Piedra de rayo

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PIEDRA DE RAYO


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Mercedes a Luneta Parroquia Altagracia Apdo. 134. Caracas. 1010. Venezuela Telfs: 0212-562.73.00 / 564.58.30 William Osuna Daniel Molina Ánghela Mendoza ©Simonny Azul Urdaneta Caracas, Venezuela 2015 Jennifer Ceballos Ximena Hurtado Yarza Ánghela Mendoza

Fundación Casa Nacional de las Letr as Andrés Bello

Presidente Director Ejecutivo Coord. de Prod. Editorial

Piedr a de R ayo Diagr amación Corrección de textos Diseño de colección Dep. Legal: lf60520158001608 ISBN: 978-980-214-339-9


PIEDRA DE RAYO Simonny Azul Urdaneta



V Concurso Nacional de Poesía 2014 Festival Mundial de Poesía de Venezuela Veredicto El jurado del V Concurso Nacional de Poesía del Festival Mundial de Poesía de Venezuela 2014, de la Plataforma del Libro y Lectura del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de los jurados designados Edmundo Aray, Luis Alberto Crespo y William Osuna, luego de deliberar, a partir de una preselección hecha por los poetas José Rolando Rivero (Cuba), Washington Cucurto (Argentina) y José Miranda Ponce (Ecuador), decidió dar como ganador al poemario Piedra de rayo, enviado bajo el seudónimo Iwariwe, que una vez abierta la plica resultó ser Azul Urdaneta, proveniente del estado Carabobo. Este veredicto se emite a los 18 días del mes de junio de 2014 en la ciudad de Caracas.

Edmundo Aray

William Osuna

Luis Alberto Crespo



Poro

Diminuto ahora guarda aquel de mí que fui en el pálpito cuando más grande era para decirlo allí de muerte más por dentro que por fuera está llegando de a poco como la mañana se hace de sentir que llega porque no hay alguna otra vuelta que dar en torno a sí y el cifrado de arena que en el baile el viento escribe se revela al ojo olvidado ensueño: ser la luz del mundo en cada voz

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respira bajito entonces coraz贸n aguarda lo grande que est谩 naciendo hablado en el silencio

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Estrato germinativo

Oval es y entonces brota como de mí aunque luz yo que creí que cada día era al otro igual que siempre yo que nada sabía de mí cada instante nace algo algo ha de crecer invisible cuida cada brote como si dormido del mundo abrir los ojos a las flores fuese el camino oculto en cada esquina de la piel

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Estrato granuloso

Como las piedras en los caminos nudos duelen de pronto y rompen en llanto sin querer y rompen de a poco en los mismos rincones la piel no podré decir más: tropezaré y luego todos nos levantamos porque de pronto la mañana solo es esta y caímos tanto que no hay remiendo para todo dentro de esta limitanza que somos

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que con m谩s compasi贸n nos veremos al espejo ya cuando no nos refleje

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Estrato lúcido

Y cuando despierte y sepa porqué todo ha pasado así como lo que siempre regresa y no se ha ido es para ver la luciérnaga que me acerco y abro más los ojos todos y del mal que hablamos cuando la espalda un giro nos da y de pronto nada nada parece duro ni el suelo que creemos nos sostiene y esto suave de mi pecho es una piedra que late gira sobre sí y en torno a algo siempre más luminoso 14


te digo entonces de esta forma que despierto solo cuando nadie estรก para contarlo

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Deslave

Como deslaves las venas ceden andar en la corriente de lo humano vale más en descenso fácil resulta entonces pero la luz más luz quiere todavía y salimos de tabernas con el vino de mirar amanecer lo que nos recuerda el cielo su lenguaje de señales subir la frente quedar cegados y que tu mano sea la mía cuando no hay más nada que saber

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que no nos haya dicho ya el terrible resplandor nuestro silencio

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Cuadrícula Nacimos libres, responsables y sin excusas Sartre

Cuadrícula piel que registra cifras y signos sumatoria de voces se esconden tejido adentro ha de ver el día claro la más pura orilla porque las piedras y el río y el impulso de la ola y los ojos frontales de la miseria el miedo y su parálisis también guardaron cada una de sus letras en alguna habitación para ya no dejar más pero hoy que se abren puertas y ventanas y correr no es más ligero

