La Voz Católica - Agosto 2020

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“Un renacer de la vida, con la esperanza de un mejor mañana, sobre principios, tales como la reconstrucción de la credibilidad y de la confianza, la cooperación y la solidaridad, la ética para el manejo del riesgo y un concreto y firme compromiso con los que sufren”. † Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali

ISSN: 2462-9979

AÑO XXIX

No 241

SANTIAGO DE CALI, AGOSTO DE 2020

Tips Pastorales De la comunión espiritual a la comunión sacramental >> Detalles página 3

La esperanza también es acción concreta

>> Detalles página 6

Aula virtual de la Arquidiócesis de Cali >> Detalles página 14

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VALOR $1000.00


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Editorial

Santiago de Cali, Agosto de 2020

“La Comunidad Humana” y la Visita Episcopal de Apoyo (VEA).

H La confianza como sustancia de la interacción humana... nos guiará a través de la crisis, porque solo sobre la confianza puede la Humana Communitas finalmente florecer.

Año 2020 No. 241 de Agosto de 2020 Publicación Mensual ISSN: 2462-9979 Arzobispo de Cali Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Delegado Arzobispal Pbro. José Over Gallego Londoño Comunicador Social Periodista Oscar Andrés Orejuela Valero Diseño y Diagramación Bernardo Arcila Parra Impresión Casa Editorial El Tiempo ARQUIDIÓCESIS DE CALI Curia Arzobispal Cra. 4 No. 7-17 PBX: 889 0562 medios@arquicali.org www.arquicali.org

Los escritos de los colaboradores solo comprometen a quienes los firman.

an pasado casi cinco meses de confinamientos e intentos de respuesta al riesgo de contagio y de muerte por el COVID-19. Casi medio año del 2020, inesperado calendario de imprevista respuesta personal, social, estatal y mundial. Todos y todo hemos sido puestos a prueba y hemos vivido los confinamientos y protocolos, las angustias y temores de nuestra nación y del mundo. También nosotros, como Iglesia particular de Cali, que reúne feligresías católicas en familias, grupos apostólicos, pequeñas comunidades e instituciones, en parroquias territoriales, rurales y urbanas; y como Iglesia universal, presidida por el obispo de Roma, sucesor de Pedro, hemos vivido y estamos viviendo este tramo dramático y pleno de “lecciones aprendidas”: desde la fragilidad de la vida y su finitud, hasta el renacimiento de la vida y la llamada a la conversión. Un renacer de la vida, con la esperanza de un mejor mañana, sobre principios, tales como la reconstrucción de la credibilidad y de la confianza, la cooperación y la solidaridad, la ética para el manejo del riesgo y un concreto y firme compromiso con los que sufren. “El primer deber es proteger la vida y la salud. Aunque una situación de riesgo cero sigue siendo una imposibilidad, habrá qué establecer el umbral de riesgo aceptable,” evitando efectos discriminatorios y privilegios de riqueza y poder, para que la protección básica y la disponibilidad de medios de diagnóstico “se ofrezcan a todos, de acuerdo con un principio de no discriminación y de solidaridad en el riesgo, con miras al bienestar de todos”. “La confianza como sustancia de la interacción humana...nos guiará a través de la crisis, porque solo sobre la confianza puede la Humana Communitas finalmente florecer”. Son indicaciones precisas y contundentes del más reciente mensaje de La Santa Sede, emanado de la Pontificia Academia para la Vida, apenas este 22 de julio de 2020, y titulado así: La Comunidad Humana. En su párrafo conclusivo señala: “Estamos llamados a una actitud de esperanza, más allá del efecto paralizante de dos tentaciones opuestas: por un lado, la resignación que sufre pasivamente los que acontece. Por otro, la nostalgia Por: † Monseñor Darío de Jesús de un retorno al pasado, sólo anhelando lo que Monsalve Mejía había antes. En cambio, es hora de imaginar y poner en práctica un proyecto de convivencia humana Arzobispo de Cali que permita un futuro mejor para todos y cada uno. El sueño recientemente descrito para la región amazónica podría convertirse en un sueño universal, un sueño para todo el planeta: “Que integre y promueva a todos sus habitantes para que puedan consolidar un buen vivir” (Querida Amazonia, 8). Sobre esta oportuna palabra del magisterio pontificio, convoco a todos los fieles católicos de Cali, Yumbo, Jamundí, Dagua y La Cumbre, a unirnos en una fecha propia para cada parroquia, como Iglesia Arquidiocesana, en torno al Obispo, en comunión con el Obispo de Roma, el Papa Francisco, en una Jornada de Comunión Parroquial, con representación presencial de la comunidad eclesial y de la Humana Communitas en la Eucaristía, presidida por el Obispo de Cali y concelebrada por el Párroco y sacerdotes cooperadores. De manera virtual, por las redes y medios, se transmitirá al territorio esta celebración representativa y este momento de la Visita Episcopal de Apoyo (VEA), a los fieles, a toda la población territorial y al Párroco. Los diáconos llamados “transitorios” o “itinerantes”, que preparan su ordenación presbiteral, serán los animadores de esta jornada en toda la arquidiócesis, coordinados por uno de ellos. Los tres obispos puestos por el Espíritu Santo y el Papa como cooperantes en el arzobispado de Cali, nos distribuiremos la VEA en los días venideros, como será anunciada. Los tres, Monseñor Luis Fernando, Monseñor Juan Carlos y Monseñor Darío, somos el Obispo como pastor en la sucesión apostólica para cada comunidad visitada. Precisaremos, entonces, los aspectos de este encuentro presencial y virtual con la comunidad eclesial y humana, e interpersonal entre el Obispo y sus cooperadores presbíteros y diáconos. Cristo Jesús y María Santísima, Madre de todos y Remedio para los enfermos, hagan de estas jornadas una gran fuerza de esperanza para todos.


Santiago de Cali, Agosto de 2020

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Para reflexionar

Opinión † Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Tips Pastorales De la comunión espiritual a la comunión sacramental. Recibir la comunión en la mano Como para algunos fieles esta normativa parece ser nueva, y para otros incluso parece ser una especie de profanación de las especies eucarísticas, a manera de ilustración recuerdo algunos apartes del Magisterio de la Iglesia a este respecto: “Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: tomen éste es mi cuerpo” (Mc. 14, 22; Mt. 26, 26; Lc. 22, 15; 1Cor.11, 23). El pan ázimo, que es el que se usa en las eucaristías, desde los inicios de la Iglesia hasta siglos después, es grande y requiere ser partido y por tanto, como lo hiciera Jesús, según la tradición judía, se debía entregar en las manos a los comensales. En la actualidad, por ejemplo, los miembros del Camino Neocatecumenal tienen la autorización de la Congregación para el Culto Divino, de elaborar el pan ázimo en el formato grande, para sus celebraciones, pan consagrado que debe entregarse en las manos de los fieles para poder ser consumido. Las hostias, como las conocemos hoy, comienzan tardíamente cuando el número de los fieles creció y era prácticamente imposible darles a todos el pan ázimo horneado. Todo indica que la tradición de las hostias viene del s. XII y eran elaboradas por los monjes. La tradición de comulgar en la boca se fue imponiendo, sobre todo para exaltar la sacralidad y el respeto de la Eucaristía que se recibe, y posiblemente por razones higiénicas. En los tiempos más recientes, el tema volvió a presentarse: Por indicación expresa de San Pablo VI, se publicó en 1969 la Instrucción Memoriale Domini, donde, manteniendo la vigencia de la comunión en la boca, se establecía el camino a seguir: “en aquellas regiones en que el Episcopado juzgue conveniente, se podrá dejar a los fieles la libertad de recibir la comunión en la mano, salvando siempre la dignidad del sacramento y la oportuna catequesis del cambio”. En el año 2000, San Juan Pablo II promulgó la Instrucción General del Misal Romano, que en el

“Se recomienda dar la comunión en la mano, evitando el contacto físico”

n.161 afirma: “Si la Comunión se recibe sólo bajo la especie de pan, el sacerdote, teniendo la Hostia un poco elevada, la muestra a cada uno, diciendo: El Cuerpo de Cristo. El que comulga responde: Amén, y recibe el Sacramento, en la boca, o donde haya sido concedido, en la mano, según su deseo. Quien comulga, inmediatamente recibe la sagrada Hostia, la consume íntegramente”. La Conferencia Episcopal de Colombia, en la Instrucción pastoral sobre algunos aspectos importantes en la celebración eucarística, publicada el 2005, establece lo siguiente: “n. 17. En Colombia los fieles recibirán la Sagrada Comunión de pie, acercándose procesionalmente al sacerdote o al ministro de la Comunión. n. 18. Se puede recibir la Comunión en la mano en todo el territorio nacional. Pero recuérdese que es una posibilidad que no puede ser impuesta a nadie ni impedida sin causa razonable. Los fieles tienen el derecho de elegir la forma como desean recibir la sagrada Comunión. Ayúdese a quienes deseen recibir el Santísimo Sacramento en la mano, a hacerlo con todo decoro, pulcritud y devoción. Estén vigilantes los ministros sagrados para evitar abusos y posibles

faltas de respeto. Se recordará a los fieles con frecuencia la forma más apropiada para disponer sus manos, es decir, la mano derecha bajo la izquierda, de tal manera que el Cuerpo del Señor se deposite sobre esta última y quede lista para llevarlo a la boca. La Comunión se hará delante del sacerdote o ministro, inmediatamente recibida en la mano. Será siempre conveniente que quienes optan por esta forma de comulgar revisen su mano izquierda por posibles partículas que hayan quedado y que también deben ser consumidas con todo respeto”. Ahora bien, dentro de las directrices litúrgicas y preventivas dadas en todo el mundo para la recepción de la Sagrada Comunión, durante la pandemia del COVID-19, está el que se reciba en la mano. En los protocolos para Colombia se dice: “Se recomienda dar la comunión en la mano, evitando el contacto físico, e invitar a los fieles a recibirla con el amor y el respeto que exige la altísima dignidad de este sacramento. 1) El sacerdote debe lavarse las manos en la credencia antes y después de dar la comunión; conviene usar alcohol o gel. Esta precaución no es el rito de lavabo, sobre lo cual conviene ilustrar a los fieles.

