La Señora del Castillo

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Villa Hortensia fue construida a fines del siglo XIX por pedido de José Nicolás Puccio, fundador de Pueblo Alberdi. Junto con las plazas Alberdi y Almte. Brown y la bajada Puccio, forman parte de un Área de Protección Histórica de Rosario. En 1989 fue declarada Monumento Histórico Nacional y desde 1996 funciona como Centro Municipal de Distrito Norte. -·Agradecemos a todos los que participan y se sienten parte de este encuentro. Cuento e ilustración Fernando Kiro Campos


Los invitamos a disfrutar de la 7ª Edición de La Comarca Villa Hortensia, el Encuentro Nacional de Arte Medieval organizado por la Municipalidad de Rosario. Como cada año, una historia diferente atraviesa este mundo de fantasía, por el que han pasado dragones, princesas y caballeros medievales, brujas, músicos y seres fantásticos. La programación de toda la jornada incluye espacios de construcción de juegos y juguetes, feria de objetos medievales, espectáculos de teatro, danza y música, charlas temáticas, muestra de dibujos, narración de cuentos, cine instantáneo, demostraciones de esgrima y grupos de recreacionistas que nos harán revivir la forma de vida y costumbres del Medioevo.

¡Bienvenidos a La Comarca!



Escenario

Sábado 28 de septiembre CMD Norte Villa Hortensia

14.30 h Redrak Callagham (danza) 15.30 h Tribu Driades(danza) 16.30 h Marim y la sombra del Djin Escena 1 (teatro) 18 h El rescate de los alquimistas Escena 2 (teatro) 18.30 h Skol (música) 19 h Riordan Irish Folk (música) 19.30 h Clanavis (música)

(Warnes 1917)

Plaza

13 a 19 h Feria Medieval 13 a 19 h Aldea Medieval (centro de la plaza) Recreacionismo: usos y costumbres 14 h Clase de Esgrima Medieval para niños (Yunque y Martillo & La Cia. del Oso Blanco) 14.40 h Juegos Medievales (A.R.M.E.) 15.30 h Desafío de Caballeros 1: Niños vs. Caballeros / Caballeros vs. Caballeros (Yunque y Martillo & La Cia. Del Oso Blanco)

16.30 h Clase de Esgrima Medieval para Mayores + Desafío de Caballeros 2 (Yunque y Martillo & La Cia. Del Oso Blanco)

17.15 h Combate Medieval (A.R.M.E.) 17.45 h Desafío de Caballeros (Final): (Yunque y Martillo & La Cia. del Oso Blanco)

Jardines

14 a 18 h Espacios de construcción de juguetes medievales. 14 a 18 h Escuela de Arqueria Tradicional Greenhood

Auditorio

15 h Charlas Frikilosóficas, con Laureano Martínez. 17 h Historia de la Escandinavia Medieval: La vida de los vikingos (A.R.M.E.) 18 h Justas Medievales y Modernas (Yunque y Martillo)

Sala de espera del Registro Civil

13 h Muestra de Ilustraciones. Trabajos realizados en los Espacios Culturales de Comic 15, 15.30 y 16 h Cuentos medievales con el grupo Rueda de cuentos 13 h Muestra de Objetos. Trabajos realizados en los Espacios Culturales de Plástica


La Señora

del Castillo M

arim era la Señora del Castillo que regía sobre todas las Tierras del Norte, en la legendaria Comarca.

Vivía en soledad desde que su amado esposo falleciera de enfermedad hace algunos años atrás. Su vida era apacible y llena de alegría a pesar de vivir sola en el Castillo. Sin descendencia ni parientes cercanos que la acompañen, gustaba

de organizar grandes banquetes donde todos los habitantes de la Comarca asistían.

Amaba a los niños y a menudo los obsequiaba con regalos sorpresa. Era muy común verlos jugar en los jardines, con el permiso de su señora, y más de una vez ella se llegaba hasta una pequeña pérgola que se hallaba en los jardines para narrarle cantando cuentos e his-



torias de los años anteriores del Reino. Siendo muy generosa y muy querida era vista como una lum i-

naria por todo su pueblo. Todo parecía estar tranquilo en la Comarca por esos años felices. Pero como es de esperar en el reino mágico, tras largos años de bonanza sobrevienen tiempos de cambios y calamidades. Tal son las historias que se narran desde los años de


la llegada del “Dragón”, primera amenaza conocida ... el peligro acecha cada cierto tiempo y la vida tranquila y próspera del reino se ve, de tanto en tanto, puesta en riesgo. Fue entonces que, venido desde algún rincón del bosque antiguo que rodea las tierras de la Comarca, un Djinn sediento y hambriento llegó a las afueras del Castillo con la intención de encontrar almas nobles para alimentarse de sus energías. Los Djinn son seres muy antiguos que habitan los desiertos y los bosques. Ni buenos ni

