Chéjov en La Voz de Galicia

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SÁBADO, SÁBADO, 30 23 DE DE NOVIEMBRE NOVIEMBRE DEL DEL 2013 2013 || AÑO AÑO 99 || NÚMERO NÚMERO 548 547|| LA LA VOZ VOZ DE DE GALICIA GALICIA

CULTURAS

CHÉJOV INÉDITO LA EDICIÓN DE LA OBRA BREVE COMPLETA DEL AUTOR RUSO RECUPERA PIEZAS HASTA AHORA NUNCA LEÍDAS EN ESPAÑOL

LIBROS

CINE

CÓMIC

J. K. Rowling se pasa al negro. La autora de Harry Potter se estrena en el género policíaco con una novela sobre falsas apariencias

Lars von Trier vuelve por Navidad. El autor estrena el día 25 su polémica «Nymphomaniac» rodeada de gran expectación

Vuelve Blacksad. La nueva entrega del cómic de J. Díaz Canales y J. Guarnido propone un viaje ambientado en la generación beat


2-3 CHÉJOV, LA FORJA DE UN CUENTISTA CULTURAS

ENPORTADA

SÁBADO, 30 DE NOVIEMBRE DEL 2013 LA VOZ DE GALICIA

texto Xesús Fraga

LA APARICIÓN DEL PRIMERO DE LOS VOLÚMENES QUE REÚNEN LA OBRA BREVE DEL RUSO PERMITE ACERCARSE A LOS INICIOS DE UN AUTOR QUE ALCANZÓ LA MAESTRÍA DEL GÉNERO En la tarea común de definir y transformar los géneros literarios existen paternidades reconocidas y otras anónimas. Al ruso Antón Chéjov (1860-1904) se le atribuye, junto a autores como Edgar Allan Poe y Guy de Maupassant, el hallazgo y el desarrollo de un estilo que se ha venido a identificar con el cuento moderno: una unidad de emoción que, despojada de su tiempo y lugar, sigue encerrando las complejidades del corazón humano. En cuanto a la técnica, el realismo, la elipsis, la insinuación, la concisión o la atención al detalle suelen atribuirse a un Chéjov que se invoca como la influencia suprema para todo cuentista: desde Alice Munro, la último premio Nobel, a quien denominan la «Chéjov» canadiense, a maestros del género como los norteamericanos John Cheever y Raymond Carver, o el español Ignacio Aldecoa, a todos ellos se les identifica con la etiqueta de chejovianos. Hasta ahora, el lector en español podía elegir entre un buen número de antologías para acercarse a la narrativa del escritor ruso, con el consiguiente problema de evitar los textos repetidos. La próxima semana llega a las librerías el primero de los volúmenes en los que Páginas de Espuma —sello que tradicionalmente ha dedicado una atención preferente a las narraciones breves— reunirá los cuentos completos de Ché- advierte a los lectores de que el jov. Serán cuatro tomos de más Chéjov que se encontrarán en de un millar de páginas, que no las páginas de este libro difiere solo ordenará cronológicamen- considerablemente de la imagen de relato que se tiene a partir te los relatos, sino que también aportará un número considera- de obras tan clásicas como La dama del perrito o Mi mujer. ble de textos que permanecían inéditos en español. La recopila- «Este Chéjov es un escritor joción que abre la serie se centra vencísimo, que empieza con 20 en la producción de un joven años y que se muestra juguetón, Chéjov y sus inicios literarios irreverente y que experimenta apenas cumplidos los 20 años, con las técnicas que le ofrece la acotando sus páginas al perío- escritura», describe Viejo. Para do comprendido entre 1880 y el editor de estos tomos, la se1885. En total, 239 cuentos de cuenciación cronológica aporta los considerados de juventud, un elemento contextualizador de los que en torno al 20 % son del que carecen las antologías, inéditos. ya que permiten seguir la forja El responsable de la edición de de un escritor que falleció joven los Cuentos completos, el escri- —a los 44 años—, pero que detor y eslavista Paul Viejo (Bilbao, dicó más de una veintena a la 1978), que ya se había ocupado literatura. de la correspondencia entre Otro rasgo que sorprenderá Chéjov y Olga Knipper, tam- a más de un lector es la probién para Páginas de Espuma, fusión de seudónimos con los

Arriba, un retrato de Chéjov fechado en 1885. A la derecha, de arriba abajo, portada de «Cuentos de Melpomene», manuscrito de «El espejo curvo» y portada autografiada de «Relatos abigarrados» por el escritor.

que Chéjov acostumbraba firmar sus colaboraciones literarias en revistas: detrás de ello se encuentra una justificación económica. «En estos primeros momentos de su carrera, Chéjov no consideraba que su literatura fuese una gran obra en proyecto, sino que lo veía como un trabajo puro y duro. No buscaba la fama ni el reconocimiento artístico, sino que lo que necesitaba era dinero. Y si podía publicar más y en más sitios con distintos nombres, mejor», justifica el editor. En consonancia, muchas piezas eran breves, de un humor que escoraba hacia lo

satírico, precisamente la clase de texto que demandaban las revistas. La situación comenzó a cambiar a partir de 1884, cuando el nombre de Chéjov adquiere mayor peso literario y sus textos ganan también en extensión y profundidad. También el estilo y la temática de los cuentos del primer volumen presentan novedades. «Hay una imagen canónica de Chéjov, pero no siempre ha sido como lo hemos visto. Se le suele proponer como el contrario realista de Poe, que cultivaba el relato fantástico, pero en este tomo


