Pan, trabajo y libertad. El movimiento sindical en Torreperogil (1903-1939)

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PAN TRABAJO Y LIBERTAD El movimiento sindical en Torreperogil 1903-1939. Jonathan Hernández Marrero Conferencia dada en Torreperogil (Jaén) 27-08-2016 ¡Pan, Trabajo y Libertad! junto con ¡La tierra para quien la trabaja!, han sido dos de los lemas más sentidos por los obreros y campesinos de Andalucía. A este respecto, Torreperogil no fue una excepción. ¿Por qué este título de Pan, trabajo y libertad? Básicamente, porque en este mes de agosto de 2016 se cumplen 40 años del asesinato del joven Javier Verdejo en 1976 cuando realizaba una pintada en un muro precisamente con ese lema. Después de casi 40 años de Dictadura se volvía a pagar con sangre el revivir de las viejas reivindicaciones obreras. Pero no vamos a hablar de la Transición política… sólo pretendíamos recordar e ilustrar como la lucha de los obreros y campesinos andaluces es y fue una lucha que ha costado mucha sangre y sacrificios, incluso en tiempos recientes. Es importante tener presente esto para comprender como se conectan las luchas del pasado con las del presente.

Francisco Javier Verdejo. Fotografía: Revista Cambio 16. 20-26 septiembre 1976. Para comprender las características, reivindicaciones y luchas de los sindicalistas torreños de finales de siglo XIX y comienzos del XX, es necesario que nos acerquemos al contexto que les tocó vivir. Torreperogil se encuentra inserto en el partido judicial de Úbeda, y es un municipio relativamente pequeño en cuanto a extensión y muy poblado en relación a la misma. Si relacionamos este “exceso” de población con la propiedad de la tierra, comprenderemos por qué


hablamos de un “exceso”, tiene este que ver más bien, con la distribución de los recursos. En 1932 en Jaén un 39,43% de toda la provincia estaba en manos de únicamente 410 propietarios.

Fuente: Pascual Carrión. Los latifundios en España, su importancia, origen, consecuencias y solución. Ed. Ariel. Barcelona 1975. pág. 202. Elaboración Propia. No obstante, Torreperogil parecía un pueblo relativamente parcelado para esas fechas de los años 30. Según los datos de Pascual Carrión únicamente había tres grandes fincas de más 250 Ha. representando casi un 10% del municipio1. Sin embargo, al analizar las contribuciones de riqueza rústica, los datos señalan mayor concentración. La cuota total que debían abonar todos los propietarios del municipio era de 436.993 pesetas. Pero sólo 18 propietarios pagaban cuotas de más de 5.000 pesetas, la más alta en función del rendimiento de

Carrión Pascual: Los latifundios en España. Su importancia, origen, consecuencias y solución. Ed. Ariel, Barcelona 1975. pp. 202 1


la finca. Esto representaba el 39,72% de la riqueza total del pueblo 2. Es decir, aunque sólo había tres fincas de más de 250 Ha., es evidente que existían otras grandes fincas –aunque menores de 250 Ha– que eran acaparadas por parte de unos pocos. Estamos hablando, pues de un pueblo con gran peso de los grandes terratenientes.

Fuente: Ibídem. Quizás, sean más ilustrativos de lo que decimos los censos electorales del Ayuntamiento de Torreperogil de los años 1930 y 1934. Estos censos son nominales y separan a la población que podía votar por categorías profesionales. En el caso de 1930, sólo podían votar hombres adultos (25 años) que hubieran residido en la localidad al menos los dos años anteriores. En este caso se trata de una muestra de 1755 varones. Un 79,20 % se declaraban Braceros del campo, mientras que los Propietarios o Labradores eran en conjunto un 7,24% del total. Es decir, entre la población de varones con derecho a voto se consignaba una gran mayoría de Braceros del campo.

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Ibídem, pp. 206.


