Audiencias de Teatro, Capítulo 3

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ARTES ESCÉNICAS EN CHILE AUDIENCIAS

DE TEATRO EN CHILE

David Ceballos Pablo Celhay Hyon Kim


AUDIENCIAS DE TEATRO EN CHILE DAVID CEBALLOS CORREA, PABLO CELHAY BALMACEDA Y HYON KIM

3. Un modelo de participación

Para el presente modelamiento, una persona participará en el consumo de espectáculos de teatro cuando asiste a una representación teatral realizada en un escenario. Así, quedan fuera otras formas de participación abordadas en la literatura del sector, tales como las expresiones teatrales callejeras, la práctica creativa (creación amateur) y formas de consumo indirecto (lectura de obras de teatro, radioteatro, en televisión, grabaciones audiovisuales y en Internet). En el capítulo anterior identificamos la heterogeneidad en los niveles de participación teatral al diferenciar por grupos socio-demográficos como género, edad, nivel educacional, ingresos y región del país. Las diferencias observables responden a una serie de factores que inducen a una persona para tomar la decisión de consumo. Por esta razón, el presente capítulo expone, en la primera sección, una revisión desde la literatura sobre los factores de consumo abordados en la literatura, presentando especial atención al capital cultual y la oferta de espectáculos. En la sección dos presentamos una breve descripción metodológica utilizada para la construcción del modelo de participación, cuyos principales resultados están expuestos en la sección tres.

3.1.

Factores de consumo

Para partir, en el siguiente Cuadro Nº 2 están expuestas las respuestas de los entrevistados sobre la importancia del ingreso, la educación, la valoración por las artes y la cultura, y el acceso a la oferta, en la decisión de asistencia a un espectáculo de teatro. Por cierto la mayoría de las respuestas dan una importancia positiva a estas variables, y es interesante notar que la restricción presupuestaria de las personas no es la principal variable que explicaría las decisiones de participación, por lo que las elecciones serían influenciadas por otros elementos tanto o más importantes. El tener acceso a una amplia y diversa cartelera de espectáculos es compartida por el 90% de los entrevistados, lo que insinúa la estrecha dinámica entre oferta y demanda, en especial la causalidad de la primera por sobre la segunda, aspecto que en términos estadísticos arroja un impacto positivo sobre la participación, tal como veremos más adelante. En un nivel intermedio entre las dos variables anteriores estaría ubicada la importancia de la educación y de la valoración individual por las expresiones artísticas y culturales, la primera señalando la necesidad de un capital humano mínimo para disfrutar el espectáculo y, la segunda, asociada al capital cultural acumulado a lo largo de la vida. 33


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Cuadro Nº 2: Percepciones sobre factores determinantes del consumo de teatro Resumen de entrevistas realizadas a actores y directores ¿Considera Usted que es importante el/la…?

Ingreso

Educación

Valoración por las artes y la cultura

Alejandro Goic Director de teatro

SI

SI

SI

SI

Carlos Martínez Actor de la Universidad de Chile

NO

SI

NO DEL TODO

SI

Claudia Echeñique Directora y dramaturga

SI

SI

SI

SI

SI

SI

SI

SI

NO DEL TODO

NO

SI

SI

Fernando González Actor, profesor y director

SI

NO DEL TODO

SI

NO DEL TODO

Marco Antonio de la Parra Escritor y dramaturgo

NO

SI

SI

SI

Marco Espinoza Actor, profesor y director

SI

SI

NO DEL TODO

SI

Pancho González Actor de la Universidad de Chile

SI

NO DEL TODO

SI

SI

Patricio Rodríguez Actor, director, productor y dramaturgo

SI

NO DEL TODO

NO DEL TODO

SI

Nombre

Constanza Brieba Directora Ernesto Ottone Licenciado en arte, actor, gestor cultural y Director Ejecutivo del Centro Matucana 100

Oferta (o acceso a ella)

Fuente: Elaboración equipo de investigación con entrevistas realizadas en Julio de 2008

