Revista Raíces de Papel Nº 8 ( Abril 2012 )

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RAÍCES DE PAPEL Revista de la Plataforma Cultural Raíces de Papel Número 8

EXTRAORDINARIO

MONOGRÁFICO DEDICADO A LA POETA IRENE MAYORAL

2012


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SUMARIO

RAÍZ DE ORO

Página

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RAÍCES DE UNA VIDA

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HUELLAS (Antología Poética)

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HUELLAS EN LA SOLEDAD (1989)

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Me llamo Irene Mi piel Los besos nuevos Aunque camine CARTAS PARA UNA VOZ (1991)

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Encuentro presentido Eres grito que acuchilla a la madera Última cita Peces en mi boca VELÁZQUEZ Y YO

(1992)

34

Las hilanderas, o fábula de Aracne La fragua de Vulcano Esopo Autorretrato ESA MIRADA DE ABIR DESDE EL ISLAM (1993) Desde Alejandría Esposa para Ahmed Pasión que aumenta Harén

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ÁFRICA. DIARIO DE UNA MISIONERA (1994)

46

Diario I Y acarrearon los huesos de José Diario XIII Iré a clavarme en Ti cada mañana Diario XIX Dijo el Señor: Diario XXXIV Epílogo TE ESTOY, (POR MAYORALAS) (1995)

55

Me vienes, ¿por la imaginación, acaso? ¿Vienes por la alegría? Te invento Y te recibo debajo de la sombra DE GUERRAS Y NIÑOS TATUADOS (1997)

60

I XV Nosotros los peregrinos Y el hombre se encuentra con la esperanza ANTOLOGÍA MÍNIMA (Plaq.) (1998)

65

Málaga marinera Cita en un hotel Mi niña juega a ser madre Entonces, yo era tu mundo MANZANARES DE LA MANCHA Y YO (1999) I XX XXIV XXXI

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VEN, HABITEMOS EN LA IMAGINACIÓN (2001)

77

I XIII XXIV XXXVII Y, te espero HOTEL, HABITACIÓN 202 (2003)

83

Lamento Huida Castilla Epílogo UNA HISTORIA, UNA AERONAVE (2004)

88

I XV XXIV Epílogo SOLEDADES Y SILENCIOS (2010)

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1 6 22 39

DEDICATORIAS CON AMOR

99

JOSÉ JAVIER ALEIXANDRE

101

La amistad CHARO BÁGUENA MOLINA

103

Para Irene Mayoral

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TERESA BERENGUER

105

Descubrirte hada JAVIER BUENO JIMÉNEZ (Arvikis)

107

La dulzura se instala en tus palabras JUAN CALDERÓN MATADOR

111

Maestra Irene SOLEDAD CAVERO

115

Reina sin corona LEOPOLDO DE LUIS

117

Orla para un retrato de Irene Mayoral ISABEL DÍEZ SERRANO

121

"Te estoy" MARIA SALUD FERRERE

123

Hablo a Irene JULIA GALLO SANZ

125

Irene MARIA ROSA JAEN

127

Invita tu alegría FRANCISCO JIMÉNEZ BALLESTEROS

129

Con la suavidad de una rosa ÁNGEL LAS NAVAS PAGÁN

131

A Irene Mayoral JOSÉ LÓPEZ RUEDA

133

Irene y don Diego JOSÉ LUIS MAYORAL

135

A Irene Mayoral ANDRÉS MOLINA MOLES

137

Irene Mayoral ALEJANDRO MORENO ROMERO

139

A Irene Mayoral PILAR PIZARROSO BLÁZQUEZ

141

Con otros ojos

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MARÍA PILAR PUEYO CASAUS

143

A Irene Mayoral ÁNGELA REYES

145

CARMEN RUBIO

147

Tardes para tu nombre JUAN RUIZ DE TORRES

149

ANTONIO RUIZ L. DE LERMA

152

Dios me acercó su aroma MILAGROS SALVADOR

155

A Irene Mayoral F. SÁNCHEZ-CARPIO

157

Mística RAFAEL SANZ SANZ

161

Soneto a Irene Mayoral CURRO SEVILLA

163

A Irene Mayoral IRENE VALCÁRCEL MAYORAL

165

A mi amiga Irene Mayoral... ANTONIO VALCÁRCEL MAYORAL

167

LOLA VICENTE CARPENA

169

Para Irene MARÍA JESÚS VIVAS ALBO

171

Una estrella JOSÉ PEDRO YGLESIAS-PALOMAR

173

A la Tertulia Literaria de Irene Mayoral...

INSTANTÁNEAS

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Raíces de Papel Revista de la Plataforma Cultural Raíces de Papel Nº 8 EXTRAORDINARIO 2012 Dirección: Javier Bueno Jiménez y Juan Calderón Matador Subdirecciones: Julia Gallo Sanz (Preguntas con Respuesta) Reyes Cáceres Molinero (Artículos) Milagros L. Salvador (Reseñas) Corresponsales: Amelia Peco (Guadalajara) Ana Gamero (Cádiz) Ana Mª Castillo (Mérida) Blas Muñoz (Valencia) Elena Marqués Núñez (Sevilla) Lola Vicente (Segovia) Marcos Callau (Zaragoza) Plácido Ramírez (Badajoz) Raúl Calvo (Galicia) Raúl Jurado Gallego (Cáceres) Silvia Carpena Sáez (Palencia) Plataforma Cultural Raíces de Papel C/ Benito Castro, 11 2º Izq. 28028 Madrid raicesdepapel@gmail.com http://raicesdepapel.blogspot.com/

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NÚMERO MONOGRÁFICO DEDICADO A LA POETA IRENE MAYORAL

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RAÍZ DE ORO

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Por su exquisita obra literaria, Contribución a la Cultura y trabajo en favor de la PAZ,

La Plataforma Cultural “RAÍCES DE PAPEL” concede a la poeta IRENE MAYORAL El Premio

RAÍZ DE ORO y la nombra Miembro de Honor

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RAÍCES DE UNA VIDA

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Me han pedido que escriba una biografía de Irene Mayoral, mi madre y amiga, con quien he compartido tantos momentos y mutuas confesiones. Al principio pensé que sería una tarea fácil, pues a través de sus recuerdos, de los de la familia y amigos y de todo lo que hemos vivido juntas, puedo afirmar que conozco a Irene Mayoral muy bien. Pero precisamente por esa razón he descubierto que no es fácil resumir la vida de mi madre. Su experiencia vital es muy extensa, ha vivido momentos de extrema dureza, otros casi fantásticos que la mayoría consideraría novelados o inventados. Tendría que escribir varias novelas con sus recuerdos y experiencias para que el lector pudiera hacerse una idea de la personalidad de Irene. Por ello voy a dejarles con la intriga y me limitaré a plasmar unas breves: NOTAS BIOGRÁFICAS DE IRENE MAYORAL Nació en Madrid (España). Hija menor de Manoli Muñoz y Luis Mayoral, que tenían dos hijos mayores: Luisa y José Luis. A los tres años perdió a su padre por las secuelas de un accidente de tráfico. Al comenzar la guerra la enviaron a casa de una hermana de su madre, en Manzanares de La Mancha, donde pasó su infancia en el hotel que regentaba su tía. Cuando tenía ocho años falleció su madre a la salida del metro en la calle Lista de Madrid, a consecuencia de la explosión de un polvorín, quedando bajo la custodia de su tía Adelaida. Realizó sus primeros estudios en el colegio del Hospital. Y en las Concepcionistas comenzó a estudiar música y canto. Preparó su ingreso en el bachillerato en el colegio de D. Cristóbal del Río y del Barco, donde ya descubrieron sus dotes para cantar y se veía obligada a participar en todas las celebraciones, a pesar de su timidez. Su estancia en el Hotel Regina le permitió conocer a personas muy diferentes y vivir situaciones extremas que quedaron grabadas en su memoria. Comenzó a escribir poesía y narrativa desde muy niña. Se trasladó a vivir a Madrid, a casa de sus abuelos, para estudiar bachillerato, declamación, música, canto y teatro. En literatura, fue alumna de D. Gonzalo Menéndez Pidal, quien la aconsejaba sobre sus escritos. Y durante las vacaciones volvía a Manzanares, lo que le llenaba de felicidad.

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En varias ocasiones, el conocido locutor radiofónico Ángel de Echenique solicitó su presencia y voz en Radio Madrid. También actuó en Radio Nacional de España, donde la acompañó al piano el maestro Joaquín Rodrigo, a quién le sorprendió por su buena voz y gusto para cantar. También fue frecuente su presencia en otras emisoras. Paseando por la calle, junto a sus tías Maruja y Pilar, que en aquella época eran sus fieles carabinas, ya que una joven no podía ir sola por Madrid, y mucho menos de su belleza; se acercaron a ellas dos caballeros que les explicaron que se dedicaban al mundo de la moda y se habían quedado impresionados con la elegancia y belleza de la joven, proponiéndoles que fueran a su casa de modas para hacerle una propuesta de trabajo como modelo juvenil. Así comenzó su paso por las pasarelas, trabajando para grandes modistos como Contreras y Balenciaga. En un estreno en el cine Palacio de la Música, al que asistía con sus tías, como era obligado, se acercaron a ellas dos caballeros, en éste caso un director y un productor de cine, de los estudios CEA, que estrenaban un film de su producción y que insistieron en que se presentase al día siguiente en sus estudios, donde le aseguraron que la contratarían. En una representación teatral, por supuesto acompañada de sus tías Maruja y Pilar, se acercó a ella uno de los más importantes promotores artísticos internacionales del momento, el Marqués de Montemar, interesándose vivamente por sus aficiones y preparación artística. Irene le comentó su gusto por el canto, el teatro, la danza, la interpretación. Ella asistía a clases de canto, música y declamación en el Conservatorio. Y había actuado ya en teatro, como primera figura en el espectáculo “Soñando por el Mundo”, en un recorrido por España. Que realizó durante unas vacaciones de su puesto de trabajo, ganado por oposición en la O.N.C.E. El productor se puso en contacto con la tutora de Irene, su tía Adelaida Muñoz, que notarialmente autorizó el contrato internacional con ciertas cláusulas, entre ellas, y ya que era menor de edad, debería ir siempre acompañada por la persona que ella indicara. El Marqués de Montemar comenzó a firmar contratos para actuar en varios países. Había descubierto a la estrella. La presentación como primera figura de Irene de Lys, que ese fue su nombre artístico, se realizó en algunas Embajadas de Madrid. El primer espectáculo que

