas empresas y las necesidades de las distintas actividades, a la vez de impulsar la descentralización de la actividad económica promoviendo el desarrollo productivo regional, atrayendo inversiones y fortaleciendo los conglomerados locales. Además de ser el nexo entre los diferentes programas (públicos y privados, nacionales o internacionales) y los beneficiarios directos, evitando la superposición de actividades, integrando las políticas y dándole sustentabilidad en el tiempo a las mismas. PROGRAMA NACIONAL DE EMPRENDEDURISMO La competitividad de una economía necesita ineludiblemente personas emprendedoras e innovadoras. A pesar de la importancia de la promoción de la cultura emprendedora para el desarrollo económico y social y la mejora del desempeño competitivo de la economía nacional, no existe en el país un programa de fomento al emprendedurismo de alcance nacional que brinde oportunidades reales para el surgimiento de nuevas empresas. Proponemos la creación de un Programa Nacional de Emprendedurismo que fomente la creación de nuevas empresas a través de la capacitación de los emprendedores, la asistencia en la definición de su negocio, acompañamiento en la puesta en marcha de la nueva empresa, asistencia financiera y seguimiento, asegurándole el acceso a servicios de extensión empresarial que disminuyan la probabilidad de fracaso. Dentro de dicho Programa se considerará la posibilidad de establecer una Red de Incubadoras de Empresas, a efectos de facilitar el tránsito de una buena idea a un buen negocio en el menor tiempo posible, a aquellas MiPyMEs con mayor potencial innovador.

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FOMENTO A LA CULTURA EMPRENDEDORA DESDE LA ENSEÑANZA En la enseñanza media y terciaria así como en UTU, se educa a los jóvenes desde el punto de vista académico y relativamente distante de las realidades productivas. En el caso particular de UTU, donde se concentra la mayor parte de la enseñanza de oficios de nuestro país, los estudiantes reciben su formación técnica pero no en cómo formar y consolidar una empresa, hecho que la mayoría de ellos tendrán que enfrentar cuando salgan al mercado de trabajo. De este modo, al egresar de sus carreras la mayoría de los jóvenes no está preparada para insertarse en el mercado desde la perspectiva de la empresarialidad, carencia importante que ha caracterizado al Uruguay a lo largo de los últimos años, limitando su desarrollo. Proponemos la creación de programas de extensión de la cultura emprendedora en toda la sociedad. Hay que impulsar la formación emprendedora a través del sistema educativo y del desarrollo de formación que apoye al emprendedor en la puesta en marcha de los proyectos. PROGRAMA DE APOYO A LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LAS MiPyMEs Si bien hoy en día existen varias iniciativas que apoyan la salida al exterior de las MiPyMEs, brindando estímulos y financiamiento fundamentalmente a través de programas de organismos multinacionales o con donaciones del exterior, entendemos que no son suficientes y que las mismas no se han generalizado ni extendido a todo el país, por lo que la mayoría de empresas del sector no acceden a los beneficios de tales políticas. Proponemos concentrar los esfuerzos de varios programas de internacionalización, aprovechando de la mejor forma los convenios internacionales y facilitando la exportación de productos de las MiPyMEs, a través del fomento a la primera exportación y desarrollando exportadores esporádicos, con el objeto de crear corrientes comerciales durables, dirigidas tanto a empresas individuales como a agrupamientos colectivos. PROGRAMA DE APOYO A LA FORMACIÓN DE PROCESOS ASOCIATIVOS En nuestro país, existe una escasa cultura de la complementación productiva y de trabajo en cadenas de valor y en los últimos años se ha observado una lenta evolución en la dinámica de clusterización iniciada en diferentes sectores. Esto dificulta las posibilidades de acceder a mercados externos ya que, dada su dimensión, las micro y pequeñas empresas (y en algunos casos también las empresas de tamaño medio) no pueden alcanzar cierta escala de producción requerida por las grandes potencias. A su vez, la falta de escala no permite producir de forma competitiva y eficiente lo cual también dificulta las posibilidades de inserción internacional. Proponemos intensificar el fomento a la colaboración inter‐empresarial, la formación de procesos asociativos, sean clusters, redes empresariales, consorcios de exportación, etc. que posibiliten aumentar las capacidades competitivas y la presencia activa en los mercados internacionales. La Ley de Consorcios de Exportación, iniciativa del Partido Nacional de reciente aprobación, constituye una valiosa herramienta para ello. En particular, es necesario desarrollar programas de apoyo al desarrollo de iniciativas cluster a nivel de micro, pequeñas y medianas empresas del interior del país que les permita capacitarse, recibir asistencia técnica y consultoría para la mejora de su competitividad y de ese modo poder obtener beneficios que individualmente no se consiguen. 7


PROGRAMA DE APOYO A LA INNOVACIÓN Debido al alto costo que representa para una micro y pequeña empresa, generalmente este sector tiene serias dificultades para la generación y el acceso a la tecnología necesaria de punta debido a su alto costo, así como para invertir en actividades de investigación y desarrollo. Asimismo, en la mayoría de los casos, dicho acceso se ve dificultado por factores geográficos. Debe tenerse presente que los procesos de transferencia de tecnología deben tener continuidad en el tiempo y que difícilmente puedan ser implementados exitosamente desde una oficina. Por tales razones, y a efectos de lograr un alto impacto en poco tiempo en relación a la transferencia de tecnología a las MiPyMEs, proponemos la creación de una Fuerza de Tareas interinstitucional (LATU, INIA, etc.), bajo la coordinación de la Agencia Nacional de Desarrollo, que brinde apoyo técnico y de gestión “in situ” a las micro y pequeñas empresas con potencial de desarrollo, con carácter permanente y en forma proactiva. En esta área se incluye todo lo referente al desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación como uno de los principales instrumentos hacia una sociedad del conocimiento y la innovación. Es necesario establecer programas orientados a fomentar la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación en las empresas por el impacto en la productividad de las mismas.

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