Libro Carlos Alonso - Edición Laboratorios Bagó

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CARLOS ALONSO Ignacio Gutiérrez Zaldívar




Coordinación General Paula Pedrotti Coordinación Editorial Paula Sarachman Asistente Mariela Jaunsolo Diseño Gráfico Laura Moskovich Eugenia Otero Fotografía Néstor Paz Colaboración Valeria Contissa Agustina Mazzini Gabriela Miró José Padilla Walter Pérez Pablo Quinteros Gustavo Roldán Fotocromía e Impresión Brapack S.A. Reproducciones de Sobrecubierta “ Auto rret rat o ” -t a pa“ Mi Ja rdín, Unquil l o ” -co nt rat ap a“ Ret rat o de I g na cio Gut ié rre z Z al dív ar” -so l apaNo está permi ti da l a reprodu cci ón total o parci al de es te libro, n i su tratami en to i n formáti co, n i l a trans mi s i ón por ninguna forma o método, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previ o y por escri to de l os ti tu l ares del Copy ri gh t. Los infractores serán reprimidos con las penas de los arts . 172 y concordan tes del Códi go Pen al (arts . 2 , 9 , 10 , 7 1 , Ley 11. 723 ) © Zurbarán Edi ci on es , 2 0 09

Gutiérrez Zaldívar, Ignacio Carlos Alonso -1a ed.-Buenos Aires: Zurbarán, 2009. 160 p. : il. ; 30 x 22 cm. ISBN: 978-987-596-057-2 1.Carlos Alonso-Obra Artística. I. Título CDD 708

Hecho el depósito que marca la ley 11.723 2009, Zurbarán Ediciones Cerrito 1522 (C1010ABF) Buenos Aires Tel./fax: (54-11) 4815-1556 e-mail: igzaldivar@zurbarangaleria.com.ar www.zurbarangaleria.com.ar

República Argentina Impreso en Argentina Printed in Argentina FOTOCOPIAR LIBROS ES DELITO


A F é l i x L u n a , a m i g o e j e m p l a r.



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n el cierre del año de nuestro 75° Aniversario (1934 - 2009) y el inicio del 2010, año del Bicentenario de nuestro país, nos sentimos, como presidentes del Grupo Bagó, con la fuerza, compromiso y entusiasmo, para mantener, en esta nueva década, el prestigio y el li derazgo que nuestra empresa ha mantenido en toda su trayector ia.

Excelencia, i nnovación, cali da d de nue st ros productos, y un creci mie nto c o n s t a n t e e n n u e s t ro p a í s y e n e l m e rc a d o i n t e r n a c i o n a l s o n o b j e t i v o s que fueron alcanzados con una estrategia sustentada por nuestros recursos humanos, cientí ficos y t ecnológi cos. Esta prioridad empresaria y personal con la salud, es parte sustancial de nuestros objetivos corporativos, complementándose desde hace décadas con una Política de Responsabi lidad soci al y comuni tari a a ni vel naciona l , y programas de fomento a nuestras manifestaciones culturales con la convicción de que apoyando su divulgación fortalecemos el espíritu de nuestra gente. Con esta orientación presentamos este año la décimoséptima edición de libros publicados por nuestra empresa, sobre temáticas de nuestro país, y las obras de los más destacados artistas argentinos. En esta ocasión con las obras del maestro Carlos Alonso, uno de l os más impor tantes pintore s contemporáneos. Aspiramos a que este nuevo aporte cultural para nuestra comunidad, reafirme y fortalezca nuestra identidad y nuestras raíces, factores esenciales para el crecimiento de nuestra N aci ón.

Lic. Sebastiá n B agó

Dr. Juan Ca rlos B agó



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ace muchos años que sostengo que lo importante en el arte son los creadores y no aquellos que los rodeamos, llámense críticos, periodistas,

historiadores, coleccionistas, curadores, directores de museo, galeristas o marchands. Carlos Alonso es un artista ampl iamente re conoci do en nuest ro paí s. Pero poco de su r ica y profunda v ida, es conocida. Hace un tiempo conversamos de esto con él y coincidió en que su obra es un reflejo de aquello que ha vivido, de lo que siente y de sus preocupaciones ante la injusticia que nos rodea. Es la intención de este libro hacer conocer las dificultades y alegrías que ha tenido en su vida, y que se ref lejan en sus obras. Su respe to a lo s maest ros y su de seo de que su obra sea una ll amada de a tenci ón ante l o que nos rodea. Este libro no hubiera sido posi bl e si n l a col aboraci ón de Car los y su fa mi l ia . Vaya p a r a Te r e s a , Pa b l o , L u d o v i c o , I v o n n e y M e r c e d e s m i a g r a d e c i m i e n t o . L o m i s m o que a los amigos Juan Carlos y Sebastián Bagó, Guillermo Jaim Etcheverry, Mario “Pacho” O’Donnell, H o r a c i o S a n g u i n e t t i , Ti t o C a r r o z z i , J a c o b o F i t e r m a n , G u i l l e r m o R o u x , R a f a e l Squirru y Jorge de Luján Gutiérrez. Ellos no sólo me transmitieron sus vivencias, sino documentación y material, para que este libro sea el testimonio de 80 años de este querido amigo que es Carlos.

Ignacio Gutiérrez Zaldívar Diciembre de 2009



Carlos Alonso junto a sus padres

I. MENDOZA

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arlos Rodolfo Alonso nace en Tunuyán, a 80 kilómetros de la ciudad de Mendoza, el 4 de febrero de 1929. Vive allí hasta los 7 años. Su padre Julián había nacido en Tres Arroyos, era contador público y despachante de aduana. Su madre era de origen siciliano: Josefina, la mayor de la familia Lisandrello, y ama de casa. El primogénito del matrimonio recibe los nombres de personas admiradas por sus padres: el primero por Carlos Lencinas (1888-1929), caudillo radical a s e s i n a d o , d e q u i e n e ra f a n á t i c o s u p a d re y e l s e g u n d o p o r l a a d m i ra c i ó n m a t e r n a a R o d o l f o Valentino. Su abuelo paterno, casado con Trinidad, era Sandalio Alonso, oriundo de León, España, quien llegó a la Argentina en 1914. Se instalan en Tres Arroyos, donde se ocupan del cuidado de la cancha de golf del lugar, y todos los Alonso se convierten en buenos golfistas. Luego se instalan en Tunuyán, provincia de Mendoza, donde tenían un bar y almacén que se llamaba “El León”. La familia materna, los Lisandrello, llegaron a nuestro país el mismo año de 1914, desde Siracusa, Sicilia, Italia, con Salvatore a la cabeza, su abuelo materno. Se instalan en Tupungato, Mendoza, donde se dedican al cultivo de papa. Allí pasaba los veranos Carlos, rodeado de sus tías, y son los mejores recuerdos de su infancia. Nunca olvidó el aroma a hinojo que allí se respiraba y las cálidas siestas. Carlos es el mayor de 5 hermanos: Elba, muy unida a Carlos, vivió también en Edimburgo, Escocia; Antulio, es Ingeniero civil, trabajaba en San Rafael, Mendoza y desde hace algunas décadas vive en

Buenos Aires; Alberto era artista, grabador e s p e c i a l i z a d o e n x i l o g ra f í a , d u ra n t e m u c h o s a ñ o s f u e ay u d a n t e d e C a r l o s e n s u s t a re a s d e g ra b a d o y e s c u l t u r a s e n h i e r r o ; l a m e n o r e s María Cristina “Marita”, que vive también en Buenos Ai res. R e c u e r d a q u e d i b u j a b a a n t e s d e e s c r i b i r, n o c o p i a b a s i n o q u e c re a b a h i s t o r i a s f a n t á s t i c a s , ge nera lme nte ba ta l la s y gue rra s.

Casamiento de sus padres: Julián y Josefina, 1928

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Los Alonso: Sandalio y Trinidad junto a sus hijos, Juliรกn es el cuarto (parado), de izquierda a derecha

Los Lisandrello, Josefina es la cuarta, de izquierda a derecha

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A los 7 años (1936) se mudan a Godoy Cruz, en la calle Roque Sáenz Peña. Luego lo hacen a la ciudad de Mendoza, frente al Hospital Central, y finalmente en 1944 a la calle Alem. Sus padres deciden que Carlos tenga la mejor educación e ingresa al Colegio San José de los Hermanos Maristas, la mejor escuela donde concurría la alta sociedad mendocina. Esto le generaba a él un conflicto, ya que tenía sólo un traje y le daba vergüenza llevar a sus compañeros a su casa… Recuerda con cariño a los Hermanos Maristas, pero es una época de conflicto para él porque no podía integrarse con sus compañeros. Y en 2° año (1944) abandona el colegio. Su “primera exposición” fue cuando los Hermanos Maristas hacían una muestra de los cuadernos de sus alumnos, y el cuaderno de Carlos eran todos dibujos y nada de textos de las clases…, mal ejemplo para sus compañeros que lo ovacionaban por haberlos realizado. Recuerda que cuando tenía 16 años se inauguró la Plazoleta Fernando Fader, se colocó un busto del pintor y él vio toda la ceremonia desde su altillo, que era taller y dormitorio.

Carlos Alonso a los seis años

Carlos, el niño mayor, junto a sus padres y dos hermanos

Carlos, alumno de los Hermanos Maristas

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Autorretrato de Ramón Gómez Cornet, 1944

Sergio Sergi por Carlos Alonso, 1948

C u a n d o a b a n d o n a e l c o l e g i o , e l p a d re e s c r i b e u n a c a r t a a l D i re c t o r d e l a A c a d e m i a d e B e l l a s A r t e s d e l a U n i v e r s i d a d N a c i o n a l d e C u yo , e l p i n t o r F ra n c i s c o B e r n a re g g i , y l e s o l i c i t a s i s u hijo puede concurrir como alumno libre. Ahí r e a l m e n t e e n c u e n t r a s u m u n d o , y p l a c e r. L a a n s i e d a d p o r a p re n d e r h a c e q u e l o b a u t i c e n “Speedy Gon zá lez”, ya q ue rápidament e i ba de l a clase de dibujo a la de grabado, y de al lí a l a de escultura, y a la de pintura. En esta última enseñaba Ramón Gómez Cornet; en grabado Sergio Se rgi , seudónimo de Sergio Hocevar, radicado en Argentina desde 1927, y el genial belga Víctor Delhez; y en escultura Lorenzo D o m í n g u e z , u n g ra n e s c u l t o r chileno, que había sido convocado por la U n i v e r s i d a d N a c i o n a l d e C u yo , q u e t a m b i é n había traído desde Santa Fe a Delhez. Era un lugar de excelencia en la educación plástica. La Universidad Nacional de Cuyo se había creado en 1 9 3 9 . Po r c a d a c á t e d ra l o s p ro f e s o re s re c i b í a n 300 pesos, cantidad tentadora que permitió traer maestros de otros lares. En 1944 lo contratan a Julio Cortázar como profesor de Literatura francesa, cosa que lo hi zo muy feliz: “Es la pr imera vez

que enseño lo que más quiero”, di jo. Cort áza r s e q u e j a b a d e l a s c o n t i n u a s re n c i l l a s p o l í t i c a s entre prof esore s y autori da des. L a Aca de mi a de B e l l a s Ar t e s de l a Un i v e r si da d funcionaba en un caserón vetusto, en Sarmiento 122, casi Nueve de Julio. Allí trabajaron Francisco Bernareggi (contratado en el 40, f ue i njusta me nte ce sa nte a do en el 46 y cua ndo l o quieren reincorporar en 1955 estaba viviendo en M a l l o r c a y n o q u i e r e r e g r e s a r ) ; L o r e n z o Domínguez (contratado en 1941, se fue en 1 9 4 9 ) . Ta m b i é n e n 1 9 4 0 l o c o n t r a t a n a V í c t o r Delhez, quien en 1943 recomienda a Sergio Hocevar (nacido en Trieste en 1896). Excelente p r o f e s o r, D o m í n g u e z d e c í a q u e a s u s a l u m n o s más flojos los mandaba al taller de Sergi, para que “les enseñe a ver…” En 1947 lo quieren contratar a Spilimbergo, y él les dice: “ustedes lo tienen a Roberto Azzoni, no me necesitan a mí.” En octubre de 1944 todos los maestros de la Academia, y también Carlos y sus compañeros Pardo y Pagés, exponen en la Casa de Mendoza e n Buenos Aires.


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Carlos solía ir al Centro Catalán porque su padre iba ahí, a jugar al ajedrez. Encima del garaje, en un altillo, tenía su taller y en algún momento, por conflictos con su madre, que se preocupaba por el dudoso futuro de su hijo, se va de su casa durante 6 meses y no ve a sus padres. Instala un taller con Orlando Pardo y Ciro Bustos. El reencuentro familiar llegó el día en que estaba realizando un mural en el Teatro de la Luna, que quedaba frente al Centro Catalán. Su padre lo visita y Carlos vuelve a su casa. Se considera autodidacta, aunque reconoce en Ramón Gómez Cornet al más nacional de los pintores que conoció, y como pintaba la pobreza, la marginación y la niñez, eso le creaba un especial afecto hacia él. A través de Luis Quesada, un pintor mendocino, se afilia al Partido Comunista. Mucho lo marcó la injusta sentencia del matrimonio Rosenberg en Estados Unidos, quienes fueron ejecutados en la silla eléctrica acusados de espionaje. La injusticia es algo que siempre ha golpeado a Carlos, y reconoce en su padre a aquel quien le inculcó este valor. Sus amigos eran poetas y literatos. Su mejor amigo era el poeta Fernando Lorenzo (1924-1997). Es él quien lo acerca a la poesía, el mayor interés de Carlos dentro de la literatura, siendo sus poetas

preferidos Walt Whitman (1819-1892), Conde de Lautréamont (1846-1870), Pablo Neruda (1904-1973), y César Vallejo (1892-1938). La vida de estudiante era un placer, luego de las clases, iban a los bares, tomaban el vino Panquegua de la bodega de González Videla, y cuando había alguien que invitaba, el vino Troquel era el elegido. Iban a los boliches del centro, sobre la calle San Martín. Luego iban a comer a los bodegones de La Alameda, sobre todo al restaurante Munich, y al del padre de un amigo: Reinaldo Bianchini, que no les cobraba… También eran habitués del bar “Los cocheros”, que era el único abierto a la madrugada. Su gran apoyo en aquella época era la entrañable Irene Pepa, estudiante de pintura en la Universidad. Ella comprendió la vocación de Carlos y lo ayudaba en todo sentido. Tanto lo cuidaba, que al mediodía le enviaba al taller la vianda para que comiera, la misma consistía en una sopa y un plato caliente.

