Revista El Archivo Nº13 - Mayo 2005

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Editorial

Municipalidad de Cnel. de Marina Leonardo Rosales Punta Alta Dirección de Cultura

autoridades

Ing. Néstor Hugo Starc Intendente Municipal

Fernando Quiroga DIRECTOR DE CULTURA

equipo de trabajo

coordinación general Prof. Luciano Izarra entrevistas Prof. Guillermo Bertinat investigación y texto Lic. Gustavo Chalier colaboradores Prof. Romina Amarfil Prof. Fernanda Martel Arq. Graciela Britos Prof. Paola Centurión Federico Merodio Gaspar Totoro Lorenzo Ramos Lic. Sergio Soler diagramación y diseño D.G. Mauricio Rossello impresión Multigráfica

Con este número iniciamos nuevamente un año más de estar en contacto con todos los lectores de nuestra revista. Esta primera edición del 2005, El Archivo se la dedica a un acontecimiento que, por su relevancia, merecía un tratamiento lo más amplio posible en sus páginas: el centenario del Arsenal Naval Puerto Belgrano. Todos debemos ser concientes de la importancia que ha tenido el Arsenal en la historia de nuestra ciudad. Historia entretejida por otras múltiples historias, las de los trabajadores que, por cuatro generaciones, hicieron posible el accionar de uno de los talleres de reparaciones navales y suministros más grande de América del Sur. Asimismo, la obra pergeñada por Félix Dufourq y Luis Luiggi marcó un hito en el desarrollo social y productivo rosaleño. Por él, muchos trabajadores se radicaron o conocieron a Punta Alta; por él, se establecieron comercios, talleres, oficinas, destinados a servir, de alguna manera, de apoyo a las distintas dependencias de los talleres o al personal que en ellos cumplieron tareas. Los artículos que siguen son apenas un esbozo de los lineamientos básicos de la historia del Arsenal. Escribirla completa demandaría una publicación mucho más voluminosa que El Archivo, y años de búsqueda y análisis documental y bibliográfico que escapan a las posibilidades del equipo de trabajo para los propósitos de la revista. Entonces, lector amigo, lea las notas sabiendo que la omisión de nombres y datos es inevitable y sepa que solamente quisimos reseñar algunos aspectos importantes del pasado. De este modo El Archivo se encuentra nuevamente en la calle, cumpliendo con su compromiso habitual de informar sobre nuestro pasado.

sumario

Nota de Tapa | 100 años del Arsenal Naval Puerto Belgrano Entrevista | Juan Carlos Díaz Nuestro Pasado en Imágenes El Arcón |«Hospital Regional Menor Eva Perón» Patrimonio Arquitectónico | Casa de Bombas Dique Nº1 Novedades Foto de tapa |Obreros en la Casa de Bombas

Esta revista ha sido declarada de interés legislativo por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires - Resolución N° D/2030/04-05 y por el Honorable Concejo Deliberante de Cnel. Rosales - Decreto Nº 45/04

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por Gustavo Chalier

100 años del Arsenal Naval Puerto Belgrano

El Arsenal Naval de Puerto Belgrano es un conjunto de instalaciones destinadas a servir de apoyo a la Flota de Mar. Un centro que cuenta con todo lo necesario para la reparación de los buques, aprovisionamiento de las tripulaciones y los barcos, acondicionamiento de los armamentos, etc. Actualmente en sus talleres se ejecutan trabajos que abarcan todo el espectro de las reparaciones navales en las especialidades de casco, estructuras, cobrería, mecánica, fundición, motores, electricidad, girocompás, sistemas de armas, electrónica de comunicaciones, instrumental y radar, óptica, munición y explosivos. En nuestros días, los diferentes departamentos que componen el Arsenal ocupan una superficie total de 13.543 hectáreas. La superficie cubierta está distribuida de la siguiente manera: 66.120 m2 corresponden a talleres; 38.757m2 a depósitos; las oficinas cubren 13,940 m2 y otras áreas 3920 m2, totalizando 122.777 m2. Allí trabajan más de 1800 personas entre obreros civiles y militares, constituyendo una de las mayores fuentes laborales con la que cuenta la ciudad de Punta Alta

La historia del Arsenal marcha, en cierto modo, paralela a la de la Base Naval, confundiendo parcialmente sus orígenes pero logrando una identidad propia a medida que los años avanzaron.

