Ganarse el Crecimiento

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UNA ESTRATEGIA GLOBAL PARA EL CRECIMIENTO SOSTENIBLE Y LA CREACIÓN DE EMPLEO



Ă?NDICE 1. UNA ESTRATEGIA GLOBAL DE RECUPERACIĂ“N PARA ESPAĂ‘A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5 2. UNA ECONOMĂ?A MĂ S COMPETITIVA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 2.1. Reorientar nuestra especializaciĂłn productiva. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11 2.2. RenovaciĂłn empresarial: Nuevas y mejores empresas, mĂĄs innovadoras. . . . . . .15 2.3. Tres elementos clave de la competitividad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 3. UNA ECONOMĂ?A MĂ S SOSTENIBLE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 3.1. Lucha contra el cambio climĂĄtico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 3.2. Biodiversidad y protecciĂłn del litoral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 3.3. Desarrollo rural, agricultura y pesca. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 3.5. EnergĂ­a. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 4. SITUAR EL EMPLEO EN EL CENTRO DE LA POLĂ?TICA ECONĂ“MICA.. . . . . . . . . . . . . . . . . 37 4.1. Una autĂŠntica polĂ­tica de rentas. Un pacto social y polĂ­tico contra el desempleo masivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 4.2. PolĂ­ticas de empleo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

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1. UNA ESTRATEGIA GLOBAL DE RECUPERACIÓN PARA ESPAÑA. 5


Una estrategia global de recuperaciĂłn

La economĂ­a espaĂąola ha entrado en una segunda recesiĂłn y se enfrenta a una senda de contracciĂłn del PIB que probablemente continuarĂĄ en los prĂłximos meses, como han avanzado en sus Ăşltimos informes de previsiones tanto la ComisiĂłn Europea, como el FMI y la OCDE. Esta situaciĂłn se estĂĄ traduciendo en un grave empeoramiento del panorama laboral y una destrucciĂłn de empleo muy acelerada: mĂĄs de 3,5 millones de empleos se han perdido desde el inicio de la crisis, mĂĄs de la mitad en el sector de la construcciĂłn. La tasa de paro se ha situado por encima del 26% y las previsiones de la OCDE y ComisiĂłn indican que podrĂ­a llegar incluso al 27% en 2013. AdemĂĄs las previsiones de invierno de la ComisiĂłn que acabamos de conocer indican que no se crearĂĄ empleo hasta bien entrado 2014, y prevĂŠ una caĂ­da del -3,1% del empleo para 2013, es decir, se destruirĂĄn en torno a 550.000 empleos. No hay que olvidar tampoco las alarmantes consecuencias sociales que conlleva la situaciĂłn que vivimos hoy. Tanto el paro juvenil como los parados de larga duraciĂłn (mĂĄs de un aĂąo) representan mĂĄs del 50% del total de parados/paradas. Se trata de un drama para el conjunto de la sociedad. AdemĂĄs, la pobreza y la desigualdad se han acentuado con la crisis. El 21,1% de la poblaciĂłn residente en EspaĂąa estaba en 2012 por debajo del umbral de riesgo de pobreza y la crisis ha provocado un aumento de la pobreza infantil, que ya supera a la de los pensionistas. Una polĂ­tica errĂłnea basada en un proceso de ajuste mal diseĂąado y sin un grado de coordinaciĂłn adecuado en el conjunto de las economĂ­as de la UniĂłn, ha agravado la situaciĂłn econĂłmica de EspaĂąa y nos estĂĄ conduciendo a una situaciĂłn cada vez

de EspaĂąa. Desde diciembre de 2011 hemos sido testigos de la aplicaciĂłn de una

la democracia. En segundo lugar, por una reforma laboral diseĂąada para tratar de fortalecer en el exterior la imagen de Gobierno reformista y en la que no se ha tenido

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bancario y, lo que es peor, a la intervenciĂłn de facto del paĂ­s y a una socializaciĂłn

"

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$ & competitividad en reducción de salarios y de derechos. TambiÊn comprobamos que si bien al inicio de la crisis el desempleo masculino creció de forma espectacular —como efecto de la destrucción de empleo en el sector de la construcción fundamentalmente—, provocando que las tasas de paro masculinas se situaran próximas a las femeninas, en estos momentos vemos cómo la política de recortes del PP estå expulsando mayoritariamente a las mujeres del mercado de trabajo debido a la destrucción de empleo en el sector servicios. Es decir, el aumento del paro femenino es resultado directo de la política de desmantelamiento del Estado del Bienestar y de la Reforma Laboral que facilita la destrucción de empleo.

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Pero sin duda lo peor de esta estrategia es la ausencia de un programa de crecimiento. Ni en los muchos decretos leyes que ha aprobado el Gobierno del PP, ni en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2012 y 2013, ni en la Estrategia EspaĂąola de PolĂ­tica EconĂłmica presentada en septiembre, se puede encontrar nada parecido a un programa de crecimiento que es lo que EspaĂąa hoy necesita. La gran cuestiĂłn pendiente, aquella que debemos colocar en el centro del debate, es ÂżQuĂŠ modelo de economĂ­a nos va a permitir abordar los grandes retos sociales y econĂłmicos de nuestro tiempo? ÂżCĂłmo vamos a crecer en los prĂłximos aĂąos y a recuperar los 7 puntos de PIB y los 3 millones de empleos perdidos tras el estallido & & & ' *+ #

' ! *8 # próximos aùos? En la estrategia de política económica del Gobierno no hay nada que permita contestar a estas preguntas. No solo eso. Con las medidas adoptadas se estån destruyendo las bases para que ese crecimiento se produzca en el futuro, recortando la inversión en I+D+i, en educación, en las ayudas a los sectores exportadores. Tenemos que encontrar un nuevo papel —una posición competitiva— para Espaùa en el escenario post-crisis que nos permita recuperar: 1) el empleo, 2) la riqueza y 3) la solidez de las cuentas públicas. Sin ellos, no estaremos en disposición de aplicar las políticas de redistribución de la riqueza que nos distinguen como socialistas y, por tanto, no podremos consolidar los avances en el Estado de Bienestar. En estos momentos es imprescindible situar la creación de empleo y el crecimiento en el centro de las prioridades políticas, en el objetivo principal de la sociedad espaùola. $ Estrategia Global de Recuperación # nuevas bases para una reactivación económica que impulse la creación de empleo de calidad. El primer objetivo de esta Estrategia es fomentar el crecimiento económico, y que dicho crecimiento sea sostenido y duradero

Equilibrado, tanto con el entorno y el medio ambiente, como en la distribuciĂłn de la renta, presente y futura, y que palie los desajustes de los ciclos econĂłmicos. Integrador, que refuerce la igualdad de oportunidades en todos los ĂĄmbitos (educativo, laboral, social, etc.) y a lo largo de todo el ciclo vital (de la infancia a la vejez); que garantice el acceso de todos y todas en condiciones de igualdad a los servicios esenciales; a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, comprometido con las personas con discapacidad y quienes sufren riesgo " < El segundo objetivo es impulsar la creaciĂłn de empleo y de calidad. La necesidad de generar empleos en nuestra economĂ­a debe ser inherente a la mejora de la calidad de los

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mismos. Porque, siendo imprescindible elevar nuestro nivel de empleo, lo es igualmente hacer que este sea mĂĄs productivo, seguro y estable. Se trata no solo de impulsar la creaciĂłn de empleo, sino de reforzar el valor del trabajo como elemento esencial de las capacidades de desarrollo econĂłmico y social del paĂ­s. La Estrategia debe permitir modernizar la economĂ­a espaĂąola, como tercer objetivo prioritario, favoreciendo el cambio de modelo productivo hacia otro mĂĄs sostenible, competitivo y avanzado, a travĂŠs de un nuevo diseĂąo de la polĂ­tica industrial para que EspaĂąa gane competitividad y favorezca una renovaciĂłn del tejido empresarial, donde tengan mĂĄs peso las actividades de mayor valor aĂąadido, mĂĄs innovadoras y de mayor contenido tecnolĂłgico, que incorporen mĂĄs conocimiento y sean mĂĄs sostenibles. Necesitamos nuevas empresas propias de una economĂ­a avanzada basada en el conocimiento, empresas mejores y mĂĄs productivas y empresas mĂĄs grandes que puedan hacer frente al reto de la internacionalizaciĂłn necesario en un mundo cada vez mĂĄs globalizado y competitivo. Nuestro potencial de crecimiento ha de descansar sobre la mejora continuada de la competitividad de las empresas, pero de la “buenaâ€?, basada en producir mejores productos con mĂĄs innovaciĂłn y mĂĄs capital humano. En todas las actividades se deben producir mejoras y todas pueden y deben seguir contribuyendo a generar valor. Finalmente, el cuarto objetivo es . Los ciudadanos y las ciudadanas son quienes estĂĄn asumiendo en mayor medida los costes de la crisis & & & &

las personas. Los resultados que debemos conseguir en materia econĂłmica son de una doble naturaleza:

A corto plazo: Abordar los retos mĂĄs urgentes, - recuperar la senda de crecimiento econĂłmico - crear empleo - conseguir un funcionamiento normal del mercado de crĂŠdito

A medio y largo plazo: Afrontar los retos mĂĄs importantes para nuestro bienestar futuro, - cambiar las bases del crecimiento econĂłmico para que sea sostenido, equilibrado e integrador y que incorpore a hombres y mujeres en igualdad

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- crear empleo de calidad - mejorar la competitividad de la economĂ­a espaĂąola = empresas, mĂĄs innovadoras - reducir el nivel de endeudamiento pĂşblico y privado a unos niveles que contribuyan al crecimiento - aumentar la sostenibilidad medioambiental y contribuir a la lucha contra el cambio climĂĄtico

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2. UNA ECONOMĂ?A MĂ S COMPETITIVA. La recuperaciĂłn del crecimiento y su sostenibilidad a medio plazo dependen de que seamos capaces de corregir los desequilibrios y se logre sentar las bases de una economĂ­a mĂĄs competitiva basada en el conocimiento. Superar esta crisis no va a ser fĂĄcil, y requiere, ademĂĄs, que a nivel internacional se logre una estabilizaciĂłn de todas las economĂ­as europeas para superar las turbulencias de los mercados de deuda y se vuelva a crecer. Pero nuestros factores estructurales internos son & > iniciativas y polĂ­ticas.

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EspaĂąa debe culminar su modernizaciĂłn hacia la nueva economĂ­a bajo criterios de productividad y competitividad, dirigiendo nuestros esfuerzos hacia la formaciĂłn, la I+D+i y la internacionalizaciĂłn. Para los socialistas, la nueva economĂ­a es la economĂ­a de la prosperidad, que no solo genera crecimiento econĂłmico con redistribuciĂłn, sino tambiĂŠn cohesiĂłn social, igualdad y mĂĄs calidad de vida para los ciudadanos y ciudadanas. Esta economĂ­a serĂĄ innovadora, sostenible e inclusiva, y en ella tendrĂĄ protagonismo el conocimiento con nuevas empresas, como las de la economĂ­a digital, la economĂ­a verde o la economĂ­a social, lo que multiplicarĂĄ las opciones de empleo para los ciudadanos y ciudadanas porque habrĂĄ mĂĄs sectores que lideren el crecimiento futuro. @

de la economĂ­a espaĂąola, basado en el sector de la construcciĂłn y en actividades con bajo valor aĂąadido y poco intensivas en tecnologĂ­a e innovaciĂłn, ha resultado frĂĄgil e insostenible a largo plazo. Necesitamos cambiar las bases de nuestro modelo de crecimiento y para ello es preciso construir un nuevo modelo productivo para consolidar un tejido productivo y empresarial mĂĄs competitivo en nuestro paĂ­s que se aproxime a la estructura de los paĂ­ses de la eurozona.