Pintando el mural del Teatro de la Luna, 1948

Carlos Alonso, estudiante de Bellas Artes

L u e g o t i e n e u n t a l l e r e n l a c a l l e Pe r ú . E n algún momento, como no podía pagar el alquiler le pi de al escult or Carl os de l a Mota que compa rta el mismo. Así se hace cargo de la mitad del lugar y desembarca con un juego de living, lo c u a l d e j a b a p o c o e s p a c i o p a r a t r a b a j a r … pero la verdad es que el escultor iba poco al taller


y ayudaba a pagarlo. En un momento, desesperado por no poder pagar los gastos, Carlos llamó a un fletero: carro y caballo, cargó el juego de living y lo llevó a empeñar al Banco de Mendoza. Pero eran tantos los juegos de living que había que no se lo tomaron, así que retornó con él al taller, y acrecentó sus deudas, ahora además con quien había realizado el flete… E n 1 9 4 7 o b t i e n e s u p r i m e r g a l a rd ó n , e l P r i m e r Premio en el II Salón Libre de Estudiantes de Bellas Artes de Mendoza, con “El niño tuerto”. Una obra que a su padre le había gustado, pero para Carlos le sobraba algo; por eso el último día, antes de presentarlo, le saca al niño un ojo. El padre aprobó la decisión y disfrutó del premio de su hijo. En septiembre de 1948 gana el Primer Premio de Pintura en el III Salón Libre de Estudiantes. Al año siguiente recibe, en el Tercer Salón Municipal, el Segundo Premio de Pintura, con un retrato de Irene y el Segundo Premio de Grabado con un aguafuerte. En este mismo Salón, su amigo Carlos de la Mota obtiene el Primer Premio de Escultura, con un busto de Carlos. La primera obra que vendió en su vida, en 1948, se titulaba “La lámpara”. La compró el dueño de la Bodega Flichman, y se la pagó en 12 cuotas, pese al

Retrato de Irene Pepa

bajo valor de la misma. Siempre recuerda las largas esperas para ir a cobrar la cuota en la bodega. Lo ayudaba mucho la modista María Barale, que lograba que sus clientas se hicieran retratos con Carlos. En aquella época también conoce la obra de Juan de Dios Mena (1897-1954), escultor, que paraba en el taller de Sergio Sergi, donde también trabajaba el pintor mendocino Roberto Azzoni (1899-1989). Cuando realiza su pr imera exposición, el gal eri sta Pepe Giménez le paga parte de las ventas con una escultura de Mena, que se titulaba “Juez de Paz” y se convierte en la primera de una colección de 45 obras de este escultor chaqueño que Carlos ha reunido, y que junto a la del Fogón de los Arrieros en Resistencia, son las más importantes que se conocen. El 7 de noviembre de 1949, con tan sólo 20 años, inaugura su primera exposición en la Galería G i m é n e z , d e M e n d o z a . Ta m b i é n e x p o n e a l l í e l escultor Carlos de la Mota. La galería Giménez, dirigida p o r Pe p e G i m é n e z , a b r i ó s u s p u e r t a s e n 1 9 4 5 “La Lámpara”, su primera obra vendida

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Primera exposición individual. Mendoza, 1949

con una sala, y se amplió luego a cinco. Había otras cuatro galerías en Mendoza. Esto le generó problemas con su maestro Sergio Sergi, que le decía que no era correcto que una persona que estaba estudiando realizara una exposición individual. Ante lo cual Carlos le contestó que era lo único que sabía hacer y de lo único que podía vivir, por lo tanto el realizar una exposición, pintar retratos o ilustraciones era su única manera de sostenerse económicamente y continuar con su vocación. Ese mismo año muere su padre en forma repentina. En ese momento es que, me manifiesta Carlos, pierde su fe. No es que hubiese sido un practicante religioso, pero le parecía muy injusto que falleciera un hombre de 49 años, que se preocupaba por los demás. Siempre ha tenido una gran admiración por él; era un hombre tolerante, que respetaba y se preocupaba por el prójimo, y que se rebelaba ante la injusticia. Siempre decía que había que ayudar a los demás. El padre siempre lo alentó en su tarea y fue cómplice de la actividad de Carlos, entendiendo que era su real vocación. No así Josefina, la madre, que veía con preocupación el futuro de su hijo, su bohemia, y no veía en el arte un camino para él. E n e s a é p o c a e l p a d re t ra b a j a b a e n CATA , u n a compañía de transportes que realizaba viajes entre Mendoza y Santiago de Chile con automóvi l es, transportando cuatro personas por viaje. Una de las primeras obras murales de Carlos fue una pintura que realizó en la oficina de su padre, era un trabajo sobre muro, de 1 x 5 metros, donde mostraba los Andes y otros lugares donde Julián Alonso trabajaba. Tarea propuesta por su padre, para que tuviera alguna actividad, y también lo ayudara en su labor. 18 |

Carlos se tiene que hacer cargo de la familia por ser el hijo mayor. Su madre le consigue trabajo en la tienda “The Sportman”, labor que nunca asume y parte entonces a Tucumán. Su madre, que era ama de casa, comienza a coser para solventar a la familia.

Su padre Julián Alonso


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Carlos Alonso por Annemarie Heinrich

I I. T UCUMAN

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uando cambian las autoridades de la Academia, y asume como interventor de la misma José de España, un crítico de arte peronista, se genera una situación conflictiva en la escuela. Es así que Ramón Gómez Cornet y Lorenzo Domínguez deciden partir a Tucumán, a enseñar en la Universidad de allí. Pardo, De la Mota y Alonso parten también. En 1950 viaja a la ciudad de Tucumán, con su amigo el pin tor Or lando Pardo (1930). El Jardí n de la República se había convertido en esa época en un gran polo cultural, donde se dieron cita relevantes artistas que desarrollaron docencia en el Instituto Superior de Bellas Artes de la Universidad. “Era una especie de isla donde se respiraba otro clima. Allí, en contraposición con una línea de chatura cultural, se anunciaba un gran movimiento de renovación de las artes plásticas. Spilimbergo había anunciado la creación de una escuela muralista”, recuerda Alonso. En Tucumán no te nían un solo peso, buscaban monedas en la calle con su amigo Pardo y se dividían las veredas para hacerlo. Lorenzo Domínguez le c o n s i g u e u n a b e c a d e $ 3 0 0 p a ra o rd e n a r u n a s carpetas, que había adquirido la Universidad, sobre dibujos egipcios realizados por una serie de pintores norteamericanos. Allí están dos años, de lunes a viernes, a la mañana y a la tarde, trabajando en los distintos talleres, que estaban en el Teatro Belgrano (San Martín 251), estos talleres eran los palcos del teatro. El más grande lo tenía Spilimbergo, que estaba realizando los dibujos preparatorios para unas grandes pinturas murales con las que pensaba decorar una iglesia de Tucumán. Siempre recuerda Carlos el gran dibujo

de un carro egipcio que estaba realizando el maestro. Trabajaban siempre con modelo y Spilimbergo más que corregirlos con palabras o sobre el dibujo, hacía un gesto con el brazo que todos interpretaban como que venían bien o que tenían que volver a empezar. Spilimbergo era riguroso, en un momento hubo huelga de las modelos en la escuela, y Carlos lleva una amiga para que les posara. Esto fue censurado por Spilimbergo que decía que no debía incluir extraños en la escuela. Recuerda Alonso que lo fundamental que transmitía Spilimbergo era: “el ejercicio de la libertad del artista.” Spilimbergo lo llamaba “compañero”, y siempre se dirigían a él de usted, nunca lo tuteaban. Conoce también al dibujante húngaro Lajos Szalay (1909-1995). Si bien no fue su discípulo, adopta su idea del dibujo como expresión autónoma, aprendiendo variantes de esta técnica tan especial,

Spilimbergo en la Universidad de Tucumán, 1950

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“Pareja”, 1951

Estudio para un mural, 1952

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que serán fundamentales en el desarrollo artístico de Carlos. Conversan sobre métodos no tradicionales, con los que Alonso experimenta. Por ejemplo, trabajar sin luz, en forma seriada, sintiendo el movimiento. Expresó Alonso: “Creo que en ese momento influyó más Lajos Szalay que Spilimbergo, con el dibujo de memoria, el dibujo roto, libre, con una temática no académica sino más bien del propio mundo, de las propias cosas hechas imágenes, de la propia mitología e imaginería.” Carlos lo recuerda como un hombre culto y triste. En grabado es Pompeyo Audivert su maestro; en escultura, Lorenzo Domínguez, y en pintura, su admirado Ramón Gómez Cornet. Otros estudiantes eran Eduardo Audivert, hijo de Pompeyo, y Miguel Dávila. Vivían en pensiones, que eran largos dormitorios con más de 10 camas, y cuando Carlos logró tener una habitación propia, con una sola cama, Pardo se colaba subrepticiamente y dormían uno en el piso y el otro en el catre. Los sábados a la mañana iban al bar “Los Celtas”, ya que allí iba Spilimbergo, y él no permitía que nadie pagara nada y siempre invitaba. También iban al café “La cochera de Tucumán”. Escuchaban con atención las discusiones entre Spilimbergo y Lajos Szalay, que

“Campesina de Santiago”, 1952


“Retrato de Pompeyo Audivert� carbonilla sobre papel | 104 x 70 cm | 1950

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“El Abrazo”, 1951

era anti-comunista furioso, y que discutía periódicamente con el querido Lino. El proyecto de Spilimbergo era crear una escuela muralista con todos ellos, pero desgraciadamente un crí tico escribi ó al Vat ica no dici endo que era un absurdo que un pintor comunista hiciera la decoración de una iglesia, y el proyecto se anuló. Se va a vivir a Unquillo, a la casa que le había canjeado a su amigo Barbieri por una de sus obras. Ante lo cual ya no había motivos para estar en Tucumán, y Carlos parte a Santiago del Estero junto con Basilio Celestino, ayudante de Gómez Cornet. Se dirigen a unas casas semi-abandonadas que tenía la familia Gómez Cornet en Santiago, compran dos catres, l impian un poco el lugar, y se ponen a pinta r y dibujar. Era la tinta el medio que utilizaban para trabajar en esos tiempos. Los ayudaba la familia Barbieri, la familia del abogado Nano Paz, donde solían ir a comer, y también por supuesto la familia Gómez Cornet. Luego de pasar aproximadamente un año allí, en 1953 Carlos vuelve a Mendoza. Realiza una segunda exposición en galería Giménez, que es visitada por la fotógrafa Annemarie Heinrich (1912-2005) y su marido. Ella le dice que tiene que viajar a Buenos Aires y exponer allí, y le recomienda recorrer las galerías que estaban en la calle Florida.

En su taller de Mendoza, por A. Heinrich, 1953

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Castagnino, Lea Lublin, Berni, Spilimbergo, Carlos y Malamud en Río Hondo

“La Tertulia” acrílico sobre lienzo | 70 x 80 cm

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Carlos Alonso y Beba junto a “El Pensador” de Rodin Buenos Aires, 1953

I II . BEBA

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a en la Capital, Carlos arranca la recorrida por Corrientes y Florida, por la galería Rose Marie, y no tiene éxito. Luego va a la galería Plástica, dirigida por el matrimonio Pécora, pero tampoco obtiene buenos resultados. Finalmente ingresa a la tercera: la de Domingo Viau (1884-1964), que quedaba frente al Jockey Club, en Florida 530. Galería que cerraría sus puertas poco tiempo después. Domingo Viau había sido Director del Museo Nacional de Bellas Artes entre 1941 y 1944. También hacía ediciones de clásicos con ilustradores argentinos, como Castagnino, Basaldúa, Butler, Spilimbergo y Forner, entre otros. Inmediatamente Viau le le da una fecha para exponer, a s í q u e v u e l v e a M e n d o z a , t r a b a j a febrilmente y trae absolutamente todo lo que tenía. V i a u , c o n una librería adelante y una sala de exposiciones atrás, contaba con el apoyo de los grandes coleccionistas como Alejo González Garaño y otros socios del Club. Es así que entre el 17 y 30 de septiembre de 1953 realiza su primera exposición en Buenos Aires, integrada por 32 obras (óleos, témperas, pasteles, dibujos a la tinta china y al carbón), cuya temática casi exclusiva era la figura. Los dibujos de Carlos valían entre 300 y 500 pesos, y en la misma galería se vendían los dibujos de Spilimbergo en 1.000 pesos (3.600 dólares de hoy). Un gran espaldarazo es la crítica de La Nación: “Tan buen dibujante como sobrio y acertado colorista, Alonso siente con particular hondura los temas humildes y dramáticos y los desarrolla plásticamente lo grando armonías muy justas dentro de una l ínea figurativa de severa precisión.” Disfruta del gran movimiento cultural de la ciudad

de Buenos Aires y tiene la oportunidad de conocer a grandes artistas como Luis Seoane, una persona a quien siempre admiró y respetó, a Juan Carlos Castagnino, a quien recuerda como un hombre a l e g re , c o n u n a s o n r i s a p e r m a n e n t e y u n g ra n humanista; a Juan Batlle Planas y a Carlos Torrallardona, entre otros. Via u le dice que debe conocer Europa, que él le financia el viaje y luego podrá devolverle el dinero con el resultado de una próxima exposición.