Los inicios La construcción del Puerto Militar, actual Base Naval Puerto Belgrano estuvo vinculada a la idea del gobierno nacional de aumentar, equipar y modernizar la flota de la Armada, con la incorporación de los grandes acorazados Garibaldi, San Martín, Belgrano y Pueyrredón, con vistas al agravamiento de una disputa fronteriza con Chile. El Poder Ejecutivo envió al Congreso un proyecto de construcción de un dique


Izq.: Construcción de la Casa de Bombas Nº 1 desde la dársena (circa 1900) Der.: Casa de Bombas (c. 1910)

de carena de gran envergadura, para limpiar y reparar dichas naves. Pero pronto fue ganando cada vez más fuerza y consenso la idea de construir un puerto militar de aguas profundas, con más dependencias y potencialidades bélicas. En este último grupo, integrado por los oficiales más jóvenes, se encontraba el teniente de navío Félix Dufourq. De esta manera, ya tomada la decisión de construir un puerto en vez de sólo un dique de carena, comenzaron las primeras gestiones ante el rey de Italia Umberto I para contratar a algún ingeniero especializado y experimentado en obras navales. A principios de 1896 se conoció el nombramiento del ingeniero civil Luigi Luiggi, un prestigioso profesional oriundo de Génova quien, según el contrato, debía estudiar y analizar la posibilidad de emplazar el puerto militar en Puerto Belgrano y buscar otros sitios eventualmente más aptos. Así, a fines de febrero llegó Luiggi a Bahía Blanca e inmediatamente comenzó su tarea, recorriendo toda la extensión del litoral marítimo argentino. Finalmente, elevó al ministro Villanueva el informe preliminar donde afirmaba, y co-

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incidía con Dufourq, que el lugar más apropiado para localizar el complejo portuario era Puerto Belgrano, asistiéndole ventajas de índole técnica, estratégica y económica. Respetando dicho informe, el entonces Presidente de la Nación Dr. José Evaristo Uriburu envió al Congreso un proyecto de ley para la creación de un puerto militar, el primero del país. En sesión secreta, la ley fue aprobada el 30 de noviembre de 1896. Durante 1897 lentamente comenzaron los primeros estudios y trabajos preliminares del complejo militar, Los trabajos comenzaron a desarrollarse casi en simultáneo en tres sectores: Punta Alta, donde se construían el dique de carena, los muelles y arsenales; Arroyo Pareja, asiento principal de los materiales, y Punta Sin Nombre, sitio de emplazamiento de las baterías. El ritmo de obra inicialmente no fue acelerado, debido a problemas de financiación por parte del estado como así también a los inconvenientes en la provisión de los materiales, que hasta la llegada del ferrocarril se llevó a cabo por vía marítima desde Bahía Blanca hasta el citado Arroyo Pareja. El 18 de abril se le adjudicó, mediante decreto del Poder Ejecutivo, la gran mayoría de los trabajos a la empresa de capitales holandeses Dirks, Dates y Van Hattem, comprendiendo la construcción de un dique seco, un antepuerto y un canal de entrada, a los que luego se le sumarían las baterías de Punta Sin Nombre. Finalmente, el 12 de mayo de 1898 se firmó un acta de compromiso entre el ingeniero Luiggi y los empresarios

adjudicatarios dando comienzo a los trabajos, los cuales una semana después, el 19, se inauguraron oficialmente con una sencilla ceremonia que incluyó la visita al lugar de importantes funcionarios provinciales y nacionales. A partir de allí, éstos serían realizados prácticamente sin pausa, hasta la finalización de las obras incluidas en la primera etapa, el 8 de marzo de 1902. Quedaron por concluir el resto de las tareas, muchas de las cuales jamás se materalizaron debido a las limitaciones financieras del gobierno. Luiggi se mantuvo al frente de sus funciones hasta el 31 de marzo de 1905, fecha en que se desvinculó en forma definitiva.

