200 años bajo el mar: la corbeta Swift renace en Puerto Deseado

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200 AĂąos bajo el Mar La Corbeta Swift renace en Puerto Deseado

Museo Municipal Mario Brozoski


Bienvenidos El Museo Municipal Mario Brozoski narra muchas historias entramadas en un gran periplo: el de la corbeta HMS Swift, desde su llegada a las islas Malvinas en 1770 hasta su renacimiento en Puerto Deseado, a partir de 1982. La corbeta y su historia se siguen resignificando con cada visitante que se pregunta de qué modo, a lo largo del tiempo, ha sido posible que esta historia de descubrimientos saliera a la superficie. El museo se creó formalmente en 1983 y se inauguró en 1991, dando institucionalidad al compromiso que asumieron los jóvenes de la Subcomisión de Búsqueda y Rescate de la Corbeta Swift al comienzo de su investigación. Ellos acordaron que todo aquello que se encontrase en esa búsqueda quedaría como patrimonio de Puerto Deseado y su comunidad. El nombre de Mario Brozoski es atribuido en recuerdo de uno de esos jóvenes, fallecido antes de la inauguración del museo, el cual, desde entonces, ha trabajado junto a especialistas y científicos para conservar las piezas rescatadas de la nave Swift y para trasmitir la historia del naufragio y de su hallazgo, como partes indisociables y primordiales de la colección.

AUTORIDADES

Sr. Intendente de Puerto Deseado: Gustavo González Secretario de Gobierno: Mauricio Marsicano Subsecretaria de Cultura: María Cecilia Luna Blanco Directora General de Museos y Patrimonio Cultural: Rosa María Aravales

En 2018 Fundación TyPA y Fundación Banco de Santa Cruz, gracias al apoyo de la Municipalidad de Puerto Deseado, organizaron el Taller de Museos y Vinculación Comunitaria, que tuvo por objetivo formar a profesionales de toda la provincia de Santa Cruz a partir de la construcción, paso a paso, de la exposición permanente del museo, el aprendizaje de sus técnicas y de sus recursos narrativos. Durante un año de capacitación en herramientas museográficas y de gestión, se diseñó la exposición que ahora presentamos con enorme orgullo, de forma colaborativa y participativa, junto con la comunidad de Puerto Deseado y el asesoramiento de arqueólogos y especialistas.



La corbeta de guerra británica H.M.S. Swift (His Majesty’s Ship, el buque de Su Majestad) había zarpado de la base inglesa de Puerto Egmont el 7 de marzo de 1770 con el objetivo de realizar exploraciones en la región.

Su tripulación, al mando del capitán George Farmer, estaba compuesta de 97 varones, cada uno con su rol y sus tareas específicas, y de edades desde los 11 hasta los 50 años. Vivían meses arriba de un barco de dos cubiertas (tres pisos) y unos 28 metros de largo. El lugar disponible era muy pequeño; tanto que para caminar en la cubierta inferior había que hacerlo agachado. A excepción de la isla de Santa Elena en el medio del Atlántico, la Corona Británica no tenía posesiones en el hemisferio sur, y pronto comenzó a prestar atención a los espacios desprotegidos del vasto Imperio Español. En el siglo XVII, el Atlántico Sur adquirió relevancia porque permitía controlar el tráfico naval por los pasos del estrecho de Magallanes y el cabo de Hornos. Las Malvinas ofrecían una excelente posición estratégica también como base de abastecimiento para los buques que se dirigían al Pacífico. En 1765, la Corona Británica estableció Puerto Egmont, su puerto en las islas Malvinas, y allí apostó sus barcos para explorar el terreno en busca de nuevas colonias y nuevos pasos, realizando la cartografía de la zona.



Un martes 13, el viento fuerte y persistente alteró el derrotero de la nave, llevándola hacia las costas del continente. El capitán Farmer optó por recalar en la ría Deseado, una zona conocida como un fondeadero natural que desde el siglo XVI era visitado por navegantes y exploradores. En el ingreso a la ría, encallaron en una piedra cuya existencia desconocían, y, luego de varias maniobras de rescate fallidas, abandonaron el barco, dejándolo en el lecho marino con sus catorce cañones y todo cuanto llevaba a bordo.