Junto al admirado Juan Carlos Castagnino

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Vuelve a Mendoza y antes de partir, en 1954 se casa con su novia Ana María Doméstico (Beba), quien tenía 22 años y era bailarina del ballet de la rusa Nina Berchimina. Toman dos testigos de la calle y van al Registro Civil, sin compartir con nadie la ceremon ia. Cuando se separan en la estación de tren , Car los es amonestado por un pol i cí a que consideraba no pudoroso el beso apasionando con que se estaban despidiendo. Quedaron en encontrarse 6 meses después en Río de Janeiro, ya que ella estaría allí bailando, con la compañía de ballet. En Buenos Aires toma el buque Salta, que partía a Barcelona. Llevaba unas cartas de Henri Toulouse Lautrec que debía entregar en París, a un galerista, y con ese dinero poder vivir en Europa; se las había dado Domingo Viau. De Barcelona parte a Madrid y Toledo. Allí se queda realizando varias pinturas, muy influenciado por El Greco. Otros artistas que lo impactan son Picasso y Toulouse Lautrec. Ya en París, solía comer con un amigo en la Ciudad Universitaria. Un día va a la galería donde exponía P i c a s s o , c o n u n d i b u j o q u e h a b í a h e c h o s o b re M a rc e l M a rc e a u , y l o c o l o c a d e b a j o d e o t ro d e Picasso. Carlos se desanima totalmente, siente que lo que está haciendo es una basura, que su trabajo

en comparación es un horror. Ahí comprende que él trabaja en una escala diferente a ellos, y eso es porque él tenía la escala muralista que hace que las cabezas sean más grandes que la proporción habitual. Veinte días antes de volver, recibe un telegrama donde le informan que Beba había muerto ahogada en las playas de Copacabana. Toma el barco hacia América, y baja en Río de Janeiro clandestinamente, ya que no tenía permiso. Va a la habitación donde vivía Beba, recoge sus cosas, y encuentra todas las c a r t a s q u e é l l e h a b í a m a n d a d o d í a t ra s d í a d e s d e Europa, contándole sus experiencias y las postales de los cuadros y lugares que había visitado. Sube a l c e m e n t e r i o , d o n d e t o d a s l a s t u m b a s e ra n a n ó n i m a s y d e s e s p e ra d o , c o n l a ay u d a d e un funcionario de la Embajada logra un permiso temporal, y a los 20 días se embarca hacia Buenos Aires. Una vez allí se instala en una pensión que quedaba en la calle Lavalle, entre Maipú y Esmeralda, f r e n t e a l C i n e O c e a n . S u habitación era como un pasillo, se sentaba en el catre y ponía la hoja p a r a d i b u j a r con chinches en la pared, y ahí trabajaba a manera de caballete.

En su taller mendocino, por A. Heinrich, 1954

En Buenos Aires, por A. Saderman, 1955


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“Ivonne” ól eo sobre l i enzo 70 x 50 cm 1955

I V. IVONNE

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n abril de 1955 conoce a Ivonne Fauvety, quien tenía junto con otras socias, la galería Antígona que quedaba en San Martín y Córdoba, donde se realizaron prestigiosas exposiciones de Alberto Greco, de Batlle Planas, de Raúl Soldi, entre otros. Y allí ella también tenía su taller de enseñanza y realizaba retratos. Un día Carlos entra a Antígona con Antonio Carrizo, que lo lleva para presentarlo para hacer una exposición. Ivonne lo lleva a conocer su taller, habla con él, vuelve al escritorio y les advierte a sus socias y amigas: “este hombre es mío...” Ya a los tres meses se quieren casar, pero en el Registro Civil le pedían la partida de defunción de Beba, y la misma no llegaba de Río de Janeiro. Finalmente se resuelve el tema y se casan el 1 de diciembre. Cuando llega el momento del casamiento por iglesia Carlos decide que no lo siente, que no lo quiere hacer. Lo va a visitar a su suegro, y éste le dice que si la quiere a su mujer, que la haga feliz y se case por iglesia. Así que finalmente lo hacen en la cripta del Santísimo Sacramento, en el barrio de Retiro. Como lo había hecho con su primer casamiento no le informa a nadie de su familia. Cuando Ivonne le comentó a su padre, que era abogado de profesión, que se casaría, éste le dice: “¡otro Alonso en la familia!”, ya que su hermana estaba casada con un marino del mismo apellido. Hoy Ivonne nos cuenta que Carlos: “siempre fue refinado y educado, muy divertido, jamás me aburrí con él.” Siempre se deslumbró por su capacidad como artista y reconoce que es muy buen escritor también: “sus cartas románticas y poéticas son insuperables”. Ivonne siempre se llevó muy bien con la hermana de Carlos: Elba, quien era una de sus mejores amigas.

De luna de miel en Mar del Plata

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“Desnudo” ól eo sobre li enzo | 60 x 40 cm | 1959

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“Ivonne” óleo sobre lienzo | 120 x 80 cm | 1959

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Pasan la luna de miel en Mar del Plata, y se van a vivir a un departamento alquilado al pintor Osvaldo Rasgido, en

mecenas. Vendí an graba dos y di bujos e n cuota s. En 1956 exhibe en la Sala V de Galería Van Riel, la

la calle Chacabuco al 500. En octubre de 1955, en Galatea, Carlos expone una

exposición “El circo” con prólogo de Rafael Alberti, integrada por dibujos. También lo ayuda el Director

serie de dibujos a la pluma sobre la tortura policial peronista a los presos políticos. Ernesto Sábato, en la

de la Revista El Hogar, Barbieri, que le encargaba a Carlos un dibujo por semana.

revista Mundo Argentino elogia la exposición. Esa serie es motivada por el asesinato del obrero Aguirre

El 25 de julio de 1956 nace su hija Paloma, nombre puesto en homenaje a Picasso. Carlos muda su taller

en manos del torturador Amoresano. Frecuenta mucho el Teatro del Pueblo, ahí estaba Leónidas Barletta, del Partido Comunista, q u e d a b a en el subsuelo de Diagonal Norte 943 y tenía u n a g a l e r í a q u e d i r i g í a M a l a m u d . A l l í también i b a n B e r n i , C a s t a g n i n o , U r r u c h ú a y Po l i c a s t ro , integrantes del Grupo Boedo. También conoce a Ja c o b o F i t e r m a n , q u e s e c o nv e r t i r á e n a m i g o y

al barrio de Caballito, en Avenida Rivadavia y Río de Janeiro, ya que el departamento de Chacabuco tenía sólo un ambiente. A fin de ese año se instalan en Mendoza, en los fondos de la casa del Dr. Correas, donde Carlos trabaja durante un año. Frecuenta al gran poeta mendocino Armando Tejada Gómez (1929-1992), e ilustra su “Antología de Juan”, publicada en 1958.

“Taller de Chacras de Coria” ól eo sobre l i enzo | 50 x 70 cm | 1956

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Su hija Paloma

En Mendoza con Paloma en brazos

“Paisaje de Chacras” ól eo sobre l ienz o | 70 x 90 cm | 1956

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V. DON QUIJOTE

A

mediados de 1957 Ivonne viaja a Buenos Aires y en Antígona le avisan que hay un concurso en la Galería Pizarro para ilustrar el D on Qui jote . Rápidamente va al taller que Carlos tenía en la Avenida Rivadavia y elige un dibujo donde Julio Martínez Howard aparece con armadura de Quijote y lo presenta al concurso. No sólo queda seleccionado sino que Alonso gana el Premio. Eran jurados Carlos M. Mayer y Alfredo González Garaño, que habían sido compradores de sus obras en su primera exposición en Viau. Este era un concurso nacional, organizado por la Editorial Emecé para ilustrar la segunda parte de “El Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra. El primer tomo lo había ilustrado Salvador Dalí. Competía con artistas de la talla de Castagnino, Batlle Planas, Torres Agüero, Raúl Russo y Basaldúa, entre otros. Fue una gratísima sorpresa para Alonso haber ganado él este concurso, convirtiéndose en el primer gran éxito de Carlos y un hecho muy importante en su vida. Se mudan a un departamento en la calle México al 1400, una rara construcción, tipo bohardilla, con los techos en mansarda y ojos de buey hechos con llantas de automóviles, creación de un constructor con pretensiones de Gaudí… Los dibujos y litografías de Carlos sobre El Quijote son ex puestas en 1958 en la galería Pi za rro de Buenos Aires. El crítico Cayetano Córdova Iturburu lo elogia diciendo: “Su técnica de dibujante de excepcionales recursos y una penetración conmovida en el espíritu del inmortal relato, le han permitido afrontar, sin el menor

desmedro, el recuerdo de los grandes artistas que abordaron anteriormente, el grave problema de comentar visualmente la vida y las hazañas del Ingenioso Hidalgo.” En 1959 la misma editorial le encarga la ilustración del “Martín Fierro” de José Hernández, nuestro poema nacional por excelencia. Los dibujos de Alonso se centran en la vida social, laboral y familiar del gaucho. Carlos utiliza como modelo del personaje a su amigo, el poeta Armando Tejada Gómez. Se realizan sólo dos mil ejemplares de la edición, que contenía 13 litografías y 67 dibujos realizados por Alonso.

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Don Quijote

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M a r t Ă­ n F i e r ro

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Se afianza así su trayectoria como ilustrador. En toda su carrera realizó trabajos para más de 30 libros y hasta tapas de discos de sus amigos Mercedes Sosa, Palito Ortega y Astor Piazzolla: “todo lo que pudiera hacer para subsistir, sin dejar el taller me parecía legítimo. Pero nunca hice una ilustración servil. Siempre traté de imaginar una nueva técnica para representar el libro que ilustraba…”, expresó Alonso. Carlos nunca se ha esclavizado con los textos, quizá el mayor elogio lo hizo Pedro Orgambide: “Así como Baudelaire pintaba con palabras, Alonso escribe con imágenes.” En 1959 viaja a Río Hondo, Santiago del Estero, junto con Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y Lino Enea Spilimbergo. Carlos recuerda los momentos vividos en la pensión “Los ferroviarios”. En la planta baja, de un lado estaba Berni y justo enfrente Spilimbergo, se podían ver uno al otro con las puertas abiertas.

Recuerda Carlos: “Hicimos una especie de comunidad, porque siendo personas formadas, me trataban como si fueran mis pares. Eso era muy importante para mí, es otra de las cosas que son claves de la propia vida, que va cumpliéndose a lo largo del tiempo: esta relación sin tapujos, sin categorías, sin ‘el maestro y el alumno’, sino personas y colegas.” Allí realiza el primer retrato de Spilimbergo. Siempre recuerda que no le gustó lo que había hecho, y luego realizó otros dibujos de memoria y que al llevárselos a Spilimbergo éste se sorprendió del parecido que había logrado de memoria, que era muy superior a cuando él le había posado. Ivonne posó tres veces para Spilimbergo. El maestro realizaba los retratos en una hora. En 1961 por primera vez lo invitan al Premio Palanza. Las invitaciones se repiten en los años siguientes, pero nunca le han otorgado el mismo…

En Río Hondo, junto a Berni, Spilimbergo, Lea Lublin, Castagnino y Paloma, 1959

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Castagnino, Spilimbergo, Alonso y Berni, en RĂ­o Hondo

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“Maternidad” pastel sobre papel 100 x 70 cm

V I . CONSOLIDACION

A

partir de su éxito como ilustrador y de las numerosas exposiciones, Carlos se consolida como uno de los referentes de nuestro arte, con tan sólo 30 años. En enero de 1961 viaja a Europa, acompañado por Malamud, el director de la galería del Teatro del Pueblo. En Buenos Aires nace su hija Mercedes, el 24 de marzo, mientras Carlos estaba en París. En el mes de junio Ivonne, su mujer, viaja con sus dos hijas para reunirse con Carlos, en Edimburgo, Escocia, donde vivía Elba con su marido, que era médico allí. Recorren Europa los dos juntos. En París se encuentran con Spilimbergo y su mujer Germaine, y también recorren España. Es en Londres donde Carlos hace un hallazgo que marcará su técnica definitivamente: descubre el acrílico al visitar la escuela de Bellas Artes, donde ve a los alumnos trabajando en grandes

paneles con este nuevo medio que se estaba experimentando. Carlos enloquece con este material, ya que su secado rápido le permitía una mayor integración con el dibujo, la tinta, el carbón y el pastel, y volver al acrílico. Lo adopta definitivamente y así supera todas las dificultades que se le presentaban frente al uso del óleo. Con Mariano Pagés visita la tumba de Vincent Van Gogh. Viaja también a Moscú, donde se encontraba su hermano Antulio y recorre San Petersburgo. De regreso, en 1962, por primera vez compra casa propia. Es un departamento, en pleno barrio de Once, en Viamonte y Pasteur. Allí en la terraza Carlos arma su taller. Con dos niñas en su casa, las mismas se convierten en los personajes casi exclusivos de sus obras. Había comenzado a pintar niños en Río Hondo, eran los niños pobres, símbolo de los que más sufren,

En el Museo de Edimburgo, junto a retratos de Rembrandt

Junto a la tumba de Van Gogh

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aquellos que eran frágiles e indefensos, los más expuestos al mundo. Ahora son sus hijas y sus juegos el tema de sus obras. Carlos realiza ilustraciones de algunas tapas de discos para Mercedes Sosa, Astor Piazzolla y Palito Ortega. Con muy buen criterio piensa que esto le permitirá llegar con su obra al conocimiento de mucha gente ajena al mundo de la pintura. Carlos y Palito eran amigos, Palito lo iba a visitar asiduamente a su taller. En el mejor momento de Palito, cuando estaba por sacar el disco “Un Muchacho como Yo", a Carlos se le ocurrió la idea de hacer la tapa con un retrato, nadie lo había hecho hasta ese momento. Carlos decía que de esa manera iba a entrar a los hogares de todos los compradores, que eran miles, y de paso “le ponía la tapa al Rey”, y se reía mucho de eso. Realiza la exposición “Blanco y Negro” en la Galería Riobóo, integrada por 41 collages, técnica que había

empezado a experimentar durante su estadía en Santiago del Estero y que unía dibujos en carbón y tinta. David Viñas da en la clave al destacar que: “La pintura de Alonso nos intranquiliza.” Esto es una constante en la obra de Alonso. Sus dibujos y pinturas pueden gustar o no, pero nadie puede pasar indiferente frente a ellos. Él manifiesta lo que siente frente al mundo que nos rodea, y a través de la pintura y el dibujo hace un llamado de atención a la sociedad de aquello que él considera injusto. En contraposición a este dramatismo, pinta también escenas cotidianas: maternidades, los primeros pasos de su hija Mercedes o flores en un rincón de su estudio. La modelo de sus obras de niños era casi siempre Mercedes, que era muy linda y una traviesa gordita a la que Carlos le puso de sobrenombre “moretón”, ya que vivía cayéndose…

Tapa del disco de Palito Ortega

Palito Ortega y Evangelina Salazar

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Carlos en su taller


Su amigo Tito Carrozzi lo invita a pasar una temporada en General Villegas, en el extremo noroeste de la provincia de Buenos Aires. Allí realiza las obras para ilustrar “La guerra al malón”, del comandante Manuel Prado, editado por Eudeba en 1965, importante edición de 36.000 ejemplares. Las 46 acuarelas fueron adquiridas por suscripción pública de los habitantes de la ciudad de General Villegas, y con ellas se fundó el Museo Municipal

d e B e l l a s A r t e s , e l 1 9 d e n ov i e m b re d e 1 9 6 7 . También realiza una serie de esculturas en hierro con restos de máquinas agrícolas encontradas en un desarmadero de General Villegas, donde durante muchos veranos Carlos y su familia solían pasar un mes en el verano, siempre en compañía de sus amigos Carrozzi. Quizá por estos hermosos momentos allí vividos, la serie de “La guerra al malón” es la preferida de Ivonne y su hija Mercedes.

