El Sol de San Telmo

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N ú m e r o 9 3 - A ñ o 9 - A g o s t o 2 0 1 7 - B u e n o s A i r e s - ISS N : 2 3 1 3 9 7 2 2 - D N D A 5 3 0 3 7 7 1 - E j e m p l a r

¡QUIÉN TE HA VISTO

Sumario Págs.2/3/4/5: El Mercado de San Telmo: Luces y sombras.

Y QUIÉN TE VE!

Pág.7: “El que maneja la tijera, maneja la peluquería”. Pág.8: “Estamos atravesando una nueva revolución industrial”. Pág.9: “Los sueños se cumplen en la medida que trabajemos por ellos”.

Pág. 12: Pirámide de Mayo.

Fotos cedidas por colaboradores. Archivo El Sol

Pág.10: “Para mi, es un juego” Pág.11: Cine argentino en la Manzana de las Luces.

g r at u i t o


2 - AGOSTO 2017

Nuestra Misión: El Sol de San Telmo es un periódico nopartidario dedicado a fortalecer y celebrar el barrio de San Telmo y el Casco Histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.. Definimos nuestra visión editorial como periodismo comunitario. Valoramos toda comunicación que genere un foro abierto

EL SOL DE SAN TELMO

El mercado de San Telmo: Luces y sombras

de participación y diálogo para las muchas voces que constituyen la comunidad de San Telmo. Reconocemos que vivimos en una época en la cual los medios (tanto masivos como independientes) ocupan cada vez más el espacio de intercambio y comunicación que antes ocupaban nuestros espacios públicos-las plazas, parques y veredas donde nuestros abuelos se juntaban para conectarse con el mundo y con sus comunidades. Por eso queremos revalorar el intercambio y la conexión humana a través de un periódico cuya identidad, contenido, y espíritu se definen a través de la participación activa de sus lectores y colaboradores. Todos los que viven o trabajan en el barrio, o simplemente le tienen cariño, están invitados a formar parte del debate sobre San Telmo: su patrimonio tangible e intangible, su pueblo y su futuro.

w Administrador y Propietario: Hugo M. Del Pozo Dirección/ Edición: Isabel Bláser Carlos Calvo 717 - CABA - Tel. 4307 9704 isabel.elsol@yahoo.com.ar Redacción: Isabel Bláser, Diana Rodríguez Diseño: Samanta Cardo Publicidad: Diana Rodríguez Web/Facebook: Hugo E. Lavorano Colaboraron en este número: Gloria Audo / Jimena Angeletti / Edio Bassi / Emma Bolos / Dora Bidou / Stella Maris Cambré / Efraín Cruz / Nelly Dutoit / Graciela Fernández / Gabriela Llambías / Alberto Martinez / Noemí Morelli /

S

“SI NO LE GUSTA…”

on diversos los focos de atención, que hoy despiertan las reformas que se están llevando a cabo, en uno de los edificios patrimoniales más invaluables de nuestro querido barrio. De los aspectos arquitectónicos, históricos, culturales y legales, seguramente se encargarán de ilustrarnos los idóneos. En mi caso voy a referirme, simplemente, a los aspectos humanos, al de los inquilinos que han sobrevivido al aumento rabioso de los alquileres y que provocó el mayor desalojo encubierto, en la historia del mercado. A dicho perjuicio económico habrá que agregarle también, el encarecimiento de las expensas, fruto del prorrateo entre cada vez menos inquilinos ¿Habrá que resignarse a ver cómo se acotan los servicios? ¿La seguridad, por ejemplo? ¡Y a no quejarse..!?

Porque la única, clara y concisa respuesta de la administradora es...”Si no le gusta...”. Todo sin considerar el sacrificio y la inversión de años de los inquilinos, con la sabida pérdida de puestos laborales en un contexto general económico adverso. Pero como si esto fuera poco, hay otra “Espada de Damocles” que pende sobre las cabezas de muchos inquilinos/as como si fuera un elemento disciplinante. Para alquilar un local en el mercado, además de garantía propietaria y la conformidad de la administradora, hay que abonar una suma en dólares, en concepto (o una especie) de llave, sin percibir recibo oficial alguno y que (según la administradora) en el caso de transferencia del local, se podrá solicitar el reintegro al nuevo interesado ¡¡Peeeroo..!! Siempre de acuerdo y con el consentimiento

de la administración. Esta operatoria cuasi perversa, ha llevado a que quienes tratan de transferir el local no lo logren porque a la suma original, la administración le solicita -al futuro inquilinootro importe igual o mayor. Los cambios existen y muchas veces son necesarios, porque son signos de progreso. Lo lamentable es que se hagan sin consideraciones, de manera tan violenta y parcial. Quizá sean tiempos de pensar en la posibilidad de crear un espacio participativo, de vecinos, permisionarios y profesionales “Amigos del Mercado de San Telmo”, desde donde se defiendan intereses que no sean siempre los del león... Efraín Cruz cascohistoricosolidario@gmail.com

DE IDENTIDADES Y OTRAS YERBAS Las ciudades tienen puntos neurálgicos en lo histórico, arquitectónico o humano. En sus mercados palpita la vida desde siempre. De lo que fue, al hoy. Por eso el pulso vital de un lugar se encuentra en ellos cuando el hombre común intercambia, habla, se mira, discute, toma su sustento o se reconoce, desde siempre, en los otros que conviven con él, en esa zona mágica que se llama barrio. La globalización “muerde” no solo arquitecturas sino identidades, fraccionando nuestra memoria personal y colectiva de la mano de lo que está de moda, temporalmente. Nuestro querido Mercado de San Telmo,

tantas veces nombrado, recordado o pintado, es una parte de nuestro Casco Histórico, para siempre. Si lo aggiornamos excesivamente con intervenciones fashion, seguro que será un buen negocio, pero no todo es negocio en la vida. También está la magia, lo único, lo distinto que nos identifica. Los viajeros lo visitan y recuerdan por eso precisamente. No les interesa conocer algo igual a miles de lugares fatigados por el turismo masivo. Intervenirlo o transformarlo demasiado hará que “matemos a la gallina de los huevos de oro” en una carrera loca hacia un mayor lucro.

