Yael

YAEL YAEL Me llamo Zaura y os voy a contar la historia de cómo mi tío Dex y yo conocimos a nuestro amigo Yael.

El tío Dex vivía solo. Él me dijo que era demasiado complicado para entenderlo. Pero que algún día lo haría.

Hubo un tiempo en el que el tío Dex era famoso. Mamá tenía retales de periódicos con noticias que hablaban de él y de sus inventos.

Ganó mucho dinero con unos caramelos que conseguían que los pedos olieran bien. Aunque muchos de sus otros inventos no tuvieron tanto éxito. Demasiados tuvieron resultados inesperados. Como su loción crece-pelos para calvos. A la gente le crecían raíces en vez de cabello y al mes lucían un hermoso arbusto sobre sus cogotes.

Me fascinaban los hombres con árboles en la cabeza. Una vez estuve a punto de quitarle la loción pero se dio cuenta y desde entonces la guarda bajo llave.

Toda una pena, yo quería una planta en la cabeza para ser la envidia de la clase.

Un día tuve un pequeño accidente y a pesar de que mis padres se esforzaron por hacer un drama de todo eso. No era nada que la escayola no curará en un par de semanas.

En el hospital conocí a Yael. Era un niño ciego que estaba ingresado por problemas de estómago.

Era un niño especial, especial como todos los niños. Pronto nos hicimos amigos. Y yo intentaba explicarle lo que pasaba por mi cabeza. Las aventuras que había vivido en este u otro sitio.

Le contaba la historia de mi cabaña en el bosque, de su precioso color verde, pero el nunca había visto un bosque, no conocía el color de los árboles, ni del cielo, ni del mar. Aunque si los había tocado, oido y sentido.

Yo no entendía que viviese un mundo sin colores ni formas Cuando me dieron el alta y pude abandonar el hospital. Algo rondaba por mi cabeza y enseguida conté todas mis inquietudes al tío Dex. Debíamos hacer algo, quería enseñarle mi mundo a Yael.

Al tío Dex le empezaron a temblar las manos. Yo no pude dejar de sonreír. Cuando eso pasaba es que algo bueno se le había ocurrido.

-Creo que puedo construir una maquina para meter imágenes en su cerebro. -Le explicó su tío.

-Pero no se que deberías mostrarle. Zaura esa va a ser tu tarea. Coleccionar momentos, Imágenes de la vida, dibujos de las cosas que te gustan y compartirlos con él.

Hice caso a lo que me dijo mi tío y salí a coleccionar el mundo.Tenía claro todas las cosas de esta vida que me encantan, ahora solo tenía que plasmarlas en papel...