GACETA POLÍTICAS 257

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Nº 257 Noviembre 2015

Pensar la Universidad Jacqueline Peschard María de Lourdes Alvarado Fernando jiménez Silverio chávez Héctor Vera Facultad de Ciencias Políticas y Sociales www.politicas.unam.mx/gaceta


Bicivilización

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ajo la curaduría del fotógrafo y ex alumno de la fcpys, Tomás Canchola, esta exposición, que será exhibida próximamente en las galerías abiertas de nuestra Facultad, muestra las distintas formas de vivir una cultura ciclista: desde el uso de la bicicleta como transporte cotidiano, actividad recreativa o herramienta laboral, hasta la conformación de una identidad en torno a las dos ruedas. Creemos que una nueva convivencia es posible si respetamos las diversas formas de movilidad que coexisten en nuestras ciudades.


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n la Universidad Nacional conviven diversas corrientes de pensamiento y múltiples formas de concebir y analizar el mundo. Plurales son también los temas y problemas abordados por la comunidad académica, así como las perspectivas desde las que se generan respuestas o explicaciones. En un presente convulso, urgido de nuevas configuraciones sociales, nuestra máxima casa de estudios debe valerse de esta diversidad para reflexionar lúcida, creativa y responsablemente sobre un tema central en la vida nacional: la función de la educación pública y, en particular, de las universidades. Nuestro país atraviesa por un momento en el que la unam necesita volver la mirada sobre sí misma y pensar el entramado de su pasado ante una realidad que la desafía. Es innegable que una institución como la nuestra, con una historia vasta y compleja, con una influencia indiscutible en la vida nacional y un futuro siempre en reinvención, enfrenta cotidianamente grandes retos. En este número confluyen las voces de cinco destacados profesores, quienes abordan algunos de esos desafíos que hoy en día enfrenta la Universidad. Entender la compleja relación entre los avatares políticos del país y la unam, dar cuenta de la historicidad de la autonomía universitaria, así como la de sus órganos de gobierno, reflexionar sobre las brechas entre la Universidad que queremos y la que tenemos, son algunos de los ejes propuestos para contribuir al debate sobre nuestra institución educativa. Si es verdad que el tiempo no es sino un eterno presente, la conjugación de lo actual con lo histórico sólo puede remitirnos a un constante flujo de reflexiones y acciones que sustenten con capacidad y suficiencia lo venidero. Ejemplo de ello es la multiplicidad de actividades organizadas en nuestro plantel durante los últimos meses. La Facultad y el eminente sociólogo Pablo González Casanova celebramos, junto a colegas, amigos y estudiantes, el cincuenta aniversario de la publicación de la obra: La Democracia en México. Los ahí presentes rememoramos algunos elementos de dicho escrito, fundamentales para entender el escenario político, académico y social de la época, sin dejar de resaltar su vigencia y proyección para la construcción de un programa democrático en nuestro país. Por otro lado, la presencia en nuestra Facultad de la connotada filósofa húngara Ágnes Heller propició una reflexión profunda acerca del papel de la ética en el devenir de la vida política y cotidiana de los individuos en las sociedades modernas. Cuáles son los fundamentos teóricos de la política y qué relación guardan con los contextos vivos en los que buscan aplicarse fueron las preguntas planteadas por el profesor de la Universidad Complutense, Javier Franzé, durante su visita a nuestras instalaciones. Tres entrevistas con importantes académicos de la Facultad ayudan a situar el quehacer de la Universidad en el contexto mundial. Rosa María Larroa ofrece un recuento del largo camino que ha emprendido América Latina en la búsqueda de su estabilidad y desarrollo; Nayar López, por su parte, evalúa las aristas del caso centroamericano y nos da pistas para recorrer los senderos del laberinto de la democracia, mientras Moisés Garduño habla del complejo panorama en Medio Oriente. Mención aparte merece el logro de la fcpys al incorporar la licenciatura en Antropología a su oferta académica. El nuevo coordinador del Centro de Estudios Antropológicos, César Villalobos, narra los avatares de este proceso y reflexiona sobre la importancia de esta disciplina en la construcción de la identidad mexicana. Este número de la Gaceta Políticas es en sí mismo un ejemplo de aquello que conforma la esencia universitaria, la cual está fundada en la recreación constante de un ethos sostenido en el respeto y la defensa de la pluralidad. Fernando Castañeda Sabido


Universidad Nacional Autónoma de México Enrique Luis Graue Wiechers Rector Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Fernando Castañeda Sabido Director Claudia Bodek Stavenhagen Secretaria General Gaceta Políticas Roberto Oseguera Quiñones Director César Emanuel Reséndiz Silva Subdirector

Pensar la Universidad El gobierno de la unam La fundación de la Universidad Nacional La unam, pasado y presente Momentos de autonomía Universidad y sociedad del conocimiento

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ntrevista Una nueva mirada desde la Antropología Etapa de trasformaciones y actitud insumisa en América Latina Centroamérica en el laberinto La Facultad reune a los grandes especialistas en el tema Palestina

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50 años de La Democracia en México Ética moderna, Ágnes Heller en México Podemos: ¿Ruptura o regeneración? La política y lo político América Latina actualidad y porvenir Revista Estudios Políticos: tradición y conocimiento Hay que revivir el suelo

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Debatir con argumentos sólidos Egresado de ri gana Premio de la Juventud 2015 Análisis y reflexión sobre América Latina Ejemplo para la comunidad universitaria Apoyo técnico a estudiantes con discapacidad

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¿Quién decide lo que es bello ? 10 años mirando el mundo

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Novedades editoriales

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Leticia Martínez Eslava Editora Adriana Godoy González Cueto Diseño Equipo de Reporteros Myriam Corte Cortes Leticia Martínez Eslava Jorge Abraham Almaguer Correa Sergio Oswaldo Barbosa García Erika Lesly Cano Miranda Josué Gabriel García Solano Daniela Pérez Álvarez Jessica Elizabeth Sánchez Rivera Fotógrafos Elsie Carolina López Sandoval Guillermo Mora Hernández

Portada de Adriana Godoy González Cueto

Las opiniones expresadas en Gaceta Políticas son responsabilidad exclusiva de sus autores.


Pensar la Universidad E

l acto de pensar implica, a un mismo tiempo, tomar distancia de aquello que se analiza a fin de contemplarlo con mayor amplitud, reconociendo sus límites, repasando sus formas, penetrando en su esencia; pero también aproximarse, interesarse por lo captado, de manera que lo puesto en vilo por la inteligencia nos afecte, comprometiendo nuestros actos. Esta doble cualidad del pensamiento hace que sea más que una simple operación mental: lo vuelve el origen de la acción. Reflexionar sobre algo nos inscribe directamente en el lugar donde las decisiones marcan un rumbo, prefiguran o modifican una realidad. Si el objeto al que se dirige ese pensar es la unam, el valor de lo meditado cobra relevancia no sólo para los ámbitos académicos o educativos donde esta casa de estudios se inscribe, sino para un conjunto de circunstancias donde la esencia de una institución halla cimiento y construye un porvenir. Pensar la universidad quiere decir recorrer su orbe pero, simultáneamente, ir construyendo nuevos derroteros. Esta tesis se hace patente en los artículos de nuestros invitados a esta edición, cada uno de los textos que presentamos van más allá del análisis, el escrutinio o la crítica: promueven el accionar ético de los universitarios. Jacqueline Peschard reflexiona sobre el aparato de gobierno que rige a la máxima casa de estudios, destacando la importancia de su autonomía durante los procesos de designación de autoridades, y hace un llamado a la actualización de las políticas en materia de transparencia. Dos participaciones agudas, la de Silverio Chávez y Fernando Jiménez, abordan desde la teoría sociológica y el recuento histórico respectivamente, la vigencia de los postulados sobre la autonomía universitaria. Sobre los orígenes de la unam, María de Lourdes Alvarado relata con detalle cómo tuvo lugar su fundación, y nos habla de los elementos vertebrales que guiaron desde un inicio la conformación de este proyecto educativo. La inserción de la Universidad Nacional en la dinámica de las sociedades del conocimiento es un fenómeno que analiza Héctor Vera, ofreciéndonos una visión a futuro sobre los retos y expectativas que acompañan este hecho. Cada una de estas reflexiones representa un entorno frente al cual se debe mantener distancia para que el pensamiento madure, pero también con el que debemos relacionarnos ineludiblemente a fin de contribuir a la construcción de la Universidad que queremos y necesitamos. En este número hemos intentado que la reflexión, con sus dos movimientos cognitivos naturales –análisis y síntesis–, abarque ámbitos sustantivos de la Universidad y promueva hábitos benéficos en el accionar cotidiano de todos los que la integramos. Que el acto de pensar sirva entonces para transformar lo susceptible de mejora y contribuya a fortalecer los pilares donde se asienta nuestra universidad.


El gobierno de la UNAM Jacqueline Peschard Mariscal*

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nte el relevo de la Rectoría de la unam es pertinente reflexionar sobre cómo se gobierna esta institución académica y nacional y de qué manera ejerce y fortalece su autonomía, particularmente en coyunturas de renovación de su máxima dirección. A partir de ahí, es posible preguntarnos qué habría que modificar para modernizar sus estructuras y prácticas. La autonomía de la unam es de carácter orgánico y funcional, porque la comunidad universitaria tiene la atribución de determinar sus planes y programas de estudio sin la intervención de autoridad gubernamental alguna, a fin de asegurar que sólo los principios científicos y académicos guíen sus determinaciones. La autonomía implica también que en la selección y nombramiento de sus autoridades y cuerpos directivos no intervienen los poderes públicos, es decir, sólo los propios universitarios deciden sus reglas y conducen tales procedimientos, lo cual los hace directamente responsables de garantizar el cumplimiento de las tareas. La unam está gobernada por autoridades unipersonales y por cuerpos colegiados, es en la interacción entre ambos que es posible que la deliberación sea el principio que acompañe a todos los procesos de elaboración de

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normas o de diseño de programas y políticas para impulsar el desarrollo académico que es su objetivo último. El máximo órgano de gobierno de la unam, que es el Consejo Universitario, es de carácter colegiado y se encarga de las labores propias de una instancia legislativa, porque aprueba normas y lineamientos en los diferentes rubros de docencia, investigación, administrativos, etc. También discute y aprueba el presupuesto de la Universidad y dicta las grandes líneas de acción para su desarrollo institucional, entre otros. Adicionalmente, el Consejo Universitario tiene la facultad de nombrar a los integrantes de la Junta de Gobierno, que es el órgano colegiado con facultades para nombrar a las autoridades académicas unipersonales, es decir, al Rector y a los directores de Escuelas e Institutos. El Consejo Universitario está compuesto por representantes de los estudiantes, los profesores e investigadores, las autoridades y los trabajadores administrativos. Con excepción de las autoridades, todos los demás sectores surgen de procesos de selección, por la vía del voto directo y secreto, en los que sólo sus respectivas comunidades intervienen, lo cual les confiere un carácter representativo y les otorga legitimidad frente a su comunidad.


Desde que la unam se hizo autónoma hace 70 años, sus autoridades académicas unipersonales son nombradas por la Junta de Gobierno, un cuerpo colegiado de 15 distinguidas personalidades provenientes de diferentes áreas del conocimiento, nombradas directamente por el Consejo Universitario. El hecho de que el proceso de selección de las máximas autoridades académicas unipersonales no dependa de un mecanismo electivo abierto obedece a que lo que se privilegió fue blindar al máximo las determinaciones relativas al gobierno de la institución. Los mecanismos democráticos de selección de autoridades están previstos para aquéllas de naturaleza política. Por ello no es aconsejable, pues se desnaturalizarían, que las instituciones académicas estén administradas como si fueran instancias de poder político, cuya fuente de confianza y legitimidad es justamente su base popular, expresada mediante el sufragio. Los principios de las instituciones académicas son los establecidos por los valores científicos y técnicos y, aunque se haga política en la unam, el sentido de ésta es convencer a aquellos que son responsables de decidir, para impulsar cierta propuesta de renovación de planes de estudio o de introducción de una nueva disciplina académica. Se trata de una política académica que, como la política, implica allegarse el respaldo para empujar cierta decisión, en este caso, de naturaleza universitaria. La fórmula de integración de la Junta de Gobierno permite que sus miembros sean pares con reconocimiento en los diversos campos del conocimiento y de la experiencia social y pública, nombrados justamente por el máximo órgano de representación de la unam. Los integrantes de la Junta de Gobierno se encargan de decidir quiénes son idóneos para dirigir a una dependencia universitaria, o a toda la unam y es un mecanismo que coloca una barrera de contención frente a posibles interferencias o presiones de intereses ajenos a los académicos, particularmente de orden político. Si convenimos que las autoridades unipersonales de la unam son el equivalente a los titulares del Ejecutivo en el ámbito del poder político, entenderemos por qué son tan relevantes en el gran concierto universitario. Juegan un papel de primer orden en el gobierno de la institución, pues además de tener facultades para impulsar programas y políticas universitarias, son la parte de la dirección universitaria más visible e identificable, además de que presiden los órganos de representación dentro de sus diferentes ámbitos de responsabilidad (el Consejo Universitario y los Consejos Técnicos en Facultades, Escuelas e Institutos). El procedimiento para el nombramiento del Rector de la unam inicia con el lanzamiento de la convo-

catoria para que los interesados en participar como aspirantes se registren y los distintos miembros de la comunidad se pronuncien. Es un proceso que permite la participación de los distintos sectores de la comunidad universitaria –pero solamente a manera de consulta–, para ayudar a normar el criterio de los integrantes de la Junta de Gobierno. A partir de dicha consulta libre y abierta, y del análisis de las trayectorias profesionales de los aspirantes y de sus respectivos planes de trabajo, la Junta determina quiénes tienen el perfil adecuado para desempeñar el cargo y entrevistan a los seleccionados. La Junta delibera con la información que ha recabado y finalmente decide y nombra al Rector. La deliberación de la Junta de Gobierno ha sido secreta con el propósito de resguardarla de la interferencia de intereses ajenos y aunque hoy vivimos en una sociedad con crecientes demandas de información y transparencia para el mejor ejercicio de los derechos de los ciudadanos, considero que en el caso de las autoridades universitarias el sigilo es adecuado para proteger el valor supremo de que la decisión no sea sometida a presiones de intereses extraños a la vida universitaria. La prueba de que este sigilo es adecuado es que los procesos de selección de la máxima autoridad unipersonal en la unam han sido pacíficos y legítimos. Sin embargo, pienso que hay fases del procedimiento de selección del Rector que deben ponerse al día, modernizarse. Me refiero a la difusión de los distintos proyectos que los aspirantes someten a la consideración de la Junta de Gobierno, algo que ahora ya se hace, reconociendo que es un derecho de los ciudadanos conocer con qué masa crítica cuenta y qué tipo de propuestas se elaboran. También habría que publicitar datos estadísticos sobre el proceso, tales como cantidad de cartas de apoyo y de citas con los miembros de la comunidad para identificar el involucramiento de ésta y, al final de la deliberación, dar a conocer los argumentos y las consideraciones que llevaron a favorecer a cierto candidato. Creo que los universitarios nos debemos una mayor consideración de parte de la Junta de Gobierno respecto de las decisiones que tienen en sus manos, no es suficiente con saber quién fue seleccionado, sino cuáles fueron las valoraciones centrales que orientaron la decisión.