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El precio tiende a ser observado como un factor de restricción al acceso, dado que a un mayor nivel de él menor será la demanda por el espectáculo en vivo. Dada la actual disponibilidad de datos no es posible determinar la sensibilidad de la demanda por teatro frente a variaciones marginales del precio, lo que en términos económicos es denominado como elasticidad, pero existen metodologías de acercamiento como la de Valoración Contingente, que a través de encuestas intenta cuantificar la disponibilidad de pago y, por tanto, estimar una demanda por el servicio. El ingreso es otra variable tradicional en el análisis microeconómico, que mayores niveles de él se traducen en un aumento en las posibilidades de consumo. La evidencia empírica ha mostrado que ante cambios negativos en el ingreso, el consumo de bienes culturales disminuyen en mayor proporción respecto a un bien tradicional (como el transporte y los alimentos), por lo que tendrían la característica de un bien superior. El capital cultural puede ser entendido como el stock de conocimiento o habilidades relacionadas con las actividades artísticas y culturales, que implican el desarrollo de destrezas particulares como, por ejemplo, la apreciación y valoración por tales bienes y servicios. Así, el consumo de ellos implica una acumulación de experiencias, que permite un mayor disfrute para las próximas asistencias, y disminuye la incertidumbre de la satisfacción que producirá el espectáculo, dada la característica de bien de experiencia intrínseco en todos los bienes y servicios del sector. En la literatura existe la tesis de una adicción en el consumo cultural, lo que hace referencia a cierta característica que iría en contra del análisis tradicional de la economía, al suponer que existe una utilidad marginal creciente, es decir, que mientras mayor nivel de consumo cultural, mayor utilidad se percibe por cada unidad de consumo extra. Por cierto que la preferencia por espectáculos de teatro trae consigo una complementariedad en el consumo de los demás bienes culturales, tal como lo observamos en el capítulo 2, lo que implica que ante incrementos en el precio de aquél bien complementario, entonces disminuye la demanda por ambos, pues es más caro y la restricción de ingresos permanece constante. Así, a diferencia de la complementariedad tradicional, se espera que un bien cultural lleve al consumo de otro, a través de la experiencia, como por ejemplo la relación entre cine y teatro, en entre libro y teatro. Sin embargo, los bienes culturales también pueden tener grados de sustitución; es decir, al tener acceso a uno dejamos de consumir el otro. Un caso sencillo puede ser el del arroz y las papas, que cuando uno sube de precio el otro bien es consumido en mayor cantidad. Los bienes culturales pueden tener este grado de sustitución, y habría que tener ejemplos en los cuales un aumento en el nivel de precios hace que consumamos uno en lugar del otro. Un caso ilustrativo es el de discos vinilos, que bien han surgido de nuevo en el mercado en desmedro del consumo de formatos digitales como el CD. Por último, es más evidente el 35


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grado de sustitución al nivel del mismo bien: los recursos monetarios y de tiempo para destinarlos a un espectáculo de teatro rivalizan entre la diversidad de alternativas presentes en la cartelera. Pero también existen grados de sustitución entre los bienes y servicios de este sector con los bienes no culturales, en especial de aquellos considerados como de divertimiento y los medios de comunicación. Otras características de los bienes culturales son la rivalidad y exclusión, las externalidades positivas, y el ser un bien meritorio y de experiencia. Para ser un bien público requisito es que no exista rivalidad ni exclusión en su consumo. La rivalidad hace referencia a que distintas personas pueden disfrutar simultáneamente del bien. Por ejemplo, en el caso de una pintura, la apreciación de dicha obra puede ser compartida al mismo tiempo que con otras personas, sin implicar que el consumo o apreciación de uno intervenga el del otro. En las artes escénicas el público disfruta sin rivalidad la ejecución de la obra en escena. Por cierto, en estos ejemplos la no rivalidad tiene un límite determinado por la capacidad del espacio y la tecnología disponible (por ejemplo: no es posible mostrar una obra de teatro para un estadio completo sin tener que recurrir a amplias pantallas y a un contingente especializado en amplificación de sonido). Por el contrario, la primera mascada de una manzana, un bien privado tradicional, deja menos manzana para la siguiente persona que quiera comer de ella. La segunda característica es que no existe una restricción para acceder a tal bien, lo que es denominado no exclusión. La asistencia a una biblioteca estatal no está restringida por un precio de entrada, por sexo u otra variable de discriminación. Similar situación ocurre en algunos Festivales, como en las obras callejeras y gratuitas de Santiago a Mil. Por otro lado, en los bienes privados el mecanismo de exclusión es el sistema de precios. En resumen, los bienes culturales presentan ciertas peculiaridades de bienes públicos, aunque no todos lo son en su totalidad sino que mayoritariamente presentan algún grado de no rivalidad y no exclusión. Por último, es interesante notar que la aparición de las tecnologías de la información y telecomunicaciones (TIC) incentiva la aparición de bienes públicos, situación particularmente más intensa en sectores como la música y el audiovisual, donde las obras pueden ser compartidas por una amplia comunidad con acceso a Internet y que no cobran precio alguno por el consumo de estos bienes. Las externalidades30 observadas en la mayoría de los bienes culturales son del tipo no pecuniarias, es decir, no son absorbidas por el mecanismo del sistema de precios. Estas implican un beneficio social extra por cada unidad del bien