Fuente: AHMT: ES 23320 AHMT/6.00/ Elecciones /EXP. 3. Elaboración Propia. En el caso del censo de 1934, ofrece datos más precisos. Puesto que la Ley electoral había cambiado en 1931 y ampliaba el censo, además de poder votar las mujeres (1933). Este censo muestra una diferenciación en cuanto a las categorías laborales. Los Braceros/Jornaleros son ahora 23,94 %. Aparece una nueva categoría consignada como “Del Campo” referida a personas que pueden poseer un pequeño pedazo de tierra o no, son un 15,75 %. Aunque este grupo por su nivel de cultural –mayoritariamente analfabetos– demuestra que socialmente pertenecen al mismo grupo que los braceros. El grupo de Propietarios y Labradores es apenas el 0,84 %, al ser un censo nominal sabemos que los grandes propietarios siempre se consignaban como propietarios o por su profesión liberal. En este caso, hay que tener en cuenta la fuerte polarización entre el campesinado en el contexto de la II República.


Fuente: AHMT: ES 23320 AHMT/6.00/ Elecciones Censo Electoral 1934. Elaboración Propia. En este contexto de polarización, la alimentación y los datos que proporcionó el Instituto de Reformas Sociales (IRS) en 1905 demostraban que en Torreperogil la situación de las familias de Braceros era muy difícil. Entonces el Ayuntamiento informaba a la encuesta del IRS de que una familia jornalera (padre, esposa y tres hijos) en Torreperogil necesitaba de 851 a 900 pesetas al año para cubrir sus necesidades3. Si tenemos en cuenta que el trabajo jornalero era estacional (no más de 240 a 270 jornadas), era extremadamente difícil para un jornalero alcanzar esta cifra a finales de año. Además como el mismo IRS informaba, era muy común combinar el pago en metálico con el pago en especie. A ello podemos unir la resistencia de los patronos a pagar sueldos de 2,5 a 5 pesetas el máximo, el trabajo a destajo y de sol a sol era común, así como la ausencia total del Estado en las relaciones laborales. Esto hacía del jornalero andaluz el más miserable de los trabajadores de Europa, reducido muchas veces a la condición de indigente.

Colas para comprar pan en Sevilla 1914-1918. Fotografía: Andalucía en la Historia. Año XII. Nº 45. Julio 2014. El sindicalismo en la provincia de Jaén nace en estas difíciles circunstancias de finales de siglo XIX. Los principales núcleos tienen que ver con la minería de Linares, aunque pronto aparecen algunos grupos en localidades importantes como Úbeda, Villacarrillo, etc.

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Instituto de Reformas Sociales (IRS): Resumen de la información acerca de los obreros agrícolas en las provincias de Andalucía y Extremadura. Imprenta Sucesora de M. Minuesa de los Ríos. Madrid. 1905.


Estos núcleos iniciales no lo tuvieron nada fácil, el Estado y las autoridades locales – léase terratenientes– entendieron que la organización de los obreros y campesinos era una amenaza a su “orden”. Por ello, se pone en marcha todo un aparato legislativo destinado a coartar su organización; primero con leyes como la Ley de Antiterrorismo ordenanzas municipales diversas, etc.; para luego pasar a medidas más drásticas como asesinatos, deportaciones o montajes gubernativos y policiales tan sonados como el de la “Mano Negra”. No en vano, el principal muñidor de la Restauración Borbónica, Antonio Cánovas del Castillo, diría: “Siempre habrá miseria, siempre habrá una última grada en las escala social. Un proletariado que será preciso contener con dos medios: con el de la caridad, la ilustración, los recursos morales y cuando estos no basten con el de la fuerza”.4 Torreperogil también se vería afectado por las ordenanzas municipales que prohibían las reuniones y manifestaciones públicas, dejando suspendidos los derechos de la Constitución de 1876. En 1887 se logró la primera Ley de Asociaciones de España. Aunque en el campo prácticamente no tendría efecto ya que, hasta 1906 no se aprueba la primera Ley de Sindicatos Agrícolas. A pesar de estas leyes que permiten la asociación obrera, seguirá primando la visión de que todo conflicto laboral era un problema de orden público y como tal se actuaba: se suspendían las garantías y se mandaba al Ejército o a la Guardia Civil.

Grabado: I Congreso Obrero de Barcelona de 1870. Teatro del Circo.