*Doctora en Ciencias Sociales por el Colegio de Michoacán. Profesora del Centro de Estudios Políticos de la Facultad.

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La fundación de la Universidad Nacional Ma. de Lourdes Alvarado Martínez Escobar*

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l 22 de septiembre de 1910, como parte del programa de celebraciones del centenario de la Independencia, en medio de “esplendores reales y solemnidades circunspectas”, de acuerdo con los términos utilizados por Genaro García, cronista oficial de este aniversario, se llevó a cabo la fundación de la Universidad Nacional de México. El hecho de que la institución fuera inaugurada en medio de la conmemoración de las fiestas patrias ha propiciado que este acto haya sido considerado como un proyecto improvisado, producto exclusivo de la coyuntura política y, quizás, del interés oficial por lograr la aprobación de sus compatriotas, así como de la comunidad internacional, tan cara, como sabemos, para el gobierno de Porfirio Díaz. Sin embargo, contra lo que una mirada superficial pudiera percibir, el proyecto universitario de Justo Sierra no fue un planteamiento coyuntural. Con excepcional paciencia y constancia, apoyándose en un reducido grupo de intelectuales y académicos que compartían sus ideas, el futuro ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes luchó largamente por ese objetivo, el que para 1910 contaba con un largo historial que se remonta a la década de los 70 del siglo xix. En efecto, durante el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada y motivado por el movimiento estudiantil conocido como La Universidad Libre, por medio del cual los alumnos de las escuelas nacionales intentaron expresar su creciente deseo de emancipar la ciencia de las “garras del Estado” o, dicho de otro modo, de redefinir la relación entre educación superior y gobierno, se hicieron las primeras declaraciones de que tenemos noticia en dicho sentido. Justo Sierra, entonces conocido por su incipiente labor periodística, tomó la pluma para abogar en favor de la libertad de enseñanza, de instrucción y profesional. A su juicio, el sistema educativo debía tener como base la difusión obligatoria de la enseñanza primaria, y como coronamiento “la elevación constante de la enseñanza superior por la libertad”. Confiaba en que, desembarazado el Estado de su papel de educador mediante la abolición del internado, en poco tiempo estaría capacitado para crear un sistema de enseñanza superior digno del

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porvenir. Mejor aún, podría independizar la enseñanza superior mediante la creación de universidades libres subvencionadas por el Estado. El novel escritor ponía como ejemplo el caso de Alemania, país en el que se gozaba de plena libertad científica, gracias a lo cual, la cátedra estaba abierta a todas las ideas, las opiniones e, incluso, hasta los “caprichos de los hombres”, como el mismo Sierra decía. De esta forma –insistía–, el Estado jamás se atrevería a tocar “los sacrosantos fueros de la iglesia inmortal del pensamiento que se llama universidad”. Pocos meses después, el futuro secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes retomaría el tema, ratificando la “incompetencia” del Estado en materias de ciencia y de religión, motivo por el cual, su misión, en lo que a instrucción pública se refería, debería concretarse a garantizar su financiamiento. Una universidad libre, insistía Sierra, habría de gobernarse exclusivamente por hombres de ciencia y por pedagogos, nunca por políticos. Es claro, por tanto, que ya desde entonces estaban presentes algunos de los elementos vertebrales de su proyecto universitario; la aceptación de la universidad como solución institucional al problema de la educación superior, la obligación gubernamental de solventar la instrucción pública en todos sus niveles, la autonomía académica como condición básica del progreso intelectual y material de los pueblos y la pluralidad ideológica dentro de las aulas, en las que deberían tener cabida todas las modalidades del pensamiento. A partir de entonces se sucedieron uno tras otro los foros en los que Sierra expresó y repasó sus consignas. Uno de los más significativos es, sin duda, su proyecto de creación de una Universidad Nacional presentado ante la Cámara en los inicios de 1881. En tal documento, indicaba ya que la institución estaría conformada por las escuelas Nacional Preparatoria, Secundaria para Señoritas, Bellas Artes, Comercio y Ciencias Políticas, Jurisprudencia, Ingenieros y Medicina, además de dos planteles innovadores, una Escuela Normal y una Escuela de Altos Estudios.


Seguramente motivado por la reciente intromisión gubernamental en la elección del texto de lógica oficial para la Escuela Preparatoria, fundamental para el programa de estudios positivista, el maestro de historia y diputado federal concluía que “el tiempo de crear la autonomía de la enseñanza pública había llegado”. Particularmente importante fue el discurso inaugural del Consejo Superior de Educación Pública pronunciado por Justo Sierra el 13 de septiembre de 1902, el cual fungiría como su plan de acción, tanto en el cargo de subsecretario de Instrucción Pública como en el de ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, el último de los cuales ocupó a partir de 1905. Aunque el “Plan de la escuela mexicana”, como acertadamente se ha denominado a esta pieza oratoria, abarcaba múltiples aspectos, sus objetivos fundamentales se concretaban en dos puntos básicos. El primero de ellos consistía en transformar la educación primaria de simplemente instructiva en esencialmente educativa, mientras que el segundo se proponía organizar los estudios superiores mediante la creación

de “un cuerpo docente y elaborador de ciencia a la vez, que se llamase Universidad Nacional”. Confiaba que esta última institución serviría de “remate y corona al vasto organismo docente que sostiene el Estado”. Como ya se ha dicho, a lo largo de los años subsecuentes, Sierra continuó el plan trazado en 1902 y prefigurado tiempo atrás. Seguramente fueron varios los factores que impidieron la creación inmediata de la universidad, mas si confiamos en las propias palabras del funcionario, uno de los obstáculos de mayor peso fue la necesidad de encauzar y consolidar la enseñanza elemental antes de la fundación de una Universidad Nacional. Sin embargo, aunque inconfesos, los motivos políticos debieron ocupar un lugar nada despreciable. Así, tras de un largo proceso, el viejo proyecto universitario se hizo realidad en septiembre de 1910; a partir de entonces, México contaría con una institución de estudios superiores con carácter nacional, eminentemente laica y abierta a todas las corrientes del pensamiento, tal y como 35 años atrás la imaginara Justo Sierra.

*Doctora en Historia por la unam. Investigadora del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (iisue).

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La UNAM, pasado y presente

Fernando Jiménez Mier y Terán*

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a unam , como tal, nacida en 1945, es una institución que este año cumplió setenta de existencia. Para entender sus dos caras de estos días (la de las cuentas alegres de la rectoría, así como la cara oculta de una universidad que galopa hacia la privatización), debe mirarse su devenir en el tiempo y conocer a sus antepasadas. Como se verá en lo que sigue, hay datos que permiten reflexionar en una constante: la ausencia de la universidad como institución en los grandes momentos del país; una universidad conservadora hasta la médula. Otra cosa somos los universitarios, individuales o en grupo, aunque en la gran mayoría de los casos predomina el conservadurismo y la inconsciencia. Llegado el momento del movimiento independentista, para romper con el yugo español, la postura de la “Real y Pontificia Universidad de México” fue clara. La institución asumió una actitud francamente conservadora oponiéndose a la insurrección: se deslindó de Miguel Hidalgo. Consumada la independencia, durante el Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide a la cabeza, la universidad de México dejó de ser real; se transformó en “Imperial y Pontificia”; con la abdicación del emperador la vida universitaria dio muchos tumbos, quedó atravesada por la inestable organización política del país que llevó a la etapa de clausuras y reaperturas de la institución. Los liberales, al llegar al poder, cerraban la universidad por considerarla la fiel imagen del retroceso (José María Luis Mora propició que la universidad fuera declarada “inútil, irreformable y perniciosa”); y los conservadores, al regresar al poder, la volvían a abrir por identificarla con las grandes tradiciones del país (Santana la reabrió como “Nacional y Pontificia Universidad de México”). Paradójicamente, después de tres clausuras y tres reaperturas, en 1865 llegó la clausura definitiva a cargo de un gobernante sostenido por los conservadores: el emperador Maximiliano. Como consecuencia, durante la mayor parte del porfiriato, la universidad permaneció cerrada, pero se establecieron escuelas profesionales dependientes del estado; así nació la Escuela Nacional Preparatoria. Justo Sierra –Secretario del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes–, poco antes de la caída de Porfirio Díaz, pro-

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pició la instauración de la “Universidad Nacional de México”, inaugurada en septiembre de 1910. Menos de dos meses después llegó la revolución. Félix Palavicini, entonces diputado, afirmó rotundamente: “Por aquellos días ni el profesorado ni los alumnos dieron señales de vida. La Revolución no llegaba entonces todavía a ellos y no habían despertado del marasmo dictatorial.” Fue por ello que la universidad recibió calificativos de “centro reaccionario” y “obra de la dictadura”. 1929 representa una coyuntura al adquirir la universidad el carácter de autónoma. La conquista o el otorgamiento de la autonomía es una muestra más del carácter conservador de lo universitario. Ezequiel Padilla, Secretario de Educación Pública, expresó lo siguiente sobre la universidad al presentar el proyecto de autonomía: “Tan enclaustrada, tan cerrada,


tan ajena, tan distante –¡tantas leguas distante!– de su país, de sus obreros, de las clases trabajadoras que forman el nervio de México.” La autonomía universitaria quedó plasmada en la “Ley de la Universidad Nacional de México, Autónoma”. 1933 es otro año decisivo para la universidad. El detonante fue el célebre debate, sostenido por Vicente Lombardo y Antonio Caso, en torno a la “posición ideológica de la universidad frente a los problemas del momento”. Los conservadores se impusieron y expulsaron de la universidad para siempre a Lombardo. El rector Roberto Medellín no supo manejar la situación y renunció. En octubre de aquel año se decretó la “Ley de la Universidad Autónoma de México”. La universidad perdió el carácter de nacional por estar alejada de los intereses nacionales, según explicó Narciso Bassols, Secretario de Educación Pública. Años después surgió el Instituto Politécnico (ese sí) Nacional. La ley de 1933 estableció la designación de rector y directores por votación en el Consejo Universitario, mecanismo aparentemente democrático del que se beneficiaron invariablemente los grupos conservadores. Más tarde llegó la hora de la educación socialista. Ésta y el presidente Lázaro Cárdenas tuvieron férreos opositores, siendo uno de los principales la propia institución universitaria encabezada por el rector Fernando Ocaranza, quien después de una larga lucha tuvo que renunciar en 1935. Ante esa salida se abrió una etapa de paulatino acercamiento entre la universidad y el estado; al frente de la primera estuvo el rector Luis Chico Goerne –amigo personal de Cárdenas–. La pugna por la educación socialista se desvaneció. En 1938 se decretó la expropiación petrolera; es justo destacar que en esa ocasión la decisión gubernamental no fue cuestionada por la institución universitaria, pues la apoyó abiertamente el rector. Así las cosas, las sucesiones rectorales y de directores por sufragio continuaron hasta los primeros años del avilacamachismo. En 1944 una nueva crisis alcanzó a la universidad, precisamente ante una coyuntura electoral de directores de diversas escuelas y facultades. El rector Rodulfo Brito Foucher quiso beneficiarse en la sucesión, pero tuvo oposición a sus maniobras; hubo agitación entre los grupos universitarios, balazos, heridos y un muerto. Brito tuvo que renunciar en julio de 1944. Los universitarios quedaron divididos en dos bandos y cada grupo designó su propio rector; ambos señores, por separado, buscaron ser reconocidos en el cargo por el presidente Manuel Ávila Camacho, quien los convenció de que olvidaran su empeño. En la solución del conflicto fueron claves las intervenciones, desde la Secretaría de Educación

Pública, de Jaime Torres Bodet y Alfonso Caso Andrade. Este último dio el secreto y la pauta para resolver la situación hasta lograr instaurar la “Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México”, todavía vigente después de setenta años. En 1945 la universidad recuperó el carácter de nacional; y además dejó de lado a los consejeros universitarios en la designación del rector y los directores de facultades, escuelas e institutos, al establecer una Junta de Gobierno formada por quince personas que en la actualidad hacen las designaciones por más de cuatrocientos mil universitarios. Durante estos últimos setenta años ha habido una constante en el seno de la universidad: el cabal entendimiento entre un estado mexicano cada vez más impopular y los gobernantes de la unam. (El comportamiento digno de los rectores Javier Barros Sierra y Pablo González Casanova, rompe con esa regla). Describir dicho entendimiento requeriría de muchas páginas. Simplemente enunciaré el triste silencio institucional universitario, ante dos cuestiones recientes que tienen que ver con lo educativo, al no exigir al gobierno el esclarecimiento total de las desapariciones forzadas de estudiantes normalistas en Ayotzinapa, y al no contribuir a desenmascarar los graves alcances de la mal llamada “Reforma Educativa”, que desde la escuela primaria se dirige velozmente y amenaza a la universidad pública. Considero que es urgente elevar la mirada para reorientar el rumbo de la unam , para contribuir a transformar el país y la propia institución antes de que se acaben de hundir. Al centro del debate deberá estar la manera tan poco atractiva en que se concibe y practica la educación que predomina en la unam. Los universitarios seguramente podremos darle un mejor sentido a nuestro trabajo, convivencia, organización y decisiones. Deberemos ser responsables de comprender, escuchar, discutir, proponer, acordar, practicar y defender la democracia en las aulas (primero que nada), en la investigación y en la vida toda de la institución. ¿Por qué no hacer de nuestra Facultad de Ciencias Políticas y Sociales –espacio en donde por naturaleza se reflexiona sobre la democracia todos los días– un laboratorio estupendo para realizar un experimento sereno, cooperativo, libre, responsable y sólido de vida democrática (pero no como la que se dice hubo en 1933), que pueda servir de ejemplo al resto de la universidad para instaurar un gobierno caracterizado porque los directivos se comprometan a gobernar obedeciendo a la llamada “comunidad universitaria”? *Doctor en Sociología por la fcpys de la unam. Profesor adscrito al Centro de Estudios Sociológicos de la Facultad.

