P S E U D Ò N I M S E S P L E N D O R
N.46
E D I T O R I A L Una sonrisa repentina que ilumina la noche, una mirada furtiva capaz de despertar los sentidos del letargo de la rutina, un resquicio de libertad arrancado de la nada, despojado de la oscuridad que lo ceñía, vistiendo de gloria a los valientes, en eterno retorno para el esperanzado. Aquello que irradia vida en terreno yermo, un oasis rebosante de choses qui font battre le coeur.
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EN AQUEST NÚMERO Holly Haller editorial | patrician #01 viuda de perromierda #02 | Ópalonegro #03 Luna #04 | Marc Seoane #05 - #09 Kinga Pola #06 | gravedad #07 | LA MOSCA #15 Granger Bloom #08 | Ramon Mercader #10 las pájaras #11 - #12 - #13 - #14 | Samsa #30 Evey Hammond #16 | gaudi_no #22 Hola|Bonjour #17 - #18 - #19 | Cal·líope #20 jsûre #21 | Colom #23 | La Mengana #24 - #25 Salamandra #26 - #27 - #28 | kraki #29
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ur o j n |B o
P S E U D Ò N I M S E S P L E N D O R
N.46
#02
#08
Papá regresó al mausoleo entristecido y hambriento por no haber encontrado un cerebro que llevarse a la boca. No dijo nada, pero en el único ojo que aún le quedaba,el inconfundible brillo de la derrota refulgía con fuerza. Mamá le ofreció compartir la masa encefálica que estaba degustando, pero él rehusó: supongo que pensó que era mejor morir de inanición, que reconocer ante todos nosotros que se había equivocado. Los labios verdosos de mamá esbozaron una sonrisa. Tarde o temprano, cuando el hambre ganara la batalla al orgullo, admitiría el error que supuso no asistir con ella al desfile. Mientras llegaba el momento de saborear la felicidad de verle rendirse a la evidencia de que no todas las mujeres guapas eran unas descerebradas, mamá se sirvió otra porción del bulbo raquídeo. Mis hermanos se fueron a dormir, pero yo, que no quería perderme el espectáculo, continué rebañando los cráneos todavía adornados por hermosos cabellos rubios que según mamá eran los más deliciosos.
E L
E S P E C T Á C U L O
#27
E splendor
#04
Why are we waiting for th Why do we run after light it ends up overshadowing
Yesterday we lived in the e Today we smoke the ashes Tomorrow we will be long
he twilight to wake up? and when we reach it, us?
empire where the sun never goes down. s of better times. ging for today’s splendour.
#28
E splendor
#10
en el centro de la noche hay luz ni sol ni luna ni estrella no es una gota de luz es un mar de luz pero es invisible nadie puede verla es una luz sin luz cuando caminas por las Ramblas a la medianoche en agosto puedes sentir bajo la piel una erupci贸n en la sangre la sangre que corre como una hembra loca loca por el fuego en los campos loca por el fuego en el cielo loca por la hoguera en el coraz贸n tienes que sentirla la luz de la vida en el coraz贸n
#16
#17
#11 Para J. Sentados en la terraza de mi casa prestada. Unos fuegos artificiales celebran la fiesta nacional de un país que no es el mío, ni el tuyo. La precariedad domina nuestra vida y no obstante estamos aquí. Uno al lado del otro. Contemplando el cielo. La magia de la pólvora en el aire. Círculos de colores explosiones ráfagas destellos. El estruendo que precede a la luz. La misteriosa belleza de lo efímero. El presente más absoluto. Y luego el silencio. La eternidad. Tres bengalas iluminan el cielo humeante. Se elevan y caen allá a lo lejos. Lentamente. Parece que el espectáculo acabó, digo. Entonces tú me cuentas algo de una novia que tenías y en la que todavía piensas. Casi siempre cocinaba yo, dices. (una gran nube roja avanza hasta nosotros misteriosa y nos devora)
Un relĂĄmpago te parte el pecho Es de tus tatuajes mi preferido Grieta abriĂŠndose paso por la piel Trazando un corte limpio y perfecto Un interrogante Rendija de pasado insoportable
#18
#12
#20
Què és això que m'enlluerna? / potser la llu tancades. / Voldria pujar les persianes / del Però de veritat que... / tanta llum m'enlluer
um del dia, / que ĂŠs a fora les parpelles, ls meus ulls, / malmesos. rna.
