BURGOS EN LA EDAD MEDIA

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El mundo de grandeza y suntuosidad de la etapa romana comienza a dar síntomas de debilidad en el siglo IV. Primero en las ciudades, como fue el caso de Clunia, y, más tarde, en el mundo rural, donde la vida de las grandes mansiones se apaga en las primeras décadas del siglo V. En el 476, los romanos dan paso a los visigodos, que gobiernan todo el territorio hispano hasta el 711, aunque fueron incapaces de evitar la decadencia general. De su paso por nuestra tierra quedan algunos testimonios materiales de desigual valor: ruinas de fortificaciones –Tedeja, en Trespaderne--; cimientos de iglesias –Santa María de Mijangos--; y, por encima de todos, la cabecera de la iglesia de Santa María de Quintanilla de las Viñas, ejemplar excelso del arte en las postrimerías del reino visigodo.

El panorama no mejora con los musulmanes, que dominaron estas tierras durante menos de 30 años, del 714 al 742. A partir de este momento se atrincheraron al sur del Sistema Central, mientras los reyes astures, afincados en la franja costera y la cara norte del sistema cantábrico, renunciaban, de momento, a la conquista de las tierras llanas del Duero y de los valles sureños del Sistema Cantábrico, tierras que quedaron abandonadas a su suerte, que no fue otra sino la desolación general. Con este panorama, cuando, a comienzos del siglo IX, se detectan en el norte burgalés los primeros movimientos encaminados a recuperar el poblamiento estable y el cultivo agrícola sostenido al sur de las montañas cantábricas, la sensación dominante era de que había que empezar prácticamente de cero. Y así se hizo. Apenas cumplido el año 800, bajo la tutela de los jefes guerreros del interior de las montañas, comienza a reorganizarse el territorio de los valles del norte de la actual provincia de Burgos, territorio que pronto va a tomar el nombre bien expresivo de Castilla, del latín Castella (=los castillos).


En el año 860, la frontera había descendido hasta la balconada de Amaya y las crestas de los Obarenes, desde donde se planifica la ocupación de los llanos que se rendían a sus pies. En pocas décadas, y avanzando valle a valle, los condes castellanos, siempre vinculados a los monarcas astures y generalmente en buena sintonía con ellos, alcanzan la línea del Duero en el 912, haciéndose fuertes en Clunia, Peñaranda de Duero, Roa y Aza. Por supuesto, en este avance, cada valle quedaba guarnecido por la correspondiente hilera de fortificaciones, que protegían la retaguardia agrícola y ganadera instalada en las aldeas que se iban conformando al hilo del avance conquistador. Como contratiempo inesperado, la llegada de los cristianos al Duero despertó la inquietud en los gobernantes islámicos de Córdoba, que, con el califa Abderramán III y el eminente guerrero Almanzor al frente, hostigaron sin descanso, a lo largo de todo el siglo X, la línea del Duero. Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XI, y tras la muerte de Almanzor, el ímpetu guerrero de los ejércitos cordobeses se diluye y los cristianos cruzarán enseguida el río para lanzarse a la conquista de los llanos meseteños del sur del Duero, proceso que culmina en el año 1085 con la conquista de Toledo y el traslado definitivo de la frontera cristiano-musulmana al sur del Tajo.

Alejado el peligro musulmán, el territorio burgalés inicia un despegue espectacular en todos los ámbitos de la actividad humana: económico, demográfico, social, cultural, político y religioso, que bien puede personificarse en las exitosas andanzas del Cid Campeador por tierras de Castilla, Zaragoza y Levante en la segunda mitad del siglo XI. Este siglo, al que se unirán en la misma secuencia el XII y el XIII, será el primer testigo de este desarrollo, que comienza con la expansión de los cultivos y de la ganadería, continúa con el aumento de la población, se asienta en el establecimiento de unas relaciones sociales entre señores y campesinos relativamente estimulantes de la producción, se refuerza con la importación de fórmulas de vida religiosa ciertamente renovadoras –el monacato benedictino--, culmina en la elevación de Castilla a la categoría de reino (1037) y se expresa en unos movimientos culturales y artísticos de


grandes vuelos, como lo fueron el románico en los siglos XI y XII –monasterios de San Salvador de Oña, San Pedro de Arlanza, San Pedro de Cardeña, Santo Domingo de Silos--, el cisterciense (finales del XI y comienzos del XIII – monasterios de Las Huelgas de Burgos, Santa María de Bujedo de Juarros--) y el gótico (siglo XIII Catedral de Burgos, Santa María de Sasamón, Santa María de Grijalba--).

