FOTOGRAMA edición 3

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AÑO 1 NÚMERO 2 | USD $2.00

ISSN: 1390-5317

UNA VISITA AL RODAJE DE

PARA EL CINE

PESCADOR

UN CUERPO

ECUATORIANO

LA REVOLUCIÓN DEL CINE NACIONAL 1 ABUELOS: EBNTRE LA INMORTALIDAD DE REMO Y LA MORTALIDAD DE JUAN ENTREVISTA A CARLA VALENCIA / EL LEGADO DEL DR. CALIGARI JACK BLAC: HUMOR, ROCK Y FLATULENCIAS


e d i t o r i al

El cine nacional

M

ientras la lucha por mantener la actual Ley de Cine continúa buscando en las filas de la Asamblea Nacional un posible cabildeo, por muchas ciudades del país las cámaras se alistan y los equipos se montan para comenzar decenas de rodajes, y unos cuantos que depositan su trabajo terminado en un sobre para lo que será la nueva edición del festival de ficción más importante del país, el Cero Latitud. Tampoco podemos pasar por alto algo interesante, la realización de dos posibles programas de producción nacional independiente sobre cine en nuestra tv, y sobre todo, cine ecuatoriano. Movimiento nacional de cineastas, audiovisualistas y gestores culturales que en gran medida se da gracias a la amenazada Ley de Cine y en menor proporción por la simple necesidad de contar una historia sin importar los recursos ultra limitados. Es común ver en los rodajes que se han dado y se están dando en lo que va del 2010 los rótulos de “apoyado por el Consejo Nacional de Cinematografía (CNCINE) y/o el Programa IBERMEDIA”, carteles de presentación que no se pueden dejar de mostrar porque sin ellos tal producción sería imposible. También es normal que en casi todas éstas películas el equipo técnico en su mayoría es el mismo, llegándose a repetir incluso los personajes delante de cámaras. Pero más abajo en las producciones sin rótulos destacables, y sin nombres “re–conocidos” que si acaso saben de una ley no la han sentido, si saben de un CNCINE, éste no los ha tocado, ni ellos buscado un acercamiento, pero que sin embargo generan en sus ciudades impactos tan grandes que si tan sólo dejáramos de mirarnos el ombligo por un momento y los tomáramos en cuenta, pudiéramos cuestionarnos y pensar seriamente cuál es el rumbo de nuestra cinematografía nacional.

Porque muchas cosas positivas se están dando, tenemos en nuestras manos los elementos necesarios para construir una cinematografía sólida, fortalecida, con vida, puesto que no se están haciendo mal las cosas, pero pensemos que se pueden hacer mejor. FOTOGRAMA ha estado de cerca en los dos procesos de hacer cine en el país, de los “de arriba” y los “de abajo” incluso más adyacente al segundo. Por eso no podemos celebrar siempre los “rótulos” brillantes, mientras atrás trabajan una gran cantidad de gente que apenas tiene un letrero de “cineasta” y no se les puede obligar a concursar en los fondos de fomento a la producción en las mismas condiciones que los demás, tratemos de comprender su intransigencia. Por eso, FOTOGRAMA, continúa marcando la línea ascendente de ser una revista que va más allá de la crítica de películas, sino, de crítica cinematográfica, de planteamientos que ayuden a forjar un mejor cine ecuatoriano. En esta edición tenemos un toque especial. A través de las redes sociales lanzamos una convocatoria para nuevos críticos, y la respuesta ha sido excelente. Nuevos nombres, en su mayoría jóvenes, se suman a nuestra lista de colaboradores, haciendo de FOTOGRAMA un gran equipo de personas que vivimos el cine al máximo, por eso encontrarán en esta edición una variedad de temas que nos permite seguir con la calidad con la que empezamos. Desde la reseña de la película ganadora del pasado Festival de Cannes, hasta los primeros ensayos en la historia del cine, pasando por una crónica de un día de rodaje en la nueva película de Sebastián Cordero, hasta llegar a la Directora del film preferido por el público en los pasados EDOC. Son 40 páginas de puro cine, póngase cómodo y disfrútela...

staff PRESIDENTE Leonardo Intriago S. DIRECTOR – EDITOR: Carlos Fidel Intriago Z. DISEÑO, DIAGRAMACIÓN Y CONCEPTO: Ernesto Intriago Z. CORRECCIÓN Y ESTILO Dolores Zambrano Macías VENTAS Y MARKETING: Paúl Intriago S. PORTADA: Sebastían Cordero durante el rodaje de Pescador. FOTOGRAFÍA: David Varela COLABORAN EN ESTE NÚMERO: Andreea Dobre • Arturo Cervantes • Marcelo Cedeño Pablo Hurtado Burneo Franklin Chambers • Federico Koelle • Carla Santibañez Alexis Cuzme • Ricardo Segreda • Maartje Alders José Montalvo • Christian León Daniel Bermeo • Alejandro Rodríguez • Eduardo Vélez Claudio Sánchez • Xavier Donoso • Mariana Andrade • Eva Sancho • Xavier Puig • Andrés Massuh • Jorge Aguirre IMPRESIÓN: Imprenta Kainza Telféfono: (05) 2930 444 Portoviejo - Ecuador CONTACTO: fotogramarevista@gmail.com FOTOGRAMA REVISTA DE CINE DEL ECUADOR ES UNA PUBLICACIÓN DE LA COMPAÑÍA FOTOGRAMA S.A., CON EL APOYO DEL CENTRO DE ESTUDIOS CULTURALES SAN ALEJO Y OCHOYMEDIO. SE PROHÍBE LA REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL DEL CONTENIDO SIN PREVIA AUTORIZACIÓN DEL AUTOR. FOTOGRAMA REVISTA DE CINE NO SE RESPONSABILIZA POR EL CONTENIDO EXPRESADO POR LOS ARTICULISTAS, LA OPINIÓN DE ESTE MEDIO ESTÁ REFLEJADA EXCLUSIVAMENTE EN EL EDITORIAL. © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS FOTOGRAMA REVISTA DE CINE DEL ECUADOR ISSN: 1390-5317 • AGOSTO DE 2010


nu e v o s c o laboradores XAVIER PUIG PEÑALOSA (Barcelona) Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad del País Vasco / EUH. Donostia San Sebastián.

ANDREEA DROBE (Rumania) Estudiante de Psicología en la Universidad de Bucarest. Aficionada a la fotografía, guionista. Crítica cinematográfica. Participó en el taller para jóvenes periodistas cinematográficos NISI MASA 2010 en Cannes. MARCELO CEDEÑO (Quito) Licenciado en Comunicación Audiovisual. Realizador y productor cinematográfico. Ha realizado documentales y video clips musicales. Investigador comunicacional.

DAVID VARELA VILLARROEL (Quito, 1987) Freelance, consultor de sistemas informáticos y multimedia, fotógrafo y cineasta. Realizador de cortometrajes, asistente de producción, director de sonido, script y montajista. JORGE AGUIRRE (Quito) Actor, realizador de cine y televisión. Ha participado en varias producciones nacionales de documentales y cortometrajes.

ANDRÉS MASSUH (Guayaquil) Actual Presidente de la Asociación de Cineastas de Guayaquil; Guionista de Teleamazonas; Redactor Creativo (freelance) de la Agencia "Vértice".

ARTURO CERVANTES (Guayaquil, 1990). Estudiante de Comunicación y Literatura en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Colabora en las revistas SoHo y Mundo Diners. Cuentista. Administra el blog "Pluma Mutante".

DANIEL BERMEO (Manta, 1990). Estudiante universitario, músico, escritor y crítico de Cine. Actualmente escribe artículos de opinión para la Revista Majestad. Administra el blog de cine http://daniel-cinepuro.blogspot.com.

FEDERICO KOELLE, Director Cinematográfico graduado de la Universidad del Cine en Buenos Aires y de Comunicador Multimedia en la Universidad Casa Grande, Guayaquil. Catedrático y crítico de cine.

RICARDO SEGREDA Crítico de cine del diario La Hora. Ha publicado artículos en Diners, Ocho y Medio, y Anaconda. Su primer largometraje, el documental "Huella Pétrea: Arquitectura Italiana y la Identidad Ecuatoriana" se estrena este año.

índice FILM FESTIVAL:

CRÍTICA:

TEMA

5 | El tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas.

30 | La violencia hecha cine.

22 | Un cuerpo para la el Cine Ecuatoriano.

IN FOCUS:

32 | Invictus.

PERFIL:

6 | Bela Tarr: La poética de la melancolía y la condena. CRÍTICA:

7 | Cinco caminos para llegar a Darío. 10 | Abuelos: entre la inmortalidad de Remo y la muerte de Juan. 28 | Toy Story 3. 29 | Robin Hood.

33 | Futebol.

24 | Jack Black: Humor Rock y flatulencias.

CRÓNICA:

CONTRAPICADO:

12 | Una visitando el rodaje de Pescador.

30 | Aproximación al sentido en “A serius man”

ENTREVISTA:

FLASH BACK:

26 | Michael Aptep.

34 | La actualidad de “El Gabinete del Dr. Caligari”.

TEMA

ENSAYO:

16 | Carla Valencia.

19 | La revolución no será en celuloide.

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36 | Enamorados del cine.


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film festival fotos: Vincent Bitaud y Damien Rayuela

CANNES

cortesĂ­a nisimazine.eu


De Apichatpong Weerasethakul

EL TÍO

Boonmee recuerda sus vidas pasadas

por Andreea Dobre

Este no va a ser un texto sensacionalista acerca de cómo misticismo + zoofilia + política = Palma de Oro. Tampoco es un mal chiste sobre un nombre complicado. Cuando nos enfrentamos, en una misma pantalla y en un mismo filme, a múltiples vidas de un mismo hombre, estamos ante una historia que no puede ser contada al apuro. En estos tiempos en que la emoción generalmente quiere cederle el paso a la razón y la mayoría de las expresiones artísticas contemporáneas quieren alimentar al pensamiento glitterati, hacer una película sobre fantasmas y agradecer a los espíritus por un premio de festival es un acto de valentía. El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas (Lung Boonmee Raluek Chat) es parte de un proyecto mayor llamado Primitve, que involucra a humanos, luces, a la jungla tailandesa del este y algo más. El personaje principal es un hombre simple interpretado por Thanapat Saisaymar (un humilde albañil de Bangkok en la vida real). En su lecho de agonía, Boonmee espera la muerte recordando reencarnaciones pasadas y reencontrándose con sus muertos queridos. Esta sexta película de Apichatpong Weerasethakul es una mirada hacia atrás, no sólo a un tiempo donde los hombres no se creían las únicas creaturas con alma, sino a un cine inocente y naif, donde pequeñas lucecitas rojas que hacían de ojos podían salvar de la banalidad a los monstruos en disfraces mal confeccionados. Después de un irónico inicio, el filme nos lleva por un viaje de dos horas donde nos encontramos con animales, cuevas y joyas abandonadas en un río. El tío Boonmee empezó con un guión más explícito que se convirtió, según Weerasethakul, en una meditación que “respeta la imaginación del público”. Sabiendo que el guionista-director de este film estudió arquitectura antes que cine, no nos sorprende que detenga la historia para deleitarse con

planos de lugares preciosos. “¡Atención, muerte!” parecen decir las escenas caseras del presente. “Atención, aquí termina un capítulo y empieza otro”, responden los interiores, iluminados con colores brumosos y de otro mundo: el escenario ideal para una reunión de vidas. Como en Blissfully Yours (Dichosamente tuyo) y Tropical Malady (Enfermedad tropical), el pasado contiene largos encuadres de vegetación y ruido blanco que parecen no querer llamar la atención. Cada espacio tiene su propia aura. En 2006, Syndromes and a Century (Síndromes y un Siglo), protagonizando a un monje budista que toca la guitara y a dos doctores que se enamoran en el trabajo, ofendió las miradas y la moral de las autoridades tailandesas. El director se negó a cortar las secuencias controversiales y las reemplazó con encuadres en negro: quería que el público supiera que algo estaba faltando. Hoy, algunos años más tarde, el precursor del Movimiento del Cine Libre de Tailandia, ha construido un viaje metafísico y proustiano que nos enseña que la muerte es parte normal de la vida. Otro monje intercambia su ropa tradicional por unos jeans y una camiseta. No sabemos cómo esta escena será vista en Tailandia, pero una cosa es segura: este año el festival de Cannes fue como un filme de final abierto. Nos fuimos del lugar aún preguntándonos cómo acaba la historia. ¿Rareza experimental para complacer el corazón de Tim Burton o premio consuelo para un país en caos? De cualquier modo, El tío Bo- 5 onmee es fascinante. Sólo es cuestión de mirar y entrar en el juego, o salirse del cine y volver a una realidad ante la que ya sabemos cómo reaccionar. “Quizás hayan algunas fuerzas misteriosas esperando ser reveladas, así como ciertas cosas a las que llamaban magia negra ya han sido probadas como hechos científicos”, dice el director. Sigue soñando, espectador, si tienes el valor.


Béla Tarr:

La poética de la melancolía y la condena

i n f o cus por Christian León

Béla Tarr es quizá el último formalista del cine contemporáneo. Como Ozu, Dreyer, Jancsó o Tarkovsky, el director húngaro hizo del cine un sistema que funciona con principios implacables que operan de espaldas a los conflictos, los sentimientos y los afectos de los personajes. Su magnifica obra, ocho largos de ficción y un documental, es la realización de un conjunto de postulados sobre la puesta en escena, el movimiento de la cámara, la duración del plano, el uso de la luz. Unos pocos principios estéticos seguidos con una rigurosidad extrema construyen un mundo apocalíptico y melancólico donde todo parece tener su correspondencia. ¿Cuáles son, pues, estos principios que arman el cosmos melancólico de Béla Tarr? En primer lugar, la fotografía en blanco y negro. A lo largo de su filmografía, el cineasta húngaro exploró con maestría las distintas posibilidades de la fotografía en blanco y negro. En un ejercicio de abstracción de la realidad, ha trabajado múltiples variantes lumínicas que van desde los altos contrastes (El hombre de Londres, 2007) hasta una riquísima escala de grises (Armonía de Werckmeister, 2000). En sus filmes es frecuente encontrar espacios y figuras a contraluz, hasta impresionantes paisajes que se despliegan entre la bruma de una imponente profundidad de campo. Gracias a una delicada sensibilidad fotográfica, el vaho del aliento, la refracción de la luz sobre vasos de cristal, el reflejo charco de un vetusto edificio adquiere una dimensión metafísica. En segundo lugar, la materia y el espacio. Las películas de Tarr apelan 6 a reducción de la distancia entre el cine y la vida; a pesar de su elaborada composición, tratan de brindarle al espectador una experiencia sensible cercana a la que tenemos en la cotidianidad. El espacio se transforma en una entidad material hecha para ser recorrida antes que significada. De ahí que el director reniegue de los contenidos alegóricos o simbólicos y afirme: que “las películas son siempre algo concreto, sólo pueden registrar cosas reales”. Para el director húngaro, el cine es una puesta en escena material y localizada donde el tiempo se expresa como

recorrido del espacio. Por esta razón, una de las mayores dificultades que encuentra el cineasta es la de encontrar las locaciones adecuadas para recorrerlas con la cámara. “Las localizaciones poseen un rostro. Son igual que un actor” sostiene el cineasta. En tercer lugar, el plano-secuenencia. Para Béla Tarr el cine es contemplación, recorrido, duración. De ahí que el cineasta esté considerado como uno de los grandes maestros del plano–secuencia. Su filmografía explora el metraje de larga duración, culminando en una obra magna como Sátántangó (1994), película de más de siete horas de duración. Lentos movimientos de la cámara y los actores se ajustan en complejas coreografías que describen el espacio e introducen a cuenta gotas la acción. Los hechos y la información son presentados de forma indirecta y lateral como una especie de suplemento a los soberbios recorridos de la cámara. El plano, prescinde del montaje, o mejor dicho, tiene su propio montaje interno. Se desarrolla, evoluciona, trasmuta conectando regiones interiores con exteriores, espacios lejanos con cercanos, el lateral derecho con el izquierdo. Sin embargo, a pesar del rigor estético, o quizá por el mismo, algo de lo irrepetible del tiempo queda gravado en la imagen. En el lenguaje inflexible de Tarr convoca la infinita flexibilidad, desconcierto y apertura de la vida. De ahí que su cine sea un cine de la revelación, pero de la revelación siniestra. El lento recorrido de las imágenes, no descubre una realidad trascendente, si no al contrario un profundo horror por la condición humana. De ahí que Antonio Weinrichter encuentre la filiación del cineasta en aquellos escritores de la condena como Dostoievski o Kafka. Toda su filmografía está teñida de una profunda melancolía sin origen ni fin. Janos (el joven idiota de Armonías de Werckmeister), Karrer (el amante desconsolado de La condena), Maloin (el padre humillado de El hombre de Londres) son una especie de arquetipos de hombre culpable y condenado por el solo hecho de ser humano. Son seres que después de la muerte de Dios, contemplan horrorizados el sinsentido y dicen para sí mismo “no encontramos la causa de nuestro odio y desesperación”.


c r í t ica por Arturo Cervantes

Cinco caminos para llegar a Darío Darío Aguirre googlea su nombre y apellido, y se da cuenta que no es el único. Cientos de personas, repartidas por todo el mundo, también se identifican así. Decide escribirles un mail a unos cuantos. Sólo le responden cinco. Promete visitarlos, y ese tan sólo es el inicio de un memorable “tour homónimo”.

nocida como “La capital nacional del petróleo”, donde vive un Darío Aguirre dedicado a la milicia. El viaje continúa en Arroyito, localidad gaucha donde un tocayo suyo se desvela todas las noches como guardia de seguridad. Y, por último, en Río Grande, un joven Darío Aguirre que sueña con ser un futbolista profesional.