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Momentos de autonomía Silverio Chávez López*

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an pasado 105 años desde que Justo Sierra, entonces ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, leyera en la Cámara de Diputados su alegato en favor de la creación de la Universidad Nacional. En tal lugar, el maestro Sierra lanzaba una sentencia que hasta la fecha parece mantener validez: “La enseñanza superior no puede tener, como no tiene la ciencia, otra ley que el método”, y remataba su sentencia premonitoria con una aclaración puntual: “esto será normalmente fuera del alcance del gobierno”. Acto seguido explicaba: “Ella misma, es decir, los docentes que forman por sus conocimientos esta agrupación que se llamará la Universidad Nacional, será la encargada de dictar las leyes propias de su dirección científica”. De esta manera, al cobijo de un librepensador, de un creyente en la nueva fe: la ciencia positiva, nacía la Universidad Nacional, y con ella, como de manera más prístina no hubiera podido ser, la original idea de autonomía: fuera del alcance del gobierno. 19 años después, Emilio Portes Gil –conflicto estudiantil de por medio y para sorpresa de muchos– aprueba la famosa Ley Orgánica de 1929, mediante la cual se concede la autonomía jurídica a la ahora sí unam. Actualmente, nos parece un acto heroico, y pasamos por alto que en dicha ley aparece de manera explícita la intención de que la unam migre a una forma privada. Por fortuna no ocurrió tal cosa, por el contrario, se consolidó una idea de autonomía que en esta ley quedó plasmada en su artículo segundo en los siguientes términos: “La Universidad Nacional de México es una corporación pública, autónoma, con plena personalidad jurídica y sin más limitaciones que las señaladas por la Constitución General de la República”. En 1966, en su discurso de toma de protesta, Javier Barros Sierra se refería a la autonomía en la forma en que ha sido entendida por los rectores y por el conjunto de la población mexicana: “Manifiestamente, nada es factible sin la libertad en la cátedra y sin nuestra preciada autonomía, la que, por cierto, no nos ha sido otorgada por la nación de una vez y para siempre, sino para que la merezcamos y respondamos de su buen ejercicio día con día”. Muy poco tiempo después, los sucesos de 1968 hicieron vivir a Barros Sierra y a toda la comunidad universitaria, la cruda experiencia de un asalto por parte del gobierno

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de Díaz Ordaz a la autonomía universitaria. El 30 de julio de 1968, al calor del conflicto estudiantil, Barros Sierra se referiría al tema, después de que izara a media asta la bandera nacional a partir de los acontecimientos de violencia: “Hoy es un día de luto para la Universidad; la autonomía está amenazada gravemente. La autonomía no es una idea abstracta, es un ejercicio responsable que debe ser respetable y respetado por todos”. El tono temeroso delataba algo de lo que ya venía: “La Universidad es lo primero, permanezcamos unidos para defender, dentro y fuera de nuestra casa, las libertades de pensamiento, de reunión, de expresión y las más cara: ¡Nuestra autonomía! ¡Viva la unam! ¡Viva la autonomía universitaria!”. El 18 de septiembre, el ejército ocupó las instalaciones de Ciudad Universitaria, cerca de 500 personas fueron detenidas y Barros Sierra presentó su renuncia. A Barros Sierra le sucede en el cargo, en 1970, el doctor Pablo González Casanova. Aún está cercana la herida del 68, aún vive la unam las consecuencias de los conflictos generados entonces. En medio de este ambiente, advierte el sociólogo: “En cualquier caso no se espere nunca –por elemental sentido común– que nuestra Universidad renuncie a sus decisiones autónomas en la designación de las autoridades, en la asignación de sus recursos, y en la programación de sus actividades académicas, ni se piense que la Universidad ideal pueda ser nunca un lugar de consenso pleno, que en nuestro tiempo significaría la desaparición del derecho de pensar y del derecho de organizarse”. ¿Entiende aún González Casanova el concepto de autonomía, tal como Justo Sierra? Por la forma en que concluye su idea, parece claro que sí: “Nunca será así un acto meramente personal el de aquel universitario que ratifique nuestro derecho a la autonomía y a la libertad de cátedra y de investigación; será un acto esencial: sin autonomía y sin libertad de expresión y de cátedra no hay Universidad”. Desde luego, una breve reflexión en retrospectiva basta para darnos cuenta que lo que Don Justo pretendió sólo ha sido posible formalmente. Desde que se decidió la autonomía jurídica, el gobierno ha encontrado siempre formas creativas para burlarla. Para ser precisos, la ley Orgánica de 1929 le otorgó a la unam autonomía formal, pero no real. ¿Y, qué


sería, autonomía real? ¿Existe algún organismo realmente autónomo? Si damos por buena la definición que nos parece la más precisa por clara y sintética: mantener a la unam o a cualquier institución que se diga autónoma, fuera del alcance del gobierno, parece obvio que se puede cumplir tal precepto sólo formalmente –y esto no sólo porque es a través del gobierno que el Estado hace llegar a la institución los recursos para subsistir–. Luego entonces, la primigenia idea de autonomía, si bien ha sido de tal utilidad que este país tiene en la unam hoy por hoy a la más importante institución educativa, ésta ha sido sólo demagógicamente enarbolada. En todo momento ha estado presente, de manera más o menos disimulada, el gobierno. Pensar el problema desde la óptica de la teoría de sistemas de Niklas Luhmann, tal vez nos pudiera ayudar a entender las características del fenómeno y con ello apuntar al horizonte de una nueva concepción. Sin entrar en definiciones precisas, podemos decir que la unam puede conceptualizarse como un sistema. De esta manera, debe contar con las dos premisas a partir de las cuales algo puede ser entendido como un sistema: primero, su capacidad de auto-reproducción, en el sentido biologicista que Luhmann recupera de Varela y Maturana, y segundo, su relación particular con un entorno, a partir de lo cual el propio sistema se define. Auto-reproducción y relación sistema-entorno son dos cualidades primigenias de todo sistema. Lo que nos interesa plantear, entonces, es que el gobierno forma parte del entorno de la unam, y que en la auto-creación de la misma –que ocurre cotidianamente desde las más pequeñas e insignifican-

tes acciones, hasta las más profundas como lo es la designación del Rector o la forma en que se integra la Junta de Gobierno– reside su autonomía tal como lo deduce la teoría de sistemas. Así, a partir de ambas cosas se puede decir que ha sido un tanto ambigua, demagógica decíamos, la postura que pide que el gobierno saque las manos de la unam. Mejor sería pensarlo desde la idea de sistema: el gobierno es entorno para la unam, por lo tanto indiscutiblemente punto de referencia, mecanismo de diferenciación que nos posibilita la auto-referencia. Si bien es cierto que la reafirmación, aunque haya sido en gran medida demagógica, de la autonomía jurídica, ha permitido a la unam consolidarse como la más importante institución educativa del país (aunque también porque ha sido voluntad del pueblo mexicano hacer de ella la principal respuesta a sus interrogantes en materia educativa), también es cierto que con ello ha venido arrastrando diversas problemáticas y retos internos. Uno de éstos, que en un futuro inmediato estará en primera línea, es el de su crecimiento. Hasta ahora, éste ha sido una respuesta del Estado a las necesidades sociales en materia educativa. Es decir, no ha sido la unam la que de manera autónoma ha decidido. Significa que ésta ha sido utilizada por el Estado para dar respuesta al tema de las demandas educativas de la sociedad mexicana que él mismo no ha podido dar, como es su responsabilidad. El futuro entonces, le plantea a la unam el reto de un ejercicio real de autonomía: el de decidir si debe seguir creciendo, a qué ritmo, a partir de qué criterios y políticas, y en función de qué proyecto enfrentar las demandas educativas de la sociedad mexicana.

Maestro en Filosofía de la Cultura por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Profesor del Centro de Estudios Sociológicos

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Universidad y sociedad del conocimiento Héctor Alfonso Vera Martínez*

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esde la década de los setenta del siglo pasado inició la tendencia a bautizar a las sociedades contemporáneas con etiquetas que buscaban resaltar su elemento distintivo. Una línea dentro de esta moda de epítetos sociológicos fue inaugurada por Daniel Bell cuando habló de una “sociedad postindustrial”. A este nombrecito le siguieron otros parecidos como “sociedad de la información” y “sociedad del conocimiento”. Esta última etiqueta hace referencia a sociedades centradas en el conocimiento como modelo básico de desarrollo y a los aspectos económicos, políticos, culturales y tecnológicos que intervienen en ella. Quienes proponen esta nomenclatura afirman que desde hace algunas décadas ha surgido una nueva economía a escala mundial que es “informacional” y global. En esta nueva economía, la productividad y la competitividad de sus agentes –ya se trate de empresas, regiones o estados– depende primordialmente de su habilidad para crear, procesar y poner en práctica la información basada en el conocimiento. Se trataría pues de un “capitalismo informacional”, donde el saber científico y sus aplicaciones juegan un papel económico central. Siguiendo con esta caracterización, se aduce que en algunos países hay actualmente una multiplicación de las publicaciones científicas, las patentes, los centros de investigación y las especialidades científicas (con la subsecuente aceleración en la obsolescencia de los conocimientos). Y, a su vez, se ha reducido el tiempo necesario para transformar un conocimiento básico en ciencia aplicada y en tecnología, por lo que la incidencia del saber científico es más veloz que antes. Recientemente han surgido nuevas etiquetas para destacar algo más concreto que sólo “conocimiento” y que acentúan un aspecto específico: el surgimiento y el éxito de la educación formal masiva. Con el nombre de “sociedades escolarizadas”, David Baker (The Schooled Society, 2014) ha señalado el hecho de que en menos de dos siglos hemos pa-

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sado de un mundo donde la inmensa mayoría de las personas apenas tenía las habilidades básicas de lectura y escritura a uno donde aproximadamente una de cada cinco personas (a nivel global) ha recibido algún tipo de educación superior (un porcentaje, sin embargo, distribuido muy desigualmente según regiones y continentes). Este fenómeno representa, dice Baker, una “revolución educativa” que ha instaurado sociedades creadas y definidas por la educación, en donde la instrucción formal masificada introduce sus valores e ideologías en la cultura en general. Ahora bien, ¿de qué sirven las universidades en las sociedades que se caracterizan por tener economías donde los sectores más dinámicos son aquellos vinculados con las tecnologías de la información y con la innovación científica? Las posibles respuestas a esta pregunta son muchas. Algunas ven el vaso medio vacío, otras lo ven medio lleno –y otras no ven ni el vaso ni el agua, sólo los imaginan–. Empecemos por esta última. Se trata de la visión inocente y romántica sobre el papel de la universidad que piensa a dichas instituciones como espacios abiertos, democráticos y plurales; centradas en la búsqueda de la verdad, guiadas por criterios ajenos a los prejuicios e intereses políticos, económicos o religiosos; lugares donde se garantiza que las nuevas generaciones obtendrán las habilidades y conocimientos necesarios para ser intelectualmente aptas y profesionalmente exitosas. Se trata del tipo de imagen que usan los rectores de las universidades públicas con las autoridades políticas para obtener más financiamiento y los rectores de las universidades privadas con los padres de sus estudiantes para subir las colegiaturas. Es un retrato bonito, pero lejano de la realidad cuando lo comparamos con las investigaciones que hablan de cómo son las universidades y no de cómo quisiéramos que fueran. Entre los retratos poco favorables sobre la función presente de las universidades están los de quienes dicen que éstas no tienen en su verdadera vocación


ser instituciones abiertas y democráticas, sino todo lo contrario. Los teóricos de la llamada “sociedad credencialista” afirman que las universidades son organizaciones que en los hechos se encargan de repartir selectivamente credenciales (títulos, constancias, certificados) para que los puestos de trabajo más influyentes y mejor remunerados no salgan del control de una minoría privilegiada. Las universidades serían entonces filtros sociales que dejan a los “de abajo” y “afuera” en ese mismo lugar. En un sentido similar, quienes proponen la “teoría de la reproducción” afirman que las universidades facilitan la perpetuación de la desigualdad, y hacen que ésta aparezca como legítima al hacer pasar como diferencias de inteligencia, mérito y talento (esas características atribuidas a los universitarios exitosos) lo que en realidad son diferencias sociales en el acceso a bienes económicos y culturales. Pero no todo son malas noticias. Hay investigaciones recientes de gran calado, como la de Robert Barro y Jong-Wha Lee (Education Matters, 2015), que afirman que la educación tiene efectos trascendentes que marcan diferencias positivas en las trayectorias individuales y colectivas. En su opinión, el nivel educativo tiene consecuencias en los niveles de crecimiento económico, en el grado de democratización y en la capacidad de los países para participar en el campo

global; la educación, igualmente, ha servido para reducir la brecha en la desigualdad de género. Este tipo de diagnósticos más optimistas parecen confirmar, al menos parcialmente, que hay algo de cierto en lo dicho por aquellos que describen al mundo moderno resaltando la importancia del uso productivo de la información, la educación y el conocimiento. Quienes nos interesamos en la vida y destino de la unam deberíamos preguntarnos qué implicaciones tiene este panorama para esta institución ya entradita en años. Lo primero por decir es que la unam tiene que ser más eficiente tanto en su papel de “universidad de masas” (pues es crucial para todo el país que una proporción más amplia de la sociedad tenga estudios universitarios) como en el de “universidad de élite” (pues tiene que explotar sus considerables recursos en ciencia y tecnología de punta). Uno de los mayores retos de nuestra universidad es que le cuesta mucho trabajo cambiar y lo hace de manera lenta (debido a su historia, su peso público, su diseño institucional y su equilibrio interno de poderes). La unam no es la mejor equipada para responder con agilidad a las innovaciones y a los desafíos inmediatos (en muchos casos son las instituciones pequeñas las que tienen la flexibilidad para apostar por modelos pedagógicos, de investigación y de organización más inventivos). Y así como el mundo cambió, también lo hizo México y su sistema educativo, lo que implica modificar las expectativas y tareas de la unam. Esta universidad ha pasado de ser “la universidad nacional” a ser “la universidad nacional”. Con esto quiero decir que, a diferencia de lo que pasaba hace medio siglo, la unam ya no es la fuente (casi única) de formación de profesionistas ni sigue gozando del cuasimonopolio en la formación de las élites políticas y económicas (éstas han encontrado otras instituciones en donde reproducir sus cuadros dirigentes). Pero la unam sí sigue siendo el semillero para la formación de las élites intelectuales y científicas; y en tanto que concentra la mayor cantidad de recursos humanos y materiales, es la única universidad de alcance legítimamente nacional.

Doctor en Sociología y Estudios Históricos por la New School for Social Reserch. Investigador del iisue

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ntrevista

César Villalobos Acosta. Foto: Myriam Corte.