Progreso no es opuesto a Protección Patrimonial. Son dos caras de la misma moneda. Somos y nos reconocemos en y por los lugares en que vivimos. En eso radica el misterio del paso del tiempo y la memoria como vivencia humana. Hay una trampa mental que nos hace sentirnos en casa, en esa esquina, en ese puesto donde compramos, en esos colores, olores, sabores o nombres familiares. Ojalá no nos despertemos un día y, al mirarnos al espejo, no sepamos quienes somos. Gloria Audo, artista plástica

Darío Mosso / Zunilda Villalba elsol.desantelmo@yahoo.com.ar www.elsoldesantelmo.com.ar Facebook: El Sol de San Telmo El arte de nuestro logo es un fileteado del maestro Martiniano Arce www.martinianoarce.com

w ISSN: 2313 9722 - DNDA: 5247797 Diseño: SBC - Tel. 4383 5889 Impresión: Editora del Plata S.R.L. Neyra 75 - Gualeguaychú - E2820DQA Entre Ríos - Argentina El Sol de San Telmo es una publicación cultural de carácter comunitario y distribución gratuita mensual de 3000 ejemplares, orientada a la difusión de la historia y actividades barriales del barrio de San Telmo y el Casco Histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se autoriza la reproducción total o parcial de las notas citando la fuente. Los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad de los autores. Fundadores: Catherine Mariko Black y Marcelo Ballvé

MI HOMENAJE A LOS QUE ENRIQUECIERON MI INFANCIA Cuando era chica iba todos los días con mi madre al mercado San Telmo. Allí comprábamos todo lo necesario para la casa. Ardía el mercado pleno de puestos que competían entre sí, tanto en la planta alta con entrada por Defensa como en la baja. En la primera, eran casi todos almacenes, en el centro había tarimas con venta de ropa y otros objetos para el hogar y abajo, en su mayoría, puestos de frutas y verduras, además de carne, pollo y pescado. El mercado San Telmo tiene una historia rica, llena de personajes de novela que hoy quiero evocar. Rosalía, entrando por Defensa, almacenera por excelencia, una mujer mayor, rubia con rulos despeinados y grandes ojos redondos y celestes, que vestía su delantal impecablemente blanco y no dudaba un instante en mostrar su mal carácter. El “Andaluz”, también accediendo por dicha calle, almacenero, a quien algunos le decían “gallego”

nada más que para molestarlo, un hombre alto, morocho, de bigotes gruesos y también un poco protestón. Otro almacenero, cercano al anterior, a quien pido perdón por no recordar su nombre, pero los que lo recuerden lo identificarán si digo que era el único que vendía quesillo de cabra traído especialmente del norte de nuestro país. Los “Hermanos Ganzúa”, que vendían cosméticos en la parte de abajo cerca de los baños, con dos tarimas, gentiles y siempre dispuestos a satisfacer a sus clientes. No se llamaban así pero yo, que era una niña, los bauticé con ese apellido porque los encontraba parecidos a dos antiguos personajes de Disney. Alfredo, “el tano” verdulero, el primer puesto entrando por Bolívar. Siempre con una sonrisa amplia y sus buenos modos a pesar del sacrificio que hacía levantándose a las cuatro de la mañana. Angelito y Palmira, panaderos, cercanos a la entrada por Estados Unidos, abrían miles de veces las mismas latas de galletitas y trataban a sus

clientes como si fueran de su familia. Ahora siento nostalgia de un tiempo que fue y ando perdida en mi mercado, entre antigüedades, comidas rápidas y pequeños bares y cafés. En cada uno de ellos veo a los puesteros amigos, que ya no están. Quedan todavía algunos puestos queridos, “Los Muchachos”, puesto 54, carnicería; “San Cayetano”, almacén; la mercería de Ada -a quien le dicen Palmira, por haber respetado el nombre de su local-; “Marley” y “Amitrano”, productos de granja; puesto 152, repostería; “La Tecla”, tienda; Eduardo del puesto que da a la calle, en la entrada por Estados Unidos, zapatero y buenazo “de ley”. Vaya mi homenaje a estas personas mencionadas. Las que están, por su honesto trabajo diario y a los que se han ido, porque dejaron imborrables recuerdos y enriquecieron mi infancia. Stella Maris Cambré


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3 - AGOSTO 2017

EL MERCADO CAMBIA, UNA VEZ MÁS San Telmo condensa, en sus apretadas manzanas, la historia y el presente de Buenos Aires. El barrio que supo hacer convivir la actividad comercial con la vida residencial, desde la fundación de la aldea. Entre el auge y el abandono, la bohemia y la vida barrial, San Telmo surcó el siglo XX reteniendo algunas de las huellas que hoy nos cuentan la historia de esta metrópoli. Y entró en el nuevo siglo, posicionado como el lugar inevitable para todo visitante, argentino y extranjero, que quiera conocer la esencia porteña y, de yapa, descubra la vitalidad y diversidad de su vida barrial en pleno centro de la ciudad. El Mercado de San Telmo es la perla del barrio. Es el lugar que concentra sus características, el punto de circulación y encuentro entre todas las tribus, el espacio donde quedaron registrados y aun perduran, sus usos más importantes: el mercado de productos frescos de la primera parte del siglo pasado, el de los puestos de antigüedades que acompañó su fama internacional y el de la gastronomía contemporánea, que está entrando con fuerza en estos días. No se puede comprender la actualidad del Mercado aislada de la dinámica comercial del barrio, de la ciudad, del país y del mundo, puesto que -actualmente- la gastronomía acompaña cualquier actividad comercial y cultural y se convirtió en uno de los principales motores económicos de las grandes urbes. Actualmente el Mercado incorpora esta nueva tendencia, como lo ha hecho con otras

en el pasado: para subsistir como mercado (porque no es un museo) y, en consecuencia, para que subsistan la mayoría de los locales que lo habitan desde hace muchos años, que se ven beneficiados por la mayor circulación de público que convocan las nuevas propuestas gastronómicas, enmarcadas en su ambiente mágico y único. Como sucede en todas las adaptaciones, las incorporaciones producen cambios y algunas pérdidas, que se dan dentro de una dinámica a la que los comerciantes estamos sujetos desde siempre y en todos los lugares. Pero en este caso, además, se trata de un lugar de alto valor histórico y cultural y especialmente sensible para su comunidad. Por tal motivo y al igual que todo el Casco Histórico, resulta imprescindible mantener el delicado equilibrio de su ecosistema, que es su principal valor, con una visión a largo plazo que permita amortiguar la fuerza de las nuevas tendencias para sumar y no para borrar el resto de las huellas, tratando de no perder las más representativas. Es una tarea muy exigente que no les incumbe solo a los privados, sino que requiere de una especial atención del Estado, que debería acompañar estos complejos procesos con la dedicación que merecen, protegiendo el bien común pero sin afectar su dinámica comercial que es, al fin y al cabo, la esencia de todo mercado. Edio Bassi Pte. Asoc. Comerciantes del Casco Histórico