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que volar es siempre lo que nos ha de alcanzar lo que nos toca

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Hilo

Puedo decirme yo como quien soy decirme la que soy decir aquel que soy todas las voces del mundo resuenan en este hilo de luz que tiembla desde la cima hasta el final líquido y movible de las cosas terrenas una silueta tenue pequeña luz de una vela así de eterna así de sostenible alumbra el universo del hijo en la casa del origen

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Burkhas

Una niña nace y la piel del avestruz se enchina al otro lado de las ciudades tu sangre guarda el códice de todos todas bordado en azul los desvaríos de las estrellas sus formas caprichosas que apenas dicen que apenas nos recuerdan pero de pronto alguien nace cuando todo lo demás muere o busca el final de esto y otras formas de sabernos se descubren

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velos las burkhas caen para que tĂş salida de la entraĂąa ardiente brilles destello breve arriba en la Ăşltima de las tardes

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Asiento

Por un par de pliegues las ventanas dejan entrar y se refractan nos entregan las formas del sueño y al instante ya miles de párpados de par en par y esto que llaman piel es un tamiz una estrella y de tanto ver ubicuo pensar es confuso tanto ruido afuera tantas voces dentro la boca entreabierta y en algún flanco un niño clama por mí 23


sí con insistencia o se debe terminar la palabra a medio blanco pizarrón y las mil miradas de la espalda o la laguna ha contado dos mil ondas en tanto tú dormías mirando lo profundo en mil lugares pesa tanto la cabeza colgante de mi mano gira y se enrolla roza la palma al pulso del índice que la empuja cuando aquí el juego ha tomado el asiento de la vida

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Dime si voy

Dime si voy a alguna parte si en esta parálisis la vida baja frente a mí en los caminos internos y no regresa tan rápido si de pronto ahora que escribo en esta máquina mirando la ventana no en mi libreta de bolsillo callejera si ahora que creo saber tanto de mí la tensión las arterias el órgano llamado corazón sus disfunciones

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congénitas y aprendidas las correctas leyes del hablar y el escribir me cuesta tanto estar en lo poco no más echarme a rodar como las piedras despedirme de ti como decir: hasta mañana la única pregunta importante es acertijo el sueño repetido del silencio entonces basta ya es un mareo continuo la pesadez de este tiempo que no se va que no llega

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digo que sí que sí estaré en luchas por causas justas y me olvido de la casa y las manías de orden se hace lo del instante se reduce a diez minutos bibliotecas familiares y por el borde de la calle la esperanza es un hilo que a veces se contempla con el ritmo discontinuo del espacio donde aún sin querer te guardo

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Esto de partirse

Esto de partirse corazĂłn ya lo he vivido he visto el ruido seco contra el piso el agua perdiĂŠndose en la boca de la tierra la pulpa blanco adentro he querido tener entonces algo un instrumento de comer de no perder lo blando crecer en vano tantas veces en la oscuridad cerrada y circular pero hay lluvia y retoĂąo y un diente que se muerde a sĂ­ mismo por no llorar

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para decir adi贸s sin desvar铆o

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La ventana

La ventana sus postigos mĂĄs grandes a la mirada que escapa tanto aliento en vano colĂĄndose en los poros tamiz que separa tu mano curva de la mĂ­a al otro lado la calle otra ventana nos mira susurros hay de lo que se teme cada palabra dicha: aldaba cada palabra escrita: silencio de encontrar la esquiva vida 30


que no guarda que nada espera en la humedad de la mano que toca callada siempre muda

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Migas

Los que comemos las migas de la mesa viajamos en hileras creyendo que estamos solos nada es diminuto a nuestro paso cada letra cada espacio vacĂ­o en este idioma casi imperceptible se dice que nada late adentro para detener el cuerpo en un espacio finito 32


tan solo recogemos lo que queda casi en silencio nos vamos llevamos algo dulce su sabor para el camino y un pedazo de hoja a cuestas donde escribir el pr贸ximo adi贸s

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Vasija

Esta es la mañana de olor a leña en el café todo lo que pesa se va en el humo que sube y te aprieto en mi garganta con mi mano izquierda y te guardo dentro de la boca como el último sorbo no sé el camino y me da igual a veces uno se siente más grande

