La Voz Católica Marzo 2022

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“El Bautismo y la Penitencia que lo renueva, la Eucaristía y las comunidades que reviven, sean el sello evangelizador de estos grandes tiempos litúrgicos que iniciamos en los albores del mes de marzo.” † Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali

ISSN: 2462-9979 AÑO XXXI

No 258 SANTIAGO DE CALI, MARZO DE 2022

VALOR $1000.00

CUARESMA 2022

«No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a) Página 8

Tips Pastorales: Untados de ceniza

Campaña Comunicación Cristiana de Bienes

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El origen del Tribunal Eclesiástico regional de Cali >> Detalles página 11


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Editorial

Santiago de Cali, Marzo de 2022

¡Volvamos a la Pascua!

Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, sociales, del recrudecimiento del conflicto interno y la amenaza que en su gran misericordia, por la resurrección de latente de conflictos armados en las fronteras y con Venezuela, de Jesucristo de entre los muer tos, nos ha hecho nacer inseguridad ciudadana y flujos de desplazados y migrantes, es la a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, medicina espiritual y la terapia colectiva que necesitamos todos. pura, imperecedera, que nos estaba reservada en el La Cuaresma y Pascua 2022 tengan en nuestras parroquias los Cielo. La fuerza de Dios nos custodia en la fe para cuatro grandes motivos de la actualidad: la salvación que nos aguarda, cuando llegue el momento final” 1. El gran marco del perdón de Dios a todos nuestros abusos, (1ª Pedro1, 3-5). incluidos los que nosotros mismos como pastores hemos Con esta súplica del Apóstol y Pastor elegido por Jesús para cometido. Es repartir a mano abierta el perdón de Dios, la la primitiva Iglesia, convoco a todos los creyentes al retorno liberación de la culpa y del pecado, la victoria sobre el odio y pleno a sus parroquias y centros de culto, para compartir, desde las venganzas, la sanación de nuestras heridas sicosociales, la el miércoles de Ceniza, 2 de marzo, la absolución de pecados reservados, la preparación a La Pascua Anual 2022. reconciliación con la creación y la vida Los tiempos litúrgicos de Cuaresma y como obra y don de Dios. Volvamos la Pascua, entre el sacramental de la Santa parroquia un gran confesonario abierto en Ceniza y la solemnidad de Pentecostés, jornadas penitenciales conjuntas en cada cuando se apaga el Cirio Pascual y territorio arciprestal durante la Cuaresma. encendemos el fuego interior del Espíritu Promovamos el perdonar como verbo Santo, marcan la gran transformación que en infinitivo que identifica el actuar de Cristo Jesús hace en quienes acogemos Dios con nosotros, como respuesta su Persona y su Palabra, su misericordia indispensable en nuestras relaciones y la soberanía del Padre Dios. interhumanas, sociales y políticas, Un ser humano nuevo, una nueva aprendiendo a conjugarlo en todos los humanidad, un cambio de vida y un modos pasivos y activos y subjuntivos, “cambiar la vía” por la que mal caminamos, en relación con los demás. Es necesario expresan esta nueva creación en Cristo. pedirlo, ofrecerlo, darlo, instituirlo como Dios deja de ser mera religión y su amor cultura del perdón. de la Cruz se vuelve como el “Big Bang” 2. La Pascua como cena familiar, al mejor de un universo nuevo. estilo hebreo, judío, según las tradiciones Pedro, en su primera carta que hemos nuestras, enmarcándolas en la Cena Pascual citado, y Pablo en su primera a Corintios de Jesús y en las cenas, desayunos y (15, 57), nos invitan a que “demos comidas del Señor Resucitado, centradas en Por: † Monseñor Darío de Jesús gracias a Dios, que nos da la victoria por los verbos eucarísticos: tomar el pan, dar Monsalve Mejía nuestro Señor Jesucristo”. Esa victoria del gracias, partirlo y darlo a comer. “Quédate Arzobispo de Cali amor de la Cruz, hemos de proclamarla con nosotros, Señor”. “Lo reconocieron al con claridad, gozo y firmeza. Hemos partir el pan” (Lucas 24, 13-35). de volvernos un solo cuerpo, un pueblo 3. El amor de la Cruz como camino de dispuesto a caminar juntos, una fuerza vida, aprendido a la luz de la Pasión, las del Dios Amor que transfigura esta historia triste y adolorida que actitudes y las palabras de Jesús desde el misterio de la Cruz hoy vive la humanidad, amenazada nuevamente por la catástrofe y de la no violencia que nos adentra en el alma propia y el de una guerra mundial inminente, por un calentamiento global, arrepentimiento, en el desarme de actitudes, palabras y acciones resultado de la guerra a muerte contra los recursos vitales. demoledoras contra el prójimo. Todo ello, junto a fenómenos de violencias, de aborto provocado 4. La sinodalidad como aprendizaje de Iglesia y de y fetos mercantilizados para surtir órganos y células, de eutanasia poblaciones en los territorios, a caminar juntos. La integración y suicidios disparados. Son, entre otros, los signos negativos sociocomunitaria, más allá de lo confesional, las procesiones y en medio de nuestros tiempos, por otro lado tan avanzados y manifestaciones colectivas de religiosidad cristiana, equilibradas globalizados, tan sorprendentes y luminosos. siempre para que resalte la grandeza de lo litúrgico, así como la Sobra decir, entonces, que vivimos tiempos difíciles y más amplia participación de generaciones y fieles en la Semana tenemos inmensa responsabilidad histórica, sobre todo para Santa, sean impulso claro a esta sinodalidad. no comprometer el futuro de las nuevas generaciones y de la El Bautismo y la Penitencia que lo renueva, la Eucaristía y especie humana misma. las comunidades que reviven, sean el sello evangelizador de Volver a la Pascua 2022, después de dos años entre pandemias y estos grandes tiempos litúrgicos que iniciamos en los albores protesta social, en medio de jornadas electorales y movilizaciones del mes de marzo.

Año 2022 No. 258 de Marzo de 2022 Publicación Mensual ISSN: 2462-9979

Arzobispo de Cali Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía Arquidiócesis de Cali Curia Arzobispal Cra. 4 No. 7-17 PBX: 889 0562

DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Delegado Arzobispal Pbro. José Over Gallego Londoño

Comunicador Social Periodista Oscar Andrés Orejuela Valero Diseño y Diagramación Bernardo Arcila Parra

Impresión Casa Editorial El Tiempo medios@arquicali.org www.arquicali.org

Los escritos de los colaboradores solo comprometen a quienes los firman.


Santiago de Cali, Marzo de 2022

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Para reflexionar

Carta de la madre del hijo pródigo

Opinión † Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Tips Pastorales: Untados de ceniza

El cuadro “El regreso del hijo pródigo” de Rembrandt (1606-1669)

Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal de Educación

Querido hijo: tu padre y yo esperamos que estés vivo y que no te falte nada a pesar de los momentos de crisis económica. No sabemos dónde estás. El amigo de un amigo nos ha contado que has gastado todo el patrimonio que te hemos dado. El día que te fuiste lo vivo todavía hoy con el mismo dolor de entonces. Cada día que pasa, miro por la ventana y siento tu sonora risa. Tu hermano mayor ha sido siempre más tranquilo y más reflexivo, es como tu padre, tú, en cambio, eres muy distinto, siempre riendo, el ídolo de las muchachas del vecindario. Si tu hermano me recuerda a Narciso de Hermann Hesse, tú eras Goldmundo. Eras como un pájaro del cielo, a veces pienso que Jesús era un poco como tú, amado de la gente sencilla y de muchas chicas, pero odiado por los piadosos y la gente de bien. Llegó el día en que pediste la parte de tu herencia, estabas en tu derecho, pero con tu forma de ser no dejaba de ser un gran riesgo, y si es verdad que has gastado todo la estarás pasando mal con esta economía tan frágil de hoy. Por eso te escribo, confiando que esta carta te llegará. No puedo pedirte que regreses inmediatamente a casa, eres tú quien debe decidir cuándo es el momento de volver. Con tu padre he hablado cómo sería ese regreso. Ha dicho que sufre mucho por tu ausencia y que se enloquecería de alegría con tu vuelta, porque tu alegría es contagiosa y porque tu irradias la alegría de vivir. Hijo

mío, no sé si esta carta te llegará, no sé en qué condiciones estás, en la vida hay un tiempo para todo, un tiempo para partir y un tiempo para volver, nosotros te esperamos. Si vuelves, confirmarás que te amamos incondicionalmente, si vuelves te haremos una gran fiesta, así como aquella vez que fuiste circuncidado, será una fiesta grande, con muchos invitados, durará dos días. Papá hará matar el novillo gordo, no te regañaremos, así hayas hecho lo que hayas hecho. Seremos felices como si acabaras de nacer, papá te pondrá un traje hermoso, tu mano será adornada con un bello anillo y tu reabrirás tu pieza que todavía está como la dejaste. Tú eres mi hijo, el Señor Dios nos lo ha regalado, es por esto que te escribo, porque el amor es divino y su única medida es no tener medida. Ven, te esperamos, cuando llegues nuestra alegría será plena. Tu hermano no será un obstáculo, escuchará de lejos los cantos de la fiesta y seguramente se unirá a la alegría de tu vuelta. He vuelto a hablar con tu papá de tu regreso y ha reaccionado de manera especial. No ha dicho dile que espere en la puerta y que vuelva otro día, ha dicho que correrá a tu encuentro. Esa reacción me ha sorprendido mucho, otro padre diría: deja que aprenda la lección no lo dejes entrar”. Esta hermosa carta la propone el gran exégeta alemán Klaus Berger, fallecido en el 2020, en su libro “Il padre nostro” páginas 52 a 63. Dice él que nuestro imaginario cultural es netamente masculino, hablamos del padre de los dos hijos pero nunca de una hermana ni de una madre, con esta carta imaginada revela el rostro del Padre. En esta Cuaresma que inicia volvamos al Padre/ Madre. Nos hará una gran fiesta.

