El Informador impreso. Edición especial 2012.01.30

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[ INFORMACIÓN AL INSTANTE EN: ELINFORMADOR.COM.VE ] BARQUISIMETO LUNES 30 DE ENERO DE 2012

- Gayones, caquetíos, ayamanes y colonos dejaron huella en el dialecto larense

¡Se habla guaro! ¡A buen chucaje!: Viveza. Agarra’o: Que no le gusta gastar dinero. ¡Ah, Diablo!: Expresión de asombro popularizada por los caroreños. ¡A diú!: Exclamación por olvido. ¡Ah mundo!: Añoranza, deseo. Arrebiates: Peroles. Personas que deciden acompañar a otros sin ser invitados. Asara’o: Ir con prisa de un lado a otro. Basirruki: Prevención ante un imprevisto. Sinónimo de vacié. Expresión de incredulidad o advertencia. Batatúo: Que tiene gruesas las pantorrillas. Bicharanga: Mujer desaliñada y poco atractiva. Maliciosa. Bicho: Forma de referirse a alguien. Bojote: Expresa cantidades. Boronita: Poca cantidad. Brincona: Mujer parrandera. Buche: Nombre popular para referirse a la garganta. Bullarangón: Alboroto, ruido. Cajeta: Caja de chimó. Cambeto: Que tiene las piernas arqueadas. Cambote: Grupo de personas. Canapial: Borracho (a). Calembes: Objetos viejos y de poca importancia. Chácara: Cartera. ¡Chacho!: Expresión usada para alertar a alguien distraído. Chinchín: Que debe pagarse completo y al instante. Chuchumeco: Anciano. Persona que no goza de buena salud. Chuco: Individuo que disfruta a expensas de los demás. ¡Cié cará!: Exclamación de asombro o incredulidad. Copetúa: Mujer elegante que usa peinados extravagantes. Cuquiar: Hacer que otras personas tengan un conflicto. De a guaro: Sin dinero. De pana: Expresión que denota certeza sobre algo. Con toda confianza. Veracidad. De pinga: Que es muy bueno. Encalamoca’o: Confundido (a). Esboca’o: Que corre rápido Esguañanga’o: Roto, dañado. Ese guaro pela’o: Expresión empleada para referirse a alguien. Esmacheta’o: Salir de prisa. Sinónimo de esboca’o. Empatuca’o: Aplicar en cantidades sobre

Así como el vestir, las manifestaciones culturales y las tradiciones religiosas, el ‘cantaíto’ al hablar y las palabras muy propias de la región forman parte de un proceso de transculturización. De una u otra forma, diversas culturas dejan una huella marcada en la tierra de los crepúsculos.

un objeto o cuerpo. Faramallero (a): Pretencioso (a). Que quiere estar en todo. Firifirito (a): Individuo delgado y de baja estatura. Forrada: Comer y quedar muy lleno. ¡Guará!: Expresión de exclamación. Guarandinga: Vacilar. Guaratara: Que está fuera de control. Guareando: Cotorreando. Guarito: Niño (a) o joven. Guaricha: Hembra, mujer. Guaro (a): Especie de loro. Persona que hace o dice tonterías y habla mucho. Sujeto de escaso entendimiento. Oriundo del estado Lara. Hasta los teque teques: Lleno. Jartá: Comer en cantidades. Lambucio: Sinónimo de agarra’o. Persona miserable. Lechúo: Que tiene buena suerte. Lo más aparte: Nada que ver. Mano (a) man: Se usa entre personas de mucha intimidad y afecto. Mañoso: Tramposo ¡Naaa!: Exclamación para provocar a una persona o incitar una pelea entre dos. ¡Na’ guará!: Expresión de asombro. Na’gua: Versión de Na’guará, usada por ahorro de palabras. ¡Na’guarura! o ¡Na’pelusa!: Usado para responder ante algo asombroso. ¡Na’ guará mijito!: Frase que denota la vivencia de alguien. No quiero un guaro: No quiero nada. No jombre: Expresión que indica resignación. Perrero: Individuo que vende perros calientes (panes rellenos con salchicha o chorizo, salsas y otros ingredientes). Pocillo: Taza para el café. Ponchera: Envase. Reales: Dinero. Rendirle culto a Lara: Se dice cuando una persona está cansada y se acuesta a dormir. Soponcio: Desmayo. Taita: Término coloquial que hace referencia al padre de familia, al jefe del clan o a cualquier persona mayor que merezca respeto. Ta’machete: Cuando algo está excelente. Tarajallo: Sujeto alto y desgarbado. Tuyuyo o poporo: Absceso en la piel. ¡Válgame Dios!: Manifestación que denota preocupación. Zaperoco: Algarabía, bulla.

Fuentes consultadas: Los comodines del habla larense, Régulo Le Grand, 1998. / www.encarora.com / www.cantv.net

Foto: José Miguel Aguilar

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arquisimeto es hoy una ciudad que cobija a personas provenientes de distintos estados del país, e incluso del mundo, pues en búsqueda de oportunidades han quedado prendados de la capital larense. Pero no sólo existen vestigios de diferentes culturas, también era así antes de la colonia. Para aquel entonces el territorio que hoy está demarcado bajo el nombre de Lara era residencia de tribus de Gayones, Ayamanes y Caquetíos. Cada uno dejó sus huellas y el habla larense no se escapa de esta realidad. El filólogo Ángel Rosenblat aseguraba que el acento de cada región provenía de la forma de hablar de los aborígenes: “Así como un latino aprende a hablar inglés con su tono particular, de igual forma los indígenas aprendieron el español y lo hablaban con su tonalidad. Esa es la hipótesis de Rosenblat y que parece tener coherencia”, explica el cronista del municipio Iribarren, Ramón Querales. El historiador refiere además de la posibilidad de que este acento se mantenga vigente, el léxico indígena también puede escudriñarse en las palabras “guaras”, principalmente cuando de toponimia (nombre de lugares) se refiere. Si a alguien le resulta curioso que muchos poblados en Lara terminen sus nombres con las letras che y arigua, ye (o lle) y bana, todo tiene una explicación: Los primeros se derivan de la lengua de los gayones, los segundos de los ayamanes y los terceros de los caquetíos. En la lengua de los caquetíos, por ejemplo, bana significa “lugar de”. Uribana hace referencia a lugar de culebras y Samurubana al lugar de los zamuros. Querales apunta que Barquisimeto, nombre actual de la capital larense, también se deriva de la lengua aborigen, pues el Río Turbio era conocido como Río Bariquisimeto. Kabudari era otra etnia presente en territorio de lo que es hoy el municipio Palavecino, por eso no es de extrañar que su capital reciba el nombre de Cabudare. En Ayamán, quiboc era un término designado a las cosechas. Quizás a eso se atribuye que la capital del municipio Jiménez se llame Quíbor. “Si bien en todo el país se habla español, en algunas entidades se observa una marcada presencia de elementos de diferentes tribus, mientras en otros estados puede notarse cómo prevalecen elementos españoles como el ‘vos’ en el Zulia”. Referirse al padre como “tata” o conocer esa sartén para hacer arepas como “budare”, también se debe a las huellas que han dejado los aborígenes. Producto de ello, de la transculturización y otros factores como la “comodidad” del hablante, existe un dialecto particular en este estado. Pero más allá del asombro o curiosidad que genere conocer el origen de muchas de las palabras que usamos a diario, lo importante es valorar nuestro gentilicio, nuestra cultura y sociedad, lo que nos hace únicos y nos diferencia aunque no llevemos puesta la franela ¡Se habla guaro!


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