Al hilo de este crecimiento, el poblamiento se consolida, dejando ver en el paisaje algunos núcleos especialmente desarrollados, entre los que destaca desde el principio la ciudad de Burgos, seguida por otros núcleos, como Belorado, Miranda de Ebro, Frías, Medina de Pomar, Lerma, Aranda de Duero o Santa Gadea del Cid, que contarán con el apoyo de la Corona para afirmarse como cabeceras económicas del ámbito rural circundante. Por su parte, el Camino de Santiago contribuye a la dinamización económica y cultural del territorio burgalés, dando vida propia a poblaciones como la citada Belorado, Villafranca Montes de Oca o Castrojeriz.

Al mismo tiempo, la política de recuperación de la identidad territorial de la Castilla condal tras la batalla de Atapuerca (1054), la constitución de la sede episcopal burgalesa (1075) y la reordenación posterior de la diócesis son fenómenos que convergen en la articulación interna del territorio burgalés y en su reconocimiento como núcleo central y espina medular de ambas entidades, tanto del reino como de la diócesis. El siglo XIV es un tiempo de crisis, de ruptura de todos los parámetros de crecimiento antes citados. El hambre, la guerra y la enfermedad se ceban con los europeos occidentales, y las tierras burgalesas no son una excepción. La vida se ralentiza y la cultura se encoge. Adrián Porras García.6ºA

Burgos permanece en la oscuridad durante el siglo X y gran parte del siglo XI, hasta 1071 en que Sancho II encierra en Burgos a su hermano García y poco después hace lo mismo con su hermano Alfonso. Nada queda anterior a estas fechas de la historia de la Ciudad. Es a partir de 1071, cuando de modo ininterrumpido se desarrolla la Ciudad, alcanzando su máximo esplendor en el siglo


XVI. En los siglos que van del XII al XV, al mismo tiempo que realiza la función histórica se la convertirá en Caput Castellae y la hará merecedora de los títulos de Cámara Regia, Prima Voce et Fide; Burgos va tomando sus perfiles urbanos definitivos. En 1074 las Infantas Dª Elvira y Dª Urraca, hermanas de Alfonso VI, trasladan la diócesis de Oca a Gamonal, y el Rey cede su Palacio en Burgos para la construcción de la catedral románica de

Santa

María.

El Cid queda indisolublemente unido a Burgos con la jura de Santa Gadea

y

el

destierro.

Alfonso VIII establece su corte en Burgos y funda en los alrededores el Monasterio de las Huelgas, y comienza la construcción

de

las

murallas

de

la

Ciudad.

Fernando III celebró en Burgos sus Bodas con Dª Beatriz de Suabia, La sencilla catedral románica de Alfonso VI se derriba y en su lugar se levanta el suntuoso edificio gótico que se completará

durante

largo

tiempo.

A partir de este momento, con la Catedral posee Burgos un punto central en torno al cual la ciudad toma su sentido y conciencia de ser. De burgo militar se transforma en burgo mercantil. Por los caminos van y vienen mercancías, pero también formas artísticas y literarias, El Camino de Santiago fue vital para Burgos en este periodo. Lacarra, ha señalado claramente la existencia de dos ciudades paralelas, una la fundada por Diego Porcelos, donde se decidían los hechos más importantes del Reino, otra la Ciudad, que es nudo fundamental en el camino compostelano

con

sus

hospitales

y

comercio.

La Ciudad política es testigo de los más variopintos sucesos, cuyos protagonistas son los reyes y sus nobles, enlazados en continuas discordias. Son los reinados de Alfonso X, Sancho IV,


Fernando IV y los nobles pertenecientes a los linajes del Lara, Rojas, Tovar, etc... Andrea Antón Carpintero.

