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ILUMINACIÓN
Domingo 22 de Mayo de 2011, Comunidad Cristiana • Nº 2478
CONTEXTOS
CARTAS A MÍ MISMO
Cambiar o no cambiar, el dilema
Por Mario Medina Correa (Mac)
S
¿Valores...? De la patada, Mac Mi buen amigo Mac:
“J
esucristo nos dijo que nunca había visto un partido de futbol, y lo llevamos a que viera uno. Feroz fue la batalla entre los Punchers protestantes y los Crusaders católicos. Marcaron primero los Crusaders. Jesús aplaudió alborozadamente lanzando al aire su sombrero. Después marcaron los Punchers. Y Jesús volvió a aplaudir entusiasmado, y de nuevo voló su sombrero por los aires. Esto pareció desconcertar al aficionado que estaba detrás de nosotros. Dio una palmada a Jesús en el hombro y le preguntó: –¿A qué equipo apoya usted, buen hombre?” –¿Yo? –respondió Jesús, visiblemente animado por el juego–. ¡Ah!, pues yo no animo a ningún equipo. Sencillamente disfruto del juego. El hombre se volvió a su vecino de asiento y, haciendo un gesto de desprecio, le dijo: –Humm... ¡Un villamelón, y además ateo! Reproduzco este ilustrativo cuentecillo de Anthony de Mello, a propósito de las estúpidas broncas de que la TV dio cuenta en León y en Morelia. Sólo eso nos faltaba, que al clima de violencia que a todos lastima por parte de la delincuencia organizada, tuviéramos que añadir la violencia generada por una masa de espectadores que, escondidos en el anonimato, en un partido de balompié, van a vomitar sus frustraciones, problemas y desencantos, perdidos en la multitud. Esos tales no van a disfrutar del juego, van a insultar al árbitro, a huir de sus responsabilidades, a gritar estentóreamente manifestando así su frivolidad y lo intrascendente de su vi-
da. A eso añade, amigo Mac, que ahora hasta los jugadores se han contagiado de la violencia de las graderías. Ya la televisión nos ha informado de la forma tan violenta que muestran, porque las cosas no les salen como esperaban. Y algo más grave todavía: los mal llamados festejos, donde una runfla de pelafustanes con botellas de vino muestran su “alegría” por la victoria de su equipo. Se ha tenido que lamentar la muerte de un jovencito al que con un cuchillo le cortaron la yugular. Y la pregunta que surge es: ¿Qué nos está pasando? Porque además, a la persona que detonó estos sucesos lo soltaron con una multa de ¡30 pesitos! ¿Sería por la euforia de que el equipo local logró llegar a la final? Creo que es necesaria una reflexión profunda y aplicar las conclusiones en la vida cotidiana, restaurar y aplicar los valores del respeto, la amabilidad y la consideración hacia los demás; de otra forma, convertiremos a nuestra comunidad en una selva donde sólo prive la ley del más fuerte y la justicia brille por su ausencia. Empecemos, mi querido amigo, por iniciar una campaña que arroje al basurero ese deseo malsano de ejercitar la violencia sin necesidad. Te saludo con gusto, y recibe mi abrazo efusivo. Mac.
LEOPOLDO GONZÁLEZ QUINTANA e ha vuelto una gran preocupación académica y social la cuestión de cómo hacer posible el cambio de estructuras en México, sin el riesgo de que el proceso de cambio termine en decepción generalizada, como ha ocurrido con frecuencia entre nosotros. Al mismo tiempo, se ha tornado en una gran controversia pública la cuestión de si conviene o no, y en qué grado, el retorno del PRI a los puestos de gobierno que ha perdido desde hace dos décadas. De acuerdo con la voz de las aceras, las plazas y las encuestas, el proceso de cambio social y político en cada uno de los rincones y entidades de la República, se ha malogrado por una gran cantidad de causas y razones. En el intento de evitar que el PRI recupere, en 2011 y 2012, los puestos de elección popular que ha perdido, en instantes en que tiene a su favor al hombre mejor posicionado de la carrera presidencial, el PRD y el PAN han cocinado una estrategia de alianzas electorales que ha empezado a exhibir sus debilidades.