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protagonizó, con los mejores músicos y bailarines del momento y por supuesto las últimas novedades técnicas importadas de América, recorrió teatros de varias ciudades españolas, siendo éstos cada vez de más categoría, y se añadían Embajadas y giras por el extranjero. Y lo más importante, el rodaje de varias películas en la Meca del Cine, con estrellas mundialmente reconocidas. Un sueño increíble que se hacía realidad, y que no parecía tener fin. Pero el amor y las costumbres de la época se interpusieron en su despegue artístico. Conoció a Antonio Valcárcel, ingeniero de caminos, de familia noble, de la alta sociedad que estaba en contra del mundo artístico. El Marqués de Montemar intentó convencer a Antonio para que se convirtiera en su representante artístico, con lo que además de recorrer juntos el mundo ganaría un más que importante salario y así Irene podría realizar su sueño. Pero fue imposible convencerle, Antonio tuvo que hacer frente a los pagos correspondientes por incumplimiento de contratos y la carrera artística de Irene terminó. No dejó de escribir, viajó, asistió a fiestas de diversa índole. Fue anfitriona en recepciones a importantes personajes, como el Sha de Persia y su entonces esposa Soraya o el mismísimo Gary Cooper. Irene Mayoral se convirtió en madre de mi hermano Antonio y de mí, y centró su vida en hacernos felices a nosotros y a nuestro padre, cosa que logró plenamente. La vida, de nuevo le dio un duro golpe e inesperadamente, Antonio Valcárcel, mi padre, murió de una pancreatitis aguda, que en aquella época no tenía posible cura. La desolación la envolvió de nuevo en la tristeza y quedó viuda con dos hijos a los 42 años. La vida siguió y gracias a su ánimo y fortaleza de espíritu, junto a sus hijos volvió a sonreír. No dejaba de escribir. Pasado un tiempo se volvió a casar, con Justo González-Niño, ingeniero agrónomo. Siguió viajando y por supuesto escribiendo. Sus hijos se casaron y vinieron los nietos. Y vieron la luz sus poemarios.

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Comenzó a asistir a las reuniones de la Asociación Prometeo de Poesía, fundada por D. Juan Ruiz de Torres, escritor, profesor; porque ya sabía de su excepcional calidad. Continúa perteneciendo a la Asociación y formando parte de su Patronato, donde han sido publicados sus mejores poemarios. Juan ha sido un gran ejemplo para Irene, le admira por sus calidades como escritor, organizador y persona. Su segundo esposo falleció tras una larga enfermedad pulmonar, causada por el tabaco. Un nuevo golpe en su vida. Al que se supo enfrentar con la valentía que le ha caracterizado. Siempre preocupada por la Paz, las injusticias de las guerras y la violencia, comenzó a colaborar con el Parlamento Internacional de Estados para Seguridad y Paz, a través de escritos a favor de la Paz y la Concordia, llegando a ser nombrada Viceministra del Parlamento, y miembro del Consejo Ejecutivo del Cuerpo de Periodistas Parlamentarios, acudiendo en varias ocasiones a Italia para presentar sus ponencias ante el Parlamento. Centrada cada vez más en la poesía, recibió premios y reconocimientos nacionales e internacionales por su obra. Continuando con la publicación de poemarios. Actualmente se encuentra revisando un nuevo libro, que hemos escrito en estrecha colaboración, en el que narramos algunos recuerdos “cómicos” de una vida juntas. Porque siempre ha pensado que la mejor manera de enfrentarse a las dificultades es a través de la alegría. Irene Valcárcel Mayoral Abril de 2012

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HUELLAS (Antología Poética)

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BIOGRAFÍA LITERARIA DE IRENE MAYORAL

Hasta la fecha, ha publicado trece poemarios que han sido difundidos internacionalmente. 1- HUELLAS EN LA SOLEDAD (1989) 2- CARTAS PARA UNA VOZ (1991) 3- VELÁZQUEZ Y YO (1992) 4- ESA MIRADA DE ABIR DESDE EL ISLAM (1993) 5- ÁFRICA. DIARIO DE UNA MISIONERA (1994) 6- TE ESTOY (POR MAYORALAS) (1995) 7- DE GUERRAS Y NIÑOS TATUADOS (1997) 8- ANTOLOGÍA MÍNIMA (plaq. 1998) 9- MANZANARES DE LA MANCHA Y YO (1999) 10- VEN, HABITEMOS EN LA IMAGINACIÓN (2001) 11- HOTEL, HABITACIÓN 202 (2003) 12- UNA HISTORIA, UNA AERONAVE (2004) 13- SOLEDADES Y SILENCIOS (2010)

Su obra aparece en antologías como “Cien Poetas Contemporáneos”, editada en América; “26 CTPYH” antología ruso-española”, editada por la Universidad de San Petersburgo (Rusia), siendo presentada en esa Universidad y en la Embajada Rusa en Madrid (2002); “Damas de la Literatura”, editada en Argentina (2004); “Muestra de Poesía del Siglo XXI, en Español” (2005). Libros de consulta y Diccionarios: “Quién es quién hoy en las Letras Españolas”, “Who’s Who in Poetry” y “Dictionary of International Biography”, ambos editados en Inglaterra, publicados desde 1999. Revistas culturales, prensa, etc. Poemas suyos han sido traducidos a diversos idiomas: inglés, francés, italiano, ruso, etc. –sueltos o en antologías-. Algunos de sus poemas han sido musicalizados. La revista poética “Puerto Norte Sur” de Michigan (USA) seleccionó uno de sus poemas para ser situado en un jardín de la citada ciudad. Su poesía ha sido estudiada en varias universidades (El Cairo, entre otras). Ha sido seleccionada por la St. Thomas University (Canadá) para la

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Exhibición de Poemas-Poster “Poetas Iberoamericanos Contemporáneos”, exposición itinerante por todas las Universidades de Canadá y USA. (Desde 1998). D. Manuel Alvar, Presidente de la Real Academia de la Lengua, dedicó una página de ABC a Irene, en generoso comentario, por su libro “África, diario de una misionera”. Ha recibido comunicados de S.S. El Papa Juan Pablo II, por dos de sus libros. Así como de SS.MM. los Reyes de España. Ha formado parte, como miembro de Jurado en numerosos certámenes poéticos y literarios. Ha dado muestra de su poesía en Recitales-Lecturas en Universidades, Ateneos, Salas Culturales, Teatros, Embajadas, Emisoras de Radio, Televisión, etc., tanto en España como en Europa y América. Ha intervenido en Ferias del Libro, Bienales Internacionales de Poesía, Ferias Nacionales e Internacionales para la Mujer, etc. Ha realizado pregones de diverso carácter, (Fiestas Patronales, Semana Santa, Fiestas de Navidad), en distintas localidades españolas. Ha sido miembro directivo de la Academia Iberoamericana de Poesía, representando al Capítulo de Madrid en reuniones nacionales en Madrid e internacionales, como las de Puerto Rico y Florida (USA). Pertenece a la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, y a la Asociación de Escritores de España. Actualmente ocupa los cargos de: Viceministra del Parlamento Internacional de Estados para Seguridad y Paz, así como Secretaria General de Asuntos Sociales del mismo, con sede en Italia (cargo que conlleva Distintivo Diplomático). Miembro del Consejo Ejecutivo del Cuerpo de Periodistas Parlamentarios (con Inmunidad Parlamentaria). Directora del “Aula Literaria Tres mil” de la Casa de Guadalajara en Madrid. Vicepresidenta y miembro del Patronato de la Asociación “Prometeo de Poesía”. Miembro Activo del I.C.A. de

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Méjico. Chef-Consejera Ejecutiva de la “International Akademy S. Lukas Antwerpen” de Alemania Le han sido concedidos los Premios: “Hoja de Encina” de poesía breve, en varias ocasiones (España). “Baronessa delle Arti-Rosone de Oro” Palacio Cutelli, en Catania (Italia). “Arte Alemania 98” por obra escrita internacional. Premio “Salvador Rueda’99” de la Casa de Málaga y Andalucía, en Madrid. Premio Internacional “Medalla de oro Friedrich Hölderlin” de la Academia Antwerpen de Alemania (Años 2000 y 2003). Distinciones y Homenajes: Académica Honoris Causa de “Crisalide Universal” (Italia). Miembro de Honor de “C.C. Poético Iberoamericano” de Santa Mónica CA. (USA). Profesora Honoris Causa de la “International Akademy S. Lukas Antwerpen” (Alemania). Académica de Honor de “Felgueiras” (Portugal). Dama Comandante de la “Orden Hospitalaria Militar de Santa Mónica” en Londres (Inglaterra). Caballero Honorario de la “Orden de Caballeros de Ntra. Señora del Pilar” de Barcelona (España). “Melero de Plata” de la Casa de Guadalajara en Madrid (1999). “Socio del Año” y “Melero Alcarreño” de la Casa de Guadalajara en Madrid (2000). “Dama Romántica” de la Casa de Zamora en Madrid. “Cuerva Literaria 112” de la Peña Rodense en Madrid. Grupo Poético Chamartín del Centro Municipal “Santa Hortensia” de Madrid (2000). “Certificado de Acciones Meritorias” de la Asociación Internacional de Escritores en Ohio, USA (2000). “Madrina del Cuerpo Benéfico de Bomberos” para la celebración de su Centenario en un acto presidido por su Majestad el Rey D. Juan Carlos I, en Madrid (2001). Académica de la “Academia Constantiniana de Ciencias , Artes y Letras” de Palermo en Italia (2003). “Certifiado de Miembro de IWA” de la Writers Artists Association de Ohio en USA (2003).”Medalla de Honor” de la Cofradía de Jesús del Gran Poder” de Tomelloso, en Ciudad Real (2005). “Mujer de Nuestro Tiempo” en Italia (2005). “Medalla Aniversario” de la Asociación Prometeo de Poesía (2005). “Dama Comandante de la Real Orden de Santa Bárbara Mártir” de Alemania (2006). Homenaje de la “Peña Cultural Rodense” en Madrid (2007). Placa Peña Rodense. Ayuntamiento de Albacete. (2008) “Sembradora”, en la Gala-Aniversario de la Revista Cultural “Siembra”. La Mancha Manzanares (2008-9). Placa de Honor. Casa de Guadalajara en Madrid. (2009). Condesa de Derneck. Raíz de Oro de la Plataforma Cultural Raíces de Papel, Madrid (2012).