De nuevo llega la Cuaresma. Serán unos días muy especiales en los cuales vamos a tener la ocasión para hacer un paro en el agite de nuestras vidas, para escuchar el llamado del Señor, que por labios de San Pablo nos va a decir: “en nombre de Cristo les ruego, déjense reconciliar con Dios” (2Cor. 5, 20). En efecto, los cuarenta días que vienen, después del miércoles de ceniza, ayudados con la palabra de Dios, nos deberán ayudar a descubrir y reconocer nuestros pecados. Es necesario tener en cuenta las principales actitudes del cristiano en este tiempo de gracia. La Cuaresma es un tiempo propio para fortalecer la oración, que es nada más y nada menos, que el ejercicio efectivo de diálogo y escucha de Dios, en el silencio y la contemplación; es tiempo de adentraremos en el corazón del Señor a través de la lectura orante de su palabra, de la Sagrada Escritura; es un tiempo en que estamos llamados a hacer renuncias y pequeños o grandes sacrificios, de modo que seamos capaces de purificar nuestras limitaciones y pecados; es tiempo de la humildad, para que sin miedos y con confianza, supliquemos de Dios el baño de su misericordia y su perdón. Es tiempo en el cual vamos a ser invitados a salir de nosotros mismos y a ver en el otro, en el prójimo, sobre todo en el po-

bre, en el que sufre, en quien vive la soledad, la imagen de Cristo, también Él pobre, cordero inmolado y solo en el madero de la cruz. Es un tiempo en el que la solidaridad, y la llamada Comunicación Cristiana de Bienes deberá ser concreta, en especial con quienes no tienen nada qué comer, no tienen una persona que los acompañe y les permita recuperar el sentido de la vida, o los migrantes y habitantes de calle que, despojados y exiliados, se sienten sin tierra y ni casa donde reclinar la cabeza. La Cuaresma comienza el miércoles de ceniza. Ser untados con ceniza es un signo externo con el que públicamente reconocemos que somos frágiles y necesitados de Dios y de los demás como ha sido la experiencia de la pandemia en la que todavía nos encontramos. Ahora bien, la ceniza es un sacramental que será eficaz solo y en la medida en que quien la reciba asuma el compromiso cierto de cambiar aspectos de la vida que van en contra del plan de Dios. Será el tiempo de renovar el compromiso por caminar juntos y de respetar el don de la vida que de Dios hemos recibido. Será un tiempo magnífico para prepararnos a celebrar adecuadamente la Pascua de Resurrección. Quienes de verdad no deseen cambiar, es mejor que no caminen por las calles untados de ceniza.


Vicaría para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

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Santiago de Cali, Marzo de 2022

Ellas cuentan, su participación es indispensable La mejor celebración del día de la mujer es promover su participación democrática Por: Adriana Lozada Vicaría para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

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na de las herramientas más significativas para cambiar el rumbo de este país, es la participación política y democrática de todas y todos, en especial de las mujeres si queremos estar en la toma de decisiones que mejoren las condiciones de vida de toda la población, disminuir las violencias, la pobreza, la desigualdad y la discriminación. Por ello se hace necesario y urgente promover el empoderamiento de las mujeres, su participación ciudadana y política, teniendo en cuenta que el verdadero ejercicio de los derechos de la mujer es la participación democrática, se necesita que las mujeres tomen partido en la vida política del país. Este mes de marzo es decisivo para la democracia colombiana puesto que se llevarán a cabo las elecciones legislativas donde se elegirán los miembros del Congreso de Colombia. Según la Misión de Observación Electoral (MOE), en Colombia, las mujeres constituyen el 51,65% del censo electoral, pero representan apenas el 20,43% del Congreso de la República, por tanto, siguen faltando mujeres en las contiendas electorales en el país. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer (CPEM), para el 2019 solo el 19,7% de mujeres ocuparon el cargo de congresistas y, a nivel local, hubo un 17% en asambleas departamentales, 18% en los concejos municipales, 12% en alcaldías y 15% en gobernaciones, a pesar de que son más que los hombres que se gradúan de educación superior. Ante esto, existen muchas razones que explican esta desigualdad, algunos afirman que hay una falta de interés de las mujeres por

“Las mujeres deben tener muy claro que su participación es supremamente importante”

la política, una apatía ante estos temas, otros más duros en sus argumentos, expresan que existe una incapacidad para desempeñar cargos decisorios en el Estado, este argumento machista, se ha ido calando en la sociedad colombiana, se ratifica en los medios de comunicación y redes sociales al no ser equitativos en la presentación en igualdad de condiciones entre los candidatos y las candidatas. Pero la razón que más tiene peso en la poca participación de las mujeres son los obstáculos y las dificultades que afrontan al iniciar su carrera política, a pesar que existe la cuota de género en los procesos electorales del país, aunque esta cuota ha permitido tener más mujeres en la lista, son pocas las elegidas, según la MOE “las cuotas de género son más efectivas cuando se establecen mandatos de posición, es decir, fórmulas para que los partidos ubiquen a las mujeres en posiciones con real potencial electoral”. Si bien es cierto, el rol político de las mujeres hasta hace poco ha sido visible y concreto como un derecho adquirido, iniciando con el voto, y llegando a ser elegidas en cargos de toma de decisiones, pero aun, en pleno siglo XXI sigue siendo muy desigual, debido a la

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En la próxima edición

relación que le dan a la política, el poder y estas a su vez con el hombre, no olvidemos que a ellas, en este país, no se les permitió la participación en política hasta antes de 1954, pero esta participación ha sido muy por debajo de lo que se debería tener en proporción a los hombres. Es importante que las mujeres tomen conciencia de la necesidad y la importancia de buscar la equidad en la participación política, no solo para cumplir con las cuotas de género, sino, realmente, tomar conciencia sobre la responsabilidad para la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas que mejoren su desarrollo y disminuyan las violencias basadas en género. La Unión Interparlamentaria (UIP) dedicada a la investigación y la recopilación de datos sobre las mujeres en los parlamentos, declaró que “el concepto de democracia sólo tendrá un significado verdadero y dinámico cuando las políticas y la legislación nacional sean decididas conjuntamente por hombres y mujeres y presten una atención equitativa a los intereses y las aptitudes de las dos mitades de la población.” Por tanto, las mujeres deben tener muy claro que su partici-

pación es supremamente importante, en la medida que todas sin excluir, aporten, construyan y decidan, sus opiniones influyen en la política, los aportes que se hagan desde las mujeres contribuyen a la inclusión, los derechos y la disminución de las desigualdades frente a los hombres. Es indispensable considerarlas como verdaderas actoras sociales y políticas en todos los ámbitos sociales, buscar mecanismos que les permitan encontrar la igualdad en los espacios de participación. Así mismo, el Estado está en el deber de aumentar los espacios de poder en la sociedad que garanticen el acceso de las mujeres a los lugares de decisión y así poder incidir políticamente. Que estas elecciones que se avecinan sea una oportunidad no solo de ejercer el deber democrático del elegir a quien regirá los destinos del país, sino también, estar vigilantes ante los programas de gobierno, su cumplimiento y, sobre todo, si las políticas están a favor del bienestar de todos, especialmente de las mujeres. La mejor forma de celebrar el ser mujer, es empoderarse y participar en los espacios de decisión.

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SEMANA SANTA

CAMPAÑA COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES

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Observatorio de Realidades Sociales

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Agenda Pazífica: Caminar juntos para enfrentar crisis humanitarias en el Pacífico Por: Observatorio de Realidades Sociales

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tiempo que candidaturas, partidos y movimientos políticos están en campaña para reposicionar sus poderes locales y nacionales, los actores armados en los territorios, sobre todo los abandonados a su suerte por el Estado, están en su propia carrera para “gobernar con las armas” zonas estratégicas en las que se mueven intereses políticos y económicos. A la par del avance de la campaña electoral y mientras más se acerca el día de ir a las urnas para elegir congresistas y presidente(a), cada vez más se han escuchado las balas, las bombas, las amenazas, los atentados, los asesinatos, los desplazamientos y demás acciones violentas. En la antesala del día de las elecciones, en medio de ambas realidades, están las comunidades sufriendo la agudización del conflicto armado que, por ahora, parece no tener fin, en especial para quienes viven en los territorios de la región Pacífico. De esa escalada de violencia la Misión de Observación Electoral - MOE -, en su Quinto informe preelectoral de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales, ha logrado identificar “un total de 455 hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales en el país”, violencia que trasciende individuos y afecta la vida colectiva. Por su parte, la Fundación Paz y Reconciliación - Pares -, quien también está monitoreando la situación de violencia política, plantea en el Cuarto Informe de Violencia y Dinámica Electoral que hay “una dinámica sostenida de incrementos de la violencia desde septiembre de 2021, siendo los últimos 5 meses los más violentos”. De estas cifras saben muy bien en el pacífico colombiano porque a diario las padecen. De norte a sur la marea alta de violencias golpea con fuerza su cotidianidad. En enero de este año, al alcalde de El Charco, Nariño, le quemaron la casa. En el Bajo Calima, corregimiento de Buenaventura, Valle del Cauca, las AGC han desplazado a más de 700 familias, más de cinco mil personas. En Guapi, Cauca, vaciaron el corregimiento La Soledad. Sobre esta oleada de asesinatos, desapariciones, ame-