Una nueva mirada desde la Antropología Emanuel Reséndiz

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a Universidad Nacional y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales deben congratularse por la reciente inclusión de la licenciatura en Antropología entre su oferta educativa, pues no sólo se trata de un triunfo en terminos del incremento de la matrícula y en las opciones formativas, sino de una verdadera oportunidad de configurar especialistas que contribuyan a la comprensión e interpretación de la realidad. Consolidar y fortalecer las Ciencias Sociales en un contexto nacional en el que el patrimonio cultural precisa de atención, preservación y difusión, es hoy en día una necesidad vital. Gaceta Políticas charló con el recién nombrado coordinador del Centro de Estudios Antropológicos, César Villalobos Acosta, con el afán de conocer el alcance de un acto tan importante para la vida universitaria. Gaceta Políticas (GP): ¿Qué significa para esta Facultad y, por extensión, para la Universidad, la apertura de un plan de estudios en Antropología? César Villalobos Acosta (CVA): Es necesario evaluarlo en términos de perspectiva histórica. La implantación de la licenciatura no es en sí misma el éxito del programa que estamos presentando. Se trata de un proceso histórico que busca sentar una base para la 14

formación de especialistas en la unam, algo que no había sucedido en décadas; que la Universidad participe de forma activa en la formación de antropólogos en México es un logro histórico. La Antropología en un país como México tiene una importancia sobresaliente, además de dar conocer la cultura, ha sido la base en la formación de identidad de los habitantes de este país. Buscamos revitalizar la enseñanza de esta disciplina con objeto de que los egresados respondan a las necesidades del siglo xxi. La oportunidad que se nos presenta en la unam ayuda a aprovechar una serie de recursos humanos e infraestructura inexistentes en otro lado, nos permite ser formadores de universitarios con un perfil de egreso que reinvente a la Antropología y que busque soluciones contemporáneas frente a los problemas nacionales. Es importante resaltar que no se trata de una formación tradicional. El reto de la licenciatura es trabajar perfiles de egreso compatibles con las necesidades actuales del país. Trataremos de entender el potencial de los estudiantes para explotar sus capacidades y educarlos integralmente, enfatizando la diversificación de esta disciplina y los nuevos retos que ello implica. La Antropología, contrariando una imagen vieja y arraigada, es muy dinámica: abarca los ámbitos tradicionales de investigación y docencia, pero también vertientes donde están presentes otros


enfoques y temas como las antropologías digitales, la gestión cultural o algunos proyectos colectivos con ongs, donde nos desempeñamos trascendiendo los nichos acostumbrados. Los campos donde se desenvuelven estas perspectivas son igualmente variados: Gestión museística, investigación, exposición y divulgación del conocimiento, elaboración de diseños multimedia, levantamientos topográficos, trabajo en animaciones de reconstrucción de edificios arqueológicos, actualmente existen incluso, peritos forenses que se forman como antropólogos físicos. Todas ellas son habilidades que se relacionan con las asignaturas particulares, ya sean obligatorias u optativas. Para ello proponemos también formas de titulación más amplias dependiendo de los intereses del egresado, éstas se enfocan a sus capacidades y perfiles, y se trabajan en conjunto con el estudiante durante las diferentes etapas del mapa curricular. Esperamos formar profesionales de una Antropología que entiende y se compromete con el contexto social de forma más articulada, una disciplina que considera un sitio arqueológico, por ejemplo, no sólo como un yacimiento del pasado, sino como un constructo social inserto en contextos dinámicos contemporáneos. La comprensión de estos procesos coadyuvará en la definición de perfiles particulares, que se reforzarán en la forma de titulación. Los cuatro campos de la Antropología (Arqueología, Lingüística, Antropología Social y Física) son ámbitos sumamente productivos para la sociedad, son diversos y ofrecen múltiples miradas que emanan de la Antropología; un bagaje cultural que tiene sus particularidades muy arraigadas en el trabajo de campo, la construcción de datos originales y una mirada analítica enraizada en la comprensión de las relaciones entre agentes vivos, sus costumbres o restos materiales, ya sean del presente o del pasado. GP: ¿Cómo fue el proceso para la incorporación de este plan de estudios al programa de la Facultad? CVA: Fue complejo pero fructífero en términos de darnos cuenta de la necesidad que se percibía en la Universidad de originar un proyecto de esta envergadura, incluso más allá del ámbito antropológico. El equipo de trabajo, conformado por personal de diversas instancias universitarias, tuvo un papel destacado. Además del apoyo de los investigadores de prestigio, los jóvenes investigadores de reciente ingreso, así como estudiantes doctorales y posdoctorales, fueron parte fundamental del proceso. La licenciatura refleja también la importancia de la renovación de las plantas docentes. El camino fue muy largo, sin embargo, en los procesos clave, por fortuna, el procedimiento administrativo no fue un obstáculo; una vez elaborado el proyecto nos permitió proponer asignaturas y equivalencias de créditos, horas teóricas y prácticas diferentes respecto del común de las carreras que se imparten en el plantel. La integración de la Facultad también fue importante pues ayudó a consolidar los programas de asignatura que estábamos realizando en términos muy ideales. La adecuación de créditos, la programación de aulas y horarios, la composición de planta docente o el funcionamiento del centro de estudios fueron temas clave en la adecuación de la propuesta en términos reales. Al respecto, un ejemplo de las largas discusiones fue la incorporación del trabajo de campo como un eje esencial en la formación de antropólogos. Mientras el resto de las licenciaturas que ofrece la facultad no consideran horas prácticas para el trabajo de campo prolongado, tuvimos que proponer una serie de adecuaciones propias a nuestro mapa curricular. Sólo por citar un ejemplo, durante el sexto y séptimo semestre, consideramos que de las

16 semanas ordinarias de clase, las cuatro últimas el estudiante estará en trabajo de campo en alguna comunidad, por lo tanto, el semestre se dividió en dos bloques, uno de 12 semanas, para la teoría en aula, y las cuatro semanas restantes realizando actividades directamente en el campo de forma continua. GP: ¿Cuál es la aportación esencial de la Antropología a las Ciencias Sociales? CVA: La Antropología comparte elementos con diversas Ciencias Sociales, utiliza marcos teóricos de referencia donde algunas corrientes de pensamiento convergen, pero aporta una mirada que resulta inaccesible desde otra ciencia; una mirada que busca conocer, documentar y entender a las sociedades, hombres y mujeres, sus relaciones y cultura con base en los métodos particulares, el trabajo de campo y la producción de datos originales. La excavación de sitios que evidencian el pasado de una región como la nuestra, lega una riqueza que difícilmente puede obtenerse desde otra ciencia social que no sea la Arqueología. Igual de importante es la documentación, evaluación y potencial preservación de las lenguas originarias, algo que es posible a través de la Lingüística. Consideramos la importancia de conocer las particularidades genéticas o fenotípicas de poblaciones pasadas y presentes, algo que sólo es posible a través de la Antropología Física; o entender las dinámicas que se establecen entre sistemas de relaciones, como lo documenta la Antropología Social. En su conjunto estos enfoques que emanan de la Antropología, propician la comprensión de una realidad diversa y compleja, tanto del pasado como del presente. GP: Después de su designación ¿qué hay en la agenda para la nueva licenciatura? CVA: La primera generación estará en las aulas para agosto de 2016, por lo pronto habrá que trabajar en la convocatoria y realizar labor de divulgación institucional en los bachilleratos, ferias vocacionales y foros informáticos, con la intención de dar a conocer el programa, pero sobre todo resaltar los alcances de la Antropología en un contexto de mayor exigencia crítica y de acción. Ayudar a que los estudiantes tengan la información adecuada de lo que es la Antropología, que elijan nuestra licenciatura de forma informada y razonada, queremos que vengan convencidos de estudiarla, porque en esa elección sabrán de lo que se trata. Nuestro objetivo es formar antropólogos contemporáneos, alejados de estereotipos, congruentes con el contexto social; para ello buscamos combinar un alto nivel de docencia con las habilidades y expectativas de los estudiantes.

César Villalobos Acosta es doctor por la Universidad de Durham, Inglaterra; está adscrito al Instituto de Investigaciones Antropológicas de la unam y forma parte del Sistema Nacional de Investigadores. Su trabajo se ha centrado en temas de identidad, materialidad y memoria colectiva, así como en la historia de la Arqueología y en la enseñanza de la Antropología. Se ha especializado en el norte de México, particularmente en Sonora, donde realiza su investigación actual, y en donde ha colaborado y conducido proyectos de investigación arqueológica.

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Etapa de transformaciones y actitud insumisa en América Latina Leticia Martinez

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esde el arribo de este siglo, América Latina vive importantes transformaciones que exigen estudiarla con pautas distintas, tales como la llegada al poder de líderes de izquierda o partidos políticos impulsados por movimientos sociales, la instauración de gobiernos progresistas, la solidaridad y unión como un “frente común” ante Estados Unidos, y la actitud insumisa para encarar al fmi y sus formas de pago de la deuda externa. Así lo sostuvo Rosa María Larroa, titular del Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) del plantel, quien apuntó que estos cambios en la región se precisaron en el iii Coloquio Internacional organizado por la coordinación a su cargo, escenario académico en el que se destacó que ya no podemos seguir hablando de una dependencia de la zona como la de los años setenta u ochenta de la centuria pasada. En una conversación para Gaceta Políticas, la profesora explicó que desde la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela en 1999, podemos contar casi una decena de gobiernos latinoamericanos llamados progresistas, entre ellos el de Evo Morales, en Bolivia, así como los de Ecuador, Brasil, Argentina, Nicaragua, El Salvador y Uruguay. Estos países, en conjunto, subrayó la docente, han instrumentado acuerdos de integración comercial y mecanismos de solidaridad, como los programas de Venezuela para suministrar petróleo a Cuba y a otras naciones centroamericanas.

Rosamaría Larroa. Foto: Myriam Corte. 16

Posicionarse como un frente común, abundó la catedrática, ha permitido a los pueblos del área establecer otro tipo de relación y ponerle límites a Estados Unidos, como fue el freno a la creación del alca (Área de Libre Comercio de las Américas), acción en la que tuvieron un importante papel Brasil, Venezuela y Argentina. Asimismo, han enfrentado a organismos financieros globales como el fmi, no permitiendo su imposición en los patrones de amortización de los adeudos. La organizadora del Coloquio del cela, mismo que se realizó en el plantel durante tres días, subrayó que otra de las transformaciones en Latinoamérica es la consolidación de un espíritu nacionalista que ha concretado expropiaciones y nacionalizaciones de empresas extranjeras estratégicas. De igual modo, añadió, aunque las economías del área son aún neoliberales, importantes movimientos sociales reaccionan ante la intromisión de capitales externos o nacionales que intentan una extracción ilimitada de los recursos, contaminan, destruyen los ecosistemas y no benefician a los pobladores; es el caso de la guerra boliviana del agua, entre 2002-2006, contra la privatización de este recurso. Por otro lado, y aun cuando reconoció que en la región se carece de una democracia participativa real, Larroa indicó que hay algunos nuevos planteamientos ideológicos que, si bien no quieren ser catalogados como socialistas, buscan modificar la relación población-Estado. En este sentido, puntualizó, “lo que se observa es un anti-capitalismo del que no se sabe exactamente cuáles serán sus características; estamos en esa transición”. Algunos movimientos sociales como el zapatismo o el de los trabajadores sin tierra en Brasil o Bolivia, expresó, no han crecido lo suficiente como para atisbar cómo será el futuro ni cuánto tiempo durará este trance. Si el capitalismo para construirse como un modo de producción hegemónico se llevó cinco, seis y hasta siete siglos, no se sabe cuánto se llevará una posible innovación en la sociedad. Lo que sí es un hecho es que “dicha sociedad será muy compleja, no sólo por el número de habitantes, sino porque estamos viviendo una crisis económica y también una crisis civilizatoria”. Para cerrar esta entrevista fue obligado hablar con nuestra interlocutora acerca de tres temas inevitables: Guatemala, Cuba y México. Al respecto, la doctora calificó los sucesos en Guatemala como coyunturales. La onu, externó, venía investigando desde hace tiempo qué sucedía con el gobierno de Otto Pérez Molina, en el cual, sí hubo corrupción. “Lo importante en este caso es que la onu aceptó participar en esta indagación, pero también el gobierno admitió la intervención de la comisión investigadora, hecho que en México quizá no se aceptaría”. En cuanto a Cuba, refirió la especialista, en el Coloquio se habló de la apertura de esta nación a Estados Unidos y viceversa, la cual responde, entre otras muchas motivaciones, a que el país caribeño “la consideró necesaria para establecer negociaciones de frente ante la potencia del norte, y para que ésta no siguiera viendo a Cuba de arriba hacia abajo”. Pero la premisa de este acuerdo, enfatizó Larroa, es que si bien Estados Unidos entrará a Cuba, no hará de la isla un país como el que existía antes de la Revolución. “Creo que el papel protagónico en esta etapa lo tendrán los jóvenes cubanos, quienes no tienen una


visión dogmática hacia su gobierno, sino que son críticos de éste pero también de la potencia hegemónica”. Sobre México, al cuestionar qué papel juega nuestro país en el actual contexto latinoamericano, la investigadora hizo hincapié en que México perdió su otrora liderazgo en la región por su acercamiento sumiso hacia Estados Unidos, sobre todo a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio. Al nivel diplomático, agregó, el país se ha acercado a las naciones centroamericanas y del Caribe, pero con el cono sur sólo tiene una relación económica, no política, excluyendo, quizá, acercamientos con naciones como Colombia; en realidad, aseguró, “México se ha excluido por sí mismo del área”. Al evaluar los frutos del iii Coloquio del cela, titulado precisamente: “Balance de los procesos de transformación en la

América Latina y el Caribe del siglo xxi”, la entrevistada remarcó que uno de sus objetivos es lograr que los estudios latinoamericanos no se consideren como algo externo o alejado de la Facultad, sino que se observe su importancia en todas nuestras carreras. Estos estudios, además de ubicarnos histórica y geográficamente, nos ayudan a entender al Estado, el ámbito gubernamental, el quehacer de los medios de comunicación, la perspectiva sociológica, y a toda una serie de transformaciones que nos hablan de nuevas características en la realidad latinoamericana, que es nuestra propia realidad, aseguró. “Precisamente la neodependencia y la heterogeneidad de los países del área son elementos muy ricos que nos permite aprender mucho de nosotros mismos”, concluyó.

Centroamérica en el laberinto Emanuel Reséndiz

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os países centroamericanos comparten elementos comunes. Además de una geografía, un pasado cultural y una historia similares, se caracterizan por enfrentar, actualmente, una realidad compleja, producto de conflagraciones intestinas e intervenciones extranjeras. De manera que podemos hablar de estos países como de un entorno unificado a pesar de sus condiciones particulares. Ante este panorama político incierto, el entorno centroamericano se observa como un laberinto, donde las estrategias de reconstrucción, los serios problemas de violencia, emigración y pobreza, se convierten en senderos imprecisos por los que transitan estas incipientes democracias, aseveró, en charla con Gaceta Políticas, Nayar López Castellanos, académico del cela y organizador del Coloquio Internacional Centroamérica: El laberinto de la democracia de la posguerra. Después de revisar, brevemente, el pasado común que ata a la región al concepto Centroamérica, resaltó a ésta como pionera de la integración en el ámbito diplomático y enfatizó el daño que ha causado en la zona la influencia inocultable de las embajadas estadounidenses. Al ser interrogado, precisamente, sobre la aparente falta de conexión entre los intereses de Estados Unidos y estos países poco atractivos en materia de explotación de recursos, el catedrático explicó que el vecino del norte los utiliza como factor de control geopolítico: “tan solo en Panamá se encuentran 12 de las 76 bases militares que tiene eu en América Latina”. El tráfico de drogas, personas y órganos, aunado al tópico de la migración –en favor de mafias cuyo destino comercial es Norteamérica– son fenómenos que explican la existencia de actitudes intervencionistas por parte de ese gobierno hacia estos pequeños estados a lo largo de las últimas décadas. Ahondando en el tema migratorio, López Castellanos ratificó el lema de “desastre socioeconómico”, para ilustrar el escenario del que huyen los habitantes centroamericanos, afrontando el riesgo de ser atracados, violados, secuestrados o incluso asesinados en el camino. Haciendo aquí una distinción entre los países que se caracterizan por ser los principales exportadores de migrantes ilegales, subrayó que Guatemala, Honduras y El Salvador experimentan un ambiente cotidiano donde la pobreza, el desempleo, la violencia y todos los factores que desintegran una sociedad se hallan desbordados.