2) Los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión, en caso de ejercer su ministerio, deben aplicar las determinaciones de este protocolo, para ello serán instruidos por el sacerdote sobre sus funciones durante el tiempo de la pandemia”. Así las cosas, los fieles deben tener cuenta que: • La posibilidad de recibir la comunión en la mano, es muy antigua en la Iglesia. • No es un acto sacrílego ni falto de respeto. La manera de recibir la Comunión no es un precepto dogmático. • Así como se recibe con amor en la boca la Hostia santa, recibir el Pan eucarístico en la mano se vuelve una oportunidad para rendirle un especial homenaje a Jesús presente en el pan consagrado. • Se debe tener una especial preparación interna y externa. Por ello la lavada de manos al ingreso del templo se hará no solo para evitar transmitir un contagio, sino también para disponerse a “recibir con decoro el cuerpo del Señor” con las manos limpias. • Lo importante no es “cómo se recibe” la comunión o “quién la distribuye”, sino “a quién se recibe”. • Todos debemos colaborar para evitar posibles contagios. Recibir la comunión en la boca, puede llevar a contagiar la mano del sacerdote o ministro que está distribuyendo la comunión. • La “nueva normalidad litúrgica”, en tiempos de pandemia, nos exigirá humildad para acoger los protocolos de bioseguridad, sindéresis y mucha fe. No se pueden olvidar las palabras del mismo Jesús: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come este pan, vivirá para siempre y el pan que yo le voy a dar es mi carne por la vida del mundo” (Jn. 6, 51). De la comunión espiritual pasamos a la comunión sacramental, y ello tiene que ser motivo de gran alegría y gozo. Es Jesús quien como “Pan de vida”, se hace comida de salvación, fortaleza en estos momentos de turbulencia, aliento en la incertidumbre, conforto en la tristeza, aliento en la debilidad, confianza en su acción misericordiosa.


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Para reflexionar

Santiago de Cali, Agosto de 2020

Estuve en la cárcel y fueron a verme (Mt. 25,36) Por: † Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali y Secretario General del CELAM

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l creciente número de contagios por el nuevo Coronavirus en más de 19 establecimientos carcelarios del país (entre ellas las de Villahermosa en Cali y el COJAM en Jamundí), no pueden ser un dato más en las ya dolorosas estadísticas que todos los días suben de manera aterradora. Como en otros escenarios de nuestra sociedad, el avance del COVID-19 deja al desnudo todas las brechas y exclusiones sociales, así como las falencias del vigente sistema carcelario ven el país: las condiciones de hacinamiento y de insuficiente respuesta de salud, son sólo algunas de ellas. No obstante, la palabra de Jesús nos debe interpelar fuertemente. Jesús se reconoce presente en estos hermanos y hermanas nuestras, privados de la libertad y nos llama a acercarnos a Él a través de ellos. Los internos e internas son hijos de Dios que, por motivos

No olvidemos a nuestros hermanos privados de la libertad

que no debemos juzgar, han ido a parar en las cárceles. Que hayan cometido un error (incluso delitos que son reprochables desde todo punto de vista), no es un motivo que legitime discriminarles y olvidarnos de ellos. Y mucho menos sumirles en condiciones de vida menos que indignas. Siguen teniendo una dignidad fundamental que ni sus actos mismos pueden

borrar: son imagen y semejanza de Dios, como lo somos todos. La mirada que ahora las cifras de contagios nos hacen dirigir hacia los encarcelados hemos de verla como un llamado y como una oportunidad. Un llamado a hacer algo por ellos. A través de la pastoral penitenciaria ya se viene dando acompañamiento, asistencia y atención, en la medida que las actuales restricciones lo per-

Región

Únete para alimentar 36.000 personas a través de 75 ollas comunitarias durante 3 meses Por: Departamento de Comunicaciones Banco Arquidiocesano de Alimentos

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a Fundación Arquidiocesana Banco de Alimentos invita a participar del proyecto “Banco al Barrio”, una línea de atención que viene desarrollando con un gran impacto en aproximadamente 30 ollas de diferentes barrios de la ciudad. La meta que se han fijado

es llegar a atender a 75 ollas comunitarias cada 15 días para beneficiar con un menú especial a 36.000 personas durante 3 meses. Para esto, buscan el apoyo necesario, recibiendo donaciones de dinero o alimentos perecederos y no perecederos como cebolla, tomate, papa, yuca, plátano, hierbas, aceite, sal, arroz, frijoles, lentejas, pasta, proteína, frutas, entre otros. Si deseas apoyar a que 75 ollas comunitarias tengan alimentos para atender a 36.000 personas, puedes escribir al correo donaciones@ bancalimentos.org.

miten. Pero siempre se puede hacer más. Además de llegar hasta ellos, por medio de nuestra oración, podemos tener gestos concretos de cercanía: mascarillas, desinfectantes, implementos de aseo, y tantas otras cosas más que hoy necesitan tanto. No les dejemos solos. Pero también hay una oportunidad: es hora de que quienes tienen responsabilidad de gestionar el sistema carcelario en el país revisen todo lo que hay por mejorar: en primer lugar, la mayor humanización del régimen penitenciario (¿Son realmente “resocializadoras” las cárceles tal y como son concebidas y llevadas hoy?); la inversión en infraestructura carcelaria y la implementación de regulaciones que permitan velar por espacios donde no haya hacinamiento como los que hemos podido apreciar ante esta crisis sanitaria; la cada vez más estricta cualificación del personal de guardia y administrativo así como una mayor inversión para profesionales en las áreas psicológicas y espirituales, pues al interno se le debe mirar en su integralidad de persona humana. En estos tiempos de distancia social, rezar y servir a Jesús en nuestros internos e internas nos haga más sensibles, solidarios y humanos.


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Región

Santiago de Cali, Agosto de 2020

Dirección de Reconciliación y Paz en tiempos de cuarentena

La reconstrucción de las vidas y la dignidad de las comunidades es la misión de la Vicaría para la Reconciliación

Por: Vicaría para la Reconciliación y la Paz

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ntes de llegar la pandemia del COVID-19, cuarentena y confinamiento, la Dirección de Reconciliación y Paz de la Arquidiócesis de Cali estaba acompañando de forma integral a las poblaciones más vulnerables de la ciudad de Cali, con un trabajo psicosocial y espiritual orientándolas a una sana convivencia, haciendo de la no violencia un estilo de vida al interior de las familias y en los contextos comunitarios y barriales. Las comunidades donde interviene la Dirección Reconciliación y Paz (Vícaría) presentan varias dificultades, agudizándose en este periodo de crisis de salud, como la pobreza, el desempleo y dificultades de orden social, como los homicidios, los feminicidios, la violencia intrafamiliar y la delincuencia común. La defensa de los Derechos Humanos es una tarea de mayor importancia y más en estos momentos de incertidumbre y desesperanza, por la situacion de alta vulnerabilidad en los territorios, por tanto el equipo que conforma la Dirección, en estos momentos difíciles no ha bajado los brazos, sale a la comunidad a llevar esperanza a las familias, contando con la orientación espiritual y social del director, Padre Jolman Ávila. Mientras muchos medios de comunicación generan pánico y recomiendan el “distanciamiento social”, la Iglesia apuesta al amor

al prójimo y a la solidaridad, promoviendo el distanciamiento físico y manejo de medidas de bioseguridad. El equipo acompaña a muchas familias de Cali, con un enfoque territorial en los barrios del Distrito de Aguablanca y de ladera. Con la entrega de mercados, la gestión de ollas comunitarias y talleres se quiere responder a las necesidades básicas de las comunidades. Además, se realiza acompañamiento psicosocial para todas las personas que hacen parte de los procesos que se desarrollan en la Dirección y necesiten apoyo emocional y psicológico en los momentos de crisis. Una de las estrategias que se ha organizado es un programa radial, llamado “Tardeando entre mujeres” que se transmite los sábados de 3 a 4 p.m. invita a todas las mujeres, los hombres y jóvenes de Cali a aprender e intercambiar. Esta acción corresponde a la necesidad de seguir acompañando el proceso de mujeres auspiciado por Misereor y que pretende empoderar a la ciudadanía para la disminución de las violencias, especialmente contra las mujeres. Durante la pandemia, el equipo se preocupa de manera especial por el aumento de violencia contra las mujeres. El municipio de Santiago de Cali presenta un incremento del 50% en feminicidios con respecto al año 2019. Ante estas violencias, las comunidades donde se desarrolla el proceso, especialmente en los contextos familiares de las participantes, si bien disminuyeron un poco, ellas lograron identificar sus derechos y sus debilidades y fortalezas para transformar las situaciones vividas en el pasado. Desafortunadamente en el tiempo de la pandemia, por

el confinamiento y el estar cerca de los agresores, la falta de trabajo y la poca entrada económica incrementó los casos de violencia intrafamiliar en la ciudad, especialmente en los sectores más vulnerables. Cabe mencionar que esta pandemia, pese a todo, posibilitó proyectar el tema de la violencia intrafamiliar como un aspecto del interés público y lanzar campañas en los medios de comunicación. Aunque es un tema tabú todavía, se logró romper con el silencio de las víctimas. Con estas actividades, la Dirección sigue manifestando su misión: Velar de manera especial por la vida y la dignidad de las personas, promoviendo los Derechos Huma-

nos en la perspectiva de una sociedad más justa e incluyente para lograr el perdón, la reconciliación, la paz y la convivencia armónica. Pese a la pandemia, la Iglesia Católica, a través de la Dirección de Reconciliación, genera espacios donde las víctimas, los victimarios y demás actores del conflicto armado y urbano, puedan encontrar los medios para la reconstrucción de sus vidas, de sus familias, de los vínculos sociales. En este momento la Dirección busca nuevas formas creativas para volver a ofrecer los procesos de formación a las poblaciones más vulnerables y generar en la ciudad una mejor y más sana convivencia.