2.1. REORIENTAR NUESTRA ESPECIALIZACIĂ“N PRODUCTIVA. Este cambio de modelo productivo necesita una reorientaciĂłn de nuestra especializaciĂłn productiva, de forma que ganen peso aquellas actividades generadoras de mayor valor aĂąadido. Para ello habrĂ­a que completar el ajuste del sector de la construcciĂłn, potenciar las actividades con mayor valor aĂąadido en los servicios, reforzar la productividad de los sectores manufactureros y favorecer la implantaciĂłn de empresas de base biotecnolĂłgica y de las TecnologĂ­as de la InformaciĂłn y la ComunicaciĂłn (TIC), en particular de Internet, en todos los sectores de actividad por su enorme impacto en las necesarias ganancias de productividad. Internet y la tecnologĂ­a constituyen una importante fuente de innovaciĂłn para recuperar la senda del crecimiento econĂłmico, aumentar la productividad y la

8 nĂşmero de paĂ­ses de la OCDE (entre ellos, Francia y Alemania), que han impulsado H

# de Internet y las nuevas tecnologĂ­as. EspaĂąa, por el contrario, a pesar del gran esfuerzo inversor y estratĂŠgico que permitiĂł grandes avances, se encuentra aĂşn alejada de la frontera tecnolĂłgica en tĂŠrminos de economĂ­a digital. Una frontera que lejos de

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reducirse tiende a acrecentarse debido al parĂłn en esta materia desde la llegada J &

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para reducir la brecha digital, potenciar el comercio electrĂłnico, el teletrabajo y la implantaciĂłn de tecnologĂ­a en las pymes, nuestra economĂ­a no podrĂĄ competir con las economĂ­as mĂĄs avanzadas. Nuestra apuesta de futuro para cambiar el modelo productivo pasa por reforzar algunas de las claves que deben orientar una polĂ­tica industrial moderna, basada en medidas que dinamicen y acompaĂąen a las inversiones privadas, y sea selectiva en los sectores de carĂĄcter mĂĄs estratĂŠgico. Las claves para diseĂąar una nueva polĂ­tica industrial en EspaĂąa, en lĂ­nea con la estrategia planteada a nivel europeo, son las siguientes:

InnovaciĂłn: Hacer de la I+D+i el elemento mĂĄs esencial para el desarrollo de nuevos procesos, nuevas tecnologĂ­as y nuevos productos; Sostenibilidad: la transiciĂłn hacia una economĂ­a baja en carbono, para hacer frente al reto del cambio climĂĄtico, debe contemplarse como una oportunidad mĂĄs que como una restricciĂłn para la polĂ­tica industrial; Fomento del espĂ­ritu emprendedor, para impulsar la bĂşsqueda de nuevas oportunidades; Mejora de la competitividad, a travĂŠs de polĂ­ticas que afectan directamente a los costes y precios de la industria (incorporaciĂłn real de la industria digital, polĂ­tica energĂŠtica, infraestructuras, comunicaciones, polĂ­tica de transporte, etc.); InternacionalizaciĂłn, ya que las empresas industriales de cualquier sector van a trabajar de forma creciente en mercados globales, y por tanto tienen que acometer procesos de modernizaciĂłn y acceso a mercados extranjeros; EspecializaciĂłn, puesto que las oportunidades para la industria espaĂąola van a localizarse en nichos de productos muy concretos, o en la participaciĂłn en cadenas de producciĂłn en el ĂĄmbito europeo o mundial, donde las empresas para tener ĂŠxito deben estar altamente especializadas;

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Un marco institucional y regulatorio que propicie e incentive la igualdad de oportunidades, la competencia y la toma de decisiones empresariales.

A pesar del proceso de terciarizaciĂłn de las economĂ­as desarrolladas, la industria sigue siendo un sector fundamental de actividad en EspaĂąa y en toda la UE. A nivel europeo, uno de cada cuatro empleos estĂĄ directamente vinculado al sector industrial, y otro puesto de trabajo se genera en servicios conectados con la industria como cliente principal. Un 80% de todas las inversiones en I+D+i que realiza el sector privado, aĂşn por debajo del nivel deseable y la media europea, se realizan en la industria. Se trata por tanto, de uno de los motores de la innovaciĂłn, que contribuye a aportar soluciones a los retos que tiene planteados la sociedad. Por ello, es necesario seguir manteniendo un sector industrial con un peso importante en la economĂ­a espaĂąola, un sector que sea competitivo a nivel internacional, que mantenga nuestra presencia en mercados internacionales, y que genere empleos estables y de calidad. La evidencia nos dice que aquellas economĂ­as con un mayor peso de la industria tienen empresas mĂĄs internacionalizadas, innovan mĂĄs y, por tanto, tienen una mejor evoluciĂłn de la productividad. Por ello, resulta clave durante los prĂłximos aĂąos fomentar un sector industrial innovador, que invierta mĂĄs en I+D+i, para impulsar un nuevo modelo de crecimiento basado en la sostenibilidad econĂłmica, social y medioambiental. En la estrategia europea para el diseĂąo de la polĂ­tica industrial se han apuntado varios sectores clave para Europa: sector espacial, vehĂ­culos de motor y otros equipos de transporte, sectores vinculados con los retos de la sociedad del futuro (cambio climĂĄtico, salud y seguridad), y determinados sectores que son determinantes en las cadenas de valor de otros productos: industrias quĂ­micas, ingenierĂ­a, etc. Por su parte, la polĂ­tica industrial en EspaĂąa durante los prĂłximos aĂąos deberĂ­a basarse

# # de crecimiento, creaciĂłn de empleo, posibilidades de innovaciĂłn y contribuciĂłn a un desarrollo sostenible. Nuestras propuestas para la polĂ­tica industrial en EspaĂąa en los prĂłximos aĂąos son las siguientes:

Adoptar una polĂ­tica industrial activa, que se base en la

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crecimiento y creaciĂłn de empleo durante las prĂłximas dĂŠcadas en EspaĂąa, y se establezcan medidas de impulso y apoyo pĂşblico dentro del marco comunitario, y buscando la coordinaciĂłn y cooperaciĂłn con otros socios europeos; Establecer una estrategia de mejora de la competitividad de la economĂ­a espaĂąola a travĂŠs de una polĂ­tica general de estĂ­mulo a la I+D+i y a la formaciĂłn que, ademĂĄs, se refuerce en los siguientes sectores: a) Manufacturas tradicionales con capacidad exportadora (calzado, cerĂĄmica, mueble, juguete, etc.). b) Industria agroalimentaria. c) EnergĂ­as Renovables. d) Eco-industrias, gestiĂłn y tratamiento de aguas.

W X & f) TecnologĂ­as de la informaciĂłn y comunicaciĂłn. g) BiotecnologĂ­a. h) Sanidad e investigaciĂłn biomĂŠdica. i) Servicios avanzados a las empresas. j) Industrias culturales. k) Industria aeroespacial. l) Sector del transporte con alto componente tecnolĂłgico y gestiĂłn de infraestructuras.

Junto a la industria, el turismo constituye un elemento indispensable en la reorientaciĂłn de nuestro tejido productivo. EspaĂąa ocupa una posiciĂłn privilegiada en

Z[\[ # ingresos, Ăşnicamente superada por Estados Unidos, y la cuarta en llegada de turistas internacionales, por detrĂĄs de Francia, Estados Unidos y China. Sin embargo, el sector se enfrenta actualmente a diversos desafĂ­os, relacionados con la aplicaciĂłn de las nuevas tecnologĂ­as de la informaciĂłn y la comunicaciĂłn en la comercializaciĂłn de muchos de los productos y servicios ofertados; con la proliferaciĂłn de los servicios low cost ; con cambios en las pautas de comportamiento de los turistas, y con el aumento de la competencia a nivel mundial. Todo ello hace necesario seguir avanzando en la "

de manera que el segmento de sol y playa se siga modernizando, complementando y enriqueciendo con la potenciaciĂłn del turismo cultural, de congresos y reuniones, el deportivo o el rural. Nuestras propuestas en polĂ­tica turĂ­stica son las siguientes:

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Desarrollar un Plan de recuperaciĂłn del turismo nacional, con un esfuerzo promocional especial y de calidad en este mercado, incidiendo en factores como cercanĂ­a, conexiones, infraestructuras, gran variedad de productos, seguridad y excelencia; 8 y variedad turĂ­stica de nuestro paĂ­s, intentando realizar todas las acciones enfocadas sobre algĂşn producto

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deportes, turismo social, sanidad, etc. y con especial ĂŠnfasis en un segmento muy importante para EspaĂąa como es el Interior-Naturaleza.

2.2. RENOVACIĂ“N EMPRESARIAL: NUEVAS Y MEJORES EMPRESAS, MĂ S INNOVADORAS. Un segundo elemento que puede contribuir al cambio del modelo de crecimiento es la renovaciĂłn de nuestro tejido empresarial, donde tengan mĂĄs peso las actividades de mayor valor aĂąadido, mĂĄs innovadoras y de mayor contenido tecnolĂłgico, y mĂĄs sostenibles. Necesitamos nuevas empresas propias de una economĂ­a avanzada basada en el conocimiento, empresas mejores y mĂĄs productivas y empresas mĂĄs grandes que puedan hacer frente al reto de la internacionalizaciĂłn necesario en un mundo cada vez mĂĄs globalizado y competitivo. Para lograr esta renovaciĂłn empresarial es preciso:

Hacer cosas distintas y poner en marcha nuevas ideas: Emprender; Hacer mejor las cosas que ya hacemos, para no quedarnos atrås: Prosperar; Llevar las cosas que veníamos haciendo —o las nuevas, o las mejoradas— a nuevos mercados: Expandir.

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Emprender, Prosperar y Expandir son tres lemas para un proyecto de paĂ­s que, mĂĄs allĂĄ de la salida de la crisis, piensa en los nuevos fundamentos productivos sobre los que crecerĂĄ la economĂ­a en los prĂłximos aĂąos. La recuperaciĂłn de la actividad y el empleo va a estar estrechamente ligada a la creaciĂłn de nuevos proyectos empresariales, al autoempleo y al crecimiento del amplio tejido de pymes existente. La creaciĂłn de empresas propicia el crecimiento econĂłmico y del empleo, pero los socialistas queremos que ese crecimiento se traduzca en mayores cotas de bienestar y eso requiere de la calidad de las instituciones, de la regulaciĂłn favorecedora de la competencia, de los emprendedores y de los modelos de gestiĂłn y direcciĂłn de las empresas. En la actualidad, la creaciĂłn de empresas y el surgimiento de nuevos profesionales y proyectos autĂłnomos se encuentran en los niveles mĂĄs bajos de los Ăşltimos diez aĂąos. Entre 2008 y 2012 desaparecieron cerca de 225.000 empresas y 332.000 autĂłnomos, concentrĂĄndose las pĂŠrdidas principalmente en el sector de la construcciĂłn (el 72% de las primeras y el 60% de los segundos respectivamente). Esta situaciĂłn es consecuencia no solo de la crisis, sino tambiĂŠn de un conjunto de con los paĂ­ses europeos de referencia y la OCDE: escasa presencia de empresas de tamaĂąo mediano y grande; reducido peso de la industria manufacturera, sectores de

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empresarial; baja proporciĂłn de empresas innovadoras; lento proceso de transformaciĂłn digital de nuestras empresas; baja proporciĂłn de empresas de alto crecimiento; baja tasa de creaciĂłn de empresas y reducido espĂ­ritu emprendedor; y escaso grado de internacionalizaciĂłn. Unas limitaciones que es necesario corregir para aprovechar todo el potencial de nuestras empresas y que puedan contribuir a la recuperaciĂłn y la creaciĂłn de empleo.

a) Una renovaciĂłn empresarial en todo el ciclo de vida. El proceso de renovaciĂłn empresarial que debe producirse en EspaĂąa en los prĂłximos aĂąos ha de incidir en todo el ciclo de vida de las empresas. En primer lugar, debemos estimular el emprendimiento, como elemento fundamental de creaciĂłn de tejido empresarial innovador y competitivo. Emprender es ante todo una actitud. Una actitud individual que puede y debe incentivarse desde las empresas, los organismos pĂşblicos y las reformas normativas. Emprender es, por otra parte, una actitud que puede ponerse en marcha en todos los contextos: a la hora de crear una empresa, sĂ­, pero tambiĂŠn una asociaciĂłn o una cooperativa (emprendimiento social). TambiĂŠn se puede emprender en el seno de una organizaciĂłn, sea una universidad o una gran empresa, para desarrollar nuevas actividades en ellas. Es el concepto del intraemprendimiento, una palanca

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X > & mismo tiempo constituye una de las derivadas del funcionamiento efectivo del principio de igualdad de oportunidades en materia econĂłmica. En segundo lugar, es fundamental apoyar la consolidaciĂłn y el crecimiento de las empresas existentes. Cambiar el modelo productivo no consiste solo en impulsar nuevos sectores (biotecnologĂ­a, TIC, energĂ­as renovables) sino, tambiĂŠn, en relanzar los sectores “tradicionalesâ€? (calzado, juguete, automĂłvil, el turismo, la agricultura y la pesca, el agroalimentario y tambiĂŠn la construcciĂłn sometida tras mĂĄs de cinco aĂąos de crisis a una situaciĂłn de sobreajuste, en tĂŠrminos comparados con otras economĂ­as europeas, que debemos contribuir a detener). $