“Primeros Pasos” acrílico sobre lienzo | 100 x 100 cm | 1963

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“La Niña del Molinete” acrílico y óleo sobre madera | 100 x 100 cm | 1963

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“El Sonajero” óleo sobre lienzo | 70 x 60 cm | 1963

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Comienza la serie “Hay que comer” y la serie “El Matadero”, inspirada en el libro de Esteban Echeverría. Es allí donde empieza la relación con la carne y con la sangre en la obra de Carlos, donde también se manifiesta su admiración por Rembrandt. Obtiene la Primera Mención de Dibujo del Premio Braque, otorgado por la Embajada de Francia en la A rg e n t i n a . A l n o v i a j a r e l g a n a d o r d e l P r i m e r Premio, él recibe la Beca para residir 6 meses en París. Realiza también cartones para tapices, que expone en la Galería El Sol, que se dedicaba a los mismos. Le agrada haberlo hecho, ya que considera a los tapices como un arte popular por excelencia. Presenta en la Galería Lirolay de Buenos Aires su serie “Hay que comer”, en la cual se mezclan las medias reses con los personajes de la época. Incorpora a la obra objetos reales: platos, cucharas. Sus dibujos valían unos 400 dólares de hoy, y sus óleos unos 1.200 dólares de hoy.

También en la misma galería presenta los dibujos realizados entre 1963 y 1965 que ilustraron la edición del Centro Editor de América Latina de “El Matadero”, de Esteban Echeverría (1966). En las obras de Alonso, los gauchos de la Mazorca y el propio Rosas, son los protagonistas. El rojo punzó de los federales se entremezcla con la sangre de las reses del matadero, e n una i ncesante metá f ora de l a vi ol e ncia en la Argentina, en el pasado y en el presente… Allí aparece el tema de la res colgada que ya había tenido alguna presencia en las ilustraciones del Martín Fierro. Realiza “Homenaje a Rembrandt”, uno de los artistas que más le fascinan, en la Galería Nice de Buenos Aires. Dibujos y pasteles sobre uno de los autorretratos del maestro holandés, quien ha realizado más de 40 a u t o r re t ra t o s . Ta m b i é n c o m i e n z a l a s e r i e s o b re su interpretación de la obra “La Lección de Anatomía de Dr. Tulp” de Rembrandt. En 1967 fallece Francisco Petrone, un gran amigo y gran apoyo del artista.

Serie “El Matadero”

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Alonso en 1967

Con Quino, Mercedes y Matus

En su taller, 1967

Junto a uno de sus tapices

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La Guerra al Malรณn

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Hay que Comer

La carne y la sangre pasan a ser tema de interés en Carlos. Su admiración por Rembrandt quizá influyó en la utilización de las medias reses, símbolo de la ganadería y de la riqueza en la Argentina. Contemporáneamente en Inglaterra, Francis Bacon (1909-1992) también trabaja sobre el tema. Carlos lo utiliza como símbolo del poder en nuestro país.

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“Puro Lino” acrílico sobre lienzo 100 x 100 cm 1967

VII. P U R O L I N O

R

ealiza un contrato con Samuel Mallah y Víctor Najmías, directores de Art Gallery International, ubicada en Florida y Viamonte, una sala en el primer piso de grandes d i m e n s i o n e s q u e l e p e r m i t e a C a r l o s h a c e r, en octubre de 1967, una exposición de casi 80 trabajos, con distintas series que había realizado los últimos años. Entre ellas se destacan la que aborda el tema de la obra de Ernesto de la Cárcova “Sin pan y sin trabajo”, dibujos sobre Los suicidas y la o r e j a d e Va n G o g h ; D e s n u d o s y c o t i n e s ; Monumentos; obras sobre los miedos y r e c u e r d o s i n f a n t i l e s . Ta m b i é n l a s e r i e d e 4 3 acrílicos y collages sobre su maestro Lino Enea Spilimbergo, tal como se lo veía unos a ñ o s a n t e s d e m o r i r, c o n s u s m a n o s y p i e s vendados debido a un eccema que sufría, imagen que quedó grabada profundamente en la memoria de Carlos cuando lo visitó en su casa de Unquillo. Era el momento en que se discutía la muerte de la pintura por parte de algunos integrantes del Instituto Di Tella. Spilimbergo era la síntesis d e l p i n t o r, d e l h o m b r e p u r o , d e l h o m b r e q u e se manifestaba a través de sus pinturas y dibujos. Era como reivindicar el oficio cuestionado. Más que considerarse un discípulo de Spilimbergo, l o t o m a c o m o u n e j e m p l o d e v i d a : u n h o m b re sencillo, inteligente, que le enseñó l a a c t i t u d del artista frente a la sociedad. Es el hombre a quien retrata Alonso.

Fue, justamente a Samuel Mallah, joyero y socio capitalista de Art Gallery International, a quien Carlos le compró el primer anillo que le regaló a su esposa Ivonne, era una perla… N o h a b í a c a í d o b i e n e n e l Pa r t i d o C o m u n i s t a un artículo donde él contaba el contrato que había realizado con la galería, y a partir de esa exposición, Leónidas Barletta lo combate y demuestra que la intolerancia seguía presente. El autoritarismo seguía su curso… El hecho de tener un contrato con una galería parecía como darle la espalda a l a s a l a d e l Te a t r o d e l P u e b l o , a q u e l l a q u e financiaba muchas actividades del partido. Barletta dice de la serie de Spilimbergo, que es “un adefesio mal pintado”. Y luego utiliza el seudónimo Sánchez, para explicar

Junto a un retrato de Spilimbergo

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que esa exposición era “una conspiración sionista”. El Partido Comunista y sus mentores veían con más simpatía a los árabes que a los judíos en esa disputa. El Centro Industrial Techint le encarga una serie de dibujos para realizar una carpeta (1.000 ejemplares) sobre el acero. Viaja a Campana, donde se encontraba la fábrica, y realiza un relevamiento fotográfico, dibujos y grabaciones de los sonidos. Luego trabaja en el taller. Su interés estaba centrado en la luz. También hace monocopias y emplea plantillas para recrear la maquinaria. Le pagan 1.200.000 pesos (24.000 dólares de hoy) por los 30 dibujos, y eso le permite adquirir un 5° piso en Esmeralda y Paraguay, que se convierte en su taller. El resto de la compra se la financia un préstamo del Fondo Nacional de las Artes gestionado por Jacobo Feldman, miembro del directorio. Casualmente el departamento había sido “Retrato de L. E. S.” acrílico sobre lienzo | 50 x 50 cm | 1967

“Spilimbergo” acrílico sobre lienzo | 70 x 50 cm

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de la tía abuela de su mujer.

Spilimbergo en Unquillo


“Spilimbergo” acrílico sobre lienzo | 60 x 60 cm | 1967

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Serie “La Divina Comedia” técnica mixta sobre papel 26,8 x 20,8 cm 1968

VIII. LA DIVINA COMEDIA

A

ngel Batistessa estaba haciendo la traducción de La Divina Comedia de Dante Alighieri, y se piensa en Carlos para realizar las ilustraciones. Es así que viaja a Florencia, y a los tres meses lo hace Ivonne. Juntos pasean los fines de semana por toda la Toscana, San Giminiano, Asís, Venecia… Las hijas se quedan en Buenos Aires a cargo de Lucy, la suegra de Carlos. Realiza más de 250 dibujos y collages. Cuando muestra los mismos a Batistessa éste decide que no eran dignos de su traducción y el proyecto queda trunco. Un funcionario de la empresa Olivetti se interesa en hacer dos carpetas con las obras, pero sin la traducción del Dante. La presentación la escribe Ernesto Sábato, quien manifiesta: “un artista de la talla de Alonso no hace ilustraciones sino interpretaciones, obras de valor plástico propio. Y no digo autónomas porque de una manera u otra deben guardar relación con la obra literaria. Pero es una relación a la vez entrañable y de vuelo personal.” Sábato da en la clave de lo que realmente se propuso Carlos: “Mi aspiración fue hacer algo contemporáneo. Así surge un libro que estará lleno de fotografías, de collages, de un lenguaje gráfico más moderno. Trabajé con libertad… No me siento un ilustrador sino alguien que hace algo a partir de una obra clásica y fundamental para la cultura y que trata de encontrarle puntos de coincidencia con nuestra época.” El infierno que interpreta Alonso va más allá de lo que cuenta el Dante, el infierno de Alonso está también en las villas miseria, en el hambre de los niños y en la tortura. “Ahí hay más con mi carácter, con mi pintura y con lo que a mí

me interesa del arte. Entonces hice una cantidad enorme de ilustraciones. Cuando llegué al Cielo me encontré con un mundo absolutamente distinto. Desconocido.” Los trabajos de Alonso fueron expuestos en Art Gallery International de Buenos Aires (1969) y Olivetti le propone exponerlos en Italia. La empresa le asigna en Roma a un funcionario

Carlos Alonso en Florencia, 1968

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Etiqueta del vino Saint Felicien

l l a m a d o Pa u l o Vi t t i q u e l o a c o m p a ñ a a v i s i t a r distintas galerías para hacer la exposición; finalmente se deciden por la galería Giulia en Roma y Eidos, en Milán. La exposición en la galería porteña tenía un montaje extraordinario, era como un laberinto por el que se transit aba por el purgat or io, el i nfie rno y se llegaba al cielo, un espacio sin imágenes, sólo con música y la figura de Dante volando. Tenía incluso un confesionario, que había comprado Carlos en un remate para incorporar a la misma. Este confesionario quedó luego en manos de Ivonne y lo tenía en su boutique de Juncal y Esmeralda. En 1968 la familia Catena le encarga la etiqueta del vino Saint Felicien, convirtiéndose la misma en un clásico de la industria vitivinícola.

Palazzo del Siglo XIII donde vivió Carlos, Florencia, 1968

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La Divina Comedia

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D u ra n t e e s e m i s m o a ñ o t ra b a j a c o n s u a m i g o Antonio Seguí en París. Pese a ser maltratado por el Partido Comunista, Car los redobla su apuesta militante. Integra l a Comisión Directiva de la SAAP (Sociedad Argentina de Artistas Plásticos), y junto con Ricardo Carpani, Juan Carlos Castagnino y Julio Martínez Howard organizan allí, entre 1968 y 1969, muestras como “El Che vive”, recordando a Ernesto Guevara asesinado en 1967. Apenas inaugurada la muestra es clausurada y más tarde las obras son enviadas a La Habana, y donadas al museo cubano. En 1969 jun to a otros artistas real iza el mural “Hambre, basta”, que se expone en la SAAP. Eran dos grandes paneles pintados simultáneamente por los artistas, en una participación colectiva. Ese mismo año realizan las muestra s “Vil l a Quinteros También es América”, en denuncia de

la cruenta represión policial a los habitantes de ese pueblo tucumano que protestaban por el cierre de un ingenio azucarero; y “Malvenido Rockefeller”, repudio a la visita de Nelson Rockefeller. Las mismas reciben la clausura y son censuradas por la dictadura militar que gobierna el país. M a n d a d o s o b r a s a l a e x p o s i c i ó n Pa n o r a m a d e la Pintura Argenti na que reali zaba la Funda ci ón L o r e n z u t t i , e n e l Pa l a i s d e G l a c e . L a s m i s m a s s o n c e n s u ra d a s y re t i ra d a s p o r l a Subsecretaría de Cultura de la Nación. En solidaridad con Alonso, algunos de los 39 artistas invitados re t i ra n l a s s u ya s : P re s a s , Cogorno, Grela, Seoane, Carpani, Torrallardona y Po n t Ve r g é s , e n t r e o t r o s . En la Sociedad Rural Argentina, en la muestra t i t u l a d a E x p o - S h o w, r e a l i z a d a e n 1 9 7 0 s o n seleccionados Antonio Berni y él para representar nuestra pintura.