El Arsenal Naval Si bien no existe una fecha que indique la creación del Arsenal, convencionalmente se toma como tal el 22 de marzo de 1905. Ese día se dictó la Orden General Nº 74 del Ministerio de Marina, mediante la cual se impuso por primera vez la


Arriba: Panorámica de las obras del Dique Nº 2 ( 9 -6- 1914) Abajo: Obras en imediaciones de la Casa de Bombas Nº 2. Pueden apreciarse locomotoras y grúa a vapor ( 31 -7- 1914)

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ó


denominación de «Arsenal» a la entonces Jefatura del Puerto Militar. Dicha Orden General llevaba la firma del Presidente Manuel Quintana; decretaba que por razones de optimización del servicio, los Talleres de Marina que funcionaban en la Dársena Norte (Buenos Aires) se trasladarían paulatinamente a Río Santiago (en cercanías de La Plata) y Puerto Militar (hoy Puerto Belgrano). Por lo tanto, debería dotarse a los citados apostaderos de las construcciones necesarias para depósito de armamento, materiales y polvorines. Se transformarían, en suma, en los verdaderos Arsenales de la Marina.

Los diques El 2 de enero de 1902, se inauguró el primer dique de carena de la Base Naval, cuando el crucero acorazado San Martín entró en él. El propósito primero del dique era el de constituir un apoyo a los buques que ingresaran al Puerto Militar y por ende a las gradas del dique, para lo cual se debía contar, necesariamente, con instalaciones que se encargaran de la realización de los trabajos que requerirían las unidades. A partir de la incorporación de los acorazados Rivadavia y Moreno, en 1910 se aconsejó la construcción de un dique más grande, comenzando las obras del

Izq. : Construccón del Dique Nº 2 (12-12-1913) Der.: Dique Nº 2 finalizado (17-1 - 1917)

Dique Nº 2 en el año 1911. Dichos trabajos estuvieron a cargo de la Empresa Dyckerhoff y Widmann S.A y F. H. Schmidt y finalizaron en 1917. Los diques de carena son colosales obras de ingeniería. Fueron excavados en tierra firme y la platea y sus laterales están construidos con cemento portland, arena silícea y pedregullo con revestimiento de granito. Desde su inauguración han


ingresado en los dos diques para su carenado o reparaciones, más de 4.500 buques, ya sean de guerra, de terceros oficiales o de terceros particulares. Las dimensiones de los diques de carena son: DIQUE LARGO ANCHO PROFUNDIDAD Nº 1 220 m. 22 m. Nº 2 234 m. 35 m.

11 m. 15 m.

Polvorines

El actual Departamento de polvorines es uno de los más antiguos del Arsenal. Fue creado el 2 de diciembre de 1906, ante la necesidad de contar con la infraestructura necesaria para depositar el material de munición y explosivos de los buques. Posteriormente, con la incorporación de los Talleres Especializados, se comienzan a realizar tareas de verificación y clasificación de la munición previa a ser depositada.

Otras dependencias

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Tareas tan vastas como las desempeñadas por el Arsenal requieren de un conjunto de dependencias interrelacionadas en un complejo organigrama y que se fueron creando, fusionando o modificando sus actividades conforme variaban las condiciones técnicas de la Armada y sus necesidades. Imposible trazar en el breve espacio que tenemos una reseña histórica de cada una de estas dependencias. Tan sólo las mencionaremos. Actualmente todas las actividades del complejo se organizan en torno a dos subjefaturas, la de Producción y la de Administración. A la primera, corresponden los Departamentos de control de Producción; Estación de experiencia de armas; Taller Central de Misiles; Taller de Electricidad; Taller de Electrónica; Taller de Máquinas; Taller de Motores; Taller de Óptica y Control Tiro; Taller de Vehículos de Infantería de Marina; Taller Naval. A la segunda, incumben los Departamentos de Contabilidad; de higiene y Seguridad; de Infraestructura; de Personal; de Suministros; de Auditoría; Comercial Terceros; de Programación y Presupuestación.