Obispo Auxiliar de Cali

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6º Aniversario de Ordenación Episcopal Excelentísimo Monseñor

Luis Fernando Rodríguez Velásquez


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Región

Santiago de Cali, Agosto de 2020

La Arquidiócesis de Cali le apuesta a la seguridad alimentaria

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n las casas de encuentro de la Arquidiócesis de Cali se está gestando el proyecto Gallina Feliz, el cual consiste en la capacitación de comunidades, alrededor de la cría de gallinas criollas y la creación de huertas sostenibles. Se ha optado por empezar con el proyecto en las casas de retiro de la arquidiócesis, como herramienta de evangelización, en palabras de Fernando Márquez, Administrador de las Casas de Encuentro, “se busca volver a la época en donde el campo y la productividad eran la base para la evangelización, por parte de los sacerdotes”. El proyecto se ha estado trabajando desde la Diaconía Rural y de la Tierra, teniendo como núcleo la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si, la cual busca el cuidado de la ‘casa común’ a partir de prácticas responsables y sostenibles. Por otro lado, Yeison Alejandro Moncada, encargado de la casa Santa

Madre Laura y ejecutor principal del proyecto, menciona un poco como es el proceso de crianza de las gallinas, el cual consta de cuatro estaciones “primero se encuentra el corral de cría, lugar donde las gallinas calientan lo huevos, pasados 20 días de haber nacido los pollos, se aíslan para que estén un poco más seguro. Un mes después, los pollos se trasladan al corral de comienzo, en donde se selec-

cionan machos y hembras, las hembras se separan en el corral de gallinas ponedoras y los machos se dejan para reproducción o alimentación”. Cabe resaltar que la alimentación del pollo es a base de cuido y maíz, elementos que ayudan al crecimiento del animal sin causarle enfermedades y dejando un producto rico en proteína. El objetivo de este proyecto es lograr una dinámica de capacitación

El cuidado de la Casa Común debe suscitar nuevas prácticas

y evangelización con los distintos grupos que quieran acceder a este proceso pedagógico. “La ventaja del proyecto Gallina Feliz, es que se complementa perfectamente con las huertas sostenibles. Las gallinas ayudan a arar la tierra mientras pican, la huerta se beneficia y se abona sola. Los corrales no generan olor, porque esos mismos residuos van a los cultivos, generando una economía circular, donde se benefician los animales y las personas”. “Replicar este proyecto es posible en pequeños espacios de 100 metros o 200 metros, en los patios de las casas, lo que podría ser una ayuda para miles de familias que carecen de sustento”, concluye Fernando Márquez. La invitación es a que las comunidades repliquen estos proyectos en sus sectores, vengan a la arquidiócesis y aprendan a tener una alimentación alternativa, sana y libre de químicos, más en estos momentos de crisis que se viven, donde podemos articular a la sociedad, alrededor del alimento básico.

La esperanza también es acción concreta Por: Observatorio de Realidades Sociales

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or estos días, en los que la situación se hace cada vez más difícil por cuenta del contagio del COVID-19 y de la afectación que el confinamiento les ha traído a las economías familiares, hay que tener cuidado con la negación de una realidad evidente. La enfermedad, que toca cada vez más puertas, no se puede asumir con el fatalismo que inmoviliza, pero tampoco con una actitud despreocupada, como si nada de esto estuviera pasando, aduciendo que eso de la pandemia «es mentira» o confiándose irresponsablemente en que «soy joven y, por ende, inmune». Lo que tenemos ante nosotros es una gran prueba que requiere de esperanza con acción comunitaria concreta, en el marco de la prudencia y el cuidado colectivo. Porque para tener una idea de la dimensión que se avecina, es necesario profundizar en las cifras que a diario vemos a través de los comunicados oficiales, reconociendo que estos no transparentan el drama familiar que existe detrás de cada cifra.

Ni fatalistas ni despreocupados

Algunos de los dramas más visibles están relacionados con las barreras y tiempos extendidos que enfrentan las personas al solicitar atención en el sistema de salud; o con la imposibilidad de visitar a quienes se enferman o de despedir a quienes van al vecindario de Dios.

Lo anterior acompañado de una angustia permanente por el acceso al alimento, la estabilidad laboral, por el ingreso económico que se dejó de recibir o por las deudas que aún no atienden el llamado de gracia. En concordancia, este desafío que nos ha llegado y que nos conti-

nuará afectando por un periodo relativamente largo, requiere que la Iglesia particular de Cali se active propositivamente, dando ejemplo según nos lo exige el momento. Para ello proponemos pensar en nuestro entorno comunitario los siguientes puntos: 1. ¿Cómo promover otros ritmos y tiempos en miras a una cultura de nueva normalidad, centrada en el cuidado? 2. ¿Cómo preparar a la sociedad caleña y vallecaucana para el duelo colectivo y en condiciones especiales? 3. ¿Cómo mantener viva la esperanza y promover la alegría del evangelio? 4. ¿Cómo abrir el horizonte a una sociedad que aún no dimensiona las graves consecuencias y va a un cuello de botella asociado a la salud, la economía y la inestabilidad institucional? 5. ¿Cómo potenciamos la relación con lo rural, volviendo al cuidado de la tierra y la producción de alimentos? 6. ¿Cómo aprovechamos la asistencia para generar proceso, gestión de lo comunitario y economías solidarias? 7. ¿Cómo potenciamos la Pastoral de la Salud, promoviendo prácticas de salud integrales?


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“Jóvenes auténticamente cristianos, conscientes de nuestros problemas y los de la juventud”

Durante la actual pandemia, la tecnología continúa generando nuevos espacios pastorales en los jóvenes

Por: Jaime David Alvarado Céspedes Estudiante de Filosofía, UNICATÓLICA Equipo base de Pastoral Juvenil.

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uanto traigo a mi cabeza este fragmento de la oración del líder escrita por Pafer, un apóstol de la juventud, no puedo evitar pensar en lo vigente que es, precisamente porque los problemas propios y los de la juventud son, en otras palabras los problemas del mundo. Estamos en medio de una cuarentena obligatoria que nos exige como discípulos misioneros, ser testigos del amor y la misericordia, hacer de cada momento de la vida, un momento de oración que dé cuenta de nuestra cercanía y confianza en Dios. Desde el inicio de este tiempo comenzamos a experimentar una especie de revolución de la tecnología y la fe. Horas santas, rosarios, coronillas de la misericordia, charlas de formación, consejería, eucaristías, etc. Toda la Iglesia volcada al acompañamiento de la humanidad a través de las redes sociales. Vencimos el miedo a la tecnología y a la

juventud que tantas veces fue excusa para anquilosar la actividad pastoral y nos lanzamos de manera decida al mar de la tecnología para llevar esa palabra de Dios a todo lado, “a tiempo y a destiempo” y claro, el resultado es que todos nos volvimos discípulos de la esperanza para el mundo entero. De repente, incluso los Santos de lo cotidiano, esos que quizá no creen, o creen de forma diferente en Dios, demostraron que su corazón arde por la humanidad. Ellos, hoy por hoy son los héroes que están cargando en su espalda con esta difícil situación. Y si ellos que son apóstoles por la mera semilla del verbo regada sobre el mundo ¿cómo nosotros podíamos quedarnos atrás? Para nosotros como creyentes tampoco es sencillo mantener el buen ánimo, en estos tiempos de crisis generalizada hemos visto florecer una nueva fuerza evangelizadora, una que no teme meterse en las periferias existenciales y tecnológicas, ir a donde antes no se atrevía, brindar una palabra de aliento para el pobre, para quien no cree, para el diferente, para aquel que lo necesite. Ciertamente estamos de frente a una nueva necesidad, a una nueva forma de hacer la pastoral y para ello debemos recordar que toda acción pastoral nace de la cerca-

nía con Dios. La espontaneidad del hombre de oración está directamente relacionada con su cercanía con Dios, entre más estrecha es esta, más necesidad de orar y de estar para quienes lo necesitan. En pocas palabras, más dejamos arder el fuego del Espíritu que nos mueve a ser testimonio para el mundo entero. Desde la pastoral juvenil queremos agradecer a movimientos como la Renovación Católica Carismática (R.C.C), Revolución Juvenil, Encuentros de Promoción Juvenil (E.P.J), MATAÜA campos de verano, Escuela de Líderes Arquidiocesana de Cali, al proyecto Betania y todos los grupos juveniles y

proyectos que en este tiempo de cuarentena han creado espacios de reflexión y acompañamiento para los jóvenes de la iglesia de Cali y han participado en los propuestos por nosotros. Sin duda juntos construiremos la civilización del amor. Es necesario también recordar que todas nuestras redes sociales y equipo de trabajo están dispuestos para apoyar iniciativas y necesidades de todos los actores que trabajan por la juventud de Cali. ¡Estamos juntos en esto! Y como solía decir nuestro hermano Pbro. Oscar Henao, ex delegado de la pastoral juvenil “¡ánimo que se puede!”