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HUELLAS EN LA SOLEDAD (1989)

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ME LLAMO IRENE No sé siquiera, si os acodáis de mi... Yo, no soy casi-nadie... Sé, que me llamo Irene, y que voy de camino... y que vosotros sois mi singladura. Quizá nací, de la piedra y el río, y discurro llevada en el cauce; es posible que llegue a la mar, o que me hunda anónimamente, a la sombra de cualquier olivo. Quizá nací, del Norte y del Sur, o del Este y el Oeste; así, tan sólo soy el raudo viento, que surca otros destinos. Quizá nací, de la luz y la sombra del trueno y del relámpago, y soy rayo entrañado en el tronco del árbol, para clavarme entre este surco herido. Yo sé, que voy a renacer de la espiga y el aire, para hacerme simiente y de trigo. Yo sé, que voy a renacer de paloma y de águila, y en libertad, volaré y volaré al infinito. Pero antes de volar, os pido, que una vez más, me susurréis vuestros poemas, antes de que me atrape, el último silencio y el olvido.

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MI PIEL Mi piel, de pandereta ambigua: diana, acechada por agresiones múltiples. Orografía singular. Centinela y opresor del contenido. Juramentada, y batallando en la última de las superficies, en el reducto íntimo; pues ahí acaba mi mundo. Acaba donde empiezan otras batallas y otros mundos. Un circunloquio de espirales infinitas, claveteando mi piel amurallada: mi definición, mi límite. Mi piel, hecha a todos los climas, y aún así: llora sudor cuando se la fustiga. Cuando hiere la luz y derriban los huracanes; silenciosamente y hacia adentro se lamenta o... ¿hacia afuera...? Mis ojos hubieron de romperla, por asomarme yo, yo, para reconocer amigos o enemigos. No hay libertad: sólo, prisión de huesos y firme pergamino.

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Mi piel: fue seda recorrida, cauce de corrientes bravas, festival de pétalos y risas, ¡la nada sobre mí!... Hoy, endurecida, se hizo hierro o escudo, funeraria bandera. Fin y traición. Implacable frontera.

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LOS BESOS NUEVOS Dicen, que crecen los alambres en la sombra; que hay cascadas de bruma solitaria; que la flor de la justicia se deshoja; que la traición tiene dientes de fuego. Le contesto a todos: Yo sé, que también hay besos nuevos. ...Que avanzan invasiones invisibles; que las monedas, son ruedas lapidarias; que los ríos y las estrellas se venden en las platerías; que las promesas duermen en las hamacas; que luchan los astros en el firmamento. Les contesto a todos: Yo sé, que también hay besos nuevos.

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AUNQUE CAMINE... (Despedida) No pensĂŠis cuando me veis partir, que os abandono, que vais quedando atrĂĄs en la distancia. Soy yo, quien queda anclada aunque camine, pues el paisaje, muy lejos de impulsarme: me sepulta...palada, tras palada... vaciando la tierra, toda la tierra, sobre mi marcha.

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CARTAS PARA UNA VOZ (1991)

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ENCUENTRO PRESENTIDO

Arden labios y linajes fascinados por la lumbre. Temblor urgente, encendido de la sien hasta los muslos. Toda la magia en los dedos que deseosos se alargan caminantes, peregrinos. Esta cintura bajo una sombra Ă­ntima de dos colinas de cuarzo, encumbrada en la pĂşrpura donde nacen los espacios. Pleamar en la marea, los suspiros, navegantes de oleajes sin distancia. Ese lĂ­mite crecido hasta la aurora, una sima de sedas en asombro, un instante hechizado, un sentimiento mordido, coronado de palomas, de racimos, cuando el poeta-horizonte se suicida en un verso indescriptible, ahogado, gloriosamente vertido.

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ERES GRITO QUE ACUCHILLA A LA MADERA

Anduviste sobre el viejo continente, patinando vivencias, ideas inquietudes, y tu carne de barro, entretenida, fue sembrando cantares en la yerba sin nombre. Y no me importa nada tu andadura, pues me vienes en el volcán cuando revienta, y en el río desbordado, y en el grito que acuchilla la madera, y en perdón abismal entre tus labios, y desde el precipicio que inauguran tus letras desangradas, y en el insomnio que muerde tus ojos, y desde la oración que sin saberla rezas, y desde todo tú nuevo, por un camino intacto, desde el temblor que adolescentemente estrenas.

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ÚLTIMA CITA Acabo de llegar a nuestra cita. Ajenas las burbujas saltan sobre el destino, sobre la burla. Brindaré como ayer, como mañana... con dolor, con amor...como siempre. Se vierte del cristal toda esperanza, tu sangre mana del terciopelo. Un silencio solemne ritualiza mi hora, y una muralla alta crece por los divanes. Voy a beber tus letras, (que son mías) como vino por la consagración en adelante, por que ya he profesado y arrodillando la clausura, apuraré mi cáliz.

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PECES EN MI BOCA

Tus palabras son peces que navegan mi boca, venidos de un adagio de clamores vencidos. Toda plenitud sobre la curva de siglos naufragados. Un rumor disconforme, creciente entre umbría y asombro hasta alcanzar mi grito solitario. Siempre serás el semen legítimo en mis simas, encintándome los nuevos sentimientos; la eternidad los irá encadenando a tu estirpe y serán centinelas en sombra, bajo la libertad de himnos, de gloria, de laureles.

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VELÁZQUEZ Y YO (1992)

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LAS HILANDERAS, O FÁBULA DE ARACNE Museo del Prado, Madrid Anatematiza Minerva a la joven Aracne, que atrevidamente desafía a tejer; ya solo es una araña ante el tapiz dormido en el rapto de Europa, esplendente y ambiguo. Dintel, vibrante taller de tejedoras. Por devanaderas ovillos rodarios giran hebras, torno y rueda hilando el semisueño de los copos caídos, bajo la pereza del gato burgués. Un temblor enigmático, da hilo a la madeja que silenciosa abre melancolías, cegándonos la hora el polvo de la lana, el nácar de la carne y el silbo de la rueca, por la espera inmutable de la quietud magnífica.

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LA FRAGUA DE VULCANO Museo del Prado, Madrid Elegancia frisada. Clareante el color, amarillea túnicas superficies sobre el rubio nácar del dios laureado. Preguntadle a Venus por esa armadura, ¿era para Marte, o tal vez para Aquiles? Vulcano cojea traiciones metálicas sobre el yunque y llama de equilibrio al rojo, entre los estigmas de los episodios. Crecen los herreros sus torsos desnudos, bajo el gesto altivo de aquel visitante. ¿Fue Apolo, quizá, delator de Venus en el doble "empleo"? ¿Sus luces astrales descubren lo oculto por el óleo mágico? El pintor creó la espalda del mundo, y la inclinación vertida sobre la coraza, palabras bebidas, azul asomado por filtros terreros. Un jarrito blanco, cintas o serpientes que trepan sandalias. Qué osada la burla pasea la fragua.

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ESOPO Museo del Prado, Madrid Actualidad perenne, cesión y mérito en la simbología. ¿Acaso indigna al pintor el "seudo-clasicismo", el "seudo-humanismo" a la moda y se venga?, o, ¿presenta filósofos con su saber pasado, inútil y ridículo? ¿Se trata de una cabeza majestuosa en la serenidad de su mirada lenta, con profundización de moralista, vistiendo pobreza filosófica de esteta? Quizá sí. Desde Torre Parada -montes de El PardoEsopo, el fabulista, ¿utilizaría animales caracterizando comportamientos humanos? Duro juicio del esclavo, después liberto Esopo. Observa indolente, me clava la fatiga mostrándome su libro junto al sayo harapiento. -Pesadez de vida, de color, de materia.Rebujada banda en blanco dudoso, ata su paciencia sobre la cintura. Fuiste muerto por los vecinos de Delfos. ¿No recordabas tu propia moraleja? "Corderos sin sospecha, crédulos, entregaron sus guardianes a los lobos que sin piedad despedazaron al rebaño." Tal vez, despectivo, echaste a los lobos tus últimos pedazos. Tal vez...

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AUTORRETRATO Museo de Bellas Artes, Valencia Bajo los rasgos -páramo y montaña- secos, angulosos, esa gola-surco subraya recónditos misterios en toda precisión inmarcesible. Aroma de azahares se derrama en el eterno arco iris que sugieres, y tu luz insigne alzada en cáliz, se consagra sobre patena de intemporalidad. Yo me he colgado en la expresión cerrada, donde custodias secretos y colores en un fondo platónico de tarros, en que albergas espíritus y duendes, esperando prodigios milagreros. No importa si los siglos pasean ante su efigie cuando yo te contemplo ensimismada, donde desfila en mi memoria toda tu galería, y una gama de historia se despliega entre el deslumbramiento de tu insondable hondura. Juegan su danza extraña todos los personajes, y no dicen de ti, sino que estabas; y yo sigo forjándote en mi mente, inventándome un retrato glorioso de palabras. Tú no lo sabes, ni los sospecha nadie, pero yo habito en el vuelo de tu magia.

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ESA MIRADA DE ABIR DESDE EL ISLAM (1993)

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DESDE ALEJANDRÍA desde El Cairo, cofre del sultanato, llegaban historias venidas de Ibn. (*) Se hablaba de Siria, Egipto y Damasco, de asedio y Timur. (*) Pero yo, ensimismada, giraba espirales en torno a la obediencia que debería a mi esposo patricio, a trueque de alojamiento, hermosos vestidos, sexo y manutención. Y una paz elegante hilvanó mi paso a las gacelas por previstos caminos que conducen al sol. (*) Ibn Battuta: afamado viajero que enlazaba las tierras del Islam. Impartió magisterio religioso en lengua árabe. (*) Tamelán: Conquistador asiático. Creador del Imperio extendido al norte de la India, hasta Siria y Anatolia.

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ESPOSA PARA AHMED Adelfas, eucaliptus. Silente con chador (*) ataviada, con mi cortejo de niñas Alfa, Salma... Cubiertos rostros azules por tramas griseas, musulmanas. Entre los pliegues, vírgenes sus deditos recién pintados, pulpa, estridente naranja. -Admed, en su barba negra, como túnica el bisht (*), agal (*) y gutra (*). Árabe, perfilada talla antigua. Pocos hombres en la estancia rigurosa, ellos, aguardando en su diwan (*). Jarabe, música y té. Aromático incensario que acida las ceremonias. Danza ritualizada, sensual. oleado pan moreno por las femeninas ondas; ónices que sugieren los galopes de jinetes cabalgando, deseosos, laberínticos virgos de azulejo. Frente a mí, Ahmed, apasionante, incendiario.

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Lumbre. LLamarada. Éxtasis. (*) Túnica femenina. (*) Aro negro que sujeta el tocado de Ahmed. (*) Tocado para la cabeza, masculino. (*) Sala para hombres.

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PASIÓN QUE AUMENTA y urge circuitos de arterias en desorden, provocación emancipada y curva, ingle y sur donde nace el galope. Contenido el aliento en su brocal novicio, aguardé a mi señor. Descifrado deseo entre lienzo y caderas, culebrea urdimbre abridora de rumores espesos. Desliz de lino y seda soltándome el cabello, yegua de negras crines para ser habitada. Desmandábase el tacto caminero, descubridor. Accidentado vientre, donde el Monte de Venus y la sima de un dios.