“... es el presente que, sin desmemoriarse del pasado y honrándose con él, se hace porvenir”

(Párrafo carta escrita por

Jorge Luis Borges -24.3.1928). “ESA MEZCLA HETERODOXA QUE LE OTORGA UNA PERSONALIDAD PROPIA…” Si bien es cierto que ha perdido en parte su tradicional característica barrial que los que vivimos aquí hace años le conocemos sobradamente, me parece que esta combinación de negocios tradicionales de venta de alimentos, anticuarios y pequeños bares y restaurantes gourmet, hace de nuestro mercado un lugar único en Buenos Aires. En lo personal, me encanta ir por la mañana con la bolsa reciclable a comprar verduras o quesos (que los hay muy buenos) y pasar a tomarme un cafecito por la tarde en Cofee Town, que es un encanto de local o, como los otros días, cenar en la panadería francesa unas crepes de trigo sarraceno con una copa de vino, escuchando muy buena música. Creo que los tiempos van cambiando, la vida es cambio y es bueno ir adaptándose

y disfrutando de lo nuevo y dejar de lado la nostalgia, porque el cambio nos nutre y flexibiliza y eso es siempre bienvenido. Sería interesante que continúe de este modo con esa mezcla heterodoxa que le otorga una personalidad propia y única a este tradicional mercado. Que las verdulerías, carnicerías y despensas puedan continuar dándonos sus exquisiteces a nosotros y a la enorme cantidad de extranjeros turistas y/o residentes que lo transitan habitualmente (especialmente los domingos) que todo el tiempo fotografían tan pintoresco lugar y sean capaces de convivir, armónicamente, con los nuevos emprendimientos. Noemí Morelli Vecina, actriz y directora teatral


4 - AGOSTO 2017

EL SOL DE SAN TELMO

El mercado de San Telmo: José de San Martín

(1778-1850) Suenen claras trompetas de gloria y levanten un himno triunfal, que la luz de la historia agiganta la figura del Gran Capitán.

20 de agosto de 2017

DÍA DEL NIÑO

Guillermo Farisco

¿PROGRESO? ¿MODERNIDAD?

“LAS PARTICULARIDADES HACEN A LAS CULTURAS, NO LAS GENERALIDADES”

Me encanta pasear, dar una vueltita todos los días por el Mercado de San Telmo. Prospera, se transforma cotidianamente, siempre me sorprende. Ayer Vietnam, Francia, Suiza toman posesión, hoy México, mañana... pasado mañana... Ahora lo llaman un “polo gastronómico”. Y me pregunto ¿A algún turista vietnamita, francés, suizo, mexicano le apetecerá comer una especialidad de su país? ¿O preferirían sentarse a comer un buen asado de esa carne argentina, tan apreciada en el resto del mundo y saborear un buen vino de este país? El turista argentino que estuviera de visita en Vietnam, Francia, Suiza, México… ¿Pediría un asado criollo? No poseo las respuestas. Descubrir nuevos sabores, abrir puertas gastronómicas (y de las otras) a otros países es fantástico. Pero, se me ocurre otra pregunta: ¿Un equilibrio entre lo de antes y lo de ahora, lo tradicional y lo moderno, no sería más enriquecedor para nuestro estómago y nuestra mente? Solo una pregunta inocente, echada al aire… Nelly Dutoit

Con algo muy simple quiero expresarme sobre el Mercado de San Telmo. Precisamente con una frase que se aplica a los autos usados: “Que sea siempre mercado, nunca shopping”, porque shopping hay en todos lados. Mercados como el de San Telmo -de 1897-, muy pocos. Las particularidades son las que hacen a las culturas, no las generalidades. Shopping puede haber en Pekín y Moscú y Porto Alegre y El Cairo. El mercado de San Telmo en San Telmo, Buenos Aires - Argentina. Creo que hay que impedir toda malversación de la historia, con la opinión pública y el recurso a las leyes vigentes, especialmente la Constitución Nacional, porque el respeto al medio ambiente es un derecho. Dr. Darío Mosso

“HOY ES UN CLARO EJEMPLO DE PÉRDIDA DE IDENTIDAD” Con el correr del tiempo el Mercado de San Telmo dejó de ser un lugar de encuentro y abastecimiento vecinal, diría casi diario, para pasar a ser un atractivo para el turismo de paso. Cerró sus brazos al vecino para abrirlos al turista, con todo lo que ello implica. Es hoy un claro ejemplo de pérdida de identidad. En cuanto al patrimonio, a nuestro patrimonio, poco fue respetado, vulnerado tanto por el oportunismo de los dueños como por la desidia de los funcionarios del GCBA, en todo momento ausentes. Así la historia, sin protección, sin regulación, sin equilibrio, nuestro barrio sufrió una nueva pérdida. El Mercado de San Telmo ya no es más nuestro mercado. Una verdadera pérdida. Arq. Alberto Martinez


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5 - AGOSTO 2017

Luces y sombras ”NO SE HA RESPETADO NI SIQUIERA LA ESTÉTICA” Voy al mercado regularmente para hacer mis compras y veo, con mucho dolor, cómo se desvirtuó totalmente su esencia. Los bares y merenderos han ocupado espacios increíbles y hay que sortear sillas y mesas para comprar una lechuga o un churrasco. Estos bares están completamente

