Osmary Hernández
Bien sea por economía, salud, dieta o simplemente por complacer al paladar con una receta casera, cocinar en casa y llevar alimentos preparados al trabajo o lugar de estudio se ha convertido en una práctica común que evitar el gasto y el daño de la comida de la calle
En medio de la lucha diaria contra el reloj, el tráfico y una agenda apretada, la mayoría de quienes estudian y trabajan difícilmente pueden desayunar o almorzar en casa. La solución en algunos casos termina siendo comer en restaurantes o en cafetines, pero son opciones que no todo cuerpo ni todo bolsillo pueden aguantar. Cuando el presupuesto aprieta muchos recurren a la comida rápida y en esa medida, dependiendo de la frecuencia, terminan afectando su salud. Así aparecen las loncheras que ya no sólo son cosas de niños, porque representan una gran opción para cuidar la salud y luchar contra la obesidad.
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Imágenes: Dreamstime.
Comida para llevar…desde la casa
estética
Comida para llevar… desde la casa