BURGOS

EN

LA EDAD MEDIA

En el año 884, el Conde Diego Porcelos fundó la ciudad de Burgos como un apoyo en el avance de los reinos cristianos hacia el sur contra los moros. Al avanzar la línea fronteriza, Burgos quedó en la retaguardia. No obstante, durante el siglo X sufrió ataques árabes. El más conocido, el de 934, las tropas árabes arrasaron cosechas y destruyeron el monasterio de San Pedro de Cardeña, dando muerta a 200 monjes. Al avanzar la frontera, Burgos fue perdiendo su carácter militar y adquiriendo una función comercial y artesanal. En el siglo XI la ciudad empieza a crecer por las zonas por las que discurre el Pico y el Vena. Luego empezó a crecer a lo largo del Arlanzón. Llegaron nuevos pobladores y construyeron edificios como el hospital e iglesia de San Juan y una catedral románica, ahora desaparecida. También creció la ciudad en importancia por el auge del Camino de Santiago que pasaba por la calle Las Calzadas, entraba por la puerta de San Juan y seguía por la calle Fernán González. En el siglos XIII comenzó a construirse una nueva muralla con 47 cubos y 11 puertas. La más importante la del Arco de Santa María por donde El Cid salió hacia su destierro. En este siglo Burgos contaba con 7000 habitantes, un mercado, una judería y varios monasterios como el de Las Huelgas cuya abadesa tenía tanto poder que solo dependía del papa. Las Huelgas tenía: 54 villas, muchas tierras y molinos, y no tenían que pagar impuestos. También en 1221 se empezó a construir la catedral actual. Luego vinieron los problemas: la Peste Negra, el despoblamiento y enfrentamientos entre nobles y desgobierno. En el siglo XV, Burgos adquirió protagonismo en el comercio de la lana. Desde 1470 se observa un crecimiento de la población.

DANNY


En una crónica árabe se cita una población saqueada en el año 860 denominada Burchia, que parece corresponder con la actual Burgos. Cerca del año 884 Alfonso III intentando detener el avance musulmán envió a Diego Porcelos levantar una fortificación en un cerro de la margen derecha del río Arlanzón. Esto contribuiría a que el lugar fuese creciendo por su importancia estratégica. En el 931, Fernán González logró reunir el gobierno de los condados de Burgos, Lara, Lantarón, Cerezo y Álava, dejando a Burgos como capital del condado de Castilla Cuando en 1038 Fernando I era coronado rey de León, formando el reino de Castilla, Burgos es elegida su capital. A propósito de esta ciudad, el geógrafo árabe Al-Idrisi escribe en el siglo XII: “Es una gran ciudad, atravesada por un río y dividida en barrios rodeados de muros. Uno de estos barrios está habitado particularmente por judíos. La ciudad es fuerte y acondicionada para la defensa. Hay bazares, comercio y mucha población y riquezas. Está situada sobre la gran ruta de los viajeros”. Burgos permanece en la oscuridad durante el siglo X y gran parte del siglo XI, hasta 1071 cuando Sancho II encierra en Burgos a su hermano García para arrebatarle el reino de Galicia y poco después hace lo mismo con su hermano Alfonso. En 1074 Alfonso VI, rey tras el fallecimiento de su hermano Sancho, cedió su palacio en Burgos para la construcción de la catedral de Santa María. Ese mismo año las también hermanas de éste, Elvira y Urraca, trasladan la diócesis de Oca a Gamonal. El Rey cede su Palacio en Burgos para la construcción de la catedral románica de Santa María. Nada queda anterior a estas fechas de la historia de la Ciudad. Es a partir de 1074, cuando de modo ininterrumpido se desarrolla la Ciudad, alcanzando su máximo esplendor en el siglo XVI.