Darío, director y protagonista del documental, tiene 30 años. Lo que llevó a este cineasta ecuatoriano a buscar personas con su nombre y apellido –a través del buscador virtual más famoso del mundo- fue una crisis de identidad. No sabía quién era ni para qué vivía. “¿Es sólo una inseguridad mía o un problema de nuestros tiempos?”, se pregunta al inicio del filme. A esa duda existencial se sumó el hecho de ser un emigrante en Alemania. Extranjero donde quiera que vaya, incluso en su país natal (cada vez que regresaba al Ecuador, se sentía más distante, más desconocido). Desde los veinte años se radicó en Hamburgo para continuar la relación con una alemana que estuvo de paso por el país. Luego de cinco años, se separaron. Y Darío decidió seguir en Europa, pero sólo para demostrarse que lo podía lograr sin ella.

La idea central de la película sirve de enganche. Es original, es atractiva. Darío Aguirre se involucra con sus homónimos, realiza sus actividades, se coloca, literalmente, en sus zapatos. Por momentos, el hilo conductor del documental decae, y eso ocurre cuando se topa con algún Darío Aguirre poco atractivo. En momentos que se espera que otro elemento cinematográfico sostenga el interés por la historia, esto no se da del todo. El soundtrack de la película, por ejemplo, no está a la altura. Largos ratos de silencios incómodos pudieron haber sido musicalizados. No obstante, existe una delicada selección de planos por parte del director.

El “tour homónimo” es sólo un paréntesis en su vida. Un experimento de dos meses para conocer cinco tocayos. Se lanza a la aventura: traza en un mapa los recorridos. Son dos países y cinco ciudades. La primera parada es México City. Ahí conoce al primer Darío Aguirre (un psicólogo de voz gruesa y bigote a lo mero mero macho). El siguiente destino es Buenos Aires, donde descubre a otro homónimo: un taxista jubilado que se niega a abandonar su oficio. Luego vendrá Comodoro Rivadavia, una población argentina co-

Darío arriesga su pellejo al contar su vida, es decir, la de un ser anónimo. ¿Qué tanto podría interesar al público la historia de un completo desconocido? Seguramente él nunca se planteó esa pregunta. Tampoco creo que le interese saberlo. Lo suyo es cine como acto catártico, como me- 7 dio testimonial, de revelación. Sabiendo, de antemano, que su película jamás probaría el éxito taquillero, aprovechó un momento delirante de su vida para hacer cine. “Un viaje en busca de identidad”, podría ser un tagline ideal para esta película. Un viaje que, fácil, podría constar en un diario personal, él decidió llevarlo a la pantalla grande. Y eso es para sacarse el sombrero.


y su histórico aporte al

CINE ECUATORIANO Desde que nació el Consejo Nacional de Cinematografía del Ecuador (CNCINE) hace cuatro años, todos aquellos que lo conformaban comenzaron a trabajar a una velocidad intensa, porque había que responder a 30 años de lucha por la creación de una Ley de Cine y por un organismo rector del fortalecimiento de las políticas públicas y defensor de una cinematografía ecuatoriana naciente. Son muchos los proyectos que han sido beneficiados con los fondos públicos que otorga el Gobierno de la Revolución Ciudadana, por intermedio del Ministerio de Cultura y del CNCINE, son muchas las personas que se han desplazado por todo el país, llevando a cabo dichos proyectos y son miles de ecuatorianos que han podido reflejarse en la gran pantalla, reconocerse, fortalecer su identidad y recuperar la memoria colectiva. En la cuarta convocatoria para el fomento al cine ecuatoriano el Consejo Nacional de Cinematografía recibió 187 proyectos de entre todas las categorías. Y así mismo como los años anteriores contó con un jurado de calidad, compuesto por grandes personalidades del cine latinoamericano, como lo son Pedro Rosa (Bra­sil), Martha Rodríguez (Colombia), Ricardo Casas (Uruguay), Juan Pablo Castro (Ecuador), Miguel Littin (Chile), Hugo Castro (Argentina), Martha Orozco (México) y Lourdes Pérez (Cuba). Ellos fueron los encargados de revisar uno a uno los proyectos, y luego tras una pre-selección realizar las entrevistas (pitchings) a los responsables de cada proyecto participante, ahí los interesados defendían su trabajo. Según Hugo Castro, sólo “los que mejor tenían desarrollado su guión o su escaleta, donde había un claro punto de vista por parte del realizador como autor y donde había un diseño de producción que a nosotros nos permitía ver que el proyecto tenía viabilidad económica y financiera… fueron los seleccionados”. Pero también los pitchings jugaron un rol importante, debido

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Cineastas, gestores culturales y público en general en la premiación de los proyectos ganadores de los fondos públicos 2010

Lorena Prado, Notaria, Juan Carlos Coellar, Ministro Coordinador del Patrimonio, Ministra de Cultura Erika Sylva y Jorge Luis Serrano, Presidente Ejecutivo del CNCINE.

a que es ahí donde se ve cuando el realizador realmente tiene ganas de hacer su proyecto y cuando no tiene tantas ganas. Para el jurado internacional lo que más les llamó la atención fue la diversidad, “eso es un buen síntoma” afirmó Ricardo Casas, “cuando hay distintas vertientes en el cine siempre es bueno, es una cualidad bastante positiva”. Comentario que es compartido por Castro, quien complementó diciendo “cuando una cinematografía llega a este nivel de diversidad en sus proyectos es porque durante algunos años hubo crecimiento, entretejido social, construcción de pequeñas y medianas empresas, generación de industria cultural”. Este tejido social se avizoró claramente en la actual convocatoria con la participación de cientos de cineastas, realizadores y gestores culturales de diferentes partes del país, y se refleja en la unión por parte del sector audiovisual ante una posible derogatoria de la actual Ley de Cine, ya que el inicio de esa “generación de industria cultural”, podría resquebrajarse, señala Castro. Precisamente son esos logros alcanzados gracias al CNCINE lo que permite que el sector audiovisual aúne sus fuerzas, y se pueda palpar en las jornadas de la primera semana de julio del presente año, en donde un día después del segundo plantón a favor de la Ley de Cine realizado frente a la Asamblea, se llevaría a cabo la ceremonia de resultados de los ganadores a los fondos concursables. En donde cerca de 100 trabajadores del audiovisual y gestores culturales se dieron cita para, algunos sólo observar, otros para cruzar los dedos y muchos para celebrar. Fueron 34 proyectos los ganadores con un total asignado de $660.000 dólares, en ocho categorías diferentes. Lo que sumado a lo entregado por el CNCINE desde el 2007 da un total de 2´603.000 dólares, cifra sin duda histórica. Y las buenas noticias no terminan ahí, apenas una semana después de la premiación del Consejo Nacional de Cinematografía, en Lisboa (Portugal),


Rodaje de Pescador, película de Sebastian Cordero, ganadora del fondo Ibermedia 2010.

la Conferencia de Autoridades Cinematográficas Iberoamericanas (CAACI), en la que participó el director Ejecutivo del CNCINE, Jorge Luis Serrano, se dieron a conocer los resultados de la primera convocatoria de ayudas 2010 del Programa Ibermedia. Donde fueron apoyados los proyectos ecuatorianos “En el nombre de la hija” de Tania Hermida, “Mono con gallinas” de Alfredo León, “Pescador” de Sebastián Cordero, “Sin otoño y sin primavera” de Iván Mora, y “Tres” de Anahí Hoeneisen, en la modalidad coproducción; y “Los ángeles no tienen alas” de Enrique Boh en la modalidad de Desarrollo. Entre todos los proyectos Ecuador recibe 440.000 dólares. Cuadro de los Ganadores de las convocatorias del CNCINE

DESARROLLO DE PRODUCCIONES AUDIOVISUALES COMUNITARIAS Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Encuentros con el cine 2010: Capítulo Santa Elena Llakiya Kushikuy Tigua Otavalomanta

María Isabel Rodas

USD $ 20.300,00

William León Germánico Rafael Mantilla José Espinoza

USD $ 12.500,00 USD $ 11.000,00 USD $ 6.200,00

DESARROLLO DE PROYECTOS CINEMATOGRÁFICOS Y AUDIOVISUALES Las mentiras no matan La carcajada del nicho Pájaro Puntilla

FESTIVALES Y MUESTRAS AUDIOVISUALES Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

III Festival Nacional Kunturñawi Ojos que no ven, Manabí Zona IV Río de la raya ANIMEC Muestra de Retorno, Cine con sentido

Héctor Flores Franco

USD $ 18.000,00

Juan Pablo Rovayo

USD $ 16.500,00

Mauricio Ushiña Atienza Fernando Vallejo

USD $ 11.500,00 USD $ 10.000,00

Juan Pablo Rovayo

USD $ 14.000,00

Total del monto asignado a la categoría: USD 70.000

Total del monto asignado a la categoría: USD 50.000

Nombre del Proyecto:

No hay duda que cada año son más los éxitos para la cinematografía ecuatoriana, y el CNCINE lleva el liderazgo en este proceso que lo construimos todos los ecuatorianos, ahora sólo nos queda al público, esperar la culminación del arduo trabajo de los proyectos, guiones, largometrajes ficción, cortometrajes, documentales, festivales, muestras itinerantes y más ideas que crecen. A los cineastas a seguir con su trabajo, a los jóvenes a seguir capacitándose y a TODOS a consumir Cine Ecuatoriano, porque está más que comprobado que el cine y el audiovisual del Ecuador Existe!.

Participante/postulante:

Monto asignado:

Esteban Armando Fuertes Diana Carolina Varas Rodríguez Jorge Vivanco Maldonado

USD $ 5.000,00 USD $ 14.000,00 USD $ 21.000,00

Total del monto asignado a la categoría: USD 40.000

PRODUCCIÓN DE LARGOMETRAJE FICCIÓN Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Ciudad sin sombras No robarás (a menos que sea necesario) Feriado Distante Cercanía

Bernardo Cañizares Esguerra

USD $ 70.000,00

Viviana Patricia Cordero Espinosa

USD $ 50.000,00

Juan Sebastián Jácome Moreano Alex Schlenker

USD $ 50.000,00 USD $ 30.000,00

Total del monto asignado a la categoría: USD 200.000

PRODUCCIÓN DE CORTOMETRAJES DE FICCIÓN Y/O ANIMACIÓN

POSTPRODUCCIÓN Y FINALIZACIÓN

Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Puzzle Canicas de cuento Tenemos que hablar Po Poc

Juan Manuel Ortiz Carlos Andrés Sosa Rodríguez Carlos Arturo Yépez Daniel Jácome

USD $ 10.000,00 USD $ 12.700,00 USD $ 12.500,00 USD $ 14.800,00

La labranza oculta A TUS ESPALDAS ABUELOS La Muerte de Jaime Roldós

Gabriela Calvache Tito Jara Alfredo Esteban Mora Manzano Daniel Andrade Brauer

USD $ 17.000,00 USD $ 14.000,00 USD $ 29.000,00 USD $ 30.000,00

Total del monto asignado a la categoría: USD 90.000

Total del monto asignado a la categoría: USD 50.000

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ESCRITURA DE GUIÓN

PRODUCCIÓN DE DOCUMENTAL

Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Nombre del Proyecto:

Participante/postulante:

Monto asignado:

Corazón Palotieso La abandonadas Arupos rotos Fiebre porcina

Randi Krarup Sandino Burbano del Hierro Francois Xavier Laso Chenut Ana Cristina Barragán Carrión Fernando Xavier Mieles Peña

USD $ 8.000,00 USD $ 8.000,00 USD $ 8.000,00 USD $ 8.000,00 USD $ 8.000,00

La Piledriver EVC. LA Película La Tola BOX Grandir Tu tierra

Daniel Francisco Benavides Cornejo Paola Sarahí Echeverría Coello Pável Quevedo Ullauri María del Carmen Mosquera Varea Julián Matías Larrea Arias

USD $ 27.000,00 USD $ 28.000,00 USD $ 25.000,00 USD $ 20.000,00 USD $ 20.000,00

Total del monto asignado a la categoría: USD 40.000

Total del monto asignado a la categoría: USD 120.000


Abuelos: entre la

inmortalidad de Remo y la muerte de Juan

Un filme documental debe proponerse algo, hallar un punto de equilibrio, contarse por sí solo, a amanera de cuento literario, sin dejar de ser propositivo. En medio de lluvias y días nublados acompañados a veces de soles fugaces y calores secos, el cine no tan comercial, desapegado de las imposiciones de Hollywood, ese que no es recurrente en los circuitos cinéfilos de los cines nacionales, tenía su espacio en un pequeño resguardo enclavado en el Festival Internacional de Cine Documental EDOC –Encuentros Del Otro Cine–. En él se presentó dentro de su programación: “Abuelos” de Carla Valencia Dávila, un filme documental de 95 minutos que terminaría siendo uno de los favoritos del público, al cual cautivó con un enternecedor relato. “ABUELOS, Carla Valencia, Ecuador-Chile, 2010: La historia de los abuelos de la realizadora y sus enseñanzas místicas y políticas.

El uno era capaz de hacer llover y el otro un militante comunista en el Chile de 1973.” Una voz en off, femenina, fuera de plano, del cuadro, de la secuencia, hacía la apertura. Las imágenes de verde naturaleza y agua de riachuelo, van revelando el inicio de una de las dos historias de vida, presentes en este documental. Carla Valencia, nos va llevando de la mano a través de una amalgama de argumentos episódicos, que recrean situaciones de la vida y evocan los últimos días de dos seres parte de su familia, dos personas a los que ella llamaba con la misma denominación: abuelo. La realizadora explora contextos de un pasado disperso, momentos felices y no tan felices, se cuestiona situaciones que ella creía saldadas y otras que aún no había querido indagar. En las secuencias donde aparece su locución –gran parte del filme–, su voz denota cierta paz, pero a la vez nostalgia, y es que es de suponerse cuando el tema toca a algo muy cercano a quien lo presenta. El filme está construido como una ficción, nada es exagerado, nada sobra, no tiene vacíos, no decae en ningún momento su intensidad. En pocas secuencias se nota lo cuidado de la fotografía, los matices y colores de las tomas, los planos eternos de un Quito apastelado, del sur del Ecuador verde, de la loma desértica de Iquique, la tristeza oculta de Pisagua, que se conjugan

