Otoño 2010 / No5 / Valor comercial $1.500
Educación
Cósmica
Además: Una experiencia de Integración Déficit Atencional Luis Cárdenas y el material Montessori Rolando Toro, creador de la Biodanza
• Implementación de primera calidad • Ambientes amplios, luminosos y seguros • Materiales didácticos específicos • Actividades abiertas a los padres • Profesionales especializados • Atención personalizada
Editorial
Indice Director Responsable: Ellinor Barentin Director Periodístico: Katerinne Pavez Director de Proyecto: Gaspar Ortiz Grupo Editor: Bodeguita Montessori Ltda. Diseño y Diagramación: David Cabrera Fotografía: Paula Farías Gabriel Gatica Juan Carlos Recabal Periodistas: Jorge González Pía Vargas Katerinne Pavez Colaboradores: Maritza Azócar Myrza Giancaspero Opiniones y Sugerencias: revista@centromontessori.cl www.centromontessori.cl
El año 2010
nos encontró en movimiento: se agitó la tierra chilena, las personas se volvieron susceptibles a los cambios y las relaciones sociales se estrecharon. En este primer número del año no quisimos quedar ausente de la reflexión y comprensión de lo que está sucediendo en nuestro país, después del terremoto. Así como también hemos aprovechado la posibilidad que las circunstancias nos entregan para hacer un llamado a la conciencia, al despertar de aquella poderosa herramienta con la que hemos sido premiados los seres humanos. En esta edición, les entregamos una revista de contenidos profundos, ligados al alma y al corazón de nuestros niños y niñas, quienes nos enseñan día a día a conectarnos con nuestro propio niño interior. María Montessori nos propone una inmensa y bella tarea, cuando nos pide seguir al niño, y es ahí donde queremos poner nuestras apuestas, volver a conectarse con el niño, volver a nuestra capacidad de asombro, y es por eso que incluimos la reflexión de Patricia May:“El camino de los Niños”, la Educación Cósmica y la re-valoración de nuestro rol en el universo, y un homenaje a Rolando Toro, que siempre nos invitó a volvernos niños para danzar la vida. Volvemos a dejar la invitación abierta a las sugerencias y opiniones, que nos ayuden a construir desde lo más hermoso del ser humano. Ellinor Barentin, Centro de Estudios Montessori
2. Educación Cósmica
Debemos reconocer al ser humano como agente cósmico y junto con ello, hacer crecer en nosotros un sentimiento de gratitud por todos los aportes que éste ha realizado en el planeta.
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Para María Montessori, hasta un terremoto era una oportunidad para despertar el espíritu de un niño.
Vitalia Lago Pailaqueo y el Jardín Kintu
Quién más que los niños para mostrarnos el real significado de integración
Julie Rivero y su visita al Centro de Estudios Montessori.
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La energía, la comunión y los objetivos que envuelven a los participantes de “Sembrando Chile” impactan.
Hace más de 40 años que Luis Cárdenas fabrica todo tipo de materiales Montessori.
Reportaje sobre el creador de la Biodanza.
Terremoto
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Déficit Atencional
El impulso del modelo educacional basado en las Neurociencias Aplicadas.
