mucho menos la escuela, pero ¿que hacen ellos para cambiar lo que están viendo?, nada está muy claro; una consecuencia es que los alumnos se distraen fácilmente cuando el maestro trata de explicarles algún tema, pero también se nota que éstos no planean sus clases ni mucho menos preparan actividades o material didáctico para captar la atención de sus alumnos, y así quieren que sus alumnos aprendan y que se interesen en la escuela, de ninguna manera, así es imposible. Si en la escuela secundaria se atacara el tradicionalismo, que la convierte en una institución más de la bola, se deberían tomar en cuenta dos aspectos fundamentales que cambiarían totalmente la función de maestros y alumnos en las aulas, el primero sería cambiar la presión que ataca a los alumnos por la motivación y el segundo disminuir ese hábito del maestro “expositor” y trabajar la actividad participativa en los alumnos, ya que son ellos quienes se merecen un ambiente de trabajo enfocado a su aprendizaje en la escuela secundaria. Casi siempre las clases se ven como un “ritual” por lo que los alumnos de tercero opinan que algunos de sus maestros no saben explicar, que sólo comentan y que nada mas saben hablar y hablar sin concluir nada. En particular algunos estudiantes de 3° comentan: “El profe de Formación Cívica y Ética sólo explica, da definiciones en general y utiliza el libro de texto”19. Al parecer todo lo que puede ser una clase de comprensión y análisis solo se vuelve una acción mecánica.
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Entrevista con alumnos de tercero el 4 de Marzo de 2004.
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