Antología FMP 2014

Page 1




w w w.c a sa bello.g ob .v e

Mercedes a Luneta Parroquia Altagracia Apdo. 134. Caracas. 1010. Venezuela Telfs: 0212-562.73.00 / 564.58.30 William Osuna Daniel Molina Ánghela Mendoza ©FCNLAB Caracas, Venezuela 2015

Mónica Piscitelli Ánghela Mendoza Ximena Hurtado Yarza

Fundación Casa Nacional de las Letr as Andrés Bello

Presidente Director Ejecutivo Coord. de prod. Editorial

11a Antología del Festival Mundial de Poesía de Venezuela Imagen de portada

diagr amación y diseño de colección Corrección de textos

Dep. Legal: lf60520152001606 ISBN: 978-980-214-337-5



Un festival de poesía es una fiesta pagana Luis Enrique Belmonte

11

AMÉRICA CHILE COLOMBIA ECUADOR

Waldo Bastías Marta Carolina Dávila Ramón Torres Galarza

15 19 23

EL CARIBE JAM AICA

Randy Mc Laren

29

MEDIO ORIENTE SAHAR A ORIENTAL SIRIA TURQUÍA

Bachir Ahmed Aomar Abdul Zagbour Ahmet Telli

37 41 45


ASIA CHINA

Tan Xudong

51

EUROPA FR ANCIA ITALIA

Rouda Antonio Nazzaro

59 65


VENEZUELA

AM AZONAS ANZOÁTEGUI APURE AR AGUA BARINAS BOLÍVAR CAR ABOBO DELTA AM ACURO DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL DTTO. CAPITAL FALCÓN

Luis Camilo Guevara Edmundo Aray Luis Alberto Crespo

73 83 93

Beatriz Graterol Nelly Villegas Nervys Arriaga Marianela Cabrera Laurencio Zambrano Morela Maneiro Luis Alberto Angulo Ismari Marcano Aracelis García Edmundo Ramos Freddy Ñáñez Nelson Guzmán Ángel Malavé Roque Zambrano Mariana Chirino

103 107 111 115 119 125 129 133 137 141 145 149 153 157 161


GUáRICO LAR A MÉRIDA MIR ANDA MONAGAS NUEVA ESPARTA PORTUGUESA SUCRE TÁCHIR A TRUJILLO VARGAS YAR ACUY ZULIA

Susana Hernández Yajaira Álvarez Rodolfo Quintero-Noguera José Quiaragua Carolina Veracierta Luis Miguel Patiño Rubén Darío Roca Jesús Rafael Núñez Freddy Araque Ivonnee Ruza Montilla José Luis Villalobos Maigualida Pérez Paredes Berta Vega

165 169 173 177 181 185 189 193 197 201 205 209 215



Un festival de poesía es una fiesta pagana. Es un espacio resonante donde se alojan multiplicidad de voces andantes que dialogan incesantemente durante el tiempo que dura la congregación. Deben existir pocos encuentros grupales en los que se presente un intercambio de voces, pensamientos, gestos, imágenes, saludos o promesas tan intenso como el que se manifiesta en el transcurso de un festival mundial de poesía. Un ambiente de auténtica juglaría se apodera del lugar del encuentro: canto, prosodia, mímica, improvisación, drama, colorido, sutiles equilibrios y descalabros. La imagen arquetipal del aedo, rapsoda, juglar, goliardo, bardo, remedador, cazurro, arlequín, cómico ambulante o saltimbanqui, hablando, recitando, burlando y cantando en el banquete, en el ágora, en la plaza pública o en la taberna es una de las visiones más perdurables de los festivales de poesía. Es una visión que lleva la impronta del diálogo y la fraternidad, dos misterios sin los cuales sería impensable la congregación humana. Un festival de poesía es un laboratorio antropológico, una caja de Pandora o la posibilidad de ensayar lo plural en lo común del propósito universal de la poesía: la consciencia imaginante que nos libere y nos acerque al otro sin prejuicios. En este libro queremos celebrar el sentido ecuménico y humanista de los espacios que congregan voces para la poesía más allá de los límites geográficos y las fronteras: el sentido andante y comunicante de la palabra compartida. Celebramos con poesía el Festival Mundial de Poesía. Luis Enrique Belmonte

11



amĂŠrica


CHILE

Waldo Bastías San Carlos, 1945. Profesor, poeta y actor de teatro. En 1972 obtuvo el Premio Municipal de Valparaíso, Chile. Durante 1975, fue Coordinador de los Talleres de Poesía Ilustrada de la Galería de Arte Meridiana de Buenos Aires (Argentina). Es ganador de la VII Bienal José Antonio Ramos Sucre, mención Poesía, Venezuela 1981 y obtuvo el segundo premio en el concurso internacional A 100 años Allende Vive. Ha publicado los libros de poesía El Coloso de ruedas, La ciudad de papel, Fábulas de la tierra cuadrada, Para Tristán Tzará y otros poemas y Estación de tránsito (poesía reunida).


Ambulancias

El lúgubre canto de las ambulancias despierta en la gente oscuras premoniciones Terrores ancestrales como demonios recorren las calles mientras la sirena sube y baja Imagina un coro de harpías cantando en la sombría belleza del caos Algún día todos estaremos allí –pienso– Mientras tanto los muertos cansados de esperar hacen cola a las puertas de los cementerios atiborrados Para matar el tiempo algunos tocan flautas Otros sueñan con el cielo o el infierno.

15


La sombra del suicida

La sombra del suicida se detiene al borde del andén Son las 11 de la noche y tiene hambre La sombra del suicida se estremece en el andén vacío Sólo la sombra desdentada de una vieja mendiga le saluda Allí están dos sombras y el destino inexorable Del túnel brota el aire caliente del tren que se aproxima El suicida se lanza entre las ruedas del tren La sangre del suicida estalla como un volcán Los pocos pasajeros en la estación gritan de asco y repugnancia ante aquella lluvia espesa y roja

16


Un pandem贸nium de gritos y carreras La sombra del suicida mientras tanto se escurre disimuladamente por las escaleras de la mano de la sombra de la vieja mendiga y sonr铆e.

17


COLOMBIA

Marta Carolina Dávila Bogotá, 1982. Abogada de la Universidad Externado de Colombia. Fundadora y editora de la revista cultural SOMOS–Libertad Bajo Palabra. Sus poemas han sido publicados en antologías y revistas de diferentes países de Iberoamérica. Con el libro Como las catedrales ganó el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura de Colombia (2010).


(Sin título)

Habrá que detener el impulso justo ahí donde el borde de la montaña es un fingido abismo No creerá nadie en el sosiego de un niño que juega a la pelota en la plaza de un pueblo donde todos se conocen Ni en los colores que apaciguan el peso en la espalda de la mujer que huye con el niño en brazos Habrá que detenerse en el filo de la roca y escuchar el secreto que la brisa cifra: Comprobar que el vértigo es un disfraz cobarde y que salvo el camino todo lo real es inasible

19


Con la lluvia no penetran otras aguas Yo amaría a esa mujer que deambula por un desierto de noches heladas mientras le llegan los rumores de algún puerto pero no rompen ellos su silencio ni suavizan los surcos que el dolor trazó en su cara La amaría porque no se doblega porque con la lluvia no penetran otras aguas porque su cuerpo se abre ahí donde a la primavera no le alcanza

20


Frente a la flor casi marchita la niña suplicó a su madre: “No la cortes, déjala morir entre la tierra, pues lo que yo he cuidado no son sus pétalos, sino sus raíces negras”

21


ECUADOR

Ramón Torres Galarza Diplomático, ha escrito poesía, ensayo, cuento, filosofía, derecho, historia y política. Fue embajador del Ecuador en Venezuela, actualmente es embajador itinerante para temas estratégicos.


Comandante Eterno

Llegaste de los llanos cantando, pensando, sintiendo el dolor de la patria, como mujer como madre como hija como abuela. Como soldado, de esta tierra, convocaste la rebeli贸n de un pueblo manso, invocando en presente y en futuro la memoria de nuestro padre, para ser libres. Por eso eres comandante eterno, en la organizaci贸n de la fuerza y la fraternidad necesarias, para seguir en batalla, y poder en la victoria y para siempre, ser humildes y tiernos seres humanos, como t煤, pero sin ti.

23


El ser y el cause

Nada sucede ajeno al cause sólo que si lo alteras cambia el orden de los sucesos. Más fuerza, no le otorga nada más, que menos tiempo para llegar a su destino. Entonces de qué sirve pretender alterar los sentidos y los tiempos en que las causas suceden, si la razón natural no admite duda o alteración, ella sólo transcurre. La respuesta se nos da, si devuelves la mirada, a tu simple y poderosa condición humana, ni nada más, ni nada menos.

24


Geometría

Un cuadrado cree que el proceso se hace con cuatro partes iguales: el dirigente, la célula, el partido y el periódico. Un triángulo piensa en jerarquía: arriba el jefe y abajo los trabajadores y el / pueblo. El rectángulo supone que sólo son iguales dos partes: la burguesía y el / proletariado. El círculo logra: tener encerrado, dentro de sí y para nadie más: al líder. El hexágono construye desde lo profundo de su pueblo, una capacidad de relación: con todos, y desde todos los lados, solo así logra armar y subvertir el orden de las piezas de un rompecabezas que se arma en revolución.

25



caribe


JAMAICA

Randy Mc Laren Kingstown, 1987. Poeta y cantante conocido como Kriativ aktivis o creador activista. Recibió el Premio de la Juventud del Ministerio para la Excelencia en las Artes y la Cultura, y también fue nombrado finalista en el Premio de la Juventud del Commonwealth para la Excelencia en el trabajo de Desarrollo (2013). Es además, Embajador de Jamaica para la Cultura y la Juventud en situación de riesgo. Se ha presentado con su obra en Manchester, Birmingham y Londres, así como Toronto, Barbados, Santa Lucía y Trinidad y Tobago.


Viaje a la música jamaiquina

Hay una brecha una brecha entre el corte del cordón umbilical y el momento en que el pecho frena su latido Esta brecha cuenta historias… Palabras que se mezclan con el arte rítmico de una nación Dando a luz a las combinaciones a través de las generaciones ¿El Génesis? Bombo bombo bombo un bombo ¡Los tambores hablantes de África! Yonkuno Europa mezclada con la tamborada africana Maracas, el soplido de la concha marina Ondas propagándose hacia el futuro… una cultura adelantada

Coro Este es un viaje musical Si no le has dedicado lo aprenderás conoce tu tradición preserva tu historia es nuestra música 29


así que apropiémonos Mento, ska, rocksteady reagge, dancehall, poesía dub Jamrock es una nación/isla bendecida

Verso 1 En los 20 y 30 tuvimos el mento la samba batió nuestras cabezas con calipso Cuando le agregamos sabor tú sabes cómo se mueve líricas con humor que aquí no se detiene sí señor charrasca, rumba y alma guitarra, tambor y banjo por si lo quieres saber fue la primera música que salió a fuera

Verso 2 Qué cosa El mento se mezcló con el R&B y el swing y llegó al ska en los 40 y 50 era el ska el que mandaba

30


sonaban el piano y los metales bailándola suave tú sabes cómo es Algunos nunca quisieron ponerse duros y prefirieron el rocksteady aguantándole el ritmo creado por el gran Leroy Sibblies mandó en los 60

Verso 3 Dices reagge y nombras a Bob Marley la música es glucosa alimento para el cerebro cada gota que riega a la humanidad deja que reine cuando los músicos mueren queda la música queda la música la música… Una cosa buena sobre la música que cuando golpea no sientes dolor así que dame con música la música rebelde no es del diablo mantenla viva no entierres la música

31


la música te canta a ti la puedes escuchar? no me sepultes la música no me la sepultes te lo estoy rogando no sepultes la música te ruego que me preserves

Verso 4 Poesía dub “reagge hablado” potente contenido un foco menos instrumental Despierta al pueblo y a su gente El Dancehall es nuestro más reciente vehículo musical atado a mi voz cargado de palabras y así seamos tontos los instrumentos siempre vencerán así que toca el congo dale al bajo rasguea la guitarra amor predicamos, paz y no guerra 32


toca los teclados abre nuevas puertas dales una caja musical vibra positiva para arriba al mรกximo.

33



medio oriente


SAHARA OCCIDENTAL

Bachir Ahmed Aomar Tuineje, 1954. Licenciado en Ciencias Económicas y Master en Relaciones Internacionales. Activista de la causa saharaui. Imparte conferencias y ha publicado artículos y opiniones en diferentes medios sobre dicha temática. Realiza y dirige el programa Sahara desde Canarias en radio Guiniguada de Las Palmas de Gran Canaria. Ha participado en las antologías de poesía saharaui: La primavera saharaui, Escritores saharauis por Gdeim Izik y “Poesía saharaui” Suplemento de Cuadernos del Matemático nº 48 y Poetas saharauis de Generación de la Amistad, Caracas 2013.


Guerra y paz

Llora la madre. El fuego calcina los cimientos. En los ojos inertes del niĂąo, la muerte oculta su mirada tras una cara de sangre seca. AĂşlla la noche en un vientre cargado de miedo. Las bombas desgarran cuerpos. Naufragan las lĂĄgrimas. Desordenada catarata sin destino. El viento arrastra los gritos fugitivos. Perpetuo silencio de luz sin sombra. El tiempo no existe.

