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Reflexiones Acerca de la Práctica de la Pedagogía

nuestros territorios y que pueden ser actualizadas para la imprescindible construcción de un proyecto pedagógico, emancipador y Nuestroamericano para el siglo XXI.

Reflexiones acerca de la práctica de la Pedagogía Latinoamericana en la Formación Inicial de Profesores

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La formación docente inicial está atravesada por tradiciones o costumbres devenidas en la historia como prácticas pedagógicas individualistas, homogeneizadoras y homogeneizantes que se traducen en políticas curriculares y principios pedagógicos y didácticos de amplio alcance donde la reflexividad y el análisis histórico y político situado de la formación docente y su papel en la transformación del sistema educativo y el sujeto docente, es escaso o prácticamente no forma parte de los debates de la formación de profesores.

A decir de Rodríguez, S.:

La fuerza de la costumbre se ha comparado muy bien con la fuerza de un torrente. Ambas arrastran con lo que encuentran y vuelcan lo que se les opone. La vida no es más que hábitos y costumbres, los hábitos dominan en cuerpo y las costumbres la mente, todos los movimientos y todos los actos vienen a ser con el tiempo instintivos (…) No obstante como nada es constante en el mundo sino la variación, puede esperarse , de ella, una mudanza favorable a la vida social (..) si los hombres fueran eternos, sus costumbres sería invariable, pero unos mueren y otros nacen. Empiécese con ellos a hacer unas diferentes de las que dominan a sus abuelos y de las que dominan a sus padres. (Rodríguez, 2008, 208-209)

Nuestra responsabilidad social como formadores de docentes es discutir, concebir y organizar la variación e invenciones, en contextos donde dominan costumbres invariables a decir de Rodríguez, para ampliar nuestra formación y miradas históricas y políticas sobre lo educativo y el valor de sus experiencias, que posibilite transitar y superar las visiones restringidas que impone el peso de las costumbres de las tradiciones y condiciones y políticas del sistema educativo a la formación docente.

Empezar por nuestra formación profesional permanente, en búsqueda de un pensamiento propio como condición de posibilidad de la libertad (Martí), es esencial para transformarnos en sujetos críticos, emancipados y participativos en los cambios y transformaciones que lo educativo requiere. Desde esta mirada se propone una formación a partir del hacer, del ejercicio constante del pensamiento crítico relacional y la reflexión sobre la propia historia, la experiencia política y social del docente en formación en su contexto. Si nuestro interés educativo está enfocado en formar sujetos emancipados, los docentes debemos emanciparnos desde la cultura, el ejercicio de pensamiento crítico, político, pedagógico y didáctico, creyendo fielmente que es posible la transformación del mundo desde un hacer, la experiencia y una “Pedagogía de la Esperanza” y prácticas sociales que derivan de esta, el marco de la multiculturalidad y el respeto a la diversidad latinoamericana.

Nuestro discurso emancipador desde la formación docente tiene que traducirse en prácticas formativas posibilitadoras del pensar y el hacer transformador contextualizado y desde la búsqueda permanente de alternativas que favorezcan el “enseñar a aprender” de los docentes en formación.

Contextualización de mi práctica docente en el ISFD

Mi desempeño docente se desarrolla en la unidad curricular “Práctica I”, perteneciente al campo de la Práctica Profesional de la formación docente inicial. Este es un campo privilegiado para incidir en la formación del pensamiento creativo, libre y crítico de la realidad educativa y social política, que es encuadre de la práctica docente.

En esta unidad curricular los estudiantes realizan sus primeras prácticas en las instituciones educativas, estas prácticas implican observar y conocer las culturas institucionales y sus contextos socio comunitarios para

desarrollar la capacidad de intervenir activamente en las mismas. Se desarrolla un trabajo de campo en instituciones públicas de los niveles para los cuales se forman (secundario) que implica pensar herramientas metodológicas para observar, entrevistar a los actores institucionales e indagar y seleccionar una problemática para elaborar un proyecto de intervención comunitaria y devolverlo a la institución.

La Práctica I se enfoca en una mirada metodológica de la investigación acción y etnográfica para el estudio de las escuelas y sus contextos. Desde esta perspectiva se enfatiza la construcción del saber pedagógico para la acción transformadora de la práctica docente. Este enfoque es compatible epistemológicamente con el planteo de la Pedagogía y Didáctica latinoamericana, en tanto hace hincapié en que el docente es activo y participativo en la construcción de un saber pedagógico transformador de las prácticas. Conocer para transformar es un planteo central de esta mirada metodológica.

Acerca de los cambios necesarios en las prácticas docentes: pensar desde el pensamiento de la Pedagogía Latinoamericana

Según Zuleta, (1995) la enseñanza de la escuela no sirve para nada práctico en la vida, reprime el pensamiento y el investigar, conduce a los sujetos a repetir y a competir y ahorra la angustia del pensar. Esta crítica a la escuela, se convierte en la crítica central a un sistema formador. Zuleta nos invita a pensar cómo debería ser la enseñanza, para nosotros los formadores de formadores este planteo es central, si lo que pretendemos es romper con el modelo tradicional de escuela y sus tiempos y prácticas rutinarias para dar lugar a la creatividad del trabajo docente.

A decir de Rodríguez, S.

La insuficiencia de la Pedagogía como campo autónomo que puedan propiciar prácticas emancipadoras (…) desde diversas corrientes ideológicas, culturales y educativas el campo pedagógico es puesto en cuestión en el caso de nuestro grupo que sostiene la (relativa irrelevancia) de la pedagogía privilegia el peso de la filosofía y la política como determinaciones en última instancia de la relación pedagógica (…) La Pedagogía es una práctica emancipadora, una relación social que expresan un proceso y unos resultados (…) la conceptualización de las prácticas (pasadas y actuales) con un debate y acción orientada al futuro que no está escrito y que será resultado de una construcción histórica y social colectiva. (p.17).

En nuestras prácticas de formación docente necesitamos reconstruir nuestro pensamiento pedagógico a la luz de las conceptualizaciones críticas de nuestra pedagogía, en búsqueda de un pensamiento propio, conocer y experimentar para cambiar la realidad presente y futura.

El campo de la práctica en la formación docente inicial: formar docentes críticos y emancipados

Reconstruir la experiencia de Práctica I en las escuelas

Las estrategias de enseñanza pensadas desde el pensamiento de la Didáctica Latinoamericana posibilitan pensar posibles construcciones teóricas para innovar en el desarrollo de la Práctica de enseñanza de la unidad curricular:

● Concebir y formar al estudiante para el desarrollo de su pensamiento crítico, emancipador relacional y dialógico a través de diversas estrategias de enseñanza: mesas redondas, debates, ateneos y espacios de reflexión colectiva y grupal en clase. ● El diálogo y la tramitación de conflictos como estrategias formativas. ● Dar lugar al tratamiento y reflexión sobre los conflictos que surgen en las prácticas del trabajo de campo, como constitutivos del crecer y aprender. ● Ser profesores formadores promotores del deseo de aprender y enseñar, no policías de la cultura, a decir de Zuleta. El