ORACIÓN POR UN ENFERMO A SAN EZEQUIEL MORENO Fuente: ACIPrensa

Cristo, que por nosotros has abrazado la Cruz: danos la gracia de ver reflejado tu rostro en… (mencione el nombre del enfermo/a), que sufre la enfermedad (del cáncer, …). Dale paciencia en dolor y fortaleza en la fe. Que se sienta consolado por Ti y acompañado por su familia y amigos. Que san Ezequiel lo tome bajo su especial protección. Amén.


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Agosto de 2020

Nuevos ministros ordenados para el servicio de la Iglesia arquidiocesana

Presbítero Juan Camilo Romero Álzate Nació en Manizales el 26 de septiembre de 1981, hijo de Henry Romero Villar (Q.E.P.D) y Luz Dary Alzate Aránzazu.

Presbítero Edward Acevedo Ospina Nació el 01 de julio de 1990 en la ciudad de Buga. Hijo mayor de Héctor Fabio Acevedo Monedero y Martha Lucía Ospina Giraldo.

Presbítero Carlos Alberto Usma Giraldo Nació en Montenegro Quindío el 29 abril 1991; hijo de Luis Eduardo Usma y Luz María Giraldo y hermano mayor de Juan Pablo Usma Giraldo.

Diácono Juan Manuel Barreto Rodríguez Nació en Bogotá el 8 de enero de 1976. Hijo de María Betty y Juan Guillermo, hermano de Juanita, Julián y Diana.

Diácono Antonio José Cristancho Cardona Nació el 5 de mayo de 1980, en Roldanillo, Valle. Hijo de Jose Antonio y Patricia Eugenia; hermano mayor de David Andrés, Viviana y Fabio Alonso.

“La Misa atropellada” San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia.

Diácono Alexander Gómez Rosero Nació el 19 junio de 1988 en Santander de Quilichao, Cauca. Hijo de Reynerio Gómez Valencia y María Rosero Gomez. Tiene dos hermanos, Elver y Laura.

ueridos ordenandos. La alegría nos embarga en esta Iglesia arquidiocesana de Cali, al compartir con ustedes su ordenación diaconal y presbiteral. Son días tan esperados, tan soñados y llenos de tanta ilusión. Ustedes, sus familias, sus amigos y este presbiterio a una voz decimos: Gracias sean dadas al Dios de la vida, que los ha llamado en esta vocación tan especial. La celebración de la Santa Misa deberá ser el centro y el tesoro de su ministerio. Comparto con ustedes unos consejos de San Alfonso a los nuevos presbíteros sobre su celebración. Ojalá estén siempre en sus mentes y en sus corazones. Así, cada día

celebrarán con esmero, con dedicación y plenos en ese sacramento de Amor. 1. Del gran amor del sacerdote por la Eucaristía • La Misa es el más sublime de sus oficios. No hay en el mundo acción más santa que celebrar la Santa Misa. • Es un honor infinito atribuido a Dios. Todos los sacrificios de la ley antigua, con los que tan honrado fue Dios, no son ni la sombra del sacrificio de la Santa Misa. • La Misa es la mayor gracia que Dios ha hecho a los hombres. Así dice Santo Tomás, casi todos los sacramentos tienen su cima en la Eucaristía. Y San Buenaventura dice: la Eucaristía es la obra en la que Dios pone ante nuestros ojos todo el amor que nos ha tenido y es como el compendio de todos los bienes que nos ha dispensado. • S. Agustín: “Oh venerable dignidad de los sacerdotes, en cuyas manos se encarna el Hijo de Dios como en el seno de la Virgen Madre”. 2. De lo que ha de hacer el

Diácono Charles Jamith Tobar Soto Nació el 29 de Septiembre de 1988 en la Ciudad de Cali. Hijo de Yolanda Soto Jurado y James Tovar Álvarez. Es el segundo hijo de tres hermanos.

Diácono Jamith DiáconoCharles Permanente Tobar Soto Mardoqueo Nació el 29 deLópez SeptiemQuevedo bre de 1988 en la Ciudad Nació el 28 de octubre de 1969 Cali. Hijo de Yolanda en Timana, HuiSoto Jurado y James Tovar la, hijo de Bruno Quevedo Álvarez. Es el ysegundo Vargas (Q.E.P.D.) Barbara hijo tres hermanos. Rosade López de Quevedo.

Diácono Permanente John Faustino Ravelo Rodríguez Nació el 22 de febrero de 1962 en Socorro, Santander, casado con Clara Elcy Chaparro Sáchica, padre de Oscar Julián y Sergio Alberto.

Presbítero Jaime Orlando Matabajoy Nació el 6 de febrero de 1993. Hijo de Martha Cecilia y Rigoberto. Es el menor de sus hermanos, Nelson y Luz Dary.

Por: Pbro. José Over Gallego Londoño Delegado Arzobispal para Comunicaciones

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sacerdote antes de celebrar la Santa Misa. • Antes, durante y después de la Misa. Prepararse, proceder con reverencia y dar gracias. • “A Dios voy a Consagrar, voy a tenerlo en mis manos, voy a llevarlo al Corazón, voy a llevarle en mi pecho”. 3.Tener una grande reverencia durante la celebración de la Santa Misa. • Cuidado y esmero en las rúbricas, en los gestos. Ellos deben invitar a la oración y a la alabanza. No pueden ser motivo de burla y distracción • El sínodo de Spadatro dijo: “muchos sacerdotes no se esfuerzan en celebrar bien, sino en despachar la Misa; no en ejercitar un acto de piedad, sino en sostener un modo de vivir, así la celebración no es un acto de religión sino un modo de vivir, un tráfico y un negocio lucrativo”. • Cómo edifica una respetuosa y amorosa celebración de la Santa Misa. En consecuencia, queridos sacerdotes, procuren celebrar como se debe, que merezcan la aprobación de Dios. Consideremos la grande obra que vamos a celebrar cuando nos dirigimos al altar y el gran tesoro de méritos que adquirimos cuando celebramos devotamente. “¡Cuánto bien da al sacerdote y a los fieles una Misa celebrada devotamente!” Queridos presbíteros y diáconos, buen tiempo y buena mar. La Iglesia les acoge y les abraza y nuestros fieles están urgidos de buenos y santos ministros. Ábranse a la gracia, permitan que el Espíritu les guíe, sean dóciles a sus enseñanzas y comprometidos con su vocación.

Diácono Diego Alejandro Hernández Paredes Nació el 10 de mayo de 1995, es el mayor de sus hermanos, Tatiana, David Camilo y Mariana; hijo de Ángela María y Jhon Alexander.

Diácono Víctor Andrés Torres Giraldo Nació el 24 de agosto de 1993 en Cali. Hijo único de Víctor Hugo Torres y Maryaime Giraldo.

Diácono Yubeimar Soto Villegas Nació el 18 de octubre de 1991 en Marinilla, Antioquía. Hijo de Jaime de Jesús Soto Gallego y Luz Miriam Villegas Zuluaga. Es el tercero de cinco hermanos.


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Lo que celebramos

“El Pentecostés del Sacramento del Orden” Por: †Darío de Jesús Monsalve M. Arzobispo de Cali

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es hablo en el contexto de una pandemia global, generalizada, bajo cuya tiranía y zozobra vivimos. Nos sobreponemos al aislamiento impuesto, al tapabocas y a los protocolos que reducen y nos arrebatan la expresión interhumana y la fuerza del cuerpo humano y del Cuerpo eclesial. Estamos matriculados en la “escuela de la humildad”, no ya como discípulos que la aprendemos de Jesús Maestro, sino como ley biológica obligante, surgida del misterioso momento que doblega todas nuestras diferencias y nos sitúa a todos como especie amenazada y en decrecimiento, como indefensa y vulnerable humanidad que carecía del orden solidario, justo y fraterno, propio de una “Humana Communitas”. Como Iglesia y porción de la humanidad creyente en Dios, en el Dios de Jesucristo y Dios Nuestro, la experiencia del covid-19 somete a prueba y a revisión profunda la consistencia y coherencia de nuestra fe. De modo especial, cuestiona la incidencia real de los creyentes en la configuración de una humanidad con sentido de trascendencia y de encarnación de Dios, con consciencia de unidad en la diversidad y en la adversidad, con estructuras de solidaridad y de inclusión, con cuidado del débil y cuidado de la tierra, con ilusión de futuro y participación de todos en su construcción. Cada uno de ustedes, como yo mismo, puede contextualizar este momento excepcional e histórico de su existencia. Pueden también asimilar las realidades, los desafíos y aprendizajes, las dudas y certezas, los temores y las heridas que le van dejando esta pandemia y estos días, en los que se mezclan sus expectativas del proceso formativo con situaciones puntuales en lo personal, lo familiar y lo colectivo. Obligados a la humildad y al decrecimiento, e interpelados sobre nuestra identidad e incidencia, acojamos hoy, aquí y ahora, el significado y el compromiso de ser llamados a las sagradas órdenes del Diaconado y del Presbiterado, en el seno de la Iglesia Particular de Cali. En estos signos de los tiempos y en el discernimiento de la presencia, la acción salvífica y el designio de Dios, aplicados a la “vocación personal”, a la vocación ministerial y a la respuesta dialogal de cada uno con El Señor, acojamos el Ministerio del Espíritu Santo en este Pentecostés de la sagrada ordenación.