“PARECE HABER PERDIDO IDENTIDAD” Luego de algunos años de no venir a San Telmo descubrí, con triste asombro, que la fisonomía del Mercado había cambiado. Parece haber perdido identidad, estandarizando

vacíos durante la semana y llenos, a pleno, el domingo. No se ha respetado ni siquiera la estética del espacio que debían tener los puesteros, que se perdió totalmente; se transformará en un gran bar de los domingos y haremos compras donde podamos, ya que los dueños del mercado solo piensan en ganar HOY. Lic. Dora Bidou

estéticamente sus cafés como los de cualquier otro barrio mal puesto de moda. Mucho “cofi chop” (coffee shop -la famosa tilinguería de usar términos extranjeros cuando existe el vocablo en español-) ¡Una pena! Jimena Angeletti

“NADA SE MANTIENE ESTANCO”

El mercado está cambiando, es el paso del tiempo. Como todo, nada se mantiene estanco (parado-estacado) porque somos un pedazo de tiempo que pasa. Lo que hoy se modifica es hacia un paso gastronómico, de buena calidad. El costo del inversionista es importante, espero -de todo corazón- que lo recupere. Zunilda Villalba

“OTRO LUGAR AL QUE LE HAN ROBADO EL ALMA DEL BARRIO” Hoy volví a pasar por nuestro Mercado de San Telmo, aquel al que cuando era una niñita iba con mi abuela a hacer los mandados. Creo que es otro lugar al que le han robado el alma del barrio. En un principio era un mercado de alimentos y algún que otro bazar. Hace ya varios años, una parte de él se ocupó con locales de antigüedades. Y ahora se transformó en -prácticamente- un patio de comidas nacionales e internacionales. Lejos de ser conservadora, ya que acepto los cambios propios de la actualidad, considero que poco a poco nuestro querido San Telmo -barrio fundacional de la Vieja

Aldea- está siendo convertido en otra cosa. Están modificando su arquitectura externa con edificios modernos que nada tienen que ver con nuestro espíritu barrial. Y también están reformando el interior del Mercado, que responde solo al interés turístico. Se ha transformado, aún en los puestos que quedan de venta de alimentos, en un lugar sumamente caro para los vecinos, motivo por el cual no podemos hacer nuestras compras. Los precios son un 25% / 30% más caro que en otros comercios del barrio, porque están pensados para el turismo. Ahora, con el agregado de un patio de comidas, se ha desvirtuado el sentido y el objetivo del mismo. Poco a poco lo irán convirtiendo en un shopping y, así, lo perderemos definitivamente. Emma Bolos


6 - AGOSTO 2017

EL SOL DE SAN TELMO

Dónde retirar El Sol Panadería Cosas

Panadería Perú

Ricas

Perú 1217

Perú 1081/85

Bicicletería Mila

Restaurant Manolo

Av. Caseros 402

Bolívar 1299

Museo Histórico

Librería Fedro

Nacional

Carlos Calvo 578

Defensa 1600

Ferretería San Juan

Comisaría 2º y 14

Av. San Juan 574

Perú al 1000 - Bolívar

Pizería La Moderna

1400 resp.

Humberto I° 699

Comunidad Cisne

Inmobiliaria Giesso

Bolívar y Humberto 1º

Cochabamba 360

Defensoría del

Di Mitrio

Pueblo

Carlos Calvo 691

Defensa esq.

Vinelli Hipólito Yrigoyen 710 Mercado de San Telmo Puesto 54 - Granja Mharley La Simbólica Carlos Calvo 708 Nonna Bianca Estados Unidos 425 Bar La Poesía Chile 502 Bar El Federal Carlos Calvo 599 Bar Hipopótamo Brasil y Defensa Pamela Biazzi Piedras 1055 Panadería y Confitería Europa Carlos Calvo 678 Club San Telmo Cochabamba 657 Peluquería Lito Cochabamba y Chacabuco

Cochabamba Emaus Cochabamba 466 Confitería Ronzino Perú 640 Caburé México 620 MAMBA San Juan 300 Espacio Espinosa Chacabuco esq. Cochabamba Kioscos de Diarios: Carlos Calvo y Perú Piedras y Carlos Calvo Piedras y Chile Perú y México Defensa y Brasil Independencia y Piedras Carlos Calvo y Defensa San Juan y Defensa Humberto I y Bolívar Carlos Calvo y Chacabuco Brasil y Perú


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Á

7 - AGOSTO 2017

Día del Peluquero, 25 de agosto

ngel Colucci tiene su local -Alto Estilo- en la esquina de Cochabamba y Chacabuco desde 2003, pero su historia en el barrio comenzó mucho antes. Y así lo cuenta él: “Vivo en San Telmo hace alrededor de cincuenta años, pero nunca había trabajado acá, aunque siempre quise “cerrar” mi profesión en el barrio”. El Sol: ¿Cómo llegaste acá? A.C.: Nací en un famoso conventillo, que ahora es La Botica del Ángel (Sáenz Peña 543, CABA). Después, en 1955, mis viejos se hicieron una casita con el plan Eva Perón en Longchamps, Prov. de Buenos Aires y, en la década del sesenta, como había muchas huelgas de trenes a mi papá se le complicaba porque tenía que venir a trabajar a la capital, entonces la vendieron y compraron un departamento en Independencia 837 (CABA). Cuando me casé con Gladys, en 1978, nos fuimos a vivir a Palermo. Al año y medio, ya con una hija, pudimos comprar un departamento en Bolívar 1071. Luego nacieron los otros dos y cuando fueron más grandes nos mudamos cerca de acá. E.S.: ¿Sos peluquero por vocación o por elección? A.C.: Cuando vivía en Independencia, al lado de mi casa había una peluquería y siempre charlaba con una peluquera que trabajaba ahí. Una vez, hablando de cómo era su trabajo me dijo: “Por qué no aprendés”. Tuve curiosidad, le hice caso y fui a academias, tomé cursos con diferentes coiffeures y me empezó a gustar. Entonces comencé a trabajar en la profesión al mismo tiempo que lo hacía en la empresa SEGBA (Servicios Eléctricos del Gran Bs.As.) y cuando me retiré me dediqué por completo a esta profesión. E.S.: ¿Trabajaste en locales del barrio? A.C.: No, siempre en mi peluquería. Pasé de tener una no muy grande en Catamarca y Carlos Calvo, luego en Reconquista y Lavalle, de ahí pasé a Pueyrredón 576 donde estuve mucho tiempo y abrí otros salones: en Araoz y Santa Fe y en Austria y Arenales. Alrededor de 2003 cansado, porque tenía mucho personal a cargo -en Araoz trabajábamos 30 personas y en las otras entre 12 y 15 desde coloristas, asistentes, peluqueros, maquilladores- cerré los locales, busqué uno por San Telmo y aquí estoy.