En este escenario se hace necesario cruzar caminos, encontrarse y caminar juntos

nazas, atentados, reclutamiento de menores y un mar de violencias, deben navegar las vidas de las comunidades étnicas. Según lo encontrado por la MOE, en relación con la violencia política, el “Valle del Cauca, es el departamento con la mayor cantidad de hechos de violencia

general (55) y es el tercer territorio del país con la mayor cantidad de asesinatos (9)”; esa situación, comparada con el mismo periodo del año 2017, se ha incrementado en un 307.7% lo que manifiesta un deterioro de la seguridad que coloca en riesgo la vida, sobre todo en esas zonas en las que del Estado y la mano de gobiernos, poco se sabe. Buscar salidas al drama humanitario Ante la difícil realidad que ahoga a las comunidades, Monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, se reunió con los alcaldes de Buenaventura, Cali, Palmira y Jamundí para generar una visión compartida en clave regional, con una Agenda Pazífica, que dimensione la importancia geoestratégica del litoral y sea consecuente con ella, además que aterrice en estrategias y acciones que permitan mitigar las violencias en los territorios y encontrar salidas al drama humanitario que a lo largo de seis años, después de la firma del Acuerdo de Paz, ha venido escalando en la región suroccidente. La única salida, al menos una que logre acciones inmediatas y

con ella alivios humanitarios, es que se dé una articulación entre alcaldías de la región Pacífico, Iglesias, instituciones públicas y privadas con una importante participación de la sociedad civil en torno a la necesidad de caminar juntos para desarrollar iniciativas por el cuidado de la vida. Sumar

esfuerzos locales ante la apatía del gobierno nacional, es un llamado que apela a la solidaridad, a hacer un acompañamiento a las y los jóvenes en la mira del reclutamiento, a los liderazgos amenazados, a las comunidades sometidas por las armas. En este escenario, en el que se hace más que necesario cruzar caminos, encontrarse y caminar juntos, es donde el diálogo interinstitucional ha propuesto hacer un eje humanitario que atienda las urgencias, al tiempo que haga incidencia con el Gobierno Nacional saliente y el próximo de cara a una articulación con gobiernos locales. Cumbre Pazífica y Humanitaria Entre las estrategias y los esfuerzos comunes para mitigar violencias, las alcaldías, la Iglesia y organizaciones de la sociedad civil, plantearon la realización, en el mes de abril, de la Cumbre Pacífica y Humanitaria que convoque a los más diversos sectores con quienes se analicen los riesgos desde un enfoque de la seguridad que trascienda la militarización haciendo efectiva la presencia social del Estado y, a partir de ello, concretar agendas de articulación que permitan generar acciones que protejan los territorios, las comunidades y sus prácticas democráticas, frente a hechos violentos o atentados contra la vida.


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Pastoral Afro

Santiago de Cali, Marzo de 2022

Santa Josefina Bakhita: la patrona africana de la parroquia del Hormiguero Por: Red de Comunicación Étnico-Popular Pastoral Afro Cali

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l Corregimiento del Hormiguero alberga dos grupos de Pastoral Afro y tuvo dos celebraciones destacadas en los últimos dos meses: “El 8 de diciembre se celebra las fiestas patronales del Corregimiento, en conmemoración de la Inmaculada Concepción. Por otro lado, la fiesta patronal de la parroquia es el 8 de febrero”, explicó el padre Francisco Javier Buelvas Quiroz, que lleva siete años como primer párroco. El Hormiguero queda a orillas del río Cauca y de la carretera Cali - Puerto Tejada; la Alcaldía de Cali la reconoció como comunidad negra y a sus fiestas del 8 de diciembre como patrimonio inmaterial. Las veredas celebran la novena y se integran el 7, el “día de las velitas”, con una procesión nocturna. Días antes, el pueblo se embellece con guirnaldas de colores sobre las calles. La gente escoge algunas balsas, utilizadas para extraer la arena del río, y las adorna con coronas de flores y bombas azul y blanco. La tradición es que la fiesta patronal inicia con la Eucaristía en el templo; de ahí el anda de la Virgen se lleva hasta el río en procesión, en medio de cantos alegres. Este año, el coro de la Pastoral Afro y mujeres del grupo local le rindieron homenaje y cantaron con alegría en la balsada, junto al grupo musical de la Alcaldía, al ritmo de marimba, bombo y guasá, en un recorrido por el río donde parece que el solazo no importara. Esta fiesta se mantiene vigente, como tradición ancestral, desde hace 71 años. Hombres y mujeres esclavizados, en especial en la hacienda Cañasgordas que cubría todo el territorio, poblaron estas tierras y les heredaron su espiritualidad particular. La comunidad parroquial también celebra con orgullo la fiesta de santa Josefina Bakhita. “Somos una comunidad afro (...) Santa Josefina era una mujer muy humilde, que batalló mucho cuando estaba esclavizada. Con la fuerza de Dios y de la Virgen Santísima, salió libre y la canonizaron por su vida religiosa de caridad. Estamos orgullosos de tenerla como patrona en nuestra comunidad”, expresó Onoria Quiguanás, del grupo de Pastoral Afro local.

La comunidad celebra con orgullo a Santa Josefina Bakhita

Este domingo 13 de febrero, la Iglesia estaba llena. El padre Francisco Buelvas explicó en la Eucaristía la vida de su patrona. Varias personas le ayudaron con datos: nació en Sudán, en África; la capturaron unos negreros árabes; sufrió mucho maltrato durante su vida como esclava; fue una persona muy humilde; hoy es la patrona de su país. El padre complementó: “El nombre Santa Josefina Bakhita se escogió para la comunidad por disposición de monseñor [Darío de Jesús Monsalve] debido a la comunidad afrodescendiente que vive en el Corregimiento. Él veía que nuestra parroquia madre, en la vereda vecina de Cascajal, ya llevaba el nombre de San Martín de Porres, el patrón de las personas de descendencia africana. Viendo que la comunidad crecía y que en la cabecera del Hormiguero no había una Parroquia, dentro de la iluminación que le dio el Espíritu Santo, colocó a Santa Josefina Bakhita como su patrona”. El padre Francisco Buelvas se ordenó hace 14 años. Fue párroco en Tumaco, Sonsón, Bogotá, Villa de Leyva y Medellín. En 2015 se incardinó en la Arquidiócesis de Cali y desde entonces es el párroco del Corregimiento. La parroquia se creó en julio 27 de 2015; le pertenecen sus cuatro veredas más la de El Estero, en Navarro. El templo se inauguró el 18 de noviembre de 2018; resalta que “santa Josefina es nuestro mejor regalo. Ha sido la negra más hermosa que nos ha acompañado y bendecido. Sufrió desde su niñez viendo la muerte de su mamá; inclusive

nos enseña mucho el perdón, a soltarse de las cadenas”. Bakhita estuvo 12 años esclavizada; en Italia obtuvo su liberación e ingresó al noviciado del Instituto de las hermanas canossianas. Fue a su servicio que reconoció que Dios le había fuerzas para soportar su condición. Recibió bautismo, primera comunión y confirmación en enero 9 de 1890. El pueblo la reconoció como santa por su humildad y su buen trato. Falleció el 8 de febrero de 1947, tras una larga

enfermedad. El 17 de mayo de 1992 la beatificó Juan Pablo II y declaró el 8 de febrero como su día. La canonizó después, el 1º de octubre del 2000. La Iglesia católica africana la recibió como un gran símbolo, necesario para honrar a sus fieles, en especial las mujeres, por sus sufrimientos en la esclavización. “La relación con la Pastoral Afro es excelente”, constata el padre Francisco. “En el Encuentro [continental] de la Pastoral hace 3 años, Santa Josefina abrió y estuvo en toda la procesión. Siempre nos han apoyado y han participado en esta fiesta patronal”, agrega. “Me considero también un negro. Soy mestizo, pero suena un tambor, un guasá o un arullo, y todo mi cuerpo se mueve. Me identifico con el pueblo negro, con su cultura. Una que nos invita a ser felices, alegres, gozosos”. El mismo domingo 13, agentes de Pastoral Afro de toda la Arquidiócesis iniciaron actividades con su retiro espiritual, presidido por el padre Gabriel Armando IMC. La intención fue conocer la historia y las estructuras sociales del racismo e iluminarlas a la luz del Evangelio (Mt 15, 21-28). “La cananea no dudó de la Palabra del Señor, pactó la igualdad, y eso es lo que quiere resaltar la Pastoral, lo que todos tenemos en común”, dijo Nicol Garcés, de 13 años.


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Santiago de Cali, Marzo de 2022

No dar por supuesto lo concreto Por: Pbro. Jhon Sair Duque

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a comunidad creyente está conformada por la diversidad de personas con historias de vida propias, en edades diferentes y necesidades espirituales acordes a tales realidades que requieren de los agentes de pastoral una correcta observación desde el caminar juntos; caminar juntos que se configura desde el contexto extraeclesial, la calle. El Papa Francisco hace la invitación a callejear la fe, pero me pregunto si se ha entendido esta invitación o se ha convertido simplemente en frase de cajón o justificación para un activismo de macroactividades efervescentes con desgaste tanto humano como financiero, pero sin efectos de espíritu misionero, es decir, sin impacto vital espiritual de conversión que lleve a la búsqueda de aquel que habita en la Iglesia, Jesús de Nazareth. La Iglesia debe callejear la fe, pero no quedarse en la calle, debe salir de las estructuras del templo, pero no debe quedarse en la intemperie del anonimato propio de la calle, debe acercarse a aquellos que están buscando sentido de vida en las múltiples propuestas ofertadas y presentar la propuesta que posee nacida desde el mismo Dios que viene al encuentro de todo ser humano para invitarlo a pertenecer en el seguimiento al Reino de Dios; la Iglesia no es el Reino de Dios, pero sí debe trabajar por hacerlo presente en la sociedad por ello, llama, convoca y sobre todo, acompaña. Ahora, centrémonos en los que han sido opción preferencial en el documento de aparecida, los jóvenes. Ante todo, al hablar de la juventud se comete el error de la generalización, llevando a plantear estrategias o metodologías pastorales generales y llamativas que pueden convertirse en largos discurso sobre cómo atraer, cómo corregir, cómo moralizar en fin, una cadena de “cómos” que terminan siendo discurso