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HARÉN percha, interrogación colgada. Hoy, ¿visitaré a mi señor Ahmed? Sí. Solícita, del pebetero hasta el raso mullido ofreciéndole la tetera yerbada, -estímulo-. Adobándose intensos aromas de hombre, de caballo, incienso, dátiles, uvas y té. Ruborosa sonería, suprema, penetrada.

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テ:RICA. DIARIO DE UNA MISIONERA (1994)

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Diario, I De buen grado acepto este traslado, si bien la Misión es dura y perdido su enclave en el corazón del continente, lo más negativo se ve compensado por la eficacia de nuestras prestaciones a sus necesidades urgentes. Escasa la comunidad: cuatro hermanas y un sacerdote que también ejerce la medicina, con el cual colaboro en estas funciones. Robando horas al sueño, escribiré el poemario que venía gestando, pues el solo proyecto estimula. Me quedo con el primer título, "África"; estimo su significado. Nos levantamos a las cinco de la mañana, estrenamos el día percibiendo el secanazo de la naturaleza; satisface saber que se cuenta con una jornada larga, para ofrecernos allí donde podamos ser útiles.

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El señor dijo a Moisés: "Anda, sube de aquí, tú y el pueblo que has sacado de Egipto, a la tierra que juré dar a Abrahán, Isaac y Jacob, diciendo: Se la daré a tu descendencia." Éxodo 33.1

Y acarrearon los huesos de José, como yo misma acarreo mis huesos por esta caravana. No caminó el pueblo de Dios entre los filisteos, sino hollando arena del desierto hasta el mar Rojo. Dios-columna de nube. Dios-columna de fuego, del Faraón se oyó el fragor ingente de los ejércitos, la precipitación herrumbrosa de los carros. Moisés alzó su bastón, el Señor le había dicho, "Divide". Así fue. ¿Y qué haré yo, Señor, por mis abismos en el peregrinar de soledades, dividiendo al pasado y al futuro por este adagio de arpa inaccesible?

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Diario, XIII Durante el día hace un calor asfixiante. Nos cubre una nube-polvo del desierto, en suspensión. En ciertas desesperanzas me pregunto: ¿Qué hago yo aquí? ¿Acaso pago a plazos la salvación eterna, para instalarme en "más allá" con derecho a vistas sobre campos de Dios? En ese caso, ¿cómo puede haber mérito donde se pone de manifiesto intercambiable mercadería? ¿En qué desaire quedarían mi solidaridad y entrega para con estos hermanos desasistidos? ¿En verdad será válido este comportamiento? Sería generoso el sacrificio por el hecho en sí, sin ambicionar moneda de promesa alguna. Resulta inevitable, las interrogaciones caen sobre mi cerebro igual que hoces. De todos modos, intentaré desalojarme este egoísmo que me asalta.

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Clavo mis ojos en el Señor Miqueas 7.7

Iré a clavarme en Ti cada mañana, en esa salvación que nos prometes; yo voy -paso de Biblia- levantándome, y Tú, me darás luz en la tiniebla. ¿Tu ira? No creo en ella, la ira es cosa nuestra, desvalida y estúpida, vertiéndose en aceras. Señor, me juzgarás dentro de mis fronteras y hallarás el desierto. He de ver tu prodigio, yo anillaré invocaciones avanzando tragedia y otra vez Tú, consciente de mi fatalidad, turbado, elevarás mi condición hasta tu imagen.

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Diario, XIX Situaciones últimas de ignoradas geografías. ¿Por qué permanecemos abandonados? ¿Acaso nuestros tributos no son moneda fuerte? Yo misma podría tributar con más generosidad y sacrificio, al menos, intentarlo. Convengo en que orillo el fraude, hurto tiempo al descanso resintiendo mi rendimiento; pues invierto esa energía en propia complacencia al escribir poemas. Sé, que preciso de toda mi fuerza para desempeñar el trabajo diario. Esto es así, y discúlpame Señor, pero en lo que respecta a la poesía, tendrás Tú que venir a convencerme de esta y otras muchas cosas, porque soporto batalla tras batalla sin alcanzar razonables conclusiones, como siempre, milito la endeblez, la estrechura.

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Llevad íntegro el diezmo al tesoro... Malaquías 3. 10 Dijo el Señor: "Desde tiempo remoto os habéis apartado de mis Mandamientos, volved." ¿Dónde los sagrados diezmos y tributos? "No tratéis de engañarme, evitaré langosta y miseria. Venid a la alianza y recibiréis la tierra fértil." Señor, harán falta notarios y diálogo, pues el hombre siempre será olvidadizo y astuto, semejante a la zorra vieja. Anula nuestra vocación defraudadora en el trabajo, en los dineros, en la amistad, en el amor, en la fe. ¿Cómo salir de tanto estigma, Señor, si Tú te desentiendes?

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Diario, XXXIV Ha regresado el padre a Etiopía. Me duelen los dientes de apretar las mandíbulas. Lloro. Clavo las uñas en las palmas, y estoy mordiendo el sacrificio de alejarnos. Hoy, me siento destruida. Albergo el convencimiento de que el Señor me reconforte. Habrá de tener en cuenta, que ya sin aspirar a su favor continúo confiando en el Esposo-Dios, y a Él consagraré este servicio de solidaridad sin pretender compensación alguna, sino por el hecho en sí, por tantos y tantos -como yo misma- que en una u otra forma sufren. Sin embargo, si quieres... sigo siendo tu esposa, y sabes donde vivo.

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Sí, yo voy a llegar enseguida. Apocalipsis 22.21 Epílogo Fin-Principio. Raíz-Cometa. "Sí, yo voy a llegar enseguida." Y vine sola, no me llamaste como a tantas, sabiendo que te llevo la intención exaltada y corazón ofrecido. Señor, confieso que te convoco a diario, que madrugando la hora puntualmente acudiré a la cita. Te voy novicia, pespunte tejedor sin bastidores, matizando silencios venideros. Ven, concédeme alianza que ajuste tu ausencia con mi alcoba. Allégame la fiesta de puntillas y aplaca de una vez mi instinto de libertad salvaje. Habrás de consagrar los cálices vinarios, alzándolos, para saciarme al fin la sed de tu presencia. Mientras, contándolos, por el advenimiento, se me acercan tus pasos que avanzan el milagro irreversible encaminando, Señor, hacia mi casa.

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TE ESTOY (POR MAYORALAS) (1995)

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ME VIENES, ¿POR LA IMAGINACIÓN, ACASO? Te estoy gestando, mi amor, adentro. Por este laberinto de la carne, temblor oscuro incierto omitida palabra en desacierto. Te llevará tu instinto a la salida. Abriré la ventana de la piel, donde asomes a mi forma, deslizante caricia, dócil norma escribiendo una nana en mis sentidos. Estremecida la hora beberá armonía, deseosa, augurada la miel, que deliciosa, lloverá en aurora rocío dulce.

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¿VIENES POR LA ALEGRÍA? Y por la risa, en la mañana. Cuando se hace la luz en sus dientes abierta carcajada, irradiando alegría desbandada, aleteo trasluz de aves en celo. Cuando danza la risa y amanece, circulan sensaciones por espacios que alertan corazones en manos de la brisa, y tú, ausente. Yo te espero en el borde de los labios del mundo sostenido en la mueca redonda, descendido, y el ocaso, discorde entre la burla.

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TE INVENTO Quiz谩s no existes, pero me arriesgo. No est谩s tras de la noche, no te ocultas tampoco en el mercado, ni en la Plaza de Oriente ni en el Prado, ni en acera, ni en coche, no en los violines. Ay, de mi coraz贸n repartido sin gesto, sin pupila que adentrar en el centro que sobrehila sesgada desaz贸n en mi espesura. Y sigues sin estar en el Prado ni en la Plaza de Oriente, ni tampoco en mercados... Yo, paciente en mi cuarto de estar, amor, te invento.

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Y TE RECIBO DEBAJO DE LA SOMBRA Todo el silencio sobre la escena. Las cruces se arrodillan, descifrado cansancio viste duelo, y la noche amenaza con su velo, cuando las aves chillan rebeldes, locas. Te escoltan los cipreses. Reconozco tu paso el mármol late, la sonata se sirve de acicate tronchándome las mieses, y sin guadañas. Desgarro tu llanto. Me penetra el aroma de la rosa. Ay, querido, me encuentras rigurosa, asombro y desencanto a tu llegada.

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DE GUERRAS Y NIテ前S TATUADOS (1997)

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I La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz. Thomas Mann Nadie piense que voy a tasar y a medir este drama medular de peripecia humana; (los que lo hemos sufrido) los que sufren, no cuentan convulsiones, ni los contendientes pulsan su tragedia, esa que atrapa a la inocencia pura, edificando indefensión para su hogar y abrigo, burla siniestra en degradantes cárcavas. No cometáis el error de creer que impregno mis palabras en la tinta, pues se repite historia, empapé en lo que falta de sangre por desecadas arterias, por lo que sobra de agua-sal, en millones de pupilas y de ayes. Sin embargo el impulso bélico prevalece, ni siquiera la infancia es respetada. Quiero hacer patente que el dolor, nunca sabrá encontrar la puerta de salida en la memoria; pero alzará grito que traspase conciencias, choque de bronce aldaba.

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XV Estrujada y herida, después, ya recién estrenada adolescencia, más que escribir vomité bombardeos y barro, orfandades o versos... "Las hambres que se enroscan y estrangulan, y que hacen descender hasta la tierra, pierde fluidez la sangre y se coagula, y pare el hombre bestias en su caverna. Es así. La circunstancia esclavizante es grito que exonera, que me lleva la vida corneada, desentrañando va por las fronteras, y es mi piel amapola destrozada. Espero la fatal embestida, para hundirme y resurgir vivificada. Escudo de hueso duro va al encuentro, y en el fragor queda la estirpe, desmembrada. Con la sien dolorida, por la tierra empapada, abriré mis caminos con uñas decisivas, acuchilladas."

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NOSOTROS LOS PEREGRINOS

Mi sayal es la cruz, tu vestido es la cruz. Su tragedia fue la cruz, la de todos es la cruz. ¿De dónde esa madera? Yo, solicito incendios¿Por qué tanta distancia de nosotros a Dios? Doloroso el enigma, albergando la promesa, que no goza de alianza, ni el camino redentor. Muerdo duda... ¿Y el destino?