En Nayarit, Coahuila y Estado de México, la fuerza incierta de esas alianzas fue tejida tan en el vacío, con fundamentos tan endebles y una visión tan voluntarista, que por ello mismo sus actores terminaron rechazándola o negándose a darle una solución de continuidad. Quizás los resultados de las encuestas los condujeron a ello, porque en esas entidades la intención de voto por el PRI no bajaba de 30, 40 o hasta 70 puntos porcentuales, muy por encima de la intención de voto que se venía manifestando a favor de la alianza. Esto supone, de entrada, no sólo un despertar de la conciencia crítica de los ciudadanos frente a una estrategia de alianzas trazada al vapor y como síntoma de desesperación, sino, además, un paulatino restablecimiento del PRI en el ánimo y la querencia de los ciudadanos que esperaban un cambio y siguen sin verlo en varios aspectos de la vida pública. De estos escenarios electorales tan próximos, seguramente Michoacán sabrá extraer lecciones de lucidez, so pena de repetir la historia de agruras y negruras de los últimos años.
Instituto Nacional de Migración, en el banquillo del acusado P. RIGOBERTO BELTRÁN VARGAS
E
n cuanto salieron por los medios de comunicación las múltiples denuncias en contra de agentes por su presunta participación en el secuestro de migrantes tanto del país como extranjeros, los cuales después fueron entregados a bandas del crimen organizado, el Instituto Nacional de Migración (INM) anunció el jueves 12 pasado, en un comunicado, la destitución de sus delegados regionales en varios estados de la República: Tamaulipas, Tabasco, Oaxaca, Veracruz, Estado de México, Quintana Roo y San Luis Potosí. De acuerdo con la información, esta medida es parte de un proceso de depuración del organismo y se complementará con medidas para reforzar los controles de confianza que se aplicarán al personal del Instituto. Es preciso recordar que un día antes, el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán, informó que 1,200 de los 5,400 funcionarios de esa institución habían sido sometidos a numerosos exámenes de confianza, y que 200 agentes migratorios fueron separados de sus cargos y, además, que 40 de éstos serán procesados penalmente. El fenómeno de secuestros masivos de migrantes está tan extendido que, según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, tan sólo en abril y septiembre de 2010 han sido documentados cerca de 178 episodios, dando un total de 11,333 personas privadas ilegalmente de su libertad. Pero ade-
más, según palabras del responsable, Raúl Plascencia, esta cantidad “podría ser conservadora”, ya que “la naturaleza del delito y la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra la población migrante impide conocer la totalidad de los casos de secuestro”. Esta cifra tan elevada es imposible que haya podido alcanzarse sin el conocimiento y la participación de un grupo mucho mayor de funcionarios públicos que los publicados; antes bien, es lógico pensar que los agentes denunciados recientemente son sólo un ejemplo desteñido de la participación de esta agrupación y la expresión de una complicidad mutua entre las bandas delictivas y funcionarios del organismo. Al respecto, vale la pena subrayar lo que el Sacerdote católico Alejandro Solalinde y las propias víctimas han denunciado en el sentido de que varios agentes de la Policía Federal y de fuerzas estatales y municipales han estado involucrados en el secuestro de ciudadanos extranjeros e incluso nacionales. En palabras del Sacerdote director del albergue Hermanos en el Camino, “hay pocas esperanzas –por no decir ninguna– de que estas medidas vayan a ser efectivas porque ya son tardías, y a estas alturas el crimen organizado ya infiltró muchísimo al Instituto”. De cualquier manera, urge que estas medidas moralizantes lleguen a sus últimas consecuencias y a todos los niveles, y se amplíen a otras dependencias gubernamentales.