30

Una externalidad es un efecto de la producción o consumo de un bien. Por ejemplo, la contaminación que produce una planta es una externalidad negativa en la producción.

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producida y consumida. Aquellas externalidades positivas presentes en todos los bienes culturales son las del consumo, en particular por el fomento al ejercicio creativo, el desarrollo de habilidades cognitivas (incluso de capital humano en el ejercicio de la lectura), entre otras, como también por fomentar lo que se denomina “identidad social” (al absorber obras nacidas desde la misma cultura) y diversidad (al permitir el intercambio entre culturas y subculturas, nacionales e internacionales). Por el lado de la producción también se observan beneficios como lo es el incentivo de la creatividad y la generación de conocimientos, tan actuales y necesarios en las economías globales de hoy. Ambos resultados, externalidades positivas en el consumo y en la producción, crean incentivos a una sub-producción a través del mercado, es decir, existen niveles menores a los óptimos sociales, donde las tradicionales soluciones son determinar niveles de producto a través de la elección social (provistos por el sector público o privado) o permitiendo la discriminación de precios. Como tercera peculiaridad sobre los bienes culturales observamos la característica de bienes meritorios. Esto está altamente relacionado con lo anteriormente indicado sobre las externalidades positivas, pues los bienes meritorios son aquellos que la sociedad les considera de gran valor por sus múltiples beneficios que genera en red. Un ejemplo claro de ello es la leche, la que es recomendada beber desde edades muy tempranas, ya que fortalece la salud de las personas, permite una mejor dedicación a las labores de estudio y trabajo, por tanto aumentando la productividad y la estabilidad social. Otro ejemplo comúnmente utilizado es el de la educación. En definitiva, algunos bienes culturales, en especial el libro, pueden ser considerados como meritorios por una sociedad, lo que no significa la eliminación del intercambio a través del mercado sino que son creados mecanismos de subsidios o transferencias que permitan abastecer a los sectores más vulnerables de la población que no pueden acceder a estos bienes por razones de ingresos. Finalmente, la característica de bienes de experiencia es muy común en todos los bienes culturales. Esto significa que existe un alto grado de incertidumbre respecto a la satisfacción que recibirá una persona, al contemplar y apreciar una obra, sólo se sabrá cuando acceda y consuma el bien en cuestión. Así, las preferencias de cada uno van siendo perfiladas de acuerdo al historial de consumo artístico y cultural. Si a este componente le agregamos la tradicional diversidad entre los gustos y preferencias de las personas, entonces se amplía aún más el espectro de posibilidades de “experiencias”. El componente de expectativas hace su aparición a modo de proyectar la posible satisfacción con la obra: el éxito de un creador no está garantizado. Por cierto este componente de la demanda tiene fuertes incidencias sobre la organización industrial de los distintos sectores, lo que incentiva la aparición de mercados incompletos o la de volcamientos hacia aquellos que generen expectativas de mejores niveles de venta en desmedro de obras refinadas y/o experimentales. 37


