ÍBER. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia

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Sistemas de información

El e-learning puede asumir formas diversas en función del grado de interacción entre el alumnado y el tutor virtual, y del tipo de actividades en las que participen, que pueden desarrollarse individualmente o en pequeños grupos

cuestiones metodológicas y técnicas. En un ambiente de este tipo, es preferible a la valoración realizada desde fuera una valoración de los propios usuarios, que «por un lado, estimula al estudiante a participar activamente en el grupo de aprendizaje, con el fin de adquirir los saberes necesarios para valorar los trabajos de los demás, por otro, despierta en él el deseo de llevar a cabo trabajos de gran calidad con los que quiere “quedar bien” ante la clase más incluso que ante el tutor. Todo ello desencadena un proceso de competición provechosa» (Trinchero, 2006, p. 171). Por último, es indispensable definir con precisión el modelo de aprendizaje que se utilizará en el curso e-learning que se va a ofrecer: a excepción del modelo comportamentalista, que probablemente se adecua más a un ambiente tradicional, los modelos constructivista, situado y colaborativo (Trentin, 2006) pueden situarse por igual en la base de un ambiente de aprendizaje participado, en el que se anima a los estudiantes a que desarrollen de manera autónoma sus propios conocimientos y competencias, incidiendo sobre todo en la experiencia directa, los trabajos en grupo y las discusiones. De hecho, las teorías constructivistas del aprendizaje parten del presupuesto de que el conocimiento deriva de una interacción activa entre el sujeto y el objeto (Frauenfelder y Santoianni, 2006). Esto lleva a considerar bajo una óptica nueva también la función del docente, que se convierte en un primus inter pares, un alumno-docente. 58

Sin embargo, cabe destacar que el enfoque colaborativo impone un mayor esfuerzo por parte del alumno y, por consiguiente, requiere de él una mayor motivación para preferir esta modalidad de aprendizaje a la individual, por ejemplo dirigiéndose hacia la gestión individualizada de la dimensión espacio-temporal y la participación activa basada en el diálogo, la experiencia y la cooperación del grupo dirigida a la escritura colaborativa (Trentin, 2008; Frauenfelder y Santoianni, 2006). Puede resultar útil incluir dentro del enfoque colaborativo un tutor virtual, cuya función sería triple: instructor (apoyo a los contenidos), facilitador (facilita la colaboración entre los individuos y mantiene alta la confianza de los miembros del grupo entre sí), moderador (promueve y conduce las discusiones) (Calvani y Rotta, 2000; Rotta y Ranieri, 2005). Además, el papel del tutor se puede explicar con una tutoría de tipo pull, si responde sólo cuando es interpelado, o de tipo push, cuando estimula a los alumnos a alcanzar los objetivos formativos (Trentin, 2008).

El e-learning en las universidades italianas: el caso del Alma Mater Studiorum de Bolonia La implantación de los cursos e-learning en las universidades italianas es consecuencia del Decreto Moratti-Stanca, de 17 de abril de 2003, con el que se pretendía estimular «el uso de la conexión en red para el aprovechamiento de los materiales didácticos y el desarrollo de actividades formativas basadas en la interactividad con los docentes/tutores y con los otros estudiantes; el uso del ordenador personal; un alto grado de independencia del itinerario didáctico de los vínculos de presencia física o de horario específico; el uso de contenidos didácticos estándares, interoperables y organizados en módulos, personalizables en función de las características de los usuarios finales y los plazos de Íber Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia | núm. 71 | abril 2012


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