E.S.: ¿Tu peluquería tiene un estilo definido? A.C.: Hacemos todas las tendencias. El peluquero que quiere estar actualizado, así esté en un barrio, tiene que seguir yendo a ver ateliers. La actualización la realizamos a través de los laboratorios como Wella o L´Oréal que van produciendo encuentros con profesionales que vienen del exterior. Estar en eventos internacionales te va formando y uno ve tanto lo que le gusta, como lo que no va a aplicar en su trabajo. E.S.: ¿Cómo ves el nivel de los profesionales, en general?

finirlo bien y si puede hacerse. El cliente tiene que saber si lo que te pide, con su pelo o con su estilo se puede lograr porque en las revistas se elige el tipo de cabello de la modelo, está maquillada y fotografiada para que se vea bien y eso no pasa en el día a día.

“El que maneja la tijera, maneja la peluquería” A.C.: En los barrios vas a encontrar muy buenos peluqueros, cosa que no se da en el resto de Sudamérica. Todos los años hay campeonatos internacionales en distintos países: Japón, U.S.A., Alemania, Inglaterra -entre otros- donde se presentan diferentes equipos para hacer peinados de noche o la exigencia que pidan en ese momento y los argentinos siempre están en el podio. Tenemos una compañera -Coty de Moreno, ahora retirada-que ganó cinco veces la Rosa de Francia en peinados, que es el galardón más importante del mundo. Es una gran profesional y profesora. En San Telmo hay muy buenas peluquerías y muchas. Lo que me llama la atención es la cantidad de chicos jóvenes que lo hacen profesionalmente muy muy bien y eso gratifica. E.S.: ¿A las chicas que trabajan en tu local, las formaste vos? A.C.: Tanto Vicky como Rocío, cuando empezaron, no sabían ni lavar la cabeza. Hoy cortan, peinan, hacen color, reflejos. Lo importante es ver si tienen facilidad y si les va a gustar trabajar en esta profesión. Porque hay que estar mucho tiempo parado y es bastante agotador, pero muy creativo. Hace poco, las dos, hicieron un curso, se recibieron de coloristas y tra-

bajan muy bien. Se fijan en los detalles y me recuerdan cosas que sé pero que con los años uno las va haciendo mecánicamente. Muchas veces estoy frente a una clienta, le pregunto qué quiere hacerse y contesta: “No sé, fíjate vos”, entonces empiezo a cortar y aunque no tenga claro lo que ella quiere, enseguida sale. Es por la experiencia, el estudio, el trabajo mismo y eso trato de transmitirle a los que trabajan conmigo: observar, ver a la persona, imaginar qué color le quedará bien según sus características o qué le va a gustar, sin tener que fijarse en la ficha Eso es importante. E.S.: ¿Siempre acertaste? A.C.: Toda persona que trabaja se equivoca y más en esta profesión donde cuando uno es joven quiere ser creativo, con la posibilidad de fallar. Después, se miden los riesgos y te equivocás menos porque tenés experiencia y ya sabés hasta dónde podés “jugar”. E.S.: ¿Cuáles son los secretos de la profesión? A.C.: Lo que resalto es que el que maneja la tijera, maneja la peluquería. Lógicamente todo tiene que ver con todo, pero el corte es fundamental. Es importante de-

E.S.: ¿Quiénes marcan la tendencia? A.C.: Los laboratorios. Una vez charlando con la jefa de L´Oreal, me contaba que le costaba encontrar modelos para dejarse hacer permanente para que los chicos aprendan y yo le decía que los responsables eran ellos, porque siempre muestran una coloración sobre el cabello alaciado. Igual ahora se usa mucho la buclera o el pelo más ondulado, con movimiento. E.S.: También se usa el “despeinado”… A.C.: Antes los peinados recogidos se armaban con ruleros, secador, se batía el pelo y peinaba. Hoy se peinan para que parezca informal, pero está bien pensado. Las tendencias no son tan acartonadas. Hace un tiempo, conversando con unos muchachos que iban a poner una peluquería en Colombia, les pregunté qué estilo iban a llevar -porque uno no puede cortar diferentes estilos en la misma peluquería, se busca siempre una tendencia- y uno me dijo: “Vamos a argentinizar, viste que a nosotros nos mira Europa pero también Sudamérica, entonces vamos a hacer todo con mucho movimiento, vamos a soplar el pelo”, porque aquí las tendencias son mucho más sueltas, más naturales. E.S.: ¿Y las “famosas” canas? A.C.: No son para todas las mujeres. Hay distintos tipos de cana, alguna medio acerada o la blanca, pero no la tienen todos; cuando se pone amarillenta no es linda. Es una tendencia, porque se está usando mucho el gris. Las chicas quieren hacerse reflejos con gris y no a todas les queda bien. Pone el acento en las mujeres que trabajan y dice -cuando le piden si puede atenderlas fuera del horario, por ese motivo-: “Las espero, porque no vienen de mirar una novela y uno debe ser consciente que hoy en día todos estamos atados al trabajo”. El barrio es su paisaje cotidiano y en él distingue: “para tomar un café, el Clásico -Humberto Primo 501-, para almorzar y ¨desenchufarme¨ me encuentro todos los días con amigos a comer comida casera en el Patio de San Telmo -Piedras 1316- donde la pasamos muy bien”. Ángel cuenta que su mujer, a veces, fue su “conejito de Indias” porque con ella probó colores, reflejos, permanente y que ninguno de sus tres hijos se dedica a algo relacionado con su profesión. Florencia es abogada; Agustina, docente y Bruno está hace unos años trabajando en Europa; quizás alguno de sus nietos: Francisco, Margarita o Josefina, se entusiasme y quiera adueñarse de sus tijeras. Texto y fotos: Isabel Bláser


