Idioma y empleo En tiempos en los que el mercado laboral exige mejores y mayores habilidades adicionales a la experiencia profesional, el dominio de otro idioma es casi un requisito obligatorio. Y si bien el inglés es la lengua más requerida por quienes captan talentos profesionales (el inglés es conocido como el idioma de los negocios y es una materia obligatoria en los sistemas educativos de muchos países), eso no es una limitante en el caso de que el idioma aprendido sea otro. Ser bilingüe en un entorno profesional equivale a tener mayores posibilidades de obtener un empleo o de alcanzar un ascenso. Además, es una herramienta invaluable para las reuniones de negocios en países extranjeros e incluso, para recibir cursos de mejoramiento profesional en otros países. Dominar una segunda lengua también es una oportunidad de descubrir otras formas de vida, y ese conocimiento general también es muy apre-
ciado en quienes buscan profesionales con un elevado nivel de cultura. Quizá el mayor temor de los monolingües adultos es creer que ya no podrán asimilar un idioma distinto al nativo, pero la realidad es que se trata de un proceso de aprendizaje que puede comenzarse a cualquier edad. Y considerando las nuevas dinámicas laborales impulsadas por la globalización, lo ideal es irse aproximando a otro idioma cuyo uso esté vinculado con la profesión que se ejerce. Muchos institutos de idiomas tienen programas de formación especiales para profesionales. Incluso se pueden organizar grupos ‘in company’ para que el aprendizaje se haga dentro de la empresa y sin necesidad de alterar la rutina laboral. Eso sí, es importante que el idioma elegido no solo sea necesario, sino de nuestro agrado. Forzarse a aprender un idioma solo por la presión laboral puede traer resultados frustrantes.