37


Hombre nuevo con gui単o

Quiero comenzar a ser nadie, no parecerme a nadie, perder mi yo, empezar de nuevo. Borrar de mi mente historias infantiles, amores vividos, desprecios acumulados. Olvidar besos lejanos, abrazos de aire, sonrisas de viento, falsas promesas. Sacudir el polvo de mis gastadas sandalias. En la soledad de la vida, llenarme de amaneceres, lunas y estrellas, libertades.

38


Como hombre nuevo, sentirme desierto sin oasis ni palmeras. En días interminables leer a los poetas que amo. Pensar que eres, en mi recuerdo, “Mi amor mi cómplice y todo”. Y en los atardeceres de mi tristeza, sentarme a la puerta de una jaima solitaria que huela a incienso y clavo, leer “veinte poemas de amor” o cantar “una canción desesperada”. Dormir con los ojos abiertos acariciando tus pechos, besando tus labios, morir lentamente.

39


SIRIA

Abdul Zagbour Siria,1950. Poeta y traductor. Obtuvo el doctorado en Filosofía en la Universidad de Leipzig, Alemania. Ha traducido del alemán al árabe Poemario de Toyotama Tsuno y los libros Proverbios del Japón de autores anónimos y Canciones gitanas. Del español al árabe ha traducido cuatro novelas de Alberto Vásquez Figueroa. Asímismo ha traducido al árabe los poemarios Bestias de superficie de Alberto Hernández, Convite de amar y Don de oficios de Rodolfo Rodríguez, entre otros. Ha traducido y publicado al árabe la antología En un paisaje boreal (1984-2000) y Memorias de Gulan Rubani (2006-2007), en versión bilingüe, de Tarek William Saab; y los poemarios Pájaro de ausencia de Rodolfo Rodríguez y Vigilia de huesos de Wafi Salih. Ha publicado en árabe el poemario Lluvia del corazón y en español El ruido de las palabras y El meridiano y la sombra. Vive entre Venezuela, Siria y Alemania.


El meridiano y la sombra

Me sorprende el día. Mi sombra se me adelanta cuando el meridiano crece detrás de mí mientras camino extranjero en calles conocidas. Expulso de mí la sombra, esta sombra extensiva que me acompaña como un perro domesticado con todos mis pasos en las villas y praderas alumbradas. Me protejo en ti huyendo de mi sombra extensiva de esa negrura alargada que no tiene ninguna expresión de eternidad. Súbitamente se desaparece gira alrededor de mí se me adelanta no la puedo alcanzar

41


habita el sol y los destellos descarados de las calles la expulso de mĂ­ cuando nos adherimos bajo un ĂĄrbol en la tierra florecida.

42


En la muchedumbre del universo

En la muchedumbre del universo con tantas cosas intercaladas, la visualicé Se ubicaba allá rendida tras una pared acostada como si la noche la lindaba Era la sombra que se plasmó de ella Su sombra espejeaba todo su entorno Abandonada allá jadeaba dicha con el universo y sus cuestiones / interminables

43


TURQUÍA

Ahmet Telli Turqía,1946. Poeta y escritor. Trabajó como librero, editor, dirigente en varias casas editoriales. En 1981, mientras trabajaba en el Instituto de Educación de la Universidad de Gazi de Ankara fue detenido por la ley por su artículo sobre los poemas del poeta kurdo Cigerxwîn pero fue absuelto. En 1980 ganó el premio de poesía Ömer Faruk Toprak con su poemario Tu tristeza se hace rebelde (Hüznün Isyan Olur). En 1982 ganó el premio Yazko: Emular a Poesía. Con su libro Grito (Nida) publicado en 2010, recibió el Premio de Poesía de Naranja de Oro del Mediterráneo. Algunos de sus poemarios son: Años de Incendio (1979); Tu tristeza se hace rebelde. Otras obras: Yo no dije nada (Ben Hiçbir ey Söylemedim, 2001) ¿Fue escrito en las aguas? (Sulara mi Yazıldı, 2001) Aquí estoy en mi palabra (Buradayim Sözümde, 2005).


Muertos de pájaros

Cada día estoy más aislado, sólo estás tú pensando en preguntas sin respuestas y en esta ciudad se habla de los suicidios de los pájaros me quedo en tus manos friolentas como una golondrina tus manos como la patria de amantes, un silencio largo y cálidas como libros que leímos cuándo leímos estos libros y por qué subrayamos cada línea, tomamos notas en sus bordes el mundo es como un desierto inmenso, un bloque de / hielo no tienes repuestas a las preguntas que se me ocurren y las golondrinas siguen pensando, tengo frío nuestra vida se desgasta con la tristeza de pasajeros tu voz se pone morena, se reparte tu cara se me van de las manos las palabras que elegí para describir el amor siempre caen llamadas equivocadas por teléfono los conocidos voltean sus miradas de terror sólo estás tú, sólo con el amor me salvo

45


había gente con sonrisas azules como la leche dónde / están me olvidé del nombre del niño, direcciones grabadas en / la identidad del niño Nevin se suicidó otro día, fue una muchacha como / poesía, lo sabes Öner tuvo un infarto en la cárcel, tenía tos rasposa antes y Aye ya es una prostituta principiante Tengo frío, pero tú no me cubras con las memorias y / hablas de mi soledad.

46


Tu sonrisa se me agrega en la identidad Cae el día y tu sonrisa se queda conmigo las memorias se arrastran como nubes nuestra vida es la suma de las idas quizás un poema sin terminar deja de buscar respuestas contrarias al salir el otoño se alzan las aguas tu sonrisa se hace una llaga sin cura se hace abismo, se hace verdugo cada noche cada noche vuelve a comenzar el saqueo el dolor pasa a ser ruido, el ruido a ser lluvia así pasamos a vivir un septiembre viejo cada lugar donde me asilo lleva tu nombre las patrullas entran en la calle cuando estás y tu sonrisa se me agrega en la identidad.

47



asia


CHINA

Tan Xudong

TRADUCCIÓN

Provincia Hunan, 1968. Poeta, antologista, crítico, escritor especializado en literatura infantil y juvenil, profesor actual en la Universidad de Tecnología del norte de China, en Beijing. Posee títulos de doctorado en Literatura Infantil de la Universidad para la preparación de profesores de Beijing, y de postdoctorado en Arte de la Universidad de Comunicación de China. Miembro de la Asociación de Escritores de China, director general del Instituto de Estudio de Literatura Infantil de China. Autor de ocho antologías de poetas y ocho obras de críticos. Traductor de más que doscientas obras de literatura infantil. Sus obras han sido publicadas en árabe, alemán, inglés, polaco y coreano. Ganador del Premio Literario Lu Xun en 2010 por su obra de crítico La reaparición de la infancia y la reestructuración de la literatura infantil. Fue poeta invitado en Polonia, Alemania y Corea del Sur. Luis E. Br acho


Nieve nocturna

La ciudad destella Su luz desfigura la oscuridad de la noche Despreocupado disfruto de la soledad y la quietud contemplo una flor de primavera o tomo un fruto de otoño La niebla y la bruma me persiguen constantes la dama de nieve ha roto sus promesas en invierno no brindó su calidez solo un beso congelado estremecedor mientras otro año pasaba en mí

51


La espera

En la encrucijada no te vi venir Esperé largo rato sin inquietarme por la soledad que traía la noche De pronto una luz encendió la calle y la tranquilidad de este sombrío ocaso

52


Una era

Frenéticos buscamos ganar tiempo con la prisa Nadie se detendría un momento para apreciar una flor en la calle El amor también se ha vuelto comida rápida Raptado por palabras vacías en la edad de la inocencia Nuestra generación sigue las antiguas reglas y tradiciones Y aún los mediocres pululan furtivos y quisquillosos

53


Comuni贸n

El sol ilumina dentro Yace en la esquina de la mesa Escuch谩ndote Escuch谩ndome Ignora que conversamos con los ojos con el coraz贸n

54


Mon贸logo

La noche camina apacible Marcho sin ti Mi coraz贸n resiste la oscuridad El amor reluce en sus ojos Mi afable coraz贸n besa los tiernos labios

55



europa


FRANCIA

Rouda

TRADUCCIÓN

Nació y se crió en los suburbios de París, Rouda es uno de los más famosos poetas Slam en Francia. Miembro del 129H, el primer colectivo de la poesía Slam francesa, lanzó su primer álbum Musique des Lettres en 2007, con el sello Harmonia Mundi. Su carrera de activista internacional lo ha llevado a Bamako, Dakar, Marrakech, El Cairo, Haití y Noumea. En Francia sigue llevando a cabo espectáculos de hip hop y eventos de Poesía Slam, mientras dicta talleres regulares de escritura creativa.

Luiz Carlos Neves


Bajo la sombra de los retoños

Cuando la tierra se haya hundido y el cielo desgarrado Que el desierto impedido que el océano quebrado Cuando la noche zozobra madrugada blanqueando La mañana vuelta sombra pesada de polvo agrisado Cuando el presente sofoca y que se ponga arrodillado Que el globo se agota, zarandeado y vacilado Me acerco a la luz que más que brillo es apretón Me escondo me abandono bajo la sombra de los retoños Cuando los hielos se fundan y el incendio se anime Que el espacio de los segundos se dilate y se estire Cuando el miedo inunda el aire que uno respira Que el deseo sucumba que la esperanza agoniza Cuando el planeta redondo nada más haya ofrecido Que el silencio recubra la inmensidad del vacío Busco la palabra que sea más consuelo que grito Me escondo me abandono bajo la sombra de los retoños Cuando los vientos se enredan hasta volvernos locos Que los gritos de auxilio se pierdan entre nosotros Cuando los truenos truenen hasta volvernos sordos Que los chispazos de los rayos no dejen sino polvo Cuando las rabias frías se apaguen hasta el sofoco

59


Que los suspiros digan sí al gran deseo amoroso Busco el calor que más que ardiente sea calmoso Me escondo me abandono bajo la sombra de los retoños Mientras los abismos se abren al mundo patas arriba Que los pueblos enfrenten su viaje a la deriva Mientras la espera se alenta y la lluvia agoniza Que el futuro es un sueño que la duda eterniza Cuando la tierra derrumbada y el cielo solo trizas Que el desierto ahogado que el océano sin pizca Voy hacia la luz que más que brillo es pura caricia Me escondo me abandono bajo la sombra de los retoños

60


En el corazón del blanco

La verdad no se escribe más en los libros a toda velocidad reducidos mensajes Los hombres creen crecer libres algunos pixeles veinte cuatro imágenes Se muere sentado el cerebro vacío pero nuestras retinas son vendibles Delante del espectáculo baldío de depresiones imprevisibles Yo hablo de la contada mentira lanzada cada noche en nuestros cristales líquidos En la boca de los vencedores la retahíla es como un film y en el guión raquítico Todos los héroes son invencibles pero cada misil tiene sus víctimas Y en cada historia insensible sus armas de destrucción masiva La información se muestra accesible es seria es decisiva A la medida por satélite invisible todo se degrada en litros de saliva Los impostores son desenmascarados los que esconden la miseria son muy visibles Todo el planeta es devastado pero los mentirosos quedan impasibles 61


Uno sueña y cree poder escoger y al creerlo uno queda insensible Se habla de otro mundo para convencernos pero los hechos son poco posibles Si el espectáculo escoge el blanco entrega igual su paquete de genocidios Prefiero cerrar los ojos las rectas espaldas los gestos dignos No no esta vez no seré el blanco de ustedes señores no doy aval a sus delitos No seré su escriba tampoco a bajar sus armas bandidos Ser un hombre libre y volar sobre su sórdida industria a eso aspiro Y si hablo de eso o si lo vivo es sólo debido a mi juicio fugitivo Yo no creo ni en sus guías ni en sus biblias ni en sus siglos Me hago el ciego inmóvil bienvenido al campo de los irascibles Irreductible me hago el sordo a sus acordes de mandolina Incorregible flores pongo en el cañón de todas sus carabinas Uno está aquí siempre de pie pues uno quiere más pues hay que vivir Me quedo lejos de ustedes y de todos sus saludos sólo confío en las señales

62


Nada de palabras fútiles nada de palabrería clandestina Nada de palabras furtivas y nada de promesas en sordina No no esta vez no seré su blanco No no esta vez no seré su blanco Me hago el ciego inamovible bienvenido al campo de los irascibles Me hago el ciego inamovible bienvenido al campo de los irascibles

63


ITALIA

Antonio Nazzaro Turín, 1963, en su errabunda vida ha sido y en parte sigue siendo periodista, poeta, escritor, director de teatro, videoartista y profesor porque el arte paga poco. Ha trabajado en televisión como periodista y en periódicos italianos y extranjeros. Sus primeras publicaciones se remontan a los años del liceo. En los últimos veinte años ha vivido en diferentes países de Latinoamérica. El año pasado la Editorial Arcoíris Salerno (casa Editorial de la Universidad Oriental de Nápoles) publicó su libro Olor a Odore a, escrito y editado en los dos idiomas español e italiano. Últimamente se ha concentrado en el texto escrito, el teatro y en una forma de videopoesía que junto con el poeta y actor Ezio Falcomer han llamado visión book. Algunos de sus videos han sido presentados en Roma, Milán, Nápoles y Turín, Rosario, Cartagena.


