Estructuras domésticas Rapa Nui RdA1

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LAS ESTRUCTURAS DOMÉSTICAS DE RAPA NUI (I): LAS OLVIDADAS DE LA ARQUEOLOGÍA Sin duda, los restos arqueológicos más imponentes en la isla son los templos al aire libre, con sus plataformas de piedra (ahu) y sus estatuas de piedra volcánica (moai). Sin embargo, existe un sinnúmero de otras evidencias de la ocupación prehistórica de la isla, generalmente poco conocidas y muchas veces totalmente ignoradas, como los gallineros (hare moa), los invernaderos (manavai), los crematorios, los hitos demarcatorios (pipi horeko), las casas subterráneas (hare kionga), los pozos para plantar (pu’u), los hornos (umu pae), las pinturas rupestres, los petroglifos, las habitaciones de diversos tipos, y los sitios agrícolas. Texto y fotos: Alejandra Guerra Terra

Hare moa en el sector de Te Pito Kura


Estructuras domésticas prehistóricas Los asentamientos prehistóricos rapanui varían de tamaño, y en ellos vivían grupos de familias emparentadas que descendían de un antepasado común y formaban un linaje, cuyo jefe era descendiente directo del antepasado común. Cada linaje poseía un terreno que era dividido entre las familias y limitado por hitos demarcatorios (pipi horeko). La información etnográfica, apoyada por los datos arqueológicos, indica que un asentamiento se componía de un centro ceremonial y varias unidades domésticas con sus respectivos campos de cultivo y gallineros (hare moa), a veces asociados entre si de manera particular según el sector, como veremos más adelante, después del catastro realizado. Las estructuras más cercanas al ahu por lo general pertenecían a los miembros de estatus social más elevado. Cerca de algunos ahu se levantaban crematorios, para el secado de los cadáveres. Se registraron hasta el momento cuatro tipos de casas, de los cuales tres se construían de palos y pastos, y uno de piedra laja (como las casas de Orongo). Eran de forma redonda (hare oka), ovalada, elíptica o rectangular. La casa elíptica, o hare paenga o hare vaka en rapanui, con estructura de madera y techo de paja, tiene la forma de un bote invertido, por lo que se la conoce con el nombre de casa-bote. Estas casas se encuentran por todo el territorio principalmente costero, y se construyeron adaptadas a este medioambiente donde predominan fuertes vientos. Sus cimientos están hecho de piedras labradas o paengas, enterradas en el suelo hasta la mitad, tenían un solo túnel largo y bajo de acceso. En la parte superior de las paengas se observan hoyos destinados a recibir los troncos que formaban la estructura. La armazón estaba recubierta de juncos, impermeables a la lluvia. En el frente algunas presentan pavimento (taupea) en forma de medialuna, hecho de cantos rodados (poro). Las hare kionga eran casas subterráneas, como cuevas pero con una sencilla estructura exterior, que las distingue de los ana kionga o cuevas naturales.

Papa Vaka en el sector de Ohiro. Al fondo un hare moa


Hare Vaka en el sector de Papa Vaka Los hare moa, de amplia distribuci贸n en la isla, son estructuras de piedra de forma m谩s o menos rectangular, con una o dos entradas (que presentan a veces una piedra con forma de arco), y que eran tapadas con una piedra una vez que entraban las aves en la noche.

Hare moa en el sector de Maunga O-Pipi


En los umu pae, fogones excavados en el suelo, se preparaban las comidas con piedras calientes, y generalmente eran de forma cuadrada o pentagonal y demarcado por piedras, labradas o no, y a veces rodeados por círculos de piedras (hare umu).

Umu pae en el sector de Peka Peka Los tupa eran torres de observación hechas de piedra, ovaladas y con techo plano, principalmente para la observación del mar (tortugas, barcos). Poseen una cámara de techo abovedado que comunica al exterior por un pasadizo recto, bajo y angosto.

Tupa en el sector de La Pérousse


Los manavai o invernaderos se encuentran presentes a lo largo de toda la costa y consisten en estructuras de piedra circulares de entre 1 y 3 metros de diámetro, que normalmente soportan plantas más altas como los plataneros, aunque se hipotetiza la posibilidad de que fueran utilizados para la propagación (y protección contra el viento) de plantas jóvenes y conservación de la humedad de la tierra. Los pu’u eran pequeñas áreas de cultivo similares a los manavai pero de menor diámetro, de aproximadamente 60 cm.

Dos manavai en el sector de Peka Peka Los jardines domésticos consisten en densidades moderadas de rocas de superficie distribuidas a lo largo del jardín, asociado con estructuras domésticas como pavimentos de casas, cuevas, manavai o umu pae.

Jardín doméstico detrás de una papa vaka en el sector de Te Peu


Ana kionga en el sector de Te Pito Kura

Hare moa, dos manavai (interior-exterior) y ana kionga en el sector de P.Peka


Pipi horeko en el sector de Peka Peka

Pipi horeko en el sector de Papa Vaka


Los petroglifos representan aspectos de la economía de la isla, tales como atunes (kahi), pulpos (heke), aves (manutara), tortugas (honu), anzuelos (mangai), casas (hare vaka), embarcaciones, figuras antropomorfas identificadas como la representación del dios Make Make, vulvas asociadas con la fertilidad (komari) y mamíferos marinos. Muchos de los motivos se encuentran en otras islas de la Polinesia, como la cara humana con grandes ojos de círculos concéntricos que aparecen también en las Marquesas, o el motivo del hombre pájaro (tangata manu) que está presente en petroglifos de Hawaii y en pinturas rupestres de Nueva Zelanda. Los petroglifos se tallaban sobre y bajorrelieve, y existen más de 4000 en la isla. Vandalismo y erosión A lo largo de la historia, estas pequeñas estructuras domésticas, cuando no ignoradas, han estado más bien sujetas a intervenciones, degradadas o totalmente destruidas debido a la extracción de piedras de las mismas, la flora (cuyas raíces mueven y destruyen las rocas de las estructuras) y los animales (que se rascan o transitan sobre ellas), hasta nuestros días.