A modo de colofón En estas breves páginas se pretendió trazar un somero repaso de los inicios del Arsenal Naval. Pero, ¿cómo hablar de su historia sin mencionar a cada uno de los hombres y mujeres que trabajaron en él? Tarea imposible.Generacionesde puntaltenses pasaron por los talleres, por los diques, por las oficinas; donde civiles y militares con diversos oficios y graduaciones se entremezclaron para constituir, entre todos, el complejo orgullo de la Armada Argentina.

Personal de los Talleres del Arsenal de Puerto Belgrano, Sección Calderería (circa 1920)

Fuentes: ·CRESPI VALLS, Antonio; Gran Álbum de Punta Alta, Sureña; Bahía Blanca; 1941. ·GUARDIOLA PLUBINS, José; Historia de Bahía Blanca , s/ed.; 1995. ·PASSARELLI, Bruno: «El significado de la creación de Puerto Belgrano», en Segundo Congreso de Historia Argentina y Regional (Comodoro Rivadavia, 12 a 15 de enero de 1973) Tomo III, Buenos Aires, Academia Nacional de la Historia, 1974. ·OYARZÁBAL, Guillermo Andrés; Argentina hacia el sur. Construcción social y utopía en torno a la creación del primer Puerto Militar de la República (1895-1902),Instituto Nacional Browniano; Buenos Aires; 1999. TRIADÓ, Enrique Juan; Historia de la Base Naval Puerto Belgrano; Instituto de Publicaciones Navales; 1991.


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La entrevista fue realizada por Guillermo Bertinat y se puede consultar en su formato completo (1 parte de 60´ aproximadamente) en el Archivo Histórico Municipal.

Juan Carlos Díaz La historia oral en la actualidad puede ser tomada como una nueva disciplina, como otra manera de ver y de hacer historia, y no meramente como un simple método al servicio de la disciplina tradicional que valoriza la solidez y validez del documento escrito. En el Archivo Histórico Municipal, la existencia de un archivo de testimonios orales permite no sólo comprender, completar y contextualizar los hechos políticos y sociales de nuestra ciudad, sino también conocer a los protagonistas (y no tanto) del pasado inmediato de nuestra ciudad con sus apreciaciones, juicios y posturas acerca de su vida misma y de su participación en la sociedad, gente que desde el anonimato muchas veces ha ido conformando la idiosincrasia y el sentir de un pueblo. .

Juan Carlos Díaz es jubilado de la Base Naval Puerto Belgrano. Se jubiló luego de 39 años de servicio en Casa Bomba 1. En la actualidad tiene 79 años.

Terminé el servicio militar y vine acá, adonde estaban haciendo la usina de acá de la Base. […] Y después entré a Armas Navales. […] Un señor, Contreras me dice: «Negro, qué vas a estar de peón. […] ¿No querés entrar de foguista? […] Cuando vuelvo a Armas Navales, el capataz mío, un tal Rossi, me dice: «Negro, el Capitán Fernández quiere hablar con vos» […] Voy allá: […] «Mañana se presenta en Servicio de Máquinas». […] Yo, pichoncito, tenía 21, toda gente grande. A los dos, tres días […] me mandaron a Casa Bomba 1, pero no de pase, me mandaron en comisión y desde ese momento hasta que me jubilé estuve en comisión. (Risas) […] Casa Bomba también pertenecía en ese momento a Servicio de Máquinas, después pasó a Talleres Generales. (Perteneció a Servicio de Máquinas) Hasta el ´50. […] Y en Casa Bomba estuve de foguista hasta el ´55. […] En el ´49 me pasan a Casa Bomba (1). Los primeros días a hacer limpieza. […] Había dos máquinas hidráulicas, había dos bombas aspiradoras que estaban a 2 metros de profundidad. La función en aquel momento era dar calefacción a los buques permanente las 24 horas, en tiempo de invierno, calefacción a los talleres, el mantenimiento de la infiltración de los diques y achicar los diques cuando entraba algún buque. […] El momento en que yo entré eran 40 y pico de tipos. Cuando me fui