Junto a Presas, Seoane, Cogorno, Pont Vergés, Grela y Carpani en la muestra de Fundación Lorenzutti, 1969

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Dante

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Teresa y Carlos 1971

IX. TERES A

E

n 1971 se separa de Ivonne Fauvety, quien también había estudiado pintura con Vicente Puig y es una excelente retratista. Carlos recuerda que Paloma, la mayor de sus hijas que tenía 15 años en aquel entonces, le dice que no se preocupe, que la separación “va a ser mejor para todos…” Conoce a Teresa Echeverría. Un día, una amiga le trae una foto carnet de alguien que se parecía mucho a los dibujos de los personajes femeninos de Carlos y luego una mujer lo llama para visitarlo en el taller. Siempre recuerda a Teresa toda vestida de negro, luego de mostrarle todos sus dibujos, se van a “El Tropezón” a comer una sopa de ajo y reconoce que quedó “prendado” de ella. Teresa era viuda y tenía 27 años. Al día siguiente ella parte a su casa en Villa Ángela, Chaco. Allí la visita Carlos y luego realizan algunos viajes buscando un lugar donde vivir fuera de Buenos Aires, que tuviera jardín. Van a Mendoza, pero no se convencen con nada, van a buscar también en Olivos, Martínez, las afueras de Buenos Aires, y cuando la lleva a Teresa a conocer la que fuera la casa de su maestro Spilimbergo en Unquillo, Córdoba, ven que al lado hay un cartel de venta. Era una propiedad de un familiar de Spilimbergo y compran dicho lugar, que está en las alturas de la casa de su maestro. Le encargan a su amigo, el ingeniero Jacobo Fiterman, el arreglo de la casa, aunque recién irán a vivir allí una década después. Expone su serie de la Divina Comedia en Roma y en Milán. Las galerías de estas ciudades le ofrecen contratos, decidiéndose finalmente por Giulia de Roma, quien adquiere toda una serie vinculada al Che Guevara, y donde expondrá en los años siguientes.

El dinero del contrato le permite alquilar una casa del Siglo XV, donde también había vivido Rafael Alberti, en Vía di Monserrato 20, vecina a Piazza Navona. Luego se muda a un departamento más moderno en Vía Cagliari, en el barrio Porta Pía de Roma, donde podía tener un taller más cómodo. También vivió una temporada en Milán. Trabajaba mucho en las estamperías realizando grabados. Integra los clubes de grabado, un sistema por el cual la gente hacía aportes mensuales y recibía un grabado por mes, una costumbre muy enraizada en Italia.

Teresa y Carlos en Galería Giulia, Roma, 1972

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“Andá a Cantarle a Verdi”

A partir de un dibujo de Giovanni Boldini (18421931) sobre Giuseppe Verdi comienza una serie titulada “Andá a cantarle a Verdi”, en la cual fusiona a Gardel con el maestro italiano. Boldini estuvo varios meses tratando de hacer un retrato convencional de Verdi, pero no estaba contento con el resultado. Un día lo vio aparecer a Verdi con su galera y su bufanda y rápidamente hizo el dibujo. Logrando algo que le interesa mucho a Carlos, que es “apresar un instante”. Uno de sus mejores recuerdos de Roma es la visita de Antonio Berni con su mujer Sunula. Vivían en el Hotel Locarno, al lado de Piazza del Popolo, y ante la falta de lugar para trabajar, Antonio va diariamente al taller de Carlos y trabajan juntos. Allí lo visitaban los amigos, como Mercedes Sosa y Astor Piazzolla, que posaron para los dos. El día anterior a retratar al músico, Carlos había pintado un bandoneón grande, como parte de la composición del retrato, ante lo cual Berni le manifiesta: “Así no vale… tenés un bandoneón de ventaja…” Allí festejan, el 14 de mayo de 1975, los 70 años de Antonio, quien había llegado desde París en un Renault 4L, que estaba en bastante mal estado, porque Berni, al ser sordo se olvidaba de pasar los cambios, y el pobre 4L siempre andaba en primera y no en cuarta… Cuando Berni abandona Roma, el auto queda de regalo para Carlos y Teresa.

Carlos y Teresa en Roma

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Con Rafael Alberti en Roma

Con Teresa y su hijo Ludovico en Roma

Con Berni y su hija Mercedes

Carlos Alonso en Roma

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“Van Gogh” acrílico sobre lienzo | 23 x 17 cm | 1973

En 1974 expone su serie en homenaje a Vincent Van Gogh quien es, según la opinión de Alonso “la visión del arte despojado de literatura”, ya que reflejó lo cotidiano, lo sencillo, lo que lo rodeaba. Realizada en Art Gallery International, estaba integrada por 14 pinturas y 20 dibujos. Carlos manifiesta: “pinto lo que quiero borrar”. Es como una especie de exorcismo, en vez de guardar las cosas que le molestan, las muestra a través de sus dibujos y sus pinturas, para que la sociedad no pase indiferente frente a ellas. Regresa a Buenos Aires, porque su mujer Teresa está embarazada y quieren que su hijo Pablo nazca en la Argentina. La renovación del pasaporte en aquellas épocas era una tarea bastante desagradable, incluso le exigían que se afeitara para sacarse la foto del mismo. El 24 de marzo de 1976 se produce un nuevo golpe de Estado. E n a b r i l i n a u g u ra s u e x p o s i c i ó n e n A r t G a l l e ry International titulada “El ganado y lo perdido”, integrada por obras realizadas entre 1972 y 1976.

Junto a sus obras de la Serie “Van Gogh”, 1974

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“Vincent Van Gogh” acrílico sobre lienzo | 60 x 60 cm | 1973

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A Carlos le e n c a n t a e s t e t í t u l o y h a c e u n j u e g o d e p a l a b ra s d i c i e n d o q u e t a m b i é n p o d r í a s e r “Lo gan ado y el perdido…” En ellas Alonso mostraba los síntomas de violencia que se estaban viviendo. Expresó el artista: “Por un lado estampas de una familia campesina (…) en la que empezaban a faltar personajes, c on figuras en blanco y señales de de s me mb r amie nt o. Y por ot ro, e l g anado, una descripción de la ganadería y su presencia permanente en ciertos comportamientos de la sociedad argentina.” A p o c o d e i n a u g u ra r, s e p ro d u c e u n a a m e n a z a de bomba y desalojan l a gal ería. Simultáneamente, unos “personajes”, aduciendo q ue son fun cionarios de i nmigraci ón, lo vi si tan en su casa. Revisan todo y hacen preguntas extrañ as… Carlos consulta con un vecino: el galerista R ober to Olejaveska, quien tení a relaci ones con e l c í rc u l o d e l A l m i ra n t e M a s s e ra , q u i e n m a n d a el mensaje: “Que no se deje agarrar…” Inmediatamente C a r l o s , Te re s a y s u h i j o re c i é n n a c i d o v i a j a n a Europa.

Junto a una de sus obras dedicadas a Van Gogh

Exposición “Van Gogh” en Art Gallery International, 1974

“La Oreja” acrílico sobre lienzo | 112 x 189 cm | 1972 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

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“El Pajarito” acrílico sobre lienzo | 60 x 60 cm | 1973

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“Fin de Invierno” acrílico sobre lienzo | 150 x 150 cm | 1974 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

“Fin del Verano” acrílico y lápiz sobre papel | 70 x 73 cm | 1974

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“La Vendas” acrílico sobre lienzo | 150 x 85 cm | 1972 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

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“Paloma” témpera sobre cartón 65 x 50 cm 1969

X. PALOMA

P

aloma fue la primera hija que tuvo Carlos, nació el 25 de julio de 1956. Sin dudas su llegada le cambió la vida en forma radical a él, quien nunca había vivido con niños. Debió mudar su taller al barrio de Caballito, ya que el departamento de Chacabuco era muy chico. Tenía unos enormes ojos que hubieran sido la envidia de Spilimbergo que gustaba de resaltar los ojos de sus modelos. Desgraciadamente, aunque lo conoció al maestro cuando fueron a Río Hondo, no se hizo ningún retrato con él. Niña cariñosa, alegre, movediza, buena alumna. Se destacaba en ella la alegría de vivir, la libertad, el sentido de la amistad y el compromiso afectivo. Siempre mantuvo con su padre una excelente relación. Maestra jardinera y militante del PJ, junto a otros compañeros enseñaba a leer y escribir a los más humildes, algo tildado de subversivo por los militares. Cuando Carlos parte en mayo de 1976 al exilio, ante las advertencias que había tenido, Paloma vivía sola en un departamento en la calle Defensa, donde tenía colgadas algunas obras de su padre, entre ellas el retrato del Che Guevara. De allí fue secuestrada el 30 de julio de 1977, cinco días después de cumplir los 21 años. Pese a la búsqueda incesante de su madre, fue una de las desaparecidas del régimen militar. Esto sin duda marcó fuertemente a toda la familia. Carlos se hunde en una gran depresión, ya que no sólo tiene que vivir en el exterior, sino que sufre la mayor pérdida que puede tener una persona, la de un hijo. Cuando ocurre este hecho criminal, Mercedes y Pablo, sus otros hijos se encontraban de vacaciones con él en Calpe, un pueblo en la costa Alicantina donde el pintor argentino Carlos Sessano (1935) y su mujer Marita

tenían una casa de veraneo. Hoy Mercedes recuerda así a su hermana: “Paloma era muy realista, con los pies en la tierra, en cambio yo soy más fantasiosa…” Y su madre Ivonne: “Su excelencia estaba en su sincera y generosa entrega a las personas que amaba. En su sensibilidad para la poesía y el baile, en su gusto innato por las cosas bellas. En su sencillez y falta de artificios. En su inteligencia y honestidad. Y en la alegría que prodigaba con su natural vivacidad.” Fueron años muy difíciles para la familia. Además los estafadores de turno, siempre decían tener alguna noticia de su hija, lo cual no era cierto.

Paloma, 1977

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Paloma y Carlos en Roma, 1972

Paloma en Roma, 1973

Paloma y Carlos en Italia, 1972

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Quiero contarles quien fue realmente Paloma, para que juntos la recordemos y los que no la conocieron sepan de su carácter y de su notable personalidad. Paloma nació el 25 de Julio de 1956 y desde el vamos fue una protagonista. Era tremendamente seductora. Te miraba muy seria con sus grandes ojos rasgados como evaluándote y te conquistaba con su mejor sonrisa. Tenía cuatro años cuando nació su hermana Mercedes. La circunstancia fue que su padre tuvo que viajar a Europa tres meses antes de su nacimiento. Y como que fue precoz en hablar y razonar, también fue precoz en responsabilidad. Lo que más se destacaba en ella era su sentido de la amistad y el compromiso afectivo, que fue la constante de su vida y que paradójicamente resultó ser su cruz. Tenía apenas 14 años cuando su padre y yo nos separamos. –“El problema es de ustedes”- dijo poniendo distancia y sin tomar partido. Pero, claro, ella no lo pudo saber entonces, que eso fue el fin del hogar y el comienzo de su vida adulta. Tenía 16 años cuando su padre le concedió el privilegio de ser menor emancipada y 18 cuando pudo irse a vivir sola. En esa época, 1974, Paloma, junto a otros compañeros de militancia, enseñaba alfabetización en fábricas y villas miserias. Su compromiso era el de todos los jóvenes de su generación. En su idealismo querían una Argentina no dependiente. También viajó a Roma a ver a su padre y al Perú a trabajar con los indios. Pero esa época, sobre todo después del 24 de Marzo de 1976, ser menor emancipada, vivir sola, ser hija de pintor tildado de comunista y de padres divorciados, y aunque no lo crean, ser maestra jardinera era altamente sospechoso y subversivo para la mentalidad enferma de los militares del proceso. La fueron a buscar a su casa, en San Telmo. Fue la madrugada del 30 de Julio de 1977. Hacía cinco días que había cumplido 21 años. Y lo había festejado con una gran fiesta. Una pareja amiga que concurrió a su cumpleaños fue secuestrada al volver a su casa. A dónde? Por qué? Quiénes? Fueron tres años buscándola y prefiero no acordarme de todas las veces que rogamos, golpeamos puertas, investigamos, entrevistamos, pedimos, suplicamos y mendigamos una respuesta, una pista de su paradero y su destino. Pero no hubo nunca nada oficial ni cierto. Sólo mentiras, suposiciones, promesas incumplidas y un silencio sin fin. No guardo, en mi corazón, odio hacia los responsables de esa tragedia. El odio me hizo daño a mí y me impide tener la serenidad para comprender en su justa medida lo que pasó, y entender hasta que punto los seres humanos están extrañamente unidos como hilos en esta urdimbre y trama de hierro que son los destinos humanos. Y entonces, me gustaría poder llegar a decir un día, junto con el Dante: “Dejad que extienda, piadoso, El olvido su manto, Sobre lo que se hizo por error El resto que lo juzgue Dios.” Ivonne Fauvety | 75


Durante los cinco dolorosos años de exilio, Carlos sufrió “la sensación de no tener casa, ni patria, ni fuentes, ni elementos, la sensación de no tener nada, de no tener raíces. Es angustiante no saber cuando uno volverá y si es que volverá…” Pasa los primeros años en Roma, pintando y exponiendo en la Galería Giulia de aquella ciudad y en otras galerías de Europa. También continúa con la serie que refleja la violencia en la sociedad argentina. Algunos grupos de exiliados en Italia querían utilizar esas obras como bandera de

protesta. Alonso siguiendo una conducta de toda la vida, decide destruirlas para que no sean utilizadas con fines políticos, ya que su esencia de artista es reflejar aquello que le parece injusto de la sociedad, pero sin utilizarlo con banderías políticas. Son épocas muy difíciles en Italia, en todos los órdenes, y la nostalgia por su tierra hace que Carlos se radique en Madrid, donde recupera el idioma y también amistades como el actor Luis Politti (1933-1980), que fuera retratado en su obra “Luis en Venecia”; la actriz Cipe Lincovsky y su marido el pintor Oscar Mara.

