Un teatral estreno cinematográfico. Esta vez elegimos tres propuestas bien distintas entre sí. Van de menos a más convencionales, pero son obras en donde siempre se privilegia la buena actuación. A veces podemos pensar que la teatralidad tiene que ver el espacio donde genera la obra, que haya un escenario o que estén diferenciados los asientos para el público. Sin embargo, la obra Un Hueco cuestiona este concepto. Sucede en el Club Estrella de Maldonado, un típico club de barrio donde se juega el fútbol 5, al Volley y se dictan clases de Patín. Esos clubes a los que nos llevaban nuestros padres cuando por los ochentas éramos chicos y que hoy son casi un tesoro en el barrio. Allí, Patricio Aramburu, Nahuel Cano y Alejandro Hener le dan vida a tres amigos de la infancia que vuelven a verse a causa de un hecho nefasto: la muerte del cuarto amigo. De todos los espacios posibles del club, el director Juan Pablo Gómez elige el que menos teatralidad dispara a simple vista, el vestuario. Es gracias al mundo sensible que construyen los actores que la obra toma cuerpo y el espacio se convierte en pura teatralidad. De hecho, el carácter realista del vestuario potencia el clima que generan estos tres amigos que se encuentran después de varios años. Dos de ellos nunca han dejado su “pueblito” natal (donde sucede el velorio), pero uno de ellos si y vive ahora en “La Capital”. En el encuentro salta a luz el paso del tiempo, los reproches y reclamos de viejos amigos que hace tiempo no se ven, las diferencias, el dolor por el amigo que ya no está, el recuerdo, las anécdotas; todo esto en la piel de estos tres increíbles actores que no temen encontrarse con el costado sensible de la masculinidad ni con el afecto propio de los amigos.
El 13 de junio estrena Un Mundo Misterioso, la nueva película de Rodrigo Moreno (el director de El Custodio). Se trata de una pieza cinematográfica que tiene varios elementos teatrales. En primer lugar los actores, que son todos del circuito de teatro del off porteño: Esteban Bigliardi y Cecilia Rainoso. También cuenta con la participación de Rosario Blefari. El film se estrenará sólo en una sala (Atlas Santa Fé), imitando el ritmo de las obras de las obras teatrales ya que estará en cartel durante dos meses consecutivos. Esta nueva película, coloca a su director en nueva búsqueda estética, mucho más libre que su película anterior. El film comienza con una escena pos coital en donde la novia de Boris (Bigliardi) le pide un tiempo. Este tiempo, la separación, es la excusa para que la película comience su viaje arrojando excelentes vistas de la Ciudad.
En el Camarín de las musas se presenta Mujer Armada, Hombre Dormido pieza de Martín Flores Cárdenas. Un título sugestivo que se intensifica cuando al entrar a la sala vemos la escenografía simple, sutil y minimalista. Esta decisión estética no es de extrañar en el joven director (que está en sus veinti largos) y que anteriormente trabajó sobre cuentos de Carver en Catedral. Esta nueva propuesta lleva a un máximo punto de desarrollo esos primeros pasos que había dado años atrás, asentándose como uno de los nombres más interesantes del off porteño. Sus propuestas siempre encuentran un balance entre la innovación y tradición; es decir, hay un amplio lugar para la experimentación y la novedad pero el espectador no queda afuera; justamente como la obra se apoya en las actuaciones tan cuidadas y creíbles hay espacio para que podamos conmovernos y experimentar lo que se atraviesa en la escena; sin por eso dejar de sentir que la manera en la que nos llega es totalmente novedosa. Por último, para celebrar el centenario del nacimiento del maestro norteamericano Tennessee Williams, Daniel Veronese decidió homenajearlo con una puesta de Un tranvía llamado deseo que se presenta en el teatro Apolo de miércoles a domingos. Esta nueva versión, es fiel al libro de Williams. La primera versión fue estrenada por Elia Kazan en 1947. Si bien Veronese es ya un consagrado director que en general juega con los textos haciendo versiones que se caracterizan por una libertad estética (como por ejemplo una versión de Las Tres Hermanas de Chejov en dónde ellas son varones), aquí no se da permiso para este juego. Eso se extraña. No obstante, la obra cuenta con actuaciones excelentes de Érica Rivas en el papel de Blanche Dubois y Diego Peretti en el rol de Stanley. Es tal vez una oportunidad de ver un clásico, literalmente hablando.
Cartelera Un Hueco. Domingos a las 17:00hs en Club Estrella Maldonado (J. B. Justo 1439, CABA). Mujer armada, hombre dormido. Sábados a las 23:15hs en el Camarín de las Musas (Mario Bravo 960, CABA). Un tranvía llamado deseo. De miércoles a domingos en Teatro Apolo (Av. Corrientes 1372, CABA).