Al responder una de las preguntas planteadas durante el coloquio sobre posibles soluciones a la violencia en Centroamérica, el entrevistado puntualizó que es necesaria la construcción de un sistema alternativo al capitalista, donde se garantice el respeto a los derechos primordiales. Negó que los seres humanos sean naturalmente violentos y destacó que el factor de la violencia se agudiza en la conducta de cualquier persona de acuerdo con el contexto social en el que se desarrolla. Para ilustrar lo anterior mencionó el pasado beligerante de estas naciones y la falta de raciocinio en algunas políticas públicas destinadas a combatir

Nayar López Castellanos. Foto: Myrian Corte. 17


epicentros de violencia como en el que se inscriben las Maras o la violencia doméstica. En lo relativo al asunto de la equidad de género y los derechos de la mujer, nuestro dialogante se refirió al entorno complejo, hostil, patriarcal y machista que enfrentan las centroamericanas, quienes hoy en día luchan para conseguir espacios en las esferas pública y privada de la sociedad. No obstante, resaltó la amplia participación femenina en la vida política de Nicaragua, dada la activa colaboración de este sector de la población en los desafíos acometidos por el Frente Sandinista de Liberación Nacional en momentos definitivos de la historia de ese país.

Para concluir, el especialista del cela compartió algunas de las conclusiones obtenidas del coloquio, traducidas en los retos que afrontará esta región de América Latina en materia de reconstrucción de la condición política en sus regímenes, la participación de la ciudadanía (en ámbitos recién nacidos a los procesos democráticos) y la lucha consuetudinaria de su estabilidad frente a los problemas de migración, marginación y desempleo, pero también acechada por poderes fácticos como el narcotráfico, o los medios de comunicación al servicio de los intereses oligárquicos.

La Facultad reúne a los grandes especialistas del mundo en el tema Palestina Leticia Martínez

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l anhelo del pueblo palestino de lograr su independencia es uno de los sueños más obstaculizados y que más vidas ha cobrado. Aún más, es un hecho que la lucha por la liberación de Palestina no encuentra respuestas o señales de solución, al contrario, ésta parece agudizarse y agravarse día a día. El tema es preocupante y exige ser analizado, a fin de conocer una realidad en la que no sólo está en juego la paz de un territorio de Oriente Medio sino la sobrevivencia misma de los derechos humanos fundamentales. A propósito de la realización en la Facultad de la Conferencia Internacional México-Palestina, en la cual se logró reunir a los intelectuales más destacados del mundo en este tópico –tales como Ilan Pappe y Ayman Yousef, de las universidades de Exeter y de Jenin–, conversamos con Moisés Garduño, profesor de la fcpys y organizador del encuentro, a fin de conocer su evaluación sobre el mismo y sobre la situación de la también llamada “tierra santa”.

Moises Garduño. Foto: Myriam Corte. 18

Gaceta Políticas: ¿Por qué es importante hablar hoy, en México, de Palestina? Moisés Garduño: Aun cuando la visibilidad de Palestina en nuestro país pudiera ser nebulosa, realmente es un pilar fundamental en los estudios sobre Medio Oriente, región de la cual es necesario hablar, sobre todo ante la gran crisis por la que atraviesa, producto de una militarización en la zona. Dado que en 2011 hubo una serie de manifestaciones, desde el Sahara Occidental hasta Siria, mismas que la prensa occidental mal nombró Primavera árabe, los gobiernos dictatoriales respondieron con la militarización y la represión de las revoluciones en la región. Este hecho, al cual se suma la aparición de organizaciones como el Estado Islámico y el fortalecimiento de otras como AlQaeda, nos llevó a pensar en el papel de Palestina en este nuevo contexto, y en la necesidad de organizar una conferencia con carácter internacional, en la que participaran colegas de otras universidades nacionales e internacionales para elaborar una hipótesis al respecto. GP: ¿Qué posibilidades existen de que Palestina, territorio de múltiples rebeliones, tierra de resistencia, pueda convertirse en un Estado independiente? MG: Al respecto existen dos propuestas. Por un lado, instaurar un solo Estado de carácter secular y democrático, donde tanto Palestina como Israel (la actual potencia ocupante), convivan de manera pacífica y democrática, con una ley basada en el derecho internacional. Aunque esto suena utópico es una de las ideas más plausibles. El otro planteamiento es que Palestina e Israel se establezcan como Estados independientes y mantengan fronteras dispuestas por la onu, lo cual se observa como un proyecto más difícil, al cual se agrega otro obstáculo: la división entre Gaza y Cisjordania, las dos grandes demarcaciones palestinas. GP: En el plano de los derechos humanos ¿cómo calificaría los actos violentos de Israel contra palestinos? MG: Gaza es uno de los sitios más golpeados por la ocupación israelí, donde se han usado armas prohibidas por el derecho internacional, y donde se han violado todo tipo de derechos humanos, al grado de considerarse como crímenes de lesa humanidad. GP: En este marco, ¿se vale pensar en un derecho legítimo de Israel frente a Palestina, sólo por la denominación jurídica de potencia ocupante que posee? MG: La narrativa de defensa de Israel es como la de Estados Unidos. Su explicación es que lucha contra el terrorismo, en específico contra el del gobierno de Hamás en Gaza.


Sin embargo, mientras Israel considera a dicho partido como terrorista, otros, como los propios gazatíes, lo ven no sólo como un gobierno que ganó sus elecciones sino como un libertador. GP: ¿Cuáles son las principales características del vínculo México-Palestina? MG: La relación ha sido tibia porque los nexos no son tan fuertes como los establecidos con Israel. Recordemos que en el ámbito económico, nuestro país tiene un tratado de libre comercio con Israel, que en cuestiones tecnológicas y de robótica va a la vanguardia. GP: En cuanto a la celebración de la Conferencia Internacional que organizó en la fcpys, ¿cuál es su balance? MG: Estamos muy satisfechos. Tuvimos, de manera presencial o por videoconferencia, la participación de los grandes intelectuales del tema Palestina a nivel internacional, en el ámbito político, cultural e incluso antropológico, quienes hicieron notar que la participación de la sociedad civil tiene un peso importante en la solución del conflicto. La Facultad fue la sede de este foro, pero además llevé paneles a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México y a El Colegio de México, y tendimos exitosos puentes de divulgación e intercambio de comentarios a través de videoconferencias, skype y redes sociales, con lo cual, y gracias al enorme apoyo del Director de la fcpys y otros colegas, éste fue un éxito. Este evento forma parte de mi plan de trabajo como profesor de tiempo completo del plantel, el cual se enmarca en el quehacer de mi taller de estudios sobre Medio Oriente, cuyo objetivo es conectar a estudiantes de licenciatura y posgrado con investigadores del país o del extranjero.

GP: ¿De dónde viene su amor por los estudios sobre Medio Oriente y esta pasión temática? MG: Investigar este tópico me causa verdadera satisfacción en la vida. Esta temática es lo que me devuelve muchas cosas de mí. Siento que es una relación de amor-odio la que tengo con Medio Oriente. Amor porque me apasiona investigar una zona que se estudia muy poco en nuestro país. Los investigadores de esta línea somos un gremio muy pequeño. En la unam y El Colegio de México no somos más de 10 personas, en el tec de Monterrey habrá otras dos y en el itam una más, pero no sumamos 15. Es una liga de amor porque me gusta ser parte de este grupo y poder coadyuvar a que mis estudiantes puedan desmantelar los estereotipos con los que siempre se ha observado esta región. Y es de odio porque cuando uno estudia se da cuenta de las injusticias, de la falta de democracia, la existencia de dictadores, de conflictos como éste que no ayudan a tener una tolerancia genuina y que nos recuerdan mucho lo que en México y en general en Latinoamérica también vivimos a diario; y claro, esto no nos gusta. Esta relación de amor-odio es la que al final me mantiene e impulsa para seguir investigando cada vez más, quehacer que hago con mucho cariño y profesionalismo; pero hacerlo en y desde la unam , y como profesor, es un privilegio, pues tienes libertad de cátedra, apoyo de los compañeros y las autoridades, además de una verdadera conexión con los estudiantes, con quienes compartes experiencias, conocimientos y retos académicos.

Premio Universidad Nacional en el Área de Investigación de Ciencias Sociales 2015

Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el Área de Docencia en Ciencias Sociales 2015

Judit Bokser Misses-Liwerant

Khemvirg Puente Martínez

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Pablo González Casanova. Foto: Guillermo Mora.

50 años de La Democracia en México Leticia Martínez/ Myriam Corte/ Emanuel Reséndiz

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a enseñanza de las ciencias sociales debe estar motivada por el coraje, pero no entendido como un sinónimo de enojo, sino como un símil de decisión o lucha; lucha por el conocimiento, la moral social, la cooperación y la inteligencia, afirmó Pablo González Casanova al presidir la conmemoración de los 50 años de la publicación de su libro La democracia en México. Luego de inaugurar formalmente el auditorio que lleva su nombre, el académico, ex rector de la unam, ex director de la Facultad y uno de los sociólogos mexicanos de mayor prestigio en el mundo, sostuvo que hoy, más que nunca, vivimos en un mundo donde requerimos de todos los elementos de análisis posibles para entenderlo, pues la crisis que se avecina será muy seria y profunda. Ante estudiantes, profesores, funcionarios y cuatro ex directores del plantel, Fernando Castañeda, actual titular de nuestra institución, expresó que la obra referida es ya un clásico para las ciencias 20

sociales, un texto que abrió horizontes de estudio, líneas de investigación, proyectos de trabajo y agendas académicas. Agregó que este libro dio un nuevo fundamento y estatuto a las ciencias sociales, generó rupturas de pensamiento, coadyuvó a la institucionalización de esta Facultad y hoy, luego de cinco décadas de su primera edición, sigue vigente, razones por las cuales es pertinente debatir sobre él, hacer un reconocimiento a su autor y celebrar, pues dicho trabajo se gestó en los muros de este plantel. Manuel Perló, director del Instituto de Investigaciones Sociales, quien también estuvo en la apertura del acto, apuntó que González Casanova ha trascendido las fronteras, motivo por el cual es un intelectual de la unam, del país y del mundo. En la primera mesa, moderada por Claudia Bodek, secretaria general de la fcpys, Lorenzo Meyer, investigador emérito del sni, explicó que toda investigación es efímera, ya que debe ser utilizada, asimilada y superada por nuevos enfoques;

en este marco, contados libros pueden seguir vivos después de 50 años, y ese es el caso del texto de González Casanova. El historiador señaló que la obra es un examen sobre el sistema político nacional y el mejor diagnóstico de un científico mexicano, lo cual es uno de sus mayores méritos, ya que en 1965 no había una obra sobre mexicanos, de mexicanos y para mexicanos. Puntualizó que González Casanova elaboró su libro a la luz del análisis marxista y sociológico, es decir, se atrevió a ser heterodoxo y aprovechar todos los instrumentos teóricos existentes para responder a una gran pregunta: ¿México está abierto a la democracia?, cuestión que hoy, destacó Lorenzo Meyer, “yo respondo con un no. Incluso ahora, en 2015, nuestro país aún no accede a la democracia plena y sigue sin resolver sus grande problemas nacionales”. En la sesión también participaron Ricardo Pozas Horcasitas, especialista en Latinoamérica; Víctor Flores Olea, ex director de la fcpys, y Lucio Oliver, so-


ciólogo del plantel, quienes destacaron la valía de categorías analizadas por González Casanova, tales como el colonialismo interno y la explotación. Al cerrar la sesión, Oliver enfatizó que México todavía tiene núcleos autoritarios importantes en el ámbito político y social que necesitan ser transformados por la ciudadanía; en este sentido, finalizó, la democracia debe ser expresión de la fuerza de la sociedad civil, misma que debe generar un movimiento social, espiritual y político para lograrlo. Sin democracia, no hay desarrollo En la segunda mesa Jaime Torres Guillén, docente de la Universidad de Guadalajara, señaló que el fenómeno de la democracia en México “es terriblemente complicado”. Sin embargo, agregó, el libro referido no es un estudio apologético ni escéptico, sino un trabajo científico, lo que no disminuye en nada su carácter político. De acuerdo a Torres la postura en la obra de González Casanova es clara: una defensa a la ideología de la Revolución Mexicana desde un nacionalismo antiimperialista, y la idea de un Estado fuerte, fruto de una alianza entre el gobierno y el pueblo que tendría como objetivo lograr la integración nacional. Agregó que la obra se sitúa en un periodo histórico en el que el sociólogo analizaba dos vertientes del llamado nacionalismo mexicano: una con sus raíces afincadas en la Revolución materializada en el partido oficial, y otra, tomada de los principios básicos del marxismo de Vicente Lombardo Toledano. Comentó que involucrar a los sectores populares en la vida política del país representa, para González Casanova, la única posibilidad de alcanzar el desarrollo nacional. Con esa posición política se establece una ruta crítica para constituir una ciencia social que vincula de manera directa democracia y desarrollo, concluyó. La segunda participación corrió a cargo de Fernando Castañeda Sabido, director del plantel, quien habló sobre la importancia de La democracia en México en la construcción de la sociología y en la apertura de un espacio distinto para el estudio del sistema político del país. Este trabajo, continuó, hace eco de las controversias sobre el desarrollo, un problema político, no económico, y debate con las “discusiones” del momento, es decir, estudia a la sociedad inmerso en ella.