Los náufragos de la Swift fueron rescatados por la HMS Favourite, volvieron a Puerto Egmont y, luego de un tiempo, a Gran Bretaña. Tres tripulantes murieron en el naufragio. Treinta años más tarde, en 1803, Erasmus Gower, teniente de la corbeta, escribió una carta a un amigo, narrando lo sucedido en las costas patagónicas en 1770. Esa carta quedó perdida en los archivos de una biblioteca, en Australia, durante más de 160 años.


En 1971, en busca de su pasado familiar, Patrick Rodney Gower encontró en esa biblioteca australiana la carta escrita por su antepasado Erasmus Gower, en la que relataba su naufragio en las costas de Puerto Deseado. Cuatro años más tarde decidió viajar personalmente a Deseado para recabar más información sobre la apasionante historia que involucraba a su familia y al destino de la nave, transcurridos poco más de dos siglos del accidente. Sin embargo, para su sorpresa, el viaje resultó infructuoso, ya que la comunidad de Puerto Deseado desconocía la existencia del barco hundido frente a sus costas. Gower regresó a Australia dejando copia de la famosa carta de Erasmus Gower.

Era 1980, y el profesor de matemáticas –y teniente de fragata– Ricardo Locarnini les contó a sus alumnos lo ocurrido con la HMS Swift hundida en las costas de Deseado, tal como lo había escuchado. Uno de ellos, Marcelo Rosas, decidió ir en su búsqueda. Sobre la base de los datos del diario, el sentido común y el conocimiento de la zona, un grupo de jóvenes comenzó una búsqueda sistemática en el probable lugar del naufragio. Su proyecto se enmarcó en una comisión especialmente creada, con el apoyo institucional del Club Náutico Capitán Oneto, y, desde un principio, acordaron que, en caso de encontrar el barco, todo el material recuperado formaría parte del patrimonio cultural de la provincia de Santa Cruz.

La buena planificación, el trabajo prolijo y una buena cuota de suerte (que no quita mérito) rindieron sus frutos inmediatamente: el ansiado hallazgo se produjo en una de las primeras inmersiones, el 4 de febrero de 1982.


No solo eso: los restos se encontraban en un increíble estado de conservación, gracias a la baja temperatura del agua y a la cubierta sedimentaria, que habían protegido al barco y a sus contenidos durante más de doscientos años. Al poco tiempo se creó en Puerto Deseado el Museo Regional Provincial Mario Brozoski, destinado a albergar los restos recuperados y a coordinar el Proyecto Swift. En 1986, se proyectó la construcción de un nuevo muelle comercial que afectaría los restos de la Swift. La Municipalidad y la dirección del museo pidieron intervención al Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS). Un grupo dirigido por Javier García Cano y Cristian Murray inició los trabajos de relevamiento, rescate y conservación en el sitio del naufragio. Comenzó a trabajar con la conservación de las piezas el experto Alberto Orsetti, en compañía de personal local.


En 1989, luego de relevar el sitio, se advirtió que el equipo, compuesto principalmente por arquitectos, era insuficiente, y las inmersiones se suspendieron hasta poder incorporar arqueólogos. Recién en 1995 se creó el Programa de Arqueología Subacuática (PROAS), pionero en la región, en el Instituto Nacional de Arqueología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), que se encargaría durante los años siguientes de investigar el pecio y desentrañar la historia que hoy conocemos de la Swift.





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¿Y ahora qué? Esta hoja es para tu propio diario. Para que registres tus impresiones de esta visita, los datos que te interesa recordar, las preguntas o reflexiones que te llevaste para seguir pensando. Acordate de que una pequeña inquietud puede ser el puntapié inicial de una gran aventura. ¿Cuál será la tuya?