creo que éramos 8. No se reponía la gente. En aquél momento achicar el dique y, lo achicaban en 6 horas y ahora últimamente, […] hubo veces que estuvo 24, 36 horas. […] Vos podías ir de traje a Casa Bomba y bajaras adonde bajaras, no te ensuciabas. Yo ya era maquinista. Cada máquina tenía que tener un foguista, un engrasador y un maquinista, […] era intolerante el calor y el ruido a fierro que había. Iban rotando. […] La última guardia […] se me puso muy difícil, yo me quería jubilar. Yo me sentía un poco dueño de Casa Bomba. Te digo más, casi, no con toda certeza, pero te podía decir cuántas calderas tenías en servicio y más o menos qué presión tenían. Escuchándolas… todo eso, te cuesta olvidarlo.


Éste es el espacio que la revista destina a revelar lo cotidiano de su trabajo. Se quiere compartir con el lector todo lo que implica la tarea del hacer El Archivo, destacando los problemas que hay detrás de cada artículo, el azar o el olfato que nos ayudan a conseguir pistas para conseguir ese material inhallable, para lograr esa nota que pueda llagar a repercutir en la comunidad rosaleña.

Dr. Mario Cornero, primer director del Hospital Naval.

Para ilustrar la nota de tapa del número anterior («Orígenes de la salud pública en Punta Alta»),buscamos afanosamente una fotografía del primer director del Hospital Naval, Dr. Mario Cornero. Pero algo en apariencia tan sencillo resultó complicado: no había imágenes por ningún lado; demás está decir que fatigamos ficheros, legajos, repertorios y registros de la región: ni nuestro archivo fotográfico, ni el propio Hospital Naval, ni siquiera en el Museo Naval de Puerto Belgrano contaba con un retrato del médico. Así las cosas, y perdidos por perdidos, recordamos que el Dr. Cornero había sido gobernador del Territorio Nacional de Tierra del Fuego a fines del siglo XIX. Internet mediante, conseguimos las direcciones de varias entidades históricas de aquella provincia austral, entre ellas el Museo del Fin del Mundo, con sede en

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Ushuaia. Elevamos nuestro pedido a su director, Santiago Reyes, y aguardamos. En el ínterim, la revista tuvo que salir a la calle, sin esa fotografía que hubiera valido oro. Finalmente a principios de marzo, recibimos una respuesta de Reyes a nuestro e-mail. ¡Nos enviaba el retrato de Cornero como archivo adjunto! De este modo, aunque llegó tarde para la nota, conseguimos aumentar nuestro acervo documental con esta imagen que, entendemos, es única en nuestra zona.


«Hospital Regional Menor Eva Perón» 1953 – 18 de abril - 2005

Debido a la rápida evolución de la población de Punta Alta desde su fundación (1898), se hizo imperiosa la necesidad de contar con atención médica propia. (Ver Revista «El Archivo», Nota: «Orígenes de la salud pública en Punta Alta», N°12, año IV, diciembre 2004.) Los vecinos e instituciones, cada vez con más inquietudes y organizados, en la década del ’40,bregaban por contar con una mejor atención de salud, ya que la Asistencia Pública, que funcionaba en lo que hoy es el Hogar Municipal del Anciano (Bdo. De Irigoyen 746) no alcanzaba a satisfacer las demandas de una ciudad que día a día mostraba su pujanza. En el año 1947, luego de arduos trámites de los autonomistas y el Sr. Alberto Albanesi (posteriormente Diputado Provincial Peronista) los terrenos comprendidos entre las calles Uriburu, Luiggi, Rodríguez Peña y Mitre son transferidos para la construcción del Hospital por Expediente 1621/47. La Empresa Pierini y otros de la ciudad de La Plata tuvo a su cargo la construcción del edificio. El Sr. Finardi era quien fiscalizaba la obra representando al Ministerio de Salud Pública. Pronto los rebeldes pastizales y hormigueros, fuero reemplazados por máquinas y materiales de construcción y el ir y venir de obreros. Al tiempo se erigía un hermoso edificio blanco, cómodo, con moderna tecnología para la época. Contaba con 30 camas, en habitaciones luminosas, alegres, con ropa de cama de colores, cocina, lavadero con secadora de ropa, calefacción central (con caldera de gas-oil), Sala de Cirugía, Sala de Rayos, Laboratorios, Farmacia, Ginecología y Obstetricia, Odontología,