Reafirmó que el texto tiene elementos relevantes para el fortalecimiento de las ciencias sociales, como el planteamiento del concepto de colonialismo interno. Democracia en construcción La ambigüedad entre el regocijo que provoca la remembranza de un texto que ha marcado generaciones enteras y la pesadumbre que nos invade por la amarga realidad política y social que atravesamos desde hace tiempo, se dejó sentir en el conversatorio La democracia ayer y hoy. Y es que la reflexión retrospectiva de los participantes en esta discusión develó, precisamente, lo poco que ha cambiado en esencia el panorama político y social mexicano en los últimos 50 años. Al respecto, José Woldenberg, ex consejero presidente del ife y asistente al coloquio, habló sobre los cambios positivos en el sistema político nacional, sin embargo, lamentó que exista una relación deficiente entre apertura democrática y desarrollo económico. La intervención de Woldenberg, una tentativa de evaluar los cambios ocurridos desde la publicación de La democracia hasta nuestros días, y que al final desató un breve debate con Casanova, se organizó en tres ejes: en materia política, donde actualmente el país, sostuvo, se encuentra más cercano a la letra constitucional; el ámbito económico, que atraviesa por una crisis, sobre todo si lo comparamos con el momento de auge en que fue publicado el libro y, finalmente, aquél que se refiere a la organización de los trabajadores asalariados, quienes se encuentran legalmente desarmados ante prácticas perniciosas como los contratos de protección. Que el libro de don Pablo, como fue llamado respetuosa y afectuosamente durante la charla, constituye una “estación fundamental de la sociología política” a cuyos estudios y problemáticas se les tiene una deuda intelectual, fue una coincidencia entre el ex consejero del ife y el director del Instituto de Investigaciones Sociales de la unam, Manuel Perló Cohen. Este último centró su exposición en las características que distinguen el estudio realizado por el gran sociólogo mexicano: pluralista, pues recupera información proveniente de distintos orígenes; apertura a diversas expresiones de conocimiento que cohesiona múltiples ámbitos del saber, recordando que un análisis de esta magnitud requiere de la participación de diversas

ciencias sociales y, finalmente, el compromiso ético de los intelectuales en su lucha por desarrollar una sociedad menos inequitativa. Perló recordó también que el libro, publicado en los años sesenta, fue blanco de ataques por parte de los “ideólogos del sistema”, que no toleraban el cuestionamiento o la negación del discurso progresista que privaba entonces entre la clase política y algunos sectores de la opinión pública. Pero también fue cuestionado por la izquierda, que censuraba la ausencia de un proyecto revolucionario que ofreciera una salida a la problemática de la época. Fue en la herencia de esta izquierda militante donde se formó intelectualmente el escritor y periodista Luis Hernández Navarro, quien identificó el tratado de González Casanova como un diagnóstico de la realidad y un manual de acción política. Resaltó que éste es un libro con vida propia que se ha leído y se lee todavía en un marco donde la desigualdad social y la ausencia de justicia son realidades inocultables, donde la democracia, más que una certeza, es un concepto en construcción. Ante el ambiente de festejo que rodeaba el evento, González Casanova no cedió ni un ápice en la claridad y contundencia de su discurso. Invitó a reafirmar el trabajo en las ciencias sociales como una reflexión encaminada a cambiar la situación de injusticia, desigualdad y corrupción que viven las naciones; a tomar los proyectos de investigación como verdaderos programas de lucha, denunciando las “tropelías siniestras” que suceden cotidianamente; a darle a la moral un carácter de combate, donde la participación y la colaboración sean los lineamientos para enfrentar el “horror” del mundo moderno. Enfatizó que una celebración por su obra es más una ocasión de volver la mirada a lo que de esencial tienen las ciencias sociales que una fiesta por la acumulación del tiempo. “No vine a hablar de mi libro, vine a incitarlos a que escriban otro”. Don Pablo, con la serenidad, el ánimo y la sabiduría que dejan los años, resaltó la aspereza del mundo que habitamos, y lamentó la pérdida de la capacidad de compromiso social de los seres humanos. Para concluir, González Casanova habló de las abundantes constricciones (institucionales, ideológicas o fácticas) que aún hoy limitan algunas libertades individuales; afirmó, para entusiasmo de los disidentes, que él siempre ha escrito contra los inquisidores, de parte de los herejes. 21


Ética moderna, Ágnes Heller en México Emanuel Reséndiz

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a antigua querella entre Sócrates y Trasímaco en La República, cuya finalidad era encontrar respuesta a la pregunta por la justicia pareció resonar en diversos momentos durante la visita de Ágnes Héller a esta Facultad. De la misma manera que en el diálogo platónico ningún argumento satisface por completo a los interlocutores, pues cualquier tesis encuentra su antípoda, durante las charlas con Heller las sentencias pronunciadas por ella y algunos participantes provocaron en la audiencia lo que todo saludable coloquio filosófico pretende suscitar: preguntas, meditaciones, disentimientos y uno que otro consenso. El encuentro con la connotada filósofa húngara propició un verdadero alud de cuestionamientos en torno a los puntos esenciales de su pensamiento sobre las revoluciones en la vida cotidiana, el diseño de una ética responsable y el papel de los regímenes democráticos en el futuro de las sociedades modernas. Tres jornadas consecutivas compuestas por conferencias magistrales, talleres y ponencias relacionadas a la obra de la pensadora europea no bastaron para agotar el campo de las reflexiones. Lukasz Czarnecki, docente del Centro de Estudios Sociológicos (ces) y organizador del evento, dio la bienvenida con una emotiva

Agnes Heller. Foto: Guillermo Mora. 22

referencia a la obra de Sor Juana, invitando de inmediato a la meditación filosófica. La participación de diversos integrantes de la comunidad académica del plantel transitó del reconocimiento a la trascendencia y originalidad de la obra de Heller, al recuernto de sus aportaciones en el debate sobre los problemas fundamentales de la modernidad en el ámbito de las ciencias sociales y, finalmente, a la relación con el marco actual de la política liberal, la economía global, el derecho, la filosofía y la sociedad de consumo. La pregunta esencial fue, sin embargo, aquella que pretende definir las empresas que las personas comunes, preocupadas por el porvenir de la humanidad, deben acometer en un ámbito en el que los valores éticos parecen haber abandonado cualquier directriz categórica, en un tiempo en el que la multiplicidad de intereces y la diversidad de prácticas morales parecen confirmar la metáfora nietzscheana sobre la muerte de Dios y su identificación con la caducidad de los valores absolutos. Que vivimos en un mundo de infinita nostalgia por lo absoluto es cierto, pero que esa misma nostalgia engendra la esperanza más desaforada también es algo que no debemos perder de vista. Para Heller, por lo menos así lo hizo notar al final de su confe-

rencia magistral Are all revolutions betrayed?, la caducidad de los valores eternos y, en consecuencia, también la de aquellos movimientos revolucionarios que buscaron revelarse frente a esos postulados, es evidente. Ello no implica, sin embargo, que los seres humanos no tomen, a la manera de Kant, esos valores como las directrices éticas que conviertan su acción en una máxima universal. “Los valores morales inmarcesibles no existen pero el hombre decente actúa teniéndolos siempre en mente”, remarcó en diversas ocasiones la invitada. Este fue precisamente el exhorto de Heller al tratar de unificar las aristas de una acción humana que compromete al individuo con el todo; ésta es la importancia del concepto de “vida cotidiana” presente en su obra: las transformaciones de todos los días moldeando el ethos del hombre, encaminándolo a una comprensión del lugar que ocupa en el mundo. Eso es justamente lo que la filosofía y las ciencias sociales deben priorizar, un entendimiento práctico que rebase las concepciones tradicionales del bien y del mal. A este ordinario contacto y adecuación de nuestros actos con el mundo lo llamamos formación –los griegos lo llamaban paideia–, y es lo que sustenta las decisiones que nos vuelven responsables o indiferentes del alcance de nuestra acción en el medio en el que nos desenvolvemos. Esta es pues la importancia de la educación: el fomento del contacto entre la praxis y el contexto. Tal es la herencia griega que perdura y resuena en los argumentos de Heller sobre la moral y los actos humanos. Una ética responsable fundada no en valores eternos inasequibles sino en aplicaciones cotidianas de los valores liberales democráticos: principios afines a la idea platónica de libertad donde cada quien debe hacer lo que tiene que hacer, o la kantiana, que la determina por medio de márgenes impuestos por la libertad del otro. Las personas no necesitan llegar a una comprensión culminante del concepto de justicia para actuar rectamente, basta con comprometer su actuar al viejo principio que identifica al hombre justo con aquél que, en situación de cometer o sufrir una injusticia, opta por sufrirla.


Podemos: ¿Ruptura o regeneración? Sergio Barbosa

El pueblo contra la casta”, “ruptura potencial con el régimen político español”, “partido en crecimiento con capacidad de modificar la agenda”, así es como el politólogo argentino Javier Franzé, investigador de la Universidad Complutense de Madrid, calificó al partido-movimiento Podemos durante una charla en la sala Fernando Benítez de nuestra Facultad. Inició situando cuatro pilares o momentos claves del escenario de la transición española, los cuales, afirmó, “rigieron su devenir y en cuyos cimientos se apoya el régimen español actual”. En primer lugar, la Política cupular, esa en donde sólo las élites tienen acceso a la toma de decisiones de primer orden. El segundo momento clave es el Estado social, una organización política basada en estamentos inalterables que no se modificaron a la muerte del dictador Francisco

Franco. Como tercer pilar el Estado de las autonomías, que se concedía a las municipalidades que defendían una identidad propia; y por último, El olvido al pasado franquista, una época intocable, incuestionable y sin señalamientos posteriores. Ante todo ello, indicó, apareció Podemos como una alternativa direccionada ya no en la fórmula acostumbrada de la izquierda contra la derecha, sino con un discurso nacional y popular inédito de los de arriba contra los de abajo. Recalcó que el surgimiento de esta asociación política y su potencial triunfo podría representar una ruptura contra la

política tradicional, debido principalmente a su discurso, ya que éste aparece con nuevas demandas y nueva actitud, hecho que lo hace muy atractivo al electorado español. Por último, ante la pregunta acerca del fracaso de la agrupación griega Syriza y las implicaciones para Podemos, dada la cercanía política entre ambas, el ponente refirió que en principio la política no es sólo el desafío al orden, pues existen límites a la acción. Fueron precisamente estos límites, mal dimensionados por dicha agrupación, lo que impidió comprender la manera adecuada de hacer política dentro de los recovecos del sistema.

La política y lo político Sergio Barbosa

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nte numerosos asistentes que abarrotaron la sala Fernando Benítez inició la primera de tres sesiones del seminario La política y lo político, a cargo de Javier Franzé, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, de la Universidad Complutense de Madrid, España. La presentación quedó a cargo de Cristina Puga, coordinadora del Programa de Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la unam, quien reconoció al expositor como especialista en la historia del concepto política, particularmente en la relación entre ésta y la violencia, así como sus implicaciones en el nexo ética-política. El objetivo del curso, a decir del ponente, fue discutir las posibles definiciones del concepto, según autores clásicos, pero sin caer en el determinismo de las sentencias de tal o cual pensador, como si fueran absolutas, sino estableciendo un razonamiento sociohistórico de las ideas de cada estudioso. Señaló que en occidente existe una idea arraigada de la política, entendida como administración, y dentro de esta visión situó una línea filosófica iniciada desde los primeros clásicos presocráticos hasta la actualidad, en donde se considera que existe una “razón dada” por un sentido

Javier Franzé. Foto: Emanuel Resendiz.

externo legado por la historia, la lógica de la sociedad (marxismo, esquema de clases, etc.), así como por cuestiones sociales, lo que constituye en su conjunto una visión política hegemónica. En contraparte, indicó, existen autores que contravienen esta premisa, entre

quienes destacan Nicolás Maquiavelo, Friedrich Nietzsche, Max Weber, George Sorel y Carl Schmitt, para los que tanto la realidad como la política carecen de verdad, y donde lo único que existe es construcción.

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América Latina actualidad y porvenir Diego Gazcón

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l inaugurar las Décimo octavas mesas de análisis, Educación, justicia social, seguridad y desarrollo, Edmundo Hernández-Vela, Profesor Emérito de la unam, destacó la importancia académica del evento y sus aportes en la formación estudiantil. En la primera mesa: Paz y conflicto: dualidad antagónica del orden mundial, el catedrático evaluó el proceso de neoliberalismo como el fenómeno protagonista de dicha dualidad, debido a su naturaleza de homogeneización feroz, pues al ser una imposición del pensamiento occidental ha creado diversos conflictos alrededor del mundo en nombre de la paz. Por su parte, Arturo López Vargas habló del caso de América Latina, la lucha contra el narcotráfico, la seguridad y la justicia social sin dejar de mencionar lo sucedido hace un año en Ayotzinapa con la desaparición de 43 estudiantes. Jorge Arturo Ríos explicó cómo se ve la violencia en América Latina a partir de la exclusión y segregación, la falta de oportunidades y la incapacidad de los gobiernos para contrarrestar la violencia. Durante la segunda mesa, Alternativas del sistema: una posibilidad para la paz y el desa-

rrollo, Selene Romero habló de la descolonización, la interculturalidad y el género dentro de la crisis sistémica, y caracterizó las resistencias como alternativas al modelo capitalista. En su intervención, Erandy Anaid Arellano expresó su opinión acerca del surgimiento del buen vivir en América como opción para la construcción de un mundo descolonizando. Posteriormente, Iraís Barreto se refirió a la cultura para la paz como un camino en el desarrollo en América Latina. Asimismo, sostuvo que el entorno condiciona el buen vivir y explicó cómo a través de la cultura este entorno se puede convertir en una vía alterna a lo ya establecido para mejorar la condiciones de vida. Ana Laura Pérez expuso la construcción de un modelo alternativo de paz y desarrollo en la selva Lacandona. Compartió la experiencia de campo que vivió con la comunidad zapatista; aludió a su cosmovisión, al modo en que perciben la realidad, distinta a la del sistema capitalista, que bajo su lógica de consumo destruye ecosistemas. En la tercera mesa: La educación y la justicia social en México, pilares esenciales del desarrollo y seguridad humanos, Cesari

Irwing Rico calificó a la educación en México como una correa de transmisión del sistema capitalista global que ha impedido la seguridad humana. En este tenor, Domitille Delaplace dijo que la seguridad y la educación en el país deben enmarcarse en la perspectiva de los derechos humanos. A su vez, Rodrigo Peña diagnosticó la ausencia de seguridad humana en la guerra contra las drogas en México, pues más allá de un combate contra grupos delictivos organizados, ha producido daños a la población. Así, se ha tomado al narcotráfico como justificación para militarizar el territorio, afectando a pueblos que no tienen que ver con el tráfico de drogas, violando sus derechos fundamentales. Al cierre, Sandra Kanety aseguró que, a pesar de que según cifras oficiales se cumplirán los objetivos del milenio para el desarrollo, estas cuantificaciones han sido manipuladas. Todos los días se hace evidente la gran falta de seguridad y desarrollo en el país. Finalmente, la académica del Centro de Relaciones Internacionales (cri) invitó a reflexionar si en verdad se puede hablar de seguridad plena y desarrollo humano en el territorio nacional.