! empresas es de 5 trabajadores por empresa, mientras que en Alemania se sitĂşa en torno a 12. Las empresas de mayor tamaĂąo pueden emprender con mayores garantĂ­as y efectividad los procesos de inversiĂłn, especialmente en I+D+i y formaciĂłn, necesarios para competir en los mercados mundiales y generan puestos de trabajo mĂĄs estables y de mayor calidad. En tercer lugar, es vital apoyar a nuestras empresas en su expansiĂłn hacia el exterior, en su internacionalizaciĂłn, ya que constituye el motor de muchos de estos procesos de crecimiento. Nuestra base empresarial exportadora se ha expandido de forma ininterrumpida en los Ăşltimos aĂąos; contamos con cerca de 39.000 empresas exportadoras que llevan cuatro aĂąos exportando y con algo mĂĄs de 70.000 que lo hacen de forma ocasional, pero seguimos lejos de los niveles medios europeos.

b) Una renovaciĂłn empresarial con nuevas empresas. Un elemento imprescindible en la renovaciĂłn del tejido empresarial espaĂąol es dar mĂĄs protagonismo a las nuevas empresas, como las de la economĂ­a del conocimiento y la economĂ­a digital, la economĂ­a verde o la economĂ­a social, lo que multiplicarĂĄ las opciones de empleo para la ciudadanĂ­a porque habrĂĄ mĂĄs sectores que lideren el crecimiento futuro. Pero ademĂĄs, al tratarse de empresas de la nueva economĂ­a innovadora, sostenible e inclusiva, se generan empleos de calidad y un crecimiento con mayor cohesiĂłn social y mĂĄs calidad de vida para la sociedad. Los socialistas siempre hemos estado comprometidos con este tipo de empresas y hemos tratado de impulsarlas. En materia de fomento de las empresas de la EconomĂ­a Social, con la aprobaciĂłn de la Ley de EconomĂ­a Social en marzo de 2011, donde se estableciĂł un marco de reconocimiento y estabilidad a las actividades de estas empresas. En materia de fomento de las empresas de la EconomĂ­a Digital, con la puesta en marcha 8 !" _ 8 8 ` que impulsĂł algunos de los factores clave para el desarrollo de estas empresas como

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son Internet, el comercio electrĂłnico, los contenidos y servicios digitales o los nuevos modelos de relaciĂłn a travĂŠs de la Red. Finalmente, nuestro compromiso con las empresas de la llamada economĂ­a verde, estableciendo un rĂŠgimen de incentivos a las energĂ­as renovables.

c) Mejorar la calidad del tejido empresarial. !

$ privadas realizadas con un horizonte de sostenibilidad en el tiempo de los proyectos empresariales. El aumento de las inversiones en capital productivo es imprescindible; entre las que destacan las polĂ­ticas de I+D+i, educaciĂłn y energĂ­a, pero deben tambiĂŠn prestar mucha mĂĄs atenciĂłn a la elaboraciĂłn de planes sectoriales e industriales mĂĄs ambiciosos que busquen aumentar el tamaĂąo de las empresas y su presencia en el exterior. EspaĂąa necesita disponer de empresas sĂłlidas de tamaĂąo medio con capacidad de competir en buenas condiciones en el mercado internacional. Esta apuesta implica & "

& espaĂąoles, la desapariciĂłn de las barreras administrativas y una actitud mĂĄs cooperativa y una mejor organizaciĂłn del trabajo. AdemĂĄs la calidad del tejido empresarial empieza por las personas. Necesitamos que la formaciĂłn que reciben los jĂłvenes en todos los niveles y, en especial en la educaciĂłn superior y en las escuelas de negocio, se reformule. Todos formamos parte de una empresa, sea pĂşblica o privada, y debemos sentir que formamos parte de ella. La gestiĂłn empresarial, bajo el sistema econĂłmico actual, se ha deshumanizado. En las Ăşltimas dĂŠcadas se ha impuesto un modelo de negocio que solo pretende satisfacer los intereses de los accionistas y propietarios de las empresas. Los demĂĄs implicados en la actividad empresarial y en sus resultados, como los empleados o los

& para la obtenciĂłn de ganancias. Este modelo empresarial, ademĂĄs, se ha basado en un sistema de incentivos a sus directivos que promovĂ­an la obtenciĂłn de rendimientos cortoplacistas dejando de lado aspectos fundamentales como la sostenibilidad. { &

& empresa mĂĄs responsable, mĂĄs comprometida socialmente y mĂĄs transparente. Un modelo en el que las empresas sean aliadas de los objetivos de bienestar. Un modelo que impulse la progresiva implicaciĂłn de las empresas en un proyecto de sociedad justa, asĂ­ como una apuesta central por la excelencia y la competitividad en la globalizaciĂłn de nuestras empresas. Un modelo con una gestiĂłn mĂĄs horizontal, con mayor participaciĂłn & a los cambios del entorno, que ahora son muchos y muy intensos.

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Nuestras propuestas para apoyar la creaciĂłn de nuevos proyectos empresariales, el autoempleo y el crecimiento del amplio tejido de pymes existente son las siguientes:

Seguir consolidando los derechos que establece el Estatuto del Trabajo AutĂłnomo y continuar su desarrollo; Desarrollar el Estatuto de Joven Empresa Innovadora (JEI) previsto en la nueva Ley de la Ciencia, la TecnologĂ­a y la InnovaciĂłn; Estatuto del Emprendedor Rural. Desarrollar un marco

emprendedores en el ĂĄmbito rural que favorezca su asentamiento en el territorio; Establecer una cotizaciĂłn mĂĄxima de 50â‚Ź mensuales durante los seis primeros meses del proyecto empresarial para aquellos emprendedores menores de treinta y cinco aĂąos; Todas las empresas de menos de 50 trabajadores que contraten nuevos trabajadores desempleados ampliando el tamaĂąo de la plantilla y manteniĂŠndola durante el tiempo de & & extraordinaria y decreciente durante 3 aĂąos del 100% de las cotizaciones sociales el primer aĂąo, el 75% el segundo y el 50% el tercero; IncentivaciĂłn de la actividad empresarial garantizando el acceso de las mujeres al crĂŠdito;

femenina

Promover la integraciĂłn estratĂŠgica de pymes (alianzas, W ! trata de ganar el tamaĂąo necesario que se requiere para innovar e internacionalizar algunos sectores. Un buen punto de partida es fomentar el asociacionismo empresarial orientado a estos objetivos, lo que en gran medida es tambiĂŠn una regeneraciĂłn de las patronales empresariales, en muchos casos obsoletas en sus servicios y estructuras; X proximidad.

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

Para favorecer la internacionalizaciĂłn de nuestro tejido empresarial proponemos:

Crear un Portal de Oportunidades para la ExportaciĂłn y la InternacionalizaciĂłn (POEI). Las empresas ya exportadoras o internacionalizadas son agentes clave en el impulso de la actividad exportadora. Sus propias experiencias sirven 8 las agencias espaĂąolas ubicadas en paĂ­ses extranjeros son conocedoras de las nuevas tendencias y demandas en los diferentes mercados. La constituciĂłn de un portal pĂşblico en el que se informe de las diferentes oportunidades puede animar a las pymes a dar un paso decisivo hacia la internacionalizaciĂłn; Crear una Ventanilla Ăšnica de InversiĂłn (VUI) destinada

empresas espaĂąolas y los proyectos de implantaciĂłn de empresas extranjeras en el territorio espaĂąol. La VUI ofrecerĂĄ toda la informaciĂłn sobre los instrumentos y entidades de

nacionales como europeos, asĂ­ como asesoramiento para su utilizaciĂłn por parte de las empresas; Apoyar a las empresas exportadoras en la bĂşsqueda de nuevos mercados, principalmente los de mayor crecimiento como las economĂ­as emergentes, que son las que en la actualidad muestran un mayor dinamismo de su demanda y un mayor potencial de crecimiento econĂłmico en los prĂłximos aĂąos.

2.3. TRES ELEMENTOS CLAVE DE LA COMPETITIVIDAD. SegĂşn el ranking del Informe de Competitividad Global 2012-2013, publicado por el Foro EconĂłmico Mundial (World Economic Forum en inglĂŠs), los paĂ­ses del sur de Europa, EspaĂąa (n.Âş 36), Portugal (n.Âş 49), Italia (n.Âş 42) y, en especial, Grecia (n.Âş 96) siguen sufriendo de importantes debilidades competitivas en tĂŠrminos de &

#

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

de innovaciĂłn. En cambio, los paĂ­ses del norte de Europa han sabido consolidar sus

que comenzĂł en 2008. EspaĂąa debe recuperar la competitividad perdida en estos Ăşltimos aĂąos como palanca para impulsar el crecimiento y al mismo tiempo para poder enfrentarse a los retos de la globalizaciĂłn. Pero esta competitividad debe ser de la “buenaâ€?, la que supone producir mejores productos con mĂĄs innovaciĂłn y mĂĄs capital humano. Nuestro potencial de crecimiento ha de descansar sobre la mejora continuada de la competitividad de las empresas. Las palancas para mejorar la competitividad se encuentran en el interior de las empresas, en su entorno, en la especializaciĂłn productiva ! & mejoras y todas pueden y deben seguir contribuyendo a generar valor. Entre los elementos que promueven las mejoras de la competitividad se encuentran los siguientes: a) InnovaciĂłn: el motor del cambio. b) Mejora del entorno institucional y regulatorio

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a) InnovaciĂłn: el motor del cambio. La innovaciĂłn es un elemento clave que explica la competitividad. Porter (1990) se capacidad de su industria para innovar y mejorar y que las empresas consiguen ventajas competitivas mediante la innovaciĂłn. La innovaciĂłn (de procesos, organizativa y de productos o servicios) es un factor importante de competitividad. La innovaciĂłn de procesos aumenta la productividad de los factores de producciĂłn al aumentar esta y/o disminuir los costes; permite la > " &

& de los productos y la bĂşsqueda de una mayor productividad llega a ser una actividad constante. La innovaciĂłn de productos (o servicios) favorece la diferenciaciĂłn mediante productos competitivos y reduce la competencia por precios o costes. Mediante la innovaciĂłn se puede conseguir mĂĄs calidad y un rendimiento mĂĄs alto, un mejor servicio, tiempos de respuesta mĂĄs cortos, funcionalidades mĂĄs adecuadas y mayor

& @

los recursos humanos, junto con la capacidad de anticipar la demanda y las tendencias del mercado, son condiciones previas necesarias para asegurar el ĂŠxito de otros tipos de innovaciĂłn.

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

Las empresas que quieran ser competitivas se ven forzadas a innovar lo mĂĄs rĂĄpidamente posible ya que el ciclo de vida de los productos y de las tecnologĂ­as es cada dĂ­a mĂĄs corto y generaciones de tecnologĂ­as estĂĄn reemplazando con ĂŠxito a otras anteriores a un ritmo vertiginoso. Entrar en el mercado e introducir nuevos productos han llegado a ser factores decisivos de competitividad y la difusiĂłn de nuevas tĂŠcnicas, productos y servicios en el conjunto del tejido econĂłmico estĂĄ permitiendo conseguir el mĂĄximo & # La innovaciĂłn debe colocarse como una prioridad horizontal en todas las polĂ­ticas sectoriales y como un valor determinante en las actuaciones de las administraciones pĂşblicas. Para ello es necesario un liderazgo polĂ­tico que apueste por lograr un entorno

pĂşblico pero fomentando la implicaciĂłn del sector privado; por potenciar la innovaciĂłn desde la demanda de las administraciones pĂşblicas, mediante polĂ­ticas de compra pĂşblica y de regulaciĂłn sectorial; por poner en marcha actuaciones que faciliten que las empresas innovadoras internacionalicen sus actividades de I+D+i y su desarrollo de negocio, mejorando su competitividad global; por la cooperaciĂłn territorial entre administraciones y entidades pĂşblicas; y por la potenciaciĂłn de la incorporaciĂłn de mĂĄs talento innovador a las empresas. @

& y tĂŠcnico sea aprovechado por el conjunto de la sociedad y permita mejorar la competitividad de la economĂ­a espaĂąola y de sus empresas. Nuestras propuestas para mejorar la incorporaciĂłn de la I+D+i al tejido industrial pasan por una profunda reconversiĂłn de grandes ĂĄreas de actividad:

Reconducir los procesos de educaciĂłn y preparaciĂłn para la innovaciĂłn mediante la incorporaciĂłn curricular de la formaciĂłn de emprendedores e innovadores en la Universidad/Academia; PriorizaciĂłn en la formaciĂłn de emprendedores de base tecnolĂłgica en los temas y oportunidades que conlleven un mayor retorno en tĂŠrminos de valor aĂąadido y crecimiento econĂłmico: (1) EnergĂ­as renovables y gestiĂłn sostenible de los recursos naturales; (2) TIC; y (3) biomedicina y salud: optimizaciĂłn/generaciĂłn de recursos sanitarios, envejecimiento y dependencia; ~ y dotaciĂłn de clusters tecnolĂłgicos y Parques: Convertirlos en catalizadores de la actividad, promociĂłn de la asociaciĂłn

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

empresarial en base a oportunidades de negocio, generaciĂłn de criterios de mejora compartidos, adecuaciĂłn de las empresas al entorno socioeconĂłmico (I+D+i “ajustadaâ€? al ambiente); RedistribuciĂłn de los recursos pĂşblicos orientados a promover la I+D+i empresarial para que se concentren mayoritariamente en las pymes: mĂĄs recursos, menos avales y garantĂ­as; mĂĄs servicio, mĂĄs atenciĂłn personal y menos burocracia. Nuevas medidas de apoyo para la participaciĂłn de las pymes en los

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de impulso de la colaboraciĂłn entre universidades, organismos pĂşblicos de investigaciĂłn y sector productivo, con atenciĂłn especial a los mecanismos de transferencia de conocimiento; Generar una presencia permanente en Europa, lobbying accesible y gratuito que permita a las pymes tener acceso fĂĄcil ~ ` presupuestos comunitarios.

b) Mejora del entorno institucional y regulatorio. El diseĂąo de las instituciones es muy importante para el crecimiento de la economĂ­a,

] la erradicaciĂłn de la corrupciĂłn, la eliminaciĂłn de la economĂ­a sumergida y la lucha

H H& las relacionadas con las empresas y la I+D. TambiÊn es importante disponer de un marco regulador adecuado para el crecimiento, donde se intente seguir reduciendo la carga normativa a escala nacional y de la UE y avanzar en materia de normativa inteligente. Asimismo, un elemento clave en materia de competitividad es el grado de competencia en el mercado. Un elevado grado de competencia en el mercado de producto hace que los mårgenes empresariales por encima de la rentabilidad normal del capital tiendan a desaparecer. Esto eleva la participación de las rentas del trabajo en la renta y reduce los precios de los productos para toda la sociedad. La bajada del nivel general de precios implica un aumento del poder adquisitivo de los hogares y mejoras de competitividad, y, por tanto, incrementos de la demanda agregada, que, tarde o temprano, se traducirån en mås empleo. Ademås una mayor competencia incrementa el dinamismo empresarial —lo cual es fundamental para adaptarse a un entorno tan cambiante como el existente en la actualidad—, y las posibilidades de crecimiento de las empresas, que es el principal motor de creación de empleo en los países desarrollados.

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

Para aprovechar estos efectos positivos es preciso mejorar el entorno de competencia en que se desarrolla la actividad econĂłmica en EspaĂąa, ya que los indicadores globales sobre el grado de competencia en el mercado de producto sitĂşan a EspaĂąa en una posiciĂłn muy retrasada, la 62 de 144 paĂ­ses. EspaĂąa se sitĂşa por detrĂĄs de la media de los paĂ­ses desarrollados, de los paĂ­ses del ĂĄrea del euro y solo por encima de los paĂ­ses emergentes. AdemĂĄs en los Ăşltimos aĂąos EspaĂąa ha perdido posiciones en la

8 sectores las barreras a la competencia parecen ser mĂĄs elevadas que en el resto de paĂ­ses de nuestro entorno: servicios profesionales, comercio minorista, transporte por ferrocarril y correos. Para mejorar el entorno institucional y regulatorio en el que se desenvuelven las empresas, proponemos:

Establecimiento de un programa comĂşn de todas las administraciones que reduzca el ĂĄmbito de las actuaciones vinculadas con el establecimiento empresarial que estĂĄn sometidas a licencia o autorizaciĂłn previa; Poner en marcha un programa de reformas ambiciosas que dinamicen y mejoren la competencia efectiva en el mercado & & reduciendo los precios y aumentando la calidad; Flexibilizar el marco econĂłmico en el que operan las empresas para mejorar el funcionamiento de los mercados, desarrollando un buen Sistema de Defensa de la Competencia,

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estableciendo unas reglas del juego claras y transparentes; Reducir las cargas administrativas asociadas a la inversión extranjera directa y agilizar los procedimientos. Esto supone, incluso, coordinarse con la política de inmigración, de forma que se facilite tanto la atracción de emprendedores extranjeros como el establecimiento en Espaùa de altos ejecutivos de multinacionales; ‚

! habrĂ­a que dar libertad de acceso y ejercicio a los servicios profesionales; racionalizar la regulaciĂłn comercial, eliminando

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

EliminaciĂłn de las barreras administrativas al crecimiento. La existencia de regulaciones en mĂşltiples ĂĄmbitos (contable,

& W empresas grandes y pequeĂąas es un impedimento para el crecimiento empresarial. Por eso, habrĂ­a que eliminar esta diferenciaciĂłn por tamaĂąo de las empresas y sustituirla por la edad de las empresas, que es un criterio objetivo fuera del ĂĄmbito de decisiĂłn de la propia empresa. Es decir, solo deberĂ­a distinguirse entre empresas jĂłvenes y maduras y concentrar todos los apoyos pĂşblicos, reducciĂłn de cargas administrativas, etc. de que ahora disfrutan las empresas pequeĂąas en las empresas jĂłvenes.

@

& en dĂ­a el principal cuello de botella para la recuperaciĂłn. Tanto el sector privado (familias y empresas) como el pĂşblico se encuentran en un proceso de desapalancamiento que durarĂĄ varios aĂąos. Por ello, la economĂ­a espaĂąola deberĂĄ hacer convivir un proceso de reducciĂłn de su endeudamiento agregado con la apariciĂłn

para abordar tales proyectos. Una economĂ­a para que sea competitiva necesita disponer de la oportuna

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su proceso de saneamiento, pero sin castigar a los pequeĂąos ahorradores, sino & & & $

manera transparente. ! ] Crear un Fondo PĂşblico para la FinanciaciĂłn de las Empresas, el fomento del autoempleo y la iniciativa emprendedora, dotado con mĂĄs de 20.000 millones de euros en 2013. El objetivo es movilizar crĂŠdito para impulsar la reactivaciĂłn de la economĂ­a y el desarrollo de proyectos empresariales innovadores, # & < Crear una Agencia PĂşblica de CrĂŠdito para la InversiĂłn con capacidad y medios adecuados para canalizar nueva

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Una economĂ­a mĂĄs competitiva

de empleo, mediante la transformaciĂłn del ICO y otras entidades existentes; Establecer nuevos instrumentos para facilitar el crĂŠdito a

no bancaria, para las pequeĂąas y medianas empresas. En particular, se crearĂĄ un Mercado Alternativo de Renta Fija ƒ‚8XÂ…W &

#

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3. UNA ECONOMÍA MÁS SOSTENIBLE. Para los socialistas el cambio de modelo de crecimiento en los próximos años deberá estar guiado por una idea fundamental. Necesitamos lograr que España alcance un mayor nivel de sostenibilidad, en las tres dimensiones de este concepto: Sostenibilidad económica, para que las generaciones futuras tengan más activos que pasivos. Para alcanzarla, es necesario aumentar la renta per cápita, mejorar la productividad, seguir aumentando la calidad y la equidad de la educación y del sistema de formación profesional, fomentar la innovación

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

y generar un elevado volumen de empleo para niveles de

< Sostenibilidad social, para que las generaciones futuras tengan mĂĄs oportunidades que la generaciĂłn presente. Para ello hay que mejorar la distribuciĂłn de la renta, lograr una plena cobertura del sistema de dependencia, o fomentar la corresponsabilidad de la vida familiar y laboral y la racionalizaciĂłn de los horarios laborales; Sostenibilidad medioambiental, para que dejemos a las generaciones futuras un entorno natural igual o mejor que el actual. Debemos reducir las emisiones contaminantes, y y otros recursos naturales. La lucha contra el cambio climĂĄtico y la protecciĂłn del medioambiente abren, ademĂĄs, nuevas oportunidades de empleo en la economĂ­a espaĂąola.

Para los socialistas es prioritario recuperar la sostenibilidad ambiental como eje transversal en el modelo de desarrollo econĂłmico, teniendo como prioridades: La lucha contra el cambio climĂĄtico, la promociĂłn de un # en fuentes energĂŠticas locales y renovables; La conservaciĂłn y puesta en valor de nuestra biodiversidad y de modelos sostenibles de agricultura; @

el uso de todos los recursos naturales; $

medio natural (aguas, montes, bosques, playas‌), evitando su privatización y mercantilización. Para que la economía funcione necesitamos un medio ambiente y unos recursos naturales que permanezcan en el tiempo porque su agotamiento conduce irremediablemente a la crisis. La sociedad y la economía espaùola solo podrån salir de la grave crisis actual incorporando plenamente criterios de sostenibilidad, es decir, de durabilidad, de equilibrio social, económico y ambiental.

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

Los socialistas queremos incorporar decididamente en nuestras propuestas un enfoque de sostenibilidad que garantice un progreso duradero y equitativo, dentro y fuera de nuestras fronteras. Se trata de fortalecer la necesaria responsabilidad de todos y todas, haciĂŠndonos mĂĄs conscientes de los efectos (econĂłmicos, sociales y ambientales) de su propio comportamiento, como empresarios, como consumidores, y como responsables pĂşblicos. Podemos crear mĂĄs y mejor empleo, contaminando menos y haciendo un uso mĂĄs responsable de los recursos. Cada vez mĂĄs, disponemos de respuestas tecnolĂłgicas que nos permiten consolidar el liderazgo internacional de los investigadores y de las empresas espaĂąolas en sectores muy dinĂĄmicos, ligados a la lucha contra el cambio climĂĄtico y al cambio urgente en el modelo energĂŠtico. En materia de sostenibilidad, hay varias ĂĄreas de actuaciĂłn que pueden contribuir notablemente a mejorar nuestra economĂ­a, porque a la vez que se corrigen problemas se abren nuevas oportunidades de creaciĂłn de empleo.

3.1. LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMà TICO. Espaùa es un país muy vulnerable a los efectos del cambio climåtico, cuyos principales problemas ambientales se verån agravados en el futuro. Los efectos del cambio climåtico se harån sentir sobre el medio natural y sus recursos, y tambiÊn sobre la salud humana. ‡

evaluar su magnitud y direcciĂłn y conocer mejor los efectos del cambio climĂĄtico, contribuyendo de forma adecuada al seguimiento a escala global del clima. Pero el cambio climĂĄtico es tambiĂŠn uno de los motores de transformaciĂłn de los modelos econĂłmicos y productivos, capaz de generar nuevos ĂĄmbitos de actividad compatibles con la sostenibilidad econĂłmica, social y ambiental, por lo que resulta imprescindible

consideraciones de medio y largo plazo.

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

3.2. BIODIVERSIDAD Y PROTECCIĂ“N DEL LITORAL. EspaĂąa es uno de los paĂ­ses con mayor biodiversidad de Europa. Sin embargo, cada aĂąo acumulamos mĂĄs deuda ecolĂłgica, consumiendo y derrochando nuestro capital natural, &

para siempre las cargas y costes de su reparación o pÊrdida. ‡

ˆ & ! & integrar el valor del capital natural en la transversalidad de todas nuestras polĂ­ticas. Introducir la biodiversidad como componente de las grandes polĂ­ticas sectoriales, desde el punto de vista econĂłmico, no solo es conveniente sino que es necesario. De hecho, esta es una de las condiciones para que los sectores agrario y pesquero sigan recibiendo fondos europeos. @ ˆ !

& pequeùas explotaciones agrarias, muchas de ellas en espacios Red Natura, las que & {8‰

& comunidad su preservaciĂłn y custodia. Nuestro proyecto polĂ­tico hacia el futuro para el medio rural nos lleva a reivindicar hoy con mayor fuerza si cabe, el espĂ­ritu y los objetivos de la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural que aprobamos en 2007. Actualmente devaluada y arrinconada por el PP. Una ley elaborada por la gente del medio rural para impulsar un modelo de desarrollo que debe poner en valor la capacidad de generar empleo en el propio medio, como principal instrumento para revertir el fenĂłmeno del despoblamiento que desertiza nuestros campos. EspaĂąa cuenta con un rico litoral que sufre grandes presiones que debemos corregir. TambiĂŠn la costa espaĂąola es muy vulnerable frente a riesgos cada vez mĂĄs frecuentes en el tiempo y de mayor intensidad (inundaciones, erosiĂłn, vertidos de hidrocarburos, etc.) como consecuencia del cambio climĂĄtico; las zonas mĂĄs susceptibles de verse afectadas cuentan con una altĂ­sima densidad de poblaciĂłn, infraestructuras y actividad turĂ­stica, lo cual eleva de forma considerable los posibles impactos.