El Pbro. Jhon Sair se desempeñó como Delegado de la Pastoral Juvenil

vacío de rostros concretos de jóvenes alejados de la eclesialidad o desencantados de lo mucho que de ellos se habla pero de lo poco que se está con ellos, afectando negativamente la posibilidad de discernir sus “gozos y esperanzas, las angustias y tristeza” reales que experimentan y que como comunidad creyente guiada por el Espíritu Santo estamos obligados a acompañar brindando un lugar. Lugar que no es cualquiera, es el lugar donde como se mencionó previamente, habita Jesús de Nazareth, así, es lugar de encuentro, de seguridad, de acogida, de reconocimiento y valoración de sus capacidades. Es necesario abrir las puertas de las parroquias sin temores, sin prejuicios a la presencia del joven concreto, que no es perfecto y preocuparse por aquello que Pablo dijo de Eutico “no os alarméis, pues está vivo” (Hechos 20,10). El joven concreto, el joven que está vivo trae las contradicciones propias del acontecer actual: las incertidumbres ante el futuro, las incomodidades de un mundo agotado, relaciones

fragmentadas en la búsqueda de satisfacciones inmediatas que no permiten la consolidación de proyectos a largo plazo fun-

dados en acontecimientos de sentido y traen el grito propio de renovación que convoca a la conversión, es decir, la Iglesia, la parroquia abierta al joven concreto, al que no idealiza o quiere producir en masa, así, se deja interrogar sobre cómo está llevando el proceso de cercanía, de acogida, de apertura que no debe ser otro que encarnarse en la condición humana y para hacerlo le corresponde asumir la segunda naturaleza, la social. Esta naturaleza que se refresca en su comprensión eclesial mediante la presencia activa de los jóvenes con quienes debemos comprometernos como Iglesia a ayudarles a transformarla. La pastoral juvenil, por tanto, debe reconocerse y obrar como constructora de canales de comunicación entre los jóvenes y las parroquias con miras a la lectura adecuada del acontecer social actual iluminado por el saber del pasado.


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Marzo de 2022

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2022 «No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a)

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ueridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un tiempo favorable para la renovación personal y comunitaria que nos conduce hacia la Pascua de Jesucristo muerto y resucitado. Para nuestro camino cuaresmal de 2022 nos hará bien reflexionar sobre la exhortación de san Pablo a los gálatas: «No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad (kairós), hagamos el bien a todos» (Ga 6,9-10a). 1. Siembra y cosecha En este pasaje el Apóstol evoca la imagen de la siembra y la cosecha, que a Jesús tanto le gustaba (cf. Mt 13). San Pablo nos habla de un kairós, un tiempo propicio para sembrar el bien con vistas a la cosecha. ¿Qué es para nosotros este tiempo favorable? Ciertamente, la Cuaresma es un tiempo favorable, pero también lo es toda nuestra existencia terrena, de la cual la Cuaresma es de alguna manera una imagen [1]. Con demasiada frecuencia prevalecen en nuestra vida la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir, como muestra la parábola evangélica del hombre necio, que consideraba que su vida era segura y feliz porque había acumulado una gran cosecha en sus graneros (cf. Lc 12,16-21). La Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir. El primer agricultor es Dios mismo, que generosamente «sigue derramando en la humanidad semillas de bien» (Carta enc. Fratelli tutti, 54). Durante la Cuaresma estamos llamados a responder al don de Dios acogiendo su Palabra «viva y eficaz» (Hb 4,12). La escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros (cf. St 1,21), que hace fecunda nuestra vida. Si esto ya es un motivo de alegría, aún más grande es la llamada a ser «colaboradores de Dios» (1 Co 3,9), utilizando bien el tiempo presente (cf. Ef 5,16) para sembrar también nosotros obrando el bien. Esta llamada a sembrar el bien no tenemos que verla como un peso, sino como una gracia con la que el Creador quiere que estemos activamente unidos a su magnanimidad fecunda. ¿Y la cosecha? ¿Acaso la siembra no se hace toda con vistas a la cosecha? Claro que sí. El vínculo estrecho entre la siembra y la cosecha lo corrobora el propio san Pablo cuando afirma: «A sembrador mezquino, cosecha mezquina; a sembrador generoso, cosecha generosa» (2 Co 9,6). Pero, ¿de qué cosecha se trata? Un primer fruto del bien que sembramos lo tenemos en nosotros mismos y en nuestras relaciones cotidianas, incluso en los más pequeños gestos de bondad. En Dios no se pierde ningún acto de amor, por más pequeño que sea, no se pierde ningún «cansancio generoso» (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 279). Al igual que el árbol se conoce por sus frutos (cf. Mt 7,16.20), una

Aprovechemos esta Cuaresma para cuidar a quienes tenemos cerca vida llena de obras buenas es luminosa (cf. Mt 5,14-16) y lleva el perfume de Cristo al mundo (cf. 2 Co 2,15). Servir a Dios, liberados del pecado, hace madurar frutos de santificación para la salvación de todos (cf. Rm 6,22). En realidad, sólo vemos una pequeña parte del fruto de lo que sembramos, ya que según el proverbio evangélico «uno siembra y otro cosecha» (Jn 4,37). Precisamente sembrando para el bien de los demás participamos en la magnanimidad de Dios: «Una gran nobleza es ser capaz de desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra» (Carta enc. Fratelli tutti, 196). Sembrar el bien para los demás nos libera de las estrechas lógicas del beneficio personal y da a nuestras acciones el amplio alcance de la gratuidad, introduciéndonos en el maravilloso horizonte de los benévolos designios de Dios. La Palabra de Dios ensancha y eleva aún más nuestra mirada, nos anuncia que la siega más verdadera es la escatológica, la del último día, el día sin ocaso. El fruto completo de nuestra vida y nuestras acciones es el «fruto para la vida eterna» (Jn 4,36), que será nuestro «tesoro en el cielo» (Lc 18,22; cf. 12,33). El propio Jesús usa la imagen de la semilla que muere al caer en la tierra y que da fruto para expresar el misterio de su muerte y resurrección (cf. Jn 12,24); y san Pablo la retoma para hablar de la resurrección de nuestro cuerpo: «Se siembra lo corruptible y resucita incorruptible; se siembra lo deshonroso y resucita glorioso; se siembra lo débil y resucita lleno de fortaleza; en fin, se siembra un cuerpo material y resucita un cuerpo espiritual» (1 Co 15,42-44). Esta esperanza es la gran luz que Cristo resucitado trae al mundo: «Si lo que esperamos de Cristo se reduce sólo a esta vida, somos los más desdichados de todos los seres humanos. Lo cierto es que Cristo ha resucitado de entre los muertos como fruto primero de los que murieron» (1 Co 15,19-20), para que aquellos que están íntimamente unidos a Él en el amor, en una muerte como la suya (cf. Rm 6,5), estemos también unidos a su resurrección para la vida eterna (cf. Jn 5,29). «Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre» (Mt 13,43). 2. «No nos cansemos de hacer el bien» La resurrección de Cristo anima las esperanzas terrenas con la «gran esperanza» de la vida eterna e introduce ya en el

tiempo presente la semilla de la salvación (cf. Benedicto XVI, Carta enc. Spe salvi, 3; 7). Frente a la amarga desilusión por tantos sueños rotos, frente a la preocupación por los retos que nos conciernen, frente al desaliento por la pobreza de nuestros medios, tenemos la tentación de encerrarnos en el propio egoísmo individualista y refugiarnos en la indiferencia ante el sufrimiento de los demás. Efectivamente, incluso los mejores recursos son limitados, «los jóvenes se cansan y se fatigan, los muchachos tropiezan y caen» (Is 40,30). Sin embargo, Dios «da fuerzas a quien está cansado, acrecienta el vigor del que está exhausto. […] Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, vuelan como las águilas; corren y no se fatigan, caminan y no se cansan» (Is 40,29.31). La Cuaresma nos llama a poner nuestra fe y nuestra esperanza en el Señor (cf. 1 P 1,21), porque sólo con los ojos fijos en Cristo resucitado (cf. Hb 12,2) podemos acoger la exhortación del Apóstol: «No nos cansemos de hacer el bien» (Ga 6,9). No nos cansemos de orar. Jesús nos ha enseñado que es necesario «orar siempre sin desanimarse» ( Lc 18,1). Necesitamos orar porque necesitamos a Dios. Pensar que nos bastamos a nosotros mismos es una ilusión peligrosa. Con la pandemia hemos palpado nuestra fragilidad personal y social. Que la Cuaresma nos permita ahora experimentar el consuelo de la fe en Dios, sin el cual no podemos tener estabilidad (cf. Is 7,9). Nadie se salva solo, porque estamos todos en la misma barca en medio de las tempestades de la historia [2]; pero, sobre todo, nadie se salva sin Dios, porque sólo el misterio pascual de Jesucristo nos concede vencer las oscuras aguas de la muerte. La fe no nos exime de las tribulaciones de la vida, pero nos permite atravesarlas unidos a Dios en Cristo, con la gran esperanza que no defrauda y cuya prenda es el amor que Dios ha derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo (cf. Rm 5,1-5). No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida. Que el ayuno corporal que la Iglesia nos pide en Cuaresma fortalezca nuestro espíritu para la lucha contra el pecado. No nos cansemos de pedir perdón en el sacramento de la Penitencia y la Reconciliación, sabiendo que Dios nunca se cansa de perdonar [3]. No nos cansemos de luchar contra la concupiscencia, esa fragilidad que nos impulsa hacia el egoísmo y a toda clase de mal, y que a lo largo

