8. Marina la carne antes de cocinarla La carne procesada, carbonizada y bien cocida puede contener provocadores de cáncer tales como moléculas aminas heterocíclicas, las cuales se forman con las altas temperaturas, o hidrocarburos aromáticos policíclicos que llegan a los alimentos al cocinarlos a la parrilla con carbón vegetal. Hay una sólida evidencia científica en la recomendación de reducir el consumo de carne a la parrilla, pero si has de hacerlo trata de agregar a tu adobo cotidiano hierbas como romero o tomillo por lo menos una hora antes de cocinarlas. Los antioxidantes en estas especias pueden cortar hasta 87% esos provocadores de cáncer. Además, procura elegir carnes libres de antibióticos y hormonas añadidas.
9. Nunca dejes de ejercitar El ejercicio moderado, como caminar dos horas a la semana, reduce el riesgo de cáncer de seno 18%. Ejercicios regulares ayudan a quemar grasa, que de lo contrario podría estar produciendo estrógeno, un contribuidor de cáncer de seno.
10. Café o té Según un estudio británico, aquellos amantes del café que toman cinco tazas al día tienen 40% menos riesgo de padecer cáncer de cerebro, comparado con las personas que no toman café o toman muy poco. Vale acotar, que el café descafeinado no tiene el mismo efecto. Si por el contrario, eres de los que prefieren tomar té, la recomendación es que tomes té verde que combate muchos tipos de cáncer así como otras enfermedades cardiovasculares. Algunos científicos creen que el químico EGCG, que se encuentra en ese té está entre los componentes anticancerígenos más poderosos.
Te Verde El químico EGCG del té verde está entre los componentes s. anticancerígenos más poderoso