Tras la conquista de Toledo de 1085 por Alfonso VI, Burgos perdía la capitalidad del Reino de Castilla en favor de esta ciudad. Esto no paralizó el crecimiento de Burgos, donde se seguirían realizando algunas Cortes El Cid queda indisolublemente unido a Burgos con la jura de Santa Gadea y el destierro. Alfonso VIII establece su corte en Burgos y funda en los alrededores el Monasterio de las Huelgas, y comienza la construcción de las murallas de la Ciudad. Fernando III celebró en Burgos sus Bodas con Dª Beatriz de Suabia. La sencilla catedral románica de Alfonso VI se derriba y en su lugar se levanta el suntuoso edificio gótico que se completará durante un largo tiempo. A partir de este momento, con la Catedral, posee Burgos un punto central en torno al cual la ciudad toma su sentido y conciencia; de ser burgo militar se transforma en burgo mercantil. Por los caminos van y vienen mercancías, pero también formas artísticas y literarias, El Camino de Santiago fue vital para Burgos en este periodo. Lacarra, ha señalado claramente la existencia de dos ciudades paralelas, una la fundada por Diego Porcelos, donde se decidían los hechos más importantes del Reino, otra la Ciudad, que es nudo fundamental en el camino compostelano con sus hospitales y comercio. La Ciudad política es testigo de los más variopintos sucesos, cuyos protagonistas son los reyes y sus nobles, enlazados en continuas discordias. Son los reinados de Alfonso X, Sancho IV, Fernando IV y los nobles pertenecientes a los linajes de los Lara, Rojas, Tovar, etc... Irene Salinas

LA Edad Media en Burgos Las tierras cerca de Burgos son dominadas por los musulmanes durante casi 30 años, del 714 al 742. Se sabe que hubo una ciudad llamada Burchia en 860 que pudo corresponder con Burgos por una crónica árabe. Burgos se creó ya que más o menos en el año 884 Alfonso III para intentar detener el avance musulmán envía a Diego Porcelos para levantar un fuerte en un cerro en la margen derecha del río Arlanzón. Después poco a poco se fue extendiéndose.


En el 931, Fernán González logra dejar a Burgos como la capital del condado de Castilla. Y en 1038 cuando Fernando I es coronado rey, se forma el reino de Castilla y Burgos es elegida su capital. En 1071 Sancho II encierra en Burgos a su hermano García. En 1074 Alfonso VI, rey tras el fallecimiento de su hermano Sancho, cedió su palacio en Burgos para la construcción de la catedral de Santa María. Ese mismo año sus hermanas también trasladan la diócesis de Oca a Gamonal. El Cid queda muy unido a Burgos con la jura de Santa Gadea a finales del 1072 y su respectivo destierro. En 1085 Burgos pierde la capitalidad del Reino de Castilla. Aunque no paralizó el crecimiento de Burgos, donde se seguirían realizando algunas Cortes. Alfonso VIII establece su corte en Burgos en el siglo XII y construye en los alrededores el Monasterio de las Huelgas, y empieza la construcción de las murallas de la Ciudad. En este siglo la ciudad cuenta ya con 7000 habitantes. Fernando III celebró en Burgos sus Bodas con Dª Beatriz de Suabia. Además en el siglo XIII se derriba la sencilla catedral románica de Alfonso VI con tan sólo 150 años gracias a su apoyo y el del obispo Mauricio y en su lugar se empieza a construir en 1221 la Catedral de Burgos. Gracias a este templo Burgos es un punto central y empieza a haber mucho comercio. Además Fernando III en 1230 unificó definitivamente el reino de Castilla y el de León para formar la corona de Castilla. Algunas ciudades españolas y otras del Nuevo Mundo fueron fundadas desde Burgos, como Bilbao, fundada por el rey Fernando IV de Castilla el 4 de enero de 1301. En el siglo XV Burgos se convierte en lo mejorcito, ya que Los Reyes Católicos, en 1494, establece el Consulado en Burgos en la Casa del Cordón, dando a la Ciudad todo el comercio de las lanas castellanas.

Como nos organizábamos:

Había dos

tipos de grupos: Hombres privilegiados que eran los nobles que vivían en castillos y poseían grandes tierras, además no pagaban impuestos, al igual que el clero que eran los monjes y monjas y los sacerdotes y los obispos. Hombres no privilegiados que tenían que pagar impuestos. Los campesinos eran los más abundantes y vivían en los pueblos. Los artesanos y los comerciantes vivían en ciudades.