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Canovas del Castillo, Antonio: Discurso sobre La Internacional. Discurso Parlamentario Sesión de 3 de noviembre de 1871. http://www.cervantesvirtual.com/portales/reyes_y_reinas_espana_contemporanea/obra-visor-din/discursosparlamentarios--0/html/fef0f6ea-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html


La enorme precariedad del campo andaluz provocará a finales de siglo, en 1892, una serie de conflictos por toda la geografía nacional. En Torreperogil se produce un motín en el cual la chispa saltó a cuenta de una discusión por los arbitrios municipales (en España siempre ha primado la tributación indirecta sobre la directa, recayendo una pesada carga sobre las clases populares). Podemos entender que estos chispazos de rebeldía o motines son ejemplos de una especie de conciencia latente sobre las injusticias que posteriormente pondrá sobre la mesa el movimiento obrero.

Cabecera del diario Republicano Progresista El País 1892 y noticia del motín. El comienzo del siglo XX no fue mejor y en 1903 tenían lugar grandes huelgas agrarias en toda Andalucía. Precisamente, en esas fechas, tenemos la noticia del primer sindicato existente en nuestro pueblo. Este se adscribía al anarquismo y acudía a Madrid al Tercer Congreso de La Federación de Sociedades de Resistencia de la Región Española (FSORE). Sus reivindicaciones eran del todo lógicas y alejadas de un supuesto utopismo: jornada de ocho horas, descanso dominical, escuela laica, etc. Este embrión de sindicalismo llegó al Congreso de Córdoba de 1913: Congreso de Trabajadores del Campo. El sindicato de Torreperogil se adhería a la CNT lo representaba Francisco Ruiz Caja, el que decía representar a 103 afiliados. Las reivindicaciones muy similares a las anteriores: reducción de la jornada laboral, inclusión en la Ley de accidentes laborales, rebaja de precios artículos primera necesidad, higiene en las viviendas, etc., así como aumentar la formación fundando escuelas racionalistas. En el Congreso de 1914 acudía José Sanz en representación de las federaciones de La Carolina, Torreperogil, Canena, Úbeda, Villanueva del Arzobispo y Fernán-Núñez. En este congreso se propugna la “acción directa” como medio de emancipación de la clase obrera. La presencia en estos congresos son indicativos del arraigo que la corriente anarquista había alcanzado en el pueblo. Se difundían por el pueblo “Solidaridad Obrera”, “La Voz del Cantero”,


“Tierra y Libertad” y “Acción Directa. Andrés Martínez Albacete, según los informes de la Alcaldía y Guardia Civil, era el principal distribuidor la prensa anarquista.

Cabecera del diario anarquista Solidaridad Obrera 8 de agosto 1936. La actividad de los anarquistas fue muy intensa y en esos primeros años del siglo XX importantes propagandistas daban giras por la provincia. Así, llega a Torreperogil en octubre de 1914 José Sánchez Rosa5 y su hija Francisca Sánchez Villalobos. Su visita fue todo un acontecimiento y la Guardia Civil concentró fuerzas en la localidad, no perdiendo detalle de las veladas y conferencias en el Sindicato de Obreros Agricultores de la villa que acabaron el día 12 de octubre.

Sánchez Rosa con un grupo de alumnos de Triana. Fotografía: RMHSA-CGT 5

José Sánchez Rosa (1864-1936) Gaditano del pueblo de Grazalema. Desde joven abraza las ideas anarquistas influenciado por Fermín Salvochea. En 1892 es condenado a ocho años de cárcel por “los sucesos de Jerez”. En 1904 funda su primera escuela racionalista. En 1910 ingresa en la CNT y crea su regional andaluza. A partir de este momento se dedica a la propaganda y la enseñanza de las masas campesinas. En 1914 participa con su hija Francisca en una gira de mítines conocidas como “excursiones”. Gracias a estas giras son muy conocidas sus publicaciones con la editorial “Biblioteca del obrero”. En 1919 se opone a la tendencia sindical de la CNT, es expulsado en 1920 de la misma. En 1931 se reincorpora a la CNT. En 1936 a los 72 años es fusilado junto a otras 16 personas.