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hoy soy la sombra bajo el รกrbol vasija de tierra que esconde secretos

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Quédate

Quédate con lo que sobra las heridas de la espalda su olor a sequedad las mordidas de la boca que ayer comió de mí hay espacio en el desván para la ropa raída la lengua de las bestias en este círculo me fundo mis dedos ya tocaron la orilla clara de las palabras son el destello la incandescencia

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de haber perdido la avidez de lo continuo como el humo de las piedras sueno distinto cada vez cuando te quedas con lo poco fragmentos de lo que nunca te di

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La mano

Su vuelo más alto al cuerpo será ese en que mí termina donde comienzas la mano nuestra toca firme el paso al desconcierto mano que abre el día y el cuenco espera abierto caiga una letra un sonido granos de arena en cada línea es mi presagio documento develado a la luna por asunto quizá del desconsuelo o la fe

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Codo

Las piedras del río en esta esquina los dedos sosteniéndome la sombra y por encima el canto de cigarras o un respiro la madrugada que también se esconde en las esquinas de la piel y la lengua prueba el polvo del camino del azar el resto es intento simple de ocultar secretos que no sé

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Por debajo

Por debajo de la piel en ese espacio la voz anida recorre el cuerpo que responde en movimiento discontinuo a la cadencia a cada pausa por debajo de tu lengua en la humedad de cada palabra que nombras

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estoy y ya no importa a d贸nde vayas

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Lengua

Escribiré un poema con mi lengua en la línea de tu espalda alargo las vocales como gemidos en dirección a tu flanco mi lengua es ésta la del cuerpo la que te circunda apenas ésta que nombra para alcanzarte

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Espalda

Escalarme señor no es fácil si uso mis pies mis pequeñas manos de sangre por tus surcos baja leche tibia y las flores que me diste sin que pudiera verme al espejo llena la piel de brillos verdadero es subir sin esfuerzo en un parpadeo de mariposa en un suspiro y aunque a veces creo y pienso tú más cerca me das en silencio la quilla la soga la palabra: entrega

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Dedos

Los dedos de los pies hĂşmedos en la espera se recogen en torno a sĂ­ al no saber de roces o distancias la tibieza de un pecho no es suficiente si llega la lluvia el sonido de los juncos su crecida

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Juegos

Aprendió el juego de esconderse silencio y cerrar llenos de mar los oídos y darse sin más no más voces o formas discontinuas susurros manchas tenues la abertura de la luz algún sonido interno le recuerda el vacío su quietud le gusta tanto perderse hacer a que no está recorre entonces las ondas calcula a respiro el tránsito

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A cuรกnta ausencia de aire llega a la orilla el alma A cuรกnta sombra y resplandores de laguna hoy encontrรณ el monedero la abuela trajo en uno de sus viajes abriรณ con dos dedos la boca del conejo sintiรณ la piel seca la suerte

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A solas

En la calle los pasos fragmentados recorren la ruta de siempre me cuelgo el gesto habitual este rostro este pie y su costumbre de guardar silencio y he callado tanto que ya no sĂŠ decir quĂŠ soy por debajo de mĂ­ pero la noche llega aunque no la busquemos y el cuerpo marca el pulso revela

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lo que oculto palpita en brotar esto que en mi voz estalla s贸lo si me encuentro a pesar de tu presencia completamente a solas

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Caribe

Descalzar es siempre originario como persistir la rendición no es alguna de tus opciones ni va inscrita en lo tostado de la piel ríes a grito cuando nadie es cerca llevas arrastrada alegría a siglos de silencio yo vendré luego cuando el mar descanse a recoger la cesta caída de tu mano yo estaré allí contigo cuando de abrir los ojos tu boca coma del sol

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Después del sueño

El cuerpo despierta con el peso del mundo la muerte es un pequeño punto al final de la página cuando ya no hay nada que mirar o decir y las flores siguen adornando el suelo y por las ventanas todavía entra la lluvia y la noche que a veces brilla se termina y vuelve pero ya no está para contar lo poco lo mucho lo que a nadie importa

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y el cuerpo entumecido sabe del fr铆o de los besos que se van y no sabe de la sangre que se queda s贸lo dio dos pasos en la direcci贸n contraria sin saberlo y porque s铆