“Luis en Venecia” acrílico sobre lienzo | 150 x 150 cm | 1980 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

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“Estudio para el Retrato de Egon Schiele” lápiz sobre papel | 63 x 90 cm | 1979

E ra c o m o i r p re p a ra n d o e l re g re s o … U n a p oyo muy importante en este período es Mario “Pacho” O’Donnell, quien lo visita continuamente en el lindo departamento que tenían Carlos y Te re s a e n l a c a l l e d e l P i n t o r R o s a l e s , f re n t e a Casa de Campo. Es un período en el cual Carl os trabaja haciendo homenajes a los grandes maestros. En 1977 había enviado una muestra extraordinaria a Buenos Aires, ti tulada “Vi sita Gui ada”, con l a cual la galería Imagen inauguraba una segunda s a l a . L a m u e s t ra a b a rc ó l a s d o s s a l a s y e ra u n a manera de mostrar lo que Carlos estaba haciendo en Italia: visitando a los maestros. Son Caravaggio, Velázquez y Courbet, algunos de los artistas h omenajeados, junt o con Egon Schi el e, M i g u e l Á n g e l , Ti z i a n o , R i b e ra , R e m b ra n d t , I n g re s , G e r i c a u l t , D e l a c ro i x , y Va n G o g h . S u amigo Fiterman se ocupa de la muestra. En 1979 expone también obras de esta serie en Galería Juana Mordó, una de las más prestigiosas

“Renoir de Paseo”, acrílico sobre lienzo | 60 x 50 cm | 1990

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galerías de Madrid. Quiere enviar esta serie a Buenos

a las manos porque no puede sostenerlos, es aquel

Aires para ser expuesta y le pide al galerista que le

que pinta desde una silla de ruedas. “Lo que más me

pague los gastos del traslado de las obras y luego se

importa en Renoir era su actitud humana, esa tozudez

cobre con alguna pintura, pero el galerista le manifiesta

de seguir (…) la firmeza inapelable de la vocación”,

que él “vende obras y no las compra…” Finalmente las

dice.

expone con gran éxito en Galería Palatina.

En cambio Courbet es el sinónimo de la alegría de

Para Alonso, Renoir, así como lo fue Spilimbergo en

pintar, es el hombre que muestra su colorida mesa de

aquella serie memorable, es la imagen de la pureza y

trabajo, como diciendo “la mesa está servida”, para

el amor, el hombre que se tiene que atar los pinceles

que todos disfrutemos.

“Mesa de Trabajo” (Homenaje a Courbet) acrílico sobre lienzo | 100 x 100 cm | 1980 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

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“Visita a Velázquez” acrílico sobre papel y madera | 150 x 100 cm | 1976

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“Mi Jardín, Unquillo” acrílico sobre aglomerado 100 x 80 cm

XI. UN QU ILLO

E

n 1981 regresa a Buenos Aires. Durante unos meses vive en su departamento de la calle Esmeralda y Paraguay, pero los recuerdos lo acosan y en la ciudad todo lo hace sent irse i ncómodo. Deciden con Teresa irse a vivir a la casa que habían comprado una década antes en Unquillo, una pequeña localidad de 15.000 habitantes, a 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba, famosa por un microclima que la convirtió en centro de sanatorios para recuperación de las enfermedades respiratorias; y el lugar donde vivió su querido maestro Spilimbergo en los últimos

años de su vida. Allí Teresa se ocupa del jardín y del parque, que es una de sus pasiones, y por primera vez en su carrera, Carlos deja de lado la figura humana. Pinta paisajes del pueblo y sus alrededores. Se instala muchas veces con el caballete a pintar del natural, pero nunca para hacer una pintura realista, sino para sentir el ambiente. Expresó Carlos: “Empecé a hacer paisajes, tenía tan desconectada mi relación con las personas, sentía verdaderamente que se me había quebrado el mundo de relación con la imagen.”

En el jardín de su casa

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Paralelamente le ofrecen terminar una obra que había comenzado su amigo Antonio Berni, que fallece el 13 de octubre de 1981. El maestro estaba trabajando en una pintura de 25 metros cuadrados para ser colocada en el lobby del Hotel Panamericano de Buenos Aires. En el mismo se representaba el pueblo de donde eran originarios los propietarios del hotel, Empedrado, en la provincia de Corrientes. A partir de los apuntes y documentación que había realizado Berni, Carlos viaja junto al joven pintor Eduardo Faradje a Empedrado. Toma apuntes, pinta

su paisaje y encara la realización de la pintura, que le llevó 6 meses y que finalizó en 1983. A manera de homenaje, Alonso incluye en la composición a Antonio Berni con su caballete pintando las costas del Paraná. En 1982 recibe uno de los pocos premios de su carrera: el Premio Konex de Platino en Dibujo, que le vuelven a otorgar una década después. En 1983 presenta una gran exposición en Buenos Aires, integrada por tres series: retratos de Berni y Spilimbergo, paisajes de Unquillo y nuevas obras de

“Paisaje de Empedrado, Corrientes “ acrílico sobre lienzo | 150 x 150 cm | 1982

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Alonso junto a la gran obra del hotel Panamericano

La obra de Alonso en el hotel Panamericano

Un detalle de la obra

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“Balcón en La Boca “ acrílico sobre lienzo | 50 x 60 cm | 1986

“Los Lirios“ acrílico sobre lienzo | 200 x 300 cm | 1989

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“Paisaje de Mendoza “ acrílico sobre lienzo | 140 x 140 cm | 1988

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“Manos anónimas”. Esta última era la manera de Carlos de contestar a lo que había ocurrido, y decirle a los represores que él no se olvidaba, que él siempre iba a estar allí y que no iba a tirar la toalla frente a las injusticias. Mucho le impresionó la actitud de dos señoras que, frente a la crudeza y la violencia de una de sus obras de Manos Anónimas, decían: ¡qué belleza!, y comentarios similares, lo cual lo hace reflexionar a Carlos quien expresa q u e es curioso como a veces la gente se queda en el continente y no ve la profundidad del contenido del mensaje plástico. También realiza una importante exposición retrospectiva c o n 1 0 5 g ra b a d o s e n l a F u n d a c i ó n S a n Te l m o . Desgraciadamente no se hizo un catálogo con dichas obras y sin duda es una asignatura pendiente publicar la obra completa de grabados que ha realizado Carlos en su larga trayectoria. En noviembre de 1986 se presenta un libro sobre su vida y obra, que recoge escritos de Ernesto Sábato, David Viñas y Domingo Biffarella, entre otros. En

1987 hace una muestra que recuerda con mucho cariño, en el Centro Cultural Recoleta, con 250 obras que mostraban su labor como ilustrador. Fue la muestra más numerosa de sus obras que se ha realizado. E n 1 9 8 9 l e e n c a rg a n u n a o b ra p a ra e l Tr i b u n a l Superior de Justicia de Córdoba, también realizan trabajos sus colegas Pedro Pont Vergés, Antonio Seguí y Antonio Monteiro. Carlos prefirió hacer, en lugar de una obra gigante, 9 lienzos en los cuales manifiesta las distintas interpretaciones que puede haber ante un mismo dilema jurídico, ante una situación hay muchas versiones sobre la misma verdad. Una gran compañía en estos tiempos fue Marcelo Bonevardi (1929-1994), quien había vivido 33 años en Nueva York, y a quien le realizamos un contrato para q u e p u d i e ra re g re s a r a t ra b a j a r a l p a í s . M a rc e l o adquirió entonces una vieja fábrica de alfajores en la ciudad de Córdoba para utilizarla como taller. Realizamos varias exposiciones de sus obras. Bonevardi siempre recordaba sus charlas sobre arte con Carlos.

“Paisaje de Unquillo” técnica mixta sobre lienzo | 70 x 100 cm | 1992

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“Otoño en Unquillo” acrílico sobre compensado | 122 x 122 cm

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“El Pintor Caminante” (detalle) acrílico sobre lienzo 200 x 200 cm 1991 Colección Amalia Lacroze de Fortabat

XII . VAN GOGH

D

esde 1964 Alonso realiza pinturas referidas a Vincent Van Gogh. Recuerda Alonso: “Estaba trabajando sobre las piernas vendadas de un cuadro de mi querido maestro Spilimbergo. Mientras pegaba esa venda se produjo una asociación con la venda de la cabeza de Van Gogh, luego de cortarse la oreja. Esa venda fue como un puente entre nuestro Spilimbergo y Vincent.” Para Carlos, Van Gogh “creía en sí mismo, aunque el mundo no creyera en él. Es un amigo ejemplar. Ejemplar por su furibunda vocación. Vincent fue un trabajador.”

A él siempre le impresionó el amor de Theo, el hermano de Vincent y de su viuda, que conservaron las obras con cariño y con pasión.

En 1990, al cumplirse el centenario del suicidio de Vincent Van Gogh, la Embajada del Reino de los Países Bajos organiza una gran exposición sobre el artista en el Museo Nacional de Bellas Artes, con un conjunto de obras que traían desde los museos de Holanda. Lo invitan a Carlos a presentar una exposición sobre el maestro holandés. La estupenda muestra se exhibe en el pabellón del museo y se titula “El pintor caminante”. En ella Alonso señala “el carácter de hombre viajero, de explorador constante, del artista que busca su motivo, y que encuentra en el estímulo exterior y en el contacto con la naturaleza su propia definición”. En la Feria del Libro de 1992 realiza una obra con collage de 3 x 30 metros que le dio mucho placer.

Carlos Alonso con sus nuevas obras sobre Van Gogh, 1990

“Van Gogh” acrílico sobre tabla | 105 x 100 cm | 1991

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En 1994 lo invita la Universidad Hebrea de Jerusalem a conocer Israel. Carlos siempre recuerda la conmoción que le produjo el paisaje, el hecho de que cada lugar esté cargado de historia, le produjo “encantamiento”. Trabajó mucho en acuarelas y también tomó muchas fotografías. En 1998 realiza la serie “Casa Tomada”, inspirada también en Van Gogh, en el cuarto del artista, con la pesada cama, las sillas de mimbre y los retratos d e s u s p a d r e s e n l a p a r e d . E n u n a Feria del Libro, 1992

c a r t a a s u hermano Theo, Vincent le dice que está pintando su cuarto, y que le gustaría agregar un

“Ciudad Vieja, Jerusalem” acrílico sobre lienzo | 100 x 100 cm | 1994 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

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desnudo en la cama, cosa que nunca realizó. Entonces Carlos pinta el cuarto de Van Gogh con un desnudo en la cama y niños jugando, sintiendo que ha completado el deseo de su admirado Van Gogh. En el año 2000 escribo 35 monografías sobre nuestros artistas de todos los tiempos, y una de ellas estaba referida, por supuesto, al admirado Carlos Alonso. El gobierno de la provincia de Córdoba le encarga l a r e a l i z a c i ó n d e u n a p i n t u r a p a r a e l Te a t r o Libertador General San Martín. Tarea difícil que Carlos acomete realizando diferentes bocetos. Cuando ya tiene decidida la imagen a plasmar, una Comisión interna del Teatro objeta la construcción de una cúpula de acrílico para que fueran fijadas las pinturas, aduciendo que se alteraría la acústica del teatro mayor de Córdoba. Sin duda que es una de las asignaturas pendientes de Alonso, a quien también se le ofreció hacer otro tanto en el Teatro Nacional Cervantes de Buenos Aires.

En mayo realiza en Zurbarán una extraordinaria muestra de dibujos, que titulamos “Carlos Alonso en blanco y negro”, que incluía 28 dibujos que abarcaban 15 años de trayectoria y que seleccionamos en Unquillo. Entre el 30 de septiembre y el 12 de noviembre del mi smo año expone su se rie “ Los Inmigrantes” en el espacio de Zurbarán, en Casa Foa, re a l i z a d a e s e a ñ o e n e l e m b l e m á t i c o H o t e l d e Inmigrantes, en la Dársena Norte del puerto de Buenos Aires. Justamente en aquel lugar donde desembarcaron sus abuelos en 1914. La serie incluye paisajes de la entrada al puerto, como vistos desde un barco, a diferentes horas del día, y escenas familiares como “Inmigrantes”. Al año siguiente (2001) llevamos un conjunto de 33 acrílicos, carbonillas, pasteles y grabados, realizados en los últimos 30 años, a San Carlos de Bariloche. Fue ésta la primera exposición del artista en la Patagonia. Luego la muestra es llevada al Museo Provincial de

“Casa Tomada” pastel sobre papel | 56 x 76 cm | 1998

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“Flores de Campo” acrílico sobre lienzo | 60 x 50 cm | 1997

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“El Festejo” acrílico sobre lienzo | 70 x 54 cm | 2008

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artista la sensación que su obra trasciende y está en un lugar adecuado y para la observación y toma de conciencia de lo que él quiere expresar en una gran cantidad de gente. Como decía el pintor francés Jean Dubuffet (1901-1985): “Pintar la esencia es trascender lo accidental.” Ese mismo año realizó una exposición que a mí me encantó, fue en el mes de agosto en la sede del Fondo Nacional de las Artes. Eran pinturas realizadas entre 1976 y 1996, 16 retratos de grandes maestros: Monet, Renoir, Courbet, Schiele. En junio de 2009 presenté el libro “Carlos Alonso”, publicado por Editorial Atlántida.

Carlos Alonso en Zurbarán

Bellas Artes “Rosa Galisteo de Rodríguez”, de Santa Fe. En mayo expone “Mal de amores y otros males”, dibujos realizados entre 1970 y 1976, en el Centro Cultural Recoleta. En la serie “Mal de Amores” plantea el discurso del poder: que el país está enf er mo

“Lunes Diáfano” acrílico sobre tabla | 40 x 40 cm | 2000

y necesita cirugía sin anestesia. Para él, en realidad, los enfermos son los que tienen el poder, esos enfermeros que llevan a la gente que en vez de ejercer la violencia está haciendo el amor. Las vendas tapando los ojos simbolizan al que ha desaparecido en la familia y el desmembramiento de la misma. En 2003 se publica el libro “Carlos Alonso, (Auto) biografía en Imágenes”, con la coordinación general de Jacobo Fiterman y con obras seleccionadas por el artista. Una de las cosas que más placer le ha dado fue la instalación de su serie “Manos Anónimas”, en 2005, adquirida por el gobierno de la provincia de Córdoba, y que tiene su sala en el Palacio Ferreyra. Es para un 94 |

“Mal de Amores” tinta sobre papel | 52 x 70 cm | 1971


“Inmigrantes Italianos” acrílico sobre tabla | 68 x 100 cm | 2000

Serie “Los Inmigrantes” acrílico sobre tabla | 80 x 100 cm | 2000

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1. Ivonne 2. Josefina 3. Mercedes 4. Pablo 5. Paloma 6. Teresa

XIII. RETRATOS DE FAMILIA

S

i n d u d a q u e t o d o a r t i s t a p i n t a a s u s s e re s q u e r i d o s . A l g u n o s p o rq u e s o n l o s m o d e l o s

que tien en más a mano, y en el caso de Car l os, porque significa pint ar sus af ectos. Es común en Carlos, no sólo hacer posar a los modelos, sino que generalmente trata de pintar de memoria, de esa man era considera que logra sus mejores retratos. Le ha pasado con Spilimbergo y también con su familia y amigos. A Ivonne Fauvety la retrató innumerables veces, desde que la conoció en 1955. Tambi én retrató a su madre Josefina, y sus hijas Paloma y Mercedes fueron s u s m o d e l o s p r e f e r i d a s d u r a n t e m á s d e

Con Teresa y Pablo

u n a d é c a d a , y de allí surgieron brillantes series, como

“ Ju g u e t e

Rabioso”,

que

c o m e n z a ro n

siendo obras casi sin color, para luego incorporar el mismo. A Pablo lo comenzó a retratar en Europa durante el exilio, y uno de sus más tiernos retratos es en el que se lo ve vesti do de escolar. Te r e s a n o s ó l o e s u n a s u s m á s i m p o r t a n t e s m o d e l o s , s i n o q u e s u s f a c c i o n e s p a re c i e ra q u e C a r l o s l a s c o n o c í a a n t e s d e e n c o n t ra r l a a e l l a . Fue a p a r t i r d e e s e p a r e c i d o q u e u n a a m i g a l o s presen tó. L u d ov i c o , h i j o d e Te re s a , e s c o m o o t ro d e s u s hijos. Además es quien lo ha hecho abuelo p o r primera vez, y Carlos juega los fines de semana con Donato, su nieto. Desde h ace más de dos décadas, qui en cui da l a casa de Un quillo, fi el col abo rador de Car l os, es Hugo a quien también ha retrat ado.