Tierra y paz (Poema inédito escrito por el 11º Festival Mundial de Poesía de Venezuela 2014)

Odio los soñadores soñantes sus sueños son sin movimientos Odio los amores amantes su amor es un chicle que atrapa el paso Odio los pensadores pensantes su pensamiento es silencioso, mudo Odio los pacifistas pacificados su paz es un tapete que esconde el polvo de demasiados / huesos Amo el paso lento y obstinado de los hombres que no tienen país pero sí tierra que no tienen descanso pero sí paz.

65


La casa que espera

Calles infinitas se entreabren a los ojos de la mañana y no podría ser de otro modo, reflejándose en el café: cabellos enredados y poca barba. Sabe haber bailado en torno a la ciudad aquellos bailes de casa de alquiler, y cada barrio es pueblo de una ciudad que no se ve. Cada calle es un campo de fútbol de olor a gasolina y gritos de la vecina de turno. Sonríe: podría dibujar goles memorables entre pocos auto-obreros que esperan en la parada la llegada del patrón. La tacita desconsolada refleja una cara con pocos cabellos y barba larga. La cucharita mueve el azúcar como para endulzar. Quizás está aquí. Caracas hace caer mangos sobre la calle entre manchas de aceite. El Ávila abre las ventanas de la mañana: sabor a mar en el aire. Lo veo fumar apoyado en el codo buscando mapas de ciudades como foto recuerdo. La falta de autos dibuja el amanecer, pocos rayos de luz hacen transparentes los edificios, los ojos caminando los atraviesan. Se rencuentra a volver a buscar algo dejado en la mudanza pero no recuerda cuál. Desconocido aparece el autobús.

66


Son años niños de calles secundarias y camiones de los qué huir con sonidos jadeantes y capós que esconden el cielo. El tranvía busca una parada o el terminal en la espera vuelve a dormir con los pasajeros. Las manos enjuagan la tacita. Piensa: quizás no está aquí. Caracas pasa por la ventana sobre las nubes y volverá a caer en la lluvia. El Ávila muestra sus senderos. Lo veo levantarse, sentarse, agarrar los lentes y quedarse quieto. El bombillo inclinado ilumina distraídamente. Cada calle parece verlo pasar como el correr del tiempo sobre un autobús que conoce la llegada pero no recuerda la salida. La casa está aún allí, seis pisos que corren hacia el cielo; alza los ojos para mirar, pero el azul no lo saluda y el edificio no se acuerda. Piensa: desde niño buscaba. Son olores a calle, asfalto, aceite, gasolina y beso robado en pantalones cortos. Los transeúntes pasan como los autos, la lluvia los engulle. Gotas de sudor y mano que abre la ventana a la mirada del desconocido vecino. Quizás está en otro lugar. Caracas se perfila entre casas no acabadas y olor a precariedad estable. El Ávila mira mudo no se sabe si el mar o la ciudad. Lo veo caminar por la sala, habla solo, no hay espejos. El teclado llama y obediente vuelve a escribir.

67


La nueva periferia es una vía que cae en el ferrocarril bajo la mirada ausente de la colina. El edificio es una cuadra sentada entre un tren que no pasa y un bulevar de coches, mientras la calle que une son trescientos metros de juegos sin fin. Pasa veloz la mirada sobre patines. Sonríe: un deporte por cada casa. Olor a metano llena el aire; no ha cambiado nada. Son olores a descubrir el sexo y algo llamado amor, y un tranvía que roba la mañana. Después del café fuma, mira la colina encenderse al sol que aún no aparece. Quizá en otra parte. Caracas es el Metro que pasa ligero como una caricia. El Ávila canta historias en lenguas desconocidas. Lo veo con aire tranquilo escuchar las voces que llegan de la ventana. El mouse se mueve entre las palabras. Y después el metro jeringa con alguna parada de nombre solidario y cicatrices como raíles que te miran y dicen: aquí no está. El aire de la colina baja a ráfagas como la vida de aquellos días: universitario, periodista y catador de aceras. Ningún tranvía que lleva y los semáforos parpadean el ritmo del tiempo. Son olores a orina, gasolina y sudor amargo como la acera. Respira hondo mientras apaga el cigarrillo y los primeros rayos de sol saltan sobre la colina. Sonríe: entre inmigración y mudanzas, dónde queda la casa que espera.

68


Caracas es una ventana de una casa en movimiento. El Ávila se desliza alegre hacia el asfalto. Lo veo, cuenta las filas de las baldosas como para reconocer un territorio. La computadora espera paciente. La casa que espera se dibuja entre calles que atraviesan océanos y las olas se estrellan sobre aceras quizá todas iguales. No se deja una tierra para buscar otra, se busca una tierra sólo cuando no tienes una. Distraídamente, pasando el tranvía recuerda que no hay paradas, se corre derecho al depósito. La casa que espera es una palabra colgada; balancea el farol en ausencia de viento. Piensa: ni italiano, ni mexicano, ni cubano, ni venezolano. Un hilo cortado que enlaza tranvías demasiado lejanos para tener un único terminal. Caracas es la casa de la mañana que se sorprende inundada de luz. El Ávila mira por la ventana, y espera.

69



venezuela


VENEZUELA

Luis Camilo Guevara Tucupita, 1938-Caracas 2014. Poeta. Colaboró en numerosas publicaciones periódicas nacionales. Comenzó a publicar ya pasados sus treinta años; algunas de sus obras son: Festejos y sacrificios (1971); Las cartas del verano (1973); Murales de la tarde (1973); Travesol (1986); Inocente de los bestiarios (2000). Como compilador: Poetas y prosadores carabobeños (1956, coautor); Nuevos narradores de Venezuela (1985, coautor). Ha sido distinguido con el Premio de Poesía Alarico Gómez de la Asamblea Legislativa del Estado Bolívar (1969); Premio de Poesía José Rafael Pocaterra (1972).


1

Uno viene volando y de pronto el pintor decreta: el primer insecto arranca su cabeza Del musgo hechizado que es No estamos aquĂ­ para lavarnos ni mucho menos somos parte de la plaga que inunda nuestros recovecos El pĂĄjaro que ves se parece a Cantaura un nombre inolvidable cuya mĂşsica se mece entre las puras aguas cristalinas

73


2

El segundo insecto lame mis rodillas parece dispuesto al sacrificio pero no es mรกs que una trampa colgando de una rama de jengibre Cada hombre que vive en estos pantanales tiene su casa marcada por un doble tal como soy si no despierto

74


3

ÂżQuĂŠ es un tercer insecto? parece una orilla de rĂ­o parece un orilla de mar

75


4

Me desnudo en el cuarto insecto y veo a la mujer su boca sus senos veo a la mujer y es ahora cuando aspira todo el aroma de los cielos

76


5

¿Dónde estamos? ¿Esa es la misma tierra? esos que ahora veo son los mismos hombres de antes? ¿y los amigos que se parecieron a uno serán los mismos amigos que lloramos?

77


6

Por este camino nos vamos alejando nos vamos sintiendo viejos como para no andar en bicicleta nos vamos poniendo tristes muy tristes tanto como aquel gallo que cruza el patio de la casa mรกs grande

78


7

No sabĂ­amos nadar entre ese viento roncador y mi pequeĂąa flauta sin sonido existe una cantidad de casas donde todos podemos reunirnos otra vez

79


8

Nunca habĂ­a querido decirlo esa mujer tiene la cara mĂĄs hermosa del mundo y cuando despierta es un aire de pueblo que arrasa nuestro secreto

80


9

El hombre que está detrás del mostrador canta una canción margariteña por su manera de mirar es un hombre que está detrás del mostrador

81


VENEZUELA

Edmundo Aray Maracay, 1936. Cuentista, poeta, investigador, director, editor, cineasta y ensayista. Perteneció al grupo literario Vasudeba (1956-1957), y al grupo y revista Sardio (1958-1962). También es fundador de El Techo de la Ballena (1963-1968) y creador de la revista Rocinante (1969-1978). Como cineasta, con Simón Bolívar, ese soy yo, recibió los premios Mejor Película y Mejor Guión del Concejo del Municipio Libertador en 1994. Obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía (Conac), el Premio Nacional de Cine Monseñor Pellín (1991 y 1994) y Personaje del Año en Cine. Algunos de sus libros publicados son: Alias el Rey del Joropo (1997), Bolívar, de San Jacinto a Santa Marta; Simón Rodríguez, ése soy yo (2000); José Martí, ése soy yo (2002), Sucre, ése soy yo (guión literario o novela cinematográfica); Libro de héroes (2004), Tierra negra, tierra roja.


En el silencio de la casa quedas como un viejo género. A veces fuiste el traje que nunca quisimos. A veces te movías como una mujer. Pero hubo también un campo y el verde y la alegría de los juegos. También un tiempo recogido, la almohada de un solo temblor. Después, creo, el sueño nos besaba la frente.

83


¿Quién de nuevo te habita, con los mismos ojos y la voz interior? Tu cuerpo me cubre –vestido delicado y precioso. me abandona. Veo la noche. Me acontecen temores.

84


Cerca de la noche he llegado a una ciudad, marcada, de sorda resonancia, y luces como de beneficencia. Las voces apenas, cuerpos de un viejo fatalismo. En medio de la ciudad mi coraz贸n suena como timbre nocturno, pero no escucho ruido en el m谩s profundo interior.

85


Hablo de mi ciudad donde los ojos se llenan de lágrimas. Ciudad rosa de monopolio, casa de carnes, caja de entierro colectivo. –Así te veo cada mañana Cuando me ajusto el nombre. Ciudad adjunta, ciudad cuervo. Noche desbrujada: Ni luz ni tinieblas.

86


¿Quién en la ciudad me llama? ¿De qué lugar proviene?

(En el silencio de la casa quedas).

Vuelvo los ojos. Alcanzo a ver una mano que saluda. Viento apenas. Voz antigua. Se alejan.

87


Solo queda la mรกscara de entonces. Me siento invรกlido, expuesto al reverso, soportando mi propia voz, (habitamos la casa otra) contrariando mis pasos a cada instante, como si faltara lugar, incapaz en el viaje para todo acto de adivinaciรณn.

88


Dejé un reguero de miedos. Y un solo temblor. Tomé la máscara razonable. Incapaz de adivinar la voz que llama.

89


Permanezco, mientras suceden los días, doblegado por viejos temores, casi espectros. Provienen de lugares puestos de negro. Conmueven a la manera de un gran árbol –árbol cabello de aladar–, y las sombras que levantan son consejas, aves mortuorias de un denso color. Permanezco, tembloroso, recogiendo lentos y dolientes murmullos, moviéndome al igual que el mar, hacia dentro, pero extraviado. Si es este mi vivir, si esta es mi ola, si reducido padezco, ¿qué me sostiene en movimiento?

90


Permanezco, mientras suceden los dĂ­as, intenso en ardor, sometido al sobresalto. Huye vieja mĂĄscara. LĂ­brame viento de sus frases. Que emprenda hacia morada nueva y sea otro el sol que admire. otras las voces que me tienten. Sometido ahora a valle mudo.

91


VENEZUELA

Luis Alberto Crespo Carora, 1941. Poeta, periodista y ensayista. Realizó especialización en la Sorbona de París. Ejerció la dirección del “Papel Literario” del diario El Nacional, y de la revista Imagen. Fue presidente de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, ha recibido el Premio Nacional de Literatura 2010 y el I Premio Miosotis, en Nápoles, Italia, por su libro, Tórtola de más arriba; Premio Monte Ávila Editores, mención Poesía; Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (1988); entre otros. Actualmente se desempeña como Embajador de la República Bolivariana de Venezuela ante la Unesco en París. Algunos de sus títulos publicados son: Cosas (1968); Resolana (1980); Si el verano es dilatado (1968); Costumbre de sequía (1976); Entreabierto (1984). En ensayo: Al filo de la palabra (1997). Compilaciones: El caballo en la poesía venezolana (1981); Soñadores del sur. Humanistas franceses en la selva venezolana (2000; coord.).


¿Cuántas eran las tunas en el cuerpo? ¿Cuáles los cardones que me iban dando? En qué lejos fue ¿Quién era yo cuando eso? El boca abajo El que movía un trapo de zamuros

93


Bebo la sequĂ­a, su agua negra Me quito las puyas de caserĂ­o Recostado en el campo, la esquina de San Pablo de los Yabos

94


¿Qué pájaro es ése aquel? ¿De qué vuelo? ¿Cuál de los dos es él otro que huye? ¿El del hueco en la página? ¿El de la bala en la sien?

95


Entro por la puerta mĂĄs flaca Te hablo como ese encierro En el retrato que somos en medio de la sala Donde las espinas ya dolĂ­an desde antes Me sĂŠ nuestros nombres sin cabeza Te busco con el dedo en el patio Y siento esa eternidad

96


Cuando me muera Ese animal deslumbrante Nunca estoy Si es él Me abandono Por el que fui En lo ladeado de tan amargo En vez de tierra Eres tú Enfrente Siempre enfrente Como un mártir

97


Afuera Ninguna casa es para vivir No hay otra pared Que la grieta en el cuerpo Lo borrado Me quita la voz de la boca Mi casa nunca se alza Nunca es por dentro Mi casa es la espina continua Que me roza

98


Oye mis chivos Cómo soy Míralos en el cerro Cuando te veo Y contémplame luego Sin más horror de ser Sin más corazón por ti

99


¿Me hablas a mí? ¿O era el camino? ¿Me nombras Por mi nombre o es tu agonía? ¿O es tu hermano que regresa al asilo? ¿Estás muerto o es ya mediodía? ¿Qué hora es o es eso el olvido?