de los siglos ha encontrado modos distintos para hundir al hombre en el pecado (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 166). Uno de estos modos es el riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales, que empobrece las relaciones humanas. La Cuaresma es un tiempo propicio para contrarrestar estas insidias y cultivar, en cambio, una comunicación humana más integral (cf. ibíd., 43) hecha de «encuentros reales» ( ibíd., 50), cara a cara. No nos cansemos de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo. Durante esta Cuaresma practiquemos la limosna, dando con alegría (cf. 2 Co 9,7). Dios, «quien provee semilla al sembrador y pan para comer» (2 Co 9,10), nos proporciona a cada uno no sólo lo que necesitamos para subsistir, sino también para que podamos ser generosos en el hacer el bien a los demás. Si es verdad que toda nuestra vida es un tiempo para sembrar el bien, aprovechemos especialmente esta Cuaresma para cuidar a quienes tenemos cerca, para hacernos prójimos de aquellos hermanos y hermanas que están heridos en el camino de la vida (cf. Lc 10,25-37). La Cuaresma es un tiempo propicio para buscar —y no evitar— a quien está necesitado; para llamar —y no ignorar— a quien desea ser escuchado y recibir una buena palabra; para visitar —y no abandonar— a quien sufre la soledad. Pongamos en práctica el llamado a hacer el bien a todos, tomándonos tiempo para amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados, a quienes son discriminados y marginados (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 193). 3. «Si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos» La Cuaresma nos recuerda cada año que «el bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día» (ibíd., 11). Por tanto, pidamos a Dios la paciente constancia del agricultor (cf. St 5,7) para no desistir en hacer el bien, un paso tras otro. Quien caiga tienda la mano al Padre, que siempre nos vuelve a levantar. Quien se encuentre perdido, engañado por las seducciones del maligno, que no tarde en volver a Él, que «es rico en perdón» (Is 55,7). En este tiempo de conversión, apoyándonos en la gracia de Dios y en la comunión de la Iglesia, no nos cansemos de sembrar el bien. El ayuno prepara el terreno, la oración riega, la caridad fecunda. Tenemos la certeza en la fe de que «si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos» y de que, con el don de la perseverancia, alcanzaremos los bienes prometidos (cf. Hb 10,36) para nuestra salvación y la de los demás (cf. 1 Tm 4,16). Practicando el amor fraterno con todos nos unimos a Cristo, que dio su vida por nosotros (cf. 2 Co 5,14-15), y empezamos a saborear la alegría del Reino de los cielos, cuando Dios será «todo en todos» (1 Co 15,28). Que la Virgen María, en cuyo seno brotó el Salvador y que «conservaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón» (Lc 2,19) nos obtenga el don de la paciencia y permanezca a nuestro lado con su presencia maternal, para que este tiempo de conversión dé frutos de salvación eterna. Roma, San Juan de Letrán, 11 de noviembre de 2021, Memoria de san Martín de Tours, obispo. FRANCISCO


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Lo que celebramos

Campaña Comunicación Cristiana de Bienes 2022 Por los desplazados del Pacífico colombiano Por: Pbro. Dagoberto Cárdenas Artunduaga Vicario Episcopal para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

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na de las características que debe distinguir al cristiano es el ejercicio de la caridad. Si queremos de verdad construir una sociedad equitativa, justa y fraterna, nuestro corazón debe estar puesto en el prójimo, en el otro, especialmente en los más necesitados, particularmente en estos tiempos tan difíciles que vive el país. La caridad es la esencia del mensaje de Jesús, es la palabra clave del Evangelio, es entre otras cosas, la vivencia tangible de su amor, traducido en obras. Jesús así nos lo muestra en innumerables pasajes del Evangelio, estuvo al lado de los más débiles, de los pobres y desterrados, de aquellos que eran descartados y humillados. El Catecismo de la Iglesia define en el numeral 1822 la caridad claramente como “La virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”, y afirma en el numeral 1823 que “Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (cf Jn. 13, 34). Amando a los suyos “hasta el fin” (Jn 13, 1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. El Papa Francisco expresa que “la caridad no es una idea o un sentimiento de piedad, sino un encuentro vivencial con Cristo, es el abrazo de Dios de nuestro Padre a cada persona, especialmente a los más pequeños y a los que sufren, que ocupan un lugar preferencial en su corazón” y advierte que “no es un acto estéril ni una simple ofrenda para silenciar nuestra conciencia” y recuerda que “la caridad tiene su origen en su esencia en Dios mismo”. Es importante tener en cuenta que no basta que

las comunidades cristianas sean creyentes y participar asiduamente a la Eucaristía, sino también manifestar de manera creíble y sincera su fraternidad, es decir, sentir con el otro, partir y repartir el pan a los otros y compartir los bienes para que todos tengan lo que necesitan para vivir con dignidad, buscar y practicar la justicia. Sin un amor concreto y eficaz hacia los necesitados la Iglesia no será coherente.

Por tanto, la Iglesia ha querido incentivar a los creyentes hacer de la caridad, un modo coherente de experimentar el amor de Dios, especialmente en este tiempo de Cuaresma donde ella nos invita a prepararnos para vivir el Triduo Pascual. Para ello promueve la campaña Comunicación Cristiana de Bienes (CCB), que por 41 años ha motivado la solidaridad y ha permitido brindar asistencia humani-

taria a familias afectadas por crisis ambientales y sociales en el país. Esta campaña es producto de dos acciones muy importantes el ayuno y la abstinencia, que cada uno de nosotros debemos hacer en el tiempo más importante para la Iglesia que inicia con la Cuaresma hasta la celebración del Triduo Pascual; el Papa Francisco nos enseña que “el ayuno y la abstinencia como experiencia de privación, para

“Vivimos tiempos difíciles donde la violencia, la pobreza y la muerte han acabado con la vida y la dignidad de muchos colombianos, por ello, el propósito de la Campaña 2022 será para los hermanos y hermanas del Pacífico Colombiano que sufren condiciones precarias y desplazamiento forzado. Participar de esta campaña permite que la Iglesia pueda llegar y llevar la misericordia de Dios a estas personas. Ser parte de esta campaña y brindar ayuda a quienes más lo necesitan es un deber como cristianos. Motivar a los fieles a acercarse el Jueves Santo a sus parroquias y entregar esta ofrenda de amor a los más necesitados es un deber como pastores. Recordemos que la caridad es el único modo de que la fe que profesamos se haga concreta en nuestra vida y en la sociedad”. Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali

quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento” y esto unido a la oración se materializa en la ayuda al más necesitado, es decir, la CCB es un fruto del ayuno, la abstinencia y la oración, signo de caridad que cada fiel entrega a la Iglesia el Jueves Santo, día de la institución del mandamiento del amor. Durante la Cuaresma todas las parroquias del país recogen donaciones dadas por los feligreses, dinero que es utilizado para ayudar a las comunidades que sufren alguna emergencia ambiental o social, teniendo en cuenta que para la Iglesia estas son situaciones que deben atenderse de forma inmediata. La Arquidiócesis de Cali destinó la CCB del año 2021 al Vicariato Apostólico de Guapi y este año el propósito será por los desplazados del Pacífico colombiano, por ello, nuestro arzobispo invita a que durante seis viernes el fruto de tu ayuno y abstinencia se conviertan en caridad. La Vicaría Episcopal para el Desarrollo Humano Integral invita a toda la feligresía a expresar y materializar el amor y la misericordia de Dios, ejerciendo de corazón la caridad para que nuestros hermanos y hermanas del Pacífico colombiano que sufren el desplazamiento forzado puedan tener una vida más digna. Participar de esta campaña permite que la Iglesia pueda llegar y llevar la misericordia de Dios a estas personas. Ser parte de esta campaña y brindar ayuda a quienes más lo necesitan es un deber como cristianos. Te invitamos a acercarte el Jueves Santo a tu parroquia y entregues esta ofrenda de amor a los más necesitados. Recordemos que la caridad es el único modo de que la fe que profesamos se haga concreta en nuestra vida y en la sociedad.


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Lo que celebramos

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La Cuaresma

Marchemos juntos, como hermanos, haciendo camino hacia la Pascua

Por: Pbro. Harold Arias Ortiz Delegado Arzobispal para Pastoral de Liturgia

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a Iglesia nos motiva a entrar en este tiempo de preparación a la Pascua, de una manera litúrgica, comunitaria, humilde, responsable y generosa. El tiempo de Cuaresma inicia el miércoles de Ceniza y concluye el jueves Santo por la mañana. La ceniza, simboliza la brevedad de nuestra vida (Gén. 3,19. Job 30,19) y de la penitencia (Jdt. 9,1) y del ayuno (Dan. 9,3). Podemos decir que la espiritualidad de la Cuaresma es: Pascual, bautismal, penitencial y eclesial. La Cuaresma no tiene valor en sí misma, sino que está en función de la Pascua. Hay que vivirla e interpretarla a la luz del Misterio de la Pascua. El fin de la Cuaresma es la preparación de los cristianos a la celebración del misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo. No es una simple conmemoración histórica, sino un revivir el misterio mismo. Es una experiencia más consciente y sentida de la participación en el misterio Pascual de Cristo. “Padecemos juntamente con Él, para ser también glorificados” (Rom. 8,17). Bautismal: La Iglesia es Pascual, porque es bautismal. Ella engendra nuevos hijos por este sacramento y se obliga a vivir las exigencias de la vida nueva en Cristo. La espiritualidad bautismal es, ante todo, el vivir conscientes de que somos de Cristo, estamos injertados en Él; por la fuerza de su Espíritu, me hace formar parte del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia.