“ Subió al monte y llamó a los que él quiso” Marcos 3, 13

La Palabra que los ha congregado en la escucha de estos días, pueda suscitar hoy un sí honrado y comprometido, como lo haremos en la Santa Misa de profesión de fe y firma juramentada de las obligaciones asumidas. Ella ha hecho parte de este Ministerio del Espíritu Santo al que me refiero, y que ejercerá El Obispo, sucesor de los Apóstoles en la Iglesia Particular, y al que se acogerá cada uno como relación vital y esponsal, como estilo y estado de vida, como servicio apostólico en la comunidad y para la misión eclesial en el mundo. ¿Cuál es este “ministerio del Espíritu Santo”, esta obra que configura con Cristo Jesús, que reproduce a Jesús en sus discípulos apostólicos y, para ello, transmite los dones específicos a cada orden y ministerio? El Catecismo de la Iglesia nos trae una preciosa síntesis doctrinal del sacramento del orden (#s. del 1536 al 1589), que, seguramente ustedes, queridos próximos ordenandos deben tener muy presente en estos tiempos previos y como referencia permanente. Pero volvamos a la fuente, que no es otra sino la PERSONA de Cristo y El Cuerpo místico de Cristo (“in persona Christi Capitis” et “in nomine totius Ecclesiae”), Cristo Cabeza y Cuerpo, el ICTUS (Jesús Cristo Dios Unigénito y Salvador). Que sea Él, como lo percibió la Iglesia primitiva, quién nos lo diga, a través del Evangelio de Mateo. Todo el capítulo 10 es la Carta Fundamental del Ministerio Apostólico para todo tiempo y realidad. Recomiendo sea leído, meditado, orado, contemplado y traducido como plan para la propia vida (lectio, meditatio, oratio, contemplatio, actio: lectio divina). Pero, en especial, me referiré a los versículos 37-42. “El que AMA a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí. El que ama a su hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

El que los recibe a ustedes, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibirá igual recompensa que el profeta; y el que recibe a un justo, porque es justo, recibirá igual recompensa que el justo. De cierto les digo que cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos, aunque sea un vaso de agua fría, por tratarse de un discípulo, no perderá su recompensa”. Quisiera ver en la sencillez de estas palabras del Maestro, Enviado que nos envía como sus apóstoles y discípulos, nuestro ser y misión. El Espíritu Santo ha de llevar a cabo en nosotros la obra que Dios mismo ha comenzado. 1. La transformación y reordenamiento de nuestros afectos, haciendo posible la capitalidad de Cristo, la paternidad del Padre y la esponsalidad de la Iglesia. La identidad e intimidad de cada uno, requerirá esta liberación interior y existencial del yo, de los afectos, de las cosas, de los sentimientos y resentimientos, de la comodidad e instalación. Pero, en términos positivos, requerirá esta configuración creciente, esta madurez humana, afectiva, del ejercicio de libertad y capacidad de responsabilidad, que se unen en ser cabeza, “padre” y esposo. 2. La superación del instinto de conservación: la vida se gana dándola, perdiéndola en la identificación de sacrificio con Cristo. Esto es mi Cuerpo. Este es el cáliz de mi Sangre. Y requerirá, entonces, una expropiación de sí mismo, un negarse a sí mismo, un decir “quién no soy” como el Bautista, para que sean los frutos los que digan quiénes somos. El Espíritu Santo forjará en cada uno el espíritu y la acción cuádruple: *Del sacerdote o signo personal de Cristo y del Padre; *Del profeta que encarna a Dios como protesta, no como evasión o legitimación de los poderes que abusan y dañan; *Del justo, que testifica y “se ajusta” a lo que Dios quiere del hombre:

“practicar el derecho, amar la misericordia y andar humildemente con tu Dios” (Miqueas 6,8). *De quien encarna y suscita la caridad, el dar y compartir de quien escucha el clamor y la sed del pobre y de la tierra, de la mujer samaritana y del Crucificado que piden darles de beber. Dejo estos trazos en su corazón y en sus mentes, con el ánimo del obispo que, como dice el Catecismo, “los considera como sus colaboradores, sus hijos, sus hermanos y sus amigos y que, a su vez, ellos le deben amor y obediencia” (#1567). “Este mes de agosto 2020 será recordado en la historia de la Arquidiócesis de Cali como un verdadero Pentecostés, “el Pentecostés del Sacramento del Orden”. A causa de las restricciones por la pandemia, la continuidad de la vida eclesial es más necesaria aún para la salud de los fieles y de la sociedad. Unos y otros encuentran, en sus comunidades parroquiales, un espacio de alivio, de iluminación y de bendición, con la gracia y el poder de Dios, ante la amenaza de la enfermedad y el riesgo de la muerte; pero, sobre todo, una escuela de solidaridad y de unidad para la autoprotección colectiva en los territorios. Para evitar la movilización y las aglomeraciones y facilitar la participación de las familias y de los más cercanos a los queridos diáconos que serán ordenados presbíteros, y a los queridos seminaristas y laicos que serán ordenados diáconos permanentes y transitorios, los obispos ordenantes, el arzobispo y los dos obispos auxiliares, nos desplazaremos hasta las parroquias de los ordenandos. Sea esta efusión del Espíritu Santo, con la imposición de manos y la oración de consagración, hechas por el Obispo, un inolvidable momento de alegría y esperanza para todos. A las familias que, con la entrega de sus hijos lo dan todo al Señor y a la Iglesia, les llegue nuestro abrazo cálido y nuestra gratitud perenne como familia eclesial católica. A los párrocos y feligreses les agradecemos su acogida y compañía paternal y comunitaria a estos nuevos ministros del Pueblo de Dios. El Espíritu Santo y la Santísima Virgen María, transformada al dar su FIAT, el sí de su corazón, en “sierva del Señor y servidora de la Iglesia y de la humanidad”, acompañen cada día a estos “otros Jesús”, “otros Cristos”, que en este mes serán ungidos. A ellos la Iglesia les dice, como el Ángel a María: “el Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su Sombra”. ¡Sean todos Pastores con Espíritu! Amén.


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Lo que celebramos

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Mensaje de los obispos católicos al pueblo colombiano Para superar todas las pandemias: Esperanza, compromiso y unidad Por: Conferencia Episcopal de Colombia

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odos conservamos en nuestra memoria las palabras del Papa Francisco cuando, dirigiéndose a la humanidad entera, nos invitaba a tomar conciencia de que la pandemia del coronavirus desenmascara nuestra vulnerabilidad y descubre las falsas seguridades sobre las que hemos construido nuestra vida personal y social. Nos decía el Santo Padre que la pandemia nos lleva a darnos cuenta de que no hemos despertado ante las guerras e injusticias, que no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta, que queremos mantenernos sanos en un mundo que está enfermo. En nuestro país, el coronavirus nos tiene que llevar a ponernos de frente a las “pandemias” que nos están destruyendo desde hace mucho tiempo, a las problemáticas que no hemos podido resolver y a los grandes y graves males que no nos permiten avanzar como nación y construir el bien para todos. Algunas de estas “pandemias históricas” se han acentuado duramente en este tiempo: la ya profunda brecha social, la pobreza, el desempleo, la marginación y la falta de oportunidades para las comunidades más vulnerables, las deficiencias estructurales de los servicios de salud y de educación, la corrupción tanto pública como privada, el narcotráfico y el microtráfico, el asesinato de líderes sociales y todos los atentados contra la vida y la dignidad humanas, los actos contra la naturaleza y la infraestructura y, sobre todo, la guerra, la violencia y la muerte en sus diversas formas y expresiones. Sabemos que el mundo no va a ser el mismo después de esta pandemia del coronavirus. Puede ser peor o mejor. Y está en manos de todos abrir paso a los cambios que necesitamos para que sea mejor, para preparar hoy el mañana, lo cual nos exige asumir -individual y comunitariamente- el compromiso que nos corresponde en esta hora de la historia. Los obispos católicos de Colombia, animados por la Palabra de Dios que nos pide dar razón de nuestra esperanza (1Pe 3,15), nos hemos reunido virtualmente para reflexionar sobre este panorama del país en medio de la crisis de la pandemia y sobre los desafíos que debemos

Obispos ofrecen 9 puntos que servirán como desafíos para superar todo tipo de pandemias desde la esperanza

asumir para superar ésta y las demás pandemias que nos afectan. Creemos en la posibilidad de transformar este momento difícil y complejo en la oportunidad de construir algo nuevo y mejor para todos. Para ello, es necesario que: 1. Demos el paso hacia la fe en Dios: su amor compasivo y misericordioso ilumina nuestras oscuridades presentes y nos da la fortaleza espiritual para avanzar en medio de las dificultades. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere. 2. Demos el paso hacia la esperanza: en efecto, lo que estamos viviendo no es una fatalidad irreversible, sino la posibilidad de forjar transformaciones para un mejor futuro. 3. Demos el paso hacia la unidad: la gravedad del momento no tolera egoísmos y polarizaciones, ni búsquedas mezquinas e intereses individuales. Valoremos los esfuerzos del Presidente de la República, de los gobernantes regionales y locales, de los militares y policías, y de los demás servidores públicos para conducir el país en este momento, y comprometámonos seriamente todos en un proyecto común de nación. 4. Demos el paso hacia la solidaridad: éste es uno de los mayores desafíos de esta hora. Si la pandemia nos pide un distanciamiento físico, al mismo tiempo nos reclama la mayor cercanía de interés y de ayuda efectiva ante las necesidades que viven los demás. 5. Demos el paso hacia la equidad: es tiempo de revisar y transformar las profundas brechas en la sociedad colombiana, de eliminar las desigualdades, de reparar las injusticias y de poner en marcha iniciativas para que