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c r í t ica por Marcelo Cedeño


con el verso de los párrafos leídos superpuestos en el filme. Emergen los personajes tácitos, citados a través de palabras, de recuerdos, de fotos y hologramas radicados en la psiquis de los entrevistados. Las historias se construyen conforme pasan los minutos, y de una u otra forma el espectador se involucra dentro de éstas; por un lado aparece Juan, aquel abuelo al que Carla nunca conoció en persona, del que no guarda recuerdos vivenciales, ese que vivía en un país del sur del continente y del cual –hasta ese entonces– sabia poco. Del otro extremo está Remo, el abuelo materno, con el que compartió largos momentos de alegría, aquel que admiraba profundamente, ese que se decía “inmortal” y del que atesora sólo los mejores recuerdos. Los testimonios de aquella vida familiar con esa figura paterna presente se desempolvan, se narran como si fuesen una novela, y ahí justo dentro de ella, están Remo y Juan en las palabras nostálgicas de sus hijas, en la voz hondonada de sus hijos, en la música que acompaña al filme, en la búsqueda insaciable de la realizadora por irrumpir en el pasado. Un pasado que se desarrolla conforme evoluciona el guión, ese texto directriz que debió variar mucho a medida que se iba profundizando en los protagonistas, y que deja dispuesto una línea transversal regida por la muerte. La transitoriedad de la vida, está correspondida con lo eficaz del planteamiento de dos historias paralelas que consienten personajes con significantes similares, conformados desde la visión particular de un contexto específico intrínsecamente atados al imaginario de la realizadora. Con Remo Dávila descubrimos el médico autodidacta, no titulado, amigo de sus hijas, ese hombre que según decía era capaz de hacer llover. Un alquimista moderno que desafió a la muerte empleando compuestos químicos preparados por él, aun cuando le diagnosticaron una enfermedad terminal; ese abuelo quien decía estaba descubriendo la inmortalidad y que fue él mismo que con sus mezclas milagrosas ayudó a cientos de personas a curar de enfermedades varias, experimentaba en su cuerpo todo tipo de sustancias químicas –y naturales–. Remo atravesará la frontera del limbo en la profundidad de su personaje, en la cotidianidad de su recuerdo, en el ritmo armónico de las secuencias que hablan de él. Las imágenes de una zona desértica, encuadradas en tonos vívidos, lejanos de los oscuros y grisáceos que expresan un sentir trágico, allanan el ca-

mino a la historia del abuelo chileno. Junto a Juan Valencia –abuelo paterno– surge el tema de la militancia política y las acciones de una persona vinculada con las causas sociales, como la de aquella vez en que detuvo a tres camiones que fugaban a Bolivia cargados con provisiones de alimentos, a los que hizo volver para rematar su contenido en el mercado central del pueblo. El naciente “comunismo” que se paseaba por Chile a inicios de los 70’ con el triunfo de Allende y la posterior persecución y desaparición de los simpatizantes del Gobierno derrocado en manos de la dictadura del General Pinochet, también toman forma de manera implícita

cuando la memoria alcanza las eventualidades de la vida de Juan, el abuelo chileno que cayó victima de las ideologías transformadas en aceros y que salieron del fondo de un fusil. Un suspenso mítico toma forma alrededor de este personaje, cerrando el pacto de la memoria en el encuentro con la muerte. Carla Valencia regresa al punto de partida con el cierre de cada una de las historias, al lugar donde intuye en su filme secuencias guiadas, con tomas y encuadres que resaltan en lo icónico de las imágenes, en la fotografía de los planos fijos, en la naturalidad de sus interlocutores y la fluidez de sus palabras. Con entrevistas bien logradas consigue desatar la sistemática lectura del filme, arma sílabas diseñadas especialmente para hablar de la muerte, para citar la penuria de ese otro que ya no está más. El filme de Valencia, distante de la praxis de un documental carente de voz en off –que en ésta película cumple una función primordial de enlace entre la bipolaridad de sus historias–, opuesto a una postura teórica, contempla un guión pensado como partitura en una interpretación musical, estudiado y aplicado dentro del círculo más cercano a la realizadora: su familia. El montaje agrega dramatismo a las historias, colabora enormemente a la causalidad del argumento, hace la narración desde las imágenes, logrando conectar la historia de “Abuelos” con la historia habitual de cada uno de los espectadores; y es que ¿quien no recuerda con melancolía a alguno de sus ancestros ya desvanecidos?. El filme no sólo presenta una remembranza video grabada de la vida de los abuelos de la directora, sino que también exterioriza situaciones que forman parte de su existencia, una existencia cobijada por una herencia mística y soñadora que se une con un quehacer revolucionario y político. Una muestra de vida con el común denominador de la ausencia de dos seres que otorgaron sus vidas persiguiendo sus convicciones y que hoy se han plasmado en la memoria de un documental ecuatoriano. Valencia logra fusionar en su película, dos estilos de vida separados por las latitudes en un solo relato de estilo cotidiano. “Abuelos” termina siendo un filme nostálgico que reúne la muerte –del ser– y la inmortalidad –del recuerdo–.

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Una visita

al rodaje de PESCADOR A manera de crónica

por Fidel Intriago

fotos David Varela

El objetivo inicial era presenciar un día del rodaje en cada ciudad por la que pasara la nueva película de Sebastián Cordero, “Pescador”, basada en la crónica “Confidencias de un pescador de coca” de Juan Fernando Andrade, con quien escribieron el Guión. Serían cinco ciudades, cinco días. La suerte no lo quiso así, pero al menos inicié el viaje. Les cuento. EXT. EL MATAL. AMANECER Son las 5 de la mañana, y apenas bajo de la camioneta que por 50 centavos lo lleva a uno de Jama a El Matal, se acerca a mí un tipo joven, con lentes, cabello negro, y wokitoki en mano que me pregunta si vengo de pasante a asistir en la producción. Le quise decir que no, que llego como periodista, pero me llamó la atención (siempre me ha llamado la atención) la producción cinematográfica, y como no quería que con lo de “periodista” me vieran como un ser extraño, entrometido en su trabajo con una libreta y pluma en mano anotándolo todo, y debido a la velocidad de la pregunta que exigía así mismo una respuesta rápida lo primero que dije fue un “más o menos”, eso fue suficiente para él que enseguida me pusiera a trabajar. Pana, deja tu mochila en esa van y luego ponte acá y controla que la gente no pase ni haga ruidos porque allá ya van a comenzar a rodar… Sinceramente no presté atención a lo que me decía, sólo asentía con la cabeza y miraba hacia “allá” donde estaban rodando, y a otros lados también porque aún no lograba ubicarme. Estaba en el corazón de El Matal, la calle principal por donde el resto del día iba a caminar–correr como loco, frente a mí estaba la cancha de vóley, de tierra, como todos los caminos en ese pueblo del cantón Jama, provincia de Manabí. A la cancha le seguía la playa, y en la orilla 12 de ésta una fila de lanchas, una de ellas sería la protagonista de la escena que el equipo completo se prestaba a filmar. Alrededor de 40 personas que componían el equipo de rodaje, se encontraban activos, corriendo, hablando por los intercomunicadores, desde las 3 de la mañana, preparándolo todo para filmar la primera escena de Pescador, la nueva película de Sebastián Cordero. La que muchos han estado comentando estos meses del

año, la que ha alterado la rutina en un pueblo pesquero, la que había estado siguiendo desde que en el blog de un coterráneo apareciera que éste había sido llamado por Sebastián Cordero para decirle que en su crónica publicada en la edición número 55 de la revista Soho había visto una historia para un largometraje de ficción. Cerca de aquella lancha se encontraba el director y sus asistentes, camarógrafo y asistentes, el gaffer y asistentes, el director de actores, el productor local, los de arte, y los actores correspondientes a esa escena, la primera de la larga jornada que todos saben que les tocará, pero nadie se imagina cómo los tratará. Había que empezar bien, todo tenía que salir perfecto, el resto del equipo estaba trabajando un poco alejado del equipo de filmación, pero mirando, estando al tanto por si un inconveniente, y los más alejados, los asistentes de producción, y yo. En ese rato, y en todos los demás ratos, sólo era un asistente del asistente, y descubrí mi suerte al perderme los primeros detalles de la filmación cuando aquel joven de cabello negro y lentes, que luego me enteré se llamaba Diego Silva, dio su primera orden luego de explicar: mira allá en la otra calle está Nadia, ella también es asistente, tiene en su mano una linterna y si la prende y la apaga dos veces significa que todo está bien, si lo hace más veces y más rápido entonces hay un problema, pero antes hazme un favor, más adelante a unas 5 casas está el holding principal, coge estos papeles y pégalos uno arriba de cartel de “Craft” y el otro en la puerta del baño, luego aprovechando que estás en el lugar saca de la mochila negra que está debajo de la mesa, una cajetilla de cigarrillos y me los traes, bakán pana, chévere, pero no te demores. Curiosamente los papeles decían “no fumar”.


La luz natural del gran set de arena y mar llegaba poco a poco, y aunque todo había estado calculado anteriormente por el equipo de producción, había que apurarse. En la escena intervenían, el protagonista: Blanquito (Andrés Crespo), Bryan (Xavier Pico) Wilson (Morófilo Cedeño), El Cuervo (Hugo Tello), Don Luis (Henry Layana) y un pescador, real, de la comunidad de El Matal. Era la escena en donde unos ladrillos de cocaína impedían que la lancha ingresara al mar y se dirija a la faena. Era el inicio de ésta intrigante historia, que según yo, en apenas el primer día de rodaje, será la película ecuatoriana más taquillera de nuestro naciente e interrumpido proceso cinematográfico. La idea de Cordero desde un principio fue la de rodar cronológicamente y de manera simple, como un ejercicio de improvisación, incorporando elementos inesperados en el rodaje, con un equipo técnico reducido, pero de gran calidad. La mano derecha del director en el rodaje es Arturo Yépez, es él quien lleva la batuta en el equipo, ordena a todos a ponerse en acción, a parar cuando es debido, su mirada está en todos lados, es la voz que más suena en los intercomunicadores. Yépez ya había trabajado antes con Cordero en Crónicas, sobre él se posa una gran experiencia en el cargo que ostenta, y lo bueno e interesante es que ese trabajo es compartido con sus estudiantes en la Universidad San Francisco de Quito. Por eso 3 de sus pupilos también se encuentran en el rodaje, los cuales aseguran se sienten muy agradecidos, afirman que es uno de los profesores que más lo han preparado para el mundo real de un rodaje. Ya había aclarecido, y el equipo se encontraba más activo que nunca, la escena que se disponían a filmar era la llegada masiva de los ladrillos de cocaína y la rápida reacción de los habitantes del pueblo en recoger la mayor cantidad posible, porque ya sabían lo que podían conseguir con apenas uno. Alrededor de 15 habitantes de El Matal intervenían en la escena en la orilla del mar, en su mayoría mujeres y niños. El resto miraba parado más atrás, querían estar, la paga por esos segundos de fama eran diez dólares, pero mejor funcionaba en combo. Santa Quiróz actuó con sus 3 hijos, lo cual le daba un total de cuarenta dólares, cifra para nada despreciable teniendo en cuenta que su papel de madre le daba el derecho de no entregarle todo a sus hijos, según ella para que no malgasten. LA CASA DE YAQUI Mientras se filmaba la escena de la llegada de la droga y la respuesta de la gente, mi tarea era la de montar el holding cerca de la próxima escena. En una loma, donde en la película vive Yaqui, el eterno amor de Blanquito. Una vez ubicado el lugar en donde pondríamos la mesa y sobre ella la infaltable cafetera, el azúcar, la leche en polvo, el bidón de agua y su dispensador, y abajo medicinas y más materiales para quien se le ocurriese pedir algo raro. Al mismo tiempo, estaban llegando a El Matal Robespierre Vélez y David Varela, dos amigos cineastas de Manta (que viven en Manta, el primero es guayaco y el otro quiteño) a ayudar también en la asistencia de producción, no querían dejar de escapar la oportunidad de estar cerca a un rodaje en serio, y mucho más atrayente una película de Sebastián Cordero. Al igual que yo, apenas llegaron les mandaron tarea, y mientras yo ya me acostumbraba a preparar café uno de ellos marca a mi celular despidiéndose de sus encargos. Sabes qué loco yo pensaba que esto era diferente, yo no quiero estar aquí barriendo pisos, yo quiero estar cerca del rodaje. Aguantate men que esto es así, al menos así lo había entendido, déjame preguntarle a Sebastián (el contacto que permitió que los tres estuviéramos

Sebastián Cordero revisa una de las tomas.

Todo cronograma se trata de cumplir al máximo.

Sebastián Naranjo, Productor.

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Daniel Andrade es el Director de Fotografía.


ahí), para ver cómo hacemos, aguanta. Sebastián Naranjo, productor local en el filme, cuencano de nacimiento, ha trabajado en una decena de películas ecuatorianas, pudo haberlo hecho en más pero un problema en la columna y la decisión de generar empresa para vivir de algo y no sobrevivir con el cine lo hizo dejar a un lado lo que le apasiona realmente para dedicarse a su negocio de modulares en Manta. Pero ahora estaba en su salsa, sonriente a pesar del arduo trabajo. Mira traten de turnarse, igual habrá lugares en los cuales sólo podrán estar cerca más de 5 personas, ni yo puedo estar de cerca al rodaje, esto es así. Afortunadamente comprendió. En la casa de Yaqui intervenían la dueña del inmueble y Blanquito. Yaqui es interpretada por la joven actriz santanense Antonella Alcívar, por ser su primera experiencia en cine y por tener 16 años de edad su familia la acompañó hasta el lugar para darle ánimos. Antonella cursa el quinto curso en el Colegio Particular Informática en Portoviejo, ha actuado en las obras colegiales, su formación actoral es gracias al actor manabita Carlos Quinto, así como la mayoría de los actores manabas en ésta producción. A pesar de que su interpretación es excelente a ella no le gusta su personaje, dice que es una regalada, una puta, le recalca Crespo cuando le comenta a el guionista de la película sobre la opinión de su compañera actriz. Se ríen y la conversación luego del rodaje en la casa termina para luego continuarla en otros escenarios. FIN DEL PRIMER DÍA El rodaje continuó con el mismo ritmo, abajo otra vez cerca al mar, en esta ocasión Blanquito tenía una conversación con Don Luis y Wilson, en el comedor de su mamá, papel que recayó en doña Nelly Quevedo, Portovejense, jamás se imaginó de actriz en una película, pero estaba ahí y lo disfrutaba, al día siguiente cumpliría años, sólo una hija la llamaría a felicitarla y en el lugar los felices deseos de sus compañeros actores.

Una de las últimas escenas del primer día de rodaje en El Matal.

Arturo Yépez, Asistente de Dirección.

A pesar de ser el primer día de rodaje, cuando la jornada que comenzó a las 3 de la mañana estaba terminando el equipo se veía cansado, quizás el sol, el aire marino, ese que te hace achinar los ojos y dar ganas de una siesta era el que llegaba fuerte al equipo. Pero el ánimo nunca acababa. Vamos que esto es así, le decía el director de actores a Andrés Crespo, además a ti te ponen de primerito en los créditos, a mí siempre en la sexta página y cuando las letras van más rápido, qué huevada. El día continuó sin inconveniente alguno. Es un rodaje intenso, hay muchas escenas hoy pero sí lo vamos a lograr. Contestó Cordero a mi pregunta pesimista de no alcanzarlo todo en el día. Al final sí se logró, se terminó un poco tarde. Ya distendidos en la merienda se distribuía la hoja de llamado para el siguiente día. 5 de la mañana puntuales por favor, se nos rogaba a Robespierre, David y yo, nos cancelaron los honorarios por el día de trabajo y comenzamos a buscar hotel. DIA 2 El haber llegado al Matal directamente dese Quito la ma14 drugada anterior, y el viaje también madrugador desde Manta de mis compañeros hizo que llegáramos casi con una hora de retraso al segundo día. Ganamos un mal recibimiento por parte de Sebastián Naranjo, la próxima vez no me vuelvan a hacer eso. Como un Déjà vu el equipo otra vez se encontraba en la playa, mi condición de asistente me impedía tomar fotos con tranquilidad. No puedo soportar que esté tomando fotos si está asistiendo, o

Don José saca escamas de pinchagua mientras atrá

s suyo filman.


es una cosa o es otra, decía con enojo la productora Lisandra Rivera. Para ese rato me disponía a dejar a un lado la asistencia y dedicarme a conversar con la gente, ahora sí a sacar la libreta y anotar, por eso se me pasaban las personas a la hora de cortar el tráfico, hacían bulla a la hora de cortar el ruido y así, me gané varias repeladas.

Al igual que en Crónicas, Henry Layana repite reparto en una película de Cordero.

Envidiaba a ratos a Alyosha, el encargado del making off, de grabarlo todo en su cámara, de estar siempre junto la otra cámara, al director y sus decisiones, de estar documentando toda la acción. Alyosha se divierte con lo que ve y escucha, a veces se va junto al guionista Juan Fernando Andrade a hacerle entrevistas a los actores de la película. De madre ecuatoriana y padre franco– finlandés, Alyosha piensa regresar a París, donde reside, luego del rodaje, ha realizado algunos cortos uno de ellos es Kasting, con “k”, recalka, es difícil de explicarlo, tienes que verlo, estuvo en el Cero Latitud hace unos años, seguro que no lo viste? Son las 9h30 y ruedan en una tienda una escena entre Bryan y Blanquito, más adelante el equipo de arte y el director de actores aglomera a alrededor de 20 personas del pueblo en la cancha de vóley, la escena comienza tarde porque en la tienda hubo una demora, y la escena en la cancha requiere algunos ensayos y planos. A la gente reunida se le suman dos patrullas de policía, los cuales les advierten al pueblo que si llegase a haber visto algún movimiento raro, que tenga que ver con la droga, les avisen inmediatamente. Que policías para más ingenuos.

Andrés Crespo Protagoniza el film en el papel de Blanquito.

Santa Quiróz y dos de sus hijos que estuvieron de extras en la película.

La gente espera, hace todo lo que le dicen que hagan. La suerte de ésta escena no ha sido buena, comenzó tarde y se está demorando más de lo normal. Son las 12 del día y doña Rosa Ramírez de 75 años me pregunta hasta qué hora la van a tener ahí esperando, mandándola a sentar y luego que vuelva a su posición en la escena. Esa es la hora de almorzar en El Matal y está impaciente, luego del almuerzo preparan la carnada para los familiares que salen a pescar. Dejo de intervenir en la escena pues me toca cortar tráfico. Es una escena estresante, terminan horas después. Luego del estrés que dio ésta, Cordero, Yépez y el director de Actores Mauricio Samaniego conversan sobre el error causado en el plan de rodaje del día. Samaniego afirma que si es el caso hay que sacrificar la cronología que se lleva en el film, no se puede mantener esperando tanto tiempo a la gente. Cordero asienta con la cabeza, tratará de no hacerlo. DESPEDIDA Mientras se desarrollaba la escena de la cancha, Nadia y Robespierre se encontraban en Jama armando las carpas cerca del siguiente set, donde todo el equipo tenía que almorzar. Hicieron un gran trabajo los dos, reconocido por Naranjo mientras llegábamos en su carro junto a Samaniego, su compañero y amigo de juventud, que pareciera no la han perdido cuando se juntan, y Juan Fernando Andrade, Alyosha y yo, que para ese momento ya estaba en completa confianza. Una pequeña confusión entre órdenes dictadas hizo posible que nos dieran el sermón del rodaje. Tienen que entender que “esto es así”, décima quinta vez que escuchaba esas tres palabras. Si no hay carpas para que coman 15 la culpa es de producción, si no hay habitaciones suficientes: producción, si no hay agua, ni maquillaje, no tiene una mesita para poner sus huevadas, si no hay luz: producción. Llevamos siempre la culpa. Sí tienen razón. Dimos las gracias y nos fuimos prometiendo ayudar nuevamente una semana después cuando el rodaje pasara por Manta.


entrevista CARLA VALENCIA:

por David Varela Villarroel

abuelos FUE UNA FUENTE DE APRENDIZAJE

“Abuelos”, un documental muy íntimo de una mujer hija de dos patrias, Carla Valencia, donde sus abuelos son los protagonistas, nos muestra y sumerge en una rica mezcla de lo mágico y eterno: un soñador y emprendedor médico y la lucha incansable de un líder contra la dictadura opresora en una época de agitaciones y cambios. Preferida por el público en los EDOC en su novena edición. Una mirada tras bambalinas a este documental de la mano de su directora, nos permite adentrar un poco más en su realización y en sus inicios de lo que ella denomina su pasión, el cine.