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Y EL HOMBRE SE ENCUENTRA CON LA ESPERANZA

Manantiales caudalosos nos ocupan generosos, y renuevan los sucesos que reposan pacientosos. Entre queja y suspiro, de la cruz descendemos, cuando un Cristo de alcoba, nos pide que esperemos. Por la senda en que el aire glorifica las auroras, grabarรก la promesa nuestro nombre en altura, donde DIOS SIENTE EN HOMBRE.

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ANTOLOGÍA MÍNIMA (Plaq.) (1998)

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MÁLAGA MARINERA Sobre un alféizar morisco el sol de Málaga sueña, recrujir en las enaguas de esta niña de canela, que va paseando historias de quilla por la Caleta, donde la mar se proclama puerto de barcos-promesa. Cuando el aire va ondulando, esa arbolaria melena, todo el aroma se expande cruzando plazas serenas, en las plegarias del tiempo, lamiendo fenicias piedras. Mediterráneamente, los peces labran sus huebras, donde crecerán rumores bajo gaviotas morenas. Las aguas espejeando a la ciudad marinera--Nacaradas caracolas duermen a Málaga eterna.

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CITA EN UN HOTEL Ese hombre inseguro, el del perfume fuerte... ese hombre que mira a todos lados, que lleva un lauro sobre el gralte en la solapa, que sus pupilas danzan entre los párpados, que se muerde las uñas a hurtadillas, que consulta el reloj cada segundo que neurótico, sacude el polvo de su traje blanco, que asoma, agotado, el éxito de los ejecutivos, ese hombre... maduro, elegante... que me ha obligado a espiar entre cortinas, que me fuerza a creer lo que no quiero, que me arrastra hasta el asombro más ridículo, que me llueve de vergüenza y desaliento... ese hombre, el que gastó mi vida entre su sombra absurda... al que crecí los hijos... Ese hombre... es el que se ha citado en el vestíbulo, con un "narciso" adamado... casi un niño.

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Irene Valcรกrcel Mayoral

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MI NIÑA JUEGA A SER MADRE (A mi hija Irene, a su ternura) Mi niña juega a ser madre, y vientre adentro, ¡que yo lo he visto! lleva escondido al muñeco. Mi niña juega a ser madre, llena de leche los cantaritos, ¡que yo lo he visto! por regalar el blancor al infante. Mi njiña quiere tejer con hilo fino, los pañales con qué envolver, las suavidades del hijo. Mi niña quiere cantar. Mi niña baila su paso, lo va bailando; porque sabe que sabe... que callandito le va acunando. Ella quisiera darle, que darle, una blanda cunita de verdes mares, ¡arriba y abajo! mecida de oleajes... sabanitas ligeras de cálido aire, y todo el azul del cielo para arrullarle, ¡Arriba y abajo...! Y un mundo chiquitito, para rodarlo...

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ENTONCES, YO ERA TU MUNDO (A mi hijo Antonio, siempre y ahora) Cuando yo era tu mundo, y el vuelo de mi falda eran tus barandales, entonces... cuando tus niñas manos, intentaban rodar las lunas de mi traje, entonces, hijo, yo amasaba tu pan y tus noches, te cantaba espantando las sombras, contemplando tu imagen, deslumbrada. Ahora, crecido por la vida, caminando destino y engranaje, ahora, reposaré en la orilla de los siglos, por ver rodar el río que se escapa, y no tu paso; a escuchar el chasquido de las piedras y no tu voz, expandida en ausencia, distraída en las ramas. En el vaivén de tiempo y hora, desgastándome voy en la espera silente, mientras la acacia amiga con sus dedos de hoja, acaricia el cristal de mi ventana.

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MANZANARES DE LA MANCHA Y YO (1999)

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I Cuando los disparos mordían, en su dentellada apartando escarcha mi orfandad de Enero, te llegué, y por equipaje, una interrogante de asa metalúrgica. Arrastrada suela por los adoquines, me dieron escolta los álamos negros y un eco de pánico se clavó en la hora, buscando la estirpe por el veredario. Arropó una sábana de hilo dudoso, mi temblor oculto que burbujeaba rebosando copas de cristal vertido, entre la cascada de pestaña y párpado. Despertó el cansancio de mis soledades, bajo la templanza solar de esta tierra, y en mis labios niños sedientos de besos, sentí la dulzura del mosto plenario. Me otorgaste tutoría cariciosa, alfombrándome andadura de paja por las eras, sobre panificable y extensa llanura.

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XX Por este Manzanares de secarral y eras, yo fui pastoreando mi rebaño de ensueños, por los agrios caminos, donde los chopos blancos miran a las cigüeñas, ensayando en sus hojas vuelos bajos y anclados. La esperanza en La Mancha duerme en las parameras, en los cauces sin río, en la extensa llanura cruzada de silencio, o en los hondos trigales que sestean los cuervos y los grillos. Mi rebaño de sueños, sí, cual espigas maduras, presintiendo las hoces por el tallo indefenso.

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XXIV Silenciosa tu abarca, Manzanares, pasea mi geografía, mis circuitos venales. Y esa luna por ti festera, enjalbegada, se cuelga en mis balcones, en mis pómulos, en mi todo, en mi nada, en mis tobillos. Siempre volverán a tu acera mis tacones-aldabas, a la calle de la Cárcel, a tu antigua memoria, a tu promesa de Agostos amarillos, renovada alianza de oro anillando mi anular cintura. Nos brindaremos amor en el cáliz. Éxtasis por tu vino hechicero, consagrado.

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XXXI Ya, cuando las canas se disfrazan, cuando el tacón apuntala el hueso, cuando la vida se escapa deslizante; ahora, te regreso, pues quiero navegar esta ruina, entre tus avinatadas arterias. Te vengo serenamente, en calma, dejándome mecer por los antiguos ecos, en esa ensoñación salto-pretérito, de la mano de viejos compañeros, desde "ayer", Fernández Arroyo, Mayoral, Ramos, Pepe Pacheco... Una vez más, trayéndome alientos de sangre y mosto en endecasílabos de Juan Alcaide, el iluminado valdepeñero. Rumores ancestrales me refugian, sobre los hombros excesivo peso; mientras, jun extraño sabor, no sé si ácido o dulce, penetra por los labios, y es, que pisan estos ojos de uva mis párpados manchegos, bodegueros.

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VEN, HABITEMOS EN LA IMAGINACIÓN (2001)

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I Romperemos la cรกscara ocre de los viejos almendros, sarcรณfagos que represan inconscientes, dulce leche afrutada. Descerraremos puertas, dimensiones, y se abrirรก sorpresa en el espacio: pues ya serรก el pensamiento gloriosamente libre. Imaginarios naipes, los vamos a jugar.

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XIII Y tú, preguntarás, "¿A qué vamos de ilusos pobladores a ese transmundo imaginario, di?" Serán nuestros los días, serán nuestras las noches, vengándonos del tiempo que nos robó la vida, y esos impulsos todos, ya hijos de los deseos, cambiarán los esquemas con los que nos nacieron una vez, no sé cuándo.

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XXIV Alongada duda, esperanza, muerte. Aquí, en esta distancia se ve mejor a Dios, mejor al hombre. Es fácil concienciarse a sí mismo, de la nada que se es del Universo. En la grandiosidad del infinito, ya sin falsos halagos-parabienes, nos sentimos tan sólo, individuos, hermanados al árbol seco, con poco que ofrecer ni aguantar cambio; movidos por el viento, si nos mueve, clavados de raíz por los terrales, al margen de aquella humanidad arrodillada, que apenas se sostiene.

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XXXVII No quiero atrincherarme ante la vida, divagante entre ausencias y ensueños; pero es inevitable pensar, ¿qué será de los hombres sin sus sueños? Esta vez, junto a Cristo, fervorosamente, en Getsemaní, bajo el olivo me contengo en su Verbo: "Abba, Padre, todo te es posible, aleja de mí este cáliz, mas no sea lo que yo quiero, sino, lo que quieres Tú." Y yo, Irene Mayoral, también acepto.

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( "Lector; Te propongo sellar nuestra amistad, compartiendo este soneto. Envíalo a mi dirección." Esta era la invitación que Irene Mayoral nos hacía en la últimas páginas de su libro, Ven, habitemos en la imaginación, y a continuación les mostramos la respuesta que recibió de Juan Calderón Matador. )

Y, TE ESPERO Caminar de la mano por la vida, compartiendo la senda libremente, es medida de luz inteligente para que esa lazada no haga herida. Yo quisiera tenerte en la partida y sentirte a mi lado entre la gente, y saberte a mi paso en la vertiente sin que fuera precisa alguna brida. Corazón, que en latidos vas rimado, porque oírte la voz me reconforta, pacientosa te digo que te espero. Yo te cito en la orilla y valorado, que el ritmo que me impongas no me importa, para siempre serás mi compañero.

Irene Mayoral Juan Calderón

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(Versos en negrita) (Versos sin negrita)


HOTEL, HABITACIÓN 202 (2003)

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Ecos de... LAMENTO (Una ella) En el mar y entre sal, sufro mi pena, pues quisiera querers y tú desquieres; esperé siempre el día, amor, hieres, te equivocas, la nombras, me enajena. Ese hombre se clava y me condena, ya me borra del mapa que tú eres, debatiéndote infiel por dos mujeres. ¿Lograré dulces cantos de sirena? (Un él) Yo me culpo dolido y desvarío, cuando danzan los hijos en la frente, pero vuelvo con ella recurrente, sin regreso posible de su río. Arrastrado me lleva la corriente, voy rendido, sin vuelta en la vertiente.

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Ecos de... HUIDA (Un él) Sí, durante el Crucero del Rin hablé con españoles. Era sospechoso apartarse del grupo. ¿Piensas que nos delató alguno de ellos? No, y no llores, mujer. Acabará este peregrinar por el mundo; volveremos un día a nuestra tierra, a nuestra casa. Ya no es rentable secuestrarme de nuevo. (Esta ella) Y, ¿a nuestros hijos? (Él) No existe motivo. Descansa. Sueña, querida mía, con tus jardines, con el brioso río. Por nosotros, por este mal tiempo, sobre el pañuelo ancho de campos verdes, caerá la lluvia misericordiosamente, desterrando los dramas. Al igual que nosotros, nómada, es la Virgen Romera, y al igual que Ella, encontraremos ese camino, el camino de vuelta.

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Ecos de... CASTILLA Yo no soy esa distancia que ha crecido, desde la sementera hasta la espiga, yo soy el desaliento entre la nube, construida de polvo y de sequía, y, que baja, cuando baja, para rajar las tierras y las viñas. Voy en la deuda final por la cosecha, del calcular caudal de trigo escaso, donde los granos perdieron las harinas, donde el sol arrasó campos y charcos. Soy el diente del hambre de los siglos cuando tiembla, por el dolor austero de Castilla, hecho lobo en la noche mesetaria, ululante por montes y colinas. Yo quiero, ser la hembra fecundada y silente, debajo del arado y de la trilla. (Mientras, burlón sonríe el mar, recordando la sed de esa Castilla.)