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A mayores niveles de educación en una sociedad mayores serán sus niveles de participación en las actividades artísticas. McCarthy (2001) encuentra que esta relación, para Estados Unidos, es más fuerte en la participación de audiencias que en la participación creativa. Otro factor social importante es la exposición a las artes desde la infancia. Frente a esto, los autores utilizan los niveles de participación cultural de los padres para identificar el impacto que tendría en los niveles de participación de los hijos, lo que da un resultado positivo y significativo en términos estadísticos.31 Finalmente, en un nivel agregado, la participación en las artes va ligada a cambios globales en la población y en la economía. En general, la demanda por actividades artísticas estará determinada por el crecimiento poblacional, el crecimiento económico, los niveles de educación, la disponibilidad del arte y la flexibilidad de su acceso, los niveles de precios, las tendencias culturales, entre otros. Si bien los modelos de participación no buscan explicar todos los factores que llevan a entender el comportamiento de la actividad cultural, el análisis de estos es determinante para entender los niveles de participación y como estos se van re-definiendo. En este sentido, y a modo de ejemplo, las tecnologías de información han facilitado el acceso a ciertas manifestaciones culturales como la música, el cine, el arte digital, en desmedro de otras manifestaciones culturales que no se han beneficiado de la misma forma e intensidad de estos cambios, como es el caso del sector teatro.

3.2.

Metodología

A partir de los factores estudiados en la sección anterior en la presente parte presentamos un modelo de participación en la asistencia de espectáculos de teatro. La variable a explicar debe ser entendida de la siguiente forma: La probabilidad de asistir a un espectáculo de teatro, con la siguiente forma general: Pr (teatro) = variables sociodemográficas + capital cultural + oferta comunal

31

Otras variables demográficas analizadas incluyen el ingreso, el género y la edad, todas significativas, pero que una vez controlando por los niveles de educación y la participación cultural de los padres los efectos tienden a menguar

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Existen diversos modelos estadísticas para estimar la decisión de asistencia al teatro, dentro de los cuales encontramos el Probit (probabilístico), Logit (también probabilístico) y el OLS (lineal)32. Para la construcción del modelo general (probabilístico) es utilizada tanto la Encuesta de Consumo Cultural 2004-2005 como la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) 2006. Además, para esta última es modelada la frecuencia de consumo, es decir, el número de veces que asiste a un espectáculo de artes escénicas, mediante el método de Mínimos Cuadrados Ordinarios (OLS, por sus siglas en inglés). Ambas encuestas tienen objetivos y metodologías diferentes, por lo que es necesario realizar un ajuste en la Encuesta CASEN 2006, con el fin de observar las diferencias en las tendencias de las variables de impacto. De ésta fue seleccionada la sub-muestra poblacional constituida por todas las observaciones con más de 15 años, eliminando los valores extremos en el consumo de artes escénicas (outliers) y las observaciones sin respuestas. Por otro lado, la ECC identifica el nivel de la población que asiste al menos una vez a un espectáculo de teatro durante el último año, mientras que la encuesta CASEN 2006 identifica a quienes asisten a un espectáculo de artes escénicas (teatro, danza o circo) al menos una vez durante el año anterior, por lo que es importante reconocer la existencia de un público más heterogéneo en la CASEN. Además, existe una diferencia temporal, explicada por las distintas fechas de realización de ambas encuestas. Pese a que la CASEN posee una debilidad al no diferenciar con claridad los tipos de espectáculos, es interesante el antecedente que entrega sobre el número de veces que un individuo asiste a tales espectáculos escénicos, lo que entrega una mayor riqueza analítica sobre la frecuencia del consumo. Las variables socio demográficas son las tradicionales: género (si es hombre toma el valor uno); edad (a través de tramos de 10 años, partiendo desde el intervalo 15-25 y terminando en el de 65 o más); nivel educacional (constituido por tres tramos: si el individuo tiene ocho o menos años de educación, entonces su escolaridad es básica; si tiene entre ocho y 12, entonces su escolaridad es media; y por último, si tiene más de 12, entonces su escolaridad es superior); nivel de ingresos (en la ECC no fue posible controlar por esta variable, pero en el caso de la CASEN fue construido el logaritmo natural de los ingresos autónomos, además del quintil de ingresos al que individuo

