Cómo romper con Elena Ferrante

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Martes. 3 de julio de 2018 • LA RAZÓN

Cultura «Ataduras», de Domenico Starnone, al que se señala como el hombre detrás del pseudónimo de la autora italiana, narra los tormentos de la vida familiar

Cómo romper con Elena Ferrante

Las «majors» discográficas se irán de SGAE R. C. - MADRID

GONZALO PÉREZ

Cuestión de mujeres ¿Ha envidiado alguna vez la clandestinidad de Ferrante? «Es algo que le va mejor a una mujer», afirma Starnone. La cuestión de género ha sido motivo de polémica en relación a la verdadera identidad de la autora. La periodista Costanza Rizzacasa, por ejemplo, que se quejó del «feroz sexismo de pensar que, como es tan buena, Ferrante debe ser el pseudónimo de un hombre».

D. MENDOZA - MADRID

«N

o escribas sobre la Ferrante», pide Domenico Starnone, con la certeza de que, aun así, lo haré. Aunque sea para quitarlo de en medio. Sí, desde hace años se señala al italiano, cuya novela «Ataduras» acaba de traducir Lumen al español, como la pluma tras el pseudónimo de Elena Ferrante. La prensa italiana, por su parte, asegura que es su esposa, Anita Raja, traductora de Ferrante, la verdadera autora de la saga «Dos amigas». Starnone lo niega. «No soy la Ferrante ni tengo nada que ver con ella», afirma, como ha hecho desde que comenzó el rumor. Uno que se ha reanimado con la traducción de

EL PODER DE LA PALABRA

PENA DE EXCLUSIÓN FERNANDO VILCHES Hablando con mi buen amigo Juan Carlos Aparicio, eximio alcalde de Burgos y egregio ministro de Trabajo (hace años ambas cosas, y las dos con matrícula de honor), estuvimos analizando el asunto de tanto descerebrado como habita las redes sociales,

«Ataduras», primero al inglés y ahora al español. La prensa anglosajona encontró mil similitudes entre esta novela y «Los días del abandono», de Ferrante. En ambas, una mujer a la que su esposo ha dejado por otra cuenta en primera persona su sufrimiento. El autor niega que exista tal conexión. Y, ciertamente, el tema central de su relato no es el abandono, sino, más bien, el regreso (imposible, doloroso) y la figura de la familia como «síntesis de las relaciones humanas», en palabras suyas. «La familia es una institución compleja, terrible y que renace continuamente. Como la franquicia de películas de “Alien”», bromea. El titular, que viene del italiano «lacci» y cuya traducción exacta

escupiendo todo tipo de improperios faltos de ética y decoro. Reflexionaba con él acerca de que meter en la cárcel a tanto mentecato sale caro a la sociedad española, pues los recluimos –en algunos casos– en auténticas residencias de lujo, muy superiores a muchas casas de esas de renta antigua donde malviven bastantes personas mayores y donde, a veces también, por desgracia, mueren sin que nadie los eche de menos. Lo mismo ocurre con los que roban dinero sin violencia,

«Ataduras» es la primera novela de Domenico Starnone que se traduce al español

esos corruptos de la política que, tacita a tacita, les da para vivir tres vidas sin trabajar. Recordaba yo, durante esta conversación, que mi padre decía que el mejor ministro de Interior de su época hubiera sido El Lute, dado que se las sabía todas, y que los mejores guardas de reservas biológicas serían los cazadores furtivos. Así razonaba Aparicio: si los abolicionistas aducían que la pena de muerte trataba de reparar el daño (y el asesinado no volvía nunca a la vida) y –además– necesitaba de un

sería cordones, hace referencia al verdadero meollo de la novela: los lazos que unen a las personas y que, en esta historia, son literal y metafóricamente los cordones de unos zapatos. Aldo ha dejado a su esposa, Vanda, y a sus dos hijos, Anna y Sandro, y cuando intenta recuperarlos no sabe cómo relacionarse con ellos. Encuentran terreno común cuando descubren que padre e hijo se atan los zapatos del mismo modo, distinto al del resto del mundo. Ese lazo peculiar conmueve a Aldo y vuelve a unir a la familia. Aunque no será garantía de un final feliz. Starnone lo explica haciendo referencia al nudo gordiano, imposible de desatar, según la leyenda, y que Alejandro Magno optó por cortar con su espada. «Pero los nudos, cuando son afectivos, no se pueden cortar. Se necesita paciencia para desatarlos», afirma. Es la tarea que Aldo y Vanda enfrentan sin éxito. «El suyo es un regreso basado en una ficción y eso deriva en un clima en el que hablarse resulta imposible», asegura. De hecho, la novela la conforman tres partes independientes que ejemplifican la falta de comunicación entre los personajes. En el primero, las desgarradoras cartas de Vanda; en el segundo, un Aldo de 70 años repasa su vida; y, en el último, sus hijos se descubren como víctimas de la falsa calma familiar. «ATADURAS» Domenico Starnone LUMEN 168 págs., 17,95 eur.

verdugo para realizar aquello que se reprobaba, sería absurdo también buscar un hacker-verdugo moderno para reventarle todos los aparatos informáticos. Por tanto, la pena para los de las redes sería la de exclusión absoluta de estas durante años: ni ordenador ni móvil. Y, para los chorizos del dinero público, devolver hasta el último euro y un trabajo de limpiar las cacas de perro con un sueldo base de 600 euros para que empatizaran con tantos españoles modestos.

L

as editoriales musicales Warner/Chappell, Sony ATV, Universal Publishing, BMG y Peermusic han comunicado a la Sociedad General de Autores de España (SGAE) que se llevan su repertorio anglo americano, que supone el 40% de los derechos de autor recaudados por la sociedad, informa Efe. Las compañías han avisado ya a la entidad por carta de que han puesto en marcha oficialmente el mecanismo para sacar de su repertorio temas de artistas como Celine Dion, Buena Vista Social Club, Juanes, Lady Gaga, Radiohead o David Foster, como adelantó «El País». Artistas, entre otros muchos, que suponen, segura Rafael Aguilar, presidente de Peermusic para la región latina, el 8590% «de lo que se escucha en las radios y televisiones españolas» y cuyos derechos editoriales suponen para la SGAE una recaudación de 30 millones de euros. «Es un peso muy importante y somos conscientes, pero no queremos ser socios de un club donde se nos engaña y donde nuestros autores salen perjudicados. Nos queremos ir a un sitio donde haya justicia y equidad», afirmó.

«La rueda», el origen Así, estos gigantes editoriales lo que quieren es denunciar, «no amenazar» un reparto «injusto» de derechos de autor. «Queremos un reparto justo y equitativo, no puede ser que canciones que suenan por la noche –en referencia a la llamada rueda de las televisiones– se lleven más dinero que canciones de Joaquín Sabina o Alejandro Sanz», ha expresado Aguilar, quien añade que cada editorial, a pesar de la coincidencia en el envío de sus misivas a la SGAE, «actúa por su cuenta». Asimismo, comenta que tras esta salida, que se haría efectiva el 1 de enero de 2019, ya que la ley obliga a que se realice con seis meses de antelación, están «dispuestos a todo», es decir, para estudiar qué harán con el repertorio local, porque hay autores españoles y latinoamericanos que «están dispuestos a retirar su repertorio de SGAE».


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