Del diseño industrial al cine. ¿Cuál fue tu motivación para dar este salto e incursionar en este arte? El cambio de motivación fue bastante progresivo. Estudiaba diseño industrial en una época en la que no sabía todavía que el cine documental me apasionaría mucho más. Y cuando tuve la suerte de descubrir qué es lo que verdaderamente me hacía feliz tomé ese camino sin pensarlo. Desde hace casi 10 años empecé a meterme en el mundo del audiovisual por casualidades, suerte y mucho trabajo. ¿Cómo ha sido el proceso de tu formación en el cine? No pude estudiar cine en este país porque la universidad en la que existe esta carrera era absurdamente cara. Mi acercamiento fue a través del trabajo. Como muchas personas que trabajan en este medio incursioné en muchas áreas hasta descubrir lo que más me interesaba. Trabajé en producción, en animación 2D, en arte, en montaje, en dirección, 16 hice de todo un poco pero sobre todo observé y entendí cómo se levantaba una creación audiovisual, desde comerciales, institucionales, cortometrajes de amigos hasta largometrajes. Finalmente profundicé mucho más en el montaje cuando edité “Tu Sangre” de Julián Larrea que fue mi oportunidad de entrar más cercanamente en el mundo documental, luego edité para Yanara Guayasamín “Cuba el valor de una utopía”, trabajo que fue

muy intenso y en el que siento que aprendí muchísimo. Luego trabajé para Isabel Dávalos en el montaje de su documental “AVC del sueño al caos” y finalmente pude producir, realizar y editar mi propio documental “Abuelos”. ¿Por qué decidiste hacer un primer largometraje documental en lugar de ficción? La ficción me gusta pero el documental me apasiona. La dirección en ficción no es lo que más me interesa, en el caso de trabajar en un largo de ficción prefiero la dirección de arte. He dirigido un par de cortometrajes de ficción y creo que ese formato es perfecto para mí, permite experimentar y aprender en todo sentido. Sin embargo prefiero un trabajo más solitario en el que pueda tener el control de cómo va creciendo y avanzando un proyecto, este fue el caso de este primer largometraje documental. Como dice el documentalista Patricio Guzmán “con la cantidad de gente que entra en un auto puedes hacer una película”. Creo que eso y la intensidad y aprendizaje humano de todo el proceso me motivan mucho más que la ficción. ¿Cómo nació la idea para el proyecto, Abuelos? Surgió con dos libros que cayeron en mis manos: “Dioses semidioses y astronautas” de Nicolás Kingman, en el que uno de


los personajes es un doctor, brujo, alquimista que descubre la inmortalidad. Este está inspirado en mi abuelo Remo que era un médico autodidacta. Remo era el padre de mi madre. Y “Fragmentos de Pisagua” de Francisco Lillo, libro que fue escrito en el campo de concentración, al norte de Chile, durante la dictadura militar chilena. En este se habla de mi abuelo Juan. Él fue el padre de mi padre y fue asesinado en este campo de concentración. Hace un poco más de cuatro años encuentro estos libros casi simultáneamente y empiezo a desenterrar muchas cosas más de ambas historias y a relacionarlas orgánicamente. ¿Cómo se desarrolló y cuánto tiempo tomó la realización del documental? Este proyecto empezó a tomar forma hace 4 años en un taller de pitch organizado por Cinememoria y el European Documentary Network en el marco del festival EDOC. Aquí por primera vez estructuré y escribí las primeras ideas, sobre todo del tratamiento audiovisual, ideas que se mantuvieron hasta el final. Desde este punto se sumó al proyecto Alfredo Mora Manzano que es el productor hasta la actualidad y que ha sido el apoyo que este proyecto necesitaba.

‘Que al público le haya gustado Abuelos, es emocionante. Es una linda recompensa, saber que lo que nos ha tomado tanto trabajo y tanto tiempo ha valido la pena’. gico, importante en mi vida, incluso pienso que para mi familia ha sido bueno recordar, en varias ocasiones me lo han dicho. Para mí el encuentro y la cercanía con cada uno de ellos ha sido valiosísimo, me ha hecho dimensionar y valorar cosas que antes no veía, supongo que me ha hecho crecer.

Después pude participar en otros talleres de pitch, en MoreliaMéxico, Santiago de Chile y Buenos Aires. Estos talleres son básicos porque te obligan a encontrar las fortalezas de tu proyecto y además ver lo que se está produciendo en otros países, hacer amistades y contactos importantes. Luego ganamos el premio Augusto San Miguel, otorgado por el Ministerio de Educación con lo que decidí dedicarme por completo e hice todas las entrevistas sola, tanto en Chile como en Ecuador. Aplicamos con el proyecto al fondo de fomento audiovisual Chileno y lo ganamos, ya con eso pude contratar al equipo, hacer los viajes necesarios y la fotografía principal que la hicieron Daniel Andrade en Chile y Diego Falconí en Ecuador, así mismo con el sonido que lo hizo Mario Puerto en Chile y Franz Córdova en Ecuador. Como el fondo que nos apoyó era chileno, mi compromiso fue trabajar la postproducción en Chile, así que trabajé una parte de montaje con Danielle Fillios, los meses siguientes terminé el montaje sola. La post producción de sonido la hice con Roberto Espinoza y fue un agrado poder trabajar con él, tiene mucha experiencia y sensibilidad, el sonido en este proyecto en particular es muy importante y la música la hizo Camilo Salinas, pianista y compositor chileno, creo que el trabajo musical tuvo un resultado muy positivo, emocional sin ser manipulador, sensible, emotivo.

En las iniciativas y proyectos de cine independiente es usual encontrarse con problemas de financiamiento; ¿En el desarrollo de "Abuelos" hubo inconvenientes con el recurso económico? Tratar de levantar los fondos para un largometraje siempre es un tema complejo ya que no hay políticas ni apoyo de la empresa privada como en otros países. El Consejo Nacional de Cine es la única oportunidad que tienen todos los productores y realizadores ecuatorianos y esta entidad si bien es eficiente y transparente tiene un presupuesto limitado, sobre todo en relación a la cantidad de proyectos que se quieren desarrollar, lo que es un muy buen indicativo de que el cine está despegando pero no es posible financiar a todos. Nosotros con este proyecto aplicamos en tres ocasiones y siempre llegamos a la última etapa pero la competencia fue dura y no ganamos. Afortunadamente y aprovechando de mi doble 17 nacionalidad pudimos aplicar al fondo Chileno que es complejo pero tuvimos suerte.

¿Qué sentiste al descubrir tantas cosas de tu familia que no conocías? El proceso ha sido intenso y por momentos doloroso. Pero descubrir y desenterrar cosas de mis dos familias ha sido má-

¿Cómo conjugaste las historias para que de una realidad ajena al espectador logre transportarlo hacia esa analogía y sumergirlo en ella? Desde el principio me pareció importante tratar de


alejarme de lo puramente biográfico y buscar la manera de abordar temas más universales como la muerte, el deseo de la inmortalidad, la magia, la familia, el amor, en fin cosas con las que todos los seres humanos nos sentimos identificados. Después creo que el tratamiento audiovisual fue un recurso que funcionó para evitar contar las dos historias utilizando únicamente archivos y fotografías y entrevistas. Los espacios lograron convertirse en protagonistas. El desierto y el mar son Juan, el bosque y el río son Remo, ambos se contraponen, eso me ayudó a mantener un equilibrio visual y emocional.

¿Cómo ves el desarrollo del cine documental en el Ecuador? En este país se produce mucho más cine documental que de ficción. Yo creo que esto se debe a varios factores, los costos son más bajos que en la ficción, el equipo humano es mucho menor, la tecnología que se necesita es mucho más simple, lógicamente con sus excepciones, y la variedad temática que se encuentra en este país sirve tanto para la ficción como para el documental pero en este último hay que ir a retratarla y no construirla.

El aspecto musical es muy bien direccionado en el relato de las dos historias, ¿cómo se trató la musicalización? Fue el trabajo de algunos meses, la música es lo más abstracto de dirigir, lo que sabía desde el principio es que siendo dos personajes latinoamericanos el peligro era caer en el “folclore” porque a pesar de que me gusta mucho esta música era el camino más fácil, y me resultaba muy literal, necesitaba algo más sutil. En el momento en el que se definió claramente que cada personaje era un instrumento, Remo el piano, y Juan el violonchelo y que en las secuencias en las que se juntaban las dos historias se podían juntar los instrumentos, esto ayudó a que fluya la creación musical, la sensibilidad y talento de Camilo Salinas hicieron el resto.

Creo que el festival EDOC que cada vez abarca más ciudades en el país ha sido en gran parte el responsable, es la fuente de inspiración para muchos dentro de lo que me incluyo. Ver cine documental para la gente que está apasionada por el cine en general abre las puertas de las infinitas posibilidades temáticas y recursivas con las que podemos contar. En el Ecuador este año se estrenaron 16 obras documentales entre cortos y largos, esto no había sucedido nunca antes.

¿Tus expectativas sobre la audiencia han sido las esperadas? Mis expectativas han sido superadas. Después de casi cuatro años de un trabajo tan solitario en el que uno se pierde y se vuelve a encontrar tantas veces es difícil imaginar la respuesta de gente externa al proyecto. El público en los EDOC fue increíble, pensé que a la familia le iba a conmover pero nunca me imaginé que iba a tener una respuesta tan buena de gente que no conocía. "Abuelos" ha sido escogida como la favorita del público en la novena edición de los EDOC, ¿qué piensas al respecto? Haber podido presentar mi documental en los EDOC fue una suerte. Este festival es un lujo, tiene muy buena fama en el extranjero por su programación y su buena organización. Yo he sido público asiduo de este festival desde hace cinco años y que al público le haya gustado nuestra película fue muy emocionante, una linda recompensa, saber que lo que nos ha tomado tanto trabajo y tanto tiempo ha valido la pena. ¿Te sientes satisfecha y realizada por esta obra? Es el primer largometraje que hago y a pesar de que uno siempre siente que podría ser mejor hay varias cosas con las que me siento contenta. Cada trabajo que uno hace es una fuente de aprendizaje y hay cosas que siento que se deben pulir y corregir en próximos proyectos, pero creo que también se lograron concretar muchas de las ideas que tenía y no sabía si iban a funcionar y que finalmente creo que dieron resultado.

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¿Qué proyectos vienen en el futuro? Ahora estoy empezando a trabajar en la dirección de arte de la opera prima de Iván Mora Manzano que se filma en Guayaquil actualmente y después vuelvo a Quito para desempolvar un par de proyectos guardados en los cajones para ver cual tengo ganas de vivir en ese momento.

Pero para un desarrollo cuantitativo y cualitativo se necesitan mejores condiciones y posibilidades de acceso a fondos además de las ya existentes, un apoyo consciente de la importancia de lo que significa y representa para un país un registro cinematográfico ya sea documental o de ficción. Necesitamos leyes claras que nos permitan seguir creciendo como trabajadores audiovisuales. ¿Qué opinas sobre la posible derogatoria a la ley de cine en el país? Me parece que es absurdo, un retroceso, creo que para construir hay que avanzar y seguir con la iniciativa que han tenido varios trabajadores del sector audiovisual que logaron concretar y conseguir la aprobación de esta ley. Esta ley necesita seguir creciendo y asumiendo necesidades concretas enfocadas a resolver y avanzar en el sector audiovisual de todo el país y no ser eliminada y junto con ella el esfuerzo y las cosas ya conseguidas como son la creación del CNCine y el primer y único fondo que ha existido en apoyo al sector audiovisual en este país. Esto debería servir como un ejemplo para los demás sectores que pueda apoyarse y trabajar para concretar sus propias leyes y no como un tema de competencia y envidia del trabajo ajeno.


LA REVOLUCIÓN

NO SERÁ

EN CELULOIDE

En un lugar inesperado, la cinematografía digital y las redes sociales de internet han creado un nuevo tipo de cine independiente. Dónde está ocurriendo: la costa pacífica de Sudamérica. por Eva Sancho

A estas alturas, debemos estar un poco cansados en Europa de escuchar cómo la nueva tecnología está cambiando todo. La buena noticia es que gracias a las cámaras digitales, DVD’s e Internet el acceso a la producción y distribución de películas es más fácil que nunca. Pero estas voces de optimismo inevitablemente son contrarrestadas por advertencias: pérdida de los derechos de autor, disminución del valor de las películas, falta de consenso sobre hacia dónde se dirige el cine. Mientras tanto, a pesar de esta confusión generalizada, una generación joven está alcanzando su madurez. Para estos oriundos del digital, jóvenes que han crecido con las nuevas tecnologías, todos estos problemas son ajenos. Así que tal vez sea la hora de dejar de preocuparse y concentrarnos en un lugar donde el futuro ya está tomando forma. En Santiago de Chile, el Festival Cine//B, ha tomado las películas digitales, las ha llevado a las salas de cine y –de paso– les ha encontrado un público. Un público que está creciendo muy rápido. Puede ser que nos quedamos cortos en decir que ha tomado las películas digitales. El festival aboga por lo digital apasionadamente y no admite en su programa ninguna película hecha o terminada en celuloide. Lo hace así porque quiere descubrir y celebrar precisamente las películas que están excluidas de los demás festivales. Las películas digitales generalmente no son admitidas en competiciones en los festivales nacionales de cine y las grandes cadenas de cines no las exhibían. Según parece, en Chile, se estaban realizando decenas de películas a las que se les negaba una pantalla. Una cantidad bastante sorprendente para un país que se le conocía por producir sólo pocas películas al año. Por todas estas razones, Antonino Ballestrazzi, un joven y carismático productor de cine, decidió organizar el primer Festival de Cine//B en el 2008. Estrenó más de 100 películas –la mitad de ellas largometrajes– seleccionadas a través de

illustración Franklin Chambers y Eduardo Vélez

una convocatoria abierta en Facebook. El Festival utiliza este sitio de red social en la mayoría de sus relaciones públicas y comunicación, dejando que el boca a boca haga el resto. En la segunda edición en el 2009, el festival se hizo internacional y exhibió películas independientes y/o digitales de América Latina, los EE.UU., Europa y Filipinas, además de retrospectivas de cine independiente. La tercera edición, el próximo noviembre se llevará a cabo simultáneamente en cuatro ciudades chilenas. En el futuro, Bellestrazzi quiere registrar el festival bajo una licencia Creative Commons. De esta manera cualquier persona, en cualquier lugar de América Latina, puede crear su propio festival y mostrar las películas de su región. Lima, Perú será el primero en hacer esto. Festivales locales exhibirán películas de su región y una selección del Festival de Chile. Nombre de batalla “Películas B” ha sido el término seleccionado por Cine//B para denominarlas y en ese proceso ha sabido subvertir y reinventar el concepto. Originalmente, las películas de serie B eran películas secundarias que se exhibían en Hollywood con películas A en programas dobles. Por lo general eran películas con poco presupuesto y sin grandes estrellas. Pero no es este modelo lo que Cine//B tiene en mente. Se quiere transformar esa etiqueta peyorativa en un título de honor para el cine digital que se haya realizado de forma independiente. Una especie de nombre de guerra de un nuevo tipo de película que va a tener que luchar por su lugar en la gran pantalla. Lo que Cine//B está tratando de introducir en su público es, de hecho, lo que llamamos aquí “cine independiente”. Un ensayo que publica el catálogo del Festival del 2009 titulado “Independencia” identifica los ideales de Cine//B con los del New American Cinema Group de la década de los sesenta. Eran cineastas independientes impulsados por el deseo de