por Federico Merodio

Pediatría y Traumatología. El personal que contaba al momento de la inauguración eran: Director: Dr. Mario Vitali; Médicos: Dr. Avelino Palomo, Dr. Carlos Solari, Dr. León Silbering; Laboratorio: Dr. Alberto Albertini; Farmacia: Farmacéutica Sra. María E. Liberatore; Odontología: Dra. Irma Cantalejo; Obstetricia: Sras. Ana S. de Cossú y Srta. Maria Verón; Ad-honorem atendían los médicos navales: Dr. Osvaldo Mariano (traumatólogo), los cirujanos Dr. Trongé, Dr. Coronel, Dr. Slgado, Dr. Issola, Dr. Neblia y Dr. Leiva; Anestesista: Sr. Cavagne; Enfermeros: Sr. García y Sra García, Sra. Nebla Serenelli, Sra. Simón, Sra. Juana Marchelli, Sr. Santos, Sra. Prieto, Sra. María Thus y Sra. Freyre; Mucamas: Sra. Méndez, Srta. Valentina, Srta. Galié, Sra. De la Fuente, Sra. Fonseca, Sra. María Ponce y Sr. Buceta.; Cocinero: Sr. Baez; Jardineros: Sr. Cattá, Sr. Lamalfa; Ambulancia (Internacional 1936): chofer Sr Méndez; Administrador: Sr. Federico M. Merodio; Aux. de Administración: Sra. Barrera, Sra. Igarzábal. La quinta que con gran esfuerzo y trabajo realizaban los Sres. Cattá y Lamalfa, era un orgullo por su producción que abastecía diariamente el consumo del Hospital y el excedente se enviaba al Instituto que funcionaba en Calderón. Los concejales mayoritarios de Distrito dispusieron una serie de actos para la inauguración cursándose invitaciones a autoridades civiles, militares, eclesiásticas, de la ciudad, de Pto. Belgrano y Bahía Blanca. El sábado 18 de abril de 1953, quedó inaugurado y habilitado el Hospital Regional Menor «Eva Perón». El entorno lucía ornamentado con banderas y pancartas de Bienvenida al Ministro Dr. Vattuone. En su discurso el Ministro de Salud Pública de la Provincia de Bs. As. Dr. Enrique Vattuone dijo: «…al llevar el nombre de Eva Perón, este hospital está llamado a ser emblema de generosa preocupación para los dolientes…». Numerosos sucesos ocurrieron a través de los distintos períodos, muchos no positivos, pero debemos rescatar a aquellos que con la misma honradez, entusiasmo y compromiso de los pioneros, siguieron proyectando lo mejor en lo personal y profesional, para la atención de la salud de la población.


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por Arq. Graciela Britos

Casa de Bombas Dique Nº 1 Dique Nº 1

El 2 de enero de 1902, con la entrada del Crucero Acorazado Gral. San Martín, quedaron inaugurados el Dique Nº 1, perteneciente al Arsenal Naval Puerto Belgrano (ARPB) y la Casa de Bombas desde donde se realizaría el apoyo a los servicios que generaría la reparación de un buque. Tiene un largo útil de 211,17 m y con la puerta flotante se extiende a 219,45 m. Su ancho útil abajo, es de 22,67 m. y arriba 26,63. La altura del picadero central es de 1,20 m.