32

Para mayores detalle sobre los modelos mencionado visitar el sitio web http://www.consumocultural.cl

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pertenece); y región (para cada una de ellas fue construida una variable dicotómica que toma el valor uno cuando la persona vive en ella). La variable de capital cultural presenta distintas aproximaciones en la literatura. Una forma ideal de construir la variable es través del consumo pasado de bienes culturales, pero dado que en ambas encuestas no recogen tal información no es posible construirla de esta forma. Con la realización de la ECC y CASEN en los próximos años será posible realizar un análisis de cohortes que simule la característica de las bases de datos de panel33, lo que nos permitirá construir de una forma más correcta este indicador. Así, dado que los datos son de corte transversal34, hemos creado una variable instrumental, del capital cultural, constituida por el consumo presente de otros bienes y servicios culturales. Para el caso de la ECC está constituida por la suma de las respuestas afirmativas en una determinada canasta de consumo cultural; mientras que en la CASEN está construida con el número de veces que consume los otros cuatros bienes. Conscientes de la existencia de endogeneidad en las distintas especificaciones, en particular por la complementariedad que presenta el consumo del bien teatro con otros bienes culturales, nuestro ejercicio apunta a identificar un orden de magnitud preliminar del impacto del capital cultural, para ser perfeccionado en futuras investigaciones. Así, una vez construidas las variables fueron establecidos tres niveles, donde el “nivel medio” está determinado por el promedio de la variable. Otra forma de aproximación al capital cultural es la práctica de actividades artísticas y culturales. Estos datos son capturados sólo para la ECC, identificando si la persona realiza una practica de teatro durante el último año, como también si asiste a festivales y clases de tal temática. La variable de oferta cultural fue construida a partir de un levantamiento de datos sobre instituciones culturales a nivel comunal, relacionadas con las actividades del sector. Así, cada observación tomará el valor 1 si existe al menos una sala de teatro en la comuna a la que pertenece, y 0 si no. A partir de estos datos se obtuve que el 45% de la población vive en una comuna que cuenta con a lo menos un centro de teatro, concentrada en las zonas geográficas más pobladas. Esta variable sólo pudo ser incluida en el CASEN, dado que en la ECC no fue posible asociar la comuna con su respectivo código en la base.

33 Una base de datos de panel está constituida por una muestra poblacional a la cual se le realiza un seguimiento (mediante encuestas) en el tiempo. 34

Una base de datos de corte transversal está constituida por una muestra poblacional a la cual se le realiza una encuesta en un momento específico del tiempo.

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3.3.

Resultados

En la Tabla Nº 1 podemos observar los resultados del modelamiento del consumo de teatro a partir de la Encuesta de Consumo Cultural. La primera columna enlista las variables que explicarían las decisiones de participación. En las siguientes, están los cuatro modelos seleccionados, donde “coef” (coeficiente) denomina el impacto que tiene cada variable sobre la probabilidad de asistencia a una representación teatral y t es utilizado para determinar la significancia estadística. Tabla Nº 1: Resultados Modelos de participación, Encuesta de Consumo Cultural Variable

Probit 1

Probit 2

Probit 3

Probit 4

coef

t

coef

t

coef

t

coef

t

Hombre

-0,0313

-1,9

-0,0354

-2,12

-0,0276

-1,66

-0,0284

-1,75

De 25 a 35 años

-0,0550

-2,51

-0,0558

-2,47

-0,0608

-2,85

-0,0619

-2,9

De 35 a 45 años

-0,0468

-1,93

-0,0529

-2,18

-0,0603

-2,56

-0,0642

-2,75

De 45 a 55 años

-0,0435

-1,69

-0,0489

-1,92

-0,0565

-2,25

-0,0573

-2,46

De 55 a 65 años

-0,0399

-1,5

-0,0487

-1,82

-0,0593

-2,36

-0,0583

-2,33

De 65 o más

0,0215

0,64

0,0098

0,29

-0,0084

-0,27

-0,0143

-0,46

Básica completa

-0,0271

-0,75

-0,0266

-0,71

-0,0259

-0,71

-0,0302

-0,79

Media incompleta

0,0565

1,73

0,0681

1,98

0,0578

1,76

0,0766

2,33

Media completa Técnico profesional incompleta Técnico profesional completa Universitaria incompleta