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EPÍLOGO En el rumor de azules y de aguas, abandonadamente me sumerjo; he abierto del mar la cristalera, para entrar de puntillas en su sueño, y una canción de ocasos y de auroras, pasa las hojas de los tiempos. Desde el brillo de peces inocentes, se revelan recónditos secretos. He visto florecer a los corales, crecidos en silencio de milenios. Rajaré una vez más los espejismos, me olvidaré de todo, un día de estos, quedándome en el mar, definitivamente, para gozar su hondura y su misterio. La vida ha dicho : NO, reclamándome a gritos por mi nombre. Irene... Irene... Irene...

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UNA HISTORIA, UNA AERONAVE (2004)

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I Siempre ir más allá, he de romper el círculo, desovillar la madeja de costumbre en concierto con horarios exigidos. Opto por la oportunidad, y asumiendo el cargo borrar lo previsto, descubrir historias, países, ciudades, tradiciones, idiomas, geografías, océanos. Tengo sed de distancias, hambre de expandir horizontes, necesidad de nuevos retos, de beber en diversas culturas, de hollar nuevos caminos.

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XV Es elegante, sin proponérselo impresiona, fascina. Ha sufrido, al igual que sufren las piedras de su Volga, así, puliéndose en la rodada, aceptando exilio, persecución, inquietud, duelo. Ya estoy seguro, es ELLA la mujer que debe reservarme el destino. Una azafata colma nuestras copas, las copas de todos, y brindamos. En plenitud me siento cuando la miro.

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XXIV Y es, que fui labrador, hermano de las huebras al acecho de las traiciones célicas, de la tormenta, el pedrisco y el rayo, de la lluvia inclemente o del sol por secano, y de terribles silencios al sorprender a mi padre ocultándose en el desván encerrado, llorando; pues tenia que llorar y sobre el duelo de esa nada, de tanto sufrimiento bajo el sudor compañero, sin horarios, tronchadamente en el tajo. Mi padre deambulaba con los ojos clavados en la troje vacía, a veces, mientras el agua inocente arrasaba los frutos de los campos, y la madre, acurrucadamente oraba.

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EPÍLOGO Trescientos latidos detienen su hora. Implacable estruendo rompedor de olas y metales, de hombres, gemidos, súplicas y alaridos trágicos. El terror se ahoga en cráter de agua. UN SILENCIO HONDO SE TRAGA LA NAVE, SE TRAGA LA HISTORIA.

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SOLEDADES Y SILENCIOS (2010)

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1 Algún día estaré ya en el vacío o entre el agua ancestral y solidaria, por un cauce de historia milenaria y en corriente de luz, en albedrío. Yo quisiera saber si el Universo va acogiendo del llanto la tristeza, que por Sol agrupada su tibieza siembra Paz en la vida y por el verso. Yo quisiera saber, y estoy sabiendo, que se inventa la vida cada noche, y la Aurora reclama sin reproche la verdad que nos llega amaneciendo.

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6 Me avengo al territorio extraño, sin palabras, donde reposa el tiempo en paisaje de mármol y granito, recinto sin relojes, ahí, ya sin competidores, sin Bancos financieros ni normas, que ya ¿todos iguales bajo lápida y piedra? Descansada ambición albergado el final, sin puntual proyecto, así, en total finiquito, imposible la huida. El D.N.I. en destiempo.

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22 Me detiene su edad y su nombre. Temprano reposaba, descansando, no tenía que acudir al colegio, que recoger sus notas, ya no necesitaba nada más. Y me siento al costado del horizonte-niño, abatido sin piedad, sin justicia, sin lógica. No sirven las preguntas se esconden en la tarde, cuando los grises bajan sobre mi corazón.

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39 Mayorala Estás al borde, donde la vida. Me vienes amoroso, pues me traes la luz a la vereda, y atalaya divisas que te enreda el paso deseoso, apresurado. Quieres decirme todo abrazada y llevada, suavemente, conducirme en pasión hasta un oriente, expresado a tu modo en la impaciencia. Recíbeme entregada allegando distancia hasta tu mano, y abrasándome el cálido verano beberé tu mirada. El Cosmos late.

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DEDICATORIAS CON AMOR

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JOSÉ JAVIER ALEIXANDRE

LA AMISTAD Amistad puede ser la flor en la solapa de los otros. Puede ser el calor tendido de una mano. O la palabra pronunciada a tiempo. Puede ser amistad una granada abierta dentro del corazón, para endulzar las sombras de la tarde cuando se necesita compañía. Puede ser esa música encontrada que derrota al silencio. Yo quiero agradecer, Irene Mayoral, que con lazo de oro sujetado me entregas tu regalo mejor de ser mi amiga.

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CHARO BÁGUENA MOLINA

PARA IRENE MAYORAL Eres cual gata mimosa que se reclina en cojines para así poder pensar y crear esos poemas que nos embriagan de olor, olor a clavel y rosa, a tomillo y a romero, y que en el alma nos dejan posos de amor y deseo. Tu porte de Hada Madrina hace que tantos amigos te quieran y te idolatren, eres gata presumida y manchega de adopción, en Manzanares te adoran por tu trayectoria plena de poemas escogidos y artículos bien cumplidos de sapiencia y devoción. Yo te quiero y te respeto siento por ti gran cariño y una enorme admiración. (Madrid 2012)

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TERESA BERENGUER

DESCUBRIRTE HADA (Para Irene Mayoral, con mi cari帽o de siempre)

Con fe y admiraci贸n por tu palabra, he tomado un atajo para seguir tus huellas y descubrirte hada que regala sonrisas cuando bordas la tarde con tus presentaciones. Se respira la paz cuando nos das tu trigo y un duende juguet贸n se adue帽a de nosotros, un duende que nos lleva cogidos de la mano para brindar contigo por las cosas bonitas y compartir amantes el libro de tus horas. (29-12-2011)

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JAVIER BUENO JIMÉNEZ (Arvikis) LA DULZURA SE INSTALA EN TUS PALABRAS Irene, no sé si lo recuerdas. Nos conocimos hace casi dos décadas. Conducías un recital de poesía en el añejo Salón de Actos de un edificio de la Puerta del Sol, en Madrid, creo recordar que era La Casa de Málaga. Me gustaste. Tenías todo lo necesario para ser una dama inolvidable. Te vi como a esas estrellas inalcanzables de los años dorados de Hollywood: intemporal, seductora, eterna... En ti, la palabra "glamour" toma forma femenina. Tu sonrisa me dio la bienvenida cuando fuimos presentados por nuestro común amigo, Juan Calderón. Siempre dulce, encantadora, con esa cadencia "Zen" que tiene tu envolvente voz. Desde entonces han sido muchas las veladas compartidas en la Casa de Guadalajara, ese lugar entrañable, de fachada engalanada por azulejos sevillanos de Alfonso Romero Mesa. Fue allí, en su acogedor Salón de Actos, punto de cita de amigos files, donde me "bendijiste" literariamente, al presentar mi primer libro: "Hoy he sabido que nacerás mujer". Recuerdo tus arropadas palabras como un reconfortante abrazo a la soledad interna de exponer, por primera vez, mi intimidad ante un auditorio. Gracias a tu cariño y comprensión el acto resultó mucho mejor de lo que yo podía esperar y, generosa, le pusiste final con un brindis de vino de la Tierra que, en tus palabras, "Tampoco está nada mal". Pero eso fue hace algunos años, mucho antes de que la crisis con sus recortes hiciese reposar el vino en los lagares de la espera, aguardando el milagro de más prósperos días. Pasó el tiempo y fuimos cumpliendo sesiones en la Tertulia 2000, siempre recibido con tu sonrisa plena de sinceridad, siempre envuelto en el beso de tus palabras. Fue un verdadero placer, después de muchos golpes de calendario, poder corresponder mínimamente a todos tus regalos de amistad y amor, siendo tu anfitrión, al tenerte como invitada exclusiva, en una tertulia literaria que celebrábamos en el Centro Cultural Buenavista, allí nos desvelaste detalles inéditos de tu vida, que nos hicieron admirarte y

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quererte más aun, y pensar: ¡Que gran mujer! Hay mucho de renuncia y generosidad en tu vida. Es difícil dejar lo que más se quiere, por lo que más se ama. Irene, es un lujo poder disfrutar de tus poemas y una suerte haberte conocido, haber compartido momentos inolvidables, saber que nos acompaña ese estado de gracia que da la amistad. Gracias por quererme y permitir que yo te quiera.

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JUAN CALDERÓN MATADOR MAESTRA IRENE A mi querida amiga, Irene Mayoral, con amor y agradecimiento infinitos

Al fondo estallan bombas, y una niña cierra la puerta, sabedora de que, madre, es ya palabra del pasado, y escribe, Paz, hasta en su nombre. Desde un extremo al otro del planeta hemos reconocido ese mensaje griego que se esconde tras la palabra, Irene. Al ver tierra con grietas y un agua tan cansada que perdió la costumbre de correr, es ella la aguadora que con saliva propia humedece el erial. En el cerco de gritos y puñales que es nuestra existencia su voz es una brizna movida por el céfiro, la suave melodía que nos mece. Irene Mayoral es el ungüento que Dios nos ha enviado para cicatrizar heridas,

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la maestra que trae como misi贸n el ense帽arnos a encontrarle sentido a las palabras amistad y amor.

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SOLEDAD CAVERO

REINA SIN CORONA Debió venir del mar llena de luces, marina al traspasar estas barreras de rocas y arrecifes en la sangre.

No presentía el pálido crepúsculo del tiempo ni el surco que acrecienta el desengaño según corre la vida en los relojes.

Tan sólo pretendía volar sin hacer ruido, vivir en busca de unas alas o tejer soledades en silencio cuando nadie la viera llorar en solitario, perdida en el azul de uno de sus sueños.

Hermosa bajo el sol trasluce al caminar la púrpura que cubre el hondo manantial de la tristeza.

Miradla, es Irene, que pasa por la calle prendida de los astros sin peso que malogre su estatura. Erguida como un junco entre los hombres.

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LEOPOLDO DE LUIS

ORLA PARA UN RETRATO DE IRENE MAYORAL En su homenaje.

Tu manos son refugios de palomas que aprendieron de Grecia su armonía y en Bizancio soñaron la hermosura de un imperio de mares remansados. Tus manos azucenas que a la vez se estremecen con la ternura súbita de quien encuentra un nido de oropéndolas. Irene o la poesía de la paz en jardines con pájaros donde reposan soles amarillos. Por tus versos de plata se iluminan los negros abalorios de la tarde. Tú soñabas un día ser cometa para enseñorearte de la luz, desafiar al viento y que la estrella aprendiera en el brillo de tus ojos. Como una diosa clásica atraviesas los cobrizos parterres del otoño en tanto suenan músicas paganas y el acanto y el mirto te abren paso.