Publireportaje
Ecología
Integración
Las manos de Montessori
Una ayuda para la vida
Rolando Toro, creador de la Biodanza
Mundo Montessori /Otoño 2010
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Actualidad
Terre ¡Y la El
27 de febrero a las 3:34 de la madrugada, la zona central de Chile fue azotada por un terremoto grado 8,8. Los medios de comunicación de todo el mundo tuvieron el mismo titular, relatando un acontecimiento de magnitudes catastróficas. Ese día, todos nos sentimos vulnerables, desconcertados, perdidos entre tanta incomunicación e imágenes golpeadoras. Desde esa madrugada y en los días posteriores, los habitantes de este país nos dimos cuenta de un planeta que nos estremece con su evidencia, del cual la humanidad se había ido olvidando, desconectando, especialmente en estas últimas décadas. El ser humano se ha centrado únicamente en sí mismo y en sus creaciones. Ha pretendido, de modo soberbio, que puede controlar y crear todo, que la naturaleza y el planeta que habitamos soporta y permite todo, 6
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en forma ilimitada. ¡Qué más alejado de la realidad! Precisamente, son estas impresionantes manifestaciones de la madre Tierra la que nos vuelven a situar en nuestro verdadero lugar. Cada uno de nosotros, a partir de su propia experiencia, fuimos volviendo poco a poco al funcionamiento habitual en los trabajos, en los centros educativos y en nuestras familias. Sin embargo, con el correr de los días, las imágenes de niños y niñas mostrando la destrucción de sus casas y escuelas, nos han hecho preguntarnos qué herramientas tienen ellos para poder retomar la vida, luego de este desastre de grandes dimensiones. Porque no sólo nos basta con actuar calmada y serenamente, sino que además, ellos necesitan responderse aquellas preguntas que aparecieron postterremoto: ¿Por qué se mueve la Tierra?, ¿Llegará una ola gigante a mi ciudad, a mi casa?, ¿Qué es un tsunami?, entre otras
interrogantes que aparecen en su mente, tratando de comprender un fenómeno de la naturaleza.
Movimiento constante Si nos remontamos a los inicios de la Tierra misma, lo que encontraremos son cataclismos de dimensiones inimaginables que permitieron formaciones geológicas que hoy son patrimonio natural de la humanidad. Es decir, la Tierra siempre ha estado, y continuará, en constante movimiento y no detendrá su formación. Siguiendo su propio ritmo, escuchando su propio llamado para dar continuidad al Plan Cósmico, como María Montessori nos indica en su propuesta de la Educación Cósmica. La Dra. Montessori nos habla que cada ser viviente, siendo la Tierra el principal albergue, tiene en sus genes un ritmo y una tarea cósmica que permitiría
emoto a tierra habló! por Myrza Giancaspero
continuar con la obra de la creación. Y que al permitirnos escuchar esos ritmos, los seres humanos logramos actuar en torno a ese Plan, en armonía con el entorno desde el cuidado del ambiente en un salón hasta la posición de una estrella lejana. Y desde ahí, la educación debe ponerse al servicio del Gran Propósito de la Vida, y por eso ella nos plantea que al presentarle al niño el Universo, debemos hacerlo con datos reales y que además impacten, para que su inteligencia se organice y se interese por todo lo que le rodea, comenzando a notar que todo está interconectado: “Sería imposible comprender la naturaleza de una piedra, sin antes comprender al inmenso Sol” (La Educación de las Potencialidades Humanas, pág. 14) María Montessori nos plantea la Educación Cósmica como necesaria desde el nacimiento ya que así podremos
desarrollar todas las potencialidades y energías que están en estado latente en el niño y podrá alcanzar una inteligencia más clara, con una conciencia libre, que vive en relación a su entorno, en conexión íntima con su ambiente. “De la Educación Cósmica debe surgir la convicción de que la ayuda mutua entre los hombres es la forma más directa de defensa universal”, dice la maestra Montessori (Conferencia en India, 1946). A dos meses del terremoto, nos podemos enfocar en mostrarles a nuestros niños la comprensión del comportamiento de la Tierra. Brian Swimme (doctor en cosmología matemática, autor del libro “El universo es un dragón verde”) nos habla del escuchar a la Tierra, de conectarnos con su lenguaje, porque es ella quien mejor que cualquier otro ser vivo, nos puede decir cómo aprendió a cumplir su misión cósmica “La Tierra aprendió sola