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experimentar, de trabajar con libertad y aspereza, asumiendo riesgos. Su lema: “No queremos películas de color de rosa, queremos que sean del color de la sangre”. Pero Cine//B tiene aun más razones para tenerlos como inspiradores. Fueron famosos por trabajar juntos para distribuir sus películas cuando las altas esferas no les aceptaban. Publicaron también una especie de manifiesto, algo que Cine//B parece también apoyar: cineastas con manifiestos. El autor del ensayo Raúl Camargo Bórquez –programador e historiador de cine– discurre sobre la necesidad de explicar el cine independiente al público chileno: “Hay que entender que, históricamente, la cultura cinematográfica en Chile ha sido muy limitada. Existe un monopolio de Hollywood en las pantallas y Chile nunca ha producido muchas películas. Debido al pequeño tamaño de la industria, la financiación estatal favorece las grandes producciones y las narrativas convencionales. Para poder solicitar apoyo de una película tiene que ser filmada en 35 mm y tener un equipo de 50 personas. No existia prácticamente nada más que un solo tipo de formulario de solicitud. Si se quería algo más experimental y tal vez únicamente se necesita un presupuesto más pequeño, estabas bloqueado. ” Imagen de tarjeta postal Lo digital ha cambiado por completo esta situación, según el director del Festival, Antonino Ballestrazzi. “En los 80’ y 90’ el cine era visto como una cosa grande, inaccesible. La gente se quejaba porque tenían buenas ideas, pero no eran adecuadas para la financiación. Ahora hay cineastas –con pocos recursos– que aportan nuevas ideas al cine. Se ha abierto el acceso a hacer películas y, también, lo que creo que es más importante, se han quitado las excusas para no hacer cine. Se puede producirlas y distribuirlas uno mismo. Los aspirantes a cineastas no pueden esconderse detrás de más excusas. Si se tiene una idea para una película, ¡hay que hacerla! ” Una de las razones por las que el Festival mostró películas internacionales independientes fue demostrar cómo con métodos alternativos se puede llegar a hacer películas en cualquier lugar del mundo, desde los EE.UU. a Filipinas. El programador, Raúl Camargo Bórquez, seleccionó estas películas porque demuestran independencia en su actitud y enfoque, incluso cuando se hacen en 35 mm con la ayuda de fondos internacionales. “No tengo nada en contra de que fondos internacionales den dinero a los cineastas de los países en desarrollo. Pero puede ser un arma de doble filo. Algunos de esos fondos quieren proyectos que se ajusten a la imagen estereotipo que se tiene de América Latina. Películas como La teta asustada o Los viajes del viento, completas con folclore y música. Están interesados en los temas característicos, como la tensión entre tradición y modernidad, o contrastes entre el campo y la ciudad, pero representado como se ve desde fuera de América Latina, no 20 desde dentro. A medida que te alejas de las películas que tienen esta visión europeizada, te acercas a nuestra realidad contemporánea. Peliculas que describen no lo que éramos, pero lo que somos. América Latina cambia y los cambios no caben en esta imagen de postal. Huacho (película inaugural de Cine//B 2009) es un ejemplo. Su director, Alejandro Fernández, sabe cómo la vida en el campo ha cambiado, porque él

se crió allí. Hizo la película en la forma que quería, pero originalmente postuló el proyecto a los fondos bajo un plan diferente.” “Independencia es, por encima de todo, una actitud. Quiero que la gente vea películas hechas por personas que comienzan con proyectos pequeños y luego pasan a más grandes, manteniendo su visión independiente. Como Independencia, del filipino Raya Martin (2009), que creo que es la mejor película del año”. En el 2009, el cineasta peruano Juan Daniel Fernández (22) colaboró con Cine//B programando una seccion dedicada al cine independiente filipino, que ha ganado notoriedad en los ultimos años. Le fue fácil de organizar esta sección ya que era “amigo” de los directores filipinos en Facebook. Él creció viendo cine asiático, según sus propias palabras, “gracias a DVD’s ilegales, las películas del otro lado del Pacífico estan acá. Durante la última década hubo en Perú un gran auge de estos DVD’s, al tiempo que el cine de Asia era el cine más interesante en el mundo. Ya no dependemos más de Europa o de EE.UU. para escoger lo que vemos. Pero para mí, lo que realmente me inspiró a hacer cine independiente, fue ver las películas DIY de los EE.UU. Yo no podía creer cómo gente en los países ricos del primer mundo optaba por hacer películas de esta manera y nosotros, sin tener otras opciones, no lo hacíamos. Era absurdo. ” De lo que el Festival es más consciente es que están llegando a un público joven. Uno de los mayores éxitos en el festival de 2009 fue Te creís la mas linda, pero erís la mas puta, dirigida por el Ché Sandoval. Es una de esas películas descaradamente adolescente, sobre un grupo de jóvenes “hipsters” de Santiago, con clara influencia de Funny ha ha (de Andrew Bujalski). No aspira a grandeza cinematográfica, pero sin embargo, surge con mucha confianza y valentía. Uno de los diálogos más divertidos de la película revela el peor insulto de hoy en día: postmo. Y si no hay nada peor que ser llamado postmoderno y eso es cosa del pasado ¿qué es lo que va a reemplazarlo? “Esta nueva generación es intrínsecamente diferente”, dice Antonino Ballestrazzi, de treinta y algo. “Mi generación se definió a sí misma en relación con el pasado. Avanzamos mirando hacia atrás. Los jóvenes ahora son diferentes, simplemente quieren hacer sus películas, hacerse conocer. Si no es perfecto, siguen adelante. No tienen miedo. Creo que es por eso que están abiertos a otro tipo de cine y al Festival de Cine// B”. Ballestrazzi obviamente sabe cómo conectar con los jóvenes de la generación Web 2.0. Al poner estas películas en los cines creó algo que ellos desean: un evento tangible, que puede reunir un grupo para experimentar juntos algo interesante. Pero lo bueno es que ha sido capaz de combinar la mentalidad open-source (fuentes abiertas) de los usuarios de las redes de internet con antiguos conceptos tales como el patrimonio cinematográfico, la tradición y la profesionalidad. (Este artículo es una traducción directa del artículo publicado en la revista holandesa Filmkrant, en la edición especial Slow Criticism para el Festival Internacional de Cine de Rotterdam.)


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UN CUERPO

para el cine ecuatoriano DE LA LEY, EL CNC Y LOS AUDIOVISUALISTAS por Federico Koelle Inicio.Coincidió que durante el transcurso de esta investigación conocí a la mujer que durante mucho tiempo había idealizado. Encarnada y concedida, se había presentado espontáneamente y por curiosa coincidencia en un bar diagonal a mi puerta, como si nos necesitáramos después de aquella tarde anterior donde sólo hubo un par de cruces de miradas. Su trabajo de actriz le exigía estar también en una ciudad en la que, por casualidad, yo tenía que ir para continuar con este proyecto. Después de la noche, siendo el segundo día, en la que, despidiéndonos en la puerta de su cuarto de hotel, habíamos quedado en ubicarnos, vernos en esa otra ciudad, continuar con este extraño llamado, desapareció. Este artículo cumple como inicio de una investigación aún en proceso de estudio. Por lo tanto, no se construye en el aire. Las fuentes se sostienen tanto de blogs y páginas oficiales o fiables en el internet, como de entrevistas realizadas a personas involucradas en el campo cinematográfico y audiovisual. Sea de variadas generaciones como de diferentes ramas. Desde un Raúl Khalifé, transitando por un Fernando Vallejo, llegando hasta un Andrés Crespo. Si no se citan sus comentarios, es por el mismo carácter informal del artículo que busca aclararse y plantear las dos principales cosas que me inquietan: la relación y coexistencia entre los cineastas a nivel nacional, sea a nivel regional o interprovincial, y cuál es la esperanza de gremio, agrupación, consolidación de fuerzas, cuando las entidades representantes de la cultura cinematográfica se limitan al desarrollo de sus proyectos y sus leyes, preocupándose por lo urgente y no lo importante. Desarrollo.Desde marzo del presente año, la Asamblea Nacional discutía el futuro del cine nacional. Se mencionaba de una posible derogatoria de la ley de cine, y con su desaparición, el inevitable desvanecimiento del CNCine. La primera voz inconforme surgió en Quito. Ésta se volvió idea y ésta en una campaña que empezó en la capital y, circunstancialmente, se extendió a otras ciudades del país. Ana Poveda y Michael Endara, ex director de la extinta Escuela de Cine, estuvieron a cargo de la operación en Guayaquil. A pesar de la invi22 tación integradora, pocos, unos quince y no todos cineastas (¿qué es un cineasta?), respondieron al llamado. De aquellos inocente o merecidamente

llamados seres representativos, y hasta legendarios dependiendo el caso, sólo estuvo presente Fernando Mieles, fiel luchador por la causa cinematográfica y también delegado en el CNCine, siendo él la voz del área de los directores y guionistas de todo el país. El resto, como alguien dijo, se encontraba “rodando”. La campaña tenía como mensaje de comunicación “no a la derogatoria de la ley de cine, sí a su reforma”. Su estrategia de comunicación se sostenía en los video-testimoniales que defendían, solamente, la urgencia del fondo de fomento para producir aquellas historias que aún faltaban por contar. Sin tener presente, por un lado, que es el CNCine que regula lo que falta por producir; por otro, que la Ley de Cine, Fondo de Fomento y CNCine son tres instancias distintas entre ellas, cuyas diferencias deberían estar claras en la mente de los cineastas. Su herramienta de comunicación se soportaba en el Internet. Hasta el 2004, tan sólo el 3,12% de la población accedía a este servicio. La ley de cine fue presentada en el 2006 de mano del diputado del PRE Mario Proaño y aprobada ese mismo año. Para algunos un milagro, para otros un mal presagio; a decir, el que la suerte política del cine empezara por ahí. Pero el hecho es que el área cinematográfica contaba por fin con una ley después de 30 años de lucha desde que los primeros cineastas empezaran a exigir sus derechos como sujetos laborales y de autor. Sin embargo, la Ley sigue sin reconocer el valor de la labor, dejando esa decisión al arbitrio de la ‘industria’. Esto despierta la inquietud sobre si la Ley de Cine es ciertamente una ley y, sobre si las buenas intenciones de las instituciones y los jóvenes audiovisualistas de consolidar una industria, muchos blogs en internet defienden y afirman su existencia, son viables o risueñas. El Consejo Nacional de Cine, primer y único organismo representativo del sector cinematográfico en Ecuador, fue el encargado de reunir a los cineastas del país en el Primer Congreso Nacional de Cine en Manta, donde asistieron los principales involucrados en el área, para algunos eran 50, para otros casi 70, para unos incluso 200, con el fin de, revisar y modificar la Ley de cine, para otros dialogar sobre el papel del CNC y la distribución de los delegados y del Fondo de Fomento, para desafiar a los presuntos cineastas y cuestionar el papel del cine en función a la identidad ecuatoriana y la Casa de la Cultura. En general, el congreso sirvió para determinar, fundamentalmente, dos cosas. L a primera, obtener un documento monstruo compuesto por Artículos extraídos de otras leyes del audiovisual a nivel internacional y que constituiría la nueva ley de cine. Esta nueva ley incorporaba todo un conjunto de órganos que permitirían que el cuerpo cinematográfico en


Ecuador tenga una forma sólida, legal y sostenible, con una forma industrial que favorezca cada parte, sea a los varios rubros de la producción, estableciendo salarios justos en relación a la labor y las horas de trabajo hasta garantizar su bienestar de vida con seguros contra accidentes, hasta políticas a manera de impuestos a las entradas de cine, cuotas de pantalla en salas, derecho a salas, y acuerdos que permitan al sector privado invertir en el área a cambio de sanar ciertos impuestos, con el fin de promover el desarrollo de la producción audiovisual. Ambiciosa esperanza para algunos, para otros disfuncional en relación con la realidad cinematográfica ecuatoriana. Argentina tiene ley de cine desde 1957, Perú desde 1972, y aunque Colombia es partisana en la implementación de una reciente ley, no se puede comparar su nivel de producción, sus festivales internacionales de cine, y otros componentes ajenos pero vecinos, generaciones de actores y fuerte presencia del arte plástico y video-artístico, que le permitieron consolidar una cultura de producción y del audiovisual a pesar de la carencia de políticas que la defiendan. En pocas palabras, primero demostraron que podían producir, construyeron cultura, y luego llegaron los regalos. Lo segundo que definió este primer congreso, fue la situación en la que se encuentran los integrantes, pasivos o activos, dentro del ámbito cinematográfico, sean realizadores o gestores. Los testimonios no pueden negar la presencia de severos encuentros durante las reuniones, choques que permitieron determinar las diferencias sociales, culturales e ideológicas con las que se ‘defiende’ la cinematografía nacional. Muchos acordaron en que el factor generacional influye en la división de este sector. Los que quieren llevar la voz, no están contextualizados con los ámbitos contemporáneos de producción y los canales alternativos de realización y exhibición, viendo al cine como herramienta política antes que lenguaje narrativo. Los segundos, los estudiados en Cuba, Rusia o la Yoni, se encuentran rodando o tienen a su espalda la responsabilidad de gestiones culturales que encuentran dificultad en relacionarse con otros, y los terceros, la generación más joven, la de escuelas alternativas en Argentina, Francia, Alemania, no tienen interés en tener una voz. Sólo una cámara. Lo que despierta la inquietud, entonces, ¿con qué voz van a dirigir sus proyectos? Pero, ante este escenario, la inquietud más importante reside en los fallidos diálogos productivos cuando no hay sentido de unidad ni gremio. El CNCine es el ente rector en políticas públicas encaminadas a fortalecer la industria cinematográfica y audiovisual del país y le ha brindado memoria futura al cine ecuatoriano. No se debe negar que desde su intervención se ha logrado la producción, realización y la exhibición de algunos proyectos. Asimismo, ha abierto las puertas al exterior y es así como el cine nacional figura en el programa Ibermedia. Y eventualmente otorgan fondos

fuera de concurso para el desarrollo de muy pequeños proyectos de producción y gestión. Pero, ¿cuál es la estrategia del CNCine? Aparte del documento final e ideal obtenido en Manta, nadie recuerda de la propuesta de un Plan B en caso de que la primera sea demasiado radical para ser aceptada. Nadie recuerda, tampoco, de soluciones alternativas a los problemas que afrontan los realizadores, técnicos, animadores, distribuidores, gestores, para consigo mismo o entre ellos. Si la indiferencia, el romanticismo, el personalismo es antonomástico de nuestra cultura, ¿en quién o en qué reside motivar y promover la idea de integración? Que cada grupo siga su propio camino, pero sin estímulo de andanza, sin indicaciones previas, la gente se desmotiva, desvaría, o pierde. Se ha buscado salvar lo urgente del cine, producir, pero nos hemos olvidado de lo importante, del cuerpo del mismo. Claro que se ha podido hacer cine en Ecuador antes del 2006. Pero cabe reconocer que el Consejo y la Ley de Cine han logrado algo que hasta el momento de sus intervenciones se titubeaba, la posibilidad de hacer cine. Abrirnos a la idea de que sí se puede hacer cine. En el camino hemos venido descubriendo que no es fácil, que los fondos no alcanzan, y nos aventuramos a buscar recursos de mil formas. Así, y de la mano de las nuevas tecnologías y las propuestas frescas de las últimas generaciones, se ha logrado hacer en 4 años lo que no se ha podido en 20. Ese empujón fue fundamental. Pero hay que reconocer que los filmes no se hacen sólo de dinero. Desenlace.Un maestro caminaba con su discípulo por áridos terrenos hasta que se encontraron con una muy pequeña aldea sumamente pobre. No fue la miseria del lugar ni el aspecto desnutrido de los habitantes lo que les llamó la atención, sino lo que vieron del otro lado al haber atravesado el lugar. Una pequeña parcela, verde y fresca, era zona de reposo para una gorda vaca que cuidaban y cuya leche era suficiente para que cada habitante tomara un poco de esta. El discípulo, confundido por este hecho, preguntó, “Maestro, no logro entender. No se puede negar que estos aldeanos tienen alimento diario de la vaca, aunque escaso, pero tampoco se puede negar que hay mucha pobreza en sus vidas. ¿Qué es lo correcto?” El maestro reflexionó, agarró su cuchillo y mató al animal. Ambos tuvieron que salir huyendo del lugar, pero años después fueron recibidos con gracia, pues el pueblo había prosperado. De nada sirve Deleuze cuando en la unidad no hay ni movimiento ni tiempo en cada una de sus partes, ni cuando haya algo que les excite a evocarse en la gran espiral orgánica. Quizá, lo mejor para nosotros cineastas, realizadores y audiovisualistas, es ver morir a los padres, ver morir al Consejo Nacional de Cine y a la Ley de Cine. Uno se prepara su propia teta cuando no hay quien dé de mamar. A lo mejor, es lo correcto.

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Jack Black:

humor, rock y flatulencias Jack Black (1969) además de ser el tipo que mi esposa odia por aparecer cada vez con más frecuencia en mi televisión, es un actor, músico y comediante estadounidense (originario de Santa Mónica, California) que ha logrado una notable desfachatez en sus distintas caracterizaciones, todas confluyendo en un mismo cauce: el humor, donde lo ridículo, sin vergüenza, torpe, asqueroso y chocante de la vida aparece como su mejor repertorio.