todos puedan acceder a los bienes básicos para una vida digna. 6. Demos el paso hacia la reconciliación y la paz: tenemos que avanzar en el arduo pero gratificante camino del diálogo para lograr que cese la violencia irracional que se ha ensañado contra el país, conscientes de que no podemos tener un bienestar integral si no tenemos paz. Sigamos clamando por una salida pacífica del conflicto armado. 7. Demos el paso hacia la ética y el bien común: es necesario dejar atrás esa que hemos llamado “la cultura de la ilegalidad”, la mentira y el engaño, las prácticas tramposas y delictivas, y particularmente la corrupción que es un escándalo en este tiempo porque desvía los recursos destinados a los más vulnerables a causas particulares. Abramos paso a la verdad y a la honestidad. 8. Demos el paso hacia la familia: es hora de fortalecer y acompañar a las familias con valores, criterios, itinerarios de formación y una espiritualidad que les permitan crecer en el respeto y amor mutuos, en la capacidad de resolver sus conflictos y de permanecer unidos en el esfuerzo de construir una vida digna. 9. Demos el paso hacia el cuidado de la casa común: es necesario reconocer que existe un vínculo profundo entre la crisis que vivimos y el abuso irresponsable de los bienes de la creación, como está sucediendo con la deforestación de grandes extensiones de tierra en nuestras selvas o con las actividades extractivistas sin ninguna consideración con el medio ambiente. Nos hemos de reencontrar con nuestras responsabilidades para ser custodios y administradores de los bienes de la creación, por el bien

de todos, y para lograr un desarrollo sostenible e integral. Los obispos de la Iglesia católica queremos poner este mensaje de esperanza en el corazón de cada colombiano. Confiados en el Señor que, como buen Pastor, aunque caminemos por sendas oscuras, va con nosotros, nos conduce hacia fuentes tranquilas y repara nuestras fuerzas (cfr. Sal 22), le damos gracias por quienes, de tantas formas, están donando ejemplarmente su propia vida para ayudar a los demás en las familias, en los centros hospitalarios, en las instituciones educativas, en el sector agropecuario y en tantos otros ámbitos de la vida económica y social. También le damos gracias por los sacerdotes, religiosos y fieles laicos que siguen dando testimonio de su fe y continúan sirviendo generosamente en la tarea pastoral. Le pedimos por los enfermos, por quienes han fallecido y por sus seres queridos. Especialmente hoy cuando celebramos la fiesta de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, Reina y Patrona de Colombia, invocamos su protección sobre todos los colombianos. Original firmado + Óscar Urbina Ortega Arzobispo de Villavicencio Presidente de la Conferencia Episcopal + Ricardo Tobón Restrepo Arzobispo de Medellín Vicepresidente de la Conferencia Episcopal + Elkin Fernando Álvarez Botero Obispo Auxiliar de Medellín Secretario General de la Conferencia Episcopal Bogotá, 9 de julio de 2020


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Lo que celebramos

Ordenaciones diaconales y sacerdotales Por: Germán Martínez Rodas Vicario Episcopal de Educación

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n nuestra Arquidiócesis, el pasado 20 de junio, en la Parroquia Cristo Maestro, a puerta cerrada, dadas las condiciones que vivimos todavía, Monseñor Darío de Jesús Monsalve M., ordenó cinco diáconos pertenecientes al Instituto Misionero de la Consolata (Congregación religiosa fundada por el sacerdote italiano José Allamano en 1901en Turín, presentes en más de 26 países y en Colombia hace ya 73 años). Cuatro de ellos son africanos y uno de México, terminaron sus estudios en nuestro Seminario Mayor San Pedro; han sido destinados a varias parroquias para la experiencia pastoral propia de los diáconos: el servicio, la ayuda a los sacerdotes presidiendo bautismos, matrimonios, exequias, el acompañamiento de grupos y comunidades eclesiales, una sincera felicitación para estos jóvenes de otras latitudes que han sabido “insertarse” en nuestra cultura.

Oremos por los diáconos y presbíteros que sirven a nuestra Iglesia particular

Y para este mes de agosto, cada sábado (1, 8, 15, 22 y 29), tendremos la alegría de participar en varias ordenaciones diaconales y sacerdotales de jóvenes pertenecientes a nuestra Arquidiócesis de Cali. El número 1544 del Catecismo nos ofrece la enseñanza teológica del sacramento del Orden: “Todas las prefiguraciones del sacerdocio de la Antigua Alianza encuentran su cumplimiento en Cristo Jesús, único mediador entre

Dios y los hombres. Melquisedec “sacerdote del Altísimo”, es considerado por la Tradición cristina como una prefiguración del sacerdocio de Cristo, único “Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec”, santo, inocente, inmaculado, que, “mediante una sola oblación ha llevado a la perfección para siempre a los santificados”, es decir, mediante el único sacrificio de la Cruz”. Es impresionante esa afirmación

porque según la Ley de Moisés, solamente los miembros de la tribu de Leví podían acceder al sacerdocio. Jesús pertenecía a la tribu de Judá y, por tanto, según la Ley no era sacerdote. Durante toda su vida Jesús no pretendió ejercer ninguna función sacerdotal; su ministerio fue del género profético y sapiencial, no sacerdotal. Será la Carta a los Hebreos la que proclame que Cristo es sacerdote, es más, Sumo Sacerdote, el verdadero y el único Sumo Sacerdote. El autor de dicha Carta descubrió en el Salmo 110 (109) el aspecto sacerdotal del misterio de Cristo, basado no ya en la “separación”, sino en la “fidelidad, la compasión (metriopathein, dice en griego esa carta, significa estar en el centro de la pasión humana, llevar realmente con los demás sus sufrimientos) y la misericordia. En otra ocasión podré desarrollar ese mensaje profundo de la Carta a los Hebreos. Por ahora los invito a orar por los nuevos diáconos y presbíteros, que de manos del Arzobispo y de los Obispos Auxiliares recibirán este sacramento para el servicio de los fieles.

Actualidad

El Papa a los jóvenes: cumplan “hoy” un gesto de ternura hacia los ancianos Por: Vatican News

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sen “la fantasía del amor” para estar cerca de sus abuelos, de los ancianos: fue el pedido que les hizo el Papa a los jóvenes el pasado domingo 26 de julio a la hora del Ángelus, en la memoria de los Santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. Es importante - subrayó el Santo Padre - la unión y la conexión con las raíces, pues, “un árbol separado de sus raíces no crece, no da flores ni frutos”. “Lo que el árbol tiene de florido - recordó - vive de lo que tiene sepultado”. En el día en que la Iglesia recordó a San Joaquín y Santa Ana, padres de María, abuelos de Jesús, el Papa Francisco tuvo palabras especiales dirigidas a los jóvenes, durante los saludos tras la oración mariana del Ángelus. A ellos los invitó a cumplir un gesto de ternura para con

¡Queridos jóvenes, cada uno de estos ancianos es su abuelo! ¡No los dejen solos!

los ancianos, a no dejarlos solos, a utilizar la “fantasía del amor” para estar cerca de ellos pues, ellos son sus raíces, y, un árbol sin raíces “no crece, no da flores ni frutos”. Citando– como hiciera en otras oportunidades – palabras de un poema de Francisco Luis Bernárdez, les recordó: “lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado”. Estas sus palabras: En memoria de los santos Joa-

quín y Ana, los “abuelos” de Jesús, quisiera invitar a los jóvenes a que hagan un gesto de ternura hacia los ancianos, especialmente los que están más solos, en casas y residencias, aquellos que no han visto a sus seres queridos durante muchos meses. ¡Queridos jóvenes, cada uno de estos ancianos es su abuelo! ¡No los dejen solos! Usen la fantasía del amor, hagan llamadas telefónicas, videollamadas, envíen mensajes,

escúchenlos y, donde sea posible en cumplimiento de las normas de salud, también visítenlos. Envíenles un abrazo. Son sus raíces. Un árbol separado de sus raíces no crece, no da flores ni frutos. Por eso es importante la unión y la conexión con sus raíces. “Lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado”, dice un poeta de mi Patria. Por eso los invito a dar un gran aplauso a nuestros abuelos, ¡a todos!


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Amor Esponsal

Santiago de Cali, Agosto de 2020

Sacramento del matrimonio Itinerario Catecumenal

En la persona de Jesucristo y su obra son la imagen del primer amor

Por: Vicaria para la Familia y la Cultura

crucial. Las recriminaciones y las quejas hicieron su aparición. En vez de vivir la diferencia como algo complementario y positivo, se convirtió en motivo de opresión y explotación. En la persona de Jesucristo y en su obra, empezamos a ver la restauración de la unidad del origen y del primer amor entre los

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echos el uno para el otro No es bueno que el hombre este solo, voy a hacerle una ayuda adecuada (Gn 2, 18) En el artículo pasado sobre este hermoso recorrido de catecumenado matrimonial comprendimos que el hombre y la mujer fueron creados por y para el amor. Hoy trataremos de descubrir cómo esta pareja en medio de sus diferencias está hecha el uno para el otro. No es bueno que el hombre este solo Al ver Dios a Adán solo, varón sin hembra, su juicio es claro: “eso no es bueno”. Es la primera y única cosa que Dios destaca como necesitada de perfección en una creación en todo lo demás perfecta y buena. Ya la ciencia nos ha dicho que los seres humanos somos sociables por naturaleza, no fuimos diseñados para vivir solos, aislados o relegados sino para compartir la vida con otros rechazando el egoísmo y las conductas individualistas. La mujer como ayuda idónea Lejos de una lectura machista en la creación de Adán y Eva, podemos evidenciar que la mujer no es representada como algo inferior, sino que, muy al contrario, es considerada “ayuda idónea” (Gén. 2,18). La “Ayuda” no refiere una mera asistencia en la realización de una tarea que podría hacerse sin ella, sino que supone compensar lo que le falte

sexos. Jesús eleva y señala esa igualdad entre hombre y mujer por ser ambos portadores de la imagen divina, pues así se refleja en el mandato de la creación, redimiendo y dando nuevo significado a los distintos papeles, y ello tanto en lo concerniente al liderazgo como a la subordinación complementaria.