100


¿Qué es lo que dice eso de mí En el alambrado? ¿Qué es lo que sabe y se lleva? ¿Si hay una piedra grande caída En los dos? ¿Qué es lo mío en él? ¿Por qué soy yo suyo así? ¿Qué es lo que me roba? ¿Qué es lo que tiene y enseña? ¿Y es horrible? ¿Y te hace gritar?

101


AMAZONAS

Beatriz Graterol Miembro de la Red Nacional de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela. Ha participado como poeta en ferias del libro y festivales de poesía. Forma parte del Consejo Editorial de la Imprenta Regional de la Editorial El perro y la rana. Es colaboradora en la promoción de la escritura y la lectura en el estado Amazonas, a través de la creación de diferentes actividades literarias. Ha escrito ensayos, y es autora de publicaciones científicas y de divulgación sobre alimentos autóctonos y ambiente. Entre sus poemas se encuentran: Onoto, Avisos, Kumi.


Amor geogrĂĄfico

Te proyecto mi amor desde la fragilidad de todos mis polĂ­gonos, y la sensibilidad de todos mis pixeles.

103


Delirio

Con intensidad desquiciante, vuelo hasta ti. Floto sobre tu cuerpo, me poso en ti, junto a un rinc贸n tuyo y contigo. Amado, deseado escaneado, cartografiado sitiado, tomado a besos y luego liberado, s贸lo para que desees regresar.

104


Indicaciones urgentes para una mujer encendida Tome una ducha fría, aleje pensamientos gratos. Lave enérgicamente su herida de amor. Evite pensar en príncipes, caballeros y armaduras. Tampoco recuerde a su ginecólogo –Eso podría ser peor– Deje que el agua helada enfríe todo. Use abundante y oloroso jabón, de modo que aniquile el olor del amor. Duche todos los rincones con el agua helada, piense en una amiga en situación difícil. Salga apresuradamente, no tome metro, ni busetas, ¡Mucho menos transportes congestionados! Resista al hechizo de piropos y miradas de ambulantes, taxistas y transeúntes. Y deje sencillamente que el sol del trópico le haga humear la piel.

105


ANZOÁTEGUI

Nelly Villegas Colombia, 1965. Venezolana nacionalizada. Actriz, directora y dramaturga, realizó estudios de Teatro en el Instituto Universitario de Teatro (IUDET), donde obtuvo el título de licenciada en Teatro, mención Actuación (1999). Diplomado en Literatura Infantil (UDO. Cumaná 2011) Ha obtenido distintos galardones entre los que destacan: II Concurso de dramaturgia Marita King, con la obra El último día (2006), Premio de literatura José Joaquín Burgos (2012) Con el poemario A las tantas sombras que me habitan. Otras obras suyas son: Pedazos (1994), Poemas de amor para un día de San Valentín (2008), Al calor del fuego (2012-2013).


Es la noche una grieta; la memoria como antorcha arde. Espantos, fantasmas, espĂ­ritus, vuelen, retornen cual caminos ciegos, devuĂŠlvanse en el tiempo. AquĂ­ estoy arropada en delirio, ahogada por este manto negro.

107


Retumba el silencio en la casa, mudez incandescente del exilio. Es un cuerpo que lucha por estar ahĂ­, a la vez distante, huracĂĄn, mar embravecido, desapareciendo en el bullicio de puertas, rejas, ventanas, bloques, paredes levantadas por manos expatriadas que claman el regreso a verdes campos, azules ciudades, a los amarillentos dĂ­as de fuego.

108


Llegan de todas partes los desplazados, pasan las fronteras despojados de espíritu; traen maletas envueltas en sangre, guerras que nunca a nadie declararon, que no les pertenecen. Heridas traen, cicatrices traen. Sus muertos sepultados en lo profundo de sus almas. Rencores, amores. Han llegado a enterrar la memoria, en este pedacito de tierra no prometida y siempre ajena. Casas de sombras construyen‌ Los hijos en suelos lejanos nacen, parias, siempre parias. Exilados, exilados, no hay historia‌ Nada son, nada.

109


APURE

Nervys Arriaga Apure, (1958). Médico cirujano y especialista en Nutrición Clínica por la Universidad de Carabobo, Facultad de Ciencias de la Salud, Valencia. Fue coordinadora de la Unidad de Salud Integral y del Centro de Investigaciones Médicas y Biotecnológicas (Cimbuc); docente en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, extensión Apure en la asignatura de Puericultura, Salud y Nutrición y actualmente trabaja en el Instituto de Salud del Estado Apure (Insalud) como médico especialista en Nutrición Clínica. Entre sus logros se destacan: Mención Honorífica del Premio Anual de Poesía Universidad Rómulo Gallegos (1997). Obras publicadas: Asceterio (1996), Cantos celestes de las estaciones (2011).


I Me alejo sola e insondable bajo la tormenta Sola ante la luz del infinito relampagueante Y sola entre el vendaval susurrante de los truenos Escucho al oĂ­do resonancias de la eternidad

111


II El agua en lo escondido en la piedra profunda sabe a la nada al vacĂ­o Y en el mar se vuelve salobre Al seguir las huellas temblorosas del sol

112


III La lluvia canta y danza Al son de tambores serpentea Al ritmo de las ranas amanece Y a travĂŠs del invierno abandona El canto negro de las huellas del agua sobre los tejados viejos

113


ARAGUA

Marianela Cabrera Lara, 1964. Miembro de la Red de Escritores y Escritoras Socialistas de Venezuela (capítulo Aragua), ha participado en diferentes escenarios como poeta y tallerista. Sus textos han sido publicados en varias revistas literarias y periódicos en el área de cine y literatura. En el año 2006 gana la Mención Honorífica en la Bienal de Literatura Augusto Padrón con Necrolíricas para Eros despiertos; En el 2009 su libro Café Humboldt es editado por la Editorial el perro y la rana como ganador de la Convocatoria Historias de Barrio Adentro.


Basilicata

Sueño con arcanos que no fueron dibujados todos son símbolos religiosos occidentales pero igual te los explico No hay mesa, pero sí la cena servida y existe un cristo a quien nombro por “santo” y también te lo explico cada molestia en tu cuerpo es culpa de él La insatisfacción ante las cosas del mundo la gente que no te alcanza los libros que ya no lees la música que te harta el monólogo de tu sangre para arriba y para abajo sin oxígeno Algo quiero decirme pero no me entiendo hablo una lengua originaria de algún lado donde no nací. Un río pasa por el medio de un pueblo y algún día será la ciudad perfecta. Inmensos pájaros oscurecen el cielo. Mientras, sacude la piedra su memoria e incendia el fajo que leo comprendiendo que aquello que te cuento lo invento para ti y lo único que se salva son sus tapas de cobre y no hay excusa para la vigilia 115


ni secretos ancestrales para enfrentar la catástrofe que no tengo una misión en el sur ni apostolado y cuando ese río pase por el centro de Sibaris pues, nos arrastrará sin misericordia hasta el mar y allí pereceremos

116


VI

Esos ojos que callan detr谩s de mis pisadas son los mismos que abiertos, obedecen al ritmo del sue帽o profundo y se niegan a batallar contra el demonio asfixiante o el guerrero fantasma dentro del armario Esos ojos perdidos causan turbaci贸n ellos se miran por dentro sus 贸rbitas caramelizadas deshaciendo el reguero de papeles aguachentos sobre la tristeza de hacer su voluntad que si no miran, lloran

117


BARINAS

Laurencio Zambrano La Grita, 1948. Poeta, guitarrista y cantor. Escritor de ensayo y poesía. Cursó estudios de teatro y antropología en Chile. Promotor cultural. Autor de numerosos poemas y escritos publicados en revistas nacionales e internacionales. Entre otras actividades, es asesor cultural del Grupo de Investigaciones de Filosofía, Derecho y Sociedad de la Universidad de Los Andes, Venezuela.


El otro

Retiré los pronombres del asunto para ocultarme del otro que me habita… ¿Y qué pasó? Nada, Resulté siendo Nadie. Un pronombre dejado al azar en el efímero espejo del río que somos todos. Un pronombre que prosigue a la deriva sin mi rostro. alguien que usurpa lo inasible. Alguien, que me roba el albedrío y deviene sinónimo de mí disfrazado de mí –¿a lo mejor de ti?– o viceversa. Alguien que, sin mi anuencia, se erige vicario de mi alma; como si fuese el diácono perpetuo que descifra y oficia el dialecto de la siamesa sombra 119


que voy siendo: sangrino viento y compasiva piedra, para quienes yo no soy una abstracci贸n sino el mismo coraz贸n del habla, el h铆gado de la escritura la sonora sangre del silencio.

120


A crédito A Jossy Blanchard Jordán

¡Ay Sísifo!, apiádate de mí. Con casi todos mis amigos comparto tu condena. Subimos las colinas del amor, no con una pesada piedra al hombro, sino con cajas y cajas y fardos y fardos de electrodomésticos comprados a crédito. Buscando el amor he sido un nómada incurable. He subido la colina 7 veces. He aquí mi poligámico prontuario: Me han fiado y he pagado honorablemente 7 neveras 7 lavadoras 7 camas matrimoniales 7 cocinas 28 licuadoras 7 juegos de recibo 4 juegos de ollas Renaware

121


15 televisores 5 asistentes de cocina Electrolux 4 pulidoras y 3 casas Se me ha ido la vida pagando y pagando sensualmente un arsenal de domésticos enseres. ¡Qué vaina, Sísifo! ¡Qué maravilla de albedrío! ¡Ay Sísifo!, tengo en la mira (y por mampuesto) a una colombianita suculenta ¡Ay Sísifo!, toda níspero y melaza toda almizcle ¡Ay Sísifo!, que me tiene alborotada la existencia. Cuando anochezca voy a pedirle a Dios que me fíe ese lote de cielo que queda entre Andrómeda y Orión. ¡Ay, colombianita deliciosa! voy a amoblar con astros tus entrañas

122


y a convertir en cielo tu morada. ¡Claro que sí! Todavía tengo quien me fíe. Dios, mis amigos árabes y turcos me seguirán financiando el regocijo de equipar el amor y mis pasiones. He vivido y viviré y pagando en alegres y cómodas cuotas mensuales mi irrenunciable y prodigiosa poligamia.

123


BOLÍVAR

Morela Maneiro Ciudad Bolívar, 1967. Pertenece al pueblo indígena Kariña, recibió el Primer Premio del Concurso de Literatura Bilingüe en su primera edición del 2006, Kuai Nabaida (El mar de arriba) otorgado por la Fundación Editorial el perro y la rana del Ministerio del Poder Popular para la Cultura con el libro Ojos de hormiga y es presidenta de la Fundación Marawaka donde continúa apoyando la lucha de los pueblos indígenas por reconquistar sus espacios políticos culturales desde el lugar que le toca asumir a favor de los pueblos indígenas.


Abatida madre selva

Se revelan murciélagos Zorros aúllan. Deambulan espíritus duerme el sol Aguijones de hormigas negras en su corazón, Naturaleza arrebatada Desaparecen cantos riachuelos Animales no juegan amaneciendo Arboles no danzan atardeciendo Relámpagos del alma Escucha… la muerte cercana. Sentada mi madre en su mure, la piscua a un lado, el cigarrón a un costado espera dialogar... con ¡colibrí!

125


Tiniebla

A mi casa te trajo sol perdona mis faltas, insuficiente sapiencia, problema existencial pensamientos virulentos amenazas maléficas. Utópico, mundo humano no concretado. aberrante, erradicando abominaciones, subvertido enfermizo No eres evangélico, ni católico, de ninguna religión. Fiel peregrino, sigue al ara arco iris escribiendo poemas, recuperas lucidez resplandor de Venus no te perdonara luna, locura no padeces, decisión inmaterial, 126


Cantos volĂĄtiles maĂąaneros. Elixir repeliendo dardos Bendito eterno amor. Fuerza creadora universal Longevo cubre tu aura.

127


CARABOBO

Luis Alberto Angulo Barinitas, estado Barinas, 1950. Poeta, trabajador cultural, editor literario. Entre sus logros se destacan: Premio del IV Concurso Internacional de la revista Poesía de la Universidad de Carabobo (UC-CONAC, 1994), por Antípodas, Premio de Poesía Dr. Francisco Lazo Martí (Ateneo de Calabozo, 2001), por el poemario Fractal, invitado al Festival Mundial de Poesía de Venezuela (2005). Sus obras publicas resaltantes: Viento barinés (1978), Antología de la casa sola (1982), Una niebla que no borra (1984), Fusión poética (2000), La sombra de una mano (2005), Antología del decir (2013).