el lector se encontrará con que Chéjov tampoco descartaba la leyenda o incluso los temas de corte fantástico», explica Viejo. Son esas técnicas que han dado lugar a la percepción consensuada de la habilidad para el sondeo psicológico por parte del escritor ruso las que aquí se están forjando, la elipsis, la insinuación, la contención. Pero, como le ocurrió a otro cuentista consumado, Carver, muchos rasgos que con el tiempo se le asignarían como fruto de una voluntad de estilo, nacieron como una intervención ajena más prosaica. Al igual que Carver, Chéjov también contaba con un editor que retocaba sus textos: en el caso del norteamericano, un editor editorial, valga la redundancia, en el del ruso, el editor de la revista para la que colaboraba, Fragmentos. Así, sus aportaciones aparecían mutiladas o transformadas, hasta que el director de la publicación conminó al autor a ajustarse al breve espacio asignado. Un paradigma de la contención, el relato Se fue, nació de este modo. «Es curioso que tanto a Chéjov como a Cheever les pasase esto», subraya Viejo. «Él no había llegado a ese concepto de la literatura como arte y lo veía desde la parte práctica: prefería que sus textos apareciesen, aunque cortados, a quedarse sin publicar. Se fue se estudia como paradigma de Chéjov y del cuento moderno, pero no iba a ser así. Lo que aquí vemos es una contradicción entre ese trabajo casual y accidentado y los inicios del gran escritor que acabaría siendo», explica el editor.

CAPACIDAD PARA FASCINAR Un escritor que también se valió de su dominio de la técnica teatral para aquilatar la perfección de sus diálogos y cuya capacidad para fascinar permanece inagotable. Para Viejo, esa perdurabilidad hay que buscarla en la sabia administración chejoviana del encuentro de lo local y lo universal. «En su literatura nos habla de un lugar y un tiempo muy concretos, la Rusia de finales del siglo XIX, pero una vez nos alejamos espacial y temporalmente, y le quitas esas características, es completamente contemporáneo. Aunque no conozcamos a los personajes ni entendamos la situación en la que se encuentran, seguimos conectando con ellos, y ahí está la capacidad de Chéjov para hacerlo», concluye Paul Viejo. La edición permite, por tanto, seguir esa evolución primera de Chejov, con un muestrario

El escritorio de Chejov, con sus objetos personales y los útiles que lo rodeaban durante la redacción de sus obras

RELATO

«Cuentos completos [1880-1884]» Antón Chéjov. Edición de Paul Viejo. Páginas de Espuma. 1.165 páginas. 39 euros. ✸✸✸

variado de textos que van desde las piezas humorísticas, los registros más experimentales e incluso irreverentes —como La mujer desde el punto de vista de un borracho—, «obras que hoy en día no se considerarían cuentos», afirma Viejo. A la ordenación cronológica se añade un índice que aporta información acerca del título original, el traductor, el lugar y medio de publicación y las circunstancias que rodean la aparición de cada pieza. Viejo también firma una breve pero esclarecedora introducción que completa la panorámica de los relatos del escritor ruso. Una lectura de la indagación personal de un autor, pero también el camino del cuento a su modernidad. Uno de tantos, pero también uno de los más transitados.

Chéjov fue un escritor que también se valió de su dominio de la técnica teatral para aquilatar la perfección de sus diálogos y cuya capacidad para fascinar permanece inagotable

UNA INFLUENCIA PERDURABLE

UN ESCRITOR QUE CREÓ ESCUELA ESTILÍSTICA Uno de los mayores honores que la posteridad puede rendir a un escritor es que de su nombre derive un adjetivo que primero califique su estilo literario y que después entre en el vocabulario común. A dantesco y kafkiano, por ejemplo, podríamos añadir chejoviano: pocos autores han extendido su influencia durante tantas generaciones y ha fascinado a tantos literatos, de todas las épocas y en todos los sistemas literarios. Para muestra, las siguientes opiniones de escritores que también han cultivado la distancia corta sobre la perdurabilidad de sus narraciones breves. Ignacio Martínez de Pisón: «Hablaba de temas eternos, como la complejidad de las relaciones humanas, y lo hacía además renunciando a alardes retóricos, algo en lo que se adelantó a su tiempo. Eso explica la eterna vigencia de sus relatos». Marliar Aleixandre: «Ensinounos a capturar un intre, como unha faísca, nunha mancheíña de palabras. Dun modo, segundo el aprendido de súa nai Evgeniya, magnífica contadora, identifica o fulgor entre a borraxeira dos días. A emoción pode agocharse nos recantos máis insólitos. É quen de documentar sen sentimentalismos as mise-

rias dos presos, dos desposuídos, un don relevante para os tempos que vivimos». Eloy Tizón: «Es la bisagra entre la literatura clásica y la moderna. Escribe en el filo entre dos mundos. Una parte de él pertenece al Antiguo Régimen y la otra anticipa la neurosis contemporánea y el psicoanálisis. Era médico. Tuberculoso. Se casó con una actriz. Amó los árboles». Inma López Silva: «Eu son máis chekhoviana teatral ca narrativa, pero creo que nos dous xéneros o que nos apreixa é a súa capacidade para contar o universal desde o aparentemente intranscendente que, ademais, semella cobrar importancia porque se nos amosa misterioso e, por veces, epifánico. O fascinante é que todo iso non se logra a través da escolla temática, senón a través duns personaxes estrañamente familiares e, sobre todo, a través da súa forma de narrar». Julian Barnes: «No existe una respuesta breve que explique la grandeza de Chéjov. Necesitaría escribir un ensayo para explicarlo. El autor de relatos irlandés Frank O’Connor dijo que deberías siempre leer, leer, leer a Chéjov y nunca, nunca, nunca intentar imitarlo».


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