Casa de Bombas Esta construcción fue inaugurada junto con el dique Nº 1. Albergaba tres grandes calderas que generaban vapor para poner en funcionamiento las bombas para achicar el dique, las bombas de infiltración y las de incendio. Este sistema a vapor se cambió por electricidad el 11 de diciembre de 1998. Actualmente funcionan: -2 bombas para máquinas principales que extraen el agua a 8,10 pies por hora. -2 bombas de infiltración para extraer el agua que ingresa por las ventanas de las compuertas. -2 bombas para el servicio contra incendios. -Las compuertas del dique son eléctricas y corren por una serie de rieles. Este dique puede dividirse en dos para que puedan entrar en reparación dos buques chicos o agrandarse más si el barco lo requiere.

Estilo arquitectónico Esta construcción presenta las características que definieron al pintoresquismo de fines del siglo XIX que se da en Europa y aquí se da en la primera década del XX. Surge en Inglaterra y con la llegada del ferrocarril se aplica no sólo en la construcción de carácter residencial sino también en la industrial.


Características del estilo -El edificio se ubica en forma aislada, se destaca pero no molesta al entorno. -Volumetría compleja. -Diferentes texturas, ladrillo visto, falsa piedra, etc. -Torre esquinera que actúa como ordenadora de ese juego de volúmenes. -Despojada casi de herrería, salvo por la utilización del hierro en herrajes, verjas o farolas.

Adaptación tipológica -En esta obra se presentan la mayoría de los elementos que caracterizan a este estilo. ·Su implantación: surge como un edificio aislado el que si bien se le han adosado construcciones, no compiten entre sí. ·Complejo juego de volúmenes con una torre que sirve de pivote para organizarlos. ·Diferenciación de colores y texturas ladrillo rojo y falsa piedra blanca. ·No tiene herrería salvo las farolas que se ubican en las esquinas.

Interior La altura total del edificio es de aproximadamente 18 m, teniendo en cuenta que la mitad se encuentra del nivel cero exterior hacia abajo. A ese nivel se accede por una escalera helicoidal de 8 giros, de medidas mínimas (60 cm-80 cm), realizada sobre un eje metálico, con baranda y escalones del mismo material. Aquí es donde se ubican las bombas. La estructura de la cubierta es mixta, ya que utiliza hormigón armado para las ménsulas donde apoyan los perfiles doble T de y sobre ellos vigas de madera cubierta por la chapa. Grandes ventanas con arcos de medio punto y vidrios repartidos, otorgan iluminación y ventilación al lugar, pero que en la fachada aparecen dentro de un sobre arco ojival con las mismas características cromáticas del resto de la fachada. El edificio remata en una serie de arcos apoyados en ménsulas y las molduras sobre ellos dan paso al borde almenado, a modo de fortaleza.

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Novedades MUESTRA TEMPORARIA

Arquitectura en Punta Alta. Neoclasicismo y Art Decó

En diciembre del 2004 en la sede del Archivo Histórico Municipal (Humberto I y Mitre) se inauguró la muestra temporaria Arquitectura en Punta Alta. Neoclasicismo y Art Decó. La exposición contiene imágenes de obras generales o detalles de los dos estilos que predominan en nuestra ciudad. Con ella se pretende realizar un ameno recorrido por ambos movimientos arquitectónicos que marcaron una época y que definieron una gran parte de nuestra identidad en tanto que sitio urbano. Este tema es de sumo interés para conocer algo más acerca del patrimonio arquitectónico local, para valorarlo y respetarlo en consecuencia. Horarios de visita: de lunes a viernes de 7.30 a 19 hs, en Mitre y Humberto I. Consultas: TE. 432214 o e-mail: archivohm@yahoo.com.ar

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Museo Baterías de lunes a viernes de 08:00 a 13:00; sábado, domingo y feriados de 10:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00 (02932)-488325.


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