Contra balas Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho Gabriel Celaya

(Cantos íberos) La espantosa realidad de la guerra nada tiene que ver con esto, dices tú; nada puedes hacer, piensas, con poemas; la ocupación que quisieras es la belleza y no la que te obliga a escribir versos contra balas… los asesinos saben, no obstante, que la poesía es una justicia sin cuartel, sin paredes, una bofetada al sinsentido; por eso nos quieren a todos fratricidas, arrancándole los brazos, los ojos, el corazón, a quien sabemos, somos nosotros mismos, huérfanos y aterrados; nuestros versos son pequeñas rocas que pueden liquidar a un gigante y enterrarlo en la historia de su infamia; por ello prevalecerán entre las ruinas de la antigua ciudad, sus letras vivas, en medio de la noche, encenderán una hoguera hasta la llegada de la aurora. 129


Del decir

La poesía del decir puede ser de carácter metafísico, existencial, político, minimalista o disperso, puede además tener un tono iluminado, reflexivo, prosaico, medido; no hay, en realidad cartabones que la limiten, pero tiene que decir; es de naturaleza verbal y sustantiva más que adjetiva; no se propone ser hermética, ocultadora, secreta o pura, se reconoce en el habla, es inclusiva, plural, no es especializada; es intelectual e intuitiva al mismo tiempo, su emoción mental está inserta en lo afectivo, propone la fusión de géneros y el hallazgo común… hay un desplazamiento radical del yo literario a favor de la creación. Es visual, rítmica, desdeña las convenciones a propósito de la imagen y la artificialidad versificadora del “artefacto poético”, es orgánica y está asentada como propuesta en el aquí y el ahora de las cosas como son. Es una voz elemental, lacera la sensibilidad bienpensante y lo “políticamente correcto”, se dirige directamente a un lector advenedizo que quizás resulta ser el mismo creador al liberar sus más ocultos temores y deseos.

130


La poesía que a mí me gusta

Me gusta la poesía que le habla al mundo, la que entiende que no es el centro del universo y a ciencia cierta sabe, que ella está en los otros. La poesía que no le hace concesiones al poder establecido, pero tampoco anda por ahí, restregándole a nadie su arrogancia de magnífica señora. La humilde poesía de los desesperados, la de los solitarios y humildes poetas expulsados por la fuerza de su verbo de la mesa redonda de los poderosos y asilados en la inmortalidad de una gloria siempre vana e inútil para ellos. Coda: Me gusta la llamada poesía del decir, pero quizás ello sea una contradicción, un énfasis innecesario para quien lo entiende. Sin embargo, el decir de la poesía está opuesto al retórico decir que nada dice ni comprende.

131


DELTA AMACURO

Ismari Marcano Delta Amacuro, 1963. Licenciada en Administración en la Universidad de Oriente, magister en Gerencia Educativa en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Entre sus logros más resaltantes: entrega de placa durante el homenaje realizado por el Gabinete de Cultura del Estado Delta Amacuro, en la 9a Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN 2013), entrega de Medalla/Certificado Distinción Honor al Mérito otorgada por la Sociedad de Poetas Andrés Eloy Blanco (2013). Sus obras publicadas: En los pasos del destino (mención especial en el III Concurso Por una Venezuela Literaria, 2013); Senda de cuentos (2013), Cuando la noche se hace triste (2013), En el umbral de mis afectos (2012), Cuarenta poemas para un solo amor (2011).


I

en el espejo de un abismo se vislumbran los inermes anhelos en esa imprecisi贸n de luz y sombra se hace prisionera la mirada para darse cuenta que el alma lucha por abandonar su foso de ausente vida

133


II

la inmensidad de las sombras cubre todo ansias esperanzas la luz que parece absurda se niega a iluminar los tiempos memoriales de felicidad lo lejano de la ausencia los latidos inciertos hacen de los dĂ­as un santuario de cruentas dudas

134


III

el destello de las sombras ilumina el vestido claroscuro de la pena el desprecio no tiene miedo agoniza la esperanza ojos indiferentes ven más allá del disimulado horizonte de la anciana tristeza arcoíris en blanco y negro desierto de luz en medio de lágrimas añejas

135


DISTRITO CAPITAL

Aracelis García Poeta, feminista, fotógrafa, politóloga. En 1989 ingresa a la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela. En 1995 participa en la antología La esquina del callejón, publicada por Fundarte, asimismo en la Antología de la poesía subterránea publicada por el Fondo Editorial Francisco Wytack. Entre sus obras inéditas destacan: Hombres cura-tristezas, Yo defiendo esta revolución, Veneris die, Cuando yo era martes, y La y los solos.


Arañero, campesino

Esto no es una muerte no así como se entiende esa profunda herida / que se queda en nuestra memoria no con mayúscula tú no eres la sin presencia eres nuestra conciencia gritada, cantada, vuelta pájaro, / recitada miles de brotes que se asoman entre el asfalto, flores rojas que inundan los campos semillas latentes que corren furiosas río abajo “uh, ah” Consigna llorada tú te fuiste al extremo, allí donde se ve el amor te comenzaron a llamar extremista surgieron entonces, los presidentes indios, negros, / cholos, las mujeres igualdad de los pueblos gritabas, paz con justicia, / hambre cero, felicidad hasta en la sopa eras un hombre de esos difíciles, por donde se le mire. Irrenunciablemente optimista hasta el segundo que no / queremos recordar, las 4:25, de un día martes

137


hasta el cielo se puso rojo lloró un ratico. Hugo permíteme que te llame por tu nombre, / que te nombre que me nombre que me una al combustible que alimenta este fuego el combustible que te hizo liberar a los pájaros atrapados / por el alatrique, que te enamoró de la Rosa Inés, que te llevó por los caminos llaneros en busca de Maisanta, que te diseñó arañero para que vivieras con ansias, que te uniformó de verde y te confundió con la montaña, que te llevó a presidente, hombre, soldado, pueblo y patria. Tú eres de esos hombres que las mujeres amamos / con locura No como se concibe un hombre acá en estos países donde las mujeres éramos como un mueble parecido a la / lavadora o sea de la línea blanca. Restregábamos para que no se viera el sucio. Te costaba entender como a todos. Pero tú tienes sueños, nos quieres en el primer anillo, / nos hablas de estudiar, nos buscas en la batalla, nos resucitas en la historia. Somos tus mujeres indias, mestizas, negras. Eres nuestro, de aquellos, de todos.

138


Cómo no amarte con locura... si serenateas bajito, tienes pícaros los ojos y un sonido recio de libertad se despierta en tu voz para / gritar amor. Que alguien me diga, ¿cómo se somete al olvido tanta / ternura? Estás en mi casa arañero, campesino me allanas estás en mí aunque no lo sepas te doy de mi agua y me das de tu corazón ronco furioso corazón sin freno, combatiente militante comienzo a soñarte, me recitas un poema de amor se cumple mi esperanza más colectiva honda huella profunda pasión la que me inunda

Ara 6 de marzo de 2013

139


DISTRITO CAPITAL

Edmundo Ramos Caracas, 1971. Editor del Departamento de Divulgación Institucional de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, y codirector y guionista de la productora audiovisual Miope Films Producciones. Es licenciado en Artes, mención Cine, por la Universidad Central de Venezuela y tesista de la maestría de Estudios Literarios en esa misma institución. Traductor y colaborador de revistas literarias y de investigación, ha publicado el dossier Alfredo Lugo de la serie Cineastas Venezolanos (2002) y los poemarios Poemas in festus (2004) y Tijera de barbas (2007). Parte de su trabajo se encuentra en las antologías Amanecieron de bala: panorama actual de la joven poesía venezolana (2007) y En-obra (2008).


Siempre quise ser parte de una banda de rap (Inédito)

III ¿Cosa de héroes? Nada de eso esta ciudad y su nostalgia acaban con todo camino / de retorno Oh ciudad mía un trabajo estable y un televisor oh ciudad mía de edificios y casas grandes oh ciudad mía cerro arriba quebrada cerro abajo Salí a mi modo Perdí memoria y arraigo perdí el sexo en el cuarto perdí también las flemas las alergias la gripe y el asco La verdad es que sólo vine a besarte ciudad boquineta a besarte y tentar el roce una caricia a tus senos a tus pobres senos llenos de calles y carros y gente y papagayos y zapatos en los cables Prometo no meterte las manos me iré como los parques y las plazas a veces nuevos a veces rotos

141


me iré como un río que pronto se hace mar ya lo dije nada de héroes me iré arrastrando mi saco de tesoros sin nombre sin nombres por fin sin firma sin huella sin dientes sin yo Lo de cruzar de noche las autopistas no se me dio / como un bien fui aplastado por seis o nueve carros lanzado río abajo como la bala de un cañón cabezas de muñecas el aspa de un ventilador medias sobre medias para el frío y las piedras una lata de manteca un rollo de nylon muchos ganchos tres bujías dos correas tres franelas una camisa y el paltó llegué al mar dando vueltas con todos los juguetes Ay ciudad me gustará extrañarte querida Aprovecho el tirón de tu mar para decirte al oído que a la madera de los barcos no le queda aceite Vine a decirte con el pecho en tus costas que hace rato que nos fuimos bailando a fondo que hace rato gula y escoria dejé de cuidar la dentadura 142


la casa a mis hermanas A los seis o nueve carros que me dieron no les / guardo rencor Esos pobres hombrecillos de quince y último de fantasía prestada Pequeños hombres y mujeres de aguas de colonia de ríos y mares de colonia Personas que crecen cerrando las ventanas a los insectos Oh mi querida señora tributo cándido de noche y madrugada No creas que me perdí oh mi ciudad mía encontré en la indigencia algo más que latas y patadas la fuerza viva de un íntimo silencio que no conoces nada de bancos, escenarios, diezmos o impuestos así vencimos al poder y la fe vine a besarte a besarte antes de irme oh ciudad desdentada Nada más.

143


DISTRITO CAPITAL

Freddy Ñáñez Miranda, 1976. Músico, titiritero, editor y poeta venezolano. Reside en San Cristóbal (Táchira) desde 1988. Miembro fundador del grupo de rock Los Residuos y de Nadie Nos Edita Editores. Editor del periódico Sujeto Almado. Ha publicado los poemarios Todos los instantes (2000), Un millón de pájaros muertos (2003) y Suma del árbol (2006), entre otros. Textos suyos aparecen en la antología Amanecieron de bala, panorama actual de la joven poesía venezolana (2007). Coordina en el estado Táchira la Plataforma del Libro y la Lectura.


Al escribir sobre las palabras

Si el destino de tu palabra era no quedarse en ti ahora que se ha ido la posees para siempre En un libro antiguo, en una conversaciรณn ajena, la verรกs volver Y si tu oficio es perderla Tuya es la gramรกtica del abandono (La carencia que es su forma de quedarse) Al escribir sobre las palabras olvida todo lo que has dicho Ten en cuenta nada mรกs su frรกgil transparencia.

145


Al escribir sobre pájaros

1 Nadie escoge el pájaro que nombra, Nadie habla por él Si el escritor existe es para que suceda y pueda llegar hasta aquí: intentas con palabras, y de pronto le nace un pájaro a la línea de tu verso Ese que miras vino solo No tiene autor Si la página existe es para que no se quede contigo el aleteo para que no se vaya del todo En verdad tampoco escoges lo que dices sobre un pájaro los pájaros nunca llegan solos al papel.

146


La casa grande

NO SE le caen los muros según la sombra que derrama Sigue en pie Hay una paz que la sostiene Es en esa líquida estatura donde duerme el equilibrio de tus seres No se viene abajo con su ruina Una nostalgia la alza siempre Erguida en tu mirada la Casa allá en la aldea En pie conversando de solares muy adentro.

147


DISTRITO CAPITAL

Nelson Guzmán Cumaná. Post-doctor en Lugares y Transformación de la Filosofía por la Université de Paris 8, Vincennes-Saint- Dennis (2008), doctorado en Filosofía en la misma universidad en 2000; máster en Historia y Civilización en École des Hautes Études en Sciences Sociales (2000). Filósofo y antropólogo por la Universidad Central de Venezuela en 1992 y 1980 respectivamente. Algunas de sus obras son: Autoría colectiva: “Sobre el pensamiento teórico de Hugo Chávez Frías” (en preparación); Ontología política en Jean-Paul Sartre, Nelson Guzmán y María Isabel Maldonado (2009). Articulista permanente de la sección “Voces” del diario Ciudad Caracas desde marzo 2013, hasta la fecha; “Belleza y Revolución, la poesía como flama del mundo” (ensayo), diario Ciudad Caracas, suplemento “Letras”, año 3, N° 133, abril 2013.