La Cuaresma propone a todos los seres humanos tener el valor sincero y leal de revisar su manera de ser, de vivir, de convivir, de juzgarse a la luz de Jesucristo. Y porque comprendemos la gracia y las exigencias del bautismo, con la fuerza del Espíritu Santo, como Iglesia, nos esforzamos en continuar la obra de amor, de justicia, de verdad, de fraternidad, que nos dejó como tarea Jesucristo. Penitencial: La Cuaresma es un tiempo de penitencia, que realizada con amor y humildad, mira primordialmente el cambio de corazón. Se trata de un cambio profundo de la vida, de tener una nueva mentalidad, de amar como Jesús amó, de pensar como Jesús pensó, de luchar por lo que Jesús luchó. Todo esto exige un profundo trabajo interno personal, examinando nuestra vida a la luz del Evangelio. La conversión de corazón tiene una manifestación sacramental. El Sacramento de la Reconciliación, es signo de la voluntad de cambiar nuestra vida y de rechazar el pecado. Al celebrar el Sacramento de la Confesión, proclamamos la misericordia de Dios en nuestra vida y reconocemos nuestra pequeñez y debilidad. Eclesial: La Eucaristía, por este sacramento vivimos la Pascua, por eso la importancia de celebrarla todos los días; especialmente los domingos de una manera digna, fructuosa, consciente y participativa. “Del Señor somos y del domingo vivimos”. “La Iglesia es la Eucaristía. Por la Eucaristía, la Iglesia renueva constantemente su ser de “Iglesia de la Pascua”. Por ella, constituida por muchos pueblos, se transforma en un solo Pueblo, gracias a una sola Mesa que el Señor ha preparado para nosotros” (Mons. Darío de Jesús Monsalve, enero 20 de 2019).

La preparación cuaresmal es toda la Iglesia, marchamos juntos como hermanos haciendo camino hacia la Pascua; como Iglesia debemos entrar en el espíritu cuaresmal. Pastoralmente se impone una preparación cuidadosa de esas Eucaristías, para que llegue a la comunidad el mensaje que cada una de ellas tiene. Durante la semana tienen especial importancia las Eucaristías de los miércoles y viernes, días privilegiados en la Cuaresma. LAS PENITENCIAS CUARESMALES En el Evangelio de san Mateo 6, 16, el Señor nos advierte que nuestro ayuno no sea como el de los hipócritas, que ayunan para que los vean. El ayuno es una magnifica ascesis en la vida del cristiano y al mismo tiempo es un signo de solidaridad con el pobre. El ayuno fortalece el espíritu, ayuda a dominar las pasiones (Gál. 5,17.24), prepara la mente y su ser. (Éx. 34,28) Prepara el corazón para estar con el Señor, (Joel 2,12) Prepara el alma para las batallas, (Mt 4,1ss) Para servirle al Señor y permanecer (Lc. 2,37) nos prepara para ser enviados (Hch. 13,3).

La meditación de la Palabra y la oración nos darán la fuerza necesaria para salir victoriosos de las tentaciones (Mateo 26,41). La oración nos guía hacia Dios, nos da sentido cristiano porque se abre como una respuesta amorosa a la Palabra que Dios mismo nos dirige. “Velen y oren para que no caigan en la tentación” (Mt. 26,41) “Ustedes oren así” (Mt 6,9). La limosna, (caridad), es la mejor “mortificación” cuaresmal, ya que por ella se combate el egoísmo, se hace efectiva la fraternidad y fecunda la vida. Jesús hace de la limosna una condición del acercamiento a su reino (Lc 12,32-33) y de la verdadera perfección (Mc 10,21) La caridad nos lleva a tener conciencia social. Cuando el Señor Jesús habla de limosna, cuando pide practicarla, lo hace siempre en el sentido de ayudar a quien tiene necesidad de ello, de compartir los propios bienes con los necesitados, es una expresión de amor al prójimo y de acto salvífico. “Cuantas veces hicieron a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí me lo hicieron” (Mt 25,35-40).

Practiquemos el ayuno, la oración y la limosna


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Lo que celebramos

El origen del Tribunal Eclesiástico regional de Cali Por: +Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali Vicario Judicial - Presidente del Tribunal Interdiocesano

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a Conferencia Episcopal, en su XXVI Asamblea Plenaria (octubre de 1970), acordó solicitar de la Signatura Apostólica la constitución de cinco Tribunales Regionales de primera instancia, a saber: • Bogotá, con sede en esta ciudad, para las Diócesis de su Provincia y la Provincia de Tunja, menos Socorro y San Gil. • Medellín, con sede en esta ciudad, para las Provincias de Medellín y Manizales. • Cali, con sede en esta ciudad, para las Provincias de Popayán y Cali. • Barranquilla, con sede en esta ciudad, para las Diócesis de esta Provincia y de la Provincia de Cartagena. • Bucaramanga, con sede en esta ciudad, para las Diócesis de la Provincia de Pamplona y la Diócesis de Socorro y San Gil. • Las Jurisdicciones misionales se agregan a las Provincias según su vecindad de una vez por siempre. Posteriormente, los Arzobispos y Obispos colombianos presentes en una reunión Episcopal llevada a cabo en La Ceja (Antioquia) durante los días 10-13 de diciembre de 1970, solicitaron a la Comisión Episcopal de Tribunales de la Conferencia una especie de “Instrucción” o guía para la erección y funcionamiento de los Tribunales Regionales. Según comunicado de la Nunciatura Apostólica No. 2509, de 26 de enero de 1971, la Signatura

Ubicado en la Calle 3 No. 5-21, barrio San Antonio

Apostólica aprobó la erección de los cinco Tribunales Regionales mencionados, y encomienda a la Conferencia Episcopal la creación oficial de los Tribunales mediante decreto que deberá ser enviando a la Santa Sede para su aprobación. La Conferencia Episcopal, en su XXVII Asamblea Plenaria, promulgó el decreto de erección de los Tribunales en Colombia, con fecha del 8 de julio de 1971, que fue enviado a la Santa Sede para su aprobación. Luego la Conferencia Episcopal promulgó el decretum “de tribunalibus regionalibus constituendis”, con fecha del 3 de marzo de 1972, aprobado posteriormente por el Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, el 19 de marzo de 1972. Así, el origen de los Tribunales regionales colombianos, que suplen los Tribunales diocesanos, tiene como fecha el 19 de marzo de 1972, cuando la Santa Sede aprueba el decreto propuesto por la Conferencia.

Posesión del actual presidente del Tribunal Interdiocesano

Con fecha del 16 de enero de 1973, la Conferencia Episcopal expidió el Decreto de ejecución del Decreto de la Santa Sede, con fecha límite del 23 de enero del mismo año. En Cali, el 23 de enero de 1973, mediante Decreto No. 443, los Arzobispos de Cali y Popayán, y los Obispos de ambas provincias Eclesiásticas de Palmira, Buga, Cartago, Garzón, Neiva, Pasto, Ipiales, en unión con los Vicarios Apostólicos de Sibundoy, Buenaventura y Tumaco, y los Prefectos Apostólicos de Tierradentro y Guapi, constituyeron formalmente el Tribunal Eclesiástico regional de Cali, y conformaron el “Coetus Episcoporum circunscriptionis Tribunales Regionalis Caliensis”, sustituyendo los Tribunales diocesanos, y nombraron como primer Presidente del Tribunal, denominado en esa época, oficial, a Mons. Roberto Cohen Velásquez. Fueron nombrados también, entre otros, el Pbro. Carlos Alfonso López Antolínez, como vice - oficial (hoy Vicario judicial adjunto), y el Pbro. Eduardo Segura Franco, como Auditor (hoy instructor). Ambos siguen vinculados al actual tribunal, el primero como Conjuez y el segundo como Defensor del Vínculo. Han sido Presidentes del Tribunal eclesiástico: 1. Mons. Roberto Cohen Velásquez 2. Mons. Pedro Oliveros 3. Pbro. Carlos Alfonso López Antolínez 4. Mons. Álvaro Ramírez 5. Pbro. Germán Robledo Ángel 6. Pbro. Hugo Fernando Rojas Arana 7. Pbro. Kelvin Fabián Narváez Acuria 8. Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez

Con la reforma hecha por el Papa Francisco a los Tribunales eclesiásticos, con el Mitis Iudex Dominus Iesus (Señor Jesús, juez clemente), el 15 de agosto de 2015, que entró en vigor el 8 de diciembre del mismo año, donde el Papa afirma que “En orden a que sea finalmente traducida en práctica la enseñanza del Concilio Vaticano II en un ámbito de gran importancia, se ha establecido hacer evidente que el mismo Obispo en su Iglesia, de la que es constituido pastor y cabeza, es por eso mismo juez entre los fieles que se le han confiado. Se espera, por tanto que, tanto en las grandes como en las pequeñas diócesis, el Obispo mismo ofrezca un signo de la conversión de la estructuras eclesiásticas y no deje la función judicial en material matrimonial completamente delegada a los oficios de la curia. Esto valga especialmente en el proceso más breve, que es establecido para resolver los casos de nulidad más evidente”. Esta directiva del Papa hizo que nuevamente los Obispos, en su inmensa mayoría, conformaran sus propios Tribunales diocesanos, pensando, como es la mente de la reforma propuesta por el Papa, en reducir las distancias físicas o morales entre los interesados en los procesos y los mismos Tribunales. Así, por ejemplo, de los Obispos que inicialmente conformaban el coetus episcoporum, del Tribunal Interdiocesano de Cali, en la actualidad solo atendemos directamente, aparte de Cali, las jurisdicciones eclesiásticas de Buenaventura y Guapi. La Santa Sede definió que Cali sería Tribunal de apelación del Tribunal de Palmira. Dejó también de ser parte del Tribunal del Cali, el Tribunal de Panamá, del cual Cali era el Tribunal de apelación. Próximamente compartiremos la actualidad del Tribunal Interdiocesano y las funciones que le competen.