malos en el sentido literal de la palabra pero sí muy hambrientos en todo momento. Se alimentan de las emociones humanas, prefiriendo las emociones de tristeza y dolor. Siendo ellos a menudo los causantes de muchas enfermedades. ¿Pero entonces qué fue lo que lo atrajo hasta el castillo, si del mismo sólo emanaba bienestar? Lo cierto es que tal dicha terminó siendo una luminaria en la oscuridad que llamó su atención, y la posibilidad cierta de corromperlo todo, apro­ ve­ chándose de las desdichas que él provocaría con su sola


presencia, alentaron su venida. Y además, fue que por vivir en lo profundo del bosque, donde ningún humano se atrevía a pasar, se hallaba ya muy hambriento!!! El Djinn rondaba todas las noches viendo la manera de cómo entrar sin ser notado y, bajo el influjo de la luna, apoderarse de las energías de Marim. Poco le costó descubrir que de ella manaba la fuente de la felicidad, como si de una enorme fogata se tratara. Lenta y trágicamente, nuestra señora del Castillo comenzó a enfermar y debilitarse,

sin saber ella por qué, preocupando a todos los habitantes del reino. En poco tiempo, el Castillo fue decayendo también en esplendor y los niños y niñas dejaron de jugar en él. Ya no había banquetes. Todo era tristeza...y así el Djinn poco a poco saciaba su voraz apetito. Entraba por las noches abriendo y cerrando bruscamente ventanas y puertas, aterrorizando a los mayordomos, incluso a los guardias reales. Tales acciones llegaron a oídos de Owin, el Alquimista real, que asistía diariamente intentando hallar la cura para su repentino


malestar. De tal forma, alertado por los hechos nocturnos narrados, comprendió cuál era la causa de tales calamidades ya que en sus viajes por Oriente escuchó relatos sobre los Djinn y sobre cómo estos actuaban en el mundo de los vivos. Descubriendo en sus secretas acciones, que

no pasaban desapercibidas para él, y en cómo Nuestra señora se debilitaba aún más llegada la noche, el paso de esta tenebrosa criatura. Llegó a la conclusión definitiva, un día después de oler azufre en los aposentos de Marim. ¡No había para él ningún tipo de dudas ya! Com-


prendió entonces que, de permanecer esta criatura cerca, ella enfermaría hasta morir. Había que actuar, y muy rápidamente. Si bien los Djinn no podían verse con los ojos de manera normal, y tampoco uno podía saber exactamente dónde se escondían, Owin sabía al menos cómo tentarlo, para luego darle caza y expulsarlo para siempre, ya que estas criaturas tenían un punto débil... que él conocía muy bien! Y es que estos, además de ser codiciosos al extremo (fruto del hambre siempre constante), eran muy curiosos y el bullicio de la gente los

atraía. Era su costumbre parar la oreja entre paredes para ver de qué cosa se enteraban, siendo los relatos y cuentos la maneras de llamar su atención, de la misma forma que una mosca es atraída hacia la sopa. Husmeando por aquí y por allá, olfateándolo todo y escuchando aún más... Fue entonces que Owin el Alquimista, ideó un plan magnífico para engañar al Djinn. Reunió a los más renombrados contadores de cuentos de esta tierra con el fin de engañar y entretener al Djinn.


Por aquel entonces, recipiente hecho de quienes narraban bue- metal forjado por los nas historias eran los alquimistas, y encetrovadores. Tal profe- rrarlo para siempre”. sión era responsable ¿Pero cómo harían tal de trasmitir leyendas y cosa? ¿Engañar al endivulgar información gañador, sin que este entres los pueblos. A se percate y escape anmenudo, estas perso- tes? Pues el segundo nas de agradable y jo- secreto que Owin savial aspecto, viajaban bía, es: “que conocienpor los caminos na- do el verdadero nomrrando y cantando los bre del Djinn, podía hechos trascendentes obligarlo a entrar en la de la época. Su llegada vasija metálica, enceera muy anunciada y rrándolo para siemnadie en ningún rin- pre”. El nombre nunca cón de la tierra era aje- era revelado y nadie lo no a esto...incluido los sabía, pero estos orguDjinns. ¿Pero qué se- llosos diablillos solían creto conocía el Alqui- escribir su nombre en mista, que pudiera caracteres arábigos atrapar al funesto dia- debajo de la alfombra blillo? Uno: “que este mágica en donde se espodía atraparse en un condía de día. Dicha


alfombra mágica era invisible a los ojos y, como es de esperar, era de su propiedad y la llevaban en sus largos viajes. Hacían esto para advertir a otras criaturas que esos eran sus dominios. ¿Y cómo harían esto posible? Pues muy sencillo (para la mente del alquimista, claro es), el plan consistía en hacerle creer al diablillo, con la ayuda de los trovadores, que la Señora del Castillo viajaría a distintos puntos del Norte para visitar a su pueblo. Y que la gente que tanto amaba pueda verla una vez más rebosante de alegría, echando por tierra los