0,0620

2,03

0,0760

2,37

0,0621

2,07

0,0741

2,42

0,0756

1,75

0,0970

2,15

0,0829

1,91

0,0992

2,23

0,2344

3,64

0,2509

3,82

0,2277

3,55

0,2456

3,69

0,0666

1,69

0,0949

2,26

0,0633

1,63

0,1042

2,62

Universitaria completa

0,1401

3,01

0,1904

3,95

0,1406

3,07

0,2137

4,41

Región Metropolitana

0,0925

5,5

0,0725

4,24

0,0922

5,42

0,0663

3,95

Capital Cultural 1 Capital Cultural 1 medio

0,0810

16,53 0,1854

7,43

0,5484

13,91 0,0539

17,55 0,1672

5,95

0,4279

12,9

Capital Cultural 1 alto Capital Cultural 2 Capital Cultural 2 medio Capital Cultural 2 alto

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En este caso nuestras variables de interés son las distintas mediciones del capital cultural, las cuales todas estadísticamente significativas, cualquiera sea la especificación del modelo. Además, es interesante notar que al poseer un nivel medio de capital cultural (medido por cc1), la probabilidad de asistir a una obra de teatro aumenta en un 18,54% aproximadamente, en comparación al escenario base que corresponde a no poseer el capital cultural. En el caso de tener un nivel alto de capital cultural, esta probabilidad aumenta considerablemente llegando a un 54,4%. Estos resultados son obtenidos al utilizar como proxye el capital cultural mediante la media aritmética de los otros bienes culturales disponibles en la Encuesta y usados para este propósito. Ahora bien, si utilizamos como capital cultural la variable medida a través del promedio ponderado, en donde se otorga un mayor peso a los bienes tradicionalmente asociados a las artes clásicas (o duras), obtenemos resultados menos influyentes, con un 16,72% y 42,79%, para un nivel medio y alto de capital cultural, respectivamente (en comparación al escenario base ya mencionado), pero a pesar de esto el poseer un nivel alto de capital cultural sigue teniendo la mayor incidencia dentro del modelo. En la Tabla Nº 2 aparecen los resultados obtenidos utilizando la Encuesta CASEN 2006, en donde encontramos que la variable de capital cultural posee el mayor impacto al interior del modelo, al igual que en los casos anteriormente mencionados, aumentando la probabilidad de asistencia en 56,8% aproximadamente. Se puede observar además que la influencia de la edad en la probabilidad de participación en artes escénicas, es congruente con las intuiciones desprendidas de los datos, ya que a medida que aumenta el intervalo de edad la probabilidad disminuye cada vez más en comparación al grupo etario más joven (escenario inicial o base). Y en los casos en que esta tendencia no se cumple, las variables del intervalo etario son no significativas, por lo que no influyen en la decisión de participación. También se puede ver que en todos los modelos el efecto de la educación es significativo, positivo y creciente, es decir, a medida que aumenta el nivel educacional de un individuo, la probabilidad de participación de este aumenta, en el valor de los coeficientes de cada variable. Cuando se incluye la oferta comunal, en el modelo Probit 3, los resultados no varían considerablemente respecto al primer modelo, Probit 1, y específicamente, eta variable indica que al poseer a lo menos un centro de teatro en la comuna que se habita, la probabilidad de asistir a una obra aumenta en 14,5% (en comparación a un escenario donde la comuna no cuenta con centro

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de teatro alguno). Pero esta influencia declina cuando se incluye capital cultural, bajando de 14,5% a 3,2%. Tabla 2: Modelo de participación en artes escénicas, CASEN 2006 Variable