8 - AGOSTO 2017

EL SOL DE SAN TELMO

“Estamos atravesando una nueva revolución industrial”

C

on la automatización de los procesos de producción estamos atravesando la cuarta revolución industrial”, asegura Daniel Marin (35), ingeniero informático y vicepresidente del Club Atlético Deportivo Paraguayo, ubicado en Piedras 1676, CABA. El Sol: Todos conocemos la primera, ocurrida en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, cuando el invento de máquinas que mejoraron los procesos productivos provocaron una serie de trasformaciones sociales y económicas. Pero ¿Cuáles son las otras tres? D.M.: La primera revolución industrial estaba basada en la introducción de equipos de producción mecánicos impulsados por agua y energía a vapor. La segunda se caracterizó por aparición del concepto de división de tareas y el uso de la energía eléctrica. La tercera coincidió con la producción automatizada, gracias al uso de la electrónica e informática (IT, Information Technology). En tanto que la actual, se caracteriza por el uso de sistemas físicos cibernéticos (CPS, Cyber Physical Systems), como los robots. A través de una iniciativa propia, Daniel da charlas de informática para jóvenes de la colectividad paraguaya (no exclu-

sivamente) sobre herramientas disponibles en sistemas informáticos y el mercado laboral IT. Así, en ocho meses de capacitación gratuita, pueden obtener certificados avalados por el Ministerio de Educación, con salida laboral. E.S.: ¿Cuáles son las alternativas que tienen los jóvenes en el área de estudios de sistemas? D.M: Hay distintos programas de capacitación en IT, como el “Plan 111 mil” para aprender a programar. Se trata del nuevo plan nacional que impulsa el Ministerio de Educación y Deportes junto con el Ministerio de Producción de la Nación, que busca formar, en los próximos cuatro años, a 100 mil programadores, 10 mil profesionales y mil emprendedores con el objetivo de cubrir la demanda laboral en las industrias basadas en el conocimiento. También está el “Programa codo a codo”, un curso gratuito que otorga una certificación de co-

Argentina se encuentra en el ranking 22 de países exportadores de servicios de IT y esto es considerado como uno de los ejes productivos del país.


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nocimientos acordada con el Ministerio de Producción de la Nación con validez nacional y reconocido por las empresas del sector. Además, están las becas “Control F”, sobre programación, seguridad IT y hardware. Hay 242 cursos en todo el país. E.S.: ¿La industria de software que se realiza en la Argentina, está bien considerada internacionalmente? D.M.: Sí, de hecho, emplea a más de 87 mil personas con salarios 45% más altos que el promedio. Además, la industria triplicó su personal entre 2003 y 2015 y duplicó la cantidad de empresas en 10 años. Factura 63 mil millones de pesos por año y exporta 1.000 millones de dólares al año (200 millones más que la exportación de vinos). Argentina se encuentra en el ranking 22 de países exportadores de servicios de IT y esto es considerado, por cualquier gobierno, como uno de los ejes productivos del país. De hecho, el desarrollo del software nacional es un plan estratégico que excede al gobierno actual y ya es una política de Estado desde la aplicación de la Ley de Promoción de Industria de Software. E.S.: Además de estos cursos ¿Qué otra actividad ofrece el Club Deportivo Paraguayo? D.M.: Aquí se enseña: patín (para niñas y adolescentes), guaraní y danzas folclóricas. También organizamos eventos culturales, charlas políticas y presentación de libros. Por otro lado, ofrecemos las instalaciones para actividades solidarias, como la recolección de donaciones para los afectados por las inundaciones de Ñeembucú (Departamento ubicado en el sur de la Región Oriental de Paraguay). Daniel nos muestra con orgullo los distintos espacios del Club: el comedor, con las fotos de los equipos de fútbol paraguayo, la sala mayor de usos múltiples y su oficina, con los trofeos ganados desde el año 1986, cuando se instaló la sede en la calle Piedras. El Sol: ¿Cómo es tu relación con Paraguay y con el Club? D.M.: Soy argentino, mi padre es paraguayo. Era Maestro Mayor de Obra y vino al país buscando trabajo, luego de la caída de Stroessner, cuando tenía 19 años. Fue preso político por tener un hermano militante. Me conoció cuando era un bebé de dos meses: nací el 31 de marzo de 1982 y a él lo liberaron en junio de ese año. Soy el tercero de cuatro hermanos varones y cuando éramos chicos íbamos todos los años a Paraguay a ver a mi abuelo. En cuanto a mi participación en la institución, vivía cerca, me asocié y empecé a colaborar El Sol: ¿Cómo definirías la idiosincrasia del pueblo paraguayo? D.M.: Esencialmente es un pueblo muy trabajador, especialmente en la industria de la construcción. Y, como a los argentinos, les gusta el fútbol y el asado. Nos une, además, el mismo idioma y la religión católica. Texto y foto: Diana Rodríguez

9 - AGOSTO 2017

Alexandra Trujillo, maquilladora artística

“Los sueños se cumplen en la medida en que trabajemos por ellos”

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ació en Bogotá (Colombia) pero su abuelo era argentino -al igual que otros miembros de su familia-, de modo que siempre estuvo conectada con la Argentina. Dedicada a la Estética y la Cosmetología, después de trabajar en clínicas y centros de estética, Alexandra Trujillo (32) llegó a Buenos Aires a los 26 años para estudiar y perfeccionarse. “En Colombia es complicado estudiar, ya que es muy costoso, además la prioridad la tienen las carreras más tradicionales como Abogacía, Medicina o Arquitectura. Aquí el panorama artístico es impresionante”, cuenta Alex, vecina de San Telmo desde hace seis años. “Amo este barrio por su bohemia, su gente hermosa, su buena onda, su movida cultural de día, tarde y noche. Estar acá es un flash. Vivo frente al Parque Lezama -que me ¨recibió¨ desde mi llegada al país-, aquí me siento tranquila, segura. Nunca sentí ningún rechazo por ser extranjera, al contrario, siempre han sido muy amables conmigo y me han hecho sentir como en casa”, cuenta Alex desde el emblemático bar Británico, a pasos del restaurant Da Vinci, donde trabaja como moza. “Estoy muy agradecida a Diego Ipar (el dueño del resto), mi ‘angelito porteño’, quien me abrió las puertas de su negocio a mí y a otras compatriotas. Ese trabajo me permitió la posibilidad de estudiar, por el horario, pero decidí dejarlo a fin de mes para dedicarme de lleno a armar mi proyecto artístico”, explica la colombiana con acento típico de su país. El Sol: ¿Dónde estudiaste? A.T.: Comencé a estudiar Maquillaje Artístico, luego Caracterización y FX (efectos especiales) en varios lugares privados, como “Metamorfosis” (el local de Bolívar entre San Juan y Cochabamba que tiene un ¨monstruo¨ verde en la vereda), luego en “El Sótano” -dedicado a efectos especiales, en Colegiales- y también