Revista Estudios Políticos: tradición y conocimiento Myriam Corte

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a vida de una publicación es una aventura, ya que enfrenta diversos avatares; éstos los ha sabido afrontar la revista Estudios Políticos, que en 40 años de existencia ha divulgado el conocimiento y la experiencia de una comunidad académica plural, así como los avances de una disciplina siempre cambiante como lo es la Ciencia Política. Su vida e historia son aleccionadoras: ha dado a conocer el trabajo de los profesores de la Facultad, sus análisis sobre las luchas estudiantiles, la Universidad, el pensamiento y los cambios políticos, entre otros temas. Así lo comentó Alberto Enríquez, académico del Centro de Estudios Políticos (cep), al participar en la mesa 40 años de la revista de Estudios Políticos: aportaciones de ayer, retos de hoy. Resaltó que en estos ocho lustros de “gloriosa existencia”, una variedad de aca24

démicos de la talla de Pablo González Casanova, Sergio Colmenero, Edwin Rodríguez, Carlos Sirvet, Fátima Fernández, Jacqueline Peschard, Octavio Rodríguez Araujo o Miguel Ángel Granados Chapa, han aportado al pensamiento político de México una memoria histórica de la Ciencia Política en el país. Es un proyecto académico, fruto del interés y empeño, que ahora, bajo la dirección de Marcela Bravo, consiguió su ingreso al índice de revistas científicas de Conacyt, indicó el también profesor del cep, Héctor Zamitiz, detallando que a la par de los cambios en el sistema social y de gobierno, la Ciencia Política ha tenido un pleno crecimiento reflejado en cada artículo. Esta publicación ha sido también un referente en América Latina, agregó el expositor. Prueba de ello es que en sus últimos 20 años ha contado con secciones que des-

tacan la teoría y los temas de actualidad en la región. Enfatizó que una de sus fortalezas es la pluralidad, así como la capacidad de seguir fomentando la discusión de la disciplina. Marcela Bravo recalcó que hoy la revista Estudios Políticos es ya una tradición en el plantel, sin dejar de hacer notar los retos que enfrenta en la actualidad, uno de ellos: seleccionar qué material publicar ante una gran diversidad de temas, colaboraciones y posturas. Los últimos comentarios corrieron a cargo de la profesora María de los Ángeles Sánchez Noriega, quien señaló que en esta publicación se manifiesta, de manera trascendental, la consolidación de la Ciencia Política.


Hay que revivir el suelo Myriam Corte

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éxico pasó de ser un país productor a ser uno dependiente, donde los campesinos dejaron de alimentar con sus productos a la población, para convertirse en un sector pobre y olvidado, comentó Blanca Rubio, académica de la Facultad de Economía al participar en la conferencia Los retos futuros de la alimentación en México. El modelo alimentario nacional, continuó, se ha modificado considerablemente. Antaño, éramos un país autosuficiente con alimentos baratos, se cocinaba con manteca y el uso de azúcar morena y piloncillo era común. En la etapa neoliberal (1982-2003) predominó la forma agroalimentaria de Estados Unidos, se firmó el tlcan en 1994, y se sustituyó la producción nacional por la importada, este nuevo modelo impactó a las familias mexicanas. En la fase de transición en la que nos encontramos (2003-2015) es notoria la crisis capitalista y alimentaria, así como el aumento al precio de los alimentos que obliga a cambiar la dieta. Esto ha llevado a consumir productos chatarra, generando enfermedades cardiovasculares y diabetes, principales causas de muerte entre la población mexicana. Rubio afirmó que el deterioro alimentario tiene sus raíces en la forma de dominio agrícola neoliberal, pues “no se pone atención al campo ni a los campesinos”. En 14 años el consumo de frutas y verduras cayó un 30 por ciento y un 50 el de frijol, un panorama desalentador agravado por el aumento en el consumo de bebidas azucaradas, el sobrepeso y obesidad de la población y el costo de salud, explicó Alejandro Calvillo, director de la asociación civil El poder del consumidor en su intervención, quien recomendó recuperar la alimentación basada en los mercados tradicionales.

Sin embargo, ante esta crisis alimentaria hay alternativas viables como la que presentó en la mesa Jesús León Santos, integrante del Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (cedicam), quien habló sobre los métodos que han implementado en sus comunidades para contrarrestar la escasez de alimento. A través de un sistema de extensión, es decir, de campesino a campesino, con la ayuda de promotores, es como la información de los técnicos –especialistas en rehabilitación del suelo, cuidados del entorno, siembra, cosecha y almacenamiento– se transmite al resto de la población. “Tenemos que desarrollar estrategias reales que nos ayuden a aprovechar el agua, la tierra para producir y hacer frente a los riesgos del presente y el futuro, hay que revivir el suelo”, enfatizó. La autonomía en la producción es una de las soluciones

más viables para no depender de semillas externas, “con los huertos y corrales de traspatio las familias que eran dependientes, ahora producen y pueden ofertar”. Para cerrar las intervenciones, Aleira Lara, integrante de Greenpeace, quien trabajó en la campaña publicitaria Comida sana, tierra sana, y Gerardo Torres, académico del ceiich-unam, coincidieron en que la seguridad alimentaria es un derecho humano y social relacionado con un problema de igualdad, donde quien tiene más capital puede tener acceso a mejor alimentación, contrario a aquellos con pocos recursos. Afirmaron que es necesaria la intervención del Estado, para que a través de programas sociales, consolide modelos de agroindustria que impacten en la agricultura. Por último, hicieron la propuesta de transitar a una agricultura ecológica, a una soberanía alimentaria con suelos sanos y sostenibles.

Participantes del evento. Foto: Elsie López.

gacetapoliticas.blogspot.mx @extensionFCPyS UNAM.politikas +politicasunam

Tiempo de análisis Miércoles 20:00 hrs. 860 am, Radio unam

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Gabriela Monroy Chaparro y Brenda Mireles Juárez. Foto: Myriam Corte.

Debatir con argumentos sólidos Myriam Corte

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renda Mireles Juárez y Ana Gabriela Monroy Chaparro, estudiantes de quinto semestre de la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad y coordinadoras de munde, compartieron con Gaceta Políticas los objetivos de este proyecto, en el cual los alumnos realizan una simulación de los debates de la Organización de Naciones Unidas (onu). Gaceta Políticas (GP): ¿Qué es munde? Brenda Mireles Juárez (BMJ): munde es el equipo representativo de debate de la Facultad. Lo crean hace 10 años estudiantes de Relaciones Internacionales interesados en prepararse para acudir a modelos de Naciones Unidas. Gabriela Monroy Chaparro (GMC): Esta actividad, que demanda un esfuerzo académico extra a las tareas curriculares, es una plataforma que permite explorar otras dinámicas, dependiendo de la diversidad de estudiantes que llegue, ya que hay de las cinco carreras. GP: ¿Cuál es el perfil de los alumnos que entran a munde? GMC: El concepto de munde da para mucho porque es una actividad académica incluyente, de hecho la diversidad de carreras permite enriquecernos académica y profesionalmente. Muchas veces se cree que el modelo de Naciones Unidas exige 26

un perfil, etiqueta, protocolo y que sólo se debe estudiar Relaciones Internacionales, pero nuestra experiencia nos dice que no es así. Interactuamos con alumnos de otras facultades, incluso de otras instituciones que no estudian necesariamente lo mismo que nosotros. BMJ: Los modelos de Naciones Unidas son un mundo de opciones. Hay comités en asuntos muy científicos como en medicina. Esto da un campo bastante amplio para que los estudiantes de ciencia política o de comunicación contribuyan al debate. El perfil es el que tú desees crear. GMC: También es importante reconocer el vínculo con Naciones Unidas, que no sólo es en contenido, también en difusión. Éste ha permitido que compañeros de munde hayan asistido a conferencias internacionales o como delegados juveniles en la onu. GP: ¿Qué retos enfrenta munde? BMJ: Cada año con las generaciones nuevas nuestro reto es incluirlos y que se sientan parte de la familia, porque eso somos: un equipo, una familia. Además, es importante sentirnos cohesionados, que el grupo trabaje todo un año para que al siguiente haya quien continúe con el proyecto y comparta todas las experiencias y el conocimiento a los nuevos integrantes. GMC: Implica el reto de desarrollarte en otras áreas en las que no necesariamente

deberías estar especializado y buscar alternativas de debate que no sean sólo de Naciones Unidas. BMJ: Incluso se puede participar en concursos de ensayo político para aquellos que no les fascine hablar, pero sí escribir, ya que se tiene la oportunidad de explorar diversos aspectos de interés. GP: ¿Qué han aprendido de esta experiencia? BMJ: Ayuda a identificar qué quieres hacer y cómo lo puedes hacer porque la onu tiene demasiadas herramientas que a veces no se explotan; creces en diferentes aspectos y te permite contribuir para cambiar la realidad que nos rodea. GMC: A mí me ha permitido explorarme en una actividad académica más allá de mis materias, desarrollar otras habilidades, hablar en público, argumentar y redactar. De pronto sabes cómo funcionan los organismos internacionales a partir de tu incursión en ellos como delegado y no necesariamente leyendo un libro; creo que las experiencias son las que más se valoran. También me ha dejado mucha satisfacción representar a mi Universidad y Facultad. Llegar a un modelo y decir: soy de la unam y vengo a debatir con argumentos sólidos y propuestas -que es lo más valorado- es algo que me ha engrandecido.


Egresado de RI gana Premio de la Juventud 2015 Leticia Martínez

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u nombre es Mauricio Bastien Olvera. Tiene 29 años. Estudió Relaciones Internacionales en la Facultad. Hasta hace poco fue profesor de la materia, Desarme y organismos internacionales. Actualmente se desempeña como consultor del área de seguridad ciudadana del Banco Interamericano de Desarrollo (bid), en Washington dc. El 12 de agosto pasado el Gobierno de la Ciudad de México le otorgó el primer lugar del Premio de la Juventud 2015 en la categoría, Actividades académicas, Científicas o Profesionales. Con disposición y placer el galardonado ofreció, desde Estados Unidos, la siguiente entrevista para Gaceta Políticas: —¿Qué responsabilidad implica el ser reconocido con este premio? Es un gran compromiso pues no sólo es un reconocimiento a mi trayectoria sino a la de diversos equipos de trabajo que han colaborado conmigo, por lo que me obliga a seguir trabajando en diversos ámbitos, con miras a crear ambientes más pacíficos para el pleno desarrollo de las juventudes. —¿Cuáles dirías que son los elementos fundamentales por los que obtuviste el primer lugar en este certamen? Considero que el haberme desarrollado de manera integral fue un factor fundamental. Así como hice proyectos en colonias específicas de Iztapalapa, pude desarrollar programas en Australia con un impacto mucho más amplio o negociar resoluciones internacionales en Naciones Unidas. —¿Cuáles crees que son las bases de aprendizaje fundamentales que obtuviste en la fcpys que hoy te permiten desempeñarte en una institución como el bid? Sin duda alguna es vital la metodología para desarrollar un pensamiento analítico y objetivo. Asimismo, la visión transdisciplinaria de las Ciencias Sociales aprendida en el plantel me permite enfrentar problemas con una visión amplia e integral. —Desde tu perspectiva ¿cuáles son algunas de las principales características de los estudiantes de la fcpys que les permiten alcanzar un destacado nivel competitivo? Los egresados de la unam pueden aportar, además del conocimiento actualizado y crítico, una visión diferente y sólida sobre diferentes temas, que les permite innovar dentro de los diversos proyectos en los que se desenvuelven.

De igual forma, el que la fcpys sea parte de la Universidad más importante de México, significa que la mayoría está consciente del valor de su educación y la importancia de regresarle algo al país. —¿Cuánto tiempo residirás en eu? ¿Tienes contemplado volver a México? Tuve el privilegio de trabajar cerca de seis años en nuestro país, tanto en el gobierno, la academia, el sector privado y organismos sociales. Ahora, al formar parte de un organismo internacional, todo mi esfuerzo y dedicación están concentrados en dar lo mejor de mí para consolidarme y volverme un funcionario internacional ejemplar. —¿De qué manera podrías, dados tus conocimientos en Relaciones Internacionales y en seguridad, aportar en estos rubros a México? El área en la que me desempeño es la encargada de desarrollar los proyectos de justicia y seguridad ciudadana en la región de América Latina y el Caribe, y si bien, debido a conflictos de interés y de acuerdo con las regulaciones del bid no puedo llevar los proyectos de México, el posicionamiento que pueda dar a estos temas a través de mis colegas será fundamental para reforzar las acciones de prevención social de la violencia y la delincuencia en la República. —¿Cuáles crees que son los principales retos para enfrentar la inseguridad en México? Una de las acciones fundamentales es fortalecer la capacidad institucional de las

diversas áreas de seguridad, con el establecimiento y seguimiento transparente y fidedigno de indicadores de gestión y resultados. También es necesario implementar políticas de seguridad de la mano de la ciudadana, es decir, incluirla en el diseño, la instrumentación y el seguimiento de las mismas. Al cierre de esta conversación, nuestro entrevistado expresó su agradecimiento a los profesores, alumnos y funcionarios de la fcpys por la oportunidad y confianza que le brindaron para transmitir no sólo su conocimiento sino su experiencia en las aulas de la Universidad. Mauricio Bastien es maestro en Derecho Internacional Público por la Universidad de Leiden y licenciado en Relaciones Internacionales por la unam. Cuenta con estudios en la Universidad del Oeste de Sidney y en el Instituto de la onu de Formación Profesional. Fue profesor invitado de la maestría en Cooperación Internacional en el Instituto Mora y profesor titular en la fcpys de la unam. Es autor de diversos artículos sobre seguridad publicados en México y el extranjero. Trabajó en las áreas de seguridad internacional de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación. Ha participado en reuniones internacionales en la sede de la onu en Nueva York y en la Organización contra las Armas Químicas. La Comisión Mexicana de Cooperación con la unesco de la sep lo nombró Embajador Pro Cultura de Paz.

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Análisis y reflexión sobre América Latina Myriam Corte

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ulia Gugerli y Mauro Rafael Jarquín, consejeros técnicos estudiantes de la especialidad en Ciencia Política (2015-2017), en charla con Gaceta Políticas, hablaron del origen, objetivos y retos del seminario semestral de Ciencia Política Problemas Contemporáneos de América Latina. Gaceta Políticas (GP): ¿Qué objetivos plantea el seminario? Mauro Jarquín (MJ): Partimos de la concepción de que no hay un concepto sin un afecto, sin una referencia, y al poner el nombre de Problemas Contemporáneos de América Latina hacemos énfasis en la necesidad de problematizar a, desde y para al. Cuando hablamos de problematizar no hablamos exclusivamente desde la Ciencia Política, por eso el seminario es abierto; buscamos que el enfoque del comunicólogo, internacionalista, sociólogo, politólogo, administrador y colegas de otras facultades –afortunadamente nos han acompañado historiadores, integrantes del cela y de la Facultad de Filosofía– se conjuguen. Queremos que todas estas herramientas metodológicas que hemos adquirido las apliquemos al análisis de al por varias razo-

nes. Primero, porque no podemos estar en la máxima casa de estudios de nuestro país y una de las más importantes en al sin saber qué es lo que pasa aquí en nuestro país y por qué nuestra universidad es tan importante. También partimos de la premisa de que para poder cambiar una situación, primero es necesario cuestionarnos acerca de sus condiciones actuales. GP: ¿Qué temas se abordarán y con qué invitados contará el seminario? Julia Gugerli (JG): Tenemos diferentes temas. Tensiones sobre los recursos naturales, extractivismo, acaparamiento y usurpación, con la doctora Elena Lazos Chavero. El doctor Paul Gercht, médico antropólogo que se ha especializado en el tema de la minería, nos hablará de todas las minerías nuevas que se han creado en los últimos años y que han causado un gran impacto ecológico y social, además todas las políticas públicas involucradas. Habrá otra fecha para hablar sobre migración con la doctora Genoveva Roldán Dávila, del Instituto de Investigaciones Económicas (iie) y la doctora Sara Lara Flores del Instituto de Investigaciones

Mauro Jarquín Ramírez y Julia Gugerli Lazos. Foto: Alejandro Aguilar. 28

Sociales. También dedicaremos una sesión a la seguridad nacional y todas las situaciones violentas que ha habido en al, sobre todo derivadas del narcotráfico. Para ello invitamos al doctor Luis Astorga y a la directora de México Unido contra la delincuencia. MJ: Invitamos también al doctor Óscar Ugarteche Galarza, del iie, que hace no mucho tiempo publicó un libro sobre la historia del fmi. Es una persona que sabe del tema y buscamos que sea el corolario de un proceso de análisis en torno a los problemas de al. JG: También habrá una sesión sobre cuestiones de género, y para esta sesión ya invitamos a la doctora Margara Millán y al doctor Lucio Oliver. GP: ¿Este seminario tendrá continuidad o sólo será por este semestre? MJ: La propuesta es que este seminario, lo hemos mencionado así, sea institucional en el sentido de que lo adopte el Centro de Estudios Políticos y lo mantenga como un programa permanente de recuperación de los contenidos en clase. JG: Pero siempre bajo la consejería técnica estudiantil de Ciencia Política, con la finalidad de que siga siendo un evento de los estudiantes.