Probit 1 Coef

Probit 2 se

Coef

Probit 3 se

Coef

Probit 4 se

Coef

se

2ª Región

-0,123***

0,003

-0,136***

0,003

-0,130***

0,003

-0,137***

0,003

3ª Región

-0,078***

0,002

-0,068***

0,002

-0,082***

0,002

-0,069***

0,002

4ª Región

-0,031***

0,001

-0,046***

0,001

-0,022***

0,001

-0,044***

0,001

5ª Región

-0,014***

0,001

-0,035***

0,001

-0,009***

0,001

-0,034***

0,001

6ª Región

-0,018***

0,001

-0,022***

0,001

-0,013***

0,001

-0,021***

0,001

7ª Región

-0,023***

0,001

-0,023***

0,001

-0,012***

0,001

-0,021***

0,001

8ª Región

-0,035***

0,001

-0,041***

0,001

-0,025***

0,001

-0,038***

0,001

9ª Región

-0,027***

0,001

-0,031***

0,001

-0,020***

0,001

-0,030***

0,001

10ª Región

-0,018***

0,000

-0,027***

0,000

-0,012***

0,000

-0,026***

0,000

11ª Región

-0,044***

0,001

-0,050***

0,001

-0,041***

0,001

-0,049***

0,001

12ª Región

-0,023***

0,001

-0,036***

0,001

-0,023***

0,001

-0,036***

0,001

13ª Región

-0,014***

0,000

-0,024***

0,000

-0,010***

0,000

-0,023***

0,000

Hombre

-0,281***

0,001

-0,166***

0,001

-0,277***

0,001

-0,166***

0,001

De 25 a 35 años

-0,095***

0,002

0,032***

0,002

-0,094***

0,002

0,033***

0,002

De 35 a 45 años

-0,221***

0,002

-0,004*

0,002

-0,217***

0,002

-0,003

0,002

De 45 a 55 años

-0,232***

0,002

-0,000

0,002

-0,238***

0,002

-0,002

0,002

De 55 a 65 años

-0,302***

0,003

-0,134***

0,003

-0,309***

0,003

-0,136***

0,003

De 65 o más

-0,309***

0,003

-0,166***

0,003

-0,323***

0,003

-0,169***

0,003

Media incompleta

0,307***

0,002

0,152***

0,003

0,298***

0,002

0,150***

0,003

Media completa

0,420***

0,002

0,172***

0,002

0,405***

0,002

0,169***

0,002

Superior incompleta

0,842***

0,002

0,233***

0,003

0,811***

0,002

0,227***

0,003

Superior completa

1,103***

0,003

0,223***

0,003

1,063***

0,003

0,215***

0,003

Logaritmo del Ingreso

0,148***

0,001

0,079***

0,001

0,143***

0,001

0,078***

0,001

0,569***

0,001

0,568***

0,001

Capital Cultural Oferta Comunal Constante

-3,001***

0,010

-2,564***

0,010

0,145***

0,001

0,032***

0,002

-3,038***

0,010

-2,574***

0,010

Nota: *** p<0,01; ** p<0,05; * p<0,1 (nivel de significancia estadística)