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Lo que celebramos

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22 años garantizando la Seguridad Alimentaria y Nutricional en el Valle del Cauca Con sus años de servicio, el Banco de Alimentos Cali atiende a organizaciones sociales sin ánimo de lucro llegando a 69 mil personas. Por: Equipo de Comunicaciones Banco de Alimentos Cali

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a Fundación Arquidiocesana Banco de Alimentos Cali, cumple 22 años al servicio de las comunidades vulnerables de la ciudad. Desde su creación, el 23 de marzo del año 2000 en el periodo de Monseñor Isaías Duarte Cancino, la misión del Banco de Alimentos ha sido contribuir con la Seguridad Alimentaria y Nutricional de las personas que viven en condición de vulnerabilidad del Valle del Cauca, a través de la gestión de donaciones, la recuperación y aprovechamiento de alimentos y no alimentos, recibiendo productos que no son comercializables pero aptos para el consumo y uso humano. De esta manera, esta fundación apoya 427 organizaciones sociales, garantizando el acceso alimentario y nutricional a más de 69 mil beneficiarios. El legado encomendado por Monseñor Duarte Cansino continúa vigente En el transcurso de estos 22 años, el Banco de Alimentos Cali ha fortalecido sus procesos logísticos de recolección, selección y distribución de donaciones, con una flota propia de 11 vehículos y unas instalaciones de 3.714 mts2, buscando ampliar una sección de recuperación para alargar la vida útil de los productos, permitiendo de esta manera, llevar esperanza y alimentos a la mesa de quienes más necesitan. Gracias a la conformación de alianzas y recepción de donaciones de empresas y personas naturales, la labor del Banco de Alimentos se mantiene vigente. Actualmente, bajo el liderazgo de su director, el Padre Joaquín Alberto Gómez Rendón, se adelantan acciones con aliados que ayudan a fortalecer el impacto social y ambiental en el territorio: “Seguimos uniendo nues-

El Banco de Alimentos garantiza el acceso alimentario y nutricional a más de 69 mil beneficiarios

tros esfuerzos, forjando nuevas alianzas para crear nuevos proyectos, y continuar con la misión de la Fundación Arquidiocesana Banco de Alimentos, para llegar a los más pobres”, expresó, agradeciendo con optimismo el aporte de cada uno de los donantes, quienes continúan siendo el impulsor para que esta obra arquidiocesana perdure y afronte situaciones como la emergencia sanitaria y el paro nacional. El Banco de Alimentos Cali cuenta con un área de Gestión Social que atiende las necesidades de la red de organizaciones sociales beneficiarias, evaluando su estado de madurez, aportando a su crecimiento y realizando un acompañamiento integral a través de una oferta académica diseñada con la Corporación Universitaria Minuto de Dios -UNIMINUTOque permita fortalecer sus capacidades de gestión y conformación, con esto se proyectan como un gestor de conocimiento para el tercer sector. Acciones que alimentan En el Banco de Alimentos se reciben, recuperan, seleccionan, aprovechan y se distribuyen alimentos y no alimentos, que aportan a las necesidades nutricionales y al mejoramiento de la calidad de vida de ni-

ños, adultos mayores, residentes en instituciones de salud y de rehabilitación y comedores comunitarios. El Observatorio Hambre Cero de la Universidad Externado de Colombia realizó un estudio sobre los aportes a la política para prevenir la pérdida y el desperdicio de alimentos donde expone que “Colombia tiene una oferta disponible de alimentos de 38,5 millones de toneladas, siendo la pérdida y desperdicio de 9,76 millones de toneladas, lo que equivale al 34 % de la oferta. De este

porcentaje, el 64% corresponde a pérdidas ocasionadas en las etapas de producción, postcosecha, almacenamiento y procesamiento industrial” por lo tanto, la fundación implementó el Programa de Recuperación de Excedentes Agrícolas -REAGRO- para reducir las pérdidas de alimentos, asistiendo una vez a la semana en una ruta al Norte del Valle. “Gracias a Dios por la ayuda de cada uno de nuestros donantes, pues son quienes permiten que esta obra vaya crecien-

do cada día más, a nuestro equipo de trabajo y a nuestros beneficiarios, para que nos acompañe en este nuevo año, y afrontemos con sabiduría los retos que se nos vienen” manifestó el Padre Joaquín, quien encomienda la labor del Banco a Dios, e invita al sector público, privado y todas las personas, a seguir aportando a esta causa. Más información Contacto: 881 20 66 Dirección: Calle 24 No. 6 -103 San Nicolás www.bancodealimentoscali. org


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Lo que celebramos

Mensaje de los obispos católicos de Colombia a propósito del año electoral

Vicariato Apostólico de Guapi

Cuaresma y política Por: Pbro. Ariel Viáfara Hurtado Párroco Santa Rosa de Lima

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urante los últimos meses la realidad política se ha hecho visible en su máxima expresión. Centenares de candidatos en busca de un lugar en el Congreso de la República, se movilizan sin cesar a los lugares más recónditos para captar el mayor número de electores. Inmersos en el tiempo de la Cuaresma, urge una reflexión profunda sobre estas elecciones legislativas y, por supuesto, las de presidencia que serán en el mes de mayo, dado que el tema que hoy acapara las miradas de la gente es el político, un escenario heredado de los griegos, pero que ha perdido su esencia en la actualidad. Según Platón, el político es quien organiza la ciudad y Aristóteles nos recordaba que el hombre es un animal político (zoon politikón). Es decir que de una u otra manera, somos partícipes de la edificación o destrucción de nuestra comunidad en cuanto

que nuestras relaciones humanas son manifestación política. Durante este tiempo vemos las calles y los ríos inundados de publicidad de candidatos. Las reuniones pululan para exponer las propuestas redentoras. Todos se creen mesías que ahora sí vienen a cambiar la historia de las comunidades. Los discursos sofistas y demagogos abundan y las promesas inquietan la mente de los ciudadanos. Saludan a todo el mundo y ostentan un conocimiento amplio, no solo de las problemáticas sino de las soluciones mágicas para resolverlas. En la Costa Pacífica las riberas de los ríos destellan con el contraste colorido entre la vegetación y los afiches de diferentes candidatos, muchos desconocidos en el territorio y que no han tenido ninguna relación con estas comunidades. Algunos del interior, aludiendo ser redentores de la precaria realidad de esta región, solo hacen proselitismo político para ser elegidos y no hacer nada por esta gente. Aparecen los gamonales políticos de los municipios, que han desangrado los pueblos y han brillado por su ineptitud llevando candidatos que se la han pasado toda la vida consiguiendo

Urge una transformación social positiva

votos de la gente, pero sin ningún aporte a la transformación social de la región. La Cuaresma ha de ser un espacio para que el pueblo experimente un verdadero desierto donde desde la aridez en la que la política lo ha sometido, surja con una conciencia plena que le ayude a saber decidir y no dejarse tentar ni engañar como lo quiso hacer el demonio con Jesús. Estos 40 días han de ser para hacer el sacrificio de no dejarse seducir por propuestas que solo se quedan en eso. Es menester hacer penitencia para no caer en manos de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de la gente para seguir robando el erario.

Ante la presencia de políticos que se despojan de ese vestido de sayal que pudiera purificar su ser y con la puesta de ropajes fariseícos que aparentan sentir las problemáticas del pueblo, vale la pena evocar una palabra de la teología bíblica que nos puede ayudar en estos momentos: la metanoia. Denota un cambio de mentalidad, cambio de sentido. Por eso, para que nuestro país progrese, se requiere que los ciudadanos cambien su manera de pensar, miren el mundo desde una perspectiva en la que la política sea un arte para tejer el bien común. Se necesita un cambio de mentalidad para adquirir una conciencia democrática donde se elija a personas que realmente puedan ser artífices de una transformación social. Que la Cuaresma sea un acontecimiento político en el que se camine hacia la Colombia prometida, con una conversión democrática que conlleve a ejercer el voto como un acto ético y responsable por el bien de todos. No queda más que acudir a la reminiscencia platónica para anotar que hay que recordar lo que han hecho y han dejado de hacer esos mismos políticos que hoy quieren ser elegidos nuevamente, sin méritos algunos.


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Vicaría de Evangelización

Santiago de Cali, Marzo de 2022

Sínodo: No podemos parar Por: Pbro. Omar Arturo López Pérez Vicario Episcopal de Evangelización

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espués que Jesús Instruyó a los 72 discípulos, los envió a todas las poblaciones a llevar el mensaje de la buena noticia, especialmente a los últimos. Las indicaciones fueron precisas: la necesidad de orar para que muchos se unieran a la tarea de la misión, entregar con sacrificio y testimonio un mensaje de salvación, ser prudentes y también sabios para comprender y soportar las dificultades de cada jornada. Jesús los invitó a ponerse en camino para que el reino de los cielos se hiciera realidad en cada pueblo y cada corazón, los envió de dos en dos como signo de la comunidad que da testimonio de amor, se fortalece en la unidad y comparte los sacrificios de la comunicación de la buena noticia. Hoy, nosotros como discípulos misioneros del Señor, respondemos a su llamada cuando nos dice “pónganse en camino en la Arquidiócesis, la comunidad parroquial o grupo misionero”. Desde octubre del año pasado hemos venido desarrollando

Continuemos construyendo espacios sinodales

un proceso, una pedagogía de escucha, discernimiento y síntesis acerca del caminar de la Iglesia y su quehacer en el mundo, es el sínodo de la sinodalidad. Avanzamos en la escucha que es la primera etapa del proceso. Invito a todos los grupos y comunidades parroquiales a terminar este paso de una manera amplia y oportuna. Aquellos que ya realizaron el ejercicio de la escucha, los motivo a continuar en ambiente de oración realizando el discernimiento de la voz del Espíritu Santo manifestada en la comunidad que ha sido consultada y terminar en la síntesis que resume nuestro trabajo sinodal. Les recuerdo que cada comunidad parroquial debe desarrollar una síntesis de cuatro (4) páginas que será entregada al Arcipreste y

este a su vez, con toda su comunidad, terminará el proceso con un escrito no mayor a 15 páginas que debe ser entregada al Vicario de Zona. La riqueza de la escucha del Espíritu Santo en la voz de cada bautizado es un impulso que recibimos como Arquidiócesis de Cali para revisar cómo vamos caminando en la instauración del reino de Dios y cómo podemos hacerlo mejor en cada una de nuestras comunidades. Ante semejante responsabilidad eclesial y social debemos seguir con el impulso pastoral de ser más fieles al anuncio gozoso del evangelio y fermento de la sociedad. Por este motivo no podemos detenernos, aunque las circunstancias de pandemia, realidades sociales o

comunitarias nos exijan un mayor compromiso. Con alegría, disciplina, espiritualidad y eclesialidad continuemos caminando juntos. No podemos parar el anuncio del Evangelio y el seguir sembrando la semilla de Dios en los corazones, con los cuidados respectivos y unidos a nuestro párroco sigamos abriendo espacios de presencialidad, escucha y discernimiento. Podemos aprovechar las redes sociales para ampliar el espectro de la escucha, invirtamos tiempo suficiente para encontrarnos a caminar juntos, a pensar y orar el accionar pastoral y entregar lo mejor de nosotros de manera corresponsable. La sinodalidad no es un ejercicio para entregar y cumplir unos compromisos pastorales. El Papa Francisco nos lo dejó muy claro “La sinodalidad no es el capítulo de un tratado de eclesiología, y menos aún una moda, un eslogan o el nuevo término a utilizar o manipular en nuestras reuniones. ¡No! La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión”. Los invito a seguir construyendo nuestras comunidades parroquiales desde todos los espacios sinodales, grupos, casas católicas y todos los espacios de discernimiento. No podemos parar, el amor a la humanidad nos apremia.