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

3.3. DESARROLLO RURAL, AGRICULTURA Y PESCA. El medio rural supone en nuestro paĂ­s el 90% del territorio y el 35% de la poblaciĂłn, y sustenta en buena medida un sector agroalimentario que genera mĂĄs de un 1,2 millones de empleos. A su vez, acoge el conjunto de patrimonio de biodiversidad mĂĄs rico de toda la UniĂłn Europea, y se constituye como un yacimiento de recursos naturales renovables imprescindibles para garantizar el desarrollo sostenible de nuestra sociedad. El mundo rural, asĂ­ como las actividades agrĂ­colas y pesqueras, se enfrentan a los nuevos retos de la globalizaciĂłn, que dan una nueva dimensiĂłn a algunos problemas ya conocidos y a otros que irrumpen por primera vez en el escenario internacional. Los riesgos globales se cruzan con los problemas locales, y las necesidades como paĂ­s se solapan con las de la UE y sus relaciones estratĂŠgicas con otros paĂ­ses y regiones. !

& respuestas y las estrategias para gestionarlas. El empleo es sin duda nuestra prioridad de acciĂłn para los prĂłximos aĂąos, pero un empleo de calidad, superador de la tradicional masculinizaciĂłn de las estructuras de propiedad y producciĂłn, estable y exento de las amenazas cada vez mĂĄs acentuadas de la deslocalizaciĂłn. La agricultura y la pesca son de una importancia decisiva en nuestro sistema productivo, no solo por el empleo y la riqueza que generan, sino porque estructuran el territorio, & & primas imprescindibles para la seguridad alimentaria de nuestro paĂ­s. AsĂ­, en un emergente escenario global de nuevas necesidades alimentarias, los paĂ­ses deben poner en marcha estrategias que anulen los riesgos que implican la dependencia de terceros en algo que afecta a las necesidades mĂĄs bĂĄsicas de la poblaciĂłn. Los socialistas { 8 ComĂşn en la que EspaĂąa mantenga la participaciĂłn en la asignaciĂłn presupuestaria que ha venido consolidando en las sucesivas agendas europeas impulsadas hasta hoy.

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

3.4. MAYOR EFICIENCIA EN EL USO DE LOS RECURSOS. En todas nuestras decisiones, tanto de producciĂłn como de consumo, deberĂ­amos & " recursos. Por un lado, esto implica transformar los procesos productivos, para lograr que el uso de la energĂ­a, el agua, los materiales, etc. se reduzca a las mĂ­nimas cantidades

$

& optimicen para evitar la utilizaciĂłn de determinados materiales y para contribuir a reducir las cantidades de residuos. @

& # # racional de los bienes materiales y su adecuaciĂłn a las necesidades reales, debe ser uno de nuestros instrumentos para lograr una mayor sostenibilidad. Para ello, hay que fomentar el aprovechamiento de los bienes, evitar comportamientos de “usar y tirarâ€?, que no tienen en cuenta los costes medioambientales de la fabricaciĂłn de los productos, y optimizar el tratamiento de los residuos generados en todos los procesos de producciĂłn y consumo. El agua constituye uno de los recursos naturales escasos mĂĄs importantes para EspaĂąa. Por ello, resulta crucial que una de las principales polĂ­ticas en materia de uso

& & del recurso agua y su utilizaciĂłn racional. Entre 2004-2011, el gobierno socialista llevĂł a cabo importantes mejoras en la gestiĂłn pĂşblica del agua, asĂ­ como ingentes inversiones pĂşblicas en la modernizaciĂłn de regadĂ­os, en la construcciĂłn de plantas de desalaciĂłn, de depuraciĂłn y de reutilizaciĂłn, asĂ­ como otras infraestructuras, que en la anterior legislatura permitieron superar una de las sequĂ­as mĂĄs graves sufridas en EspaĂąa sin ninguna interrupciĂłn en el suministro de agua potable para abastecimiento.

3.5. ENERGĂ?A. En el ĂĄmbito energĂŠtico, venĂ­amos reduciendo de manera importante nuestras emisiones desde 2004, rompiendo la tendencia creciente de los aĂąos anteriores. Ello fue posible #

Ăşltimos cuatro aĂąos previos al 2011 del 15% en nuestro consumo energĂŠtico por unidad de PIB, la mayor de la serie histĂłrica, y al fuerte crecimiento de nuestra producciĂłn

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

elĂŠctrica renovable que se duplicĂł entre 2005 y 2010, uno de los mayores incrementos de la UE en ese periodo. Pero seguĂ­amos teniendo retos que afrontar y ahora la ComisiĂłn Europea nos alerta sobre una serie de decisiones equivocadas en tĂŠrminos de convergencia que el Gobierno ha venido adoptando en este Ăşltimo aĂąo, y que implican un notable retroceso que pone en riesgo compromisos adquiridos de cara a los objetivos 2020. EspaĂąa cuenta con un consumo energĂŠtico todavĂ­a muy por encima de la media europea y un modelo de suministro energĂŠtico altamente dependiente de los combustibles fĂłsiles que llegan desde el exterior. La ecuaciĂłn costes-preciostarifas viene sufriendo constantes distorsiones desde hace tiempo provocando, a la # creciente. El compromiso de garantizar el acceso en condiciones de equidad a un

para atender tanto a los consumidores mĂĄs vulnerables como a las necesidades de suministro extrapeninsular. Promover la creaciĂłn de un tejido industrial competitivo en la llamada economĂ­a verde con importante potencial de exportaciĂłn, internacionalizaciĂłn y creaciĂłn de empleo, es, tambiĂŠn, un compromiso ineludible. Como lo es, igualmente, disminuir la presencia de energĂ­as con un potencial de riesgo que, aunque sea de previsiĂłn extraordinaria, ha conocido ya, fuera de nuestras fronteras, ejemplos destructivos de un alcance universal. Por todo ello, proponemos:

En materia de lucha contra el cambio climĂĄtico y mitigaciĂłn de sus efectos: Una Ley de Cambio ClimĂĄtico, que permita dar carta de naturaleza a un compromiso estratĂŠgico ineludible con polĂ­ticas de Estado para la mitigaciĂłn y adaptaciĂłn.

En materia de medio marino y costas: Retirar el proyecto de reforma de la Ley de costas en tramitaciĂłn parlamentaria, dado que su aprobaciĂłn en los tĂŠrminos que el Gobierno propone supondrĂ­a en la prĂĄctica una reforma constitucional encubierta, al acometer un proceso de desamortizaciĂłn de todo el patrimonio pĂşblico de suelo litoral, un suelo de altĂ­simo valor estratĂŠgico que

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

& como consecuencia de las dinĂĄmicas especulativas que se desencadenarĂ­an con la reforma.

En materia de biodiversidad: Consolidar los objetivos europeos de preservaciĂłn de la biodiversidad, asumiendo que la seguridad ambiental ha de ser tambiĂŠn una polĂ­tica de Estado, razĂłn por la cual no es posible admitir como opciĂłn polĂ­tica la privatizaciĂłn de espacios protegidos, la desamortizaciĂłn de montes pĂşblicos o el abandono del patrimonio forestal.

En materia de agua: EspaĂąa necesita una polĂ­tica que no cuestione que el agua es un bien natural pĂşblico, y eso se ha puesto en cuestiĂłn en la reforma de la Ley de Aguas que da carta de naturaleza al mercado privado de los derechos concesionales. Estamos ante un recurso escaso pero imprescindible para el desarrollo del paĂ­s, y por eso el Estado ha de ser el garante de una correcta gestiĂłn que tenga en cuenta un equilibrio que la Directiva Marco del Agua consagra en tĂŠrminos de jerarquĂ­a. El ciclo del &

punto de partida para el aseguramiento del suministro a la &

lĂ­mites de los usos econĂłmicos.

En materia de energĂ­a: Impulsar un Pacto de Estado de la EnergĂ­a a partir del diĂĄlogo de todas las fuerzas polĂ­ticas y los representantes de la sociedad civil, para dotar a la polĂ­tica energĂŠtica de una estabilidad mayor de la que ha tenido en los Ăşltimos aĂąos. Las actuaciones en infraestructuras energĂŠticas de generaciĂłn, transporte y distribuciĂłn son intensivas en capital y son decisiones a medio y largo plazo que requieren de una estabilidad que va mĂĄs allĂĄ de la duraciĂłn de una legislatura. Disponer de un Pacto de

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

Estado de la EnergĂ­a es necesario para dar continuidad a las decisiones mĂĄs estratĂŠgicas y separar el desarrollo del sector con independencia de los Partidos que forme Gobierno; DiseĂąar una reforma gradual y profunda del mercado elĂŠctrico,

de nuestro potencial en energĂ­as renovables, reduciendo nuestra dependencia exterior. Esta reforma deberĂĄ reducir el # # &

mĂĄximo la innovaciĂłn, que permitirĂĄ reducir progresivamente el coste de las energĂ­as renovables; Establecer un rĂŠgimen estable de apoyo a las energĂ­as renovables que incentive la innovaciĂłn y permita la consolidaciĂłn de aquellas energĂ­as todavĂ­a en fase de desarrollo; Potenciar las interconexiones elĂŠctricas y la generaciĂłn &

&

La modernizaciĂłn de nuestro sistema energĂŠtico constituye tambiĂŠn una oportunidad para descentralizar la producciĂłn de electricidad, y pasar del modelo actual de control casi exclusivo por parte de unas pocas grandes empresas, a un modelo mĂĄs socializado de generaciĂłn distribuida, en el que la producciĂłn de electricidad amplĂ­e sus posibilidades de generaciĂłn (centrales grandes, medianas, y pequeĂąas, o autogeneraciĂłn). El cambio de modelo energĂŠtico tambiĂŠn abre oportunidades para renovar nuestro

# # y otras medidas que contribuyan a reducir el consumo, al tiempo que las habiliten como puntos de generaciĂłn, lo cual puede dinamizar notablemente el sector de TambiĂŠn es imprescindible impulsar cambios sustanciales en nuestros patrones de movilidad, basados actualmente en un uso intensivo del automĂłvil privado, tanto para los desplazamientos interurbanos de media y larga distancia como en nuestra movilidad urbana diaria, convirtiĂŠndose en el gran sumidero de energĂ­a que lastra nuestra balanza comercial, que inhabilita nuestra capacidad de reducciĂłn de emisiones, y que condiciona H&

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Una economĂ­a mĂĄs sostenible

La apuesta por las energĂ­as limpias, seguras y sostenibles es para los socialistas una prioridad, ya que somos conscientes de la imperiosa necesidad que nuestro paĂ­s tiene de disponer de un nuevo modelo energĂŠtico que nos libere de la dependencia del exterior, por eso la energĂ­a nuclear no es una alternativa de futuro. No lo es por las razones de seguridad que de Fukushima evidenciĂł, tampoco por razones de competitividad en tĂŠrminos econĂłmicos, pero no puede obviar el factor estratĂŠgico que obliga a hacer una #

! compromiso de no prorrogar la vida Ăştil de las centrales nucleares mĂĄs allĂĄ de los 40 aĂąos para los que fueron diseĂąadas, lo que implicarĂĄ el cierre del Ăşltimo reactor en el aĂąo 2028.

Nuestras propuestas en materia de cambio de modelo energĂŠtico son las siguientes: Avanzar de forma decidida hacia un modelo energĂŠtico econĂłmica, social y medioambientalmente mĂĄs sostenible, diseĂąado considerando especialmente la perspectiva de la demanda y no tanto la de la oferta que ha venido primando, basĂĄndose en la maximizaciĂłn del uso de las fuentes energĂŠticas autĂłctonas, y en el fomento del ahorro y de un uso

energĂŠticas disponibles; Aprobar un nuevo marco normativo para el sector energĂŠtico que restituya cuanto antes la seguridad jurĂ­dica y que incorpore en tĂŠrminos de normalidad en el sistema la generaciĂłn distribuida y el autoconsumo energĂŠtico.