La exhibición La exhibición presente en este museo fue diseñada en el marco del Taller de Museos y Vinculación Comunitaria 2018-2019, organizado por Fundación TyPA y Fundación Banco de Santa Cruz, gracias al apoyo de la Municipalidad de Puerto Deseado, el Gobierno de la Provincia de Santa Cruz y la comunidad de Puerto Deseado. Director de Diseño Expositivo: Ignacio Paravano Asesor de diseño: James Volkert Guión y desarrollo de contenidos: Fundación TyPA con asesoría de PROAS, INAPL Obra: Claudia Ferretto, Hugo Nahuelpan. Asistencia técnica, montaje y realización: Patricia Viel, Ariadna Giménez, Mariela González Diseño gráfico: Jimena Zeitune Producción: Guido Ignatti Talleristas: Martina Alegre, Rosa Aravales, Rosana Elisabeth Avendaño, Claudia Viviana Barra, Malena Calisto, Luis Alfredo Nuñez Chavez, Verónica Dattoli, Lautaro Fragotto, Agatha Galarza, María Patricia García, Luciana Gentile, Roxana Estefania Godoy Aravales, Norma Beatriz Gómez, Mariela Gonzalez, César Augusto Gribaudo, Claudia Emilce Gutierrez, Lorena Jaqueline Hurtado, Jorgelina Ibañez, Solange Kremmer, Bladimir Llanca, María de los Angeles Molina, Bettina Andrea Muruzábal, Hugo Eduardo Nahuelpan, Luis Alfredo Núñez Chavez, Paula Ocampo, Laura Panasiuk, Juan Pablo Roa, Andrés Rodriguez, Alejandra Santi Tanus, Susana Sentinelli, Albert Anibal Osiris Sofía, Rosa Valeria Ucedo


AGRADECIMIENTOS

Este proyecto fue posible gracias al acompañamiento de: las autoridades provinciales: Secretario Provincial de Estado de Cultura Oscar Canto; Directora Provincial de Patrimonio Cultural Lic. Carla García Almazán equipo de la Municipalidad de Puerto Deseado: Secretario de Obras Públicas: Pablo Rapetti, Sra. Concejal: Marisa Mansilla y Arqs. Jorge Oviedo y Luis Núñez Chávez el equipo de asesores y colaboradores: PROAS-INAPL Instituto TAREA (Universidad Nacional de San Martín) - Uriel Sokolowicz Porta - Aleph Media - ODYSSEUS Producciones - Smithsonian Institution (EEUU) - Olivia Cadaval - Victoria Sosa - Alberto Orsetti el apoyo de: Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda I.D.U.V ; Sr. Presidente del IDUV, Pablo Grasso; CPAIA Consejo Profesional de la Agrimensura, Ingeniería y Arquitectura - ARQSC Asociación Arquitectos Santa Cruz -Transporte Vesprini - Costanera S.A - HIMAC los aliados locales: José Basualdo, Casa Estella, Transporte Naem, Club de Leones, Ferretería El Fortín, Hotel Los Acantilados, TAQSA, Fundación Conociendo Nuestra Casa al equipo del Museo y de la Dirección General de Museos y Patrimonio Cultural de Puerto Deseado y a toda la comunidad de vecinos de Puerto Deseado por su colaboración.

Las imágenes de este folleto son cortesía de: PROAS, Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), Uriel Sokolowicz Porta, Aleph Media, ODYSSEUS Producciones, y Marcelo Setton.


En la zona del puerto, a 50 metros de la costa, se encuentra hundida la corbeta HMS Swift, barco que naufragó en 1770 mientras intentaba explorar y cartografiar las costas de la Patagonia para el Imperio Británico. Esta exhibición cuenta la historia de esa corbeta británica, desde su viaje por las costas de Deseado, su hundimiento, la tenacidad de jóvenes locales que llevó a su descubrimiento, y el trabajo de arqueología subacuática y de conservación, que permite ver hoy los hallazgos del barco de aquel entonces.

Museo Municipal Mario Brozoski Colón y Belgrano (9050), Puerto Deseado, Santa Cruz. Abril a octubre Lunes a viernes de 9:00 a 18:00 h. Sábados de 15:00 a 18:00 h. Domingos: cerrado. Noviembre a marzo Lunes a viernes de 9:00 a 19:00 h Sábados y domingos de 15:00 a 19:00 h.


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