Ese mismo año de 1914, en plena campaña de la aceituna, se da la primera huelga general local de la que tenemos noticia. La misma atrajo, según la prensa socialista6, la solidaridad de otros sectores obreros. Aunque no sabemos a ciencia cierta las reivindicaciones, es muy posible que se tratara de la reclamación de jornal diario de al menos dos pesetas. Así se llegó al año 1915 en el que la tensión fue subiendo en toda Andalucía. La Guerra Mundial provocó una inflación galopante, y en el campo paro y hambre. Ese año se viven asaltos a panaderías en Sevilla, enfrentamientos en Úbeda, Ronda, Osuna, etc. El sindicato torreño venía denunciando ante el Gobernador Civil las presiones patronales sin recibir una respuesta satisfactoria. En abril, el Tercer Congreso de Campesinos se celebra en Úbeda saliendo reforzados los obreros del sindicato local “Luz del Porvenir” y su máximo dirigente Federico Gaitán Fernández. En junio de ese año se disponen a declarar la huelga para la recolección del cereal. Pero la noche del 5 al 6 de junio, cuando están reunidos en el centro obrero, pistoleros de la patronal irrumpen en el mismo asesinando a dos de los obreros.

Cárcel Modelo del Partido Judicial de Úbeda. Fotografía: http://listarojapatrimonio.org/ Después de los asesinatos, los principales dirigentes del sindicato serían procesados. Mientras que los asesinos no tendrían ningún castigo. El caso tuvo cierta resonancia y solidaridad entre los medios obreros y liberales, desplazándose para la defensa de los encartados el republicano federal Eduardo Barriobero Herrán. El sindicalismo en Torreperogil quedó herido durante estos años, aunque pudo seguir desarrollando sus actividades, siempre bajo estrecha vigilancia, coacciones y constantes cierres del local. 6

El Socialista. 22 de diciembre 1914.


Al finalizar la I Guerra Mundial el sistema de la Restauración se encuentra en crisis terminal, lo que provoca el golpe militar de Miguel Primo de Rivera. Este golpe significa para el campesinado toda una ofensiva patronal con:    

Bajada de salarios a 3 pesetas para la recolección. Vuelta del trabajo de sol a sol. Los patronos no asisten a los comités paritarios para llegar a acuerdos sobre el trabajo. Violentar otras leyes como la de retiro obrero, no aplicar en época de cosecha la Ley de descanso dominical, etc.

Los años 20 son un periodo para el que no tenemos datos fiables sobre lo que ocurre con el sindicalismo en Torreperogil. Es muy probable que el sindicalismo de tipo socialista se fuera introduciendo aprovechando las circunstancias favorables por la ilegalización de la CNT.

Fotografía: Madrid

14 abril de 1931, proclamación de la Segunda República.

(Fotografía: Luis Ramón Marín) La crisis de los años 30 vio nacer, en unas circunstancias nada favorables, la II República Española. En Torreperogil la situación de crisis se puede resumir en dos grandes problemas que afectaban a las clases populares: 

El problema del paro y la pobreza.

El analfabetismo y la falta de escuelas.


Respecto al primero de los problemas, España era un país eminente agrario (en los años 30 el sector primario ocupaba a algo más del 45% de la población activa). La crisis de 1929 provocó el retorno de muchos emigrantes y el cierre de la posible emigración. A su vez, se asiste a la crisis de la industria y la baja episódica de los precios agrarios. Factores que provocaron que la tasa del paro se duplicara durante el periodo republicano. En el campo era donde más grave aparecía el problema, en Andalucía alcanzó un 12% de la población activa. Más de la mitad de todos los parados eran jornaleros. A finales de 1934 casi el 40% de los parados del país eran jornaleros andaluces y extremeños. Además agravaba la situación la carencia de un sistema de subsidios estatales y lo limitado de otros sistemas de seguridad social. Lo que contribuyó a dejar al margen de la sociedad a una enorme masa de parados creando un foco de conflictividad constante. El primer gobierno republicano y los ayuntamientos trataron de solventar la crisis con las obras públicas y la colocación de obreros en labores agrícolas. Todo ello a través de un dispositivo legislativo encaminado a introducir en el agro las relaciones laborales modernas. No obstante, se encontraron desde el primer momento la oposición frontal de los terratenientes. En Torreperogil los patronos se negaron a aceptar colocación de obreros, jurados mixtos, laboreo forzoso, etc., saboteando a cada paso la legislación. Al problema del paro, muy acusado en el pueblo, se sumaba la pobreza de muchas familias abocadas a la caridad.