Contertulios

Memoria Su voz quedó exhausta al eco de aquello pasillos Prometió hostigar Arrancó los hastíos Agachó la finitud… Como siempre carente de destrezas ANTIGUOS CONTERTULIOS Adivino los ecos dejados por ustedes al viento Asentados en edades apoltronadas al asfalto recogí la vendimia del wilson de las pelotas / entrapadas las lochas amarillas apostrofaron su identidad en / mi iris Jugué silente los gatos se escondieron inatrapables ante el acoso de su mirada senil recogí las metras me las guardé en los huesos de esa ciudad disfruté después de muerta

149


Ráfagas de olvido

Desesperanzas Sólo con mi tristeza capturando lo indecible piedra perdida en lo que nada importa Tristeza me enmaraño en tus distancias aquejo mis pasos tras tus huellas te tengo y te pierdo Lucho en lo que no se me parece hipostasiado dibujado sueño extenuado en lo más profundo Malditas moléculas de mi cuerpo Seguir pareciendo destino fatal de los hombres vicio entrompetado en las gargantas Tristeza ir hecho ventanas pisar los suelos de algún día extrañarlos dejarlos atrás Los barcos Suspendidos burlando los espacios Dilatados En suspenso quedan en el oleaje 150


que no ven mis ojos los voy divisando sin cielo sin mar como colgados en las nubes para quedar allĂ­ Su espera ansias de puertos y muelles olvidados

151


DISTRITO CAPITAL

Ángel Malavé Irapa, estado Sucre. Poeta, editor. Licenciado en Educación. Facilitador en la Unefa y Misión Sucre. Participante del Frente Cultural de Caricuao. Fundador del Taller de Creatividad y Literatura Crelit, donde se funda la revista literaria Formas. Fundador de la revista Ronkera, libreta literaria de Caricuao donde nace la Editorial Ronkera, la cual edita: Ciudad Satélite: primera antología de poetas de Caricuao, entre otras. Colaborador de la editorial La Espada Rota, Revista Trapos y Helechos, Kue-yú Latinoamericana, revista A Plena Voz. Ha publicado: Detrás de esa cortina de humo (muestra de la narrativa en Caricuao), (1988). He roto la copa donde nací, (1989). Calle Real, (1997). La casa y otros amores, Caribe sonoro, entre otros.


Caracas Atiende los altos muros de tu ciudad No dejes pasar al ciego al verdugo Y al que todo lo dispone William Osuna

Tiendo la ciudad Sobre ella duermo Entono fuertes canciones No soy vigilante ni filósofo Mi ciudad es diferente Me reúno con ella Hablo con ella en cada esquina Deshojo sus códigos La desnudo en medio de sus avenidas Camino Con los vientos del Waraira Repano Espero en la estación Dirección Oeste Siento la mirada de transeúntes Celosos De ver cómo me cobija.

153


A las que me amaron A las que me aman Y a las que me amarĂĄn

Hesnor River a

Los olores se combinan En la sabrosura de tu piel Olor A mazala-mabi Delicias de los juegos Del espĂ­ritu. El ocre de tu cuerpo se mezcla con el brillo de las piedras. La sombra de tu cabellera refresca mi angustia. Mujer parisiense Mujer caribeĂąa Mujer desnuda Me iluminas con los soles de tus ojos.

154


Vengo con el compás sonoro de la marea Abriendo camino Atravesando lugares Ardiente sol nos inunda Vibradoras luces nos tiñen. En la esquina las miro posar como sirena al mar. En qué lugar habré dejado la tristeza Celebro la alegría que se puebla sobre mí.

155


DISTRITO CAPITAL

Roque Zambrano Comunicólogo, analista de imagen, cineasta, profesor universitario, escribidor y poeta callejero. Nació un día en que Rimbaud “sentó a la belleza en sus rodillas y la injurió” en pleno Waraira Repano. Es autor de Imágenes silenciadas, escrito sobre tu cuerpo desnudot que mereció, antes de haber sido publicado, una profunda reflexión de la insigne poeta venezolana Astrid Lander. Comunista claro desde su adolescencia hasta hoy. No pudo resistir la tentación de nacer en un mundo irreconocible para él. Alzado en el combate, mientras no sabía si estudiaba poesía o de veras esto que se llamaba ciencia social, llámese Antropología, o Sociología. Viaja a Moscú. Son obra suya tres filmes dedicados a los creadores: Primer canto, La otra ilusión, Canción de las sombras.


Ensayo de Grito como una intuici贸n ficciona la huida para morir en ese golpe de memoria.

157


Tango A Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares

Malherida de sueño imaginado en danza hueca de carmín aparecerá colgada antro lumínico maldecirá al mundo a los obscuros espectros de la noche para nada servirá su cadáver liviano como marioneta.

158


Pachamama

La mirada de un árbol es una madre, de la montaña, del mar, del fuego... magma volcánico... Pachamama te canto en ese amanecer que es de siempre cuando se levanta el sol en la inmensidad cósmica. Eso eres madre desde mi visión molecular, atómica, en el microuniverso de tu invención, como Tú, una pequeña hoja que se desprende suspendida... ¿Y el sol? Es una madre tan circular y esférica como una sonrisa, luego en la nocturnidad la luna llena, tu vientre lleno, todos los meses, los años, los siglos que me abrazan, en ese milagro de iniciar el canto, lo sagrado, el milagro de vivir, entre esos brazos de tu vientre, nutriente de la conexión de mundo. Intergaláctica, vas con pasos, largos, suaves, imperceptibles, invisibles surcándolo, sembrado de nosotros en esa oquedad planetaria, sísmica, que retumba el vivir. Trémulos te vemos, y en curiosa conjunción caótica nos contemplas. Aquí como el fuerte esplendor de permanecer, en el ser último de tu invención creadora, en tu ansia, en tu deseo, en tu orgasmo, esta construcción que en ti misma concedes y es el amor de fragua, instinto de ser, expansión “in extenso” en esta otra ritualidad mundana.

159


FALCÓN

Mariana Chirino Pintora y escritora. Licenciada en Educación mención Lengua, Literatura y Latín en la Universidad Francisco de Miranda, actualmente se desempeña como docente especialista en cultura. Forma parte del Grupo Musaraña y la Fundación Wilmer Gutiérrez Arte en la Calle. En el 2008 resultó ganadora en la mención Cuento del X Concurso de Cuento y Poesía Rafael José Álvarez, organizado por la Dirección de Cultura de la UNEFM. Sus poemas aparecen en Me Urbe Antología Arbitraria Chile-Venezuela (2011) y en Trece voces (2012). Ha publicado El hombre compartido y otros cuentos (2009); y conserva un poemario inédito “De mi vientre al mundo”.


Pájaros que no lanzan flores

Hay humo en el Vaticano pájaros que no lanzan flores Gasa empapada de llanto, humo, sangre Gasa empapada… Con una onda en mis manos he de tumbar el muro. Pájaros que no lanzan flores vientres negados al parto. Hay humo en el Vaticano. Sigue la vida en oriente Gaza empapada. Una mezquita en silencio…

161


Ella endulza sus dedos A Yngrid

Mi madre por las noches recarga su dulzura vierte en un vaso: agua, azúcar y hielo bien triturado Ella endulza sus dedos Por las mañanas sale a curar las heridas de pacientes que se disputan el azúcar de sus manos se rumora que algunos inventan sus males seres que vuelan por los aires, aterrizan en camillas en el suelo frío voltean sus ojos en señal de gravedad. Ella los reconoce, a quilómetros huele a los falsos moribundos Sabia mujer que comparte los granos de su azúcar Yo no critico a los mendigos de dulzura ellos nacieron en las salinas donde no existe la poesía, el arte

162


Yo he comido de su dulce pedazos de panela en espera… Mi madre lleva el socialismo en sus manos Cuando sale a trabajar viste de blanco por fuera y de púrpura viste sus manos Cuando llega de trabajar viste de azúcar por fuera y de panela viste sus manos Ya no puedo dormir sin escuchar cada noche cucharadas de azúcar en agua bien fría. Ya no puedo dormir sin saber que mi madre recarga su dulzura para salvar a los verdaderos –y a los que como yo se fingen moribundos–

163


GUÁRICO

Susana Hernández Altagracia de Orituco. Narradora, autora infantil y poeta. Publicaciones: Roberto, el sapo, Gritos de un amor improvisado (poesía) y Donde vuelan los colibríes (poesía). Autora de páginas infantiles en El Nacionalista, La Prensa y La Antena. Mención especial Netzahualcóyotl en Narrativa infantil (México,1988). Primer Lugar Turpial de Oro mención Narrativa del Concurso Miguel Otero Silva (Sociedad de Arte Venezolana 2009). Primer Lugar Turpial de Oro Mención Narrativa, categoría Cartas de Amor, (2009) Concurso Andrés Eloy Blanco, (Sociedad de Arte Venezolana); Segundo Lugar La Prensa, Concurso de Literatura Infantil, mención Poesía, por La mariposa Ariana (1987). Ha publicado en Tricolor, Letralia y en diarios regionales.


Final

Terminó. Las cuerdas del mundo dieron un tirón y la maquinaria perfecta del tiempo se rompió de golpe. Las manos que alzaba para acariciarte se quedaron quietas, los dedos sin fuerzas, sin vuelo mi aliento. El reloj del pecho congeló las horas, los ojos abiertos sin un parpadeo motivando el aire y el helado asombro llenando la calle con el desaliento. Afuera, el entorno extraño de alguien tiene caracolas que susurran besos, afuera, el aroma sigue perfumando los lechos ajenos, afuera, la risa entibia las almas de cariños tiernos. Yo tengo en el suelo los pedazos rotos de mi llanto nuevo, el jarrón de barro que estalló en lamentos. 165


Bajo la cornisa, escampando espero que la lluvia cese. No le pido al cielo para que regreses porque no hay camino. Lo borr贸 tu acento.

166


Besándote en el tiempo

Cuando un día tú presientas que me fui de tu vida y el desaliento llegue hasta tu alma, cuando sientas perdida la esperanza de hallarme y mires en tu almohada huellas de lágrimas; cuando se haya marchado tu consuelo y te duela el vacío, cuando no te acaricie con mis besos y no tengas mi aliento, yo seré ese retoño de las rosas, ese trinar de pájaros al viento y seré los mil brazos de la brisa en tu pecho. Me tendrás en los golpes de tu sangre agitada, verás que, enamorada del eco de tu voz, temblaré en tu garganta besándote en el tiempo. Y me tendrás adentro gritándote mi adiós. 167


LARA

Yajaira Álvarez Barquisimeto, 1966. TSU en Administración mención Mercadotecnia por la IUETAEB. Licenciatura en Educación mención Desarrollo Cultural por la UCV. Ha realizado los talleres: Taller Plan Revolucionario de Lectura, 2009; Taller de Poesía Casa de La Cultura Julio Garmendia, 1995. Ha coordinado las actividades culturales en el Núcleo de Desarrollo Endógeno Cultural Ana Soli en San Lorenzo. Creación de la Ac. Grupo de Artes El Sembrador de Soles. 6° Lugar en el II Concurso de Poesía Minimalista, Brasil (2013). Participó en la Filven y en el 4° Festival Mundial de Poesía, en Carora, 2008. Fue seleccionada para Quienes escriben en Venezuela diccionario de escritores venezolanos (siglos XVIII al XXI) (2006), y para la Antología del III Concurso de Ecopoesía Tumbes-Perú (2013). Publicó De caracol a estrella (1990) y Vida de hojas (2008).


1 Camino El sol, se ha escapado de la humanidad. ¡Qué extraño! una niña alumbra el camino.

169


2 Fantasmagóricamente Hay días, que quiero ser invisible y mirar y mirar la nada. Pero todos andan mirándome como si fuera estrella de luna y demás romanticismos. Hay días, que quiero ser visible y no mirar y no mirar la nada Pero nadie me ve y fantasmagóricamente me paseo. Hay días, iguales a sí mismos.

170


3 Vivo en lo invisible, lo invisible soy yo

R ay Br adbury

Soy invisible Hasta la última gota de mis huesos. La vida en su constante agonía fue tejiendo esta huella claramente borrosa en los hilos del destino. Dioses y diosas, fatuos, efímeros trataron de quebrantar mi alma echando mis huellas al fuego. Los humanos prefirieron mi calvario, al encontrar mis huellas humildes por el polvo. No me quejo, no blasfemo. Dioses y humanos traen el rictus fiero de la muerte, en el vientre de sus almas. Por ellos no seré derrotada. La justicia viene en tortuga soñadora, pero viene. No seré derrotada. El aire que respiro es aún mi cómplice, sacude mi huella contra el frío espejo de la vida.

171


MÉRIDA

Rodolfo Quintero-Noguera Mérida. Poeta y ensayista. Egresó como abogado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Los Andes. Realizó estudios extramuros de Letras y Filosofía. Fue director de la revista Solar. Dirigió los suplementos literarios Dédalos, Bellas Letras y El Poema Cotidiano. Actualmente coordina la revista humanística La Palabra, ejerce la docencia universitaria en la Universidad Bolivariana de Venezuela y la Vicepresidencia del Instituto Barinés de Cultura y Bellas Artes y edita el sitio web literario Caminos de Altaír. Autor de los poemarios El amor a veces, el olvido entonces, Sui generis y “La flor del osario” [en preparación], así como del ensayo El Protocolo de Kioto.


