San Petersburgo es la gran capital del norte, fundada por Pedro el Grande para buscar una salida al mar y a Europa, inspirada en Ámsterdam, cuyo centro histórico también es Patrimonio de la Unesco. Pasear por sus calles inspira serenidad por toda la belleza que rodea a los canales, puentes, malecones y edificios.
Aquí hay que visitar sin duda el Museo del Hermitage, donde es imposible saber qué tiene más valor, el continente o el contenido. Se va la vista hacia las puertas, pasillos, salas o a las magníficas obras de arte, no se puede abarcar tanta belleza. Es una de las más ricas, abundantes e importantes colecciones de objetos de arte y pintura de todos los tiempos. Fabergé recibió el encargo del Zar Alejandro III de hacer unos huevos de orfebrería para celebrar la Pascua ortodoxa; gracias a este encargo y otros muchos podemos ver en el Hermitage una buena parte de la colección, muy diseminada por varios países. Huevo Fabergé
CANAL.fOTO : JEAN – PIERRE DALBERA