Tipos de Arte:

En el siglo XI se construía en estilo

románico. Estos edificios tenían poca altura y unos muros muy gruesos en los que había pocas ventanas. Las puertas y las ventanas tenían un arco de media circunferencia. Pero a partir del siglo XIII empezó a edificarse en estilo gótico que eran altos y con grandes puertas y ventanas con arcos en forma apuntada. Las ventanas se decoraban con vidrieras.

Las ciudades:

estaban rodeadas de murallas con puertas

que se cerraban por la noche. Se organizaban en barrios y las calles eran estrechas


y las casas de madera. Había una plaza donde se vendían los productos. Los artesanos que hacían lo mismo se agrupaban en gremios por lo que tenían los talleres en la misma calle. En muchas ciudades se construyeron catedrales y en las más importantes universidades.

Borja l.

LA CIUDAD DE BURGOS EN LA EDAD MEDIA Fundación de la ciudad En el año 884, el Conde Diego Porcelos fundó la ciudad de Burgos en los alrededores del avance de los Reinos Cristianos hacia el sur. El rey Alfonso III (866-910) estableció unos pueblos (Burgos entre ellos) para fortificar la frontera.

El primitivo Burgos El primitivo Burgos tenía un carácter marcadamente defensivo, estaba situado en el lado sur de la colina del Castillo y estaba protegido por un muro no muy alto, reforzado por torres defensivas. Burgos, relativamente pronto, quedó en la retaguardia al avanzar la frontera hacia el Sur; no obstante, durante el siglo X sufrió ataques árabes, el más conocido el de 934 en el que los árabes arrasaron cosechas y destruyeron el Monasterio de San Pedro Cardeña matando a más de 200 monjes. Este alejamiento de la frontera tuvo como consecuencia un CAMBIO DE FUNCIONES DE LA CIUDAD:


Fue perdiendo su carácter militar y adquiriendo una función artesanal y comercial. Burgos en el siglo XIV -Fue un siglo de crisis. -Peste Negra: la gente se iba. -Enfrentamientos nobiliarios y desgobierno. -Guerra civil (Pedro I – E. Trastámara) -Una nota positiva: en 1339 el rey Alfonso XI otorga a Burgos la celebración de una feria anual de 15 días de duración por la fiesta de San Juan (se pretendía reforzar el comercio internacional de lana) Burgos en el siglo XV Burgos adquirió especial protagonismo en el lucrativo comercio de la lana: -En 1455 se funda la Universidad de Mercaderes. -En 1494 se funda el Consulado del Mar. El Consultado intenta centralizar el comercio de la lana. Se asientan en Burgos grandes mercaderes que operan en el ámbito internacional. Burgos se convierte en un gran centro comercial. Burgos a finales del siglo XV -Signos de recuperación demográfica (ejemplo: la iglesia de S. Lesmes solicita poder ser agrandada porque no caben en ella los feligreses). -Se construye el Palacio de los Condestables, “La Casa del Cordón”. Aquí recibieron los Reyes Católicos a Colón cuando regresó de su segundo viaje (1496).

JUAN PEÑA GARCÍA


Burgos en la Edad Media El Burgos medieval es un modelo de desarrollo urbano preindustrial. Comenzó siendo un centro de poder político y eclesiástico, pero pronto contó con un comercio y una artesanía importantes, actividades inducidas por la entrada de grandes cantidades de rentas exteriores. Además, durante la Baja Edad Media llegó a ser la capital del comercio exterior castellano. Todos estos progresos importante

causaron aumento

un de

la

población y el surgimiento de una sociedad inequívocamente urbana. Como consecuencia de los

cambios

socioeconómicos

citados

aumentó

considerablemente el tamaño espacial de Burgos, que se extendió por la ladera del cerro y por la Vega del Arlanzón. Una red urbana jerarquizada y ordenada cubrió la ciudad desapareciendo el primitivo trazado ruralizante y se produjo un importante proceso de


diferenciaci贸n funcional y social del espacio urbano.

Celia Guti茅rrez Laso


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