Noche en blanco A Carlos Danez

No es fácil de veras saber que las Musas se han marchado / de la casa saber que su esfinge de puta silvestre ya no hiere con / sus alas No es fácil, con tres monedas en el bolsillo, descubrir el olor de las naranjas y hacer de la noche un trajinar soberbio de la tinta / y el papel Son cuervos las mujeres que han huido de mí Son graznidos de urraca que se alejaron de mi ventana Son hembras malas que huyeron al desierto sobre / cornudas bestias Ellas trabajan en las autopistas, se embarcan en camiones, se embriagan con las palabras necias de un cochero / nauseabundo viajan en trenes nocturnos, en taxis piratas y se adormecen sobre el tendido húmedo de / sábanas rotas. Esta noche Erato también duerme frente al televisor y yo no tengo más que unas flores del Osario un paraguas que florece bajo la lluvia

173


la soledad de nueve putas en mi cama el llanto de Atenea tres monedas en el bolsillo tengo el recuerdo intacto de mi hermano ebrio y una hoja en blanco donde dar testimonio aciago de la orfandad

174


El resplandor y la espera A Armando Rojas Guardia La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones

Juan José Arreola

Quizás nunca como entonces el amor fue la síntesis decrépita de una luz que buscó agotarse en la resurrección del alba Quizás el odio anidó la serpiente la flor negra del osario la criatura bicéfala de la maledicencia el germen de la manzana podrida Sé, sin embargo, que en sus ojos se oculta el gesto que ahuyentó el olvido que sus manos resguardan la plenitud y el deseo que su corazón es un alcázar habitado por las sombras de un duende taciturno que acecha las madrugadas buscando restituir el resplandor [y la espera

175


MIRANDA

José Quiaragua Miranda, 1948. Poeta, licenciado en Comunicación Social (UCAB). Ha publicado los libros El escriba y La luna de oro, Cantares del reino, Sol reunido. Sus poemas han aparecido en: Poesía de Monagas, Bolívar y Delta Amacuro (1987); Poesía rebelde en Latinoamérica (México, 1978); Poesía Latinoamericana, revista Manatí (México, 1976); Antología de la poesía amorosa de Venezuela (1995). Sus poemas han sido divulgados en programas de Radio Nacional de Venezuela, ANTV Radio, Radio Alba Ciudad (MPPC), Ávila TV y Venezolana de Televisión, entre otros medios. Ha participado en festivales mundiales de poesía. Dirigió la revista Tricolor del Ministerio de Educación.


Altafuente

Si mañana tienes los mismos ojos Te diré piedra roja caída del cielo Agua y Rosa Encantada de septiembre Si mañana tu cuerpo es el vértigo Allí sembraré perfumes de Brasil de Ananda Si mañana hay caballos y sombras Hoja serás Hoja Encantada Agua y más agua de tus pasos amados Si mañana no estás Siempre te soñaré Como el sol de la noche Hoja de Brasil

177


Canto

En este traje están los hilos de China Amarillo morado verde y azul Fueron mis caminos a tu encuentro Dije que lo cuidaran en todos sus detalles Por eso de él no ha huido tu fragancia Recuerdo el día que lo estrenaste Tenemos que separarnos me decías Y yo no respondí Tenía miedo de mirar el dibujo Que había hecho en el busto La antigua costurera Un conejo o una mariposa Juegan en un cielo rojo En tus pasos que ya he olvidado

178


Mi peque単a leona

Esta noche Mi peque単a leona Un caballo Huye por tu cintura

179


MONAGAS

Carolina Veracierta Maturín, 1974. Escritora, poeta, narradora, maestra y licenciada en Educación. Coordinadora de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) capítulo Monagas y coordinadora de la Casa de la Cultura en Maturín (2006). Igualmente, se desempeñó como coordinadora en dicho estado, de la Plataforma del Libro del Ministerio del Poder Popular para la Cultura (MPPC) y durante cinco años ejerció los cargos de Directora Operativa (2009-2011) y Directora General del Gabinete de Cultura de Monagas por parte del MPPC (2011-2013). Publicaciones: Bostezo azul, poemario (2007), el libro de poemas Trashumancia, Vaca mariposa y la novela 313. También ha escrito en las hojas literarias Canaguaima y Pez de Plata del estado Monagas.


Breve ensayo de ti

No es la necesidad lo que me conmueve, ni la efervescencia de la carne sujetándose a la tierra lo que me incita a quedarme, esta cualidad tan tuya de solevantar las ruinas, encareciendo cada gesto mío, apuntalando hasta las discrepancias como armonías reveladas es la imprenta de todas mis respuestas; incluso teniendo la distancia como testigo, no es la necesidad lo que me conmueve, porque no es común mi pretexto de ti, ni es acostumbrado, ni habitual. De tu boca soy una resurrección constante, una calzada sin barandas, yo la hondura, el tajo, la brecha; de cada profundidad una sima, así te me confiesas, te me siembras. Como papagayo induces el vuelo repentino, acróbata de mi vientre. Tú, eres la orilla que aguarda, yo la ola excedida. Insisto, no es la necesidad lo que me prende, subyugas todo límite, emancipando todas las razones. Aprendí de ti la filosofía de una espera dispensada, absuelta de todo error que confluya con el arrepentimiento, solo estás, y es allí donde haces camino. Nosotros, la filantropía hecha paraje, donde se disipan las oscuridades, la plaza de todas las promesas inscritas. Yo sé que no es la necesidad de ti lo que se traspasa mis conceptos, es esta urbanidad que has hecho de mí desde que llegaste.

181


Sin regreso, ocupas la infinidad, ese algo que es silencio y es retórico; la historia antes nunca escuchada. En el momento que me hiciste la tierra parió otra oportunidad, entonces, no es necesidad lo que me une, y me suelda, es la certeza del ensayo que somos, es el error y la corrección, es la finura y el desborde, océano y río, enseñanza y preceptos; donde estás me consiguen, donde estoy, justo allí, eres calle, y creación; el elemento y la unidad conferida por todo lo que una vez fue y será.

182


Ex propia

Me he perdido tantas veces en la misma pregunta que mis decretos como acróbatas se ciñen a mis pasos llevándome lejos sentenciada pues, vuelvo al invento de mí otorgándome la velocidad y la compostura de unas / cuantas horas más de plazo incauta vuelve la lluvia y me soborna estampa este cansancio cediendo a esta mañana la calvicie de otra respuesta inmadura ex propia soy de tanta gente ex propia soy de lo que he sido esa misma pregunta vuelve y vuelve con la misma insistencia y vehemencia de siempre arrebatándome este domingo como si acaso le hubiese / dado ese derecho.

183


NUEVA ESPARTA

Luis Miguel Patiño Nueva Esparta, 1960. Docente, escritor, promotor cultural y deportivo. En la actualidad Secretario General de la Asociación de Escritores del Estado Nueva Esparta; vocero de la Red de Escritores Socialistas de Venezuela, capítulo Nueva Esparta (Ámbito Concursos, Certámenes y Bienales); Miembro del Directorio del Instituto Autónomo de Servicios de Bibliotecas y Tecnología de la Información del Estado Nueva Esparta; Director de Cultura del Municipio Bolivariano Comandante Felipe Villalba. En la parte deportiva, fundador y promotor de la Escuela-Club de Baloncesto Yaguanes de Coche. Creación literaria: Jirones de existencia (2001, poesía); inéditos: “Canción propicia”, “Costado azul”, “De la sed que llueve por dentro”, todos estos en poesía; y “Tiempo de contar”, narrativa corta (inédito).


Diversiones

Ya no resuenan en las orillas del pueblo las metrallas de corsarios arrasando cocales y rancherías En aquel entonces la historia se volvió un misterio y por un tiempo no hubo ni calles ni gente ni pueblo No hubo ni historia ni tiempo hasta que volvió a levantarse el polvo bajo los pasos nuevos La costa repoblose de chinchorros y sueños El canto Yaguán soliviantó la esperanza en los callejones de la sangre y “Cuicha alegró el pájaro” con su perfume de siglos en la curva infinita del estribillo

185


“Merche”

Entre fábulas desanda aquella mujer el camino de su desamor Se entregó por despecho a unos y a otros mientras sus historias le lamían el corazón

186


Miraquienviene “Miraquienviene” no es para observar a alguien que se acerca, es un lugar en la memoria cuajado de sal

De puro yo Entraré en la laguna Echando fuegos por la piel. La salmuera amamanta Este sombrero de caucho antiguo Y mis ojos ven más allá En la oscurana de la noche Unas enaguas olorosas a sudor, A aceite de coco que las mece el viento. Ven y mortifícame los apuros –Nube amenazante– De llegar a la orilla con el tesoro a cuestas. Un tejo, dos o tantos muchos Preñan la marea de esperanzas. Un corte hoy, otro luego Parirían ganancias. Hay viento en los bolsillos Hambre en el rancho. La nube amenaza Beberse la leche de los luceros: “Si ha de llover Que llueva orita Que no, mañana”.

187


PORTUGUESA

Rubén Darío Roca Barinas, 1991. Licenciado en Comunicación Social, bibliotecario, aprendiz de cineasta, amante de la literatura, promotor cultural, participante en el Concurso Internacional de Poesía Breve 2012, en homenaje a la poeta venezolana María Calcaño y escritor del poemario La poesía que nos tragamos. Director de sonido y musicalizador en el cortometraje Relación A-2 (2012), guionista y director en El vivo vive del bobo (cortometraje, 2008), guionista y director en el documental 3 de calles, en Unearte participó como asistente del Festival de Cine Venezolano 2008, 2009, 2010, 2011, y en Gente Joven como asistente del Festival Estudiantil de Teatro 2011.


La poesía que nos tragamos La poesía tiene sabor a palabra se come en sopa amarga y desabrida, dulce cuando se saborea en lenguas y pieles. es el destino de nosotros y de ellos comerla que se deshaga poco a poco en los ojos preparemos la receta con una pizca de deseo alimentemos el alma con sabores de librería, / con vista al horizonte y sin duda alguna con un cilindro de organismo verde, que sepa a poema, que tenga tu sabor, que tenga / tu nombre, que sea para ti…

189


Después de las varices

Tu no comes cuento –yo tampoco– lo leo... Brazos torcidos Un lagrimal de más Abstinencia obligada Historias que se interrumpen Cuestionamiento mutuo Recuerdos con números La única noche Negación Rara forma de dormir Pierna en el abdomen Fármacos y alcohol Otro día Despedida Alegría recalcada.

190


Por ahí, por ahora, por nosotros

Chávez… Si un día me encuentras por ahí Cántame una canción, dame un abrazo, dedícame / un poema Dime que también soy un libertador Regáñame por las veces que no te escuché Cuéntame una vez más la historia de Bolívar Dime como Cortázar que soy tu camarada Porque soy más y siempre seré más Recomiéndame un libro Pero por favor… dame un abrazo dedícame un poema cántame / una canción por ahí, por ahora, por nosotros.

191


SUCRE

Jesús Rafael Núñez Araya, estado Sucre, 1967. Su sentir poético lo define como su verdadera pasión en superlativa esencia, la cual plasma en sus creaciones lo que se desmuestra en el poemario Labriego de una fantasía que publicó a través del Ministerio de Poder Popular para la Cultura.


Prometeo

Hacia confines de un extraño mundo Fui conducido en alas de Morfeo Visión que me aterrorizó en lo más profundo Al contemplar de cerca a Prometeo. Prometeo es: el paradigma de los hombres Para escudar el temor de sus naciones; Le llamaron con infinidad de nombres ¡Prodigio absoluto de sus inhibiciones! Su poder de miseria se diseminó en el orbe Rompiendo los hitos de soberanías sagradas ¡Imperialista que mutila y que absorbe Ideologías doctrinarias arraigadas! La hoz de la cosecha roja Se doblegó ante su avasallante poderío Y en una guerra fría perdió el filo la hoja Que segaba equitativamente el sembradío. Fue creciendo en los mapas, su colosal figura Y un día llegó a ser el soberano del mundo; Los aduladores le erigieron una escultura Como símbolo de paz y amor fecundo.

193


Inventaba guerras por doquiera Para accionar sus armas obsoletas; Mientras en la tierra existía otra guerra De pobreza y de miseria imperecederas. Cuando veas las sombras de sus alas Acógete en lo más profundo de tu identidad; Piensa que hay doctrinas buenas que serán malas Si en sus preceptos no hay respeto hacia la humanidad.

194


Pueblo amado

Viajando entre la marinera bruma Con proa altiva de corsaria nave Que danza en el vaivén de oleaje suave Surcando horizontes, de alba espuma. Despunta lejana con gracia suma Semeja la hermosura de ágil ave Y llena mi alma de impresión no cabe ¡Reminiscencia que a mi vida ahúma! Rendida e imponente en ancha playa Divísase el contorno de mi Araya, Tras el velo de ensueño de Morfeo Que en insuflo de radiante fantasía Da el influjo a mi alma en lejanía Y hace que evoque; al pueblo que no veo.

195


TÁCHIRA

Freddy Araque San Cristóbal, 1957. Semilla y son (2012) su segundo libro publicado, incluye a su vez textos del primero, Equinoccio de lo efímero (2006), y en los que, de igual forma en el inédito poemario “Oscura página en blanco”, siempre apreciamos esa búsqueda desacralizadora del lenguaje desde las inefables tipologías del amor y más allá hacia otros ámbitos de meditada rebeldía y reflexión, como en Florecitas amarillas del camino o irónicamente en el poema Lovespierre cuando nos dice “utopías me dio por inventariar” y “decapitaron los pájaros de mi cabeza”, que sin regateos expresan la condición existencial del poeta y que además reflejan su impronta cultural que viene gestándose desde el cine, el teatro y la comunicación popular.