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Tú, Irene o Paz o Musa de orla rubia que por las avenidas del poema vas a habitar incólumes poblaciones del sueño. (Mayo, 2001)

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ISABEL DÍEZ SERRANO

“TE ESTOY” Para Irene Mayoral

Hoy, te hablaría de la vida, Irene, ésa que nos sonríe a la llegada y nos despide siempre con dolor: Te hablaría también de la amistad, ésa que nos mantiene la distancia sin que se mengüe nuestro fiel abrazo porque así fue la fuerza en mi destino. Podría hablarte igual, de Poesía, de las tardes que juntas recorrimos hermanando vocablos, silabeos; pero, voy a decirte que te quiero que, te siento cercana y “queridora” con tu sonrisa abierta al infinito --rubia mujer tan grácil tu figura de paso firme y corazón solar--. Quiero decirte, que “te estuve” siempre, que me inclino también a tu homenaje porque juntas surcamos la palabra y ya son encendidos nuestros versos. “Te estoy” Irene, hablando de la vida aunque no sé si vamos o volvemos, esa incógnita que sopla al sur o al norte -laberinto de múltiples sollozosque hoy desafiamos con el gesto de Abril. “Te estoy”, Irene. Siempre “te estaré”… ( 02-01-2012)

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MARIA SALUD FERRERE HABLO A IRENE Se muy bien que le has visto brillar en una estrella o en el monte más alto desafiando a los vientos Se muy bien que le has visto empapado de sol con la túnica de peregrino arrodillado frente al mundo Se muy bien que despierta a la lluvia, cuando la tierra de agosto sin flores se queja dolorida. y tan sólo una lágrima que acerque a nuestra orilla puede ser la perla más bella que anide en nuestro sueño. No miento cuando digo que son de mar sus ojos semejantes al cielo y sus manos blanquísimas abiertas al milagro Se muy bien que le conoces cuando nos habla cada día con el lenguaje de Amor en nuestro pecho

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JULIA GALLO SANZ

IRENE Para Irene Mayoral con mi cariño y admiración por su persona y su obra

Un faro, amiga mía, eso eres. Una torre de luz de bella arquitectura, izada en el bajío de contiendas, traiciones, roquedales, y tú, querida Irene abanderando la paz a toda costa. Mujer de circunstancias hacia adentro, fortaleza bruñida y corazón un manantial de versos. Yo te agradezco Irene tu confianza, y esas palabras dulces que el alma necesita cuando se queda a oscuras. Generosas palabras, consuelo de orfandad, y también de rasguños cotidianos que hacen los zarzales de la vida.

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MARIA ROSA JAEN

“Diremos que NO a las lágrimas y permitamos a la lluvia caer; nos lavará la frente. El tiempo irá borrando esa, y todas las horas”. Irene Mayoral (Soledades y Silencios,)

Invita tu alegría, al Roce de manos y rezos Elevándose al unísono Negando distancia, tiempo Entre amigas verdaderas. Miras la vida de frente Albergas sueños, silencios Y ofreces amorosa Oro aventado en la paz. Rara avis. profundidades Aquilatadas en flor, Luz cruzada entre mis sombras. ( 10-06-10)

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FRANCISCO JIMÉNEZ BALLESTEROS

CON SUAVIDAD DE UNA ROSA Sus poemas nos declama con suavidad de una rosa, aunque su voz candorosa tiene fuerza, cual la llama. Esta bella y gentil dama que brilla como un cometa, tiene muy alta su meta, ser la diosa del parnaso, pues, no conoce el fracaso como escritora y poeta. Hoy se nos viste de gala este pequeño escenario y cual cuenta de rosario sus poemas nos regala. Hasta el corazón nos cala ese deje musical y el empaque señorial de esta amiga que nos llega con néctar de su bodega, Doña Irene Mayoral. Madrid 07/06/2005

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ÁNGEL LAS NAVAS PAGÁN A IRENE MAYORAL Muy afectuosamente

Gentil y delicada en su trato social, destaca por su exquisita educación y cautivadora simpatía. Fémina de amplia cultura y formación literaria, siente hondamente la vocación poética como expresión de un alto ideal, que ha realizado con entusiasmo y éxito en pro de una sociedad mejor y más noble. Si todos fuéramos poetas y sus promotores el Mundo cambiaría. Irene, conservamos el halo de tu poético recuerdo como el suave perfume de una flor en primavera. Y anhelamos tus sugestivos recitales y actos literarios. Y tu pronta recuperación y dirigiendo de nuevo tu Aula de la Casa de Guadalajara en este Madrid tan materialista, gran promotora de Poesía. Y también recitando tus bonitos y embelesadores versos, que nos encantan a todos. Así lo deseamos profundamente. Y lo pedimos en nuestras oraciones. Mucha suerte, Irene. Queremos verte pronto en tu Aula de Poesía como en los mejores tiempos. (08-02-2012)

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JOSE LÓPEZ RUEDA IRENE Y DON DIEGO Irene se pasea por las calles de la ciudad recién anochecida con mesurado paso y elegante silueta. Yo la contemplo sin que me descubra y sé que va sonámbula por su Condado onírico. Parece que anda sola. pero pronto descubro con mi sexto sentido para ver los espíritus de antaño la silueta borrosa de don Diego Velázquez que pasea con ella y le explica el secreto de sus cuadros más crípticos. Cuando llegan al Prado, el pintor sevillano saca su llave antigua y entran en el museo silencioso que don Diego ilumina con su antorcha espectral. Yo que cuando se tercia, puedo ser invisible, también entro con ellos y una vez presentado y aceptado, nos pasamos el resto de la noche con Baco y las Meninas libando tazas del mejor Rioja hasta el amanecer.

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JOSÉ LUIS MAYORAL

A IRENE MAYORAL Con la alquimia de tu alquitaramiento y mayoralas de mayoralismo la metáfora pones y aforismo en alambique para experimento. Tu inventiva madura y se hace invento que se logra y te sirve por sí mismo y que da con rigor de silogismo la certeza de tu acontecimiento. Al inventar te inventas y aconteces y acontecidamente te apareces en el fulgor nimbado de tu vida. Un vivir es el tuyo cuya gloria promete pervivir en la memoria de tu bella existencia acontecida.

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ANDRÉS MOLINA MOLES

IRENE MAYORAL Irene Mayoral; su voz de cielo alzada en los alcores del poema. Los versos en su vida como emblema. Su porte una paloma en pleno vuelo. Sus manos una flor recién cortada. Su sonrisa la paz hecha candela. Su expresión el amor de centinela sobre una barca azul, inmaculada. Irene Mayoral; mágico río que ha nacido de un mar de poesía cauteloso de luz y escalofrío. Nadie puede saber qué fue primero: si el alba de su innato señorío o el poema en sus ojos prisionero. (1988)

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ALEJANDRO MORENO ROMERO

A Irene Mayoral que lleva la paz en su nombre La paz, la paz, la paz que es el único bien que nunca sobra. Para ti, para todos, para siempre. La paz y poco más, que no es preciso cuando tienes la paz, más que paz para darla a los que quieres.

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PILAR PIZARROSO BLÁZQUEZ CON OTROS OJOS Recuerda mi memoria, tus versos, con palabras aromabas, cual niña grande, y en súbito silencio, también hay que saber, ponías alma. Me gustó descubrir que, sin prisiones tras los vuelos ficticios, dejabas columpiar con elegancia, asomada al recuerdo, la sonrisa en tus labios retratada. Tus ojos bien traslucen, con terca obstinación, ser la ventana que espera nueva luz en su horizonte para escribir mil versos, en florido cortejo de palabras, rumbo a ese amanecer… Que hay siempre un más allá del mismo calendario-temporada con una voz, más alta todavía, cual ruiseñor que, sin frontera, canta. Y sin dudarlo, sabes que a tu voz, ensueños y sonrisa, yo quisiera pedirte prestes alas. (Madrid, a 22 de Diciembre de 2011)

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MARIA PILAR PUEYO CASAUS

A IRENE MAYORAL Con mucho cariño de María Pilar Pueyo

Eres amiga entrañable, dama elegante y serena, Irene, pues tu alma buena siempre ha sido responsable. Nos parece muy loable toda tu dedicación, bien a tu noble Misión o a la excelsa Poesía que honraste día tras día entregando el corazón.

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ÁNGELA REYES

El poeta Alberto Baeza Flores decía en un poema, refiriéndose al tiempo: "Todo pasa y sólo queda / lo que tiene que quedar". No cabe duda, querida Irene, de que el tiempo es un búfalo de pelambre roja y larga cornamenta que, en su loca carrera, nos va embistiendo y llevándonos por delante. Pero, al menos, a mí me queda el consuelo de haber podido compartir contigo tantos momentos felices. Sí, el búfalo del tiempo nos empuja hacia adelante pero qué hermoso si vamos cogidos de la mano de una buena amiga.

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CARMEN RUBIO TARDES PARA TU NOMBRE (A Irene Mayoral) ¿Díme por dónde, Irene, se ha marchado tu voz; aquella que traía tus cálidos poemas? Aunque hueles a luz en la memoria de tardes de poesía, todos necesitamos tu presencia y tu verso. Si nombro la mañana, te apareces vestida de amapola, con el rostro apacible, con tu vestido -siempre una sorpresay tus altos zapatos de tacón para mi envidia. ¿Dónde has dejado, díme, esas tardes que estaban hechas para tu nombre, tan cómplices, trayendo retazos de tu historia? ¿Dónde ha quedado el verso que ceñía tus caderas, el que traía tu aroma oculto en sus alforjas tu mercader de sueños? Quizás a tu homenaje, debería traerte un ramo de mimosas pero, si escucho atenta, tu corazón me dice que quizás necesites mi cobertor de abrazos más que flores o que este poema que, esta tarde, yo te escribo.

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JUAN RUIZ DE TORRES

Decir "Irene Mayoral" es nombrar el tes贸n, la generosidad, la elegancia, la prudencia. Decir "Irene" es saber que nunca ser谩 fuente de traici贸n ni de una mala palabra. Decir "Irene" es como asociar el calor al fuego, el descanso al ocio, el hambre a las ganas de comer; Irene es lo obvio en la amistad: nunca dudar谩s de ella.