ORACIÓN POR LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN Fuente: ACIPrensa de fuerza. La mujer entraña esa ayuda tan particular y especial, ayuda idónea y fuerte. El hombre y la mujer no pueden cumplir la tarea divina en el mundo sino se hacen una sola carne. Diferentes pero complementarios En el relato de Génesis 2, en el que se le quita al hombre una parte de su anatomía para crear a la mujer, la idea que se transmite es la de complementariedad. La primera parte no está completa hasta unirse con la otra. Varón y hembra son lo distinto pero complementario. Son por ello como dos piezas de un rompecabezas que encajan siendo diferentes, contribuyendo, sin embargo, a crear una totalidad perfecta. Cada sexo está capacitado para asumir distintas responsabilidades dentro de un “gran diseño” que por naturaleza, no por capricho religioso como algunos dicen, responde al llamado de la complementariedad. Pérdida y restauración de la unidad A partir de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, la unidad entre hombre y mujer sufrió un cambio

Alégrate y gózate Hija de Jerusalén mira a tu Rey que viene a ti, humilde, a darte tu parte en su victoria. Eres la primera de los redimidos porque fuiste la adelantada de la fe. Hoy, tu Hijo, te viene a buscar, Virgen y Madre: “Ven amada mía”,te pondré sobre mi trono, prendado está el Rey de tu belleza. Te quiero junto a mí para consumar mi obra salvadora, ya tienes preparada tu “casa” donde voy a celebrar las Bodas del Cordero: • Templo del Espíritu Santo • Arca de la nueva alianza • Horno de barro, con pan a punto de mil sabores. Mujer vestida de sol, tu das a luz al Salvador que empuja hacia el nuevo nacimiento Dichosa tú que has creído, porque lo que se te ha dicho de parte del Señor, en ti ya se ha cumplido. María Asunta, signo de esperanza y de consuelo, de humanidad nueva y redimida, danos de tu Hijo ser como tú llenas del Espíritu Santo, para ser fieles a la Palabra que nos llama a ser, también como tú, sacramentos del Reino. Hoy, tu sí, María, tu fiat, se encuentra con el sí de Dios a su criatura en la realización de su alianza, en el abrazo de un solo sí. Amén.


Santiago de Cali, Agosto de 2020

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Educación

20 de julio: 210 años de orgullo colombiano

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uién no se ha estremecido al escuchar las letras del bambuco Soy colombiano: “¡Ay!, qué orgulloso me siento de ser un buen colombiano”, bendita inspiración del maestro tolimense Rafael Godoy Lozano, quien en 1960 dio vida al que sería el segundo himno popular de Colombia. Al conmemorar 210 años de la proclamación de la independencia nacional, evocamos el primer hito de nuestra historia con la emancipación colombiana que abrió las puertas hacia la libertad, bajo al mando del general Simón Bolívar, y también algunos acontecimientos y personajes que han dejado huella en el terreno artístico, musical, deportivo y científico durante este largo recorrido. Las letras y el arte colombiano La narrativa colombiana se ha destacado en América Latina desde el siglo XIX, y son varios los escritores que hacen parte de esta importante lista encabezada por Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, con su obra cumbre Cien años de soledad; Candelario Obeso, precursor de la poesía negra americana, autor de Cantos populares de mi tierra; Rafael Pombo, con su célebre obra Rinrín renacuajo; José Eustacio Rivera, padre de la gran novela de época La vorágine y Jorge Isaacs, quien inmortalizó un clásico de la literatura colombiana con su obra María. A esta lista se suman Tomás Carrasquilla, José Asunción Silva, Álvaro Mutis, Fernando Vallejo, William Ospina y Héctor Abad Faciolince. En la pintura también se destaca un importante ramillete de artistas, entre ellos Andrés de Santa María; Guillermo Wiedemann; Enrique Grau; Alejandro Obregón; Juan Antonio Roda; Omar Rayo; Armando Villegas; David Manzur; Devora Arango; María de la Paz Jaramillo; Hernando Tejada; Luis Caballero; Darío Morales; Carlos Jacanamijo y el maestro Fernando Botero, cuyas obras son reconocidas en todos los rincones del mundo. “La tierra de los mil ritmos” Cuando escuchamos la música de la “tierra de los mil ritmos”, evocamos nuestra esencia y diversidad cultural. Cientos de cantantes y músicos han tejido la historia musical de nuestro país en el género popular, la guasca, la cumbia, el pop, el rock, la champeta, el vallenato y la salsa,

210 años de riqueza cultural

entre otros tantos, perola lista es larga. Empecemos por recordar al dueto de música andina Garzón y Collazos; la rumba vallenatera de Alejo Durán; la sabrosura de Lucho Bermúdez; Pacho Galán; Noel Petro; Alfredo Gutiérrez; Lizandro Mesa; Guillermo Buitrago; Los Hispanos; Jorge Villamil; El “Mono” Nuñez; Jorge Velosa; Los corraleros de Majagual; Rafael Escalona; Alci Acosta; Ana y Jaime; Vicky; Claudia de Colombia; Diomedes Díaz; El Grupo Niche; Guayacán; El Cholo Valderrama; Totó La Momposina; Helenita Vargas; Darío Gómez; La Sonora Dinamita; Joe Arroyo; Fruco y sus Tesos; Superlitio; Kronos y Kraken; sin dejar atrás a conquistadores del mercado de la música internacional, como Chocquibtown; Fonseca; Juanes; Shakira; JBalvin y Maluma. Colombia deportiva Colombiano que se respete sabe que Antonio Cervantes ‘Kid’ Pambelé fue el primer Campeón Mundial de Boxeo que tuvo Colombia ;que Lucho Herrera obtuvo el título de Campeón de la Vuelta a España en 1987; que ‘El Pibe’ Valderrama fue elegido en dos ocasiones como el mejor jugador de fútbol del mundo; que Juan Pablo Montoya se coló en la Fórmula 1 con siete carreras ganadas y múltiples podios; que Mariana Pajón ganó el oro olímpico en BMX en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; que María Isabel Urrútia ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 y fue Campeona Mundial de Halterofilia en 1990 y 1994; que Nairo Quintana es el segundo ganador de la Vuelta a España 2016; que Caterine Ibargüen y Óscar Rentería obtuvieron medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016; y que Egan Bernal se convirtió en el ganador del Tour de Francia en el 2019, siendo el primer latinoamericano en vestir “la amarilla”. Recordemos también a

René Higuita; Faustino Asprilla; Edgar Rentería; Willington Ortiz; Jackeline Rentería; Yuri Alvear; Radamel Falcao García; James Rodríguez y Orlando Duque. País de ciencia e investigación La ciencia en Colombia tiene la cara de exitosos investigadores que han logrado un importante reconocimiento internacional, como Adriana Ocampo Uria, directora de las misiones del Progra-

ma Nuevas Fronteras de la NASA que incluye los primeros viajes a Plutón y Júpiter; Martha Cecilia Gómez, reconocida por lograr la primera clonación exitosa en gatos salvajes; Jorge Reynolds, creador del marcapasos artificial externo y el diminuto marcapasos Puente AV; Nelson Sabogal, una autoridad en asuntos ambientales; Rodolfo Llinás, primer científico en establecer una teoría completa sobre la funcionalidad del cerebro; Manuel Elkin Patarroyo, por sus aportes a la creación de la vacuna sintética contra la malaria; Elkin Lucena, quien logró la primera fertilización In Vitro en América Latina; y Salomón Hakim, creador de una válvula para el tratamiento del síndrome de hidrocefalia normotensiva. Son muchas las razones para sentirnos orgullosos de nuestro país, celebremos el cumpleaños de Colombia con un café o quizá con un aguardiente, pongamos la tricolor en la ventana o el balcón y cantemos: “¡Ay!, qué orgulloso me siento de ser un buen colombiano”.


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Vicariato Apostólico de Guapi

Santiago de Cali, Agosto de 2020

El coronavirus pone en evidencia la ausencia del Gobierno en la Costa Pacífica Pbro. Ariel Viáfara Hurtado Párroco San Miguel Arcángel - López de Micay

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l mundo entero ha quedado paralizado con la pandemia del COVID-19 que se ha desplegado en más de 190 países, dejando miles de muertos e infectados. Todo ha cambiado. La forma de saludarnos, asearnos, movilizarnos, trabajar y asumir la cotidianidad ha tenido un giro significativo. A pesar de las distancias nos hemos acercado. El ruido se ha extinguido y el silencio se ha recuperado. El planeta ha descansado y la vida familiar se ha fortalecido, de alguna manera, al permanecer en casa para mirarnos los unos a los otros y a nosotros mismos, favoreciendo la introspección que tanto hace falta en esta sociedad dividida, desigual y empobrecida. Esta crisis ha de llevarnos, como colombianos, a aprender de las circunstancias adversas y debe impulsar al Gobierno Nacional a im-

El Pacífico requiere una mejor atención de su población en esta pandemia

plementar políticas que mejoren el sistema de salud, sobre todo, en las zonas que históricamente han sido abandonadas por el ejecutivo, como la Costa Pacífica. En López de Micay, Cauca, un municipio del litoral, el Hospital no es Hospital. Su figura no es acorde a los servicios que presta. Parece un centro de salud de una vereda. Aunque cuenta con cuatro médicos, no dispone de los insumos, equipos, infraestructura, personal y servicios para asistir a los 25 mil habitantes. La capacidad instalada es baja. Cuenta solo con seis camas para

hospitalización, de las cuales dos son para pediatría, las cuales lucen en estado deplorable. Existe el laboratorio de toma de muestras, los dos consultorios de prevención y promoción, pero carecen de dotación mínima para prestar el servicio. El personal trabaja, en muchas ocasiones, con lo que puede. En este municipio con 96 centros poblados, dispersos e intercomunicados solo por vía fluvial, los ciudadanos sufren para acceder al servicio de salud. Solo cinco comunidades poseen centros de salud y, de estos,

solo uno tiene personal médico. El tema de las remisiones es otro dolor de cabeza. Por algunas complicaciones en salud que podrían ser atendidas en cualquier hospital de nivel uno, muchos usuarios deben ser remitidos a Cali o Popayán. Este trámite se hace por medio de las EPS de régimen subsidiado como Asmet Salud y Salud Vida. En varias ocasiones han fallecido personas esperando que sean remitidas de inmediato. Lo que pasa en López es un reflejo de lo que acontece en Timbiquí y Guapi. Lo cierto es que la Costa Pacífica no cuenta con infraestructura hospitalaria que garantice calidad, eficiencia, confiabilidad y bajos costos en la prestación de los servicios de salud. El sistema de salud en la Costa Pacífica ha nacido agonizando. Nunca ha mejorado y cada vez es peor. Hoy, cuando la pandemia de la COVID-19 ha llegado al territorio, se ha evidenciado que el Gobierno ha descuidado y ha dejado solos a los habitantes del Pacífico. Se requiere de hospitales de nivel 2, al menos, para garantizar el derecho a la salud, a la vida de estas poblaciones.