Integrantes de la Productora Artística Bogotazo

“Buenos Aires valora el arte ¡Hay una movida increíble y gratuita! Estar acá provoca un enriquecimiento cultural y profesional, que implica una apertura de conciencia”, dice Trujillo. con Rebeca Martínez, una profesional reconocida en el medio. He ido armando mi carrera poco a poco. Hoy en día hago réplicas de cuerpo para cortometrajes, series web y videoclips. E.S.: ¿Cuál es el proyecto personal? A.T.: Estoy dedicada a armar una productora audiovisual con otros cuatro compatriotas llamada Productora Artística Bogotazo. La formamos: María Fernanda Pedraza, (producción escenográfica y artística), Xavier Janbos (director y productor artístico), Felipe Moreno (dirección fotográfica y video), José Daniel Moreno (dirección fotográfica y video) y yo (directora de maquillaje y FX). Todos vivimos en San Telmo y nos proponemos generar trabajo para nosotros y para otros, haciendo de puente entre los artistas y el éxito. Por otra parte, voy a trabajar en la FunAlejandra Trujillo, durante la entrevista.

dación de Arte Valta Thorsen (ubicada en Montevideo 777, CABA), donde me dan un espacio para hacer maquillajes, masajes terapéuticos, sintonía del cuerpo y terapias corporales. Como todo, se trata de una relación de reciprocidad: dar y recibir. Con su pelo rojizo y enrulado, Alex habla con entusiasmo sobre el salto que representa dejar la comodidad del sueldo fijo para dedicarse de lleno a su profesión. “Va a ser duro al principio, pero si no arriesgas no ganas. Los sueños se cumplen en la medida en que trabajemos por ellos. Buenos Aires valora el arte ¡Hay una movida increíble y gratuita! Estar acá provoca un enriquecimiento cultural y profesional, que implica una apertura de conciencia”, dice Trujillo. Cuenta que comparte su casa con María Fernanda (compatriota que “ha sido mi lienzo, para maquillar, sacarle fotos y practicar las distintas técnicas de caracterización”) y Paco, su gato y compañero fiel. La charla continúa sobre el trabajo en conjunto: “Somos cinco personas preparadas para generar proyectos laborales y ayudar a otras a concretar sus sueños”, define Alexandra. “Por ejemplo, tengo una amiga, Karen Boudargham, profesora de danzas árabes, que es una ¨guerrera¨, la está peleando con tres hijos. Me quito el sombrero frente a ella: es un orgullo conocerla y que sea parte de mi vida”, sostiene la maquilladora, fanática de El Sol. Texto y foto: Diana Rodríguez


10 - AGOSTO 2017

EL SOL DE SAN TELMO

Día del Peluquero, 25 de agosto

De izq. a der. Néstor, Nilda, Graciela y Cristina

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sí define la peluquera Cristina Fernández, el trabajo que realiza en el barrio desde 1972 y el que -siendo muy chica- supo que era su vocación. El local de la calle Bolívar al 1400 tiene sello propio y está muy lejos de ser del estilo que impone la moda. En sus paredes hay fotos y afiches que cuentan su trayectoria profesional y las plantas “caseras” inundan la vista de verde. Mientras tomamos un café, cuenta que cuando “tenía alrededor de siete

Cristina Fernández en plena labor, durante la nota.

“Para mí, es un juego” años iba a la plaza y si no había ningún chico para jugar, llamaba a la peluquera -amiga de mi mamá- que estaba enfrente, para que me cruzara la calle y me entretenía ayudándola en su local juntando piquitos o lo que ella me indicara. Ya más grande, cuando tuve que trabajar, les dije a mis padres que sería peluquera. En ese momento vivíamos en Mar del Plata,

vi un aviso en el diario y comencé -como se empezaba antes- barriendo y ayudando en lo que hiciera falta. Allí estuve dos años y me enseñaron muy bien”. Y agrega: “Ya viviendo en Lanús, conseguí trabajo en un local de la calle Perú y para aprender más, comencé a hacer diferentes cursos en escuelas y laboratorios (Helen Curtis/Wella/L´Oreal). Un día el dueño me dijo: ¨Corte ese pelo¨ y aunque insistía diciendo que sin haber hecho ningún curso yo sabía cortar, me negué. Entonces me mandó a la Escuela de Peluquería de APPyA (Asociación Patronos Peinadores y Afines) donde estuve todo el día con un profesor, cortando y al retirarme escuché que le dijo: ¨Para qué la mandás si sabe¨. Eso me dio confianza”. “Además de su superación personal, tuvo oportunidad de viajar a Francia para ver eventos que marcan tendencia por estar en la temporada anterior”; remarca su esposo, Néstor Sacchi -quien integra la República de San Telmo y sigue atentamente nuestra conversación-. Luego de cinco años de trabajar en esa peluquería, compró el fondo de comercio del local donde atiende y, visiblemente emocionada, recuerda que “hace unos meses falleció la persona que me ayudó económicamente para que pudiera concretarlo. Fue la Sra. Bosch, dueña de Calefones Universal, que era mi clienta y vivía acá cerca. Ella me “empujó”, lo mismo que Néstor y su familia, porque sabían que esto era lo que yo quería hacer”. Y agrega: “En los años ochenta llegué a tener cinco empleados, después quedó Nilda -que luego puso su peluquería y ahora, ya jubilada, viene a darme una mano los sábados-; Graciela que me ayuda y Yanet, la manicura”. Señala orgullosa que “por suerte tengo una clientela muy grande, la gente me ha seguido, no me puedo quejar, es una maravilla. Muchos creen que no estoy actualizada pero no es así, ya que también vienen a atenderse las hijas y nietas de las antiguas clientas y si eso fuera cierto, no lo harían. La diferencia es que si la señora mayor me pide un

peinado de antes lo sé hacer y si las más jóvenes quieren algo nuevo, como sigo haciendo cursos constantemente, un movimiento nuevo de la tijera o de la mano sirve para renovarme”. En cuanto a las nuevas tendencias, Cristina menciona que acá “no se crean estilos, los grandes profesionales como Colombo, van a Europa y estudian en una escuela, traen los cortes, colores, peinados, luego lo muestran y el resto los copiamos, siguiendo la moda. Ahora se usan las canas, el gris. Lo primero para dejárselas es estar conforme con ellas, pero en general las mujeres no se atreven porque