Para María Montessori, hasta un terremoto era una oportunidad para despertar el espíritu de un niño. En este diálogo que sostiene con su hijo Mario, queda revelado: “Una mañana, cuando yo era niño, desperté en nuestra casa en Roma al sentir que mi cama se movía y oír un sordo retumbo. No había hecho más que abrir los ojos cuando mi madre entró, serena y sonriente, y se sentó junto a mí. Mario- me dijo- ¿ves cómo se mece el candelabro colgado del techo?- Repuse que sí-. ¿Sientes cómo tiembla el piso? - Asentí de nuevo. Entonces, mi madre abrió los brazos como para invitarme a descubrir una sorpresa maravillosa, y añadió: Mario, esto es un temblor de tierra” a hacer fotosíntesis, a expresarse a través de los angiospermos, a producir tierra orgánica. No lo aprendió de Marte ni de la galaxia de Andrómeda. La educación de la Tierra es la autoeducación”, señala. Setenta años antes, Montessori nos habló de conectar el presente con el pasado, desde la autoeducación, nos señaló a un niño que está en desarrollo. Fomentándole el amor por el aprendizaje, la confianza en sí mismo y sus fortalezas, podrá realizar la comprensión de la evolución. Mundo Montessori /Otoño 2010
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Las
manos de
Montessori Historia Hace más de 40 años que Luis Cárdenas fabrica todo tipo de materiales didácticos y hace cerca de 20 que se internó en la aventura de la creación de material Montessori, convirtiéndose en el más prestigioso y solicitado y con esto, en parte de la historia de esta filosofía educativa en nuestro país. por Katerinne Pavez
Cuando
a fines de los años ochenta la educadora María Luisa Martínez le pidió a Luis Cárdenas, hoy de setenta años, que fabricara unos materiales para el colegio Santiago College, éste aceptó, en sus propias palabras, “sin saber en qué me estaba metiendo”. De esta manera, Luis Cárdenas pasó a formar parte de la historia de Montessori en Chile. Si muchos otros fueron el corazón de esta filosofía, podría decirse que Don Luis se transformó en las manos de este método, al crear buena parte del material con el que los niños trabajan hasta hoy en nuestro país. Mundo Montessori /Otoño 2010
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“Descubrí que en el mundo Montessori todo el material tiene un objetivo concreto, no es disperso y tiene un sentido”. Su admiración por la doctora Montessori también es evidente: “Creo que la filosofía Montessori, de generar un ambiente nutritivo para los niños, hace que estos de verdad tengan un desarrollo enorme”. Lo que María Luisa Martínez le pedía a Cárdenas era un tremendo desafío: era que fabricara material Montessori. En ese momento, no había nadie en Chile que manejara las medidas exactas y los diseños de lo que se fabricaba en Europa. Lo que había era algún material no muy bien hecho, junto a un montón de fotocopias de catálogos sin demasiadas especificaciones. Ese fue el comienzo de la aventura y del enamoramiento de Cárdenas con el método Montessori. Pero su historia como fabricante de materiales data de mucho antes y tiene su origen en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile.
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Mundo Montessori / Otoño 2010
En el año 1965, Cárdenas, que trabajaba en una industria de materiales químicos y estaba a cargo de su laboratorio, es invitado a crear materiales plásticos para que los futuros médicos aprendieran de anatomía. Su trabajo más célebre fue la reproducción exacta de un cerebro humano, el que incluso fue conocido y estuvo en proyecto de comercializarse en los Estados Unidos. A partir de entonces, Cárdenas se introdujo en un mundo del que no salió más: renunció a su trabajo y creó Lecar, empresa fabricante de materiales didácticos. “Empecé a trabajar fabricando material de anatomía pero ahí había muy poco campo, luego me puse a trabajar con el Ministerio de Educación en la creación de materiales, en la época de la reforma educativa”. De ahí comenzó con su amor por la educación. “Me di cuenta que yo trabajaba para la parte de arriba de la pirámide, para los que podían llegar a la universidad. Pero si quería que se produjeran cambios, había que empezar por los niños más pequeños”.