“Hugo”

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S u M a d re J o s e f i n a

“Josefina” acrílico sobre lienzo | 92 x 92 cm

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Sus Hijas Paloma y Mercedes

Carlos con sus hijas Mercedes y Paloma, por A. Saderman

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Paloma, 1960

Mercedes, 1971

Carlos y Paloma

Carlos y Mercedes


“Mercedes Menina”, acrílico sobre lienzo | 150 x 100 cm | 1972

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Te res a

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Pa blo

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Ludovico y Donato

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Ludovico y Carlos

Donato y Carlos

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“Autorretrato” 2004

XIV. AUTORRETRATOS

E

s común que los artistas se pinten a sí m i s m o s . G e n e ra l m e n t e u t i l i z a n e l e s p e j o como ref eren cia, con lo cual, al verse la i magen invertida, con los pinceles en sus manos deberíamos deducir que la mayoría son zurdos.. . Car l os no utiliza el espejo. Se pinta como se imagina, como su recuerdo. Quizá ha realizado cerca de un centenar de autoretratos

en más de cinco décadas. Curiosamente sus admirados Rembrandt y Van Gogh, eran también aficionados a autorretratarse. En los de Carlos, lo que se observa son sus est ados de ánimo, más que una fi el represent ación de sus f acci ones. Uno de l os pri meros f ue rea liza do en Me ndoza en 1954, cuando contaba 25 años, y los sigue haciendo e n la actual idad.

“Entretelas” acrílico sobre madera | 76 x 102 cm | 1998

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1965

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1964

1954

1954

1965

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1980

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1994

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2000

2000

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2005


2001

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1. Carlos y Teresa junto a la familia Carrozzi 2. Carlos con Jacobo Fiterman 3. Carlos con los Sanguinetti y Félix Luna en Unquillo

XV. LOS AMIGOS

U

no es producto de sus amigos y sus circunstancias. Esto es una constante en la humanidad. Carlos ha tenido en la familia Carrozzi, amigos incondicionales que han marcado su vida. A Antonio Carrizo (nacido Carrozzi) lo conoció en su primera exposición en la librería de Domingo Viau. Él lo presentó en la galería Antígona, para exponer y gracias a él conoció a Ivonne. Tito, su hermano, lo llevó a conocer la ciudad de General Villegas, y allí nació una de sus grandes series: L a G u e r ra a l M a l ó n . E s a s o b ra s s e e n c u e n t ra n hoy en el Museo Municipal. Maruca, esposa de Tito, que realiza una gran actividad docente, ha sido también anf itriona de los Alonso en sus temporadas de verano en General Villegas. A Jacobo Fiterman lo conoce en el Teatro del Pueblo y se convierte en el gran coleccionista de sus obras, posee cerca de dos centenares de las mismas. Además se ocupó de las exposiciones de Carlos en nuestro país, cuando él e s t a b a e n e l exilio. En la última década ha organizado innumerables exposiciones, tanto en nuestro país como en Valencia (España) y Curitiba (Brasil), y ha realizado numerosas publicaciones. Horacio Sanguinetti es su gran compa ñero y amigo en Unquillo. Antes Horacio viajaba solamente en los veranos, pero ahora lo hace varias veces al año, siendo estos momentos de gran compañía para Carlos. La crítica siempre le ha sido favorable, y Rafael Squirru, un permanente admirador de su obra. Han sido los poetas los grandes amigos de Carlos, y Fernando Lorenzo el más allegado a él.

De sus colegas, Pedro Pont Vergés, Antonio Berni y Guillermo Roux han sido los más cercanos a él. También ha retratado a Antonio Seguí, Juan Batlle Pl anas y Mi guel Ocampo, su compañe ro en las sierras cordobesas. Mario “Pacho” O’Donnell fue su gran compañía y mecenas, en el período del exilio madrileño, y allí lo retrató en diciembre de 1978.

“Jacobo Fiterman”, 1963

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“Tito Carrozzi”, 1969

“Maruca de Carrozzi”, 1963

Pablo, José David, Mario Negri, Juanchi González, Carlos y Jacobo Fiterman, Unquillo, 2009, cumpleaños Nº 80

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Con Sanguinetti en Ongamira, 2009

Carlos y Horacio Sanguinetti

“Horacio Sanguinetti�, 2006

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Rafa el S qu irru

Tengo delante mío Una foto de Carlos Alonso, Estamos juntos En una muestra de Raquel Forner. Carlos es un mendocino alto, Bien parecido, Alegre. La vida depara pruebas A veces, las más duras, Y Carlos debió atravesar un túnel Oscuro, ominoso. Aunque desgarrado, Salió a flote; Su arte salvavidas Para él y para nosotros. Dominó la realidad A fuerza de trabajo y de talento. El mundo real Más real todavía En sus dibujos y pinturas. Decir Carlos Alonso Es decir belleza; Recordando a Lloyd Wright: “La estética es una forma refinada de la ética.” Con Carlos de la mano, Confiados, Al filo de la navaja.

Por Rafael Squirru Octubre de 2009

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Alonso, Forner, Rey Millares, Kosice, Berni y Squirru, 1976

“Rafael Squirru”, 2000

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Guiller mo R oux

Carlos Alonso ocupa un lugar de primera magnitud en el arte de nuestro siglo. Su obra está constituida por una colosal producción reflejo de nuestro tiempo. El horror de la violencia y de la degradación humana, la sensualidad, el amor, la intimidad apasionada, no hay aspecto de la vida en el que este gran artista no nos deje su profundo mensaje. La coherencia entre el hombre y el artista es una de las características de los grandes creadores. Por eso, en Carlos Alonso vida y obra son una sola voz. Carlos Alonso reúne cualidades que se dan sólo de tanto en tanto en la Historia del Arte. Afortunados los países que en momentos históricos confusos como los nuestros, tienen el privilegio de contar con una voz testimonial como la de Carlos Alonso.

Guillermo Roux 20 de octubre de 2009

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“Guillermo que Dibuja”, 2005

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Pintore s y Escrito res

“Fernando Lorenzo”

“Homenaje a Raúl Alonso”, 1997

“Antonio Seguí”, 1963

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“Juan Batlle Planas”, 1970


“Antonio Berni”, 1981

“Pacho O´Donnell”, 1978

“Pedro Pont Vergés”

“Miguel Ocampo”

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Carlos Alonso por Guillermo Roux, 2005

XVI. ALONSO POR SUS COLEGAS

A

s í c o m o C a r l o s h a re t ra t a d o a s u s c o l e g a s , también ellos lo han utilizado como m o d e l o . E s t u p e n d o e s e l re t ra t o re a l i z a d o p o r Antonio Berni, que destaca las manos de su a mi go . Po é t i co e s e l de l “ Me n ch i ” Sa b a t . E l de Raúl Díaz manifiesta las largas jornadas pasadas por ambos en Unquil lo. El de Roger Mantegani, nos habla de la a d m i ra c i ó n d e l j ov e n a r t i s t a c o rd o b é s p o r Alon so. Y el de Guiller mo Roux nos muest ra la fuerte persona li dad de su ami go.

Carlos Alonso por Hermenegildo Sabat

Carlos Alonso por Antonio Berni, 1975

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Carlos Alonso por Antonio PujĂ­a, 1967

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Carlos Alonso por Roger Mantegani, 1991

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Carlos Alonso por Raúl Díaz, 1987

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Carlos Alonso por Alfredo Plank, 1984

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“Desnuda” acrílico sobre madera 150 x 100 cm 1980

XVII. DESNUDOS

E

l desnudo es uno de los temas preferidos del a r t e o c c i d e n t a l . E n l a s o b ra s d e C a r l o s l a s m u j e re s s o n d e s a f i a n t e s , n o s o n p a s i va s y e l erotismo está presente siempre. La relación de l pintor y la modelo es un tema recurrente y el artista, aunque esté en un sanatorio y en silla de ruedas con tinúa dibujando a su model o. Una d e

las obras favoritas de Carlos, titulada “Desnuda” fue realizada en 1980 y desde el primer día está colgada e n su casa de Unquillo. La m u j e r p a r e c e s e r e n a , s e n t a d a e n l a c a m a , p o s a n d o p a ra e l a r t i s t a , pero denota an si e dad como si qui sie se deja r su p o s i c i ó n p a s i va p a ra c o nv e r t i r s e e n c o m p a ñ e ra del mi smo.

“Triángulo” pastel al óleo | 70 x 100 cm | 1991

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“Desnudo” óleo sobre cartón | 101 x 152 cm | 1990 -Colección Amalia Lacroze de Fortabat-

“Autorretrato” pastel al óleo sobre papel | 70 x 100 cm | 1991

“Desnudo II” acrílico sobre lienzo | 61 x 102 cm | 1990

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“Manta Santiagueña” pastel sobre cartón | 100 x 150 cm | 2002

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“Desnudo en la Cama” acrílico sobre lienzo | 130 x 160 cm | 1968

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“Bañista” acrílico sobre lienzo | 100 x 80 cm | 1983

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Carlos en su taller de Unquillo

XVIII. CARLOS HOY

S

in duda que Carlos hoy es un hombre diferente al que conocimos en el Siglo XX. Es alguien que ha cicatrizado heridas y tiene una serenidad y una grandeza que le permite mirar de distinta manera a la vida. Su gran apoyo es Teresa, compañera inseparable, que nos sorprende siempre al mediodía con estupendos almuerzos. Las visitas periódicas de Pablo, que vive en la ciudad de Córdoba, y de Ludovico y Donato le permiten disfrutar de la familia quizá más que en el pasado. Su cómodo taller, a 10 cuadras de su casa, de alrededor de 400 metros cuadrados, le permite trabajar con gran comodidad. Allí lo hace todas las mañanas y luego, al atardecer, trabaja en el taller de su casa. Para Carlos dibujar es como hablar. Permanentemente lo está haciendo, en cualquier papel y en cualquier circunstancia. Está deslumbrado con las sierras de Salta, y en especial con Cachi. Allí pasa largas temporadas desde hace dos años y está preparando una serie que seguramente sea conocida en el 2010. Le interesa también que sus grandes obras, que ha ido guardando, puedan ser disfrutadas por todos. Hay un proyecto para hacer en Mendoza, un lugar para ellas. Disfruta cuando ve un conjunto o una serie bien presentada, como ocurre en el Palacio Ferreyra o en la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat. Hoy trabaja en grabados, retomando al Dante. Los mismos están siendo editados en España, en una importante publicación. Ha sido Jacobo Fiterman y la Fundación Alon quienes

han organizado numerosas publicaciones y exposiciones de la obra de Carlos, en los últimos años. Actualmente un conjunto muy importante de sus obras está expuesto en el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba, Brasil.

“Los Mareados” óleo sobre cartón | 152 x 101 cm | 1997

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Carlos necesita trabajar para expresar sus sentimientos. Busca dejar testimonio de lo que siente y compartir con los demás sus sensaciones. Le tiene gran temor a la tela en blanco, es el momento más difícil para él. Necesita mancharla, y a veces la golpea suavemente con un paño embebido en acuarela diluida, para que la tela con color le sugiera cosas. Algunas veces dibuja en carbonilla previamente, y muchas otras pinta sin dibujo previo. Los dibujos son algo autónomo, no los utiliza como bocetos. Su ideal es que una obra sea propia, pero también de todos… Pocos artistas en nuestro arte, han realizado una obra tan completa y tan variada, pero sin duda es el Hombre, en todas sus expresiones, el centro de su atención. Reconoce su adoración por los grandes maestros y manifiesta que el único que le parece totalmente inalcanzable es Velázquez. Disfruta de la obra de Berni, Victorica y Macció, y sus trabajos están colgados en el living de su casa. También le encanta la escultura y son Lucio Fontana, Lorenzo Domínguez y Juan de Dios Mena los preferidos, aunque también posee obra de muchísimos escultores más.

En su taller de Unquillo

140 |


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Ca chi, S alta

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“Valle Verde”, 2008

“El Valle”, 2008

“Cañadón”, 2008

“El Murallón”, 2008


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Carlos con Teresa, Elba y Marita Alonso, Bautista Parrotti, Alberto y Antulio Alonso.