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4. SITUAR EL EMPLEO EN EL CENTRO DE LA POLÍTICA ECONÓMICA. 37


Situar el empleo en el centro de la polĂ­tica econĂłmica

La crisis de empleo que vive nuestro paĂ­s y el conjunto de la UniĂłn Europea requiere, tal como recomienda la OrganizaciĂłn Internacional del Trabajo, situar la creaciĂłn de empleo y la lucha contra el desempleo en el principal objetivo de la polĂ­tica econĂłmica y objeto de un gran acuerdo nacional. Esta tarea es urgente, no puede esperar ni un dĂ­a, y ademĂĄs es una tarea que no puede hacer solo un Gobierno o un partido polĂ­tico, es una tarea de todos, porque son tareas compartidas y necesitan respuestas compartidas tanto de los partidos polĂ­ticos como de los agentes sociales. En EspaĂąa la evoluciĂłn y situaciĂłn del mercado de trabajo estĂĄ muy condicionada por la situaciĂłn econĂłmica, algo que no ocurre necesariamente en otros paĂ­ses. La relaciĂłn entre crecimiento y empleo experimentada en 2012 es la mĂĄs negativa de toda la crisis, empeorando incluso los datos de 2009 (en dicho aĂąo, por cada punto de caĂ­da del PIB el empleo descendiĂł en alrededor de 2 puntos, mientras que en 2012 el empleo descendiĂł en mĂĄs de tres puntos). Una intensa destrucciĂłn de empleo que ha situado el paro en niveles cercanos a los 6 millones de personas, lo que indica la situaciĂłn crĂ­tica en la que se encuentra hoy nuestro mercado laboral. Una situaciĂłn que exige actuar, ya que no podemos esperar tranquilamente a que el crecimiento econĂłmico traiga de la mano, en un futuro lejano e incierto, el crecimiento del empleo (los/as analistas sitĂşan actualmente el umbral de creaciĂłn del empleo en un crecimiento de cerca del 3 por ciento del PIB). Necesitamos medidas de choque que estimulen la creaciĂłn de empleo a corto plazo. Pero al mismo tiempo necesitamos una polĂ­tica econĂłmica que impulse el crecimiento y el cambio de modelo productivo o no habrĂĄ variaciones sustanciales en nuestras pueda crearse. La mejor polĂ­tica de empleo es una buena polĂ­tica de crecimiento econĂłmico. Del mismo modo que la mejor polĂ­tica de estabilidad en el empleo es una buena polĂ­tica de educaciĂłn, formaciĂłn y generaciĂłn de actividades econĂłmicas con alto valor aĂąadido. En nuestra Propuesta para un Acuerdo PolĂ­tico y Social frente al Desempleo Masivo recogimos un conjunto de propuestas para estimular el empleo a corto plazo, en particular:

`

Comunidades AutĂłnomas que tengan una tasa de desempleo superior al 30 por ciento, mediante acuerdos bilaterales entre el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y la correspondiente Comunidad AutĂłnoma; Comprometer a todas las Administraciones PĂşblicas a destinar un 2 por ciento de su presupuesto a dotar un fondo de

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polĂ­ticas de empleo con el que crear empleos de interĂŠs social para personas en situaciĂłn de desempleo de larga duraciĂłn, especialmente mayores de 45 Ăł 50 aĂąos. Este compromiso serĂĄ efectivo hasta que la tasa de paro no descienda por debajo del 15 por ciento; Poner en marcha un Plan de Rescate para JĂłvenes. La elevadĂ­sima tasa de paro de jĂłvenes menores de 25 aĂąos, que supera el 55%, es una de las realidades mĂĄs dramĂĄticas y alarmantes de nuestro mercado de trabajo. Es urgente movilizar a toda la sociedad y tomar medidas decididas para dar una respuesta a una generaciĂłn entera, que siente la amenaza de quedar excluida del porvenir. Es el momento,

&

al grupo de desempleados/as menores de 20 aĂąos, que den prioridad a la educaciĂłn antes que al empleo. TambiĂŠn es

&

la escuela al puesto de trabajo, lo que incluye una orientaciĂłn profesional temprana dentro de la educaciĂłn obligatoria y la puesta en marcha de un Programa de GarantĂ­a para JĂłvenes; La urgente puesta en marcha de un Plan de Empleo para

las mujeres que pertenezcan a aquellos sectores de edad y situaciĂłn econĂłmica mĂĄs desprotegida, incluyendo medidas para que la aplicaciĂłn de los planes de igualdad de gĂŠnero en las empresas se evalĂşen sistemĂĄticamente; asĂ­ como que incluya medidas destinadas a eliminar la desigualdad salarial.

4.1. UNA AUTÉNTICA POL�TICA DE RENTAS. UN PACTO SOCIAL Y POL�TICO CONTRA EL DESEMPLEO MASIVO. La estrategia de política económica no puede basarse en una devaluación interna de salarios sin orden ni concierto. Sin negociación y sin diålogo, mientras se destruyen buena parte de los pilares que sostienen el Estado de Bienestar. Frente a ella debemos

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defender una salida de la crisis, basada en un gran pacto social que apunte hacia un nuevo modelo productivo y construido sobre un renovado consenso social. Lo que defendemos no es un simple retorno a las polĂ­ticas de demanda sino un nuevo

& ƒ W ƒ salario, inversiĂłn), que rompa con la lĂłgica de las devaluaciones competitivas cimentadas en exclusiva sobre la pĂŠrdida de poder adquisitivo del trabajo. Cuando se sitĂşa el centro de la competitividad en el mercado laboral, y esencialmente en los costes laborales, en muchas ocasiones se descuidan otros que resultan esenciales en el poder de compra y la capacidad competitiva. Este es el caso de los costes de intermediaciĂłn en determinados mercados (distribuciĂłn alimentaria, por ejemplo), de los costes energĂŠticos de la producciĂłn, de los costes de transporte, o de los costes de acceso a la vivienda. Todos estos factores tambiĂŠn determinan la competitividad empresarial de nuestro paĂ­s, aunque no siempre se incide sobre el funcionamiento de estos mercados en la misma forma en que se predica para el funcionamiento del mercado de trabajo y la evoluciĂłn de los costes laborales. $ Acuerdos de NegociaciĂłn Colectiva desarrollados en EspaĂąa desde 2002 entre las organizaciones sindicales y empresariales. En ellos se han consensuado criterios de actualizaciĂłn salarial comunes para todos estos aĂąos, ademĂĄs de otros elementos de las relaciones & & > & en las empresas. En particular, resulta especialmente valioso el II Acuerdo para el Empleo y la NegociaciĂłn Colectiva, acordado en enero de 2012 para el trienio 2012-2014, y en el que se recoge un importante esfuerzo de moderaciĂłn salarial, que asume de entrada importantes pĂŠrdidas de poder adquisitivo, a la vez que propone una moderaciĂłn paralela de las rentas empresariales, inversiones en favor del empleo con los excedentes generados, y un mayor compromiso de las Administraciones PĂşblicas en la contenciĂłn de precios. Sin embargo, esta iniciativa fruto del diĂĄlogo social, un valor imprescindible cuando se trata de construir una salida democrĂĄtica a una situaciĂłn de emergencia como la actual, ha sido dilapidada en buena medida por el comportamiento indisciplinado de las empresas en tĂŠrminos agregados y de los poderes pĂşblicos, que &

$ & # J & { Popular, que con la imposiciĂłn de su reforma laboral dinamitĂł el propio contenido del 8 La polĂ­tica de rentas y precios, aplicada de forma consistente, puede desempeĂąar un papel importante tanto en la recuperaciĂłn del crecimiento econĂłmico como en su transmisiĂłn a la creaciĂłn de empleo. Hoy, es posible plantear un comportamiento de precios y salarios nominales tan moderado que prĂĄcticamente mantenga la estabilidad, o un crecimiento cercano a cero, de costes y precios. Lo que, dado un

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determinado crecimiento de la productividad, serĂ­a compatible con un ligero aumento del poder adquisitivo (crecimiento de los salarios reales) y una mejora del consumo de las familias. Por otro lado, los costes unitarios de producciĂłn de las empresas podrĂ­an estar prĂłximos a cero en tĂŠrminos nominales y ser negativos en tĂŠrminos reales, lo que supondrĂ­a un impulso necesario para la competitividad de la economĂ­a, apoyando de esta forma el crecimiento de las exportaciones, asĂ­ como la venta en el mercado domĂŠstico de los productos de fabricaciĂłn nacional, lo que limitarĂ­a el crecimiento de las importaciones. Un saldo positivo del sector exterior es, por lo tanto, un elemento esencial para generar un proceso de crecimiento que sea sostenible en el tiempo. De otra forma no se

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econĂłmico que es nuestro objetivo primordial. AsĂ­ pues, una adecuada polĂ­tica de rentas y precios, ambiciosa y robustamente instrumentada, puede impulsar tanto la demanda externa, por la vĂ­a de la competitividad, como la interna, por la vĂ­a del consumo de las familias. Pero ademĂĄs, esa polĂ­tica puede favorecer no solo el crecimiento sino tambiĂŠn la intensidad de la creaciĂłn de empleo. La moderaciĂłn en el crecimiento de los salarios coadyuva, a su vez, al incremento del

& $ &

inversiĂłn y un mayor aumento del empleo. En suma, la polĂ­tica de rentas y precios constituye en las actuales circunstancias uno de los mejores instrumentos para lograr los objetivos deseados: creaciĂłn de empleo mediante un crecimiento econĂłmico con superĂĄvit exterior y desapalanca Para ello, el reto es poder contar con una polĂ­tica de rentas que tome en consideraciĂłn una adecuada evoluciĂłn conjunta de las tres variables mencionadas: salarios, precios y & !

poco sostenible a medio plazo. Resulta elemental comprender que no es fĂĄcilmente aceptable que los salarios nominales apenas registren crecimientos mientras que los precios mantengan $ & empresariales, su carĂĄcter de renta diferencial hace difĂ­cil en condiciones generales &

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mecanismos para desincentivar el reparto de los mismos y permitir mejorar la Consecuentemente, la polĂ­tica de rentas y precios ha de ser global y equilibrada o no serĂĄ. La experiencia nos dice que en muchos casos estas polĂ­ticas han fracasado o no han obtenido todos los resultados esperados debido a que, en Ăşltimo tĂŠrmino, solo han

&

$ incluso causar efectos contrarios a los esperados. Frente a un proceso de devaluaciĂłn salarial unilateral, desordenado y no compartido, la propuesta de los socialistas debe ser sustituir este proceso por un autĂŠntico pacto de rentas. Un pacto global de rentas negociado por sindicatos y organizaciones empresariales a travĂŠs de un gran acuerdo nacional. Para ello serĂĄ preciso actuar conjuntamente en las siguientes direcciones:

El diseĂąo de una estrategia fuerte de estĂ­mulo a la polĂ­tica de reparto del trabajo mediante una polĂ­tica de fomento de medidas para la suspensiĂłn y reducciĂłn de jornada en las empresas con apoyos pĂşblicos para la reducciĂłn efectiva de los costes laborales a cargo de las empresas que renuncien al uso del despido; Una estrategia de reducciĂłn de los costes reales por persona mediante el establecimiento de una polĂ­tica de moderaciĂłn salarial apoyada en la reducciĂłn selectiva de cotizaciones sociales para las empresas que renuncien a la utilizaciĂłn del despido y aumenten el nivel medio de empleo; ˆ & empresas que participen en este proceso de contenciĂłn de rentas y creaciĂłn de empleo. Una Agencia Financiera PĂşblica deberĂ­a crear lĂ­neas de crĂŠdito preconcedidas para aliviar las

en esta estrategia; ! &

& & distribuidos, de modo que contribuyan al control de la > & salariales por encima de determinado nivel de los directivos/

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as, y estableciendo medidas para la reinversiĂłn productiva de & de empleo (a introducir tambiĂŠn en la negociaciĂłn colectiva).