El Black más recordado Su histrionismo posee marca particular que la ha manifestado en películas como:

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una

Alta fidelidad (2000, cuyo papel de reparto como vendedor de discos de vinil y “consejero” de su jefe ya dejaba ver hacia dónde se encaminaban acertadamente sus interpretaciones) Amor ciego (2001, nos demostraba que se puede ser un bagrero sin conocimiento de causa, o sea desconociéndose como tal, aferrado a los artificios que la hipnosis o el amor

desarrolla) Envidia (2004, donde su invento: desmaterializador de excrementos, nos reflejaba con un humor negro de fondo, esa recurrente necesidad de las personas por hacer desaparecer su mierda y la que los rodea) Nacho libre (2006, una sátira desencantada donde el personaje de Black busca apartarse de la mediocridad rebañista del sacerdocio, para encontrar “libertad” e independencia mediante la lucha libre) Por favor rebobinar (2008, donde el actor logra ser actor, adaptando nuevas versiones de películas taquilleras, para salvar la tienda de alquiler de films en vhs donde trabaja) Tropic tunder (2008, en el papel del actor fracasado que tras su “incomprendida” película de la familia pedorra -donde él caracteriza a todos los personajes- se aferra en una nueva producción que pone a prueba su valor y fuerza de voluntad. Film donde refleja, una vez más, su apego en mostrar sinvergüenzamente aquella naturaleza desdeñable para muchos) y Año uno (2009, que intenta ser una sátira de la historia bíblica, pero que no representa nada nuevo en su carrera, recurre a un humor trivial y forzado que pasará fugazmente al olvido. Teniendo en cuenta que sus personajes jamás han sido ingeniosos, sino fracasados en busca de reconocimiento). El Black rockero Caso aparte son Escuela del rock (2003) y Tenicius D: la púa del destino (2006) donde rinde a su manera un tributo al rock y metal, la música que lo llena, la que ha logrado destacarlo sobre los escenarios (junto al también actor y músico Kyle Gass conforman la banda Tenicius D, que ya cuenta con dos trabajos en su discografía); c a n t a n d o , susurrando y gritando las letras más incoherentes y divertidas, producto de su torcida percepción del mundo. Filosofía personal y concepto lírico que ha encontrado miles de seguidores.

perfil por Alexis Cuzme


El Black animado Su mérito es mostrarnos que la ridiculez no tiene límites, que de la mínima oportunidad se puede aprovechar para elaborar un fácil desliz al humor. Por ello sus papeles nos retratan a antihéroes, seres que rondan desde las sombras en busca de un poco de luz que los visibilice. Entonces no es coincidencia que sea la voz y motor de Po en la película animada Kun Fu panda (2007, un panda gordo y perezoso que gusta solo de comer y descansar, un don nadie, que logra convertirse en un héroe no convencional). El Black dramático Pero todos alerta, sus participaciones dramáticas no llevan a ningún lado, no le aportan en su carrera como comediante, por ello no se atrevan a verlo en King Kong (2005, con filmadora al hombro en busca de la bestia mitológica) El descanso (2006, sintiendo el peso del amor no correspondido) y Margot y la boda (2007, donde su drama personal en vez de conmover divierte). El Black desconocido Mi esposa puede, por ahora, dormir tranquila, no he decidido ir en busca del Jack Black que se iniciaba en los noventa, basta con recordarlo en Marcianos al ataque (1996, donde aparece brevemente para ser aniquilado por los invasores) para ignorarlo en Enemigo público (1998) El chacal (1997) The cable guy (1996) Bye, bye, love (1995) La historia interminable III (1994) Demolition man (1993) En vuelo (1993) y Ciudadano Bod Roberts (1992). Jack Black, un actor que no se reinventa en sus papeles cómicos, pero que gracias a esa linealidad de sus personajes ha logrado un estilo característico que asegura, por lo menos, una buena ronda de carcajadas para el espectador. Quien dijo que los gordos tienen gracia (no todos) no se equivocó.

Jack Black en Escuela de Rock.

Jack Black en King Kong. Jack Black en Año Uno.

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MICHAEL APTED

entre Arte, Fama y la Política En su carrera profesional que se extiende por más de cuarenta años, Michael Apted es conocido como uno de los directores de cine más productivos, innovadores y honorados de los tiempos modernos. En cine, televisión, y teatro ha dirigido a los más famosos y reputados actores como Laurence Olivier, Vannessa Redgrave, Helen Mirren, Dustin Hoffman, Gene Hackman, Sigourney Weaver, William Hurt, Jodie Foster y a Sissy Spacek, quien ganó un Oscar por su trabajo en su aclamada película, “La hija del minero”. Otras de sus obras incluyen “Gorilas en la niebla,” sobre la conservacionista, Diane Fossey y la película de James Bond, “El mundo no es suficiente” en 1999. También ha sido elogiado por sus documentales, que no sólo ha presentado a músicos como Sting y David Bowie, sino a temas políticos como las protestas de la Plaza Tiananmen. Pero su más famoso documental ha sido la serie de “7-Up”, que examina las vidas de varias personas cada siete años, desde su niñez hasta el presente. Actualmente, Apted está involucrado en el tercer capitulo de las “Crónicas de Narnia” y es 26 presidente del gremio de directores norteamericanos. Ricardo Segreda conversa con Apted de su más reciente película sobre la abolición de la esclavitud en Inglaterra ,“Amazing Grace”.

entrevista

por Ricardo Segreda


¿Qué fue lo que más le interesó sobre el tema de "Amazing Grace"? Siempre he estado interesado en la política. Pero no pude encontrar algo que me guste. De pronto llegó este guión. Inicialmente era mucho más autobiográfico –sobre cómo el personaje principal era un evangelista y su gran valor– pero vi en esto la idea que estas cosas siempre requiren la politica para cambiar el mundo; siempre pueden tener apoyo y simpatía contra el tráfico de esclavos, pero fue un acto político, la legislación anti tráfico de esclavos, la que inició el proceso. ¿La politica es un tema común en sus películas? Bien, quizás, no tanto, pero queria hacer algo acerca de política, porque en general, la política y los políticos tienen una mala reputación –probablemente merecida– pero las personas deben tomar la política más en serio. Puede afectar la manera como todos vivimos. Supongo que contar la historia de una manera razonablemente divertida, es la forma de mostrar cuán poderosa puede ser la política si es utilizada de una manera pensativa y significativa. ¿Había resistencia por parte de los Estudios? Nadie se interesaba en hacer la biografía de un evangelista. Muchos lo rechazaron, inclusive yo, pero ciertas personas en el Estudio me preguntaron “¿Cómo lo podemos hacer?” y dije, “reescribir el guión, utilizar el cortejo con su mujer, como tema a través de la película, en vez de presentar la mujer sólo al final”. Pero quise hacer que lo principal de la historia fuera un acontecimiento político y experimentar con el tiempo, no sólo presentar una sucesión literal de eventos, utilizando la historia de amor como para contextualizar los eventos históricos. Así que pude recortar fácilmente las partes aburridas y mantener concisa la historia.

todo ese tipo de cosas. Mi argumento fue que hay muchas películas acerca de esclavitud.. Stephen hizo una acerca de la transformación de esclavos y todo eso. Mi película es acerca de un grupo de blancos, con africanos influyentes, que lograron este logro político. ¿Con respeto a su serie de “7-Up”, piensa que la presencia del documentalista puede disminuir la veracidad de lo que está grabando, como propuso Heisenberg con respeto a la observación de átomos? Por supuesto, esto debe influir en las vidas de las personas en la película. Yo mismo trato de hablar de esto, y permito que me pregunten y me critiquen. Si llevas el principio de Heisenberg a su extremo, nadie jamás haría un documental. Solo con tu presencia perturbas el flujo natural de la vida, así que sería una locura esta idea filosófica aplicada al cine. Cada vez que uno hace una edición en un documental es una expresión de una predisposición. Así que la idea que los documentales son una forma más “pura” de cine, siempre la he considerado absurda. Como hay más competencia hoy que nunca en la industria de cine, ¿Qué consejo puede ofrecer a cineastas jóvenes? Sí, es muy competitivo, pero también es más fácil hoy día que en mi generación. La tecnología hoy ofrece a las personas con mucha pasión, pero con medios limitados, la oportunidad de ir y hacerla. El consejo que siempre recibí fue “sal y hazlo”. Fue más duro en mis tiempos, porque fue caro, por el equipo cinematográfico y los rollos de cine. Hoy día puedes comprar cámaras digitales con poco dinero; si quieres conseguir atención como cineasta, no es difícil.

¿Aprendió algo nuevo sobre la historia de su país? Bueno, en verdad no supe mucho acerca de esta historia hasta que lei algo sobre el tema. Me interesó esta epoca, porque fue un período de gran trastorno y gran adelantamiento político, así como de impresionantes desarrollos culturales, pero aunque pensé que conocía la historia, me sorprendió ver cuánto tiempo se demoró la abolición. ¿Esta película presenta algo desconocido para audiencias americanas; el movimento contra la esclavitud en Inglaterra? Sí, la película fue muy exitosa en Norteamérica, porque la gente no supo tanto de eso. Aqui se supo un poco acerca del tema, porque fue el Bicentenario del paso de la ley antitráfico de humanos. No disminuye el mérito de lo que los abolicionistas hicieron en América, pero significa que había otra partida del enigma. ¿Qué crítica le hicieron? En Inglaterra, como en los EE.UU., fue bien recibida, pero tambien había una campaña reclamando que ésta era otra película acerca de un grupo de blancos que salvan a los negros. Mi punto de vista es que “Amazing Grace” tiene un enfoque político. Pienso que algunas personas quisieron ver una película que tratara de la crueldad y la brutalidad. ¿Fue influido por la “Amistad” de Stephen Spielberg? Solo en que él contó otra parte de la historia. Había personas que desearon que mi película tratara de las plantaciones y

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por Xavier Donoso

crítica

demuestra que si hay algo que el equipo de Pixar sabe hacer bien es inspirarse para contar historias extraordinarias que rompen la barrera de la animación, ya que algunas películas con actores reales no están cargadas de tantas emociones por más que se esfuerzan.

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Fue en 1995 cuando Pixar nos sorprendió con ‘Toy Story’, una película que trajo a la vida a un divertido grupo de juguetes que maravillaron a niños y adultos por igual, y como era de esperarse, su gran éxito dio paso a una secuela en 1999 con la cual lograron superarse, y demostrando que este estudio se toma muy en serio la calidad de todo lo que crean. Ahora, después de casi diez años regresan estos queridos personajes en un nuevo capítulo el cual, como no podía ser de otra maner a , supera a sus predecesoras y puede ubicarse desde ya como una de las mejores películas del 2010. Así como los años han pasado desde el estreno de la primera película, en la historia también ha transcurrido el tiempo y ahora Andy tiene 17 años por lo que se encuentra realizando sus preparativos para ir a la universidad, mientras que Woody, Buzz y el resto de juguetes se encuentran preocupados por su futuro incierto. En medio de tantos paquetes accidentalmente éstos son enviados a la guardería Sunnyside donde al inicio estarán muy felices de tener tantos niños para jugar, pero todo termina cuando descubren que en el salón donde los asignaron son víctimas del maltrato de los niños más pequeños. Es así como una vez más este grupo se unirá para planear su regreso a casa con Andy. Teniendo una respetable secuela la misión de cerrar la trilogía cayó en manos de Lee Unkrich, co-director de ‘Toy Story 2’, ‘Monsters, Inc.’ y ‘Finding Nemo’, quien

A estas alturas todos estos juguetes son un ícono del cine y siempre es un placer volverlos a ver juntos, y aunque no está de más decirlo sus personalidades y sus voces son parte de la magia que los trae a la vida, al igual que sucede con los nuevos juguetes que entran en el juego con el tiempo necesario para conocerlos, o para robar algo de cámara como en el caso del divertido Ken, pero sin quitar protagonismo al grupo original, el cual deja sus habituales rescates embarcánd o s e en una verdadera misión por escapar de la guardería, aunque entre tanta tensión pareciera que están tratando de salir de Alcatraz. Lo que resulta aún más sorprendente es como logran saltar de género en género sacando lo mejor de cada uno, ya que durante sus entretenidos 103 minutos desfilan en pantalla el infalible humor, suspenso, intensa acción y un drama tan conmovedor que es capaz de arrancar sin problemas algunas lágrimas. Pero la realidad es que estas emociones tan fuertes se han venido amasando durante las tres películas en las cuales ha ido creciendo el cariño por estos juguetes, aunque en esta ocasión se siente como si estos fueran nuestros, haciendo que regrese mos en el tiempo hacia nuestra infancia preocupándonos por nuestros juguetes favoritos, casi como si fueran reales, algo que hace de esta película una aventura memorable. Amistad, trabajo en equipo y el miedo a los inevitables cambios en la vida son temas que siempre están presentes, pero se conjugan de manera impresionante al momento de alcanzar un desenlace altamente emotivo donde Andy, Woody y sus amigos nos dejan sin suficientes adjetivos para describir lo espectacular que resulta esta historia. No cabe la menor duda de que Pixar ofrece una verdadera lección de cómo hacer buen cine, ya que esta tercera película no es un éxito aislado, sino que representa un cierre magistral para una trilogía perfecta, pero sobretodo con mucho corazón, razón suficiente para que trascienda al infinito... y más allá.


Robin Hood,

c r í t ica

En el séptimo arte, las relaciones entre directores y actores han generado todo tipo de comentarios y resultados. En los últimos años, el caso emblemático es el de Tim Burton y Johnny Depp (Alicia en el país de las maravillas); sin embargo, estas combinaciones que aseguran —en teoría— momentos memorables en la gran pantalla también tienen sus riesgos y trampas.

o poner en conflicto al héroe, sino, más bien, hacer que todo sea más liviano. Darle una historia a Robin Hood puede que no sea tarea fácil, pero lo difícil era hacer que todo este aparataje no se haga aburridor y, lo más importante, no caer en un maniqueísmo fácil contando la historia de alguien que pone en conflicto las fronteras entre “los buenos” y “los malos”. Los efectos especiales salvan del tedio al espectador, que se sorprende con arcos y flechas y no con fabulosas explosiones de colores.

los buenos, o los malos

En Robin Hood, de Ridley Scott, el director vuelve a trabajar con Russell Crowe, con quien hiciera Gladiador (2000), un éxito en taquilla que fue bien acogido por la crítica. La pregunta es ¿cómo evitar que el público vea al mismo personaje en las dos películas? Robin Hood es una cinta que reconstruye una figura legendaria, y el aporte del director Ridley Scott está en crear para el personaje un pasado al cual responder. El filme es una constante búsqueda de aquello que Robin ha preferido olvidar durante toda su vida. Ambientada en Gran Bretaña de los siglos XII y XIII, la historia muestra las luchas internas de un reino que parece haber perdido el rumbo entre combates y batallas por las cuales ya no puede responder. Las película es una historia de buenos y malos, sin mayores matices, evitando ciertos aportes que ayuden a complejizar la trama. Las opciones se reducen a estar del lado de los unos o de los otros, no se pretende generar contradicciones morales

por Claudio Sánchez

Por otra parte, es importante destacar la actuación de Mark Strong en el papel de villano, quien sin duda es uno de los mejores antihéroes de los últimos años. Algunas de las escenas más impactantes parecen estar ahí para rellenar una historia que se cae por sí sola, la emoción está sujeta a la figura del héroe que busca hacer frente a las disposiciones superiores que llegan desde Londres, sin enfrentarse al Rey. Robin Hood parece un fugitivo desde el principio, siempre huyendo de algo, buscando refugio ahí donde pueda vivir más allá de las órdenes de los otros. Para cerrar de manera formal con las fórmulas del cine comercial se contempla un amor ideal, resuelto de una manera práctica incluyendo en el reparto a Cate Blanchett, para que nuestro héroe no quede a la deriva cuando la película se acabe.