POBLACIÓN ACOGIDA AL SERVICIO BENÉFICO 1932 9%

91 %

Fuente: AHMT Secretaria (4.7) 42; 1/2 1932-1933. Elaboración Propia. En cuanto a la educación las altas tasas de analfabetismo y segregación según el sexo también eran muy marcadas. En todo el partido judicial de Úbeda había 14 escuelas a finales del siglo XIX. En Torreperogil había 2 (una de niñas (privada) y otra de niños) Durante la República se destinaron 80.000 pesetas a la construcción y mejora de escuelas, se hizo laica y sin segregación por sexos. Hay que decir, que en el ámbito educativo, la República obtuvo sus


mejores resultados, bajando en apenas unos años la tasa de analfabetos en nueve puntos porcentuales.

ALFABETIZACIÓN 1934

Alfabetos 37%

Analfabetos 63%

Fuente: AHMT ES 23320 AHMT/6.00/ Elecciones Censo Electoral 1934. Elaboración Propia. Las libertadas recuperadas sirvieron para poner en pie de nuevo a los sindicatos. El PSOE legalizó en mayo de 1931 el “Sindicato de Agricultores La Justicia Social” adscrito a la UGT. Poco después, se funda la “Asociación Socialista Pro Cultura”, con la finalidad de potenciar la cultura entre las masas del pueblo. En el Partido Socialista local destacaran personajes como los hermanos Conchillo Linares (Diego y Luis); los alcaldes Juan Jumillas López y Francisco Jurado López; pero por encima de todos Alfonso Fernández Torres que gana renombre en toda la provincia. Algo más tardía fue la refundación del sindicato anarquista. El dos de diciembre de 1931 se legaliza la “Sociedad de Sindicato de Trabajadores del Campo y Oficios Varios La Antorcha Luminosa” adscrita a la CNT. En este sindicato destacará la preferencia de muchos de sus militantes por la acción directa como método reivindicativo. Su principal líder en el pueblo seguía siendo Federico Gaitán Fernández.


Imagen de portada del Reglamento del Sindicato de Agricultores La Justicia Social de Torreperogil. UGT. Archivo Fundación Pablo Iglesias. A la oposición frontal de los patronos a aplicar las Reforma Agraria se le suma el clima de desesperación y movilización del campesinado. Cualquier provocación estalla en una violenta pelea y los actos de represalia de uno y otro lado comienzan a menudear en la crónica. La quema del coche de un conocido derechista7; en febrero de 1932 el fiscal de Córdoba, un conocido terrateniente absentista del pueblo, es agredido al ser reconocido por las calles del pueblo8; un petardo en el casino del pueblo9, etc. Sin embargo, el momento más tenso tiene lugar con la huelga general declarada a finales de marzo de 1932. La huelga provocó una gran movilización en Jaén. El motivo principal fue la violación constante del decreto de Laboreo Forzoso. Comenzaba a ser evidente que fincas completas se dejaban sin trabajar para sabotear la política gubernamental. En el caso del pueblo esta situación tensa se traduce en la denuncia de varias fincas que estaban sin trabajar por lo que se desplazaron los técnicos del ministerio al pueblo. Además, durante esta huelga, un obrero trata de asesinar al antiguo alcalde y principal contribuyente de rústica: José María Bravo Muñoz (23.000 olivos en el término municipal)10. En las afueras del pueblo también hay un tiroteo sin muertos. Finalmente, la preocupación del Gobierno Civil y la falta de entendimiento con el alcalde provocan el cese de este último. A partir de ese momento, con la primera alcaldía socialista –Juan Jumillas López–, las acciones encaminadas a que la tierra sea trabajada son mucho más enérgicas. Desde el minuto uno el

AHMT, Libro de registro de entradas y salidas 1931 La Época. 25 de febrero de 1932 9 El Siglo Futuro. 23 de abril de 1932 10 El Sol. 23 de marzo de 1932. 7 8


nuevo Ayuntamiento encontró la oposición frontal y decidida de una derecha ya reconstruida en diferentes partidos.