Catequesis

Aula virtual de la Arquidiócesis de Cali Por: Pedro Antonio Ortiz C. Coordinador Pastoral de Catequesis

E

n pleno siglo XXI, una época de profundos cambios culturales, nos lleva a repensar también la forma en cómo la Iglesia está poniendo de relieve la formación evangelizadora en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación social. En este sentido, se pone de relieve la formación virtual cuyo beneficio más evidente reside en que brinda a estudiantes y profesores mucho más tiempo y flexibilidad en términos de plazos y desplazamientos. Si bien hay plazos estrictos para entregar los trabajos, los estudiantes disponen de mucho más tiempo mientras tengan un teléfono, computador o tablet cerca para poder llevar adelante su tarea (esto agrega días o semanas que antes se perdían en traslados) y permite que la educación no sea interrumpida tan fácilmente.

Es por esto que la Pastoral de Catequesis de la mano del Departamento de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Cali, del Departamento de Sistemas de la Curia Arzobispal y el Centro Arquidiocesano de Evangelización han implementado el Aula Virtual de la Arquidiócesis de Cali. De esta manera se pone al servicio de los discípulos el Curso para Discípulos Misioneros. La Escuela de Discipulado Misionero ha diseñado su proceso de formación con cuatro elementos de trabajo, estos cuatro elementos manejados de manera eficiente ayudarán al estudiante en su crecimiento personal y en el fortalecimiento de su camino discipular y misionero. La Plataforma con cuatro elementos de trabajo Videos tutoriales Son entre 6 y 8 videos por materia que están subidos en el aula y deberán ser vistos con detenimiento por el estudiante y profundizar sus contenidos. Módulo de estudio Cada semestre tiene un módulo escrito que su lectura es paralela al

Conoce más sobre estos cursos

desarrollo de los videos, en el módulo se profundizará, se relacionará lo dicho en el video. Trabajos de profundización En los videos subidos se dejara tareas que deberán ser desarrolladas y enviada por la misma aula virtual, igual los tutores de seguimiento pon-

drán algunos trabajos que ayudaran en el crecimiento personal del Discípulo Misionero. Los trabajos tienen una fecha límite de entrega. Tutor de seguimiento Un profesor que ayudará a cada estudiante en su proceso de formación, leerá los trabajos que envía el estudiante y corrige, profundiza, anima, sugiere, revisa el ingreso de los estudiantes a la Plataforma, y animara a los estudiantes a profundizar los temas que se les propone en cada materia de estudio. Regularmente tendrá reuniones virtuales con los estudiantes para solucionar interrogantes, profundizar y animar el proceso de formación. Este recurso, Aula Virtual de la Arquidiócesis de Cali, esta también puesto al servicio de los Centros de Evangelización, Vicarias Pastorales y Zonales, Pastorales Especializadas, Movimientos, Procesos Evangelizadores, Comunidades Religiosas, que pueden formar a sus fieles a través de esta herramienta. Mayores informes: (2) 668 0524 – 331 283 3226 Correo electrónico: caearquicali@gmail.com


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Catequesis

Santiago de Cali, Agosto de 2020

El pecado nos aparta de Dios

Jesús de Nazaret y su mensaje

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N TALLER PARA CRECER: He aquí cinco ideas claves del mensaje que Jesús vino predicar, escribe a que te compromete cada una de ellas: 1. Nos enseña dirigir nuestra vida, a realizarnos como seres humanos:

bien a los demás, sobre todo a los más necesitados: ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________

____________________________ ____________________________ ____________________________ 5. Que siguiendo sus instrucciones podemos construir una sociedad ideal que nos acerque al Reino de Dios.

____________________________ 4. Que a todos se debe anunciarle la Buena Nueva:

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LA PALABRA DE DIOS TE ILUMINA: Porque el hijo del hombre vino a buscar y salvar lo perdido. Lucas 19, 10 Conviértanse y crean en la buena Nueva. Marco 1, 15 CUESTIONANDO MI VIDA: Lee el evangelio de San Marcos 10, 46 – 51 y responde: ¿Qué te llama la atención de este texto? ____________________________ ____________________________ ____________________________ ____________________________

____________________________ 2. Que somos imagen y semejanza de Él y eso constituye la grandeza y dignidad del ser humano:

____________________________ ____________________________ ¿Tienes alguna “ceguera” en tu vida que quieres que Jesús te sane?

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____________________________ 3. Debemos hacer del amor la norma de nuestra vida, hacer el

____________________________ El amor de Jesús es un amor para el mundo entero

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Actualidad

Santiago de Cali, Agosto de 2020

Santos del Mes San Agustín de Hipona

28 de agosto

Nació el 13 de noviembre del año 354, en el norte de África. Murió en el año 430 en el mismo continente. Agustín es reconocido por su testimonio de conversión a la fe cristiana gracias a las oraciones de su madre, Santa Mónica. San Agustín fue obispo de Hipona (África) durante 34 años, en los cuales defendió con celo pastoral la fe de las herejías y se le atribuye la escritura de más de 60 obras, dentro de las cuales se destacan “La ciudad de Dios” y sus famosas “confesiones”.

Santa Mónica Santa Mónica, la madre de San Agustín nació en Tagaste (África del Norte) alrededor del año 332. Mónica rezaba y ofrecía sacrificios por la conversión de su esposo y de su hijo Agustín. Mónica tuvo un sueño que fue como una visión. Se vio en un bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo, se le acercó un personaje muy resplandeciente y le dijo “tu hijo volverá contigo”, y enseguida vio a Agustín junto a ella. Entonces se dedicó con más esfuerzo a la oración, y a hacer sacrificios por su conversión. En el año 387, ocurrió la conversión de Agustín quien se hizo bautizar. Falleció en la ciudad de Ostia del Tíber en el año 387.

27 de agosto

San Lorenzo, Diácono y Mártir

10 de agosto

Lorenzo era uno de los diáconos de la iglesia romana del siglo III. A comienzos del mes de agosto del año 258, el emperador romano emitió un edicto ordenando matar inmediatamente a todos los obispos, curas y diáconos. Esta orden imperial se ejecutó inmediatamente en Roma, y el 10 de agosto de ese mismo año Lorenzo fue capturado y sufrió la muerte de un mártir. Desde el siglo IV, san Lorenzo ha sido uno de los mártires más venerados de la iglesia romana.

Santa Teresa Benedicta de la Cruz Edith Stein nació en Breslau (Polonia) el 12 de octubre de 1891, en el seno de una familia judía. Falleció en los campos de concentración de Auschwitz ahogada en las cámaras de gas el 7 de agosto 1942 junto a un grupo de judíos convertidos al cristianismo. En 1922, después de haber leído la autobiografía de santa Teresa de Ávila, se convirtió y se hizo bautizar. Un mes después se confirmó. Como recién convertida, se dedicó a dictar clases en institutos católicos, a dar conferencias y a escribir. Cuando estalló la segunda guerra mundial se le prohibió dictar clases por ser de origen judío. El 14 de octubre de 1933 ingresó como religiosa en el monasterio de las Carmelitas descalzas de Colonia. Distinguida por su gran aporte a la fe desde el campo académico.

09 de agosto

Santo Domingo de Guzmán

08 de agosto

Nació en Caleruega, España, en 1171. Murió el 6 de agosto de 1221 en Bolonia, Italia. Fue canonizado en 1234 por el Papa Gregorio IX. Distinguido por su elocuencia al hablar de la Palabra de Dios en las misiones que realizó, de igual manera es distinguido por ser el fundador de la orden de los predicadores en 1216. También se le recuerda por su gran devoción y propagación del rezo del Santo Rosario.

Santa Clara de Asís Nació el 16 de julio de 1194 en Asís, Italia, y falleció el 11 de agosto de 1253, en la misma ciudad. Se distinguió por fundar la comunidad religiosa la cual imitaba el estilo de vida de la orden de los franciscanos. Clara fue la superiora del convento de monjas de San Damián. Su vida era de gran austeridad y muy rica en obras de caridad y piedad. Redactó una forma de vida en la que insistía en la pobreza como base para la regla que ella misma redactó con posterioridad (1247-1252), adaptación para las religiosas de la regla franciscana. En 1253, una bula pontificia aprobaba solemnemente la regla que había compuesto. Fue canonizada en 1255.

11 de agosto


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