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por Pablo Hutado

contrapicado

¿HAY SIQUIERA UNA PREGUNTA? Aproximación al sentido en “A Serious Man”

Los hermanos Coen cuentan ya con una larga y abundante carrera cinematográfica, no solo en cantidad de películas sino también en prestigio. Se han movido con impresionante destreza entre géneros, temas y personajes. Su última entrega se lla-

La violencia hecha cine

ma A Seriousman y es, en la opinión de más de uno, su film más logrado en todo sentido. El personaje principal es Lawrence Gopnik, un profesor de física al que repentinamente le aviene un torbellino de problemas sobre los que él, no solo no tiene control, sino que

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crítica por Daniel Bermeo


tampoco tiene culpa. La película transcurre en su búsqueda de sentido, significado o solución ante tan abrumadora avalancha de frustración. Podemos suponer que “Larry” tenía, antes de que el relato empiece, una vida sumamente ordenada, con esposa, hijos, un trabajo, una casa en los suburbios, etc. De un día para el otro las cosas empiezan a cambiar, son cambios totalmente librados al azar, su esposa lo deja por otro hombre, su hermano tiene problemas legales, su vecino invade su propiedad, se enfrenta a una potencial demanda y la lista continúa. Larry no puede reaccionar a todas estas situaciones ni entender por qué le suceden. La razón de su incapacidad de comprensión es que él supone que las cosas deberían funcionar según la dinámica de la acción-consecuencia. En la película se repite muchas veces la frase “¡no hice nada!”, y si bien no tenemos razón alguna para dudar de la veracidad de esta afirmación, las cosas pasan. Esto nos revela que la dinámica es diferente a lo que Larry supone, las acciones no tienen consecuencias, lo que sucede no responde a una provocación, y finalmente no se puede predecir ni anticipar nada. Es la teoría de la indeterminación que en las palabras de Larry “prueba que nunca podemos saber en verdad qué está pasando”. Él se lanza a buscar sentido, para eso consulta a dos rabinos y en ambos casos, (escenas excepcionalmente encantadoras, dicho sea de paso) se encuentra con absurdos e irrelevancias. En ningún momento algo que se aproxime a una respuesta o explicación y esto continúa la premisa de la película de que no hay orden, solo azar. A lo largo del film, muchos personajes urgen a Larry que vaya a ver a Marshak, un rabino que se construye como el más sabio, aquel qué podría darle sentido a todo si se pudiera hablar con él. Como espectador del film sí accedemos a su presencia de la mano de Danny (Hijo de Larry) y lo único que hace es repetir parte de la letra de “SomebodytoLove” de Jefferson Airplane con tono solemne. La filmografía de los hermanos Cohen se extiende por títulos muy diversos desde hace tiempo atrás. Fargo, Un tipo serio, El gran Lewoski, Oh Hermano!, El amor cuesta caro, son tan solo una muestra de todo el compendio cinematográfico que arrastran. Tal vez una de sus obras más laureadas y criticadas a la vez sea “No es país para viejos” (No country for old men) estrenada en el 2007 y ganadora de cuatro premios Oscar (película, dirección, actor secundario y guión adaptado). ¿Cuál es el motivo principal para que este film haya obtenido este máximo galardón del cine? Pues hasta el día de hoy llego a comprender con exactitud dicho motivo; puede haber muchos parámetros, pero estos divagan al analizarlos detenidamente. No country for old men se presenta como un film en donde la violencia es el elemento fundamental de la trama, y este punto es secundado por varios matices que consiguen darle mayor realce al propio argumento: la avaricia, la venganza, la demencia, el capricho, el miedo y un sinnúmero de alicientes más. Muchos se pueden preguntar: Bueno ¿cómo es posible que un film que incita a la violencia y la muestra como algo tan común ganara tantos premios? La respuesta la tendríamos examinando la propia cinta: No country for old men nos presenta un mundo de violencia en donde desafortunadamente el hombre se ha degradado tanto hasta el punto de que para buscar o conseguir algo recurre a esta alternativa; la violencia atraída por la avaricia se ha ganado un enorme espacio en la sociedad hoy en día, y aunque muchos no lo quieren ver así, es la pura verdad. Es allí donde radica la esencia del film. Porque de por sí, a primera vista pareciera un film que no tiene nada de bueno; ese

Este gesto funciona en dos polos, primero desautorizando a la sabiduría tradicional-religiosa y, al mismo tiempo, de algún modo legitimando una “sabiduría pop”. Pero podemos ir aún más allá, al poner en boca de un erudito, un lugar común de la cultura popular, lo que se logra es una mundanización, se dejan de lado misticismos y tradiciones en favor del “más acá”. Podemos incluso suponer que la enorme cantidad de conocimientos acumulados por este personaje han devenido en la simpleza de su consejo: “se un buen chico”. La estructura de A SeriousMan es un tanto extraña, las escenas se suceden como en un collage, sin solución de continuidad. Si bien el tiempo que maneja el film es lineal y los acontecimientos cronológicos, la manera en que cada escena sigue a la anterior resulta más desconcertante que explicativa. La clave de lectura ante este tipo de encadenamiento la da la segunda mitad de la película en la que empiezan a mezclarse el sueño y “la realidad”, se suceden una a otra de la misma manera que el resto de escenas y solo nos enteramos que estamos ante un sueño cuando ocurre algo que esta fuera del verosímil de la película. Vale recordar una frase de VideoDrome de David Cronenberg “ no hay más realidad que la realidad de nuestros sentidos”. Así, en A SeriousMan, la sólida y objetiva realidad se disuelve en un ámbito mucho menos asible y más lábil. Tal vez para la mayoría de nosotros, más parecida a nuestra experiencia de vida. Como cada una de las películas de los hermanos Coen, ésta permite muchos niveles de lectura, desde disfrutar una comedia ingeniosa hasta sumergirse en filosofía, ontología o sociología en intentos interpretativos. En este caso, a mi juicio han alcanzado otra etapa en su carrera, la maestría en el manejo de los materiales fílmicos es notable, cada elemento esta en su sitio, fotografía, montaje, dirección, actuación, etc. En conclusión, es una película para ser tenida en cuenta tanto para cinéfilos como para cualquier persona que busque disfrutar de una cinta excelente. es justamente uno de los problemas. Los hermanos Cohen juegan a los dados en esta oportunidad proyectándonos la película con un ritmo pausado y hasta monótono, pero que en escasas escenas se llega a encender (ver las escenas de acción o de suspenso, especialmente los encuentros de Broslin con Bardem); presenta una estructura definida que se mantiene a lo largo del film (punto a favor); tiene un guión fluido, acorde con la película y hasta atractivo (otro gran acierto) al igual que una buena edición y un sonido potente y preciso; pero sobre todo encontramos una actuación magistral de ese intérprete español llamado Javier Bardem, que con aquel personaje de psicópata, violento y sin escrúpulos se gana un enorme espacio entre las mejores actuaciones de la década. Hay que reconocer que el resto de los personajes son destacables: Broslin consigue compenetrarnos en un personaje difícil y arriesgado, Tommy Lee Jones convence en el papel de un comisario siguiendo el caso principal de la trama, y Kelly McDonald en el papel de una esposa y ama de casa que logra sacarlo a relucir. 31 A la final No country for old men es una cinta que levanta discrepancias; algunos se pueden sentir complacidos, y otros simplemente disgustados; muchos la pueden llegar a odiar y otros a amar; a la final muchos la verán como una obra maestra de acción y suspenso y otros simplemente como un título sobrevalorado; tal vez en esas discrepancias es donde radica su genialidad.


IN VIC TUS La primera escena de Invictus, nos da una clara visión sobre el tema de la película: un deporte, dos grupos sociales, y un hombre que aun debe recorrer un largo camino mientras unos lo ovacionan con esperanza y otros lo ven con escepticismo. Aquí descubrimos a Nelson Mandela y la visión de unificar a su gente (toda Sudáfrica, sin diferencias). Utopía que sólo necesita de un sueño en común para ser real. La historia se desarrolla en los primeros años de la Presidencia de Mandela y cómo a través del equipo nacional de rugby, los “Springboks”, logra unificar a una nación que aún sentía los estragos de un derrotado apartheid. La película se sitúa en 1995, año en el que la República de Sudáfrica era anfitriona del Campeonato Mundial de Rugby; un deporte que evidenciaba la segregación social en el país. Los Springboks –liderados por François Pienaar–, no se presentan como opción dentro de este campeonato, pero Madiba (Mandela), apegado a su propio discurso unificador, muestra un apoyo total al equipo con la premisa de alcanzar el campeonato y con ello un emblemático triunfo mundial. Clint Eastwood mantiene su habilidad para dirigir historias con un ritmo fino y sutil balance entre la trama y sus 32 personajes, mientras Morgan Freeman, nos envuelve en una precisa interpretación del Presidente Mandela, que nos hace querer ver más del personaje. Matt Damon encarna al capitán de los Springboks (François Pienaar)

crí t i c a por Andrés Massuh

aportando lo necesario. Aunque en determinado momento se siente que Damon, incluso Freeman, pudieran alcanzar algo más sobre sus personajes, parece que el guión o la dirección los contuvo en pro de la premisa general de la historia. Esto pasa porque el director se convence a si mismo y a la audiencia de que aquí existe un hombre con un sueño, y reafirma esa naturaleza humana tanto como puede, brindándonos pinceladas de un líder que supera el rencor, pero que no pierde de vista sus objetivos personales y políticos. Que la historia tenga como personaje a Nelson Mandela, casi nos hace esperar una película biográfica, pero Invictus se aleja de aquello sin dejar el personaje y nos entrega una historia sobre superación y unión cultural. Está claro que, además, es una película sobre deporte y este se expone de una manera sobria. Al final de cada encuentro podemos ver lo violento de este juego, (se refleja en los golpes y heridas de los jugadores), pero el director nos mantiene a la distancia justa para no dejarnos llevar por esto y mantener el “ideal deportivo” muy por encima de su forma. Así, percibimos una historia cuyo ritmo está dado por la psicología de los personajes y no por la vertiginosidad del juego que la protagoniza. Lo que me inquieta de esta película es el Ecuador. Porque, mientras más me dejo atrapar por la película, más pienso en “La Tri”; entonces esta historia de unión y superación a través de un deporte empieza a sonarme familiar y es cuando aspiro un poco más sobre la vida de Madiba. Me pongo a pensar en lo idílico que hubiese resultado ver Invictus en tiempos del mundial de fútbol en Sudáfrica y con el sueño de un país en mano de la Tri.


FUTEBOL en la por Alejandro Rodríguez

crítica

gran pantalla El futbol, considerado el rey de los deportes de algún modo se ha hecho un lugar privilegiado en el consiente popular alrededor del vasto mundo (menos para estados unidos quienes crearon una cultura propia con deportes que sólo a ellos les importa). Siendo parte de la cultura globalizada vale darle cierta revisada por medio de la mirada única que ofrece el lente de la cámara e inmortalizar en películas lo que es nuestra identidad por medio del Futbol.

que tiene este deporte para mostrar historias épicas delante del lente (se salen de lugar incluso). Aunque pequen un poco de Hollywoodismo (merchandising, ficción heroica, etc).

En esta década han surgido ciertas películas relacionadas al balón pié; GOL (2006) y sus secuelas que aparentemente son de gran producción, y acogen a grandes nombres del futbol de clubes en Europa (qué lujo), nos dan una muestra del potencial

Dirigida por Arthur Fontes, Joao Moreira Salles, Rudi Lagemann y Flávio Zangrandi y producida por Raquel Freire Zangrandi. Futebol 1 de 1998, y que año para los brasileños en el futbol, ya que ese año perdieron la final de la copa del mundo 1998 contra el anfitrión Francia 3-0.

Para el certamen mundial de Futbol Alemania 2006 cierta productora (talvez la misma FIFA) financió un documental sobre la misma. Los partidos del mundial captados por múltiples cámaras por dentro y fuera de los estadios, vestidores y tribuna en HD. Ahora vamos al documental que nos interesa: FUTEBOL 1.

En este relato conducido por las estrellas brasileñas del pasado nos cuentan desde sus inicios como es el futbol para su país. Entre ellas se ve a Zico, Tostao, Zagalo, Dadá, Falcao, y por supuesto Pelé. En esta primera parte de Futebol la historia gira alrededor de tres jóvenes aspirantes a futbolistas profesionales que con pasión se entregan a alcanzar su sueño de jugar al nivel de clubes y sacar a sus familias de la pobreza de las favelas y pueblos rurales de Brasil. Nos relata sobre todo una realidad. ¿Qué pasa en los hogares de los que viven en las favelas de Río o los pueblos más pobres de un Brasil primermundista?, ¿Cómo es que un País tan grande y tan metido con el futbol escoge a once (sin contar los banqueados) para jugar un mundial? ¿De dónde salen esas superestrellas del futbol? Todas las preguntas se las responde a lo largo del filme, sin darnos cuenta y encandilándonos. Sobre todo una de las más curiosas, ¿Cómo es que consiguen ese dominio del balón con tanto estilo? La repuesta parece ser: que ellos nacen en Brasil. Estos tres chicos pugnan para llegar a ser profesionales futbolistas. Para eso necesitan un contrato con un club, ¿Su primera opción? Flamengos. Pero es el mundo real, el club elige a sus estrellas, los aspirantes son miles, de ellos solo escogerán a no más de cinco. Entienden lo intrincado de ser futbolista del País más ganador de copas mundiales. Pero cada quién confía en sí mismo, en sus habilidades, técnicas y potencial; le han metido desde que nacieron el futbol en el alma, Brasil tetracampeón (en ese entonces), su primer juguete fue un balón, 33 es el mejor de la cuadra, su padre dice que podría convertirse en la próxima gran cosa, su destino lo empuja a los estadios, entrará a por el cupo. Emoción, historia, pasión, drama, gloria, sinsabores, derrota, lamentos, desilusión, todo lo tiene esta primera parte de tres que hacen Futebol.


por Xavier Puig Peñalosa

flashback

La actualidad de “El Gabinete del Dr. Caligari”

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Una de las –entre otras– cuestiones objeto de polémica con respecto a cualquier obra artística, es la de su lectura; es decir, si debemos entender a ésta como una obra en sí misma y, en este caso, en relación a su contexto de creación (histórico, cultural, etc.) o, bien, debemos realizar esa lectura exclusivamente desde la propia contemporaneidad. Si optamos por la primera opción, es indispensable conocer bastante pormenorizadamente aquél contexto socio-cultural e histórico en donde surge la obra, además de sus propios presupuestos estético-artísticos y sin excluir en este último aspecto, aquellos antecedentes más inmediatos (influencias, escuelas, etc.) desde la que se proyecta. Respecto a la segunda opción, puede suceder que al aplicar una lectura únicamente desde las validaciones actuales, esa obra nos resulte anacrónica, vieja y/o superada. Así, esto último y llevado a

sus últimas consecuencias, resulta bastante frecuente en el visionado de, por ejemplo, películas pretéritas y, muy particularmente, en las pertenecientes a la época silente. Planteadas grosso modo estas dos antagónicas opciones, entiendo que no necesariamente deben ser excluyentes, ya que si optamos por un análisis valorativamente incluyente y relacional de ambas, aquél se nos revelará mucho más productivo que el derivado de un planteamiento exclusivamente antitético. Para ello, veamos el caso que nos ocupa, a saber, la película de Robert Wiene, “El gabinete del Dr. Caligari” (1919). En primer lugar, debemos contextualizar dicha película en dos niveles: el primero, el referido a la propia historia del cine, es decir, al nacimiento de un nuevo arte con plena conciencia de ello. Dicho con otras palabras, el período que abarcaría de las primeras imágenes en movimiento (1898, hnos. Lumiére, G.Méliés) hasta la realización y proyección de “El nacimiento de una nación” (1915) de David W. Griffith, no puede considerarse como cine, ya que no existe un lenguaje propio, exclusivo y específicamente cinematográfico. Será a partir de la


película citada que podemos hablar, ahora sí, de una nueva forma de representación artística, la cinematografía. Pero y en relación a esta cuestión, cabe añadir muy sucintamente pues sería motivo de otro artículo que, el uso de ese nuevo lenguaje determinará, prácticamente desde su nacimiento, tres modelos de representación cinematográficos, completamente distintos entre sí; no mejores y/o peores de unos con respecto a los otros, sino radicalmente diferentes entre sí. Efectivamente y aunque los tres se construyen con el mismo lenguaje cinematográfico, el distinto concepto estético que guía a cada uno, implica una forma y, por tanto, un sentido Apuntado lo anterior, en segundo lugar, debemos señalar respecto a la película que nos ocupa, sus orígenes estéticos provenientes de la vanguardia histórica expresionista. Este hecho determinará –en parte muy considerable- su adscripción a uno de los tres modelos de representación originarios. Y en relación al planteamiento inicial de estas líneas, el de la lectura de la película, en primer lugar y referido al aspecto formal de la película de Wiene, tanto el uso del lenguaje cinematográfico como y en relación a éste, la cuidada puesta en escena de la película, denotan –respectivamente- una perfecta maestría en su realización como, así mismo, un determinado concepto estético, absolutamente patentes en ambos casos. Valoremos en este último aspecto que toda la película está rodada en estudio y los elementos plásticos son, en su mayoría, telas pintadas al modo expresionista. Ello, unido a una

sabia composición plástica de los planos y sus encuadres, a la par –relacionadamente- con una luminotecnia perfectamente calculada, suponen una lección de cine, perfectamente ajustada a su bajo presupuesto de producción. Ya en sus inicios, el cine nos demuestra que no hace falta unos elevados costes (a la manera hollywoodiana, digamos) para realizar una obra maestra si, obviamente, existe un previo y calculado concepto estético y artístico que la guíe. Y algo muy parecido podríamos decir en relación al contenido de la película. Desde un guión perfectamente construído y en el que las voces se desdoblan y contagian en múltiples hablas que el espectador debe interpretar, interrelacionadas con la forma constructiva y plástica del film, o en el que los múltiples caminos interpretativos que se nos ofrecen deben ser elegidos y, en su caso, dotados de sentido también por el propio espectador o, la vigente y no menos lúcida crítica a los dispositivos de control societarios de los que el Estado como un ente aparentemente abstracto se dota para su propia hegemonía, suponen tanto una interpretación abierta y plural con múltiples niveles de lectura como, y sobre todo, un modelo estético-artístico para las posteriores generaciones de cineastas que se prolonga con toda su vigencia hasta la actualidad. Por todo ello, en esta película, resulta indiferente el punto de vista que adoptemos en su lectura pues, tanto en cualquiera de los dos o en ambos a la vez, “El gabinete del Dr. Caligari” se erige en una obra universal, a la par imprescindible, en la historia de la cinematografía; y esto es precisamente el arte y el fundamento de su enunciación, de su valor.