Cabecera del Diario Católico Tradicionalista El Siglo Futuro. En junio de 1933 se desata otra vez la huelga, antes de la siega, pidiendo el cumplimiento de las leyes. 1933 es además el año en el que se fractura el gobierno RepublicanoSocialista y, en noviembre, hay nuevas elecciones que ganará la derecha. Las elecciones son muy broncas. En Torreperogil y Úbeda con una implantación fuerte de grupos pertenecientes a la FAI (grupos que actuaban dentro de la CNT para evitar que esta se separada de los postulados revolucionarios frente a los treintistas) hay diversos choques en diferentes actos electorales y acciones de represalias11. Con la victoria de la derecha en las elecciones comenzó el desmontaje de la legislación laboral, dando el golpe definitivo a la Reforma Agraria. Será fundamentalmente el avance inexorable de esta contrarreforma, lo que lance a los socialistas a movilizar sus bases campesinas en la recolección de 1934. Con la huelga se pretendía presionar a los patronos para que abandonaran el boicot a las leyes, sobre todo a los Jurados Mixtos. En marzo había casi 50.000 parados en la provincia. Más del 30% de la población activa. La huelga fue declarada ilegal y aunque se negoció hasta el último momento no se llegó a un acuerdo sobre su celebración. En Torreperogil la huelga tuvo mucho impacto afectando a la gran masa de jornaleros. Pero también encontró la oposición efectiva de las autoridades. Hubo algunos choques armados entre piquetes y las autoridades apoyadas por paisanos dispuestos a romper la huelga. En el cortijo “Las Pérez” cae asesinado un falangista y en el “Poco Humo” hay dos heridos12. Para el 11 12

El Siglo Futuro. 27 de octubre de 1933. La Época. 6 de junio 1934.


día 8 la huelga había fracasado, se habían concentrado Guardias Civiles y Guardias de Asalto en el pueblo deteniendo a un total de 15 huelguistas. Los siguientes años a la huelga de 1934 son años muy duros. Se calcula que la provincia de Jaén había unos 1200 detenidos en julio de ese mismo año13. El sindicalismo jienense había perdido todo poder de negociación. Aun así, algunos grupos de faístas siguieron actuando en la clandestinidad, aunque enfrentaban importantes caídas y desarticulaciones 14.

Noticia del diario Republicano Luz sobre la Huelga Campesina de 1934. La victoria del FP fue un nuevo vuelco ocupando nuevamente la alcaldía los socialistas. Desde aquí se trata de paliar el paro con obras públicas y ayudar económicamente a los presos de 1934. Unos meses después se produce el Golpe de Estado y algunos terratenientes y derechistas más destacados son detenidos. Se organizan milicias que recorren diferentes pueblos de la comarca para evitar intentonas golpistas. Comienza un periodo de represión descontrolada que durará hasta finales de 1936, algunos personajes de la derecha local son asesinados15. Inmediatamente se pasa a la colectivización de los bienes incautados, un deseo muy sentido por el campesinado local. En Torreperogil se fundan dos grandes colectividades, primero la “Colectividad de Agricultores de la Tierra”. Se trataba de una colectividad mixta de la UGT y CNT, la misma fue agrupando a los pequeños núcleos colectivistas del pueblo en una unidad más grande. La “Sociedad Obrera de Agricultores de la Tierra” se encargaba de dirigirla y administrarla. Posteriormente se creó la “Colectividad de viticultores” agrupando a las gentes del sindicato “La Justicia Social” (PSOE) y “El sindicato único de Trabajadores y oficios varios” (CNT). Aunque no sabemos a ciencia cierta la eficacia económica de las colectividades, sí sabemos que a mediados de 1937 comenzó un Cobo Romero: Conflicto rural y violencia política. Instituto de Estudios Giennenses. Nº 166, 1997, pp. 29. El Siglo Futuro. 25 de noviembre de 1935. 15 AHN FC-CAUSA_GENERAL,1026, Exp.30. Causa General. Torreperogil. 13 14


intento de racionalización en el funcionamiento de las mismas. Por lo que podemos inferir que en principio, su funcionamiento no fue del todo satisfactorio para la economía de la guerra. Otro hecho bien diferente, es que para los campesinos fueran eficaces o no. Algunos testimonios orales recordaban la colectivización como un periodo de abundancia alimenticia en comparación con el periodo precedente. Con el fin de la Guerra comienza una etapa de represión, exilio y hambre, pero esa ya es otra historia…

Agricultores del bando republicano en el Frente de Aragón en agosto de 1936. Fotografía: Robert Capa.

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