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rESumEN DE La rEgióN / martes 25 De OCtUBre De 2016
COLECTIVIDADES: RUMBO A LOS 30 AÑOS La 2ª edición trajo el slogan “Todo el mundo en Alta Gracia”, el slogan tantas veces repetido a lo largo de los años en cada Encuentro, tuvo su nacimiento en esta segunda edición, que fue los días 2, 3, 4 y 5 de marzo.
CIfrA réCOrD Los números importantes a la hora de la convocatoria no son cosa de estos años. En aquel 1989, con una fiesta que recién nacía, la concurrencia superó por mucho las espectativas: en cuatro noches hubo 50 mil personas en el predio.
Las expresiones musicales de cada colectividad ocupaban el sitio de honor en el escenario de la fiesta.
LA FIESTA COMENZABA A METERSE EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD
1989: cuando las segundas partes fueron mejores El éxito (para algunos impensado, hay que decirlo) que tuvo la primera edición del Encuentro Anual de Colectividades alentó al gobierno municipal y a los miembros de lo que fuera la subcomisión de fiestas del Cuarto Centenario, a organizar una nueva edición del evento. Concientes que el primer año la fiesta había cumplido con el objetivo de “ser algo distinto, diferente”, y con la experiencia de aquella primera vez, buscaron ampliarla y mejorarla para que los altagracienses la sientieran como propia cada vez más. Así, como una continuidad de un año
que estuvo pleno de festejos, se decidió seguir adelante con la fiesta y organizar la Segunda Edición. La misma gente Sabiendo Audino Vagni del trabajo realizado por su comisión, los nombres de los organizadores varió muy poco respecto a la edición inaugural. En este caso Yolanda Moreschi de Guardabassi, una de las más firmes colaboradores, tuvo el orgullo de presidir el grupo de gente que trabajó para la puesta en escena del festival. Sobre el escenario no hubo nunca duda alguna: Colectividades ha-
una fiesta con cura En la segunda edición de Colectividades, se tomó por norma comenzar a reconocer en el escenario a aquellos inmigrantes que habitaban estas tierras desde hacía varias décadas. Así, desfilaron por el palco españoles, italianos, sirios e israelitas que eran el símbolo de una ciudad que fue creciendo al calor de las corrientes migratorias que la fueron forjando. Pero entre todos los homenajes, hubo uno impensado: una de las noches, sentado en una vo-
lanta, y acompañado por los jinetes de distintas agrupaciones gauchas, llegó hasta el palco el queridísimo Padre Domingo Viera, quien fuera cura párroco de Alta Gracia. El Padre, que subió al escenario vestido con ropas típicas, no estaba en los papeles. Sin embargo, la multitud lo recibió de pie y lo ovacionó, demostrándole todo su cariño abonado durante décadas por su bohonomía. El Padre Viera bendijo la fiesta y luego, obviamente, fue a compartir un rico asado con sus amigos.
bía nacido en el Tajamar y allí se quedaría. Pero se pensó en una fiesta más convocante, y por eso se mudó todo al parque del Tajamar, utilizando el espacio amplio y dejando de lado la franja de terreno sobre calle Padre Viera que se utilizara el primer año. La elección del lugar fue todo un acierto. La enorme concurrencia que acompañó la fiesta le dio la razón a quienes apostaron por su continuidad. Colectividades definitivamente se habia instalado en el corazón de los habitantes de Alta Gracia y sería algo que no podría deternerse hasta hoy. La misma gente Sobre el escenario, aún no estaban los artistas de gran renombre. Ni siquiera aquellos que buscaran fama en festivales. El espectáculolo daban las danzas tradicionales de cada colectividad, a las que este año se le sumó Ucrania. Sus bailarines y su música fueron la gran novedad de esta edición. Brillaron con sus bailes casi acrobáticos o circenses y la gente los despidió con una ovación, pidiendo que no se bajaran del escenario. Este éxito se vio complementado con lo que sería un clásico en aquellas primeras ediciones: el Ballet Champaquí abría cada no-
En 1989, por primera vez apareció la paellera gigante. De la mano, obviamente, de Tino Nava.
che con cuadros de danza y música haciendo referencia a distintas temáticas relacionadas con la historia y las colectividades que fueron forjando el país. El desfile inaugural dio cuen-
ta que en esta segunda edición se sumaban nuevas colectividades al evento. Algunas cercanas geográficamente, otras algo exóticas como Ucrania o Africa, que ese año entró en escena.
Los titulares de periódico Síntesis reflejaban el éxito de público que fue la segunda ediición de Colectividades.