rumores de su pronta muerte. El engaño consistía en que el Djinn abandonara también el castillo de manera provisoria, dejando momentáneamente su escondite sin su custodia. Ahora bien, para que el engaño surtiera el efecto esperado, no debería ser tan engañoso, y mediante un gran y valiente sacrificio, Marim debía simular una pronta recuperación para que así el curioso diablillo ca-


yera en la trampa. No manto de silencio en el había otra opción, era laboratorio de Owin, eso o enfermar hasta donde ninguna criamorir. ¿Pero como tura extraña podía enhallarían la al- trar sin ser invitada, fombra, que era fue puesto en marcha a la vez el es- a la mañana siguiente. condite del Djinn? ¡Nada Con grandes pommás simple para pas y muchos importal renombrado tantes anuncios, parAlquimista! ya tieron primero los que él sabía tam- trovadores hacia todos bién que la misma los destinos asignados, se haría visible narrando la inminente mediante cierto visita y haciendo alarconjuro, cuando de de su creatividad la criatura ya no contando la más diesté cerca.Así fue versas y emotivas hisque lo que planea- torias sobre la Comarron en el más ab- ca y la Familia Real. soluto de los se- La magia del entretec r e t o s , nimiento estaba en sus c u b i e r to s manos, mas bien en bajo un sus voces. Seguidos


inmediatamente por la comitiva real, donde nuestra amada señora encabezaba la marcha seguida por todos los niños y niñas que quisieran acompañarla. Desconcertado, el Djinn no sabía si seguir a los trovadores primero para averiguar cuáles serían los futuros destinos, para así adelantarse. Destinos que hábilmente se encargaban de anunciar, generando hasta confusión en los mismos aldeanos que, deseosos de ver a su señora otra vez, iban y venían en diferentes direcciones o seguir a la ahora recuperada

Señora, la cual no podía creer se hubiera repuesto tan rápidamente. Dudó primero, pensando en no abandonar su escondite, lo cual hubiera sido un leve alivio para Marim, pero luego de unas horas la curiosidad pudo más y se alzó en su búsqueda. La curiosidad... y el hambre, porque recordemos que se alimentaba de su tristeza y debilidad repentina. Las horas siguientes fueron eternas para Marim, ya que luego de varios desatinos y de seguir pistas falsas divulgadas por los trovadores, al fin el Djimm dio con la Señora.


La halló justo de noche, rodeada de todo el pueblo que, feliz de verla, escuchaba nuevamente su dulce voz. Tarareaba una vieja melodía, animada por la lejanía de su mortal opresor, y una sonrisa de dicha asomaba en sus labios. A duras penas pudo sostener el canto, cuando percibió la cercanía del diablillo. Minutos de profundo dolor la embargaron, pero ella sostuvo valientemente la sonrisa y no detuvo su canto. Y en el mismísimo momento en que sentía que ya no podría soportar más el engaño, y sus piernas comenzaban a doblar-

se ... en el Castillo lejano, Owin dió con el escondite secreto, hallando la alfombra. Rápidamente y echando un conjuro de protección, levantó la alfombra y descubrió su nombre: tres veces gritó con voz trémula y solemne Inaya!, Inaya!, Inaya! que era el nombre secreto del Djimm. Acto seguido, un trueno repentino y terrible resonó en el cielo, y el Djimm, por obra y magia del Alquimista, voló raudamente hacia el castillo aullando de dolor... sabiendo en ese momento había sido engañado. Al llegar, lo esperaba Owin, para-


do sobre la alfombra mágica, con el recipiente abierto... y con una sonrisa placentera le ordenó entrar en ella. Sin poder desobedecer la odiosa orden, desapareció para siempre dentro de ella.

recorrer el último de los rincones, para regresar más tarde a su amado castillo y vivir muchos años más de felicidad.

Los trovadores siguieron y siguieron su camino, generación El recipiente creado tras generación, conpor el Alquimista fue, tando lo que habían luego de sellado, arro- vivido, siendo así de jado al caudaloso río y esta manera, como al ordenó quemar la al- día de hoy, la historia fombra, ahora visible de la Señora del Castipara todos, para que llo y el Djimm, lleganadie nunca más su- ron a nuestros días. piera su nombre, si es que alguna vez se encontraba la vajilla. Y la señora Marim, rebosante una vez más de vida, continuó su visita por la Comarca hasta

Fin


NOTA

Como habrás adivinado, ávido lector, el nombre del Djimm no es el mencionado en este cuento ya que, de serlo, tendrías en tu poder la palabra secreta para despertar y liberar al Djimm, si es que alguna vez te tropiezas con la vasija de hierro. Quién lo sabe... puede suceder.


Intendenta Mónica Fein Secretario de Cultura y Educación Guillermo Ríos Subsecretaria de Industrias Culturales y Creativas Clarisa Appendino Subsecretario de Fortalecimiento Institucional Federico Valentini

Municipalidad de Rosario


CMD Norte Villa Hortensia Ă rea de Cultura Warnes 1917 | 4806822 int. 480 culturanorte@rosario.gob.ar F CMDNorte www.rosario.gob.ar/cultura



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