Lissett Gómez es especialista en la aplicación del Ultrashape, un método no invasivo que promete eliminar grasas y moldear la silueta de manera inmediata. Según Gómez cada sesión, de entre dos y cuatro horas, resulta en la pérdida de 1 a 2 centímetros en áreas localizadas, el resultado es apreciable desde la primera vez, de allí que solo sean necesarias un par de citas. Previo al tratamiento cada paciente es evaluado con pesaje y medición, de modo que es sencillo establecer la comparación entre el antes y el después. Ultrashape es un ultrasonido de alta potencia que destruye las células grasas a 1.5 cm de profundidad, asegurando un resultado uniforme y sin necesidad de anestesia o sedación. No tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, únicamente se aconseja abstenerse mujeres embarazadas.
Un asunto de peso
Siguiendo la tendencia ultrasónica, la ultracavitación, también conocida como liposucción sin cirugía, viene al rescate de la movilización de las grasas y celulitis en las zonas más afectadas, como la barriga. La nutricionista y esteticista Granya González Gruber aconseja un promedio de entre ocho a diez sesiones de 50 minutos de este tratamiento que permite penetrar hasta 2.5 centímetros de la piel, rompiendo selectivamente la célula adiposa y facilitando la expulsión de ácidos grasos a través del sistema linfático. La acción es más rápida en los hombres pero los resultados son duraderos para ambos sexos, puesto que se evita la futura reaparición y multiplicación de las células adiposas. Es completamente indoloro y muy eficaz, sobre todo cuando se acompaña con criterios de calidad de alimentación, la debida hidratación y actividad física.
Tomar las medidas no es privilegio de reinas de belleza o princesas de la vida real, ya que no solo se trata de alcanzar el deseado canon 90-60-90, sino de tener a la mano un sencillo examen al que podemos someter nuestro cuerpo para saber si estamos en riesgo de sufrir problemas cardíacos coronarios, accidentes cerebro vasculares, trombosis, embolias y también, en forma indirecta, demencia por Alzheimer. Aunque no es el equivalente a un diagnóstico, muchos estudios médicos han concluido que es un dato que se correlaciona muy bien con la esperanza de vida, tanto por larga como por corta. Igual de importante que los números sobre el peso, el colesterol, la presión arterial o la glucemia es el metraje de la cintura. Por tanto, saca tu metro y examínate. La cintura se debe medir rodeando con una cinta métrica a nivel del ombligo, en la parte más estrecha del torso. Luego de exhalar todo el aire se hace la medición, sin apretar ni aflojar mucho.
Más allá de la vanidad, hay un factor determinante a la hora de tomar la decisión de rebajar medidas y es que existe una relación directa entre la cantidad de centímetros que ocupamos y nuestro estado de salud. De modo tal que una cintura gruesa puede representar mayor vulnerabilidad a enfermedades como cáncer, diabetes, incontinencia y problemas cardíacos, entre otros. González recuerda que para las mujeres es importante no dejar que el metro marque más de 80 centímetros y en el caso de los hombres se considera prudente mantenerse por debajo de los 90 centímetros. Estar 10 números por encima de lo recomendado significa, para ambos sexos, entrar en factor de riesgo.