43


AUDIENCIAS DE TEATRO EN CHILE DAVID CEBALLOS CORREA, PABLO CELHAY BALMACEDA Y HYON KIM

Tabla 3: Modelo de frecuencia de consumo en artes escénicas, CASEN 2006

OLS 1 Variable

OLS 2

OLS 3

OLS 4

Coef

se

Coef

se

Coef

se

Coef

se

1ª Región

-0,174***

0,025

-0,072***

0,022

-0,182***

0,025

-0,074***

0,022

2ª Región

-0,216***

0,025

-0,113***

0,023

-0,228***

0,025

-0,115***

0,023

3ª Región

-0,212***

0,025

-0,101***

0,022

-0,222***

0,025

-0,103***

0,022

4ª Región

-0,192***

0,024

-0,094***

0,021

-0,193***

0,024

-0,094***

0,021

5ª Región

-0,183***

0,023

-0,096***

0,021

-0,187***

0,023

-0,097***

0,021

6ª Región

-0,190***

0,023

-0,086***

0,021

-0,192***

0,023

-0,086***

0,021

7ª Región

-0,195***

0,023

-0,088***

0,020

-0,190***

0,023

-0,087***

0,020

8ª Región

-0,215***

0,023

-0,112***

0,020

-0,208***

0,023

-0,111***

0,020

9ª Región

-0,206***

0,023

-0,103***

0,020

-0,202***

0,023

-0,103***

0,020

10ª Región

-0,200***

0,023

-0,105***

0,021

-0,197***

0,023

-0,105***

0,021

11ª Región

-0,246***

0,025

-0,140***

0,022

-0,249***

0,025

-0,141***

0,022

12ª Región

-0,219***

0,027

-0,134***

0,024

-0,227***

0,027

-0,136***

0,024

13ª Región

-0,201***

0,023

-0,112***

0,020

-0,199***

0,023

-0,112***

0,020

Hombre

-0,051***

0,004

-0,021***

0,003

-0,050***

0,004

-0,021***

0,003

De 25 a 35 años

-0,015**

0,007

0,009

0,006

-0,015**

0,007

0,009

0,006

De 35 a 45 años

-0,040***

0,006

0,002

0,006

-0,039***

0,006

0,002

0,006

De 45 a 55 años

-0,042***

0,006

0,003

0,006

-0,043***

0,006

0,003

0,006

De 55 a 65 años

-0,051***

0,006

-0,014**

0,006

-0,052***

0,007

-0,014**

0,006

De 65 o más

-0,051***

0,006

-0,014**

0,006

-0,053***

0,006

-0,014**

0,006

Media incompleta

0,028***

0,004

0,001

0,004

0,026***

0,004

0,001

0,004

Media completa

0,045***

0,004

-0,001

0,003

0,042***

0,004

-0,002

0,003

Superior incompleta

0,150***

0,006

0,009

0,006

0,144***

0,006

0,008

0,006

Superior completa

0,247***

0,009

0,027***

0,009

0,239***

0,009

0,026***

0,009

Logaritmo del Ingreso

0,026***

0,002

0,011***

0,002

0,025***

0,002

0,011***

0,002

0,143***

0,002

0,143***

0,002

0,005*

0,003

Capital Cultural

0,027***

Oferta Comunal R2

0,198

0,340

0,200

0,004

0,340

Nota: *** p<0,01; ** p<0,05; * p<0,1 (nivel de significancia estadística)

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AUDIENCIAS DE TEATRO EN CHILE DAVID CEBALLOS CORREA, PABLO CELHAY BALMACEDA Y HYON KIM

Por otra parte, de la Tabla Nº 3 se puede deducir que la edad no es variable fundamental que explique la frecuencia de consumo en teatro, hasta los 55 años, pero desde el intervalo 55 a 65 años el impacto es significativo, disminuyendo el número de veces a teatro. En el caso de la educación, sólo posee educación superior y educación superior competa aumenta “aunque levemente” la frecuencia de asistencia. Lo anterior es analizado mediante el Modelo OLS 2 y OLS 4, ya que entre ellos se incluye la variable capital cultural, que al igual que en los casos anteriores es significativa y la más influyente. Al incluir la variable oferta comunal se obtiene un impacto positivo muy pequeño, pero significativo estadísticamente.

En los dos casos analizados mediante la encuesta CASEN, el ingreso tiene una influencia significativa y relevante, ya que por ejemplo, ante un aumento de un 1% en los ingresos, la probabilidad de asistir a una obra aumenta en 7,8% cuando se incluyen todas las variables explicativas.

Finalmente, a partir de los modelos revisados, podemos inferir que el principal factor determinante tanto de la participación como de la frecuencia es el capital cultural, pero a pesar de que esta variable sea estadísticamente significativa, los resultados no pueden ser presentados como concluyentes, pues existe cierto grado de endogeneidad con la variable de artes escénicas, lo que puede producir una sobrevaloración de la influencia de esta variable sobre la probabilidad de participación, además de una subvaloración sobre el resto de los factores determinantes. Esto último podría explicar la disminución radical del impacto de la oferta comunal sobre la probabilidad de consumo y frecuencia.

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