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“Flores en la Mesa de Trabajo” pastel sobre cartón | 100 x 70 cm | 2007

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XI X . SERIES PLA ST ICAS

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QUIJOTE

MARTIN FIERRO

1957

1959

NIÑOS

LA GUERRA AL MALON

1963

1965


HAY QUE COMER

EL MATADERO

1965 - 1972

1965

JUGUETE RABIOSO

SPILIMBERGO

1967

1967

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148 |

DIVINA COMEDIA

SIN PAN Y SIN TRABAJO

1968

1968

LECCION DE ANATOMIA

MESA DE TRABAJO

1969

1970


EL GANADO Y LO PERDIDO

GANADEROS

1972 - 1976

1973

VAN GOGH

VISITA GUIADA

1973

1977

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150 |

VIEJO PINTOR (RENOIR)

LA MESA DE COURBET

1978

1978

PAISAJES DE UNQUILLO

MANOS ANONIMAS

1982 - 1984

1982 - 1984


MAL DE AMORES

PINTOR CAMINANTE

1986

1990

INMIGRANTES

CACHI - SALTA

2000

2009

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152 |

I

MENDOZA

Página 10

II

TUCUMAN

Página 20

III

BEBA

Página 26

IV

IVONNE

Página 30

V

DON QUIJOTE

Página 36

VI

CONSOLIDACION

Página 42

VII

PURO LINO

Página 52

VIII

LA DIVINA COMEDIA

Página 56

IX

In d ice

TERESA

Página 62


X

PALOMA

Página 72

XI

UNQUILLO

Página 80

XII

VAN GOGH

Página 88

XIII

RETRATOS DE FAMILIA

Página 96

XIV

AUTORRETRATOS

Página 108

XV

LOS AMIGOS

Página116

XVI

ALONSO POR SUS COLEGAS

Página 128

XVII

DESNUDOS

Página 132

XVIII

CARLOS HOY

Página 138

XIX

SERIES PLASTICAS

Página 146

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PRENSA

Bib lio g r a fía

154 |

Palabras de Alonso en Valenzuela, Luisa, “Alonso y los juegos con el tiempo”, La Nación, Buenos Aires, 1967. Revista Gente, Buenos Aires, 30 de Marzo de 1967. La Nación, Buenos Aires, Noviembre de 1967. Palabras de Alonso en Cinquagrana, Andrés, “Algo más que infierno”, ARTiempo, Buenos Aires, 1968. La Divina Comedia Vista por Carlos Alonso, Buenos Aires, 1969. Buenos Aires, 20 de Febrero de 1969. Buenos Aires, Junio 1969. Clarín, Buenos Aires, 19 de Julio de 1970. Palabras de C. Alonso en Monzón, Hugo, “Carlos Alonso adhirió en Italia al movimiento del Nuevo Realismo”, La Opinión, Buenos Aires, 1972. Palabras de Alonso en Martínez, Tomás Eloy, “Carlos Alonso. La soledad del artista”, La Opinión Cultural, Buenos Aires, 1974. Para Ti, Buenos Aires, 11 de Noviembre 1974. Revista Gente, Buenos Aires, 1974. “Carlos Alonso propone la investigación de una nueva dimensión pictórica a partir de la realidad concreta”, La Opinión, Buenos Aires, 1974. Revista Gente, Buenos Aires, 15 de Enero de 1976. Clarín, Buenos Aires, 26 de Mayo de 1977. Revista Somos, Buenos Aires, 5 de Junio de 1977. La Opinión, Buenos Aires, 17 de Junio de 1978. Palabras de Alonso en “Carlos Alonso”, Actualidad en el arte, Buenos Aires, 1979. Revista Convicción, Buenos Aires, 7 de Octubre de 1979. Buenos Aires, 1979. Palabras de Ernesto Sábato en “Un libro con Sábato”, Clarín, Buenos Aires, 1979. Atlántida, Buenos Aires, Diciembre de 1980. Clarín, Buenos Aires, 4 de Diciembre de 1980. Revista Siete Días, Buenos Aires, 10 de Febrero de 1982. Palabras de Alonso en Scuderi, María, “Hace unos días…”, Siete Días, Buenos Aires, 1982. Tiempo Argentino, Buenos Aires, 30 de Noviembre de 1983. Palabras de C. Alonso en Taffetani, Oscar, “La memoria como apuesta”, La Razón, Buenos Aires, 1985. Revista Humor, Buenos Aires, Junio 1986. La Nación, Buenos Aires, 16 de Noviembre de 1986. La Razón, Buenos Aires, 12 de Diciembre de 1986. Clarín, Buenos Aires, 6 de Julio de 1988. La Voz del Interior, Córdoba, 27 de Noviembre de 1988. La Nación, Buenos Aires, 19 de Agosto de 1989. El Cronista Comercial, Buenos Aires, 21 de Agosto de 1989. Clarín, Buenos Aires, 26 de Agosto de 1989. Página 12, Buenos Aires, 29 de Agosto de 1989. Ámbito Financiero, Buenos Aires, 31 de Agosto de 1989. La Nación, Buenos Aires, 19 de Marzo de 1990.


PRENSA

Pagina 12, Buenos Aires, 3 de Julio de 1990. Clarín, Buenos Aires, 26 de Julio de 1990. Para Ti, Buenos Aires, 24 de Septiembre de 1990. Palabras de C. Alonso en “El pintor que más conoce a Van Gogh”, Para Ti, Buenos Aires, 1990. Palabras de Alonso en Ángel, Raquel, “Una viga en el ojo del poder”, Nuevo Sur, Buenos Aires, 1990. La Maga, Buenos Aires, 17 de Junio de 1992. Clarín, Buenos Aires, 25 de Abril de 1993. La Voz del Interior, Córdoba, 21 de Agosto de 1993. El Cronista Cultural, Buenos Aires, 21 de Enero de 1994. La Nación, Buenos Aires, 4 de Febrero de 1995. Revista Viva, Buenos Aires, 16 de Julio de 1995. Página 12, Buenos Aires, 21 de Septiembre de 1996. Ámbito Financiero, Buenos Aires, 4 de Febrero de 1997. Arte Al Día internacional, Buenos Aires, Junio de 1998. Revista La Nación, Buenos Aires, 25 de Abril de 1999. Living, Buenos Aires, Agosto de 1999. Revista Magazine Semanal, diarios del interior, 22 de Agosto de 1999. Revista Nueva, Diarios del interior, 3 de Octubre de 1999. Clarín, Buenos Aires, 30 de Abril de 2000. Revista Nuestra, diarios del interior, Mayo de 2000. Ámbito Financiero, Buenos Aires, 8 de Mayo de 2000. La Prensa, Buenos Aires, 14 de Mayo de 2000. Clarín, Buenos Aires, 20 de Mayo de 2000. La Nación, Buenos Aires, 21 de Mayo de 2000. Revista Estímulo, Buenos Aires, Junio de 2000. Revista Nuestra, diarios del interior, 16 de Junio de 2000. Para Ti decoración, Buenos Aires, Junio 2000. Arte al día, Buenos Aires, Diciembre de 2000. Palabras de C. Alonso en Revista Estímulo, “Nuestro último refugio es la cultura”, entrevista Rotemberg, Alberto, 2000, Buenos Aires. Revista Noticias, Buenos Aires, 25 de Mayo de 2001. Arte Al Día, Buenos Aires, Mayo de 2001. Buenos Aires Herald, Buenos Aires, 27 de Mayo de 2001. El Cordillerano, San Carlos de Bariloche, Río Negro, 15 de Junio de 2001. El Cordillerano, San Carlos de Bariloche, Río Negro, 16 de Junio de 2001. Semanario Bariloche hoy, San Carlos de Bariloche, Río Negro, Junio 2001. Diario Río Negro, Río Negro, 17 de Junio de 2001. La Razón, Buenos Aires, 26 de Junio de 2001. Arte Al Día, Buenos Aires Julio de 2001. Diario Los Andes, Mendoza, 10 de Julio de 2001. Clarín, Buenos Aires, 12 de Julio de 2001. Página 12, Buenos Aires, 12 de Julio de 2001. Diario El Día, La Plata, 21 de Julio de 2001.

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PRENSA

Bib lio g r a fía

156 |

Diario El Día, La Plata, 6 de Agosto de 2001. Revista La Nación, Buenos Aires, 9 de Septiembre de 2001. Veintitrés, Buenos Aires, 11 de Septiembre de 2001. La Voz del Interior, Córdoba, 25 de Septiembre de 2001. El Litoral. Santa Fe, 13 de Octubre de 2001. El Litoral, Santa Fe, 16 de Octubre de 2001. El Litoral, Santa Fe, 18 de Octubre de 2001. Diario La Provincia, Santa Fe, 18 de Octubre de 2001. Diario La Provincia, Santa Fe, 23 de Octubre de 2001. Revista Ñ, Buenos Aires, 1 de Noviembre de 2001. El Litoral, Santa Fe, 2 de Noviembre de 2001. La Voz del Interior, Córdoba, 11 de Noviembre de 2001. La Voz del Interior, Córdoba, 15 de Diciembre de 2001. Pack magazine, Buenos Aires, 2001. La Actualidad arte y cultura, Buenos Aires, Enero 2002. Revista Gente, Buenos Aires, 2 de Enero de 2002. La Nación, Buenos Aires, 16 de Febrero de 2003. Toda Vía, 2003. Revista TXT, Buenos Aires, 29 de Agosto de 2003. Arte al Día, Buenos Aires, Septiembre de 2003. Revista Viva, Buenos Aires, 2 de Mayo de 2004. Revista Viva, Buenos Aires, 4 de Mayo de 2004. La Nación, Buenos Aires, 9 de Mayo de 2004. Debate, Buenos Aires, 7 de Mayo de 2004. Revista Estímulo, Julio 2004. Arte al Día, Buenos Aires, Agosto de 2004. Revista Ñ, Buenos Aires, 24 de Diciembre de 2004. La Voz del Interior, Córdoba, 6 de Marzo de 2005. Los Andes, Mendoza, 23 de Julio de 2005. La Voz del Interior, Córdoba, 20 de Julio de 2005. La Nación, Buenos Aires, 16 de Agosto de 2005. Clarín, Buenos Aires, 21 de Agosto de 2005. Revista Viva, Buenos Aires, 4 de Septiembre de 2005. La Voz del Interior, Córdoba, 12 de Septiembre de 2005. Página 12, Buenos Aires, 14 de Septiembre de 2005. Rumbos. Diario del Interior, 25 de Septiembre de 2005. El Federal, Buenos Aires, 5 de Enero de 2006, por Ignacio Gutiérrez Zaldívar. Perfil, Buenos Aires, 12 de Marzo de 2006. Clarín, Buenos Aires, 11 de Septiembre de 2006. Ámbito Financiero, Buenos Aires, 21 de Agosto de 2007. El Federal, Buenos Aires, 5 de Febrero de 2009, por Ignacio Gutiérrez Zaldívar. La Nación, Buenos Aires, 2009. La Nación, Buenos Aires, 2 de Abril de 2009. Estímulo, Buenos Aires, Mayo de 2009.


PRENSA

Gente, Buenos Aires, 23 de Junio de 2009. Cronista.com, Buenos Aires, 6 de Octubre de 2009. Palabras de Alonso en De Kumec, Margot, “El espíritu del color”, Clarín Revista, Buenos Aires. 1956-1957 Córdova Iturburu, “’Don Quijote’ de Carlos Alonso”, El Hogar, Buenos Aires, año LV.

LIBROS

Carlos Alonso, por Alberto Collazo, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1980. Carlos Alonso, Ediciones de Arte Gaglianone, Buenos Aires, 1986. Carlos Alonso, por Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Editorial Perfil, Buenos Aires, 2000. Carlos Alonso. Mal de Amores y Otros Males, Fundación Alon, Buenos Aires 2001. Carlos Alonso, (Auto) biografía en Imágenes, Ediciones RO, Buenos Aires, 2003. 100 Pintores del Arte de los Argentinos, por Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Zurbarán Ediciones, Buenos Aires, 2006. Carlos Alonso Ilustrador, coordinado por Alberto Giudici, Fundación Alon, Buenos Aires, 2007. Carlos Alonso, por Ignacio Gutiérrez Zaldívar, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 2009.

CATALOGOS

Viñas, David, en catálogo Blanco y Negro, Galería Rioboo, Buenos Aires, 1960. Carlos Alonso, Art Gallery International, Buenos Aires, Octubre 1967. De Micheli, Mario, “Carlos Alonso”, catálogo de Eidos Galleria d’Arte, Milán, 1971. Carlos Alonso Dibujos y Grabados, Galería Serra, Buenos Aires, 1971. De Micheli, Mario, “I responsabili sul palco”, catálogo Galería Giulia, Roma, 1977. Carlos Alonso, Galería Palatina, Buenos Aires, Septiembre 1979. Carlos Alonso, por Rafael Squirru, Hotel Panamericano en el Arte, Buenos Aires, Julio 1983. Carlos Alonso “Pinturas recientes”, Galería Palatina, Buenos Aires, Agosto 1989. Carlos Alonso, Asociación para la radicación de artistas y artesanos de El Bermejo, Colonia Segovia y El Sauce, Mendoza, Octubre 1990. Carlos Alonso, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, junio – julio 1990. Carlos Alonso, Obras Sobre Papel, Galería Palatina, Buenos Aires, 1992. Carlos Alonso Pinturas Recientes, Galería Via Margutta, Buenos Aires, Agosto 1993. Carlos Alonso, Galería Palatina, Buenos Aires, Julio 1995. Carlos Alonso Obras de colección, Principium Galería, Buenos Aires, Octubre 1998. Carlos Alonso en blanco y negro, Zurbarán, Buenos Aires, Mayo 2000. Los Inmigrantes, Casa Foa, Zurbarán, Buenos Aires, 2000. Carlos Alonso, Ahrus, Santa Fe, Octubre 2000. Carlos Alonso, Zurbarán, Bariloche y Santa Fe, 2001. El Arte de los Argentinos, Hotel Panamericano Buenos Aires, por Ignacio Gutiérrez Zaldivar, 2002. Carlos Alonso, Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, Agosto 2005. Carlos Alonso en el Museo Municipal de Bellas Artes de General Villegas, Municipalidad de General Villegas, 2004. Carlos Alonso en el Infierno, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Agosto de 2004. Carlos Alonso. Hay que comer, coordinado por Jacobo Fiterman, IVAM Institut Valencià d’Art Modern, Valencia, 2005.

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Este libro se terminĂł de imprimir el 4 de Noviembre de 2009 DĂ­a de San Carlos Borromeo



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