El Gobierno debe tener tambiĂŠn una participaciĂłn activa en este pacto, de diversas formas:

Adoptando un amplio conjunto de medidas, entre ellas las seguimiento de sus resultados, que permitan asegurar la menor variaciĂłn posible de los incrementos de los precios; J & & de las empresas, al tiempo que se favorezca la reinversiĂłn de los mismos, con especial atenciĂłn a la inversiĂłn en I+D+i; Ejerciendo la labor de dinamizador necesario del pacto (lo que precisa de su implicaciĂłn directa, como facilitador de la informaciĂłn y los instrumentos que sindicatos y organizaciones empresariales, verdaderos protagonistas de la negociaciĂłn, necesiten para alcanzar consensos); ! &

continua el cumplimiento de los diferentes compromisos del pacto (vigilancia que podrĂ­a realizarse a travĂŠs de una comisiĂłn ad hoc de composiciĂłn tripartita), y darles transparencia y publicidad, elementos esenciales para legitimar el pacto

< ComprometiĂŠndose a mantener las polĂ­ticas sociales: la sanidad y la educaciĂłn pĂşblicas, universales y de calidad, ademĂĄs de seĂąas de identidad de nuestro Estado del Bienestar, que los socialistas siempre hemos defendido, constituyen una importantĂ­sima fuente de renta indirecta para el conjunto de la ciudadanĂ­a a garantizar en el ĂĄmbito del funcionamiento del pacto; Manteniendo las polĂ­ticas de atenciĂłn a las personas en situaciĂłn de dependencia y el apoyo a quienes estĂĄn en la pobreza con polĂ­ticas de inclusiĂłn adecuadas;

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Impulsando una polĂ­tica de vivienda que la haga mĂĄs accesible, en especial para las rentas mĂĄs bajas; Estableciendo en este perĂ­odo un control efectivo de los precios de los bienes y servicios sobre los que tiene competencia directa y que repercuten de forma mĂĄs visible sobre la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas (energĂ­a, transporte, alimentos bĂĄsicos, etc.); ` & &

< Acometiendo de inmediato las reformas regulatorias precisas en los sectores que muestran una evidente falta de competencia o una prĂĄctica muy imperfecta de la misma (carburantes, intermediaciĂłn alimentaria, energĂ­a, etc.) y promoviendo direc-tamente la moderaciĂłn de los precios y mĂĄrgenes en estos y en otros sectores con estructuras oligopĂłlicas; Promoviendo una mayor transparencia de las estructuras de precios de aquellos sectores que muestren un comportamiento ajeno a esta moderaciĂłn solidaria, evitando comportamientos abusivos en estos mercados y elevando las sanciones.

AdemĂĄs, el Gobierno de EspaĂąa debe implicar a las Comunidades AutĂłnomas en este pacto, en la medida en que algunas polĂ­ticas esenciales son de competencia autonĂłmica (sanidad, educaciĂłn), asĂ­ como algunos impuestos, tasas y precios pĂşblicos.

4.2. POLĂ?TICAS DE EMPLEO. En un paĂ­s con casi 6 millones de personas en situaciĂłn de desempleo debemos establecer tambiĂŠn un nuevo contrato social con las personas que han perdido o que buscan un empleo. Un contrato basado en la solidaridad y en la responsabilidad, que "

de los demandantes en la bĂşsqueda de empleo y mejora de su empleabilidad.

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Para empezar, y en lĂ­nea con las medidas que hemos incluido en nuestra Propuesta para un Acuerdo PolĂ­tico y Social frente al desempleo masivo, el Programa PREPARA debe volver a su fĂłrmula inicial e incluir, durante los prĂłximos 3 aĂąos, a personas en & # & permanecido desempleadas durante mĂĄs de 6 meses. Es la Ăşnica manera que tenemos como sociedad de garantizar la justicia de la transiciĂłn entre el viejo modelo productivo basado en la burbuja inmobiliaria y el nuevo modelo que aspiramos a poner en marcha. TambiĂŠn es necesario reactivar las polĂ­ticas activas. La falta de relaciĂłn entre polĂ­ticas activas y protecciĂłn por desempleo es, junto con la escasez y mal reparto de los fondos en polĂ­ticas de mercado de trabajo (un porcentaje & & de los servicios pĂşblicos de empleo), uno de los problemas estructurales de nuestro 8 & en el que la competencia en materia de polĂ­ticas activas de empleo corresponde a las Comunidades AutĂłnomas mientras que la gestiĂłn de las prestaciones por desempleo & & & relaciĂłn de complementariedad entre ambas. La reforma de las polĂ­ticas activas de empleo de febrero de 2011 y la Estrategia EspaĂąola de Empleo aprobada en octubre de ese aĂąo habĂ­an dado pasos en la necesaria territorializaciĂłn de estas polĂ­ticas, de forma que su diseĂąo se adaptara con mayor precisiĂłn a las caracterĂ­sticas y necesidades de las situaciones de desempleo y de expectativas de crecimiento sectorial de cada Comunidad AutĂłnoma. Por el contrario, & Z[\Z

tratamiento de las personas en situaciĂłn de desempleo. Hay, asĂ­, que volver a descentralizar el diseĂąo de las polĂ­ticas activas de empleo, y pensar en la posibilidad de hacer tambiĂŠn algo semejante con la gestiĂłn de la prestaciĂłn por desempleo, de manera que estando localizadas en el mismo ĂĄmbito de competencia, puedan tener una relaciĂłn entre ambas mĂĄs estrecha y comportarse como si fueran vasos comunicantes. Una utilizaciĂłn intensiva y temprana de las polĂ­ticas activas puede acortar la duraciĂłn de las situaciones de desempleo y reducir, asĂ­, el gasto en polĂ­ticas pasivas. De este modo,

& $

importante para la actuaciĂłn de los servicios pĂşblicos de empleo. Las polĂ­ticas activas de empleo han sido fundamentales para la incorporaciĂłn de las mujeres al empleo, durante las Ăşltimas dĂŠcadas hemos comprobado cĂłmo la tasa de

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actividad femenina no ha parado de crecer: en el aĂąo 80 era de 28 puntos, en el 90 se sitĂşa en los 34, a principios del 2000 alcanza los 41 y diez aĂąos despuĂŠs, en el 2010 llega a mĂĄs de 52 puntos. Se calcula que la plena incorporaciĂłn de las mujeres al mercado laboral, igualando con su participaciĂłn las tasas de empleo de los hombres supondrĂ­a un 19% de aumento del PIB espaĂąol, es un mensaje claro que los y las socialistas tenemos interiorizado: no podemos dejar pasar la mitad de las potencialidades de este paĂ­s, no podemos desaprovechar la mitad del talento.

a) MĂĄs activaciĂłn. Debemos conseguir que los demandantes de empleo, en particular los perceptores de prestaciones, asuman de forma temprana y responsable una bĂşsqueda activa de empleo. Todas las personas que acceden a una prestaciĂłn deberĂ­an contar

aseguradas en un programa de garantĂ­as similar al que proponemos para jĂłvenes. Se trata de plantear desde el primer momento el principio “empleos antes que subsidiosâ€? y “solidaridad con responsabilidadâ€?. Hay que construir una vinculaciĂłn entre personas en desempleo y servicios pĂşblicos de empleo de doble direcciĂłn, de tal manera que el acceso a prestaciones o subsidios implique la participaciĂłn en polĂ­ticas activas y viceversa. Tal como ya establecimos en la reforma de las polĂ­ticas activas de empleo de 2011, a los/ las demandantes hay que ofrecerles, de acuerdo con sus necesidades, una hoja de ruta &

H& (ese es el sentido del que denominamos acuerdo personal de empleo). En consonancia con este modelo, los fondos de polĂ­ticas activas de empleo deben ser

H& (que ellos mismos deben diseĂąar), sino por la puesta en prĂĄctica de estos itinerarios y los objetivos de polĂ­tica de empleo establecidos en la Estrategia EspaĂąola de Empleo que se logran alcanzar.

8 & > " &

!

de paro masivo y prolongado, con entradas y salidas continuas del empleo al paro, y de este al trabajo a tiempo parcial, a la formaciĂłn o a la educaciĂłn, al trabajo por cuenta propia o incluso al voluntariado, hay que abandonar el viejo modelo de cotizante que ocasionalmente se convierte de forma temporal en parado perceptor. En este sentido planteamos algunas medidas:

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Mantener las prestaciones para las personas que inicien un proyecto de actividad por cuenta propia durante un periodo de 6 meses: se trata de que la protecciĂłn por desempleo pueda servir para amortiguar la incertidumbre econĂłmica de los primeros momentos de puesta en marcha de un proyecto profesional; Permitir capitalizar la prestaciĂłn por desempleo para proyectos de formaciĂłn y reciclaje profesional que deriven en la obtenciĂłn del tĂ­tulo de formaciĂłn profesional de grado superior, o de grado o postgrado universitario: la medida debe ser diseĂąada de forma que se prioricen los estudios realizados en centros y universidades pĂşblicas y el pago de las tasas sea gestionado directamente por los servicios pĂşblicos de empleo.

c) Reforzamiento del Sistema Nacional de Empleo. X & > " & " reforzamiento sustancial de los medios econĂłmicos y humanos de los Servicios PĂşblicos de Empleo y una mejor articulaciĂłn de las relaciones entre estos y los operadores privados. Por ello:

Necesitamos mĂĄs recursos humanos en los servicios pĂşblicos de empleo y mejorar sustancialmente su especializaciĂłn en tĂŠcnicas de orientaciĂłn y bĂşsqueda de empleo; Asumir una refundaciĂłn del Servicio PĂşblico de Empleo Estatal, para que se convierta en un “Nuevo INEMâ€?, capaz de del trabajo de los servicios pĂşblicos de empleo autonĂłmicos, revitalizaciĂłn y puesta en prĂĄctica de la Estrategia EspaĂąola de Empleo y gobernanza de un sistema donde empiezan a actuar operadores privados; ! "

de las polĂ­ticas activas de empleo; Incrementar la cotizaciĂłn de los contratos temporales: lo que, ademĂĄs, nos ayudarĂĄ a combatir la dualidad de nuestro mercado laboral.

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d) Empleo de calidad. Ni siquiera en momentos de grave crisis econĂłmica debemos renunciar al discurso y la defensa de la calidad en el empleo. Es verdad que no resulta fĂĄcil impulsar la calidad en el empleo cuando lo que sucede es que no lo hay y cerca de 6 millones de personas estĂĄn desempleadas. Pero la experiencia vivida en la gestiĂłn de la crisis nos ha demostrado la certeza de la convicciĂłn de que la precariedad solo contribuye a la volatilidad en el empleo. Es mĂĄs, la necesidad de generar empleos en nuestra economĂ­a debe ser inherente a la mejora de la calidad de los mismos. Porque, siendo imprescindible elevar nuestro nivel de empleo, lo es igualmente hacer que este sea mĂĄs productivo, seguro y estable. Se trata no solo de impulsar la creaciĂłn de empleo, sino de reforzar el valor del trabajo como elemento esencial de las capacidades de desarrollo econĂłmico y social del paĂ­s. En este sentido, el elevado nivel de temporalidad que caracteriza el mercado laboral espaĂąol es incompatible con el necesario cambio de modelo de crecimiento y del

ˆ

> & el elevado volumen relativo de trabajadores que poseen una relaciĂłn contractual de carĂĄcter temporal (el segundo mĂĄs alto de la UniĂłn Europea), en su inmensa mayorĂ­a de forma involuntaria. Una precariedad que afecta especialmente a las mujeres, que tienen & Š‹Œ parcial, en su inmensa mayorĂ­a por no haber encontrado un empleo a tiempo completo, rechazamos el mito de que son ellas las que se autoexcluyen. Ninguna reforma laboral hasta el momento ha sabido corregir esta situaciĂłn. En buena medida, porque las caracterĂ­sticas del mercado laboral estĂĄn estrechamente vinculadas a la estructura y al modelo productivos del paĂ­s. Pero tambiĂŠn porque estas reformas no han tenido la capacidad de cambiar culturas y pautas de comportamiento, que se arrastran desde hace dĂŠcadas y que han aprovechado un esquema de incentivos a la contrataciĂłn hace tiempo agotado. Por si no fuera poco, la reforma laboral impuesta por el Gobierno del Partido Popular ha agravado de forma drĂĄstica esta precarizaciĂłn de las condiciones laborales en nuestro & $

& elevando la precariedad global del mercado de trabajo. Por eso es urgente recuperar la centralidad del principio de estabilidad en el empleo. $ "

referencial de nuestro sistema de entrada y salida en el mercado laboral. AsĂ­, en la medida en que ha sido la quiebra de facto de la causalidad la que ha originado la elevada

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precariedad actual, parece adecuado reforzarla con actuaciones desde diversas Ăłpticas, que, incorporando distintas medidas que no se han explorado hasta ahora de forma decidida, pueden ser reconducidas a dos grandes esferas. En primer lugar, la lucha contra la precariedad debe venir de la correcciĂłn de abusos en la contrataciĂłn temporal y en las jornadas a tiempo parcial:

Estableciendo como contenido mĂ­nimo de los convenios colectivos la determinaciĂłn de un porcentaje mĂĄximo de contrataciĂłn temporal admisible en las empresas; Desvinculando el contrato de obra o servicio determinado del fenĂłmeno de la subcontrataciĂłn laboral; Evitando la temporalidad “a-contractualâ€? mediante el establecimiento de mecanismos de seguimiento y control de los programas de prĂĄcticas no laborales y becas en las empresas, para evitar que reemplacen la contrataciĂłn laboral e impedir el encadenamiento entre las becas y contratos en prĂĄcticas; Corrigiendo hasta eliminar, tal como ha fallado recientemente el Tribunal de Justicia de la UniĂłn Europea, la doble contribuciĂłn con la que se penaliza a las personas que trabajan a tiempo parcial, que son, en su gran mayorĂ­a, mujeres.