Ejemplo para la comunidad universitaria Lesly Cano

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uchos estudiantes universitarios, aun en pleno uso de sus capacidades, no logran concluir un proceso de titulación; la elaboración de una tesis les parece un trabajo tan arduo e inalcanzable que no llegan a culminarlo, comentó una de las sinodales en el examen profesional de Diana Vite Hernández, la ahora licenciada en Relaciones Internacionales de la Facultad, quien sufre de un síndrome crónico degenerativo visual. Diana es una universitaria con mucho ímpetu que, como muchos alumnos, aspira a la superación de sí misma y de la sociedad. “Seguramente cuando cumpla

32 años habré perdido completamente la vista”, expresó la joven, quien a pesar de su enfermedad ha cumplido sus propósitos profesionales, pues ahora, a sus 27 años, presentó el trabajo: Cuerpos sonoros: una perspectiva de género en la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad. En su investigación logra vincular tres grandes temáticas: la equidad de género, los derechos humanos y la discapacidad. “No sólo he sufrido discriminación por mi discapacidad, también la he padecido por ser mujer”, aseveró Diana, quien es miembro de un consejo de estudiantes con discapacidad del plantel.

Después de una buena defensa de la investigación y de un elocuente desenvolvimiento por parte de la alumna, se realizó la emotiva ceremonia de toma de protesta en la sala Lucio Mendieta. “¿Protesta solemnemente y bajo palabra de honor ejercer la profesión de licenciada en Relaciones Internacionales con responsabilidad y compromiso hacia la sociedad?”, preguntó un miembro del jurado, a lo que Diana respondió: “¡Sí. Protesto!”. “Y si así no lo cumpliere, que la nación se lo demande”. Seguido de esto, todos los presentes culminaron el acto con un conmovedor, emotivo y fuerte ¡Goya!

Apoyo técnico a estudiantes con discapacidad Myriam Corte

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ernando Castañeda, director de la Facultad, a través de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y el Programa de Apoyo para la Titulación, entregó a nueve estudiantes con discapacidad equipos de cómputo con un programa parlante de uso libre (NonVisual Desktop Access), capaz de realizar la lectura de todo lo que se muestra en la pantalla. Este hecho constituye un estímulo y reconocimiento por el término de sus créditos; adicionalmente, estas herramientas coadyuvarán en el proceso de elaboración de sus tesis. Los beneficiarios de este material son los alumnos Elvis Yersemail Madariaga Santana, Luis Felipe Salas Antonio, Jorge Marcos Solache Sánchez y Matías Santiago Alanís Álvarez, de la carrera de Ciencia Política y Administración Pública; Ana Silvia Reyes Caballero y Diana Vite Hernández, de Relaciones Internacionales; Mario Alberto Iglesias Jiménez y Yoni Alonso Sacaray Lemus, de Ciencias de la Comunicación, y Erasto Reyes Guadalupe, de Sociología. En el acto, el titular del plantel resaltó que este ejercicio permite reconocer y dejar un precedente de la forma como se debe apoyar a los compañeros universitarios. En la Facultad, comentó, ya con anterioridad se reconoció a los alumnos con la creación del Comité de Atención a Personas con Discapacidad.

Sin embargo, Castañeda destacó que en este tema faltan acciones por realizar, además de que en términos de políticas públicas existen confusiones conceptuales. Finalmente, señaló que el esfuerzo de los estudiantes reconocidos es “una prueba clara de que podemos ser una sociedad diferente, y hacer todo lo que queramos si entendemos bien lo que cada uno de nosotros somos”.

En la entrega también estuvieron presentes Claudia Bodek, secretaria general del plantel; Consuelo Dávila, jefa de la División de Estudios Profesionales; Alma Iglesias, jefa de la División de Educación Continua y Vinculación; Roberto Peña, jefe de la División de Estudios de Posgrado, y Carlos Bravo, secretario de Asuntos Estudiantiles.

Entrega de equipos de cómputo. Foto: Myriam Corte. 29


Debotasalvotox. Foto: Guillermo Mora.

¿Quién decide lo que es bello? Lesly Cano

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a Facultad se vistió de teatro con la obra Debotasalvotox, en la que se hace una crítica a los estereotipos contemporáneos de belleza. La profesora Adela Mabarak, Ana Karina Guevara, directora de la puesta en escena, y la autora Paola Madrigal, quien también actuó los cinco personajes, presentaron este trabajo. Frágil, débil, incongruente, así es como se retrata la efímera necesidad de belleza y perfección que se vende a la sociedad de hoy, expresaron las organizadoras. Los jóvenes sufren rechazo, la no aceptación

de sus cuerpos y de sus condiciones de vida, situación que les genera una “crisis estéticoexistencial”, pues creen que mutilar y alterar sus figuras los hará sentir completos, en paz y bien consigo mismos. No obstante, reza la obra: “de lo que creen que saben que quieren, no saben nada…”, y por ello suelen repetir cada vez más: “bisturí ven a mí “. ¿Quién decide lo que es bello y lo que no? se preguntó en la presentación. Mucho tiene que ver, señalaron las interlocutoras, con la infancia que cada uno ha vivido y la programación que tenemos como perso-

nas. “Esta insatisfacción con la que vivimos en la actualidad lleva a hombres y mujeres a convertirse en adictos al bisturí”. La pretensión de ser por fuera lo que no eres por dentro es uno de los mensajes de la obra, presentada ante un auditorio Ricardo Flores Magón completamente lleno. Quienes hicieron posible esta presentación comentaron al final que el teatro independiente se hace con una profunda pasión, buscando generar, al menos en uno de los asistentes, reflexión y el aprendizaje de sí mismo.

10 años mirando el mundo Daniela Pérez

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n vísperas a su inauguración, se presentó el Festival DocsDF en la sala Fernando Benítez. A 10 años de su primera edición, Michelle Reyes, coordinador de Voluntarios y servicio social de DocsDF, compartió las expectativas de este proyecto. Surge de la inquietud de llevar cine documental a más lugares en México, no sólo a quienes ya tienen un interés en este género, también al público que no ve documentales. Existe la expectativa y la finalidad de ampliar el número de adeptos, pues aún se tiene la idea de que este género cinematográfico es aburrido y lejano. 30

Reyes destacó que los temas no son ni aburridos ni lejanos, pues tienen más relación con la manera en la que vemos al mundo de lo que creemos. Hay muchas historias que merecen ser documentadas. “El festival es como una casa, llegas a ella, saludas y empiezas a platicar con todos”. DocsDF es una muestra de cine documental seleccionado de manera cuidadosa. Los directores jóvenes o creadores que inician en este mundo tienen una gran oportunidad de llevar su trabajo a la pantalla grande, gracias a la convocatoria que se lanza en el marco del festival.

Reto DocsDF, convocatoria que se abre cada año, consiste en realizar un documental en 100 horas. Participan más de 1,700 proyectos, de los cuales se hace una selección basada en la temática, pueden ser filmados con cámaras profesionales o con un celular, lo importante es el contenido. Los trabajos ganadores se proyectan durante el evento.


Michel Foucault, de la arqueología a la biopolítica México, fcpys - unam, 2015

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urante milenios el hombre continuó siendo lo que era para Aristóteles, un animal viviente con la capacidad de vivir políticamente, el hombre moderno es un animal cuya política pone en cuestión su existencia como animal viviente. Michel Foucault Michel Foucault, de la arqueología a la biopolítica, libro que recoge diversos textos sobre la obra del filósofo francés, fue presentado por Luis E. Gómez, coordinador de éste y profesor de la Facultad, así como por algunos de los autores: Sergio Pérez, Alberto Constante, Guillermo Pereyra, Laura Díaz, y Julio Bracho. En las exposiciones se abordaron contribuciones cardinales del pensamiento de Foucault, como el análisis de la asimilación del lenguaje, dependiendo del contexto y el momento histórico en el que vivimos. No caer en lugares comunes, recomendó Luis E. Gómez, al afirmar que para

entender de manera íntegra a Foucault se debe analizar minuciosamente su obra y hacer una lectura completa de todos sus escritos. En este sentido, el ejemplar presentado representa una estrategia, un instrumento y una lógica para entender las piezas alrededor del poder. “Foucault constituye, sobre todo, una palabra y un pensamiento sobre la trama de posibilidades infinitas que existen en el estudio de la realidad”, declaró. Los ponentes en la mesa resaltaron la visión del filósofo sobre la sociedad moderna y su interés por las utopías del presente sobre el concepto de futuro. Un libro que no sólo conmemora al gran pensador, sino que hace un análisis sobre el discurso y lo imprescindible de colocar el lenguaje en su correcto tiempo y espacio para comprender la realidad. En el volumen se encuentran también escritos de Bertha Orozco, Blanca E. Aran-

da, Guillermo Pereyra, Gustavo Álvarez, Isabel Cassigoli, José Nemesio Colmenares, Luca Paltrinieri, Marco A. Jiménez, Maurizio Lazzarato y Maya Aguliluz.

La política de las reformas en México Canada, Université de Montréal, 2015

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atricio Emilio Marcos, autor de La política de las reformas en México, se refirió a los análisis que hablan sobre el probable fracaso de las reformas estructurales en el país, advirtiendo que la clave del incesante descalabro nacional es que éstas no están hechas ni pensadas a la mexicana. Añadió que los modelos económicos diseñados para Estados Unidos, mal replicados aquí e impuestos por la fuerza, son los que provocan un caos total, del cual todos sufrimos las consecuencias, “todos excepto sus diseñadores, quienes son los únicos que se enriquecen”, sentenció. Marcos precisó que el escenario en el cual se desenvuelven las reformas es el de la desigualdad entre ricos y pobres, con instituciones corruptas y una Constitución que ha sido “manoseada” sexenio tras sexenio. Por su parte, el académico, diplomático y político Porfirio Muñoz Ledo

destacó que no se ha avanzado nada en el ámbito de las reformas y que es necesario implementar cambios en materia de derechos humanos. Luego de mencionar que hoy ya nadie recuerda el Pacto por México, planteó que en este país carecemos de una estrategia para combatir la corrupción, así como de instituciones que regulen la seguridad. Marco Vinicio Guzmán, profesor de la Facultad, dijo que “la reforma tendría que venir de abajo, de ciertos sectores que desafortunadamente no se ve que empujen lo suficiente”. Advirtió que el Estado de derecho no funciona, las instituciones son ineficientes y el presidencialismo debilita la figura del ejecutivo; sin embargo, el mayor problema es el inexistente proyecto de país a largo plazo, concluyó.

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Tomar en serio el lenguaje México, Fondo de Cultura Económica, 2013

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n la presentación del libro Tomar en serio el lenguaje de Jay D. White, Omar Guerrero, autor del prólogo de esta publicación, y Felipe López Veneroni, profesor del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (cecc), subrayaron la importancia del correcto uso de la lengua en todas las disciplinas. Luego de una breve caracterización de las Ciencias Sociales a modo de introducción, el expositor explicó el porqué y el para qué de lo social y su conexión con el lenguaje. El mundo “está lingüísticamente mediado”, señaló. En este marco, el hombre debe entablar un diálogo consigo mismo para poder escapar al cerco construido por las palabras y así comprender primero la realidad que trata de explicar. El texto presentado tiene una íntima relación con diversas disciplinas sociales, pero se dirige principalmente a la Administración Pública y a la necesidad de integrar el correcto uso del lenguaje en

ella, pues es parte integral de su objeto de estudio y el vehículo más propicio para entender la realidad. Ricardo Uvalle, coordinador del ceap habló sobre lo difícil que es tener un pensamiento lógico y destacó el prólogo del libro, escrito magistralmente por el autor. Apuntó lo esencial del diálogo en las cuestiones académicas y profesionales, y desarrolló el concepto de administración pública en un sentido contemporáneo. Por su parte, Omar Guerrero habló acerca de la relación entre las Ciencias de la Comunicación y la Administración Pública, y sobre su mutua necesidad. Para concluir, se refirió a la retórica como una herramienta olvidada por ambas ciencias, cuestión central de los conflictos del lenguaje, pues ésta es considerada como el arte de la persuasión.

Puertos príncipes: temblemos todos Puerto Rico, La secta de los perros, 2015

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rente a catástrofes de escala mundial, como el terremoto de 2010 en Haití, el periodista tiene la misión de atestiguar y dar a conocer lo ocurrido, sostuvo el periodista Huáscar Robles, autor del libro Puertos Príncipes: temblemos todos, sintetizando su labor como corresponsal en territorio haitiano. 32

El también egresado de la Universidad de Nueva York (nyu), comentó que pese a la construcción mediática que mostró sólo una cara trágica del suceso, él atestiguó, además, esperanza y solidaridad entre la población. Respecto al trabajo de Robles, el escritor Vicente Alfonso, ganador del premio internacional de literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2014 y autor del libro Huesos de San Lorenzo, dijo que “es un privilegio leer y afrontar testimonios así”, pues permiten aprehender la realidad de manera directa. Comentó que dentro de su labor, cada periodista muestra los hechos desde su propia experiencia y percepción; sin dejar de reconocer, parafraseando al escritor colombiano Gabriel García Márquez, que “la mejor noticia no es la que se cuenta primero, sino la que se cuenta de mejor manera”. Sobre el impacto geopolítico de lo sucedido en Haití, la profesora Lucía Rivadeneyra, secretaria académica del cecc, mencionó que éste posicionó al país centroamericano ante las organizaciones internacionales. “Haití es un país que hemos

ignorado por demasiado tiempo, de ahí el valor del ejercicio periodístico”, enfatizó. El testimonio de Robles en este trabajo, enriquecido por un amplio material gráfico, cuenta cómo, a la sazón del infortunio, los medios de comunicación se enfocaron en construir un acontecimiento mediático. En una lucha de intereses, ajenos a los de la población, los periodistas se dividieron entre aquellos que aprovecharon la situación para crear un contexto amarillista y los que buscaron recuperar las voces de los afectados para dar a conocer su historia.


Fotos de Gisela Ochoa



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