Pastoral de Catequesis

Curso por módulos para catequistas Por: Pastoral de Catequesis

C

on una participación de doscientos cincuenta catequistas se dio inicio al curso por módulos para catequistas de la Arquidiócesis de Cali, que para este año volvió a la presencialidad los días miércoles de 6:30 p.m. a 8:30 p.m. en cuatro sedes diferentes: parroquia San Rafael, parroquia Santa Infancia y parroquia Santa Cecilia, y Aula Virtual. En el Aula Virtual están aquellos catequistas que viven en la zona rural de la ciudad de Santiago de Cali, o en los municipios aledaños que conforman la Arquidiócesis, están también aquellos que tienen quebrantos de salud y

Catequistas continúan su proceso de formación

los que tienen dificultad por temas de horarios laborales; y en las otras sedes se han ido acomodando los

catequistas de las diferentes parroquias de la ciudad. El curso por módulos tiene una du-

ración de dos años. Son 10 módulos de estudio que buscan formar la vocación del catequista, que siendo discípulo de Cristo asume la misión de participar en la evangelización que hace la Iglesia. Los módulos que se ven en ese curso son: de grupo de catequesis a comunidad de catequistas, Pedagogía Pre-sacramental, uso de la Biblia en la Catequesis, Juegos y Dinámicas, Sociología del Siglo XXI, Aportes de la Psicología a la Pedagogía de la Catequesis, Uso de los Medios de Comunicación para la Catequesis, La Catequesis en los documentos de la Iglesia, Catequética para Catequistas, El Catequista un Discípulo, con esto se da una formación inicial a quienes han asumido el reto de testimoniar con su vida y con su palabra que Cristo vive en medio de nosotros.


Unicatólica

Santiago de Cali, Marzo de 2022

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Programa de Entrenamiento Psicoespiritual Kairós: fortalecimiento de la familia, la pareja y la dignidad humana

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ivir en pareja puede resultar siendo una experiencia llena tanto de fascinación y plenitud, como de desafíos. Un lazo en el que prima el amor pero que debe enfrentar nuevas costumbres, formas de vida e ideologías, todo bajo la idea de la tolerancia en la construcción de un nuevo hogar. Sin embargo, generalmente este proceso es imperfecto, se cometen errores, se lastiman susceptibilidades y es ahí donde se empieza a fracturar ese sentimiento de unión que hace estable el amor en una pareja. Es por esto que, los espacios de encuentro con el otro, reflexión y perdón, son primordiales a la hora de convivir en la cotidianidad, para lograr la resolución de cualquier conflicto y continuar con esa relación afectiva. Por tal, con el propósito de fortalecer la vida en pareja y familia, el Instituto para la Familia de la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium – UNICATÓLICA, llevará a cabo el Programa de Entrenamiento Psicoespiritual para Parejas “Kairós”, al que se le sumará el Programa de Sostenimiento Terapéutico para Parejas y Familias “Pos Kairós”. Esta actividad es un retiro espiritual que tendrá lugar durante los días 19, 20 y 21 de marzo en el que se le brindará un espacio a las parejas para que puedan fortalecer el amor, respeto, tolerancia y otras cuantas cualidades que harán de su relación una mucho más sana. Asimismo, Pos Kairós es el sostenimiento a través de sesiones de terapia psicológica de pareja y grupal que consiste en diagnosticar y generar nuevas estrategias ante las situa-

ciones detectadas, así como verificar la implementación de las mismas. Por ende, la actividad que contará con la presencia de profesionales de la salud mental, economía familiar, un médico, y las parejas que quieran asistir con sus testimonios de vida; asimismo, estará compuesta por una serie de talleres con enfoque psicológico y de crecimiento espiritual, teniendo en cuenta que los espacios terapéuticos ayudan en la formación del ser y viceversa, y son a través de los cuales se busca generar relaciones más sanas que aportan en la transformación del entorno familiar y social. De acuerdo con Mónica Mondragón, psicóloga del Instituto, “el Entrenamiento para Parejas “Kairós”, es una experiencia de entrenamiento emocional y psicoespiritual a nivel individual, de pareja y de familia que tiene un carácter preventivo de promoción y acompañamiento en las diferentes etapas del ciclo vital”. Cabe agregar que, el Instituto para la Familia es una unidad institucional que oferta procesos de intervención, formación e investigación en temas de familia, pareja y defensa de la vida humana. Por medio del cual, se pretende reconocer y aprender sobre los procesos del sistema familiar, sus conflictos y formas de solución, con las que se puedan desarrollar planes de acción que permitan reparar dichos impactos negativos. El evento cuenta con cupos limitados, si necesitas mayor información, puedes comunicarte al 3155579987 o escribir al correo psicologa.institutofamilia@unicatolica. edu.co.

Kairós, un espacio para trabajar en equipo por los sueños

Kairós, un espacio para crecer en pareja


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Actualidad

FELIZ CUMPLEAÑOS

Celebración del Mes Solemnidad de la Anunciación del Señor

MARZO Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali Marzo 15 Vega Plazas Nelson Homero Cañaveral Henao Daverson López Rodríguez Jose María Ramos Escobar Jaime Humberto Orozco Gómez Nelson Rodrigo González Galvis Carlos Andrés Londoño Aguirre Onésimo de Jesús Santamaría Vásquez Juan David Salgado Jose Ignacio Gallego Londoño José Over Mosquera Moreno Wiston Velásquez Valencia Omar González Castaño José Julián, C.M. Molina Cardona Jhon Jairo Rosero Patiño Carlos Hermes Rodríguez Díaz del C. Francisco José Tovar Ortiz Rafael

25 de marzo

01 03 04 05 07 10 13 15 17 17 17 25 25 26 26 28 30

ANIVERSARIO DE ORDENACIÓN

MARZO

Años de

Día Servicio Herrera Solís José Fernando, C.R. Ospina Arias Diego Fernando Vallejo Londoño Juan Carlos Rodríguez Díaz del C. Francisco José González Carrasquilla Álvaro Caicedo Velasco Bernardo Arturo Duitama Fonseca Omar Hernán Marin Triviño Edison Mosquera Moreno Wiston Cortes Peñuela Carlos Alexis Henao Masso Óscar Eduardo Rendón González Arbey Augusto Bermúdez Patiño Cesar Augusto De La Vega Óscar Hernán Fernández Ordoñez Héctor Fabio Jiménez Díaz Guillermo Segundo Millán Cardona Jorge Albeiro Montoya Florez Efraín Orozco Gómez Nelson Rodrigo

13 14 15 15 15 18 19 19 19 19 19 21 25 25 25 25 25 25 25

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FALLECIMIENTOS

MARZO

Guillermo Correa Ortiz Ramón Rodríguez Luis Mejía Restrepo Monseñor Isaías Duarte Cancino

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José OscarMoreno Zuluaga

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(Tercer Arzobispo de Cali)

Santiago de Cali, Marzo de 2022

Cada año la Iglesia celebra la Solemnidad de la Anunciación. Un día como hoy la historia de la humanidad cambió cuando María dio su “Sí” valiente a Dios, concibiendo desde aquel momento a Jesús y convirtiéndose en protectora del Niño que un día nacería y salvaría con amor al mundo. “‘El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible’. María contestó: ‘Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’. Y la dejó el ángel” (Lc. 1, 35 - 38). Esta gran fiesta tomó su nombre de la buena nueva anunciada por el arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María, referente a la Encarnación del Hijo de Dios. Era el propósito divino dar al mundo un Salvador, al pecador una víctima de propiciación, al virtuoso un modelo, a esta doncella -que debía permanecer virgen- un Hijo y al Hijo de Dios una nueva naturaleza humana capaz de sufrir el dolor y la muerte, afín de que El pudiera satisfacer la justicia de Dios por nuestras transgresiones. El mundo no iba a tener un Salvador hasta que Ella hubiese dado su consentimiento a la propuesta del ángel. Lo dio y he aquí el poder y la eficacia de su Fíat. En ese momento, el misterio de amor y misericordia prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas, deseado por tantos santos, se realizó sobre la tierra. En ese instante el alma de Jesucristo producida de la nada empezó a gozar de Dios y a conocer todas las cosas, pasadas, presentes y futuras; en ese momento Dios comenzó a tener un adorador infinito y el mundo un mediador omnipotente y, para la realización de este gran misterio, solamente María es acogida para cooperar con su libre consentimiento. Fuente: ACI Prensa


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