` " = rales, de manera que la temporalidad sea mĂĄs costosa frente a la contrataciĂłn de carĂĄcter estable:

Incremento adecuado en tĂŠrminos actuariales de las cotizaciones de los contratos temporales compensado con una

< Establecimiento de un modelo bonus-malus en la cotizaciĂłn por desempleo, de manera que aquellas empresas que superen los Ă­ndices de temporalidad media habidos en el

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sector de actividad al que pertenezcan tengan un plus de cotizaciĂłn y aquellas que estĂŠn por debajo de dicho Ă­ndice tengan un reducciĂłn en la misma.

En paralelo a las medidas anteriores, la estabilidad en el empleo tambiĂŠn exige que reforcemos el principio de causalidad en la extinciĂłn de la contrataciĂłn indefinida. Frente a posiciones que vinculan la facilidad en el despido con la creaciĂłn de empleo, que la reforma laboral de 2012 ha demostrado fallidas e incorrectas, debemos recuperar el debate de la causalidad en la extinciĂłn del contrato de trabajo. Ello estĂĄ en lĂ­nea con el reconocimiento del derecho al trabajo que hace nuestra propia ConstituciĂłn, en su artĂ­culo 35, y con la Carta Comunitaria de Derechos Fundamentales de la UniĂłn Europea. La plena preservaciĂłn de la causalidad en el despido constituye una pieza clave para el & > " & se realice en detrimento de la seguridad de los trabajadores. No debemos olvidar que H > " & interna, escasamente utilizadas hasta la fecha precisamente porque existe una enorme facilidad para despedir. Recuperar el concepto de ciudadanĂ­a y complicidad plena de los/las trabajadores/as en las empresas es consistente con una polĂ­tica de impulso a la estabilidad en el empleo. Por eso nuestra propuesta debe ser una revisiĂłn a fondo de la reforma laboral de 2012 en esta materia. Una revisiĂłn a fondo de las causas de los despidos econĂłmicos, para que, en todo caso, deban respetarse los principios de & & $ los procedimientos de salida a travĂŠs del despido no suponga un freno efectivo a las > " & # las condiciones de trabajo en las empresas.

e) Empleo en igualdad. Las polĂ­ticas de igualdad de gĂŠnero han sido barridas de la agenda polĂ­tica coincidiendo con la crisis econĂłmica. Los drĂĄsticos recortes presupuestarios en relaciĂłn a las polĂ­ticas sociales, son hoy la mejor forma de caracterizar la orientaciĂłn ideolĂłgica del Gobierno del Partido Popular. En cambio, los socialistas defendemos el mantenimiento de las polĂ­ticas pĂşblicas de acciĂłn positiva desde el Estado, porque la nueva fase de avances en la igualdad entre mujeres y hombres vendrĂĄ de la mano de los nuevos sectores impulsores del nuevo modelo productivo, donde las mujeres van a encontrar mĂĄs oportunidades. Por tanto, al impulsar el cambio de modelo productivo tambiĂŠn hacemos una contribuciĂłn a la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

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@ J & institucional en favor de dichas polĂ­ticas de igualdad de gĂŠnero y en el incumplimiento de principios de actuaciĂłn pĂşblica claves para avanzar en la consecuciĂłn de la igualdad real entre mujeres y hombres contemplados en la Ley de Igualdad. AsĂ­ ha ocurrido, por ejemplo, con la obligada presencia equilibrada de mujeres y hombres en cargos polĂ­ticos o que impliquen toma de decisiones en todos los niveles de la AdministraciĂłn o con la inobservancia de la incorporaciĂłn de la perspectiva de gĂŠnero en las actuaciones pĂşblicas, de manera que se puede valorar el impacto que puedan tener estas sobre mujeres y hombres. El abandono de estos principios supone, una vez mĂĄs, la opciĂłn por la ocultaciĂłn de los problemas de las mujeres y una pĂŠrdida de valores democrĂĄticos que deben ser recuperados. EspaĂąa necesita avanzar y solo lo haremos si ese avance implica equidad entre hombres y mujeres, porque si avanzan las mujeres en el empleo avanza toda la sociedad. Una economĂ­a globalizada que no prescinda de la mitad del talento y de la capacidad serĂĄ una economĂ­a ventajosa donde las personas sean el centro y no un mero instrumento. Porque de esta grave crisis en la que estamos inmersos saldremos con las mujeres o no saldremos. Por ello vemos imprescindible la urgente puesta en marcha de un Plan de Empleo para las mujeres, que contemple, al menos, las siguientes medidas:

IncentivaciĂłn de la actividad empresarial, garantizando el acceso de las mujeres al crĂŠdito; @

para mujeres, teniendo en cuenta a aquellos grupos de edad y situaciĂłn econĂłmica desfavorables. AdemĂĄs debe priorizarse el apoyo a las mujeres del medio rural; El desarrollo obligatorio de planes de igualdad de gĂŠnero en las empresas, asĂ­ como su constante evaluaciĂłn; Un plan especial destinado a eliminar la desigualdad salarial.

f) Corresponsabilidad en la vida familiar y laboral. La misma suerte han compartido las polĂ­ticas de igualdad que tienden a corresponsabilizar a hombres y mujeres respecto de los tiempos remunerados y de

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cuidados, en la lĂ­nea de reforzar, como establece la Ley de Igualdad, la asunciĂłn colectiva de la maternidad. Como es bien sabido, los recortes llevados a cabo por los Gobiernos central y autonĂłmicos han afectado severamente a las polĂ­ticas de conciliaciĂłn: los recortes en la Ley de Dependencia, las subidas de tasas de las escuelas infantiles, las supresiĂłn del programa Educa3 o el aplazamiento de la ampliaciĂłn del permiso de paternidad son buena prueba de ello. Es necesario que los poderes pĂşblicos vuelvan a apostar por servicios pĂşblicos de cuidados de calidad y ello por muchos motivos y de gran calado. Empezando porque el cuidado de los hijos no es un tema que deba resolver cada familia segĂşn su disponibilidad de tiempo y capacidad econĂłmica. Es asĂ­ como se genera una de las mĂĄs importantes fuentes de desigualdad de oportunidades. Es mĂĄs, tal como las estadĂ­sticas constatan, es en los paĂ­ses donde se ofrecen mĂĄs y mejores infraestructuras de cuidados donde las mujeres han conseguido una independencia econĂłmica equiparable a la del hombre y donde se ha logrado luchar con ĂŠxito contra el fenĂłmeno global de la feminizaciĂłn de la pobreza. Por otro lado, el refuerzo de la red de escuelas infantiles, particularmente en la etapa de [ Â? claves de las polĂ­ticas de empleo: reforzar la estabilidad y la presencia en el mercado de trabajo de las mujeres con responsabilidades familiares y promover la creaciĂłn de nuevos empleos. Sin olvidar que un programa intensivo de construcciĂłn y mantenimiento de infraestructuras de cuidado ayudarĂĄ a la recuperaciĂłn de la actividad en el sector de la construcciĂłn. Sabemos que es un momento econĂłmico delicado, pero es ahora cuando estamos llamados a poner las bases del modelo econĂłmico del futuro. Junto a ello, realidades como la irracionalidad de los horarios en EspaĂąa en casi todas

laboral y causa graves problemas de salud que tienen su origen en la incapacidad de las personas, especialmente las mujeres trabajadoras, de controlar el tiempo dedicado a su vida personal. De ahĂ­ que numerosos estudios recomienden la urgencia de emprender iniciativas legislativas de carĂĄcter transversal que nos encaminen hacia unos horarios de vida y de trabajo mĂĄs acordes con los habidos en los paĂ­ses de la UniĂłn Europea. Una cuestiĂłn clave en este punto es el relativo a la jornada de trabajo. EspaĂąa es el tercer paĂ­s de la UniĂłn Europea con jornadas mĂĄs largas. La cultura de trabajo de prolongaciĂłn de la jornada y la irregularidad e imprevisibilidad de los horarios expulsa a las mujeres del mercado laboral o las relega al trabajo a tiempo parcial o de dedicaciĂłn marginal. No hay que olvidar que el desigual reparto de las responsabilidades familiares conduce a una brecha salarial por gĂŠnero, pero tambiĂŠn a una brecha de gĂŠnero en la jornada de trabajo, de manera que son las mujeres quienes mĂĄs se acogen a los instrumentos & > " & En esta situaciĂłn, la reforma laboral de 2012 ha ahondado mĂĄs en esta brecha,

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mediante un aumento de los poderes empresariales de variación en las condiciones de trabajo sin tener en cuenta los derechos de conciliación de la vida familiar y profesional y su relevancia constitucional. Por ello, resulta cada vez más necesario repensar la organización de trabajo, de forma que se mejore la competitividad y la productividad de las empresas y a la vez los/as trabajadores/as tengan mayor autonomía en relación con el tiempo de trabajo. Las normas laborales deben fomentar un cambio de organización laboral para emplear más racionalmente el tiempo de trabajo. Para fomentar la creatividad y el talento desaprovechado de las mujeres frente a la cultura de trabajo que fomenta las jornadas extensivas y la imprevisión de los horarios. Esta cultura de trabajo está fuertemente arraigada en muchos sectores profesionales y en determinados puestos de trabajo como, por ejemplo, los de gestión y dirección de empresas, que se ha mantenido a lo largo del tiempo como una actividad de dominio casi exclusivamente masculino. En nuestro país hay ejemplos en la negociación colectiva en los que los agentes sociales han recurrido a fórmulas alternativas de tiempo de trabajo que han permitido un mejor equilibrio entre los intereses de trabajadores/as y empresarios/as. Es por ello que sería conveniente situar en el marco de la negociación colectiva este tipo de materias. En relación a la jornada de trabajo las propuestas irán en las siguientes direcciones:

Limitar la posibilidad de realizar horas extraordinarias en el trabajo a tiempo parcial y disponer la necesidad de respetar los derechos de conciliación que se estuvieran ejerciendo por los trabajadores/as de la empresa en caso de variación de condiciones de trabajo o distribución irregular de la jornada; Establecer el momento y la forma del tiempo de descanso por la realización de horas extraordinarias como objeto necesario de negociación colectiva o, en su defecto, individual; Introducir como contenido mínimo de los convenios colectivos la regulación de un derecho individual a solicitar la adaptación de la duración y distribución de la jornada por motivos de conciliación. El objetivo es garantizar más los derechos de presencia en el trabajo, que los derechos de ausencia del mismo, mediante una fórmula abierta, que sitúe el derecho a compatibilizar las responsabilidades familiares y laborales en el centro de la negociación colectiva y que, a su vez, permita una mejor adaptación en el ejercicio de ese derecho a las características de la empresa o del sector. En todo caso, debe preverse la obligación de la empresa de contestar

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a la petición del trabajador/a y que la misma solo podrá negarse al ejercicio de la duración y distribución de la jornada propuesta por el trabajador/a cuando la implementación de la medida provoque problemas organizativos serios o suponga un coste desproporcionado; Transponer a nuestro ordenamiento la Directiva 2010/18/ UE en relación con dos puntos básicos: medidas para que los trabajadores/as, al reincorporarse tras un permiso parental, puedan solicitar cambios en sus horarios o regímenes de trabajo durante un determinado periodo de tiempo; previsión normativa que autorice a los trabajadores/as a ausentarse del trabajo por motivos de fuerza mayor vinculados a asuntos familiares urgentes, en caso de enfermedad o accidentes que hagan indispensable la presencia inmediata del trabajador/a.

Junto con lo anterior, debemos también promover medidas que faciliten la natalidad, Para ello resulta esencial:

Garantizar el derecho universal a la protección de la maternidad durante las 6 semanas siguientes al parto; Establecer el coste cero para las empresas en los permisos de maternidad y paternidad; Emprender iniciativas legislativas para revisar y mejorar la legislación en materia de permisos y excedencias por cuidado de hijos/as y demás familiares, con el fin de evaluar los requisitos de su disfrute desde la perspectiva de la corresponsabilidad de hombres y mujeres en la asunción de las tareas de cuidado, y también de la especial protección que merecen los hogares monoparentales; Corregir hasta eliminar, tal como ha fallado recientemente el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la doble contribución con la que se penaliza a las personas que trabajan a tiempo parcial, que son, en su gran mayoría, mujeres.

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