Vidrios de botellas en la entrada en un hare moa en el sector de Te Pito Kura


No han captado la atención de los investigadores hasta hace muy poco tiempo, ya que los esfuerzos, proyectos y excavaciones han estado enfocadas sobre todo al estudio de los ahu, los moai, eventualmente de las cuevas y últimamente de los sistemas de cultivo (sin tener en cuenta en excavaciones, los manavai). Son víctimas de una serie de acciones destructivas, como el vandalismo (extracción de rocas para la pesca y construcciones domésticas como pircas, extracción de material arqueológico por parte de turistas que practican el temido “souveniring” en estructuras que reflejan un estado tal de abandono que provoca el sentimiento de desvalorización). El hecho de que una estructura se encuentre en estado de abandono, al menos aparentemente, la hace susceptible de acciones vandálicas, ya que resulta mucho más difícil extraer una roca u otro material arqueológico de “algo” que parece ser valorado y cuidado, que de una acumulación de rocas que parece ser una estructura, pero que nadie se ha tomado la molestia de proteger.

Pelos de caballo incrustados en una roca de hare moa en el sector de Te Pito Kura, producto del rascado de estos animales contra las estructuras arqueológicas El derrumbamiento de estructuras por la acción de rascado del ganado caballar principalmente (existen estructuras que han resistido en el tiempo hasta que el ganado, que pasta libremente alrededor y sobre las mismas, comenzó a derrumbarlas por la acción de rascado), la quema de piedras pertenecientes a estructuras arqueológicas por la acción de fuegos no controlados en sectores con alta densidad de vestigios (provoca la quebradura de paengas, poros y piedras no trabajadas pero pertenecientes a estructuras arqueológicas), y la rotura de estructuras por la acción de las raíces de flora intrusiva (el toroko, el mauku piro, el chocho y el cardo), son otros de los problemas a los que se enfrentan estas estructuras arqueológicas.


Faltaría una manutención periódica de desmalezamiento, que evitaría que se sigan quebrando las estructuras por la acción de raíces de árboles y arbustos como el miro tahiti, el guayabo o el palto, y disminuiría el negativo impacto visual que provocan los pastos.

Cordero descompuesto en el interior de un umu pae del sector de Pua Pau

Fuego intencional (para preparación de la tierra) detrás de un hare moa


El ganado caballar circula libremente entre las estructuras arqueológicas del sector de Pua Pau. Al fondo, un hare moa y el Poike

Conclusiones A pesar de la importancia internacional del patrimonio arqueológico de Rapa Nui, éste ha recibido muy poca inversión para su restauración y conservación, constatándose un acelerado proceso de deterioro. Las acciones que se han desarrollado, se han concentrado en los sitios de mayor importancia desde el punto de vista de su espectacularidad megalítica y potencialidad turística, no contemplándose para la mayor parte del patrimonio arqueológico medidas concretas y efectivas de conservación, restauración y puesta en valor. Muy lentamente, esta situación está cambiando, y la comunidad rapanui está tomando en sus manos la protección de su patrimonio, con consecuencias positivas y negativas sobre el mismo, como veremos en la segunda parte de este trabajo.


Vaka Te Peu. Hare vaka en el sector de Te Peu Bibliografía Cristino, C., P. Vargas y R. Izaurieta. 1981. Atlas Arqueológico de Isla de Pascua. Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Centro de Estudios, Isla de Pascua. Santiago, Chile. Englert, S. 2004. La tierra de Hotu Matu’a. Historia y etnología de la Isla de Pascua. Editorial Universitaria. Santiago, Chile Fuentes UNESCO N 80. 1996. Centro del Patrimonio Mundial (UNESCO). Junio 1996 Guerra, A. 2002. Los primeros pobladores de Rapa Nui (Isla de Pascua, Chile). Revista de Arqueología 260:18-25. Madrid Guerra, A. 2003. Jardines de piedra. Arqueología de la agricultura prehistórica en Rapa Nui, Revista de Arqueología 266:35-42. Madrid Maldonado, E., Aotus, J. y Valiente, F. 2004. Rapa Nui. Patrimonio cultural y natural. Santiago, Chile


Ramírez, J.M. 1988. Cultura Rapanui. Colección Culturas Aborígenes. Ministerio de Educación. Santiago, Chile Seelenfreund, A. 1998. Los primeros pobladores de Rapa Nui. En: Cultura de Chile. Prehistoria. Editorial Andrés Bello. Santiago, Chile Stevenson, C., J.Wozniak y S.Haoa. 1999. Prehistoric agricultural production on Easter Island (Rapa Nui), Chile. Antiquity 73:801-12 Stevenson, C. y W.Ayres (Eds). 2000. Easter Island Archaeology: Research on Early Rapanui Culture. Los Osos, CA (Easter Island Foundation)


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