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Enamorados del Cine Tíulo original: Innamorati di Cinema, pioneri, artisti, testimoni agli albori; Giuseppe Ardolino, Nuovi Equilibri, Roma, 2004

Tradución del italiano por José Montalvo

Fotograma revela dos antiguos manifiestos sobre cine. El primero del escritor italiano Giovanni Papini, considerado el primer ensayo dedicado al cine. Y el segundo sobre Rocciotto Canudo el primer crítico de la historia. A pesar de su antigüedad ponen sobre la mesa una amplia idea de los que algunos intelectuales pensaban del cinematógrafo y sus orígenes. Además conoceremos a estos dos grandes personajes influyentes en la cultura mundial. La filosofia del cinematógrafo, 1907

Giovanni Papini

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En el diario La Stampa del 18 de mayo de 1907, aparece lo que se considera como el primer ensayo dedicado al cine, se títula “La filosofia del cinematògrafo” y está firmado por Giovanni Papini. Papini, que entonces contaba con 26 años, es ya un intelectual omnívoro que se ha nutrido de textos culturales de cada época y lugar. No podía entonces dejar escapar, el fenómeno «cine», como no se le escapará tampoco, apenas unos años después, el fenómeno «futurismo». Es sobre todo la difusión acelerada y extensa de las salas cinematográficas lo que lo impresiona. Sólo en Florencia, donde Papini reside, para entonces se han abierto 12 salas. Papini describe esta invasión del cinematógrafo con un tono muy alejado a la indiferencia, así como también con algo de nostalgia por todo aquello que el nuevo intruso comienza a suplantar. Los cinematógrafos con su petulancia luminosa, con sus pancartas tricolores y cotidianamente renovadas, con esa débil resonancia de sus fonógrafos y los escandalosos llamados de sus muchachos uniformados de rojo, invaden las principales vías de la ciudad, reemplazando a los bares y a los cafés, instalando sus modernas salas sobre viejos vestíbulos de restaurantes o antiguos salones de villar. Sus indiscretas lámparas de arco, iluminan en un segundo aquellas hermosas y misteriosas plazas, y amenazan poco a poco con sustituir a los teatros, de la misma manera en que el rápido tren sustituyó a la lenta carroza, y como los periódicos lo hicieron a su vez con los libros. Papini usa un tono bastante apasionado porque no quiere que el fenómeno pase desapercibido, y espera que los filósofos se ocupen de él. Los filósofos que, como Sócrates, recorrían las plazas, los mercados y las montañas en el caso de Nietzsche, ahora son convocados a frecuentar también el cine. Los Filósofos, hombres apartados generalmente y enemigos del ruido, harían muy mal en considerar estos nuevos pasatiempos, como simple curiosidad de adolescentes, señoras o de hombres comunes. Una acogida similar y en un tiempo así de breve, debe tener sus buenas razones y el filósofo, 36 cuando las haya descubierto, podría encontrar en los espectáculos cinematográficos, nuevos motivos de pensamiento, nuevas emociones morales y hasta nuevas sugerencias metafísicas. Para el filósofo verdadero 1 Giovanni Papini (1881-1956) Bibliófilo, cuentista y polemista. Traduce a Berkeley, Bergson, James y Schopenhauer. Erudito y personaje clave de la cultura italiana del siglo XX. Ateo, agnóstico y luego devoto cristiano, le dedicó una biografia a Jesucristo y otra al Demonio. Inaguró el género «fantástico metafísico» y fue pionero del futurismo para luego condenarlo. En la vastedad de su obra destacan: El crepùsculo de los filósofos, 1906; Lo trágico cotidiano, 1906; Un hombre acabado, 1912, Historia de Cristo, 1921; Gog, 1931; El Diablo, 1953.

– no para aquel que está solo en medio de libros y se le podría llamar el regateador de la filosofía – no hay ninguna cosa en el mundo, por cuanto humilde, pequeña y ridícula que parezca, que no pueda convertirse en materia de pensamiento, y aquellos que saben filosofar solamente acerca de la existencia del mundo o de juicios sintéticos «a priori», semejan a un anatómico que no sabe hablar más que de seres monstruosos o de casos teratológicos. Según Papini, el cine no es una cosa ni pequeña ni humilde. Este tiene ventaja sobre el teatro porque responde a una «tendencia a la economía» que caracteriza toda época moderna. El cine es, de hecho, una breve «antasmagoría» (es necesario recordar que se habla de los filmes en los primeros años del Novecientos, completamente mudos y que no superan los veinte minutos), no exige mucha cultura como tampoco un gran esfuerzo de atención, empeña a un solo sentido, la vista, y que no sufre distracciones en la «wagneriana oscuridad de la sala». Con veinte o treinta centavos, el espectador puede asistir a un viaje en las regiones polares, a una aventura en países salvajes, o a grandes acontecimientos ocurridos solo pocos días antes. Para Papini, el cine está sin duda alguna, en una posición superior al teatro, a la fotografía y a la prensa escrita. Argumentaciones, como es evidente, bastante acertadas. Pero sólo es hacia el final del artículo, donde aparece aquel Papini visionario y extravagante que nos comunica unas de sus fantasiosas sugerencias: ¿Y si nuestro mundo no fuese nada más que un espectáculo cinematográfico a disposición de una divinidad arcana? Involuntariamente se nos incita a pensar que hay alguien que nos mira como nosotros miramos aquellas figuritas en la pantalla, y de frente a esta, nos creemos concretos, reales y eternos – no seremos más que imágenes coloridas que se agitan velozmente hacia la muerte para dar así placer a sus ojos?. ¿No podría ser acaso, el universo mismo, un grandioso espectáculo cinematográfico, con poca variedad de programa y hecho como el pasatiempo de una multitud de poderosos desconocidos?. Y como nosotros descubramos, gracias a la filosofía, la imperfección de ciertos movimientos, lo ridículo de algunos gestos mecánicos o la grotesca vanidad de las muecas humanas, estos divinos espectadores sonreirán de nosotros que nos agitamos sobre esta pequeña tierra, atravesándola furiosamente en todas sus direcciones; inquietos, ingenuos, bufos; hasta que nuestra parte del drama termina y descendemos uno a uno hacia la silenciosa oscuridad, que es la muerte.


El Nacimiento del Séptimo Arte, 1911 Ricciotto Canudo

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Canudo nace en 1877 en Gioia del Colle, muy cerca de Bari, en una familia de origen español. Sus intereses, desde muy temprano, cubren un abanico bastante amplio, desde la historia de las religiones a la filología y la critica musical. A los 27 años se muda a París donde se convierte en jefe redactor de la revista cultural “L’Europe Artiste”, en la cual colaboran también Apollinaire, Charles Doury y Valentine de Saint Point. Incursiona en el campo literario, se concentra en particular en estudios dantescos. Comunmente se cree que haya sido Soffici en dar las primeras noticias sobre los maestros franceses en italia (Cézanne, Gauguin, Van Gogh, Redon y Matisse), pero Canudo ya en el 1908 en la revista “Vita d’arte”, se refería a ellos como: «los nuevos apóstoles del arte; los grandes maestros contemporáneos, creadores del último movimiento de nuestra alma pictórica y precursores del arte de mañana». También el teatro lo atrae y escribe algunas tragedias. Pero el centro de su intereses continúa siendo la musicología. En 1911 publica el “Manifiesto de las siete artes” que Jean Epstein lo recuerda de la siguiente manera en su Le cinématographe vu par l’Etna: «Ya en 1911, Canudo había publicado un ensayo sobre el cine que resulta imposible releerlo hoy, sin quedarse asombrado por tanta clarividencia. En 1911, cuando el cine representaba, ya sea en la teoría, como en los hechos, una simple distracción para colegiales, un lugar de sonámbulos. Canudo había comprendido que el cine podía y debía ser un maravilloso instrumento de lirismo. De este lirismo nuevo que realmente no existía entonces, más que como una profecía, Canudo previó inmediatamente la infinidad de su potencial así como también sus límites».

Manifiesto de las siete artes

1. La teoría de las siete artes ha ganado rápidamente terreno y se expande por el mundo entero. En la completa confusión de los géneros y de las ideas, nos ha conducido a una clarificación como una fuente nuevamente revelada. No pretendo acreditarme tal descubrimiento, ya que cada teoría consiente la identificación de un principio básico. Me atribuyo simplemente su difusión. No pocos nefastos bodegueros del cine, se han apropiado del término «Séptima Arte», para dar así prestigio a su industria y comercio, pero no han aceptado la responsabilidad que lleva consigo la palabra «Arte». La industria sigue siendo la misma, más o menos bien organizada desde el punto de vista técnico; el comercio es floreciente o decreciente, dependiendo de los altos y bajos de la emotividad universal; el arte, sin embargo, salvo uno que otro raro caso en el cual el cineasta sabe imponer su voluntad, sigue siendo la misma que inspiraba a Xavier Montépin. Pero este arte de absoluta síntesis que es el cine, este prodigioso ‘neonato’ de la Maquina y del Sentimiento, empieza ya a dejar los berrinches para entrar en su infancia. Muy pronto entonces vendrá la adolescencia a despertar su intelecto y a 1 Ricciotto Canudo (1877-1923) Intelectual italiano conocedor de las artes, de teosofía y de lenguas orientales. Fue el primer teórico del cine, a él se le debe el termino séptima arte. Inaguró la revista Le Gazette de sept arts en 1920 y fundó el primer cineclub en París “Club des amis du septième art” en 1921, dando así inicio al fenómeno de la cinefilia. En Francia fue el portavoz del Futurismo de su amigo Marinetti y en Italia importó el impresionismo francés, asi como también introdujo el cine del director sueco Victor Sjöström a quien considera precursor de la sensibilidad cinematográfica y verdadero autor. Canudo criticó desde muy temprano las excesivas explicaciones escritas en los primeros filmes mudos, y sostuvo que las historias para el cine deben ser concebidas solo para el cine, pensando en transmitir una emoción y no limitándose solo a narrar. Lo mejor de su obra se encuentra recopilado en L’usine aux images, 1927 (La oficina de las imágenes) que consiste en una colección de ensayos publicados un año después de su muerte.

multiplicar sus signos. Nosotros le rogamos que apresure su desarrollo, que anticipe si le es posible, su juventud. Tenemos necesidad del Cine para crear el «Arte Total» hacia el cual se han dirigido todas las artes desde siempre. 2. Aquí será necesario explicar una vez más, aquella teoría que los ambientes mejor advertidos conocen bajo el nombre de «teoría de las siete artes». La fuente que hemos encontrado nos la rebela en toda su plenitud. En realidad, sólo dos artes nacen del cerebro humano, permitiéndole a este fijar todo lo fugaz de la vida en una lucha constante contra la muerte de las apariencias y de las formas. Enriqueciendo de experiencia estética a las generaciones. Para la humanidad en sus albores, se trató de algo que completaba la vida, elevándola sobre una realidad efímera, confirmando la eternidad de las cosas de frente a las cuales los primeros hombres probaron alguna emoción. Aquello que un filósofo italiano llamó «olvido estético», en otras palabras, el regocijo de una vida superior a la vida. En mi “Psychologie musicale des Civilisations”, he demostrado que, la arquitectura y la música habrían expresado inmediatamente esta inevitable necesidad del hombre primitivo, que intentaba detener todas las fuerzas plásticas y rítmicas de su propia existencia sentimental interior. Fabricando las primeras campanas, moviéndose al ritmo de las primeras danzas, simplemente acompañadas por su voz y el golpe de sus pies sobre la tierra, aquel hombre prehistórico había descubierto la arquitectura y la música. Luego decoró las campanas con las formas de seres que quería perpetuar en su recuerdo, y a la danza, agregó la palabra articulada. Para entonces había inventado la escultura, la pintura y la poesía; y así vio precisado su sueño de inmortalidad en el tiempo y en el espacio. 3. Quisiera hacer notar de inmediato que, la arquitectura se origina por la necesidad material de la protección, y a ella se agregan, la escultura y la pintura como sus complementarias. La música al contrario, ha seguido durante los siglos, un proceso inverso. Nacida de una necesidad absolutamente espiritual de elevación, la música es realmente la intuición y la organización de los ritmos que rigen todo lo creado. Pero se ha manifestado primero en sus artes complementarias: la danza y la poesía, para alcanzar solo después de miles de años, su liberación individual: la Sinfonía, es decir, la música sin baile y sin canto. Hoy el «ciclo en movimiento» de la estética se cierra triunfalmente en esta fusión total de las artes que se llama: Cinematógrafo. En él, el arte, todo el arte, aparece claramente frente a nuestros ojos. Centenares de siglos, se han resumido en este arte en movimiento. Todos los hombres, de cualquiera que fuese su clima histórico, geográfico, étnico o ético, han hallado satisfacción. Durante todos los siglos hasta el nuestro, en casi todos los rincones de la tierra, las dos artes (Arquitectura y Música) y aquellas cuatro complementarias (Escultura, Pintura; Poesía, Danza), han permanecido idénticas. Aquello que pedantes de todas partes del mundo han llamado <evolución de las artes>, no es más que polémica. Nuestra época es incomparable en eficiencia interior como exterior y en descubrimientos de energías antes desconocidas. Nuestro tiempo ha podido sintetizar en un solo salto, las infinitas experiencias del hombre. Ahora la ciencia 37 ha esposado al arte, y viceversa, aplicándose la una a la otra para captar y fijar el ritmo de la luz. Esto es el Cine, «La Séptima Arte», que concilia de esta manera, todas las demás. Pintura en movimiento, arte plástica que se desarrolla según las leyes del arte rítmica. Estas formas y ritmos nacen de las vueltas de una manivela y del interior de un proyector.


El Padrino

por Jorge Aguirre

LA película

un film que nunca se deja de recordar

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“Le haré una oferta que no podrá rehusar”, una frase indirecta la cual lleva consigo un trato garantizado por el líder de la Cosa Nostra en Nueva York, y al día siguiente un hombre aparece con una cabeza de caballo en su cama. Con nostalgia recuerdo estas escenas que aunque ya hayan pasado varios años desde su filmación y proyección aún se las recuerda sea en forma de comparación o simplemente en una conversación, pero lo que hay que destacar es que a esta obra espectacular del séptimo arte, aun antes de que se empezara a escribir el guión ya se la consideraba un desastre debido al fracaso que tuvieron anteriores films relacionados con el mismo tema. Haciendo a un lado las adversidades y tomando las riendas de esta gran producción, Francis Ford Coppola logra obsequiarnos un filme con una calidad tal que para aquella época muchos no se la esperaban. Pero analicemos los detalles técnicos y de actuación que se sucedieron a lo largo de este film, como por ejemplo, la puesta en escena de la conversación durante la boda de Connie Corleone entre Michael Corleone y su prometida y el hecho de que tuvieron que filmarla por separado e incluso en momentos del día diferentes (en la noche), significaron un reto enorme al director y a su director de fotografía, porque crear un ambiente igual al momento de llevarse a cabo la boda, sólo este detalle nos muestra que pese a no estar con un presupuesto estable se logró salvar una escena que, como sabemos, constituía el gancho inicial, apareciendo Michael como un joven inocente y

héroe de guerra junto a su novia sin imaginarse el futuro que en el seno de su familia le esperaba. Durante el desarrollo del filme vemos a un Coppola que juega con planos y situaciones que acercan al espectador con los personajes, vivir su vida y sus problemáticas y eso ayuda a comprender cómo era esa época que muchos de nosotros no las vivimos y de las cuales solamente tenemos cierta referencia, por curiosidad o estudio de la misma. Destaco los performance de Al Pacino y Marlon Brando: logran una química entre ambos personajes que se la puede observar cuando Michael cuida a su padre en el hospital, con acercamiento entre ambos, que consiguen que la trama se vea real y se pueda apreciar cómo ese padre confía en su hijo mucho más que en sus hermanos. No olvidemos además del famoso plano secuencia del bautizo, de su propia hija como si fuera un varón. Coppola logra el montaje realizando una paradoja en el personaje de Pacino que muchos se la podrían considerar de hipócrita y siniestra pero a nivel actoral vemos una expresión neutra del personaje que no muda su rostro sabiendo en su interior la serie de crímenes que se están llevando a cabo en ese momento y el plano de Michael caminando solo por la gravilla de su casa luego de ver morir a su cuñado. Allí aparece un “Nuevo Padrino” que trabaja a sangre fría, el inocente y alejado joven de negocios de su familia se vuelve el más sanguinario que tiene el descaro de mirar a su esposa a los ojos y mentirle. Se podrían hablar más de otros detalles que rodean a la realización de El Padrino pero lo que debemos destacar es que mientras las situaciones más adversas se presentan en un rodaje o filmación, sabemos que como directores tendremos que sobrellevar ciertas cargas que a la larga quedarán en excelentes experiencias y anécdotas.” Mantén a tus amigos cerca pero a tus enemigos aun más”, es el lema de esta clase de gente que vive en un singular mundo de delincuencia y muerte al que se lo disfraza con una serie de elementos que la sociedad impone.


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