“Cuando no tengo nada que hacer peino a las muñecas, porque para mí es un juego y agradezco poder trabajar y vivir de lo que me gusta” a veces el cutis no acompaña o está muy ajado o el gris a algunas chicas jóvenes no las favorece, por su tono de piel. En cuanto al largo del pelo a mí me gusta corto, aunque la mujer argentina piensa que largo las hace parecer de 25 años, pero en realidad tienen el pelo pero no esos años”. Con relación a la evolución de los peinados y colores, Cristina afirma: “Antes era como ahora, se usaba más el pelo lacio, pero en vez de alisarlo con la planchita hacíamos la toca. Por otro lado, el pelo recogido era muy armado, las clientas venían dos veces por semana para retocárselo; actualmente es desprolijo, pero a propósito. También se usan los rulos, que con un lindo corte quedan muy bien”. No quiere dar consejos, pero su sugerencia a los más jóvenes es que “quieran la profesión, porque saliendo de las academias en seis meses sabrán hacer el planchado del pelo y


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harán plata, pero si no tienen la sensibilidad cuando tocan el pelo estarán un tiempo y no van a perdurar. Lo fundamental es el corte, es la base de todo. Con un corte se puede hacer un buen peinado o resaltar una tintura. Por otro lado, no tienen que hacer algo cuando saben que el pelo no está en condiciones. Me ha pasado no hacer permanentes porque sabía que no iban a quedar bien, por cómo estaba el cabello y aunque las clientas en ese momento no se dan cuenta y se van decepcionadas, prefiero eso ya que luego han venido reconociendo que se lo hicieron en otro lugar y les quedó mal. No me gustaría que me señalaran diciendo: ¨Esa es la que me quemó el pelo¨”. A lo que Néstor agrega: “La honestidad hace de efecto multiplicador, porque luego la recomiendan por eso”. Me sorprende cuando cuenta que está juntando objetos “para poner un museo de peluquería. Tengo tijeras de metal que se calentaban con fuego, navajas antiguas. Me han donado cosas, que guardo con el nombre de quien me las dio”. Y recuerda cuando, para el Día de la Madre en 2010, organizaron “un desfile de modas, en la calle -en connivencia con la Iglesia Santa Catalina de Alejandría (Brasil 850, CABA)- junto con el diseñador Carlos Verón, que tiene un local al lado y las modelos eran las clientas y sus hijas. Presentamos cinco novias. Fue una fiesta”; conclu-

11 - AGOSTO 2017

ye sonriente, mientras vemos las fotos del evento. Le pregunto cómo ve a San Telmo y dice: “Vivimos en el barrio desde 1990. Está bien el cambio turístico que está teniendo, pero es caro para vivir aunque todavía hay muchos vecinos tradicionales que se quedaron por el afecto que le tienen”. Por su parte, Néstor acota: “Muchas cosas se modificaron, acá en las veredas había tilos y, sobre todo, hay muchos edificios altos. Está bueno que evolucione, pero tendrían que mantenerse algunas cosas -como la altura de las edificaciones- por ser histórico ya que, además, los turistas quieren ver lo que sucedió en los orígenes, donde hay identidad nacional, por lo que habría que conservar eso”. Cristina agrega que le gustan “los lugares antiguos, caminar por Defensa, la iglesia, el parque” y coincide con su esposo cuando él dice: “Salimos a comer por acá, ya que la idea es gastar el dinero en el barrio para que vuelva al barrio. Todo lo que le demos lo hace crecer y nos vuelve a los vecinos”. Hay una clienta que espera, pacientemente, que termine la entrevista y sonríe cuando su peluquera dice: “Cuando no tengo nada que hacer peino a las muñecas, porque para mí es un juego y agradezco poder trabajar y vivir de lo que me gusta”. Texto y fotos: Isabel Bláser

Complejo histórico cultural Manzana de las Luces

Ciclo de cine argentino, gratuito Continúa la proyección de películas argentinas en el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces -Perú 272, CABA-; Teléfono: 4343 3260 / 4342 6973-. Este mes de agosto, los que asistan podrán disfrutar de un programa variado (no se suspende por lluvia): Abajo: vista de la sala, previo a la proyección. Foto: Gabriela Llambías

Miércoles 2: Maldito seas, Waterfall (2016, 71 min).

Miércoles 9: Choele (2015, 87 min).

Miércoles 16: Mauro (2014, 80 min).

Miércoles 23: Paula (2015, 64 min).

Miércoles 30: Nosilatiaj. La belleza (2012, 83 min).


12 - AGOSTO 2017

EL SOL DE SAN TELMO

La Pirámide de Mayo Su puesta en valor ha concluido. Esta vez hecha por alguien que sí sabe: el Arq. Marcelo Magadán. En sus vértices se ven las cuatro estatuas -que representan la Navegación, Industria, Geografía y Astronomíatalladas en mármol de Carrara y mudadas de la plazoleta del Banco Hipotecario frente a la Basílica de San Francisco (Alsina y Defensa); que estaban en estado lamentable -tenían desde roturas y grafitis, hasta suciedad de añares-. Aún no están descubiertas. Pero lo que realmente llama la atención, es la reja que protege el conjunto, porque tiene más del doble de altura que la anterior. Triste es pensar que la única forma de proteger los vestigios de nuestra historia es rodearlos de rejas cada vez más altas. Es lo que hay... Graciela Fernández


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