Su encuentro con Montessori Es así como llega el año 1988 y
conoce a María Luisa Martínez y a Elena Young, una de las grandes impulsoras de Montessori en Chile. La primera le pide fabricar unos materiales Montessori, pues el colegio Santiago College estaba recién comenzando a trabajar con esa metodología y la segunda, tenía algunos modelos que podían servir para copiarlos. Todo fue hecho “a pulso” como recuerda hoy con nostalgia Cárdenas. “No había modelos de cajas de colores o números de lija. Por ejemplo, no sabía cómo hacer para que los números de lija fueran durables, pues nunca supe cómo los hacían en Europa. De esa manera, inventé mi propia fórmula”, dice. Cárdenas recuerda que cada vez que se le pedía un material tenía que pasar por alguna aventura. “Como era muy difícil tener material Montessori, había muy poca gente que lo tenía y aun menos personas dispuestas a prestarlo para hacerle una copia. Por eso, ante la negativa de esas personas, yo tenía que ir a todos los seminarios de personalidades extranjeras sobre Montessori, y mientras ellos dictaban sus charlas, yo tomaba medidas a los distintos materiales que se mostraban allí”. Pero una de las que recuerda con más cariño, tal vez porque fue la anécdota en la
que más pasó susto, es la que le sucedió cuando le prestaron unos cilindros de sonido: estos son unos cilindros que en su interior cuentan con diferentes materiales, que producen distintos sonidos y son usados para la estimulación sensorial de los niños. Don Luis llegó con los cilindros a su casa y con la instrucción clara de no abrirlos por ningún motivo. “Tenían una tapa de plástico muy frágil, pero aun así me arriesgué, porque no sabía cómo se hacían, tenía que ver el grosor de los cilindros, lo que tenían dentro”. Hoy, Cárdenas se ríe de su atrevimiento de desarmar el material, pero en esa ocasión sólo quería volverlo a armar para que nadie se diera cuenta, cosa que efectivamente sucedió.
Amor por lo bien hecho Para este maestro del material didáctico, nada debe ser dejado al azar. Tanto le apasiona la perfección de sus piezas que incluso ha llegado a fabricar sus propias máquinas, pues no estaba contento con el trabajo que mandaba a hacer a distintas empresas que trabajan con madera. Por eso, Montessori fue un desafío para él. “Todo tiene su complicación: la Torre Rosa, que son diez cubitos de medidas muy precisas que se ensamblan unos con otros, tuve que fabricarlo con madera de Mañío y fue muy difícil encontrar la precisa, pues casi toda la madera que se vendía no estaba estabilizada”. Por este amor por el perfeccionamiento, su trabajo comenzó a ser ampliamente reconocido en el mundo Montessori, lo que se sumó al prestigio que ya tenía en otras áreas. Pero no sólo eso: Para Cárdenas también comenzó un mundo nuevo, cada vez más ligado a la educación. “Descubrí que en el mundo Montessori todo el material tiene un objetivo concreto, no
es disperso y tiene un sentido”. Su admiración por la doctora Montessori también es evidente: “Creo que la filosofía Montessori, de generar un ambiente nutritivo para los niños, hace que estos de verdad tengan un desarrollo enorme”.
El futuro Cárdenas sigue fabricando y vendiendo material Montessori, pero también otros materiales para jardines infantiles y proyectos especiales, como elementos de trabajo para infantes que se atienden en consultorios. Hoy tiene muchos sueños pendientes, entre los que también se deja sentir la influencia Montessori. Cárdenas dice que su ilusión sería “chilenizar” el Montessori a través del material, es decir hacer cosas como incluir en el gabinete botánico árboles o flores chilenas, o hablar de los pueblos originarios. En eso
está ahora, y lo acompañan sus cuatro hijos: Leonardo (quien incluso realizó el curso de guía Montessori) Boris y Erick, que son ingenieros y Lissette, sicóloga dedicada a la educación. Ellos están trabajando en la empresa y tienen muchos proyectos, como la asesoría pedagógica a padres y colegios, que van más allá de la fabricación de materiales. “Qué mas puedo pedir”, reflexiona finalmente Cárdenas. “Hago lo que me gusta y mis hijos seguirán con mi legado cuando yo no esté”, dice emocionado.
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Además: Una experiencia de Integración Déficit Atencional Luis Cárdenas y el material Montessori Rolando Toro, creador de la Biodanza