Paraíso

Ronquidos de Dios vuelan armoniosos por el Paraíso Desde el árbol prohibido una ingenua serpiente cuida las manzanas Entre rayos de sol y sombra verde lirios de tersa piel desnuda te reflejan Sss… antes que Él despierte abrázame y bésame… Bésame con todos los besos de tu boca

197


Lovespierre

Bostezar como caimán en vía pública mi primer delito fue larga estancia tras barrotes una noche de amargo termidor obstinado de masticar la ley entre vino y corazones ardientes utopías me dio por inventariar desde entonces muy entonces para que tal ejemplo no cundiera decapitaron los pájaros de mi cabeza ahora todo Lovespierre con señoras guillotinas me ando sin discriminarlas y créanme… es cierto en alas de felicidad postrera conmigo todas pierden su cabeza

198


Calendario

Sin que mi pensamiento vaya a ritmo de bolero al bar he vuelto nuevamente jamás pensé que algo quedara por robar a la nostalgia pero es que desde todos los ángulos tan hermosa era esa mujer esa mujer era tan hermosa y yo como tonto que jamás ha sido invitado a una comida de pájaros la amaba furtivamente hasta que —debo confesarlo, Marilyn— de la grasienta pared ¡tu calendario fue retirado!

199


TRUJILLO

Ivonnee Ruza Montilla Licenciada en Educación mención Castellano y Literatura. Magister en Literatura Latinoamericana. Diplomado en Estimulación del Desarrollo Infantil y Juvenil. Actualmente pertenece al Centro de Investigaciones Literarias y Lingüísticas Mario Briceño Iragorry y es cursante en el Doctorado en Ciencias de la Educación ULA-NURR. Ha realizado publicaciones en periódicos y revistas.


NaĂşfrago de incertidumbre

Sujeto el viento entre los dientes va tirando del honor para sostener la pestilencia / del credo moral, mea culpa por mi culpa, por mi culpa por mi culpa he sido mujer y nada mĂĄs Por mi maldita culpa he sido poeta a medias, Por mi culpa he de ser naĂşfrago de mi propia / incertidumbre. Por mi culpa ya sucumbe la acidez de tinta.

201


Estiércol

Voy escupiendo los trozos de sangre que le robé a la historia, en el estiércol toman forma de dragones: ratas académicas hacen honor a los monstruos que salen / de mi boca Llevo la insignia maldita del verbo, quisiera perder la memoria; déjenme huir fantasmas / de poetas déjenme secar la piel.

202


Renacer

Recojo las cenizas de la noche ya no hay espejo en la cama; he vuelto a vivir. No hay poema quebrantando el silencio, resucito en mi piel. Escombro de papel era tu perfume, te hice letra de ensayo y te borrĂŠ; como todo lo mal escrito se borra. Hay palabras, muchas palabras en puerta; esperando / ser poesĂ­a.

203


VARGAS

José Luis Villalobos Vargas, 1968. Poeta, colaborador en la revista Estelas números 2 y 5. En el 2009 publica Ojos de azúcar y miel (poesía). En ese mismo año participa en el taller ¿Cómo elaborar un libro? de la Editorial El perro y la rana, participando en la elaboración de dicho poemario. Participó en el 6° Festival Mundial de Poesía con poesía y canto. Algunas de sus obras inéditas son: “La luna sobre el lago”, “Por los caminos del corazón”, “Tiempo de amar”. También música y letras de diferentes géneros.


Ciudad

Ciudad; densa conjugación del ser, estrellas titilantes y otras que ya no, unas felices y otras que ya no, unas que existen y otras que ya no. Vaivén del ser, del estar, del existir. ¡Cómo quisiera saber lo que ocurre en cada casa!, cómo tratan a cada niño, a cada anciano, a cada madre, o a cada padre. Ciudad; por todos lados la opulencia cuelga de los postes como bombillas, mientras la necesidad revolotea desesperada buscando donde mitigar su hambre, seres de acero con corazones de acero las espantan, para ellos no existe otra cosa que su propio mundo y llegar tan alto como puedan, al estilo de la torre de Babel, ¿sus escalones? todo el que no iguale su estabilidad social. Caminos de espinas se encuentran en un lugar que goza de grandes adelantos, qué duro es caminar por allí y más cuando se está descalzo…

Caracas, Quinta Crespo 3 de abril de 1996, hora: 11:50 p.m.

205


Urbe

Van y vienen sobre la selva de cemento, unos llevando a cuestas un lamento, otros haciendo alarde de lo bien que les va, Unos llegan de viaje, de allá, de la nada, otros se van a un viaje sin regreso a la eternidad unos extrañan, otros olvidan. Se habla de guerras civiles, de buenos y malos Gobiernos, de fracasos de planes de Gobierno, que llevó años / trazarlos y de victoria de planes que apenas habían nacido. Pero allí, en el eterno silencio, (golpes a la mesa) Nadie se queja, nadie dice nada sólo Dios tiene la última palabra.

206


Ayúdame a ser justo

Señor, ayúdame a ser justo, Pues la justicia se escapa del hombre Y sólo la sombra que en su corazón se esconde Suele brotar y apagar su bondad, Cuida que en mí no se halle maldad Y aunque en el mundo la perfección no exista, deseo que siempre se halle en mi lista El amor, la justicia y la verdad. ¡Señor ayúdame a ser justo!

207


YARACUY

Maigualida Pérez Paredes Caracas, 1960. Poeta, narradora y promotora de lectura. Es comunicadora social y facilitadora de Talleres de Creación Literaria por medio de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Centro Nacional del Libro y es miembro del Sistema Nacional de las Culturas Populares por Yaracuy en el área de Literatura y Oralidad. Ha publicado el libro Declaraciones (2009), y Cuaderno de poesía, sus trabajos también se han publicado en la revista La Mancha, en la antología 40 Poetas Venezolanas Las chicas van al baile (Perú, 2012) y en el audiolibro Versonoro (2012).


“Apocalipsis”

Vi en mi sueño ruinas. Un palacio destruido. Y vi como caían sus bases consumidas por el fuego. Vi como se transformaban los cielos y los suelos, uno rojo y otro negro. El humo negruzco penetraba mis pulmones, me intoxicó. Me hirió. Luego vi desolación en toda la extensión y vi aves como halcones volar el territorio. Luego el cielo centelleó ante mis ojos, los dejó ciegos. Vi las bocas secas por la sed, y vi mil hombres y mujeres arrastrarse como reptiles.

209


Luego vi la tierra parir otro hombre… Vi vegetación, nuevos seres. Vi al Adán… Vi una choza pequeña, era verdadera. Y vi en mi sueño que no se quemaba. Entonces… Nuevamente en el Paraíso hubo el árbol de la sabiduría. Allí estaba el manzano, comí su fruto y no fuimos expulsados. Luego, desperté.

210


Esperanza

Si algún día has de venir yo, madre del honor, esposa de lo infiel, hija deshonesta, hermana de la pureza, amiga de un hombre cualquiera abriré los tentáculos grandes y escurridizos por tu lecho lleno de grama verde e iluminada por mis ojos.

Cantaré una terrible canción…

Y si algún día has de venir yo escribo aquí y grito contra la injusticia. Y digo: “Te Amo”, y diré…

Y por si algún día has de venir te dejo este cielo triste y nublado para que refleje el camino. 211


Y te dejo de hoy el viento, la vida, y las plantas, la tierra hirviente que piso. Y te dejaré los recuerdos gratos e ingratos del Moreno Sol y los del amigo, las luces de los edificios y la vista desde mi balcón mi guitarra y lo escrito. También te dejaré mis libros y mi mueble, mi cama y mi taza de café. Si algún día has de venir yo esperaré sentada, miraré mi imagen en el espejo y veré… Y por si algún día vinieras veré las grietas en mi vientre y te querré. Esperaré que por ti sea amplio y quepa en él todo el universo, todas las nubes, todos los soles, todos los amigos, Todos los hijos de los hijos del pasado, la madre 212


y tú… solamente tú, allí ocupando tan poco espacio. Y esperaré el dolor final grande y agudo.

213


ZULIA

Berta Vega Maracaibo, 1954. Profesora Titular jubilada de la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades y Educación, LUZ. Profesora de la Maestría en Literatura Venezolana de la Universidad del Zulia (2008-2010).Coordinadora de Lectura en Voz Alta, actividad realizada en el Teatro Baralt de Maracaibo, como parte de las actividades pedagógicas de extensión del Teatro (2010-2013). Publicaciones: “El habla: un ausente en la historia latinoamericana”, en Hacia una teoría crítica del control social (1985), Musikós (1988); “Acerca de la enseñanza de la lengua materna. Tres meditaciones”. En tOmnia, revista interdisciplinaria de la Facultad de Humanidades de LUZ (1998). “La crónica: entre oralidad y escritura”, en Cronistas del Lago de Maracaibo (2001), La tristeza no es sigilo (2008).


Hugo Chávez-Pueblo, Comandante Eterno Jazmines para vos Chávez-Pueblo, mi amor, nuestro amor, llovizna fresca dignidad olorosa de la tierra arada por tus manos, tu voz y tus ojos: mujer tierra, varón tierra, niña tierra, niño tierra edades de la patria bonita y unida que hacemos. Cayenas para vos Chávez-Pueblo, mi amor, nuestro amor, girando prendidas del hombre justo que eres: justicia social desde tus manos incansables amorosas en las batallas de todos los días por venir. Cada mano cayena eres vos, cada voz cayena sois vos, todos los ojos cayena eres vos, mi amor, nuestro amor. Trinitarias de mil colores para vos Chávez-Pueblo, mi amor, nuestro amor, solidaridad inmensa de los pueblos vuelo memorioso del Pueblo-Chávez en la victoria eterna de lo humano.

215


Todas las flores de variado nombre para vos Chรกvez-Pueblo, mi amor, nuestro amor, voz de lo sencillo y amoroso, cuerpo cotidiano y gigante de la tierra, manos hacedoras del otro que somos corriendo por nuestras sangres. Quedamos prendidos de tu sonrisa libres para siempre, iguales para siempre, alegres para siempre, todos juntos en las batallas permanentes de vivir. ยกChรกvez-Pueblo, Patria Grande, Patria Humana!

Maracaibo, marzo 2013

216


Ciudades Para Maracaibo

UNA/ Alguna vez pensó que sus pasos se escuchaban en la ciudad. Hoy sabe lo inaudito: apenas susurro, uno que otro recuerdo leve entre los amigos idos. Sin embargo, vuelve la memoria y siempre acontece: una calle suspendida ante sus ojos. Tiene lo requerido: aceras a los lados, casas con jardines y ventanas, algún perro ladrando mientras salta retozón, un gato jugando sus siete vidas, el pipote de basura con constancia de recogida y aroma de recuerdo en el sonido. DOS/ Hay una calle que es una mirada. Casi espejo del agua, Dios se mira a sí mismo de iglesia a iglesia. Lo demás es transcurso del depredador, alguno que otro santo y seña del pasado y un proyecto de futuro. TRES/ Si la cruza de oeste a este, desde donde se pone el sol hacia donde sale, queda el agua. Cuentan las leyendas su pasado cristalino y benéfico. Milagro del agua. CUATRO/ Algunas casas conservan el frescor de la brisa del puerto en la memoria de sus líneas. Todavía se encuentran ventanas largas con celosía para atrapar los viajes del aire. Y un patio. Al fondo. CINCO/ Y está esa plaza irregular por el paso del tiempo. A un lado, de los seis, hay una edificación con soportales: el sol no pasa allí, pero dibuja su insistencia con suaves arcos en el suelo.

217


SEIS/ Ciertas calles, por estrechas, guardan celosas la entrada a los hábitos del misterio: tras puertas invisibles un pasillo y otra puerta. Luego el olor, la música y las voces. Y otra puerta con costumbre de puerto. SIETE/ Está esa mujer de la esquina. Ya murió, pero sigue con su gorro de lana en la cabeza, un vestido con delantal y bolsillos y las medias sobre los zapatos. Un vendedor de fruta empuja el carro y se detiene justo allí. Donde ella puede tomar una fruta y mientras la guarda en el delantal seguir su conversación interminable. OCHO/ Es la noche. Detiene el carro. Un negrito viene de la mano adentrándose por la ventana. Paga. Lo toma. Y sigue dando vueltas. Es la noche. Y el viento. NUEVE/ Termina su movimiento en el pequeño muro. Un muelle se adentra en el agua. Los buchones acercan sus vuelos hacia nuestros ojos, mientras las gaviotas formadas en flecha se dirigen hacia el norte. La música a nuestra espalda: son voces de la noche, el licor y el sexo, perdidas en el tiempo. En otras mesas están los cuatro: la botella de cerveza en el piso a la derecha en un viaje de sube y baja con inclinación corporal, la manos apoyadas en la mesa guardan las piezas de la vista de los otros, y al tomar cada una, para su turno, el golpe descubre el número para la risa y la palabra. Cuando la tarde se aleja salta: pequeñas gotas salobres cubren la piel para el frescor, para la memoria del agua.

218




Este libro fue editado por la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello en el 2015, año de la conmemoración del centenario del nacimiento de César Rengifo, quien manejó la idea bolivariana de la fuerza de los pueblos para el cambio. Está compuesto con la familia tipográfica Apple Garamond e impreso por la Fundación Imprenta de la Cultura, durante el mes de junio del 2015.

1000 ejemplares



Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.