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Fuego manso

DĂŠjeme abrazar su asfixia aliento corto al final del camino con su pueblo a cuestas cada quien con sus pocas o muchas heridas de guerra y el polvo arde en el sudor del cuerpo y en alguna calle llora un niĂąo y en alguna esquina el hielo se derrite inflamadas embestidas del odio del amor y todo ocurre en un lugar para que lejano para que se haga el brillo

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de vernos a los ojos antes de que el mundo caiga

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Salto

Si te gusta el barranco limpia con gusto y saliva los raspones del descenso las espinas de la sien en los pies no son problema entrégate a beber las pocas gotas de sangre en la sed no te derrumbes en ti mismo como terrón inmenso de montaña trágate la culpa y el hambre espera paciente el próximo abrevadero la próxima pendiente y sin dudarlo salta

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El camino

El camino abre y otro cierra y yo en el borde del cuchillo mĂĄs allĂĄ del bien el mal es lo que la boca dice lo que llevan a cuestas los rastreros su desgarre la vida escapa siempre y la busco la vida que habla en las piedras que suena el rĂ­o el escondite de la mano los bolsillos y las guerras se cumplen en nuestra ausencia y las armas caen y no nos tocan para que el incendio pase y nos alumbre

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para que la voz se oiga y no nos callen para poder rezar por ti este poema simple cada noche cada noche antes de dormir

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Cómo decir adiós A Hugo

Quisiera decir que estos son los tiempos de la paz me visto de espuma y por debajo el arrastre la fuerza de la ola esa rasgadura de diente de bestia recién nacida afuera el juego del combate ataca o muere y yo no juego y yo sostenido en do sostenida en la roca que no desgasta la sal hay una manera profunda de resistir leve y constante el brillo los amigos son estos que se ven de a poco los alcoholes se ofrecen así a los que ya no están 57


y el cuerpo espera lleno o vacío según el tiempo y las lunas el recuerdo de los hilos se cruzan para que todo salga en resguardo de los míos de los que no son míos aquí ofrezco mi palabra gota a gota la rama en que te posas si te invoco esta palabra tierra que hoy somos todos padre y el polvo que late adentro adentro

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Barricadas A chipichipi

Hermano tú que estas en la otra orilla del mar recuerdas que la rama de guayaba nos cargaba cada tarde caíste de mi mano cuando la ola pasó solo quedó una burbuja en la arena como pista Hermano para ti rodar es fácil tu mochila aunque liviana guarda algún grano de sal de sol Hermano tú sabes de cierto 59


que la abuela repartĂ­a los panes cada maĂąana para que nadie falte y para ser feliz tan solo le bastaban las rosas blancas del jardĂ­n y tu risa y sin embargo te vas prendes el fuego que yo apago y te vas mirando desde el fondo del espejo

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Piedra de rayo

Si algún día olvida las palabras inventará otra forma de invocarte rayo que suena siempre distinto para qué cuerpo o memoria qué temor ni sombra qué neblina si tu sonido aparece veloz y es sin esfuerzo cada cosa en el camino el río la sal también la sed la arena piel de lo que es nuestro y no nos deja entonces aún en el descuido en la omisión en el olvido caes 61


fragmento de noche poema oscura piedra de rayo que nos salvas

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ÍNDICE



Poro

9

Estrato germinativo

11

Estrato granuloso

12

Estrato lúcido

14

Deslave

16

Cuadrícula

Hilo

20

Burkhas

18 21

Asiento

23

Dime si voy

25

Esto de partirse

28

La ventana

30

Migas

32

Vasija

34

Quédate

36

La mano

38

Codo

Por debajo

40

39


Lengua

42

Espalda

43

Dedos

44

Juegos

45

A solas

47

Caribe

49

Despu茅s del sue帽o

50

Fuego manso

52

Salto

54

El camino

55

C贸mo decir adi贸s

57

Barricadas Piedra de rayo

59

61




Este libro fue editado por la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Está compuesto con la familia tipográfica Apple Garamond Fue impreso por la Fundación Imprenta de la Cultura, durante el mes de junio del 2015. Año de la conmemoración del centenario del nacimiento de César Rengifo, quien manejó la idea bolivariana de la fuerza de los pueblos para el cambio.

1000 ejemplares



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