#07
#09 La dejó en el desierto. Ya no había trucos, ni casas donde esconderse. Sólo llanuras y luz de día, sólo viento y frío de noche. Tú ya no. Yo tampoco. No había agua en la tierra. Decidió recoger el calor en cubos. Tú ya no. Yo tampoco. No tenía brazos para la guerra. Decidió atarse a un árbol. Mi amor, en medio de la ceguera aquí está lo que me queda: un puñado de polvo de piedras, mis ojos secos de tanto llanto y mis pies descalzos en los bolsillos. Tu tiempo ya no. Mi cuerpo tampoco.
#30
#19
E l
ascenso
#01 Cuando la encontré al abrir la puerta sentí miedo, sabía qué se esperaba de mí. Tuve que envolverla bajo un par de sábanas para que no se dañara, la cargué con sumo cuidado y comencé a ascender la montaña por la ladera izquierda, que es más suave y está libre de esa piedra chica, suelta, tan traicionera. Trepé durante todo el día, al caer la tarde mis hombros estaban heridos bajo su peso y en aquellas alturas soplaba un viento helado. Alcancé la cima en el momento preciso, contra el cielo nocturno una lluvia de estrellas fugaces adornaba el infinito. Desenvolví y dispuse la cámara. Algunas brasas comenzaban a arder. La gran hoguera de la que el fénix renacería estaba pronta.
#15
#13
#03 Vigila bien tus horas. No dejes que el aliento de la muerte voraz empañe el brillo de la hierba de mayo. Las abejas lo saben y se esmeran. El cerezo lo siente y se apresura. Azuza tus sentidos. Pronto la nieve negará el color a la tierra y las aves oscuras pintarán herméticas señales en el cielo.
#05
#23
En veure la foscor i, enmig, l’esplendor de la pedra, vull que sentiu la magnificiència d’una cultura i d’un imperi: el grec.
#26
#24
Y aquí estoy nuevamente, rodeada de una ciudad ansiosa, bajando de la montaña cual ermitaño, sintiendo las aguas tranquilas dentro de mí, ansiando que esas mismas aguas se pongan a bailar. Y aquí estoy yo con mi maleta, cargada de papeles sin destino, cargada de recuerdos de mí misma, cargada de conversaciones a solas bajo el frío, cargada de mí, mas cómoda conmigo misma. Y aquí estoy y aquí me estoy sintiendo, y me estoy sintiendo también allá y en donde nunca he estado, deseando que algún día mis pensamientos vayan de la mano con mis actos, deseando que mis acciones fueran las de un niño con conciencia, deseando poder desear cosas buenas a todos, a ti. Y aquí estoy con mis manos más conscientes de mi cuerpo, y aquí estoy con mi pelo, que brota como lava sin fuerza, con mis pies que han pisado hielo y sangre, con mis carnes que han brotado mil flores en forma de salpullidos, con mi boca y mi lengua, que se han besado a sí mismas. Y aquí estoy más mía y más tuya, más tuya que mía
#29
#06
#25
#22
¡Auge! Di tú conmutador, que modificas el proceso de las cosas; cuánto falta para llegar, o para terminar. ¿Amanecer o fenecer? Desde aquel apogeo, se elevan esbeltas las murallas citadinas; lustre humano, lastre que descansa alegre en la superficie, antaño arbolada. Desde que las azoteas rozan la bóveda celeste y las antenas bailan flamencas, la posesión del suelo, la posesión del cielo, un rayo, luz y fulgor. ¿Cuándo se extinguió? ¡Apogeo! Al fin llegas, con tu aspecto lenitivo; a pie de los campos esperas, deseando el paso adelante, hoy las grúas te han dejado. ¿Eterno relapso?
#14
#21
w w w. P S E U D o N I M S . com E S P L E N D O R