Estética y Salud Septiembre 2011 - LECHE

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blancas de origen verde

La leche está compuesta, principalmente, por agua, iones (sal, minerales y calcio), un único hidrato de carbono (la lactosa, que se encuentra solamente en la leche), grasa y sustancias proteicas (proteínas y enzimas). Se sintetiza en las glándulas mamarias de los mamíferos y su composición química es muy compleja y completa, y además varía en cada especie dependiendo de las necesidades de sus crías.

Hay especialistas que indican que la leche de vaca, por ejemplo, es nociva para el ser humano, porque sus proteínas y calcio se digieren con dificultad, ya que biológicamente está destinada a ser consumida por las crías del animal. Los vegetarianos estrictos no consumen leche ni sus derivados porque no ingieren alimentos de origen animal; sin embargo, es importante separar todos estos criterios en contra del consumo de leche de los peligros que, en algunos casos, puede representar su ingesta: la intolerancia a la lactosa y alergia a alguna de las proteínas lácticas son los principales impedimentos para su ingesta. También lo son algunas patologías intestinales que derivan de la ausencia de la enzima lactasa.

Hay personas que son intolerantes a la lactosa, pues la mucosa de su intestino delgado no es capaz de sintetizar lactasa, que es la enzima que separa la lactosa en sus dos azúcares constitutivos (glucosa y galactosa). Cuando la leche llega al colon, su lactosa se fermenta y como reacción a esto se produce hidrógeno, dióxido de carbono y ácido láctico y esto tiende a irritar el órgano.

Más allá de las motivaciones éticas o de los estilos de vida alternativos de algunos, quienes simplemente no toleran la lactosa o las enzimas y proteínas propias de la leche de origen animal encuentran en el mercado una gama de otras posibilidades lácteas: las leches de origen vegetal. Son de fácil digestión y aportan magnesio y ácidos grasos poliinsaturados, pero sus niveles proteicos y de calcio generalmente son mucho más bajos que los de la leche de origen animal, razón por la cual muchas marcas ofrecen versiones enriquecidas con estos nutrientes.

En consecuencia, puede presentarse flatulencias, calambres abdominales o evacuaciones incontroladas. Muchas marcas de leche en el mercado mundial han optado por incluir lactasa en el producto para que quienes sean intolerantes a la lactosa puedan digerirla correctamente.

Las proteínas de la leche materna son las de mayor nivel biológico pues son las que más contienen aminoácidos esenciales (aquellos que no son elaborados por el propio organismo pero que son necesarios). A éstas le siguen las del huevo, luego las de la carne, el pescado y por último las de los lácteos. Y entre estos últimos la leche de origen animal sigue siendo la de mayor valor biológico. Para que la leche de origen vegetal sea suficientemente nutritiva, debe mezclarse con otras fuentes de proteína vegetal. La leche de arroz, por ejemplo, es muy

utilizada para elaborar postres y se utiliza con frecuencia para la alimentación de los niños. La leche de avena contiene vitamina B1, hierro, ácidos grasos esenciales y manganeso y, al igual que la leche de arroz, generalmente viene enriquecida con calcio y vitamina D. la leche de almendras es una de las más recomendadas de las de origen vegetal pues su aporte de calcio y proteínas es mucho mayor que la de avena o arroz y además es rica en hierro y ácido linoleico. Como proviene de un fruto seco, solo es necesario asegurarse de no ser alérgico a él. Pero la leche de origen vegetal más conocida es la de soja, por su elevado contenido de proteínas. Es muy digestiva y excelente fuente de vitaminas y minerales. La leche de soja no contiene lactosa y tampoco colesterol. La leche de alpiste es también muy beneficiosa por su alto contenido de antioxidantes; además, es rica en lipasa (una enzima que interviene en el proceso de quema de grasa), por lo que es un buen aliado para la pérdida de grasa corporal. Reduce los niveles de colesterol, controla los niveles de azúcar en la sangre, previene de la hipertensión, es diurético y es un buen aliado para quienes sufren de gota o artritis.

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360º

Libre de lactosa

leche

mos patógenos que pueden afectar su salud. Cuando este estado se alcanza, el niño ya no necesita de la leche materna, y lo mismo ocurre con los animales y sus respectivas crías. La leche materna también aporta “factores de transferencia”, piezas indispensables para el desarrollo del sistema inmunológico del lactante pero que, como muchos otros de sus nutrientes, no necesitan seguirse pasando al niño pasado este período.


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