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ANTONIO RUIZ L. DE LERMA

DIOS ME ACERCÓ SU AROMA… A mi querida amiga Irene Mayoral

Dios me acercó su aroma… Hoy retrocedo al paisaje lejano, cuando el viento me aromaba de abriles y el sol se derramaba generoso en mi viña de sueños, cubierta de esperanza que otoñaron los años. Una frase, -Yo creo que aún la recuerda…nos unió en la amistad “¿Y los poetas…? ; ¿qué podemos hacer con los poetas?”. Me acerqué a saludarla, no sabía ni siquiera su nombre… Era un trazo de elegante escritura, pincelada del cielo en el atardecer, coronada de sol, oficiante de seda en un ara de versos. Dios me acercó su aroma…

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Comulgamos, como dos escolares cambiando confidencias, acerca de ese mundo, intemporal, que nuestros libros guardaban como un viejo proyecto para atrapar la luz ; y el tiempo se detuvo con el leve susurro de dos voces… ¡Era aún tan temprano en el reloj de arena de mis cosas…! Hoy, que el tiempo se duerme bajo el oro, que la siembra se acama cercana la cosecha y los almendros perdieron ya su nieve, llamo con timidez a su cancela, temiendo distraerla de la estrofa en que sueña, para volver de nuevo al lugar del recuerdo, a llenar una tarde cualquiera de palabras -como hicimos entonces, aquel atardecer, perdido en la memoria, de finales de mayoy encuadernar la magia de un momento para ofrecerla al Cielo.

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MILAGROS SALVADOR

A IRENE MAYORAL Ayer me dijo un ángel que te escriba, para leerlo después en una fiesta la que hoy te dedicamos tus amigos, ¡ya sabes como somos los poetas!. Dentro de las palabras el cariño, el mismo que respira en esta fecha aromas de amistad de tantas tardes, entre versos y alguna confidencia. No hace falta buscar entre adjetivos los que reconocemos bien tus prendas de mujer inteligente y atractiva que señaló la luz de las estrellas, hoy sentirás más fuerte el corazón donde cabemos todos los que aprecias. Ayer me dijo un ángel que te escriba, y aunque no le veamos, nos contempla, que se cuente las plumas de las alas porque le falta una en la derecha, con la que te escribí estas palabras, y te entrego el testigo como prueba.

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F. SÁNCHEZ-CARPIO

MÍSTICA (A Irene Mayoral)

Como leve y tierna abeja entreteje, en el papel, un panal de dulces dichos que regala por doquier, a los muchos comensales que bien gustan de comer y probar, en parcos sorbos, dulce frase y rica miel. Nos remonta, en el espacio, con su voz de moscatel y nos da como un vahído, un espasmo, un no sé qué: Un danzar de mariposas; un rizar de olas en pie; un moverse, como hoja, en el viento sin corsé. Todo suave, como brisa de regato al trasponer; como canto de sirena, como risa de bebé. Es la voz y poesía de esta cósmica mujer que nos sube a las alturas de su cielo o de su fe. Y nos deja embelesados, encogidos... yo qué sé; con las manos como brasas 157


de aplaudir su buen hacer. Nos remueve las entrañas, nos aúpa hasta el edén, nos conmueve, como a sauce, cuando el céfiro da en él. Es su amable poesía dulce y mística a la vez, que nos dicta muchas cosas sin saber cómo y por qué. Es por eso que la sigo en su místico tañer y la aplaudo, como dama; como lírica, también.

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RAFAEL SANZ SANZ

SONETO A IRENE MAYORAL Virtuosa del ritmo y de la rima, orfebre de la paz, dulce y serena, que llevas la denuncia y la condena del desamor, hasta la agreste cima. La meritoria inspiración te anima a romper la atadura y la cadena, y a ceñir tu corona, magia plena, sencilla y señorial, sin pantomima. Mereces el laurel y la conquista de homenajes, aplausos y ovaciones que aureolan tu espíritu de artista. Y ante esas merecidas distinciones, tu corazón, confío en que resista la prueba emocional de las pasiones.

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CURRO SEVILLA

A IRENE MAYORAL Regresamos al pasado… Rocinante relincha, en el Cuartel del Conde Duque… Avanzamos al presente… Mientras… La joven Vanesa, las macetas, riega. El sol del estío, en busca de ella, juega tras la nube, que trae la tormenta… -De poemas nuevos y fuerza te alienta – Tu vida, es aún eso, quijotescamente cervantina idea… Que gira y se alza en pos del poema… ¡Quijotescamente, del mentor asceta…! El eco responde, ¡quijotescamente, del mentor asceta…! Te sonríe el ángel, de tu fiel estrella, dónde lo divino, de la parte diestra… Igual que un espejo, se quedó la calle… De bronce y canela… vamos al pasado… ¡Gira hacia el presente y verás de pronto las calles estrechas… y al caer la tarde la joven Vanesa, con agua divina, las macetas riega!

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IRENE VALCÁRCEL MAYORAL

A MI AMIGA IRENE MAYORAL, QUE CASUALMENTE, ES TAMBIÉN MI MADRE. De tu surco mi carne ha crecido, de tu mano se alzó mi paso breve, de tu palabra se avino mi lenguaje, de tus silencios mi pausa y mi reposo. Desde tu sufrimiento sin queja, mi medida. Desde esa, tu alegría, mi sorpresa, desde tus manos anchas la ternura, entre tu dimensión, mi luz, continente contenido, toda mi geografía. Confidencialmente, caminamos juntas la brecha de la vida, horizontalidad que nos convoca, en el ritmo de tiempo y de premura, donde seguimos comulgando horas, inquietudes, o versos, llantos o sonrisas. Hoy, como dijo Miguel Hernández, quiero decirte, “compañera del alma, compañera ...” te cito una vez más, pues tenemos mucho que hablar, todavía.

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ANTONIO VALCÁRCEL MAYORAL

Se está preparando un homenaje a mi madre centrado en su dimensión de escritora, de poeta. Creo que mi aportación a este homenaje debe focalizarse en otras facetas de su personalidad, quizás mas desconocidas para sus muchos amigos del ambiente de las letras. Tal vez la palabra que puede definir con mas precisión su carácter sería “sensibilidad”. Seguramente su difícil infancia contribuyó a desarrollar esta característica de su forma de ser. Pero también, paradójicamente, estos primeros años duros de su vida con las trágicas muertes de sus padres, forjaron en ella otro aspecto constante de su carácter, la alegría. La alegría y el sentido del humor, incluso en los momentos mas desfavorables,han sido moneda común en nuestra casa siempre para mi hermana y para mí. Evidentemente tenemos que agradecer todos a nuestras madres la educación, los principios morales y religiosos y el sentido del deber. Yo también le agradezco a mi madre que nos inculcara estas ideas, pero verdaderamente me siento muy orgulloso por habernos transmitido a mis hijas y a mí los tres conceptos que mas aprecio: AMOR, SENSIBILIDAD y ALEGRÍA. Muchas gracias mamá.

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LOLA VICENTE CARPENA

PARA IRENE Inquietándola un poco, atravesó por ella el pensamiento del tiempo aquel, en el que amanecía por entre los rumores de la vida que tuvo y tanto añora; la de aquella energía que desea una vez más regrese a seducirla. Es la savia que pacta innovaciones, que apetece salir de estancamientos, que rueda y se transforma. ¿Concede el existir fugacidades por hacerlo indulgente? Y se dice muy quedo: hoy me hubiera saciado de utopías de tiempo tutelar y afables soles. Me lanzaría al rescoldo del pasado. Inventaría una hilera de luz por los trigales y, ceñida el tenaz amarillento del aire entre las cañas, llenaría mi pecho y sé que acabaría reconfortada.

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MARÍA JESÚS VIVAS ALBO

UNA ESTRELA ( A mi querida amiga Irene Mayoral, en su muy merecido Homenaje.)

Alrededor del sol revolotea un ser angelical, cual mariposa, sutil, multicolor, ligera, hermosa… surcando el cielo azul, ágil planea. Absorto, adorador, ni pestañea el público, mirando a la preciosa poeta sin igual, que cual la rosa regala su dulzura de jalea. “HE HABLADO CON CRISTO”, amigos míos (nos dice la armonía de su trino mientras brilla de luz su imagen bella) Y se llena el salón de escalofríos; que embriaga su decir cual viejo vino… ¡¡IRENE MAYORAL es nuestra estrella!!

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JOSÉ PEDRO YGLESIAS-PALOMAR

A LA TERTULIA LITERARIA DE IRENE MAYORAL EN LA CASA DE GUADALAJARA ERIGIDA SOBRE EL SANTUARIO FLAMENCO DE LA ANTIGUA “VILLA ROSA”

Casa de Guadalajara: fanal de guía, almenara de poética afición, que en su enclave madrileño conjuga el estro alcarreño y el pulso de Calderón. En tu seno (flora viva), se genera y se cultiva cual exótico lagar, ese dulce amargo vino cautivador ay ambarino que se llama "poetizar". Aún se oyen voces de farras, ruido de copas y jarras y rasgueo de guitarras antes de alumbrar el sol; y que, bajo tu ventana a las tres de la mañana,

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canturrea una gitana en la Plaza de Santa Ana frente al Teatro Espa単ol. Son el eco adormecido de un Madrid que yo he vivido, asfixiado y sumergido en el modernismo actual cuando al alba cadenciosa de una noche bulliciosa relumbraba "Villa Rosa" al filo de tu portal.

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INSTANTÁNEAS

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El dĂ­a de su boda con Antonio ValcĂĄrcel

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Con sus hijos Antonio e Irene Valcรกrcel

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Con su esposo Justo González – Niño

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En distintos actos de la Asociaci贸n Prometeo de Poes铆a

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Actos de la Tertulia 3000 de la Casa de Guadalajara (Madrid)

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Junto a Juan Ruiz de Torres

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Con Irene Valcรกrcel y directivos de la Casa de Guadalajara

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Actos en la Asociaci贸n de Escritores y Artistas Espa帽oles (AEAE)

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Presentación del libro “Agonía de las Estaciones” de Juan Calderón en el Ateneo de Madrid

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En el Cigarral de la poeta Fina de Calder贸n

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Madrina del Cuerpo de Bomberos

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Velada de PoesĂ­a en el Palacio Real de Madrid

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Entrevista en la cadena SER

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En la Galería de Arte ALBAQUERCUS

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Centro Segoviano de Madrid

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Centro Cultural, Manzanares

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Actos Diversos

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Con el Grupo Literario “TIRARSE AL FOLIO”

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Recibiendo Premios y Distinciones Catania (Italia)

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Palermo (Italia)

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Homenaje Centro Municipal Santa Hortensia ( Madrid)

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Nombramiento de Alabardera, La Membrilla (Ciudad Real)

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Nombramiento de Sembradora, Manzanares

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SIEMPRE EN NUESTRO CORAZÓN

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